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ECONOMIA PETROLERA
POSIBILIDAD Y NECESIDAD DEL PETRÓLEO
El petróleo no es para Venezuela el Minotauro que nos presenta la
tesis fatalista, ni tampoco es el maná inagotable y fácil que pretende
la tesis optimista. El petróleo es un recurso natural no renovable, de
explotación y comercio complejos y sujeto a las contingencias del
adelanto tecnológico, que puede llegar a proporcionar un sustituto
ventajoso industrialmente producible. Desde hace más de cuarenta
años la vida venezolana gira en toma al petróleo, y todavía se espera
que siga girando así por veinte o treinta años más. Pero la nueva
etapa que ahora comience en la historia del petróleo en Venezuela,
tendrá que transcurrir bajo nuevos signos, con nuevas condiciones y
teniendo por delante perspectivas distintas.
La época del crecimiento extensivo del negocio petrolero en este
país está en sus postrimerías. Denomino crecimiento extensivo el que
se refiere al aumento sostenido y vigoroso de los descubrimientos en
el subsuelo, para enriquecer las reservas conocidas, así como también
el aumento continuo y considerable de la producción de crudo en
función del ensanchamiento del mercado exterior. Desde hace varios
años, el nivel de las reservas probadas permanece prácticamente
estacionario. Venezuela posee apenas el 5% de la reserva mundial
conocida de petróleo. Aunque el estancamiento de las reservas se
deba evidentemente a una pausa en el ritmo exploratorio, fuerza es
señalar que el descubrimiento de nuevos yacimientos de petróleo no
es ahora tan fácil como hace veinte o veinticinco años, a pesar de que
la técnica de exploración ha avanzado notablemente. También se
registra un debilitamiento sustancial y persistente del ritmo de aumento
12
EL OBSERVATORIO ECONÓMICO/DE LA TEORfA y LOS HECHOS
de la producción, hasta el punto de que se ha hecho dificil, en los
años recientes inclusive 1966, alcanzar la meta del 4% interanual
fijada por el plan de gobierno. No hay indicios objetivos de que en
los próximos años la tasa de expansión de la producción vaya a
situarse en ese 4% citado, ni mucho menos que vaya a sobrepasarlo.
Puede establecerse, sin temor a errar, que no se presentará un auge
espectacular en el futuro previsible en la actividad exploratoria, ni
en la de producción de petróleo, en este país.
Los gobiernos que hemos tenido desde 1941 han proclamado la
tesis del máximo beneficio nacional en materia de política petrolera.
El contenido de esta tesis ha sufrido variaciones a través de los distintos
gobiernos. Todos, sin embargo, han coincidido en lo que puede llamarse
el interés fiscal; es decir, se han propuesto obtener mayores ingresos
globales para el Fisco Nacional. En algunos períodos -v. gr., entre
1943 y 1949- el aumento del ingreso global del Fisco corrió parejas
con un aumento de la participación porcentual del mismo en el ingreso
neto contabilizado por las compañías petroleras. En otros períodos
no sólo dejó de mejorar la participación relativa, sino que retrocedió.
Pero un indicador más preciso es el que resulta de relacionar el ingreso
efectivamente percibido por el Fisco y el volumen de la producción
de petróleo, o sea, el ingreso fiscal por barril producido. Este ingreso
ha acusado fuertes variaciones y su tendencia ha sido particularmente
desfavorable en los años posteriores a 1959, reflejándose en este hecho
el deterioro persistente y acentuado de las cotizaciones denominadas
"precios de realización". Lo cierto es que, por una u otra razón, el
petróleo venezolano no es vendido -a efectos nacionales- cada vez a
mejor precio, sino todo lo contrario.
El máximo beneficio nacional derivado del petróleo no se contrae
exclusivamente al mayor ingreso fiscal por barril producido; otros
aspectos deben ser considerados conjuntamente con el mencionado,
entre ellos: la estabilidad relativamente posible de ese ingreso en el
mediano plazo -para estos fines el mediano plazo comprende entre
cinco y diez años-, la estabilidad del empleo y el mejoramiento de
las remuneraciones para los venezolanos en la actividad petrolera, la
conservación técnica del recurso, la relación equilibrada entre el
producto petrolero y el de las otras actividades económicas en el país
y la integración progresiva de la industria petrolera a la economía
nacional.
D. F. Maza Zavala
13
La política del beneficio nacional máximo tiene, sin embargo, más
vastos alcances que los enunciados. Para una mejor proyección de
esa política en el largo plazo, hay necesidad de conocer con
aproximación posible la totalidad práctica del acervo de petróleo en
el subsuelo venezolano. Sin este conocimiento, la política tendrá que
ser siempre tentativa y de limitada visión. Aun en el caso de que no
existiera incentivo privado suficiente para impulsar vigorosamente
la actividad evaluativa de la riqueza petrolífera del país, el Estado
debe proponerse con sus medios tal objetivo. Sin una noción aceptable
del potencial petrolífero, la administración del recurso será siempre
emergente y aleatoria. En todo caso, esta labor no podrá ser calificada
como de fondo perdido, aun cuando no se alcanzare el éxito esperado,
porque en vista del resultado negativo la Nación sabría a que atenerse.
Había dicho antes que sé está iniciando una etapa de posible
crecimiento intensivo de la actividad petrolera en Venezuela. Por
crecimiento intensivo quiero significar el mejor aprovechamiento de
un potencial dado de petróleo, bien sea para obtener la tasa óptima
de producción, bien para extraer de cada volumen de producción el
rendimiento máximo,en término de valor agregado. La tasa óptima
de producción puede ser determinada por la aplicación de factores
técnicos y económicos de mediano plazo: relaciones adecuadas de
conservación del recurso, estabilidad de los precios, sostenimiento
de los mercados, desarrollo de recursos petrolíferos de otros países,
etc. La posibilidad de extraer de cada volumen de producción el
rendimiento máximo se refiere a la contribución del petróleo al
producto nacional. Hasta el presente esa contribución ha consistido
en las remuneraciones del trabajo directamente empleado en la
actividad petrolera de exploración, extracción y refinación primaria
y algunos aspectos del transporte, y en las percepciones fiscales.
Deseo referirme con interés a este aspecto de la cuestión planteada.
Hasta ahora se ha considerado el petróleo en nuestro país como
una materia prima destinada al comercio exterior, por cuyo intercambio
ingresan divisas y se sustenta el Fisco en lo esencial. La nueva etapa
que comienza en la llamada dinámica del petróleo, requiere la
transformación de ese concepto y de sus aptitudes primitivas. El
petróleo debe constituir también una materia prima de alto valor para
nuestro desarrollo económico. La utilización de esa materia prima
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EL OBSERVATORIO ECONÓMICO/DE LA TEORfA Y LOS HECHOS
como punto de partida de una amplia gama de productos, promete
determinar un poderoso impacto en la industrialización nacional. El
petróleo no es tan sólo un material para la combustión, sino también
un complejo químico de grandes potencialidades para el bienestar del
hombre, a través de procesos químicos de ilimitada sucesión. Algunos
de esos procesos han sido realizados y otros están por realizar. La
industria petroquímica está apenas en sus umbrales. Venezuela debe
acometer con decisión, con fervor y constancia el camino de hacerse
un país de gran industria derivada del petróleo, y para ello debe aplicar
recursos a la investigación de las posibilidades de aprovechamiento
del petróleo y del gas. Así como un tanto por ciento del ingreso fiscal
petrolero debe dedicarse a exploración sistemática del potencial
petrolífero, también otro tanto por ciento adecuado debe destinarse a
investigación de derivados del petróleo en toda la gama química. De
este modo, en el futuro, cuando otros medios de energía disputen con
éxito su lugar al petróleo, aun será muy valiosa la materia industrial
en un mundo de ingentes proyecciones.
"La Esfera".- Caracas, 29 de octubre de 1966; p. 4.
EL PETRÓLEO RECURSO EXTRAORDINARIO
Siempre es útil mencionar algunas características de la explotación
del petróleo, aunque por conocidas deberían silenciarse. Sabemos
que es una actividad primaria, es decir, consiste en la simple extracción
de una materia subyacente en la naturaleza, para su transporte,
refinación y comercialización. El transporte y la comercialización
son actividades terciarias, mientras que la refinación corresponde a
la etapa secundaria. El petróleo, como materia prima, da lugar a toda
la gama de la actividad económica, clasificada por Colín Clark en
las tres etapas citadas: extracción, transformación y entrega al
consumidor. Las economías que se quedan en la actividad primaria y exportan los materiales crudos, como el petróleo extraído del
subsuelo- no pueden obtener todas las ganancias que potencialmente
encierra la explotación integral del recurso. En este caso, que es el
venezolano, buena parte de las ganancias es aprovechada por otras
economías, generalmente de mayor desarrollo. La industrialización
y comercialización del petróleo pueden proporcionar mayores
beneficios, por unidad de producción, que la extracción primaria.
