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Transcript
LA RSE ANTE EL ESPEJO
Carencias, complejos y expectativas de la empresa
responsable en el S.XXI.
AUTOR: Dr. Fernando Casado Cañeque
Fecha: 20-05-2006
A Fernando y Salomé. Simplemente por todo.
Y a Blanca e Inés. Por una nueva generación que siga creyendo que es
posible.
Agradecimientos
Después de presentar la tesis doctoral en la Universidad Central de
Barcelona, me prometí no volver a escribir sobre Responsabilidad
Social Corporativa o el papel de las empresas y su impacto
socioambiental. Fueron más de cinco años dedicando gran parte de
mi tiempo libre a esta investigación, y quería profundizar en otros
temas.
Pero poco después, en los pasillos de la Cumbre Mundial del
Desarrollo Sostenible, en Johannesburgo, conocí a Víctor Viñuales,
Sandre Benbeniste y Ramón Pueyo, de la Fundación Ecología y
Desarrollo. Al poco rato, contagiado por su entusiasmo y su
convicción de lo necesario que era hablar de forma crítica de estos
temas en España, ya estábamos hablando de publicar una
actualización. Quisiera pues, ante todo, agradecerles los ánimos y el
interés que pusieron, ya que sin ellos, este libro nunca se hubiera
publicado. Asimismo, del equipo de la Fundación quisiera agradecer
especialmente la paciencia y la persistencia de Ana Mastral, por
nunca abandonar ni perder el interés. Y a Antonio Pérez Laceras,
Director de Prensas Universitarias de Zaragoza, que acogió el tema
con interés y lo apoyó desde el principio.
Este libro es una actualización de lo que fue parte de la
investigación de la tesis doctoral, y por lo tanto, quisiera agradecer
a todos aquellos que me asesoraron y ayudaron durante la
elaboración de la misma. Entre ellos incluyo a mi tutor de tesis, el
Dr. Jaime Gil Aluja, y a mi director, el Dr. Pere Fullana, que fue la
persona responsable de que orientara mi formación de economista
ambiental a temas sociales. De la Universidad de Barcelona,
agradecer a su rector Joan Tugores, y de forma especial al Doctor
Diego Ramírez, Amelia Díaz y Marta Anguera.
También, expresar mi agradecimiento al profesor Charles Fombrun
por acceder a ser mi tutor de investigación desde la New York
University (NYU), así como a Thomas Gladwin, de la Universidad de
Michigan, por haberme enseñado los principios de la sostenibilidad y
el compromiso local. En Estados Unidos, la investigación fue
apoyada por William Russell, Martha Parker, Lee H. Schilling, Hank
Millsaps, Lynn Preston, Paul Shellabarger, Missy Green, Roger
Skelton, Sharon Baker, Ellen Gallinsky. Y quisiera destacar la
colaboración especial de Roberto Zurbano desde la Universidad de
la Habana, en Cuba.
A la hora de actualizar la investigación, ha sido preciso ser mucho
más crítico con la implementación de la RSE y sus carencias que en
el origen. Las organizaciones con las que he colaborado y los
profesionales con los que he tenido la oportunidad de trabajar han
sido esenciales para adquirir esta visión crítica y proactiva a la vez.
Por lo tanto, agradecer a mis antiguos compañeros de la ONUDI:
Wilfred Luetkenhorst, Kai Bethke, Francisco Sercovich e Irene
Freudenschuss-reichl; a los del Global Compact, en especial a Georg
Kell, Melissa Powell, Denise O’Brien y Susana Weyer; a Casper
Sonesson, del departamento del sector privado del PNUD, y a Susan
McCue, del mismo departamento del Banco Mundial.
De manera muy especial, agradecer a mis compañeros actuales de
la Campaña del Milenio, Eveline Herfkens, Marina Ponti, Jordi
Llopart y Salil Shetty por todas las horas dedicadas al eterno
discurso sobre el papel de la empresa en la agenda global del
desarrollo, y por creer en mí a pesar de las discrepancias.
Al regresar a España en el 2004, estuve colaborando con el Instituto
de Análisis de Intangibles en la valoración de herramientas para
cuantificar el impacto de la RSE, y utilice parte de esa investigación
en la actualización de este libro. Por lo tanto, agradecer de forma
muy sentida a Adrián Cordero y Oscar Corduras, y al grupo de
expertos de RSC del IAI, formado por Justo Villafañe, Juan Ignacio
Álvarez, Alfonso González, Germán Granda, Rosa Arce, Ignacio
Sánchez, Maria Duch, Javier Garilleti, Olga Albaladejo, Cristina
Sagredo, Josep María Oroval, Enrique Díaz, José Luis Lizcano y Luis
Gallardo, entre otros.
Otras personas que han participado directa e indirectamente, de
manera formal o informal en la actualización de esta investigación
han sido Alfonso Cebrian, Carlos Campuzano, Manuel Escudero,
Marta de la Cuesta, Jose Luis Blasco, Eva Ramos, Albert Andreu,
Esther Trujillo, Juan Gimeno, Cecilia Carballo, Ignacio Santos, Isabel
Tamarit, Isabel Vidal, Miguel Vidal, Francisco Abad, Manuel de la
Iglesia Caruncho, Ignacio Valero y Aldo Olcese, entre muchos otros.
También quisiera agradecer de manera especial a Ignacio Soleto y a
su equipo de la CEALCI, Ana Rosa Alcalde, Jaime Atienza, Luís
Alfonso Gamo Rodríguez y Tomás Mallo; así como a Rosa Conde y
María Luisa Álvarez por su apoyo y sus ánimos desde la Fundación
Carolina.
Y sobretodo, agradecer a Ramón Jáuregui el interés, el apoyo y el
tiempo dedicado a apoyar la investigación.
Por último, agradecer a los míos por haber tenido paciencia y de
una forma u otra, seguir creyendo en mí, y a Ana Jiménez Dato, por
estar presente cuando más lo necesitaba.
Índice
Prólogo……………………………………………………………………………
Introducción…………………………………………………………………….
Pág.
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Capítulo 1: Definición e historia de la RSE……………………………
1.1. ¿Qué es la RSE?........................................................
1.2. ¿De dónde sale?........................................................
1.3. ¿Quiénes fueron las empresas pioneras?.....................
1.4. ¿Se ha consolidado finalmente?...................................
Pág.
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Capítulo 2: Herramientas para gestionar la RSE……………………
2.1. Introducción a las herramientas de la RSE……………………….
2.2. Guías de estándares y sistemas de certificación social…..
2.2.1. CEEPAA y el modelo de Social Accountability
8000………………………………………………………………………………
2.3. Guías de códigos de conducta y principios éticos……………
2.3.1. El Pacto Mundial…………………………………………………
2.3.2. Líneas directrices de la ODCE para empresas
multinacionales y para la gobernabilidad corporativa….
2.3.3.
Principios
globales
de
Sullivan
de
Responsabilidad Social………………………………………………….
2.4. Guías de informes sociales o sistemas de información……
2.4.1. Assurance Standard AA1000……………………………..
2.4.2. Global Reporting Initiative (GRI)……………………….
2.5. Ratios e índices para fondos de inversión RSE…………………
2.5.1. Dow Sustaniability Index……………………………………
2.5.2. Índice FTSE GOOD………………………………………………
2.6. Conclusiones...............…………………………………………………….
Capítulo 3: Las Carencias de la RSE…………………………………….
3.1. ¿Porqué no es aceptada……………….……………………….
3.2. Principales carencias………………………………………………………….
i) Conflicto entre generar valor vs la cuenta de
resultados……………………………………………………………………….
ii) Conflicto entre visión a corto plazo y sostenibilidad…
iii) Necesidad de cuantificar los intangibles………………….
iv) La marginación de la división RSE en la empresa…..
v) Los verdaderos propietarios de la empresa………………
3.3. Volviendo a los orígenes…………………………………………………….
3.3.1. Los agentes de interés………………………………………..
3.3.2. Las Variables de la RSE……………………………………….
3.4. Herramientas limitadas………………………………….…………………
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Capítulo 4: La Responsabilidad de la empresa moderna………..
4.1. ¿Qué es ser una empresa responsable en el S.XXI?........
4.2. El mundo en que vivimos………………………………………………
i) Presión demográfica…………………………………………………..
ii) Consumo de recursos………………………………………………..
iii) Seguridad y terrorismo…………………………………………….
iv) Situación socioeconómica………………………………………..
4.3. Hoja de ruta de la empresa responsable………………………….
4.4. El dilema de la empresa……………………………………………………
4.5. La RSE ante el espejo………………………………………………………..
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Bibliografía………………………………………………..…………………….
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La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
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Lista de Figuras en el informe
Figura 1. Evolución de la responsabilidad corporativa .........................
Figura 2. Miembros Pertenecientes a Sindicatos (1895 – 1995) ...........
Figura 3. Importancia de la RSE………………………………………………...............
Pág.
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Pág.
Figura 4. Prioridades de responsabilidades empresariales según sus
consumidores ................................................................................
Pág.
Figura 5. Principales instrumentos para gestionar la RSE según su
categoría ......................................................................................
Pág.
Figura 6. Países que han certificado centros productivos a través de la
SA800 ..........................................................................................
Pág.
Figura 7. Composición estructural del Pacto Mundial. ………………............
Figura 8. Fases de la AA1000 …………………………………………......................
Figura 9. Aspectos esenciales en la memoria propuesta por el GRI .......
Figura 10. Utilización de herramientas RSE por las Fortune 250.............
Figura 11. Expectativas de la sociedad vs gestión de la RSE.................
Figura 12. Porcentaje que afirma que la RSE no está integrada en la
empresa …………………………………………………............................................
Figura 13. Carencias actuales de la RSE ………………………………………………….
Figura 14. Cuestiones esenciales de la RSE …………………………………………….
Figura 15. Variables esenciales de la RSE...........................................
Figura 16. Agentes de interés relevantes para la empresa………………………
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Figura 17. Tres generaciones de relaciones empresariales con agentes de
interés...........................................................................................
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Figura 18. Involucración de los agentes de interés por parte de las
Fortune 250………………………………………………………………………………………………..
Pág.
Figura 19. Cobertura de las dimensiones de RSE a través de sus
herramientas……………………………………………………………………………………………….
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Figura 20. Principales retos de la humanidad……………………………………………
Figura 21. Crecimiento demográfico desde 1920……………………………………..
Figura 22. La pirámide económica mundial………………………………………………
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
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Lista de Tablas en el informe
Tabla 1. Proyectos realizados por Social audit. Ltd.’s Social Audit
Quarterly ..................................................................................
Tabla 2. Proyectos realizados por Counter Information Services ……….
Tabla 3. Conferencias de Naciones Unidas a partir de los años
noventa donde se ha enfatizado el papel del sector privado en el
desarrollo humano .....................................................................
Tabla 4. Diferentes enfoques de la RSE en los años noventa ..…………
Tabla 5. Origen de los informes sociales en el mundo empresarial ……
Tabla 6. Hitos en el bienestar laboral introducidos por Tata …….........
Tabla 7. Algunas de las iniciativas principales a la hora de gestionar
la RSE ...................................................................................….
Tabla 8. Categorías del GRI ........................................................
Pág.
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Tabla 9. Empresas que participaron en la primera guía del
GRI………...............................................................................…….
Pág.
Tabla 10. Principales grupos industriales valorados por el Índice Dow
Jones, 2004 …………………………………………………….................................
Pág.
Tabla 11. Los beneficios de las relaciones con los stakeholders……………..
Tabla 12. Estudios Comparativos sobre herramientas de la RSE………..
Tabla 13. Objetivos de Desarrollo del Milenio………………………………………
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
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Acrónimos utilizados
AA1000
Accountability 1000
ACNUDH
Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos
CEPAA
Council of Economic Priorities Acreditation Agency
CERES
Coalition for Environmentally Responsible Standards
COFACE
Compagnie Française pour l’Assurance du Comerse Extérieur
EMAS
EMAS (Eco-Management and audit. Scheme)
GRI
Global Reporting Initiative
ISEA
Institute for Social and Ethical Accountability
ISO
14001
International Organization for Standardization
RSE
Responsabilidad Social de la Empresa
ODCNU
Oficina de Drogas y Crimen de Naciones Unidas
ODCE
Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económica
OIT
Organización Internacional del Trabajo
ONG´s
Organizaciones No Gubernamentales
ONUDI
organización de naciones unidas para el desarrollo industrial
PNUD
Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo
PNUMA
Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente
PYME
Pequeña y Medianas Empresas
PNC
Puntos Nacionales de Contacto
RAID
Rights and Accountability in Development
SA8000
Social Accountability 8000
SAI
Social Accountability International
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
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Prólogo de Ramón Jáuregui
¿Qué es la RSE? ¿A qué responde? ¿Cuáles son las fuerzas que la impulsan?
¿Cuáles sus carencias y obstáculos? ¿Cuál será su futuro? ¿Será
simplemente una cuestión pasajera?¿Es una moda?¿Es una técnica de
gestión? ¿Corresponde a un nuevo invento de un gurú de la gestión
empresarial o responde a fuerzas más estructurales y por tanto de mayor
proyección?. A estas y a otras muchas preguntas trata de responder el libro
de Fernando Casado, “La responsabilidad social ante el espejo” que tengo el
honor de prologar.
Es un tema que me interesa desde hace años. A comienzos de este siglo, el
debate de la responsabilidad social de las empresas invade los foros y los
espacios de reflexión sociolaboral y sociopolíticos, además de los debates
sobre gestión empresarial de todo el mundo. La RSE aparece como una
cuestión imprescindible en cualquier proyección estratégica de las empresas
y arrastra consigo un importantísimo debate respecto a las actitudes que
deben de mantener las administraciones públicas y los Gobiernos respecto a
su promoción y su fomento.
La responsabilidad social de las empresas puede ser abordada desde
muchos puntos de vista. Hay quienes se acercan al tema por simple
evolución de lo que fue una actitud más o menos paternalista de algunos
empresarios hacia el mundo de los empleados o de la comunidad que los
rodeaba. Hay quienes lo hacen como una derivada lógica de las viejas
estrategias de mecenazgo. Los hay que se han acercado a la
responsabilidad social como consecuencia de la enorme importancia que
adquiere el marketing en la nueva sociedad. Las marcas y los logos
comerciales se incorporan a la estrategia de comunicación con una
importante dimensión de marketing social y creen que con ello se han
incorporado a la responsabilidad social. Los hay también que se incorporan
a esta cultura desde una concepción ética de la vida de las personas y de
las empresas, porque desean que la empresa rinda servicios al conjunto de
la comunidad, no sólo beneficios al conjunto de los accionistas o a los
promotores del negocio o a los propietarios de las acciones, sino también al
conjunto de la sociedad a la que sirve. Pero simplemente se trata de una
actitud de ética personal que incorpora a la proyección de la empresa ese
prisma. También los hay que se incorporan a la cuestión de la
responsabilidad social desde una perspectiva de modernidad social,
concibiendo la empresa mucho más involucrada en un conjunto globalizado,
muchísimo más comunicado con todo un conjunto de entornos a los cuales
la empresa tiene que prestar atención. Es simplemente una concepción
técnica de los factores que influyen en el fluir de las empresas, que se
incorporan a la cuestión de la responsabilidad social desde una concepción
que exige la innovación, y el compromiso constante con los nuevos
elementos que configuran la gestión empresarial en una economía
globalizada. Se trataría de una concepción muy ligada a las exigencias de la
competencia, como pudo estarlo hace quince o veinte años las exigencias de
la calidad en la competitividad.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
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Pero hay otra forma de abordar este tema. Es aquella que surge de quienes
pensamos que la responsabilidad social de las empresas surge en gran parte
como consecuencia de la revaluación de su poder y por el impacto profundo
que tienen las empresas en el entorno medioambiental y en el modelo social
resultante de su actividad.
Efectivamente si echamos la mirada atrás descubrimos que la sociedad que
hemos conocido a lo largo del siglo XX, es consecuencia de una dialéctica
surgida de un delicado equilibrio. Es aquel que se estableció entre tres
grandes poderes cuya tensión interna alimentó el motor del progreso: El
Estado, los sindicatos y las empresas. Pues bien, las fuerzas que
configuraban ese equilibrio se han desestabilizado. Es muy evidente que los
sindicatos han perdido una gran capacidad de acción, que sus fuerzas se
han debilitado en el marco de una sociedad globalizada en la que el capital,
las empresas, tienen un margen de maniobra infinito, universal, para
deslocalizarse, para responder a los movimientos de presión del mundo
sindical con una flexibilidad geo-económica absolutamente planetaria. A su
vez, también los estados van declinando su poder, su capacidad legislativa
para fijar leyes laborales o fiscales, para establecer políticas
macroeconómicas específicas.
Pues bien, la consecuencia de ese desequilibrio es que las empresas han
emergido como el poder más importante en el nuevo concierto
internacional. Son las empresas las que pueden influir sobre los Estados
para establecer determinadas políticas fiscales, económicas, laborales ó
financieras. La influencia de las empresas sobre el poder político es
incuestionable pero a su vez lo es también sobre el conjunto de la vida de
las personas y de los ciudadanos en general, de las comunidades incluso.
Cuando una empresa está decidiendo una inversión, por ejemplo, se
produce una verdadera carrera de ofertas entre las ciudades del mundo por
atraer esa inversión. O cuando ocurre al revés y una gran empresa decide
deslocalizarse y abandonar un país, pongamos del primer mundo para
ubicarse en cualquier lugar de la India o de China o del Sudeste Asiático ó
del Este de Europa, dejando a la comunidad afectada en una situación
gravísima por la repercusión socioeconómica y sociolaboral, que produce el
cierre de una determinada planta.
Pero no es sólo eso lo que explica el crecimiento del poder de las empresas.
En los últimos años la economía global ha ido produciendo un proceso
encadenado interminable y probablemente irreversible también, de
concentraciones empresariales en todos los sectores y en todas las
actividades económicas. La economía global está imponiendo grandes
compañías globales. Esta concentración del mundo empresarial en todos los
sectores de actividad está produciendo grandes holdings, grandes
oligopolios económicos con una capacidad de decisión o de intervención en
la vida pública y en la vida social y en la configuración geopolítica del
mundo, más importante que muchísimos países de nuestro planeta. En
conclusión, es un hecho que las empresas han revaluado su poder en la
sociedad globalizada y por tanto su impacto, su importancia en relación con
las políticas públicas, con los países, con las comunidades y con los
ciudadanos es cada vez mayor.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
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El otro gran elemento de reflexión que está en el telón de fondo del debate
sobre la responsabilidad social es el que se deriva del hecho de que, a su
vez, las empresas tienen una mayor capacidad de impacto en la sociedad en
la que operan. De una parte, porque los procesos productivos tienen cada
vez más importancia respecto al medio ambiente y a los efectos que esos
procesos productivos pueden tener en la configuración de un planeta
sostenible, de un desarrollo medioambiental que no perturbe el futuro de las
próximas generaciones. De otra, porque el impacto de las empresas en la
configuración sociolaboral resulta cada vez más decisivo. Una de las
características más notables del sistema productivo que está imponiendo la
economía global, es la producción encadenada en procesos de
subcontratación. Lo que se ha venido en llamar el sistema de outzourcing ó
de externalización de la producción, es ya un fenómeno absolutamente
imparable que está configurando una nueva organización internacional del
trabajo y está determinando un sistema sociolaboral consecuente. De todo
ello se deriva un marco sociolaboral distinto en cada uno de los países, que
aprovecha las ventajas competitivas de legislaciones laborales menos
exigentes o de marcos mas flexibles o sencillamente de costes laborales
más bajos, que van estableciendo un marco general de relaciones laborales
o de niveles económicos en los diferentes países. Son las empresas las que
están determinando en gran parte estos hábitats sociolaborales en la
mayoría de los países del mundo, en función de sus decisiones de
producción, de subcontratación, de deslocalización, etc. En definitiva se
trata de afirmar algo que resulta evidente y es que el impacto sociolaboral
de las empresas en el mundo es cada vez mayor.
No hay que olvidar además que este conjunto de cambios se está
produciendo en un contexto ideológico concreto en el que cabe hablar del
triunfo de la economía de mercado una vez desaparecido el comunismo, y
en el que una fuerte ofensiva neoconservadora en lo político y neoliberal en
lo económico ha colocado a la izquierda socialdemócrata en una compleja
situación. La empresa no es ajena a estos cambios y a la desaparición de la
vieja “lucha de clases”, se añade ahora una nueva cultura de la cooperación
y de la corresponsabilidad, en la que están más presentes los elementos
colectivos de comunidad empresarial o la importancia de la comunidad de
intereses dentro de la empresa. No quiere esto decir que en la empresa ya
no hay conflictos entre trabajadores y empresarios ó intereses antagónicos
entre ellos, pero lo que sí parece evidente es que el viejo conflicto social,
cargado de ideología, que arrastraba un cuestionamiento de la empresa
misma y del capitalismo en general, ha desaparecido. Aumenta así la
legitimación de la empresa y del emprendedor ante la ciudadanía y desde
luego ante sus propios trabajadores. Cabe decir pues, aunque la
simplificación es siempre exagerada, que ha desaparecido el antagonismo
de clase y ha surgido la corresponsabilidad de intereses en el seno de la
empresa.
Hay dos nuevos elementos que debemos citar respecto a los cambios
estructurales que atraviesan la ecuación entre empresa y sociedad. El
primero de ellos tiene que ver con los nuevas formas de participación de la
sociedad en las empresas. Efectivamente, la empresa hace ya mucho
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
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tiempo que dejó de ser de un solo titular o de un solo propietario. Salvo las
empresas de titularidad familiar, la mayor parte de las empresas son
empresas de millones de accionistas. De manera que la sociedad en su
conjunto, muchísimos ciudadanos a través de acciones en la bolsa o de
fondos de inversión o de fondos de pensiones, etc., participan en la
propiedad de las empresas. Y esto hace que haya surgido una ecuación,
todavía sin desarrollar suficientemente, sobre lo que llamamos “ciudadanía
corporativa” y que requiere una profundización importante, no sólo en
términos de buen gobierno y de transparencia, sino en términos de
progresiva participación de los ciudadanos en el devenir de la empresa.
El segundo se refiere a la aparición de nuevos agentes que interfieren en el
ámbito de la empresa y que han convertido en vieja y simplificada aquella
clasificación que otorgaba a las empresas relaciones sólo con sus accionistas
sus empleados y sus clientes. El resto del mundo, no existía. Hasta hace no
mucho tiempo, las empresas eran entidades casi secretas, cerradas sobre si
mismas, ocultas a las demás empresas e inclusive a la información en
general, sobre sus métodos de producción, sobre sus tecnologías ó sus
estrategias empresariales. Suele decirse que eran como cajas de caudales,
espacios de intimidad profesional. Pero desde hace ya varios años, las
empresas son como los invernaderos, de cristal: todo el mundo las mira,
todo el mundo las observa, todo el mundo puede saber todo sobre ellas. Y
esto les obliga a ser empresas transparentes. No solamente porque tiene
que rendir cuentas, como antes decíamos, a un conjunto de accionistas y de
ciudadanos cada vez mayores, sino también porque hay muchos agentes
que las observan y analizan. El crecimiento de los periódicos económicos y
de los programas informativos en radio y televisión es una buena prueba de
ello. Pero no sólo. Además hay nuevos agentes que están instalados en la
sociedad de la información. ONGs que investigan comportamientos
empresariales. ONGs que denuncian prácticas contra los derechos humanos
de una multinacional en un país ó en otro. La red de internet que pueden
informar sobre actuaciones letales para el medioambiente o violadoras de
derechos humanos a las cuales las empresas son cada vez más sensibles.
Los consumidores que pueden desarrollar una campaña de castigo contra
una compañía por cualquier razón que sensible a la ciudadanía, como por
ejemplo una mala conducta en relación con el trabajo infantil, o con una
actuación medioambiental lesiva. De manera que las empresas son
especialmente sensibles y vulnerables en la nueva sociedad de la
comunicación, al mismo tiempo que buscan una empatía social a través de
sus logos comerciales.
Es todo este conjunto de cambios los que configuran un camino de
transformación de la ecuación entre la empresa y la sociedad a lo largo del
próximo siglo y los que motivan esta nueva concepción de la empresa en la
nueva sociedad. Por eso decimos algunos que le RSE no es una moda o una
cuestión de gestión empresarial, ni tampoco una simple actitud ética de
algunos de los dirigentes de las empresas o mucho menos una cuestión de
marketing social o de mecenazgo perfeccionado y desarrollado. No. Es algo
más profundo. Responde a una corriente de fondo más transformadora, más
estable, más seria. Y en ese sentido es en el que situamos la RSE como una
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 15 -
renovación conceptual, ontológica del ser de la empresa, de sus fines y de
sus objetivos en una nueva sociedad.
Es todo esto lo que hace pensar que la responsabilidad social de las
empresas acabará resultando un componente fundamental de una empresa
sostenible y de una empresa competitiva del Siglo XXI. Es la convicción de
que una sociedad madura y exigente acabará presionando a las empresas
para que encuentren una relación armoniosa y conciliada con todos sus
grupos de interés, una relación honrada y transparente con accionistas, con
trabajadores, con proveedores, con clientes, con comunidad, con su entorno
ecológico. Es todo este conjunto de exigencias el que acabará imponiendo
una especie de pacto implícito entre empresa y sociedad que inspirará una
estrategia responsable en la gestión económica, productiva, medioambiental
y de recursos humanos. En definitiva, una concepción tan profunda de la
responsabilidad social de las empresas implicará una práctica voluntaria,
eso sí, pero superadora de los mínimos exigidos por las leyes, que buscará
la excelencia en sus comportamientos internos y externos. Será pues la
responsabilidad social de la empresa una práctica que promoverá la defensa
activa de los derechos humanos y que establecerá condiciones laborales
dignas para sus trabajadores, respetando también el medio ambiente.
Todas estas definiciones aparecen, desde luego, en el libro de Fernando
Casado. “La RSE ante el espejo”, no es una obra de aproximación técnica a
la responsabilidad social de las empresas. Ya hay muchos libros sobre las
reflexiones teóricas de la gestión empresarial o de los aspectos técnicos de
la responsabilidad social. El libro de Fernando Casado nos ofrece una visión
que incluye también una mirada ideológica ó social de la responsabilidad
social, es decir, que integra la empresa en un análisis más poliédrico, más
sociopolítico incluso geopolítico y describe el fenómeno con una visión más
integral que la que se desprende de los enfoques técnicos y de gestión
empresarial, algo que podríamos llamar enfoque economicista de la
responsabilidad social. Me apresuro a señalar que no excluye esta obra los
elementos técnicos que implica el tema. Porque es evidente, hay un buen
número de aspectos que son puramente técnicos a la hora de concebir la
manera de implementar una política de responsabilidad social. Por ejemplo,
cuando hablamos de herramientas de gestión, de sistemas de reporte ó
cuando se habla de los diferentes métodos de verificación y control de la
RSE. Pero la obra que tienen ustedes en sus manos integra esos elementos
en una concepción filosófica y sociopolítica, en mi opinión imprescindible,
para hacer un enfoque correcto de esta cuestión compleja.
Están ustedes ante una obra que puede cumplir perfectamente las funciones
de manual de la responsabilidad social. Sus primeras páginas, por ejemplo,
contienen una descripción conceptual completa de la cuestión, porque
prácticamente se pueden ver todas las definiciones que al respecto se han
ido produciendo en los últimos años respecto de la responsabilidad social,
integrando entre ellas las más importantes y significativas, no sólo de
autores particularmente destacados, sino también de los organismos
públicos que han hecho una definición de la materia, ya sea la Unión
Europea o la OCDE o el Foro de Expertos de España. Es también interesante
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 16 -
la referencia a la introducción histórica de la RSE, muy ilustrada por la
experiencia norteamericana, del autor. Esa misma visión se hace presente
también en las constantes referencias a Naciones Unidas como uno de los
organismos internacionales que más y mejor están trabajando en favor de
la responsabilidad social de las empresas. La vinculación profesional del
autor con Naciones Unidas, especialmente con su programa de lucha contra
la pobreza, caracterizan también las implicaciones del libro. Son también de
interés las referencias a las Herramientas de Gestión de la RSE. El libro nos
ofrece una serie de cuadros y guías de referencia, imprescindibles para
aproximarse a la cuestión técnica de la RSE.
En la segunda parte, al tratar las carencias de la RSE, se introduce en una
reflexión crítica sobre los problemas de desarrollo de la RSE. Y aquí su
visión está cargada de realismo, especialmente en el análisis que nos ofrece
el autor sobre los problemas de implantación de la estrategia de RSE en las
empresas, bien por razones de rentabilidad económica, es decir, de costes,
como por los retrasos culturales que todavía se dan en los equipos humanos
de gestión de la RSE. Son particularmente acertadas también las referencias
a la limitación de las herramientas y de los sistemas de reporte y
verificación de la RSE.
En su último capítulo, La responsabilidad de la empresa moderna, el autor,
nos introduce en una reflexión más personal sobre lo que podríamos definir
como una descripción geopolítica del mundo, en la que destaca cuatro
fenómenos: la situación socioeconómica; la incertidumbre de seguridad ante
la aparición del terrorismo; la problemática energética y la presión
demográfica. Sin duda, esta es una descripción muy realista de los
problemas del mundo, aunque otros muchos podrían incorporarse a esta
relación limitada de problemas. Con todo, el autor se atreve a aventurar
sobre el futuro de la RSE en este escenario y en el marco de las carencias y
dificultades antes señaladas. “La RSE ante el espejo”, es precisamente el
núcleo del libro, que nos ofrece en sus últimas páginas, un análisis sobre lo
que puede ocurrir con la RSE en los próximos años.
Este es el tema con el que querría acabar este prólogo porque coincido
plenamente con Fernando Casado en la idea de que la RSE sólo acaba de
empezar. También coincido con él en la idea de que la RSE será lo que la
sociedad quiera que sea. Efectivamente, no creo que pueda establecerse un
pronóstico sobre la evolución de la RSE todavía. Podríamos decir que
estamos en una fase de fortalecimiento de la idea y de expansión de esta
reflexión, pero que todavía no están definidos los parámetros del terreno de
juego donde se va a dilucidar su futuro. Personalmente creo que existen
cuatro grandes obstáculos a la expansión de la cultura de la RSE en las
empresas.
El primero vendría marcado por los problemas de costes en la
implementación de las políticas de responsabilidad social. Tenemos que
admitir que, una política de excelencia en todos los planos que configuran el
quehacer de la empresa, implican un crecimiento de los costes que pueden
resultar inasumibles en términos de competitividad. Es por eso que en
muchas ocasiones, la responsabilidad social está siendo una práctica de las
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
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empresas con beneficios y que buscan una mejora de las ventajas
competitivas que caracterizan a la RSE, pero nunca hasta el límite de poner
en riesgo su rentabilidad. En ese sentido, no podemos dejar de reconocer
que el clima macroeconómico general, va a ser un elemento definitivo que
condicionará el futuro de la RSE. Dicho de otra manera, una evolución
negativa de la economía mundial o de los marcos macroeconómicos del país
de la empresa, puede resultar decisiva respecto de la expansión ó no, de
esta cultura. Como bien dice el autor en uno de sus comentarios a este
respecto, un horizonte de crisis económica mundial podría resultar fatal para
la idea de la RSE, que es todavía una idea incipiente y que podría resultar
en la práctica abandonada si las dificultades económicas del mundo
empresarial se acentuaran en los próximos años.
El segundo factor que conviene citar respecto a las dificultades de expansión
de la RSE, es el que se deriva de la confusión existente en torno al reporte y
a la verificación de las memorias sociolaborales y medioambientales de las
empresas. Desgraciadamente existe una proliferación y un desorden
bastantes notables en esta materia que impiden que existan referencias o
parámetros homologables para todo el mundo sobre lo que es, ó no es, una
empresa responsable. No hay que olvidar que el fin último de una política de
RSE es que la sociedad pueda distinguir a las empresas en función de su
comportamiento social y por tanto pueda premiarlas y castigarlas en sus
inversiones ó en su consumo. Pero si la definición o la etiqueta de
responsabilidad social está preñada de confusión respecto de los sistemas
que otorgan esa calificación, es probable que la sociedad acabe por
despreciar toda esta cuestión y desentenderse absolutamente de esta
materia.
Un tercer factor de influencia en el futuro de la RSE es el que se deriva de
los sistemas de producción externalizados que caracterizan, hoy en día, la
producción de todas las empresas en el mundo entero. En la medida en la
que el número de proveedores de las empresas principales es enorme y que
la mayor parte de los servicios que acompañan el proceso productivo de las
grandes compañías se externalizan, es imprescindible tener en cuenta que
la expansión de la RSE sólo avanzará en la pequeña y mediana empresa si
las grandes empresas incluyen códigos de exigencia de RSE a sus
proveedores. Esta es una cuestión también incipiente, en la que muy pocas
empresas que presumen de políticas integrales de RSE, están entrando. En
la mayor parte de las memorias y de los informes sociolaborales y
medioambientales que se ofrecen por parte de las grandes compañías, se
contiene la información correspondiente a la empresa principal, pero las
informaciones y las verificaciones respecto a la cadena de proveedores, en
general, brilla por su ausencia.
Por último, entre los elementos que debemos analizar en la reflexión sobre
el futuro de la RSE, hay que hablar de la sociedad misma. La capacidad de
premiar y castigar a las empresas, dependerá en gran parte de una
sociedad capaz primero de conocer cuál es el comportamiento social o
medioambiental de las empresas y en función de su conocimiento, la
capacidad discriminadora que tenga en sus inversiones o en su consumo.
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Desgraciadamente el conjunto de agentes que hemos descrito como
impulsores de una nueva sociedad informada y por tanto capaz de influir
sobre las empresas, en función del comportamiento de éstas, es más débil
del que deseamos. Las ONG’s, los sindicatos, las organizaciones de
consumidores y los medios de comunicación etc., no responden a una única
dirección. Por ejemplo, los medios de comunicación, que son la base de la
pirámide de una sociedad informada, no informan sobre el comportamiento
de las empresas con la profundidad y con la objetividad que sería deseable.
