Download Glaciares chilenos: Reservas estratégicas de agua dulce

Document related concepts

Retroceso de los glaciares desde 1850 wikipedia , lookup

Glaciar Tapado wikipedia , lookup

Transcript
Sara Larraín / REVISTA AMBIENTE Y DESARROLLO de CIPMA
Glaciares chilenos: Reservas estratégicas
de agua dulce
Sara Larraín
Directora Programa Chile Sustentable. Seminario 774, Ñuñoa, Santiago, Chile.
E-mail: [email protected]
E
l agua es un elemento natural que constituye la base
del mantenimiento de la vida en el planeta. Sin
agua no hay vida, y el agua no tiene sustitutos. El agua
sustenta los ecosistemas, el abastecimiento humano y es
un recurso clave para todos los procesos productivos
desarrollados por el hombre. Históricamente, todos los
asentamientos humanos se han desarrollado donde
existen fuentes de abastecimiento de agua.
El agua en la tierra es abundante pero salobre. El agua
dulce constituye solo 3% del total de agua en el planeta,
y un 77,06% de ella esta congelada en los polos y en
glaciares en las altas cordilleras (GWP, 2000). Lamentablemente el uso ineficiente del agua a nivel mundial, su
desigual distribución geográfica y la creciente contaminación la han puesto en condición de escasez, lo que
expone a la población mundial a gran vulnerabilidad
y en riesgo de crecientes conflictos sociales, políticos,
económicos y ambientales cuyo centro es el agua.
A nivel internacional existe consenso de que los glaciares son fuentes estratégicas para el actual y futuro
abastecimiento de agua dulce y manutención de los
ecosistemas y la economía. Sin embargo, como constituyen sistemas abiertos, con interacciones internas y
con el medioambiente; y como su formación obedece
a condiciones ambientales únicas y de alta fragilidad
cualquier acción que se desarrolle sobre los glaciares
o en territorios circundantes puede afectarlos y poner
en riesgo a toda la población que se abastece aguas
abajo de los deshielos (PNUMA, 2004).
Actualmente existe suficiente información científica
sobre la importancia estratégica de los glaciares y los
impactos de las actividades humanas y del calentamiento global sobre ellos. Sin embargo, en los últimos años
no ha existido conciencia publica sobre su importancia,
y tampoco acuerdos vinculantes que obliguen a su
protección.
Aunque desde la Cumbre de Naciones Unidas sobre
Medio Ambiente y Desarrollo, en 1992, los científicos
del Panel Intergubernamental de Cambios Climáticos han
informado a los gobiernos sobre las consecuencias del
calentamiento global sobre sus territorios, incluidos los
glaciares, solo algunos países los han incluido como
objetos de protección en su legislación sobre recursos
hídricos y sobre áreas silvestres protegidas: o bien generando leyes específicas para su conservación como
fuentes y reservas estratégicas de agua dulce.
Recientemente la atención pública sobre los glaciares
se ha intensificado globalmente. A nivel nacional la
preocupación se ha centrado en la contaminación y
destrucción de glaciares por algunos emprendimientos
mineros; alcanzando gran visibilidad e interés ciudadano
a partir del proyecto Pascua Lama, en la cuenca del
río Huasco, en la III Región del país, que proponía la
remoción de los glaciares del área para la extracción
de oro a tajo abierto.
A nivel internacional la preocupación se ha concentrado en los impactos del calentamiento global
1
Para más información sobre los escenarios de emisiones, puede revisarse el documento: Escenarios de Emisiones. Resúmenes para
responsables de políticas. Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (2000). Disponible en: http://www.ipcc.
ch/pdf/spenecial-reports/spm/sres-sp.pdf (Nota de la edición).
2
Ver: http://www.eclac.cl/
28
Revista Ambiente y Desarrollo 23 (3): 28 - 35, Santiago de Chile, 2007
Glaciares chilenos: Reservas estratégicas de agua dulce / ARTÍCULOS GENERALES
Figura 1:
Retroceso del
Glaciar San
Rafael y San Quintín: entre 1994 y
2002
Fuente: Instituto Geográfico
Militar, Grupo de Trabajo
Protección de Glaciares,
Chile Sustentable, junio
2006.
sobre los glaciares, el que conlleva su derretimiento y
con ello un elevamiento en el nivel del mar; además
de amenazas para la agricultura, la industria, la generación hidroeléctrica y la provisión de agua potable
para los asentamientos humanos, especialmente las
ciudades.