Sin embargo, existen otras características que limitan más aún el
rendimiento potencial del petróleo para el país productor. La cantidad
en que esta materia yace en el subsuelo está fijada naturalmente, y
no está entre las facultades humanas poder aumentarla. Después de
un intenso y sostenido proceso de exploración puede conocerse con
aproximación aquella cantidad. Es una ventaja apreciable para un
país, como dije en artículo anterior La Esfera, 29-10-66, disponer del
16
EL OBSERVATORIO ECONÓMICO/VE LA TEORiA y LOS HECHOS
conocimiento de la cantidad de petróleo que posee en el subsuelo.
Esta es una de las constantes que debe tener en cuenta una política
petrolera de largo alcance. Lo cierto es que cada barril extraído se
resta a la provisión natural de petróleo y abrevia, por tanto, el potencial
de producción del país. Esta es una característica singular de la
explotación de recursos naturales agotables o no renovables, la de
disminuir irremediablemente la fuente de la producción, hasta hacerla
desaparecer totalmente en un plazo más o menos largo. En el caso de
la industria también es verdad que la producción desgasta el potencial
productivo, bien sea fuerza de trabajo, bien sea capital fijo; como
existe la posibilidad de reemplazar el potencial desgastado, y aun de
aumentarlo, mediante la aplicación de una parte del producto a esos
fines. Aunque se dice que hay una política de conservación de los
recursos petrolíferos, y de que ciertas técnicas son aplicadas a los
fines de sostener o recuperar la productividad de los yacimientos,
ello sólo se refiere a la posibilidad de extraer la mayor proporción de
un volumen dado de petróleo y de ninguna manera a la posibilidad inexistente- de aumentar la reserva natural. Para esta reserva no hay
alternativa en sí misma. Es irrenovable.
Hay que hacer referencia, además, de un riesgo, que existe para el
petróleo como combustible, es decir, para el petróleo en su fase
primitiva de explotación: el de ser sustituido con ventaja para este
objeto por otro u otros medios de energía. Se deterioraría así, hasta
desaparecer eventualmente, una fuente de demanda para el petróleo.
Pero si se industrializara profundamente esta materia prima, como
ya indiqué en el artículo anterior citado, otras fuentes de demanda
persistirían y se desarrollarían hasta compensar, posiblemente, el
descenso de la demanda que ahora es más importante. Este riesgo
permite hacer énfasis en la necesidad de industrializar nuestro
petróleo, pasando de la etapa primaria a la secundaria, y dando
impulso así al desarrollo nacional.
El petróleo es un recurso venezolano, nacional. No hay necesidad,
por tanto, de nacionalizar el petróleo, como a veces erróneamente se
expresa. Gracias al status nacional, la propiedad del subsuelo en cuanto
se relacione con recursos minerales y petrolíferos, incluido el gas
natural, es inalienable. Sólo puede concederse por tiempo determinado
el derecho de explotación del subsuelo, y en este caso la Nación exige
D. F. Maza Zavala
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una participación en el producto obtenido. También puede la Nación
a través de la entidad competente que se creara para ello, explotar
directamente los yacimientos de su propiedad y obtener para sí las
ganancias totales que puede derivar de esa gestión. Ambos
procedimientos pueden combinarse, y la creación de la Corporación
Venezolana de Petróleo (CVP) obedece a un intento de adelantar una
nueva política de explotación del recurso. Pienso que la CVP, en la
política de explotación combinada, tiene una doble función: la de
ejecutar el designio nacional de explotar el petróleo por los propios
medios y la de proporcionar al Estado, como ente fiscal, la información
directa sobre el negocio petrolero, que le permita evitar pérdidas en
su participación en el producto de explotación, cuando ésta la realizan
empresas privadas. Por ello considero indispensable que la CVP, para
cumplir cabalmente su doble función esencial, desarrolle una gestión
directa, sin intermediarios, de explotación y comercialización del
petróleo, incluyendo la refinación orientada hacia los derivados
combustibles y lubricantes, dejando a la industria petroquímica
propiamente tal el aprovechamiento de otras posibilidades de
industrialización del recurso.
La conclusión preliminar que se deduce de estas observaciones es
que el petróleo es un recurso extraordinario de la economía venezolana
y que como tal debe ser administrado. La calidad de los recursos
extraordinarios obliga a dos propósitos: i) obtener el máximo
rendimiento de la explotación de petróleo para fines nacionales; ii)
aplicar el ingreso público que se obtenga de dicha explotación al
desarrollo económico concebido en sentido integral. El primer
propósito va más allá de la simple y directa participación fiscal en el
producto petrolero; tiene que ver con la industrialización del petróleo
y del gas en toda la gama posible, de modo que Venezuela se eleve de
la categoría de país petrolero primario, subdesarrollado, dependiente,
a la de país industrializado, desarrollado, independiente. Ellciequivale
a decir que el primer propósito tiene estrecha relación con el segundo
de los enunciados, es decir, con el desarrollo económico como objetivo
de aplicación del ingreso nacional petrolero. Dicho en otros términos:
no nos liberamos real y definitivamente de las imposiciones del sector
petrolero de la economía, mientras no tratemos al petróleo tanto o
más como materia prima para nuestra industria que como artículo de
exportación primaria. En este sentido, la conservación del recurso
18
EL OBSERVATORIO ECONÓMICO/DE LA TEORfA y LOS HECHOS
adquiere un nuevo significado y una nueva dimensión. Hay necesidad
de economizar el petróleo del subsuelo, para que sirva cada vez más
como materia prima de la industria nacional.
Si el petróleo es un recurso extraordinario, son igualmente
extraordinarios los ingresos públicos que deriven de su explotación
directa. Esta doctrina específica originaría, en caso de ser aceptada y
aplicada, una reestructuración de las finanzas públicas venezolanas.
El nuevo concepto consiste en que todo el ingreso fiscal petrolero sea
calificado como un recurso capitalizable realmente y, por tanto,
dedicado en totalidad a incrementar el capital real nacional; mientras
que los gastos no capitalizables del Estado -incluidos los de educación
y salud- deben ser financiados con otros recursos de índole ordinaria.
Con esta reestructuración se puede lograr un doble objetivo: por una
parte, "sembrar el petróleo", por la otra, ajustar el crecimiento del
gasto público a la verdadera capacidad del sector interno, no petrolero,
de la economía. El petróleo obnubila y da lugar a falsas apreciaciones
sobre el poder de gasto de la Nación, y es menester despejar la visión
y afrontar la realidad. En la concepción expuesta también está
esbozada una política de desarrollo.
"La Esfera"> Caracas, 4 de noviembre de 1966; p. 4.
D. F. Maza Zavala
19
LA POLÍTICA DEL PETRÓLEO
Algunos hechos relacionados con la demanda del petróleo
venezolano en el mercado norteamericano tienen conmovida a la
opinión pública, hasta el punto de que se ha considerado necesaria la
constitución de un frente nacional de defensa de nuestro petróleo.
Una vez más se agudiza la amenaza del aumento de las restricciones
a la importación del petróleo venezolano en los Estados Unidos,
principal comprador de este producto. Mientras tanto crece la
producción de petróleo en Libia y se levanta la posibilidad de una
nueva fuente de esta materia en Alaska territorio norteamericano. Poco
se habla a estos efectos del conflicto apenas contenido en el Medio
Oriente, entre los países árabes e Israel, cuyo eventual y probable
estallido trastornaría a corto plazo el cuadro petrolero del mundo a
favor de la exportación de petróleo venezolano, como ha ocurrido en
el cercano pasado. Tampoco se hace referencia de la perspectiva de
largo plazo del mercado de hidrocarburos, con demanda creciente a
tasa firme y ampliación de las fuentes de suministro pero dentro de
márgenes apenas suficientes para atender la demanda.
Venezuela debe estar habituada a la recurrencia de las amenazas,
reales o ficticias, a la posición del petróleo que produce en el mercado
norteamericano. Casi podría determinarse una tendencia de dichas
amenazas en el transcurso del tiempo. En los últimos veinte años varias
misiones venezolanas han visitado a los Estados Unidos, con el objeto
de exponer la dinámica de las relaciones comerciales entre los dos
países, fundamentadas en el petróleo. No es por ignorancia del
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EL OBSERVATORIO ECONÓMICO/DE LA TEORfA y LOS HECHOS
significado cualitativo de esas relaciones que pecan autoridades y
fuerzas económicas del país del Norte. El Departamento del Interior,
el Departamento de Comercio y de Estado, de los Estados Unidos,
así como las comisiones competentes del Congreso de ese país, poseen
con seguridad informaciones sobre el petróleo venezolano, sobre las
inversiones, el comercio entre los Estados Unidos y Venezuela, más
completas y precisas que las disponibles en nuestro medios nacionales.