Los medios de comunicación pertenecen también a poderosas empresas,
cargadas de intereses cruzados con los grandes grupos económicos y eso
produce contraindicaciones informativas concretas. Pero además, no existe
todavía una práctica de análisis, de seguimiento crítico y de investigación,
sobre el funcionamiento económico sociolaboral y medioambiental de las
empresas. Si la información no es suficientemente objetiva, suficientemente
crítica, es muy difícil que los ciudadanos puedan tener una información
propia como para poder juzgar a las empresas. Aunque hay miles de ONG’s,
y algunas están desarrollando un notable trabajo en materia de RSE, las
organizaciones cívicas son todavía débiles. Lo mismo ocurre con el
movimiento de los consumidores, desgraciadamente a la baja en algunos
países en donde constituyeron poderosas palancas de presión social. En
otros muchos países son todavía organizaciones sin el crédito ni la fuerza
suficiente como para mover en determinadas direcciones el consumo o las
actitudes en masa de los ciudadanos a la hora de consumir.
Toda esta situación se produce en un marco conceptual demasiado confuso
sobre la RSE. La Responsabilidad Social no está suficientemente expandida
en la ciudadanía y es una materia que resulta sólo de interés de los
investigadores y de los expertos, pero no de las grandes masas, porque no
se ha convertido todavía en una materia popularizada, ni siquiera de
formación universitaria ó de educación cívica.
Todo lo cual nos lleva a la necesidad de reflexionar en profundidad sobre
cuáles deben de ser los instrumentos de una política pública a favor de la
RSE. Quizás sea esta la cuestión más importante. De la voluntariedad como
condición intrínseca a la Responsabilidad Social de las Empresas, derivan
algunos, la innecesariedad absoluta de cualquier intervención pública. Por el
contrario, algunos pensamos que una política de apoyo a la RSE es
necesaria para fomentar y favorecer esa cultura empresarial.
Hay que abortar la simplicidad del debate entre voluntariedad y
obligatoriedad, en relación con la RSE. Ya lo hemos dicho, hablamos de
empresas que cumplen lo mínimos legales y por tanto hablamos de
empresas que practican voluntariamente una política de responsabilidad
social porque lo consideran necesario y lo hacen lógicamente de manera
voluntaria. Pero una vez dicho esto y una vez aceptada la condición
voluntaria de la RSE, la intervención pública en esa materia se abre a otros
temas. Empezando por la conveniencia de construir un discurso público, de
hacer una pedagogía política a favor de la Responsabilidad Social. Las
autoridades públicas pueden también coadyuvar al pensamiento y a la
reflexión que se ha iniciado ya en la sociedad civil y pueden ayudar a definir
conceptos, a normalizar actuaciones, a homologar conductas, a ordenar el
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sistema de auditoría de la Responsabilidad Social, entre otras muchas
cosas. Deben hacerlo de acuerdo con las empresas en una tarea común de
partenariado como el caso, interesante sin duda, de algunos países que han
constituido órganos mixtos de gestión de la RSE. Una política de RSE
también puede favorecer la responsabilidad social en la negociación
colectiva, ó establecer, en algunos casos, obligaciones legales de
información sociolaboral y medioambiental para las empresas cotizadas.
Favorecer instrumentos que puedan generar fondos éticos o inversiones
responsables también puede requerir medidas legales. Los países deben de
ayudar a la expansión de la RSE, en la medida en la que consideren que la
RSE es buena para sus empresas y buena para sus sociedades y en ese
sentido se explican las políticas de fomento, estímulo e impulso a la RSE,
incluyendo en su caso medidas de apoyo fiscal a las prácticas de RSE de las
empresas. Algunos se oponen a esto, pero, de la misma manera que se
establecen medidas de estímulo en materia de seguridad laboral a las
empresas que más avancen en la reducción de la siniestralidad laboral ó de
la misma manera que se pueden establecer estímulos fiscales para la
investigación, el desarrollo y la innovación, también podrían establecerse
estímulos fiscales para aquellas empresas que acrediten comportamientos
de responsabilidad social, especialmente estimables.
En fin, el futuro de la RSE como decíamos, dependerá en gran parte de lo
que entre todos queramos hacer con esta materia. Si nuestras sociedades
se despreocupan completamente de estos valores, si a los consumidores les
importa un bledo cómo se han producido los productos que ellos compran,
en qué condiciones laborales o con qué impactos medioambientales, si todo
esto resulta completamente accesorio y colateral al consumidor ó al
inversor, ó a los medios de comunicación que analizan el comportamiento
de las empresas y a la sociedad en general, muy probablemente la RSE irá
decayendo como un bello intento de unos pocos que quisieron aportar ética
a la empresa desde un bello sueño moral.
Pero si la sociedad se informa mejor, ejerce su enorme poder, cada uno de
los ciudadanos desde su propia individualidad, en una sociedad con valores,
articulada, con capacidad de decisión y esos valores se hacen colectivos y se
ejercen respecto de acontecimientos que nos importan y nos afectan y si
todo eso se convierte en una corriente de valor que importa a la sociedad y
que configura actitudes y comportamientos humanos, las empresas serán
sensibles a todo ello. Si los consumidores premian y castigan a las
empresas en función de su comportamiento y de su imagen corporativa, no
porque nos engañen con la publicidad, sino porque efectivamente alguien
nos informa de la realidad de sus comportamientos sociolaborales y
medioambientales, las empresas serán sensibles, porque sentirán en su
cuenta de resultados la influencia de una sociedad que valora esos
elementos.
Es por eso que una política de RSE tampoco puede dejar de lado la
importancia de fortalecer a la sociedad civil y a sus agentes, hacer fuerte a
los consumidores, a las ONG’s, a la información objetiva sobre las
empresas. Hacer fuertes a los sindicatos y favorecer los comportamientos
de las empresas en esta dirección que estamos señalando. Todo eso
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Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
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ayudará a que la sociedad sea una sociedad más cohesionada, una sociedad
más justa, una sociedad más digna y en ese sentido el papel de la empresa
será cada vez más importante en la consecución de esos objetivos
colectivos. Por eso la responsabilidad social tiene una importancia también
como elemento configurador del futuro de la sociedad porque, como
decíamos al principio, si éstas, las empresas son cada vez más importantes
y más influyentes en la vida de la sociedad, en la medida en que sean más
responsables, más cohesionada socialmente resultará la sociedad, como
consecuencia del impacto de sus actuaciones.
Se han escrito muchos libros sobre responsabilidad social empresarial. En
los últimos cinco años no dejan de aparecer nuevas aportaciones sobre esta
materia de manera incesante. El libro de Fernando Casado no es uno más.
Es un buen libro. Es una magnífica aportación a esta materia, hecha desde
criterios de rigor y de profundo conocimiento, que servirá al lector para
obtener un encuadre y una aproximación informativa muy precisa sobre la
Responsabilidad Social. Está construido sobre las mejores aportaciones
teóricas que hay sobre la materia y responde a un enfoque ideológico
cargado de interés por el futuro, de la RSE en la nueva sociedad del Siglo
XXI. Fernando Casado muestra así su compromiso con un futuro mejor, con
una sociedad digna, con un mundo en el que la revolución tecnológica y la
globalización sirvan y beneficien a la sociedad y acaben de una vez con la
indignidad de la pobreza o del subdesarrollo. En definitiva Fernando Casado
piensa, como pensamos muchos, que la RSE puede ser una oportunidad y
una herramienta para que las empresas colaboren y coadyuven en la
búsqueda de una sociedad más justa.
Ramón Jáuregui
La RSE ante el espejo
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Prólogo de Víctor Viñuales
Fernando Casado ha escrito un libro que se lee con facilidad- se nota su
experiencia como periodista- y conduce al lector hasta el lindero mismo de
las preguntas esenciales acerca de la responsabilidad social empresarial
(RSE). En ese sentido, es un libro para subrayar con cierta abundancia y
que avivará, seguro, las cavilaciones de quienes se acerquen a sus páginas.
Es un libro con abundante bibliografía pero, contrariando algunas
costumbres, se nota que está bien digerida, que las ideas de unos y de
otros autores están bien trabadas en el texto del libro, que las citas son las
pertinentes….
Además, es un libro necesario en la España actual. Y es un libro necesario
por varias razones. En nuestro país mucha gente tiene la impresión de que
la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) o la Responsabilidad Social
Empresarial (RSE) es una creación de las grandes empresas multinacionales
que en las últimas décadas han dado con un nuevo argumento de ventas.
Sin embargo, el autor muestra los orígenes de la RSE, su anclaje en el siglo
XIX, sus avances y retrocesos en el siglo XX.
La RSE se suele discutir desde una visión bipolar en nuestro país: unos
discuten de la RSE con los pies anclados en la tradición mas conservadora
de la empresas, contemplando los problemas de la sociedad como un mero
paisaje en el que las empresas actúan. Otros, extramuros de la empresa y
de sus limitaciones e historia, e interiorizando una visión muy negativa
acerca de la posibilidad sustantiva de inyectar en el ADN de las empresas
algo distinto a la codicia, creen que si se trata de construir una sociedad
mas libre, mas justa, mas ecológica…las empresas poco tienen que decir y
que hacer .
En realidad, ambas posiciones, aparentemente tan enfrentadas, comparten
una misma profecía: las empresas “deben” limitarse a buscar
la
maximización de los beneficios para el accionista, dicen unos. Las empresas
solo “quieren” la maximización de los beneficios para el accionista, dicen
otros.
Fernando Casado no niega la pragmática empresarial, pero afirma la
necesidad de contar con las empresas para resolver los desafíos de la
sostenibilidad del planeta. Una sociedad sostenible precisa de empresas
responsables y sostenibles
El autor engarza lo macro, los problemas del planeta, con lo micro, los
problemas de gestión en la empresa. Y anuda en un telar argumental
razonado y razonable el cambio empresarial y el desarrollo sostenible.
Su trabajo en Naciones Unidas le ayuda a contemplar los problemas con una
perspectiva global, porque global es el mundo en el que actuamos. Porque
globales son muchos de los problemas que hemos creado y porque también
una parte de las soluciones es global.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
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La Fundación Ecología y Desarrollo, hace ya años, con un enfoque similar al
del autor, percibió que una enorme palanca para construir el desarrollo
sostenible era promover el mercado de la sostenibilidad. Dicho de otra
manera, que las empresas que producen bienes o servicios más sostenibles,
mejores que la media, que no es lo mismo que decir las empresas éticas o
las empresas buenas, sean recompensadas por el mercado. Es decir, que
vendan más que sus competidoras o capten mas inversión que sus
competidoras. Es sencillo enunciarlo y un poco mas difícil lograrlo en
nuestro país.
En España, pareciera como si solo hubiera dos caminos para construir un
desarrollo sostenible: o la coerción, que promueven las administraciones
públicas con las regulaciones que aprueban, o la convicción de los
propietarios o gestores de las empresas, conmovidos por las heridas del
mundo.
Nuestra Fundación defiende que, sin negar la pertinencia de ambos
caminos, el que comparativamente está infradesarrollado en nuestro país es
el de crear incentivos economicos que premien a las mejores empresas:
bien a traves de la inversión socialmente responsable o a través del
consumo responsable (público o privado) .
Por eso nuestro esfuerzos, además de ir dirigidos desde hace años a
promover las “fuerzas internas” de la empresa para que, por convicción, se
enfoquen hacia la RSE; además de animar a las autoridades públicas,
“fuerzas externas” para que creen un marco regulatorio estimulador de la
RSE, nos hemos focalizado en promover activamente las dos grandes
“fuerzas tractoras” de la RSE: el consumo y la inversión responsables.
Ambas prácticas están muy poco extendidas en España. Apunto una tesis
para explicar esta situación. Los españoles, cuando nos preguntan, sí que
declaramos, en un número abundante, nuestras buenas intenciones hacia la
sosteniblidad . Sin embargo, cuando las estadísticas reflejan los datos de
nuestras compras o de nuestras inversiones, nos quedamos desnudos frente
al espejo y finalmente éste nos devuelve nuestra real imagen: practicamos
muy poco nuestro discurso…nuestros hechos desmienten nuestras palabras
. Y al final , mal que no pese , no somos lo que pensamos , somos lo que
hacemos.
Para nuestra fundación la RSE es una palanca para incorporar a las
empresas a la construcción de un desarrollo sostenible. Estamos
convencidos de que las ONGs somos muy eficaces en crear nueva cultura.
Pero para generalizar las prácticas y las conductas sostenibles son
imprescindibles las empresas. Ese mismo convencimiento tiene Fernando
Casado. Por eso desde el principio queríamos colaborar en la edición de este
libro. En él se reflexiona sobre la empresa real, la que está inserta dentro de
un mundo real: nuestro planeta , nuestra biosfera, nuestra tecnosfera… Hay
mucha reflexión endogámica dentro de los cada vez mas abundantes textos
sobre RSE. En las páginas de este libro, sin embargo, los problemas de la
empresa y los problemas de la sociedad dialogan, se encuentran…
Fernando Casado lleva a la RSE ante el espejo. Pero éste devuelve, con la
habilidad habitual de los espejos, un doble escenario futuro con el que el
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Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
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libro acaba: “ …que sea simplemente una estrategia de autoempleo para los
departamentos RSE, los consultores y los auditores sociales, o se convierta
en una herramienta transformadora de la cultura empresarial y la sociedad
en que vivimos.”
En realidad, desde mi punto de vista, el potencial germinativo de la RSE,
depende un poco de lo que ocurra dentro de los edificios empresariales y
depende mucho muchisimo de lo que hagan los consumidores, los
inversores y las administraciones públicas. La respuesta , como diría Bob
Dylan está en el viento….y el viento somos nosotros, los ciudadanos, la
gente común.
Víctor Viñuales
Director de la Fundación Ecología y Desarrollo
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"El comportamiento es un espejo en el que cada uno muestra su imagen.",
Johann W. Goethe
""El mayor peligro de engañar a los demás está en que uno acaba
inevitablemente, por engañarse a sí mismo."", Eleonora Dose
La RSE ante el espejo
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Introducción
Algunos eventos a lo largo del último cuarto del siglo XX han cambiado
irreversiblemente la historia de las multinacionales y su relación con la
sociedad. En 1989, el accidente de la petrolera Exxon Valdez en Alaska
vertió 110.000 metros cúbicos de petróleo que afectaron a 1.900 kilómetros
de costa, condicionando drásticamente el ecosistema y las vidas de las
comunidades indígenas y pesqueras de la región. Fue, después de Bhopal,
uno de los accidentes más notorios contra el medioambiente, y creó una
consternación mundial sobre el impacto nocivo que pueden tener las
empresas en su entorno. La gravedad del accidente quedó marcada por el
suicidio del alcalde de una de las ciudades principales de la región, Bob Van
Brocklin, pidiendo en su última declaración que se esparcieran sus cenizas
en la zona del accidente. En un juicio legal sin precedente, Exxon fue
declarada
culpable
por
haber
incumplido
varias
regulaciones
medioambientales y se vio obligada a pagar 4.500 millones de dólares para
intentar mitigar el daño socioambiental; la mayor penalización económica
por infracciones ambientales de la historia.
Unos años después, el 10 de noviembre de 1995, el activista y escritor Ken
Saro Wiwa y ocho miembros de la comunidad Ogoni, en Nigeria, fueron
ejecutados por el gobierno militar del General Sani Abacha. Saro Wiwa era
presidente del Movimiento para la Supervivencia de los Ogoni (MOSOP), y
lideraba un movimiento pacifista que denunciaba los daños ambientales en
la región por parte de diversas multinacionales, especialmente Shell. En la
declaración que escribió antes de ser ahorcado, Saro Wiwa declaró que él y
sus compañeros no eran los únicos en estar siendo juzgados: “Shell está
también siendo juzgada (…) y llegará el día en que la guerra ecológica que
la empresa ha empezado en el Delta será llamada a justicia, y sus crímenes
serán pagados”. Las ejecuciones fueron contestadas con movilizaciones
masivas en todo el país y con la expulsión de Nigeria de la Common Wealth.
El gobierno respondió de forma represiva y brutal. Se estima que se
cometieron más de 2.000 asesinatos y miles de personas se vieron
obligadas a exiliarse. Por si fuera poco, ese mismo año, Shell anunciaba la
pretensión de hundir su plataforma de petróleo Brent Spar en el mar del
norte, generando la indignación de la sociedad civil y un boicot internacional
liderado por grupos como Greenpeace. La involucración de Shell en estos
dos eventos y la reacción de la ciudadanía global cambiaron su política
corporativa para siempre.
Eran otros tiempos, marcados por el triunfalismo neoliberal de los años
ochenta, donde predominaba un escepticismo acentuado ante cualquier
sugerencia de que la empresa tuviera que responsabilizarse de sus impactos
sociales o ambientales. Tanto Exxon como Shell intentaron desvincularse de
las responsabilidades de estos eventos practicando una política de negación.
Pero la indignación de la opinión pública a nivel global y el éxito de los
boicots que se organizaron condicionando el consumo de las petroleras en
todo el mundo les hizo reaccionar. Shell, mucho más que Exxon, cambió su
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
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política de empresa y desde entonces ha intentado liderar el movimiento
empresarial que pretende reconciliar el desarrollo económico con el respeto
al medioambiente y los Derechos Humanos. En una declaración autocrítica
atípica en este tipo de empresa, en su informe anual de 1998, Shell
reconocía que “nos hemos mirado en el espejo, y no nos hemos reconocido,
ni nos ha gustado lo que hemos visto.”
Estos eventos sirvieron para poner el acento en la ética y los valores
morales de las prácticas empresariales, centrando la atención de la opinión
pública mundial en la violación empresarial de derechos universales. A raíz
de ello, nuevos escándalos surgieron, y grandes empresas como Nike, Levis,
Disney o Adidas fueron denunciadas por violar los Derechos Humanos,
promover el trabajo infantil y contaminar el medioambiente. La
globalización de la información permitió conocer las prácticas de estas
empresas y su política de doble rasero en países en vías de desarrollo, y la
opinión pública trasladó la indignación al consumo de mercados
occidentales. Empezaron los boicots. Y a medida que las ventas bajaban y
se reducía la demanda de productos, las empresas afectadas empezaban a
relacionar violación de derechos humanos con cuenta de resultados, gestión
ambiental con generación de beneficios, reputación de la empresa con
consolidación de mercado.
Algo parecía estar cambiando en los consejos de dirección. Empresarios
como Ray Anderson, de Interface, o Ben Cohen y Jerry Greenfield, de Ben &
Jerry’s, ya no eran categorizados como idealistas iluminados por hablar de
integrar el impacto socioambiental en la gestión de la empresa. A Anita
Roddik, de Body Shop, la invitaban cada vez más a dar conferencias sobre
liderazgo empresarial, y el Foro Económico Mundial de Davos invitaba a
gente como John Elkington, fundador de SustAinability y autor del libro
“Caníbales con tenedores”, para que hablara de sostenibilidad corporativa y
de la triple línea de resultados. Hasta los más escépticos y fundamentalistas
del mercado parecían ceder. Se empezaba a hablar del fin del capitalismo
agresivo; del nuevo renacer del capitalismo humanista.
Anderson comentaba que después de leer el libro “La ecología del comercio”
de Paul Hawken, renació de sus penas de “pecador corporativo” y se
empezó a dedicar a escalar la montaña de la sostenibilidad con el objetivo
de llegar a cero emisiones y no dejar huella ecológica para el 2020. Se
convierte en el gurú de los empresarios de la sostenibilidad, dedicándose
más a dar conferencias predicando su nuevo capitalismo humanista que a
gestionar su propia empresa (se estima que en la primera mitad de la
década de los noventa, llegaba a dar más de 190 conferencias anuales). Y lo
más curioso es que los empresarios empiezan a escuchar. Los Consejeros
de Dirección toman nota y la empresa experimenta uno de los cambios más
radicales desde su creación: la búsqueda del santo grial para garantizar la
generación de beneficios respetando los Derechos Humanos sin contaminar
el medioambiente.
Desde entonces, más de la mitad de las empresas pertenecientes al Fortune
250 han publicado un informe social, los Directores Generales se sientan
con ONGs y predican las virtudes del desarrollo sostenible, y las adhesiones
a declaraciones con principios y valores éticos, como el Pacto Mundial,
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
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sorprenden en España batiendo récords mundiales. La alta dirección de la
empresa parece haber entendido el valor mediático que tiene la RSE: es
positiva para la reputación y la imagen de la marca; consolida el mercado y
evita el temido boicot de una opinión pública cada vez más formada y crítica
con la situación en el mundo. Se crean divisiones de responsabilidad social,
se asignan directores y se estructuran equipos de gestión para paliar los
efectos negativos e internalizar las externalidades corporativas. Todo indica
que llegamos a la nueva era de la RSE. Parece que, finalmente, se ha
vencido la batalla a los Milton Friedman’s del mundo.
Sin embargo, a medida que las prácticas y la aceptación de la RSE por parte
de la empresa es cada vez mayor, también crecen las críticas y el
escepticismo sobre la intención de las mismas. A pesar de todo, la RSE no
ha conseguido que la sociedad civil acepte al sector privado. La opinión
generalizada es que la empresa incorpora aspectos socioambientales en su
gestión por intereses puramente estéticos, muy alejados de una
preocupación real sobre su impacto en el medioambiente y en la sociedad.
De hecho, muchos empiezan a cuestionar si la RSE es tan solo una moda
pasajera fruto de la bonanza económica de los últimos años, y que tal y
como se implementa actualmente, nunca superaría una fase de recesión
económica.
El libro La RSE ante el espejo describe la evolución histórica de la RSE y las
herramientas actuales disponibles para gestionar sus efectos, exponiendo
que existen varias carencias que impiden que se logre integrar de manera
armónica a la gestión diaria de la empresa.
En el nuevo entorno global, ante los actuales retos a los que nos
enfrentamos de crecimiento demográfico, consumo insostenible de recursos,
terrorismo e inestabilidad política, y situación socioeconómica en la que vive
un porcentaje tan alto de la humanidad, algunas empresas han entendido
que tienen una responsabilidad moral a la hora de responder a los
problemas globales, pero muy pocas son conscientes de que su
supervivencia dependerá de su capacidad de resolverlos.
Once años después de la ejecución de Saro Wiwa y sus ocho compañeros en
Nigeria, el 11 de enero de 2006, miembros de un grupo armado de la etnia
“ijaw” autodenominado Movimiento por la Emancipación del Delta del Níger
(Movement for Emancipation of Níger Delta –MEND), secuestraba a cuatro
trabajadores de Shell (luego secuestraron a otros nueve), y anunciaba una
campaña denominada “Operación Cambio Climático” con el objetivo de
cometer atentados contra plantas de extracción y secuestrar a trabajadores
extranjeros para proteger la región de la explotación de las multinacionales.
La campaña de extorsión, que también afecta a empresas como la italiana
Agip y la francesa Total, les obliga a evacuar gran parte de su personal, y
reduce las exportaciones de crudo del país significativamente. Kolawole
Olaniyan, director del Programa Regional para África de Amnistía
Internacional, denunciaba como a pesar de la riqueza y los ingresos del
petróleo (27% del PIB), el 70% de la población del delta del Níger sigue
viviendo bajo el umbral de la extrema pobreza sin acceso a servicios
sociales para llevar una vida digna.
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Por otro lado, el 17 de Marzo de 2006, Anita Roddik vendió The Body Shop a
la empresa L’Oreal a través de una OPA por un valor de 938 millones de
euros. La empresa pionera y símbolo del movimiento de RSE, una de las
primeras en demostrar que se puede combinar ética y comercio, y fuente de
inspiración de millones de ciudadanos a través de sus buenas prácticas,
pasa a ser opada y absorbida por una multinacional boicoteada por sus
pruebas con animales y por no respetar los Derechos Humanos. Roddik
argumenta en su página web que formaran a los ejecutivos de L’Oreal sobre
valores éticos y comercio, y asegura que la marca Body Shop no perderá
sus valores. Pero los movimientos sociales y asociaciones de consumidores
parecen no creerla y acusan a Roddik de haber traicionado sus principios
éticos y de haber vendido sus valores. Grupos como Naturewatch y Uncaged
piden boicotear los productos de Body Shop, y de líder e inspiradora del
movimiento social corporativo, pasa a la lista negra de empresas prohibidas
por los movimientos sociales.
Ante todos estos eventos, es preciso replantearse el papel que está jugando
la RSE en consolidar la relación entre la empresa y la sociedad, valorar sus
limitaciones y carencias, e identificar las oportunidades que puede aportar
en el nuevo entorno global. ¿Puede la RSE, por ejemplo, consolidarse en la
gestión de la empresa y armonizar los valores éticos y morales con la
generación de beneficios? ¿Puede convertirse en una herramienta que
democratice la toma de decisiones empresariales para integrar a los agentes
implicados? ¿Sería capaz de fomentar las economías locales y beneficiar a
las comunidades en las que trabaja de manera sostenible? ¿Tiene sentido
aplicarla en el sector de las PYMES aunque no tengan capital para crear
divisiones de marketing dedicadas a comunicar “imagen social”?
Es preciso responder a todas estas preguntas replanteándose de nuevo el
concepto original de la RSE, analizando en profundidad la necesidad y el
porqué de la necesidad de integrarla en la gestión, y valorar si la
involucración actual es realmente un intento de reconciliar estas
necesidades generando un cambio cultural de la empresa, o simplemente
una estrategia para ampliar las cuotas de mercado hacia el consumidor
sensibilizado. Sólo así podremos saber si la RSE podrá sobrevivir las
recesiones económicas, y si, a través de sus modelos de gestión y de toma
de decisiones, será capaz de convertir a la empresa en el aliado natural que
debería ser de la sociedad. Ante los problemas actuales que afectan al
mundo, la respuesta es urgente porque ya no es suficiente saber que la
empresa no es parte del problema. Es necesario que sea parte de la
solución.
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CAPÍTULO 1: DEFINICIÓN E HISTORIA DE LA RSE
1.1. ¿QUÉ ES LA RSE?
El boom RSE de los últimos años ha parecido consolidar definitivamente las
políticas sociales dentro de la gestión de la empresa. Prácticamente, todas
las grandes empresas ya tienen su división RSE formada y las pequeñas y
medianas han adoptado estándares y publicado informes sociales en función
de sus capacidades. Académicos, consultores, ONG, sindicatos, y otros
agentes han creado nuevas organizaciones, foros de expertos, clubes y
asociaciones especializándose en gestión RSE y debatiendo, publicando y
analizando esta nueva tendencia de Responsabilidad Corporativa. Se han
formado sistemas de gestión, fondos de inversión, metodologías para
formular informes de sostenibilidad, auditorias y estándares sociales para
gestionar lo que parece estar dictaminando la moda en las últimas
tendencias empresariales del momento (Cramer, 2002)1.
El concepto RSE abarca muchos aspectos e implica, directa o
indirectamente, todo lo relacionado con la empresa. En sus contenidos no
sólo confluyen áreas tan variadas como la seguridad laboral, la ética
empresarial, los derechos humanos, las inversiones sociales o aspectos
medioambientales, sino que afecta también a la productividad, la gestión de
fondos y el proceso de toma de decisiones. Debido a ello, su gestión
requiere una aproximación mucho más flexible y ambiciosa que cuando los
sistemas de gestión ambiental, los estándares de calidad o los sistemas de
seguridad solían gestionarse individualmente.
Existen varias interpretaciones sobre lo que implica la RSE pero todavía
nadie parece haber logrado una definición universal que satisfaga los
intereses de todos los agentes involucrados.
Según Henk van Luijk2, las implicaciones que tiene la ética empresarial
afectan a la esfera de su reputación y su capacidad de ser equitativa e
inspirar confianza. El autor comentaba en su libro “La tecnología de la
auditoría ética” que la ética versa más sobre si los agentes de interés
comprenden y están de acuerdo con lo que hace una empresa que sobre si
lo que hace es algo bueno o no.
La organización AccountAbility3, por otro lado, definía el comportamiento
ético y las relaciones sociales en los términos siguientes:
•
Comportamiento ético: Son las pautas de conducta o valores que expone
la empresa y cómo actúa en referencia a éstos. En particular, se refiere
al grado de adherencia de esos principios, en todos los aspectos de la
toma de decisiones, como integrantes de una actividad social corporativa
y a los medios por los que se resuelven los conflictos de intereses, los
1
CRAMER, J. (2002). From Financial to Sustainable profit. Corporate Social Responsibility and Environmental Management 9.
VAN LUIJK, H.J; CARMICHAEL,S; HUMMELS G; KLOOSTER A. (1995). The technology of ethical auditing. Nijenrode
University, The Netherlands Business School, and the European Institute of Business Ethics.
3
HOWARD, K; IGHODARO, C; PAGE,M; ROBERTS R; TURNER, J. (1998). Ethical Social and Environmental
Accountability. Accountability –Institute of Social and Ethical Accountability and The Chartered Institute of Management
Accountants.
2
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 30 -
dilemas éticos y los aspectos más caducos o menos transparentes de la
empresa.
•
Relaciones sociales: referidas a la forma en que la empresa se relaciona
con su entorno social y con la sociedad. Las empresas operan en la
sociedad por la vía del contrato con la misma. De ahí que su
supervivencia y prosperidad se basen en la oferta de un fin socialmente
deseable para la sociedad en general, así como en una distribución de
beneficios económicos, sociales o políticos, a los grupos a los que dirige
su poder. La dimensión social corporativa comprende un marco más
amplio que la estricta actividad económica de las empresas y abarca
también a un sector más amplio de agentes de interés.
En el informe comisionado por BT4, La Future Foundation definía la
responsabilidad social como:
“comprender y tener en cuenta no sólo los intereses y puntos de vista
de la gente, las empresas y otros partidos o grupos con los que se
entra en contacto de una forma regular, sino también el entorno más
amplio en el que se opera”.
Quizá, el mayor consenso en torno a la definición y el ámbito de aplicación
de la RSE es a través del Libro Verde de la Comisión Europea5. Sus
contenidos enfatizan que las empresas europeas fomentan cada vez más
sus estrategias de responsabilidad social en respuesta a diversas presiones
sociales, medioambientales y económicas, con el objetivo de transmitir una
señal a los interlocutores con los que interactúan: trabajadores, accionistas,
inversores, consumidores, autoridades públicas y Organizaciones No
Gubernamentales (ONGs). Según el planteamiento del Libro Verde, el
enfoque de la RSE es una inversión de las empresas en el futuro y esperan
que el compromiso que han adoptado voluntariamente contribuya a
incrementar su rentabilidad.
En marzo del 2000, el Consejo Europeo de Lisboa apeló en particular al
sentido de responsabilidad social de las empresas en lo relativo a las
prácticas correctas en materia de aprendizaje permanente, organización del
trabajo, igualdad de oportunidades, inclusión social y desarrollo sostenible6.
El Libro Verde define la responsabilidad social de las empresas como:
“un concepto con arreglo al cual las empresas deciden
voluntariamente contribuir al logro de una sociedad mejor y un medio
ambiente más limpio”, y afirma que las prácticas de responsabilidad
social implican “asumir voluntariamente compromisos que van más
allá de las obligaciones reglamentarias y convencionales, que deberían
cumplir en cualquier caso; las empresas que intentan elevar los
niveles de desarrollo social, protección medioambiental y respeto de
los Derechos Humanos y adoptan un modo de gobernabilidad abierto
4
GRIMSHAW, C; HOWARD M; WILLMOTT, M. (1998). The Responsible Organization: The roles and responsibilities of the
Big Citizens of the 21st Century. The Future Foundation.
5
COMISIÓN EUROPEA. (2001). Libro Verde: Fomentar un marco europeo para la responsabilidad social de las empresas.
Bruselas, 18.7.2001. COM(2001) 366 final.
6
COMISIÓN EUROPEA. (2000). Consejo Europeo de Lisboa – Conclusiones de la Presidencia. 23 y 24 de Marzo del 2000.
Lisboa.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 31 -
que reconcilia intereses de diversos agentes en un enfoque global de
calidad y viabilidad7”.
Por otro lado, el Foro de Expertos en RSE estableció en su informe de
definición y ámbito de la RSE que esta
“tiene como objetivo la sostenibilidad basándose en un proceso
estratégico e integrador en el que se vean identificados los diferentes
agentes de la sociedad afectados por las actividades de la empresa.
Para su desarrollo deben establecerse los cauces necesarios para
llegar a identificar fielmente a los diferentes grupos de interés y sus
necesidades, desde una perspectiva global y se deben introducir
criterios de responsabilidad en la gestión que afecten a toda la
organización y a toda su cadena de valor8”.
Resumiendo el compendio de definiciones, e intentando llegar a un
denominador común, podríamos remarcar que todas ellas implican integrar
a un grupo más amplio de agentes de interés en la toma de decisiones de
las empresas. Éste es un proceso crucial a la hora de definir el camino hacia
la responsabilidad social de la empresa, y es donde, al parecer, confluyen
todas las definiciones e iniciativas relacionadas con la RSE: aumentar el
abanico de agentes involucrados, tanto externos como internos.
El King Report on Corporate Governance9 define a los agentes de interés
como cualquier persona, entidad o grupo que tenga algún tipo de asociación
con la empresa, y define tres categorías:
• Accionistas: aquellas personas que tienen una participación económica
en la empresa y son titulares de parte de su patrimonio.
• Aquellos que tienen una relación contractual con la empresa; por
ejemplo, clientes, empleados, proveedores y subcontratados.
• Aquellos que tienen vínculos extracontractuales con la empresa; por
ejemplo, vecinos, autoridades locales, el gobierno o los cuerpos
representativos.
Entender los intereses de los agentes que forman estos tres grupos y crear
vínculos entre ellos y la empresa para integrar su participación en la toma
de decisiones, debería ser una práctica común por aquellas empresas que se
aventuran en el camino hacia la RSE. Pero, ante la variedad de definiciones,
y ante el amplio margen existente de interpretaciones, ¿cuál debería ser el
camino a seguir a la hora de implementar una política de RSE?
