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Revista BCV
Revista BCV
Revista BCV • Vol. XXIV. N° 2. Caracas, julio-diciembre 2010 • ISSN: 0005-4720
Revista BCV
1941Caracas, Banco Central de Venezuela
Semestral
ISSN: 0005-4720
1. Distribución del ingreso - Venezuela
2. Comercio internacional
3. Política petrolera - Venezuela
4. Estadística y macroeconomía
© Banco Central de Venezuela, 2010
Hecho el depósito de Ley
Depósito Legal: pp 198602CS937
Dirección: Banco Central de Venezuela,
Edificio Sede, piso 3, Av. Urdaneta,
Esquina de Las Carmelitas, Caracas 1010
Dirección postal: Apartado 2017,
Carmelitas, Caracas 1010, Venezuela
Teléfono: (58-212) 801 5380
Fax: (58-212) 861 0021
[email protected]
www.bcv.org.ve
RIF: G-20000110-0
Producción editorial: Departamento de Publicaciones BCV
Diseño de carátula: Luis Giraldo
Diseño de la tripa: Ingard Gherembeck
Diagramación: Matilde Salaverría
Corrección: María Enriqueta Gallegos
Traducción: Carlos Carrero y Víctor Díaz
Impresión: Editorial Ex Libris
Tiraje: 1.000 ejemplares
Las opiniones expresadas en esta revista son responsabilidad
exclusiva de los autores y no representan el criterio
del Banco Central de Venezuela.
Revista BCV • Vol. XXIV, N° 2, Caracas, julio-diciembre 2010 • ISSN 0005-4720
Contenido
Contenido
Presentación 13
Carlos Mendoza Pottellá
Artículos
21
Modelo de sistema dinámico
del mercado petrolero global
María de la Fe López D.
Sari Levy Carciente
José Contreras
Pedro C. Paiva
63
Propuesta de un índice
de bienestar a partir de la
Encuesta de Presupuesto Familiar
María Lorena Campos Urribarri
Juan Carlos Ruiz Güire
87
Comparación de la inflación
en las principales ciudades
de Venezuela mediante
un modelo de factor dinámico
Alí Antonio Acosta Hernández
Daniel Barráez Guzmán
Documentos
107
Las mediciones de los mecanismos
de transmisión monetaria
en Venezuela
Luis E. Rivero M.
139
La economía política
del petróleo en Venezuela
Carlos Mendoza Pottellá
155
Estados Unidos: una crisis
de orden estructural
José Valenzuela Feijóo
Obras reseñadas
173
Joseph E. Stiglitz
Caída libre: el libre mercado
y el hundimiento de la
economía mundial
Información editorial
Anexo
183
Suplemento Biblioteca del Pensamiento Económico
D.F. Maza Zavala. La economía de Venezuela contemporánea y sus proyecciones
Revista BCV • Vol. XXIV, N° 2, Caracas, julio-diciembre 2010 • ISSN 0005-4720
Contents
Table of contents
Presentation13
Carlos Mendoza Pottellá
Articles
21
Dynamic factor model
for the global oil market
María de la Fe López D.
Sari Levy Carciente
José Contreras
Pedro C. Paiva
63
Design of a well-being index
based on household
Budget Survey Data
María Lorena Campos Urribarri
Juan Carlos Ruiz Güire
87
Inflation comparison
in the major cities of Venezuela
using a dynamic factor model
Alí Antonio Acosta Hernández
Daniel Barráez Guzmán
Documents
107
Measurements of monetary transmission
mechanisms in Venezuela
Luis E. Rivero M.
139
Petroleum political economy in
Venezuela
Carlos Mendoza Pottellá
155
United States: A structural crisis
José Valenzuela Feijóo
Reviews
173
Joseph E. Stiglitz
Free fall: The free market and the
collapse of the world economy
Editorial information
Appendix
183
Supplement Library of the Economic Thought
D.F. Maza Zavala. La economía de Venezuela contemporánea y sus proyecciones
(D.F. Maza Zavala. The economy of contemporary Venezuela and its projections)
Revista BCV • Vol. XXIV, N° 2, Caracas, julio-diciembre 2010 • ISSN 0005-4720
Conteúdo
Conteúdo
Apresentação13
Carlos Mendoza Pottellá
Artigos
21
Modelo de sistema dinâmico do
mercado petroleiro global
María de la Fe López
Sari Levy Carciente
José Contreras
Pedro C. Paiva
63
Proposta de um índice de bem-estar
baseado nos dados do Questionário de
Orçamento Familiar
María Lorena Campos Urribarri
Juan Carlos Ruiz Güire
87
Comparação inflacionária nas principais
cidades da Venezuela mediante um
modelo de fator dinâmico
Alí Antonio Acosta Hernández
Daniel Barráez Guzmán
Documentos
107
As medições dos mecanismos de
transmissão monetária na Venezuela
Luis E. Rivero M.
139
A economia política
do petróleo na Venezuela
Carlos Mendoza Pottellá
155
Os Estados Unidos: uma crise
de ordem estrutural
José Valenzuela Feijóo
Obras resenhadas
173
Joseph E. Stiglitz
Queda livre: o livre mercado
e o afundamento da economia
mundial
Informação editorial
Anexo
183
Suplemento Biblioteca do Pensamento Econômico
D.F. Maza Zavala. La economía de Venezuela contemporánea y sus proyecciones
(D.F. Maza Zavala. A economia da Venezuela contemporânea e suas projeções)
Revista BCV • Vol. XXIV, N° 2, Caracas, julio-diciembre 2010 • ISSN 0005-4720
Contenú
Contenú
Présentation 13
Carlos Mendoza Pottellá
Articles
21
Modèle de système dynamique
du marché pétrolier global
María de la Fe López
Sari Levy Carciente
José Contreras
Pedro C. Paiva
63
Proposition d’un indice
de bien-être à partir des données
de l’Enquête sur le Budget Familial
María Lorena Campos Urribarri
Juan Carlos Ruiz Güire
87
Comparaison de l’inflation
dans les principales villes
du Venezuela à travers un modèle
de facteur dynamique
Alí Antonio Acosta Hernández
Daniel Barráez Guzmán
Documents
107
Les mesures des mécanismes
de transmission monétaire
au Venezuela
Luis E. Rivero M.
139
L’économie politique du pétrole au
Venezuela
Carlos Mendoza Pottellá
155
États-Unis: une crise
d’ordre structurel
José Valenzuela Feijóo
Comptes-rendus
173
Joseph E. Stiglitz
Chute libre: le libre marché et
l’effondrement de l’économie
mondiale
Information éditoriale Anexo
183
Supplément Bibliothèque de la Pensée Economique
D.F. Maza Zavala. La economía de Venezuela contemporánea y sus proyecciones
(D.F. Maza Zavala. L’économie du Venezuela contemporaine et ses projections)
Revista BCV • Vol. XXIV, N° 2, Caracas, julio-diciembre 2010, pp. 13-17 • ISSN: 0005-4720
Presentación
Presentación
La sección Artículos de esta edición está compuesta por tres trabajos que tienen
como tema vinculante el sector real de la economía, y hacen énfasis en aspectos
técnicos que permiten interpretar la realidad socioeconómica nacional: Modelo
de sistemas dinámicos del mercado petrolero global; Propuesta de un índice de
bienestar, a partir de datos de la Encuesta de Presupuesto Familiar; Comparación
de la inflación en las principales ciudades de Venezuela mediante un modelo de
factor dinámico.
En la sección Documentos se cuenta en esta oportunidad con el trabajo sobre
mediciones de los mecanismos de transmisión monetaria en Venezuela, de Luis
Rivero M.; un documento del director de la Revista BCV, Carlos Ramón Mendoza
Pottellá, sobre la economía política del petróleo en Venezuela; y un último
documento sobre Estados Unidos y la crisis de orden estructural. El primero de
estos documentos hace énfasis en la importancia de conocer los canales a través
de los cuales las acciones de política monetaria de la autoridad impactan a la
economía, tanto directa como indirectamente, y su temporalidad.
Por otro lado, el documento sobre la economía política del petróleo en Venezuela
explica el origen de la formación social venezolana, sustentado en la renta petrolera; igualmente, presenta la evolución e involución de la política petrolera
venezolana y, finalmente, señala cómo a este panorama se sobrepone la soberanía nacional sobre sus recursos naturales y la integración latinoamericana.
El tercero de los documentos versa acerca de la crisis estructural que tiene como
epicentro a Estados Unidos. José C. Valenzuela Feijóo demuestra que en términos
históricos, el capitalismo supo conjugar la obtención de ganancias (más precisamente, la apropiación del excedente) con la producción de ese excedente. De
esta manera, se demuestra en el documento que la crisis actual, inicialmente
financiera y luego real, tiene todos los visos de ser una crisis terminal, la del
patrón neoliberal que ha venido imperando en las últimas décadas.
14
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
En la sección Obras reseñadas se encuentra la obra de Joseph E. Stiglitz, Caída
libre: el libre mercado y el hundimiento de la economía mundial, texto que
expone el análisis de las crisis de las economías capitalistas avanzadas, a partir
del desplome del mercado hipotecario de Estados Unidos.
El Suplemento de la Revista, Biblioteca del Pensamiento Económico, está dedicado a una obra fundamental para la comprensión y el análisis del desarrollo
de la economía nacional; se trata de “La economía de Venezuela contemporánea
y sus proyecciones”, de Domingo Felipe Maza Zavala. Esta excelente obra cuenta
con una destacada presentación realizada por el doctor Armando León, quien
enfatizó en la extensa labor docente y de investigación de este insigne
académico.
Presentation
The Articles Section in this edition includes three works which have as their
binding theme, the real sector of the economy. They also make emphasis on
technical aspects which allow interpreting the national socio-economic reality:
A dynamic system model for the global oil market; Proposal of a well-being
index based on the Household Budget Survey Data; Inflation comparison in
the major cities of Venezuela using a dynamic factor model.
The Documents Section presents this time a work on measurements of monetary
transmission mechanisms in Venezuela, by Luis Rivero M; a document by Carlos
Ramón Mendoza Pottellá, director of Revista BCV, on petroleum political economy in Venezuela and a final document on United States and the structural
crisis. The first one emphasizes on the importance of knowing the channels
by means of which authority’s monetary policy actions impact the economy,
both directly and indirectly, and its temporality.
On the other hand, the document on petroleum political economy in Venezuela
explains the origin of Venezuelan social structure sustained on petroleum income. It also shows the evolution and involution of the Venezuelan petroleum
policy and describes how the national sovereignty over its natural resources
and the Latin American integration prevail over this panorama.
The third document is about The United States as the epicenter of the structural
crisis. José C. Valenzuela Feijóo demonstrates that in historical terms, capitalism
was able to combine the obtaining of profit (more precisely, the appropriation
of the surplus), with the production of such surplus. In this way, the document
shows that the current crisis, initially financial and then real, is very likely to
be a terminal crisis, that of the neoliberal pattern which has been prevailing
in the last decades.
Presentación / Presentation / Apresentação / Présentation
15
The Works Reviewed Section features the work of Joseph E. Stiglitz, Free fall:
The free market and the collapse of the world economy. This text analyses the
crises in the advanced capitalist economies after the collapse of the mortgage
market in The United States.
The supplement of the Magazine, Library of Economic Thought, is devoted to
a work which is essential for the understanding and analysis of the national
economy development, it is: “The economy of contemporary Venezuela and its
projections”, by D.F. Maza Zavala. This excellent work presents a remarkable
presentation written by Dr. Armando Leon, who made emphasis on the extensive career, as professor and researcher, of this illustrious academician.
Apresentação
A seção Artigos desta edição é formada por três trabalhos que têm o setor real
da economia como tema vinculante, e que enfatizam em aspectos técnicos que
possibilitam uma interpretação da realidade socioeconômica nacional: Modelo
de sistemas dinâmicos do mercado petroleiro global; Proposta de um índice de
bem-estar baseado nos dados do Questionário sobre Orçamento Familiar; e
Comparação inflacionária nas principais cidades da Venezuela mediante um
modelo de fator dinâmico.
A Seção Documentos exibirá nesta oportunidade o trabalho sobre medições
dos mecanismos de transmissão monetária na Venezuela de Luis Rivero M; um
documento do diretor da Revista BCV, Carlos Ramón Mendoza Pottellá, sobre
a economia política do petróleo na Venezuela e um último documento sobre
os Estados Unidos e a crise de ordem estrutural. O primeiro destes documentos
enfatiza na importância de conhecer os canais através dos quais as ações de
política monetária da autoridade afetam a economia, tanto direta quanto indiretamente, e sua temporalidade.
Por outro lado, o documento sobre a economia política do petróleo na Venezuela
explica a origem da formação social venezuelana, suportada na renda petroleira
e apresenta a evolução e involução da política petroleira venezuelana, finalmente,
explica como esse panorama sobrepõe a soberania nacional sobre seus recursos
naturais e a integração latino-americana.
O terceiro dos documentos trata da crise estrutural que tem como epicentro os
Estados Unidos. José C. Valenzuela Feijoó demonstra que em termos históricos,
o capitalismo soube como conjugar a obtenção de lucro (mais justamente, a
apropriação do excedente), com a produção desse excedente. Assim, verifica-se
no documento que a crise atual, inicialmente financeira e depois real, tem todas
as características de ser uma crise terminal, a crise do patrão neoliberal que
dominou nas últimas décadas.
16
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
Na seção Obras resenhadas, encontrará o trabalho de Joseph E. Stiglitz, Queda
livre: o livre mercado e o afundamento da economia mundial. Texto que expõe
a analise da crise das economias capitalistas avançadas a partir do desabamento
do mercado hipotecário dos Estados Unidos.
O Suplemento da Revista, Biblioteca do Pensamento Econômico, está voltado
para uma obra fundamental para a compreensão e a análise do desenvolvimento
da economia nacional: “A economia da Venezuela contemporânea e suas projeções”, de D.F. Maza Zavala. Este excelente trabalho conta como uma destacada
apresentação realizada pelo Dr. Armando León, quem salientou o extenso trabalho docente e pesquisador deste insigne acadêmico.
Présentation
La section “Articles” de cette édition est composée de trois études qui ont comme
sujet inaliénable le secteur réel de l’économie, et ils mettent l’accent sur les aspects techniques qui permettent d’interpréter la réalité socioéconomique nationale: Modèle de Systèmes Dynamiques du Marché Pétrolier Global; Proposition
d’un indice de bien-être, établi à partir des résultats de L’Enquête sur le Budget
Familial; Comparaison de l’inflation dans les principales villes du Venezuela à
travers un modèle de facteur dynamique.
Dans la section “Documents” nous comptons sur l’opportunité du travail sur
mesures des mécanismes de transmission monétaire au Venezuela, de Luis Rivero
M; un document du directeur du Magazine BCV, Carlos Ramón Mendoza Pottellá,
sur l’économie politique du pétrole au Venezuela et un dernier document sur
les États-Unis et la crise d’ordre structurelle. Le premier de ces documents, met
l’accent sur l’importance de connaître les canaux à travers lesquels les actions
de politique monétaire de l’autorité ont un impact sur l’économie, tant directement qu’indirectement, et sa temporalité.
D’un autre côté, le document sur l’économie politique du pétrole au Venezuela,
explique l’origine de la formation sociale vénézuélienne, soutenue par le revenu
pétrolier, il présente également l’évolution et l’involution de la politique pétrolière
vénézuélienne et enfin, souligne comment à ce panorama se superpose la
souveraineté nationale au-dessus de ses ressources naturelles et l’intégration
latino-américaine.
Le troisième document traite de la crise structurelle qui a comme épicentre les
États-Unis, José C. Valenzuela Feijóo, et démontre qu’en termes historiques, le
capitalisme a su conjuguer l’obtention des profits (plus précisément, l’appropriation
de l’excédent), avec la production de cet excédent. De cette manière, ce document démontre que la crise actuelle, initialement financière puis réelle, a tous
les airs d’être une crise terminale, celle de l’étalon néolibérale qui dominait ces
dernières décennies.
Presentación / Presentation / Apresentação / Présentation
17
Dans la section “Œuvres rédigées” se trouve l’ouvrage de Joseph E. Stiglitz, Chute
libre: le libre marché et l’effondrement de l’économie mondiale. Texte qui expose
l’analyse de la crise des économies capitalistes développées, à partir de
l’écroulement du marché hypothécaire des États-Unis.
Le Supplément du Magazine, Bibliothèque de la Pensée Economique, est consacré à une œuvre fondamentale pour la compréhension et l’analyse du développement de l’économie nationale, il traite de: “L’économie du Venezuela
contemporaine et ses projections”, de D.F. Maza Zavala. Cette excellente œuvre,
dispose d’une remarquable présentation réalisée par le Dr. Armando León, qui
souligne la longue activité d’enseignement et d’investigation de cet éminent
académicien.
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Artículos
Artículos
Revista BCV • Vol. XXIV, N° 2, Caracas, julio-diciembre 2010, pp. 21-61 • ISSN: 0005-4720
Modelo de sistema dinámico
del mercado petrolero global1
López
Levy
Contreras
Paiva
María de la Fe López D.*
José Contreras***
Pedro C. Paiva****
Resumen
Partiendo de las relaciones básicas de mercado que vinculan oferta, demanda,
precio y sus interacciones con diversas variables económicas, se plantea un
modelo estructural de sistema dinámico para el mercado petrolero global, que
permite simular el precio del crudo marcador WTI, la producción, el consumo
y la acumulación de petróleo, suponiendo conocidos los comportamientos de
los factores exógenos del modelo: producto interno bruto global y su deflactor, la relación euro-dólar, la producción diaria y la capacidad de producción
* Universidad Central de Venezuela, Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, Doctorado
en Ciencias Sociales, Caracas, Venezuela ([email protected])
** Universidad Central de Venezuela, Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, Decanato.
(www.sarylevy.net, [email protected])
*** Banco Central de Venezuela, Departamento de Estudios Económicos, Caracas, Venezuela
([email protected])
**** Universidad Simón Bolívar, Departamento de Conversión y Transporte de Energía, Caracas, Venezuela ([email protected])
Los autores desean expresar su reconocimiento al Banco Central de Venezuela, particularmente a su Departamento de Investigaciones Económicas, por su estímulo a la realización
de este trabajo al invitar a la autora María de la Fe López para que como investigadora invitada del BCV desarrollara parte de su trabajo doctoral en esa institución. La investigación
reportada en este artículo forma parte integral de ese trabajo doctoral.
1
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
22
de la OPEP, y el costo de extracción por barril y las reservas de crudo de los
países no OPEP agrupados en la OECD.
El modelo se ha probado, demostrando un desempeño satisfactorio en la simulación del pasado conocido en un horizonte de mediano plazo, 1995-2008.
Se propone un escenario futuro de corto plazo entre 2009 y 2011 para los
factores exógenos, con base en el cual el modelo predice el comportamiento
del precio real del crudo WTI, así como el de la producción, el consumo y la
acumulación de crudo para el mismo lapso.
Palabras clave: Mercado petrolero gobal / Modelo multifactorial /
Sistema dinámico
Código JEL: C63, C67, Q47
Abstract
Based on the basic market relations which link supply, demand, price and
their interactions with various economic variables, a structural model of dynamic system for the global oil market is proposed. Such model allows to
simulate the international price of WTI benchmark crude oil, production,
consumption and accumulation of oil, assuming as acknowledged the behaviors of the exogenous factors of the model: global gross domestic product and
its deflator, the Euro-Dollar relationship, daily production and OPEC’s production capacity, and the extraction cost per barrel and crude oil reserves of
non-OPEC countries grouped in the OECD.
The model has been tested, demonstrating a satisfactory performance in the
simulation of the medium-term known past, 1995-2008. A short term future
scenario, between 2009 and 2011, is proposed to exogenous factors, on the
basis of which the model predicts the behavior of the real price of WTI crude
oil, as well as those of production, consumption and accumulation of oil for
the same period.
Key words: Global oil market / Multifactorial model / Dynamic system
JEL code: C63, C67, Q47
Resumo
Partindo das relações básicas de mercado que vinculam oferta, procura, preço
e as interações deles com diversas variáveis econômicas, coloca-se um modelo estrutural de sistema dinâmico para o mercado petroleiro global que
permite simular o preço de petróleo WTI, a produção, o consumo e o acúmulo de petróleo, tomando os fatores exógenos do modelo como conhecidos:
produto interno bruto global e seu defletor, a relação Euro/Dólar, a produção
María de la Fe López D.; Sari Levy Carciente; José Contreras; Pedro C. Paiva / Modelo de sistema dinámico...
23
diária e a capacidade de produção da OPEP, e o custo de extração por barril
e as reservas dos países não OPEP agrupados na OECD.
O modelo foi testado e exibiu um desempenho satisfatório na simulação do
passado conhecido em um horizonte de médio prazo 1995-2008. Propõe-se
um cenário futuro de curto prazo entre 2009 e 2011 para os fatores exógeno
que o modelo utiliza como base para predizer o comportamento do preço
real do petróleo WTI, bem como o preço da produção, do consumo e do
acúmulo de petróleo para o mesmo período.
Palavras chave: Mercado petroleiro global / Modelo multifatorial /
Sistema dinâmico
Código JEL: C63, C67, Q47
Résumé
En partant des relations essentielles du marché que lient offre, demande, prix
et ses interactions avec diverses variables économiques, on propose un modèle structurel de système dynamique pour le marché pétrolier global, qui
permet de simuler le prix du brut marqueur WTI, la production, la consommation et l’accumulation de pétrole, en supposant connus les comportements
des facteurs exogènes du modèle: produit intérieur brut global et son déflateur,
la relation Euro-Dollar, la production quotidienne et la capacité de production
de l’ OPEP, et le coût d’extraction par baril et les réserves de brut des pays
non-OPEP regroupés dans l’OECD.
Le modèle s’est avéré, en démontrant un déroulement satisfaisant dans la simulation du passé connu dans un horizon à moyen terme, 1995-2008. Se
présente un scénario futur à court terme entre 2009 et 2011 pour les facteurs
exogènes, basé sur le modèle prévu du comportement du prix réel du brut
WTI, ainsi que la production, la consommation et l’accumulation du brut dans
le même laps de temps.
Mots clés: Marché pétrolier global / Modèle multifactoriel /
Système dynamique
Code JEL: C63, C67, Q47
24
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
I. Antecedentes
1. La dinámica de sistemas
La modelación para fines de simulación del mercado petrolero es un problema
dinámico, difícil y complejo, como ocurre con todos los fenómenos sociales, en
los que el comportamiento del conjunto está determinado por la combinación
de efectos del comportamiento de individualidades en ejercicio de su libre albedrío. El mercado petrolero se caracteriza por relaciones complejas entre variables de naturaleza estocástica, lo que hace que su análisis, que utiliza
metodologías rigurosamente basadas en la lógica formal y en las leyes naturales,
sea un problema difícil.
El mercado petrolero admite modelaciones en el contexto del paradigma sistémico. Puede ser modelado como un sistema, es decir, como un conjunto de
elementos en interacción que, sometido a estímulos, produce respuestas. Este
tipo de modelación permite aplicar al mercado petrolero metodologías efectivas
propias del análisis de sistemas para la evaluación del comportamiento dinámico
de su operación, tanto en escenarios normales como en circunstancias
atípicas.
No obstante, las reglas fundamentales del análisis de sistemas tienen validez
general para todos los sistemas; ellas se aplican mediante metodologías diferentes, propias de cada tipo de caso. Existen metodologías de análisis de sistemas
específicamente orientadas a su aplicación en el estudio de fenómenos sociales;
tal es el caso de la “dinámica de sistemas” propuesta por Jay Forrester en 1960
en su libro Dinámica industrial (1972). En él se introduce al lector en un enfoque de modelación y simulación basada en la teoría formal de dinámica de
sistemas que ayuda a los administradores de empresas a tomar sus decisiones,
comprendiendo mejor la relación entre la estructura sistémica de su empresa y
el comportamiento complejo del mundo en el cual está inserta. Así mismo, dicha
metodología ha sido aplicada en el análisis de diversos fenómenos sociales.
Problemas tan diversos como gestión de recursos humanos, gestión logística y
de cadenas de suministro, gestión de flujo de trabajo, evaluación de sistemas
de información, exploración de escenarios y planificación estratégica, modelos
de crecimiento, modelos de ciclos coyunturales, formación de expectativas,
temas relacionados con la sustentabilidad y el medio ambiente, dinámica poblacional, epidemias, efectos de la agricultura intensiva, industria y contaminación
han sido modelados con éxito usando la dinámica de sistemas (DS).
La metodología de Forrester ofrece una manera simplificada e intuitiva de aplicar
los conceptos formales de la teoría de DS. Consiste básicamente en un instrumento de uso generalizado para modelar y estudiar el comportamiento de
cualquier clase de sistema y su evolución a lo largo del tiempo. La construcción
María de la Fe López D.; Sari Levy Carciente; José Contreras; Pedro C. Paiva / Modelo de sistema dinámico...
25
de modelos por DS parte de la distinción esencial entre dos tipos de variables: de
nivel y de flujo, cuyos elementos edifican modelos que describen sistemas internamente conectados por relaciones uni, multi o bidireccionales. Algo que
distingue a la DS de otras aproximaciones al estudio de los mismos problemas,
es el uso de bucles de realimentación, los cuales muestran el carácter no lineal
que suele estar presente en los problemas del mundo real. La razón más
importante que favorece la utilización de esta herramienta en ciencias sociales
es su capacidad para construir modelos simples, focalizados en ámbitos específicos de la realidad, y descubrir las consecuencias de la aplicación de
determinadas políticas. Los procesos de formalización o de creación de modelos formales se basan en técnicas de optimización, métodos estadísticos o
en modelos causales, basados en la teoría general de sistemas, utilizando la
DS como herramienta de análisis.
Siendo el mercado petrolero un hecho esencialmente social de naturaleza dinámica compleja, la DS parece ser apropiada para su modelación.
2. Modelos del mercado petrolero: breve revisión del estado del arte
Dada la relevancia del tema en todos los aspectos de la economía y geopolítica
mundiales, la literatura relacionada con la modelación del mercado petrolero
global (MPG) es sumamente extensa y su revisión exhaustiva supondría un
esfuerzo individual inmenso. Sin embargo, y por fortuna, algunos trabajos muy
recientes (Manera y otros, 2007; Mohaddes, 2006; Fattouh, 2007), entre muchos
otros, contienen revisiones de la literatura en las que se clasifican, enumeran y
comparan modelos del MPG, y es con base en esa información que se procede
a describir muy brevemente el estado del arte del tópico.
La modelación del MPG se desarrolla en dos grandes vertientes: la teórica y la
empírica. Los modelos teóricos se fundamentan en relaciones ideales entre los
factores que influyen en el mercado, de acuerdo con las leyes y reglas de la
teoría económica y financiera. Este tipo de modelo procura la simulación teórica
del comportamiento del mercado, en condiciones ideales de laboratorio, para
tratar de precisar, por ejemplo, las consecuencias macroeconómicas derivadas
de las perturbaciones en los precios petroleros (Campolmi, 2008; Bodenstein y
otros, 2007), la naturaleza del comportamiento de factores del mercado (Lin
C.-Y., 2007), etcétera. La aplicación práctica inmediata del producto de este tipo
de modelo es frecuentemente limitada, dadas las hipótesis de comportamientos
ideales en que se basan, que obvian la consideración de múltiples factores no
ideales que concurren en el problema práctico o realista.
Los modelos empíricos, por su parte, se basan en la observación y experimentación, y fundamentan su utilidad predictiva en la hipótesis de que lo que ha
ocurrido en el pasado ocurrirá en el futuro si las circunstancias son las mismas.
26
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
La confiabilidad de estos modelos depende de la base de datos experimentales
utilizada en su elaboración, es decir, de la calidad de la observación y/o experimentación. Estos modelos se obtienen mediante procedimientos estadísticos
de ajustes de curvas, de regresión lineal o de regresión múltiple, según sea el
tipo y el número de variables o factores considerados en el mismo.
Manera et al. (2007) reportan que en la literatura económica han sido propuestas
varias especificaciones o tipos de modelos. Algunos de ellos, llamados modelos
“financieros”, se basan en la teoría financiera, concentrándose en la relación
entre los precios ocasionales (spot) y futuros del crudo (Pindyck, 1999; Chantziara
y Skiadopoulos, 2008). Otros, denominados modelos “estructurales”, se basan
en variables que explican las características económicas del mercado petrolero,
relacionadas con la oferta y la demanda. Tanto el tipo indicado de modelo financiero como los estructurales dependen de variables explicativas, diferentes
a los precios, y que “explican” a los mismos. Éste no es el caso de un tercer tipo
de modelo de MPG, generalmente clasificable como financiero, que inscribe a
los modelos de serie de tiempo, como los modelos autorregresivos de primer
orden, como el modelo de Pindyck (1999), o los modelos de “caminata aleatoria”.
También se reporta que no existe consenso en la literatura acerca del tipo de
modelo que debe ser implantado para la predicción de precios petroleros, y que
la mayoría de los modelos econométricos del MPG son formas lineales reducidas
de una única ecuación, con las notables excepciones de los modelos de Dées
et al. (2007) y de Moshiri y Foroutan (2006). Dées et al. proponen un modelo
de tipo estructural de múltiples ecuaciones que considera la demanda, la producción OPEP (regla de precios, tanto en forma cooperativa como no cooperativa)
y la producción no OPEP como variables endógenas. Por su parte, Moshiri y
Foroutan proponen un modelo de una única ecuación no lineal de parámetros
estimados por aprendizaje de una red neural.
Por su parte, Fattouh (2007) clasifica los modelos del MPG para la estimación
de los precios en el largo plazo en no estructurales dentro del contexto de la
no renovabilidad (agotamiento) del recurso petrolero, modelos dentro del marco
competitivo de la oferta y la demanda (que son modelos estructurales), y modelos informales (también estructurales), que dependen de variables explicativas
relativas a factores económicos, geopolíticos e incidentales que afectan la oferta
y la demanda y, en consecuencia, afectan los precios en ciertos contextos. Los
modelos no estructurales se basan en el modelo o regla de Hotelling, apropiada
para recursos no renovables, que dice que el precio neto (para el caso competitivo) o el retorno marginal neto (para el caso no competitivo o monopolista)
del costo de extracción marginal debe crecer con la tasa de interés; o, en otras
palabras, que la ruta óptima de extracción debe ser tal que el precio del crudo
en el suelo a lo largo del tiempo debe crecer con la tasa de interés aun en ausencia de información de la demanda. En estas condiciones, a medida que el
María de la Fe López D.; Sari Levy Carciente; José Contreras; Pedro C. Paiva / Modelo de sistema dinámico...
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precio del crudo aumenta, la demanda es ahogada y, eventualmente, cuando
los precios alcancen niveles muy elevados, la demanda de crudo desaparecerá.
A su vez, Mohaddes (2006) parece compartir el criterio de Fattuoh al clasificar
los modelos en informales (competitivos y no competitivos) y aquellos basados
en la regla de Hotelling.
Tanto Fattuoh como Mohaddes resaltan limitaciones a la utilidad de la regla de
Hotelling. Mohaddes reporta que el principio no tiene soporte empírico, mientras
Fattouh indica que los modelos basados en Hotelling (agotabilidad) no pueden
describir los precios del petróleo en el mundo real. En consecuencia, se sugiere
confiabilidad solamente para los modelos estructurales, financieros y las series
de tiempo.
Los modelos estructurales son de naturaleza regresiva (lineal o múltiple), mientras que las series de tiempo son puramente autorregresivas. Esto plantea ventajas
y limitaciones para cada tipo de modelo. Por ahora, lo que sí queda claro es
que en la literatura económica empírica, el término modelo del mercado petrolero
global se refiere a metodologías desarrolladas exclusivamente para la predicción
de precios petroleros.
Ante la abundancia de tipos y versiones del MPG reportados en la literatura,
caben las preguntas: ¿Cuál es mejor? ¿Cuál es aplicable en qué casos? Estas
preguntas no tienen respuesta contundente en la literatura. Manera et al. (2007)
indican que no existe consenso en la literatura acerca del modelo a implantar
para fines de predicción de precios petroleros, y que las apreciaciones varían
de acuerdo con los modelos, períodos de tiempo considerados y las frecuencias
de los datos. Los hechos parecen confirmar esta incertidumbre: Ningún modelo
fue capaz de predecir la magnitud de la subida de precios ocurrida en 2006 y
2007, y que continúa en 2008 bien por encima de los USD 100 por barril hasta
el estallido de la crisis de los subprime. Esto parece indicar que falta algo esencial
y determinante en la concepción de los modelos de mercado petrolero. ¿Será
necesario un cambio en el paradigma de los modelos, alguna concepción más
holística de los mismos?
¿Modelos financieros y de series temporales, o modelos estructurales? La principal diferencia entre ambos es la ausencia en los primeros de variables explicativas que relacionen los precios con factores físicos reales que indudablemente
afectan al mercado, implícitos en los conceptos de oferta y demanda. Esto hace
a los modelos de tipo financiero y de series temporales insensibles a factores
de entorno que afectan el comportamiento de los precios. Así, por ejemplo, en
el modelo de Pindyck (1999), para el que empíricamente se confirma su validez,
¡siempre que no se considere un factor tan importante como la OPEP! (Manera
et al., 2007). Al no poder tomar en cuenta este factor determinante, el modelo
28
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
de Pindyck conduce a declinaciones futuras de precios poco razonables. También, Chantziara y Skiadopoulos (2008) comprueban la incertidumbre en los
resultados de los modelos financieros y la necesidad de considerar factores
adicionales, al conseguir que las componentes principales de las variaciones
diarias de los precios de los futuros petroleros tienen poco poder predictivo,
tanto dentro del conjunto de datos observados considerado como fuera de éste,
y al indicar que la dinámica diaria de los precios de los futuros petroleros (analizados a través de su “estructura de plazo” no es predecible con modelos financieros autorregresivos ni regresivos múltiples; asimismo la dinámica de largo
plazo es estable en términos del número de factores que influyen y de la interpretación que se haga de éstos, demostrando la imposibilidad de la predicción
precisa de precios instantáneos, y pareciendo indicar implícitamente la factibilidad de la predicción confiable de tendencias a futuro con el uso de modelos
regresivos multivariables, como ocurre con los modelos estructurales. La bondad
de deducir modelos econométricos a partir de data observable numerosa y diversa
es intuitivamente razonable, como también lo es que sea más confiable la predicción de tendencias que de valores puntuales.
De todos los tipos de modelo del MPG propuestos en la literatura, los de tipo
estructural son los únicos que permiten la consideración de factores económicos
reales que afectan a los mercados; también, permiten diversidad en el conjunto
de datos que da origen a los modelos. Las eventuales ventajas de los modelos
derivados de conjuntos de datos enriquecidos ya han sido apuntadas antes en
este artículo.
Algunos modelos estructurales propuestos en la literatura pudieran ser adaptados
al concepto de sistema, pero no se encontró evidencia de que esto hubiera sido
hecho hasta hoy. Se puede decir que el MPG es un sistema que sometido a
impactos de oferta-demanda, responde con variaciones en los precios petroleros.
Nótese que las interacciones entre los elementos del mercado son generalmente
bidireccionales, y también lo será la relación oferta-demanda versus precios
(estímulo versus respuesta), por lo que el mercado también responderá a impactos de precios con variaciones en la relación oferta-demanda. Estas características parecen hacer al problema particularmente adaptable al enfoque de
sistema dinámico, y en tal sentido transcurre este trabajo.
Obsérvese que, por su naturaleza, los modelos financieros y de series temporales
no son fácilmente adaptables al paradigma de sistemas, por la ausencia de variables explicativas que relacionen los precios con factores físicos reales que
indudablemente afectan al mercado, implícitos en los conceptos de oferta y
demanda. Esto hace a los modelos de tipo financiero y de series temporales
insensibles a factores de entorno que afectan el comportamiento de los
precios.
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II. El modelo dinámico del mercado petrolero global
1. General
Propósito: Simulación del precio del crudo marcador WTI, el consumo y la
producción globales de crudo, así como de la acumulación global del mismo,
a partir de series históricas conocidas o hipotéticas de factores estructurales
incidentes en el mercado petrolero global.
Método: Se usa un modelo de sistema dinámico realimentado de tipo estructural,
de relaciones causa-efecto en el cual la producción, consumo y acumulación se
calculan por integración (o acumulación) de sus variaciones temporales correspondientes. El precio del crudo marcador, al igual que las variaciones o tasas o
incrementos temporales de producción y consumo, se calculan mediante la
cointegración o regresión múltiple de sus respectivos factores explicativos o
incidentes, endógenos y/o exógenos. Los demás factores endógenos del problema
se calculan por adición, cociente o desplazamiento temporal de sus respectivos
factores incidentes. Una modelación dinámica de esta naturaleza tiene ventajas
específicas que se irán explicando a lo largo del desarrollo del modelo, y se
mostrarán al probar la modelación propuesta.
1.1. Consideraciones básicas. Se propone un modelo dinámico del mercado
petrolero global, cuyo funcionamiento se fundamenta en la teoría clásica del
mercado, que describe las interrelaciones entre oferta, demanda y precio
(gráfico 1). Para efectos del modelo, el término oferta se identifica con la producción global de petróleo, demanda con el consumo global del mismo y precio
con un precio marcador petrolero global. El modelo es dinámico porque considera a todos sus factores como series temporales y los interrelaciona tomando
en consideración los retrasos entre los efectos y las causas que los producen.
Los factores endógenos del modelo son los factores del mercado, tales como los
contempla la teoría clásica: el precio marcador, la producción y el consumo, así
como alguna cantidad indicativa del desequilibrio producción-consumo u ofertademanda; los factores exógenos, por su parte, son aquellos pertenecientes al
entorno del mercado pero que inciden sobre los factores endógenos,
causándolos.
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Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
Gráfico 1
En la hipótesis de que el comportamiento de los factores del mercado es función
(o efecto) de los factores exógenos incidentes, el gráfico 2b complementa al
gráfico 1, incluyendo los factores exógenos, y ubica al modelo clásico del mercado dentro del paradigma de sistema.
Gráfico 2
María de la Fe López D.; Sari Levy Carciente; José Contreras; Pedro C. Paiva / Modelo de sistema dinámico...
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La finalidad del modelo es la simulación de las series históricas de la producción
y el consumo global de petróleo, así como las series de la acumulación global
de crudo y del precio marcador WTI, a partir de las series históricas de los
factores exógenos que inciden sobre el mercado. Se considera que la producción
global de crudo tiene dos componentes: la producción de la OPEP y el resto,
que se llamará producción no OPEP. Se asume que la producción de la OPEP es
hipótesis de entrada del problema y, así, factor exógeno del mismo, por lo que
el modelo que se presenta aquí corresponde a un escenario en que el comportamiento de la OPEP es independiente de los otros factores del mercado, por lo
tanto, técnicamente en la simulación es considerado un factor arbitrario o conocido. Esta hipótesis introduce en el problema el componente arbitrario que significa
el establecimiento de cuotas de producción unilateralmente determinadas por la
OPEP operando como regulador. Así, el factor endógeno del modelo correspondiente a la oferta del mercado se limita a la producción no OPEP. Se considera
que la capacidad ociosa de la OPEP es la diferencia entre su capacidad total de
producción diaria y su producción diaria efectivamente realizada. Para cada uno
de los factores endógenos del modelo, y en la nomenclatura utilizada en el
mismo, el gráfico 3 muestra cuáles son sus factores incidentes o causales; en
cursiva se indican los factores incidentes que son endógenos del modelo, siendo
el resto exógenos.
Gráfico 3
En las relaciones del gráfico 3, nótese que frecuentemente un factor dado (i.e.
Consumo Global, gráfico 3c) incide en otro (i.e. Spot WTI Real), y ese otro
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Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
es, a su vez, determinado por aquél (gráfico 3f), en una relación bidireccional
característica del modelo (gráficos 1 y 2). La simulación de estas relaciones bidireccionales en un modelo causa-efecto, necesariamente requiere la consideración de los retrasos que ocurren entre los diferentes procesos que intervienen
en el fenómeno, ya que no es posible que un factor sea causa y efecto de otro
simultáneamente, como podría erróneamente interpretarse del gráfico 3. Para
la apropiada consideración de los retrasos que ocurren en la dinámica entre los
factores del modelo, se ha optado por modelar algunos de ellos por acumulación: el valor del factor en un momento dado es el resultado de la acumulación
(o, más precisamente, la integración) de su tasa de variación temporal (o velocidad de cambio) durante todo el lapso previo transcurrido desde el inicio de la
simulación, momento en que se inicia el proceso de acumulación a partir de un
valor inicial conocido. Esta metodología de modelación es particularmente apropiada para factores del modelo que tienen sentido físico y, por tanto, requieren
de tiempo para su realización, como lo son producción y consumo globales de
crudo, y la acumulación global de crudo debida a la existencia de una diferencia
entre ellas.