Una misión más de esta índole no agregaría conocimiento alguno a
los que yatienen los indicadoscírculos de poder público norteamericano.
Venezuela debe afrontar la posibilidad de una reducción paulatina
de la exportación de petróleo o en el mejor de los casos previsibles
un estancamiento del nivel alcanzado por dicha exportación. Aun
cuando los precios del petróleo no bajaran -el alza no está planteada
salvo factores accidentales-, el ingreso a recibir por la Nación de la
actividad petrolera, dentro de las condiciones vigentes, tenderá a
disminuir o lo menos desfavorable a estancarse. En virtud del
crecimiento de la población ello significaría un descenso del ingreso
petrolero nacional por habitante. Si no se compensara esa caída
probable con el aumento a mayor ritmo que el actual del ingreso por
habitante obtenido de otras actividades, la consecuencia sería una
reducción futura del ingreso real por habitante del país.
Hay quienes estiman que la solución más "realista" sería forzar una
doble barrera, que en esencia es una sola: impulsar el aumento de la
cantidad de petróleo explotable aun a riesgo de mayor deterioro de
los precios y reactivar la explotación del subsuelo mediante adecuados
estímulos a las compañías extranjeras del ramo,inc1uso el otorgamiento
de nuevas concesiones. Esta solución es inmediatista, ya que tiene
en cuenta únicamente la situación presente, pero margina el interés a
largo plazo de la Nación venezolana, empeñada en su desarrollo,
proceso que no se agota ni se cumple en un año o dos o cinco, sino en
una trayectoria que se proyecta a través de generaciones. El petróleo
es una materia valiosa, de ingentes y múltiples posibilidades de
aprovechamiento, como materia prima industrial y no debe ser
despilfarrado en atención a urgencias económicas de una nación.
Tampoco están dentro de la verdadera realidad quienes propugnan
la nacionalización inmediata y absoluta de la industria petrolera. El
D. F. Maza Zavala
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camino realista y nacionalista a la vez es la nacionalización progresiva
por etapas, tomando como meta referencial el vencimiento de las
concesiones actuales que ocurrirá entre 1983 y 1984. El instrumento
de esta política es la Corporación Venezolana de Petróleo y su
condición es el no-otorgamiento de nuevas concesiones bajo ninguna
forma, así como también la no renovación de las que vencerán. La
CVP debe ser capaz de acometer, en escalas cada vez mayores, todas
las operaciones propias de la extracción, refinanciamiento y
comercialización del petróleo, para cubrir totalmente el mercado
interno y avanzar decisivamente en el mercado externo, de modo
que en 1983 tenga la aptitud suficiente para asumir el control total de
la industria en el país. Para ello la CVP debe ser dotada de los recursos
necesarios de todo orden en la medida en que su desarrollo lo requiera.
Sin embargo, hay que acelerar el proceso por el cual la economía
venezolana se emancipará de la preponderancia del petróleo. Dentro
de quince años esta actividad, sin restarle importancia absoluta, deberá
representar una proporción moderada del producto territorial del país,
en tanto que la agricultura, la industria de transformación, la
construcción y los servicios productivos tendrán que significar una
proporción determinante. Este cambio debe operarse bajo el dominio
nacional, de intereses y factores nacionales para que sea eficaz y útil
a nuestro desarrollo. Para ello seguramente vale la pena formar un
frente patriótico, más allá de las circunstanciales amenazas en el
mercado petrolero norteamericano.
"Ultimas Noticias".- Caracas, 29 de abril de 1969; p. 29.
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EL OBSERVATORIO ECONÓMICO/DE LA TEORfA y LOS HECHOS
VIGENCIA DE LA OPEP
Ha tenido lugar en Viena una conferencia de la Organización de
Países Exportadores de Petróleo OPEP. En esta reunión se tomaron
resoluciones importantes, relacionadas con la defensa de las
cotizaciones del petróleo y con la necesidad de que las resoluciones
previamente adoptadas, particularmente con referencia a la regulación
de las tasas de producción de los países miembros, sean cumplidas,
para que la OPEP alcance el rango de órgano eficaz de la defensa y
desarrollo de la posición de los exportadores netos de petróleo, tanto
frente a los poderosos intereses cartelizados que dominan la industria
extractiva en estos países como ante los grandes consumidores de
hidrocarburos. Como hecho notable en la conferencia de Viena tuvo
lugar la incorporación de Argelia como miembro de la Organización.
Existe la impresión de que la OPEP atraviesa una fase de estancamiento con riesgo de colapso. Los grandes intereses que operan en
los países miembros de aquella organización están deseosos de que
ello ocurra. A pesar de que se reconozca la parcial inoperancia de la
OPEP en la prosecución efectiva de las metas que se ha trazado, no
es posible negar el gran aporte que representa para el acercamiento
directo de los productores-exportadores de petróleo, para la comprensión
y entendimiento de sus problemas, intereses y fines comunes y para
abrir caminos que conduzcan a la emancipación de estos países de la
explotación a que son sometidos por las compañías petroleras. Estas
pretender hacer ver que los países miembros de la OPEP tienen
intereses contrapuestos e inconciliables y que, por tanto, deben librar
D. F. Maza Zavala
23
entre sí una guerra sin cuartel por mejorar sus posiciones en el
"mercado mundial del petróleo". Nada más lejos de la verdad. Es bien
conocida la trama que forman los consorcios del petróleo, mayormente
anglo- norteamericanos, para dominar las fuentes extractivas ubicadas
en los países subdesarrollados de Asia, África y América.
Las compañías petroleras que operan en Venezuela son cofiliales
de las que operan en el Medio Oriente y el norte de África y todas
giran en la misma órbita que circunscribe el imperio del petróleo. La
estrategia de este imperio afecta los ritmos de producción, las
cotizaciones, los ingresos netos, las inversiones y demás variables
del negocio de hidrocarburos. Una de las tácticas del imperio es
precisamente la de enfrentar unos a otros los países productores
explotados, creándoles la falsa conciencia de competidores. La OPEP
ha hecho y seguirá haciendo una labor para destruir la falacia y poner
al desnudo las tácticas del cartel.
No obstante el hecho de que los ritmos de producción de las mayorías
de los países miembros de la OPEP han diferido frecuentemente de los
límites fijados mediante convenio de los mismos, hay que señalar
que en caso de ausencia del organismo la producción habría estado
mucho más al arbitrio de las compañías extranjeras de petróleo y las
cotizaciones habrían descendido mucho más de lo observado. El
mejoramiento de los ingresos por barril para los países del Medio
Oriente -lo que significa, desde el punto de vista de las compañías
extranjeras un "alza de los costos" -ha sido impulsado por medio de
la OPEP, favoreciéndose así indirectamente la posición venezolana.
El mejoramiento de los ingresos medios para esos países implica en
parte un reforzamiento de los salarios y en parte un aumento de las
contribuciones al Estado. Dentro de lo posible, poniendo a salvo las
diferencias entre los países y situaciones, la meta perseguida dentro
de la OPEP, y que Venezuela debe promover consciente y
vigorosamente, debe ser la de nivelación de la participación efectiva
de los Estados miembros por barril de petróleo extraído, tomando
como patrón la más alta que es la venezolana. En el supuesto de que
se alcanzara esa meta, persistirían otras diferencias, tales como los
salarios, costos locales y la ventaja de la productividad natural de los
yacimientos, pero la llamada "competencia" entre los países
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EL OBSERVATORIO ECON6MICO/DE LA TEORfA Y LOS HECHOS
afroasiáticos de la OPEP y Venezuela dejaría de tener significado en
la manipulación artificiosa por parte del cartel occidental de petróleo.
Muchos fantasmas han sido levantados ante las miradas de nuestro
países para provocar el quebrantamiento de la resistencia ante los
propósitos del dominio absoluto creciente del cartel de petróleo. El
último de estos fantasmas es el descubrimiento de yacimientos
petrolíferos en Alaska. Los propios voceros de las compañías se han
encargado de colocar en sus justas proporciones ese "peligro". La
verdad es que no abunda el petróleo en el mundo y su descubrimiento
se hace cada vez más costoso y difícil, cuando aún la era de los
hidrocarburos está en auge y se explotarán nuevos campos de
aplicación para estas materias. Debe ser función eminente de la OPEP
crear y poner en marcha los mecanismos para evitar el despilfarro de
petróleo y el gas a manos de los consorcios extranjeros, y reservarlos
en lo posible para ser aprovechados racionalmente por nuestros países
liberados, dueños de sus fuentes de producción y de sus destinos
económicos. La época de las concesiones de puro perfil neocolonial
va a concluir dentro de algunos años y debe ser sustituida por una
época de dominio nacional sobre la actividad petrolera, en cooperación
fraternal con los otros países productores de petróleo y sin expoliación
monopolista de los consumidores. La OPEP, hoy más que nunca
necesaria, debe continuar abriendo rutas para alcanzar ese objetivo.
