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FIESTA DE SANTA MARÍA DOMINICA MAZZARELLO
LAUDES
(esta hoja es solo para GUÍA, no es necessário imprimir para todas)
Monicíón
“Solo un corazón grande sabe descubrir la grandeza de Dios en su creación, puede tener la sabiduría de
captar su belleza, de gustar y encontrar sabor en todo, puede ser capaz de sorprenderse, puede cantar y
alabar al Señor, como Madre Mazzarello”. Y hoy elevamos nuestra alabanza al Señor por el regalo de
Madre Mazzarello.
Himno Oficios Salesianos p.277
Antífonas de los salmos Oficios Salesianos p. 278
Salmos Oficios Salesianos p. 28
Solo el primer salmo es PROCLAMADO así como viene a continuación (tomado de la
Inspectoría BBH).
Hna.: “Todas las mañanas, Madre Mazzarello se levantaba bien temprano, antes de la aurora para ir a la
Parroquia a participar de la misa. Una caminata larga y difícil, sobre todo en invierno: enfrenta con
valentía y alegría el viento cortante y frío; el barro y la nieve”.
Salmo: Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo, mi alma está sedienta de ti; mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua. ¡Cómo te contemplaba en el Santuario, viendo tu fuerza y tu
gloria!
Hna.: “Señor, si me concedes un poco más de vida, haz que sea olvidada de todos. Me basta ser
recordada solo por Ti”.
Salmo: Tu gracia vale más que la vida, te alabarán mis labios. Toda mi vida te bendeciré y alzaré las
manos invocándote.
Hna.: “Para no perder la misa, dormía incómodamente…” “Por la noche se ponía junto a la ventana para
poder ver mejor la iglesia y estar más cerca de Jesús. Y fijando la mirada en los vitrales iluminados,
rezaba con ardiente fervor.”
Salmo: Me saciaré como de enjundia y de manteca, y mis labios te alabarán jubilosos. En el lecho me
acuerdo de Ti y velando medito en Ti.
Hna.: “Hecha la primera profesión religiosa, María Mazzarello rompe el silencio con la única palabra que
desborda de su corazón exultante de alegría: ¡Hagámonos santas. Debemos ser grandes santas”.
Salmo: Porque fuiste mi auxilio, y a la sombra de tus alas canto con júbilo; mi alma está unida a Ti, y tu
diestra me sostiene.
Lectura Breve y siguientes Oficios Salesianos p. 278