El gráfico 4 muestra gráficamente el mecanismo de acumulación, para la Prod
No Opep (diaria), el Consumo Global Diario y la Acumulación Global (de
crudo). En el caso de la Prod No Opep, supóngase que la caja cuadrada es un
tanque, y que a él se conecta un tubo, por el que fluye un fluido en el sentido
de la flecha. En el tubo existe una válvula, que deja pasar solamente el caudal de
fluido indicado por el valor de su variable o factor respectivo (i.e. incr prod no
opep, o incremento temporal o tasa de la producción no OPEP). Resulta claro
que para que se acumule el fluido en el tanque se requiere tiempo, siendo su
nivel la Prod No Opep. Obsérvese que existe un retraso entre el factor incr
prod no opep (que es físicamente un caudal) y todos los factores simultáneos a
éste, y el nivel de acumulación Prod No Opep, proporcional al tiempo de llenado del tanque y a la magnitud del caudal; análogamente para el Consumo
Global Diario. Para el caso de la Acumulación Global, el nivel de lo que
se acumula en el tanque resulta de la diferencia entre los caudales de entrada
y de salida (véanse los sentidos de las flechas en los tubos relacionados con
este tanque), que son la Producción Global Anual y el Consumo Global Anual,
respectivamente. Por su naturaleza, la modelación por acumulación es un modelo
de sistema dinámico del factor.
María de la Fe López D.; Sari Levy Carciente; José Contreras; Pedro C. Paiva / Modelo de sistema dinámico...
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Gráfico 4
Es importante tratar de dar una interpretación física puramente didáctica a los
retrasos, entendidos como el tiempo que tardan las variables en reaccionar ante
los diferentes estímulos, que ocurren en el gráfico 4, para la producción noOPEP y el consumo global. Pudiera asociarse al factor incremento de producción
(o de consumo) el concepto de la decisión de incrementar la producción (o el
consumo); por ejemplo, a la vista de los factores que inciden en un problema
(que se pudieran identificar con los factores explicativos o incidentes en el factor
incremento de producción), el directorio de una empresa petrolera decide incrementar la producción en cierta magnitud. Entre el momento en que se toma
la decisión y el momento en que efectivamente se ha incrementado la producción, existe un lapso de tiempo o retraso inevitable. Así, el retraso pudiera tener
el sentido del lapso de tiempo entre la decisión de incrementar (el caudal de
entrada al tanque) y la producción (o el consumo) efectivamente incrementada
(el nivel del tanque), que ha variado en virtud de la decisión tomada.
Las siguientes secciones describen los modelos adoptados para los principales
factores endógenos del mercado petrolero global: la Producción Global Diaria,
la Prod No Opep, el Consumo Global Diario, la Acumulación Global y
el Spot WTI Real.
1.2. Notas de nomenclatura. El modelo dinámico del mercado petrolero global
tiene factores (o variables) exógenos y endógenos; los factores endógenos pueden
ser principales y auxiliares. Los FACTORES ENDÓGENOS se denotan en mayúscula negrita; los Factores Endógenos Principales se denotan en combinación
de mayúsculas y minúsculas tipo título en cursiva negrita, mientras que los factores endógenos auxiliares se denotan, en general, en cursiva minúscula, con
excepción de los factores endógenos auxiliares Producción Global Diaria, Producción Global Anual, Consumo Global Anual y Tasa de Reemplazo, que se
denotan en combinación de mayúsculas y minúsculas tipo título en cursiva.
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
34
2. El modelo de la producción global diaria de crudo
De acuerdo con el gráfico 3a, la producción global diaria de crudo (Producción
Global Diaria) es la suma de la producción diaria de la OPEP (PRODUCCION
OPEP DIARIA), que se considera hipótesis conocida de entrada y, por tanto,
factor exógeno, más la producción diaria de los productores no-OPEP (Prod
No Opep), que es factor endógeno principal del modelo. De acuerdo con la
figura 3b, Prod No Opep es efecto de (o es explicado por) el precio real por
barril del crudo marcador WTI (Spot WTI Real), el costo promedio real de
extracción por barril de crudo (COSTO EXTRACCION) y las reservas de los
países productores no OPEP, mayoritariamente agrupados en la OECD, por lo
que las reservas a considerar serán las de esos países en conjunto (RESERVAS).
Según el gráfico 4, Prod No Opep se calcula por acumulación de su incremento
temporal (incr prod no opep), que es un factor endógeno auxiliar del modelo.
Gráfico 5
COSTO
EXTRACCION
costo extraccion
retrasado 1 año
incr prod no opep
incr costo
extraccion
anual
Prod No
Opep
Produccion
Global Diaria
prod no opep
retrasado 1
año
incr costo extraccion
anual retrasado 6 meses
RESERVAS
reservas retrasado
1 año
incr prod no opep
anual
Tasa de Reemplazo
retrasado 3 meses
incr reservas
anual
Fig. 5
Spot WTI
Real
PRODUCCION
OPEP DIARIA
Tasa de Reemplazo
Como se muestra en el gráfico 5, se propone que la tasa de la producción no
OPEP, incr prod no opep, sea explicada por Spot WTI Real, por la tasa anual
en el costo de extracción por barril de crudo (incr costo extraccion anual) y por
la tasa de reemplazo (Tasa de Reemplazo), que mide la proporción entre las reservas que se descubren (por exploración) y las que se agotan (por producción)
en los países productores no OPEP. Los factores incr costo extracción anual y
Tasa de Reemplazo son auxiliares endógenos del modelo, y se calculan a partir
de los factores exógenos COSTO EXTRACCION y RESERVAS, y del factor endógeno
principal Prod No Opep. Conocida la serie histórica de entrada COSTO EXTRACCION, su serie histórica retrasada 1 año (costo extracción retrasado 1 año)
María de la Fe López D.; Sari Levy Carciente; José Contreras; Pedro C. Paiva / Modelo de sistema dinámico...
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es calculable, desplazando 1 año a la derecha en el eje del tiempo la serie de
COSTO EXTRACCION, y la diferencia de COSTO EXTRACCION menos costo
extracción retrasado 1 año, realizada punto a punto para ambas series, resulta
en otra serie histórica correspondiente a incr costo extracción anual.
El factor tasa del costo de extracción incr costo extracción anual es un explicativo del factor tasa de la producción no OPEP incr prod no opep. Si se adopta
para este último la interpretación de la decisión de incrementar la producción
por parte de un directorio, dada en la sección anterior, incr costo extracción
anual e incr prod no opep no deberían ser coincidentes en el tiempo, ya que el
directorio tomaría la decisión de incrementar la producción ante el comportamiento del incremento del costo ocurrido hasta una fecha anterior, supóngase
que seis meses antes (este lapso puede ser razonable, ya que este tipo de decisión, por los costos y alcances que tiene, debe tomarse ante tendencias claramente
establecidas, para lo cual se requiere de tiempo de observación; en otras palabras, no se toma hoy la decisión de incrementar porque en las últimas semanas
se incrementó el costo de extracción; los directorios tienden a ser muy cautelosos
en estos asuntos). De esta manera, uno de los factores explicativos del incremento de la producción no OPEP es la tasa anual del costo de extracción del
crudo retrasado (incr costo extracción anual retrasado seis meses), como se
muestra en el gráfico 5.
La Tasa de Reemplazo se calcula como la relación entre la tasa anual de las
reservas OECD (incr reservas anual, proveniente de la serie del factor exógeno
RESERVAS) y la tasa anual simulada de la producción no OPEP (incr prod no
opep anual, proveniente de la serie del factor endógeno Prod No Opep), es
decir, Tasa de Reemplazo = incr reservas anual/incr prod no opep anual, calculado el cociente para cada uno de los puntos de las series históricas, por lo que
Tasa de Reemplazo es otra serie histórica. Las tasas incr reservas anual e incr
prod no opep anual se calculan de manera similar a como se hizo para incr
costo extracción anual arriba, y como se muestra en el gráfico 5. Por razones
similares a las expuestas para el caso del retraso del factor incr costo extracción
anual, el factor tasa de reemplazo retrasado (Tasa de Reemplazo retrasado 3
meses) es otro explicativo del incremento de la producción no OPEP incr prod
no opep2.
El motivo de retrasar 6 y 3 meses, respectivamente, a los factores incr costo extracción
anual y Tasa de Reemplazo como explicativos del incremento de la producción incr prod
no opep, es que esos retrasos fueron los que produjeron mejores resultados en las pruebas
realizadas al modelo dinámico del mercado petrolero global en los escenarios seleccionados
para tales fines. Las pruebas incluyeron, para cada uno de los factores, retrasarlos desde 0
años hasta 1 año, pasando por 3, 6 y 9 meses.
2
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Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
Nótese, dentro de la interpretación de decisión que se ha dado al incremento
de la producción no OPEP, que el modelo de la producción global incluye un
lazo de realimentación que se cierra a través de la tasa de reemplazo; dicho lazo
pretende incluir en la modelación el hecho de que las decisiones son corregidas
en función de sus resultados cuando se consideran incrementos de producción
que deben ser limitados por el agotamiento de las reservas. Sólo una modelación
dinámica como la presentada en este trabajo puede considerar este tipo de
comportamiento de los factores del mercado.
El factor precio real del crudo marcador WTI Spot WTI Real es el tercer factor
explicativo que la modelación propuesta considera para la tasa de la producción
no OPEP. Este factor es principal endógeno, y obsérvese que, a diferencia de
incr costo extracción anual y Tasa de Reemplazo, se usa sin retraso alguno,
como se muestra en el mismo gráfico 5. Este hecho pretende incluir en la modelación que los efectos de factores financieros en las decisiones de incremento
de producción son muy rápidos, en comparación con los efectos resultantes de
factores económicos. Este comportamiento está muy relacionado con el hecho
de que las constantes de tiempo involucradas en las variaciones de los factores
económicos son grandes en comparación con las correspondientes a factores
financieros, típicamente precios de elevada volatilidad.
El factor incr prod no opep se relaciona con sus factores explicativos Spot WTI
Real, Tasa de Reemplazo retrasado 3 meses e incr costo extracción anual retrasado
6 meses mediante una ecuación de cointegración, que incluye coeficientes de
interacción, calculada a partir de la regresión múltiple de historias disponibles
de incr prod no opep, Spot WTI Real, incr costo extracción anual retrasado
6 meses y Tasa de Reemplazo retrasado 3 meses entre 1995 y 2008, en una base
anual interpolada a lapsos trimestrales. La data anual está disponible en el anexo 1,
Data histórica. El anexo 2, Regresiones múltiples, ofrece la regresión múltiple
resultante para incr prod no opep.
3. El modelo del consumo global diario de crudo
El modelo del consumo global diario de crudo es mucho más simple que el de
la producción global, como se muestra en el gráfico 6. Esto se debe a que el
consumo sigue básicamente al tamaño de la actividad económica indicado por
el GDP global real, con modulaciones introducidas por el precio del crudo.
Dichas modulaciones son de menor magnitud, debido al carácter fuertemente
inelástico de la demanda energética.
De acuerdo con el gráfico 3c, el consumo global diario (Consumo Global
Diario) es explicado por el precio real por barril del crudo marcador Spot WTI
Real, el producto interno bruto global (GDP GLOBAL) y el deflactor del producto
María de la Fe López D.; Sari Levy Carciente; José Contreras; Pedro C. Paiva / Modelo de sistema dinámico...
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interno bruto global (DEFLATOR DEL GDP). Según el gráfico 4, Consumo Global Diario se calcula por acumulación de su incremento temporal o tasa (incr
cons global), que es un factor endógeno auxiliar del modelo.
Como se muestra en el gráfico 6, se propone que la tasa del consumo global,
incr cons global, sea explicada por el factor endógeno precio referencial del
crudo Spot WTI Real, y por el factor endógeno auxiliar producto interno bruto
global real (gdp global real), que es a su vez el resultado de aplicar el factor
exógeno DEFLATOR DEL GDP al factor exógeno GDP GLOBAL, con la finalidad
de trabajar en términos reales y no nominales. El factor incr cons global se relaciona con sus factores explicativos Spot WTI Real y gdp global real mediante
una regresión múltiple que incluye coeficientes de interacción, calculada a partir
de historias disponibles de incr cons global, Spot WTI Real y gdp global real
entre 1995 y 2008, en una base anual interpolada a lapsos trimestrales (ver
anexos 1 y 2).
Gráfico 6
4. El modelo de la acumulación global de crudo
Esta parte del modelo, de estructura muy simple, simula el factor desequilibrio
oferta-demanda, de importancia fundamental en la formación del precio dentro
de la teoría clásica del mercado. El desequilibrio está cuantificado por la acumulación global de crudo, que ocurre solamente si oferta-producción es diferente
de demanda-consumo. Si la acumulación se incrementa, puede ser por exceso de
producción o falta de consumo; o viceversa, si la acumulación disminuye, implica
déficit de producción o exceso de consumo. En ambos casos, se espera un
impacto sobre el precio.
38
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
Gráfico 7
De acuerdo con el gráfico 3d, la Acumulación Global de crudo es explicada
por la Producción Global Anual y el Consumo Global Anual. Según el gráfico
4, Acumulación Global se calcula por acumulación de la diferencia de Producción Global Anual menos Consumo Global Anual, que son factores endógenos
auxiliares del modelo, calculados a partir de los factores endógenos Producción
Global Diaria y Consumo Global Diario, según los modelos descritos en las
dos secciones precedentes. Estos procesos se muestran en el gráfico 7. Dicho
gráfico muestra una variable auxiliar, lapsos por año, que se usa en los casos en
que se requiera enriquecer el número de puntos de las series históricas por
interpolación entre sus valores anuales conocidos.
5. El modelo del precio marcador del crudo WTI
El modelo de precio petrolero Spot WTI Real funciona como eje integrador
con los otros modelos que conforman el modelo dinámico del mercado petrolero
global, porque este factor endógeno es explicado por los otros factores endógenos principales (la producción y el consumo), sea de manera directa, como
ocurre con el Consumo Global Diario, o de manera indirecta, como ocurre
con la Producción Global Diaria vía desequilibrio producción-consumo (Acumulación Global); y además, el Spot WTI Real explica a su vez, de manera
directa, al Consumo Global Diario y a la Producción Global Diaria, de manera
que el precio cierra tres lazos de realimentación que simulan las no linealidades
del fenómeno del mercado en el modelo dinámico propuesto. De acuerdo con
el gráfico 3f, el Spot WTI Real de crudo es explicado por la Acumulación
Global, el Consumo Global Diario, y la CAPACIDAD OCIOSA OPEP, que
son factores endógenos, y por la relación EURO vs DOLAR, y el DEFLATOR DEL
GDP global, que son factores exógenos.
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Gráfico 8
El gráfico 8 muestra el detalle del modelo del precio petrolero, en el que el factor
Spot WTI Real se relaciona con sus factores explicativos Acumulación Global,
Consumo Global Diario, EURO vs DOLAR, CAPACIDAD OCIOSA OPEP y
DEFLATOR DEL GDP mediante una regresión múltiple que incluye coeficientes
de interacción, calculada a partir de historias disponibles de los siete factores
arriba indicados entre 1995 y 2008, en una base anual interpolada a lapsos
trimestrales. Esta data está disponible en el anexo 1. El anexo 2 ofrece la regresión múltiple resultante para Spot WTI Real.
La CAPACIDAD OCIOSA OPEP es un factor endógeno relacionado con los factores exógenos PRODUCCIÓN OPEP DIARIA y CAPACIDAD OPEP (que es la
capacidad total de producción diaria de la organización), como se muestra en
el gráfico 3e, y se calcula restando la PRODUCCIÓN DIARIA OPEP de la CAPACIDAD OPEP.
6. El modelo dinámico del mercado petrolero global
El modelo dinámico del mercado petrolero global es el resultado de la fusión
en un único modelo global de los cuatro modelos parciales descritos en las
secciones precedentes y cuyas relaciones se describen esquemáticamente en el
gráfico 3. El gráfico 9 ofrece el resultado de la integración de esos cuatro modelos. Nótese que es un modelo realimentado, que simula interacciones complejas
no lineales entre los factores que inciden en el mismo.
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Gráfico 9
En el gráfico 9 puede distinguirse claramente que el modelo tiene dos partes:
una, enmarcada en el triángulo cuyos vértices son las variables endógenas Prod
no Opep, Consumo Global Diario y Acumulación Global, correspondiente
a un modelo de la parte física (oferta↔producción, demanda↔consumo, desequilibrio oferta-demanda↔inventarios) del mercado petrolero global; y la otra
de naturaleza financiera, centrada en la evaluación de la variable endógena Spot
WTI Real, que complementa a la otra parte (la del mercado físico) para integrar
un modelo del mercado petrolero global basado en la teoría clásica oferta-demanda-precio del mercado. Nótese que las partes física y financiera del modelo
están interrelacionadas de acuerdo con un modelo general realimentado (de
lazos cerrados) de mercado como el del gráfico 1.
Obsérvese que la estructura del modelo dinámico propuesto en el gráfico 9,
implica el cumplimiento de las reglas clásicas básicas del mercado. El precio
depende de los desequilibrios oferta-demanda materializados en las fluctuaciones
de los inventarios globales, y la oferta↔producción y demanda↔consumo
dependen del precio del crudo, y viceversa, a través de los lazos del modelo.
Como se observa en el gráfico 9, el modelo dinámico es realimentado, definiéndose tres lazos principales de realimentación (existen varios otros, pero son el
resultado de la interacción entre los principales), que son:
1. El precio del petróleo depende del consumo, y el consumo depende del
precio del petróleo, en el lazo precio-consumo global-precio.
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2. El precio del petróleo depende de la producción y la producción depende
del precio del petróleo, vía desequilibrio producción-consumo, en el lazo
precio-producción-inventario acumulado-precio.
3. El precio del petróleo depende del consumo y el consumo depende del
precio del petróleo (otra vez, adicionalmente), vía desequilibrio producciónconsumo, en el lazo precio-consumo-inventario acumulado-precio.
Este tipo de interacciones en lazo cerrado entre las variables es inherente a un
modelo de simulación de sistema dinámico, que difícilmente pueden ser replicadas en los modelos econométricos convencionales.
6.1. Funcionamiento del modelo dinámico. El modelo dinámico del mercado
petrolero global sintetiza las historias simuladas de todos sus factores endógenos
(Spot WTI Real, Acumulación Global, Consumo Global Diario, Prod No
Opep y Producción Global Diaria, además de los factores auxiliares) en un
proceso dinámico paso a paso, a partir de un punto inicial conocido para todos
sus factores, tanto endógenos como exógenos.
El modelo dinámico va “construyendo” secuencialmente en el tiempo los valores
de sus factores endógenos, por lo que, a diferencia de lo que sí se puede hacer
en un modelo econométrico convencional, no se puede calcular el valor de
ninguna de ellos en un momento determinado simplemente ingresando al modelo los valores de sus factores explicativos en ese momento. Para que el modelo
dinámico pueda calcular el valor de un factor, i.e., el precio del petróleo, en un
momento determinado, debe antes calcular los valores del mismo factor en
los momentos anteriores, desde un punto inicial o de arranque; es decir, el valor
del precio de petróleo (y de todas las demás variables) en un momento determinado es el resultado de la prolongación de su historia (y de la de todas las
demás variables).
III. La prueba del modelo dinámico del mercado petrolero global
1. General
La prueba del modelo dinámico del mercado petrolero global consiste inicialmente en la determinación de las regresiones múltiples (subsección 3) correspondientes a las tasas de producción y consumo globales de petróleo, así como
la regresión del precio del crudo marcador, como se indica al final de las subsecciones 3, 4 y 5 de la sección II de este artículo. Las regresiones se obtienen
a partir de la data histórica anual disponible para todos los factores involucrados
entre los años 1995 y 2008, ambos inclusive (subsección 2). Disponibles estas
regresiones múltiples, es posible implementar el modelo del mercado petrolero,
cuyas relaciones se muestran en el gráfico 9 de la sección II, haciendo uso de
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Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
un software ampliamente disponible, VENSIM® en su versión 5.3, específicamente desarrollado por sus creadores para problemas de sistemas dinámicos
dentro de cuyo paradigma se pretende modelar al mercado; VENSIM se ejecutará
en un computador de sobremesa de características modestas, con un procesador
Intel® Core2Duo™ @ 2.4 GHz y 2 GB de memoria SDRAM PC6400. La validación
del funcionamiento del modelo consiste en correrlo usando como series históricas de los factores exógenos del modelo (denotados en mayúscula negrita en
el gráfico 9) las mismas que se usaron para el cálculo de las regresiones, correspondientes al lapso 1995-2008; las simulaciones de los factores endógenos
corresponden al mismo lapso, y se comparan con las series históricas verdaderas
disponibles, para fines de validación. Si la validación es exitosa, en el sentido
de que el modelo es capaz de simular bien el pasado conocido, se procede a
evaluar el valor predictivo del modelo, mediante la prolongación en el futuro
de las series históricas de los factores exógenos, en función de escenarios hipotéticos, uno para cada factor. Estas nuevas series de entrada prolongadas o
aumentadas corresponden al período 1995-2011, y las simulaciones de los factores
endógenos precio, producción, consumo y acumulación global de crudo obtenidas al correr el modelo con esas series, corresponden al mismo período, por
lo que incluyen puntos de años futuros 2009, 2010 y 2011, que significan las
predicciones o proyecciones resultantes de la aplicación del modelo para esas
variables. Las proyecciones obtenidas serán objeto de un análisis que se espera
pueda proporcionar información útil acerca del valor predictivo del modelo
dinámico del mercado petrolero global que se propone en este trabajo.
2. La data histórica
Toda la data histórica necesaria para el cálculo de las regresiones y la validación
del modelo dinámico se ofrece en forma de cuadro en la parte (A) del anexo 1,
correspondiente al pasado conocido de los factores del mercado petrolero global.
La data corresponde a las series anuales de los factores exógenos y los factores
endógenos principales del modelo, además del factor endógeno auxiliar Tasa
de Reemplazo retrasado 3 meses en el lapso entre 1995 y 2008. La serie de incr
costo extracción anual retrasado seis meses necesaria para la regresión de la tasa
de producción no OPEP resulta de restar a la serie COSTO EXTRACCION la
misma serie pero retrasada 1 año, y la serie resultante se retrasa 6 meses. El
cuadro indica solamente los valores anuales de cada factor, que eran los disponibles al momento de las fuentes consultadas, pero las pruebas se realizaron
con base en series históricas trimestrales para el mismo período 1995-2008,
obtenidas de las anuales por interpolación lineal de valores trimestrales entre
valores anuales conocidos. El uso de series históricas enriquecidas de la manera
indicada mejoró notablemente el desempeño del modelo dinámico. En este trabajo
el modelo se plantea con base en series históricas anuales para sus factores, tanto
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endógenos como exógenos, pero es lo suficientemente general como para usar
series en cualquier base periódica de tiempo.
La parte (B) del anexo 1, escenarios hipotéticos, ofrece en forma de cuadro la
data necesaria para la evaluación del valor predictivo del modelo dinámico.
Contiene los valores estimados para los años 2009, 2010 y 2011, correspondientes
a todos los factores exógenos (data de entrada) del modelo. La subsección 4 de
esta sección explica el criterio adoptado para la estimación de valores anuales
futuros para cada factor.
La parte (C) del anexo 1 ofrece un cuadro que describe las unidades de las
series históricas e indica sus respectivas fuentes. La data proviene de fuentes
diversas, todas ellas de uso común en este tipo de estudio. Para cada uno de
los factores que integran el conjunto de datos necesario para el problema existen
diversas fuentes de credibilidad aceptada pero, en general, los valores contenidos
en dichas fuentes para un mismo factor en un mismo momento no coinciden
entre sí, por lo que se plantea el dilema de cuál fuente utilizar de las varias
disponibles. Éste es un problema que ha sido reconocido y ha sido objeto de
tratamiento en la literatura. Por ejemplo, existe un estudio comparativo de varias
fuentes para un mismo factor (Harper III, 2004), que muestra que las diferencias
entre ellas puede llegar a ser típicamente de alrededor de 5% y más, en bandas
que combinadas pueden llegar a tener un ancho de 10%. El artículo concluye
que es muy difícil decir cuál es la mejor de las fuentes, y que la incertidumbre
es inevitable. Así, usar cualquier fuente podría redundar en incertidumbres similares. En lo que el artículo no se extiende, pero que resulta del examen de
la data, es que las fuentes en general coinciden en las tendencias, por lo que si
de tendencia se trata, también es lo mismo seleccionar cualquiera de las fuentes.
Como para el tipo de modelo propuesto aquí la cualidad fundamental de la data
es la tendencia, puede existir confianza en cuanto a la calidad de la data proveniente de las fuentes utilizadas.
3. Las regresiones múltiples
El anexo 2 ofrece el detalle de cada una de las tres regresiones que requiere el
modelo dinámico del mercado petrolero global propuesto en este trabajo, correspondientes a la tasa de la producción no OPEP (incr prod no opep), la tasa
del consumo global de crudo (incr cons global) y el precio del crudo marcador
WTI (Spot WTI Real). Estas regresiones múltiples, que incluyen coeficientes
de interacción, fueron obtenidas mediante la función regress incluida en
MATLAB® versión R2007a, que es un lenguaje de programación matemático de
alto nivel, orientado al uso de matrices e integrado a un ambiente de desarrollo
interactivo, que permite programar tareas computacionalmente intensivas de
manera mucho más rápida y eficiente que usando lenguajes tradicionales como
FORTRAN, C, C++, etcétera. La función regress admite mediante parámetros de
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Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
entrada, dentro de ciertas reglas de sintaxis, las series de tanto el factor que se
quiere cointegrar como las de sus factores explicativos o incidentes, y luego
de ejecutada devuelve los coeficientes de cointegración o de regresión, además de
estadísticas para la evaluación de la calidad del ajuste.
Para cada uno de los factores endógenos incr prod no opep, incr cons global y
Spot WTI Real, el gráfico 9 muestra cuáles son sus factores incidentes respectivos, que son los que se incluyen en sus regresiones.
4. Los escenarios futuros
La formulación de escenarios futuros, particularmente los multifactoriales característicos de los fenómenos socioeconómicos, es una tarea difícil, basada más
en la experiencia e intuición del planificador que en reglas concretas de comportamiento de los factores del fenómeno. La incertidumbre inherente a un
escenario futuro propuesto es determinante en el desempeño de un modelo
cuando se trata de predecir valores futuros de sus factores endógenos con base
en valores futuros estimados de sus factores exógenos: si la estimación de éstos
no es buena, tampoco lo serán las predicciones del modelo, aunque éste hubiera
mostrado un desempeño excelente en la simulación del pasado conocido. Por
estas razones, la evaluación del valor predictivo de un modelo que simula apropiadamente el pasado es una tarea difícil e incierta, que depende en gran medida
de la calidad de los escenarios futuros propuestos para sus variables de
entrada.
Esta sección propone escenarios futuros probables para los siete factores exógenos que son entradas del modelo: GDP GLOBAL, DEFLATOR DEL GDP, CAPACIDAD OPEP, EURO vs DOLAR, PRODUCCION OPEP DIARIA, RESERVAS y
COSTO EXTRACCION. Se ha optado, en esta primera prueba de un modelo
pionero, por un escenario futuro de corto plazo, tres años, 2009, 2010 y 2011.
El marco general de los escenarios de los factores exógenos corresponde al
generalmente esperado: recesión global en 2009 con recuperación moderada a
partir de 2010.
A continuación, para cada uno de los factores exógenos del modelo, se muestra
la representación gráfica de su serie histórica 1995-2008 con su respectiva
proyección en el lapso 2009-2011, y se ofrece una breve justificación para la
misma. En cada gráfico, una línea vertical claramente definida en el año 2008,
delimita la serie histórica (antes de 2008) de la serie escenario futuro (después
de 2008).
Los factores exógenos se pueden agrupar en dos grandes categorías: los factores
exógenos macroeconómicos, GDP GLOBAL, DEFLATOR DEL GDP y EURO vs
DOLAR, que enlazan al modelo con el desempeño del entorno macroeconómico
María de la Fe López D.; Sari Levy Carciente; José Contreras; Pedro C. Paiva / Modelo de sistema dinámico...
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global; y los factores exógenos de mercado petrolero, CAPACIDAD OPEP, PRODUCCION OPEP DIARIA, RESERVAS y COSTO EXTRACCION, los cuales incluyen
en el modelo, en la forma de hipótesis de entrada, factores determinantes en el
mercado petrolero global pero que son de difícil formulación mediante reglas
objetivamente determinadas, como el comportamiento de la OPEP (CAPACIDAD
OPEP y PRODUCCION OPEP DIARIA, de elevado componente arbitrario), así
como otros factores, RESERVAS y COSTO EXTRACCION, particularmente incidentes en la producción de países no netamente exportadores y de reservas en
rápido declive o ubicadas en yacimientos de alto costo de extracción, que deben
considerar la agotabilidad de las reservas de crudo y el costo de su
extracción.
4.1. Factores exógenos macroeconómicos
En el escenario marco global adoptado para la prueba del modelo dinámico,
de recesión global en 2009 con recuperación moderada a partir de 2010, las
figuras en esta sección describen escenarios futuros 2009-1011 propuestos.
Se espera que el GDP GLOBAL nominal exhiba una fuerte caída por crecimiento
negativo de alrededor de 4% (propio de una recesión) en 2009 con crecimientos
positivos correspondientes a una recuperación moderada del desempeño de la
economía global en 2010 y 2011, estimada alrededor de 2% interanual.
Gráfico 10
Para el DEFLATOR DEL GDP, indicativo del deterioro del valor del dinero medido
en una base global, se espera que siga la tendencia uniformemente mantenida
de los últimos 15 años, sin esperar variaciones bruscas en la inflación mundial
o en las tasas de interés marcadoras globales en los próximos 3 años.
46
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Gráfico 11
En lo relacionado con la paridad EURO vs DOLAR, su desarrollo histórico de
los últimos 15 años parece indicar la existencia de una correlación entre la fortaleza de la economía global y la fortaleza del dólar frente a otras monedas,
particularmente el euro (sin restar importancia a las fluctuaciones frente a otras
divisas, como el yen, el yuan, la rupia, el rublo y otros): parece que cuando el
GDP global tiende a crecer, la fortaleza del dólar tiende a caer, en una suerte
de relación inversa bastante gruesa e imperfecta. Así, se espera una recuperación
perceptible del dólar frente al euro en 2009, para retomar su tendencia general
a la debilitación a partir de 2010, como se muestra en el gráfico respectivo.
Gráfico 12
María de la Fe López D.; Sari Levy Carciente; José Contreras; Pedro C. Paiva / Modelo de sistema dinámico...
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4.2. Factores exógenos del mercado petrolero
En el escenario marco global adoptado para la prueba del modelo dinámico,
de recesión global en 2009 con recuperación moderada a partir de 2010, las
figuras en esta sección describen escenarios futuros 2009-1011 propuestos.
Gráfico 13
Se espera que la PRODUCCION OPEP DIARIA caiga en 2009 respecto a 2008,
en parte por la recesión esperada que necesariamente se reflejará en una desaceleración del consumo global de crudo, y en parte por los recortes de producción impuestos por la misma OPEP, en un intento de frenar la caída de los
precios petroleros que se inició de forma súbita y semicatastrófica en el cuarto
trimestre de 2008. En 2010 y 2011, ante el escenario propuesto de recuperación
global, se espera la recuperación de la producción de la OPEP, por incremento
de consumo y por desactivación de recortes de producción. Para los años 2009
y 2010 se adoptan las proyecciones de la Energy Information Administration
(EIA) disponibles en el enlace http://tonto.eia.doe.gov, STEO Table Browser,
table 3a, International crude oil and liquid fuels supply, consumption, and
inventories.
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Gráfico 14
En cuanto a la CAPACIDAD OPEP, que es la suma de la PRODUCCION OPEP
DIARIA más la CAPACIDAD OCIOSA OPEP, se espera una fuerte desaceleración
en el crecimiento sostenido que venía exhibiendo entre 2003 y 2008, crecimiento
atribuible a cuantiosas inversiones en producción y refinación por parte de la
organización, impulsadas por la tendencia sostenida al alza de los precios del
crudo desde el año 2002. Una recesión global en 2009, cuyos síntomas ya eran
evidentes en 2008, probablemente hubiera desestimulado las inversiones para
incrementar la capacidad de producción y, eventualmente, pudiera inducir la
cancelación de costosos proyectos en marcha, lo que se traduciría en la reducción de la capacidad de producción en 2009, como se muestra en el gráfico 14.
En el escenario de la recuperación económica, se prevé que en 2010 la capacidad
de producción revierta su tendencia del año anterior por la reactivación de
proyectos de incremento de capacidad que fueron cancelados ante la recesión.
Para 2011 se esperan buenos niveles de capacidad ociosa, dados por el incremento de la capacidad de producción, como se muestra en el gráfico 14, como
tenía previsto la OPEP para 2009 cuando en 2007 y 2008 inició alrededor de 35
grandes proyectos de expansión de capacidad de producción, pero que tuvieron
que ser congelados a finales de 2008 por la caída catastrófica de los precios
ocurrida el último trimestre de ese año.
El comportamiento de las RESERVAS de la OECD muestra una tendencia consistente a la baja entre 2000 y 2005, debido probablemente al desestímulo en
exploración de nuevos yacimientos de alto costo y acondicionamiento de yacimientos agotados en un panorama de precios petroleros deprimidos. Entre 2005
y 2008, en coincidencia con la fuerte y sostenida tendencia al alza de los precios,
se observa una tendencia al incremento de las reservas generalmente provenientes
María de la Fe López D.; Sari Levy Carciente; José Contreras; Pedro C. Paiva / Modelo de sistema dinámico...
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del tipo mencionado de yacimientos, de muy elevado costo. Ante un panorama
esperado de precios petroleros relativamente bajos pero suficientes para justificar
exploración y producción en yacimientos caros entre 2009 y 2011, unido a una
recuperación esperada de la economía global en el corto y mediano plazo, se
espera que las reservas de los países productores no netamente exportadores
se mantengan, pero con tendencia en el largo plazo a la baja, por agotamiento
físico del recurso bajo tierra. Esto se muestra en el gráfico 15.
Gráfico 15
El COSTO DE EXTRACCION del crudo muestra correlación con el comportamiento de los precios petroleros. Esta correlación es explicable, toda vez que
precios petroleros más altos hacen rentables operaciones de extracción de costos
más elevados. Una correlación similar se observa con el desempeño económico
global, explicable porque el crecimiento económico sostenido permitiría reducir
la prioridad de la rentabilidad a cambio de seguridad de alto costo representada
por reservas caras. Así, en un panorama de recesión en el año 2009, en el que
se esperan bajos precios petroleros por déficit de demanda, junto con limitaciones financieras derivadas de la misma recesión, es de esperar una desaceleración
del costo de extracción del crudo efectivamente producido, porque salen de
producción crudos provenientes de yacimientos caros. Ante una recuperación
de la economía global entre 2010 y 2011, se puede esperar que la producción
de los países no OPEP incluya parte proveniente de yacimientos más caros,
previéndose que hacia 2011 el costo de extracción recupere su tendencia al alza
previa a 2009, pero de manera moderada.
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Gráfico 16
5. Resultados de las simulaciones
Los siguientes gráficos 17, 18, 19, 20, 21 y 22 muestran las simulaciones obtenidas
para los valores promedio anuales de los factores endógenos principales del
modelo dinámico del mercado petrolero global. Cada punto anual de la simulación de un factor representa el promedio de sus valores instantáneos durante
el lapso de un año que le precede. Las simulaciones incluyen tanto la historia
conocida de los factores entre los años 1995 y 2008 como sus proyecciones en
el futuro cercano, para los años 2009, 2010 y 2011, simuladas con base en los
escenarios futuros que para el mismo lapso se han propuesto y explicado en la
subsección 4 de esta misma sección. En todos los gráficos de las simulaciones,
una línea vertical claramente definida al nivel del año 2008, separa las simulaciones de las historias conocidas de sus respectivas proyecciones futuras. Todos
los valores reales son en dólares del año 2008. La comparación de las simulaciones de las historias en contraste con las historias verdaderas permite evaluar
el desempeño del modelo.
María de la Fe López D.; Sari Levy Carciente; José Contreras; Pedro C. Paiva / Modelo de sistema dinámico...
Gráfico 17
Fig. 17
Gráfico 18
Gráfico 19
Fig. 18
Fig. 19
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Gráfico 20
Fig. 20
Gráfico 21
Fig. 21
Gráfico 22
Fig. 22
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6. Análisis de los resultados
6.1. Desempeño del modelo dinámico
Los gráficos 17, 18, 19, 20 y 22 contrastan, respectivamente, las simulaciones de
precio del crudo, producción global, consumo global, acumulación global y tasa
de reemplazo con sus verdaderas series históricas. En todas ellas se observa un
comportamiento satisfactorio del modelo en relación con la simulación de tendencias, para todos los factores endógenos. En cuanto a los errores cometidos
por las simulaciones en los trece años transcurridos entre 1995 y 2008, toman
valores máximos de 1,47%, 0,69% y 4,87% para los factores endógenos producción no OPEP, consumo global y acumulación global de crudo, respectivamente,
en relación con sus valores históricos verdaderos. La simulación de los inventarios globales mejora notablemente en el período 2000-2008, en el que el error
máximo no supera 1,97%. Para el caso del precio del crudo marcador WTI, su
simulación es menos exacta en comparación con la de los otros factores, tomando
la simulación valores en una banda de error máximo definida por el intervalo
(-9,26,+2,55) dólares por barril de petróleo, para el mismo lapso de historia
conocida entre 1995 y 2008. Sin embargo, la banda de error se reduce a
(-5,39,+2,21) dólares por barril de petróleo para la simulación de la historia
conocida entre los años 2000 y 2008. Resulta notable que los peores errores en
la simulación del precio del crudo ocurren entre los años 1995 y 2000, en coincidencia con las peores simulaciones de los niveles de inventarios globales.
6.2. Funcionamiento predictivo del modelo dinámico
Para la evaluación del funcionamiento predictivo del modelo dinámico propuesto
en este trabajo, se prolongan las series históricas conocidas 1995-2008 hasta el
año 2011, de acuerdo con los escenarios propuestos para los factores endógenos,
que se explican en la subsección 4 de esta sección. Se corre el modelo con esas
series aumentadas, y las simulaciones obtenidas proyectan para el lapso 20092011 los siguientes escenarios:
• Precio real del crudo marcador WTI. Tomando en cuenta que la simulación
de la historia conocida del precio real del crudo WTI transcurre dentro de
una banda de error máximo definida por el intervalo (-9,26,+2,55) dólares
por barril de petróleo, los valores de las simulaciones para los años 20092011 producen las siguientes proyecciones: el precio real (en dólares del año
2008) promedio anual cae a una banda entre 60,75 y 72,56 alrededor de
70,01 dólares por barril en 2009 (70.01 +3.64%
-13.22% ), con ligera recuperación en
2010 dentro de la banda entre 66,00 y 77,81 alrededor de 75,26 dólares por
barril (75.26 +3.39%
-12,30% ), recuperación que continúa en 2011, cuando el precio
estaría en una banda entre 76,29 y 92,10 alrededor de 89,55 dólares por barril
(89.55 +2.84%
-10.34%) (gráfico 17).
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Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
• Producción global diaria. Perceptible caída de la producción global de alrededor de 2,3% en 2009 para ubicarse en alrededor de 84 MM barriles diarios,
para luego crecer alrededor de 1,4% interanual en 2010 y 2,8% en 2011 (gráfico 21). Se proyecta una producción global de alrededor de 87 MM barriles
diarios en 2011.
• Producción no OPEP. El modelo proyecta que la producción de los países no
OPEP se mantendrá en alrededor de 50 MM barriles diarios (gráfico 18).
• Consumo global diario. El consumo se estanca (no crece) en 2009, para luego
tender a la recuperación, con crecimientos moderados de alrededor de 1%
y 2% en los años 2010 y 2011 (gráfico 19).
• Acumulación global de crudo. El inventario promedio anual tenderá a mantenerse en 2009 con respecto a 2008, para luego sufrir una caída sostenida
entre 2010 y 2011, año en que la caída totalizará entre 4 y 5% con respecto
al año 2008, bajando a niveles similares a los de los años 2002 y 2003
(gráfico 20). El pico global de inventarios ocurrió en 2006-2007.
La validación precisa del funcionamiento predictivo del modelo dinámico será
posible solamente al transcurrir el tiempo; sin embargo, para el momento de la
redacción de este artículo (diciembre de 2009), un sitio web independiente
especializado en indicadores de mercado en tiempo real, http://stockcharts.com,
reporta un precio del barril de crudo WTI (en promedio móvil de los últimos
365 días) alrededor de 70 dólares por barril. De seguir la tendencia, los resultados
reales del año 2009 confirmarían la predicción del modelo dinámico para ese
año. Estos hechos pudieran ser indicios a considerar al momento de tratar de
estimar el valor predictivo del modelo dinámico del mercado petrolero global.