La información científica difundida por el Panel Intergubernamental de Cambios Climáticos; por el Informe
Stern, y los informes de variabilidad climática de varias
naciones, consignan impactos del cambio climático
sobre la salud, el territorio, el medio ambiente, la
alimentación y la economía mundial; y proyectan una
grave crisis en el abastecimiento de agua, una de cuyas
causas principales es el derretimiento de los glaciares.
En referencia a América del Sur, se establece que en
la zona de los Andes en Sudamérica, el área cubierta
de glaciares se ha reducido en un cuarto en los últimos 30 años, y que los glaciares de menor tamaño
desaparecerán completamente en la próxima década,
Revista Ambiente y Desarrollo 23 (3): 28 - 35, Santiago de Chile, 2007
afectando gravemente a ciudades como La Paz y Lima,
y a más del 40% de la agricultura de los valles andinos
que dependen del caudal de recarga que proveen los
glaciares. Informan que el aumento de solo un 1º en la
temperatura a nivel global (que se prevé para 2020)
impactará los glaciares de los Andes y estiman que
más de 50 millones de personas en los países andinos
se verán afectadas por disminución de agua proveniente del aporte de los glaciares (Stern,2006). A esta
situación hay que sumar la dependencia hídrica de las
capitales de Ecuador y Chile de cuencas glaciares, las
que además hacen posible la actividad agrícola.
El derretimiento de los glaciares y la disminución de
las nieves, además del cambio en los patrones de lluvia
y temperaturas que trae el calentamiento, sumado a
fenómenos interanuales como El Niño y La Niña, aumentarán el riesgo de inundaciones y provocará una
drástica reducción de la provisión de agua para un
sexto de la población mundial, especialmente en India,
China y los países andinos de Sudamérica, en periodos
29
Sara Larraín / REVISTA AMBIENTE Y DESARROLLO de CIPMA
R
E
S
U
M
E
N
A nivel internacional existe consenso de que los glaciares son
fuentes estratégicas para el actual y futuro abastecimiento de
agua dulce y manutención de los ecosistemas. En fenómenos
climáticos tales como sequía, el abastecimiento de agua dulce
por parte de los glaciares llega al 30% y en caso de extrema
sequía al 67%. Por ello es que la autora ve con extrema preocupación el retroceso de los glaciares en el mundo y específicamente en Chile, donde un 87% de lo glaciares catastrados
evidenciaron retroceso. Llama la atención al hecho de que la
legislación chilena no contemple ni siquiera la definición de
glaciares dejando su protección exclusivamente en manos del
sistema de evaluación de impacto ambiental (SEIA), el que
evalúa cada proyecto en particular, con el riesgo que implica
limitar la política pública a medidas de conservación reactivas y casuísticas. Finalmente la autora destaca la iniciativa del
gobierno de desarrollar una Estrategia Nacional de Cuencas, la
cual facilitaría la protección de las cabeceras de cuenca, donde
se encuentran los glaciares y se originan los caudales.
Palabras claves: Glaciares - cambio climático - sequía
- Estrategia Nacional de Cuencas - retroceso - legislación
- Chile
ABSTRACT
At the international level there is a consensus that glaciers are
strategic sources for the current and future supply of freshwater
and maintenance of associated ecosystems. Under climatic conditions such as drought, glaciers can account for as much as 30% of
the fresh water supply, and in case of extreme drought as much
as 67%. That is why the author views with extreme concern the
retreat of glaciers in the world and specifically in Chile, where 87%
of the registered glaciers have shown evidence of shrinkage. It is
noteworthy that Chilean law does not even provide a definition
of glaciers, and their protection is left solely in the hands of the
system of environmental impact assessment designed for assessing specific projects, raising the risks of a reactive mode of public
policy whereby conservation measures are limited to special cases.
Finally, the author stresses the government’s initiative to develop a
National River Basin Strategy, which would facilitate the protection
of headwaters, where glaciers, the most common source of these
flows, are found.
