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DÍA DE LA HISPANIDAD: NO HAY NADA QUE
CELEBRAR DE LAS CONQUISTAS DE LOS ESTADOS
Este 12 de octubre, día de la Hispanidad o de
la "raza española", se celebra el 517 aniversario
de aquel 12 de octubre de 1492 en que Colón
llega a las Bahamas con sus tres carabelas.
Inmediatamente después 500 indígenas son
vendidos como esclavos en el "mercado de
Sevilla". Anteriormente, aquel fatídico año de
1492 en que desaparece definitivamente AlÁndalus, con la caída de Granada, 150.000
hebreos serán expulsados de la nueva España
de los Reyes Católicos.
La población del orbe terráqueo en 1492 se
calcula en torno a los 500 millones de personas,
de las que 70 habitaban en las Américas. Un
siglo y medio después de la llegada de las
tropas españolas y portuguesas (y poco a poco
y en menor medida de otros Estados europeos)
la población de los pueblos originarios se
había visto reducida a 3.500.000 personas. En
su mayor parte fallecieron por la extensión de
enfermedades que llevaron consigo españoles y
portugueses, y frente a las que las poblaciones
indígenas no tenían defensas biológicas. Pero
también fallecieron en una parte no desdeñable
por la imposición de las armas, pasados a
cuchillo y fuego, o por la esclavización laboral
que provocó la desaparición de pueblos y
poblaciones enteras. Algunas de estas
sociedades eran pueblos sin Estado, que
trabajaban colectivamente la naturaleza
primaria para vivir y no concebían ni la
jerarquía estatal ni la explotación de clases.
Poblaciones exterminadas por el deseo voraz de
opresión y de la usurpación de riqueza de la que
dieron pruebas los colonizadores y hacendados
españoles y portugueses. Ser rico como un
Potosí o como un Perú eran frases de la época
que daban cuenta de la enormidad del expolio
cometido. Al mismo tiempo que unos pocos se
beneficiaban de esta riqueza y el oro americano
inundaba Europa, en la metrópoli, en los
dominios ibéricos de los Habsburgos, la
inmensa mayoría de las personas humildes
nadaba en la miseria y pasaba hambre. Esta
miseria es la que llevó a muchos castellanos,
extremeños, etc a emigrar. La muerte y el
exterminio de millones de personas de las
poblaciones originarias amerindias implicó que
los poderes españoles y portugueses, e
inmediatamente
después
otros
estados
europeos, inaugurasen un esclavismo de nuevo
tipo desde el corazón del África negra. 10
millones de africanos fueron trasladados por la
fuerza a América durante estos siglos, y otros
muchos murieron bajo esta sedienta y criminal
práctica de opresión antes de llegar.
Encomiendas, mitas y haciendas fueron las
bases socio-económicas, de trabajo servil, del
poder imperial español en América. De este
enorme sistema de opresión humana, de muerte
y de robo de poblaciones. La Iglesia Católica a
través del Papa Alejandro VI "concedió" en
1493 estas Tierras a los reyes españoles y
portugueses. Viendo en ello una oportunidad de
colonizar nuevas almas. La espada y la cruz
conviven en la Conquista. Aunque hubo
sectores de la Iglesia que sin oponerse a la
Conquista se enfrentaron a sus aspectos más
criminales, como fue el caso de las misiones
jesuitas.
¿Qué significa hoy celebrar el 12 de octubre?
Lo que celebra el Estado español, sus fuerzas
militares, los partidos políticos de este régimen
monárquico y democrático, de izquierdas y de
derechas, es la unidad del Estado español y sus
bases imperialistas. Hoy además asistimos a un
neocolonialismo económico en América Latina
de las principales multinacionales españolas.
Obviamente Zapatero podrá no compartir
algunas de las atrocidades cometidas durante la
Conquista, podrá hablar de la Alianza de las
civilizaciones, pero como gobernante del
Estado español se reconoce, como la misma
monarquía borbónica, continuadora de la
historia del Estado español. Sus palabras sobre
la convivencia y la unidad entre los pueblos
ocultan veladamente los crímenes del pasado y
del presente. La Conquista iniciada en 1492
inaugura un auténtico genocidio y etnocidio.