En cuanto a los demás factores endógenos del modelo dinámico, producción
no OPEP, producción global, consumo global e inventarios globales, la Energy
Information Administration (EIA), en su enlace http://tonto.eia.doe.gov, STEO
Table Browser, table 3a, ofrece proyecciones para esos factores en los años 2009
y 2010. EIA predice que la producción no OPEP se mantendrá en alrededor de
50 MM barriles diarios, tal como lo predice también el modelo dinámico de este
artículo, y que la producción global caerá alrededor de 2% en 2009 y se recuperará alrededor de 1% en 2010, en concordancia con las predicciones del modelo
dinámico. EIA predice que el consumo global cae en 2009 y se recupera en
2010, en proporciones similares al comportamiento de la producción global, por
lo que, en consecuencia, los inventarios globales se mantienen en 2009 y 2010
en niveles similares a los de 2008. El modelo dinámico no predice caída, sino
estancamiento del consumo en 2009, para luego recuperar el ritmo de crecimiento
en 2010 y 2011, como se observa en el gráfico 21. Este alto consumo en relación
con la caída en la producción global implica una reducción en los inventarios
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globales en las predicciones del modelo dinámico, como se muestra en el gráfico 20. Entonces, las diferencias entre las proyecciones de EIA y las del modelo
dinámico se deben a la diferencia en las predicciones de consumo: según la
data estructural histórica del mercado petrolero global, el modelo dinámico
sugiere que el consumo global es mucho más inelástico que lo que indica
la EIA. El transcurrir del tiempo indicará cuál de las dos aproximaciones es la
más exacta.
6.3. Otras consideraciones
Las simulaciones del mercado petrolero obtenidas con el modelo dinámico
propuesto sugieren un comportamiento poco elástico de la demanda global de
crudo con respecto al producto global. Efectivamente, ante el escenario propuesto
de caída severa del producto de alrededor de 4% en términos nominales en
2009 (gráfico 11), el modelo dinámico predice una caída casi despreciable de
la demanda global, que se mantiene en 2009 en un nivel casi igual al de 2008
(gráfico 19). Este comportamiento colide con la presunción intuitiva de la proporcionalidad entre el crecimiento de la demanda y el crecimiento de la economía, asumido, dicho sea de paso, por algunas agencias reconocidas como la
EIA, que pronosticó en 2008 una caída de la demanda en 2009 similar a la caída
del producto. Sin embargo, este comportamiento aparentemente atípico es explicable por las características del modelo dinámico realimentado, en virtud de
las cuales el efecto de caída en el consumo inducido por la caída del producto
es compensada por el efecto de incremento de consumo inducido por los bajos
precios del crudo en 2009, dado que ambos factores se inscriben en lazos comunes de realimentación (gráfico 9). Los datos disponibles al momento de la
elaboración del presente artículo tienden a confirmar el comportamiento inelástico de la demanda sugerido por el modelo dinámico.
El gráfico 22 muestra la tasa de reemplazo retrasada tres meses histórica y la
compara con la misma tasa de reemplazo simulada por el modelo. Se observa
la similitud de la simulación con respecto a la verdad en cuanto a forma, y
también se observa que la simulación aparece retrasada un trimestre con respecto
a la verdad histórica. Éste es un efecto de la forma como el modelo dinámico
calcula la producción no OPEP, por integración de su tasa de variación, que
produce el retraso que se observa entre la simulación y la verdad. Este efecto
en la simulación, y otros debidos al mismo motivo, cuando fuesen indeseables,
pueden mitigarse reduciendo el paso de integración del modelo mediante el
incremento del número de puntos en las series históricas de los factores. En
otras palabras, series históricas más ricas, que redundan en pasos de integración
más cortos, producen resultados más exactos.
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Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
IV. Conclusiones y recomendaciones
1. Conclusiones
El funcionamiento del modelo dinámico para el lapso de pasado conocido, cuyas
series históricas se extienden entre 1995 y 2008, mostró un desempeño satisfactorio, produciendo series históricas simuladas de los factores endógenos
principales, precio del crudo marcador y producción, consumo y acumulación
globales, que reproducen apropiadamente las tendencias que para los mismos
factores exhiben sus series históricas verdaderas, con errores absolutos porcentuales máximos en las simulaciones de producción, demanda y acumulación de
1,47%, 0,69% y 4,87% con respecto a las series verdaderas, respectivamente, y
simulación de la serie histórica del precio del crudo marcador con errores dentro
del intervalo (-9,26,+2,55) dólares por barril. Estos errores apuntan a nivel razonablemente aceptable de exactitud en las simulaciones de los factores endógenos
del modelo.
Para la evaluación del valor predictivo del modelo dinámico propuesto en este
trabajo, se ha formulado un escenario futuro probable multifactorial de corto
plazo (3 años), entre 2009 y 2011, en la hipótesis marco general de recesión
global en el año 2009, con recuperación moderada en los años 2010 y 2011.
Las simulaciones proyectan para el lapso 2009-2011 los siguientes escenarios:
Precio real (base 2008) del crudo marcador WTI. El precio cae a un entorno de
61-73 dólares por barril en 2009, con ligera recuperación en torno a 66-78 dólares
en 2010, que continúa en 2011, cuando el precio estaría alrededor de 76-92
dólares.
Producción global diaria. Perceptible caída de la producción global de alrededor
de 2-3% en 2009, sin crecimiento en 2010, para luego crecer 3-5% en 2011.
Producción no OPEP. Se mantiene en alrededor de 50 MM barriles diarios en el
lapso 2009-2011.
Consumo global diario. Ligera caída menor de 0,5% del consumo en 2009, que
se recupera en los años 2010 y 2011, con crecimientos moderados de 1-2%.
Acumulación global de crudo. El inventario promedio anual tenderá a mantenerse
en 2009 con respecto a 2008, para luego sufrir una caída sostenida entre 2010
y 2011, año en que la caída totalizará entre 4 y 5% con respecto al año 2008,
bajando a niveles similares a los de los años 2002 y 2003.
María de la Fe López D.; Sari Levy Carciente; José Contreras; Pedro C. Paiva / Modelo de sistema dinámico...
57
2. Reflexiones finales
Por sus características y forma de implementación, el modelo dinámico del
mercado petrolero global propuesto en este trabajo es fácilmente extensible
para la consideración de factores exógenos adicionales y la simulación del
mercado bajo otras arquitecturas de funcionamiento. Además de la simulación
del mercado usando otros factores exógenos que pueden incidir sobre él, se
recomienda particularmente la adaptación del modelo dinámico para considerar
el comportamiento no arbitrario o cooperativo de la OPEP en el funcionamiento
del mismo.
El modelo se ha propuesto con base en la hipótesis del comportamiento arbitrario de la OPEP dentro del mercado petrolero global, dado que su producción
es independiente de los otros factores del mercado, en un modo de funcionamiento que otros autores (Dées, 2003) han denominado no cooperativo, asignando el nombre de cooperativo al comportamiento en el cual la OPEP no
produce arbitrariamente, sino que produce todo lo que no pueden producir los
productores no OPEP con la finalidad de satisfacer la demanda. En estas condiciones, la OPEP no funciona como un cartel, sino como una fuente infinita
de suministro, en virtud de la cual la demanda es siempre satisfecha.
Si bien el comportamiento cooperativo de la OPEP supone un cambio de fondo
en el funcionamiento del mercado petrolero global en comparación con el funcionamiento del modelo propuesto en este trabajo, este último es lo suficientemente versátil como para poder simular un comportamiento cooperativo de la
OPEP con muy pocos cambios. Para tal fin, se puede, junto con algunos otros
cambios, sustituir el factor exógeno PRODUCCION OPEP DIARIA mostrado en
el gráfico 9 de la sección III, por un factor endógeno de nombre similar, Producción OPEP Diaria, cuyo cálculo se realiza por la diferencia de los factores
endógenos Consumo Global Diario menos Prod No Opep, cerrándose de
esta manera otro lazo de realimentación dentro del modelo dinámico, que garantiza la satisfacción de la demanda de consumo mediante la intervención
cooperativa de la OPEP.
58
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
IV. Referencias bibliográficas
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María de la Fe López D.; Sari Levy Carciente; José Contreras; Pedro C. Paiva / Modelo de sistema dinámico...
VI. Anexo 1
(A) Series históricas 1995-2008
Año Precio Cons Deflator Producc Capacidad Invent Reser- Produc Costo Gdp Euro Tasa de
Real Global del
OPEP
Ociosa Globales vas No-Opep Extracc Global vs. Reemplaz
Wti Hist Hist GDP diaria
OPEP
His
Hist
Dolar
1995 25,87 70,13 88,07
27,37
3,5
3.758 111,4
42,87
11,18
29,224
1,18
1,273
1996 30,20 71,67 90,90
28,54
2,8
3.761 112,9
44,03
11,45
29,835
1,22
1,273
27,46 73,43 93,23
29,22
2,5
3.874 113,4
44,91
11,77 29,690
1,21 0,7894
1998 18,89 74,05 95,14
30,38
3,7
4.006
45,26
11,96
1,14 -37,35
1997
89,2
29,469
1999 24,74 75,73 97,01
29,32
4,7
3.733
93,3
45,50
11,85 30,563 1,178 -11,12
2000 37,78 76,71 100,00
31,20
3,2
3.796
93,3
46,55
12,10
2001 31,47 77,44 102,77
30,59
4,1
3.865
91,6
47,08 12,64
2002
31,17 78,10 105,99
28,92
5,5
3.915
88,4
48,05 13,98 33,020 1,012 -3,284
2003 36,42 79,66 109,44
30,63
2,5
3.874
84,6
48,96
2004 47,13 82,41 113,50
33,27
2,0
3.957
81,9
49,83
19,54
41,018 1,354 -3,380
2005 62,02 84,00 117,67
34,95
1,8
4.082
81,8
49,61
23,32
44,181 1,350 -14,28
2006 70,34 84,98 121,91
34,74
3,3
4.159
89,5
49,80
26,01 46,826 1,327
65,71
2007 74,73 85,90 126,30
34,39
4,4
4.141
90,3
50,04
27,10
49,401 1,482
11,09
2008
35,71
5,2
4.140
88,9
49,70 28,23 50,637 1,599
-0,59
94 85,45 130,85
15,73
31,421 1,030
1,209
31,270 0,954 -1,391
37,258 1,190 -3,945
(B) Escenarios 2009-2011
Año
Deflat
Del GDP
Produc
Opep Diaria
Capac
Reserv
Opep
Costo
Extrac
GDP Global Euro vs.
Dolar
2009
135,30
33,9
38,9
89,6
28,0
48,6
1,380
2010
140,17
34,8
40,0
89,4
28,0
48,8
1,550
2011
145,5
37,3
43,3
88,0
28,5
49,1
1,570
59
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
60
(C) Unidades y fuentes de series históricas 1995-2008
Precio Real Wti Hist
$/bbl
www.bp.com/statisticalreview, BP Statistical Review 2008
Cons Global Hist
bbl/día
http://tonto.eia.doe.gov, STEO Table Browser, table 3a
Deflator del Gdp
2000=100
World Bank, World Development Indicators, ERS Estimates, and ERS Baseline Regional Aggregations, 12/17/07 update
Producción OPEP diaria
bbl/día
http://tonto.eia.doe.gov, STEO Table Browser, table 3a
Capacidad Ociosa OPEP
bbl/día
Petroleum Intelligence Weekly, September 3, 2007
Invent. globales Hist
MMbbl
http://tonto.eia.doe.gov/merquery/mer_data.asp?table=T11.03
Reservas
MMMbbl
BP Statistical Review of World Energy, June 2008
Producc. No-OPEP Hist
bbl/día
http://tonto.eia.doe.gov, STEO Table Browser, table 3a
Costo Extraccion
$/bbl
http://www.eia.doe.gov/emeu/perfpro/index.html
EIA, Performance Profiles of Major Energy Producers, 2007;
GDP Global
MMMM$
http://www.nationmaster.com/graph/eco_gdp-economy-gdp
Euro vs. Dolar
0/1
http://forecast.org/data/data/EXUSEU.htm
Tasa de Reemplaz
0/1
Calculado: ΔRESERVAS / ΔPROD. OPEP DIARIA
Capacidad OPEP
bbl/día
Calculado: PROD. OPEP DIARIA + CAP. OCIOSA OPEP
María de la Fe López D.; Sari Levy Carciente; José Contreras; Pedro C. Paiva / Modelo de sistema dinámico...
VII. Anexo 2
Regresiones múltiples del modelo dinámico
(a) Tasa de variación de la producción no OPEP
incr prod no opep = (0.00666692) +
(-4.20311e-005)*Spot WTI Real +
(0.000211238)*Tasa de Reemplazo retrasado 3 meses +
(0.00093819)*incr costo extraccion anual retrasado 6 meses +
(-2.719e-006)*Spot WTI Real*Tasa de Reemplazo retrasado 3 meses +
(-6.339e-007)*(Spot WTI Real)2 +
(1.221e-007)*(Tasa de Reemplazo retrasado 3 meses)2 +
(-0.000385135)*(incr costo extraccion anual retrasado 6 meses)2
(b) Tasa de variación del consumo global diario
incr cons global = (-0.00806045) +
(-0.00193368)*gdp global real +
(0.00186404)*Spot WTI Real +
(-5.2525e-005)*gdp global real*Spot WTI Real +
(5.70967e-005)*(gdp global real)2 +
(3.6783e-006)*(Spot WTI Real)2
(c) Precio real del crudo marcador WTI
Spot WTI Real = ((4834.38) +
(-23.2628)*Consumo Global Diario +
(-2.0022)*Acumulación Global +
(-59.342)*CAPACIDAD OCIOSA OPEP +
(3.37273)*EURO vs DOLAR +
(0.164068)*Consumo Global Diario*CAPACIDAD OCIOSA OPEP +
(-5.94032)*Consumo Global Diario*EURO vs DOLAR +
(22.2935)*CAPACIDAD OCIOSA OPEP*EURO vs DOLAR +
(0.208866)*(Consumo Global Diario)2 +
(0.000257058)*(Acumulación Global)2 +
(2.41137)*(CAPACIDAD OCIOSA OPEP)2 +
(154.722)*(EURO vs DÓLAR)2)*(130.85/DEFLATOR DEL GDP)
61
Revista BCV • Vol. XXIV, N° 2, Caracas, julio-diciembre 2010, pp. 63-85 • ISSN: 0005-4720
Propuesta de un índice de bienestar a partir
de datos de la Encuesta de Presupuesto Familiar
Campos
Ruiz
María Lorena Campos Urribarri*
Juan Carlos Ruiz Güire**
Resumen
La Encuesta de Presupuesto Familiar [EPF] representa una fuente de información útil al momento de intentar medir el bienestar. La difusión de este tipo
de encuesta, la amplitud de la muestra en la que se aplica, la consistencia,
periodicidad y calidad de los datos, son argumentos a favor del uso de esta
información para aproximar el bienestar de una determinada población. De
ahí que el objetivo de este estudio sea describir el razonamiento teórico y el
proceso de construcción de un índice de bienestar calculado a partir de los
datos de la EPF suministrados periódicamente por el Banco Central de Venezuela, lo que conduciría a una medición abreviada de bienestar para cualquier
país que aplique la EPF. A tal fin, y haciendo referencia a los datos de la IIIº
EPF del BCV, se escogió un grupo representativo de bienes clave, cuyo consumo se consideró estrechamente asociado a la satisfacción de las necesidades
humanas y aspectos parciales del bienestar, entendido en el sentido lato de
well-being usado por Amartya Sen.
Palabras clave: Índice de bienestar / Encuesta de Presupuesto Familiar
Código JEL: D63, C81
* Magíster en Desarrollo y Ambiente de la Universidad Simón Bolívar [USB]. Especialista en
Gestión Ambiental (USB). Dtt.ssa Economia e commercio (Università degli Studi di Pisa).
Profesora del Departamento de Ciencias Económicas y Administrativas. Áreas de investigación:
bienestar, comportamiento del consumidor y racionalidad limitada, educación y gestión
ambiental. Correo electrónico: [email protected]
** Economista de la Universidad de Carabobo [UC]. Magíster en Investigación de Operaciones,
Universidad Central de Venezuela (UCV). Coordinador en la Gerencia Ejecutiva de Programas
Sociales del Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela (Bandes). Áreas de investigación: análisis de sensibilidad, medidas de importancia, redes, patrones de consumo, economía
agrícola, riesgo e incertidumbre. Correo electrónico: [email protected]
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
64
Abstract
The Household Budget Survey [Spanish acronym EPF] represents a useful
source of information when trying to measure well-being. Among the arguments
that favor the use of this information to approach people’s well-being are: the
size of the sample to which it is applied, the consistency, the frequency and
the quality of data. Therefore, the objective of this study is to describe the
theoretical reasoning and the process of designing a well-being index calculated from the EPF data, provided by the Central Bank of Venezuela –this could
lead to a shortened well-being measure for any country that applies EPF. To
this end, a representative group of key assets of III° EPF data was chosen,
which consumption is closely related to human needs satisfaction and to wellbeing partial aspects, understood in the broadest sense of well-being used by
Amartya Sen.
Key words: Well-being index / Household Budget Survey
JEL code: D63, C81
Resumo
O Questionário de Orçamento Familiar [EPF em espanhol] representa uma
fonte de informação útil na hora de tentar medir o bem-estar. A divulgação
deste tipo de questionário, a amplitude da amostra em que foi aplicado, a
consistência, periodicidade e qualidade dos dados, são argumentos a favor do
uso desta informação para aproximar o bem-estar de uma população determinada. Daí, este estudo objetiva descrever o razoamento teórico e o processo
de construção de um índice de bem-estar calculado conforme os dados da EPF
fornecidos periodicamente pelo Banco Central da Venezuela visando obter uma
medição abreviada de bem-estar para qualquer país que aplicar o EPF. Para
tanto, e fazendo referência aos dados do IIIº EPF do BCV, foi escolhido um
grupo representativo de bens chave, cujo consumo esteve intimamente relacionado com a satisfação das necessidades humanas e aspectos parciais do
bem-estar, entendido no sentido de well-being usado por Amartya Sen.
Palavras chave: Índice de bem-estar / Questionário de Orçamento Familiar
Código JEL: D63, C81
Résumé
L’Enquête sur le Budget Familial [EBF] représente une source d’information utile
au moment d’essayer de mesurer le bien-être. La diffusion de ce type d’enquête,
l’étendu de l’échantillon représentatif sur lequel il s’applique, la consistance, la
périodicité et la qualité des données, sont des arguments en faveur de l’usage de
cette information pour approcher le bien-être d’une population déterminée. D’où
María L. Campos U., Juan C. Ruiz G. / Propuesta de un índice de bienestar a partir de datos…
65
le fait que l’objectif de cette étude soit de décrire le raisonnement théorique et
le processus de construction d’un indice de bien-être calculé à partir des données
de la EBF fournies périodiquement par la Banque Centrale du Venezuela, ce qui
conduit à une mesure sommaire de bien-être pour tout les pays qui appliquent
l’EBF. À cet objet, et en faisant référence aux données de la IIIº EBF du BCV, on
a choisi un groupe représentatif de biens clefs, dont la consommation est étroitement associée à la satisfaction des besoins humains et aux aspects partiels du
bien-être, dans le sens étendu de well-being utilisé par Amartya Sen.
Mots clés: Indice de bien-être / Enquête sur le Budget Familial
Code JEL: D63, C81
Introducción
El concepto de bienestar ha ido evolucionando desde una acepción utilitarista,
que ve en el consumo de bienes el origen del bienestar, hacia el enfoque basado
en funcionamientos y capacidades propuestos por el premio Nobel de Economía
Amayrta Sen. Este último enfoque afirma que lo valioso no es sólo la posibilidad
de uso de los bienes, sino lo que se ha podido elegir hacer con ellos; en cuyo
caso, el bienestar surge de “la libertad con que las personas eligen el modo de
vida que valoran” (Sen, 1990, p. 113). Sin embargo, algunos autores consideran
que estas dos visiones no son necesariamente excluyentes (e.g. Domínguez y
Martín, 2006; Ravallion, 1998). Es bajo esta última visión que desarrollamos esta
propuesta, en la cual se hace uso de la información sobre cantidades y cualidades del consumo de bienes y servicios para deducir una medida representativa
del bienestar de una colectividad nacional.
La información con la cual se pretende representar el bienestar proviene de la
Encuesta de Presupuesto Familiar [EPF], desarrollada por el Banco Central de
Venezuela [BCV], puesto que ésta es diseñada para obtener estimaciones con
alcance nacional de manera que su contenido permite obtener información
detallada sobre los patrones de consumo que, eventualmente, permitan descubrir
patrones de funcionamientos y capacidades. Sin embargo, se considera que esta
metodología podría adaptarse a los datos de las EPF calculadas en otros
países.
Si bien nuestro intento de circunscribir el bienestar es de por sí una limitación
del concepto amplio de well-being que quisiéramos inducir de los datos que
nos proporciona la EPF, también es cierto que la amplitud de las muestras en
las que se aplica este tipo de encuesta, la consistencia, periodicidad y calidad
de los datos, avalada en nuestro caso por el BCV, proporciona argumentos a
66
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
favor del uso de esta información, en un intento de explorar vías ágiles para
obtener un indicador del bienestar de una determinada población, útil para
evaluar eventuales variaciones de bienestar en el tiempo.
Entendiendo el bienestar en sentido amplio como “desarrollo de las personas”,
constituido no únicamente de satisfactores de “necesidades”, sino de capacidades
y opciones” (Vascónez , s/f, p. 4), la pregunta que guía nuestros esfuerzos, es
entonces: ¿De qué manera podría aproximarse una medida del bienestar (wellbeing) a través de datos de la EPF venezolana? En búsqueda de una respuesta,
el siguiente artículo propone un índice de bienestar que pueda ser calculado
elaborando parte de los datos suministrados por la EPF. Para lograr este objetivo
se plantea:
Establecer un razonamiento teórico que sustente la construcción de un índice
de bienestar que pueda ser calculado a partir del tratamiento de los datos de
las diversas variables suministradas por la EPF. Y construir un índice abreviado
de bienestar [IAB] que pueda ser calculado a partir del tratamiento de los datos de
las diversas variables suministradas por la EPF.
Marco teórico referencial
Partiendo de la adopción del concepto de bienestar de Vascónez, quien lo considera el “desarrollo de las personas constituido no únicamente de satisfactores
de ‘necesidades’, sino de capacidades y opciones” (Vascónez, s/f, p. 4), en este
apartado se evidenciará cómo pareciera existir un nexo entre las necesidades y
la utilidad en el que las capacidades –definidas por Sen1 – pudieran tener cabida,
considerándolas como bienes, en un sentido amplio del término, o resultar
equivalentes a algunas categorías de las necesidades psicogenéticas. De manera
que la realización de dichas capacidades sea la satisfacción de las necesidades que
reflejan grados de bienestar que pueden deducirse del consumo familiar.
El razonamiento esbozado en el párrafo anterior permitirá fundamentar la metodología de construcción del IAB, a partir de una serie de bienes clave que
representan niveles de satisfacción de necesidades y realización de capacidades,
e identificarían el grado de bienestar de una colectividad en un determinado
momento.
La utilidad es el concepto generalmente usado para referirse al beneficio que se
percibe recibir con el uso de los bienes. En este análisis del bienestar asumiremos
la noción de utilidad como satisfacción de las necesidades, siguiendo el razonamiento de Toro Hardy (1993, p. 157), quien afirma que la utilidad “no es otra
cosa que la capacidad que un individuo asigna a un bien para satisfacer una
necesidad específica en un momento dado”.
1
Para la definición de capacidades, ver Sen (2000, p. 99).
María L. Campos U., Juan C. Ruiz G. / Propuesta de un índice de bienestar a partir de datos…
67
Bajo las premisas expuestas anteriormente, consideramos que un aumento del
bienestar corresponde a un aumento de la utilidad debido a una mayor satisfacción de las necesidades, por lo que conviene aclarar el fundamento de este
último concepto:
La noción de necesidad se ha ampliado y lo que se entiende por ella ha dejado
de ser lo estrictamente indispensable o necesario para la subsistencia, dando
espacio a lo deseado más allá de lo imprescindible (Casas, Cortés y Gamboa,
2001). Esta ampliación es favorable al momento de establecer grados de bienestar,
pues, dado que la noción de bienestar está asociada a la de utilidad y esta última
se refiere a la satisfacción de las necesidades, una acepción restrictiva de la
necesidad como “lo indispensable para vivir” conllevaría una concepción del
bienestar limitada, que consideramos insuficiente a los fines de este estudio.
Coincidimos con Guerrero (2007, p. 5), quien considera que las necesidades
humanas dependerían de la voluntad de las personas y las define como “las
carencias que experimentan las familias para alcanzar el estándar o nivel de
vida con que sus integrantes aspiran a desenvolver sus existencias”. En dicha
aspiración pareciera verse reflejada la noción de libertad de Sen, quien más allá
de lo que la persona puede hacer, atribuye importancia a lo que la persona
quiere o valora hacer.
Sin embargo, no debe intercambiarse la connotaciones de voluntad, libertad o
aspiración que puedan caracterizar a las necesidades humanas con la idea de
que éstas son infinitas y variables, pues en el desarrollo de las teorías sobre
las necesidades humanas existe una importante corriente de pensamiento que las
considera finitas y representadas por un conjunto básico de necesidades, que
pueden clasificarse, según su origen, en biogenéticas y psicogenéticas (e.g. Henry
Murray2, Abraham Maslow3, Max-Neef, Elizalde y Hopenhayn4). De manera que
aceptaremos los postulados de invariabilidad y finitud de las necesidades humanas de Max-Neef, Elizalde y Hopenhayn (1986).
Es importante señalar que no deben confundirse las necesidades con los bienes,
atendiendo a Guerrero (2007, p. 5), quien advierte “No serían las necesidades
las que cambian según la persona y que crecen con el devenir histórico, sino
los múltiples medios o formas de satisfacerlas”.
Dichos medios no son más que los bienes, ya que conviene recordar que el
significado de “bien” en economía es muy amplio, puesto que “el concepto
Henry A. Murray, “Types of human needs”, en David C. Mc Clelland, Studies in motivation,
Nueva York: Appleton-Century-Croft, 1955.
2
3
Maslow, A. H. (1943). A theory of human motivation. Psychological Review, 50, 370-396.
4
Max-Neef, Elizalde y Hopenhayn (1986).
68
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
teórico se refiere a cualquier cosa, tangible o intangible, que satisfaga alguna necesidad o que contribuya al bienestar de los individuos” (Sepúlveda, 1996, p. 38).
En dicha acepción del término tendrían cabida los bienes primarios que Rawls
define de la siguiente manera:
Los bienes primarios son cosas que se presume que todo ser racional desea
(Rawls, 1978, p. 95).
Los principales bienes primarios a disposición de la sociedad son derechos, libertades, oportunidades, ingreso y riqueza (p. 69).
Teniendo más de estas cosas, se les puede asegurar a los individuos en general
que tendrán mayor éxito en la realización de sus intenciones y en la promoción
de sus fines, cualesquiera que estos fines puedan ser (p. 95).
Consideramos, entonces, que los conceptos propios del enfoque de las capacidades también tendrían cabida dentro de esta acepción amplia del concepto de
bienes, ya que en la referencia al deseo hecha por Rawls, en la primera frase
de esta cita, puede verse reflejado el argumento de valoración usado por Sen
(2000, p. 99) al definir las “funciones” como “cosas que las personas pueden
valorar, hacer o ser”. Dicha consideración se reafirma si, además, pensamos que
los derechos, las libertades y las oportunidades mencionados por Rawls son
componentes que determinan las capacidades, por lo que Sen, inclusive, afirma
que “la capacidad es un tipo de libertad” (p. 100).
De igual forma, la última frase de la cita de Rawls pareciera referirse a una
ampliación de las capacidades que conllevaría un aumento de bienestar, ya que,
según Sen (1985), el bienestar es la capacidad para realizar funciones valiosas.
Si nos preguntamos: ¿Qué es lo que hace valiosas esas cosas?, podríamos responder que son valiosas en cuanto permitan a las personas cumplir con “lo que
para ella [la persona en cuestión] es el plan de vida más racional a largo plazo,
en circunstancias razonablemente favorables” (Rawls, 1978, pp. 95-96). Es decir,
que el bienestar estaría en el cumplimiento de ese plan de vida y todo lo que
favorezca dicho cumplimiento mejora el bienestar, sin importar de que se trate
de la satisfacción de necesidades biogenéticas básicas (como, por ejemplo, estar
libres de morir por inanición) o que se trate de la procura de las capacidades
o libertades según Sen (buscando ser libres para elegir el trabajo que deseamos
realizar, a los gobernantes que nos rijan o si ayudar al prójimo o no); lo que
–en el fondo– equivaldría a buscar la satisfacción de necesidades psicogenéticas
como la autorrealización, la libertad o la participación.
En tal sentido, el concepto de funcionamiento planteado por Salcedo, refiriéndose a “las cosas que las personas logran con sus posesiones y a través de ellas”
(en Casas y otros, 2001, p. 12), también mencionado por Sen (1998), puede
María L. Campos U., Juan C. Ruiz G. / Propuesta de un índice de bienestar a partir de datos…
69
contener en sí mismo el de satisfacción de necesidades y constituye un nexo
más tangible con la idea de bienestar.
De hecho, la idea de funcionamiento se encuentra también en el razonamiento
de Guerrero (2007, p. 9), quien afirma: “El bienestar de las familias no dependería de la posibilidad que tienen de hacer uso de los bienes para satisfacer sus
necesidades, sino del uso que hacen de ellos para resolverlas”.
Si bien es cierto que, debido a las diferencias en las capacidades con las que
cada uno cuenta, las elecciones de personas diferentes determinan diversos
funcionamientos a pesar de contar con la misma cantidad de un bien, resulta
inviable establecer los diferentes matices en el uso que cada hogar puede dar
al consumo de los bienes. Sortearemos esa dificultad postulando un supuesto
de suficiencia: éste establecerá que a través del consumo de determinados bienes
clave, los hogares son capaces de realizar los funcionamientos y satisfacer las
necesidades, razonablemente asociados al uso generalizado de dichos bienes.
Entonces si, por un lado, admitimos que las necesidades humanas pueden resumirse en pocas categorías (tales como subsistencia, afecto, protección, entendimiento, ocio, participación, creación, identidad y libertad) y, por otro lado,
aceptamos la idea de que los bienes son los medios usados por las personas
para satisfacer sus necesidades y herramientas y procurarse bienestar a través
de la realización de los funcionamientos, podríamos afirmar que un mayor
acceso a dichos medios debiera corresponder a un aumento de bienestar para
los individuos; de esta forma, se puede justificar la inclusión del uso o consumo
de determinados bienes en la construcción de indicadores de bienestar.
Lo afirmado anteriormente nos conduce a intentar identificar grupos de “bienes
clave” que den luces sobre el tipo de necesidades o el grado de satisfacción de
éstas que se obtiene con el uso de dichos bienes, para aproximar el bienestar
logrado por quienes los consumen.
Si bien, como interpreta Guerrero (2007), la visión de Sen pareciera reclamar
un imperativo cambio del consumo a las capacidades5 para evaluar acertadamente el bienestar, ya no mediante el uso de bienes solamente, sino a través de
mecanismos y acciones individuales y colectivas, aun dichos mecanismos y
acciones pudieran estar asociados al uso de bienes, cuyo consumo pudieran
registrarse en instrumentos de recolección de información como la EPF y servir
como bienes clave que se refieran a los aspectos del bienestar más difíciles de
registrar. Por ejemplo, el gasto de membresía a asociaciones sin fines de lucro,
de voluntariado, sindicales o políticas son categorías de consumo que pueden
El autor aquí citado llama realizaciones lo que Sen define como capacidades. Optaremos
por este último sustantivo, puesto que es más conocido y difuso y pareciera ser equivalente.
5
70
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
interpretarse como reflejo de acciones individuales o colectivas que se asocian
a la búsqueda de satisfacción de necesidades de participación, que de lograrse
procuraría bienestar.
Los bienes clave serán aquellos cuyo uso y consumo pueda reflejar mejor, en
un determinado entorno, la búsqueda de satisfacción de las necesidades y realización de funcionamientos que procuran el bienestar de quienes se desenvuelven en ese mismo entorno. Consideramos que este tipo de bienes debiera ser
el foco de la definición de un buen indicador de bienestar y por esta razón la
definición de los bienes clave para el caso venezolano estará al centro de
la definición del IAB propuesto en esta investigación.
Entre los bienes clave tienen cabida aquellos de carácter público como privado
e inclusive bienes libres, sin menoscabo de aquellos medios que, según Guerrero
(2007, p. 5), “sirven para satisfacer necesidades colectivas y que no pueden
realizarse sin el concurso de los demás”, entre los cuales estarían también las
acciones de la sociedad civil y el Estado que ese mismo autor menciona.
Admitiendo que el bienestar de las personas depende del conjunto de funcionamientos que consiga (según su conjunto de capacidades), habría que advertir
que un índice de bienestar representa sólo una aproximación del mismo. Dicha
dificultad es inevitable, debido a que las capacidades son un concepto más
amplio que el de consumo de bienes, pues se refieren a lo que el individuo
pudiera hacer con dichos bienes, independientemente de que lo haga o no
(Gamboa y Cortés, 1999).
El enfoque de las capacidades conlleva un concepto de bienestar más ampliamente definido y conocido como well-being en lugar de welfare. Bajo esta nueva
visión ampliada, el well-being tiene en cuenta aspectos que suponen comparaciones interpersonales y cuenta con elementos que no es posible cuantificar
sino solamente aproximar; por ejemplo, un aumento en las libertades individuales
conllevaría un aumento de well-being, sin embargo, esta dimensión del bienestar
puede sólo aproximarse observando atributos como la igualdad de derechos,
los controles institucionales sobre las decisiones personales, etcétera.
Metodología
Datos
El estudio se basó en los datos suministrados por los formularios de la tercera
Encuesta de Presupuesto Familiar [IIIº EPF] proporcionada por el Banco Central
de Venezuela, correspondiente al año 2005. Dicha encuesta consta de nueve
cuestionarios que registran información sobre las características de las unidades
básicas de muestreo, características de la vivienda, características generales del
hogar, gastos diarios del hogar, gastos diarios personales, gastos mensuales,
María L. Campos U., Juan C. Ruiz G. / Propuesta de un índice de bienestar a partir de datos…
71
gastos trimestrales y anuales, ingresos y producción por trabajo independiente,
micronegocio o finca agrícola, aplicada en una muestra de 8.281 viviendas,
equivalentes a 8.439 hogares. Estos últimos constituyen la unidad de análisis
definida para este estudio, entendido de la siguiente forma:
Un hogar está constituido por un conjunto de personas que comparten o dependen
de una bolsa o fondo común para sus gastos o como mínimo para el gasto en
alimentación y que han residido en la misma vivienda la mayor parte de los últimos
seis meses o manifiestan tener intención de fijar allí su residencia (Meza, 2000).
De tal manera que todos los datos usados para el diseño de los índices y modelos que se presentan, se refieren a los hogares así definidos.
Criterios para el diseño del IAB
Para la construcción del IAB, la fuente de información escogida fue vinculante
y condujo a una medida del bienestar que, necesariamente, hace referencia al
consumo de bienes. Sin embargo, no queremos centrarnos en una definición
economicista de los niveles de vida, sino más bien deducir otros componentes
del bienestar que pudieran dar luces sobre las necesidades que se procuran
satisfacer, algunas funciones que se buscan realizar y la posible ampliación de
las capacidades; todos éstos, aspectos que no pretenden ser identificados con las
medidas usadas para introducirlos en el índice, sino inferidos de ellas.
Buena parte de la información usada para la elaboración de los índices parciales
que constituyen el IAB, se refiere al gasto corriente de las familias, atendiendo
a la conclusión de Ruiz (2003), quien considera que ésa es la variable útil para
calcular un índice del bienestar mejor estimada en la EPF y argumentando que,
en caso de que los hogares suavicen su flujo de consumo a lo largo del tiempo,
el gasto corriente es el valor que aproximaría –conceptualmente– mejor el consumo permanente del hogar que, a su vez, es considerado una de las mejores
maneras de aproximar el bienestar del hogar.
Consideramos que para hablar de bienestar debe asegurarse un estado mínimo
de satisfacción de las necesidades biogenéticas más imperantes, por debajo del
cual se estaría en un estado de carencia que impediría alcanzar bienestar; por
esta razón algunos subíndices del IAB representan valores relativos que reflejan
la relación cuantitativa entre la situación que constituye la satisfacción mínima
de la necesidad y la situación real registrada en la EPF. Por ejemplo: en el coeficiente de cobertura de la canasta básica de alimentos, ilustrado en el cuadro 2,
se quiere reflejar el grado de bienestar que derivaría de poder consumir alimentos en mayor cuantía o mejor calidad que los que se consideran los
mínimos necesarios de subsistencia, identificado en este caso con la canasta
básica normativa.
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
72
Aceptando la idea de Max-Neef y otros (1986, p. 26) acerca de la interdependencia que existe entre las diferentes necesidades humanas y entendiéndolas
“como un sistema en que las mismas se interrelacionan e interactúan”, también
se incluyeron subíndices para reflejar las satisfacción de necesidades psicogenéticas, algunas de las cuales parecieran reforzar las capacidades y libertades
en el sentido de Sen como, por ejemplo, las necesidades de seguridad y ocio.
En el intento de introducir las capacidades que, favoreciendo la realización
de determinadas funciones son potencialmente generadoras de bienestar, se
consideró conveniente incluir variables asociadas a la educación y la información, ya que ambas cosas aumentan, en principio, las capacidades, como
lo esboza Sen (1997, p. 1961) al mencionar la educación como variable que
influye causalmente en las libertades de las que las personas efectivamente
logra tener realmente.
Conscientes de que a mejores niveles de nutrición, menor propensión a sufrir
enfermedades, gozar de mayor autoestima, mayor calidad ambiental y mayor
participación en la vida comunitaria, podría repercutir de forma importante en
un aumento del bienestar (Casas y otros, 2001), se consideró conveniente establecer algunos bienes clave registrados en la EPF, cuyo consumo pueda asociarse
a estos aspectos del bienestar.
Para la elaboración del IAB se tomó como referencia la fórmula del índice de
condiciones de vida [ICV] realizado por el BCV para medir el bienestar generado
por los programas sociales del Estado venezolano, debido a que el ICV usa una
metodología sencilla de comprender y similar a la utilizada por el PNUD para
la estimación del índice de desarrollo humano [IDH], generalmente aceptado
como medida de bienestar alternativa a otras formas economicistas o subjetivas
de medición.
El ICV considera tres dimensiones incluidas en el IDH (salubridad, educación e
ingreso), para las cuales identifican indicadores que calculan índices parciales
por cada dimensión del bienestar que desea medirse ([1]) y que son luego promediados para obtener el ICV ([2]) que tiene un rango de 0 a 100. En función
de los valores del ICV, el BCV define una escala de cinco categorías de niveles
de vida. Dicho índice se muestra en las siguientes ecuaciones:
ICV de la dimensión j en el hogar i=
ICV=
(Valor en el hogar i - Valor mínimo de referencia)
[1]
(Valor máximo de referencia - Valor mínimo de referencia)
(Subíndice de salubridad + Subíndice de educación + Subíndice de ingreso)
3
[2]
María L. Campos U., Juan C. Ruiz G. / Propuesta de un índice de bienestar a partir de datos…
73
De manera similar al ICV, el IAB propuesto en esta investigación resultará un
promedio aritmético de tantos índices parciales cuantas dimensiones de necesidades sea posible deducir razonadamente, a partir de la información disponible
a través de los cuestionarios de la III° EPF. Asimismo, el IAB será compuesto
por subíndices adimensionales, cuyo valor absoluto oscilará entre 0 y 1, siendo
cero (0) el valor más bajo, equivalente a niveles de satisfacción de necesidades
que no superan los valores mínimos de referencia, y uno (1) equivalente al nivel
en que la satisfacción de la necesidad equivale a la más alta registrada en ese
período; en los casos en que se asignó valor negativo al subíndice, los valores
se interpretan de forma inversa. En todo caso, una especificación más precisa
de los subíndices puede observarse en el cuadro 1.
Procedimiento
Operacionalización de variables
- Un aumento del bienestar corresponde a un aumento de los funcionamientos
que, en todo caso, conlleva una mayor satisfacción de las necesidades.
- La manifestación de dichas necesidades está asociada a la forma en que las
personas desean desenvolver su vida y que las capacidades de las personas
median en la posibilidad de satisfacer esas necesidades.
- Supuesto de suficiencia, según el cual a través del consumo de determinados
bienes clave los hogares son capaces de realizar los funcionamientos y satisfacer las necesidades, que son razonablemente asociados al uso generalizado
de dichos bienes.
Se hizo un análisis de los cuestionarios de la III° EPF venezolana para identificar
información de la que se pudiera inferir consumo de bienes clave asociados a
la satisfacción de las categorías de necesidades según Max-Neef et al. (1986) y la
ampliación de las capacidades.
Según las características de la información disponible en la IIIº EPF, algunos
subíndices parciales fueron construidos para que éstos reflejaran la satisfacción
de necesidades; a éstos le llamaremos indicadores directos de satisfacción [IDS].