Key words: Glaciers – climate change - drought - National River
Basin Strategy - retreat - legislation - Chile
de sequía. Adicionalmente el derretimiento de glaciares
elevará el nivel del mar, afectando casi 4 millones de km2
de territorios que hoy albergan a 5% de la población
mundial (Stern, 2006).
En Perú, los expertos aseguran que dicho país perdió
20% de sus glaciares durante los últimos 30 años. En
base a ello predicen que todos los glaciares de dicho
país, ubicados bajo los 5.500 metros de altura sobre
el nivel del mar (es decir la mayoría de los glaciares
30
peruanos), desaparecerán antes del año 2015, afectando gravemente a la mayoría de la población peruana
que vive entre los Andes y el mar, y que actualmente
recibe el agua desde las montañas (Instituto Nacional
de Recursos Naturales, 2006).
En el caso de Chile, un estudio del Departamento
de Geografía de la Universidad de Chile, el Instituto Patagonia y el Centro de Estudios Científicos de
Valdivia sobre el avance y retroceso de los glaciares
a nivel nacional, concluyó, en base a una muestra de
100 glaciares (correspondientes a 5,6% de los glaciares
chilenos), ubicados entre la III (Atacama) y la XII Región
(Magallanes), que solo 6% de ellos presenta avances;
el 7% se encuentra estable, mientras que el 87% de
ellos está en evidente retroceso. Esta situación coincide con el caso peruano y con la tendencia mundial,
(Figura 1).
Pero los glaciares, como reservas estratégicas de agua
dulce, no solo están amenazadas por los cambios climáticos asociados al calentamiento global, sino también
por actividades humanas que intervienen directamente
los glaciares o los afectan indirectamente en las altas
cumbres y cabeceras de cuencas. Por ello es urgente
y prioritario avanzar en su conocimiento y en regulaciones específicas para su protección.
Chile es un país montañoso, con presencia de glaciares
a lo largo de todo el territorio nacional. Estos se distribuyen desde los 6.000 metros de altura en el Norte
Grande, hasta el nivel del mar en los fiordos y lagos
de las regiones australes, como el famoso glaciar San
Rafael. Sin embargo, los glaciares más estudiados por
la comunidad científica son los glaciares blancos o de
superficie, pues al ser totalmente visibles se facilita su
identificación.
A nivel nacional 70% de la población se abastece
de recursos hídricos provenientes de las zonas altoandinas. Los glaciares de mayor importancia para el
abastecimiento de agua son aquellos que se encuentran en zonas con periodos de déficit hídrico como la
zona centro y norte del país. En estas regiones, durante
los períodos de verano y de sequía, los glaciares son
las principales fuentes de abastecimiento debido a su
respuesta inversa al déficit hídrico: en dichos períodos
de menor caída de nieve aflora el hielo más antiguo
y oscuro, generándose mayor absorción solar y con
ello mayor derretimiento. Al contrario, en años en que
la caída de nieve es mayor, la reflectancia aumenta,
disminuyendo el derretimiento y la escorrentía de agua
desde los glaciares (Milana, 1998).
Revista Ambiente y Desarrollo 23 (3): 28 - 35, Santiago de Chile, 2007
Glaciares chilenos: Reservas estratégicas de agua dulce / ARTÍCULOS GENERALES
Tabla 1: Inventario de Glaciares de Chile
Región administrativa
I
II
III
IV
V
Metropolitana
VI
VI
VII
VII
VIII
VIII-IX
IX
IX-X
IX-X
X
X
X
X
XI
XI-XII
Inventariados
No inventariados
Número de
% de superficie con
Área en km2
glaciares
glaciares rocosos
Norte Grande*
14
29.70
s/i
Norte Grande*
14
12.13
s/i
Norte Chico*
49
66.83
s/i
Norte Chico *
11
7.02**
s/i
Aconcagua
267
151.25
s/i
Maipo
647
421.9
39 %***
Cachapoal
146
222.42
21 %
Tinguiririca
261
106.46
3%
Mataquito
81
81.91
s/i
Maule
98
35.32
20 %
Itata
s/i
15
s/i
Biobío
29
52.37
2%
Imperial
13
18.72
26 %
Toltén
14
68.48
21 %
Valdivia
6
42.33
25 %
Bueno
11
19.35
2%
Petrohué
12
60.57
11 %
Maullín
1
2.84
0%
Chamiza
1
1.05
0%
Campo de Hielo Norte
28
4.200
s/i
Campos de Hielo Sur
48
9.659****
s/i
Total
15.260
Área estimada
5.315
Total
1.751
20.575
Cuenca hidrográfica
Fuente
Garín (1987)
Garín (1987)
Garín (987)
Garín (1987)
Valdivia (1984)
Marangunic (1979)
Cavieres (1979)
Valdivia (1984)
Noveroy (1987)
G.Tapia (DGA) c/per
Rivera et al. (2000) (estimado)
Rivera (1989)
Rivera (1989)
Rivera (1989)
Rivera (1989
Rivera (1989)
Rivera (1989)
Rivera (1989)
Rivera (1989)
Aniya ( 1988)
Aniya et al. (1996)
Rivera et al. (2002)
Fuente: glaciologia.cl. Inventario de Glaciares de Chile, y Rivera et al 2002” Use of remotely sensed and field data to estimate the contribution
of chilean glaciers to eustatic sea level rise”.
