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Sumario.- ¿La Estrella de Belén fue un fenómeno astronómico como sostienen los
científicos poco informados?
Abstract .- Was the Bethlehem Star an astronomical phenomenon?
¡BASTA DE TONTERIAS SOBRE LA ESTRELLA DE BELEN!
Por Francisco Bartra Gros
Todos los años, cerca de la fecha en que se celebra la Navidad, se habla del tema
de la “Estrella de Belén”, la estrella que de acuerdo al relato del Evangelio, guió a unos
magos (= astrólogos) desde el lejano oriente hasta Jerusalén para que ellos reconocieran
a Jesús como el nuevo rey de los judíos.
He visto repetidas veces programas de televisión que presentan a “estudiosos” y
“científicos” que tratan de “explicar” con muy poca seriedad este hecho de la Biblia
pretendiendo asociarlo con un “fenómeno natural”. Esta misma actitud, también la
hemos encontrado multitud de veces en documentos de todo tipo que han intentado
muchas veces dar una “explicación científica” a los hechos extraordinarios que se
relatan en la Biblia, tratando de crear en los televidentes o lectores poco informados, la
idea que, los relatos milagrosos de la Biblia son sólo hechos naturales que
accidentalmente ocurrieron por coincidencia con los hechos del relato bíblico y que
fueron luego atribuidos al poder divino por gentes primitivas e ignorantes.
En el tema de la Estrella de Belén, las pretendidas “explicaciones científicas”
van desde meteoros, cometas, novas y súpernovas, hasta alineamientos planetarios o
aspectaciones astrológicas que forman figuras o símbolos en la supuesta carta astral de
Jesús o alguna otra suposición inventada de la misma manera con que se pretende
asociar a la Estrella de Belén con cualquier otro fenómeno celeste. Todo esto es
producto del analfabetismo de quienes pretenden ser sabios, y no saben ni leer los
documentos en los cuales se sustenta el tema en estudio. Hagamos un análisis serio del
tema de la Estrella de Belén.
1.- La ÚNICA referencia histórica directa que tenemos sobre la Estrella de Belén, es el
relato que está en el capítulo 2 del Evangelio de Mateo, versos del 1 hasta el 12, tal
como lo transcribimos a continuación:
Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del
Oriente se presentaron en Jerusalén, diciendo: “¿Dónde está el Rey de los judíos que
ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle. En
oyéndolo, el rey Herodes se turbó y con él toda Jerusalén. Convocó a todos los sumos
sacerdotes y escribas del pueblo y por ellos trataba de averiguar el lugar donde había
de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: “En Belén de Judea, porque así está escrito por el
profeta: Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres, no, la menor entre los principales de Judá;
porque de ti saldrá un caudillo que será pastor de mi pueblo Israel.”
Entonces Herodes llamó aparte a los magos y por sus datos averiguó el tiempo de la
aparición de la estrella. Después los puso en camino de Belén, diciéndoles: “Id e
informaros bien sobre ese niño; y cuando le encontréis, comunicádmelo, para ir
también yo a adorarle.” Ellos, después de oír al rey, se pusieron en marcha y he aquí
que la estrella que habían visto en el Oriente, iba delante de ellos, hasta que llegó y se
detuvo encima del lugar donde estaba el niño. Al ver la estrella se llenaron de inmensa
alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con su madre María y, postrándose le
adoraron; luego abrieron sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra.
Después, avisados en sueños que no volvieran donde Herodes, se retiraron a su país
por otro camino. (Biblia de Jerusalén)
La cita anterior extraída textualmente de la Biblia, es TODO lo que hay escrito
sobre este hecho histórico que se conoce como la “Estrella de Belén” basado en
testimonios de testigos presenciales que luego llegaron hasta el evangelista, quien lo
transcribió en su relato de la vida de Jesús. NO HAY NADA MÁS ESCRITO SOBRE
ESTE TEMA, ni en los demás Evangelios, ni en ningún otro documento. En
consecuencia, es SOBRE ESTE DOCUMENTO en donde debemos concentrar nuestro
análisis y no fantasear supuestas hipótesis que nada tienen que ver con el relato histórico,
ni con su contenido.
