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Bajo el influjo de la luna llena
Redacción Travelview
El calendario de Sri Lanka está plagado de festividades religiosas y culturales que mucho tienen que ver con la luna llena.
Cada mes, durante los días en los que se puede ver esta fase lunar, la mayoría budista del país celebra un evento
interesante. Uno de los más llamativos es el festival Esala Perahera, que tiene lugar en la ciudad de Kandy los días previos a
la luna llena del mes de julio. Durante cuatro noches se organizan cuatro procesiones a cuál más espectacular, en la que se
representan cada uno de los templos de Kandy. La que evoca al llamado Templo del Diente de Buda es, sin duda, la más
impresionante de todas. El ambiente está animadísimo y miles de peregrinos vienen desde todos los rincones del país para
disfrutar de espectáculo, que dura hasta pasadas las dos de la madrugada. Los elefantes son los protagonistas de la fiesta, y
marchan engalanados mientras bailarines, músicos y acróbatas acompañan el paso de la procesión. “Durante la luna
llena de mayo, los cingaleses celebran con especial devoción el Vesak Full Moon Poya Day, la primera fiesta
del año budista” Muchas otras fiestas cingalesas coinciden con la luna llena. Ocurre, por ejemplo, con el Vesak Full Moon
Poya Day, el día más destacado del calendario budista y celebrado en todo el mundo por los millones fieles que siguen esta
religión. La razón es que, en ese mismo día, se conmemoran hasta tres eventos destacados del budismo (el nacimiento, la
iluminación y la muerte o “Paranirvana” de Buda). Durante esta luna llena, la del mes de mayo, los cingaleses celebran con
especial devoción la primera fiesta del año budista, que además coincide con la tercera y última visita del gran maestro a Sri
Lanka. Visten todos de blanco, decoran profusamente sus casas y fachadas y las ofrendas de flores, velas e incienso se
repiten durante todo el día en los templos.
Marcada también por el influjo de la luna llena, la famosísima peregrinación hasta la cumbre de Adam´s Peak es otro de los
eventos que el viajero no debería perderse a su paso por Sri Lanka. Para los budistas en lo alto de la colina se encuentra la
huella del pie del propio Buda. La ascensión suele empezar por la noche, para llegar a la cima al amanecer. La localidad más
cercana para instalarse antes de realizar la ascensión es Hatton. Es la última luna llena del año la que marca el inicio de esta
peregrinación, que dura aproximadamente hasta el inicio de la primavera. Cristianos y musulmanes también realizan la
subida de los más de 8.000 escalones que separan la base de lo más alto del Adam´s Peak, creyendo, en su caso, que la
huella que veneran pertenece a Adán, el primer hombre de la Tierra. Lo habitual es realizar la ascensión en los meses de
diciembre a mayo, ya que el camino permanece iluminado toda la noche.
No podemos olvidarnos del Bak Full Moon Poya Day, una fiesta especialmente intensa y animada en Sri Lanka. Cae cada año
en el mes de abril y en ella se conmemora la segunda visita de Buda al país, en el que por aquel entonces era su quinto año
de Iluminación Suprema. En total, el budismo celebra hasta una docena de lunas llenas o poyas al año y Sri Lanka es uno de
los países que con especial fervor recibe estas tradiciones, una parte muy interesante de su cultura.