*Notas:Se trata de un inventario preliminar, donde los glaciares no están asociados a cuencas hidrográficas
**No incluye superficie de nieve semipermanente de 31 km2 definida por Garín (1987)
***Denota glaciares de roca y cubiertos por detritos.
****Incluye todos los glaciares del Campo de Hielo Sur, menos aquellos cuyas superficies se encuentran principalmente en Argentina
(Upsala, Agassiz, Onelli, Spegazzini, Mayo, Ameghino, Moreno y Frías)
La comunidad científica ha inventariado parte importante de los glaciares del territorio nacional. Hasta el
año 2002 daban cuenta de un total de 1.751 glaciares
catastrados, con un área de 15.260 km2 y estimaban
que faltaba por inventariar hielos equivalentes a 5.315
km2 (Rivera et al., 2002).
La información existente sobre los glaciares en Chile,
identifica pocos glaciares en la zona norte y sur, y mayor
cantidad de ellos en la zona central del país. Esto se
debe a que se ha realizado mayor cantidad de estudios
sobre los glaciares en las regiones centrales; inclusive
los glaciares de roca en algunas cuencas. Tabla 1.
En la zona norte del país, entre la I y la IV Región, se han
catastrado 88 glaciares, con un área de solo 115 km2. En
la zona central del país, entre la V y la VII Región, se ha
inventariado 1.499 glaciares, equivalentes a 1.016 km2;
y en la zona sur, entre la VIII y X Región, los glaciares
catastrados son 87, con una superficie equivalente a
265 km2. La mayor superficie englaciada a nivel nacional
se encuentra en la zona austral, que debido a la gran
dimensión de los Campos de Hielo Norte y Sur, cubren
un área de 13.859 km2.
Los científicos estiman que en el norte y centro del país
predominarían los glaciares de roca (es decir, aquellos
cubiertos por derrumbes de roca o aluviones). Pero
la falta de un completo catastro nacional de glaciares
dificulta el conocimiento y protección de los glaciares
de roca, pues no son fácilmente identificables por sistemas aéreos o satelitales. Sin embargo, en regiones
donde se han inventariado, tales como en la cuenca del
río Maipo en la Región Metropolitana, estos constituyen
el 50% (326 glaciares) del total de 647 glaciares en las
Revista Ambiente y Desarrollo 23 (3): 28 - 35, Santiago de Chile, 2007
31
Sara Larraín / REVISTA AMBIENTE Y DESARROLLO de CIPMA
“El 70% de la población
chilena se abastece de
recursos hídricos provenientes de las zonas altoandinas” de glaciares que
no están definidos y ni
siquiera se nombran en el
marco jurídico vigente; es
decir los glaciares son un
patrimonio natural fuera
de la Ley”.
hoyas hidrográficas de los ríos Mapocho, Colorado,Yeso,
Volcán y estero San José (Marangunic, 1979ª)
Los catastros existentes, que incluyen registro de
algunos glaciares cubiertos y de roca, registran un
17% de estos en la cuenca del Cachapoal y solo 3%
en las cuencas más al sur. Se estima que los glaciares
de roca pueden contener sobre 80% de hielo en su
estructura interna (Marangunic,1979a), si el derrumbe
rocoso solo cubre la superficie glaciar. El aporte de los
glaciares de roca es fundamental para las regiones con
déficit hídrico, pues aportan agua a los ríos en verano
y otoño, estaciones críticas para el riego agrícola. Sin
glaciares, Chile no podría sostener las hectáreas de
riego existentes, no podría continuar su desarrollo
minero e industrial, y vería seriamente disminuida su
generación hidroeléctrica.