Por lo que se puede dilucidar del relato citado líneas arriba, los magos fueron
guiados durante su viaje por esta “estrella”, que debió ser una “estrella” con un
comportamiento muy singular, por decir lo menos; ya que los magos viajaban DE DIA
y NO DE NOCHE, y para que un objeto celeste luminoso los pudiera guiar durante su
viaje, es necesario que SE VIERA DURANTE EL DIA. Los fenómenos astronómicos
no se ven durante el día, se ven UNICAMENTE DE NOCHE y esto, durante un cierto
tiempo bastante limitado debido al movimiento aparente de la esfera celeste durante
cada noche. En consecuencia, de acuerdo a esta primera observación, esta singular
estrella no pudo ser ningún tipo de fenómeno astronómico conocido, como un cometa,
un planeta, un meteorito, una nova, una súpernova, etc. Aparte, claro está, que si
hubieran seguido a una estrella real del firmamento, nunca hubieran llegado a culminar
su viaje, debido a que si los magos del relato hubieran estado siguiendo a una estrella
real, esto los hubiera conducido a un viaje alrededor de la tierra, viaje que nunca hubiera
terminado en tierras palestinas. En consecuencia, la Estrella de Belén no pudo ser
ningún fenómeno astronómico; y por ello, necesariamente, tuvo que ser alguna otra cosa.
Por otro lado, el relato nos da a entender muy claramente, que la singular estrella
dejó de ser vista por los magos cuando llegaron a Jerusalén en donde estuvieron unos
cuantos días sin poder verla mientras hacían las averiguaciones sobre el nacimiento de
Jesús. Durante todo este tiempo no pudieron ver la “estrella”, de lo contrario se hubieran
puesto a seguirla nuevamente, tal como ocurrió después que recibieron la información
de Herodes sobre que el nacimiento de Jesús debía ocurrir en la ciudad de Belén de
Judá.
Por si algún mentecato, quien se crea muy “sabio” porque obtuvo algún título
universitario en ciencias, quisiera insistir en sus fantasiosas teorías de fenómenos
astronómicos, tengo una información que espero lo haga entrar en razón muy
rápidamente. Todos los fenómenos astronómicos se desplazan en el firmamento de
oriente a occidente siguiendo el movimiento aparente de la esfera celeste debido a la
rotación de la tierra. Según este criterio, si la singular “Estrella de Belén” era un
fenómeno astronómico tal como sostienen estos “sabios”, necesariamente se tuvo que
desplazar de este a oeste sirviendo de guía a los magos y marcándoles el rumbo durante
su viaje de más de mil kilómetros desde algún lugar de Caldea hasta Jerusalén. Sin
embargo, en el relato se dice muy claramente que cuando salieron los magos de
Jerusalén, volvieron a ver la misma estrella que, “... iba delante de ellos, hasta que llegó
y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño”. Esto quiere decir que la Estrella de
Belén, se desplazó, en este nuevo trayecto, desde Jerusalén hasta Belén. ¿No es verdad?
Ahora invito a todos estos “sabios” que echen una mirada a un mapa de la época en que
nació Jesús y se darán con la sorpresa que BELEN SE ENCUENTRA A UNOS 8
kilómetros de distancia de Jerusalén pero casi ¡EN LINEA RECTA HACIA EL SUR!
Ahora yo les pregunto: ¿Cómo pudo un fenómeno celeste desplazarse de NORTE A
SUR después que lo hizo de ESTE A OESTE, y luego, de remate detenerse sobre el
lugar en que estaba Jesús de pocos días de nacido? Este comportamiento tan extraño no
lo hace un fenómeno astronómico, ni una súpernova, ni un alineamiento de planetas,
como pretenden hacernos creer estos “sabios”… Más bien, nos recuerda mucho a la
nube luminosa que guió a los israelitas en su peregrinaje de 40 años por el desierto del
Sinaí…
Finalmente, quiero proponer un experimento muy sencillo a fin de descartar de
manera concluyente toda posibilidad de atribuir a un fenómeno astronómico la Estrella
de Belén. Vamos a verificar que una estrella del firmamento no pudo servir para indicar
a los magos el lugar en que se encontraba el niño Jesús. Nos puede servir la luna.
En una noche despejada con la luna en el cenit (encima de nuestras cabezas),
ubiquémonos debajo de ella de modo que parezca que la tenemos en nuestra vertical, tal
como se hubiera presentado para “señalar el sitio en que estaba Jesús”. Luego
desplacémonos en todas direcciones un par de kilómetros y VEREMOS CON
SORPRESA QUE CUALQUIER LUGAR A MUCHOS KILÓMETROS A LA
REDONDA QUEDA EN LA APARENTE VERTICAL DE LA LUNA CON
NOSOTROS. ENTONCES, ¿CÓMO PUDO UN FENÓMENO ASTRONÓMICO
DETENERSE SOBRE UNA CASA DETERMINADA PARA INDICAR A LOS
MAGOS QUE AHÍ ESTABA EL NIÑO JESÚS RECIEN NACIDO, COMO CUENTA
EL EVANGELIO? EN CONSECUENCIA, ES DESDE TODO PUNTO DE VISTA
IMPOSIBLE QUE ESTE DETALLE TAN IMPORTANTE DEL RELATO (LA
ESTRELLA INDICÓ CON SU POSICIÓN LA CASA DONDE ESTABA EL
INFANTE JESÚS) SE PUDIERA ESTABLECER CON TODA PRECISIÓN A
PARTIR DE UN FENÓMENO ASTRONÓMICO, CUALQUIERA QUE ÉSTE
HUBIERA PODIDO SER… ¿Dónde quedó la “sabiduría” de los expertos?
