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ECONOMÍA DPORTES ESARROLLO , VOLUMEN 6 NÚMERO 2, SEPTIEMBRE CEPALY: A A LA ECONOMÍA POLÍTICA Y A LA POLÍTICA ECONÓMICA 2007 35 CEPAL: Aportes a la economía política y a la política económica* JULIO SILVA-COLMENARES ** LILIA STELLA QUINTERO MAHECHA *** Resumen Este artículo presenta una revisión crítica de la evolución del pensamiento de Raúl Prebisch sobre problemas del desarrollo, en especial de América Latina y el Caribe, y de su influencia en una institución tan vinculada con su nombre, como la CEPAL. Así mismo, de dos contribuciones a las ciencias económicas que se asocian con esta institución: la concepción del capitalismo periférico, fundamentada en la asimétrica relación centro-periferia, que es un aporte de América Latina a la Economía Política, y la formulación de la industrialización por sustitución de importaciones, distinguiendo entre el aporte teórico de la CEPAL y la implementación por los gobiernos como política económica. Palabras clave: desarrollo económico, planeación y políticas de desarrollo, América Latina y el Caribe. * Versión inicial de un trabajo de mayor envergadura sobre los principales aspectos del pensamiento cepalino que pudieron tener influencia en la orientación del crecimiento económico y el desarrollo social o humano en América Latina, en general, y en Colombia, en particular, como parte de un trabajo de investigación sobre Características del crecimiento económico y del desarrollo humano en Colombia durante la segunda parte del siglo 20, realizado para la Comisión sobre Problemas del Desarrollo de la Academia Colombiana de Ciencias Económicas ACCE- y como una contribución a la línea de investigación Crecimiento Económico y Desarrollo Humano de la Universidad Autónoma de Colombia. ** Miembro de número, coordinador de la comisión sobre Problemas del Desarrollo y Vicepresidente de la Academia Colombiana de Ciencias Económicas ACCE-; PhD en Economía (summa cum laude) del Instituto Superior de Economía de Berlín y doctor en ciencias económicas de la Universidad de Rostock (Alemania); autor de 10 libros, 14 folletos y más de 200 ensayos y artículos científicos publicados en Colombia y el exterior; coautor en 18 libros; profesor desde hace 30 años de la Universidad Autónoma de Colombia y en la actualidad (2007), director del Observatorio sobre Desarrollo Humano en Colombia de la misma universidad; profesor invitado de postgrado en varias universidades y conferencista en varios eventos académicos nacionales e internacionales. [email protected] [email protected] *** Economista y magíster en Filosofía; profesora desde hace más de 20 años de las universidades INCCA de Colombia y Autónoma de Colombia. (Efectuó la búsqueda y revisión de las fuentes bibliográficas y hemerográficas utilizadas, así como la redacción parcial del documento, como parte de una investigación realizada para la Universidad Incca de Colombia. Esta investigación iba a hacerse en asocio con la ACCE, pero UNINCCA la suspendió). [email protected] Universidad Autónoma de Colombia 36 JULIO SILVA-COLMENARES, LILIA STELLA QUINTERO MAHECHA Abstract This paper presents a critic revision of the evolution of Raul Prebish thinking about development problems, especially in Latin America and the Caribbean, and his influence in the ECLAC. In addition, we discusses about two contributions to the economics sciences linked with this institution: the conception of peripheral capitalism, based on the asymmetrical relationship between center-periphery, which is a contribution of Latin America to the Political Economy, and the formulation of the policy industrialization by substitution of imports, separating between the theoretical contribution of ECLAC and the policy making by the governments. Key words: Economic Development, Development Planning and Policy, Latin America and the Caribbean. Clasificación JEL: 010, 020, 054 Presentación: Este artículo comprenden tres secciones, a saber: Raúl Prebisch: Un hombre de pensamiento y acción (sección 1), una contribución de la CEPAL a la Economía Política: El capitalismo periférico (sección 2), y una contribución de la CEPAL a la política económica: La industrialización por sustitución de importaciones (sección 3). Las conclusiones y comentarios están autocontenidos en cada sección. 