El modelo de simulación de deshielos realizado por
la DGA en el río Maipo, en la zona central de Chile,
(donde 50% de los glaciares son de roca), establece
que los glaciares de dicha cuenca en años de sequía,
como 1968, 1969, 1981 y 1982, aportaron entre 30%
de los recursos hídricos en años secos, y 67% del agua
en años de extrema sequía (Peña y Nazarala, 1987),
permitiendo la mantención de los caudales, el abastecimiento humano, el riego agrícola y las actividades
productivas. Estudios posteriores en la cuenca del río
Colorado en la provincia de San Juan, Argentina, en
1997, confirman que en años secos, cuando la producción de agua disminuyó por la escasez de nieve, dicho
río mantuvo y aumentó la producción hídrica gracias
a los glaciares de su cuenca.
Evidencias como esta en todo el mundo muestran
la urgencia de proteger los glaciares como fuentes
32
y reservas estratégicas de agua dulce para
mantener la estabilidad de los ecosistemas;
la seguridad del suministro para los asentamientos humanos, la generación eléctrica y el
riego agrícola. Sin embargo, en Chile no existe
legislación para proteger los glaciares. Ellos no
están considerados en el Código de Aguas ni
en la legislación sobre Parques Nacionales; y
tampoco en los instrumentos de ordenamiento
territorial como ocurre en países como España,
Francia, Canadá, Perú, Ecuador o Colombia.
Peor aún, en Chile los glaciares no están definidos, y ni siquiera se nombran en el marco
jurídico vigente; es decir, son un patrimonio
natural fuera de la Ley.
Nuestro país debe avanzar en el conocimiento
y diseño de políticas y normativa pública y
legislación para conservar sus glaciares. Debe revisar y
regular las actividades que se realizan en la alta cordillera que pueden causar daño a los glaciares; y también
protegerlos de impactos causados por actividades
humanas, que agravan los efectos del calentamiento
global sobre ellos.
Entre las prioridades de investigación el país requiere
inventariar la totalidad de los glaciares de la zona norte,
incluyendo glaciares blancos, cubiertos y de roca por
cuenca hidrográfica, y completar las cuencas faltantes
en la zona sur tales como la cuenca del río Itata; realizar
mediciones de recarga de caudales proveniente de
aporte glaciar en las cuencas hidrográficas, al menos
en la zona norte y centro del país de mayor dependencia glaciar.
Chile también debe ampliar el monitoreo de glaciares.
Actualmente solo se cuenta con registros históricos
de balance de masa que realiza la Dirección General
de Aguas en el glaciar Echaurren Norte, en la cuenca
del Maipo a 3.750 m.s.n.m., y el monitoreo del glaciar
del volcán Mocho en la cuenca del río Bueno, X Región, que realiza el Centro de Estudios Científicos de
Valdivia. El país debe iniciar estudios sobre dinámica de
glaciares de roca y del permafrost, ya que la cantidad
de agua almacenada en este último es completamente
desconocida en Chile. Avanzar en información y conocimiento en estas áreas constituiría un aporte esencial a
la estrategia de adaptación a los impactos del cambio
climático (Chile Sustentable 2006).
En cuanto al conocimiento actualmente existente sobre
glaciares, es importante que la comunidad científica,
las universidades y la sociedad tengan acceso a la investigación realizada por empresas públicas y privadas,
Revista Ambiente y Desarrollo 23 (3): 28 - 35, Santiago de Chile, 2007
Glaciares chilenos: Reservas estratégicas de agua dulce / ARTÍCULOS GENERALES
particularmente mineras, sobre los glaciares en varias
regiones.