2.- Para los que se creen astrólogos y sostienen que la Estrella de Belén era una
aspectación astrológica en forma de cruz o formando algún otro símbolo místico, les
quiero manifestar lo siguiente: He estudiado la astrología por casi veinte años y nunca
he visto un alineamiento de astros (conjunción) o una aspectación o una estrella en el
cielo, que lleven un letrero que diga “soy la estrella de fulano que ha nacido en Belén o
algo por el estilo”. Los magos, siendo astrólogos de mucha experiencia debieron
percibir, a no dudarlo, un fenómeno luminoso, pero un fenómeno luminoso sólo
parecido a una estrella y que de alguna manera les dio a conocer que había nacido el rey
de los judíos en algún lugar a muchos kilómetros de distancia hacia el oeste de donde
ellos vivían.
Por otro lado, las aspectaciones astrológicas que pretenden atribuirse a la
Estrella de Belén, no tienen ningún sentido en sí mismas, por cuanto, en primer lugar,
una aspectación astrológica no puede trasladarse en el firmamento para guiar a unos
viajeros hasta una alejada ciudad como Jerusalén; en segundo lugar, porque se
desconoce el año y el día exactos en que nació Jesús con un error de +/- 6 años y en
cuanto al mes exacto, es seguro que no fue en diciembre, ya que en ese mes, no se
puede mantener las ovejas en el campo durante la noche debido al frío excesivo que
mataría a las crías nacidas en esa época invernal (Lc 2:8 y ss.) .
En tercer lugar, pretender asociar el nacimiento de Jesús con una alineación de
planetas o estrellas que pudiera llamar la atención de astrólogos o astrónomos antiguos,
tampoco sirve aún si para esto se quisiera utilizar un programa de computadora con la
pretensión de reconstruir el cielo zodiacal de hace 2000 años atrás; ya que por una parte,
no tenemos ninguna seguridad de que esta reconstrucción sea la verdadera posición de
los astros en esos días, y por otra parte, que como no se sabe el año exacto, el día exacto,
ni la hora exacta en que nació Jesús, cualquier esquema astrológico que pudiera
pretender ser asociado con este acontecimiento es una simple conjetura, sin ningún
valor real para un estudio serio.
En consecuencia, tampoco se puede aceptar ni remotamente que la “Estrella de
Belén” pueda haber sido un fenómeno astrológico.
Finalmente, también hay que derribar otro mito más, aunque de menor
importancia, en este tema de la “Estrella de Belén” y es que según los relatos inventados
por el vulgo, los magos eran tres hombres de diferentes etnias; que se llamaban Melchor,
Gaspar y Baltasar y que eran reyes. Esto es una fábula más inventada por el vulgo y no
otra cosa; tal vez, motivada porque en el relato se mencionan TRES regalos (oro,
incienso y mirra) y es fácil considerar que el vulgo asoció con el paso del tiempo, uno
de los magos con cada uno de los regalos; y así es como parece haber nacido esta parte
complementaria de la “falsa historia” de la Estrella de Belén. Por otro lado, no se puede
afirmar de ninguna manera que los magos del relato fuesen de diferentes etnias o que
fuesen de sangre real, ya que no hay ningún indicio en el relato que nos autorice a
inventar estas características, a fin de adornar regiamente a unos simples astrónomos
aplicados en el estudio de los astros y de la astrología, por muy sabios que ellos
pudieran haber sido.
3.- No hay ninguna otra información histórica sobre este tema de la “Estrella de Belén”
que nos permita ampliar nuestro análisis; por consiguiente, después de desmitificar este
relato histórico en la forma que lo acabamos de hacer, sólo nos resta sugerir a quien lea
estas líneas, que trate de sacar sus propias conclusiones ajustando su análisis personal al
relato histórico, sin andar fantaseando o proponiendo conjeturas sin sentido que no se
ajustan a la verdad de los hechos registrados en el UNICO documento que existe y que
contiene la crónica sobre la Estrella de Belén: El capítulo 2 del Evangelio de Mateo.
Cualquier comentario pueden enviármelo a: [email protected].