En “El Código de la Responsabilidad Corporativa” de Deborah Leipziger10, se
identifica un proceso evolutivo natural a la hora de adoptar la RSE, basado
en principios y valores. El proceso suele empezar por la definición de valores
de la empresa y acabar en la definición de estándares, pasando
7
COMISIÓN EUROPEA. (2001). Libro Vende: Fomentar un marco europeo para la responsabilidad social de las empresas.
Pag. 3. Bruselas.
8
MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES. (2005). I, II y III Sesión de trabajo del foro de expertos en RSE:
Definición y ámbito de la RSE.
9
KING COMMITTEE ON CORPORATE GOVERNANCE. (1994), The King Report on Corporate Governance. Institute of
Directors in Southern Africa.
10
LEIPZIGER, DEBORAH. (2003). The Corporate Responsibility Code Book. Greenleaf Publishing Limited.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 32 -
previamente por la definición de principios, códigos de conducta y normas
(ver Figura 1).
Figura 1. Evolución de la responsabilidad corporativa
Cada grupo podría definirse de la forma siguiente:
Valor – Cualquier objeto o cualidad deseable como medio o como fin de sí
mismo. Según la Real Academia de la Lengua Española, valor es la fuerza,
actividad, eficacia o virtud de las cosas para producir sus efectos. Por
ejemplo, en el caso de la responsabilidad corporativa, podrían ser valores
como la diversidad y la honestidad.
Principio – Verdad fundamental o leyes éticas como base de razonamiento
o acción. A diferencia de las reglas, los principios no forman parte del
sistema jurídico por su origen o fuente, sino por razón de su contenido, lo
que significa, en definitiva, una diferenciación entre el Derecho y la Moral.
Según la Real Academia de la Lengua Española, es la norma o idea
fundamental que rige el pensamiento o la conducta.
Código de Conducta – Declaración formal de valores y principios. Un
código enuncia normas mínimas y el compromiso de la empresa de
cumplirlas y de exigir su cumplimiento a sus contratistas, subcontratistas,
proveedores y concesionarios. Puede ser un documento complejo que
requiera el cumplimiento de normas precisas y prevea un mecanismo
coercitivo complicado o un simple listado de principios básicos.
Norma – Ordenamiento imperativo de acción que persigue un fin
determinado con la característica de ser rígido en su aplicación. En un
sentido más económico, norma es una regla, disposición o criterio que
establece una autoridad para regular acciones de los distintos agentes
económicos, o bien para regular los procedimientos que se deben seguir
para la realización de las tareas asignadas. Generalmente, la norma
conlleva una estructura de sanciones para quienes no la observen.
Estándar – Según la Real Academia de la Lengua Española, un estándar
puede interpretarse como un modelo, patrón o referencia, a través del cual,
aspectos como la calidad, la excelencia, el respeto medioambiental o la
seguridad son determinados.
Existe cierta confusión sobre las diferencias entre un código de conducta y
un estándar. Básicamente, el código de conducta suele ser una medida
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 33 -
interna, aplicable a la gestión de la empresa o sector, y sujeto al escrutinio
interno de la empresa. El estándar, por otro lado, es aplicable a diferentes
regiones y sectores, suele ser monitoreado externamente y está formado
por un mayor número de circunscripciones.
Siguiendo el proceso evolutivo descrito, una empresa empieza definiendo
sus valores, asume una serie de principios de actuación en función de esos
valores, y pasa a crear un código de conducta interno. Esta estructura
debería, como mínimo, permitirle cumplir con las normas legales en materia
social y ambiental, aunque sería deseable que la permitiera cumplir con
estándares que van más allá de las normas legales vigentes, asumiendo una
responsabilidad en consecuencia con su entorno y sus impactos.
A pesar de que la mayoría de las definiciones de RSE entienden este
concepto como una integración voluntaria de las preocupaciones sociales y
medioambientales en sus operaciones comerciales y sus relaciones con sus
interlocutores, se debería enfatizar que ser socialmente responsable no
significa sólo cumplir plenamente las obligaciones jurídicas, sino también ir
más allá de su cumplimiento invirtiendo «más» en el capital humano, el
entorno y las relaciones con los interlocutores11.
Además del cumplimiento estricto de las obligaciones legales vigentes, la
RSE debería considerar la integración voluntaria en su gobierno y gestión,
en su estrategia, políticas y procedimientos, de las preocupaciones sociales,
laborales, medio ambientales y de respeto a los derechos humanos que
surgen de la relación y el diálogo transparentes con sus grupos de interés,
responsabilizándose así de las consecuencias y los impactos que se derivan
de sus acciones12.
Por lo tanto, a pesar de la indefinición de conceptos, está comúnmente
aceptado que la RSE se caracteriza a través de los valores y principios que
una empresa asume y por la manera en que es capaz de transmitirlos a
través de sus sistemas de producción y comunicación, considerando los
aspectos socioambientales de sus impactos e integrando a agentes de
interés en su proceso de toma de decisiones.
1.2. ¿DE DÓNDE SALE?
La preocupación social de la empresa es milenaria, y allá donde existió una
actividad empresarial, desde su más lejano origen, se podrían encontrar
ejemplos de RSE. Si nos remontáramos a las prácticas de antiguos
mercaderes de China, India o el mundo árabe, encontraríamos casos de
responsabilidad social. Pero los primeros indicios de la RSE, tal y como la
conocemos actualmente, se remontan a los tiempos de la primera
industrialización, cuando un grupo de empresas cuáqueras pioneras de la era
victoriana empezaron a imponer un concepto paternal de responsabilidad en
la gestión de sus empresas.
11
COMISIÓN EUROPEA. (2001). Libro Vende: Fomentar un marco europeo para la responsabilidad social de las empresas.
Bruselas, 18.7.2001. COM(2001) 366 final.
12
MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES. (2005). I, II y III Sesión de trabajo del foro de expertos en RSE:
Definición y ámbito de la RSE.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 34 -
A lo largo del S. XIX y principios del S. XX, grupos de empresarios empezaron
a asumir responsabilidades más amplias que las meramente comerciales. Por
ejemplo, en Inglaterra, el cuáquero Joseph Rowntree (1836-1925) dedicó
gran parte de su riqueza, obtenida a raíz de la industria del cacao, a fondos
sociales y de caridad. George Cadbury (1839-1922), también cuáquero y
empresario de la industria del cacao, creía firmemente que si uno protegía la
salud y bienestar de sus empleados, ellos protegerían mucho mejor la
empresa. Durante su vida como empresario, construyó casas con jardines
alrededor de su fábrica para que cada empleado tuviera su propio huerto y
centros recreativos para sus hijos. También construyó un hospital, salas de
lectura y centros para lavar la ropa. Asimismo, redujo las jornadas laborales
de los sábados, dio muchas más vacaciones que las oficiales y todos sus
empleados recibían asistencia médica, que incluía seguro dental. Sus
condiciones laborales fueron una revolución para el sector. Él siempre afirmó
que la moral del trabajador es lo que determina su productividad y fidelidad.
En Estados Unidos, a pesar de que las leyes siempre han sido más permisivas
con el empresario, también se generaron casos interesantes de buenas
prácticas para potenciar el impacto social positivo de la empresa. Quizá uno
de los pioneros fue Henry Ford (1863-1947) con su famosa frase “para que mi
negocio triunfe, los empleados han de tener un sueldo lo suficientemente alto
como para comprar mis coches.” A pesar de prohibir que sus empleados se
organizaran o que pertenecieran a un sindicato, aumentó sus sueldos a 6
dólares americanos la hora (algo que simbolizó un 50% de aumento, nunca
visto en el sector, y muy criticado por sus competidores) y les ofreció un plan
de acciones innovador para compartir parte de los beneficios generados (algo
también sin precedentes hasta el momento).
Otro ejemplo es el de Robert Wood Johnson (1894-1968), de Johnson &
Johnson, que a pesar de su actitud machista y temperamental, también
aumentó el salario de sus empleados muy por encima de la media, creó la
iniciativa de “las fábricas pueden ser bonitas”, que promovía invertir en la
arquitectura y diseño de los espacios productivos (ya que según él “las
fábricas no sólo son estructuras de hierro y piedra donde los trabajadores
producen, sino también sitios de ideas e ideales donde ellos crean y
transforman la realidad”) y acabó donando casi todo su patrimonio (más de 1
billón de dólares de la época) a la Fundación Robert Wood Johnson para
mejorar la salud y la calidad de vida de los ciudadanos americanos y asegurar
que todos tuvieran acceso a asistencia sanitaria, convirtiéndose en la entidad
privada dedicada a la salud más rica del mundo.
Paralelamente a la actitud de estos empresarios pioneros, a finales del S.
XIX también comienza a nacer entre los trabajadores la conciencia de sus
derechos y éstos presionan de manera cada vez más organizada para que
se tengan en cuenta sus libertades y mejoren sus condiciones de vida. Por
ejemplo, entre 1895 y 1925 los trabajadores británicos adscritos a
sindicatos crecieron de 2 a 8 millones. Curiosamente, 70 años más tarde, en
1995, después de la política anti-sindicalista de Margaret Thatcher, los
trabajadores pertenecientes a sindicatos británicos seguían siendo
precisamente los mismos ocho millones (véase Figura 2).
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 35 -
Pero se tuvo que esperar a mediados de los años cuarenta para que se
empezaran a realizar las primeras auditorías sociales a empresas privadas.
En su origen, comenzaron como estudios académicos por parte de
universidades y no es hasta bien entrados los años sesenta cuando la
auditoría social se convierte en una práctica comúnmente extendida,
promovida tanto por movimientos de consumidores como por consultoras
privadas.
Figura 2. Miembros Pertenecientes a Sindicatos (1895 – 1995)
14
12
Millones aprox.
10
8
6
4
2
19
95
19
85
19
75
19
65
19
55
19
45
19
35
19
25
19
15
19
05
18
95
0
Fuente: TUC (de la Future Foundation Background report)
Uno de los grupos más activos en promover la RSE a mediados de los
sesenta fue el movimiento de consumidores creado por Ralph Nader13. Sus
actividades se centraron en promover la auditoría social y publicar
información sobre la acción social y la ética de las empresas. A raíz de este
movimiento, nace en 1971 la organización Social Audit Ltd.14 con el objetivo
de publicar auditorías sociales referenciando la relación de la empresa con
sus empleados, sus clientes, la comunidad y el entorno. Sus informes fueron
publicados en la Social Audit Quarterly a principios de los setenta. Fue una
de las primeras empresas dedicadas exclusivamente a la auditoría social de
otras empresas (ver Tabla 1).
A finales de los 80 se convirtió en una compañía de menor envergadura y
hoy se concentra en empresas del sector farmacéutico y en el uso y control
de medicamentos en los países en vías de desarrollo. En el año 2000, Ralph
Nader se presentó como candidato a la presidencia de Estados Unidos
representando al único partido verde que jamás se haya presentado a las
elecciones. Consiguió casi tres millones de votos y varios grupos
13
14
NADER, R; GREEN, M; SELIGMAN, J. (1976). Taming the Giant Corporation. W W Norton. New York.
Filial de periodistas del Transnational Institute. http://www.tni.org/ (09-00)
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 36 -
demócratas le acusan de haber sido el culpable de que Bush y el Gobierno
republicano llegara al poder.
Tabla 1. Proyectos realizados por Social Audit Ltd’s
EMPRESAS Y SECTORES ANALIZADOS
• Tube investments Ltd.
• The Alkali Inspectorate
• Cable and Wireless
• Coalite and Chemical
• Avon Rubber Company Ltd
Otros informes generales sobre:
• Armamento e industria
• Costes sociales de la publicidad
• Reforma legal de empresas
Fuente: Gray, Bob. Jan Bebbington and Diane Walters.
Accounting for the Environment. (1993).
Paralelamente, en la misma época, se crea la Counter Information Services;
una organización de objetivos más radicales y con un mayor interés en el
fortalecimiento del trabajador. Es la primera organización que empieza a
realizar “anti-informes” de empresas dando a conocer su mal proceder en
asuntos sociales (ver Tabla 2).
Tabla 2. Proyectos realizados por Counter Information Services
EMPRESAS ANALIZADAS
Rio Tinto Zinc
Courtaulds
Consolidated Gold Fields
British Leyland
Ford Motor Company
GEC
Unilever
Lucas
National Health Service
INFORMES REALIZADOS
Sur África
Tecnología nuclear
La Queens Jubilee
La mujer en la sociedad
Fuente: Gray, Bob. Jan Bebbington and Diane Walters.
Accounting for the Environment. (1993).
A finales de los años setenta, la RSE ya se había convertido en una práctica
común generando interés en el mundo empresarial, en la ciudadanía e
incluso entre los círculos sociopolíticos. El sector privado supo responder
ante esta demanda y comenzaron a proliferar los informes corporativos de
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 37 -
contabilidad social15; incluso, se empezó a plantear si había llegado el
momento de empezar a legislar las empresas en su gestión social16. Existía
la convicción de que la única manera de poder involucrar a un gran número
de empresas en la preparación y publicación de informes sociales, sería a
través de una legislación que la hiciese obligatoria. Pero el único país que
llegó a introducir leyes relacionadas con la publicación de informes sociales
corporativos fue Francia en 197217. La Ley Francesa obligaba a informar
sobre una larga lista de indicadores que cubrían relaciones con los
empleados y temas de seguridad y medioambiente, aunque no evaluaba el
impacto directo de las actividades económicas en el entorno o en la
sociedad18.
Pero llegaron los años ochenta y, con ellos, la desaparición casi absoluta de
la RSE. El florecimiento de auditorías sociales se desvaneció completamente
ante el creciente poder de las “nuevas” empresas basadas en ideología neoconservadora, simbolizadas por la política de la era Thatcher y Reagan19.
Desde 1920 no se había hecho una defensa tan radical del capitalismo
liberal. Encontraron justificación conceptual en los argumentos del
economista y Premio Nobel Milton Friedman, que afirmaba que cualesquiera
que fueran las obligaciones morales asumidas por los empresarios como
individuos, en lo que se refería a su trabajo, debían ceñirse a una única
responsabilidad: la maximización de sus beneficios económicos.
Durante esa época, grupos empresariales de interés establecidos
empezaron a considerar la RSE como una amenaza para su gestión. A ellos
se unieron los sindicatos, ya que el reconocimiento público de la RSE
amenazaba su condición de portavoces exclusivos como defensores de los
derechos de los trabajadores ante la empresa20.
La globalización y la caída de las economías soviéticas también
contribuyeron a crear un clima de economía de escala y competitividad de
mercados que, de cierta forma, desbancó los temas sociales. La euforia del
concepto de multinacional se estableció como objetivo crucial en la
planificación de la empresa y el mantra clásico fue producir más, a menor
precio y con menor coste, para abarcar el mayor porcentaje posible de
mercado.
Sin embargo, el vacío no duró mucho. Los fracasos financieros de empresas
multinacionales como IBM, General Motors y Westinghouse en Estados
Unidos, y los escándalos financieros de empresarios como Maxwell y Adir en
Inglaterra, hicieron resurgir el debate sobre la necesidad de establecer
códigos empresariales de conducta y promover la gobernabilidad
15
HOFFMAN, V. (2001): "Die Sozialbilanz als Motor der Veränderung. Reflexionen über die gesellschaftsbezogene
Rechnungslegung." In: Berthoin Antal, A./Krebsbach-Gnath, C. (Eds.): Wo wären wir ohne die Verrückten? Zur Rolle von
Außenseitern in Wissenschaft, Politik und Wirtschaft. Berlin, edition sigma.
16
DIERKES, M./PRESTON, L. E. (1977): "Corporate Social Reporting for the Physical Environment: A Critical Review and
Implementation Proposal." In: Accounting, Organizations and Society, Vol. 2, No. 1.
17
CHEVALIER, A. (1976): Le bilan social de l’entreprise. Paris: Masson.
18
CAPRON, M. (1997): "The Evaluation of the Corporate Social Responsibility of Social Economy Firms." In:
[http://nt2.ec.man.ac.uk/ipa97/papers/capro107.html], April 8, 2002.
19
BROADBEN, E. (1998) Will the barons accept democracy? Speech on “Standards for the New Millenium” en Vancouver.
20
HOFFMAN, V. (2001): "Die Sozialbilanz als Motor der Veränderung. Reflexionen über die gesellschaftsbezogene
Rechnungslegung." In: Berthoin Antal, A./Krebsbach-Gnath, C. (Eds.): Wo wären wir ohne die Verrückten? Zur Rolle von
Außenseitern in Wissenschaft, Politik und Wirtschaft. Berlin,edition sigma.
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Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 38 -
corporativa, aunque sólo fuera para responder ante los accionistas en casos
de corrupción.
A partir de los noventa, los cambios políticos, sociales y económicos crean
una necesidad creciente de realizar estudios en los aspectos no financieros
de la actividad empresarial. El empresario se ve, pues, empujado a adoptar
una serie de compromisos en su gestión para integrar a los diferentes
agentes de interés, fomentar la transparencia (publicando informes
corporativos sociales, estableciendo códigos de conducta y creando una
declaración de valores) y reafirmar su respeto y compromiso con el impacto
social de sus actividades.
Accountability considera en su informe de “Ethical Social and Environmental
Accountability”21 que esta necesidad se debe a:
• Un creciente interés por la información relacionada con la empresa,
derivado de la privatización y de la globalización de los medios de
comunicación;
• diversos escándalos que causaron un impacto negativo en la reputación
de las empresas y en su acción económica, como por ejemplo, salarios de
directores, prestigio o solvencia financiera, ventas poco éticas, degradación
medioambiental, calidad del producto, etc;
• La toma de conciencia de la importancia de la reputación y el
reconocimiento del importante papel que juegan en las empresas para su
protección y valorización;
• la creciente percepción del público de que el comportamiento empresarial
no siempre corresponde a la imagen pública que la empresa da;
• la creciente influencia del público y de los clientes como fuerzas de
cambio.
Elementos que antes ni siquiera estaban cerca de ser considerados como
una prioridad empresarial son ahora cruciales para mantener una buena
reputación ante el mercado. Asuntos como la destrucción ecológica, la
violación de los derechos humanos, la discriminación de minorías étnicas y
de la mujer, los impactos de los productos, o el trabajo infantil o forzoso,
entre otros, ya no eran tolerados por un mercado global cada vez más
preocupado por la justicia, la equidad y la dignidad humana. Como gusta
decir a los directores de Shell, "los mercados globales operan en un mundo
creciente de CNN. No se les puede dar la espalda”.
Este interés creciente de “humanizar” a la empresa, para que sea
consecuente con los aspectos sociales que afectan al mundo, se ve también
reflejado en las cumbres de conferencias internacionales de Naciones Unidas
durante la década de los noventa. Muchas de esas conferencias enfatizaron
la importancia que tienen las empresas privadas a la hora de asumir una
mayor responsabilidad en el desarrollo humano (ver Tabla3.).
21
HOWARD, K; IGHODARO, C; PAGE,M; ROBERTS R; TURNER, J. (1998). Ethical Social and Environmental
Accountability. Accountability –Institute of Social and Ethical Accountability and The Chartered Institute of Management
Accountants.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 39 -
Tabla 3. Conferencias de Naciones Unidas a partir de los años
noventa donde se ha enfatizado el papel del sector privado en el
desarrollo humano
Cumbre Mundial de la Infancia en Nueva
York, 1990
Segunda Conferencia de las Naciones Unidas
de los Países Menos Desarrollados, 1990
Conferencia Mundial de los Derechos
Humanos en Viena, 1993
Conferencia Internacional sobre Población y
Desarrollo en Cairo, 1994
Cumbre Mundial del Desarrollo Social en
Copenhague, 1995
Segunda Conferencia de Naciones Unidas
sobre Asentamientos Humanos (HABITAT II)
en Estanbul, 1996
Conferencia Cumbre de la Tierra + 5 en
Nueva York, 1995
Conferencia Mundial de la Mujer “Beijing+5”
en Nueva York, 2000
Conferencia UNCTAD sobre Comercio y
Desarrollo en Bangkok, 2000
Conferencia de Naciones Unidas sobre los
Países Menos Adelantados en Bruselas, 2001
Sesión Especial de Naciones Unidas sobre la
Infancia en Nueva York, 2002
Conferencia
Mundial
del
Desarrollo
Sostenible en Johannesburgo, 2002
Conferencia Ministerial de la OMC en Cancún,
2003
Tercer Foro Permanente para cuestiones
indígenas en Nueva York, 2003
Conferencia Ministerial de la OMC en HongKong, 2003
Conferencia Mundial de Educación para
todos en Jomtien, 1990
Conferencia de las Naciones Unidas sobre
el Medio Ambiente y el Desarrollo en Río
de Janeiro, 1992
Conferencia Mundial sobre Reducción de
Desastres Naturales en Yokohama, 1994
Conferencia
Global
sobre
Desarrollo
Sostenible de Pequeños Estados Isleños
en Desarrollo en las Islas Barbados, 1994
Conferencia Mundial de la Mujer en
Beijing, 1995
Cumbre
Internacional
sobre
la
Alimentación en Roma, 1996
Foro Mundial sobre la Educación de Dakar,
2000
Cumbre Social +5 en Ginebra, 2000
Segunda Conferencia de las Naciones
Unidas sobre los asentamientos humanos
(HABITAT II) en Nueva York, 2001
Conferencia Ministerial de la OMC en DHA,
2001
Conferencia
Internacional
sobre
Financiación
para
el
Desarrollo
en
Monterrey, 2002
Cumbre Mundial sobre la Alimentación+5
en Roma, 2002
Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la
Información en Ginebra, 2003
Reunión del G8 para discutir sobre África y
el Cambio Climático en Gleneagles, 2005
Cumbre del Milenio en Nueva York, 2005
Debido a ello, la década de los noventa es quizá cuando más proliferan los
llamamientos a las empresas privadas para que unan esfuerzos “para la
eliminación del despido, la reducción de la pobreza, la creación de la
jornada intensiva, la promoción de la igualdad de oportunidades, el refuerzo
del papel de la mujer, el establecimiento de mejoras en la libertad humana
y la integración social y la protección de la infancia22”.
Siempre es interesante pensar qué es lo que hace que un empresario empiece
a preocuparse por temas sociales, sobre todo cuando se adelantan a la
legislación de sus países e invierten para mejorar el desarrollo social sin
ninguna necesidad u obligación legal. Entre las múltiples iniciativas e
22
GLADWIN, T; KRAUSE, T.S; KENNELLY, J. (1995). “Beyond eco-efficiency: Towards socially sustainable business”.
Sustainable Development, Vol. 3, 35-43.
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Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 40 -
investigaciones que buscan razones de este por qué, el estudio realizado por
la Future Foundation en su informe “The Responsible Organization”23,
establece tres motivos concretos (ver Figura 3): la responsabilidad moral del
patrono; un acercamiento paternal hacia las necesidades y derechos de sus
empleados; y/o una visión clara de la relación entre las actividades
económicas y una sociedad estable y próspera con la integración de los
agentes de interés.
Figura 3 Importancia de la RSE
Fuente: The Future Foundation
Se describe cada motivo de la forma siguiente:
1- Moral y Ética: el hecho de que algunas empresas puedan tener
creencias morales o éticas sobre distintos aspectos. Pueden provenir de la
dirección de la empresa, de sus empleados, clientes u otras partes
constitutivas de la empresa como los proveedores o accionistas.
2- Optimiza el negocio: Cada vez más, el sector empresarial opina que
existe una relación positiva entre la gestión de una empresa que tenga
buena reputación y el aumento de la rentabilidad de la misma, por ejemplo,
a través del aumento del valor de las acciones, de una mayor eficiencia en
el mercado, o de un incremento de ventas por mayor aceptación de sus
consumidores.
3- La sociedad en la que vivimos: la empresa puede sentirse responsable
de dar algo a cambio a la sociedad en la que opera. Dado que se beneficia
de una sociedad próspera, estable y cohesionada, no sólo tiene el deber de
contribuir a ella, sino que también saldrá beneficiada de su contribución.
Tal y como se ha visto en los ejemplos de los empresarios mencionados
anteriormente (Rowntree, Cadbury, Ford, Jonson, etc.), parece predominar la
creencia de que un empleado motivado, con buen sueldo, o integrado en los
23
GRIMSHAW, C; HOWARD M; WILLMOTT, M. (1998). The Responsible Organization: The roles and responsibilities of
the Big Citizens of the 21st Century. The Future Foundation. Un informe financiado por BT. (1998).
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 41 -
principios de la empresa y partícipe de su gestión, puede acaba beneficiando
la productividad y aumentando el beneficio de la empresa.
Como ejemplo de las prioridades que los consumidores dan a las actitudes
de las empresas, el mismo informe realizó una serie de encuestas para ver
qué tipo de responsabilidades empresariales valoraban más (ver Figura 4).
Curiosamente, la formación laboral, la protección del medio ambiente y la
discriminación laboral son los aspectos que se valoraron más, seguidos del
comercio justo y los derechos humanos. Paradójicamente, artes y deporte,
dos áreas importantes a nivel de promoción e inversión en publicidad en los
negocios, fueron las menos relevantes para el público.
Figura 4. Prioridades de responsabilidades empresariales según sus
consumidores
Fuente: The Future Foundation
1.3. ¿QUIÉNES FUERON LAS EMPRESAS PIONERAS?
En los 90, distintas organizaciones empiezan a integrar contenidos sociales
en su gestión e incorporarlos en sus estrategias de marketing y
comunicación a través de informes sociales. Aunque debido a la falta de
estandarización tanto de modelos estándares como de la propia definición
de la RSE, los sistemas de gestión fueron muy personalizados y cada
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 42 -
empresa los adaptó según los principios que más les convenían (ver Tabla
4).
Las aproximaciones descritas muestran las implicaciones sociales de las
actividades empresariales y los énfasis que daba cada organización en
función de sus prioridades. Un estudio de la New Economic Foundation en
199824 analizaba estas diferencias llegando a las siguientes conclusiones:
Por un lado, existían muchas perspectivas diferentes y aún no había un
enfoque común que permitía homogeneizar herramientas o mecanismos de
gestión comunes. Por el otro, existían ciertos aspectos en común: todas las
iniciativas enfatizaban la necesidad de identificar un grupo más amplio de
agentes de interés, promover el diálogo con ellos, diseñar indicadores y
análisis comparativos para cuantificar su gestión social, y promover una
mentalidad de mejora continua, enfocada al público.
Tabla 4. Diferentes enfoques de la RSE en los años noventa
Enfoque
Valoración del
capital
Organizaciones
Skandia
Informe de la
participación
en la
comunidad
empresarial
La
contabilidad
ética
Diageo (Grand
Met), BP
Auditoría
social
Van City Credit
Union, Black
Country Housing
Association, Co-op
Bank
Coop Italy,
UNIPOL
Balance social
Declaración
de principios
y valores
The Body Shop
International
Shell International
Descripción
Un proceso regularmente publicado para entender,
medir, informar y gestionar varias formas de capital (que
podría incluir capital intelectual, humano, social,
medioambiental, organizativo, estructural y financiero).
Descripción, ilustración y medición de políticas y
actividades de participación ciudadana mediante informes
puntuales. Este enfoque también puede contemplar el
análisis comparativo con el rendimiento de otras
compañías.
Proceso regular, externo y verificado para entender,
medir, mejorar e informar sobre el rendimiento social,
medioambiental y de pruebas realizadas con animales,
mediante el diálogo de agentes de interés.
Proceso regular, externo y verificado para entender,
medir, mejorar e informar sobre el rendimiento social de
la organización mediante el diálogo de agentes de
interés.
La reconstrucción y agregación regular de los datos
financieros entre grupos de agentes de interés que
especifican los costes financieros asociados con
“actividades sociales”.
Declaración que desarrolla y describe los principios de
una organización mediante la satisfacción de sus
responsabilidades
financieras,
sociales
y
medioambientales.
Proceso de la realización de un informe anual que
evoluciona e identifica maneras de progresar e informar
sobre el progreso de los principios de la sostenibilidad.
Informe sobre Interface
la
‘sostenibilidad
’
Fuente: Making Values Count: Contemporary experience in Social and Ethical Accounting.
Auditing and Reporting.
Tal y como afirmó Simon Zadek25, había un grupo de empresas que creó
estándares líderes pero no eran fácilmente reproducibles a otras
24
25
ZADEK, S; GONELLA C; PILLING, A. (1998). Research Report 57 of The Association of Chartered Accountants. London.
Conferencia “STANDARDS FOR THE NEW MILLENIUM” realizada en Vancouver, B.C. Canadá. Octubre 19-21, 1998.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 43 -
organizaciones. Tal era el caso de Levis y de Ben & Jerrys. Otras empresas
habían desarrollado un "liderazgo con método" (Tradecraft, The Body Shop,
Shell y Cooperative Bank) y proporcionaron metodologías que podían
replicarse a otras empresas.
La mayoría de empresas implicadas comenzó a publicar informes sobre sus
sistemas sociales y la manera en que gestionaban los aspectos relacionados
con temas sociales. La Tabla 5, extraída de un artículo publicado por John
Elkington en Tomorrow Magazine en 1997,26 describe las características de
los informes sociales de algunas de ellas y sus distintos enfoques.
Tabla 5. Origen de los informes sociales en el mundo empresarial
Compañía
Enfoque
Páginas
Ben & Jerry’s
(USA)
Body Shop
(UK)
Participación
social
Relaciones
humanas
36
¿Verificado
por auditor?
Sí
134
Sí
GM (USA)
Temas de
interés público
Objetivos
sociales/práctica
s empresariales
Responsabilidad
de la
corporación,
ciudadanía
Rendimiento
social
65
No
31
No
92
No
24
Sí
Impactos
sociales,
contabilidad
-
No
Contabilidad
ética
Responsabilidad
es sociales y
morales
Cuentas sociales
y contabilidad
Comunidad,
medioambiente
y personal
26
No
90
Sí
20
Sí
6, en
informe
anual de 44
páginas
No
CRS (UK)
Grandmet (UK)
Happy
Computers
(UK)
Italian
Consumer
Cooperative
(Italy)
Sbn Bank
(Dinamarca)
Tata Steel
(India)
Traidcraft
Exchange (UK)
Van City
(Canadá)
Comentarios
Una presentación muy
clara
Enfoque sobre casi
todos los agentes de
interés
Lo han realizado
durante 22 años
Parte de las
celebraciones del 60
aniversario de la CRS
Detalla el apoyo del
director no ejecutivo
Una de los pocos
informes que habla de
la diversión
Evolución interesante
sobre su integración
Ha habido otros, pero
¡en holandés!
Informe realizado con
un comité
independiente
Discusión positiva de
métodos
El informe de auditoría
cubre el balance
financiero
Fuente: Tomorrow Magazine. 1997
Una empresa que merece una mención especial, por su fuerte compromiso
con la comunidad y la influencia que ha tenido en la evolución que ha
adoptado la RSE es Tata, de origen indio. Motivados por la persistente visión
de su fundador, Jamsetji Nusserwanji Tata, revolucionaron el concepto
26
ELKINGTON, J; STIBBARD, H. (1997) “Socially Challanged: Social issues are back. And they could mean business”. The
Tomorrow Magazine.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 44 -
fideicomisario o administrativo de la gestión empresarial. Jamsetji tenía el
firme convencimiento de que, en una empresa libre, la comunidad no es
únicamente otro agente social en el negocio sino el verdadero motivo de su
existencia.
En esencia, la filosofía de Tata planteaba que, una empresa privada utiliza
los recursos de la comunidad (humanos, naturales y financieros) para crear
riqueza. Las empresas adquieren esta riqueza proveniente de la comunidad
en forma de préstamo y, a través de una gestión responsable, la devuelven
a la comunidad con un valor superior al inicial. Así, la empresa cumple su
papel como ciudadano actuando como un prestamista público.
En el campo del bienestar de los trabajadores fueron auténticos pioneros. La
Tabla 6 señala algunas de las políticas adoptadas por Tata que se
adelantaban a la legislación laboral, tanto en la India como -en muchos
casos- en Europa, mostrando un compromiso real por un cambio cultural de
los principios de la empresa, priorizando los valores morales y éticos.
Tabla 6. Hitos en el bienestar laboral introducidos por Tata
Valores Aprobados
Día laboral de 8 horas
Asistencia médica gratis
Año de
aprobaci
ón de
Tata
1912
1915
Año de
aproba
ción
por ley
1948
1948
1917
1948
1917
1918
1947
1920
1920
1948
1952
1920
1924
Constitución del
departamento de bienestar
Centros educativos de niños
Creación del comité de
reclamaciones laborales
Baja con sueldo
Plan de fondos de protección
laboral (seguridad social)
Plan de compensación para
accidente laboral
Instituto técnico para la
formación de aprendices
Prestaciones por maternidad
1921
1961
1928
1946
Distribución de beneficios
Gratificación por jubilación
1934
1937
1965
1972
Pago por accidentes tráfico
en el traslado al trabajo
1979
Medida Legal
Factories Act (Ley de fábricas)
Employees State Insurance Act (Ley de Seguro
de empleados del estado)
Factories Act (Ley de fábricas)
Industrial Disputes Act (Ley sobre conflictos
laborales)
Factories Act (Ley de fábricas)
Employees Provident Fund Act (Ley de fondos de
protección laboral)
Workmen’s Compensation Act (Ley de
compensación laboral)
Apprentice Act (Ley de aprendices)
Bihar Maternity Benefit Act (Ley prestaciones de
maternidad)
Bonus Act (Ley de Prestaciones)
Payment of Gratuity Act (Ley de pago
gratificación)
Fuente: Corporate Communications Department, Tata Services Ltd. (Bombay).27
Según Anant Nadkami, Director General para iniciativas comunitarias de
Tata: “como toda riqueza se genera en la comunidad, esencialmente debe
permanecer en ella o retornar a ella”.
27
CORPORATE COMMUNICATIONS DEPARTMENT, TATA SERVICES LTD. Muchas de estas medidas fueron
propuestas y adoptadas por Tata Steel, la casa matriz del Grupo. Bombay.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 45 -
1.4. ¿SE HA CONSOLIDADO FINALMENTE LA RSE?