Además de la necesidad de mayor conocimiento sobre
los glaciares, Chile requiere un cambio en el enfoque
de la política sectorial y de los instrumentos de gestión
de recursos hídricos, hacia estrategias integradas, con
criterios ecosistémicos, y que consideren las reservas
de agua dulce en las cabeceras de cuenca.
La Dirección General de Aguas, en su Política Nacional de Recursos Hídricos (DGA 1999), expresa la
necesidad de estrategias para enfrentar la disminución
de caudales, la contaminación de los ríos, la sobreexplotación de acuíferos subterráneos y el acceso para
los usuarios. Sin embargo, no existe visión, análisis ni
medidas para proteger reservas estratégicas para el
abastecimiento de agua dulce como los glaciares.Tampoco considera el impacto de mediano y largo plazo
que puede tener la intervención de glaciares sobre
el abastecimiento hídrico para el consumo humano,
la economía y los ecosistemas naturales que proveen
alimentos y energía para la población.
El sistema normativo chileno entrega a los poseedores de derechos de aprovechamiento de aguas
libertades y facilidades para su obtención y uso, pero
no les asegura que ese abastecimiento tenga certeza
en el futuro. La Dirección General de Aguas sólo enfoca
su análisis prospectivo en el aumento del consumo
poblacional y de los diversos sectores productivos, pero
no considera con profundidad eventuales escenarios
restrictivos, ni el alto grado de vulnerabilidad que provoca la disminución de agua dulce por destrucción de
la fuente.(Chile Sustentable 2006)
Los escenarios futuros muestran una situación restrictiva de recursos hídricos en la mayor parte del país. Se
estima que para 2017 las actividades mineras e industriales y el consumo humano aumentarán la demanda
al doble, y el riego un 20%.(DGA, 1999) Esta situación
alerta sobre la urgencia de cambiar los actuales patrones de gestión y consumo, en base a mayor conciencia
sobre la escasez de agua, la necesidad de eficiencia en
el consumo domiciliario; de mejorar sustancialmente
las tecnologías de riego y de utilización industrial, especialmente en el sector celulosa y minería.
También se evidencia la prioridad de proteger las fuentes y reservas naturales de agua como los glaciares, para
asegurar que no se pondrá en riesgo el requerimiento
de los ecosistemas, de las actividades económicas y las
necesidades humanas básicas.
Revista Ambiente y Desarrollo 23 (3): 28 - 35, Santiago de Chile, 2007
El Código de Aguas no considera a los glaciares como
parte de su área de regulación, pues solo norma las
aguas líquidas. Esta situación puede considerarse una
ventaja, pues el enfoque mercantil de la gestión del
agua en el Código chileno, significaría más bien una
amenaza para los glaciares. Sin embargo, al mismo tiempo, el vacío legal en que se encuentran, ha posibilitado
su intervención indiscriminada por ciertos sectores, y
en particular por los emprendimientos mineros (Chile
Sustentable 2006).
Actualmente la única normativa que ha regulado
actividades en altas cumbres donde existen glaciares
es el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental
(SEIA) que puede a través de la evaluación de cada
proyecto restringir y regular actividades productivas
que impacten glaciares. Lamentablemente el limitado
conocimiento de los servicios públicos y tomadores
de decisión sobre el tema, y la ausencia de institucionalidad responsable del resguardo de los glaciares,
hace recaer una responsabilidad adicional en el SEIA,
cuya atribución es resolver impactos proyecto por
proyecto. Ello arriesga al país a continuar cometiendo
errores como en el reciente caso Pascua Lama, donde
se pretendió reducir la vulnerabilidad de los glaciares
solo monitoreando los impactos de la minería sobre
ellos. Figura 2.
La iniciativa del actual gobierno de desarrollar una
Estrategia Nacional de Cuencas, cuyo gran objetivo es
el manejo integrado de cuencas, implica una reforma
positiva y sustantiva, que cambia totalmente el enfoque
de mercado que ha dominado la gestión del agua y el
territorio en Chile. De implementarse, esta estrategia
permitiría una gestión integral de todos los componentes ambientales y socioeconómicos de cada cuenca,
al considerarla como “la unidad de manejo ambiental”;
permitiendo un nuevo ordenamiento que hace más
eficiente, democrática y transparente la gobernabilidad
territorial (Uriarte, 2006). La Estrategia Nacional de
Cuencas al considerar la cuenca como unidad fundamental de la gestión de los recursos naturales, y a la
planificación ecológica como instrumento de análisis y
manejo integrado, sin duda facilitará la protección de
las cabeceras de cuenca, en donde se encuentran los
glaciares y se originan los caudales.
