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La Explotación Minera en
Chiapas
Seminario: Cultura de la Sustentabilidad
Asesora: Dra. Elisa Gutiérrez Gordillo
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CHIAPAS
Equipo integrado por: Xitlally Guadalupe Flecha Macías, Danae Estrada Soto, Carolina Sesma
Galdámez, Elio Joachín Dámaso Nolasco, Héctor Hugo Rodas Moreno, Rodrigo Franco Herrera,
César Aramis Martínez Leina, Oseas Ramos Hernández, Jesús Octavio Morales Ruíz, Marco
Alejandro Gómez López, Benjamín Rodríguez Aquino.
La Explotación Minera en Chiapas
Introducción
La Industria minera es considerada como un medio para abrir el mercado laboral
de las economías del mundo subdesarrollado. La explotación por parte de las
compañías del primer mundo tiene como principal justificación la dinamización de
las economías locales, es decir, el concepto de desarrollo es visto desde una
política neoliberal que rescata uno de los postulados de Adam Smith: la inversión
externa dinamiza la economía interna. Ante esto, el concepto de desarrollo
humano se ha convertido en un paralelo a la noción de desarrollo económico
social, en este sentido, el programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD), propone que las sociedades deben contemplar una vida larga y sana,
con la mejora de conocimientos para alcanzar un nivel de vida decoroso y poder
participar en la vida de la comunidad. Pero la política actual de nuestro gobierno
no comprende propuestas de regulación en sustentabilidad para la industria
minera, perdiendo la necesidad de desarrollar las capacidades humanas, porque
sin ellas sencillamente no se dispone de muchas opciones ni se llega a tener
acceso a muchas oportunidades que brinda la vida.
El desarrollo económico a través de la industria minera no ha producido
ninguna expansión económica sustentable significativa en las localidades de
donde se extraen los minerales. Esto podría adjudicarse a la corrupción en las
inversiones improductivas que se realizan a nuestro país, aunado a esto los
recursos van a parar a los bolsillos de los funcionarios, lo que trae como
consecuencia algunas crisis económicas y ambientales al no incorporar
tecnologías sustentables que a la larga prometen mayor rentabilidad, pero
demandan un alto costo en inversión de Hidrometalurgias y Biotecnológicas, para
la no emisión de azufre o ácidos en las operaciones mineras que ponen en riesgo
la vida.
A continuación se describe, problematiza, analiza y se proponen
mecanismo de solución a una situación de esta índole en el estado de Chiapas,
México. La información, así como las cifras mencionadas en este texto, fueron
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extraídas de las diversas notas que se han publicado durante los últimos 5 años,
así como de las experiencias cercanas de personas que colaboran en esta misma
redacción. Asimismo, los textos abordados en el seminario de Cultura para la
sustentabilidad fueron de vital ayuda para apropiarse de los referentes teóricos y
contextuales en los que enmarcamos la problemática que se aborda.
Situación actual
Los daños bidireccionales entre lo social y lo ambiental han sido irreversibles, una
confrontación que se agudiza es consecuencia de una crisis respecto de la
explotación masiva de los recursos minerales en distintas regiones del estado. Se
habla de lo bidireccional en el sentido de que ambas partes son causas
recíprocas, al tiempo que son efectos. En lo que respecta a lo social y lo
ambiental, partimos de la idea de que existe una crisis en ambas dimensiones de
la vida, y como ya se ha mencionado más arriba, son causas y efectos de los
problemas socioambientales.
La
depredación
ambiental
en
manos
de
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importantes
mineras
internacionales se ha hecho presente en distintas regiones del estado por más de
una década. Desde el año 2000 se han negociado 97 concesiones que comprende
una extensión territorial del 38% del estado de Chiapas. De manera que Blackfire
Exploration Ltd, en subsidio con otras empresas, han adquirido 27.414 hectáreas,
las cuales han estado operando a cielo abierto una mina de baritina en el
municipio de Chicomuselo, y planea abrir dos más en la sierra.
Mientras que Linear Gold Corp. tiene derechos de explotación de 198.416
hectáreas, y ha venido explotando una mina de oro a través de dos empresas
intermediarias en el municipio de Ixhuatán, en el norte del estado, y tiene previsto
abrir una mina de oro para este año en Motozíntla, de manera que se puede
percibir sólo con estas dos empresas y las subsidiarias, la expansión del norte al
sur; sin embargo, son varias regiones que se encuentran tendenciosamente
amenazadas por éstas, como la región costa en el municipio de Acacoyagua, el
Triunfo en Escuintla, Mapastepec, Pijijiapan, Villa Comaltitlán, otros municipios
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como Venustiano Carranza, Ángel Albino Corzo, Ocozocuautla, Amatenango del
Valle, Coapilla, Copainalá, Pichucalco y Solosuchiapa.