"Ultimas Noticias".- Caracas, 19 de julio de 1969; p. 25.
D. F. Maza Zavala
25
EL PETRÓLEO EN LA VENEZUELA
POSTPETROLERA
Una manera de periodificar la historia económica de Venezuela
consiste en tomar un fenómeno referencial de la significación del
petróleo en cada gran jornada de la vida nacional. Tuvimos así,
necesariamente, una época prepetrolera, denominada por algunos la
etapa agraria, que se desenvolvió al impulso de la exportación
agrícola. Tenemos ahora una época petrolera. Empieza a hablarse de
una época postpetrolera, para alcanzar la cual hay que resolver la
cuestión expresada por el Dr. Arturo Uslar Pietri en su discurso de
clausura del seminario sobre el panorama venezolano, en la
Universidad John Hopkins, de los Estados Unidos, el 11-11-69:
¿Cómo hacer a base de una economía petrolera muy dinámica y
actualizada un país de economía no petrolera?
En términos técnicos se trata de transformar una economía de base
extractiva,exhaustible,en una economíade base industrial,reproductiva.
En términos de economía integral el problema consiste en dar un gran
salto, del subdesarrollo al desarrollo, que no es de índole lineal, sino
conmutativa. Y aunque en el seminario mencionado decía el ingeniero
Humberto Peñaloza que "no es una desgracia ser un país petrolero"
en verdad, como lo señaló justamente el Dr. Arturo Uslar Pietri en esa
oportunidad, no queremos, no podemos y no debemos resignamos a
ser un país petrolero. Interpreto la condición de "un país petrolero"
como la generadora de subdesarrollo, tanto en el sentido de que esa
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EL OBSERVATORIO ECONÓMICO/DE LA TEORÍA Y LOS HECHOS
condición se nos ha impuesto extranacionalmente y subyuga la vida
venezolana en todas sus manifestaciones, como en el sentido,
críticamente actual, de que esa fuente de "bienes" comienza a presentar
inequívocos signos de limitación, anunciadores de insuficiencia real en
los próximos tiempos. La gran tarea de transformamos de país petrolero
en país postpetrolero se plantea con crecientes caracteres de urgencia.
En el pasado, precisamente el período 1947-57, la economía
petrolera acusó una expansión acumulativa sustancial que culminó
con el otorgamiento de nuevas concesiones por el régimen de Pérez
Jiménez. En la década 1958-68, no obstante esas concesiones, la
economía petrolera registró un considerable debilitamiento,
manifestado en las variables que afectan de una u otra forma a la
economía nacional. Simultáneamente con la evolución del régimen
de restricciones cuantitativas a la importación de petróleo en los
Estados Unidos -que ahora está en la cima de las dificultades-, ha
tenido lugar un persistente deterioro de los precios medios realizados
del petróleo exportado desde Venezuela: el crudo se realizó en 1964
a US$ 1,94 por barril y en 1968 a US$ 1,83 y los derivados se
mantuvieron en promedio, en US$ 1,955 durante dicho lapso, mientras
en el mercado norteamericano el crudo se elevó de US$ 2,88 a US$
2,94 y los derivados de US$ 3,71 a US$ 3,84 (véase Informe
económico del BCV, 1968, anexo estadístico, pág. A-77). Ese deterioro
de los precios del petróleo, conjuntamente con el alza sostenida de los
precios de lo que importamos, hizo que la relación neta de intercambio
se tomara más desfavorable para nosotros; el índice de esa relación
(con base 1959 igual a 100), bajó de 92 a 78 entre 1964 y 1968
(Informe económico del BCV, 1968, anexo estadístico, pág. A-126).
Ello significa que buena parte del aumento que ha tenido lugar en la
producción del petróleo del país, de 3.393.000 barriles diarios en
1968, ha sido absorbida por los mayores costos reales de la
importación y que, por tanto, las ganancias netas reales de la
explotación petrolera para nosotros durante el lapso considerado han
desaparecido totalmente o en su mayor parte. Esa expansión de la
producción ha sido posible técnica y económicamente no obstante
que la inversión neta fija de la industria petrolera descendió, según
cifras del Ministerio de Minas e Hidrocarburos, de Bs. 7.778 millones
en 1964 a Bs. 7.003 millones en 1968.
D. F. Maza Zavala
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En el presente pesa en la preocupación del gobierno y las fuerzas
económicas la perspectiva, aparentemente incierta, de la exportación
de petróleo venezolano a los Estados Unidos. Nunca como ahora se
ha puesto tan de relieve la dependencia económica de Venezuela; del
curso del mercado norteamericano, en parte regulado por el gobierno
norteamericano, que decide nuestra suerte económica y también la
política, según el decir del Embajador Sosa Rodríguez en Washington.
Esta es la imagen del país petrolero que debemos superar, la imagen
de la dependencia, raíz esencial del subdesarrollo. Sin embargo, este
país, mejor dicho sus gobiernos, ha dispuesto de una inmensa suma
de recursos procedentes de la explotación de petróleo; una suma que
ha debido ser suficiente, bien administrada, para la creación de una
base económica agropecuaria e industrial capaz de auto sostenerse.
En su lugar -salvedad hecha de la incipiente industrialización
sustitutiva de importaciones de bienes de consumo y de los escasos
renglones agrícolas de producción satisfactoria- tenemos ahora una :
economía estremecida por un posible giro adverso de las restricciones
petroleras norteamericanas. Yes que se ha construido una pirámide
invertida sobre el soporte cada vez más estrecho, en términos relativos,
del ingreso fiscal petrolero. La corrección de ese vicio estructural
sólo es posible mediante un cambio estructural; es decir, por la
transformación de un "país petrolero" en un país postpetrolero.
Dejar de ser país petrolero no significa renunciar a los beneficios
de la producción de petróleo. Consiste en desarrollar hasta tal grado
las múltiples y totales potencialidades productivas del país que el
producto petrolero directo llegue a representar una moderada
proporción del producto territorial, no obstante que su volumen pueda
ser mayor que el actual.
Supone haber dominado enteramente la dinámica del petróleo y hacer
de esta vertiente una de las muchas que confluyan al gran caudal
económico nacional. Desde luego, ello implica que las fuerzas motrices
y los mecanismos de esta economía y de esta nación deben emerger de
su interior y estar bajo su control.
Significa, para expresarlo en términos de actualidad, que las
contingencias del mercado internacional, incluso el norteamericano,
dejarán de conmover en su estructura la vida material, social y política
de Venezuela.
28
EL OBSERVATORIO ECONÓMICO/DE LA TEORIA y LOS HECHOS
El petróleo -y esto no es paradójico- debe servir a esta transformación.
El petróleo debe seguir siendo el recurso principal para la construcción
de la nueva Venezuela; para ello, además de lograr el óptimo
económico nacional de la explotación de hidrocarburos, habrá que
invertir realmente, invertir acertadamente todo el ingreso fiscal
petrolero. Este es el sentido permanente de la frase ya clásica de
"sembrar petróleo".
Ello exige una conversión de la conducta económica nacional, la
del gobierno y la del país, para librarnos de la mentalidad "petrolera",
de la mentalidad neocolonial, de la mentalidad de subdesarrollo, y
abrir los caminos del trabajo organizado de todo el pueblo, de la
acumulación interna de capacidad productiva y la difusión colectiva
de los frutos de crecimiento.
En este proceso "hacia la cumbre" el petróleo no debe ser exportado
sólo como materia prima, sino que debe ser industrializado en
considerable proporción en el país. Una gama prácticamente ilimitada
de productos, de insumo y de consumo, puede derivarse del
aprovechamiento industrial del petróleo y el gas. Esta
industrialización debe efectuarse para el desarrollo de Venezuela,
con independencia y voluntad creadora. En la Venezuela postpetrolera
el principal destino de la producción de petróleo será el de materia
de la industria nacional. La exportación de crudo deberá tener un
carácter marginal. El mercado interno de petróleo y sus múltiples y
sucesivos derivados deberá ser de tal dimensión que constituya un
soporte propio de la gran industria, como de la gran agricultura. No
se trata de una utopía, ni el "mito de desarrollo". Es simplemente la
obra a la medida de un gran pueblo.
"El Nacional".- Caracas, 6 de mayo de 1970; p. A- 4.