Otros subíndices parciales tuvieron que construirse para evidenciar una insatisfacción de las necesidades, es decir, que cuanto mayor fuese su valor, menos
satisfecha se encontraría la necesidad correspondiente. Éstos serán llamados
indicadores inversos de satisfacción [IIS], en cuyo caso serán restados al momento
de calcular los promedios de los subíndices parciales y así obtener los índices
parciales de bienestar. Entre los IIS se encuentran el hacinamiento, el uso de
bienes para el resguardo físico, el padecimiento de discapacidades y el analfabetismo. Seguidamente se presenta un cuadro resumen de las variables e
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
74
indicadores que se utilizaron para reflejar las dimensiones del bienestar incluidas
en el IAB (cuadro 1).
Cuadro 1.
Esquema de operacionalización de las variables asociadas al bienestar
DimensiónVariable Indicador
del bienestar
Dato
(Subíndice - parcial)
Alimentación Consumo
de alimentos
Coeficiente de cobertura de la canasta
básica de alimentos (Sa1)
Frecuencia
de alimentación
Coeficiente de frecuencia de alimentación (Sa2)
Satisfacción
Vivienda
necesidad
Disposición
de vivienda
Condiciones de ocupación de la vivienda (Sv1)
de
Hacinamiento (-)
subsistencia
Metros cuadrados por personas que ocupan la casa (NI)
Agua potable, electricidad, disposición de aguas
servidas (NI)
Ambiente
Acceso a servicios
básicos
Recolección aseo
(NI)
sano
Acceso a servicio
de eliminación
de excretas
Vivienda que dispone del servicio
de aguas negras (Sas2)
Acceso a servicios
de salud integral
Cobertura de sistemas
de previsión social (Ss1)
Atención
a la salud
Satisfacción
Compañía Personas que viven
N° hogares de más de una persona (NI)
de necesidad
acompañadas
de afecto
Satisfacción
Seguridad
de necesidad fisica
de seguridad
Consumo de bienes
o servicios para el
resguardo físico (-)
Gasto totales en alarmas,
servicios de vigilancia y otros (Pf1)
o protección
Empleo
Tasa de protección fmiliar (Pe1)
Padecimiento de
discapacidades (-)
Tasa de autonomía por hogar (Pa1), NI .
Seguridad
económica
Autonomía
Satisfacción
Educación
de necesidad de
Analfabetismo (-)
Tasa de analfabetismo del hogar (ECe1)
Nivel de estudios
Nivel de estudios promedio por hogar (ECe2)
entendimiento Capacitación Formación
y/o aumento
extracurricular
Tasa de gastos asociados a inscripción
en educación extracurricular (ECc1)
de las
Información Acceso a medios
capacidades
de información
Tasa de acceso a Internet (ECi1)
María L. Campos U., Juan C. Ruiz G. / Propuesta de un índice de bienestar a partir de datos…
75
Satisfacción
Tiempo
Disponibilidad
Coeficiente de tiempo libre (Oo1)
necesidad
para el ocio
de tiempo libre
de ocio
Recreación
Consumo de bienes Tasa de gastos asociados a actividades
asociados a
recreativas y deportivas (Oo2)
actividades
recreativas
Satisfacción
Ciudadanía y/o
responsabilidad
de necesidades
de participación
social
Actividades de
voluntariado
Actividades
asociativas
Tasa de contribución a asociaciones
sin fines de lucro (PAcr1)
Tasa contribución a afiliación
a asociaciones sindicales y políticas (PAcr2)
Satisfacción
Actividades
Consumo de bienes Se asumen como incluidos en gastos
de necesidad
culturales
y servicios culturales asociados a actividades recreativas
de creación
y deportivas (NI)
Satisfacción
de necesidad
de identidad
Registro
de identidad
Documentación
de identidad
Disposición de documentación de identidad (NI)
Satisfacción
de necesidades
de libertad
NI
NI
NI
NI: No se incluyó en el índice.
(-) Indica que la variable refleja una insatisfacción de la necesidad respectiva.
Definición de subíndices de bienestar
A continuación se explicará brevemente la manera en que se definieron los
subíndices parciales que resultaron de la operacionalización de las dimensiones
del bienestar, construidas a partir de la axiología propia de las necesidades
humanas de Max-Neef y otros (1986). Sin embargo, es preciso advertir que los
aspectos inherentes a la dimensión del bienestar relacionados con la necesidad
de afecto se obvió del análisis, por no lograrse un consenso sobre el indicador
adecuado para representar variables como compañía, atención, etcétera, que
fueron planteadas como sus satisfactores.
Del mismo modo, las necesidades de creación, identificación y libertad no fueron
incluidas por considerarse que ninguno de los datos suministrados por la IIIº
EPF constituía un buen indicador de las variables identificadas para dichos aspectos; sin embargo, debe aclararse que las variables de educación, capacitación
e información –que se señalan como satisfactores de la necesidad de entendimiento– se consideran potenciales satisfactores de las necesidades de creación
y de libertad, por lo que fueron identificados también como representativos de
la dimensión del bienestar “aumento de capacidades” (cuadro 1).
76
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
Satisfacción de necesidad de subsistencia. Dado que se disponía de datos sobre
el gasto en consumos de alimentos y bebidas no alcohólicas, para identificar la
adecuada alimentación se definió un coeficiente de cobertura de la canasta
básica de alimentos (Sa1), que representa en qué proporción la familia excede
(o está en déficit) respecto a la canasta básica. Entonces, suponiendo que la
familia exceda el gasto de la canasta básica, eso podría indicar que consume
mayor cantidad de bienes del mismo precio de los bienes de la canasta básica
o la misma cantidad de bienes a un precio mayor, que debiera reflejar una calidad mayor, por la cual la familia está dispuesta a pagarlos más caros. Ese primer
coeficiente se complementó con otro que refleja la frecuencia de alimentación
(Sa2), que asume que una familia está tanto mejor (peor) cuanto más excede
(está en déficit) el número mínimo de una comida ingerida al día.
Se incluyó un subíndice parcial para determinar la disponibilidad de la vivienda
(Sv1), cuyas categorías corresponden a las definidas por la EPF y que representa
la medida en la cual se tiene cubierto el nivel óptimo de ocupación. Este último
fue identificado con la categoría “vivienda propia”, que es la que asegura que
la necesidad está satisfecha de manera autónoma en el largo plazo. Sin embargo,
puesto que el régimen de tenencia de la vivienda no indicaba nada sobre las
condiciones de la misma, se incluyó un subíndice sobre la disponibilidad de
servicio de eliminación de excreta (Sas2), que sirve para dilucidar si la vivienda
posee una condición mínima de satisfacción de la necesidad de vivir en un
ambiente sano.
Se consideró indispensable determinar una medida de la cobertura de atención
a la salud (Ss1), que permitiera deducir si las personas pueden enfrentar eventuales problemas de salud que le impedirían alcanzar un estado de bienestar.
Si bien existen varios sistemas de cobertura de salud, se decidió establecer como
criterio mínimo de bienestar el estar cubierto por al menos uno de los sistemas
disponibles. Debido a que no existe una interpretación unívoca sobre qué implicaciones tendría el hecho de que las personas estén cubiertas por más de un
sistema de previsión, podría indicar que están sobreprotegidas –por lo que este
aspecto del bienestar estaría garantizado– o que se ven en la necesidad de cubrir
su necesidad con más de un sistema, porque cada uno por separado no es
suficiente.
Satisfacción de necesidad de seguridad. Contempló inicialmente tres aspectos:
el de la seguridad física, económica y la autonomía (Pa1); sin embargo, este último aspecto no pudo cubrirse porque la información solicitada en los cuestionarios de la IIIº EPF no podía interpretarse como declaración de incapacitación
por parte de los informantes.
Para revelar la variable de seguridad física, se escogió determinar un subíndice
parcial inverso del gasto total en alarmas, servicios de vigilancia y otros referidos
María L. Campos U., Juan C. Ruiz G. / Propuesta de un índice de bienestar a partir de datos…
77
al resguardo físico de los bienes y los integrantes de los hogares (Pf1), puesto
que dichos datos podían interpretarse como una acción preventiva ante la percepción de inseguridad, que es contraria a la de seguridad física.
En relación con la seguridad económica, se decidió establecer una tasa de protección familiar (Pe1), indicadora de qué proporción de los miembros del hogar
trabaja. Se estableció ese nombre, puesto que, a diferencia de la tasa de empleo,
incluye a los miembros del hogar que no son económicamente activos y no
reciben subsidios del Estado, los cuales debieran encontrar sustento en la red
familiar que los cobija.
Satisfacción de necesidad de entendimiento. Contempla las variables de educación, capacitación e información y es considerada, también, un potencial determinante de un aumento de las capacidades.
La dimensión de educación se derivó de un subíndice parcial inverso del analfabetismo del hogar (ECe1), puesto que se consideró la imposibilidad de lectura
y escritura como desventaja y dificultad severa para la satisfacción de la necesidad de entendimiento.
Se identificó el ámbito formal de la educación, estableciendo una tasa promedio
del nivel de estudios alcanzado en el hogar (ECe2), para la que se ponderaron
los niveles de estudio obtenido de manera creciente y en función del número de
años, complejidad y tipo de programa. Es pertinente aclarar que en el caso
de las misiones, si bien éstas pueden tratarse de alfabetización o diferentes
niveles de educación media y diversificada, se le adjudicó un valor menor a esos
mismos niveles adquiridos en los programas regulares, puesto que dichos programas fueron diseñados para reinsertar en la educación formal a personas
que no la recibieron en edad escolar adecuada o que desertaron de la misma,
por lo que aun habiendo logrado el correspondiente grado de estudio, probablemente perdieron oportunidades y se encuentran en desventaja respecto a
su generación.
Para incluir la dimensión informal de la educación se incluyó una tasa de gastos
asociados a inscripción en educación extracurricular (cursos) (ECc1), considerando
que ésta reflejaría la búsqueda y probable logro de mayores experticias en
ámbitos diversos a los escolares.
Puesto que antes de comprender es necesario conocer, consideramos que el
acceso a la información es fundamental para satisfacer la necesidad de entendimiento, por lo que se completó esta necesidad con una tasa de acceso a Internet
(ECi1), que supone que cuanto mayor son los gastos dedicados a dicha actividad,
mayor es la información de la que puede disponerse, de forma rápida. Este
medio pareciera ser hoy mucho más accesible y difundido al momento de hacer
investigaciones, respectos a otros como la compra o consulta en las bibliotecas
78
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
públicas de revistas o libros, debido a su mayor posibilidad de actualización
constante, rapidez y facilidad de acceso.
Satisfacción de necesidad de ocio. Ésta se dedujo del tiempo libre de trabajo
para poder realizar actividades recreativas, determinado por un coeficiente de
tiempo libre (Oo1), y por los gastos incurridos al realizarlas, por medio de una
tasa de gastos asociados a actividades recreativas y deportivas (Oo2). Vale la pena
aclarar que, si bien las actividades deportivas podrían contener aspectos del
bienestar derivados, por ejemplo, de los beneficios sobre la salud o del contenido creativo de algunas actividades artísticas recreacionales, se asumió que
en todo caso contienen un elemento de satisfacción que implica el disfrute
propio del ocio.
Satisfacción de necesidades de participación. Se asoció a las actividades que
manifestaran el ejercicio de una ciudadanía activa y que implicara asociación
para el bien común, por lo que se incluyeron una tasa de contribución a asociaciones sin fines de lucro (PAcr1), en cuyo caso la actividad reflejaría un matiz
altruista o solidario, y una tasa de contribución a afiliación a asociaciones sindicales y políticas (PAcr2) para reflejar iniciativas en actividades de interés profesional o ciudadano que, por su carácter reivindicativo, pudieran reflejar la
búsqueda de satisfacción de otras necesidades como la de libertad o identidad,
si se buscara el reconocimiento de una condición existencial de género o
profesional.
Resultados
Índices parciales de bienestar
Una vez identificadas las necesidades consideradas como dimensiones del bienestar y diseñados los diferentes subíndices parciales que podían obtenerse de
datos contenidos en los cuestionarios de la IIIº EPF, los mismos fueron identificados con siglas que hacían referencia a las respectivas necesidades cuya satisfacción reflejaban, como puede verse en el cuadro 2.
De tal manera que los subíndices identificados con la letra “S” se referían a la
necesidad de subsistencia, en sus aspectos de alimentación (Sa1 y Sa2), vivienda
(Sv1), ambiente sano (Sas2) y salud (Ss1); los indicados con la letra “P” se referían
a la necesidad de seguridad o protección, en sus dimensiones física (Pf1) y económica (Pe1); los subíndices identificados con la sigla “EC” se referían a la necesidad de entendimiento y la ampliación de capacidades, en sus ámbitos educativos
(ECe1 y ECe2), de capacitación (ECc1) e información (ECi1); aquellos identificados con
la letra “O” se referían a la necesidad de ocio, en los aspectos referidos con el
tiempo libre (Oo1) y a la recreación (Oo2) y, finalmente, los subíndices identificados
con la sigla “PA” se referían a la necesidad de participación, en los ámbitos del
ejercicio de la ciudadanía y la responsabilidad social (PAcr1 y PAcr2).
María L. Campos U., Juan C. Ruiz G. / Propuesta de un índice de bienestar a partir de datos…
79
Cuadro 2.
Leyendas y fórmulas por datos del IAB
Subíndice parcial
Leyenda
Coeficiente
de cobertura
de la canasta básica
de alimentos (Sa1)
GAi: Total gasto mensual por alimentos del hogar i
GAi – CA
CA: Valor de la canasta alimentaria
S a1 =
[3]
GAmáx: Gasto mensual por alimentos
GAmáx – CA
máximo registrado
Coeficiente
de frecuencia
de alimentación (Sa2)
TCi: Total comidas diarias promedio
realizadas por el hogar i
1: comida diaria mínima
TCmáx: Total comidas diarias promedio
máxima registrada
Condiciones
de ocupación
de la vivienda (Sv1)
COi: código de ocupación de la vivienda del hogar i
Propia =3
Alquilada =2
Sv1 =
Ocupada =1
No dispone = -3
Vivienda que
CSi: código de servicio de la vivienda del hogar i
dispone del
Dispone del servicio =1
servicio
En otros casos =-1
de aguas negras (Sas2)
6
Fórmula
COi
CPSm: cobertura de previsión social
del miembro m de la familia i
Está amparado =1
No está amparado =-1
MT1: N° miembros del hogar i
Gastos totales6
en alarmas,
servicios
de vigilancia
y otros (Pf1)
GST: Total gastos seguridad del hogar i
GSmin: Gasto de seguridad mínimo registrado
GSmax: Gasto de seguridad máximo registrado
–Pf1 =
Tasa de
protección
familiar (Pe1)
ME1: N° miembros empleados del hogar i
MT1: N° miembros del hogar
Pe1 =
Tasa de
autonomía
por hogar (Pa1)
MD1: N° de discapacitados del hogar i
MPEA: N° de miembros del hogar
económicamente activos
Pa1 = 1
MD = 0
Tasa de
analfabetismo
del hogar (ECe1)
MAni: N° miembros analfabetos del hogar i
MTi: N° miembros del hogar i
Ss1 =
[6]
S CPS
mi
MT1
(GSTi – GSmin)
GSmax – GSmin
MEi
MTi
– Pa1 =
– ECe1 =
MDi
MPEA
MAni
MTi
[4]
[5]
3
Sas2 = CSi
Cobertura
de sistemas
de previsión
social (Ss1)
Referido al período de recolección de la EPF.
TCi – 1
TCmáx – 1
S a2 =
[7]
[8]
[9]
[10]
[11]
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80
Nivel de
estudios
promedio
por hogar (ECe2)
PNEi: Promedio de códigos de nivel de estudio del hogar i
6: Código máximo nivel de estudio
Sin nivel = -6
Preescolar = 0
ECe2 =
Misiones = 1
Básico = 2
Diversificado =3
TSU = 4
Universitario = 5
Posgrado = 6
Tasa de gastos
asociados a
inscripción
en educación
extracurricular
(ECc1)
GCTi: Gastos matrícula de inscripción a cursos
y otras actividades extracurriculares del hogar i
GCmin Gasto matrícula de inscripción a cursos y otras
ECc1 =
actividades extracurriculares mínimo registrado
GCmax: Gasto matrícula de inscripción a cursos y otras
actividades extracurriculares máximo registrado
Tasa de acceso
a Internet (ECi1)
GITi: Gastos suscripción al servicio de Internet
y Servicio de Internet por hora del hogar i
GImin Gasto suscripción al servicio de Internet
Servicio de Internet por hora mínimo registrado
GImax: Gasto suscripción al servicio de Internet
Servicio de Internet por hora máximo registrado
ECi1 =
Coeficiente
de tiempo
libre
(Oo1)
MaxHT: Máximo normativo de horas
de trabajo semanal7
HTi: Promedio total horas semanales
trabajadas por el hogar i 8
Oo1 =
Tasa de asociados GRi: Gastos asociados a actividades recreativas
a actividades
y deportivas del hogar i
recreativas y
GRmin: Gastos asociados a actividades recreativas
deportivas (Oo2) y deportivas mínimo registrado
GRmax: Gastos asociados a actividades recreativas
y deportivas máximo registrado
Tasa de
contribución
a asociaciones
sin fines
de lucro (PAcr1)
Oo2 =
GDi : Gastos donaciones a instituciones
sin fines de lucro del hogar i
GDmin : Gastos donaciones a instituciones sin fines
PAcr1 =
de lucro mínimo registrado
GDmax : Gasto donaciones a instituciones
sin fines de lucro máximo registrado
PNEi
6
GCTi – GCmin
GCmax – GCmin
GITi – GImin
GImax – GImin
MaxHT – HTi
MaxHT – HTmin
GRi – GRmin
GRmax – GRmin
GDi – GDmin
GDmax – GDmin
[12]
[13]
[14]
[15]
[16]
[17]
La norma venezolana establece un máximo de 44 horas semanales por persona, por lo
que MaxHT = 44* ME.
7
8
HT = ∑horas semanales trabajadas por miembro empleado / MPEA.
María L. Campos U., Juan C. Ruiz G. / Propuesta de un índice de bienestar a partir de datos…
Tasa de
contribución
a afiliación
a asociaciones
sindicales
y políticas
(PAcr2)
GAAi: Gastos afiliación a asociaciones
sindicales y políticas del hogar i
GAAmin: Gastos afiliación a asociaciones
sindicales y políticas mínimo registrado
GAAmax: Gasto afiliación a asociaciones
sindicales y políticas máximo registrado
PAcr2 =
GAAi – GAAmin
GAAmax – GAAmin
81
[18]
Los índices parciales de bienestar se obtuvieron calculando la media aritmética
de los respectivos subíndices parciales de subsistencia, protección, entendimiento,
ocio y participación; a través de las fórmulas que se muestran a continuación:
Índice parcial de bienestar derivado de la necesidad de subsistencia:
[ 19 ]
Índice parcial de bienestar derivado de la necesidad de seguridad o protección:
[ 20 ]
Índice parcial de bienestar derivado de la necesidad de entendimiento:
[ 21 ]
Índice parcial de bienestar derivado de la necesidad de ocio:
[ 22 ]
Índice parcial de bienestar derivado de la necesidad de participación:
[ 23 ]
NSP = Número de subíndices parciales
Los índices y subíndices descritos hasta ahora se adjetivan “parciales”, puesto
que reflejan sólo el grado de satisfacción de un aspecto constitutivo del bienestar
(en el caso que se trate de índices) o una dimensión de la necesidad respectiva (en
el caso que se trate de subíndices). Dichos índices podrían calcularse también
de forma desagregada para cada hogar, conduciendo a un IAB por hogar.
82
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
Índice abreviado de bienestar
El índice que presentamos a continuación se denomina índice abreviado de
bienestar [IAB] para evidenciar, por un lado, que no pretende reflejar todas
dimensiones del amplio concepto de well-being, sino sólo las que pueden deducirse del consumo de los bienes clave identificados en la III EPF; y, por otro
lado, para subrayar que la cantidad y complejidad de cálculos que se requieren
para obtenerlo son relativamente bajos.
[ 24 ]
NIP = Número total de índices parciales
Conclusiones y recomendaciones
El objetivo que planteaba el presente estudio fue proponer un índice de bienestar
que pudiera ser calculado haciendo uso de diversas variables suministradas por
la EPF para el caso venezolano. Durante el análisis preliminar del marco referencial se evidenció la necesidad de proponer un índice alternativo al índice
presentado por el Banco Central que hace uso de los datos de la EPF (ICV), ya
que, por un lado, éste ICV incluye sólo tres dimensiones del desarrollo humano
(salubridad, educación e ingreso), obviando indicadores de las capacidades que
se consideran fundamentales para el concepto de bienestar, como lo son las
necesidades de participación, ocio y protección.
El análisis teórico de las visiones sobre el bienestar de diferentes autores condujo
a la adopción de una perspectiva del bienestar propia basada en las necesidades,
que supera las dificultades inherentes a la aplicación del concepto de utilidad
en la medición del bienestar e incorpora algunos elementos de la visión amplia
de funciones y capacidades propuestos por Amartya Sen, excluyendo los ingresos
por considerar, que no contribuyen de manera significativa a esta nueva perspectiva y pudieran generan distorsiones conceptuales al IAB.
Se definió el concepto de bienes clave como aquellos bienes que representan
niveles de satisfacción de necesidades y realización de capacidades, que identifican el grado de bienestar de una colectividad en un determinado momento,
sosteniendo la tesis de que ese tipo de bienes debiera ser el foco de la definición
de un buen indicador de bienestar.
Se identificaron los siguientes bienes clave en la información solicitada en los
cuestionarios de la IIIº EPF: alimentos y bebidas no alcohólicas consumidas,
bienes y servicios de seguridad, cursos y otras actividades extracurriculares,
suscripción al servicio de Internet y servicio de Internet por hora, actividades
recreativas y deportivas, afiliación a asociaciones sindicales y políticas.
María L. Campos U., Juan C. Ruiz G. / Propuesta de un índice de bienestar a partir de datos…
83
Los datos proporcionados por la EPF venezolana se revelaron útiles para la
construcción de 13 indicadores que permitieron incluir 12 de las 16 variables
identificadas a través de la operacionalización de las necesidades, según MaxNeef et al. (1986).
Los indicadores de hacinamiento, acceso a servicios básicos, recolección de aseo,
personas que viven acompañadas, autonomía y disposición de documentos de
identidad no se incluyeron en el índice por dificultades asociadas a la interpretación del dato obtenido, debidas al formato de las encuestas; por ejemplo, el
indicador consumo de bienes y servicios culturales no se registra directamente,
sin embargo, puede encontrarse incluido parcialmente en algunas categorías de
bienes recreativos.
La necesidad de libertad no pudo ser relacionada con ningún dato obtenido a
través de la IIIº EPF, mientras que para el caso de la autonomía, dada la redacción del ítem de la encuesta relativo, no se pudo establecer si la respuesta
reflejaba de forma unívoca la existencia de una discapacidad permanente (que
se pretendía interpretar como falta de autonomía).
En todo caso, el índice que resulta de esta investigación, debe considerarse como
una aproximación inicial de una medida del bienestar para el caso venezolano y
no como una medida concluyente, por lo que, a futuro, se pretende probarlo,
obteniendo su valor numérico y comparando los resultados de su aplicación a
la IIIº EPF con los resultados de estimaciones obtenidas con la IV EPF.
En futuras investigaciones podría evaluarse la posibilidad de ponderación de
los índices parciales propuestos en el IAB a través de sustentos teóricos sobre
la jerarquía de las necesidades o prioridad en las capacidades de una determinada población.
El IAB podría usarse como base para una medida representativa del país, haciendo uso de los factores de expansión diseñados por el BCV para la EPF para
obtener estimadores de parámetros poblacionales a partir de la muestra seleccionada. De manera que, así como se puede obtener un índice de bienestar para
cada uno de los hogares muestreados, haciendo uso de los factores de expansión,
se puede extender dicho índice para un grupo de hogares de la población total,
representados por un hogar elegido en la muestra, siendo útil el IAB como criterio
clasificador de todos los hogares venezolanos, según su nivel de bienestar.
84
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
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Revista BCV • Vol. XXIV, N° 2, Caracas, julio-diciembre 2010, pp. 87-103 • ISSN: 0005-4720
Comparación de la inflación
en las principales ciudades de Venezuela
mediante un modelo de factor dinámico
Acosta
Barráez
Alí Antonio Acosta Hernández1
Daniel Barráez Guzmán2
Resumen
En este trabajo se comparan los procesos inflacionarios en las principales
ciudades de Venezuela mediante un modelo de factor dinámico de Stock y
Watson. El modelo estima con métodos bayesianos dos componentes para
cada serie de inflación: un factor dinámico que explica el comportamiento
común presente en todos los procesos inflacionarios, y otro que captura el
comportamiento idiosincrático de cada proceso. Los resultados obtenidos con
esta metodología señalan que los procesos inflacionarios de las principales
ciudades son muy similares entre sí; el factor dinámico es el determinante del
comportamiento de las series de inflación. Estos resultados son cónsonos con
la teoría económica.
Palabras clave: Inflación / Modelo de factor dinámico / Estimación bayesiana
Código JEL: E31, C11, C32
Licenciado en Matemáticas de la Universidad de Carabobo, Estadístico del Departamento
de Modelos Económicos del Banco Central de Venezuela. Correo electrónico: aliacost@
bcv.org.ve.
1
Doctor y Licenciado en Matemáticas de la Universidad Central de Venezuela, con posdoctorado
en la Université de Paris Sud, Francia. Profesor del posgrado en Matemáticas y del posgrado en
Modelos Aleatorios de la Universidad Central de Venezuela. Jefe del Departamento de Modelos
Económicos del Banco Central de Venezuela. Correo electrónico: [email protected].
2
Las opiniones expresadas en este trabajo son responsabilidad exclusiva de los autores y no
comprometen al Banco Central de Venezuela. Los autores agradecen los comentarios de Zany
Fermín; por supuesto, todos los errores y omisiones son nuestros.
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
88
Abstract
In this paper we compare the inflation processes in the major cities of Venezuela by a dynamic factor model of Stock and Watson. The model estimates
with bayesian methods two components for each inflation series, a dynamic
factor that explains the common behavior present in all inflationary processes,
and one that captures the idiosyncratic behavior of each process. The results
obtained with this methodology show that the inflationary processes in major
cities are very similar, the dynamic factor is the determinant of inflation series.
These results are consistent with economic theory.
Key words: Inflation / Dynamic factor model / Bayesian estimation
JEL code: E31, C11, C32
Resumo
Neste trabalho se comparam os processos inflacionários nas principais cidades
da Venezuela mediante um modelo de fator dinâmico de Stock e Watson. O
modelo estima com métodos bayesianos dois componentes para cada série
de inflação, um fator dinâmico que explica o comportamento comum presente em todos os processos inflacionários, e outro que captura o comportamento idiossincrático de cada processo. Os resultados obtidos com esta
metodologia confirmam que os processos inflacionários das principais cidades
são muito semelhantes entre sim, o fator dinâmico é o determinante do comportamento dos grupos de inflação. Estes resultados são congruentes com a
teoria econômica.
Palavras chave: Inflação / Modelo de fator dinâmico / Estimação bayesiana
Código JEL: E31, C11, C32
Résume
Dans ce travail se comparent les processus inflationnistes dans les principales
villes du Venezuela à travers un modèle de facteur dynamique de Stock et
Watson. Le modèle estime avec des méthodes bayésiennes des composants
pour chaque série d’inflation, un facteur dynamique qui explique le comportement commun présent dans tous les processus inflationnistes, et un autre
qui capture le comportement idiosyncrasique de chaque processus. Les résultats obtenus avec cette méthodologie signalent que les processus inflationnistes des principales villes sont très similaires entre eux, le facteur dynamique
est le déterminant du comportement des séries d’inflation. Ces résultats sont
concordants avec la théorie économique.
Mots clés: Inflation / Modèle de facteur dynamique / Estimation bayésienne
Code JEL: E31, C11, C32
Alí A. Acosta H., Daniel Barráez G. / Comparación de la inflación en las principales...
89
1. Introducción
Desde hace cierto tiempo se ha evidenciado interés en conocer la evolución
temporal de los precios en las principales ciudades de Venezuela. El Banco
Central de Venezuela construye el índice de precios al consumidor (IPC) de
frecuencia mensual en el área metropolitana de Caracas desde 1950 y en la
ciudad de Maracaibo desde diciembre de 2005. El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) registra el IPC en la ciudades de Maracay, Puerto La Cruz-Barcelona,
Valencia, Barquisimeto, Maturín desde 2007. A partir de esta última fecha se
dispone de un dominio de medición adicional, que llamaremos resto, que integra
mediciones del IPC de diferentes localidades geográficas del país que no se
recogen en los dominios anteriores. Combinando las mediciones del IPC en
todos estos dominios, el BCV, conjuntamente con el INE, construye el índice
nacional de precios al consumidor (INPC). Un aspecto clave en el estudio de la
evolución temporal de los precios es la evolución de sus variaciones, la dinámica
de la inflación. ¿Son significativamente diferentes los procesos inflacionarios en
los distintos dominios de medición? ¿Es mayor la inflación en Caracas que las
otras ciudades del país? La respuesta a la primera interrogante tiene importantes
implicaciones. Si la respuesta es afirmativa, reafirmaría el interés en continuar
el registro del IPC en las diferentes ciudades e, incluso, extender su registro a
otros dominios. Además, plantearía el problema de explicar las causas de las
diferencias de las distintas inflaciones y el estudio de medidas de carácter regional para enfrentar la inflación. Por el contrario, si la respuesta es negativa,
las políticas de carácter macroeconómico nacional cobran importancia.
El objetivo de este trabajo es comparar los procesos inflacionarios en las principales ciudades del país, cuantificando el grado de similitud o diferencias entre
estos procesos. Para esto se empleará un modelo de factor dinámico propuesto
por Stock y Watson (1991). En la estructura de factores dinámicos, un conjunto
de series temporales es representado como la suma de dos componentes inobservables: el factor dinámico, que explica el comportamiento común presente en
todas las series, y el componente idiosincrásico, que captura el comportamiento
propio de cada proceso. Desde los trabajos pioneros de Sargent y Sims (1977) y
Geweke (1977) en macroeconomía, se ha desarrollado una importante literatura
en torno a estos modelos. Forni y Reichlin (1998) utilizan modelos de factores
dinámicos para analizar el comportamiento macroeconómico de un conjunto
de datos desagregados. Estos modelos también han sido empleados en teoría de
consumo y política financiera y monetaria (Bernanke y Boivin, 2003; Favero y
Marcellino, 2001). Especial esfuerzo se ha realizado para la estimación y predicción del núcleo inflacionario (Kapetanios, 2004; Forni y otros 2005; Cogley
y Sargent, 2005). Stock y Watson plantearon un modelo para el cálculo de un
indicador coincidente de actividad económica que estimaron por máxima verosimilitud. En este trabajo emplearemos la técnicas de simulación bayesiana
90
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
planteadas por Kim y Nelson (1998) para estimar el modelo. Los métodos bayesianos presentan varios atractivos y evitan las dificultades inherentes a maximizar numéricamente la función de verosimilitud con las restricciones sobre los
parámetros que impone la teoría económica. El uso de las densidades a priori,
además de incorporar información no contenida en la muestra en el proceso
de estimación, permite trabajar con tamaños de muestra menores a los métodos
frecuentistas, que es de particular interés en nuestro caso. Adicionalmente, la
estimación bayesiana proporciona de manera natural, por construcción, la densidad a posteriori de los parámetros del modelo.
Los principales resultados de este trabajo son los siguientes. En primer lugar,
encontramos que las escala de los procesos inflacionarios en los diferentes
dominios considerados no difieren entre sí significativamente. Las magnitudes
de los choques a que están expuestas las inflaciones en las principales ciudades
son también similares. Se calculó el porcentaje de las variaciones de los precios
que son explicadas por el componente común, encontrándose que varían en el
intervalo (71,71%; 91,91%), lo que permite concluir que el factor común es
el determinante de la inflación en los diferentes dominios. Estos hallazgos son
consistentes con la teoría económica, recogida en la literatura del área monetaria
óptima, que señala que en un área geográfica con una misma política fiscal,
monetaria y cambiaria, la inflación debe tener un comportamiento similar (Mundell, 1961; Mongelli, 2002; McKinnon, 1963). A partir del componente común
de la inflación se construyó otro componente común para los niveles de precios
y se comparó con el INPC, obteniéndose resultados muy similares. Esta comparación aporta una validación adicional al cálculo de este índice nacional.
El trabajo está estructurado de la manera siguiente. En la segunda sección se
presenta el modelo de Stock y Watson y la técnica de estimación. En la tercera
sección se describen los datos disponibles para estimar el modelo y se analizan
los resultados obtenidos; finalmente, las conclusiones.
2. El modelo de factores dinámicos
Se dispone de un conjunto de índices de precios al consumidor P1,P2,...,Pn medidos en n diferentes dominios; sus respectivos incrementos logarítmicos los
denotaremos mediante P1,P2,...,Pn, i.e., Pi,t = 100(ln(Pi,t)-ln(Pi,t-1)). Nuestro objetivo
es descomponer cada uno de los procesos inflacionarios como la suma de dos
componentes, un componente común a todos los procesos y otro idiosincrásico,
de modo que esta descomposición nos permita calcular cuánto del comportamiento de cada proceso inflacionario se debe a cada uno de éstos. La descomposición se efectuará mediante el modelo de factores dinámicos de Stock y
Watson (1991).
Alí A. Acosta H., Daniel Barráez G. / Comparación de la inflación en las principales...
91
(1)
(2)
(3)
con DCt el componente común de media d presente en los diferentes procesos
inflacionarios, gi, i=1,2,..., n, los factores de escalas que ajustan el componente
común a la respectiva inflación, sw2 =1 se fija para normalizar el componente
común. Supondremos que las raíces de (1- f1L-f2L2) = 0, se encuentran fuera del
círculo unitario al igual que las raíces de ci(L) = (1-ci,1L-ci,2L2) = 0, i=1,2, ..., n,,
supondremos también que los choques son serialmente independientes. El
componente idiosincrático está representado por Di+ei,t, la suma de una constante y un proceso autorregresivo centrado de orden 2.
Para evitar el problema de identificación simultánea de los parámetros d y Di se
consideran las ecuaciones (1) y (2) en desviaciones de sus medias,
(4)
(5)
(6)
donde pi,t=Pi,t-Pi y Dct=DCt-d.
Transformando ambos miembros de la igualdad (4) mediante el operador ci(L),
se tiene:
(7)
la primera igualdad define pi,t* y la última se obtiene transformando la igualdad
(6) por el operador ci(L).
Los parámetros del modelo de factores dinámicos se estiman haciendo uso de
la siguiente representación de espacio de estados,
pt* = Hbt+et,
bt = Fbt-1+vt,
con,
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
92
Denotemos mediante Q el vector de todos los hiperparámetros, H, F y R, de la
representación de espacio de estados anterior. La estimación se efectuará mediante métodos bayesianos. Recuerde que en el paradigma bayesiano Q se supone
una variable aleatoria con una densidad a priori p(Q), y el objeto de la estimación
es la densidad a posteriori p(Q|Y), que se calcula a partir de la verosimilitud
L(Y|Q) de la data Y, mediante la fórmula de Bayes,
p(Q|Y)=
p(Q|Y)xL(Y|Q)
p(Y)
La densidad a posteriori conjunta del vector de los parámetros Q = (Ul,...,Uk) se
estimará generando un número arbitrario de simulaciones (Q1 ,..., QM) mediante
el algoritmo de Gibbs. Este algoritmo funciona de la manera siguiente. Suponga
que se sabe simular todas las densidades a posteriori marginales p(Ui|Uj = i),
i=1,2,...k, las simulaciones de p(Q|Y) se construyen mediante el siguiente proceso
iterativo, dado un vector de parámetros inicial arbitrario Q0 = (U10, U20,..., Uk0).
1. Simular U11 a partir de p(U1|U20, U30,..., Uk0).
2. Simular U21 a partir de p(U2|U11, U30,..., Uk0).
3. Simular U31 a partir de p(U3|U11, U20,..., Uk0).
.
.
.
1
k. Simular Uk1 a partir de p(Uk|U11, U21,..., Uk-1
).
Alí A. Acosta H., Daniel Barráez G. / Comparación de la inflación en las principales...
93
Se construye de esta manera la primera simulación Ql = (Ull,...,Ulk). Repitiendo
este procedimiento M veces se obtiene las simulaciones (Q1 ,..., QM), de la cual
se puede hacer inferencia sobre los parámetros Ui. En el apéndice se muestra
el algoritmo con más detalle.
3. Datos y análisis de los resultados
Se estimaron dos modelos de factores dinámicos. El primero considera sólo los
dominios área metropolitana de Caracas y Maracaibo, por ser estas series más
antiguas, con data mensual del IPC desde diciembre de 2005 hasta junio de
2010. El segundo considera el IPC mensual desde diciembre 2007 hasta junio
de 2010 de los dominios AMC, Maracay, Puerto La Cruz-Barcelona, Valencia,
Barquisimeto, Maracaibo, Maturín, Resto, que identificaremos con los índices
i=1,2,...,8, respectivamente. Para cada uno de los modelos se generaron 15.000
simulaciones de la densidad a posteriori; se descartaron las primeras 2.000 para
asegurar la convergencia del algoritmo. En el apéndice se muestran las simulaciones de cada uno de los parámetros para el modelo de AMC y Maracaibo. En
el cuadro 1 se presentan las densidades a priori y a posteriori de los parámetros
del modelo y sus respectivos percentiles.
Cuadro 1.
Distribuciones bayesianas a priori y posteriori. Caso: AMC y Maracaibo
Priori
Parámetro Posteriori
Media D.std Media Mediana D.std Bandas 95%
g1
0
1
0,2293 0,2204 0,0437 (0,143;0,314)
g2
f1
f2
c1,1
c1,2
c2,1
c2,2
s
12
s
22
0
1
0,2438 0,2351 0,0461 (0,153;0,334)
0
1
0,6518 0,6545 0,0822 (0,490;0,812)
0
1
-0,2662 -0,2726 0,0830 (-0,428;-0,103)
0
1
-0,1627 -0,1439 0,1686 (-0,493;0,167)
0
1
-0,0569 -0,0646 0,1275 (-0,306;0,193)
0
1
0,0671 0,0768 0,1247 (-0,177;0,311)
0
1
-0,2214 -0,2189 0,1304 (-0,477;0,034)
-
-
0,0306 0,0177 0,0313 (0.,005;0,11)
-
-
0,0329 0,0180 0,0361 (0,004;0,1267)
Nota: En este caso los índices i=1,2 representan los dominios AMC y Maracaibo, respectivamente.
Antes de analizar las estimaciones efectuadas, es importante señalar los parámetros relevantes del modelo para efectos de comparación de ambos procesos
inflacionarios. En primer lugar, los coeficientes g1 y g2 son los parámetros cruciales
de esta comparación; ellos ajustan el factor común a la escala de su respectiva
94
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
inflación, es decir, una diferencia significativa entre estos coeficientes implicaría
que los procesos inflacionarios tienes escalas diferentes. Por otra parte, las
desviaciones estándares de los componentes idiosincráticos miden la magnitud
de los choques a que están expuestos ambos procesos inflacionarios. De los
resultados presentados en el cuadro 1 podemos afirmar que no hay diferencias
significativas en la magnitud de las inflaciones en el AMC y Maracaibo; g1 y g2
son muy similares. Tampoco difieren ambas inflaciones en el tamaño de los
choques a que están expuestas, s12 y s22 son prácticamente iguales. También
es importante señalar los valores estimados para los parámetros Di de la ecuación
(1), cuyos valores estimados son 0,00878 y -0,02019 para el AMC y Maracaibo,
respectivamente, lo cual nos indica que tampoco existe diferencia significativa
entre la media de las inflaciones y la media del componente común.
Una vez estimado el componente común DCt, podemos calcular el porcentaje de
las variaciones de la inflación que es explicada por este componente, mediante
el coeficiente de determinación R2 que se obtiene al regresar la inflación contra
el factor común (Pi,t =a1DCt). En el caso del AMC, el factor común estimado explica
el 91,83% y en el caso de Maracaibo explica el 91,44% de la inflación y sus
respectivos coeficientes de regresión son a1=0,2452 y a2 =0,2381. En el gráfico
1 se observa los procesos inflacionarios del AMC y Maracaibo y el factor común
estimado.
Gráfico 1.
Procesos inflacionarios de AMC y Maracaibo, y componente común
Procesos inflacionarios y componente común
En el segundo modelo se extendió el estudio a todos los dominios del IPC
señalados anteriormente. En el cuadro 2 se presentan las distribuciones a priori
y a posteriori estimadas para los parámetros del modelo. En el cuadro 3 se
presenta el porcentaje del comportamiento de la inflación que es explicado
por medio del componente común, y las estimaciones de los coeficientes de
regresión y Di.
Alí A. Acosta H., Daniel Barráez G. / Comparación de la inflación en las principales...