Las situaciones en distintos procesos de explotación de las compañías han
forjado una serie de daños de carácter social y ambiental, ya que se han destruido
ecosistemas que se encuentran en zonas protegidas como la reserva de la
biosfera el Triunfo, y en otras que han originado despalmes, desmonte,
concavidades en el subsuelo y por qué no mencionar, degradación de las
montañas, agravando el paso de huracanes. Un ejemplo de la vulnerabilidad a la
que son reducidas estas regiones es el caso del huracán Stan, que impactó
gravemente la zona sierra y costa principalmente.
Todo esto ha sido sensiblemente percibido por los pueblos afectados y los
otros que aún prevalecen en el temor de la llegada de las mineras, por lo que son
muchos los casos de resistencia que se han dado en las distintas regiones.
Con la consigna de “alto al saqueo de minas”, mujeres, hombres, de grupos
étnicos, campesinos, iglesias, sociedad y asociaciones civiles en un mismo sentir
y en defensa de sus recursos se han manifestado constantemente; el tránsito ha
sido trágico, una muerte del líder comunal en Chicomuselo, la detención del líder
en Motozíntla, el hostigamiento de campesinos en Siltepec, son ejemplos del
saldo que a su paso está dejando la problemática de las mineras en Chiapas.
El problema se agudiza en tanto las autoridades favorezcan las
concesiones, que si bien es cierto para el 2057 once de las compañías terminan.
Mientras tanto, grupos denominados “policías comunitarias” aparecen en la región
de Motozíntla armados con machetes, rifles y pistolas, quienes motivan a la
conformación de una red que pretenden se extienda a otros municipios.
Impactos socioambientales
Con la autorización de concesiones a empresas mineras en Chiapas, actualmente
se explota zinc, cadmio, oro, titanio, y una explotación exponencial de plata, cobre,
hierro y bronce, lo que está generando una crisis socioambiental.
En lo ambiental, según los ejecutivos de la minera canadiense Blackfire
Exploration, que extrae magnetita, barita y titanio en la zona costa y sierra de
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Chiapas, explicaron que en la mina de barita no utilizan reactivos químicos que
ocasionen daños al ambiente, fauna y flora, pues el mineral es transportado en
bruto.
Sin embargo, los especialistas en biodiversidad señalan que aunque la
minería no usara químicos, como ocurre con la explotación de oro, la sola
exposición de minerales del subsuelo sujetos a la acción de la lluvia, contaminan
aguas subterráneas y mantos freáticos.
Además los impactos y deterioro de las minas a cielo abierto provocan
desmonte, despalme, concavidades en subsuelo con descargas de lixiviados, que
alteran la calidad del agua, interrumpe el tránsito de fauna y desencadena mayor
vulnerabilidad, deslaves y remoción de suelos.
Los impactos que la explotación minera ha provocado en Chiapas, no sólo
se ven reflejados en el ecosistema, sino también en los habitantes de las
comunidades que se encuentran en esas regiones. Así, en lo social, los
pobladores de las comunidades han manifestado sus inconformidades, explicando
que el predio donde se ubica la mina fue despojado ilegalmente a la comunidad,
en el municipio de Chicomuselo.
Estas inconformidades que no son atendidas por las autoridades
correspondientes, han provocado desestabilidad social y al mismo tiempo,
campesinos e indígenas se han agrupado advirtiendo que si es necesario
defenderán sus tierras con sus propias vidas, de lo contrario, están dispuestos a
aplicar la ley con sus propias manos.
Las organizaciones civiles manifiestan que se ha notado una división
comunitaria, incremento de enfermedades, desinformación y pérdida de
factibilidad del desarrollo, entre otros.
Además, estas organizaciones han señalado que las familias, en particular
niños y adultos mayores, han comenzado a enfermar debido a la grave
contaminación que ha provocado la explotación de minas a cielo abierto.
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Acercamiento a las causas
La naturaleza no es infinita ni eterna como se concebía en la noción clásica de
desarrollo. Esta postura, hija del proyecto moderno, se apoyaba en la racionalidad
y en el supuesto de que el libre comercio regiría la economía y el desarrollo de las
naciones. En otras palabras, la ley de la oferta y la demanda como el motor de la
economía interna, donde la figura del Estado se despoja de la administración para
cederla a naciones externas dominantes. Surge entonces el concepto de
transnacionales, que no son más que compañías foráneas internacionales, con
grandes capitales económicos, capaces multiplicarlos sin tomar en cuenta los
daños colaterales en los aspectos sociales y ambientales.
En este contexto, hay que señalar que la mayoría de las empresas mineras
que
actualmente
operan
en
Chiapas,
provienen
del
exterior
y
son
económicamente muy poderosas. Por tanto, los efectos adversos que causan en
los ecosistemas locales son una prueba de que el único fin para estas compañías
es obtener cada vez más capital económico. Ciudadanos de ningún lado, los
dueños de las transnacionales no ven en las tierras chiapanecas más que
montañas de dinero. Marx no se equivocaba cuando dijo que “competencia”,
desde la economía política, era la lucha entre avaros. La obtención de capital es el
fin último de estas grandes empresas que sin escrúpulos arrasan el ambiente y
alteran la vida social y natural. Las grandes transnacionales son la mano invisible
(como dijera Smith), que hace que la economía se mueva en apariencia, pues en
el caso de Chiapas la realidad dice que no se han alcanzado los índices de
desarrollo humano.