La RSE siempre ha experimentado diferentes etapas de aceptación social en
función de la situación política, económica y social de cada momento. Desde
su primer auge de aceptación masiva a principios de los años sesenta,
pasando por su casi total desaparición en la década de los ochenta, hasta
llegar a su nuevo resurgir -con mucho más respaldo y consenso- en los
noventa, su implementación ha sido volátil, respondiendo más a las
demandas externas del mercado, que a una iniciativa propia de empresarios
con convencimientos éticos o morales. Aunque, como se ha visto
anteriormente, existen excepciones.
Tal y como explica John Elkington en su libro “The Tripple Bottom Line” 28
esta relación puede caracterizarse a través de lo que él define como las tres
olas:
•
Primera ola (1960-1980): Se empieza a exigir una reducción del impacto
medioambiental y una limitación de la demanda de recursos naturales.
Surge la legislación ambiental. La empresa reacciona a la defensiva, y en
el mejor de los casos, cumpliendo con la ley.
•
Segunda ola (1980-1990): Creciente reconocimiento de que es necesario
crear nuevos sistemas de producción, nuevas tecnologías y nuevos
productos para garantizar el desarrollo sostenible. Se pone en evidencia
que el sector empresarial ha de ser la principal fuerza motriz de este
cambio. Algunas empresas empiezan a liderar el proceso hacia la
sostenibilidad.
•
Tercera ola (1990-2000): Se identifica la necesidad de que para alcanzar
el desarrollo sostenible se requiere un cambio profundo en la gobernanza
de las empresas, así como en todo el proceso político de la globalización.
El papel del sector público y la sociedad civil adopta una importancia
creciente. Las empresas se centran en la creación de nuevos mercados y
en generar valor.
Existen muchos factores que determinan la necesidad empresarial de
adoptar políticas RSE. Resumiendo las tendencias determinantes que han
influenciado esta adopción en la última década, se puede llegar a las
siguientes conclusiones:
•
Auge de la sociedad civil organizada: Los movimientos de sociedad civil
organizada y la democratización de la información con herramientas
como Internet han fomentado una conciencia social preocupada por el
desarrollo humano y la justicia universal. La creciente influencia de la
opinión pública, que en los últimos cinco años ha pasado a ser un actor
indispensable en el balance del poder, ha generado un cambio
indiscutible en cómo la empresa está siendo percibida, obligándola a dar
contabilidad sobre sus impactos sociales y gestionar sus procesos de
forma transparente e integradora.
28
ELKINGTON, J. (2004). The Tripple Bottom Line: Does it all add up? Editado por Adrian Henriques y Julie Richardson.
Earthscan. Cap. 1 “Enter the Tripple Bottom Line” pg. 7,8.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 46 -
•
El nuevo mercado global: La Globalización ha creado un mercado global
competitivo, que por un lado, crea una legislación cada vez más
exigente, y por el otro, obliga a la empresa a satisfacer a un consumidor
cada vez más sensible, más informado, y más exigente.
•
Las nuevas tecnologías de la información: A través de las nuevas
tecnologías es posible monitorear y comunicar actitudes empresariales en
zonas lejanas teniendo un impacto directo en el mercado de origen de la
empresa. Asimismo, han permitido crear redes virtuales uniendo a
diversos grupos de la sociedad civil, y facilitando la comunicación sobre
las actitudes poco éticas de las empresas.
•
El valor de la reputación: A raíz de diversos escándalos que causaron un
impacto negativo en la cuenta de resultados, como por ejemplo, salarios
de directores, prestigio o solvencia financiera, ventas poco éticas,
degradación medioambiental, calidad del producto o prácticas laborales
poco solidarias la reputación empieza a considerarse como un intangible
importante que hay que gestionar y potenciar.
•
La dimensión de las empresas: Actualmente, 51 de las 100 economías
más grandes del mundo son empresas privadas29, y el poder creciente
que está adquiriendo el sector privado en el orden internacional lo
convierte en un agente cada vez más esencial a la hora de garantizar
ciertos bienes públicos y establecer unas reglas de juego que mantengan
los valores de justicia, respeto a los derechos humanos y aseguren la
sostenibilidad medioambiental. Este nuevo papel también ha generado
más expectativas externas sobre la actitud social de la empresa, y por lo
tanto, más exigencias por parte de la sociedad.
Independientemente de la razón que sea, se ha demostrado que las
responsabilidades de las empresas van más allá de simplemente complacer
a los inversores. Tal y como el Director Ejecutivo de la British Petroleum
Corporation, John Browne, reafirmó en una conferencia dada en el Council
of Foreign Relations en Nueva York:30
"Indudablemente tenemos la habilidad de tomar decisiones
independientes o autónomas que afectan a otros; decisiones en
inversiones que proporcionan trabajo y rentas de modo que pueden
afectar a la riqueza de comunidades y gobiernos, y decisiones en el
modo de hacer o trabajar de la empresa que puedan afectar a la
sociedad de la que se forma parte. Es por ello que la pregunta sobre
cómo se usa el poder es legítima”.
Anita Roddick, Presidente del Body Shop International plc.31 afirmó que
“el concepto de la Nueva Responsabilidad Corporativa es tan complejo
como cambiar nuestras nociones básicas de lo que nos motiva como
empresarios, y lo que nuestras metas de negocio deberían ser. Esto
sorprende a mucha gente: piensan que es una idea radical considerar
cualquier otra cosa que no sea beneficios financieros... Nosotros,
29
ANDERSON, S; CAVANAGH, J. (2000). “Top 200: El ascenso mundial del poder corporativo”. Institute for Policy Studies.
BROWNE, J. (1997). Corporate Responsibility in an International Context. Speech on the Council on Foreign Relations.
Nueva York.
31
RODDICK, A. (1994). “Anita Roddick speaks out on corporate Responsibility”. Body Shop Lectures, West Sussex, 1994.
30
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 47 -
como líderes empresariales, podemos y debemos cambiar nuestra
visión y nuestros objetivos”.
En el libro “Corporate Citizenship”,32 Macintosh, Leipziger, Jones y Coleman
establecen los cinco principios para la ciudadanía corporativa:
• La empresa es un jugador principal en la política internacional, y existe
un nuevo equilibrio entre la empresa, el gobierno y la sociedad civil;
•
La empresa y los individuos están pensando globalmente;
•
La empresa se dirige hacia donde la sociedad se dirige;
•
Para que la gente progrese, el planeta debe progresar;
•
Las empresas son comunidades de gente.
Ya sea parte de otra etapa cíclica en la agenda corporativa, o se esté
provocando un cambio indefinido en la gestión de las empresas, todo parece
indicar que la responsabilidad social de la empresa es actualmente un factor
crucial para reconciliar los diferentes requisitos de los agentes de interés de
la empresa. Tal y como refleja un estudio de KPMG33, el 52% de empresas
de las Fortune 250 ha realizado un informe separado o menciona los
aspectos sociales en su informe financiero (comparado con un 45% en el
2002). Asimismo, un informe de Business for Social Responsibility34 realizó
una serie de encuestas a Directores Generales líderes en materia de RSE
obteniendo los siguientes resultados:
•
El 42% de los Directores Generales afirmaba haber publicado un informe
social (en comparación con el 28% en 2003).
•
El número de informes que ha publicado información en sus prácticas
filantrópicas, en la comunidad local o a través de actividades de
voluntariado, ha aumentado en un 125%.
•
El número de Directores Generales que define su empresa como parte
intrínseca de la ciudadanía global ha aumentado un 800%.
•
El número de Directores Generales que evalúa y cuantifica sus
actividades en materia de responsabilidad social ha aumentado en un
600%.
Es indudable que la RSE ha evolucionado significativamente creando
múltiples iniciativas y herramientas para gestionar sus procesos. Pero cabe
preguntarse si la empresa ha entendido la necesidad real de implicarse en la
RSE, o por el contrario, se ve obligada a adoptar este tipo de políticas para
adaptarse a las exigencias y expectativas de un mercado cada vez más
sensible e informado. A raíz de los informes sociales publicados y el estado
actual de la involucración de la empresa en la RSE, todo parece indicar que
hasta el momento se han adoptado políticas puntuales a través de
32
MCINTOSH, LEIPZIGER, JONES, COLEMAN. (1998). Succesful strategies for responsible companies: Corporate
Citizenship. FT Pitman Publishing.
33
KPMG GLOBAL SUSTAINABILITY SERVICES, University van Ámsterdam (2005). KPMG International Survey of
Corporate Responsibility - Reporting 2005
34
BUSINESS FOR SOCIAL RESPONSIBILITY (2005). “Taking the temperature of CSR Leasers – A survey of global CSR
leaders.”
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 48 -
proyectos pilotos que quedan muy distantes de generar el cambio cultural y
conceptual de la empresa que se proponía desde el punto de vista social35.
35
MAXGILLIVRAY, A. (2002). What’s Trust Worth? London. New Economics Foundation
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 49 -
CAPÍTULO DOS: HERRAMIENTAS PARA GESTIONAR LA RSE
2.1. INTRODUCCIÓN A LAS HERRAMIENTAS DE LA RSE
Hay una amplia variedad de metodologías y herramientas que se están
utilizando con el objetivo de mejorar el impacto social de la empresa y
consolidar su reputación. Muchos opinan que la RSE plantea un nuevo estilo
de gestión y, debido a ello, requiere nuevos tipos de experiencia, de
conocimientos y una nueva cultura organizacional. Como respuesta a estas
necesidades, en los últimos años se han generado nuevos tipos de alianzas
entre diferentes agentes e instituciones para promover una cierta
estabilidad en el área de la innovación y en el diseño de estos nuevos
mecanismos y herramientas que promueven prácticas sostenibles en la
empresa.
Los tres agentes principales (sector público, sector privado y sociedad civil)
trabajan cada vez más estrechamente para poder satisfacer las crecientes
expectativas sociales que demandan un proceso de monitoreo, con un
marco robusto de indicadores, para evaluar los resultados en las áreas
sociales, económicas y medioambientales. En este sentido, estos últimos
años ha habido mucha actividad en la generación de herramientas RSE que
ofrecen un amplio abanico de mecanismos con el objetivo de medir,
evaluar, mejorar y comunicar la gestión de la RSE36 (ver Tabla 7.).
Tabla 7. Algunas de las herramientas principales a la hora de
gestionar la RSE
FTSE4Good Criteria
Global Compact
Investors in People
London Benchmarking Group
OECD Guidelines
SA8000
Sullivan Principles
AA1000 Series
Association of British Insurers
Guidelines
DJSI
EU Eco-label
European Foundation for Quality
Management
Forest Stewardship Council
IFOAM Organic Standards
Global Reporting Initiative
ISO14000
The Natural Step
Responsible Care
SIGMA
WHO/UNICEF International Code on
Marketing of Breast-milk Substitutes
Amnesty International’s Human
Rights Guidelines for Companies
CERES Principles
Eco-Management and Audit Scheme
(EMAS)
Ethos Reporting Guidelines
Fair Trade Labelling Standards
Existen varias maneras de clasificar este extenso ámbito de herramientas.
Por lo general, se pueden agrupar en las siguientes clasificaciones:
36
COMISIÓN EUROPEA. (2003). Mapping Instruments for Corporate Social Responsibility. Directorate-General for
Employment & Social Affairs.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 50 -
•
Guías de estándares y sistemas de certificación social: sistemas de
gestión social que pueden ser certificados a través de un estándar.
Algunos, como la EMAS, pueden ser aplicados a organizaciones; otros,
como el SA8000, a centros productivos; y otros a productos concretos.
Estas herramientas permiten internalizar actividades relacionadas con la
RSE y fomentar la credibilidad ante los consumidores a través de
procesos de certificación y verificación.
•
Guías de códigos de conducta o principios éticos: compendio de
principios al que la empresa se puede adscribir, comprometiendo su
comportamiento al respeto y cumplimiento de dichos principios. Por lo
general, carecen de un sistema externo de verificación o certificación,
aunque algunos de ellos establecen sistemas de evaluación interna.
•
Guías de informes sociales o sistemas de información: guías prácticas
para estandarizar la información que se presenta en los informes sociales
corporativos, y mecanismos para incorporar sistemas de contabilidad
social. No suelen definir objetivos deseables o resultados concretos, pero
ofrecen un marco de información para responder a las preocupaciones de
los agentes de interés en materia de gestión social, medioambiental y
económica.
•
Ratios e índices utilizados a través de agencias de fondos de inversión de
responsabilidad social: un conjunto de ratios e índices utilizados por
fondos de inversión social para identificar a las empresas responsables
de cara a promover inversiones en empresas bursátiles que cumplan con
requisitos de responsabilidad social.
A continuación, se describen algunas iniciativas que se están
implementando en función de su categoría y su objetivo final (ver Tabla 5).
Figura 5. Principales instrumentos para gestionar la RSE según su
categoría
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 51 -
Existen varias guías de herramientas RSE donde se desarrollan
detalladamente los contenidos y objetivos concretos de cada una de ellas
(ver por ejemplo el Anuario sobre la RSC en España)37. La selección de las
herramientas seleccionadas en este libro no pretende ser un catálogo de
todos los instrumentos de la RSE, sino desarrollar una mayor comprensión
de cómo algunas de ellas funcionan y qué componentes consideran. Las
herramientas se han seleccionado en función de la representatividad en las
categorías existentes, la difusión y utilización que han tenido a nivel
internacional, y la disponibilidad de análisis comparativos existentes para
poder comparar su capacidad de abarcar variables asociadas a la RSE.
2.2. GUÍAS DE ESTÁNDARES Y SISTEMAS DE CERTIFICACIÓN
SOCIAL
2.2.1. CEPAA y el modelo de Social Accountability 8000
En Estados Unidos, a principios de 1996, se estableció el Social
Accountability International (SAI) como una organización de Derechos
Humanos para mejorar los puestos de trabajo y las comunidades en torno a
centros productivos, desarrollando normas de responsabilidad social. Su
división de prioridades económicas, denominada el “Council of Economic
Priorities Acreditation Agency” (CEPAA),38 reunió a un equipo de
profesionales de diferentes ámbitos para asesorar sobre el diseño de
modelos referentes a los derechos de los trabajadores. Representantes de
organizaciones de Derechos Humanos y de la infancia, sindicatos,
proveedores, universidades, fabricantes, contratistas, empresas de
consultoría y asociaciones de industriales, se unieron para crear la norma
SA8000.
El objetivo de la norma es el de mejorar las condiciones globales del
trabajo. Basa sus principios en distintas convenciones de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) y exige que las empresas respeten los
principios establecidos en las siguientes convenciones internacionales:
• Declaración Universal de los Derechos Humanos.
• Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño.
• La Convención de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de toda
forma de Discriminación contra la Mujer.
• Las siguientes Convenciones y Recomendaciones de la OIT:
• Convenciones 29 y 105 (Trabajos forzados y esclavitud).
• Convención 87 (Libertad de asociación).
• Convención 98 (Derecho de negociación colectiva).
• Convenciones 100 y 111 (Igual remuneración para trabajadores y
trabajadoras, por trabajo de igual valor y discriminación).
37
FUNDACIÓN ECOLOGIA Y DESARROLLO. (2003). Anuario sobre la Responsabilidad Social Corporativa en España.
Producido para la Fundación Avina.
38
http://www.cepaa.org (02-05)
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 52 -
• Convención 135
trabajadores).
(Convención
sobre
los
representantes
de
los
• Convención 138 y Recomendación 146 (Edad mínima).
• Convención 155 y Recomendación 164 (Salud y seguridad en el
trabajo).
• Convención 159 (Rehabilitación vocacional y empleo de personas
discapacitadas).
• Convención 177 (Trabajo en el hogar).
• Convención 182 (Peores formas de trabajo infantil).
El estándar especifica requisitos para la responsabilidad social que permitan
a la empresa desarrollar procedimientos para dirigir aquellos aspectos
controlables y, así, demostrar a diferentes agentes sociales esas políticas y
prácticas39.
El Documento Guía para la Responsabilidad Social40 describe los contenidos
del SA8000 dividiéndolos en 14 partes. Las tres primeras partes definen la
panorámica general del modelo, los elementos normativos y su
interpretación, y la definición de los términos clave utilizados en el SA8000.
Las nueve partes siguientes se refieren a cada uno de los elementos
descritos a continuación:
1- Trabajo infantil: procedimientos preventivos o de denuncia específicos
para prevenir violaciones de los derechos de la Infancia relacionadas con el
trabajo infantil. La SA8000 aplica la definición de la OIT de edades mínimas
de trabajo en función del desarrollo económico del país. Se diferencian los
niveles de edades laborales entre:
- países industrializados que hayan ratificado el convenio 138 de la OIT: 13
años para trabajos ligeros, 15 para trabajos laborales, 18 para trabajos más
duros.
- países con dificultades económicas como El Salvador, Guatemala,
Honduras, Nicaragua, Venezuela, Guinea Ecuatorial, Nigeria, Rwanda y
Togo: 12 años para trabajos ligeros, 14 para trabajos regulares y 18 para
trabajos duros.
2- Trabajos forzosos: esta sección especifica procedimientos preventivos
para prevenir situaciones de trabajos forzosos. El concepto de trabajo
"esclavo" merece especial atención, cuando las deudas pueden ser utilizadas
para mantener a los trabajadores en una situación de "esclavitud".
3- Salud y seguridad: sección referida a cómo una empresa debe tratar
estas cuestiones de salud y seguridad en el lugar de trabajo. El modelo
establece diferentes pasos a seguir para crear lugares de trabajo seguros e
higiénicos incluyendo agua potable y dormitorios decentes cuando proceda.
4- Libertad de asociación y derecho a la contratación colectiva: el modelo
prevé los derechos de los trabajadores en cuanto a libertad de asociación y
39
RESEARCH REPORT. Dec/Jan 1998. Council on Economic Priorities. Social Accountability 8000.
GUIDANCE DOCUMENT FOR SOCIAL ACCOUNTABILITY 8000. Version 1998-1. Council for Economic Priorities
Accreditation Agency.
40
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 53 -
contratación colectiva. Con el fin de obtener evidencias, se apoyan en copias
de acuerdos firmados por los líderes sindicales, de negociación colectiva, y
en los testimonios de los líderes sindicales y de algunos trabajadores.
5- Discriminación: en esta sección hay una matriz sobre los tipos de
discriminación con un análisis de las diferencias entre discriminación y
prácticas culturales. Esta distinción se hace porque algunas formas de
discriminación son comúnmente aceptadas aunque violan los Derechos
Humanos.
6- Prácticas disciplinarias: el SA8000 estudia el modo de asesorar sobre las
prácticas disciplinarias con una descripción de algunas de ellas. Sostiene
que el castigo corporal, la coerción física o mental, o el abuso social no
deberían ser tolerados.
7- Horario laboral: se estudian aspectos del horario laboral y asuntos como
las horas extras. En términos generales, el personal regular no debería
trabajar más de 48 horas semanales y debería tener un mínimo de 24 horas
no laborables por cada 7 días. Las horas extraordinarias no deberían
exceder de 12 horas semanales por empleado y siempre deberían estar
mejor remuneradas que las del horario normal.
8- La compensación: esta sección aborda la cuestión de cómo calcular si
una empresa paga salarios que cubran las necesidades básicas y provean
ingresos prudentes. Puesto que en muchos países el salario mínimo no
cubre las necesidades humanas básicas, SA8000 ha desarrollado una
fórmula para determinar si los ingresos llegan a este umbral mínimo o no.
La fórmula de compensación de SA8000 es la siguiente:
Coste de la cesta de la compra básica (alimentación básica) x (1% de la
renta familiar media gastada en alimentos) x (0.5 de la media del tamaño
familiar) x 110%
Como punto final de esta sección, se recomienda analizar la calidad de los
datos y verificar los resultados usando la cesta de la compra determinada
por el gobierno, así como que la cesta de compra se ajuste al estándar
mínimo internacional de 2.100 calorías por día y que los precios asignados
reflejen correctamente la situación del mercado.
9- Sistemas de gestión: determina aquello que constituye un sistema de
gestión apropiado para el SA8000. Se requiere que los auditores revisen
archivos o registros y documentos, y hablen con trabajadores, ONG y
grupos interesados.
Las dos partes finales nos dan una visión genérica de las actividades a
realizar antes de la auditoría y sobre cómo desarrollar ésta.
La complejidad de la creación de un modelo global aplicable a cualquier
cultura y país ha generado mucha controversia. Un ejemplo de ello es la
crítica al hecho de que la definición ofrecida por el SA8000 de un salario
estándar que satisfaga las necesidades humanas básicas podría convertirse
en el salario máximo ofrecido por los países desarrollados.
De todos modos, el modelo ha hecho pensar al sector empresarial sobre las
implicaciones sociales de sus actividades y es un buen instrumento de
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 54 -
prevención y registro de su ejecución. A principios de 2006, existían 763
centros productivos certificados a través de 54 industrias representadas en
47 países (ver Figura 6).
Figura 6. Países que han certificado centros productivos a través de
la SA800
El estándar SA8000 puede ser adoptado por cualquier empresa y se aplica a
todos los sectores como un análisis comparativo, asegurando que los
derechos básicos son respetados a través de las cadenas productivas. Sus
requisitos de implementación facilitan la selección de proveedores ya que
establece un sistema común de respeto a derechos básicos en todas sus
operaciones. El SAI también ha insistido en valorar los beneficios
corporativos asociados a la implementación del SA8000.
A través de diversos cuestionarios a las empresas certificadas, se ha
evaluado si ha existido un incremento en la generación de ingresos a través
del incremento de ventas, de la disminución de días perdidos debido a
mayor seguridad, de la creación de productos y servicios de mayor calidad,
aumento de productividad y menor rotación laboral. En las encuestas
realizadas, más de la mitad de las empresas reflejó un aumento
considerable en cada uno de los aspectos mencionados.
2.3. GUÍAS DE CÓDIGOS DE CONDUCTA O PRINCIPIOS ÉTICOS
2.3.1. El Pacto Mundial
El Pacto Mundial surge en el año 2000 como una iniciativa promovida por
Naciones Unidas para fomentar la responsabilidad corporativa en las
empresas, enfatizando en especial el impacto que tienen a la hora de
fomentar un mejor desarrollo mundial. Está constituido por diez principios
(aunque originalmente eran 9, hasta que se incluyó el de anti-corrupción) y
son de carácter voluntario y genérico, careciendo de códigos explícitos y de
sistemas de verificación.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 55 -
Los diez principios que lo constituyen son los siguientes:
Relacionados con Derechos Humanos
• Principio 1 - Las empresas deben apoyar y respetar la protección de los
Derechos Humanos fundamentales, reconocidos internacionalmente, dentro
de su ámbito de influencia.
• Principio 2 - Las empresas deben asegurarse de que no son cómplices de
la vulneración de los Derechos Humanos.
Relacionados con Aspectos Laborales
• Principio 3 - Las empresas deben apoyar la libertad de afiliación y el
reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva.
• Principio 4 - Las empresas deben apoyar la eliminación de toda forma de
trabajo forzoso o realizado bajo coacción.
• Principio 5 - Las empresas deben apoyar la erradicación del trabajo
infantil.
Relacionados con Medio Ambiente
• Principio 6 - Las empresas deben apoyar la abolición de las prácticas de
discriminación en el empleo y la ocupación.
• Principio 7 - Las empresas deberán mantener un enfoque preventivo que
favorezca el medio ambiente.
• Principio 8 - Las empresas deben fomentar las iniciativas que promuevan
una mayor responsabilidad ambiental.
• Principio 9 - Las empresas deben favorecer el desarrollo y la difusión de
tecnologías respetuosas con el medio ambiente.
Relacionados con anti-corrupción
• Principio 10 - Las empresas deben trabajar contra la corrupción en todas
sus formas, incluidos la extorsión y el soborno.
Estos contenidos derivan de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, los Principios Fundamentales de la Organización Internacional del
Trabajo y la Declaración de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo.
Por lo general, a la hora de participar en el Pacto Mundial, se requiere que
las empresas envíen una carta al Secretario General de las Naciones Unidas,
Kofi Annan, firmada por el Director General de la empresa y aprobada por
su Consejo de Dirección, apoyando la iniciativa y reflejando la voluntad de
implementar los cambios necesarios para que los 10 principios pasen a
formar parte de la estrategia y cultura de la empresa.
A su vez, se solicita que la empresa se convierta en un promotor de los
principios del Pacto, y se recomienda que se publique un informe anual
describiendo las maneras en las que promueve dichos principios, aunque
siempre de manera voluntaria.
Como iniciativa global y de ámbito generalista, el Pacto Mundial está
constituido por una oficina central en la sede de Naciones Unidas de Nueva
York, apoyada por las agencias especializadas del Programa de Naciones
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 56 -
Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Programa de Naciones Unidas para el
Medio Ambiente (PNUMA), la Organización Internacional del Trabajo (OIT),
el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos
(ACNUDH), la Organización de Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial
(ONUDI) y, por último, la Oficina de Drogas y Crimen de Naciones Unidas
(ODCNU).
Asimismo, está formada por un Consejo de Asesores y por un grupo de
empresas adscritas, universidades, sindicatos, organismos de la sociedad
civil y asociaciones empresariales (ver Figura 7) que participan activamente
en la formación de sus contenidos.
Figura 7. Composición estructural del Pacto Mundial
Fuente: The Global Compact
Para promover los diez principios éticos del Pacto Mundial, su oficina ha
generado una serie de mecanismos de integración e involucración
categorizados de la siguiente manera:
Fórum de aprendizaje: Este foro tiene como objetivo compartir buenas
prácticas y desarrollar investigaciones que favorezcan la integración de los
diferentes agentes de interés en la promoción de los principios del Pacto
Mundial. Dentro de este foro se recopila información a través de tres
sistemas diferentes:
•
Ejemplos: descripciones reducidas de acciones que han implementado las
empresas para promover alguno de los principios del Pacto Mundial.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 57 -
•
Casos Prácticos: Estudios más extensos sobre la manera en que se
implementan los objetivos, con la involucración de un investigador
externo.
•
Proyectos de alianzas: Descripción de alianzas entre diferentes actores
trabajando conjuntamente para promover los principios del Pacto.
Foros de diálogo: Estos foros se organizan para fomentar el diálogo entre
los actores involucrados en el Pacto. Esta iniciativa tiene tres objetivos
concretos:
•
Promover la comprensión entre las empresas, las organizaciones de
sociedad civil, los sindicatos, el gobierno y otros actores involucrados
sobre aspectos relacionados con la globalización.
•
Generar un foro neutral que permita desarrollar una involucración
constructiva para aportar soluciones prácticas que influencien el diseño
de políticas y la actitud de los actores involucrados.
•
Promover el desarrollo de iniciativas que puedan orientarse a acciones
concretas por parte de los participantes.
Alianzas estratégicas: El Pacto Mundial también promueve alianzas
estratégicas para promover los 10 principios que proponen. En la
formulación de sus contenidos, sugieren que las alianzas se inspiren en el
Pacto Mundial, que contribuyan a los Objetivos de Desarrollo del Milenio,
que se lleven a cabo con otros actores no empresariales como agencias de
las Naciones Unidas, Organizaciones No Gubernamentales (ONGs),
sindicatos o entidades del sector público y que, a ser posible, incluyan a
más de una empresa en su implementación.
Creación de redes y plataformas locales: El objetivo de estas redes es
promover la educación continua entre empresas y responder a las
necesidades e intereses específicos de los actores involucrados en la
promoción de los principios. Las redes pueden ser organizadas a través de
líneas geográficas (países, regiones, etc.) o a través de sectores concretos
(farmacéutico, extractivo, textil, etc.).
Actualmente, existen más de 2300 empresas adscritas al Pacto Mundial,
coordinadas a través de más de 40 centros nacionales. La organización del
Pacto Mundial está llevando a cabo un proceso para mejorar la participación
de las empresas de manera que su adhesión tenga más contenido, se
clarifique la responsabilidad y el papel que adoptarán los participantes, se
implemente un nuevo marco de gobernabilidad que fortalezca los centros
locales, y se asegure la sostenibilidad financiera a través de un modelo
económico que genere fondos (a través de fondos locales).
2.3.2. Líneas directrices de la OCDE para empresas multinacionales
y para la gobernabilidad corporativa
En el año 1976, durante el primer auge internacional del concepto de
responsabilidad social corporativa, la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (ODCE) diseñó unas guías de principios para orientar
a las empresas en materia de Responsabilidad Social Corporativa. En el año
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 58 -
2000, dicha guía fue actualizada para incluir aspectos de desarrollo
sostenible e incluir los nuevos estándares laborales. La guía está dirigida
exclusivamente a empresas multinacionales y a recoger un compendio de
recomendaciones gubernamentales para que el sector privado adopte
responsabilidades corporativas sociales en ámbitos tan amplios como la
relación con empleados, la lucha en contra de la corrupción, la gestión del
medioambiente o la transparencia de información, entre otros temas.
Una de las exigencias de las directrices es que las empresas tengan
plenamente en cuenta las políticas fijadas por los países en que ejercen su
actividad y tengan en consideración las opiniones de otros agentes de
interés. A este respecto, las directrices explicitan que las empresas
deberán:
1. Contribuir al progreso económico, social y medioambiental con vistas a
lograr un desarrollo sostenible.
2. Respetar los Derechos Humanos de las personas afectadas por sus
actividades de conformidad con las obligaciones y compromisos
internacionales del gobierno de acogida.
3. Estimular la generación de capacidades locales mediante una cooperación
estrecha con la comunidad local, incluidos los sectores empresariales
locales, desarrollando al mismo tiempo las actividades de la empresa en los
mercados interiores y exteriores de una manera compatible con la
necesidad de prácticas comerciales saludables.
4. Fomentar la formación del capital humano, particularmente mediante la
creación de oportunidades de empleo y la oferta de formación a los
empleados.
5. Abstenerse de buscar o de aceptar exenciones no contempladas en el
marco legal o reglamentario relacionadas con el medioambiente, la salud, la
seguridad e higiene, el trabajo, la fiscalidad, los incentivos financieros u
otras cuestiones varias.
6. Apoyar y defender unos correctos principios de gobierno empresarial, y
desarrollar y aplicar unas buenas prácticas de gobierno empresarial.
7. Desarrollar y aplicar prácticas autodisciplinarias y sistemas de gestión
eficaces que promuevan una relación de confianza recíproca entre las
empresas y las sociedades en las que ejercen su actividad.
8. Promover el conocimiento por los empleados de las políticas
empresariales y su conformidad con ellas, mediante una difusión adecuada
de las mismas, incluso a través de programas de formación.
9. Abstenerse de tomar medidas discriminatorias o disciplinarias contra los
trabajadores que elaboren, de buena fe, informes para la dirección o, en su
caso, para las autoridades públicas competentes acerca de prácticas
contrarias a la ley, a las Directrices o a las políticas de la empresa.
10. Alentar, cuando sea factible, a los socios empresariales, incluidos
proveedores y subcontratistas, para que apliquen principios de conducta
empresarial compatibles con las Directrices.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 59 -
11. Abstenerse de cualquier ingerencia indebida en actividades políticas
locales.
Sus contenidos están estructurados en diferentes apartados que incluyen
políticas generales, publicación de informaciones, empleo y relaciones
laborales, medio ambiente, lucha en contra de la corrupción, intereses del
consumidor, ciencia y tecnología, competitividad y fiscalidad.
Estos principios son útiles a la hora de considerar aspectos de RSE por el
gran abanico que abarcan; son un mapa para multinacionales que
vislumbrará lo que se pueden encontrar en esta materia. Asimismo,
promueven la ley internacional de la OIT como guía genérica, aunque en
muchos países sea más ambiciosa que la legislación nacional vigente.
Paralelamente al diseño de la guía para multinacionales, la OCDE preparó
unas guías de principios para la gobernabilidad corporativa que se podrían
aplicar a todo tipo de empresas (aunque se entiende que siempre van
orientadas a empresas grandes).
Estos principios, a pesar de ser muy genéricos, han sido acogidos como uno
de los 12 estándares internacionales del Forum de Estabilidad Financiera,
así como por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Los
principios representan los estándares mínimos en relación a la
gobernabilidad y están estructurados en los siguientes cinco apartados:
Los derechos de los accionistas.
El trato igualitario a los accionistas.
El papel que deberían adoptar los accionistas.
El escrutinio y la transparencia de gestión.
La responsabilidad del consejo de dirección.
A pesar del trabajo realizado a través de estas iniciativas, las líneas
directrices de la ODCE no están muy reconocidas y apenas han tenido
repercusión, ya que muy pocas empresas las están considerando. Aparte de
asignar Puntos Nacionales de Contacto (PNC) para promoverlas, no han
tenido gran efecto.
De los pocos casos en que se han utilizado, el Gobierno holandés fue el
primero en obligar a las empresas solicitantes de créditos para la
exportación a incorporar los principios de las guías. Mas tarde, el Gobierno
Francés obligaba a las empresas de COFACE (Compagnie Française pour
l’Assurance du Comerce Extérieur) a firmar una declaración conforme
conocían la guía ODCE. Sin embargo, un informe de Rights and
Accountability in Development (RAID) ya informaba sobre la escasa
relevancia pública y el poco poder que otorgan los gobiernos a los PNC.
2.3.3. Principios Globales Sullivan de responsabilidad social
El Afro-americano Leon Sullivan nació en 1922 en Virgina, Estados Unidos,
en el seno de una familia pobre. A los 17 años se hizo pastor baptista y se
dedicó a luchar contra los prejuicios racistas de la sociedad estadounidense
y, más tarde, emigró a Sudáfrica para luchar en contra del Apartheid. En
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 60 -
1997 crea los principios Sullivan, unos códigos de conducta para los
Derechos Humanos y la igualdad de oportunidades para empresas
americanas que operaban en Sudáfrica. El objetivo principal de los Principios
Sullivan fue el de promover la justicia económica, social y política de las
empresas, dondequiera que tuvieran actividades, para generar una política
de empleo equitativa, al margen de la raza o cultura del trabajador. Leon
Sullivan murió en el año 2001 pero su iniciativa continúa vigente y ha ido
evolucionando apoyando a una gran variedad de iniciativas de la
responsabilidad empresarial relativas a los Derechos Humanos, igualdad de
oportunidades, ética comercial y protección del medio ambiente.