La Estrategia Nacional de Cambio Climático, aprobada
en 2006 por el Consejo de Ministros de CONAMA,
evidencia la enorme vulnerabilidad que tiene Chile
respecto a la disponibilidad de recursos hídricos,
especialmente en la zona norte y centro del país, y
reconoce que el país enfrentará una intensificación
33
Sara Larraín / REVISTA AMBIENTE Y DESARROLLO de CIPMA
Figura 2
Impactos antrópicos sobre los glaciares Toro 1 y Toro 2 en el valle del Huasco
(fotos aéreas años 1955, 1981 a 2000)
Fuente: Golder Associates, 2004.
“A nivel internacional existe consenso información sobre los glaciares
de la aridez y un avance del
desierto hacia el sur (Comité
de que los glaciares son fuentes estra- presentes en el SNASPE, por
Nacional Asesor sobre Cambio
lo que es perentorio georretégicas para el actual y futuro abaste- ferenciar los glaciares incluidos
Global, 2006). El Estudio de
Variabilidad Climática elaboracimiento de agua dulce y manutención en el Inventario de Glaciares
do por la Universidad de Chile,
de los ecosistemas. Ello no ha impedi- de la comunidad científica con
para la Segunda Comunicación
la superficie del SNASPE, por
do que en Chile el 87% de los glaciares cuanto al menos dichos glaciade Chile ante la Convención de
Cambio Climático establece un
res estarían teóricamente más
están en evidente retroceso”.
escenario moderado y severo,
protegidos.
que presenta aumentos de temperatura entre 2° y
La urgencia de proteger los glaciares es un desafío
4° Celcius en el territorio nacional al 2070; reducción
transversal a muchas políticas, estrategias y planes de
de precipitaciones entre 20% y 40%, proyectándose
la política pública. Ante la importancia de los glaciares
los impactos más severos en la zona central (DGF,
tanto para el abastecimiento humano, ecosistémico y
Universidad de Chile, 2007). Este hecho agrega mayor
de las actividades productivas, es perentorio que se
urgencia a abordar con celeridad el resguardo y progenere una normativa específica que los proteja como
tección de los glaciares como reservas estratégicas de
reservas de agua dulce y como sistemas naturales de
agua dulce.
regulación hídrica.
La Estrategia de Biodiversidad y la normativa del
Dado el carácter transversal de la relevancia y de los
Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del
servicios que proveen los glaciares y las atribuciones
Estado (SNASPE), cuyo objetivo es mantener áreas
diferenciadas de los servicios públicos sobre estos; se
representativas de la diversidad ecológica, paisajes y
hace necesaria la creación de una legislación especifica
formaciones geológicas naturales, puede, además de
y una institución con atribuciones propias, que integre
mantener y mejorar los sistemas hidrológicos naturales
a todos los órganos competentes en el tema, tanto
y preservar los recursos escénicos naturales, constidel ámbito público como académico, privado y no gutuir un sistema normativo funcional a la protección
bernamental. Incluyendo atribuciones que le permitan
de los glaciares. Sin embargo, actualmente no existe
34
Revista Ambiente y Desarrollo 23 (3): 28 - 35, Santiago de Chile, 2007
Glaciares chilenos: Reservas estratégicas de agua dulce / ARTÍCULOS GENERALES
Golder Associates. 2004. Informe viabilidad de manejo de glaciares,
proyecto Pascua Lama. Compañía Nevada Ltda. Santiago.
Intergovermental Panel on Climate Change (IPCC). 2007. Climatic
change: the scientific basis. Disponible en: http://www.ipcc.ch
Marangunic, C. 1979a. Inventario de glaciares hoya del río Maipo.
Dirección General de Aguas, Ministerio de Obras Públicas, Gobierno
de Chile. Santiago, Chile. 619 pp.
