Download Así lo señala Juan Pablo Rebolé Ruiz, Doctor

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
“El cambio del patrón de precipitaciones durante los últimos 70
años en la cornisa cantábrica puede ser indicio del cambio
climático”
Así lo señala Juan Pablo Rebolé Ruiz, Doctor Ingeniero Agrónomo por la
UPNA, en su tesis doctoral
Juan Pablo Rebolé Ruiz, ingeniero agrónomo, ha estudiado en profundidad los
registros de precipitaciones de lluvia de los observatorios de Igueldo (durante 70
años) y de Fuenterrabia (37 años). A partir de esos datos, ha mejorado y puesto
en funcionamiento un modelo de simulación del proceso de lluvia. Sus
observaciones has sido significativas: «el tipo de precipitación ha ido cambiando
gradualmente durante los últimos 60-70 años, lo cual puede suponer un cambio
en el patrón de precipitación a lo largo del tiempo como indicio de cambio
climático»
La tesis doctoral de Juan Pablo Rebolé, «Simulación estocástica de la lluvia en
tiempo continuo para un clima húmedo de la cornisa cantábrica», ha estado
dirigida por José Javier López Rodríguez, del Departamento de Proyectos e
Ingeniería Rural de la UPNA, y Adela García Guzmán, del Departamento de
Estadística de la Universidad de Córdoba, y ha obtenido una calificación de
sobresaliente cum laude. Juan Pablo Rebolé, Ingeniero Agrónomo por la
Universidad Politécnica de Cataluña (1991) y Doctor Ingeniero Agrónomo por la
UPNA (2009), desarrolla su trabajo en el Gobierno de Navarra, actualmente como
Jefe de Sección de Reforma de Infraestructuras Agrarias. Durante cinco años ha
sido profesor asociado en la Universidad Pública de Navarra, donde impartió
asignaturas de Hidráulica y Riegos. Asimismo, a lo largo de su carrera ha
impartido cursos de formación y ha participado en diversos congresos.
Una simulación estocástica es, tal y como señala el autor del trabajo, una
simulación del proceso de lluvia basada, en su mayor parte, en una componente
aleatoria. El objetivo primordial de esta tesis era poner en funcionamiento un
modelo de precipitaciones de lluvia, a partir del desarrollado por Castro y García
Guzmán en el Valle del Guadalquivir. En este caso, se han analizado las series de
datos de los observatorios de Igueldo y Fuenterrabia, ubicados en una zona de
clima húmedo representativa de Guipúzcoa y zona cantábrica de Navarra.
Según explica, «al estudiar la serie histórica de Igueldo he visto que a lo largo
de 70 años hay unas variaciones graduales en algunas características de la
precipitación. Con estudios complementarios podría confirmar esas diferencias
como indicio de cambio global y ver si el modelo simulado a partir de los datos,
por ejemplo, de los años 90 es diferente del modelo simulado a partir de los datos
de los años 30. Es decir, el modelo no es una herramienta de predicción, pero sí
nos permite comparar si el tipo de precipitación en la última década ha cambiado
respecto a hace 60-70 años. Y de los datos disponibles parece ser que sí se está
produciendo ese cambio».
En concreto, ha adaptado ese modelo existente a las condiciones cantábricas
y a los datos disponibles en los observatorios de Igueldo y Fuenterrabía, que son
registrados cada diez minutos y, por lo tanto, ofrecen mayor precisión que los del
modelo de partida que eran cada hora. «Al simular las precipitaciones con
precisión de diez minutos, una aportación novedosa ya que existen pocos trabajos
que utilicen un intervalo de medida tan corto, se mejora la eficacia», indica Juan
Pablo Rebolé.
Su modelo se ha basado en tres tipos de sucesos: estado lluvioso: cuando se
produce la lluvia; estado seco inestable: cuando no hay precipitación pero es un
estado de corta duración; se corresponde con los intervalos secos que se
producen entre los chubascos dentro de un frente de lluvias; y estado seco
estable: sin precipitación, de larga duración, que se corresponde con los
intervalos secos entre los frentes.
Conocer las precipitaciones
Tal y como señala este ingeniero agrónomo, el objetivo del modelo no es tanto
predecir cómo serán los procesos de lluvia en el futuro inmediato sino generar
series muy largas con las mismas características que las series históricas, que
como máximo son de 70 años. «Hay que tener en cuenta que para el diseño de
obras hidráulicas interesa conocer qué precipitación puede suceder en 500 ó mil
años. Por ejemplo, una presa de un embalse se dimensiona para un período de
retorno de mil años; es decir, para que resista las crecidas extraordinarias que
puedan darse al menos una vez cada mil años».
En su trabajo de investigación ha obtenido también las curvas intensidadduración-frecuencia de las series simuladas, curvas que son instrumentos muy
adecuados para la determinación de las llamadas tormentas o lluvias de diseño.
Se trata de lluvias que generan caudales de escorrentía que se utilizan para el
diseño o dimensionamiento de obras de ingeniería del agua, tales como puentes,
colectores, tanques de tormenta, etc.
Pamplona-Iruña, 19 de mayo de 2009
Nota 1: Si desea contactar con Juan Pablo Rebolé Ruiz, puede hacerlo
a través del correo [email protected] o del teléfono 848 42 89 19
Nota 2: Si desea una fotografía para completar la información, puede
descargarla en el sitio web de la Universidad Pública de Navarra
(http://www.unavarra.es/info/noticias.htm).
Pie de foto: Juan Pablo Rebolé Ruiz.