95
Cuadro 2. Distribuciones bayesianas a priori y posteriori
Parámetro
Priori
Posteriori
Media D.std Media Mediana D.std I.C 95%
g1
0
1
0,5371 0,5299 0,0631 (0,4136; 0,660)
g2
0
1
0,5296 0,5256 0,0712 (0,390; 0,669)
g3
0
1
0,5497 0,5406 0,0707 (0.411; 0,688)
g4
0
1
0,5421 0,5347 0,0644 (0,415; 0.,668)
g5
0
1
0,5381 0,5305 0,0669 (0,407; 0,669)
g6
0
1
0,5427 0,5353 0,0634 (0,418; 0,667)
g7
0
1
0,5265 0,5198 0,0638 (0,401; 0,651)
g8
f1
f2
c1,1
c1,2
c2,1
c2,2
c3,1
c3,2
c4,1
c4,2
c5,1
c5,2
c6,1
c6,2
c7,1
c7,2
c8,1
c8,2
s1
s2
s3
s4
s5
0
1
0,5487 0,5412 0,0728 (0,406; 0,691)
0
1
0,8933 0,8940 0,1466 (0,606; 1,180)
0
1
0,0394 0,0389 0,1495 (-0,253; 0,332)
0
1
-0,304 -0,3055 0,1898 (-0,676; 0,067)
0
1
-0,102 -0,1009 0,1950 (-0,484; 0,279)
0
1
0,005 -0,0084 0,2401 (-0,465; 0,475)
0
1
-0,131 -0,1543 0,2504 (-0,622; 0,359)
0
1
-0,097 -0,1073 0,2787 (-0,643; 0,448)
0
1
0,0118 -0,0003 0,2726 (-0,522; 0,546)
0
1
-0,071 -0,0679 0,2393 (-0,540; 0,398)
0
1
-0,085 -0,0837 0,2333 (-0,542; 0,371)
0
1
0,217 0,2157 0,2416 (-0,255; 0.691)
0
1
0,246 0,2550 0,2354 (-0,215; 0,707)
0
1
-0,034 -0,0343 0,1348 (-0,298; 0,229)
0
1
-0,424 -0,4261 0,1278 (-0,675; -0,174)
0
1
0,384 0,3805 0,2098 (-0,026; 0,795)
0
1
-0,320 -0,3234 0,1987 (-0,709; 0,069)
0
1
0,154 0,1611 0,2784 (-0,390; 0,700)
0
1
0,255 0,2668 0,2917 (-0,316; 0,827)
-
-
0,257 0,2493 0,0230 (0,2114; 0,3036)
-
-
0,271 0,2614 0,0279 (0,2156; 0,3274)
-
-
0,299 0,2891 0,0330 (0,2330; 0,3651)
-
-
0,295
0,2852 0,0313 (0,2327; 0,3580)
-
-
0,304 0,2940 0,0342 (0,2365; 03733)
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
96
s6
s7
s8
-
-
0,212 0,2050 0,0161 (0,1801; 0,2443)
-
-
0,266 0,2573 0,0268 (0,2130; 0,3202)
-
-
0,323 0,3123 0,0398 (0,2439; 0,4031)
Cuadro 3. Porcentaje de ajuste, estimación de gi por mínimos cuadrados
y estimación de Di para cada uno de los dominios
Dominio
AMC Maracay Ajuste (%)
78,76 73,45 Pto. La Cruz-Barcelona 90,10 Valencia
89,45
ai
0,5418 0,5292 0,5304 0,5354
Di
0,0111 0,0443 -0,0265 -0,0055
Barquisimeto Maracaibo Maturín Resto
Dominio
89,48 77,50
71,71 91,91
ai
Ajuste (%) 0,5328
0,5320
0,5329 0,5182
Di
-0,0052 -0,0385 0,0340 -0,0348
En el cuadro 2 se puede observar que, de manera análoga al caso anterior, los
factores gi y las desviaciones estándares de los componentes idiosincráticos si no
son significativamente diferentes. En el cuadro 3 puede observarse que los valores de los parámetros Di son muy cercanos a cero. Podemos concluir, entonces,
que los procesos inflacionarios tienen un comportamiento muy similar durante
el período de estudio. Además, el factor común explica muy bien el comportamiento de la inflación en cada uno de los dominios; los porcentajes de ajuste
varían en el rango (71,71%-91,91%).
Vistos los resultados anteriores en torno al componente común DCt y las variaciones de los precios de cada uno de los dominios, es natural preguntarse: ¿Los
niveles Ct son informativos acerca de los niveles de precio? Una forma de responder esta pregunta es comparar el nivel del factor común Ct y el índice nacional
de precios al consumidor (INPC). Los niveles Ct pueden ser construidos a
partir de sus variaciones, DCt, dado un valor inicial C1, por medio de la ecuación
Ct= Ct-1exp{DCt /100}. Obsérvese en el gráfico 2, que a pesar de ser construidos
utilizando metodologías diferentes, son muy similares. El modelo de factores dinámicos provee una metodología alternativa para la construcción del INPC y, al
mismo tiempo, es también una forma de validar el cálculo del INPC efectuado por
el BCV.
Es importante destacar antes de concluir, que el modelo de factores dinámicos
nos provee de una herramienta natural para efectuar pronósticos de la inflación
y los niveles de precios, en los diferentes dominios y a nivel nacional. Con la
ecuación (2) se pueden realizar predicciones del componente común que al
Alí A. Acosta H., Daniel Barráez G. / Comparación de la inflación en las principales...
97
combinarlas con la ecuación (3) se obtienen predicciones de las variaciones de
los precios y sus niveles en los diferentes dominios. De manera análoga se
procede para proyectar el INPC.
Gráfico 2. Índice nacional de precios al consumidor y nivel construido a partir
del componente común
INPC y nivel construido a partir del componente común
4. Conclusiones
En el presente trabajo se efectuaron comparaciones entre los procesos inflacionarios de AMC, Maracay, Puerto La Cruz-Barcelona, Valencia, Barquisimeto,
Maracaibo, Maturín, y el dominio llamado Resto, por medio de un modelo de
factores dinámicos estimado de manera bayesiana. Los resultados encontrados
permiten concluir que los procesos inflacionarios señalados no tienen diferencias
significativas en cuanto a su escala ni en cuanto a la magnitud de los choques
a que están expuestos. El factor común explica la mayor parte del comportamiento de las variaciones de los precios de cada uno de los dominios considerados, es decir, el componente idiosincrático no es determinante de la inflación.
Estos resultados son cónsonos con la teoría económica y evidencia que Venezuela es un área monetaria óptima.
El modelo de factores dinámicos permite validar el cálculo del INPC por el BCV
y provee de una metodología alternativa para su cálculo. Además, el modelo
proporciona una herramienta natural de predicción de las variaciones de los
precios y sus niveles, tanto en los diferentes dominios de medición como a
escala nacional.
98
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
5. Referencias bibliográficas
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Alí A. Acosta H., Daniel Barráez G. / Comparación de la inflación en las principales...
99
6. Apéndice
Gibbs sampling. Estimación del componente común y de los hiperparámetros
,
,
Sea bT la matriz de estados, definida por b T =fb1 b2 ... bTg. En nuestro caso, dados
valores iniciales arbitrarios para los hiperparámetros el procedimiento es el
siguiente:
1. Condicionado
sobre los hiperparámetros del modelo y la data observada,
,
generar bT .
,
2. Condicionado sobre bT y la data observada, generar los hiperparámetros del
modelo.
,
Generación de bT
,
Se desea generar bT de la distribución conjunta, dada por:
,
donde
y
. De modo que bT puede obtenerse generando primero bT a partir de
, y luego para t=T-1, T-2,...,2,1,
generar bT a partir de
, dado el valor generado de bt+1.
Debido a que el modelo espacio estado en (4) y (5) es lineal y gaussiano, la
pi también lo será:
pi y la de bt, dados bt+1 y ,
distribución de bT dado ,
donde
Por medio del método de Kalman se pueden obtener tanto bT|T y PT|T como bt|t. b
t+1
y Pt|t. b , t=T-1,...,2,1. En la última iteración del método de Kalman las ecuaciones
t+1
de actualización proporcionan bT|T y PT|T, luego se puede generar bT a partir de
la ecuación (16).
Una vez generado bT se necesita generar bt, t=T-1,...,2,1, por medio de la ecuación
(17), tomando en cuenta que:
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100
Generación de los hiperparámetros
A continuación se considera la siguiente notación:
,
Generación del hiperparámetro f , condicional a Dc,
T
Considerando la ecuación (5), escrita de manera matricial, se tiene:
,
,
, f
~
Se supone una distribución a priori normal dada por f N(f
, S0) I fs (f) g, con f0
0
y Sf,0 conocidos, y I f s(f) g es una función que denota que las raíces de f(L) = 0
están fuera del círculo unitario. Entonces, la distribución a posteriori a partir de
,
la cual se genera f está dada por:
donde
,
el valor generado de f se utiliza si las raíces de f(L) = 0 están fuera del círculo
unitario, de lo contrario, se debe simular el valor nuevamente.
,
pi,T se asumirán las siguientes
Para la generación de gi, ci y s12 condicional a D,
cT y,
distribuciones a priori:
,
g ,
c
donde gi0, S0, ci0, S0, vi y fi, son conocidos.
i
i
Alí A. Acosta H., Daniel Barráez G. / Comparación de la inflación en las principales...
101
,
pi,T
Generación de gi dados ci, si2, Dc,T y ,
Considerando la ecuación (7), tomando factor común gi, se tiene:
donde DcT*,= Dct- ci,1 Dct-1- ci-2Dct-2; de manera matricial se tiene:
entonces, la distribución a posteriori para gi está dada por:
donde
,
Generación de ci, dados gi, si2, Dc,
y,
pi,T
T
Considerando la ecuación (6):
,
en notación matricial se tiene: ,
ei=Eici+ Ei. De la ecuación (4) ei,t = pi,T-gi DcT .
Entonces, la distribución a posteriori para,ci está dada por:
donde
,
La función I fs(c)g denota que el valor simulado de ci es aceptado si las raíces de
c(L) = 0 están fuera del círculo unitario.
Por último, considerando la ecuación (6) se puede generar si2 condicional a ci,
gi, Dc,T y ,
pi,T a partir de la siguiente distribución a posteriori:
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102
Estimación de d
Para la estimación de d se debe utilizar la siguiente representación
espacio-estado:
con
En cada iteración del Gibbs sampling, luego de la generación de los parámetros,
se debe aplicar el filtro de Kalman al modelo anterior, condicionado a los parámetros generados en esa iteración. La estimación de d se obtiene a partir de
la siguiente expresión:
(7)
donde E1’= f1 0 0 ... 0g, P= f P1 P2 ... Pn g, p es la dimensión del vector de
estados del modelo y K es la ganancia de Kalman en la última iteración del
método.
Alí A. Acosta H., Daniel Barráez G. / Comparación de la inflación en las principales...
Histogramas de valores simulados de los parámetros del modelo AMC y Maracaibo
103
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
aa
a
a
a
a
a
aa
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
aa
a
a
a
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Revista BCV • Vol. XXIV, N° 2, Caracas, julio-diciembre 2010, pp. 107-137 • ISSN: 0005-4720
Las mediciones de los mecanismos
de transmisión monetaria en Venezuela
Rivero
Luis E. Rivero M.
1. Introducción
No se podría exagerar la importancia de conocer los mecanismos de transmisión
monetaria en un país dado, es decir, las vías o canales a través de los cuales las
acciones de política monetaria de la autoridad impactan a la economía, en términos de efectos directos e indirectos, y su temporalidad. Ese conocimiento
permitirá escoger la política a seguir, y la estrategia dentro de ésta, para afectar
las variables finales usuales: PIB, inflación o balanza de pagos, y la tasa de
estabilidad que las caracterizará. En este trabajo se analizan los estudios empíricos realizados sobre los mecanismos de transmisión de la política monetaria
en Venezuela y se hace un resumen de cada uno de ellos, en términos de los
objetivos, las variables empleadas, la información utilizada, los métodos econométricos empleados y los resultados obtenidos, para tratar de acercarse a posibles
conclusiones.
En la parte 2 se esquematizan los distintos mecanismos discutidos en la literatura, con la intención de que sirva como marco teórico para la consideración
del tema central del trabajo, contenida en la parte 3, referida a las mediciones
de los mecanismos. Se finaliza con algunas conclusiones.
2. La teoría
Utilizando la simbología empleada por Mishkin (1996), los mecanismos de
transmisión o canales a través de los cuales las acciones de política monetaria
pueden generar sus efectos sobre la demanda agregada y, de allí, sobre los
precios, la actividad económica o las exportaciones netas, son los que se describen a continuación. Es necesario advertir que, en general, tales mecanismos
son objeto de controversia entre profesionales de la economía.
108
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2.1 Canal monetario
En este mecanismo, los activos se dividen en monetarios y no monetarios –en
estos últimos, incluidos los activos financieros y los bienes de capital.
El incremento de la masa monetaria afecta la posibilidad de gastar, con lo que
aumenta el consumo y, por esa vía, la inversión inducida; ese incremento de la
demanda agregada explica el consiguiente aumento del ingreso. En la profesión,
este canal ha sido objeto de debate: para una corriente, la masa monetaria incrementada facilita el aumento de la demanda agregada porque los activos
monetarios y no monetarios son perfectos sustitutos entre sí, con lo que la disminución de la tasa de interés –así única– crea dicho incentivo; para otra corriente
de pensamiento, que considera a los activos monetarios y no monetarios como
sustitutos imperfectos, el aumento del dinero en circulación causa modificaciones
de los precios relativos de ambos, por lo que se modifica la composición de la
demanda agregada en términos de consumo e inversión, y de allí, el incremento
del ingreso.
En todo caso, y en términos esquemáticos, el canal monetario puede expresarse
así:
M ↑ → C ↑, I ↑ → Y ↑
2.2 Canal de la tasa de interés
La literatura sobre este mecanismo de transmisión sostiene que puede haber
dos vías mediante las cuales una expansión monetaria ejerce sus efectos sobre
la economía:
a) Una de ellas indica que dicha expansión monetaria (M↑) hace bajar la tasa
de interés real (ir↓), que causa un crecimiento de la inversión (I↑) o del gasto
en bienes de consumo duradero –tales como viviendas, automóviles, computadoras o productos de línea blanca– porque baja su costo, con un efecto final
sobre el PIB (Y↑), lo cual se expresa como:
M ↑ → ir↓ → I ↑ → Y ↑
b) En razón de que es la tasa de interés real la que determina el costo del capital,
aun durante episodios de deflación en los cuales las tasas nominales se acercan
a cero, una expansión monetaria puede incrementar las expectativas de aumentos de precios (P e ↑) y la inflación esperada (p e ↑), con la consiguiente
disminución de la tasa de interés real (ir ↓) –puesto que ir = i – p e , donde i es la
tasa de interés nominal–, incremento de la inversión (I↑) y crecimiento del PIB
(Y↑). Es decir:
M ↑ → P e ↑ → pe ↑ → ir ↑ → I ↑ → Y↑
Luis E. Rivero M. / Las mediciones de los mecanismos de transmisión…
109
2.3 Canal de la tasa de cambio
M ↑ → ir ↓ → e↑ → XM ↑ → I ↑ → Y ↑
La expansión monetaria disminuye la tasa de interés real, lo que baja la demanda
de moneda local y, consiguientemente, aumenta la depreciación –es decir, aumenta la tasa de cambio (e↑)– con el consiguiente abaratamiento de los bienes
nacionales frente a los importados, lo que causa un aumento de las exportaciones
netas (XM↑) y del ingreso (Y↑).
2.4 Canal de la q de Tobín
M↑ → Ps ↑ → q ↑ → I ↑ → Y ↑
Del economista James Tobín se definió la q como el valor del mercado de las
empresas, dividido por el costo de reposición de capital. Así, si q es alto, el valor
de mercado de las empresas es alto frente a los costos de reponer el capital, lo
que hace que las plantas y equipos se abaraten relativamente; en tales circunstancias, la emisión de acciones permite conseguir buen precio por éstas (Ps), lo
cual incentivará la inversión. La primera parte del canal se explica porque la
expansión monetaria hace llegar más dinero a la gente, lo que propicia, entre
otras adquisiciones, las acciones de empresas y la subida de su precio.
2.5 Canal del efecto riqueza
M ↑ → Ps ↑ → W ↑ → C ↑ → Y ↑
El efecto es similar a la q de Tobín, lo que permite ampliar el concepto de “acciones” y hacerlo más general para incluir en él a los precios de la vivienda y de
la tierra, de lo que se desprende la estructura de este canal de transmisión. Ps,
entonces, representa el precio de las acciones, precio de las viviendas y precio
de las tierras; W la riqueza de los individuos y C es el consumo. De acuerdo con
este canal, la política monetaria expansiva incrementa el precio de acciones,
vivienda y tierras, en relación con sus costos de reemplazo, por lo que se incrementa el valor de la riqueza y, consecuentemente, el consumo y el PIB.
2.6 Canal del crédito bancario
Especialmente importante en países menos desarrollados, donde los agentes
económicos tienen limitado acceso al mercado de capitales, el canal del crédito
bancario puede ayudar a resolver problemas de “información asimétrica”, es
decir, en el campo financiero el menor conocimiento que tienen los prestamistas
sobre la posibilidad y disposición de los prestatarios de honrar sus compromisos.
Funcionaría de la siguiente manera:
M↑ → db↑ → pb↑ → I↑ → Y↑
donde db: depósitos bancarios; pb: préstamos bancarios.
110
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
2.7 Canal de las hojas de balance
Dos problemas que se derivan de la información asimétrica en el mercado financiero son el de “selección adversa” y el de “riesgo moral”. El de selección
adversa es una modalidad de “fracaso del mercado”, que consiste en que cuando
se venden productos de diferente calidad al mismo precio porque o bien los
vendedores o bien los compradores no cuentan con suficiente información para
conocer la verdadera calidad de lo transado, se termina vendiendo demasiada
cantidad del bien de menos calidad y muy poca del de más calidad. Tal hecho
puede hacer no rentable determinada actividad económica y causar, consecuentemente, un desperdicio de recursos. El problema de riesgo moral, por
otro lado, ocurre cuando la parte asegurada puede incidir o afectar la probabilidad o la magnitud del evento –objeto del seguro– que genera el pago; aquí,
como en el caso anterior, como no hay información suficiente para prever
quién, qué o de qué forma se producirá el desenlace, la parte aseguradora (o
vendedora) puede tener que incrementar el precio (o la póliza) o hasta dejar
de ofrecer el bien o servicio.
Así, en lo relacionado con el canal de transmisión de las hojas de balance,
mientras más bajo sea el capital contable o patrimonio de los accionistas de la
firma prestataria, más graves pueden ser los problemas de selección adversa o
riesgo moral al prestársele fondos. Esto, porque los prestatarios tienen menos
garantías que ofrecer y las pérdidas potenciales son mayores desde el punto de
vista de la selección adversa, lo cual puede ocasionar, finalmente, menos disponibilidad de financiamiento; en otras palabras, mayor nivel de crédito otorgado
a prestatarios con menos capital (es decir, menos garantía) es equivalente a
menor nivel de crédito disponible para prestatarios que pueden ofrecer más
garantías: se termina así vendiendo demasiada cantidad del bien (crédito) de
menor calidad y menos cantidad del de más calidad, con lo que al final lo que
se resiente es el nivel global del crédito para la inversión, o su precio.
También, menos capital o patrimonio tiende a hacer aparecer el problema de
riesgo moral porque al comprometerse menos capital (garantía), los prestatarios
pueden inclinarse a emprender inversiones más riesgosas, es decir, proyectos
que aumenten el riesgo de no pago, lo que obliga a los oferentes de financiamiento a ser más cautos, a conceder menos créditos y a financiar menos
inversión.
Este canal, entonces, se puede describir de la siguiente manera:
M ↑ → Ps ↑ → sa ↓ → rm ↓ → pb ↑ → I ↑ → Y ↑
donde sa: selección adversa; rm: riesgo moral.
Luis E. Rivero M. / Las mediciones de los mecanismos de transmisión…
111
2.8 Canal del flujo de caja
Por flujo de caja se entiende la diferencia entre ingresos y egresos de efectivo.
Este canal funcionaría de la siguiente manera:
M ↑ → i ↓ → fc↑ → sa ↓ → rm ↓ → pb ↑ → I ↑ → Y ↑
donde fc: flujo de caja.
Al implementarse la política monetaria expansiva, bajan las tasas de interés
nominales y aumenta el flujo de caja. De allí en adelante continúa el canal de
hojas de balance. Nótese que, a diferencia del canal de tasas de interés, que
operaría a través de la tasa de interés real, aquí lo importante es la tasa de interés
nominal, especialmente la de corto plazo. Formando parte de este canal se
encuentra el problema del “racionamiento del crédito”, que surge cuando las
instituciones financieras repoyan la concesión de créditos aun a tasas altas porque los prestatarios que asumen más riesgo serían lo que estarían en disposición
de pagar dichas tasas superiores, lo que incrementaría el problema de selección
adversa. Con políticas expansionistas, al bajar la tasa activa, prestatarios menos
inclinados hacia el riesgo engrosarían las filas de los demandantes efectivos de
crédito, con lo que los oferentes relajarían el racionamiento y seguiría su curso
el canal.
2.9 Canal de aumentos de precios no anticipados
Cuando los contratos estipulan pagos fijos en términos nominales, un aumento
no anticipado de precios desvaloriza –licua– la deuda en términos reales pero
no disminuye –y tal vez aumenta– los activos de las empresas. Así:
M ↑ → Pna ↑ → sa ↓ → rm ↓ → pb ↑ → I ↑ → Y ↑
donde Pna: precios no anticipados.
2.10 Canal de las expectativas
Las perspectivas que los agentes económicos se formen hacia el futuro, constituyen un importante canal de transmisión de la política, porque determinan la
inclinación hacia el gasto o, alternativamente, hacia el ahorro. En este sentido,
la credibilidad o no en la política monetaria es el factor que induce la acción de
los agentes económicos. Es decir:
M↑→E↑→I↑→Y↑
donde E: expectativas.
Es conveniente tener presente algunas precisiones sobre los canales de transmisión esbozados, en adición a lo señalado en las páginas precedentes. Así:
112
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
(i) La descripción ofrecida se ha referido a los efectos sobre el ingreso (PIB).
El impacto sobre la inflación también se puede producir por las mismas
vías cuando se generan desequilibrios en las variables involucradas.
(ii) Si la política que inicia el mecanismo es restrictiva, los efectos sobre las
variables finales tenderán a ser contrarios a los presentados.
(iii) La política inicial no tiene que estar referida solamente a aumentos o disminuciones de la cantidad de dinero; también puede la autoridad monetaria
afectar directamente las tasas de interés, la tasa de cambio o variables
relacionadas.
(iv) Aunque la literatura sobre los canales de transmisión tiende a concentrarse
en el efecto sobre la inversión, el gasto de consumo puede reaccionar
igualmente a los impulsos que provienen de la autoridad monetaria.
(v) Los distintos canales descritos no se presentan siempre en una economía
dada. Precisamente, las mediciones empíricas tratan de medir su importancia
para determinar cuáles operan en determinado momento o circunstancia.
Es lo que se presenta a continuación para el caso de Venezuela.
3. Las estimaciones
En esta parte central del trabajo se presentan las distintas mediciones hechas
en Venezuela de los canales de transmisión de la política monetaria. El orden
que se sigue es el de la fecha de publicación de los trabajos; se comienza por
los más antiguos, aunque también se han reagrupado por tipo de canal de
transmisión de la política, en algún caso, cuando se ha considerado necesario,
para no dispersar el tratamiento del problema.
3.1 Canal de los agregados monetarios
Guerra, Rodríguez y Sánchez (1996) tratan de identificar los canales de transmisión de la política monetaria, encontrar evidencia empírica sobre la forma y
magnitud con la que dicha política incide sobre la actividad económica y los
precios, y hacen énfasis en estos últimos. El análisis empírico utiliza datos trimestrales para el período 1985-1995 y se basa en la aplicación de una combinación de modelos de vectores autorregresivos y de corrección de errores.
Estos autores explican el abordaje que hace la autoridad monetaria del país,
para la época, a través de modelos de programación monetaria, cuyo uso implicaba la selección de una variable intermedia, preferiblemente un agregado
monetario, con el objeto de influir sobre las variables finales: inflación, nivel de
actividad económica o equilibrio externo. Aclaran que la estimación de un modelo (VAR) se utiliza inicialmente para obtener una primera aproximación a la
Luis E. Rivero M. / Las mediciones de los mecanismos de transmisión…
113
forma como se interrelacionan dichas variables1 y de precisar las que son relevantes para el análisis, ya que no se conoce el modelo estructural subyacente
en el mecanismo de transmisión durante el período que cubre la investigación;
una vez obtenida evidencia sobre las relaciones entre las variables, se especifica
el modelo con corrección de errores para la inflación.
Los resultados de la estimación del VAR irrestricto revelan que los cambios en
las variables monetarias y crediticias tienen poca influencia cuantitativa sobre
el comportamiento de la inflación y el PIB, tal como se aprecia en las funciones
de impulso-respuesta y en la descomposición de la varianza del error de pronóstico. Y que el principal efecto sobre la inflación proviene de sus propios
rezagos.
En la estimación del PIB, los resultados poco satisfactorios, según estos autores,
condujeron a la especificación de una variable diferente como proxy de la actividad económica, al partir de la premisa de que las variables de demanda
podrían influir en los desvíos de los niveles de actividad económica respecto a
su tendencia, y que esta última está determinada por factores de oferta. Construyeron, así, la variable “brecha”, con los residuos de una regresión del PIB en
función de las tendencias lineal y cuadrática.
El comportamiento de dicha “brecha” es consistente con los períodos de auge
y recesión de la economía venezolana y es interpretable como el exceso de
demanda de bienes, por lo que su poder explicativo sobre la inflación es superior
al del PIB o la demanda agregada en razón de que los niveles observados del
PIB representan valores de equilibrio, mientras que la magnitud de la demanda
agregada sería insuficiente para presionar a los precios si su nivel es inferior al
del producto de pleno empleo.
Al presentar las funciones de impulso-respuesta de un VAR irrestricto para la
inflación, en que la variable “brecha” sustituyó la variable PIB, los resultados
revelaron la validez de la hipótesis del componente inercial de la inflación.
Entre los resultados del modelo de corrección de errores para la inflación, se
obtuvo:
1. La presencia del componente inercial, hasta cuatro trimestres de rezago.
2. La influencia positiva de la brecha del producto sobre los precios, así como
de los salarios.
1
Entre las variables utilizadas en los modelos estimados se cuentan las siguientes: índice de
precios al consumidor del área metropolitana de Caracas, producto interno bruto real, crédito bancario al sector privado, tasa de interés activa, M1, la brecha del producto, las exportaciones de petróleo y el salario.
114
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
3. La magnitud del coeficiente del agregado monetario M1 en relación con la
inflación está lejos de satisfacer una explicación estrictamente monetaria
de la inflación en el corto plazo. El vínculo entre la evolución de los precios
y la cantidad de dinero en el largo plazo contenido en el vector de cointegración (MCE), refleja una velocidad de ajuste hacia el equilibrio de largo
plazo de, aproximadamente, 3%.
Y entre los resultados de la estimación de la ecuación para la “brecha” del producto se consiguió:
a) La estrecha relación entre la brecha del producto con sus niveles
históricos.
b) El crédito bancario al sector privado es una variable que ejerce influencia
directa sobre los excesos de demanda, así como también el comportamiento
de las exportaciones petroleras que representan un efecto riqueza.
c) El efecto global de la tasa de interés real expresa la relación inversa que
existe entre dicha tasa y la brecha del producto.
Olivo (2004) aplica técnicas econométricas de series de tiempo a datos anuales
durante el período 1950-2002, para estudiar la relación de largo plazo entre el
dinero, en su acepción de base monetaria, y el nivel de precios, definido como
el índice de precios al consumidor. Hace un uso intensivo de tests de raíces
unitarias y de cointegración que incorporan cambios estructurales. Estos últimos
son importantes porque, como señala el autor, la economía venezolana muestra
una fuerte dependencia de las exportaciones petroleras, las cuales pueden afectar
significativamente al resto de variables macroeconómicas y, además, en razón
de cambios radicales de la política económica y la estabilidad política, que generarían efectos similares. Luego, desarrolla un modelo de vector autorregresivo
con corrección de errores (VEC) que sirve para analizar la causalidad de Granger
entre las variables relevantes y los efectos de choques en cada una de ellas.
Los resultados del estudio indican que existe una relación de largo plazo entre
las dos variables analizadas cuando se toma en cuenta la posibilidad de un
cambio estructural; dicho cambio estructural en la relación de cointegración se
ubica en 1979. Además, se encuentra evidencia de que el logaritmo de la velocidad de circulación es una variable estacionaria si se toma en cuenta un cambio
estructural en 1974. Consecuentemente, se detecta una relación estable entre la
base monetaria y el PIB nominal para el período bajo estudio, lo cual, desde el
punto de vista de la política económica, es un indicador importante a tener en
cuenta, especialmente tratándose de un país con bajo desarrollo de su mercado
financiero, lo que le imprime importancia a los agregados monetarios restringidos
como componente de la riqueza de los agentes económicos.
Luis E. Rivero M. / Las mediciones de los mecanismos de transmisión…
115
Adicionalmente, se detecta una relación bidireccional entre base monetaria y
precios, consecuencia, probablemente, de una orientación de la política monetaria que permite esto. Políticas de reglas monetarias o de reacciones inversas
de la base a desviaciones de la inflación con respecto a valores objetivo, no
deberían arrojar resultados como los obtenidos, de efectos positivos desde los
precios hacia la base monetaria. Por otro lado, tasas fijas o cuasifijas y una alta
movilidad de capital no deberían arrojar relaciones de largo plazo entre las
existencias de dinero y los precios, lo cual no es el caso para este estudio: en
Venezuela, sin embargo, se encuentran niveles relativamente bajos de movilidad
de capital, con tasa de cambio fijo o cuasifijo, pero las autoridades han producido
ajustes frecuentes de dichas tasas y se han instrumentado mecanismos de control
de cambio. De aquí se desprenden conclusiones importantes para la aplicación de
regímenes monetarios que privilegien el uso de agregados monetarios.
Dorta, Álvarez y Bello (2002) analizaron el efecto de las brechas en los principales mercados (monetario, cambiario y bienes) sobre el proceso inflacionario
y estudiaron separadamente la inflación de bienes y la de servicios. Aunque sus
resultados tienen importancia para discernir el mecanismo de transmisión monetaria en Venezuela a través de varios canales, se resumen sus conclusiones
para el canal monetario en esta parte, y se menciona más adelante dicho trabajo
nuevamente, al considerar otros canales cuando los resultados del estudio sean
pertinentes para explicar esos otros canales.
Los autores utilizaron datos trimestrales del período 1986-2000, para estimar
desequilibrios a partir de relaciones de largo plazo en los mercados antes mencionados. Construyeron un modelo de oferta y demanda agregada en el cual
los precios y el producto son variables endógenas. Dentro de las variables exógenas incluyen las que impactan la demanda agregada, tales como las monetarias,
los fundamentos del tipo de cambio real de equilibrio y las fiscales, entre otras,
por un lado, y por el otro, las que impactan a la oferta agregada de corto plazo,
tales como los costos de insumos importados y de la mano de obra. También
incluyeron las que afectan al producto potencial, tales como el capital y la población económicamente activa.
El equilibrio en el sector monetario se representa convencionalmente como el
vaciado del mercado de dinero. La demanda de saldos reales se representa por:
m t d = a t y t + a 2 p t + a 3 (i t -i t *) + a 4 e t
donde: md es el logaritmo de la demanda de saldos reales (M2), y es el logaritmo
de producto real, i e i* representan la tasa de interés nominal interna y externa,
respectivamente, y e corresponde al logaritmo del tipo de cambio nominal. Por
último, p representa la tasa de inflación (esperada).
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
116
La brecha monetaria, que se espera explique la dinámica de los precios mediante
algún mecanismo de transmisión, es:
B M t = m t -m t d
donde: BM es la base monetaria.
Para definir la brecha en el sector externo, se encuentra el tipo de cambio real
de equilibrio, es decir, aquel que garantiza simultáneamente la sostenibilidad
del sector externo, con la plena utilización de los recursos internos. Para medirlo
se obtiene, en primer lugar, una relación de largo plazo entre la tasa de cambio
real observada y “sus fundamentos”; luego, para hallar el tipo de cambio real
de equilibrio se sustituye el “valor de equilibrio” de tales fundamentos en la
relación previamente encontrada. Para hallar estos “valores de equilibrio” se
aplica un filtro a la serie. La relación de largo plazo que se busca es de la siguiente forma:
q t = b 0 + b1 p t p + b 2 (it t -y t ) + b 3 (i- i *)
donde q es el tipo de cambio real de equilibrio, y p p representa a los precios del
petróleo, que en este caso actúan como una proxy de los términos de intercambio. Por lo tanto, se espera que b1 presente signo negativo. Esto es debido a que
la proporción de inversión total sobre el producto se reconoce como una variable
que recoge la productividad de la economía, por lo que se espera que el coeficiente estimado b2 tenga signo negativo. Finalmente, un incremento en el diferencial de tasas (i-i*) puede asociarse con un mayor flujo de entradas de capital,
que tenderá en el largo plazo a incrementar la posición deudora neta del país,
lo cual requerirá un tipo de cambio real más depreciado para garantizar el
equilibrio. En otras palabras, se espera que b3 sea mayor que cero. Y el tipo de
cambio de equilibrio se obtiene de la siguiente forma::
q t* = b 0+b1 F (p t p )+b2 F (it t -y t)+b3 F(i-i*)
donde el operador F(*) extrae el valor tendencial de su argumento.
La brecha cambiaria se definirá como la diferencia entre el logaritmo del tipo
de cambio de equilibrio y el logaritmo del tipo de cambio efectivo, con lo cual
se recoge el grado de subvaluación o sobrevaluación.
En cuanto al sector real, la brecha es definida como la diferencia entre el producto observado y el potencial. El potencial se estima suponiendo la existencia
de mercados competitivos, por lo que la tasa de crecimiento del producto se
descompone como:
Dy t = a t DK t +b t Dl t +R t
donde a 2 y b t representan la participación del capital y del empleo en la renta,
calculadas de manera variable a lo largo del tiempo, respectivamente, mientras
Luis E. Rivero M. / Las mediciones de los mecanismos de transmisión…
117
que ∆yt, ∆kt y ∆lt representan la tasa de crecimiento del producto, del capital y
del empleo, respectivamente. Finalmente, el término Rt recoge la parte del crecimiento que no está explicada por cambios en los factores productivos. A este
término se le conoce en la literatura de crecimiento como el residuo de
Solow.
Luego, se encuentra Rt en la ecuación anterior, y se construye un índice (rSt) a
partir de esta variable. Después se estima una relación de largo plazo:
y t = d 0 + d 1 k t + d 2 l t + d 3 rS t
Y para estimar el producto potencial se emplea esta ecuación, sustituyendo el
logaritmo del empleo por el de la población económicamente activa menos el
“desempleo natural” (pob). Así, la brecha real (BR) es expresada como:
BR t = y t + d 0 + d 1 K t + d 2 p ob t + d 3 rS t
Las ecuaciones descritas representan las relaciones de largo plazo. En el corto
plazo la dinámica de la inflación y el producto dependerán de los equilibrios
temporales en estos sectores y de un vector X, que incluye variables exógenas
contemporáneas y rezagadas, tales como el crecimiento de los salarios o la tasa
de depreciación del tipo de cambio. Tal dinámica se representa en forma no
restringida en el siguiente sistema de ecuaciones:
Dpt = jDpt b+ (1 - j) Dpt
s
n3
n1
n2
i=1
i=1
i=1
n1
n2
n3
i=1
n2
i=1
→→
Dpt b= ab + Slbi BRt-i + Sgbi BMt-i + Sdbi BCt-i + Y X
→→
Dpt s = as + Slsi BRt-i + Sgsi BMt-i + Sdsi BCt-i + q X
i=1
n1
n3
→→
Dyt = a + Sli BRt-i + Sgi BMt-i + Sd BCt-i + t X
i=1
i=1
Donde D pb y D ps representan la inflación en bienes y en servicios, respectivamente, mientras que q representa la ponderación del índice de precios de bienes
en el índice general de precios. Las flechas superiores denotan vectores.
Del estudio se desprende, para el sector monetario, tal como lo afirman los
autores, que la brecha monetaria no parece influir, directa o indirectamente
sobre la inflación de bienes o la de servicios, resultado consistente con otros
estudios para el caso venezolano.
118
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
Por otro lado, un incremento de la tasa de crecimiento del dinero genera una
expansión en la actividad económica, lo cual comienza a manifestarse con un
rezago de dos trimestres en promedio, que terminaría por presionar a la
inflación.
3.2 Canal del crédito bancario
Arreaza, Ayala y Fernández (2001) emplean la técnica de vectores autorregresivos
estructurales para analizar los mecanismos de transmisión de la política monetaria en Venezuela y estiman, igualmente, una función de reacción para el Banco
Central. Utilizan datos mensuales para el período 1989-2000 y como variable de
política escogen un agregado monetario.
Para establecer los supuestos de identificación, los autores formularon restricciones
de corto plazo relativas a la correlación contemporánea entre las variables para
el caso venezolano, como se específica a continuación: (i) Se supone que la
variable “instrumento de política” no responde contemporáneamente a otras
variables, excepto al comportamiento del tipo de cambio nominal, las ventas de
divisas, el nivel de reservas internacionales y la incidencia fiscal sobre la base
monetaria. ii) Las variables reales (actividad económica, tipo de cambio real)
responden con rezago al resto de las variables, lo cual significa simplemente que
no existe correlación contemporánea con las demás variables. iii) Las variables
financieras, tales como el índice bursátil, responden contemporáneamente a todas
las variables, excepto a las reales. iv) La tasa de cambio nominal es predeterminada y, por lo tanto, no está correlacionada contemporáneamente con las demás
variables. v) Los precios sólo responden contemporáneamente a la tasa de cambio
y no a variables reales contemporáneas. vi) La tasa de cambio real sólo reacciona
contemporáneamente a modificaciones de la tasa de cambio nominal, los precios
internacionales y los precios de los bienes no transables.
Los resultados son analizados de acuerdo con los tests de impulso-respuesta
generados a través de cada de cada uno de los VAR estimados. Así, en cuanto
a la función de reacción del Banco Central, con la cual los autores investigan si
el instituto emisor ajusta la política monetaria en función del desempeño de
determinadas variables como la inflación o la brecha del producto con respecto
a su tendencia (regla de Taylor), en el sentido de darle un giro restrictivo cuando
la inflación excede su objetivo o el producto se encuentra por encima de su
tendencia, y viceversa, por un lado, y por el otro, en qué medida dicha política
monetaria es afectada por variables ligadas al mercado cambiario –ventas de
divisas, variaciones de la tasa de cambio nominal y reservas internacionales– o
las de origen fiscal, sus resultados señalan:
a. La política monetaria exhibe cambios permanentes y en la misma dirección
frente a shocks en los precios, y respuestas transitorias ante shocks de origen
fiscal.
Luis E. Rivero M. / Las mediciones de los mecanismos de transmisión…
119
b. Las fluctuaciones del producto, en el corto plazo, parecen no afectar la dirección de la política monetaria.
c. Ante shocks positivos en las reservas internacionales, la autoridad monetaria
tiende a recortar la liquidez o el crédito, con rezago.
Por otro lado, en cuanto a los mecanismos de transmisión monetaria, al controlar
por variables fiscales y cambiarias que intervienen en la función del Banco
Central, que les permitió a los autores eliminar el problema de la paradoja de
los precios, se encontró que el modelo de mecanismo del crédito es el que
parece ajustar mejor los datos, sin que se rechace el que otros mecanismos
examinados (monetario y cambiario) no estén operando. Sin embargo, advierten
sobre las limitaciones del uso de los datos agregados para contrastar la existencia
del mecanismo del crédito, pues la estrecha relación entre activos y pasivos de
la banca representan una traba para identificar si los efectos del mecanismo
sobre el producto provienen del lado de la demanda (mecanismo monetario) o
de la oferta (mecanismo del crédito), lo cual se aclararía con el uso de datos de
corte transversal de las empresas.
En todo caso, sus resultados indican que los choques monetarios producen el
efecto esperado sobre la inflación, aunque tal efecto comienza a manifestarse
a partir, aproximadamente, de los cinco meses; sin embargo, no permite concluir
su evidencia empírica que tales choques afecten al producto.
En un esfuerzo por profundizar la investigación sobre el canal de transmisión
del crédito bancario, dados los resultados previos que apuntan hacia un efecto
no muy fuerte del mismo en Venezuela (Arreaza Ayala y Fernández, 2001), Arreaza
Torres y Santander (2005) miden nuevamente la importancia de este canal. En
correspondencia con dicho resultado previo, los cambios de la tasa de interés no
generarían reacciones importantes sobre la demanda efectiva, el consumo o la
inversión, con lo que la posibilidad del Banco Central de incidir sobre la inflación
sería muy limitada, ya que el canal del crédito no lo facilitaría a través de la oferta
de recursos financieros. De entrada no es difícil imaginar que sea así en una
economía como la venezolana, porque el funcionamiento del canal de las tasas
de interés se entorpece debido a la existencia de imperfecciones del mercado,
tales como asimetrías de información, selección adversa o riesgo moral, lo que,
además, generaría efectos distributivos de la oferta de crédito.