D. F. Maza Zavala
29
LA UNIVERSIDAD Y LA REVERSIÓN
PETROLERA
La capacidad o aptitud que tenga la Nación venezolana para asumir
la explotación integral directa de sus recursos de petróleo en cualquier
momento -y necesariamente a partir de 1983, cuando ocurrirá por
imperativo legal el término de la mayoría de las concesiones y la
reversión al patrimonio nacional de los bienes afectados a las mismas, depende esencialmente de la disponibilidad de profesionales
especializados en las diversas actividades y operaciones del negocio
petrolero, desde las relacionadas con la exploración de yacimientos
hasta las de mercadeo de los productos finales a escala internacional.
Ello es una reafirmación de la verdad elemental -en economía, corno
en todo proceso social- de que el factor humano en todas sus
dimensiones es el aporte indispensable a la creación de valores en
todos los tiempos y lugares.
Tan importantes -para no entrar a discernir los niveles de jerarquía
u órdenes de prioridad- como los ingenieros, geólogos y otros técnicos
de similar calificación son los economistas y administradores
especializados en la rama de los hidrocarburos para la proyección,
ejecución, evaluación y control de estas actividades básicas para
nuestro país, y, por consiguiente, hay que aplicar los recursos y
esfuerzos necesarios a la formación y desarrollo de ese personal
calificado superior, con la debida urgencia, ya que no sólo se dispone
de muy escaso tiempo para esta tarea, sino que se ha perdido tiempo
considerable y estamos, por decirlo así, de frente a la necesidad de
30
EL OBSERVATORIO ECONÓMICO/DE LA TEORÍA Y LOS HECHOS
dirigir, administrar y operar la explotación del petróleo y sus derivados
con nuestros propios hombres, sin que ello signifique dejar al margen
la posibilidad de utilizar expertos extranjeros. Lo que se hace operativo
es, en todo caso, el control directo y efectivo de la organización
productiva, financiera y comercial del petróleo venezolano por parte
de la Nación Venezolana. Para ello hay que conocer realmente el
funcionamiento y manejo de todas y cada una de las fases de esa
explotación, de manera que podamos descubrir, conservar, extraer,
transportar, almacenar, refinar y vender petróleo por nuestros propios
medios y esfuerzos, como corresponde a un país petrolero maduro,
consciente de sus intereses y soberano en sus decisiones.
La Universidad venezolana puede y debe dar una contribución
valiosa fundamental, a la preparación de los cuadros humanos que
está exigiendo el proceso de la reversión petrolera, y en tal sentido la
Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad
Central, cuyo decanato ejerzo, mediante su organización de Estudios
para Graduados, ha proyectado con especial cuidado y dedicación
un Curso de Postgrado de Economía y Administración de
Hidrocarburos, a nivel de especialización, en el cual podrán participar
los profesionales universitarios vinculados de uno u otro modo a la
actividad en el campo de los hidrocarburos, incluyendo algunos del
exterior procedentes de países petroleros ya que el Curso tendrá
amplitud internacional. Para la elaboración de este curso -que
comenzará seguramente durante el tercer trimestre del año actual- se
ha realizado, y continua realizándose en su segunda etapa, un
programa de consultas con profesores y expertos de los sectores
públicos y privados del país y del exterior, y se cuenta con la
colaboración de especialistas en las distintas disciplinas que integran
el pensum. Se dispone igualmente de la promesa firme de prestación
de servicio de quienes formarán el personal docente y de investigación
del Curso, escogidos entre los de mayor calificación en cada
especialidad incorporada como objeto de estudio.
El Curso se desarrollará en tres períodos de catorce semanas cada
uno. El primer período está programado de tal manera que permita la
homogeneización posible de los conocimientos de los cursantes en
materia de hidrocarburos, al mínimo indispensable para facilitar el
aprovechamiento con profundidad durante los dos períodos restante
de materias específicas y la realización de investigaciones especiales
D. F. Maza Zavala
31
que constituye una parte esencial de la actividad proyectada. El trabajo
requerido de los cursantes se estima como de tiempo casi completo,
pues tendrán que concurrir a no menos de cinco horas de clases por
días, leer intensivamente una extensa bibliografía y documentación
y efectuar tareas relacionadas con la asignatura y los seminarios que
forman el Curso; participarán así mismo de discusiones en grupos
sobre problemas especiales y tendrán que elaborar una tesis como
requisito indispensable para aprobar el Curso y obtener el título de
Magíster.
La realización de un proyecto como el indicado exige recursos
apreciables de todo orden, pero principalmente económicos. La
Universidad Central está haciendo esfuerzos y se propone
continuarlos, por la obtención de esos recursos. Conocidas y
ponderadas son las limitaciones, con la característica de insuficiencia
crónica, del presupuesto universitario ordinario para atender las
múltiples necesidades de la educación superior, la investigación y la
extensión que son funciones propias de la Universidad, como
organismo creador y rector de ciencia y cultura. Por ello se ha
solicitado la colaboración de entidades públicas nacionales
relacionadas con la explotación de los hidrocarburos y en general
con el desarrollo de la ciencia y la tecnología, para hacer posible la
existencia de este Curso, y es satisfactorio mencionar que estamos
obteniendo esa colaboración con entusiasmo y elevado sentido de su
objeto. Tenemos fundadas razones para abrigar optimismo.
La Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la UCV se
considera directa y singularmente obligada a contribuir, en el mayor
rango científico y profesional, a la formación y desarrollo del personal
requerido para que la reversión de bienes y concesiones de
hidrocarburos a la nación no sea un proceso formal, sino uno que
signifique realmente el comienzo de una nueva etapa en la actividad
petrolera del país, cual debe ser la integración nacional de aquélla
como propia, y no como ha sido hasta ahora: un elemento
contradictorio, dominante, distorsionador y alienante de la economía,
la sociedad y la cultura entera de Venezuela.
"El Nacional".- Caracas, 11 de junio de 1973; p. A-4.
32
EL OBSERVATORIO ECONÓMICO/DE LA TEORfA Y LOS HECHOS
LA UNIVERSIDAD Y LA NACIONALIZACIÓN
PETROLERA
El Consejo Universitario de la UCV, ha acordado su apoyo
institucional al proceso de nacionalización integral y efectiva de la
industria y el comercio de hidrocarburos. Poco tiempo antes se había
pronunciado en ese sentido el Consejo de la Facultad de Ciencias
Económicas y Sociales, especificando su respaldo al famoso artículo
5° del proyecto de ley elaborado por la Comisión Presidencial de
Reversión, Con mayor anterioridad el Consejo Universitario de la
Universidad del Zulia, había tomado el acuerdo de solidarizarse con
el proyecto de la Comisión de Reversión, que de este modo se ha
convertido en la expresión más progresista, entre las viables, de las
corrientes de opinión sobre la forma legal de la nacionalización. Se
es consecuente, de este modo, con la representación de las
Universidades en el seno de la Comisión de Reversión.
No se limitan las Universidades Nacionales al simple apoyo declarativo. Se ofrece el potencial docente y de investigación disponible, en
las diferentes áreas científicas y tecnológicas para atender necesidades
del proceso nacionalizador, en lo que se refiere a formación y
perfeccionamiento profesional y creación y transformación de
conocimientos para afrontar los problemas de la tecnología en las
etapas críticas de la industria petrolera. En este sentido cabe mencionar
el desarrollo de la Ingeniería de petróleo, de la geología, de la química,
de la física, de la computación, de las matemáticas, en el campo docente
D. F. Maza Zavala
33
y de investigación. Y me referiré especialmente a la realización de
cursos de postgrado en economía y administración de hidrocarburos
en la UCV y en LUZ.
Muchos esfuerzos han sido aplicados, y se aplican, con gran mística
al primer curso de especialización en economía y administración de
hidrocarburos que se dicta en la Universidad Central, bajo la
dependencia de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales. En
lucha constante contra la escasez de recursos de toda índole, pero
principalmente económico, ese curso está por alcanzar su etapa final
en los próximos meses, y de él egresarán los primeros especialistas
en los campos respectivos. La UCV ha prestado su respaldo
institucional y moral, y algunos recursos físicos, humanos y
financieros, insuficientes para las necesidades, lo que se explica por
. la propia dramática escasez en que se debate nuestra máxima casa de
estudios. Algunas dependencias del sector público han aportado
colaboración moderada a este proyecto; pero resulta extraño -y debe
ser destacado- que un organismo como Foninves, creado oficialmente
para impulsar la formación y desarrollo de personal en el campo de
los hidrocarburos, y programas de investigación en este sector, se
muestre remiso a la aportación de ayuda financiera para necesidades
específicas del curso en referencia que le han sido planteada
reiteradamente con explícita demostración programática. En
particular, se le ha pedido ayuda para contratar profesores eminentes
de rango internacional, sin resultado positivo, y ello ha privado, hasta
ahora, al proyecto de algunos especialistas extranjeros que han
ofrecido su colaboración, sujeta, por supuesto, a la cobertura de los
gastos y honorarios más indispensables. Otros institutos oficiales,
como la Venezolana del Petróleo, justo es mencionarlo, ha puesto de
manifiesto en los hechos su disposición a cooperar para el éxito de
este programa de postgrado. Está por iniciarse el segundo curso de la
indicada especialización y el problema de los recursos ofrece una
limitante angustiosa que urge resolver en términos favorables.