Marangunic, C. 1979b. Inventario de glaciares de la hoya del Río
Mapocho y Colorado, hoya del Río Maipú, Región Metropolitana.
pp. 4127 - 4140. In: Sociedad Chilena de Ingeniería Hidráulica. IV
Coloquio Nacional de Ingeniería Hidráulica, Sociedad Chilena de
Ingeniería Hidráulica, Universidad Técnica Federico Santa María,
Valparaíso, Chile, 8 al 10 de Noviembre de 1979.
tener un registro actualizado de glaciares, supervisar su
monitoreo y fiscalización,además de proponer normativas e instrumentos para mejorar su conocimiento y
protección.
Hoy existe gran preocupación en la comunidad científica, los líderes políticos y la ciudadanía por la disminución
de los glaciares. A ello se suma la preocupación de los
agricultores, los generadores eléctricos, la minería y el
turismo, que dependen de los valores paisajísticos y los
recursos hídricos que proveen los glaciares para sus
actividades productivas. Adicionalmente el país, dado
sus niveles de vulnerabilidad ante el cambio climático
y la necesidad de responder a sus compromisos internacionales, debe diseñar a la brevedad su Estrategia
de Mitigación y Adaptación a este fenómeno. En este
contexto, es hoy y no mañana cuando Chile tiene la
oportunidad histórica de avanzar en el conocimiento, la legislación y la institucionalidad necesaria para
proteger los glaciares de las actividades extractivas
que en su territorio. Esta es probablemente la mayor
responsabilidad individual de Chile frente al Cambio
Climático Global.
Referencias Bibliográficas
Milana, J.P. 1998. Predicción de caudales de ríos alimentados por
deshielo mediante balance de energía: aplicación en los Andes
centrales, Argentina. Revista de la Asociación Argentina de Sedimentología 2(5): 53-69
Milana, J.P. y Güell, A. 2005. Diferencias mecánicas e hídricas del
permafrost en glaciares de roca glacigénicos y criogénicos, obtenidas
de datos sísmicos, Glaciar de El Tapado, Chile.
Peña, H. y Nazarala, B. 1987. Snowmelt-runoff simulation model
of a central Chile Andean basin with relevant orographic effects.
En: Large Scale Effects of Seasonal Snow Cover. Proceedings of the
Vancouver Symposium, IAHS Publ. 166, pp. 161-172
Programa Chile Sustentable. 2004. Recursos hídricos en Chile:
desafíos para la sustentabilidad. LOM Ediciones, Santiago, Chile.
272pp.
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
(PNUMA). 2004. Resumen de noticias, el mundo está cambiando.
Disponible en: http://www.pnuma.org/informacion/noticias/200404/01abr04e.doc. Leído el 21 de junio de 2005.
Rivera, A., Casassa, G., Acuña, C. y Lange, H. 2000. Variaciones
recientes de glaciares en Chile. Revista Investigaciones Geográficas,
Universidad de Chile, 34:29-60.
Stern, Sir Nicholas; “Stern Review: the Economics of Climate
Change”, octubre 2006 http://www.hmtreasury.gov.uk/independent_review/stern_rewiew_economics_climate_change/sternreview_index.cfm. Uriarte,A,2006..Estrategia Nacional de Cuencas,
Diario La Nación, jueves 3 de agosto de 2006 (http://www.lanacion.
cl/prontus_noticias/site/artic/20060802/pags/20060802191851.
html)
Dirección General de Aguas (DGA). (1999). Política de recursos
hídricos. Ministerio de Obras Públicas, Santiago. 58 pp.
Centro de Estudios Científicos y Universidad de Chile. S.A..
Conceptos glaciológicos básicos (Chile). Laboratorio de glaciología. Disponible en: http://www.glaciologia.cl/glaciar.htm. Leído el
9 de junio de 2005.
Croce, F. y Milana, J.P. (2002). Estudio de la capa activa, el permafrost y la hidrología del glaciar de rocas El Paso, Agua Negra,
San Juan. XV Congreso Geológico Argentino, Calaffate, Argentina
(CD-ROM), 6 pp.
Global Water Partnership (GWP). 2000. Agua pasa el siglo XXI:
de la visión a la acción, América del Sur. Ediciones Tiempo Nuevo
Comunicaciones Ltda., Santiago, Chile. 81pp.
Revista Ambiente y Desarrollo 23 (3): 28 - 35, Santiago de Chile, 2007
35