Al suponer que la demanda de créditos hacia los bancos es homogénea, la
variable a investigar es el efecto de la política monetaria sobre la oferta de préstamos entre las distintas instituciones financieras, dadas las desiguales características de éstas o, expresado de otra manera, los efectos distributivos de la
política monetaria. Los autores utilizan información mensual al nivel de los bancos
en vez de datos agregados, para medir si características de esas instituciones,
tales como tamaño, liquidez, capitalización y especialización (en préstamos a
120
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
consumidores comerciales o corporativos), afectan su habilidad para proteger
sus líneas de crédito de los efectos reductores de la política sobre los depósitos
bancarios asegurados, debido a problemas de información asimétrica.
Las mencionadas características de tamaño, liquidez, capitalización y especialización son tomadas como variables próximas (proxies) de las asimetrías de
información, ya que, por ejemplo, una política monetaria restrictiva, en presencia
de asimetrías de información, puede dificultarle a los bancos pequeños e ilíquidos contrarrestar la reducción de depósitos asegurados mediante el recurso de
conseguir sin dificultades fuentes alternativas de fondos para aislar sus líneas
de crédito.
Utilizando información de las hojas de balance de 20 bancos universales y comerciales entre 1997 y 2001 y basándose en especificaciones dinámicas de panel,
la ecuación de arranque fue:
donde: CR son los préstamos totales; GDP es el producto interno bruto mensual; ER es la tasa de cambio real; R es el indicador de política monetaria;
Wn representa las características bancarias (liquidez y tamaño), y D son variables simuladas (dummies) estacionales. Las variables macroeconómicas
tales como PIB y tasa de cambio real se incluyen para controlar por los efectos
provenientes de la demanda. Y se optó por dos variables que fungen como
indicadores de la postura de política monetaria: una tasa de interés de la
política y las reservas bancarias.
Los resultados de la investigación no sugieren que las características de los
bancos –nuevamente: tamaño, liquidez o especialización– constituyen fuentes
de diferencias entre bancos (cross sectional) en la repuesta de la oferta de
préstamos a los cambios en la política monetaria. Consecuentemente, no se
confirma la presencia del canal del crédito bancario en Venezuela.
3.3 Canal de las tasas de interés
PPara estudiar la relación entre las tasas de interés del mercado y las tasas de
los instrumentos de la política monetaria del Banco Central, en términos de la
rapidez con que responden las primeras a las segundas, la proporción en que
lo hacen, y si pueden las autoridades propiciar cambios de largo plazo en los
márgenes de las tasas de mercado al modificar el nivel de las tasas oficiales,
Dorta y Guerra (2003) construyeron una serie de las tasas oficiales con frecuencia
Luis E. Rivero M. / Las mediciones de los mecanismos de transmisión…
121
mensual para el período 1990-2002, al combinar distintos regímenes de política
monetaria instituidos por el Banco Central. La metodología utilizada consistió
en la especificación y estimación de modelos VAR con corrección de errores,
orientados a explorar mediante el análisis de impulso-respuesta generalizado
(GIR), la reacción de las tasas activas y pasivas del sistema bancario a modificaciones en los rendimientos de los títulos del Banco Central.
Encontraron estos autores que el margen entre la tasa oficial y la tasa pasiva
se mantiene constante en el largo plazo, y que el margen entre la tasa activa y
la pasiva es una fracción constante (0,265) del valor de la tasa oficial. Consecuentemente, el Banco Central estaría en condiciones de apuntar a un objetivo
para el margen entre las tasas activas y las pasivas en el largo plazo mediante
movimientos de las tasas oficiales. Sin embargo, señalan que si las autoridades
monetarias quisieran reducir este margen en el largo plazo en Venezuela, la
política más conveniente consistirá en generar una disminución de la tasa oficial,
lo cual podría ser inconsistente con la búsqueda de una disminución de la
inflación. Adicionalmente, encuentran que en los primeros meses después del
choque de política monetaria, el cociente de la tasa pasiva reacciona con relativa
lentitud, lo cual apunta a que el mercado financiero es poco sensible para
asimilar la señal de política monetaria. Y que en relación con la respuesta de
la tasa activa, el comportamiento de los primeros meses es similar al del cociente de la tasa pasiva aunque con diferencias menos acentuadas, lo cual
sugiere que la sustitución entre el crédito bancario y otras fuentes de financiamiento es relativamente imperfecta.
Durante los seis primeros meses después del shock de la tasa de interés oficial,
la respuesta de las tasas activas y pasivas en el país es muy similar, pero a partir
del séptimo mes la tasa activa reacciona con mayor intensidad que la pasiva, lo
cual, nuevamente, sugiere que los depositantes en el sistema bancario tienen
pocas alternativas para colocar sus recursos y que los costos transaccionales
involucrados en la movilización de los fondos podrían pesar. En la dinámica de
corto plazo de los márgenes entre las tasas activas y pasivas relativos a la tasa
oficial, prácticamente no hay variación durante los primeros siete meses y el
ajuste de largo plazo se produce con incrementos desacelerados que convergen
hacia el nivel señalado de 0,265.
Mendoza (2003) investiga la relación entre las tasas de interés real y la disponibilidad del crédito, sobre la inversión privada en el país, motivado por el paradigma de la liberalización financiera como medio de promover el ahorro, la
inversión y el crecimiento, el cual sostiene el argumento de que las tasas de
interés reales son frecuentemente negativas en los países en desarrollo debido
a controles administrativos sobre las tasas de interés nominales y la fuerte regulación que caracteriza a los mercados financieros, mientras que tasas de interés
122
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
reales ejercen un efecto positivo neto sobre la inversión privada, con lo que
contradice la teoría tradicional de una relación inversa entre la inversión privada
y las tasas de interés real.
Dicha teoría de la liberalización financiera sostiene que en los países en desarrollo, caracterizados por la importancia del autofinanciamiento y las tasas de
interés negativas o muy bajas, un aumento de las tasas reales para los depósitos
incentiva el ahorro y la sustitución de bienes por depósitos bancarios, lo
que incrementa el autofinanciamiento y la disponibilidad de ahorros para financiar proyectos rentables; sin embargo, igualmente reconoce que a tasas más
altas se preferiría la tenencia de depósitos con rendimientos más altos que la
inversión en capital físico, con lo que la inversión y las tasas bancarias reales
se relacionarían negativamente. De aquí que la argumentación de la liberalización financiera implicaría una relación no lineal entre tasas de interés reales e
inversión privada.
Además, también se ha argumentado, sostiene Mendoza, que puede existir no
linealidad entre inversión privada y la disponibilidad de crédito, ya que si existen
restricciones al crédito a todos los niveles de tasas de interés, cuando los efectos
de un aumento de la tasa de interés real sobre la oferta de crédito son mayores
que los costos generados por las tasas más altas de interés debido a problemas
de información asimétrica, también se debería esperar un decremento en la
sensibilidad de la inversión privada con respecto a la disponibilidad de crédito
a tasas más altas.
Para investigar tal relación no lineal y, consecuentemente, el impacto diferencial
de las tasas de interés y la disponibilidad de crédito sobre la inversión privada
en Venezuela, el autor utiliza información trimestral para el período 1983:1-2004:4
sobre las variables inversión privada, tasa de interés real para créditos bancarios,
préstamos bancarios al sector privado como indicador de la disponibilidad de
crédito, inversión pública y producto interno bruto real generado por el sector
privado, con algunas variables ficticias (dummies) para controlar por sucesos
especiales, reformas económicas estructurales y estacionalidad. El modelo econométrico que utiliza es un modelo logístico de transición suave con vector de
corrección de errores (modelo LSTVEC), que constituye una generalización de
los modelos regresivos de transición suave (modelos STR). Estimó un modelo
LSTVEC para la inversión privada y sus determinantes con valores retrasados
del crédito, para explicar los estados de la economía en la mayoría de las ecuaciones que maneja. Y construyó funciones de impulso-respuesta a partir del
modelo LSTVEC para estudiar los efectos de los choques positivos y negativos
a la tasa de interés real y la disponibilidad de crédito sobre la inversión privada
cuando se enfrentan contracciones o expansiones del crédito.
Luis E. Rivero M. / Las mediciones de los mecanismos de transmisión…
123
Los regímenes de tasas de interés en Venezuela durante el período de estudio
se caracterizaron por ir desde un extremo hasta el otro: desde tasas controladas
administrativamente, hasta esquemas de flexibilidad de las mismas. Pero, en
general, han sido bajas en promedio en términos reales. Si se siguieran los postulados de la teoría de la liberalización financiera, un choque positivo a las
mismas terminaría generando más inversión, mientras que el enfoque tradicional
sostiene que ésta disminuiría. La primera de esas teorías, además, sugiere una
relación no lineal entre las dos variables referidas, con las tasas de interés real
sirviendo como variable para describir los estados de la economía.
El autor, después de enunciar tales ideas y mediante el uso del modelo LSTVEC,
llega a la conclusión de que no hay evidencia que soporte el uso de las tasas
de interés real como variable de transición; más bien la evidencia favorece a los
valores atrasados de los choques reales del crédito al sector privado. Bajo tal
especificación y dos regímenes crédito y crédito abundante, encontró que choques positivos en la tasa activa real producen efectos negativos en el gasto de
inversión privada real y este efecto acumulado es más negativo en el régimen
de contracción del crédito; además, el efecto de choques positivos de la tasa de
interés en la inversión es más baja en términos absolutos que la respuesta a
choques negativos. Los choques negativos de las tasas de interés sobre la inversión tienen un efecto acumulativo más fuerte cuando comienzan en el régimen
de crédito bajo. En otras palabras, los postulados de la teoría de la liberalización
financiera parecen no tener soporte suficiente en el caso venezolano. Igualmente,
la tasa de crecimiento del PIB privado emerge como la fuerza más importante
para conducir el gasto de inversión en el corto plazo. Y finalmente, que existe
un efecto expulsión (crodwing-out): la inversión pública actúa como sustituto
de la inversión privada cuando el Gobierno compite con el sector privado para
obtener los recursos con los cuales financiar proyectos de inversión o cuando
produce bienes que los puede proveer el sector privado.
Paggliaci y Ruda (2004) tratan de medir el impacto de las tasas de interés de las
operaciones de mercado abierto del Banco Central sobre las variables del mercado monetario y cambiario que pudiesen responder de forma más inmediata,
a través del uso de información de alta frecuencia –semanal– para el período
abril 2002-enero 2004. La identificación de los choques monetarios la realizan
mediante “indicadores narrativos”, es decir, variables discretas que señalan cuándo
se producen las decisiones de la autoridad monetaria y cuál es la intencionalidad
que las anima; y la medición de su impacto se inicia con la estimación de vectores autorregresivos (VAR) bivariados que contiene un indicador narrativo y
alguna variable del mercado monetario o cambiario. A partir de los resultados
conseguidos, se ensaya con la estimación de un VAR que incluye más variables
124
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
y con un sistema de ecuaciones del tipo “regresiones aparentemente no relacionadas” (seemingly unrelated regressions –SUR) para tomar en cuenta las posibles
correlaciones entre los términos de error del sistema. Los resultados se evalúan
luego a través de las presentaciones de funciones impulso-respuesta. Tal como
ha ocurrido durante el período de estudio, el manejo de la tasa de interés del
Banco Central no ha estado atado explícitamente a la consecución de metas
de inflación (“inflación objetivo”), sino a un conjunto variable de indicadores
macroeconómicos (agregados monetarios, inflación, actividad, económica, tasa
de cambio).
El estudio concluye que los choques de política monetaria inician su mecanismo
de transmisión con el movimiento de las tasas de interés del mercado, especialmente de la tasa overnight; cuando las decisiones de la autoridad son consecutivas
y en la misma dirección su efecto es bastante más persistente y significativo.
Pero el efecto de la política monetaria sobre los agregados monetarios tiende a
ser indirecto, ya que una acción expansiva incrementa las reservas excedentes
de la banca en razón de la disminución de la tasa overnight que se produce.
Los autores son prudentes al aclarar que los indicadores narrativos que utilizaron
no consideraron choques monetarios de distinta intensidad ni de distinto signo.
Tampoco desechan la posibilidad de que la reacción de las reservas excedentes
pueda afectar al resto de la economía en el largo plazo a través del crédito
bancario. Pero llegan hasta ahí.
3.4 Canal de la tasa de cambio
Mendoza (2004) investiga el “efecto transferencia” (pass-through) de las fluctuaciones de la tasa de cambio sobre los precios domésticos, con información
mensual para el período 1989:07-2002:11. Como marco de su trabajo, parte de
la idea de que el efecto de la modificación de la tasa de cambio no es lineal,
sino que dependerá de tres tipos de asimetría: el estado inicial de la economía
o estado dependencia, el tamaño de la perturbación o choque, y el signo del
mismo. El estado dependencia se refiere a situaciones determinadas por el mismo
nivel de las reservas (crecientes, decrecientes, estables) o la inflación (en alza,
decreciente), por ejemplo. El tamaño de la perturbación es diferenciado entre
uno pequeño –choque de una desviación estándar de los errores estructurales
de la depreciación– o uno grande –choque de tres desviaciones estándar. Por
ejemplo, durante una depreciación grande más empresas ajustarían su precio
que durante una pequeña depreciación. Finalmente, el signo también es importante ya que el pass-through de un choque positivo (depreciación) no es necesariamente igual al de un choque negativo (apreciación), por ejemplo, para frenar
la inflación.
Luis E. Rivero M. / Las mediciones de los mecanismos de transmisión…
125
Medir no linealidades de una perturbación cambiaria es importante a efectos
de las políticas a instrumentar para evitar errores de estimación costosos para
la economía. Y las no linealidades o asimetrías generalmente son imperfecciones
de los mercados debido a rigidez de los precios, a información incompleta o a
costos de transacciones aun cuando tienden a desaparecer con el tiempo o con
la agregación de datos.
Cuadro 1
El pass-through según variable de transición, tamaño y signo de una depreciación
Tamaño del
choque
Choques positivos
(Depreciación %)
d.e.Depreciación
(puntos %)
1 año
Choques negativos
(Apreciación %)
2 años
1 año
2 años
Inflación creciente
1
2,0
25,8
39,2
28,9
41,7
3
6,0
27,5
41,3
26,9
39,2
1
2,0
25,0
37,8
28,9
40,1
3
6,0
27,2
40,2
26,2
37,4
1
2,0
22,2
29,8
30,5
45,6
3
6,0
25,7
35,3
26,5
38,2
Inflación estable
Inflación decreciente
Aceleración pronunciada del tipo de cambio
1
1,8
17,4
18,7
30,6
39,7
3
5,3
22,6
27,9
49,3
59,2
Aceleración moderada del tipo de cambio
1
1,8
13,6
19,4
51,9
63,3
3
5,3
34,7
45,9
39,5
48,8
Estabilidad cambiaria
1
1,8
22,8
21,9
29,4
45,4
3
5,3
35,2
44,8
37,2
50,3
1
1,7
3
5,2
Reservas internacionales relativamente estables o crecientes
1,0
3,9
23,6
39,0
6,8
15,0
14,6
26,8
Pérdida considerable de reservas internacionales
1
3
1,7
30,7
43,2
5,2
31,7
44,0
Nota: d.e. se refiere a la desviación estándar de un choque estructural en la tasa de depreciación.
El PT de perturbaciones en la tasa de depreciación en una situación de pérdida considerable de
reservas no fue estimado debido a la poca probabilidad de ocurrencia de este evento.
126
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
El modelo econométrico utilizado por Mendoza es un vector autorregresivo con
transición suave logística –logistic smooth transition vector regressive model (LSTVAR).
El pass-through se calcula a partir de las funciones impulso-respuestas acumuladas de la inflación, generadas por perturbaciones en la depreciación. La variable
de transición o variable de estado es la variable que describe la no linealidad o
el cambio en el efecto de la variable explicativa sobre la variable dependiente.
Los resultados del estudio se resumen en el cuadro 1.
De este cuadro resumen se deducen varios resultados generales, en adición a
los específicos del mismo: a) Ciertamente, el efecto transferencia depende de
las tres situaciones anotadas: estado de la economía en el cual ocurre la depreciación, tamaño y signo de la perturbación. b) El tamaño de la transferencia no
tiene necesariamente una asociación positiva con el tamaño de la perturbación
cambiaria. c) El comportamiento de las reservas internacionales y la variabilidad
de la tasa de depreciación impacta con fuerza el pass-through. d) Dependiendo
del estado de la economía, una perturbación negativa (apreciación) de la tasa de
cambio puede contribuir al descenso de la inflación de manera importante. e)
A grandes choques, la transferencia tiende a ser igual tanto para perturbaciones
negativas como positivas y para tasas de inflación crecientes como
decrecientes.
Profundizando el análisis de las asimetrías del pass-through de la tasa de cambio
en los precios (Mendoza, 2004), Mendoza y Pedagua (2006) extienden el análisis
para investigar el efecto de la perturbación cambiaria en los precios de bienes
y servicios, para lo cual toman en consideración el contexto de la economía en
el cual se produce tal choque (asimetrías de estado), la magnitud del choque
(asimetría de tamaño), así como su signo (asimetría de signo). La información
que utilizan es mensual para el período 1990:07-2004:12 y el modelo econométrico es un vector de corrección de errores que admite una transición suave
logística, o logistic smooth transition vector error correction model (LSTVECM).
El pass-through se obtiene como el valor esperado o medio de las diferentes
trayectorias del cociente de las impulso-respuestas acumuladas de inflación y
de la tasa de depreciación en un período determinado, ante una perturbación
inicial dada. Las impulso-respuestas son generadas a partir de un número dado
de repeticiones para cada régimen o estado de la economía.
Señalan los autores que los estados de la economía que pueden afectar el passthrough, y que han sido estudiados en la literatura, son las variables monetarias,
la tasa de cambio, los precios, los desalineamientos de la tasa de cambio, el
grado de apertura comercial y la brecha del PIB; también se han estudiado la
importancia de las cadenas de distribución y el papel de los bienes no transables
en la formación de los índices generales de precios, ya que, usualmente, el passthrough de bienes importados tiende a ser mayor que al nivel de precios de
productor, y éste, a su vez, mayor que a nivel de mayoristas y de consumidores,
Luis E. Rivero M. / Las mediciones de los mecanismos de transmisión…
127
debido a que: (i) Los exportadores pueden seguir una estrategia de precios
basada en la moneda local (del país importador) para mantener o incrementar
la cuota de mercado. (ii) Los costos de distribución local son establecidos en
moneda local, por lo que mientras mayor sea el valor añadido de dichos costos
de distribución (no transables) menor será el pass-through. (iii) Los bienes transables compiten con los no transables localmente. Como consecuencia de todo
esto, los oferentes de productos a los consumidores podrían preferir fijar precios
en moneda local para evitar pérdidas de mercado.
Desde el punto de vista de las autoridades, continúan los autores, la separación
de productos entre transables y no transables es importante en razón de que
un choque positivo (depreciación) en la tasa de cambio nominal, producirá una
depreciación real en el corto plazo, con apreciaciones posteriores en la medida
en que se ajusten los precios locales y, dado que se espera que los precios de
los bienes contengan menos de no transables que los servicios, se justifica investigar el comportamiento de los precios de bienes y servicios al nivel de
consumidores ante el choque cambiario.
Los transables están constituidos por bienes importados o nacionales, por lo
que muestran total exposición a cambios de la tasa nominal, mientras que los
no transables dependen más de las fuerzas de la oferta y demanda interna. Los no
transables pueden sentir más el efecto de la tasa de cambio nominal en la medida en que dependan en mayor grado de la importación y de la elasticidad de
los salarios al choque cambiario. Así, si el pass-through en servicios es menor
que en bienes, el que el pass-through no sea completo (depreciación real) al
nivel del consumidor dependerá en mayor grado del comportamiento de los
precios de servicios que del de los bienes. Consecuentemente, si el pass-through
depende del componente de no transables, la transferencia debería ser mayor
en los precios de los bienes que en los de servicios. También es importante
considerar la estrategia de precios que usen los empresarios en términos de
moneda extranjera o local, por lo que si hay empresas que fijen precios con
base en moneda local y otras que lo hagan con base en moneda extranjera, el
pass-through agregado será incompleto2.
Para Venezuela, los autores toman en cuenta el estado del negocio petrolero
(precios), por el efecto que tienen sobre las expectativas relacionadas con el
nivel de las reservas internacionales. En el cuadro que sigue se resumen los
resultados de la investigación para 1, 2, 3 años.
2
Clasificar los bienes como transables y los servicios como no transables genera problemas
para medir el efecto de la tasa de cambio real porque el IPC de bienes contiene costos de
distribución (transporte, publicidad, mercadeo y seguros) y bienes producidos para el mercado local; de otra manera, serían “transables puros”.
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
128
Cuadro 2
Pass-through en la inflación de bienes y servicios según variable de transición
y tamaño de una perturbación cambiaria positiva
Tamaño del choque
Variable de
transición d.e.Depreciación
(Puntos %)
det-1
tort-4
dpst-5
Dm2t-3
dptrolt-3
Lineal
Bienes (pb)
1
año
2 3
años años
Servicios (ps)
1
año
Régimen bajo: apreciaciones y depreciaciones pequeñas
1
3,21
46,63
63,60 74,73
35,74
3
9,64
41,58
60,20 72,08
30,86
Régimen alto: depreciación alta
1
3,21
35,87
48,98 58,75
25,95
3
9,64
38,34
54,05 63,11
27,22
Régimen bajo: subvaluación y sobrevaluación pequeña
1
2,76
42,07
60,12 73,05
30,56
3
8,28
41,96
60,06 73,16 30,4349,29
Régimen alto: sobrevaluación alta
1
2,76
34,84
43,73 46,53
22,60
3
8,28
34,88
43,93 46,62
22,63
Régimen bajo: disminución de inflación de servicios
1
3,18
42,85
57,11 63,46
30,96
3
9,53
43,09
57,96 64,45
31,73
Régimen alto: aumento de la inflación de servicios
1
3,18
44,50
59,47 65,89
34,17
3
9,53
43,38
57,25 63,35
32,43
Régimen bajo: contracción monetaria
1
3,04
25,81
79,70 118,26
24,90
3
9,12
25,71
81,59 125,43
25,01
Régimen alto: expansión monetaria
1
3,04
45,08
55,26 62,95
32,44
3
9,12
45,15
55,40 63,24
32,59
Régimen bajo: caída de los precios del petróleo
1
3,27
48,45
58,44 66,78
36,79
3
9,80
48,42
58,30 66,72
36,82
Régimen alto: aumento de los precios del petróleo
1
3,27
36,62
51,33 60,56
31,59
3
9,80
36,59
51,18 60,34
31,50
1
41,88
56,31 64,57
30,85
2 3
años años
55,79
49,23
70,50
65,61
39,89
42,61
49,83
55,38
49,53
65,06
65,13
32,96
33,00
38,78
38,81
46,46
47,75
53,62
55,23
50,97
47,08
58,79
54,00
74,38
76,42
118,39
125,71
43,25
43,34
52,13
52,23
49,89
49,81
59,36
59,32
46,19
45,92
45,42
55,11
54,84
55,07
Nota: d.e. denota desviación estándar de una perturbación estructural en la tasa de depreciación
nominal.
Luis E. Rivero M. / Las mediciones de los mecanismos de transmisión…
129
Así, el efecto de las perturbaciones cambiarias es mayor en los precios de los
bienes que en los de servicios; el pass-through no es completo ni para bienes
ni para servicios y este resultado es independiente del estado de la economía,
el tamaño de la perturbación y la dirección de la misma. Las asimetrías de estado
parecen estar asociadas principalmente con el precio del petróleo, la liquidez
monetaria (M2) y el tipo de cambio real respecto a su tendencia. El efecto de
los precios del petróleo se explicaría por las expectativas que se crean en los
agentes económicos sobre el comportamiento futuro de las variables fiscales y
cambiarias: el pass-through es mayor cuando los precios del petróleo están en
descenso (fenómeno permanente), y viceversa (fenómeno transitorio), con lo
que en el primer caso más agentes económicos ajustarán precios. El régimen
monetario no es estadísticamente significativo, excepto que cuando se contrae
la liquidez se podría frenar el impacto de la devaluación sobre los precios. Y,
finalmente, el efecto del choque cambiario parece ser más importante en presencia de depreciaciones reales (aumento del cambio nominal durante períodos
de alta apreciación real) y de pequeñas apreciaciones que cuando se parte de
episodios de alta apreciación real.
En Dorta, Álvarez y Bello (2002), tal como se aclaró páginas atrás al analizar el
canal monetario de transmisión, estos autores también miden el funcionamiento
de otros canales. En este punto, entonces, se considera el peso del canal de la
tasa de cambio. Con respecto a esta variable (1986-2000, con datos trimestrales),
la tasa de cambio resultó relevante, tanto en magnitud como en significación
estadística, para explicar la inflación de costos, con mayor importancia en el
caso de la inflación de bienes, ya que los servicios sienten más el peso de los
controles administrativos de precios. El ancla cambiaria ha contribuido a reducir
las tensiones inflacionarias en el corto plazo, al evaluarla en términos de efectividad de los instrumentos del Banco Central para frenar el aumento de precios.
Paralelamente, estos autores encontraron que la sobrevaluación impacta favorablemente la tasa de crecimiento, en niveles de 0,03% por 1% de sobrevaluación,
con un retardo de un trimestre.
3.5 Canal de las expectativas
La influencia de las expectativas de los agentes económicos puede hacerse sentir
por distintas vías. Una de ellas es la credibilidad o no en la consistencia de las
políticas mismas, en las autoridades que las implementan, y en la posibilidad
de que las instituciones puedan “aguantar” la tensión que produzcan las políticas.
En un trabajo realizado con la intención de analizar la relación entre credibilidad
de la política económica y persistencia de la inflación, Dorta, Guerra y Sánchez
(1997) analizan el período 1970-1996 con información mensual, lo que les permite considerar distintos regímenes de política económica. Por persistencia
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
130
inflacionaria se entiende la influencia de períodos anteriores de incrementos de
los precios sobre períodos siguientes, sin conexión con el resto de la situación
económica. La hipótesis de trabajo es que al abandonarse el sistema de cambio
fijo que fungía como ancla inflacionaria en febrero de 1983, se incrementó la
persistencia inflacionaria en el país; se divide así el período de estudio en dos
subperíodos, en los cuales se trata de contrastar el problema de la persistencia.
Los autores explican la relación entre la falta de credibilidad y persistencia
del problema inflacionario porque “…Al anunciarse una política de estabilización en un contexto de baja credibilidad, los agentes económicos actúan
como si las autoridades fuesen a incumplir con la política acordada y, en
consecuencia, anticiparán gastos para deshacerse de los saldos monetarios y
de esa forma evitar el impuesto inflacionario. Como resultado, la inflación
persistirá no obstante el anuncio de estabilizar”. Es obvio el papel que las
expectativas juegan en tal actitud. Y éstas se forman a partir de la inherencia
dinámica de la política y de las asimetrías de información, que generan desconfianza entre familias y empresas.
A consecuencia de que la “credibilidad” como variable económica no es directamente mensurable, se recurre a formas alternativas para estimarla. Apelando
a la teoría de la paridad no cubierta de intereses, se expresan las expectativas
de devaluación como el diferencial entre las tasas de interés interna (r) y la
externa (r*), de tal manera que a mayor grado de desalineamiento entre ambas
se percibe más laxitud de la política macroeconómica interna, lo que generaría
menor credibilidad, mayores expectativas de devaluación, más gasto y más
inflación. La otra variable a utilizar es la fracción de la base monetaria respaldada
con reservas internacionales: en la medida en que la primera tenga una menor
proporción de basamento en reservas, mayor será la expectativa de devaluación
y la posibilidad de ataques especulativos contra la moneda nacional, con el
consiguiente efecto inflacionario.
Ambas variables se utilizan, entonces, para construir un “índice de credibilidad”
basado en los componentes cíclicos de éstas. Dicho índice le asigna ponderaciones a ambas variables como parámetros a ser estimados dentro del modelo.
Así, para modelar la persistencia de la inflación (P), se puede suponer un proceso autorregresivo para la formación de los precios:
*
*
P=a 0 +a 1 P t-1 +U t
donde a1 mide la persistencia de la inflación y U es el término de perturbación
que se supone es ruido blanco. Seguidamente se asume una función lineal que
relaciona el nivel de persistencia con la credibilidad en la política económica:
a 1t = a 2 C t para a2 < 0
Luis E. Rivero M. / Las mediciones de los mecanismos de transmisión…
131
Lo que implica que a mayor credibilidad menor persistencia. Al combinar ambas
ecuaciones con la paridad de intereses:
*
*
P=a 0 +a 2 (r-r*)P t-1 +U t
Por lo que el coeficiente a2 pasa a medir la persistencia. Dado que el diferencial
de tasas no es totalmente exógeno porque depende tanto de la inflación
misma como de las variables que afectan a la inflación, el sesgo se solventa
aislando el componente de r-r* que no depende de los fundamentos económicos, es decir, separando los componentes transitorios de los permanentes
de esa variable.
El índice de credibilidad se calcula asignándole ponderaciones a las dos variables
seleccionadas (intereses y respaldo de la base) como parámetros a ser estimados
dentro del modelo, con un término que representa la razón de base a reservas
y el diferencial de tasas. Partiendo de los componentes cíclicos de la fracción
de base a reservas y del diferencial de tasas, obtenidos mediante el filtro HodrickPrescott, se calculan los dos índices elementales de credibilidad al dividir cada
valor de la serie entre un valor fijo para un período base previamente seleccionado, es decir:
BR Ft
1
c t = BRF0
, c t2=
DTiFt
DTiF0
donde c1t y c2t son los índices elementales de credibilidad; BRF es el componente
cíclico de la razón base/reservas y DTiF es el diferencial de tasas; a menor credibilidad, mayor el valor del índice. El índice de credibilidad integrado será un
promedio ponderado de estos índices. La ecuación se estima por medio de
técnicas no lineales.
Alternativamente, la persistencia de la inflación se estudia mediante el uso de
modelos que permitan la variabilidad de su varianza, concretamente a través de
especificación de modelos GARCH (generalized autorregressive conditional
heteroscedasticity).
El modelo general para explicar la persistencia de la inflación incluye una variable fiscal (déficit financiero global), una monetaria (M1) y otra que capta el
efecto de los factores externos sobre la inflación doméstica –inflación de Estados
Unidos como proxy de la inflación internacional y el de las variaciones de la
tasa de cambio 1983:3 hasta 1996:12; la nueva variable se consiguió transformando ambas series por medio de una estandarización (EFEXT).
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
132
El resultado del conjunto de estimaciones realizadas, según los autores, es inequívoco: la inflación en Venezuela presenta un considerable grado de persistencia. Después del abandono del régimen de tasa de cambio fijo (febrero 1983),
se ha gestado un proceso sostenido de tal persistencia, atribuible al deterioro
de la credibilidad. De entrada también señalan que otros estudios previos (Guerra
y Sánchez, 1997; Guerra et al., 1996 y Edwards, 1992) sugieren que en Venezuela
la inflación exhibe una persistencia importante.
Para extender y profundizar el análisis de la persistencia inflacionaria, Álvarez,
Dorta y Guerra (2000) estudian el problema a partir de observaciones mensuales
y tratan de determinar la influencia de factores de indexación, costos de producción, credibilidad en la política económica y volatilidad de la inflación.
Además, el problema de la persistencia lo enfocan no sólo sobre la inflación
general, sino su separación en persistencia de la inflación de bienes y la correspondiente a servicios, como proxies de los bienes transables y no transables.
En razón del carácter no observable directamente de la persistencia, se recurre
a técnicas econométricas para estimarla, mediante dos métodos: las estimaciones
secuenciales (rolling regressions) y el filtro del Kalman. En el estudio se utilizó
la tasa de inflación mensual medida como la primera diferencia del logaritmo
del IPC desde enero de 1984 hasta diciembre de 1999. Dado que los contrastes
de Dickey y Fuller y Phillips-Perron rechazan la hipótesis sobre la existencia de
raíz unitaria en dicha tasa de inflación mensual, el análisis de la persistencia se
basa en el uso de modelo ARMA.
La siguiente fase, después de estimada la persistencia inflacionaria, consistió en
considerar los factores que la podrían generar, los cuales, en el estudio, fueron
los siguientes: (1) Regresores vinculados con la credibilidad en la política: (1.1)
Razón liquidez ampliada-reservas internacionales (donde la liquidez ampliada
comprende M2, más los títulos en circulación emitidos por la autoridad monetaria, TIT, con el objeto de recoger liquidez), para lo cual se midieron en forma
relativa los desvíos de la misma respecto de su tendencia de largo plazo (hp),
puesto que si se considera que el “valor de equilibrio” de dicha razón varía en
el tiempo con los fundamentos de la economía, aumentos de su valor darán
lugar a pérdidas de credibilidad por el menor respaldo de la moneda que implican. Y, de allí, mayor persistencia inflacionaria:
x 1=
(M 2 +T I T ) / R I N
hp(M2+TIT)/RIN
- 1;
(1.2) Desalineamiento del tipo de cambio real respecto de su valor de equilibrio,
para lo cual se estimó: x2 = hp(IRCE)/IRCE-1, donde IRCE es el índice real del
tipo de cambio efectivo. La diferencia del IRCE con relación a su tendencia
Luis E. Rivero M. / Las mediciones de los mecanismos de transmisión…
133
de largo plazo estaría estimando la sobrevaluación de la moneda y, consecuentemente, las expectativas devaluacionistas e inflacionarias. (1.3) Expectativas de
depreciación y prima de riesgo-país, basadas en la paridad no cubierta de intereses más las primas de riesgo-país y de riesgo cambiario:
x 3 =TiP 9 0 -T BR-hp ( Tip 9 0 -T BR)
donde TiP90 es la tasa de interés pasiva promedio de los depósitos a plazo a 90
días y TBR es la tasa de interés de los bonos del Tesoro de Estados Unidos.
Aumentos de x3 reflejarían incrementos de las expectativas devaluacionistas, del
riesgo-país y riesgo cambiario, superiores a su tendencia, con la implicación de
pérdida de credibilidad y el consiguiente aumento de la persistencia. (1.4) Riesgo
cambiario (variable x4), medido por el residuo estandarizado de un modelo
ARMA 1,2) con perturbaciones GARCH (1,1) del diferencial entre la tasa de interés interna y la externa, con el consiguiente efecto de que aumentos de dicho
riesgo incrementan el deterioro de la credibilidad. (2) Regresores vinculados
con la indexación: en este caso se utilizaron los insumos importados para estimar
costos de producción, mediante la indexación de la tasa de cambio; se aplicó
el filtro de Kalman a la ecuación siguiente, que representa la regla de indexación
sobre la base de la inflación pasada y un coeficiente variable en el tiempo:
De t = c + d t Dp t -1 + v t , 0 < d <1
donde e es el logaritmo del tipo de cambio nominal y d t es un coeficiente que
mide el grado de indexación en el período t y cuya estimación (variable x5) se
utiliza como regresor de la persistencia, con incrementos de d t que implican
aumentos de la misma. (3) Regresores vinculados con la volatilidad de la inflación (x6), dada su relación con la persistencia inflacionaria: para estimarla se
utilizó la desviación estándar condicional GARCH (1,1) del término de perturbación de un proceso ARMA (1,0) para la tasa de inflación.
Los resultados arrojados por el estudio apuntan a sostener que la tasa de inflación mensual exhibe algún nivel de persistencia, la cual ha cambiado a lo largo
del tiempo. Así, durante el período 1990-1993, el nivel de persistencia permaneció
relativamente estable; a partir de 1994 comienza a crecer aceleradamente hasta
alcanzar un máximo en 1996, fecha desde la cual cae discretamente. Dicha
persistencia y su crecimiento durante los noventa pareciera estar vinculada con
problemas de credibilidad en la política y, en particular, con las modificaciones
de los regímenes cambiarios. Aunque la persistencia de la inflación de bienes
y servicios es similar en términos de comportamiento, el nivel de la de servicios
es mayor. En resumen, los factores de credibilidad en la política parecen ser los
determinantes de la persistencia, según los resultados, acompañados por la
indexación de la tasa de cambio y la volatilidad misma de la inflación.
134
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
Como la persistencia inflacionaria sigue un camino aleatorio, los factores señalados la afectan permanentemente; también es cierto que, aunque la respuesta
de la persistencia a estos factores es relativamente pequeña, el alto nivel de ella
en Venezuela es el resultado de que los choques desfavorables han sido
persistentes.
En su trabajo sobre los determinantes de la inflación referido antes, que analiza
los mercados monetarios y de tasa de cambio, Dorta, Álvarez y Bello (2002)
también estiman el efecto de la persistencia. Según ellos, tanto la inflación de
bienes como la de servicios presentan una importante persistencia, que se evidencia con más fuerza en la de servicios.
4. Conclusiones
Los estudios reseñados en el numeral 3 apuntan a las siguientes conclusiones
más importantes:
• Existe relación de largo plazo entre la base monetaria y el índice de precios
(IPC), con la característica de mostrar causalidad bidireccional entre ambas
variables. Esa relación es estable. Tales hechos son importantes para un país
como Venezuela porque la profundidad de su mercado financiero resalta el
peso del dinero dentro de la riqueza de los individuos. Adicionalmente, se
detecta una relación estable entre la base monetaria y el PIB.
• Sin embargo, en períodos más cortos, se hace más difícil detectar la relación
estadística entre dinero y precios o entre dinero y actividad económica y, en
todo caso, es más débil que en el largo plazo. Además, es de carácter bidireccional en relación con los precios.
• La política monetaria reacciona permanentemente y en la misma dirección
frente a los choques de origen fiscal. Sin embargo, no reacciona frente a
choques o fluctuaciones del producto en el corto plazo. La liquidez o el
crédito se recortan, con rezagos, ante choques positivos (caídas) de las reservas internacionales.
• No se confirma la presencia del canal del crédito bancario en Venezuela.
• En lo relativo al canal de la tasa de interés, se ha encontrado que las tasas
de mercado reaccionan con relativa lentitud al impulso de la tasa oficial en
el corto plazo, y que en el largo plazo el margen entre las primeras y la tasa
oficial es constante. Pero para que se manifieste el efecto de los choques de
las tasas oficiales, éstos deben ser consecutivos y en la misma dirección. A
su vez, la relación entre las tasas de interés de mercado y/o la disponibilidad
de crédito, por un lado, y la inversión privada, por el otro, es baja, negativa
en su signo, con más importancia para el PIB como variable explicativa de
Luis E. Rivero M. / Las mediciones de los mecanismos de transmisión…
135
la inversión, y con “efecto expulsión” (crodwing-out) de la inversión pública
sobre la privada.
• El efecto de fluctuaciones de la tasa de cambio sobre los precios o “efecto
transferencia” (pass-through) depende de tres circunstancias: estado de la
economía, tamaño del choque y dirección del mismo (signo). Así, esa transferencia es explicada por el estado (nivel) de las reservas y la variabilidad
de la tasa de depreciación: a mayor nivel de ambas, mayor transferencia,
pero la relación es no lineal. La transferencia es mayor en los precios de los
bienes, pero tampoco es completa, además de que el nivel de los precios del
petróleo afecta los resultados.
• Existe un considerable grado de persistencia inflacionaria en el país atribuible
al deterioro de la credibilidad en la política, en primer lugar, seguido por la
indexación de la tasa de cambio y la volatilidad misma de la inflación. Además, la persistencia sigue un camino aleatorio. La persistencia de la inflación
de servicios tiende a ser mayor que la correspondiente a los bienes.
Tales son los principales resultados de los estudios. Algunas precisiones adicionales parecen convenientes, sin embargo. Así, debe tenerse en cuenta que:
• Esos estudios cubren períodos distintos que van desde más de cincuenta
años (en un caso) hasta análisis de corto plazo (menos de dos años), con
datos semanales, mensuales y trimestrales, lo cual depende del trabajo de
que se trate.
• En todo caso, quien firma este trabajo no conoce estudios que arrojen luz
sobre este tema en el país, después de 2003.
• Durante los distintos períodos que abarca cada uno de los análisis se ha
instrumentado en el país una amplia variedad de regímenes monetarios,
cambiarios y de precios (administrados o no), con variedad de objetivos finales. Por ejemplo, en cuanto a los objetivos, se han utilizado niveles referenciales de inflación (que no deben confundirse con “metas inflacionarias”),
sostenibilidad de la tasa de cambio nominal, de la tasa de cambio predeterminada o combinaciones de éstas. Las variables intermedias han ido desde
el crédito interno neto, al dinero base, M1, M2, tasa de cambio nominal, tasa
de interés o combinaciones de las mismas. Y las cambiarias fluctúan entre
tasas libres, fijas, control de cambios y todas la intermedias: crawling peg,
bandas, subastas, flotación sucia.