1. Raul Prebisch: un hombre de pensamiento y acción Raúl Prebisch,2 quien dirigió la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina CEPAL-, entre 1950 y 1963, se reincorporó a ella en 1976, cuando ya había cumplido 75 años de edad, para dirigir su nueva revista, producto de la transformación del Boletín Económico que se publicaba 1 Fecha de recepción: 27 de Agosto de 2007. Fecha de aceptación: 3 de Septiembre de 2007. 2 Nació el 17 de abril de 1901, en Tucumán, Argentina, de padre alsaciano de origen alemán y madre, una Linares Uriburu de añeja raigambre colonial. En una entrevista otorgada a Agustín R. Maniglia (La Nación, Buenos Aires, 29.09.1985), relataba: Yo hice mis estudios primarios y llegué hasta tercer año del Nacional en un colegio de padres franceses lourdistas, que me enseñaron a leer y escribir en castellano y en francés en mi provincia de Tucumán. Soy tucumano, de madre salteña y bachiller jujeño, porque fue en el Colegio Nacional de Jujuy donde me recibí a los 17 años. Entonces vine a Buenos Aires a cursar Ciencias Económicas en la misma Facultad de la Universidad Nacional, donde me recibí de Contador Público y después me doctoré en 1923. Y trabajé desde el segundo año como Ayudante de Trabajos Prácticos en la misma Facultad y con esto me costeé los estudios. Y desempeñó su ayudantía nada menos deberíamos completar nosotros- que bajo la dirección del profesor Ing. Alejandro Bunge, otro no menos grande y famoso economista argentino, en el Instituto del Costo de Vida y Poder Adquisitivo de la Moneda, que éste había creado y dirigido a partir de 1919. De tal palo, tal astilla, diríamos con orgullo y complacencia. Prebisch fue y sigue siendo un codiciado modelo para todas las generaciones de jóvenes argentinos y latinoamericanos que sienten vocación por el estudio de las Ciencias Económicas. Popescu, Oreste, Raúl Prebisch In Memoriam, revista Desarrollo Indoamericano (Barranquilla) No. 84, agosto de 1986. p. 11 Economía y Desarrollo - septiembre 2007, vol. 6, n° 2 CEPAL: APORTES A LA ECONOMÍA POLÍTICA Y A LA POLÍTICA ECONÓMICA 37 desde su fundación. Como escribió en el primer número, su propósito era revisar los rasgos básicos del funcionamiento del capitalismo periférico, su crisis más reciente y las opciones de transformación; revisión que continúo con otro artículo crítico en el número seis.3 Con esta vinculación se inició lo que él mismo llamó, en términos anticipatorios, la quinta etapa, probablemente la última, de mi pensamiento sobre los problemas del desarrollo. Con base en algunos artículos escritos para la revista editó su libro Capitalismo Periférico: Crisis y Transformación,4 que sintetiza lo esencial de su pensamiento. Al hablar de esta quinta etapa, recuerda que desde el principio me formulé otra vez algunos interrogantes de importancia fundamental que había dejado sin respuestas convincentes. ¿Por qué se ve acompañado el proceso de desarrollo por el aumento de las disparidades del ingreso y la riqueza? ¿Por qué es tan persistente la inflación y por qué no responde a los remedios tradicionales? ¿Cuáles razones explican algunas contradicciones importantes del proceso de desarrollo de la periferia que no han ocurrido en el desarrollo histórico de los centros, por lo menos con una intensidad comparable? ¿Por qué se ha quedado atrás la periferia?.5 Como recordó luego en 1979 en un acápite titulado La frustración neoclásica, fui un neoclásico de hondas convicciones, pero la observación de la realidad me ha persuadido de que esas teorías no nos permiten interpretar ni atacar, los grandes problemas que derivan de su funcionamiento. Como dice más adelante, sin un falso arrepentimiento, durante mi juventud estas teorías me sedujeron por su precisión y elegancia matemática. Y también por su fuerza persuasiva. Pero reconoce a continuación en una nota de pie de página que su emancipación de esa escuela del pensamiento económico comenzó durante la gran depresión mundial, cuando hube de echar por la borda mucho de lo aprendido y también enseñado como joven profesor universitario. Y en forma cáustica reflexiona: Si los economistas neoclásicos se limitaran a elevar sus construcciones en el mundo etéreo, pero sin pretender que ésta es la realidad, ello constituiría un respetable esparcimiento intelectual, admirable a veces por el virtuosismo de algunos de sus eminentes expositores allende los mares. Pero muy otra es la situación cuando en estas tierras periféricas se pretende explicar el desarrollo prescindiendo de la estructura social, del retardo histórico del desarrollo periférico, del excedente y de todas las características del capitalismo periférico ( ) Resulta entonces claro y convincente que el juego espontáneo de la economía no puede conducir al equilibrio. 