Simbólicamente coincide con la unidad del
Estado español, con la expulsión de judíos y
posteriormente de moriscos (este año se celebra
el 400 aniversario). Una realidad terrible que
sin embargo arroja una luz indiscutible sobre la
verdadera naturaleza criminal de todos los
estados, su esencia asesina y opresiva. La
práctica colonial española será continuada
inmediatamente por otros colonialismos e
imperialismos futuros: Portugal, Holanda,
Francia, Reino Unido, etc.
En 1492 coinciden dos humanidades, de dos
hemisferios diferentes, que no se habían
conocido hasta entonces. Lo harán bajo el signo
de la nueva opresión que funda el Imperio
español. Sin embargo, este Imperio en su
destrucción, compartía valores opresivos y
llegó a acuerdos parciales, se apoyó y se
sostuvo en caciques locales procedentes de
otros terribles imperios opresores: desde los
incas a los aztecas, por ejemplo. Nuestro punto
de vista, como socialistas revolucionarios y
libertarios, es el de la humanidad que busca su
liberación. Es un punto de vista que es enemigo
de toda forma de opresión. Y sin embargo esos
terribles imperios, incas y aztecas, coincidían
geográficamente
con
otra
humanidad,
enormemente diferente de la involución
opresiva, política y sustentada en la explotación
económica. América estaba poblada por
innumerables pueblos que constituían sus
comunidades sin Estado y sin opresión
económica. Poblaciones como los guaraníes,
los guayakís y los yanomami, entre otros
muchos.
Sociedades
enormemente
contradictorias y con profundos límites. No
unilateralmente libres ni positivas. Pero que
nos dejan un mensaje claro si nos queremos
parar a reflexionar un momento: el Estado y la
política, la explotación económica no son
eternas. No son castigos a los que nos tenemos
que someter por fuerza de la necesidad. Es
posible, porque existía, otro tipo de humanidad,
no idealizable, pero que vivía mejor que bajo
las sociedades estatales.
1492, el 12 de octubre, es también una señal
clara de la naturaleza de los Estados. Nosotros
nos negamos a ser parte del coro que celebra
este acto terrible de barbarie. Comprendemos y
compartimos la indignación de muchos
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hermanos y hermanas latinoamericanas que ven
como se festeja este acto de exterminio. Al
mismo
tiempo
que
vemos
como
contradictoriamente se festeja también por parte
de muchas de estas sociedades y poblaciones el
día de la hispanidad, el día de unión con la
"madre patria". Nuestro punto de partida es
nuestra común humanidad, el deseo y la
aspiración de conquistar una humanidad libre.
Lo contrario de la conquista como exterminio
que conciben los Estados.
El 12 de octubre Madrid asistirá a un desfile
del ejército español por sus calles. Las mismas
tropas que hoy en Afganistán matan y por ello
mismo pueden morir. O que en un tiempo no
muy lejano asesinaban a cientos de miles de
personas bajo el mando de Franco, para acabar
con la revolución española, y vencer su guerra
civil. Es el ejército del Estado español, este
Estado democrático y monárquico al mismo
tiempo que significativamente gasta 300 veces
más en investigación militar que en mejorar la
educación. Ejército que en su desfile recuerda
además cuál es el fundamento de la Unidad de
la Patria. España sigue siendo hoy una cárcel
de pueblos, ya que dentro de su actual
territorio impide la autodeterminación de los
pueblos que así lo deseen.
No tenemos nada que celebrar en los festejos
de este Estado, de ningún Estado. Nuestras
aspiraciones son contrapuestas a las suyas. Sus
conquistas niegan las nuestras. Ellos
conquistaban y conquistan haciendo uso
permanente del terror y la violencia. Y sin
embargo algunas de estas poblaciones
originarias amerindias de las que hablábamos
anteriormente nos enseñan que la presunta
eternidad de los Estados y de su consiguiente
opresión no son tales. Este sí que es un
auténtico descubrimiento (si lo cultivamos
adecuadamente) para aquellos que aspiramos a
sueños de emancipación y de liberación
humana.
Madrid, 9 de octubre de 2009.