• Consecuentemente, con información limitada y heterogénea, con regímenes
variados, y resultados de alcance parcial en los estudios existentes, es difícil
llegar a conclusiones más acabadas sobre los mecanismos de transmisión
monetaria en el país. Si a esas restricciones se añade una de carácter mayor
que caracteriza a la economía venezolana, cual es la dominancia fiscal, puesto
136
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
que “…en la práctica la ejecución de la política monetaria ha estado condicionada también a la política fiscal…” (Arreaza, Ayala y Fernández, 2001, p. 12),
se hace más nebulosa la perspectiva. Consecuentemente, políticas monetarias
basadas en esquemas con algún grado de sostificación, como la “regla de
Taylor” o “inflación objetivo” pueden encontrar dificultades en su camino
para obtener los resultados buscados, porque suponen, por ejemplo, que las
tasas de interés oficiales y las de mercado reaccionan de manera
previsible.
• Así, prácticamente sólo queda abierto el camino para regímenes monetarios
sencillos como el del uso de un agregado monetario cercano a la autoridad
monetaria en términos de control sobre éste. Olivo (2005, pp. 25-26) lo ha
expresado de manera muy clara: “Este trabajo sostiene que el amplio rechazo
a las reglas monetarias basadas en la gerencia de un agregado monetario,
no está bien apoyado ni teórica ni empíricamente… El argumento a favor de
una política monetaria basada en el control de un agregado monetario es
más fuerte en países menos desarrollados con sus mercados financieros
pocos profundos y organizaciones fiscales débiles”.
• Además, dada la relación estable entre la base monetaria y el PIB, esa conclusión se refuerza, al tener en cuenta la importancia del dinero como componente de la riqueza y, consecuentemente, de las decisiones de los individuos
en economías como la venezolana, donde el mercado de capitales muestra
bajo desarrollo. Que en el corto plazo no se detecte una relación estable
entre el dinero y los precios en el país desde el punto de vista econométrico,
también es posible que se deba a que el uso de datos de alta frecuencia
–semanales, mensuales– para períodos pequeños, no es lo más apropiado,
además a la necesidad de perfeccionar las técnicas utilizadas en las
estimaciones.
Luis E. Rivero M. / Las mediciones de los mecanismos de transmisión…
137
Referencias
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causas e implicaciones, Serie Documentos de Trabajo N° 26, julio.
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Revista BCV • Vol. XXIV, N° 2, Caracas, julio-diciembre 2010, pp. 139-153 • ISSN: 0005-4720
La economía política del petróleo en Venezuela
Mendoza
Carlos Mendoza Pottellá
La renta petrolera:
génesis y fundamento de la formación social venezolana en el siglo xx
La categoría renta de la tierra, cuya conceptualización en la versión marxista
es la misma que la de los beneficios e intereses: plusvalía creada por el trabajo,
de la cual se apropia en este caso el propietario de la tierra, tiene una expresión
particular pero de su misma naturaleza, en la renta petrolera.
Apelemos a la reseña y cita que hace nuestro ilustre colega, el doctor Bernardo
Ferrán, sobre la visión marxista:
En lo que concierne a la renta de la tierra, Marx distingue diferentes tipos. Y la
renta de las minas se ajusta a las mismas leyes de la renta diferencial agrícola.
De hecho, la renta diferencial se presenta en todas partes. “Donde quiera que las
fuerzas naturales son monopolizadas y aseguran al industrial que las emplea, una
ganancia excedente, ya se trate de un salto de agua, de una mina rica, de aguas
abundantes en pesca o de solares bien situados, nos encontraremos que la persona que por su título sobre una porción del planeta puede alegar un derecho
de propiedad sobre estos objetos naturales, se apropia de esta ganancia excedente
y se la sustrae al capital activo en forma de renta”1.
Las condiciones de monopolio universal establecido desde finales del siglo xix
por las corporaciones norteamericanas e inglesas y su afianzamiento a partir
de los años treinta del siglo xx, crearon un inmenso mecanismo planetario de
apropiación de la renta generada por los hidrocarburos en perjuicio de los países
bajo cuyo subsuelo se encontraba esa riqueza que se liquidaba.
Carlos Marx, El capital, vol. II, p. 717, citado por Bernardo Ferrán, Los precios del petróleo,
p. 286.
1
140
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
En una obra dedicada específicamente a esta categoría, Jean Pierre Angelier
define así a la renta petrolera.
…la renta petrolera, en sí misma, está constituida por plusvalía originada en
esferas de producción distintas de la industria petrolera y realizada en la venta
de los productos petroleros.
…Pero la renta petrolera no está únicamente constituida por la ganancia extraordinaria del capital petrolero. También incluye el ingreso de los agentes no productores que participan en la actividad petrolera: los Estados petroleros y los
Estados consumidores… [quienes] …pueden beneficiarse con dichos ingresos
gracias al poder monopólico que detentan, ya sea en el nivel de la propiedad de
los yacimientos, o en el mercado de los productos refinados2.
Aunque la calificación de agentes no productores aplicada a los Estados productores no se corresponde con la realidad contemporánea, cuando esos Estados
han asumido directamente la gestión de sus industrias, es evidente que el reparto
de la renta petrolera es la base del modo de articulación existente entre los
agentes económicos, nacionales e internacionales en conflicto, dentro y fuera
de la industria petrolera venezolana.
Abordamos el análisis de ese conflicto partiendo de las definiciones de lo que
consideramos como forma y contenido en la lucha por la apropiación de la renta
petrolera, en la evolución de las relaciones entre el Estado y las distintas clases
sociales venezolanas con las compañías petroleras internacionales, materializada
esa evolución en la dinámica de la economía y política petrolera venezolana
desde principios del siglo xx hasta el presente.
Definimos como forma a los instrumentos jurídicos, contractuales y reglamentarios con arreglo a los cuales se otorgaban y recibían las concesiones hasta
1976, y aquellos que posteriormente, y hasta 1999, determinaron el funcionamiento de la cúpula gerencial de la industria petrolera venezolana como una
“compañía anónima” que podía pactar convenios de asistencia técnica y comercialización, asociaciones estratégicas, convenios operativos y otras formas de
asociación, a espaldas de los poderes públicos, atribuciones que la convirtieron
en una entidad paraestatal, semiautónoma. Desde el último año mencionado, y
partiendo del establecimiento de una nueva Constitución Nacional, está surgiendo, y se sigue conformando todos los días, una nueva forma, que también corresponde al nuevo contenido de la política petrolera en la última década.
Por otra parte, entendemos como contenido, esencia real del movimiento que
analizamos, a la resultante del conjunto de factores de poder e intereses
que ejercen sus fuerzas en uno u otro sentido en cada oportunidad y determinan
2
Jean Pierre Angelier, La renta petrolera, México, Ed. Terra Nova, 1980, p. 14.
Carlos Mendoza Pottellá / La economía política del petróleo en Venezuela
141
el verdadero carácter de las relaciones Estado-capital petrolero internacional, a
sus resultados en términos de usufructo de beneficios y de control de las decisiones en la industria petrolera, determinación que se ha impuesto siempre,
durante todo el siglo pasado, independientemente del cascarón legal correspondiente, bajo su cobertura si es posible, retorciéndolo convenientemente en otras
oportunidades o, en último caso, ignorándolo, a favor de ese capital.
Y es que el contenido de esas relaciones no es otra cosa que una forma particular
de expresión de la lucha de clases dentro del capitalismo contemporáneo.
Es en este sentido que utilizamos la nomenclatura propuesta por Petter Nore y
Terisa Turner en la introducción de su recopilación Oil and class struggle (1981),
donde identifican cinco dimensiones, cinco formas de manifestarse la lucha de
clases en la industria petrolera a nivel mundial. Su esquema de “dimensiones”
de la lucha de clases en la industria petrolera nos permite precisar el campo en
el que ubicamos nuestro análisis.
La primera de estas dimensiones o formas de la lucha de clases es la del “antagonismo existente entre las burguesías nacionales e internacionales, representadas, respectivamente, por los Estados-nación y las compañías petroleras”.
Nuestro análisis se va a centrar en esta dimensión y las referencias a las otras
cuatro se harán siempre en función de su incidencia en este ámbito particular,
pero es indispensable mencionarlas y asumir su existencia como parte indisoluble de la compleja realidad que estudiamos. En el orden expuesto por los
mencionados autores, esas otras dimensiones serían:
• Las contradicciones en el propio seno de la industria entre el capital y los
trabajadores petroleros.
• Las contradicciones entre clases y fracciones por el control del poder estatal
en el seno de los países productores.
• La lucha entre clases explotadas y explotadoras, tanto en estos mismos países
como a nivel internacional.
• El antagonismo entre fracciones de la propia burguesía internacional basada
en los principales países industriales.
Estas cinco dimensiones agregan un sentido más preciso a la múltiple determinación de los factores que inciden en la evolución de la industria petrolera,
nacional e internacionalmente. Pero es indispensable aclarar, por nuestra parte,
que al ubicarnos en la dimensión que hace referencia al antagonismo entre el
Estado y el capital petrolero internacional no asumimos la identificación del
Estado-nación con la burguesía nacional que se desprende de la formulación
citada y que a nuestro entender peca por excesivo esquematismo, simplificador
142
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
de una realidad mucho más compleja, en todos los casos y en particular en el
venezolano.
En este sentido, compartimos las formulaciones que sobre esa complejidad hiciera el investigador mexicano Marcos Kaplan, que ejemplificamos con una
sintética referencia:
La llamada infraestructura, las fuerzas productivas y las relaciones de producción,
son base y marco de lo que ocurre en los otros niveles y aspectos de la sociedad;
en la política, el Estado y el derecho; en la organización y funcionamiento del
sistema global y de su evolución histórica; ejerce sobre unos y otros condicionamientos y determinaciones; contribuye a engendrarlos, como sus productos que
no pueden desarrollarse sino dentro de los límites fijados por los caracteres y
tendencias de lo infraestructural. Ello no ocurre sin embargo de manera automática, mecánica, inmediata, sino, en última instancia, en grandes líneas y a largo
plazo3.
En nuestro país el control del Estado no ha sido detentado exclusivamente por
la burguesía y en los años iniciales de su historia petrolera ni siquiera existía
una clase que mereciera tal denominación. El proceso de conformación de una
burguesía nacional y su lucha por participar y hegemonizar el control del Estado
en Venezuela es coetáneo con la implantación de la industria petrolera como
generadora fundamental de los ingresos externos del país.
En muchas oportunidades la política petrolera viene a ser, también, reflejo de
esa pugna por el control del Estado nacional y a ella haremos referencia en el
transcurso de nuestra exposición.
Es pertinente señalar que nuestro enfoque parte de la concepción global que
sustentamos sobre el contexto socioeconómico contemporáneo y la situación
de Venezuela dentro del mismo como país capitalista subdesarrollado, petrolerodependiente, caracterización sobre la cual hay discusiones y matices desarrollados
por varios autores, en torno a los cuales no vamos a insistir.
En particular, compartimos la formulación del profesor Francisco Mieres, quien
postuló una interpretación de la estructura del sistema capitalista mundial,
considerándolo
1) Como conjunto de naciones-Estado o formaciones económico-sociales nacionales en las que el modo de producción capitalista es dominante, organizado como ente bipolar con un centro dominante y una periferia
subdesarrollada.
Marcos Kaplan, Estado y sociedad, 2ª ed., México, UNAM, 1980. Citado en el trabajo del
mismo autor “El derecho y los hidrocarburos en la experiencia internacional contemporánea”.
Versión PDF disponible en Internet.
3
Carlos Mendoza Pottellá / La economía política del petróleo en Venezuela
143
2) Como formación económico-social única mundializada, transnacional, compleja y heterogénea, donde el modo capitalista domina sobre otras formas
económicas secundarias. El proceso mundial de acumulación, concentración
y centralización de capital, eje dinámico, condujo a la cúpula de la dominación y explotación, primero, a los monopolios internacionales4.
En lugar de relaciones entre naciones, tenemos aquí relaciones entre clases
sociales y grupos económicos, a nivel transnacional, más allá de los intereses
nacionales de sus respectivas clases enfrentadas internamente.
Estas características del sistema capitalista mundial se han acentuado, como se
sabe, con los procesos de globalización y la preeminencia del capital financiero
y ficticio sobre el capital industrial. De ello se han hecho, en este mismo espacio,
muy completas exposiciones. Cito como ejemplo de ellas la caracterización que
del proceso referido hizo el colega Jorge Pérez Mancebo.
De las concesiones a la “apertura petrolera”, evolución e involución
de la política petrolera venezolana
La expresión concreta de la política petrolera venezolana en el siglo xx tuvo un
ilustre fundamento histórico, anterior al uso de los hidrocarburos como combustibles masivos: el decreto emitido por el libertador Simón Bolívar, como
presidente de Colombia desde Guayaquil, provincia de Quito, en 1828, donde
se establece que los derechos soberanos de la Corona española sobre el subsuelo
y las minas de cualquier clase, pasarían desde ese momento a ser derechos de
la República de Colombia. A pesar de intentos en contrario, que no es del caso
relatar aquí, desde 1830, al producirse la disolución del proyecto colombiano,
esos derechos soberanos pasan a ser, en su territorio, potestad de la República
de Venezuela.
De tal suerte que “concesiones” y “regalías” fueron figuras legales preexistentes
a los primeros hallazgos de hidrocarburos en nuestro suelo, en 1866 y 1878. El
régimen concesionario tuvo su infancia, desarrollo y declinación desde entonces
y hasta 1976.
Las incidencias de esa historia han sido expuestas por ilustres cronistas y protagonistas, como Salvador de la Plaza, Juan Pablo Pérez Alfonzo, Manuel Egaña,
Rómulo Betancourt, Rubén Sader Pérez, Pedro Esteban Mejías, Edwin Lieuwen,
Francisco Mieres y Gastón Parra Luzardo, para citar sólo algunos ya fallecidos.
Nosotros nos limitaremos a señalar el proceso general de evolución de la lucha
por el reparto de la renta petrolera en esas décadas, fundamentalmente desde
1920 y hasta 1976.
Francisco Mieres, “La crisis actual del capitalismo. El impacto energético”, mimeografiado,
Caracas, CEAP, Faces-UCV. s.f. (aprox. 1973-1976).
4
144
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
Una caracterización aparte merecen tanto el régimen que imperó en la industria
petrolera venezolana a partir de este último año y hasta 1999, así como las radicales transformaciones que desde entonces y hasta el presente han conducido
al rescate de una justa participación nacional en el reparto de los beneficios de
la liquidación de nuestro principal patrimonio natural no renovable.
Señalamos especialmente a 1920 como el año en que se formuló por primera
vez una ley de hidrocarburos, donde se regularon de manera completa y detallada todos los aspectos de la industria y quedó plasmada, por muy poco tiempo
y para la historia, una posición nacionalista, que correspondía a los intereses
de las clases que se disputaban el control del Estado venezolano en ese momento: la de los grandes propietarios latifundistas que todavía establecían relaciones de producción semifeudales en el campo venezolano y la de la incipiente
burguesía nacional, que aparecía al calor del aprovechamiento de la escuálida
participación del Estado venezolano en la renta generada por la explotación
petrolera.
Es precisamente la voluntad de aumentar esta participación la que queda reflejada en esta ley, muerta al nacer, pero que prefiguró la estructura que tendrían
todas las que le siguieron, hasta 1943 y más allá, con las sucesivas modificaciones
de esta última.
En 1976 la “nacionalización petrolera” fue la conclusión, entre otros desarrollos,
de un largo y conflictivo proceso de agotamiento del patrón normativo formal
de las relaciones entre el Estado venezolano y las compañías extranjeras concesionarias, es decir, del conjunto de estructuras legales y reglamentarias en el
marco del cual se desarrollan esas relaciones.
Ese agotamiento se venía haciendo crítico en la medida en que nos acercábamos
a 1983, año en el cual, por virtud de la Ley de 1943, se iniciaría el vencimiento
y, por ende, la reversión de las concesiones de hidrocarburos, sin que para esa
fecha estuviera prevista entonces una alternativa clara para el ulterior desarrollo
de la industria petrolera bajo control transnacional, cercada por la norma que
Juan Pablo Pérez Alfonzo logró insertar en la Constitución de 1961, la cual establecía el no otorgamiento de nuevas concesiones y el voluntario enanismo en
el que fue mantenida la Corporación Venezolana del Petróleo durante sus quince
años de existencia.
Tal dilema tenía soluciones divergentes perfectamente identificables: una, “subversiva” a los ojos del estatus y lesiva de las reglas del juego impuestas por la
“buena vecindad”, era la preparación del país para asumir plenamente el control
de su industria. Esta opción, defendida por los sectores de avanzada del país,
en especial por verdaderos profetas en el desierto de la talla de Salvador de la
Plaza, fue delineada en términos de posibilidad realizable, incluso para gobiernos
no necesariamente revolucionarios, por Juan Pablo Pérez Alfonzo, al postular,
Carlos Mendoza Pottellá / La economía política del petróleo en Venezuela
145
dentro de su “pentágono petrolero”, junto al principio de “no más concesiones”,
la creación y desarrollo de la CVP.
Pero esa posibilidad fue eludida, ignorada e incluso desnaturalizada con la
negociación de unos contratos de servicios que, como lo demostraran en su
oportunidad diversos analistas, no eran otra cosa que concesiones disfrazadas
para burlar el principio constitucional que prohibía nuevos otorgamientos de
las mismas.
La segunda de las opciones a que nos referimos es, desde luego, la propiciada
por las compañías y sus voceros en Fedecámaras, quienes consideraban que el
principio de “no más concesiones había colocado a la industria petrolera en un
curso de declinación”.
Los esfuerzos de este sector se van a encaminar a la búsqueda de una alternativa
cónsona con la preservación de su participación privilegiada en el negocio. Una
nueva fórmula de asociación dependiente con el capital transnacional que incorporara algún maquillaje renovador era la solución más “saludable”, si se
miraba con los ojos geopolíticos de sus proponentes criollos.
Los contratos de servicio se van a convertir en el primer ensayo de esa fórmula
alternativa y preservadora de la buena salud del negocio. El largo debate en
torno a estos contratos y su ulterior frustración vienen a constituir una expresión
de la confrontación entre las dos opciones mencionadas; confrontación alrededor
de la cual gira la política petrolera en todo el siglo xx: con marchas y contramarchas pero con el predominio a la larga de los sostenedores de la asociación
incondicional con el capital petrolero internacional.
La puesta en escena definitiva se produjo en 1976, año en el cual la “nacionalización”, evento culminante de esa política petrolera, plasmó, en realidad, el
estado de las fuerzas de estas dos posiciones y, no siendo una excepción de la
tendencia secular, también en esta oportunidad triunfó el partido de la asociación
transnacional.
De una manera tal que, al cabo de un forcejeo trascorrales, la nacionalización
viene a ser convertida en su opuesto: un pacto laboriosamente trabajado que
propiciará el mantenimiento y la ampliación, en extensión e intensidad, del control
transnacional sobre el petróleo venezolano.
El instrumento fundamental para la obtención de tan paradójico resultado de una
nacionalización fue el bloque de convenios firmados tras bastidores mientras se
discutían públicamente los términos de la “Ley que Reserva al Estado la Industria
y el Comercio de los Hidrocarburos”. Con lo que, en suma, la nacionalización
resulta ser fruto de un nuevo paquete Ley-Convenios al estilo del pacto entre el
gobierno de Isaías Medina y las compañías norteamericanas e inglesas que institucionalizó en 1943 el régimen concesionario.
146
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
En otras palabras, con el fin de la era concesionaria no pasamos a la era del
control pleno por parte del Estado sobre su industria petrolera, sino a una nueva
modalidad de relación subordinada Estado-transnacionales. Más elástica y sutil,
más adaptable a la evolución de las realidades económicas y políticas contemporáneas, que manteniendo y profundizando las características esenciales de la
situación anterior, fuera a la vez un cierto aggiornamento, una puesta a tono con
el signo de los tiempos que desmovilizara los sentimientos negativos que despertaba el viejo sistema concesionario5.
Esta nueva forma de existencia de la relación dependiente se funda inicialmente
en un también nuevo tipo de contrato, distinto formalmente del contrato concesionario, pero que obtiene con más eficiencia los mismos resultados: los
convenios de asistencia técnica y gerencial y los contratos de compra-venta de
petróleo y productos para su comercialización internacional. Las condiciones
que quedan establecidas en todo contrato siempre están determinadas por el
poder negociador de cada una de las partes y, evaluando los resultados reales
de este nuevo sistema, podemos afirmar que las corporaciones petroleras transnacionales y sus asociados nativos impusieron sus condiciones a los gobernantes
y principales gestores de la política petrolera venezolana.
Ello se hizo evidente y se acentuó durante los siguientes 25 años, en los cuales
prevaleció el poder paraestatal de los gerentes públicos de cultura y mentalidad
transnacional que quedaron como herencia de las antiguas concesionarias en
la operadoras “nacionalizadas” que le sucedieron y en su nueva “casa matriz”,
Pdvsa.
La política de “apertura petrolera” fue la cumbre de esta involución, cuyas principales características resumimos:
- El desmantelamiento de las capacidades técnicas y políticas del Ministerio
de Energía y Minas como ente fiscalizador y garante de la adecuada operación
y mantenimiento de los yacimientos petrolíferos, su colonización por Pdvsa
y su conversión en un cascarón vacío.
- El envilecimiento de todo el régimen fiscal aplicable a los hidrocarburos, con
la eliminación de la figura del valor fiscal de exportación, con la cual se
maximizaba el impuesto sobre la renta, la reducción de este rubro impositivo
de 67,9 a 34%. La casi extinción de la regalía en los convenios operativos y
asociaciones estratégicas al llevar de 16,6% a menos de 1%. Veamos sus
C. Mendoza P. “La era de los contratos”, en De las concesiones a los contratos, visión retrospectiva de la política petrolera venezolana, Caracas, 1983, inédito.
5
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147
resultados en la evolución de la alta correlación inversa de costos y participación fiscal total, desde 1976 hasta 1999, año en el cual, a duras penas, ha
comenzado a revertirse esa tendencia.
Costos operativos y participación fiscal más gasto social de Pdvsa
(% de los ingresos petroleros)
Fuente: Pdvsa.
Añádase a todo esto la evasión fiscal a través de emprendimientos ruinosos en
el exterior, con la compra de 17 refinerías en proceso de liquidación que se
convirtieron, desde 1989, en receptoras de “exportación de beneficios”, que
retornaban convertidos en costos, al punto de que todavía en nuestros días la
compra de crudo y productos no venezolanos por estas cafeteras constituye el
mayor rubro de los costos operativos totales de Pdvsa, casi del 53% de los mismos. Justamente, el salto que presenta el gráfico anterior en los costos operativos
de 1989, se corresponde con el registrado ese mismo año en las compras ya
referidas que se reproducen en el siguiente gráfico.
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
148
Costo de adquisición de crudo y productos no venezolanos
como porcentaje de los costos operativos totales
Fuente: MPPF y BCV.
En este contexto, llevando a la industria petrolera venezolana a condiciones
de mínima capacidad generadora de excedentes, es que se produce la campaña de la meritocracia petrolera para lograr la privatización de Pdvsa, no ya
por la vía indirecta, en curso entonces, del outsourcing o tercerización, las
asociaciones estratégicas, los contratos operativos de ganancias compartidas,
la internacionalización, etcétera, sino directamente por la venta directa de
15% del capital accionario de Pdvsa o el reparto de la totalidad de ese capital
entre los venezolanos mayores de 18 años, como rezaba la más antipática de
las propuestas privatizadoras.
Las políticas aperturistas, privatizadoras y, en suma, desnacionalizadoras, fueron
conducidas con plena conciencia de sus implicaciones: la minimización de la renta
petrolera percibida por el Estado, en beneficio de sus contrapartes transnacionales
y del capital privado nativo asociado a esas corporaciones. Peor aún, fueron diseñadas con ese bien definido propósito.
En efecto, esa política fue sustentada en formulaciones teóricas que planteaban la
existencia de un modelo fracasado de gestión de la participación nacional en la
administración de los ingresos petroleros, que conformaba una opción “rentista”,
estatista y socializante, enfrentada a una política moderna, racional, cónsona con
las exigencias de la globalización, que se resumía en un escenario “productor”6.
Pdvsa, Guías Corporativas 1993-1998, C. Mendoza P. La “verdad petrolera” frente a la realidad, en El poder petrolero y la economía venezolana, pp. 87-98, México-Caracas, CDCH
UCV, 1995.
6
Carlos Mendoza Pottellá / La economía política del petróleo en Venezuela
149
Según los autores de estos escenarios, planificadores mayores de Pdvsa, “rentistas”
eran las políticas que postulaban la defensa de la participación fiscal porque
intensificaban la ineficiencia estatista y las distorsiones estructurales del “capitalismo rentístico”, forma particular que asumió ese sistema en Venezuela.
Para eludir esos males, el “escenario productor”, postulado por estos planificadores
y asumido entusiastamente por la cúpula antiestatal de Pdvsa, sostenía que la
opción racional de utilización reproductiva de los ingresos petroleros era la reinversión de la renta petrolera en la propia industria, multiplicando proyectos dentro
y fuera del país, tales como los megaproyectos de la Faja del Orinoco y la compra
de refinerías dilapidadas en el exterior, proyectos inviables desde el punto de
vista de la nación, pero altamente rentables para los intereses complotados en el
diseño y ejecución los mismos, quienes aportarían la capacidad gerencial del
capital internacional en el manejo de esos recursos.
En otras palabras, sustraer la mayor cantidad posible de ingresos del alcance
de la “garra fiscal” del Estado venezolano y dedicarlos a la siembra del petróleo
en el petróleo. Para lograr eso y “estimular” la inversión extranjera que nos
ayudaría al desarrollo de ese luminoso futuro “productor”, era necesario hacer
lo que hicieron en esos 25 años: desmantelar todo el sistema estatal de percepción de la renta.
Hacia la reafirmación de la soberanía nacional sobre sus recursos naturales
y la integración latinoamericana
El hundimiento de la Cuarta República, su consunción por putrefacción, tuvo
mucho que ver con los resultados catastróficos de esta política antinacional.
El advenimiento en 1999 de un gobierno revolucionario, que fundamenta su
acción en una nueva Constitución y una política de rescate de la soberanía
nacional sobre sus recursos de hidrocarburos, ha cambiado radicalmente la
situación.
Se detuvo el proceso de privatización adelantado en los 25 años anteriores y se
reformularon las bases de la política petrolera con sentido nacional y solidario,
enfocados hacia la promoción de la multipolaridad y la solidaridad Sur-Sur.
Se desactivaron los mecanismos entreguistas de desmoronamiento de la participación fiscal nacional, restituyendo las tasas de impuesto sobre la renta a sus
niveles históricos previos a la debacle aperturista de los años noventa y se potenció la regalía, al sacarla de las vecindades del 1% y llevarla hasta 30%. Se
reactivó la política de defensa de los precios y el cumplimiento de los compromisos internacionales adquiridos de manera soberana en la OPEP.
150
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
El énfasis social que se le ha dado al proceso de asignación de los ingresos
petroleros ha permitido revertir la tendencia prevaleciente hasta 1998, según la
cual la participación nacional se minimizaba en beneficio de unos costos que,
en esencia, constituían la abusiva participación de los sectores capitalistas internos e internacionales en el reparto de la renta petrolera.
Los proyectos de desarrollo de la industria petrolera venezolana en los sectores
gasífero y de la Faja del Orinoco, que constituyen los escenarios del futuro de
los hidrocarburos en nuestro país, se están adelantando con una voluntad de
fortalecer nuestra soberanía afincados en el establecimiento de vínculos financieros y tecnológicos multilaterales y una visión de solidaridad continental, que
privilegia nuestro entorno inmediato, caribeño y suramericano, sin excluir las
posibilidades de asociación con empresas y gobiernos de otras latitudes.
Los proyectos de integración energética suramericana y caribeña que se han
formulado con diverso nivel de concreción, son expresión de la voluntad política
de promoción y defensa de la soberanía nacional y regional en esa materia. Se
trata de una voluntad de desarrollo integral no rentístico que prefigura la inserción de Venezuela en el tejido económico y político-regional y la construcción
de una colectividad de naciones con presencia global. El Acuerdo Energético
de Caracas, Petrocaribe, Unasur, ALBA, el sistema Sucre y más recientemente
el apoyo al surgimiento de la Comunidad de Naciones Latinoamericanas y del
Caribe, ejemplifican esa disposición.
CMP/Febrero 2010
Carlos Mendoza Pottellá / La economía política del petróleo en Venezuela
ANEXOS
Otros costos operativos, compras de crudo y productos.
Participación fiscal
“Internacionalización”:
Importación de costos
Exportación de beneficios
Fuente: Pdvsa.
Gobierno central.
Ingresos petroleros como % del PIB
Fuente: MPPF y BCV.
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Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
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La “estrategia volumétrica”, una de las excusas para adquirir 19 refinerías dilapidadas en el exterior, comportaba el abandono de la política de defensa de los
precios y la ruptura con la OPEP.
La “internacionalización” era, entonces, una alternativa frente a la OPEP, según
palabras del expresidente Rafael Caldera.
Todo ello se fundamentó a posteriori con una novísima teoría económica:
“Compensaremos la caída de los precios … con más producción”.
La cual fue formulada por el ingeniero Ramón Espinasa y coreada con entusiasmo
por los máximos ejecutivos petroleros de la era Giusti.
Las láminas siguientes, que datan de 1994, hablan por sí solas.
Precio promedio de exportación
Carlos Mendoza Pottellá / La economía política del petróleo en Venezuela
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Producción de petróleo
En 1998 la estrategia volumétrica llegó a su máxima expresión, cuando Venezuela,
violando la cuota OPEP, aportaba un millón de barriles diarios a la sobreoferta
mundial, que era de 2 millones de b/d.
La consecuencia fue el colapso de los precios, por debajo de 10 dólares para el
marcador WTI y menos de 7 dólares para la cesta venezolana de crudo y
productos.
En ese año, la OPEP dejó de percibir 90 millardos de dólares, 10 de esos millardos
los perdió Venezuela. Pero…
…los Estados Unidos tuvieron un ahorro de 30 millardos en su factura petrolera
y…
Luis Giusti recibió el premio “Petroleum Executive of The Year” que confiere la
revista Petroleum Intelligence Weekly al más destacado líder de la industria a nivel
mundial, según el dictamen de un jurado integrado por directivos de las principales corporaciones petroleras internacionales.
Tal vez ésta sea una de las más palmarias muestras de cómo se impuso la política
“productora” frente al rentismo estatista. Una verdadera lección de economía política
del petróleo y de los escondidos mecanismos mediante los cuales se producía el
reparto de la renta petrolera en los tiempos de la apertura.
Revista BCV • Vol. XXIV, N° 2, Caracas, julio-diciembre 2010, pp. 155-169 • ISSN: 0005-4720
Estados Unidos: una crisis de orden estructural
Valenzuela
José Valenzuela Feijóo1
Cuando el desarrollo del capital en un país se convierte en subproducto de las actividades propias de un casino, es probable que
aquél se realice mal
J.M. K eynes2
El sistema de crédito, cuyo eje son los supuestos bancos nacionales
y los grandes prestamistas de dinero y usureros que pululan en
torno a ellos, genera una enorme centralización de capitales y
confiere a esta clase parasitaria un poder fabuloso que le permite
no sólo diezmar periódicamente a los capitalistas industriales, sino
inmiscuirse del modo más peligroso en la verdadera producción,
de la cual esta banda no sabe absolutamente nada y con la que
no tiene nada que ver
C. M arx3
1. Una crisis cíclica y del patrón de acumulación
La gran crisis que se viene desplegando desde 2008, con seguridad cubrirá todo
2009 y, muy probablemente, también todo 2010. Su profundidad y extensión
empiezan ya a recordar, ominosamente, la gran crisis de 1929-1933. En términos
de las formas geométricas que a veces se usan para describir la curva cíclica,
ya nadie piensa en una ve mayúscula (V), una leve mayoría espera una vocal
como la última del alfabeto (U) bien suavizada y una parte creciente empieza
a temer una posible ele (L). Y amén de profunda y larga, se trata de una crisis
que afecta al mundo entero, es decir, es también una crisis globalmente
sincronizada.
1
Departamento de Economía, UAM-Iztapalapa.
2
Teoría general, p. 145, FCE, México, 1974.
3
El capital, tomo III, p. 511, FCE, México, 1973.
156
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
Pero hay más: la crisis actual, inicialmente financiera y luego real, tiene todos
los visos de ser una crisis terminal, la del patrón neoliberal que ha venido imperando en las últimas décadas. ¿Cuál es el criterio que permite sostener que
amén de cíclica se trata de una crisis del patrón de acumulación –neoliberal–
que ha venido imperando en Estados Unidos y en buena parte del resto del
mundo desarrollado y subdesarrollado? Para el caso, se sostiene que un ciclo
perverso o mal comportado es el más claro síntoma de una crisis del patrón de
acumulación vigente. ¿Qué se entiende por un “ciclo perverso”? Usualmente, en
condiciones normales, cuando el punto de crisis inaugura la recesión, se abre
una etapa en que aparte de los rasgos conocidos (caída de la inversión, del PIB,
del empleo, etcétera), también se empiezan a corregir, gradualmente, los problemas que en la fase del auge desembocaron en el punto de crisis. Por ejemplo,
si el problema crucial fue una caída de la tasa de ganancia provocada por un
aumento de los salarios superior al de la productividad, cuando la recesión
empieza a operar el desempleo se extiende más y más. Con ello, se debilitan
las organizaciones sindicales y el poder de regateo de los asalariados se debilita
profundamente. Al cabo, el salario real desciende y, sobremanera, la relación
salario-productividad se va reduciendo más y más. Con ello, la tasa de plusvalía
se eleva y, al cabo, la tasa de ganancia se recompone, dando lugar a la recuperación y el consiguiente nuevo auge. En breve, tenemos que el ciclo económico
capitalista se asienta en causas internas: el auge provoca problemas que desembocan en la crisis y recesión. A su vez, la recesión engendra procesos que recomponen a la rentabilidad del capital y la consiguiente actividad inversora. Por
lo mismo, termina por engendrar un nuevo auge. Ésta es lo que se suele calificar
como trayectoria “normal” o “bien comportada” del sistema.
No obstante, cada cierto tiempo, la recesión deja de cumplir con eficacia sus
labores de limpieza y sanidad. Lo que ella puede cumplir, ya no basta para
volver a reanimar al sistema. En tales casos, se habla de un ciclo perverso. Y
lo que este fenómeno pasa a mostrar es que el sistema está reclamando un
cambio mayor, de orden estructural, para volver a asumir una conducta dinámica. En estos casos podemos sostener que se abre un período de transición,
desde el patrón de acumulación vigente a otro patrón de acumulación, uno
que sea capaz de resolver las contradicciones que precipitan la crisis última del
patrón vigente.
¿Qué implica un cambio en el patrón de acumulación? Apuntando a las dimensiones básicas del fenómeno, tendríamos: a) cambio en los modos de producción,
distribución y utilización del excedente económico (en el capitalismo, de la
plusvalía); b) cambios en los modos del relacionamiento externo de la economía.
En el caso de potencias imperiales como Estados Unidos, redefinición de los
nexos tanto con las otras grandes potencias como con la periferia (o polo subdesarrollado) del sistema; c) cambios en la esfera política: al interior del bloque
José Valenzuela F. / Estados Unidos: una crisis de orden estructural
157
de poder, desplazamiento de la fracción dirigente (hegemónica) por otra capaz de
encabezar el nuevo estilo y cambios en los mecanismos de dominación, es
decir, en la relación bloque dominante versus clases dominadas4.
Tales cambios, aunque preserven la matriz básica del sistema, son de orden
mayor y suelen implicar turbulencias políticas mayores. Y conviene subrayar: i)
el cambio no es casual ni responde a impulsos puramente voluntarios. El cambio,
en su mayor parte, viene definido por los problemas estructurales que el patrón
periclitado no ha sido capaz de resolver. Por ejemplo, si un problema grave del
viejo patrón era una pésima distribución del ingreso (tanto que termina por ser
disfuncional al mismo capitalismo), el patrón de reemplazo, para poder funcionar
y consolidarse, debe ser capaz de resolver tal problema; ii) la clase o fracción
clasista capaz de encabezar y dirigir el recambio, tampoco es fruto del azar. Se
trata de que exista una fracción clasista que, por su posición objetiva en el orden
económico vigente, opere con intereses objetivos que la lleven a impulsar la
política que exige la implantación del nuevo patrón de acumulación, valiendo
algo análogo para definir el bloque social que va a empujar el cambio.
No está demás insistir: el cambio socioeconómico también está sometido a leyes
objetivas, lo cual, para nada supone negar el decisivo papel que debe jugar el
factor subjetivo, el de las condiciones ideológicas y políticas que exige la materialización del cambio.
II. El patrón neoliberal, rasgos básicos. El problema de realización que emerge
La crisis actual, siendo de orden estructural, exige liquidar al patrón
neoliberal.
Este patrón de acumulación se tipifica por algunos rasgos centrales que conviene
recordar: a) dominio, en las alturas del poder, del capital financiero-especulativo;
b) gran aumento de la tasa de explotación (o tasa de plusvalía), proceso que,
además, se apoya en alto grado en el estancamiento o descenso de los salarios
reales. En el último período, la tasa de plusvalía ha llegado a una magnitud de
3.63, cifra diríamos que es casi “impropia” y que, por demasiado elevada, bien
se puede calificar como económicamente “disfuncional”; c) a partir del aumento
en la tasa de plusvalía, notable aumento del excedente y, en especial, del potencial de reproducción ampliada (o relación excedente a ingreso nacional). De
hecho, tenemos que más de las tres cuartas partes del ingreso nacional (78%),
Sobre la categoría “patrón de acumulación”, ver José C. Valenzuela Feijóo, “¿Qué es un
patrón de acumulación?”, México, UNAM, 1991. Sobre “ciclos mal comportados”, S. Bowles
y R. Edwards, Introducción a la economía: competencia, autoritarismo y cambio en las
economías capitalistas, Madrid, Alianza Universidad, 1990; también D. Kotz, T. McDonough
y M. Reich edits., Social structures of accumulation, Cambridge University Press, 1994.
4
158
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
han pasado a funcionar como excedente (diagrama 1); d) un proceso de inversión que se torna anémico, sobremanera, para la inversión que se aplica en los
sectores productivos. O sea, muy al revés de lo que plantea la teoría neoclásica
dominante, la peor distribución del ingreso no ha incentivado ni el ahorro ni la
inversión; e) la conjunción del alto excedente con los bajos niveles de inversión,
origina un eventual problema de realización que puede llegar a ser muy agudo;
f) en el caso de Estados Unidos, el gasto público no resuelve el problema: si
bien no ha descendido, el mismo dogma neoliberal reprime su eventual crecimiento (salvo en períodos de crisis mayor como la que ha empezado a procesarse); g) al revés de lo que suele sucede con las grandes potencias imperiales,
en Estados Unidos el saldo externo es negativo, es decir, los mercados externos
no operan como factor de realización, sino al revés: agravan el problema5.
Los últimos dos puntos, el f) y el g), nos indican que los a veces denominados
“mercados artificiales” (el público y el externo) no resuelven el problema de
realización que provoca el dato más estructural. Como lo muestra el diagrama
1, o, si a tales mercados le agregamos el gasto en inversión, apenas si llegamos
a una cuarta parte de la plusvalía que genera el sistema. Si no hubiera otros
mecanismos, el sistema se desplomaría estrepitosamente6.
Éste es un problema muy importante que amerita un examen especial que aquí no haremos.
Tiene que ver con el creciente parasitismo de la economía estadounidense, sus debilidades
productivas y la competencia externa y la facilidad con que ha venido financiando su déficit. Como bien se ha dicho, aquí no corre ningún FMI obligando a ajustes extremos.
5
Las bases teóricas que se manejan responden a: 1) M. Kalecki, Teoría de la dinámica económica, FCE, México, 1985; 2) M. Kalecki, The last phase in the transformation of capitalism,
Nueva York, Monthly Review Press, 2009; 3) Paul Sweezy, Theory of capitalist development,
Nueva York, Monthly Review Press, 2010.
6
José Valenzuela F. / Estados Unidos: una crisis de orden estructural
Diagrama I
Gastos sobre la plusvalía
Nota: Las cifras del segundo paréntesis suponen que la inversión residencial se financia con
crédito.
Fuente: Valenzuela Feijóo, J. La gran crisis. Trasfondo estructural e impacto en México, México,
UNAM, 2010 (2°edición).
159
160
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
III. Breve paréntesis: el modelo de Tugan y su contraste con el neoliberal
Antes de seguir, conviene introducir un breve paréntesis. En el modelo neoliberal
se combina una muy alta tasa de explotación con una esmirriada inversión real
y productiva. Por lo mismo, emerge la espiral de la especulación financiera.
¿Pudiera darse otra combinación? Al margen del modelo neoliberal sí es posible
otra articulación. Por ejemplo, en lo que podemos denominar “modelo a la
Tugan-Baranovsky”, tendríamos también una alta tasa de explotación pero unida
a un muy fuerte proceso de inversión.
