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Evolución del PIB por sectores en España La gráfica refleja la evolución de los sectores económicos españoles en los primeros ochenta años del siglo XX. A simple vista se aprecia la progresiva disminución del valor de la agricultura en el Producto Interior Bruto español a lo largo del período, el importante crecimiento del sector servicios y el aumento, aunque con menor ritmo, del sector secundario o industrial, siempre por debajo de los servicios e incluso con leve disminución en la década de 1970-80 como consecuencia de la crisis del petróleo posterior a 1973. A comienzos del siglo XX España es todavía un país fundamentalmente agrícola ya que el sector primario supone más del 65 % del valor del PIB, situación que se mantiene hasta 1915. A partir de ese momento comienza el despegue (take-off) de la industria española con un aumento paralelo del sector secundario y terciario y una acusada disminución del primario, reflejo del crecimiento urbano y del trasvase de la población rural a las ciudades y a los sectores en crecimiento. El proceso se detiene en las décadas de 1930-50 por efecto de la crisis de 1929 y la depresión posterior, así como de la Guerra Civil y los "años del hambre" que la siguieron, lo que obligó a incrementar la producción agrícola y provocó una parálisis económica en los nuevos sectores, afectados por el aislamiento internacional de España y la obligada política de autarquía que practicaron los gobiernos franquistas de postguerra. En los años 50, el fin del aislamiento y los acuerdos con EEUU permitieron reanudar el proceso de industrialización. Son los años del desarrollismo, lo cual se refleja en la gráfica en la caída constante del PIB agrícola y el crecimiento de la industria y los servicios. En la década de los 60 los servicios superan por primera vez a la agricultura en valor PIB por el crecimiento del turismo y poco después será la industria la que supere al sector primario. A partir de ese momento, la economía española es ya la de un país desarrollado, con la agricultura en constante disminución, paralela al crecimiento de los servicios, un proceso de terciarización que se aprecia en todos los países avanzados, algo que ya predijo el economista Colin Clark cuando estableció la clasificación de las actividades económicas en tres grandes sectores. En las últimas décadas del siglo XX y en la actualidad se mantiene la tendencia a la disminución del peso del sector primario en el PIB (2,5 % en 2010), la bajada también de la industria y el aumento del sector servicios (64% del PIB en la actualidad).
