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Mesa de debate 3
Tema: Condiciones de vida en el hospital psiquiátrico.
Integrante de la mesa: Rubén Ramírez Hernández
Posición inicial: En contra de las condiciones de muchos hospitales psiquiátricos.
Tesis: Las instalaciones de los hospitales psiquiátricos y la humanidad de
enfermeros y doctores, evitan mejorar en el paciente.
Argumentos: Es increíble darnos cuenta que una persona que nace y crece con
problemas mentales está destinada a vivir una vida deprimente, solitaria, dolorosa
y de más adjetivos que se puedan imaginar que reflejen miseria, porque es lo que
pasa día a día en un hospital psiquiátrico, así lo menciona un artículo de La Jornada:
“En México, los enfermos mentales padecen a diario el infierno: ONG “
“Por sus problemas son recluidos de por vida en instituciones en las que son
hacinados y degradados” (La Jornada,2010).
“En 2000 vimos una mujer atada a una silla de ruedas en una clínica; diez años
después la paciente sigue exactamente igual” (La Jornada,2010).
La realidad es que en México ser discapacitado mental es sinónimo de ser un óbice
para la sociedad, donde la solución es encerrar a estas personas enfermas en
hospitales psiquiátricos; pero no para intentar sanarlos sino para deshacerse y
olvidarse de ellos.
Estos hospitales como lo fue La Castañeda o lo es el Hospital Psiquiátrico Fray
Bernardino hoy en día, cuentan con limitaciones, tanto de presupuesto como de
humanidad. Hoy 11 de noviembre de 2015, La Jornada publica una noticia
informándonos que “Desalojan un pabellón del hospital de La Raza por plaga de
chinches” donde los enfermeros argumentan a los familiares que “por problemas
presupuestarios no era mucho lo que podían hacer”, la situación fue tan grave que
tuvieron que incinerar los colchones de los pacientes. Testigos informan que la
situación ya era incontenible, pero ya tenían años así, que inclusos observaban a
los enfermeros limpiar estos animales muertos en el suelo con sabanas de los
pacientes.
Contra-argumentos: Actualmente los hospitales psiquiátricos se encuentran
completamente saturados, sin ningún cupo más. “La Castañeda “es un claro
ejemplo de que el presupuesto es una gran limitante para poder operar de forma
adecuada para la reintegración de estos pacientes a la sociedad. No hay más
espacio para poder meter a más pacientes en el Fray Bernandino, ya no hay dinero
para comprar más camas, sillas de ruedas, medicinas, espacios recreativos o para
contratar enfermeros capacitados en “La Raza”.
Los trastornos mentales y de la conducta constituyen el 13% de la carga global de
la enfermedad; sin embargo, en promedio, el presupuesto de salud mental es sólo
el 2% de los gastos totales en salud. (La Salud Mental en México,2005).
Posición final: La vida de una persona con una discapacidad, merece vivir de una
manera digna, al igual que cualquier otra.
Las personas con trastornos mentales necesitan de cuidados y atención médica
especializada, la humanidad tiene que prevalecer en estos lugares, todos como
sociedad debemos aportar para que estas personas tengan lo esencial para vivir
como, sabanas, cobertores, comida, medicamentos y sobre todo una tranquilidad
mental sin agresiones u otro tipo de maltrato.
La calidad de vida en el hospital La Castañeda era deplorable, incontenible era la
situación en la que el señor Carlos Castañeda de la Fuente vivía, el tratamiento que
llevaba era insoportable y es lastimoso saber que hoy en día las personas que
sufren de enfermedades como esquizofrenia sean aisladas o maltratadas solo por
castigo, provocando aún más deterioro mental.