Su Credo se puede resumir de la siguiente manera:
•
Expresar apoyo hacia los Derechos Humanos universales y,
particularmente, al personal local que trabaja en las comunidades donde
se ejecutan los proyectos, así como con las personas con quien se hace
negocios.
•
Promover la igualdad de oportunidades para los empleados en todas las
categorías de la compañía sin discriminación de color, raza, género,
edad, pertenencia étnica o creencia religiosa, y contribuir a la mejora en
el tratamiento inaceptable de la explotación infantil, la violación física, el
abuso a la mujer, la servidumbre involuntaria o de otras formas de
abuso.
•
Respetar la libertad del personal de asociarse y pertenecer a sindicatos.
•
Compensar la capacidad de los empleados conociendo sus necesidades
básicas a fin de potenciar sus habilidades y capacidades para que éstos
puedan reforzar sus oportunidades sociales y económicas.
•
Promover un ambiente de trabajo sano y seguro y promover el desarrollo
sostenible y la competencia leal, incluyendo el respeto por la propiedad
intelectual y el rechazo a ofrecer o pagar sobornos.
•
Trabajar con gobiernos y comunidades en las que se hacen negocios para
mejorar la calidad de vida de las comunidades – el bienestar económico,
social, cultural y educativo – e intentar promover la formación y las
oportunidades de los trabajadores con entornos desfavorecidos.
•
Promover la aplicación de estos principios a las personas con las que se
hacen negocios y ser transparente a través de la divulgación y
publicación de los compromisos.
Los Principios Sullivan son aplicables a todas las empresas y a todos los
sectores. Sin embargo, la mayoría de las empresas que las han adoptado
son estadounidenses. Dada la naturaleza y estructura de los Principios, se
recomienda aplicarlos conjuntamente con el AA1000 o el GRI, así como con
estándares que incluyan algunos elementos externos de verificación, como
el SA8000.
Algunos de los problemas que han tenido los Principios es que están
demasiado orientados a la gestión y dejan algún vacío en las áreas que
tocan. Por ejemplo, no mencionan el derecho de los trabajadores a
pertenecer a sindicatos (en Estados Unidos es una situación polémica) y no
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 61 -
especifican la definición de terminologías como “necesidades básicas” o
“discriminación a la mujer.”
2.4. GUÍAS DE INFORMES SOCIALES O SISTEMAS DE INFORMACIÓN
2.4.1. Assurance Standard AA1000
En 1999, El Institute for Social and Ethical Accountability (ISEA) diseña el
modelo Accountability 1000 (AA1000) para implementar aspectos de
responsabilidad corporativa. El modelo es un compendio de una serie de
principios y procesos que tienen el objetivo de llevar la contabilidad social,
realizar auditorías y formular informes sociales sobre la gestión de
empresas.
Tal y como está formulado, el modelo presenta una hoja de ruta que
considera varios aspectos a tener en cuenta a la hora de implementar una
política de gestión social. Asimismo, el modelo puede implementarse de
manera individual o integrarse en la implementación de otros estándares,
como por ejemplo la SA8000 o las guías para realizar informes del Global
Reporting Initiative.
La propuesta del modelo AA1000 presenta los tres siguientes principios:
Principio I - Transparencia: Este principio está orientado a conocer qué
es importante para la empresa y para los agentes de interés involucrados
con ella. Sus implicaciones obligan a informar a todos los agentes de interés
y actuar con plena transparencia para que ellos puedan realizar valoraciones
del comportamiento de la empresa y actuar en consecuencia.
Principio II - Conformidad: El segundo principio está orientado a conocer
qué impacto tiene la empresa y qué opinión se tiene externamente de las
actividades que implementa. Este principio propone crear una comunicación
de las políticas implementadas y de los resultados alcanzados.
Principio III - Capacidad de respuesta: Este tercer principio está
orientado a demostrar la capacidad de respuesta que tiene la empresa.
Implica desarrollar un compromiso para lograr la mejora continua en su
grado de cumplimiento.
Los procesos del AA1000 están estructurados en cinco fases (ver Figura 8):
Fase I: Planificación: La empresa se compromete a llevar a cabo una
contabilidad de los aspectos sociales, así como a realizar auditorías sociales
y elaborar informes de su impacto social. Asimismo, integra a los agentes
de interés de la empresa para que participen en la estrategia de
implementación.
Fase II: Contabilidad: A través de una consulta con los agentes de interés,
la empresa identifica aspectos relacionados con su gestión ética y social. Se
define el objetivo de la auditoría y los indicadores que se utilizarán en el
proceso. En esta fase también se recopila y analiza la información
pertinente.
Fase III. Auditoría y realización de informes: En esta fase la empresa
prepara el informe social. Se recomienda que un grupo externo lo analice.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 62 -
La empresa distribuye el informe y recopila los comentarios externos para
tenerlos en cuenta.
Fase IV: Integración: La empresa crea los sistemas de gestión para
fortalecer el proceso de manera integradora. Los sistemas que se adoptan
son la gestión y obtención de información, la implantación de valores y la
auditoría interna.
Fase V. Integración de los agentes de interés: Esta última fase es una
constante en la implementación de la AA1000, donde la organización se
mantiene en contacto permanente con los agentes de interés para que éstos
formen parte intrínseca de todo el proceso.
Figura 8. Fases de la AA1000
Fuente: Accountability
Actualmente existen alrededor de 50 organizaciones utilizando la AA 1000
entre las que se encuentran British Airways, Barclays, BP, Co-operative
Group, Danisco, Diageo, Halifax, Marks and Spencer o Novo Nordisk, entre
otras41.
Una de las principales críticas que recibe es su extremada complejidad a la
hora de ponerla en práctica. Permite mucha flexibilidad a la empresa a la
hora de aplicarla y es compatible con otros estándares y herramientas de
gestión social, pero sus altos costes de implementación y su complejidad de
procesos han dificultado su adopción por parte del sector empresarial.
41
Para una lista detallada de todas las organizaciones utilizando esta norma, ir a http://www.accountability.org.uk/aa1000/
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 63 -
Otra de las limitaciones de este instrumento es que no es una norma
certificable, sino un sistema de integración de los agentes de interés basado
en dar garantías de contabilidad y de gestión social. Ofrece unas bases para
fortalecer las relaciones entre la empresa y los agentes de interés basadas
en la confianza mutua, pero carece de soluciones viables en caso de
conflicto.
2.4.2. Guías para realizar informes corporativos sobre el desarrollo
sostenible - GRI
El “Global Reporting Initiative” (GRI) tiene como objetivo asesorar a
empresas, que estén interesadas en la publicación de informes para los
agentes sociales externos, sobre su actuación y progreso hacia los tres
pilares de sostenibilidad: economía, medio ambiente y sociedad. Está siendo
coordinado por la Organización No Gubernamental CERES e integra la
participación activa de empresas, Organizaciones No Gubernamentales,
organismos internacionales, agencias de Naciones Unidas, consultorías,
asociaciones industriales, universidades y otros organismos a nivel
mundial42.
Se constituyó en 1997 como una iniciativa conjunta entre CERES y el
PNUMA, con el objetivo de fomentar la calidad, el rigor y la utilidad de las
memorias de sostenibilidad. Las líneas directrices del GRI tienen tres
objetivos concretos43:
• posicionar los informes de sostenibilidad a nivel global de manera
estandarizada, como lo están actualmente los informes financieros, y
rutinaria, como los informes de contabilidad y de auditoría;
• diseñar, difundir y promover informes estandarizados, medidas básicas
aplicables a todas las empresas y medidas para sectores específicos; todo
ello, reflejando la dimensión social, ambiental y ética de la sostenibilidad;
• asegurar de forma permanente el elemento institucional para apoyar y
promocionar la elaboración de informes de sostenibilidad.
Las directrices se presentan como un marco de orientación para que las
empresas puedan preparar informes de sostenibilidad. Pretenden crear un
marco estructurado, pero flexible, que siga una línea uniforme, con la
debida consideración de los aspectos prácticos de recopilar y presentar
información de modo que muestre eficazmente los informes sobre la
sostenibilidad de la entidad en cuestión.
Las directrices no proporcionan orientación para la recopilación de datos,
sistemas de información o procedimientos empresariales para la preparación
de informes sostenibles. Básicamente lo que pretenden es servir de ayuda
para que las empresas tengan la iniciativa de mejorar la calidad y la
consistencia de sus informes de sostenibilidad.
La primera Guía para la Elaboración de Memorias de Sostenibilidad del GRI
se publicó como un borrador en el año 1999 después de una fase de
42
http://www.ceres.org/(5-05)
GRI CORPORATE SUSTAINABILITY REPORTING GUIDELINES. Section 2A: Preamble. Alan Willis. 25 Noviembre,
1998
43
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 64 -
pruebas. Tras un proceso de corrección que se prolongó durante dos años,
se presentó una nueva guía en junio de 2000, presentando una serie de
principios revisados que combinan y amplían los conceptos que aparecían
bajo los epígrafes de «principios fundamentales de la elaboración de
memorias de sostenibilidad» y «características cualitativas de las
memorias».
La versión del año 2002 enumera 50 indicadores centrales, que son los que
tienen mayor importancia para la mayoría de las organizaciones y mayor
significación para las partes interesadas, y 47 indicadores adicionales, que
pueden ser publicados a criterio de la organización que elabora la memoria.
Los principios del GRI están estructurados según el objetivo que cumplen en
el proceso de documentación de la información (ver Figura 9).
Figura 9. Aspectos esenciales en la memoria propuesta por el GRI
Fuente: Notas técnicas de Prevención del Ministerio de Trabajo y Asuntos
Sociales. Ana Isabel Balaguer Vegas, Isabel Caballero Caballero
Incluyen las siguientes cuatro áreas:
La RSE ante el espejo
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- 65 -
•
•
•
•
La que constituye el marco de la memoria (transparencia, globalidad,
auditabilidad);
la que afecta a las decisiones sobre qué incluir en la memoria
(exhaustividad, relevancia, contexto de sostenibilidad);
la que pretende garantizar la calidad y la veracidad (precisión,
neutralidad, comparabilidad); y,
la que afecta a las decisiones sobre el acceso a la memoria (claridad,
periodicidad).
Los principios establecidos en los contenidos del GRI son los siguientes:
Transparencia - La exposición completa de los procesos, procedimientos y
supuestos implicados en la elaboración de una memoria resulta esencial
para su credibilidad.
Globalidad - Toda organización informante debería, sistemáticamente,
implicar a sus partes interesadas en la mejora continua de la calidad de sus
memorias.
Auditabilidad - Los datos y la información presentes en la memoria
deberían recopilarse, analizarse y divulgarse de modo que los auditores
internos o los encargados de la verificación externa puedan avalar su
veracidad.
Exhaustividad - Toda la información esencial para la evaluación por parte
de los usuarios del desempeño económico, ambiental y social de una
organización informante debería aparecer en la memoria de una forma
coherente con el marco temporal, el alcance y los límites manifestados.
Relevancia - La relevancia es el grado de importancia asignado a un
aspecto, indicador o dato concreto, y constituye el umbral en el cual la
información adquiere la suficiente trascendencia como para presentarse.
Contexto de sostenibilidad - Las organizaciones informantes deberían
intentar situar su actuación en el más amplio contexto de restricciones o
límites ecológicos, sociales o de otro tipo, en aquellos casos en los que ese
contexto añada un significado importante a la información presentada.
Precisión - El objetivo del principio de precisión es el de conseguir que la
información presentada ofrezca la mayor exactitud y el menor margen de
error posibles, para que los usuarios puedan tomar sus decisiones con un
alto grado de confianza.
Neutralidad - En toda memoria deberían evitarse los sesgos en la selección
y exposición de la información, y se debería tratar de ofrecer un informe
equilibrado sobre la actuación de la organización informante.
Comparabilidad - Toda organización informante debería mantener la
coherencia en lo referente a los límites y el alcance de sus memorias, dar a
conocer cualquier cambio y volver a exponer la información presentada
anteriormente.
Claridad - Toda organización informante debería mantenerse al corriente
de las distintas necesidades y experiencias de sus partes interesadas, y
poner la información a disposición de los usuarios de manera que resulte
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 66 -
inteligible para el mayor número posible de éstos, manteniendo un
adecuado nivel de detalle.
Periodicidad - Toda memoria debería ofrecer información con una
periodicidad que se adapte a las necesidades de los usuarios y a la
naturaleza de los datos.
El GRI organiza los indicadores de desempeño de acuerdo a categorías,
aspectos e indicadores respetando las tres dimensiones del concepto
convencional de sostenibilidad: la económica, la ambiental y la social. En la
guía de 2002 la jerarquía está estructurada de la siguiente manera (ver
Tabla 8).
Tabla 8. Categorías del GRI
ÁREAS
Económicos
CATEGORÍA
Impactos económicos directos
Ambientales
Ambiental
Sociales
Prácticas laborales y trabajo
Derechos Humanos
Sociedad
Responsabilidad del producto
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ASPECTO
Clientes
Proveedores de capital
Sector público
Proveedores
Empleados
Materias primas
Energía
Emisiones
Vertidos
Residuos
Transporte General
Proveedores
Cumplimiento
Productos y servicios
Agua
Biodiversidad
Empleo Relaciones
Empresa/trabajadores
Salud y seguridad
Formación y educación
Diversidad y oportunidad
Estrategia y gestión
No discriminación
Libertad de asociación
Negociación colectiva
Trabajo infantil
Trabajo forzoso y obligatorio
Medidas disciplinarias
Medidas de seguridad
Derechos de los indígenas
Comunidad
Corrupción
Contribuciones políticas
Competencia y precios
Salud y seguridad del cliente
Productos y servicios
Publicidad
Respeto a la intimidad
- 67 -
En la primera guía del GRI participaron 21 empresas que aceptaron
estandarizar la metodología propuesta por el GRI como proyecto piloto. Las
empresas que participaron son las reflejadas en la Tabla 9.
Tabla 9. Empresas que participaron en la primera guía del GRI
Empresas
Baxter
The Body Shop
Bristol-Myers Squibb
British Airways
Eastern Group
Electrolux
ESAB
Excel Industries, Ltd.
Ford Motor Company
General Motors
Henkel Chemicals
ITT/Flygt
KST Hokkaido
NEC Corporation
Novo Nordisk
Sector
Productos y servicios médicos
Productos de belleza personal
Sector farmacéutico
Transporte aéreo
Energía
Aplicaciones eléctricas
Equipamientos para la construcción
Sector Químico
Producción de vehículos
Producción de vehículos
Productos de consumo
Válvulas y bombas de extracción
Construcción
Tecnología de información
Sector farmacéutico
País
EUA
Reino Unido
EUA
Reino Unido
Reino Unido
Suecia
Suecia
India
USA
USA
Alemania
Suecia
Japón
Japón
Dinamarca
Procter & Gamble
Riverwood International
SASOL
Shell Petroleum
Sunoco
VanCity Savings
Productos de consumo
Papeleras
Petroquímico
Energía
Energía
Sector Financiero
EUA
EUA
Sudáfrica
UK/ Holanda
EUA
Canadá
El 31 de marzo 2006, se inauguraba la tercera versión del GRI, denominada
G3, y sus informes de sostenibilidad se han implementado en más de 900
empresas representantes de todos los sectores.
2.5. RATIOS E ÍNDICES PARA FONDOS DE INVERSIÓN DE RSE
2.5.1. Dow Sustaniability Index
Instaurado en 1999, el índice de sostenibilidad Dow Jones es el primer
índice global que evalúa los resultados financieros de las empresas líderes
en materia de sostenibilidad. Actualmente, más de 55 índices de
sostenibilidad de Dow Jones están activos en más de 14 países gestionando
varios productos financieros que incluyen fondos activos y pasivos,
certificados y cuentas agregadas.
En total, estas licencias llegan a gestionar un total de 3.200 millones de
euros. El índice Dow Jones Sustainabilty Index combina tres socios clave: A
la entidad que calcula el Dow Jones Indexes, a la entidad Europea del índice
STOXX Limited, y al grupo de inversión en proyectos de sostenibilidad SAM
Group.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 68 -
El Índice de sostenibilidad Dow Jones (DJSI) cubre el 10% de las empresas
más importantes dentro de las 2.500 que cotizan en el índice global Dow
Jones (DJSI World) y analiza su dimensión económica, medioambiental y
social.
Los índices Dow Jones STOXX Sustainability (DJSI STOXX) sirven de
referencia para las inversiones sostenibles europeas y cubren el 20% de las
empresas más destacadas en términos de sostenibilidad de todas las que
cotizan en el Dow Jones STOXXSM 600.
La composición del índice obedece a un proceso definido por las guías DJSI
y está basado en un análisis de criterios de sostenibilidad generales y
específicos de cada sector.
Tabla 10. Principales grupos industriales valorados por el índice
Dow Jones, 2004
Sector
Automóviles
Bancos
Recursos básicos
Químicos
Construcción
Productos y servicios
cíclicos
Energía
Servicios financieros
Alimentos y bebidas
Salud
Productos y servicios
industriales
Seguros
Medios
Productos y servicios no
cíclicos
Minoristas
Tecnología
Telecomunicaciones
Servicios públicos
Empresas líderes 2004
Empresas líderes 2003
Toyota (Japón)
Westpac Banking Corp.
(Australia)
Alcan Inc. (Canadá)
DSM NV (Holanda)
AMEC plc (Reino Unido)
Philips Electronics
(Holanda)
Statoil (Noruega)
British land (Reino Unido)
Unilever (Reino
Unido/Holanda)
Novozymes (Dinamarca)
Toyota
3M (Estados Unidos)
3M
Swiss Reinsurance (Suiza)
Pearson PLC (Reino Unido)
Procter & Gamble (Estados
Unidos)
Marks & Spencer (Reino
Unido)
Intel (Estados Unidos)
BT Group (Reino Unido)
Severn Trent Plc (Reino
Unido)
Swiss Reinsurance
Pearson PLC
Westpac Banking Corp.
Dofasco
E.I. DuPont de Nemours
CRH
Philips Electronics
British petroleum
British land
Unilever
Novozymes
Procter & Gamble
Marks & Spencer
Intel
BT Group
Severn Trent
2.5.2. Índice de sostenibilidad FTSE GOOD
El índice de sostenibilidad FTSE GOOD es una iniciativa del FTSE GROUP
para evaluar a las empresas que tienen un comportamiento líder en el
ámbito de la sostenibilidad. La serie de índices FTSE4GOOD está formada a
través de un análisis comparativo entre los índices FTSE All Share Index,
FTSE All-World Developed Index, FTSE All-World Developed USA Index, y
FTSE All-World Developed Europe Index, aplicados a su vez a los índices
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 69 -
concretos de FTSE: FTSE4GOOD UK Index, FTSE4GOOD Global Index,
FTSE4GOOD USA Index, y el FTSE4GOOD Europe Index.
Por lo general, se excluyen las empresas que pertenecen a los siguientes
sectores:
•
Productores de tabaco;
•
Productores de equipos para sistemas de armas nucleares;
•
Propietarios u operadores de centrales nucleares;
•
Compañías involucradas en la extracción o procesamiento de uranio.
A la hora de aplicar el índice FTSE GOOD, las empresas son evaluadas
según los tres aspectos siguientes:
Sostenibilidad medioambiental: Se les asigna una ponderación en
función del sector en el que operan y se establece una serie de criterios en
función de las políticas, los sistemas de gestión y sistemas de comunicación
y transparencia en el ámbito de la gestión medioambiental.
Relaciones con grupos de interés: Las empresas son evaluadas en
función de su capacidad de divulgar información en relación a unos
indicadores acordados que, por lo general, suelen ser los siguientes:
• Adopción de una política de igualdad de oportunidades.
• Adopción de un Código Ético o Principios de conducta empresarial.
• Proporcionar evidencia acerca de sistemas de igualdad de
oportunidades incluyendo monitoreo de la política y composición de la
plantilla; y programas de conciliación de la vida familiar y laboral.
• Proporcionar evidencia acerca de la existencia de sistemas de salud y
seguridad incluyendo reconocimientos, detalles de formación en salud
y seguridad o publicación de ratios de accidentalidad.
• Proporcionar evidencia acerca de formación y desarrollo de
empleados.
• Proporcionar evidencia de sistemas para mantener buenas relaciones
industriales, incluyendo acuerdos con sindicatos.
• Capacidad de realizar donaciones superiores a los 50.000 euros y
otras actividades de acción social.
Derechos Humanos: Al igual que en el ámbito medioambiental, las
empresas también son evaluadas con diferente grado en función del sector
al que pertenecen y al impacto que pueden generar en los Derechos
Humanos. Suelen ser organizadas en tres grupos: empresas pertenecientes
al sector de recursos globales (gas, petróleo, minería, etc.), empresas que
tienen una actividad significativa en países vulnerables, y resto de
empresas. En función de la pertenencia a estos sectores, la empresa es
evaluada acorde con los siguientes principios:
• Política pública: Si la compañía ha publicado una política concerniente a
los Derechos Humanos y esta política ha sido comunicada globalmente.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 70 -
• Asignación de responsabilidades: Si la responsabilidad de la
implantación de la política recae en algún miembro del Consejo de
Administración o directivo que reporta directamente al Consejero
Delegado.
• Implicación con sistemas de gestión social: Declaración de respeto a las
Convenciones fundamentales de la OIT sobre igualdad de oportunidades,
negociación colectiva o uso de mano de obra infantil, entre otras.
También cumplen este criterio firmantes del Pacto Mundial de Naciones
Unidas, SA8000 o aquellas declaraciones que expresamente suscriben las
líneas directrices de la OCDE para empresas multinacionales. Declaración
expresa de apoyo a la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
• Directrices sobre uso de seguridad armada: Directrices que regulen el
uso de seguridad armada basada en los principios básicos de Naciones
Unidas sobre uso de la fuerza y armas de fuego o el Código de Conducta
para Agentes de la Seguridad Pública.
2.6. CONCLUSIONES
Como se puede observar, las herramientas disponibles para gestionar la
RSE son diversas y abarcan diferentes objetivos y finalidades. Algunas de
ellas utilizan indicadores en las áreas económicas, sociales y ambientales
para evaluar el impacto que tienen en su ámbito de aplicación. Sin
embargo, con excepción del GRI y en cierta medida el AA1000, las
herramientas disponibles no han incorporado un sistema de evaluación
sólido para cuantificar el impacto que tiene la empresa en su entorno.
Actualmente, con las herramientas disponibles, se puede identificar el
compromiso de la empresa ante ciertos principios morales o éticos,
cuantificar las emisiones contaminantes que la empresa genera, valorar en
cierto grado el valor financiero otorgado a su comportamiento sostenible, e
incluso certificar el comportamiento de la empresa ante su relación con los
trabajadores. Pero no existen herramientas que evalúen o permitan
gestionar todo el impacto socioeconómico o medioambiental de la empresa
en el entorno en el que opera, ni ofrezcan un sistema de indicadores para
contabilizar el beneficio que están generando sus inversiones en las áreas
de RSE.
Un estudio de KPMG señalaba el nivel de utilización de herramientas por
parte de las Fortune 250 reflejando que la utilización de las mismas sigue
siendo insuficiente. Esto se debe, por un lado, al desinterés empresarial
reinante a pesar del auge de la RSE, y por el otro, a que las herramientas
actuales no satisfacen las necesidades de la empresa ni las expectativas del
sector (ver Figura 10).
Los estándares más utilizados son los propuestos por Naciones Unidas
(Pacto Mundial y la OIT), aunque no ofrecen ninguna opción para incluir la
gestión con los grupos de interés o para ser verificados externamente
(como el AA1000 por ejemplo).
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 71 -
Figura 10. Utilización de herramientas RSE por las Fortune 250
Fuente: Elaboración propia con información de KPMG Global Sustainability Services
Las herramientas RSE pueden ser utilizadas de forma individual o
combinada y otorgar los siguientes resultados a la empresa:44
• Legitimidad: está basada en el “contrato social” expresado en los
consensos internacionales, o a través de la negociación con los
principales grupos de interés
• Claridad normativa: proviene de las estrategias de análisis comparativos
sobre el “buen actuar” corporativo
• Funcionalidad: Provee unas herramientas fáciles de usar para ayudar a
las compañías a poner sus reglamentos en práctica
• Bases para el aprendizaje y el compromiso: un proceso constante de
mejoramiento, basado en el intercambios de experiencias.
• Comunicaciones efectivas: que ayuden a la organización a cumplir sus
obligaciones externas e internas.
• Temáticos: colaboran con las empresas a asegurar que sus temas más
relevantes se desarrollen correctamente.
Pero tal y como se ha visto anteriormente, los indicadores actuales, en
especial los del área social, son todavía insuficientes para garantizar una
cuantificación sólida del valor agregado de la empresa. Es de prever que en
los próximos años se experimentará una integración de los códigos,
herramientas y sistemas de estándares sociales para satisfacer las
44
Ligteringen, E; Zadek, S. (2002). El Futuro de los de los Códigos, Standards y Marcos de RSE.
(www.comunicarseweb.com.ar)
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 72 -
exigencias de la sociedad civil, aunque de momento, dicha integración no se
está consiguiendo.
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Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 73 -
CAPITULO 3: LAS CARENCIAS DE LA RSE
3.1. ¿PORQUÉ NO ES ACEPTADA?
A pesar del gran auge que ha experimentado la RSE en los últimos años, las
buenas prácticas empresariales orientadas a garantizar un impacto social
positivo, a promover valores universales de derechos humanos y/o a
defender la sostenibilidad del medioambiente, generan mucho escepticismo
ante la opinión pública y no parecen acabar de convencer a la sociedad.
Estudios recientes demuestran que las empresas están fracasando en su
propósito de transmitir sus buenas intenciones en materia de
responsabilidad corporativa, y en general, se puede afirmar que el público
es muy escéptico ante los resultados de la empresa en materia de impacto
social o medioambiental.
Una encuesta publicada en The Observer45, por ejemplo, unía a más de 100
líderes de opinión de medios de comunicación, del sector educativo, del
mundo asociativo y del sector público, señalando que la voluntariedad de las
empresas en estas áreas no es suficiente, y las buenas intenciones de la
empresa generan mucha desconfianza, en especial en épocas de recesión
económica. El mismo estudio constató que el 95% de los participantes
opinaba que las obligaciones financieras no eran incompatibles con las
responsabilidades de la empresa hacia los agentes de interés y, sin
embargo, la empresa no hacía lo suficiente para integrar sus valores.
Mary Robinson, en su calidad de Alta Comisionada para los Derechos
Humanos de Naciones Unidas, recordaba en una conferencia en el Royal
Society of Arts World en Londres, cómo el artículo 29 de la Declaración de
los Derechos Humanos establece que “toda persona tiene deberes ante la
comunidad (…) y lo necesario es reconocer que la comunidad ya no es sólo
nuestro vecino cercano, sino la comunidad global46”. Robinson enfatizó que,
“las buenas intenciones no son suficientes. El sector privado debe
centrarse no sólo en buenas prácticas de ciudadanía corporativa, sino
en implementarlas a nivel práctico. A pesar del progreso realizado
reconociendo la relación entre generación de beneficios y gestión
social corporativa, muchos observadores siguen dudando que los
compromisos de la empresa sean algo más que maquillaje externo
sobre como actúan alrededor del mundo47”.
La encuesta anual que realiza Globescan de la opinión pública global sobre
el papel de las empresas reflejaba como el sector privado es el organismo
que genera menor confianza (38%) a la hora de aportar beneficios a la
sociedad, en comparación con los medios de comunicación (43%), los
45
COWE, R. (2001). “Firms need forcing to do the right thing”. The Observer. Sección Business and Media. Octubre 14, 2001.
NACIONES UNIDAS. (1948). Declaración Universal de los Derechos Humanos. Art. 9. Resolución de la Asamblea General
217 A (iii) del 10 de diciembre de 1948
47
ROBINSON, M. (2002). Beyond Good Intentions: Corporate Citizenship for a New Century” Royal Society of ARts World
Leaders Lectura. 7 de Mayo 2002. Gran Bretaña.
46
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 74 -
sindicatos (50%), los gobiernos (52%), Naciones Unidas (65%) o las ONG
(68%)48.
Asimismo, enfatizaba que los ciudadanos de países ricos eran
particularmente críticos con las altas expectativas de gestión social de la
empresa, especialmente en relación a la seguridad y a la protección
medioambiental (ver Figura 11).
Figura 11. Expectativas de la sociedad vs gestión de la RSE
Fuente: Globescan 2005.
Otra encuesta realizada por la organización Business for Social
Responsibility y el Ministerio Holandés de Asuntos Exteriores49 analizó la
percepción de tres agentes principales (ONGs, PYMES y empresas
multinacionales) sobre seis áreas concretas de la RSE: ventaja competitiva,
el papel del gobierno, la integración de la RSE, la transparencia y el
escrutinio, el impacto del mercado y el futuro de la RSE.
Una de las principales conclusiones de la encuesta fue que el nivel de
integración de la RSE en las actividades tradicionales de la empresa es
significativamente baja. Ante la pregunta de si se pensaba que las empresas
habían hecho un buen trabajo en integrar la RSE en sus líneas de actividad
48
GLOBESCAN. (2005). 2005 Corporate Social Responsibility Monitor: Global public opinion on the changing role
of companies. (www.globescan.com)
49
BUSINESS FOR SOCIAL RESPONSIBILITY. (2005). Taking the Temperature of CSR Leaders: A survey of global
CSR leaders by Business for Social Responsibility. Con la colaboración del Ministerio de Asuntos Exteriores Holandés.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 75 -
tradicional, el 85% de las multinacionales, el 90% de las Pymes y el 95% de
las ONG declararon que no (ver Figura 12).
Figura 12. Porcentaje que afirma que la RSE no está integrada en la
empresa
Fuente: Business for Social Responsibility (BSR)
La encuesta también remarcó que no existe la suficiente confianza en que el
mercado sea capaz de generar los incentivos necesarios para motivar a las
empresas a integrar la RSE de manera más completa, y se reflejó que la
transparencia en políticas RSE y la integración de los agentes de interés en
el proceso de toma de decisión eran áreas que han dado resultados
insuficientes y deberían ser tomadas más en serio.
Por otro lado, a pesar de los resultados negativos en cuanto al alcance y la
profundidad de la RSE en la empresa, se evidenció un acuerdo unánime en
que el concepto de RSE ya ha pasado su fase embriónica, es un eje esencial
de la empresa, y dentro de cinco años será todavía más importante.
3.2. PRINCIPALES CARENCIAS
Cuando se analiza la situación actual en relación a la RSE, surge una
discordia clara entre las intenciones de las empresas y las percepciones de la
opinión pública. Por un lado, las empresas están incrementando sus
presupuestos sociales, valorando su importancia en el mercado, realizando
informes sociales, creando divisiones para gestionar estos temas y abriendo
sus foros de toma de decisiones a otros agentes de interés. Por el otro,
parece ser que la opinión pública es cada vez más crítica con la empresa,
acoge sus comunicados con mayor escepticismo y tiene menor esperanza en
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 76 -
que se convierta en un agente de cambio que aporte soluciones a problemas
globales. Todo apunta a un problema de base, que afecta al propio concepto
de la RSE y a cómo es gestionada por la propia empresa.
Acostumbrada a evaluar sus políticas estratégicas e inversiones en función
de rentabilidad y beneficios generados, la empresa debería cuestionarse si
ha amortizado su inversión en crear “imagen RSE” y si está obteniendo sus
beneficios deseados. Cuando el responsable empresarial de RSE va al
Consejo de Dirección, debería ser capaz de demostrar a través de
indicadores cuantitativos los beneficios obtenidos, presentar la estrategia de
planificación, y proyectar los beneficios esperados de su departamento.
Aunque nos encontraríamos con un problema estructural: por lo general, el
responsable RSE no acude al Consejo de Dirección porque suele ir su jefe, el
director de marketing o comunicación. En el caso de que fuera, no sabría
cuales son sus beneficios porque desconoce qué tiene que medir o
cuantificar. Si al margen de explicar el estado de la publicación de su
informe social anual, le dejaran presentar la estrategia de planificación,
generaría varios rechazos y enemistades, ya que no contribuye directamente
a la cuenta tradicional de resultados. Y no podría proyectar los beneficios
esperados por que por un lado, son intangibles, y por el otro, son tan a largo
plazo que están fuera del radar estratégico de la empresa. Bienvenido al
mundo empresarial de la RSE.
Debido a esta situación, no debería extrañar que la RSE no convenza a la
opinión pública, pero incluso se cuestiona si llega realmente a convencer
dentro de la propia empresa. Existe un conflicto evidente entre la voluntad
de la empresa en crear un diálogo abierto con los agentes de interés
incorporándolos como parte intrínseca de su gestión y crear políticas
sostenibles de RSE, y la implementación de la RSE para promover la “marca
social” maquillando la gestión para satisfacer a un mercado cada vez más
culto y sensibilizado.
Esta realidad se ve reflejada a través de diversas carencias que impiden que
la RSE pase de ser una herramienta de comunicación orientada a mejorar la
imagen social de la empresa, tal y como se ejerce mayoritariamente ahora,
a convertirse en un instrumento que cambie la cultura empresarial
integrando a los agentes de interés en su toma de decisiones y
convirtiéndose en una política de gestión válida a la hora de adecuar a la
empresa a su entorno y sus necesidades.
Entre ellas, destaca el conflicto de intereses entre generar valor y aumentar
la cuenta de resultados, el conflicto entre la visión a corto plazo y el
desarrollo sostenible, la necesidad de cuantificar los intangibles (en especial
los asociados a aspectos sociales y medioambientales), el papel que tiene
actualmente el departamento de RSE dentro de la propia empresa y la
estructura de propiedad de la empresa y la forma en que se toman las
decisiones (ver Figura 13).
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 77 -
Figura 13. Carencias actuales de la RSE
i) Conflicto entre generar valor vs. cuenta de resultados
La empresa siempre ha sido la fuerza motriz del progreso, creando nuevos
productos, aumentando la productividad, fomentando la calidad, mejorando
los bienes y servicios, y potenciando el desarrollo de tecnología. Su actividad
ayuda a crear mejor acceso a los bienes de la sociedad a un precio
razonable. El proceso empresarial está regido por la competitividad, y
genera la necesidad de obtener beneficios a aquellos que arriesgan sus
ahorros en inversión50. Pero asumir que el objetivo y finalidad de la empresa
sea generar beneficios y aumentar la cuenta de resultados sería confundir el
medio con la causa.