¿Cuáles serían los requisitos que exigiría este patrón de funcionamiento? De
acuerdo con lo que muestra la experiencia histórica (amén de la lógica económica), tal estilo resulta viable si se cumplen dos condiciones básicas.
Primero, la existencia de un paquete de innovaciones tecnológicas mayores,
capaces de generar efectos de arrastre muy fuertes y que se extiendan por la
mayor parte de la economía. Digamos, en este marco, que al revés de lo que
inicialmente se creyó, la revolución tecnológica en el plano de la industria cibernética, no alcanzó a tener los efectos de arrastre que inicialmente se le supusieron. Y una vez que éstos se debilitaron, la magnitud del problema de
realización antes mencionado, se agravó considerablemente: la economía cayó
en el esquema de parasitismo acentuado, en que se combinan una pésima distribución del ingreso, bajos ritmos de inversión real y creciente hipertrofia del
sector financiero.
Segundo, una activa intervención estatal. No se trata de intervención genérica
sino de una muy precisa: a favor del desarrollo tecnológico y de la industria
pesada (de bienes de capital, en especial). La intervención debe concretarse en
términos de la creación de empresas estatales o mixtas y, como mínimo, de un
vasto apoyo (por medio de subsidios, aranceles protectores, políticas de compras
preferenciales, políticas de calificación de la fuerza de trabajo, etcétera) a las
empresas que encabecen el proceso, las cuales, por la misma naturaleza de
las cosas, deben ser grandes corporaciones de carácter monopólico. Con ello, la
regulación estatal, a la vez que las favorece, las debe prácticamente obligar a
una agresiva política de inversión y crecimiento.
Demás está señalar que en tal contexto, el desarrollo debe orientarse hacia los
mercados internos, Departamento I (medios de producción) de la economía. Y
también, hacia los mercados externos.
Puede verse de inmediato el contraste entre este estilo y el neoliberal. En
éste también está presente una alta tasa de plusvalía, pero en vez de inversión
y crecimiento, lo que se logra es despilfarro, especulación financiera y
estancamiento.
José Valenzuela F. / Estados Unidos: una crisis de orden estructural
161
IV. Cómo aborda el neoliberalismo el problema de realización
En el patrón neoliberal estadounidense el excedente alcanza niveles altísimos.
Entretanto, la inversión privada, el saldo externo y los gastos del Gobierno sólo
alcanzan a realizar una escasa cuarta parte del excedente generado, lo cual, en
ausencia de otros gastos de realización, pudiera provocar un estrepitoso derrumbe
de la economía. Algo que durante algún tiempo no sucedió.
De donde, la pregunta: ¿Cuáles han sido las salidas o mecanismos que se han
puesto en juego?7
Primero, tenemos un brutal crecimiento de los gastos improductivos. Si sumamos
el consumo capitalista a los salarios improductivos, alcanzamos a 64% de la
plusvalía total. Y recordemos un dato básico: desde el punto de vista de los
problemas de realización del plusvalor, los gastos improductivos poseen una
característica “virtuosa”: al igual que vg. la inversión, operan como factores de
demanda, pero al revés de la inversión, no funcionan incrementando la oferta
de productos.
Un segundo factor de ajuste tiene que ver con el grado de utilización de las
capacidades productivas, es decir, con la tasa de operación. Los problemas que
emergen por el lado de las ventas se reflejan, al menos en un primer momento,
en el descenso de la tasa de operación. Se podría esperar que el descenso cíclico
de esta tasa provoque un descenso de la inversión (a nadie se le ocurre incrementar la capacidad instalada cuando hay problemas de ventas), con lo cual, al
cabo de algún tiempo, se recuperarían los niveles de utilización normal. Pero
lo que se observa, junto a la oscilación cíclica previsible, es una tendencia secular
al descenso en el grado de utilización de las capacidades productivas. Entrar a
un examen pormenorizado de este fenómeno es algo que aquí no corresponde.
Por ello, nos limitamos a indicar que parece estar asociado al creciente peso de
las estructuras oligopólicas y la mayor inestabilidad del crecimiento.
Tercero: la menor tasa de operación, aunque sea como fenómeno latente, provoca un claro impacto negativo en los niveles de inversión. Por lo mismo, salvo
que emerjan innovaciones tecnológicas mayores y con grandes efectos de arrastre8, la inversión termina por acompasarse a una demanda muy poco dinámica.
Y valga subrayar: el lento crecimiento de la inversión está señalando que las
capacidades de producción se tienden a compasar con los mercados de venta.
Por lo mismo, la tasa de operación se nos muestra como recuperada, con niveles
no bajos, pero esto no significa que se esté en tiempos de bonanza y la prueba
de ello es, justamente, los anémicos ritmos de la inversión.
7
Las cifras para EE UU se muestran en el diagrama 1.
8
Hipótesis muy subrayada por Paul Sweezy.
162
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
Luego, tenemos que los bajos ritmos de la inversión se traducen indefectiblemente en bajos ritmos de crecimiento. Esto no solamente respecto a períodos
previos, sino que, muy especialmente, respecto al potencial de crecimiento de
la economía. Además, valga insistir en un aspecto decisivo, si una alta tasa de
plusvalía se combina con un bajo nivel de inversión real y productiva, la eclosión
del capital financiero especulativo (con sus burbujas y demás) resulta inevitable.
Es la salida –por engañosa y temporal que sea– que encuentra el sistema ante
tales circunstancias. Y que sólo puede evitarse si la alta tasa de plusvalía se
asocia a una oleada de grandes y mayores innovaciones tecnológicas (con grandes efectos de arrastre), unida a una fuerte y desarrollista intervención estatal.
En este marco, valga recordar: en el estilo neoliberal que nos viene preocupando,
es el capital financiero-especulativo el que tiende a imponer su lógica al comportamiento del conjunto de la economía. Y como el sector financiero es muy
inestable, su predominio arrastra al conjunto de la economía a una trayectoria
más oscilante9. Esta creciente inestabilidad es probable que esté a la base de la
tendencia descendente de la tasa de operación. Y con toda seguridad, también
afecta negativamente a la tasa de inversión.
Un cuarto y muy importante factor también tiene que ver con el capital financiero y se refiere a los fuertes procesos de endeudamiento en que incurren
empresas y familias. En el caso de las empresas, tenemos un doble y peligroso
movimiento: por el lado de los activos, crece exponencialmente el peso de los
activos financieros. Asimismo, la relación pasivos-capital propio se va por encima
de lo que se considera normal y seguro. Por lo mismo, el nivel de los pasivos
se acerca al nivel de los activos. Y si hay un crack bursátil, los activos se desploman (por el peso de los valores financieros que detentan las empresas) y la
quiebra técnica se torna inminente. Para el problema de la realización, el consumo adicional de las familias que viene financiado por el crédito, ha venido
jugando un rol fundamental. Valiendo algo similar con la construcción residencial. Y bien se puede sostener que sin este mecanismo de la deuda, la economía
ya se habría derrumbado. Pero no es menos cierto que se trata de un mecanismo
con claros límites y que, a partir de cierto nivel, se torna extremadamente peligroso e insostenible. Estos límites ya se han alcanzado en la actual crisis. Por
lo mismo, tenemos que la deuda ha funcionado como una ayuda importante
pero temporalmente limitada. Más aún, en la misma medida en que ha venido
creciendo, se ha venido incubando un estallido inevitable y de muy graves consecuencias. En suma, nos encontramos con un remedio temporal que termina
por ayudar a la muerte del paciente.
Ver Howard J. Sherman y David X. Kolk, Business cycles and forecasting, cap. 14, Nueva
York, Harper Collins, 1996.
9
José Valenzuela F. / Estados Unidos: una crisis de orden estructural
163
Un quinto factor es un “factor mentiroso” y se refiere a la especulación bursátil,
es decir, a la inversión financiera, lo que supone operaciones con esos títulos
de papel que Marx denominara capital ficticio. Las operaciones circulatorias
que tienen lugar en el espacio financiero, se suelen disociar de la economía real,
sobre todo cuando lo dominante es la búsqueda de ganancias de capital. Precisemos esto.
¿Qué sucede cuando algún agente económico compra un título financiero?
Primero, esa compra no supone la venta de ningún bien intermedio, de inversión
o de consumo, es decir, no juega como factor de realización de ningún componente del producto generado (no son productos los que se compran y venden).
En este caso, el dinero no se gasta para comprar medios de producción (i.e.
como inversión real) ni para comprar bienes de consumo. Segundo, ¿qué persigue el vendedor del título? Lo obvio es que al desprenderse del título obtiene
dinero, constante y sonante; a la vez, pierde la corriente de ingresos futuros que
ese título (bono, acción, etcétera) le puede permitir. ¿Por qué le puede interesar
el dinero? En general, podemos distinguir dos posibles motivos: i) necesidades
de liquidez inmediata por parte del vendedor; ii) la posibilidad de tener ganancias de capital.
El primer motivo (liquidez) puede responder al manejo normal del capital de
trabajo; se trata de créditos revolventes y de muy corto plazo. Por lo mismo, la
venta del título supone una muy reciente compra, y así sucesivamente. Se trata,
simplemente, de sacar algún provecho a fondos líquidos temporalmente disponibles y de un proceso estrictamente normal. Pero en otras ocasiones la liquidez
se busca porque el proceso de reproducción se ha atascado y ha surgido la
crisis, fenómeno al cual ya hemos aludido.
El segundo motivo es el que nos interesa y supone la conversión del título financiero en dinero por las ganancias que esto puede reportar. Es decir, el
vendedor compara el precio de compra de ese activo con su precio de venta,
percibe que la diferencia es atractiva y procede a vender, lo cual supone que el
precio de los títulos está subiendo a cierta velocidad y que las posibles ganancias
de capital obtenibles superan a las ganancias “normales” que devenga el título
(intereses, dividendos, etcétera). Y lo que visualiza el vendedor, también lo pasa
a percibir el comprador: éste compra los títulos por puro afán especulativo, para
vender a futuro y lograr las ganancias de capital del caso. Se genera así una
espiral especulativa que puede alcanzar dimensiones insospechadas. En este
contexto, lo que manda es la especulación. Asimismo, la posibilidad de esas
ganancias de capital va asociada a la existencia de una burbuja especulativa
y, por esta vía, el dinero inicialmente invertido (D), se transforma en un
dinero incrementado (D´), en que ΔD = D´ - D = ganancias de capital. Aquí, el
dinero no se busca como simple medio de compra, sino como equivalente general,
164
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
como expresión concreta de la riqueza universal10. En este contexto, el especulador se hermana con el capitalista industrial –ambos, persiguiendo el valor
incrementado o plusvalor– , aunque lo hagan por caminos bastante diferentes.
Uno, dirigiendo el proceso de creación del valor y del plusvalor; el otro, simplemente apropiándose de un valor ya existente.
En este marco, tratemos de situarnos en las motivaciones de los capitalistas, el
industrial y el financiero. Ambos buscan acrecentar su capital, obtener las mayores ganancias posibles. El industrial lo logra al vender las mercancías que ha
producido, al transformarlas en dinero11. Al hacerlo, se siente satisfecho, con la
sensación del deber cumplido. Es decir, al realizar el valor de sus mercancías y
obtener las ganancias del caso, también se “realiza” como persona, como capitalista: ha cumplido su rol. Que, de paso, esto signifique satisfacer también las
exigencias de la reproducción macroeconómica del sistema es algo de lo que
no está consciente y muy probablemente ni le interesa12. En cuanto al capitalista
financiero, su misión en la vida consiste en “hacer dinero con dinero”. Por lo
mismo, si tiene éxito en sus propósitos, se siente tan realizado como el capitalista
industrial: también ha cumplido su papel. En este sentido, podemos plantear
que en el plano microeconómico las cosas son esencialmente similares. En breve,
si la inversión –financiera o productiva– resulta rentable, los agentes del caso
estarán felices (sin humores vítreos ni hígados descompuestos, Keynes dixit) y
tenderán a seguir invirtiendo, incluso a escala ampliada.
Puede también darse una situación diferente: que a nivel microeconómico las
empresas industriales encuentren dificultades (ventas insuficientes, baja rentabilidad, etcétera), mientras las financieras gocen de gran prosperidad. Marx
señalaba que “puede producirse una acumulación, una superproducción de
capital de préstamo que sólo guarda conexión con la acumulación productiva
en el sentido de que se halla en relación inversa a ella”13. En el mismo sentido,
10
“Sólo actúa como capitalista, como capital personificado, dotado de conciencia y de
voluntad, en la medida en que sus operaciones no tienen más motivo propulsor que la
apropiación progresiva de riqueza abstracta”. C. Marx, El capital, tomo I, p. 109, FCE,
México, 1974.
11
Por supuesto, al venderlas a un precio superior a su precio de costo capitalista.
El capitalista no “se propone, por lo general, promover el interés público, ni sabe hasta
qué punto lo promueve (…); sólo piensa en su ganancia propia; pero en éste como en otros
muchos casos, es conducido por una mano invisible a promover un fin que no entraba en
sus intenciones”. A. Smith, La riqueza de las naciones, p. 402, FCE, México, 1981.
12
13
C. Marx, El capital, tomo III, p. 464, edición FCE citada.
José Valenzuela F. / Estados Unidos: una crisis de orden estructural
165
Sweezy escribía que “el sector financiero puede prosperar mientras el sector
productivo continúa estancado”14.
En este caso, tenemos una situación macroeconómica que presenta dificultades,
eventualmente crecientes, lo que entorpece la dinámica del sector productivo.
A la vez, un sector financiero que genera altas ganancias, atrae capitales y se
expande más y más: “El capital prestable, como cualquier otra mercancía, acude
donde mejor partido se saca de él”15. Aquí impera la euforia y cuando en Wall
Street hay fiesta, los medios reviven al pobre doctor Pangloss y se encargan de
dar la impresión de que todo marcha para bien en el mejor de los mundos
posibles. Pero esto no es más que una máscara que engaña y que no puede
eternizarse: como la producción de plusvalía (y de valores) se ha estancado o
decrecido, esta situación a la larga es insostenible. Pero puede existir y hasta
prolongarse por un período no corto. Éste es un primer punto a subrayar: la
euforia financiera provoca un efecto de ocultamiento de los problemas que enfrenta el sector real.
En un contexto como el descrito, lo que hemos denominado satisfacción microeconómica (ahora sólo válida para el sector financiero), se combina con
serios problemas macroeconómicos, los que surgen en el espacio de la realización. Más precisamente, como en el espacio financiero los propósitos de ganancia
sí se satisfacen, el sector no sólo atrae a los ingentes recursos líquidos que no
encuentran aplicación en el espacio de la producción16. Junto con ello se crea
un gran espejismo: la de un capitalismo que sí genera ganancias y no padece
problemas de realización. En otras palabras, al efecto de ocultamiento le sigue,
como si fuera su sombra, el efecto de espejismo. Al ocultarse lo problemático del
sector real, sólo se visualiza la euforia del financiero y se pasa a creer que toda
la economía camina muy bien. Es como el espejito de las hermanastras de Cenicienta: presenta como bello lo que está gangrenado. Este espejismo, asimismo,
posee cierta fuerza inercial. Es decir, los problemas de la economía real se
pueden agravar sin que lleguen a afectar, instantáneamente, al sector financiero17.
Mientras dura el espejismo, la euforia se prolonga y los problemas reales parecen
silenciados y enmascarados. Opera aquí un desfase temporal cuya longitud está
P. Sweezy y H. Magdoff, Estancamiento y explosión financiera en Estados Unidos, p. 111,
México, Siglo XXI, 1987.
14
15
Walter Bagehot, Lombard street, México, FCE, 1967, p. 49.
16
Como ha venido ocurriendo en Estados Unidos, inclusive se atraen capitales líquidos del
Tercer Mundo.
Como diversos autores lo han subrayado, al revés de lo que supone el corpus neoclásico,
los agentes económicos no reaccionan instantáneamente al cambio de los parámetros en
juego. En su conducta, hay un componente inercial muy importante.
17
166
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
muy conectada a la duración de la burbuja especulativa. Por lo mismo, en este
período puede generarse la impresión de que “las cosas van bien”, es decir,
opera el espejismo ya mencionado y por eso hablamos de un “factor mentiroso”:
no resuelve el problema pero parece hacerlo. Y mientras más dure esta apariencia,
mayor será la mistificación que envuelve a la opinión pública; a la vez, mayor
será el tamaño del reventón y de la crisis.
V. Observación final
En términos históricos, el capitalismo ha sido lo que es porque supo conjugar
la obtención de ganancias (más precisamente, la apropiación del excedente)
con la producción de ese excedente: “El capital es la tendencia permanente a
crear más plusvalía” decía Marx18. Casi desde sus mismos inicios, el sistema le
señaló a los capitalistas que sus ganancias estaban en alto grado determinadas
por la plusvalía que eran capaces de producir en sus establecimientos fabriles;
asimismo, aprendieron que esta plusvalía estaba muy asociada a los niveles de
productividad que podían alcanzar. En otras palabras, los agentes del capital
tomaron conciencia de que alcanzar los mayores niveles de productividad era
un requisito clave para acceder a ganancias altas y crecientes. A la vez, que la
mayor productividad del trabajo era altamente dependiente de la “densidad de
capital” (activos fijos sobre población ocupada) y que ésta se elevaba –al igual
que la absorción del progreso técnico– en la medida en que la acumulación de
capital era mayor.
No fueron así las cosas en los antiguos modos de producción, como el esclavista
y el feudal, en los cuales la apropiación se desligaba de la producción del excedente. En general, en estos sistemas, los titulares del excedente tenían que
ver poco o nada con su producción. Inclusive, en términos de los valores morales
que manejaba la clase alta en esos tiempos, la vinculación o contacto con el
espacio de la producción era algo desdoroso, impropio de gente con alcurnia.
Por lo mismo, nos encontramos con los bajos ritmos de crecimiento de la productividad y el producto que tipificaron a tales sistemas. Algo que mucho contrasta con el alto dinamismo histórico del capitalismo.
No obstante, la historia parece ofrecer novedades. Cuando emerge la hegemonía
del capital financiero (que es el caso en el modelo neoliberal), apropiación y
producción se disocian en muy alto grado y el sistema tiende a estancarse, a
abdicar de lo que ha sido su tremenda fuerza histórica. Es lo que hemos venido
examinando y que nos muestra el creciente parasitismo y la decadencia histórica
de este modo de producción.
C. Marx, “Elementos fundamentales para la crítica de la economía política” (Gründrisse),
tomo I, p. 277, México, Edic. Siglo XXI, 1980.
18
José Valenzuela F. / Estados Unidos: una crisis de orden estructural
167
Los problemas que han precipitado la actual crisis son de orden estructural.
Pudieran abrir el paso a una solución anticapitalista, pero las actuales condiciones
políticas del mundo (más bien de EE UU) no facilitan ese tránsito. En todo caso,
si en Estados Unidos no se abre el paso a un reordenamiento estructural, la
crisis no se superará. Recordemos el dato estructural: una distribución del ingreso
muy regresiva asociado a bajos niveles de inversión productiva, lo cual se termina
por expresar en la hipertrofia financiera (burbujas especulativas y demás). La
salida, en consecuencia, debe apuntar a: a) reducir la cuota del excedente respecto al ingreso nacional, o sea, bajar la tasa de plusvalía y mejorar sustancialmente la distribución del ingreso; b) elevar drásticamente el nivel de la inversión
productiva, lo cual, a su vez exige: i) impulsar drásticamente la intervención
estatal a favor del tal inversión; ii) asegurar la emergencia de un paquete de
grandes innovaciones tecnológicas, capaces de arrastrar a la inversión privada
y, por ende, al crecimiento. Algo que –valga el comentario– parece haber captado
el presidente Obama. Por lo menos al nivel de declaraciones programáticas.
Propuesta que no será fácil de materializar.
El desafío es mayor: el gran país del Norte debe desahuciar al estilo neoliberal
y avanzar a un nuevo tipo de capitalismo, a un nuevo patrón de acumulación
que conjugue una mejor distribución del ingreso, el impulso al sector industrial
productivo y el control-restricción del capital financiero. Asimismo, a la mejoría
de su saldo externo (algo que provocará serios diferendos con otras potencias
y con países periféricos en ascenso). Todo esto, en el marco de una nueva y
fuerte intervención estatal y del correspondiente cambio o desplazamiento de
fuerza dirigente y hegemónica en el seno del bloque de poder. Estos desafíos,
se supone, debían ser asumidos por el nuevo presidente B. Obama, y en su
programa de gobierno y primeras declaraciones recogía con bastante claridad
necesidades como las señaladas. A la vez, parecía tener un gran apoyo popular.
No obstante, con el correr del tiempo, el impulso inicial da muestras de haberse
ido “desinflando” cada vez más. Y en vez de avanzar por la ruta de las reformas
estructurales, Obama se viene inclinando y doblegando cada vez más a las presiones de la derecha republicana y del gran capital financiero, con lo que las
reformas necesarias se postergan. Al punto que ya se sostiene que, muy probablemente, habrá que esperar a “un nuevo colapso del sistema financiero, quizá
mayor al experimentado en 2008, siendo tal escenario altamente plausible”19.
L.R. Wray, “Financial keynesianism and market instability”, Working Paper n° 653, march
2011. Levy Economic Institute of Bard College. Sobre el tipo de reformas al sistema financiero que serían necesarias, del mismo Randal Wray, ver “A Minskyanroad to financial reform”,
Working Paper n° 655, March 2011. Levy Economic Institute of Bard College.
19
168
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
Obviamente, la debilidad política de las fuerzas que impulsan la reforma estructural, nada resuelve y sí tiende a agravar los problemas y tornar más difícil el
eventual proceso de transición. Pero la variable política conservadora no puede
impedir el cambio: sólo postergarlo.
Los tiempos que vienen sin duda serán turbulentos: cuando los grandes gigantes se desperezan y buscan modificar su modus vivendi, todo el mundo
se ve conmovido y arrastrado al cambio. Y que sepamos, en la historia ningún
cambio estructural o de orden mayor se ha hecho con suavidad y buenos
modales. El conflicto y la violencia, desde siempre, han sido las “parteras” de
lo nuevo en la historia. Y no es cosa de evadir, en el sueño, esta evidencia
que nos muestra el decurso de nuestros tiempos. De lo que se trata, como
siempre, es que opere a favor del progreso histórico, tanto en el centro como
en la periferia del sistema.
Al cabo de varias décadas de conservadurismo, los cambios estructurales vuelven
a ponerse a la orden del día. Y en vez de temerlos, los debemos asumir con el
compromiso y la alegría que todo progreso histórico nos debería insuflar.
José Valenzuela F. / Estados Unidos: una crisis de orden estructural
169
Referencias bibliográficas
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Obras reseñadas
Obras reseñadas
Revista BCV • Vol. XXIV, N° 2, Caracas, julio-diciembre 2010, pp. 173-179 • ISSN: 0005-4720
Joseph E. Stiglitz
Caída libre: el libre mercado
y el hundimiento de la economía mundial
WW. Norton & Company, Inc., 2010.
En el ámbito de la vigente interdependencia económica internacional, la crisis
financiera estadounidense de 2008, que aún mantiene secuelas hasta nuestros
días, revela que las prácticas inadecuadas de los sectores financieros en los
países desarrollados tienen importantes efectos recesivos sobre la economía
mundial y generan profundas transformaciones en los perfiles de riesgo de los
inversionistas, en los esquemas de supervisión y regulación de las agencias
estatales y sobre los mercados e instituciones financieras, con significativos
impactos de largo plazo.
Joseph Stiglitz en su libro: Free fall, America, free markets, and the sinking of
the world economy, traducido al español Caída libre: el libre mercado y el hundimiento de la economía mundial, ahonda en diez capítulos el análisis de las
crisis de las economías capitalistas avanzadas, valiéndose del reciente episodio
de desplome del mercado hipotecario de Estados Unidos, su gestación, repercusiones mundiales, las respuestas otorgadas por las autoridades de ese país, y
sus reflexiones en torno al nuevo orden económico mundial, la recuperación
de la prosperidad internacional y la necesidad de reformar las ciencias económicas para avanzar hacia un nuevo tipo de sociedad.
Stiglitz recuerda que los caracteres chinos que corresponden a la palabra “crisis”
son “peligro” y “oportunidad”, y en este libro explica los principales peligros
asociados a un sector financiero divorciado de la economía real y productiva,
y presenta argumentos en favor de la oportunidad para recuperar el equilibrio
entre mercado y Estado.
La gestación de la reciente crisis estadounidense estuvo vinculada, para el autor,
al desarrollo y explosión de una gran burbuja inmobiliaria, resultado de un
importante crecimiento del crédito de alto riesgo en este sector, en un contexto
de una amplia y creciente liquidez monetaria, tasas de interés bajas e insuficiente
regulación sobre los mercados financieros, lo que estimuló niveles de consumo
por encima de la capacidad generadora real de la economía y del ingreso de la
población estadounidense.
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Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
Las instituciones financieras desarrollaron, por su parte, instrumentos complejos
que apuntalaron estas tendencias crediticias y la conducta especulativa inmobiliaria, sustentadas en un crecimiento artificial de precios de las viviendas, que
a la postre también terminaría por deteriorar la solvencia de los bancos y su
capacidad de apalancamiento, una vez corroborada la inviabilidad del
modelo.
La responsabilidad de la crisis es, para el Nobel de Economía, amplia y compartida y reposa fundamentalmente en los propios generadores de las hipotecas,
quienes presentaron ofertas atractivas a millones de personas desprotegidas ante
la ausencia de una adecuada información de riesgo; la banca, que buscó aprovecharse mediante el diseño y colocación de novedosos instrumentos de inversión
cuyo sustrato eran activos tóxicos; y el aval e indisciplina analítica de la agencias
calificadoras de crédito, que no advirtieron los cambios de los riesgos ni presentaron alertas tempranas.
A lo anterior se añade la inacción de las autoridades monetarias, quienes apoyaron el statu quo y la tendencia desreguladora del sector financiero por varios
años, acompañándola en la coyuntura de una gran flexibilidad en los tipos de
interés, todo lo cual brindó el alimento propicio para la gestación de la crisis.
Estas tendencias y la ausencia de una regulación mínima al sector financiero,
se sustentaron en la tesis liberal que el mercado lo resolvería todo por sí mismo,
sin embargo, el arribo de la crisis financiera demostró que las fallas de mercado
son también parte importante del problema y que las mismas son frecuentes.
Esta crisis permitió también contrastar dos fallas fundamentales del modelo de
libre mercado: 1) el agenciamiento, mediante el cual los directivos de entes
públicos y privados adoptaron importantes decisiones económicas en nombre
de los propietarios de las empresas, las instituciones financieras y los entes
públicos con poco o ningún control de éstos, y 2) las externalidades generadas
por los costos de las quiebras, que afectaron a millones de personas e instituciones en todo el mundo, sin que el mercado pudiera dar una respuesta efectiva
y eficiente.
Por otra parte, el riesgo moral del Tesoro de EE UU y del Fondo Monetario
Internacional es cuestionado en este libro, al comparar los mecanismos de mercado que convencionalmente estas instituciones recomiendan a la economía
estadounidense y mundial, en oposición a las ingentes medidas de rescate a
instituciones financieras privadas de enorme envergadura, que en otras condiciones y/o de escala no habrían sido respaldadas, coadyuvando así a la ampliación de las brechas entre la producción real y potencial de la economía mundial
y a la aparición de costos extra de superación de largo plazo de la crisis.
Ante la pregunta de quién habría podido predecir el crack estadounidense reciente, Stiglitz señala que desde 1992 sostenía que la excesiva desregulación y
Joseph E. Stiglitz / Caída libre: el libre mercado y el hundimiento de la economía mundial
175
la titularización de hipotecas en Estados Unidos terminarían convirtiéndose en
un problema económico de magnitud mundial, al cual se suma la opinión de
muchos economistas, quienes advertían de los riesgos de debilitamiento de la
demanda agregada mundial –con excepción de algunas economías emergentes
y China–, lo que impediría sostener o recuperar el crecimiento económico global
y, por ende, el flujo de financiamiento hacia las economías desarrolladas.
La explosión de burbujas financieras estaba, al parecer, lejana en Estados Unidos,
remontándose la última observada a la Gran Depresión de 1930. La respuesta
del Gobierno estadounidense ante la actual crisis hipotecaria y la ralentización
de la economía, fue, como era de esperar, una reducción agresiva de impuestos,
la cual a la vista de los keynesianos resultaría insuficiente.
Lo que vendría después respondía a la más amplia heterodoxia. La Reserva
Federal y el Tesoro, para evitar el colapso, promovieron la unión forzosa, a dos
dólares por acción, de los gigantes de inversión Bear Stearns y JP Morgan Chase,
permitieron la quiebra de Lehman Brothers y, al mismo tiempo, rescataron a
AIG, nacionalizaron a Fannie Mae y Freddie Mac, y crearon el Programa de
Alivio de Activos Depreciados para el rescate de bancos por un monto superior
a USD 800 millardos, todo ello en medio de una campaña electoral para elección
presidencial en Estados Unidos, durante la cual las ofertas de los candidatos
para solventar la crisis se distanciaban enormemente.
Es así como el autor logra calificar el título central de su libro: la evolución de
la economía mundial a la crisis estadounidense fue de “caída libre”, siguiendo
una analogía con la acelerada recesión que no parecía tener un fin cercano. En
efecto, desde mediados de 2008 a junio de 2009, las exportaciones de Alemania
y Japón cayeron 22,3% y 35,7%, respectivamente. A lo interno de Estados Unidos,
la administración, para evitar que la situación empeorara, aplicó un decreto de
estímulo a la economía, permitiendo que los bancos tomaran préstamos baratos
de la Reserva Federal con garantías de poco valor, a fin de reducir los niveles
de endeudamiento, los cuales en el caso de algunos bancos alcanzaba hasta 30
veces su capital.
Las autoridades estadounidenses tenían, entonces, la visión de que el sobredimensionamiento del sector financiero y sus beneficios fueron adquiridos a costa
de la prosperidad y eficiencia del resto de la economía y, por ende, era necesario
reducir su tamaño y favorecer a las pequeñas y medianas empresas. Sin embargo,
la respuesta otorgada fue fundamentalmente la de reforzar con grandes rescates
a los grandes bancos, bajo el enfoque de que eran “muy grandes para
quebrar”.
Si bien el sentido común apostaba a la equidad en la distribución de los fondos
públicos, orientándolos hacia los sectores más pobres afectados por la mora de
sus hipotecas, a la infraestructura y/o a la tecnología, lo cierto es que los mismos
176
Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
se destinaron esencialmente a las sociedades financieras más ricas, lo cual generó
una gran indignación pública y elevó el riesgo moral de los defensores del libre
mercado y la responsabilidad fiscal. Los banqueros, por su parte, se aprovecharon
de la situación de pánico para obtener más fondos de las arcas públicas y solicitar la recapitalización de sus bancos con el ardid de sostener sus
instituciones.
Para finales de 2008 también se produjo un gran el contraste en el trato otorgado
a los grandes bancos con respecto a la empresa productiva. En el caso de dos
importantes fabricantes de automóviles, General Motors y Chrysler, asfixiados
por la caída de sus ventas, tuvieron que ser auxiliadas marcando un nuevo rol
del Estado norteamericano como interventor en la economía. Sin embargo, en
comparación con la banca, en la cual los excesivos beneficios de los directivos
fueron mantenidos, las nóminas de los trabajadores de las empresas automotoras
que recibieron ayudas, fueron reducidas. A diferencia de los bancos, se permitió
el quiebre de ambas empresas y los nuevos dueños pasaron a ser los fondos
sindicales de salud y el Gobierno.
La conclusión de Stiglitz frente a la respuesta dada a la crisis es de fallida y en
gran medida indica que el plan de estímulo estadounidense no resultó ser del
todo apropiado para los graves problemas que enfrentaba la economía norteamericana. A saber, el plan de estímulo debió ser:
• Rápido, ya que transcurrieron varios meses antes de que las políticas económicas fueran aplicadas.
• Eficaz, en cuanto a generar un mayor impacto multiplicador de cada dólar
invertido en términos de empleo y producto.
• Afrontar, con visión de largo plazo, los problemas del bajo ahorro nacional,
los enormes déficit comerciales y el financiamiento de la seguridad social.
• Centrarse en la inversión, a fin de aumentar la producción futura.
• Justo, aplicando una mayor reducción de impuestos a las clases medias y
bajas de la sociedad.
• Atender las necesidades de los parados, en materia de salud y de pago de hipotecas, y orientar el estímulo a las áreas con mayor destrucción de empleo.
• Las bajadas de impuestos resultaron ineficientes, pues estimulaban el ahorro
de los sectores más pudientes y, por ende, no impulsaron de forma neta el
crecimiento económico. Por otra parte, el programa de “dinero por chatarra”,
que consistía en cambiar de vehículo, promovía el aumento del consumo, lo
cual contrastaba con el limitado ingreso de los estadounidenses, una de las
causas de la problemática de insostenibilidad del modelo económico
consumista.
Joseph E. Stiglitz / Caída libre: el libre mercado y el hundimiento de la economía mundial
177
En cuanto a las recomendaciones del autor sobre lo que debió haberse hecho
durante la crisis, se desprende lo siguiente:
• El tamaño del paquete de estímulo debió ser mayor a lo establecido en un
horizonte bianual, debido a que la contracción del consumo, combinado con
los recortes de gasto estatal y local, determinó, junto a su orientación al sector
financiero, que el aporte a la recuperación fuera nulo. El paquete por USD
800 millardos de ayuda no alcanzó a 3% del producto interno bruto anual.
• Era necesario ayudar más a los Estados, a través de una fórmula compensatoria de ingresos perdidos, ya que al bajar los ingresos por plusvalías inmobiliarias y reducir al mismo tiempo los impuestos, el déficit presupuestario
de los Estados aumentó considerablemente, lo cual obligó a recortar los gastos
excesivamente y, en algunos casos, a elevar los impuestos en plena crisis.
• Tapar los huecos en la red de seguridad, ya que los decretos que aumentaban
las prestaciones por desempleo hasta 73 semanas (muchos estados hasta un
tercio de este plazo) era insuficiente para que los parados pudieran afrontar
el pago de las hipotecas, durante el extenso período de recesión.
• Priorizar las inversiones más allá de proyectos ya ultimados, en proyectos
públicos de alta rentabilidad de largo plazo.
Pero aún se mantienen desafíos a nivel internacional para superar las crisis de
manera sostenible: i) el restablecimiento de una demanda agregada sostenible
a nivel internacional, ii) la reconstrucción de los sistemas financieros para que
cumplan las funciones de financiamiento de la actividad productiva, y iii) la
reestructuración de las economías de algunos países desarrollados para adecuarse
a los cambios en las ventajas comparativas y la tecnología globales.
A pesar de que la economía norteamericana parece estar fallando en la mayoría
de estos retos, el autor no desdeña el éxito relativo alcanzado por la Administración estadounidense para recuperar la estabilidad económica. Sin embargo,
sus reflexiones se centran en la crítica constructiva al sistema financiero estadounidense, y a lo cual dedica tres capítulos en los que examina detenidamente
el mercado hipotecario y desmenuza el fraude de las hipotecas, presenta sus
consideraciones por las cuales los auxilios financieros fueron un gran atraco
para el pueblo estadounidense, y la avaricia que aún persiste en este sector.
En lo que se refiere a la construcción de un nuevo orden capitalista, Stiglitz
expone la necesidad de reestructurar la economía estadounidense, lo cual significa hacer una evaluación honesta de las perspectivas de futuro, que conlleve
invertir de sectores hipertrofiados actualmente como las finanzas –40% del total
de los beneficios empresariales–, o pocos rentables como la industria, en nuevos
sectores con mejores perspectivas de crecimiento de largo plazo.
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Revista BCV / Vol. XXIV / N° 2 / 2010
Esta restructuración es vista no sólo como una respuesta a la crisis financiera
reciente, sino como una necesidad estructural de cambio, para pasar de una
economía industrial a una economía de servicios. Esto implica, en el contexto
de la economía mundial, que Estados Unidos deberá aprovechar mejor las ventajas de la infrautilización de la capacidad productiva mundial, especialmente
del factor humano, del cual hay más de 240 millones de desempleados en el
mundo, el trato a los recursos medioambientales, que no se están explotando
adecuadamente y generan cambio climático, y afrontar los llamados desequilibrios globales, en los cuales Estados Unidos está consumiendo por encima de
sus posibilidades.
Otros desafíos de largo plazo que tiene Estados Unidos y el resto de países en
general, se encuentran vinculados al manejo del problema del desempleo provocado por el aumento de la productividad, la deslocalización y la transferencia
de la producción a China y otros países para el aprovechamiento de las ventajas
comparativas, así como el envejecimiento de la población, que actualmente no
ahorra lo suficiente para mantener sus estándares de consumo a futuro.
En este contexto, el rol del Estado será fundamental para mantener el empleo
y la economía estables, haciendo que los mercados funcionen y se superen las
fallas de los mismos; promoviendo la innovación y protegiendo la propiedad
intelectual; brindando protección social y seguridad a la población; y evitando
la explotación del factor humano.
También Stiglitz se pronuncia sobre la globalización en este libro, y nos indica
que si bien ha sido una fuente de prosperidad, también ha sido una fuente de
transmisión de las crisis internacionales, de manera que la buena gestión de los
sistemas financieros cobra ahora más relevancia que en el pasado, especialmente
para los países más abiertos y globalizados, que tendrán mucho más exposición
de sus economías y perfil de desarrollo a los aconteceres de la economía mundial, la cual se sustenta en múltiples acuerdos e instituciones que promueven el
libre mercado y la desregulación, principales factores causantes de las crisis
actuales del neocapitalismo.
Entre los escenarios para la recuperación de la prosperidad mundial, vista la
incapacidad de dar una respuesta global con las herramientas actuales del capitalismo, y particularmente como señala Stiglitz, de la pérdida de fe en el capitalismo al estilo americano, se observarán nuevas formas de relacionamiento
entre las dos principales economías del mundo. Uno de los temas más preocupantes será para China y otros países asiáticos, su gran tenencia de reservas en
dólares y las presiones sobre Estados Unidos para que reduzca su gigante déficit
comercial.
Actualmente, diversos gobiernos se encuentran apoyando la propuesta china
tendente a la adopción de un nuevo sistema global de reservas, que reduzca la
Joseph E. Stiglitz / Caída libre: el libre mercado y el hundimiento de la economía mundial
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importancia del dólar estadounidense como reserva de valor internacional, y se
adopten nuevos esquemas de multilateralismo, lo que requiere, entre otros elementos, la reforma de las instituciones financieras multilaterales de Bretton
Woods.
Otro aspecto interesante de este libro se encuentra en una digresión dedicada a
las reformas a las ciencias económicas, en la que el autor expresa su oposición
a la teoría del equilibrio general, la cual rebate, señalando que no existe base
científica para probar que los mercados son eficientes y, por ende, tilda de fracaso
a los modelos neoclásicos de equilibrio o de mercados perfectos, en general.
Sus críticas son más específicas sobre los modelos macroeconómicos, de política
monetaria, finanzas y de economía de la innovación, cuyos supuestos de estabilidad y eficiencia de los mercados y resultados son rebatidos por las crisis
registradas hasta el momento, y para lo cual espera una pronta revisión. De
igual forma, el autor señala que las crisis han contrastado la creencia de los
banqueros centrales de que una inflación baja podría coexistir con una avalancha
de liquidez y no crear burbujas que atentaran contra la estabilidad de precios,
la moneda y los salarios en algún momento.
Sin embargo, como el mismo autor señala, existe una gran guerra de ideas
dentro de la catedral de la economía dominante, en la cual cada capilla tiene
sus propios sacerdotes y catecismo dedicados a problemas específicos, motivo
por el cual se requiere de un gran esfuerzo de concertación para arribar a verdades compartidas.
A manera de conclusión de este libro, Stiglitz nos indica que las fallas del
sistema financiero estadounidense constituyen señales de fallas más amplias
del sistema económico mundial y reflejo de problemas más profundos de la
sociedad estadounidense. Los rescates financieros, sin una clara definición
del sistema financiero que es deseado y en contraste con los resultados obtenidos, reflejan el mantenimiento de las mismas fuerzas que llevan a la crisis,
y si bien concluye que en algunos ámbitos mejorará la regulación y se moderarán los excesos de apalancamiento, al mismo tiempo la desregulación
seguirá avanzando a paso acelerado.
En definitiva, para el autor, el capitalismo estadounidense, de reglas poco claras,
tiene resultados predecibles: futuras crisis y mayores riesgos para los agentes
económicos, a pesar de aumentar las regulaciones, en un mundo donde el
Consenso de Washington ha muerto.
Jaime Luis Socas
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y Bello, O., coords., La economía contemporánea de Venezuela, pp. 7-92, Caracas, BCV.
González Fabre, R. (1998). Justicia en el mercado. La fundamentación ética del mercado según
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n° 46, enero-abril, pp. 1-20, Caracas.
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Abril 2012