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Delegar para aprender
Delegar es mucho más que "deshacerse de algunas tareas". Cuando
delega, un gerente gana más tiempo para dedicarle a los proyectos
estratégicos, pero también genera una oportunidad de aprendizaje
para los empleados. Para transformar el proceso de delegación en
una situación en la que todos ganen, es importante:
 Elegir la tarea conveniente:
¿Cuál de todas sus responsabilidades puede transferir?
Piense en las cosas que otro puede hacer tan bien como lo hace
usted, o tal vez mejor. Mantener esas tareas bajo su ala equivale a
desperdiciar tiempo y neuronas que podría invertir en otra actividad.
 Elegir al empleado apropiado. Además de delegar para que
aprovechar esta práctica, lo mejor es tratar de delegar en el
empleado de menor jerarquía que pueda realizar el trabajo. Con
esta acción logrará motivar y además mantener los costos bajos.
 Comunicar las expectativas. Es importante ser claro y
específico en las instrucciones para la ejecución de la tarea: fecha
de entrega, resultados esperados, cuál es la importancia de esa
tarea en el contexto más amplio de la compañía, entre otras.
 Hacerse a un lado. Cuando haya explicado claramente sus
expectativas, debe dejar el camino libre para que el empleado actúe
sin su intervención. Puede comprobar cómo avanza, pero sin
obstruirlo.
 No retractarse. Delegar implica perder el control. Debe resistir
la tentación de retomar el control de la tarea para hacerla más
rápido o mejor. No permita que le devuelvan la tarea. La delegación
exige perseverancia, de parte suya y de su empleado.
Fuente: "The Agile Manager's Guide to Leadership", de Walter J.
Wadsworth (Velocity Business Publishing)