La concepción del curso corresponde a la necesidad de formar
cuadros directivos, ejecutivos y de asesoramiento de la industria y el
comercio de hidrocarburos en etapa inicial y crucial de nacionalización.
Participan profesionales universitarios de diferentes ramas del saber,
de tal manera que la experiencia es de carácter interdisciplinario,
34
EL OBSERVATORIO ECONÓMICO/DE LA TEORfA Y LOS HECHOS
conforme a las más calificadas tendencias contemporáneas en este
nivel de educación. Por ello hay que plasmar una visión integral de
la actividad petrolera, una síntesis compleja de su realidad y de su
perspectiva como contexto de la función planificadora, administrativa
y económica. Se trata, ineludiblemente, de desarrollar una conciencia
plena de la coyuntura estratégica de la nacionalización, que no es
exclusiva del político sino también requerida por el técnico en rango
superiores de gestión. La función técnica cobra mayor eficacia y
proyección si procede de un conocimiento esencial de la dinámica
de la industria en su propia estructuración, y en sus relaciones
múltiples con la totalidad del quehacer económico y del cuadro
estructural en que se desenvuelve. De otro modo sólo se tendrá
operadores rutinarios, especie de autómatas de movimientos
restringidos que muy bien puede servir al capitalismo monopolista,
pero no a una economía nacional en lucha por la emancipación y el
desarrollo.
La Universidad del Zulia se dispone a realizar su primer curso de
postgrado en economía y administración de hidrocarburos, para lo
cual ha celebrado un convenio de intercambio académico con la UCV,
que le permite aprovechar las experiencias de nuestros cursos y
compartir esfuerzos con el efecto probable de una economía de
recursos. La concepción del curso de LUZ es análoga a la del curso
de la UCV aunque la implementación concreta no sea idéntica, ni
debe serlo. Posiblemente difieran de esta' concepción los críticos
reguladores del otorgamiento de ayuda financiera por parte de
organismos como Foninves, y de allí la explicación, que no la
justificación, de la renuencia a ese otorgamiento. Pero la Universidad
no puede renunciar a su propia orientación educativa en campos tan
críticos como éste que nos ocupa, en aras de obtener unos recursos
que por esta vía resultarían inaceptablemente onerosos.
"El Nacional".- Caracas, 5 de mayo de 1975; p. A-4.
D. F. Maza Zavala
35
SI SE SACARAN CUENTAS CLARAS LAS
PETROLERAS TENDRÍAN QUE INDEMNIZAR A
VENEZUELA
Dijo el profesor Domingo F Maza Zavala, al intervenir enforo
petrolero de la UCV
•
•
Deberíamos ensayar el principio de no indemnizaciones
Tenemos pruebas de que las petroleras ocultan un pasivo
de 5.000 millones de bolívares, dijeron directivos de los
contadores públicos.
Si se efectuarán cuentas claras las compañías petroleras tendrían
que indemnizar a la nación venezolana. Deberíamos ensayar el
principio de no indemnizaciones.
Así opinó el doctor Domingo F. Maza Zavala, cuando intervino
ayer en la clausura de la parte introductoria del segundo curso de
postgrado organizado por la UCV
Maza Zavala respaldó la posición de los contadores públicos con
relación a sustracción de petróleo llevada a cabo por las empresas
extranjeras. Además, el profesor jubilado de la Universidad Central
y diputado nacional, agregó una serie de hechos que, a su juicio,
revelan la forma flagrante como las "transnacionales han venido
explotándonos durante más de medio siglo".
36
EL OBSERVATORIO ECONÓMICO/DE LA TEORfA y LOS HECHOS
-Las compañías -dijo MZ- no sólo tratan de cobrar los activos sino
que también procuran pago por lucro cesante y el valor residual de
sus inversiones.
Al negar el pago de indemnizaciones el renombrado economista
señaló que "ha sido la nación la que se ha visto afectada en su
patrimonio. Se ha extraído la riqueza y la misma ha ido
desapareciendo sin dejar huella. Es la nación la que debería reclamar
la reposición de esas concesiones".
-A todos los perjuicios antes mencionados -añadió- habría que incluir
el desperdicio de gas natural asociado a la explotación de petróleo,
durante varios años protagonizada por los consorcios internacionales.
Al tratar este punto Maza Zavala hizo mención a las denuncias
formuladas por los contadores públicos. Dijo que a través de dichas
denuncias ha quedado de manifiesto la explotación irregular de los
yacimientos conjuntos (sitios donde la CVP explota conjuntamente
con las compañías). Luego se preguntó: ¿Y antes, cuando no existía
la CVP, quién vigilaba esa sustracción que también había en los años
precedentes a 1943 (fecha en que se promulgó la Ley petrolera).
Seguidamente la exposición del doctor Maza.Zavala, advirtió que
aún en la actualidad tal como se ha comprobado con las denuncias
de los contadores públicos, las compañías siguen sustrayendo petróleo
indebidamente, porque en muchos campos los yacimientos sujetos a
concesiones, están "rodeados" por reservas de la nación: y, hasta en
los sitios donde se explota conjuntamente se cometen violaciones,
tal vez, porque la empresa nacional (CVP) no se ha desarrollado
suficientemente y aún no cuenta con todos los recursos que le permitan
una fiscalización óptima.
Las manipulaciones cambiarias y sobreprecios y costos, realizadas
por las compañías -según denuncia de los contadores públicos- fueron
comentadas por el profesor Maza Zava1a en su intervención.
Antes de establecerse los precios de referencia las compañías
alteraban los precios o, simplemente, nunca conocimos el valor real
de los precios del petróleo en el mercado mundial, porque las
transnacionales lo impedían -apuntó Maza Zava1a-. Incluso en 1970,
D. F. Maza Zaoala
37
en octubre, todavía las empresas declaraban precios bajos, cuando
todo el mundo sabía que ese año sus ganancias fueron enormes.
Al concluir su disertación, Maza Zavala recordó que además de
las ganancias abultadas, de las sustracciones de petróleo y de la burla
a los impuestos efectuada durante tanto años, habría que agregar el
daño ocasionado a la naturaleza, las deudas con los municipios por
no pago de los impuestos municipales en el Zulia, Anzoátegui,
Monagas, los cuales suman centenares de millones de bolívares. Por
eso insisto -afirmó Maza Zavala- que si ensayáremos la noindemnización las compañías tendrían que indemnizar a la nación
venezolana.
Los Contadores Públicos
A nombre de los contadores públicos intervinieron en el foro, los
doctores Luis A. Freites, presidente de Colegio; y Luis A. Lizardi,
secretario de doctrina.
Ambos indicaron abundantes argumentos a favor de la reiterada
denuncia en el cual se advierte sobre "el pasivo oculto de más de
5.000 millones de bolívares, que adeudan las empresas petroleras
internacionales a la nación venezolana".
-El pueblo es el que menos conoce lo que se está discutiendo, -dijo
Lizardi, la devaluación de nuestra moneda que se practicó en 1964,
estuvo estimulada por las petroleras pues ésta les garantizaba
cuantiosos beneficios. En la ocasión que las compañías redujeron los
precios, la nación perdió 800 millones de bolívares, recordó Lizardi.
También el doctor Freites hizo un recuento de las actividades de
las transnacionales y la forma como habían succionado los recursos
de Venezuela, violando disposiciones legales y confabulándose con
"testaferros que prefieren acomodarse al lado de las empresas
extranjeras, olvidándose de los deberes que tienen con la patria".
Denunció, asimismo, que las compañías habían aprobado un plan de
acción conjunta contra los países productores. "Ellas actúan unidas
en una acción coherente contra las naciones exportadoras".
38
EL OBSERVATORIO ECONÓMICO/DE LA TEORÍA Y LOS HECHOS
Luego suministró cifras y mostró documentos que "expresaban lo
correcto de los planteamientos llevados por los contadores públicos
ante el soberano Congreso y el cual ha sido respaldado por una
demanda que cursa contra las multinacionales en los tribunales de
justicia y de la cual son autores un grupo de abogados que han actuado
en correspondencia con los planteamientos hechos por la Federación
del Colegios de Contadores Públicos de Venezuela".