Tal y como comenta Dave Pakard51, fundador de Hewlett-Packard:
“muchas personas asumen que la empresa existe solo para generar
dinero. Mientras que es un resultado imprescindible para la existencia
de la empresa, deberíamos profundizar y describir las verdaderas
razones de nuestra existencia. Un grupo de personas se juntan y
existen como una institución que llamamos empresa, y son capaces de
conseguir algo trabajando colectivamente, que no podrían conseguir
individualmente – realizan una contribución a la sociedad, una frase
que suena banal pero que es fundamental”.
La RSE actual se limita a asegurar que su producción se realiza respetando
los códigos morales y éticos a nivel laboral, respetando los Derechos
Humanos, el medioambiente y luchando contra la corrupción. Estos son
aspectos imprescindibles de una gestión socialmente responsable, y tarde o
temprano serán regulados por la ley. Pero una empresa interesada en
50
51
HANDY. H; HANDY, E. (2004). The new Alchemists. Hutchinson.
PACKARD. P. (2005). HP Way: How Bill Hewlett and I Built Our Company. Harper Collins.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 78 -
promover la RSE como eje transversal de su política debería cuestionarse el
valor generado a los agentes de interés y su aportación a la triple cuenta de
resultados52, así como el valor añadido que aporta a la sociedad. Mientras
las líneas estratégicas de la empresa no identifiquen objetivos en las áreas
sociales y medioambientales, paralelamente a la cuenta de resultados
tradicional, será muy difícil valorar el impacto de la RSE y si realmente está
contribuyendo al progreso social.
Para ello, es necesario reconceptualizar la manera en que se cuantifican los
intangibles de la empresa, internalizar las externalidades e identificar los
beneficios sociales y ambientales53. Pero, ¿está la empresa preparada a
asignar el mismo valor, o al menos a valorar, a beneficios no financieros?
Las iniciativas desarrolladas hasta ahora no han generado resultados
positivos y, por lo tanto, existen varias carencias y cierta confusión en la
definición del valor que se desea generar.
ii) Conflicto entre visión a corto plazo y sostenibilidad
El desarrollo sostenible es una meta inalcanzable con estrategias a corto
plazo. El hecho de que uno de sus componentes básicos integre los intereses
de futuras generaciones, obliga a considerar el consumo de recursos y la
utilización de activos a medio y largo plazo.
Asimismo, los beneficios sociales esperados de una buena política social, en
especial en relación a la confianza y aceptación de la comunidad en que se
trabaja, no puede lograrse con planes anuales. La confianza y el respeto
mutuo, condiciones básicas para crear un marco de trabajo productivo y
sólido entre los agentes de interés y la empresa, son bienes intangibles que
deberán trabajarse a lo largo de los años, y las inversiones en estas áreas
exigen amortizarse a través de proyecciones de futuro.
En este sentido, existe un gran vacío debido a la no complementariedad
entre las estrategias anuales de la empresa y sus previsiones de inversión a
corto plazo, y las necesidades de compromisos con el desarrollo sostenible a
largo plazo. Generar una relación estable y de mutua confianza con los
trabajadores de la empresa, con la comunidad local y con asociaciones
relacionadas, a la vez que asegurar la sostenibilidad del medioambiente, no
sólo requerirá un compromiso constante en el tiempo por parte de la
empresa, sino que exige que todas las partes puedan proyectar un futuro
común y compartido.
iii) Necesidad de cuantificar los intangibles
Por lo general, la empresa no tiene una idea clara de qué resultados desea
obtener a través de su política de RSE. Se intuye el deseo de ser mejor
aceptada en la comunidad en que trabaja, tener mayor aceptación en el
mercado de consumidores y ser respetada por los agentes de interés. Pero
52
ELKINGTON, J. (1997). Cannibals with Forks: The Tripple Bottom Line of the 21st Century Business. Oxford. Capstone.
DOANE, D. (2004). Beyond corporate social responsibility: minnows, mammoths and markets. London. The New Economics
Foundation.
53
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 79 -
muchas empresas diseñan políticas RSE sin tener un conocimiento profundo
del impacto que desean generar.
Es difícil cuantificar los resultados de una política si no se sabe lo que se
desea. Debido a ello, la empresa suele cuantificar la información incorrecta
sobre aspectos relacionados con su actividad que no informan sobre cómo es
percibida a través de sus agentes de interés, y por lo tanto, no puede
valorar si sus políticas están dando resultados positivos o no (CAD, 2005)54.
La falta de concreción sobre qué se debería cuantificar, qué partidas
deberían incluirse, cómo se debería informar y a quién debería incluir es una
de las grandes carencias de la RSE. Actualmente, no existen herramientas
que evalúen todo el impacto socioeconómico o medioambiental de la
empresa en el entorno en el que opera.
iv) La marginación de la división RSE en la empresa
La gran mayoría de departamentos de RSE siguen dependiendo del área de
marketing y su presupuesto suele surgir de las cuentas de comunicación.
Esto demuestra que la RSE, en gran medida, se sigue considerando como
una herramienta de comunicación; útil porque permite enseñar el lado más
humano de la empresa y acceder al mercado más sensibilizado, pero con
cierto deseo a nivel de dirección que no altere las líneas de negocio
tradicional ni el funcionamiento usual de la empresa. El perfil del equipo
humano del departamento RSE suele ser el de técnicos convencidos del
potencial de su empresa en generar valor social, buenos oradores y
comunicadores sociales, con grandes dotes de relaciones públicas, pero con
poca incidencia en las líneas tradicionales del negocio, y en cierta medida,
ignorados por su Consejo de Dirección.
La voluntad del departamento RSE no suele tener incidencia en la estrategia
general de la empresa, y por lo general, la siguen considerando como una
asignación presupuestaria específica para mejorar la imagen corporativa, no
para cambiar la cultura empresarial.
v) Los verdaderos propietarios de la empresa
La revolución industrial se generó en un marco de alianzas público-privadas,
donde los gerentes de las empresas eran propietarios de las mismas y
trabajaban en estrecha colaboración con el sector público. A medida que las
empresas crecieron, también lo hizo la necesidad de capital, y surgió la idea
de que actores privados invirtieran en la empresa pasando a poseer un
porcentaje de su propiedad. A finales del Siglo XIX, esta práctica domina
claramente el escenario industrial con un nuevo actor poseyendo la
propiedad de las empresas: los accionistas55.
COLLABORATIVE FOR DEVELOPMENT ACTION, Inc. (2005). Defining and Measuring Successful relations with
communities: Developing indicators of impact. Cambridge, MA.
55 WHITE, A. (2005). Fade, Integrate or Transform?: The Future of CSR. Boston. Tellus Institute
54
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 80 -
Pero esta relación de propiedad, tan comúnmente aceptada hoy en día,
generó mucho escepticismo a la hora de aprobarse. El mismo Adam Smith
criticó las empresas de accionistas por como amenazaban la protección de
intereses sociales, fomentando el monopolio y situaciones privilegiadas.
Este conflicto incluso enfrentó a líderes empresariales, como Henry Ford y
Owen D. Young, presidente de General Electric, con el Tribunal Superior de
Estados Unidos. En 1920, dos accionistas de Ford denunciaron a la empresa
ya que suspendieron los dividendos por priorizar la inversión en una nueva
planta de producción. Al preguntarle a Henry Ford en el juzgado cual era el
objetivo de su empresa, contestó:
“hacer el mayor bien posible, en todos sitios, beneficiando a todo el
mundo… y de manera indirecta, generar dinero.”
Ford perdió el juicio y se vio obligado a suspender sus planes de expansión
para repartir dividendos a sus accionistas.
Owen D. Young también perdió un juicio en un caso parecido dos años
después, y en el juzgado se preguntó retóricamente “¿a quién debo mis
obligaciones como empresa?” respondiéndose “la empresa debe un
dividendo significativo a los accionistas, pero al mismo tiempo, sirve los
intereses de los trabajadores, los clientes y el público en general56”.
La problemática se ha acentuado a partir de los años ochenta debido a la
participación cada vez mayor de los gerentes en las acciones de la empresa
a través de las “stock options.” Si en 1980, la media del salario en “stock
options” de Directores Generales era de un 2%, actualmente es un 60%.
Las empresas tienen mas interés en priorizar el alza de sus acciones a corto
plazo que en crear una producción sostenible y coherente con los agentes de
interés involucrados. Tal como señaló Paul Kennedy, las empresas hipotecan
su futuro por una valorización de acciones en el presente57.
La falta de confianza que genera esta situación es evidente. Encuestas
recientes reflejaban cómo el 90% del pueblo americano no confía en los
Directores Generales de empresa a la hora de defender los intereses de sus
trabajadores, y el 43% cree que su único interés es beneficiarse
personalmente58. En Gran Bretaña esta cifra llega al 95%. En este
planteamiento, es común que los trabajadores se conciban como una
propiedad de la empresa, y el resto de agentes de interés como sujetos
pasivos que han de contribuir a ese enriquecimiento cortoplacista. Como
cuestiona Ghoshal:
“si la creación de valor se consigue a través de la combinación entre
accionistas y trabajadores, ¿porqué la distribución del valor generado
sólo beneficia a los accionistas? ¿Por qué sigue predominando la teoría
tradicional de maximizar únicamente el beneficio a los accionistas?59”.
56
Ambos casos referenciados del artículo de Allen White (2005): Fade, Integrate or Transform?: The Future of CSR.
Referencia del artículo de C. Handy en Harvard Business Review on Corporate Responsibility (2005).
58
GALLUP SURVEY: Confidence on Institutions. (2004).
59
GHOSHAL, S. (2004). “Bad Management theories are destroying good management practices,” Academy of Management
Learning & Education, 2005, Vol. 4, No. 1, 75-91.
57
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Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 81 -
Otra gran carencia de la RSE es la monopolización de la propiedad de la
empresa por parte de los accionistas, jerarquizando el proceso de toma de
decisiones sin considerar a los principales participantes en el desarrollo del
capital intelectual de la empresa, los trabajadores, o a los agentes de interés
que interactúan con ella.
3.3. VOLVIENDO A LOS ORÍGENES
Como se puede apreciar, todas estas carencias ponen en evidencia la amplia
discordia existente entre las expectativas que genera la RSE y los resultados
obtenidos. Para poder solventar estas carencias y promover políticas de RSE
que sintonicen con las expectativas de la opinión pública y las necesidades
de la empresa, es necesario volver a su origen e intentar desglosar las
implicaciones que tiene definiendo sus contenidos esenciales.
Tanto el libro verde de la Comisión Europea como el Foro de Expertos de
RSE enfatizan el papel esencial de incorporar agentes de interés en el
proceso de toma de decisiones, promoviendo,
“un modo de gobernabilidad abierto que reconcilia intereses de
diversos agentes en un enfoque global de calidad y viabilidad60” (Libro
Verde),
e identificando,
“fielmente a los diferentes grupos de interés y sus necesidades61”
(Foro d expertos).
El World Business Council for Sustainable Development (WBCSD) también
hace hincapié en que la RSE es,
“el compromiso de la empresa en contribuir al desarrollo económico
sostenible, trabajando con trabajadores, sus familias, la comunidad
local y la sociedad en general para mejorar la calidad de sus vidas62.
Esto nos obliga a replantear una serie de preguntas sobre lo que se pretende
con la RSE, en función de qué es lo que se quiere promover, a quién se
quiere impactar y cómo se va a realizar (ver figura 14).
Es necesario, empezar definiendo las variables RSE e identificando a los
agentes de interés para valorar si las herramientas disponibles son
suficientes para permitir su gestión como es debido.
60
COMISIÓN EUROPEA. (2001). Libro Verde: Fomentar un marco europeo para la responsabilidad social de las empresas.
Bruselas, 18.7.2001. COM(2001).
61
MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES. (2005). I, II y III Sesión de trabajo del foro de expertos en RSE:
Definición y ámbito de la RSE.
62
“Corporate Social Responsibility: What's in a Name?”, World Business Council for Sustainable Development (WBCSD), 2004
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 82 -
Figura 14. Cuestiones esenciales de la RSE
3.3.1. LAS VARIABLES DE LA RSE
El punto de partida para evaluar el impacto social de las empresas es
señalar cuáles serán las variables que forman parte de la RSE, y qué es lo
que se pretende impactar a través de las políticas diseñadas en dichos
ámbitos.
A pesar de que puede incorporar múltiples variables, y por lo general, éstas
dependerán de intereses particulares como la región en que se opera o la
estructura y características del sector al que pertenece la empresa, algunas
de las principales que siempre suelen incluirse son las siguientes: respetar y
promover los derechos humanos; promover la gobernanza; asumir códigos
éticos de buena conducta; promover el desarrollo económico local; promover
principios de igualdad a través de la participación y el diálogo; aplicar
normas de seguridad e higiene; y/o asegurar la sostenibilidad
medioambiental (ver Figura 15).
Figura 15. Variables esenciales de la RSE
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 83 -
i) Respetar y promover los derechos humanos
Las empresas cada vez se centran más en el impacto que tienen en los
individuos, en la comunidad y en el medioambiente. Una de las variables
clave que se ha de considerar a la hora de cuantificar la responsabilidad
social es el impacto que tiene al asumir y promover el respeto de los
Derechos Humanos. La mayoría de empresas ha reconocido que integrar
este concepto es un imperativo moral e incluso algunas empiezan a
proponer sea una herramienta esencial para mejorar la gestión y la
eficiencia de la empresa63.
ii) Promover la gobernanza
La gobernanza es la forma en que se ejecuta el poder por parte de las
instituciones, asegurando que tenga en consideración el bien común de la
ciudadanía y no sea perjudicial. Esto incluye el proceso por el cual aquellos
que ejercen el poder son elegidos, monitoreados y reemplazados; la
capacidad de una empresa de gestionar efectivamente sus recursos, y el
grado de respeto que tiene a los ciudadanos y a las instituciones públicas
que gobiernan.
A la hora de cuantificar la gobernanza, se debería tener en cuenta aspectos
como el fomento de la participación ciudadana, la manera en que la empresa
consolida su estabilidad en el país donde opera, el respeto y cumplimiento
de la regulación vigente, el control de prácticas de corrupción y la promoción
de la transparencia en las políticas y en la toma de decisiones.
Este último punto es una de las claves de la gobernanza y asegurar la
transparencia en la gestión, de forma que se convierta en una práctica
común el ofrecer información válida a un amplio grupo de agentes sobre
cómo se está operando, es esencial para asegurar las prácticas de buena
gestión.
iii) Asumir códigos éticos de buena conducta
Los códigos de conducta hacen referencia a la declaración de la política
empresarial a la hora de asumir valores y principios éticos en su gestión. Por
lo general, dependen de la credibilidad de la empresa o del sector que los
adopta. Son, básicamente, una declaración formal de los valores y principios
que la empresa se compromete a cumplir y a promover entre sus
contratistas, subcontratistas, proveedores y concesionarios. Es importante
evaluar la manera en que se adoptan los códigos, se monitorea su
cumplimiento y se comunica de manera transparente tanto interna como
externamente.
63
Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH)
http://www.unhchr.ch/business.htm#I1(07-05)
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 84 -
iv) Promover el desarrollo económico local
El concepto “economía” suele considerar la producción, distribución y
consumo de la riqueza en una sociedad. El impacto económico sugiere un
aumento o disminución del potencial productivo de una economía64.
Cuantificar el impacto de la empresa en la economía local del entorno donde
opera permite comprender y evaluar el valor añadido que genera en la
sociedad, y por ello es preciso diferenciar el impacto directo (generación de
empleo, sueldos, impuestos, etc.) del impacto indirecto (programas de
formación, fomento de proyectos locales, distribución de productos y
servicios, etc.).
v) Aplicar normas de seguridad e higiene
Se estima que, cada año, alrededor de dos millones de hombres y mujeres
pierden la vida en accidentes de trabajo y sufren 270 millones de accidentes
laborales. La empresa ha de ser proactiva a la hora de establecer normas de
seguridad e higiene internacional. Existen varios estándares que las regulan,
aunque en algunos países los estándares legales no suelen llegar a los
mínimos aceptables a nivel internacional.
En este ámbito, la empresa tiene la obligación de garantizar la seguridad del
trabajador y proporcionarle un ambiente laboral saludable. Hasta ahora, los
métodos de evaluación se han centrado en evaluar el cumplimiento en
materia legal, pero no lo suficiente en cuantificar los esfuerzos de incorporar
la formación como parte integral de sus programas educativos, como por
ejemplo, produciendo materiales sobre cuestiones de seguridad e higiene,
reuniendo y difundiendo información sobre legislación, convenios colectivos
y prácticas aplicadas en distintos países, o haciendo campaña en favor del
desarrollo de estándares ergonómicos destinados a evitar accidentes.
vi) Asegurar la sostenibilidad medioambiental
Cualquier decisión y acción que tome la empresa tiene un impacto sobre el
medio ambiente, ya sea como entrada en su proceso de producción, a través
del consumo de los recursos naturales en el proceso productivo (materias
primas, energía, etc.) o como salida, a través de emisiones atmosféricas,
vertidos de residuos, aguas residuales, etc.
Las medidas de protección del medio ambiente han evolucionado en el
transcurso de los últimos veinticinco años, pasando a tener una naturaleza
horizontal y aplicarse a todas las políticas comunitarias. Al mismo tiempo, la
experiencia demuestra que las empresas que desarrollan prácticas de
protección medioambiental son, a medio y largo plazo, más competitivas en
el mercado internacional, en la medida en que el respeto de las normas en
este ámbito estimula la innovación y la modernización de los procesos y los
productos, y fomenta el uso de tecnologías más limpias.
64
ACCOUNTABILITY, BUSINESS FOR SOCIAL RESPONSIBILITY. (2005) Business and Economic Development:
Financial Sector Report.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 85 -
Debido al efecto transfronterizo de muchos problemas medioambientales
relacionados con las empresas, la responsabilidad social de las implicaciones
ambientales es muy relevante ya que tiene un impacto directo sobre el
desarrollo económico y social de países en vías de desarrollo.
vii) Promover principios de igualdad a través de la participación y el
diálogo
Tal y como confirma la OIT65, el diálogo social desempeña un papel crucial a
la hora de promover la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres
para conseguir un trabajo productivo y decente, en condiciones de libertad,
seguridad y dignidad.
Es importante que la empresa promueva la participación y el diálogo en la
toma de decisiones entre representantes de gobiernos, empleadores y
trabajadores sobre cuestiones de interés común relacionadas con la política
económica y social.
A la hora de evaluar la capacidad de la empresa para promover esta
interlocución, se debe considerar el intercambio de información entre los
diferentes agentes involucrados, la capacidad de las partes para asumir un
compromiso respetando las oportunidades de las partes y la capacidad para
formular una negociación colectiva objetiva y tener en consideración las
prioridades de todos los agentes involucrados.
3.3.2. LOS AGENTES DE INTERÉS
Una vez identificadas las variables que se quiere impactar, el siguiente paso
crucial para desarrollar políticas de RSE sostenibles es la identificación de los
agentes de interés.
Existen varias clasificaciones de los mismos, muchas de ellas dependientes
también del ámbito sectorial y geográfico donde opera la empresa. Los
principales suelen ser los siguientes (ver Figura 16):
•
•
•
•
•
•
65
Empleados
Proveedores
Accionistas
Administración Pública
organizaciones del conocimiento
agentes sociales en general
•
•
•
•
•
Clientes
Distribuidores
Sindicatos
organizaciones del sector,
Comunidad local
http://www.ilo.org/public/spanish/dialogue/themes/sd.htm (07-05)
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 86 -
Figura 16. Agentes de interés relevantes para la empresa
Empleado o Trabajador: Persona física que voluntariamente presta
servicios retribuidos por cuenta ajena y dentro del ámbito de la organización
y dirección de otra persona, física o jurídica, denominada empleador o
empresario.
Clientes: Personas beneficiarias de los productos o servicios de la empresa.
Proveedores: Compañías e individuos que proporcionan los recursos
necesarios para que la empresa y sus competidores produzcan bienes y
servicios.
Distribuidores: Son aquellas empresas que han establecido una relación
comercial apoyando en logística de distribución de los productos y servicios
a los afiliados en sus requerimientos.
Accionistas: Propietarios permanentes o temporales de acciones de una
Sociedad Anónima. Esta situación los acredita como socios de la empresa y
los hace acreedores de derechos patrimoniales y corporativos.
Sindicatos: Asociación integrada por trabajadores en defensa y promoción
de los intereses sociales, económicos y profesionales relacionados con su
actividad laboral, con el centro de producción (fábrica, taller, empresa) y/o
con el empleador al que están relacionados contractualmente.
Administración Pública: Conjunto de órganos y personas que se encargan
de aplicar las leyes y velar por los intereses públicos.
Organizaciones del sector (competidores, asociaciones sectoriales,
Federaciones, Cámaras de Comercio): entidades que participan
activamente en el mismo sector en que se encuentra la empresa. Estas
entidades pueden variar y estar formadas por otras empresas competidoras
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 87 -
que tienen el mismo objetivo comercial, por asociaciones de empresas del
sector que actúan conjuntamente defendiendo sus intereses a federaciones o
por cámaras de comercio que actúan conjuntamente en ámbitos comunes.
Organizaciones del conocimiento (Universidades, Fundaciones de
investigación, Institutos, etc.): Entidades dedicadas a la investigación y
a desarrollar conocimientos en áreas que impliquen y repercutan sobre el
sector y la actividad de la empresa.
Comunidad Local: Conjunto de personas, asociaciones de vecinos, grupos
locales y miembros de la comunidad en general que se hallan en el ámbito
geográfico donde opera la empresa.
Agentes sociales: Entidades y asociaciones organizadas que representan
las diferentes sectores de la sociedad civil. Este grupo está formado por
organizaciones no gubernamentales, asociaciones de jóvenes, plataformas
de mujeres, organismos internacionales, asociaciones de consumidores, etc.
Debido al nuevo papel de la empresa en el entorno global, cada vez existe una
mayor demanda por parte de los agentes de interés de estar informados, ser
consultados y participar conjuntamente en la toma de decisiones corporativas.
Tal y cómo explica el informe “El compromiso con los stakeholders” realizado
por el PNUMA, Accountability y el Stakeholder Research Associates66 existen
tres generaciones que describen la relación empresarial con los agentes de
interés (ver Figura 17).
La primera generación responde a presiones externas, con un enfoque ad hoc
limitado a ciertos temas que generan conflicto con los agentes. En la segunda
generación se fomentan el entendimiento mutuo, se gestionan los riesgos y
resolvía los conflictos de la manera más efectiva posible. La tercera generación
promueve valorar las contribuciones de la participación de los agentes en el
aprendizaje y la innovación de productos y procesos, así como en el logro de la
sostenibilidad de las decisiones estratégicas dentro y fuera de las empresas.
En principio, estas relaciones de tercera generación son lo que permitiría
alinear el desempeño social, ambiental y económico con la estrategia principal
de la empresa. El informe enfatiza que los procesos de relación con los agentes
de interés pueden ayudar a las partes a obtener conocimientos, superar
desafíos y alcanzar metas que ninguna de ellas podría lograr de forma
independiente.
Es evidente que éste tipo de relaciones no sólo ayudaría a las empresas a
asegurarse el liderazgo en un contexto cada vez más complejo y cambiante,
sino que permitiría producir los cambios necesarios que se han de llevar a cabo
para garantizar una producción de bienes y servicios que respete los principios
del desarrollo sostenible y los valores asociados a la RSE.
66
PNUMA, ACCOUNTABILITY y STAKEHOLDER RESEARCH ASSOCIATES. (2006). “De las palabras a la acción: El
compromiso con los stakeholders: Manual para la práctica de las relaciones con los grupos de interés.” Manual adaptado al
Castellano por Telefónica y el Instituto Nóos. Madrid.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 88 -
Figura 17. Tres generaciones de relaciones empresariales con agentes
de interés
Fuente: PNUD, Accountability, SAR: El compromiso con los stakeholders
Todo este proceso evolutivo de las relaciones entre la empresa y los agentes
de interés surge debido a una serie de cambios y circunstancias que obligan a
la empresa a darse cuenta de la necesidad que tiene de trabajar a través de
alianzas con otros agentes para enfrentarse a retos comunes. El informe sobre
los compromisos con los agentes menciona algunos de ellos:
1. Nuevas obligaciones - nuevas obligaciones legales y voluntarias para
difundir información y relacionarse con los agentes de interés. Por ejemplo:
•
La Ley Sarbanes Oxley, las directrices de sentencias federales, el inventario
de Emisiones Tóxicas y la Ley de Reinversión Comunitaria, en Estados
Unidos; así como la Ley del Banco de Canadá en Norteamérica.
•
La Ley de Revisión Operativa y Financiera y la Ley de Pensiones en Gran
Bretaña, las nuevas regulaciones económicas en Francia, la Ley de Estados
Financieros en Dinamarca, la Ley Bilanzrechtsreformgesetz en Alemania, la
Ley de Cuentas Anuales en Suecia y la Ley de Protección Ambiental en
Holanda.
•
La Ley japonesa de promoción de actividades empresariales con conciencia
ambiental, la Ley de Reforma de Servicios Financieros australiana, y los
requerimientos voluntarios de los mercados bursátiles de, por ejemplo,
Sudáfrica y Brasil.
•
Mientras diversos Gobiernos en Europa han comenzado a desarrollar planes
nacionales de responsabilidad corporativa, en los que las relaciones con los
agentes de interés constituyen un ingrediente clave, las instituciones
financieras internacionales (como la Corporación Financiera Internacional y
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 89 -
el Banco Mundial) también requieren la participación de los agentes de
interés en los proyectos de mayor envergadura.
•
El reglamento (CE) nº178/2002 del Parlamento Europeo y del Consejo, de
28 de enero de 2002, por la que se establecen los principios y los requisitos
generales de la legislación alimentaria, se crea la Autoridad Europea de
Seguridad Alimentaria y se fijan procedimientos relativos a la seguridad
alimentaria.
•
La Directiva 2002/14/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 11 de
marzo de 2002, por la que se establece un marco general relativo a la
información y a la consulta de los trabajadores en la Comunidad Europea –
Declaración conjunta del Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión
relativa a la representación de los trabajadores.
2. Escrutinio - en la última década, más personas se han interesado en el
desarrollo de los negocios:
•
La cantidad de ONGs en el mundo ha aumentado de 3.600 a 44.000 en las
dos últimas décadas.
•
En Estados Unidos se invierte US$ 1 por cada US$ 8 en función de algún
criterio de contenido ético, social o ambiental.
•
Gracias a internet, una gran cantidad de información está disponible de
forma inmediata.
3. Nuevos mercados – las empresas tienen que entender a sus
consumidores, trabajadores y comunidades que se concentran cada vez más
en los mercados emergentes:
•
Dos de cada cinco personas viven en India o China
•
El 50% de la población mundial vive con menos de US$ por día.
•
En 2015, habrá 2.000 millones de habitantes más en el mundo, casi todos
nacidos en países en vías de desarrollo.
4. Expectativas de la sociedad – cada vez más la sociedad espera que las
empresas participen en las soluciones relacionadas con la equidad, la salud y
la seguridad. En la última década:
•
Ha disminuido la intervención del estado o “el estado del bienestar en
muchos países.
•
La inversión extranjera directa ha aumentado más de diez veces y es seis
veces más grande que la asistencia internacional.
•
Las alianzas e iniciativas entre múltiples agentes de interés se han
convertido en vehículos claves para la movilización empresarial en los del
desarrollo.
5. Nuevas tecnologías – las invenciones y aplicaciones tecnológicas plantean
cuestiones éticas complejas y dilemas en su aplicación. En muchos casos, las
empresas solas no tienen la respuesta y necesitan el diálogo con la sociedad y
los agentes de interés para comprender, de forma conjunta, los niveles
aceptables de riesgo. Por ejemplo:
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 90 -
•
Organismos modificados genéticamente (OMGs)
•
Nanotecnología
•
Energía nuclear
•
Tecnología de telefonía móvil
6. Situaciones críticas – A menudo, las empresas han cobrado conciencia de
la necesidad de contar con mejores sistemas para relacionarse con sus
agentes de interés tras un incidente trágico. Por ejemplo:
•
La tragedia de Bhopal, India, llevó a las empresas químicas a relacionarse
con sus agentes de interés para encarar el tema de los impactos
ambientales. Se desarrolló la Iniciativa de Cuidado Responsable.
•
Shell se dio cuenta de que debía acercarse a sus agentes de interés más
críticos después de enfrentarse a diversas campañas negativas por su
gestión de la crisis de Brent Spar y el tratamiento del pueblo Ogoni en
Nigeria.
•
Las investigaciones de la prensa sobre mano de obra infantil, trabajo
forzado y condiciones de trabajo inhumanas en la las cadenas de compras
de las industrias del chocolate, la indumentaria deportiva y la telefonía
móvil llevaron a las empresas a recurrir a ciertas ONGs para resolver estos
problemas.
•
A raíz de la alta incidencia de accidentes industriales en todo el mundo, el
PNUMA y el Consejo Internacional de Asociaciones Químicas desarrollaron
el “Programa de Concienciación y Preparación para Emergencias a Nivel
Local (APELL)”
•
Después del Prestige, la Comisión Europea ha adoptado una legislación para
acelerar la introducción de normas en materia de doble casco o de diseño
equivalente para petroleros de casco único.
•
Las campañas de ONGs como la de Ropa Limpia de Setem, realizada en
2001, en la que se denunciaba la situación de ilegalidad en la que operaban
algunos talleres de Tánger que trabajaban para grandes firmas españolas.
Desde entonces, la situación ha cambiado y la mayoría de las empresas han
creado códigos de conducta para sus proveedores y se concentran en
auditar externamente a sus proveedores.
Existen varios beneficios a la hora de integrar a los agentes de interés en la
toma de decisión de la empresa, como por ejemplo, crear una mayor facilidad
para obtener licencias de actividad, una comunicación interactiva que fomenta
la confianza, reducción de costes legales y consolidación de la reputación de la
empresa, fortalecimiento de la generación de valor, permitir la combinación de
recursos para resolver problemas concretos y/o alcanzar objetivos que las
organizaciones no pueden lograr individualmente. El informe de agentes de
interés del PNUMA, Accountability y SAR identifican algunos de estos beneficios
(ver Tabla 11).
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 91 -
Tabla 11. Los beneficios de las relaciones con los stakeholders
Las relaciones con stakeholders efectiva y estratégicamente alineadas sirven para:
Facilitar una mejor gestión de riesgo y reputación
Permitir que las empresas aprendan de sus stakeholders lo que genera mejoras de productos
y procesos
Desarrollar la confianza entre una empresa y sus stakeholders
Posibilitar la comprensión del contexto complejo de los negocios, incluso el desarrollo de
mercados y la identificación de nuevas oportunidades estratégicas
Informar, educar e influenciar a los stakeholders y al entorno empresarial para mejorar sus
procesos de toma de decisiones y las acciones que afectan a las compañías y a la sociedad
Conducir a un desarrollo social más equitativo y sostenible al brindar una oportunidad de
participar en los procesos de toma de decisiones a quienes tienen derechos a ser escuchados
Permitir la combinación de recursos (conocimiento, personas, dinero y tecnología) que
resuelva los problemas y alcance objetivos que las organizaciones no pueden lograr de forma
independiente.
Fuente: Manual para la práctica de las relaciones con los grupos de interés
Sin embargo, a pesar de los beneficios y el avance experimentado por algunas
empresas que están iniciándose en la tercera generación de relaciones con su
entorno, la integración de los agentes de interés no suele ser una práctica
común de la empresa, y aunque se menciona repetidamente como necesidad
crucial para promover la RSE, hasta los propios directores responsables de
estas áreas reconocen que su implicación con las contrapartes es todavía muy
insuficiente.
La encuesta realizada de KPMG67 demostraba que sólo el 6% de las
empresas cuantifican el grado de diálogo existente entre los agentes de
interés, solo un 8% responde a las peticiones o demandas de información
que reciben de ellos, y tan sólo el 7% identifica quienes son los agentes de
interés involucrados con las actividades de la empresa (ver Figura 18).
Por otro lado, el BSR y el Ministerio holandés afirma que el 74% de las
empresas reconoce que su gestión no satisface las demandas de los agentes
de interés, y el 70% que los esfuerzos que se realizan no son llevados a
cabo de manera transparente68.
Por lo general, las empresas interesadas en promover el diálogo con los
agentes de interés practican la comunicación unilateral, a través de la cual
informan a los agentes sobre cuáles son sus intenciones. En algunos casos,
aunque son breves, se genera una comunicación bilateral, en la que las
empresas piden la opinión de los agentes sobre los temas que repercuten en
su informe social. Pero la relación dista mucho de fomentar el diálogo que se
necesita para que las consideraciones y sensibilidades de los agentes de
interés tengan algún impacto en la toma de decisiones de la empresa y la
planificación estratégica de sus prioridades.
67
KPMG GLOBAL SUSTAINABILITY SERVICES. (2005). KPMG International Survey of Corporate Responsibility
Reporting 2005.
68
BUSINESS FOR SOCIAL RESPONSIBILITY (2005). “Taking the temperature of CSR Leasers – A survey of global CSR
leaders.”
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 92 -
Figura 18. Involucración de los agentes de interés por parte de las
Fortune 250
Aunque esta realidad es complementada con una gran confianza por parte
del sector empresarial de que la transparencia y la inclusión de los agentes
será un proceso crucial en el futuro de la RSE: el 73% de los altos ejecutivos
y el 77% del personal de la empresa trabajando en RSE están convencidos
que en los próximos cinco años se generará una apertura en esta área y se
fomentará el diálogo de manera más transparente y formal69.
Ernst Ligteringen, Director General del Global
consolidaba este planteamiento asegurando que:
Reporting
Initiative
“la involucración de los agentes de interés ha de ser el eje transversal
de las políticas de RSE, aunque a muchas instituciones la simple idea
les genera incomodidad y hace que se sientan amenazadas70”.