La situación actual no es más que el claro reflejo de una política nacional
que no pone los ojos en las cuestiones socioambientales. Así, la concesiones se
venden al mejor postor, lo mismo que mercancías a los compradores, mientras
que en las localidades se les priva de sus derechos a vivir una vida armónica y
tranquila con el medio ambiente. El gobierno no toma en cuenta los procesos de la
minería, es decir, cómo operan y en qué condiciones viven los habitantes de las
regiones mineras. Vivimos las mismas condiciones en que se dieron las
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concesiones petroleras en los tiempos de don Porfirio Díaz, donde las localidades
y propietarios eran forzados a vender sus tierras a poderosos americanos.
De esta forma, si las intenciones de las transnacionales se reducen a la
obtención del capital, las cuales se conjugan con una política neoliberal por parte
del gobierno, el único resultado es la devastación social y ambiental que sufren las
personas, flora y fauna en las localidades. Estas perspectivas reduccionistas
privilegian una parte del problema: lo económico, lo político, lo social o lo
ambiental. Desafortunadamente, en el caso de Chiapas se ha privilegiado a las
dos primeras, dejando a un lado a las dos últimas causas, lo que demuestra ese
retroceso o nunca avance, en lo referente a posicionar las cosas naturales sobre
las artificiales. Retroceso si tomamos en cuenta que habíamos cambiado nuestra
visión de la naturaleza en cuanto a que era ilimitada e infinita; nunca avance si
consideramos que nunca cambiamos nuestra perspectiva desde los tiempos
modernos en la concepción clásica.
Soluciones, ¿ecoutopía?
La sustentabilidad de la industria minera radica en 4 bases: económicas,
ambientales, sociales y de políticas gubernamentales que den seguimiento y
vigilancia a las actividades mineras.
Las soluciones a problemas económicos deben re-pensar las estrategias de
inversión en parte de la industria, así como también incorporar cambios en las
regulaciones para asegurar que los futuros costos y responsabilidades estén
completamente consideradas en los estudios de factibilidad económica. En este
mismo sentido, deberían ser introducidos incentivos de impuestos para la
incorporación de tecnología sustentable y para inversión en investigación.
Los terrenos de explotación minera o sitios de procesamiento pueden ser
restaurados a su estado natural, recreando el hábitat pre-existente, regenerado
para uso agrícola, desarrollada para uso recreativo, turístico o con propósito de
conservación. Una alternativa adicional es la utilización total de los recursos por el
cual se utilizan todos los materiales extraídos, estableciendo sinergias con otras
empresas; de esta forma, los metales potencialmente peligroso deben ser
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extraídos de las minas en vez de botarlos en relaves, el anhídrido sulfuroso, que
es el principal contaminante de las fundiciones, debe ser recuperado y convertido
en ácido sulfúrico industrial.
La sustentabilidad social involucra más que la compensación por el uso de la
tierra, debe prestar atención al desarrollo de la sociedad que existió previamente o
que creció en torno a un sitio minero durante su evolución y particularmente
después del cierre. Las compañías mineras deben invertir en infraestructura
social, escuelas, hospitales, desarrollo de
industria secundaria, entrenamiento
técnico y administrativo para asegurar que el dinero pagado en compensación no
sea desperdiciado y que persista la inversión en el futuro de la sociedad, una vez
que la mina cierre. Las soluciones deben ser a la medida, puesto que cada cultura
y sociedad local es diferente y tiene distintas necesidades y expectativas.
Actualmente existe un programa que considera los asuntos de a sustentabilidad
en la industria minera GMI (Iniciativa Minera Global,) el cual le señala a la industria
que debe estar consciente de los nuevos desafíos socio-ambientales que tiene
que enfrentar en el mundo moderno y específicamente en lo referente al desarrollo
sustentable. El rol de los geólogos debe ser más activo para promover la
sustentabilidad y emprender los desafíos técnicos que surgen de la minería.
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ESQUEMA CONTEXTUAL
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Referencias
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Ecoutopias, En Sociología Ambiental. Grupo Editorial Universitario.
Aledo Tur
A. & Domínguez, J. A. (2001) Problemas Socioambientales I:
tecnología, población y medio ambiente. En Sociología Ambiental. Grupo Editorial
Universitario.
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Vanguardia. 06 de marzo de 2013. México.
Anónimo. Explotación minera acaba con ecosistemas de las reservas protegidas
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La
explotación
minera
en
Chiapas
(2000-2009).En
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