Por otra parte, indicaron que las empresas mixtas les permitirán a
las compañías mayores ganancias de las que ahora obtiene: "No
tendrán responsabilidades de dirección, no tendrán nada que ver con
el personal y sus prestaciones; pero él aspira a controlar lo más
preciado, el mercadeo, transporte, tecnología y todo lo que les permita
ganancias extremas".
La mesa directiva del foro estuvo integrada por Francisco Mieres,
coordinador de los cursos postgrado de la UCV; Víctor Riobueno y
Radamés Larrazábal, quienes hicieron uso de la palabra; los doctores
Maza Zavala, Lizardi, Freites y otros personajes vinculados al estudio
del tema petrolero.
"El Nacional"> Caracas, 1 de agosto de 1975; p. D-17.
D. F. Maza Zavala
39
EL APRENDIZAJE DEL PETRÓLEO
Escribe Orlando Araujo -grande como escritor, como amigo de la
franqueza y del ancho y profundo decir- sobre 10 tangencial del
tratamiento del tema petrolero en la literatura venezolana, sobre 10
contradictorio de la circunstancia de que siendo el petróleo la razón
de ser como es en la Venezuela contemporánea no haya entrado
realmente en la obra de nuestros escritores, de nuestros artistas, de
nuestros científicos, de nuestros creadores e intérpretes de la
trascendencia en la vida nacional. No es, señala Orlando, que el tema
del petróleo esté ausente de la obra de nuestros intelectuales, porque
aunque en varias de ellas no se menciona siquiera al petróleo otras
son en verdad testimonios valiosos de la era del petróleo, de lo que
éste ha formado, o deformado, o informado en la sociedad venezolana;
y otras, explícita y expresamente dedicadas a la investigación del
petróleo -yen un sentido fundamental la novela es tan obra de
investigación como el tratado científico, y la son también el ensayo
literario y la obra de arte- no han logrado representar, significar,
desnudar en su esencia, imaginar que es la acción más creativa del
ser humano, la realidad del petróleo como proceso integral que ata y
desata el pasado, el presente y el futuro de esta nación inconclusa
como toda nación que vive.
Abre, pues, el camino Orlando para la controversia; pero desde
ahora adelanto mi opinión de que está en lo cierto. Así como hemos
dejado hasta hoy que intereses extraños siembren lo mejor del petróleo
en otras latitudes, para fines distintos y hasta opuestos a nuestro
40
EL OBSERVATORIO ECONÓMICO/DE LA TEORfA y LOS HECHOS
crecimiento vertebrado y vertical, también nos ha faltado la voluntad,
o quizá, la aptitud, o la independencia para aprender el petróleo, que
es más que dominarlo hacerlo nuestro, conocerlo, realizarlo, integrarlo
en la propia vida. Desde luego, hemos importado el petróleo, al
exportarlo, y el país se ha escindido entre lo que quiere ser y lo que
es, entre la liberación y la enajenación, entre la falsa necesidad y el
requerimiento de la conciencia, entre el complejo de la impotencia y
el poder de transformación. Este fenómeno dialéctico es lo que se ha
calificado como crisis de identidad nacional. En este sentido siempre
hemos estado en crisis; pero sin duda alguna la etapa más profunda,
más crítica si es admisible la expresión, de esa crisis de
nacionalización es la que sufrimos, vinculada al petróleo. Y un aspecto
de esa crisis es precisamente la ausencia de las grandes obras del
petróleo: de la gran novela, del gran poema, del gran ensayo, del
gran cuadro. Pero acaso la ausencia más penosa es la de la obra
nacional, la de la construcción del país a partir del petróleo y la de
organización de una sociedad cuyos valores descansen no en la
escasez o abundancia del ingreso petrolero, sino en la propia
capacidad para crear y para existir y para persistir en la prosecución
de objetivos trascendentales de superación de la necesidad, de
conciencia de libertad y de realización del concepto de prioridad de
la vida como fuente de creación.
El petróleo debe ser estudiado, investigado, conocido desde todos
los ángulos. Mucho se ha escrito sobre el petróleo en lo económico,
en lo político, en lo sociológico, en lo antropológico, en la tecnológico,
en lo geológico, en lo histórico y en otras áreas del conocimiento. Sin
embargo, no tenemos una visión integral, sistemática, comprensiva y
a la par analítica del fenómeno petrolero en Venezuela. Esa dispersión
del conocimiento -encubierta bajo el ropaje de una pretendida
especialización- no es casual, ni voluntaria, a mi juicio: es el reflejo,
la determinación de lo que existe como sociedad del petróleo, como
país del petróleo. Lo que existe es la desintegración, la falsa unidad
de lo diverso, la contingencia de la discontinuidad de un esfuerzo
histórico por plasmar una estructura de lo nacional. El gran proyecto,
el proyecto de venezolanización, está por hacerse; y tendremos que
hacerlo y ejecutarlo desde la base del petróleo, pero no como factor
de dominación o dependencia, sino como factor de liberación y
desarrollo.
D. F. Maza Zavala
41
La educación venezolana tiene una fuente vital para su orientación,
sin necesidad de recurrir a modelos extraños ni a tecnologías
sofisticadas: el aprendizaje del petróleo. Esto significa que el petróleo
es el tema vital, esencial, integrador y original en todas las ramas de
la educación, y en la gran totalidad del ciclo educativo que es la
dinámica social. Estudiarlo, investigarlo, dominarlo, nacionalizarlo,
imaginarlo, vivirlo en suma. Aprenderlo no implica en este caso
enseñarlo: no se puede enseñar el petróleo, hay que aprenderlo. Todos
somos aprendices del petróleo y todos somos maestros al mismo
tiempo. No puede reducirse el técnico al manejo de su asunto, ni el
administrador a la combinación óptima de recursos, ni el economista
a la evaluación de alternativas y objetivos, ni el sociólogo al
diagnóstico de los conflictos, ni el obrero al desempeño de la tarea,
ni el político a la fórmula de la conciliación de la coyuntura táctica,
por vía de ilustración. La concepción básica de la función del petróleo
en la nación y del modo y la posibilidad de su cumplimiento debe ser
el elemento primario del aprendizaje del petróleo; serán luego las
especializaciones, y los entrenamientos, pero sin dejar de encuadrarlos
en el principio organizador de la totalidad nacional. Así no sólo serán
creadas las grandes novelas del petróleo, los grandes poemas del
petróleo, los grandes monumentos críticos del petróleo, los grandes
ensayos de interpretación del fenómeno del petróleo y otras
manifestaciones del intelecto, sino que también, y prioritariamente,
será liberado el país de sus complejos actuales y adquirirá conciencia
de su potencial, de sus recursos, de las condiciones de su crecimiento,
de los imperativos de su desarrollo. El petróleo dejará de ser el negocio
difícil y extraño, el Minotauro de nuestra mitología de país
desconcertado, para convertirse en el instrumento de la soberanía,
de la seguridad y de la riqueza socialmente repartida y aprovechado.
"El Naciona1".- Caracas, 22 de septiembre de 1975; p. A-4.
42
EL OBSERVATORIO ECONÓMICO/DE LA TEORfA y LOS HECHOS
LA ESTRATEGIA PETROLERA
El petróleo continúa dominando el escenario mundial. Hasta fines
de 1978 los intereses de los grandes consumidores -países capitalistas
desarrollados- y las transnacionales pretendieron configurar un
panorama en el cual los términos del mercado petrolero parecían
adversos a los países de la OPEP. Una vez más, como en el pasado,
se tendía a crear y difundir la falsa imagen de una creciente abundancia
de petróleo, y para sustentarla se magnificaban los proyectos de
México, Alaska, el Mar del Norte y otras fuentes menores. Los sucesos
de Irán han hecho menos manejables los hilos de la conspiración. En
diciembre la OPEP reafirmó su control de la situación del mercado,
aunque con exagerada moderación, para recuperar en pequeña
proporción -un 10 por ciento- el deterioro del valor del petróleo. En
verdad, no'debería hablarse siquiera de recuperación: ese 10 por ciento
de aumento para 1979 apenas compensa la tasa de inflación y la
depreciación del dólar.
Básicamente la crisis energética sigue su curso; los sucesos de
Irán no han tenido otro significado, en este aspecto, que el de colocarla
nuevamente en el primer plano de la política. El problema para los
países consumidores -grandes, medianos y pequeños- es asegurarse
el suministro de petróleo de manera estable. El problema para los
países productores de petróleo es mantener un equilibrio dinámico
entre las exigencias de corto plazo y la posición real en el largo plazo.
Para ello, no sólo los precios deben ser manejados con decisión y
maestría sino también con otros parámetros de la acción estratégica:
los niveles máximos de producción, la paridad petróleo/bienes
D. F. Maza Zavala
43
industriales, el costo de la tecnología, la cuotas de los consumidores,
entre otros. Cometería un error la OPEP si limitara su decisión a
nuevas alzas de precios; ésta es la oportunidad de reordenar
enteramente la economía del petróleo, de reducir el dominio de las
transnacionales, de hacer un efectivo servicio a la causa del llamado
Tercer Mundo. La emergencia no es sólo de precios: es de estrategia
integral para alcanzar una nueva relación, menos injusta, entre los
poderosos y los supuestamente débiles de la tierra.