Algunas predicciones van incluso mas allá señalando que las relaciones entre
los agentes de interés y las empresas devendrán extremadamente
sofisticadas y se convertirán en una de las áreas de ventaja competitiva,
incluso involucrando el diseño de productos y la innovación de servicios a
través de solución de problemas conjuntos71.
3.4. HERRAMIENTAS LIMITADAS
Analizando el conjunto de agentes de interés implicados y las diferentes
variables que forman la RSE, es preciso recapacitar sobre las herramientas
disponibles y su capacidad de ofrecer un marco de gestión válido para poder
maximizar el impacto social. Se han realizado varios análisis comparativos
entre estas herramientas para evaluar su aportación a la gestión de la
empresa (ver Tabla 12).
69
BUSINESS FOR SOCIAL RESPONSIBILITY (2005). “Taking the temperature of CSR Leasers – A survey of global CSR
leaders.”
70
ACCOUNTABILITY FORUM: Entrevista: The Future of Corporate Responsibility Standards: In Conversation with Ernst
Ligteringen of the Global Reporting Initiative and Simon Zadek of AccountAbility
71
VAN CITY (2005). “The Future of Corporate Social Responsibility” Informe de Coro Strandberg. Vancouver
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 93 -
Todas las herramientas orientadas a la RSE tienen como objetivo gestionar o
informar sobre alguna o todas las áreas del desarrollo sostenible (aspectos
medioambientales, económicos o sociales). Su función principal es reducir
los “males” sociales, como pobreza, violación de los derechos humanos y
degradación medioambiental, y “mejorar” los bienes sociales, como
educación, biodiversidad o condiciones de habitabilidad. El éxito o fracaso de
la herramienta debería evaluarse en función de su capacidad de ayudar a la
empresa a conseguir su objetivo en estas áreas.
Tabla 12. Estudios comparativos sobre herramientas de la RSE
Principales estudios de análisis comparativos de instrumentos aplicados a la RSE
Análisis Comparativos de la UE - División de Empleo y Asuntos Sociales: Analiza los principales
instrumentos de RSE y compara la aplicación que tienen en las diferentes áreas.
Comparación de Instrumentos de RSE. Business for Social Responsibility (BSR): Comparación
de 7 instrumentos internacionales estratégicos
Base de Datos del OIT: ofrece una extensa base de datos de documentación sobre instrumentos
de la RSE agrupados por sector, país y tipo de iniciativa.
ODCE Inventario de Códigos de Conducta: corporativa evalúa más de 233 códigos voluntarios
de empresas
Iniciativas Privadas e Instrumentos Laborales - Una mirada global: El OIT revisó 215 códigos e
instrumentos relacionados con lsa condiciones del trabajo.
El SIGMA Instruments Overview, Sigma Project (2001): Ofrece un análisis comparativo de más
de 21 instrumentos.
U.S. Council for International Business Compendium of Corporate Responsibility Initiatives
(2001): Identifica y compara los 20 instrumentos internacionales más representativos.
Maquila Solidarity Network Codes Resources: Compara los códigos laborales de los principales
agentes de interes involucrados.
Las áreas de sostenibilidad están constituidas por diferentes dimensiones de
impacto. Existen varias maneras de clasificarlas y su cuantificación y gestión
dependerá del sector en el que la empresa trabaja y el ámbito geográfico en
el que se encuentra. Las herramientas existentes, por lo general, no suelen
abarcar las tres áreas de sostenibilidad de forma integrada, dificultando la
evaluación del impacto global que tiene la empresa a través de sus
actividades, o la relación entre unos impactos y otros, ya que
frecuentemente se pueden generar incompatibilidades entre ellas.
Cuando se analizan las dimensiones particulares de las áreas analizadas, las
carencias de las herramientas se acentúan, ya que la mayoría de las áreas
adoptan una visión más bien generalista de las dimensiones, y no suelen
profundizar en el impacto concreto de la empresa (ver Figura 19).
Se puede afirmar que existe una amplia gama de herramientas con
diferentes opciones, finalidades y propósitos, pero todavía se carece de un
sistema consolidado que permita evaluar todas las variables implicadas en la
RSE. El compendio de herramientas disponibles ofrece una serie de
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 94 -
indicadores, metodologías y sistemas de medición que pueden ser útiles a la
hora de conceptualizar un marco que permita a la empresa cuantificar su
impacto social, pero impide tener una visión global de la interacción entre la
empresa y su entorno.
Para conocer en profundidad el impacto global es imprescindible asociar los
agentes de interés definidos con las variables que se pretenderán potenciar.
A nivel de cuantificación, como se ha mencionado anteriormente, las guías
de informes sociales o sistemas de información como el AA1000 o el GRI,
son las que ofrecen un sistema más completo de indicadores para cuantificar
las diferentes variables. El GRI es el modelo cuantitativo mas capacitado
existente hasta ahora, ya que su objetivo es realizar informes sobre los
diferentes impactos de la empresa en las tres áreas de sostenibilidad
(sociedad, medioambiente y economía).
De la manera en que se ha generado su estructura, como herramienta
evolutiva en continuo proceso reformista, es de esperar que las próximas
guías profundicen en las implicaciones que tiene la empresa a la hora de
crear un impacto positivo en los agentes de interés. Pero desgraciadamente,
es una herramienta incapaz de ofrecer un marco de evolución coherente a la
empresa de forma que le permita evaluar su impacto sostenible.
Figura 19. Cobertura de las dimensiones de RSE a través de sus
herramientas.
Herramientas
Guías de Estándares y
certificación social
SA800
ISO 9000/14000
EMAS
EU Eco-Label
Guías de códigos de conducta o
principios éticos
Pacto Mundial
Códigos de Amnistía
Líneas directrices de la ODCE
Principios Sullivan
Guías de informes sociales o
sistemas de información
AA1000
GRI
Ratios e Índices para fondos de
inversión RSE
Dow Sustainability Index
FTSE GOOD
√
√√
√√√
Financieros
Desarrollo
económico
Aspectos
relacionados
con
consumidores
Derechos
Humanos
√√√
Relación Inversión en
con
la
Corrupción
empleados comunidad
√√√
√
√√√
√
√√
√
√
√√
√√√
√√√
√√√
√√
√
√
√
√√√
Calidad de
Residuos y
Energía y
Biodiversidad aire y polución
recursos
Agua
naturales
del ruido
√√
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√√√
√√√
√√√
√√√
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√√√
√√√
√
√
√
√
√
√
√
√
√
√
√
√
√√
No inclusión
Inclujsión moderada
Inclusión con cobertura
Inclusión con extensa cobertura
Fuente: Comisión Europea. Mapping Instruments for Corporate Social Responsibility.
Tal y como afirmaban Simon Zadek y Ernst Ligteringen, directores y
creadores de las iniciativas AA100 y GRI respectivamente,
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 95 -
“las herramientas utilizadas han demostrado ser inadecuadas, y a
pesar de tener una jerarquía de estándares de medición e información,
carecemos de una visión que nos permita ver como están conectadas y
la relación existente entre ellas72”.
La empresa está acostumbrada a gestionarse a través de balances
cuantitativos entre ingresos y gastos, costes y beneficios. La gestión de la
RSE y la manera en que la empresa responde a sus expectativas no debería
ser diferente.
Si analizamos los avances que ha habido en sistemas de cuantificación en el
área de medioambiente, por ejemplo, podemos valorar como se ha
producido una relación directa entre la inversión o coste en políticas
medioambientales con el beneficio generado de estas políticas (ya fuera
debido a reducción de costes de tasas de reciclaje, consumo de agua o
energético, o debido a mayor productividad o cuotas de mercado).
El principal problema es que las herramientas actuales de RSE todavía no se
han encaminado a identificar el beneficio potencial de sus políticas, sino
simplemente cuantifican o enumeran un comportamiento determinado y la
capacidad de respetar una serie de valores y principios acordados
previamente. El efecto intangible de beneficiar un cierto grupo de agentes
involucrados (comunidad local o global, clientes, organizaciones civiles, etc.)
no está considerado dentro de la contabilidad tradicional de la empresa, y
por lo tanto, a nivel práctico en cuanto a estrategia empresarial, no existe.
Es difícil incentivar a las empresas para que cuantifiquen su impacto social
cuando sus resultados anuales siguen midiendo únicamente los beneficios
directos económicos. El objetivo principal de las herramientas actuales de la
RSE es evaluar y gestionar el comportamiento empresarial a través del cual
se genera el beneficio económico, y están diseñadas para ayudar a la
empresa a gestionar de manera más organizada los temas sociales que
afectan a su producción y venta, por un lado, y a informar al público que no
se ha cometido ninguna irregularidad políticamente incorrecta (en el área de
derechos humanos, seguridad laboral, medioambiente, etc.) en la
generación de ese beneficio, por el otro.
Ninguna herramienta de la RSE hasta ahora ha pretendido cuantificar el
impacto directo de la empresa en su entorno, en forma de beneficio
adicional generado a los agentes involucrados en el proceso de su gestión.
Actualmente, una empresa que quiera evaluar el impacto íntegro que tiene
su actividad en la sociedad tiene las siguientes tres opciones:
Identificar las áreas que pretende evaluar y escoger los mejores
indicadores disponibles de cada herramienta. A través de esta iniciativa se
crearía un modelo particular en función de los sistemas actualmente
72
ACCOUNTABILITY FORUM: Entrevista: The Future of Corporate Responsibility Standards: In Conversation with Ernst
Ligteringen of the Global Reporting Initiative and Simon Zadek of AccountAbility
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 96 -
disponibles. Debido a las carencias cuantitativas actuales, esta iniciativa no
permitiría evaluar la totalidad del impacto.
Gestionar las actividades sociales de la empresa a través de diferentes
herramientas, en función de su particularidad. Actualmente, este es el
sistema más utilizado hoy en día. Las empresas certifican su gestión a
través de la SA8000, ISO 9000, 14000 o EMAS, realizan un informe de GRI
anual, aplican, en medida de lo posible, la contabilidad de AA1000, y se
adhieren a los principios del Pacto Mundial. Por lo general, este sistema es
muy costoso y solo se lo pueden permitir las empresas grandes que tienen
áreas especializadas para gestionar estos temas.
Definir los objetivos de impacto que se pretenden conseguir en función de
cada área y grupo de interés y poner en práctica iniciativas concretas para
poder conseguir dichos objetivos. Esta tercera vía requiere concentrar la
estrategia de evaluación en función de los resultados esperados, no tanto en
el proceso de la actividad, y ampliar el concepto de “beneficio” empresarial
para que integre también el valor añadido que puede generar la empresa a
la hora de promover la RSE debidamente en su entorno.
Las herramientas de RSE disponibles no acaban de satisfacer las
necesidades empresariales a la hora de gestionar e integrar estos requisitos
en su gestión interna. En palabras de Zadek,
“se requiere toda una nueva generación de cambios y herramientas
que se relacionen más con la gobernanza global y los problemas que
amenazan nuestro entorno, como la pobreza y la inseguridad
medioambiental, para poder establecer estándares operativos en la
gestión de la RSE actual73”.
73
Accountability Forum: Entrevista: The Future of Corporate Responsibility Standards: In Conversation with Ernst Ligteringen
of the Global Reporting Initiative and Simon Zadek of AccountAbility.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 97 -
CAPÍTULO 4: LA RESPONSABILIDAD DE LA EMPRESA
MODERNA
4.1. ¿QUÉ ES SER UNA EMPRESA RESPONSABLE EN EL S.XXI?
Parece evidente que el futuro de la RSE y su consolidación como práctica
empresarial dependerá en su capacidad de integrarla en las líneas de
negocio tradicionales, como parte esencial de la cultura de empresa. La
empresa privada es un organismo activo que se nutre de su entorno para
existir. Depende de trabajadores formados, consumidores para consumir,
comunidades abiertas que los aceptan, de un medioambiente sostenible del
cual se nutren, y de una coexistencia pacífica.
Muchas empresas han entendido que tienen una responsabilidad moral a la
hora de responder a los problemas globales que enfrentan a la humanidad,
pero muy pocas son conscientes de que su supervivencia dependerá de su
capacidad de resolverlos74.
La empresa no puede aislarse de los retos que afectan a la humanidad, ya
que es parte intrínseca de ellos, y su futuro dependerá de cómo se
resuelvan. De la misma manera, pocos negarán que el futuro global de la
humanidad esta inextricablemente ligado al futuro del mundo empresarial.
Para que la empresa pueda responder a retos globales, deberá superar su
actitud filantrópica o de acción social actual e integrar las implicaciones de la
RSE en sus líneas de negocio: en la estrategia, gestión y gobernanza de su
actividad empresarial. Es necesario resolver como maximizar el potencial
que tienen las empresas a la hora de generar bienes y servicios de interés
público, sin condicionar los activos esenciales del empresariado: creatividad,
innovación y competitividad.
Para ello, es preciso retornar al principio conceptual de las implicaciones de
la RSE y cuestionarse los elementos básicos que forman el comportamiento
de una empresa responsable. El Departamento de Comercio e Industria de
Gran Bretaña las resumía en tres75:
•
Una empresa responsable reconoce que sus actividades tienen un
impacto en la sociedad en la que opera mayor del que controla;
•
respondiendo a esta realidad, se responsabiliza de la gestión de sus
impactos sociales, económicos, medioambientales y de Derechos
Humanos alrededor del mundo,
•
y a raíz de ello, establece alianzas con agentes de interés para maximizar
el beneficio y reducir las consecuencias negativas en estas áreas.
La empresa se esta enfrentando a una creciente presión de la sociedad para
que se involucre en garantizar que los beneficios de la globalización sean
74
KAKU, R. (2004). Harvard Business Review on Corporate Responsibility (Harvard Business Review Paperback Series) C. K.
Prahalad Michael E. Porter.
75
Información obtenida del Informe “Mutuality and Social Responsability” preparado para The Building Societies Association,
por The Smart Company (2002). Gran Bretaña.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 98 -
distribuidos equitativamente. Esta demanda social va a ser cada vez más
difícil de ignorar. Su responsabilidad ha de empezar por ser consciente del
entorno en el que opera y actuar proactivamente para mejorar sus impactos
de manera que se convierta en un agente de cambio positivo para el orden
mundial.
4.2. EL MUNDO EN QUE VIVIMOS
El Décimo Foro Internacional de Empresa, organizado en septiembre 2005
por el Banco Mundial e Inwent en torno a la Cumbre del Milenio de Naciones
Unidas en Nueva York, analizaba el papel del sector privado en fomentar el
logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM)76. Stuart Hart,
profesor en la escuela de gestión de Cornell Jonson y, junto a C.K.
Prahaland, autor del libro “La fortuna en la base de la pirámide77”
inauguraba el Foro expresando cómo la humanidad se enfrenta actualmente
al mayor reto de la historia.
Sin caer en la tentación de comparar la gravedad de los retos históricos a los
que se ha enfrentado la humanidad, efectivamente, la situación
socioeconómica y ambiental actual suponen unos retos de una magnitud
enorme para nuestra generación actual. De manera sintética, se pueden
agrupar en los siguientes cuatro grupos (ver Figura 20).
Figura 20. Principales retos de la humanidad.
76
INTERNACIONAL BUSINESS FORUM: Business and MDGs: An active role for Globally Responsible Companies.
Septiembre 2005. (www.businessandmdgs.com)
77
HART, S; PRAHALAND, C.K. (2002). The Fortune at the Bottom of the Pyramid. Strategic Business. Issue 26.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 99 -
i) Presión demográfica
En los últimos cincuenta años, la humanidad ha experimentado un
crecimiento sin precedente histórico. Desde 1950, se ha triplicado la
población en la tierra pasando de 2 mil a 6 mil millones de personas.
Mirando la proyección histórica desde 1950, la población tardó 250 años en
triplicarse, teniéndose que remontar al año 1700 para experimentar este
aumento. Las proyecciones futuras estiman que en el 2050 la población
alcanzará entre 8 y 9 mil millones de habitantes. Por lo tanto, la población
se habrá multiplicado por cuatro en tan solo cien años78.
Figura 21. Crecimiento demográfico desde 1950
Esta presión demográfica tiene un efecto devastador en la sostenibilidad del
planeta, no solamente debido al alto consumo de recursos y el impacto que
eso conllevará al calentamiento mundial, la deforestación, la creciente
escasez de agua y la disminución de tierras de cultivo, pero también por la
presión migratoria desde zonas rurales a urbanas (en 2007, se estima que la
mitad de la población mundial será urbana) y desde países del sur a países
del norte (el 85% de los recién nacidos nace en países en vías de
desarrollo).
Por otro lado, la provisión de servicios sociales y garantía de servicios
básicos debido a este crecimiento demográfico será una problemática de una
magnitud preocupante, tanto en las zonas urbanas densificadas como en
comunidades rurales carentes de servicios.
78
FONDO DE POBLACIÓN DE NACIONES UNIDAS (2004). El Estado de la Población Mundial 2004: El consenso de Cairo
diez años después - Población, salud reproductiva y acciones mundiales para acabar con la pobreza.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 100 -
ii) Consumo de recursos
El consumo es una de las herramientas principales del desarrollo humano, y
genera oportunidades para acceder a una calidad de vida basada en una
salud estable, con niveles de nutrición adecuados, empleo, capacidad de
transporte y educación. La pobreza está caracterizara por falta de acceso al
consumo, implicando falta de acceso a las oportunidades que puede ofrecer
la vida. A pesar de sus beneficios a la calidad de vida, el consumo
desmesurado, sobretodo cuando no se considera la capacidad regenerativa
de los recursos naturales, puede generar desequilibrios medioambientales
que amenazan la sostenibilidad del ecosistema.
Durante estas últimas décadas, se ha experimentado un crecimiento en el
consumo per cápita que ha aumentado a un ritmo superior al de la
población. Por ejemplo, tan solo desde 1980, el consumo energético se ha
triplicado siendo la mayor parte de su origen recursos no renovables.
La concentración de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto
invernadero en la atmósfera -como el metano (CH4), el óxido nitroso (N2O),
los halocarbonos o los halones- provocan el llamado “calentamiento de la
tierra.” Durante el siglo XX, el calentamiento global ha aumentado
aproximadamente 0,6 ºC, siendo la década de los noventa la más calurosa
del siglo, y los últimos nueve años los más calientes de la historia desde que
se mantienen registros oficiales, en 1850. El Grupo Intergubernamental de
Expertos sobre Cambios Climáticos (IPCC) afirmó que “la mayor parte del
calentamiento observado durante los últimos 50 años es atribuible a las
actividades humanas”. El consenso de este grupo formado por más de 2.500
científicos reconocidos estima que en los próximos 100 años la temperatura
puede aumentar entre 1,5ºC y 4.5ºC. Este calentamiento tiene efectos
devastadores provocando tormentas cada vez más violentas, huracanes
cada vez más intensos, sequías, fusión de los glaciares y las capas de hielos,
inundaciones y aumento del nivel de los océanos con la consecuente
desaparición de islas y zonas costeras
A su vez, alrededor de la mitad de los ríos del mundo están seriamente
degradados y contaminados. El 60% de los 227 mayores ríos del mundo han
sido fragmentados intensa o moderadamente mediante presas y otras obras
de ingeniería. Los beneficios han incluido un aumento en la producción de
alimentos e hidroelectricidad, pero tierras pantanosas y otros ecosistemas
han sufrido daños irreversibles y, desde la década de los 50, entre 40 y 80
millones de personas han sido desplazadas79. Un total de 80 países, que
suponen el 40% de la población mundial, sufrían graves restricciones de
agua a mediados de la década de los 90 y alrededor de 1.100 millones de
personas siguen sin tener acceso a agua potable segura, y 2.400 millones a
una sanidad mejorada.
Mientras tanto, las estimaciones del PNUMA predicen que para 2032, más de
la mitad de la población mundial podría vivir en áreas con un gran estrés por
falta de agua si las fuerzas del mercado son las que dirigen el escenario
político, económico y social del planeta, siendo la conflictiva región de la
79
PROGRAMA DE NACIONES UNIDAS PARA EL MEDIOAMBIENTE. (2005). UNEP 2005 Anual Report. Nairobi. Kenia.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 101 -
Península Arábiga la más afectada, dónde el 90% de la población viviría en
áreas con "graves condiciones de estrés por falta de agua80".
Las zonas de regadío también han aumentado pasando a ser de menos de
125 millones de hectáreas en 1972 a más de 175 millones. El riego excesivo
y mal gestionado puede degradar el suelo debido a factores como la
salinización (la acumulación de sales). Unos 2.000 millones de hectáreas de
suelo, equivalentes al 15% de la capa de tierra del planeta, están hoy
clasificadas como degradadas a causa de la actividad humana. Las
implicaciones económicas de esta degradación tienen consecuencias
drásticas en la economía del país. Tal y como indica el Informe del PNUMA
2003, India, por ejemplo, está perdiendo anualmente más de 10.000
millones de dólares EE.UU., o el 4,5% de su producto interior bruto (PIB), a
causa de la degradación de la tierra, que equivale a unos 2.400 millones de
dólares EE.UU.
iii) Seguridad y terrorismo
El siglo XX está considerado como el más sangriento de la historia de la
humanidad, marcado primero por guerras entre países (I y II Guerras
Mundiales), luego por la Guerra Fría enfrentando a las dos superpotenicas, y
después por las guerras regionales de la década de los noventa, libradas
predominantemente en los países pobres con estados débiles o fracasados,
con preferencia por armas pequeñas. A pesar de que hoy existen menos
conflictos que en 1990, la cantidad de conflictos en los países pobres ha
aumentado, así como las víctimas de la población civil. Después de los
fatídicos atentados en Nueva York el 11-S, la inestabilidad del terrorismo
internacional que se libraba desde hace una década en otros frentes, afectó
dramáticamente la situación de seguridad y la realidad económica y social
occidental. El atentado a las torres gemelas de Nueva York fue seguido de
una oleada de atentados internacionales en Túnez, Daguestán, Karachi,
Yemen, Bali y Filipinas (2002); Arabia Saudita, Casablanca e Istanbul
(2003); Moscú, Madrid, Yakarta (2004) o Londres (2005), entre otros.
También se declararon guerras en Afganistán e Irak y se acentuó la violencia
en Israel.
Sin lugar a dudas, la guerra de Irak ha creado un efecto multiplicador del
terrorismo internacional acentuando sus efectos. Según el polémico informe
del Gobierno de Estados Unidos sobre tendencias del terrorismo81, en 2002
se cometieron 198 atentados terroristas matando a 725 personas, en 2003
208 atentados que mataron a 625 personas, y se estima que en 2005 se
cometieron 651 atentados matando a 1.907 personas (el informe anual de
terrorismo se dejó de publicar en 2004 por la polémica que generaba).
Pero tal y como define el Informe de Desarrollo Humano 2005, el problema
con el actual plan de batalla es que tenemos una estrategia militar
excesivamente desarrollada y una estrategia subdesarrollada para la
80
PROGRAMA DE NACIONES UNIDAS PARA EL MEDIOAMBIENTE. (2003). UNEP 2003 Anual Report. Nairobi. Kenia.
US STATE DEPARTMENT. (2005). Patterns of Global Terrorism. A State Department Annual Report to Congress on
Fighting Against Poverty.
81
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 102 -
seguridad humana82. La naturaleza del conflicto ha cambiado. Edward R.
Stettinius, Secretario de Estado de Estados Unidos de América comentaba
que “la batalla por la paz debe ser librada en dos frentes. El primer frente es
el de la seguridad, en el cual vencer significa conquistar la libertad para vivir
sin temor, y el segundo es el frente económico y social, en el cual la victoria
significa conquistar la libertad para vivir sin miseria. Sólo la victoria en
ambos frentes puede asegurarle al mundo una paz duradera83”. Fue
precisamente a raíz de este planteamiento que Estados Unidos adoptó un
papel central en la fundación de Naciones Unidas.
Debido a ello, la amenaza del terrorismo no puede estar aislada de la
problemática de seguridad humana. Según las estadísticas, desde 1988 el
terrorismo ha sido responsable de aproximadamente 20.000 muertes en el
mundo. Sin embargo, en países como Sudán, más de 3,2 millones de
personas se han convertido en refugiados, y en la República Democrática del
Congo se han producido cerca de cuatro millones de muertes, la mayoría de
las cuales no han sido creadas por terrorismo o violencia, sino por
desnutrición y enfermedades.
Estos conflictos generan trastornos irreversibles en generaciones enteras,
revertiendo los logros del desarrollo humano e interfiriendo en los sistemas
alimentarios, generando hambrunas, provocando la desnutrición y
condicionando el progreso social.
Y a parte de los efectos devastadores en desarrollo social, el impacto
económico también es crítico. Según el Banco Mundial, cada año de conflicto
interno se reduce la tasa de crecimiento de la economía en un 2,2% y el
coste promedio de un conflicto alcanza una suma media de US$ 54.000
millones en un país de ingreso bajo84. Por ejemplo, en el caso de Colombia,
se estima que el conflicto armado entre las fuerzas de gobierno y la guerrilla
rebelde desde 1992 ha rebajado la tasa de crecimiento en dos puntos
porcentuales anualmente85.
El conflicto violento genera reacciones en cadena que perpetúan y propagan
las pérdidas económicas, ya que causan la fuga de capitales, (se han dado
casos de fugas que superan el 20% de la riqueza privada)86, y el descenso
de la inversión, con la consecuente pérdida de años de desarrollo a través de
la destrucción de capital físico.
iv) Situación socioeconómica
Otro gran reto de la humanidad es resolver la condición en la que vive un
gran porcentaje de la humanidad. Actualmente, siguen existiendo más de
82
PNUD. (2005). Informe sobre Desarrollo Humano 2005: la cooperación internacional ante una encrucijada: Ayuda al
desarrollo, comercio y seguridad en un mundo desigual. Nueva York.
83
Frase obtenida del Informe de Desarrollo Humano del PNUD 2005: Informe sobre Desarrollo Humano 2005: la cooperación
internacional ante una encrucijada: Ayuda al desarrollo, comercio y seguridad en un mundo desigual. Nueva York.
84
COLLIER, P; V. L. ELLIOT; HEGRE, H; HOEFFL ER, A; REYNAL-QUEROL, M; Y SAMBANIS, N. (2003). Breaking the
Conflict Trap: Civil War and Development Policy. Washington, DC: Banco Mundial y Oxford University Press.
85
FUENTES, J.A. (2005). Comunicación personal: “Colombia Budget Analysis”. Abril. Ciudad de Guatemala.
86
COLLIER, P; HOEFFLER, A. (2004). “Conflicts”. In Bjørn Lomborg, ed., Global Crises, Global Solutions. Cambridge:
Cambridge University Press.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 103 -
1.200 millones de personas viviendo por debajo de la extrema pobreza, con
menos de un dólar al día; 800 millones padecen las secuelas del hambre;
120 millones de niños todavía no van ni siquiera a la escuela primaria y
1.200 mueren cada hora por causas prevenibles, algunos de ellos,
simplemente por no tener acceso a agua potable o a una mosquitera de 3
dólares.
En septiembre del 2000, 147 jefes de Estado y de Gobierno –y en total y la
nueva 189 naciones– adoptaron la Declaración del Milenio proponiendo un
conjunto de objetivos interconectados, con metas e indicadores concretos
para contribuir a la evolución y seguimiento del desarrollo humano. Los
objetivos definen una agenda común para reducir a la mitad la pobreza
extrema y el hambre; conseguir que la enseñanza primaria sea universal y
garantizar la igualdad entre los sexos; reducir la mortalidad de menores de
5 años y la mortalidad materna en dos terceras partes y en tres cuartas
partes, respectivamente; detener la propagación del SIDA, el paludismo y
otras enfermedades; y garantizar la sostenibilidad del medioambiente. Estos
objetivos fueron adscritos a metas cuantitativas, asignadas a indicadores
concretos, que han de ser logrados durante un periodo de 25 años, entre
1990 y 2015. Concretamente, se establecieron 18 metas y 48 indicadores,
preparados en colaboración con Naciones Unidas, el Banco Mundial, el Fondo
Monetario Internacional, la Organización Mundial del Comercio, y varios
grupos representantes de la sociedad civil.
Tabla 13. Objetivos del Milenio
• 01: Erradicar la pobreza extrema y el hambre.
• 02: Lograr la enseñanza primaria universal.
• 03: Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer.
• 04: Reducir la mortalidad infantil.
• 05: Mejorar la salud materna.
• 06: Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades.
• 07: Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente.
• 08: Fomentar una asociación mundial para el desarrollo.
En septiembre del 2005, la Cumbre del Milenio volvió a reunir a jefes de
Estado y de gobierno en Nueva York para presentar una propuesta de
reforma de la organización y evaluar el progreso realizado en estos últimos
cinco años. Las conclusiones de la Cumbre pusieron de manifiesto que los
ODM no se están logrando y que los países han fracasado a la hora de
encaminar las políticas de desarrollo hacia soluciones sostenibles.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 104 -
El objetivo uno, reducir a la mitad el número de gente que vive con menos
de un dólar al día en términos globales, es uno de los pocos indicadores que
se podrían conseguir para el 2015. Pero si retiramos a China e India del
censo, prácticamente no ha habido ningún avance, y la mitad de la población
del África subsahariana sigue viviendo con menos de un dólar al día, la
misma desde 1990.
En cuanto al hambre –la segunda meta del objetivo uno– tan sólo se ha
conseguido reducir en un 3% desde 1990 la población de países en vías de
desarrollo que pasaba hambre (de un 20 a un 17%), un ritmo de reducción
preocupante para llegar a lograr los objetivos. De hecho, todavía existen 852
millones de personas desnutridas, la gran mayoría pertenecientes a países
en vías de desarrollo: 221 millones en India, 142 millones en China y 204 en
África.
En el caso del objetivo dos, conseguir la educación primaria universal para el
2015, se han experimentado logros considerables. Latinoamérica y el Caribe,
el Norte de África, el Este y el Sudeste Asiático ya han conseguido, o están
muy cerca de conseguir, la educación primaria universal. En África, países
como Benin, Eritrea, Gambia, Malawi, Malí, Rwanda, Senegal o Togo han
aumentado significativamente su porcentaje de asistencia a la escuela
primaria debido a la condonación de su deuda externa y a priorizar mejor
sus inversiones. Pero aún existen 121 millones de niños, de los cuales 65
millones son niñas, que no van a la escuela, y por lo tanto, lograr la
educación primaria universal sigue siendo un reto importante.
El objetivo tres, asegurar la igualdad de oportunidades entre niños y niñas
para el año 2005, desgraciadamente ha sido el primer objetivo que no se ha
logrado ya que estaba destinado a cumplirse para el 2005. El ratio de niñas
sobre niños en la escuela primaria ha pasado del 87% al 91% desde 1990.
Ha habido aumentos considerables en Bangladesh, Gambia, Mauritania y
Nepal, pero en el caso de la educación secundaria, todavía menos de 80
niñas por cada 100 niños tienen acceso. Por otro lado, las mujeres están
poco representadas en prácticamente todos los parlamentos nacionales del
mundo y en tan sólo 14 países representan más del 30%.
Los objetivos cuatro y cinco, disminución de la mortalidad infantil de
menores de cinco años y reducción de mortalidad de mujeres dando a luz,
tampoco han experimentado el progreso deseado. La reducción de
mortalidad infantil tan sólo ha disminuido un 0,6% en el continente africano
desde 1990 y siguen habiendo más de 529.000 muertes de mujeres dando a
luz por falta de asistencia sanitaria, las mismas que en 1985, que equivalen
a una por minuto, y casi el 85% en el África subsahariana y en el Sudeste
Asiático.
El objetivo seis, frenar la propagación del SIDA, la tuberculosis y la malaria,
ha experimentado un progreso importante, aunque insuficiente. A través del
Fondo Global se han conseguido alrededor de 5.000 millones de dólares,
aunque se estima que hacen falta 10.000 para poder frenar la propagación
de estas tres enfermedades. Sin embargo, el problema es dramático y el
SIDA sigue siendo la mayor amenaza para el desarrollo del continente
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 105 -
africano. En el sur de África, entre el 18 y el 39% de las mujeres
embarazadas entre 15 y 24 años están infectadas con el virus, y de los tres
millones de muertos de SIDA en el 2003, 2,2 millones lo fueron en el África
subsahariana.
El objetivo siete propone reducir las emisiones de gases atmosféricos,
reducir la población que no tiene acceso a agua potable y mejorar las
condiciones de las comunidades que viven en favelas. A pesar de que la
emisión de gases por parte de los países industriales ha disminuido un 6,6%
entre el año 1990 y el 2001 y la de los países en economías en transición un
40%, la situación sigue siendo preocupante y la protección del
medioambiente es un condicionante pendiente para lograr un desarrollo
sostenible.
En relación al acceso de la población a fuentes de agua potable, en el África
subsahariana el porcentaje de población aumentó del 54 al 58%; pero en las
zonas rurales, donde vive la mayoría de la población africana, sólo el 50%
de la población tiene acceso, contrastado con el 80% de la población en el
Sudeste Asiático o el 66% en Latinoamérica.
Pero al margen de los indicadores concretos por cada Objetivo del Milenio,
uno de los indicadores más representativos de la situación socioeconómica y
de desigualdad que se vive actualmente es la mortalidad infantil.
Actualmente mueren alrededor de 1.200 niños menores de cinco años cada
hora, 10 millones de niños al año, algunos por causas fácilmente
prevenibles, como es el acceso al agua potable o a una mosquitera que tiene
un coste de 3 dólares. En un mundo con una generación de riqueza y
recursos sin precedente en la historia, esta realidad es simplemente
inaceptable.
La Declaración del Milenio ha logrado un consenso histórico entre
gobernantes al pretender resolver los principales problemas sociales,
económicos y medioambientales de este siglo. El reto de lograr los ODM
para 2015 sugiere crear un plan de acción orientado a erradicar la pobreza
extrema a través de un desarrollo sostenible que permita superar la
distribución desigual de los costes y beneficios de la globalización.