Cualquiera que fuese el desenlace de los sucesos de Irán, el mundo
occidental debe tomar conciencia de que el petróleo es y será una
materia crítica, que conviene rodear de seguridad en lo posible. Estados
Unidos va a México a tratar de asegurarse el flujo de petróleo y gas,
dentro de la relación total entre las dos economías y las dos naciones.
Canadá viene a Venezuela y desea negociaciones de gobierno a
gobierno, ya que las transnacionales le juegan malas pasadas -como
casi siempre-, porque no son confiables, ya que su estrategia incluye
las trampas, los sobornos, las infidelidades y la desestabilización.
Brasil, España y otros países quieren petróleo venezolano, de
gobierno a gobierno. La política trazada por la Comisión de Reversión
Petrolera -de la cual formé parte- se demuestra justa: negociaciones
de gobierno a gobierno, manejo directo de nuestro petróleo, la compra
de tecnología como simple servicio y no como prima por la
"normalidad" de la nacionalización. Si continuaran las transnacionales
comercializando a su arbitrio el petróleo venezolano, no sólo las
mayores ganancias del negocio serán para ellas sino también la
oportunidad de administrar el mercado y de llevar petróleo allí donde
la conciencia de los venezolanos no desea que vaya.
La posición de Venezuela adquiere en esta coyuntura una
importancia singular, que excede ampliamente las magnitudes de su
producción y exportación. Las razones geopolíticas son evidentes.
Por ello no se puede jugar a la emergencia como simples inexpertos,
ni dejarse dominar por el complejo de la dependencia. El petróleo
venezolano es escaso y cada vez más valioso: no se puede ni se debe
aumentar la producción, se deben revalorizar firmemente los petróleos
livianos y sernilivianos, se debe negociar directamente con los
compradores y vincular el comercio de petróleo con la cooperación
44
EL OBSERVATORIO ECONÓMICO/DE LA TEORÍA Y LOS HECHOS
tecnológica y el mercado de nuevas exportaciones. Debemos
acercamos a México, Canadá y Ecuador, principalmente, para una
política petrolera continental de largo plazo. Al mismo tiempo, hay
que fortalecer sistemáticamente nuestro potencial de reservas y
reordenar el mercado interno de los hidrocarburos, dentro de una
política energética integral, porque para nuestro consumo también
existe la frontera crítica de la escasez y un costo creciente que se
hace insostenible. Reitero el criterio, ha tiempo sostenido, de que la
inversión en desarrollo petrolero -energético en general- es de primera
prioridad, si cabe la expresión, y de que la transformación económica
del país debe apoyarse en el aprovechamiento integral y racional de
los hidrocarburos y otros recursos energéticos.
Esta fuera de toda duda que la unidad de la OPEP debe ser sostenida
y fortalecida en todo caso.
Nada favorecería más a las transnacionales y a los países poderosos
que una puja desordenada de precios fuera de la OPEP; igualmente
los favorecerían los engañosos estímulos a incrementar la producción
de petróleo sobre los niveles racionales. En el pasado fuimos utilizados
como colchón para las emergencias petroleras, sin que de ello resultara
nada positivo para el país maduro. Grandes tabúes se han esfumados
durante los últimos veinte años, incluyendo la invencibilidad de los
imperios, la intangibilidad del dólar de EE.UU., la invulnerabilidad
de los grandes países desarrollados, la debilidad de los pueblos ante
la maquinaria de la represión y la opresión. Los sucesos de Irán han
contribuido a demostrar la realidad de la OPEP. La estrategia se llama
petróleo.
"El Nacional"> Caracas, 26 de febrero de 1979; p. A-4.
D. F. Maza Zavala
45
MAS ALLA DE LA COYUNTURA PETROLERA
La caída de los precios y de la demanda mundial de petróleo debe
ser analizada en dos perspectivas: la del corto plazo, prácticamente
este año y el próximo, en la que es posible que los precios se
estabilicen a un nivel algo inferior al pautado por fa OPEP en su
conferencia del año pasado y que la sobreoferta actual desaparezca o
se reduzca a una cantidad pequeña; y la de largo plazo, en el escenario
temporal de esta década, en que la demanda crecerá moderadamente,
sobre el nivel de 1981, y los precios podrían aumentar en proporciones
ajustables a las tasas de inflación, de depreciación del dólar y de
crecimiento económico de los paises consumidores de petróleo de
mayor desarrollo. Estas perspectivas, en todo caso, podrán realizarse
si los paises exportadores coordinan sus políticas de producción y de
precios, dentro y fuera de la OPEP, y no caen en las trampas que le
tienden los grandes intereses empeñados en rescatar, para ellos, el
control efectivo del mercado de petróleo.
Venezuela debe prepararse, en todo sentido, para asimilar una
situación en que el ingreso global petrolero tenderá a estabilizarse,
mientras que las necesidades de inversión de la industria petrolera se
mantendrán en niveles altos; e110 significa que el ingreso fiscal de
origen petrolero no podrá financiar el incremento del gasto nacional,
como 10 ha venido haciendo. Salvo el "represamiento" de parte de
ese ingreso en el Fondo de Inversiones de Venezuela (FIV), lo que el
fisco ha obtenido del petróleo se ha aplicado al gasto, en su mayor
proporción de índole improductiva. La inversión no petrolera, que
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EL OBSERVATORIO ECONÓMICO/DE LA TEORfA y LOS HECHOS
pudiera calificarse como dinámica, ha sido financiada mediante
crédito público y desembolsos del FIY. Ambas fuentes de
financiamiento estarán prácticamente agotadas con los programas
ya autorizados y nuevos recursos de ese origen serán cada vez más
menguados y difíciles. Por consiguiente, si no se crean nuevas fuentes
fiscales ordinarias la inversión pública sufrirá una contracción sensible
en el largo plazo, con los efectos desfavorables de ese hecho en el
crecimiento económico del país.
No es ésta una visión pesimista, ni catastrófica, del porvenir
económico nacional. Como lo ha señalado el Presidente de la
República en su Mensaje al Congreso, el país tiene grandes recursos
reales y humanos, además de un acervo de valores no económicos,
para superar la coyuntura adversa. Es indispensable, en primer lugar,
reajustar el gasto improductivo -tanto de consumo como de inversión, pero no con criterio puramente aritmético, sino ponderando
objetivamente la necesidad, la oportunidad y la eficacia del gasto.
Esto supone una reorganización administrativa de gran alcance y
profundidad, una poda de falsas estructuras o superestructuras del
sector público, un comportamiento de austeridad real y un rescate de
la responsabilidad de los funcionarios hasta los niveles más modestos.
La verdadera sinceración de la economía debe comenzar ahora, y es
condición simultánea la sinceración del aparato del Estado. Esto puede
y debe hacerse sin afectar considerablemente el volumen de empleo
real. Hay que advertir que el Estado no puede dejar de incorporar
nuevos cuadros humanos de calificación técnica y para ello deben
funcionar procesos selectivos de ingreso, ajenos a imposiciones
partidistas o personalistas que frecuentemente han prevalecido en la
administración pública.
Hay que rescatar,recuperar y poner en operación los bienes durables
que el despilfarro, la negligencia o la improvisación permitieron relegar
al abandono y al deterioro: equipos, maquinaria, medios de transporte,
muebles de oficina, instrumentosy herramientas de trabajo, entre otros.
La deseconomía del desperdicio ha funcionado entre nosotros con
terrible eficacia. La economía del mantenimiento y de la recuperación
debe ocupar su lugar. El país es menos pobre de lo que suponemos.
La riqueza inutilizada tiene que ser recuperada. No se trata de cubrir
D. F. Maza Zavala
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de percal la desnudez, sino cepillar el traje para que perdure corno en
el viejo tiempo.
Desde luego, es necesario diversificar y mejorar el aporte tributario
interno. Los contribuyentes pueden contribuir según su capacidad
económica, tanto si reciben ingreso significativo corno si gastan en fines
no esenciales. El aparato productivo debe ser reorientado a la producción esencial; quien pueda permitirse lujos debe pagar para ello.
La importación no indispensable debe ser pechada fuertemente, trátese
de bienes de consumo o de inversión. La deuda de los contribuyentes
tiene que ser cobrada.
La administración fiscal debe ser eficaz. Todo esto no es fácil; pero
la dificultad es una dimensión que debernos dominar.
"El Nacional"> Caracas, 14 de marzo de 1982; p. D-4.