Pero lograrlos no va a ser tarea fácil. Siguiendo las pautas actuales, se
estima que la región Africana, por ejemplo, no logrará la educación primaria
universal hasta el año 2129, no disminuirá a la mitad la población que vive
con menos de un dólar al día hasta 2147 y no reducirá en dos tercios la
mortalidad infantil de menores de cinco años hasta el año 2165.
4.3. HOJA DE RUTA DE LA EMPRESA RESPONSABLE
Todos estos retos, a parte de generar una situación ambiental y social
insostenible, conllevan el riesgo de que generen una gran inestabilidad de
los mercados de capital desencadenando crisis financieras que podrían
propagarse rápidamente de un país a otro, acentuando la gravedad del
problema.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 106 -
La situación es altamente compleja y no tiene soluciones fáciles. Stuart Hart
la definía como el mayor reto al que se ha enfrentado la humanidad hasta
ahora:
“crear un crecimiento económico que genere empleo y oportunidades
para una población creciente que puede alcanzar los 9 mil millones de
habitantes en los próximos 40 años, a través de modelos de
producción y consumo sostenible que no condicionen la capacidad
regenerativa de los recursos naturales, en un ambiente de paz y
seguridad que garanticen la estabilidad financiera, y a través de un
modelo económico que integre las necesidades de las comunidades
más vulnerables garantizando el suministro de servicios básicos”87.
Amartya Sen, Premio Nobel de Economía, expresaba que la tarea principal
que se debe confrontar es saber
"cómo aprovechar los notables beneficios que nos ofrecen las
relaciones económicas y el progreso tecnológico de forma que se
preste la debida atención a los intereses de los grupos menos
favorecidos y los más débiles88".
Enfrentarse a este reto global es ante todo una asignación política que recae
en las responsabilidades públicas de los Estados. Kofi Annan propuso
generar un cambio drástico en las políticas de desarrollo para poder cumplir
con la Declaración del Milenio y enfrentarse a este reto. Este cambio se
presenta en forma de una alianza global para el desarrollo propuesta por el
objetivo ocho del milenio.
Por un lado, los países en vías de desarrollo se comprometieron a fortalecer
sus instituciones; mejorar su gobernabilidad, generando mecanismos para
luchar contra la corrupción; y diseñar una estrategia de desarrollo que
priorice las inversiones en necesidades y servicios básicos y asigne más
recursos domésticos a los objetivos del milenio. Por el otro, los países
desarrollados se comprometieron a aumentar su ayuda oficial al desarrollo, a
condonar la deuda externa de los Países Pobres Altamente Endeudados
(PPAE) y a generar unas condiciones de mercado más justas que no
discriminaran el acceso de productos de países pobres al mercado global.
Todos estos compromisos fueron reafirmados también en el Consenso de
Monterrey y en la Cumbre Mundial del Desarrollo Sostenible en
Johannesburgo.
Pero los Estados son conscientes de sus limitaciones a la hora de ofrecer
respuestas a los principales problemas que afectan a los seres humanos.
Incluso las organizaciones internacionales, tanto la ONU como las
instituciones de Bretton Woods (Fondo Monetario Internacional y Banco
Mundial), están experimentando el proceso transformador más significativo
desde su creación después de la Segunda Guerra mundial, ya que han
entendido la necesidad de abrir sus foros de diálogo a nuevos actores.
Kofi Annan enfatizó que,
87
88
HART, S. Conferencia de apertura al Foro Empresarial de la Cumbre del Milenio, 2005.
SEN, A. (2004). Conferencia sobre desarrollo humano ofrecida en el Banco Mundial, Washington, 1 de diciembre 2004
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 107 -
“para ser un instrumento útil que ayude a los Estados miembros y a
los pueblos del mundo a responder a los desafíos (…), la organización
de Naciones Unidas debe adaptarse plenamente a las necesidades y
circunstancias del siglo XXI. Deben estar abiertas no sólo a los Estados
sino también a la sociedad civil que desempeña, en los planos nacional
e internacional, un papel cada vez más importante en los asuntos
mundiales. Deben derivar su fortaleza de las asociaciones que
establezcan y de su capacidad de hacer participar a sus asociados en
coaliciones eficaces para impulsar el cambio en todas las esferas en
que es necesario actuar para promover un concepto más amplio de
libertad89”.
La complejidad de lograr los ODM en tan sólo 10 años exige trabajar a
través de alianzas que aporten recursos, tanto públicos como privados, que
sean capaces de transformar los recursos financieros y las capacidades
técnicas y humanas para que permitan lograr objetivos comunes.
En este sentido, el sector privado tiene un papel crucial en promover el
crecimiento económico de un país y se ha convertido en un agente
indispensable a la hora de erradicar la pobreza en los países más
empobrecidos.
Si en 2004 la ayuda oficial al desarrollo (AOD) alcanzó los 50.000 millones
de dólares, el sector privado invirtió más de 100.000 millones en estos
países fomentando el crecimiento económico y contribuyendo enormemente
a la erradicación de la pobreza, especialmente en India y China90.
Es evidente que estas inversiones deberían realizarse en un marco que
garantizara criterios sociales y medioambientales, que no fomentara
prácticas corruptas y que fueran orientadas a promover un crecimiento
sostenible a largo plazo, fomentando el empleo local y la vida digna de las
comunidades donde se opera, y asegurando la acumulación de capital en los
países en desarrollo en vez de transferir los beneficios fuera del país.
El papel de garantizar servicios públicos básicos excede los límites e
intereses de la actividad empresarial y, debido a ello, es importante que los
gobiernos creen un marco regulatorio que limite y prevenga los efectos
negativos que tienen las actividades empresariales en bienes públicos
globales. Después de evaluar experiencias públicas y privadas de sistemas
de seguridad social, salud, educación, agua y energía, Ernst Ulrico von
Weizsäcker recomienda que no se debería privatizar lo que el sector público
aún puede garantizar91.
Sin embargo, 51 de las 100 economías más grandes del mundo pertenecen
a empresas privadas92, y el poder creciente que está adquiriendo el orden
internacional lo convierte en un aliado esencial en la lucha por la
89
NACIONES UNIDAS. (2005). Hacia un nuevo concepto de libertad: desarrollo, seguridad y derechos humanos para todos,
informe del secretario general, Kofi Annan. A/59/2005. Nueva York: ONU, 2005.
90
INTERNATIONALE WEITERBILDUNG UND ENTWICKLUNG GGMBH (InWent). (2005). Business and the Millennium
Development Goals. Background paper to the 10th International Business Forum. Nueva York: septiembre 2005. Evento
organizado por el Instituto del Banco Mundial, Pacto Mundial y el Instituto Ethos.
91
VON WEIZSÄCKER, E; ORAN YOUNG, M. (2005). Limits to Privatization. London: UK& Sterling VA: Earthscan.
92
ANDERSON, S; CAVANAGH, J. (2000). Top 200: el ascenso mundial del poder corporativo. Institute for Policy Studies.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 108 -
erradicación de la pobreza, ya que sin su participación no será posible
garantizar un crecimiento económico global que permita distribuir los
beneficios de la globalización.
La Declaración del Milenio de 2000 fue consciente de la necesidad de
integrar de forma más activa al sector privado en el proceso de desarrollo.
Sin embargo, tan sólo se menciona en los artículos 20 y 30, donde los
gobernantes se comprometen a,
“establecer sólidas formas de colaboración (…) y ofrecer más
oportunidades al sector privado de contribuir al logro de las metas y
los programas93”.
La Declaración de la Cumbre Mundial de 2005 es más explícita e intenta
integrar de forma más activa tanto la participación del sector privado como
la de la sociedad civil94. En los contenidos de la misma Declaración, los
gobernantes se comprometen a “aumentar la contribución de (…) la sociedad
civil, el sector privado y otras partes interesadas a las iniciativas nacionales
de desarrollo y a la promoción de la alianza mundial para el desarrollo”; (art.
22 e); reconocen “…el valor de desarrollar fuentes innovadoras de
financiación y el papel vital que el sector privado puede desempeñar en la
generación de nueva financiación para el desarrollo” (art. 23 d y e);
reafirman su empeño común en “…instaurar las políticas y concretar las
inversiones necesarias para impulsar un desarrollo económico sostenido, (…)
promover la generación de empleos y estimular al sector privado”(art. 24 a);
y a “encauzar las capacidades y recursos privados para estimular el sector
privado de los países en desarrollo a través de medidas en las esferas
pública, público-privada y privada para (…) un crecimiento económico
acelerado y la erradicación del hambre y la pobreza”(art.24 d); entre otras
menciones.
Bamanga Tukur, presidente del African Business Roundtable (mesa redonda
sobre los negocios en África) y portavoz del sector privado en la Cumbre,
enfatizó en la clausura que la empresa es buena para el desarrollo y el
desarrollo es bueno para la empresa, y remarcó que es necesario trabajar
conjuntamente para abrir las puertas de la oportunidad y la generación de
trabajo a través del desarrollo económico.
4.4. EL DILEMA DE LA EMPRESA
Parece claro que el sector privado puede jugar un papel esencial para que se
logren los ODM, y al parecer, tanto el sector público como los organismos
internacionales solicitan un papel más activo del sector privado en el
desarrollo. Pero la pregunta que formula el sector privado también es
legítima y debería escucharse: ¿Porqué me he de involucrar en mejorar el
desarrollo de la humanidad y cómo se verán afectados mis beneficios?
93
94
Declaración del Milenio. Resolución aprobada por la Asamblea General. 55/2, ONU, 2000.
Documento Final de la Cumbre Mundial 2005. A/60/L.1. ONU.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 109 -
El dilema del sector privado vuelve a recaer en el principio conceptual de la
propia esencia de la RSE. ¿Es preciso involucrarse y responsabilizarse en
generar un impacto positivo en el desarrollo respondiendo a valores éticos y
morales?, ¿Qué pasa cuándo la responsabilidad social amenaza la
rentabilidad y la propia sobrevivencia de la empresa? ¿Puede existir una
sintonía entre los intereses éticos y el objetivo principal de generar
beneficios? ¿Podría la empresa generar productos y servicios que fueran a la
vez lucrativos y contribuyeran a lograr un mejor desarrollo y aliviar la
situación en la que vive un porcentaje tan grande de la humanidad?
De hecho, sí que existe un interés concreto por parte del sector privado en
proveer productos y servicios a las zonas más pobres del planeta, y a
convertirse en un agente activo, con una presencia en países en vías de
desarrollo que fomente su productividad a largo plazo y promueva el
desarrollo humano en todos sus ámbitos. C.K. Prahalad y Stuart L. Hart ya
demostraron el enorme potencial que representan las comunidades pobres a
través de su “pirámide económica mundial,” segmentando la población
humana en cuatro niveles en función de su ingreso per cápita (ver Figura
22)95. El último nivel esta formado por la población con menos de 1.500 US$
al año, que no puede participar de forma activa en la economía global. Esta
esfera está constituida por 4 mil millones de personas, el 60% de la
humanidad, y tiene el potencial de alcanzar los 6 mil millones en los
próximos 40 años.
Figura 22. La pirámide económica mundial
Ref. C.K. Prahalad; Stuart L. Hart.
Tal y como afirmó Kofi Annan en la apertura del Foro Económico Mundial en
2002,
“existen muchas maneras positivas para que las empresas creen una
diferencia en las vidas de los pobres – no sólo a través de filantropía,
95
C.K. Prahalad; Stuart L. Hart. (2002). The Fortune at the Bottom of the Pyramid. Strategic Business. Issue 26.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 110 -
aunque esta sea muy importante, pero promoviendo iniciativas que, a
través del tiempo, ayuden a crear nuevos mercados96”.
El informe del WBCSD “Doing Business with the poor97” (Desarrollando
negocios con las comunidades pobres) señalaba una serie de razones por las
cuales al sector privado le ha de interesar trabajar en regiones
empobrecidas:
•
Muchas empresas necesitan diversificar de mercados maduros y buscar
oportunidades de crecimiento en mercados emergentes con poblaciones y
economías jóvenes y dinámicas.
•
El marco de condiciones de países en vías de desarrollo está mejorando y
muchos países y organismos internacionales están invirtiendo en el
fortalecimiento de la gobernanza, de los sistemas legales y en inversiones
en infraestructura.
•
Las comunicaciones y la interconectividad es cada vez más rápida y más
barata, reduciendo las distancias y los costes de comunicación, así como
la operatividad global de las empresas.
•
Las expectativas de la opinión pública son más exigentes y la sociedad
civil se está involucrando activamente en aspectos sociales. Esto
convierte a la reputación de la empresa en vulnerable ante la actitud de
las desigualdades del mundo.
•
Cada vez existen más aliados fiables y mejores contrapartes que
permiten a empresas trabajar de manera más integrada, combinando los
intereses empresariales de competitividad y generación de beneficios con
los intereses locales de abastecerse de sistemas de saneamiento,
electrificación, educación básica y desarrollo de las economías locales.
•
La Ayuda Oficial al Desarrollo y la inversión extranjera directa cada vez
están más combinadas, generando una complementariedad que fomenta
el desarrollo y facilita el progreso en las regiones receptoras.
La situación global, tal y como se ha descrito, ha creado un reto histórico,
pero también una gran oportunidad para que las empresas adopten un papel
catalizador que promueva la generación de ingresos para que los 4 mil
millones de personas que viven en condiciones de extrema pobreza superen
su condición de pobreza y puedan aspirar a una vida digna. En palabras de
Prahalad y Hart, se ha generado,
“un nuevo reto empresarial a la hora de proveer a las comunidades
pobres con productos y servicios que mejoren sus vidas, y que a la vez
sean culturalmente respetuosos, medioambientalmente sostenibles y
económicamente lucrativos98”.
Muchas empresas internacionales han sabido valorar esta oportunidad
histórica y ven la necesidad de involucrarse activamente en el ámbito del
desarrollo y generar oportunidades económicas a las comunidades más
96
ANNAN, KOFI. (2002). Discurso de apertura en el Foro Económico Mundial. Davos. Febrero 2002.
WBCSD. (2005). Doing Business with the poor – a field guide. Ginebra.
98
PRAHALAD, C.K; HART. S (2002). The Fortune at the Bottom of the Pyramid. Strategic Business.
97
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 111 -
pobres, aunque existen ciertas dudas sobre qué deberían hacer
exactamente, cómo se ha de concretar su papel, cuáles serían sus incentivos
y qué tipo de beneficios y riesgos existen.
Como refleja el estudio realizado por el Banco Mundial sobre el papel del
sector privado en el cumplimiento de estos objetivos, existen varias maneras
a través de las cuales se puede contribuir al desarrollo99. Entre ellas, el
informe propone comprar artículos producidos localmente, convertirse en
proveedor de servicios de las comunidades pobres asegurando costes
asumibles, ofrecer donaciones a través de sus excedentes acumulados, dar
apoyo financiero a organizaciones locales, contratar recursos humanos a
nivel local, invertir en educación, infraestructura, I+D y tecnología,
sensibilizar a través del marketing o promover el voluntariado a través de
sus profesionales en comunidades necesitadas.
Varias iniciativas y organizaciones han empezado a especializarse en
identificar las diferentes acciones que puede desarrollar el sector privado
para promover un mejor desarrollo. Uno de los primeros informes que
vincularon al sector privado con el logro de los objetivos, fue el estudio
realizado en 2003 por el Foro Internacional de líderes de negocios Príncipe
de Gales (IBLF, en sus siglas en inglés) junto con el Programa de la
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). El informe define las acciones
que puede desarrollar la empresa para cada objetivo y las agrupa en tres:
iniciativas que generan beneficio; inversiones sociales y filantrópicas; e
iniciativas de incidencia política. En cada área ofrecían una amplia gama de
casos prácticos100.
Otra iniciativa es el informe realizado por el Instituto Ethos sobre la relación
existente entre los indicadores Ethos de Responsabilidad Social con los
Objetivos de Desarrollo del Milenio identificando acciones concretas para la
empresa en cada área (ver Figura 23)101.
Por otro lado, la Comisión sobre el Sector Privado y el Desarrollo102 identifica
cuatro áreas concretas de acción para que el sector privado contribuya a la
aceleración del desarrollo económico y a la mitigación de la pobreza:
• Encauzar la iniciativa privada en actividades de desarrollo:
Orientar las políticas empresariales a actividades de desarrollo para
potenciar la enorme contribución al desarrollo que pueden aportar debido a
su conocimiento, especialización, recursos y relaciones.
• Desarrollar los vínculos con grandes empresas nacionales y
multinacionales para respaldar a empresas más pequeñas: Potenciar
estos vínculos para facilitar un canal eficaz que proporciones a las empresas
locales acceso a mercados, financiación, capacitación y conocimientos
técnicos.
99
BANCO MUNDIAL (2005). Business action for the MDGs: private sector involvement as a vital factor in achieving the
Millennium Development Goals. Washington.
100
NELSON, J; PRESCOTT, D. (2003). Business and the Millennium Goals, a framework for action. Prince of Wales
Internacional Business Leaders Forum (IBLF) y UNDP, 2003.
101
INSTITUTO ETHOS (2005). Business Commitment to the Millennium Goals. Sao Paolo.
102
NACIONES UNIDAS (2005). El Impulso del empresariado: el potencial de empresas al servicio de los pobres. Informe para
el Secretario General de Naciones Unidas de la Comisión sobre el sector privado y el desarrollo. Nueva York.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 112 -
• Fomentar las oportunidades de negocio en la base de los
mercados piramidales: Desarrollar acciones orientadas a que tanto el
sector privado nacional como el internacional reconozcan las necesidades de
los mercados de la base de la pirámide y creen soluciones innovadoras para
satisfacerlas.
• Fijar normas de referencia: Aportar un compromiso serio con el
desarrollo sostenible, prestando especial atención a la gobernabilidad y la
transparencia de las empresas.
Figura 23. Acciones de las empresas para lograr los Objetivos del
Milenio
Objetivo uno: erradicar la pobreza extrema y el hambre
•
Promover la creación de empleo y la generación de ingresos
•
Apoyar la distribución de comidas en los colegios
•
Realizar acciones para combatir el hambre en zonas rurales y urbanas
•
Desarrollar programas educativos sobre la alimentación;
•
Promover programas de voluntariado y para la inclusión de comunidades
indígenas, minusválidos y otros grupos que sufren marginación; y fomentar la
contratación de aprendices
Objetivo dos: Lograr la educación primaria universal
•
Promover acciones para combatir el trabajo infantil
•
Invertir en colegios y ONG que desarrollan proyectos educativos
•
Promover la educación de sus funcionarios y personas dependientes de sus
actividades
•
Realizar proyectos educacionales complementarios
•
y/o contribuir a Fondos Municipales de Infancia y Adolescencia
Objetivo tres: Promover la igualdad de los sexos y la autonomía de la
mujer
•
Promover programas que promuevan el respeto y la valorización de la
diversidad sobre género
•
Fomentar la generación de beneficios para mujeres que son cabezas de familia
Objetivo cuatro: Reducir la mortalidad infantil
•
Mejorar el acceso a medicamentos fiables y reducir costes de medicinas
•
Mejorar el acceso el acceso a agua potable
•
Ofrecer premios a proyectos exitosos en estas áreas
Objetivo cinco: mejorar la salud materna
•
Mejorar las condiciones de trabajo y salud de la mujer trabajadora
•
Apoyar ONG que trabajan aspectos de género
•
Mejorar de servicios de salud
Objetivo seis: Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades
•
Producir medicamentos eficientes a buen precio
•
Promover programas de educación, de prevención y de tratamiento en la lucha
contra el SIDA y otras enfermedades
•
Apoyar otros programas en las áreas de salud
Objetivo siete: Garantizar la sostenibilidad del medioambiente
•
Gestionar el impacto medioambiental
•
Promover la formación sobre la utilización sostenible de recursos naturales y
programas de gestión de residuos
•
Ofrecer premios a programas y proyectos exitosos
•
Garantizar el acceso a agua potable
Objetivo ocho: Fomentar una asociación mundial para el desarrollo
•
Promover el trabajo decente para jóvenes
•
Democratizar el acceso a tecnologías de la información
•
Fomentar la creación de alianzas para el desarrollo sostenible
Ref. Instituto Ethos (2005). Business Commitment to the Millennium Goals. Sao Paolo.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 113 -
Pero para poder generar este tipo de servicios y productos, especialmente
en los países menos avanzados (PMA), es preciso trabajar a través de
alianzas con el sector público y la sociedad civil, ya que hay demasiados
riesgos incurridos y carencias estructurales que desincentivan la inversión.
Una de las conclusiones evidentes después de más de cuatro décadas de
desarrollo y cooperación es que ningún agente (sector público, privado y
sociedad civil) por sí solo puede crear un logro sostenible en la erradicación
de la pobreza. Por tanto, será necesario fomentar alianzas que permitan
generar una situación favorable para desarrollar dichos servicios. Aunque
como explica Ethel M. Cormier, de Procter & Gamble, fomentar este tipo de
alianzas no es en absoluto tarea fácil ya que, por lo general, los gobiernos
suelen asumir que el sector privado es totalmente indiferente a sus
consumidores y al medioambiente y sólo está interesado en generar
beneficios; y el sector privado suele acusar a los gobiernos de ser
burocracias incapaces de obtener resultados eficientes a corto plazo.
Asimismo, con frecuencia se generan expectativas en exceso, ya que la
sociedad civil y los gobiernos pretenden que el sector privado se centre
exclusivamente en proveer servicios y productos a las comunidades más
pobres sin considerar sus propias necesidades lucrativas, y el sector privado
suele pretender utilizar a los gobiernos exclusivamente para acceder al
público (a través de la producción, el marketing, la sensibilización y la
distribución) en mercados desconocidos a los que no tienen acceso.
El sector privado debería considerar este reto como una gran oportunidad.
Por un lado, le permitiría expandir sus productos a este amplio mercado
inactivo e invertir en una nueva área ilimitada para el diseño y la creación de
nuevos productos. Por otro, involucrarse activamente en crear un mercado
laboral estable y vigoroso en estas regiones permitiría fomentar la
productividad y una mano de obra más formada, generaría un entorno social
cohesionado que mejoraría la gobernanza y fomentaría la transparencia de
la gestión pública, y se desarrollaría un entorno más favorable para la
inversión.
4.5. LA RSE ANTE EL ESPEJO
Mirándonos ante el espejo de la RSE, lo primero que nos preguntaríamos
sería ¿dónde estamos? y ¿dónde deberíamos estar? En principio, todo parece
indicar que estamos bien. La RSE ha progresado mucho en esta última
década y las empresas la han incorporado como política de gestión,
participando activamente en su promoción, e incluso en muchos casos,
liderando como expertos el debate sobre qué debe incluir y qué no. A través
de su participación, las estrategias de RSE han sido adaptadas a un lenguaje
comprensible y cómodo que las empresas entienden y que incluso han hecho
entender a los propios accionistas.
También parece haber un consenso general por parte de las empresas en
participar activamente diseñando políticas y programas para contribuir a
solucionar las amenazas más preocupantes de la sociedad global, y al
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 114 -
parecer, todo planteado de una forma que no altera las líneas tradicionales
de negocio de la empresa.
Sin embargo, las estadísticas hablan por sí solas, y para muchos, la
situación actual en cuanto al deterioro ambiental y la desigualdad social son
tan graves, que la RSE, tal y como se entiende hoy en día, es totalmente
incapaz de transformar la realidad cultural de la empresa y su papel como
catalizadora de desarrollo social en el mundo.
Por poner un ejemplo, la empresa Enron tenía una estrategia de RSE, un
departamento entero dedicado a implementar sus prácticas e incluso una
auditoría social en proceso (en el momento del cierre, todavía no había sido
verificada). Esto no impidió que Enron se colapsara creando uno de los
mayores debacles financieros de la historia.
Existen obvias discrepancias y diferentes perspectivas a la hora de definir
donde estamos en relación a la RSE. Pero lo que parece quedar claro es que
si en un futuro cercano la RSE es incapaz de convertir a la empresa en un
agente activo trabajando conjuntamente con la sociedad civil aportando
soluciones a los problemas de pobreza, polución, desigualdad o injusticia,
será una herramienta inútil destinada a desaparecer de la gestión
empresarial. Por lo tanto, la principal pregunta que nos deberíamos formular
es ¿qué habrá sido de la RSE en los próximos diez años? ¿tenderá a
incorporarse de manera cada vez más integral en la gestión de la empresa?
O ¿irá desapareciendo poco a poco debido a su incapacidad de ubicarla en
torno a los retos y conflictos sociales de su entorno?
Alan White ha definido tres escenarios posibles trasladándonos al año 2015,
y aventurándose a lo que probablemente serán los principales retos del
sector de la RSE en los próximos diez años103:
Escenario primero – Desaparición paulatina de la RSE: White describe un
mundo caracterizado por una recesión económica, alimentada a través de
crisis energéticas, saturación de las industrias extractivas, reducción de la
inversión extranjera y fracaso de instituciones financieras y fondos de
inversión. Las empresas multinacionales se fragmentan reduciendo la
generación de empleo y los contratos con los proveedores. Predomina la
actitud empresarial de sobrevivir económicamente y recuperarse de la crisis.
La única prioridad es la cuenta de resultados tradicional, y la RSE
desaparece paulatinamente, limitándose a su primera fase inicial: cumplir
con requisitos legales y realizar aportaciones filantrópicas puntuales.
White enfatiza que este escenario no sólo dependerá de factores externos,
sino que la desaparición gradual de la RSE puede generarse si sus prácticas
no son capaces de ofrecer respuestas a los principales retos del momento en
las áreas sociales, medioambientales y de gobernabilidad.
Escenario segundo – Integración de la RSE en la empresa: Se describe un
mundo en el que los escépticos y pesimistas de la RSE fracasan. La gestión
RSE ha pasado a ser incorporada en la estrategia de la empresa y sus
procesos productivos. El Consejo de Dirección, los Directores Generales y los
103
WHITE, A. (2005). Fade, Integrate or Transform?: The Future of CSR. Boston. Tellus Institute
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 115 -
principales gerentes ya no cuestionan el valor añadido de implementar
prácticas de RSE y se demuestra su viabilidad económica a través de una
amplia gama de ejemplos y casos prácticos. Las herramientas e
instrumentos de RSE se utilizan cada vez más, y normas como las del Pacto
Mundial, el GRI y los códigos laborales de la OIT son cada vez más
frecuentes. Todas las empresas grandes y pequeñas consideran a la RSE en
los procesos de I&D, diseño de servicios y productos, producción, marketing,
finanzas y contabilidad de la empresa como uno de los pilares esenciales, y
los informes anuales comunican sobre el progreso social y ambiental,
paralelamente al económico.
Escenario tercero – La RSE como transformadora del sistema: A pesar del
progreso conseguido en Derechos Humanos, Derechos Laborales y gestión
medioambiental, la presión generada al medioambiente y las desigualdades
sociales obligan a replantearse el objetivo fundamental de la empresa. La
desilusión de la sociedad global y la frustración de los principales agentes de
interés crean un movimiento para promover el rediseño empresarial. El
concepto de “accionista” y de “valor de la acción” es rechazado por su visión
cortoplacista, y se reemplaza por “generación de valor” y la “gobernanza de
agentes de interés”. Esta noción se fundamenta en el principio de que los
agentes de interés son realmente inversores del capital social de la empresa
y participan en su gobernanza y en la toma de decisiones de la empresa. Se
fomenta el debate en torno al papel que ha de ejercer la empresa
cuestionando la asignación de los beneficios obtenidos a los accionistas.
White aprovecha este escenario para plantear los seis principios que
encaminarán a la empresa a promover sus instintos innatos de innovación y
competitividad a la contribución del desarrollo sostenible y generación de
valor social:
•
El objetivo de una empresa es utilizar los intereses privados al servicio
del interés público.
•
Las empresas han de asegurar dividendos a sus accionistas, pero no
como coste de los intereses legítimos de los agentes de interés.
•
Las empresas deberán operar de manera sostenible, satisfaciendo los
intereses de las generaciones presentes sin condicionar la habilidad de las
generaciones futuras de satisfacer sus intereses.
•
Las empresas deberán distribuir su valor generado de manera equitativa
entre aquellos que contribuyen a su creación.
•
Las empresas serán gobernadas
transparencia y con principios éticos.
•
Los derechos de las empresas no deberán condicionar el derecho natural
de las personas de gobernarse, ni infringir cualquier otro Derecho
Humano Universal.
de
manera
participativa,
con
Pero al margen de los futuros escenarios y el papel de la RSE dentro de los
próximos 10 años, es obvio que las empresas actuales seguirán actuando en
función de sus intereses y de lo que creen que han de ser sus
responsabilidades en materia de RSE. En este sentido, la realidad de la RSE
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 116 -
en el futuro dependerá de cómo la empresa reaccione en estos próximos
diez años. Un estudio realizado por Van City presenta las cinco categorías de
empresas en función de su actitud con la RSE.
Empresas ligeras: estas empresas tendrán un compromiso superficial y
marginal a la hora de mejorar las áreas de desarrollo social y
medioambiental. Algunas adoptarán estándares mínimos de RSE pero no
estarán interesadas en avanzar a través de este nivel.
Empresas cumplidoras: Se comprometerán en demostrar que sus
operaciones cumplen con los estándares RSE y su objetivo será buscar el
apoyo de los agentes de interés y asegurar su licencia para trabajar.
Empresas estratégicas: adoptarán los estándares básicos de la RSE y
fomentarán la generación de valor a través del diálogo de los grupos de
interés, fomentando la diferenciación de productos y la innovación de
servicios. Algunas de estas empresas serán conscientes de que su propia
supervivencia dependerá de sus estrategias de desarrollo sostenible y sus
prácticas de RSE, sin las cuales no sobrevivirían en el negocio.
Empresas integradas: Integrarán la RSE a través de sus modelos de
negocio, no solamente como una ventaja estratégica en mercados
concretos, sino para satisfacer su compromiso de reducir la huella ecológica
y mejorar el impacto social de sus operaciones.
Empresas profundas: Adoptarán modelos de negocios en los que el principal
objetivo será mejorar el desarrollo social y la situación medioambiental del
planeta. Estas empresas convertirán la RSE en su principal razón de ser, y
centrarán sus actividades en maximizar la triple línea de resultados,
fomentando el consumo sostenible, la extracción de recursos sostenible, la
equidad intergeneracional, o el comercio y las transacciones económicas
justas.
Ante la pregunta de ¿dónde deberíamos estar? tanto la opinión de expertos
cómo la experiencia analizada nos llevan a las mismas conclusiones. En
esencia, la RSE debería conceptualizarse como un proceso, y no como un
destino en si misma. Emergió como una respuesta a la desmotivación de la
opinión pública sobre el papel de las empresas en el entorno global, y ha
sido promovida, principalmente, a través de una combinación de
movimientos de presión. Los últimos cinco años han experimentado un
proceso de estandarización de herramientas y una involucración más
consolidada del sector privado, pero las implicaciones siguen siendo
limitadas y los resultados no han dado los frutos esperados
La RSE debería encaminar la empresa a aportar soluciones globales y a ser
un agente transformador de la sociedad y sus desequilibrios. Pero para ello
ha de ser más ambiciosa con sus implicaciones y convertirse en un
mecanismo correctivo de la cultura empresarial y de la manera en su
proceso de toma de decisiones. Tal y como ironiza Handy, no tiene ningún
sentido que en un siglo de democratización expansiva, las empresas sigan
perteneciendo a individuos anónimos externos (accionistas), la toma de
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 117 -
decisiones se adopte de forma antidemocrática, y el poder sea gestionado a
través de un sistema dictatorial, o como mucho, oligárquico104.
En este sentido, es fundamental que los contenidos que la RSE integre a los
agentes de interés, amplíe el concepto de beneficios incorporando el valor
generado en el ámbito social y ambiental, y reconsiderar su relación con la
sociedad en función de lo que recibe y los beneficios que aporta. Quizá por
ello necesita tiempo y más experiencia para demostrar que es más que una
estrategia de gestión transitoria. Como instrumento, tiene el potencial de
convertirse en una herramienta que promueva el desarrollo sostenible y
consolide el papel de la empresa en su entorno de manera armónica, pero
será necesario mantener la presión pública, fomentar la innovación y
creatividad empresarial y promover un papel más activo por parte de los
gobiernos en monitorear y regular las actividades empresariales. De ello
dependerá el futuro de la RSE; de ello dependerá que sea simplemente una
estrategia de autoempleo para los departamentos RSE, los consultores y los
auditores sociales, o se convierta en una herramienta transformadora de la
cultura empresarial y la sociedad en que vivimos.
104
HANDY. H; HANDY, E. (2004). The new Alchemists. Hutchinson.
La RSE ante el espejo
Carencias, Complejos y expectativas de la empresa responsable en el S.XXI
- 118 -
Fernando Casado Cañeque es doctor en economía y periodista relacionado
con temas de desarrollo global. Ha trabajado como asesor para varios
organismos de Naciones Unidas (PNUMA, UNDESA, el Banco Mundial,
ONUDI, PNUD), y como consultor senior en el departamento de desarrollo
sostenible y responsabilidad social de PricewaterhouseCoopers (PwC) en
Nueva York. Ha realizado informes para el Global Compact sobre la
sostenibilidad y el impacto social del sector de automoción en la India,
evaluado la política de RSE de las PYMEs a nivel global, desarrollado análisis
comparativos de las alianzas público privadas de tipo II presentadas en la
Cumbre de Johannesburgo, y colaborado en diversos informes para la
ONUDI, entre ellos el informe de Industrialización, Medioambiente y ODM en
el África Sub-Sahariana.
Es autor de varios artículos sobre desarrollo económico, globalización y
sostenibilidad; y realizador de un documental sobre el acceso a educación
primaria en las zonas rurales de Honduras. Posee un doctorado de la
Universidad Central de Barcelona en Ciencias Económicas y Sociales, un
Master de la Universidad de Columbia de Nueva York especializado en
Economía del Desarrollo y Periodismo y un post-grado de gestión ambiental
a través del Instituto de Economía Pública de la Universidad de Barcelona.
Actualmente, es el Coordinador General de la Campaña del Milenio de
Naciones Unidas en España.
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