3 Véase Prebisch Raúl, Crítica al capitalismo periférico, revista de la CEPAL, No. 1, primer semestre de 1976, y Estructura socioeconómica y crisis del sistema, revista de la CEPAL, No. 6, segundo semestre de 1978. 4 Fondo de Cultura Económica, México, 1981 5 Prebisch Raúl. Cinco etapas de mi pensamiento sobre el desarrollo. Revista Comercio Exterior (México), vol. 37, No. 5 (mayo de 1987), p. 349 Universidad Autónoma de Colombia 38 JULIO SILVA-COLMENARES, LILIA STELLA QUINTERO MAHECHA Y más adelante insiste: Pero no es así, y siento la necesidad intelectual y la responsabilidad moral de presentar las razones que me han llevado a abandonar la ortodoxia. ( ) Las razones por las cuales no concuerdo, desde hace mucho tiempo, con las teorías neoclásicas conciernen a la distribución del ingreso, la acumulación de capital, y el papel del mercado en lo referente al desarrollo interno y al intercambio internacional ( ) Si bien supongo, y creo que fundadamente, que esas teorías también están lejos de explicar los fenómenos del desarrollo capitalista de los centros, me ceñiré exclusivamente a la periferia, ante todo porque creo conocerla mejor, y acaso por no tener que luchar en dos frentes simultáneamente, riesgo del que, desde luego, no estaría exento. 6 Este es el pensamiento de un Prebisch maduro, casi octogenario, pero quien desde la edad de 30 años, cuando la gran depresión, ya se había dado cuenta que había que buscar un nuevo camino en las ciencias económicas, distinto al impuesto desde los grandes centros de poder, que luego quiso imperar como el «pensamiento único». Como lo reconoció el investigador colombiano Jairo Estrada, la obra de Raúl Prebisch estuvo asociada desde sus inicios a la pretensión por construir una escuela de pensamiento económico latinoamericano a partir de la producción propia de teoría e ideología económicas. En ese sentido, las teorías de los países del centro fueron consideradas como inadecuadas para el estudio y la interpretación de los problemas del crecimiento y el desarrollo en las economías de América Latina.7 Un conocedor del pensamiento de Prebisch, el español José Molero, dijo que él se dirigía a buscar una tercera vía, o en palabras del propio Prebisch, una síntesis entre socialismo y liberalismo o, si se quiere, una versión del socialismo basada en la libertad del individuo y en nuevas formas de convivencia social.8 Al volver a la segunda etapa de lo que Prebisch llamó las cinco etapas de mi pensamiento sobre el desarrollo, se le encuentra vinculado a la naciente CEPAL. Como se sabe, la CEPAL fue creada en 1948, por iniciativa del gobierno chileno, aunque el gobierno estadounidense se opuso en el primer momento, pues prefería que todos los problemas latinoamericanos se discutiesen en la Organización de Estados Americanos OEA, con sede en Washington. Por eso, su duración inicial era por sólo tres años. En 1951, pese a la oposición de Estados Unidos, que insistía en convertirla en dependencia de la OEA, fue transformada en organismo permanente de Naciones Unidas, para lo cual fue 6 Prebisch Raúl. Obras Escogidas (Selección y prólogo de Isidro Parra-Peña). Plaza & Janes, Bogotá, 1983. pp. 65, 66, 67 y 101 7 Estrada Álvarez, Jairo. Apuntes sobre el excedente y la crisis en Prebisch. revista Científica Horizontes (Bogotá). Año 1, No. 1, enero de 1989. p. 6 8 Molero, José. Raúl Prebisch y la tarea de transformar el subdesarrollo. revista Comercio Exterior (México), vol. 31, núm. 2, febrero de 1981, p. 201 Las palabras en cursiva son de Prebisch y están en su artículo Hacia una teoría de la transformación, revista de la CEPAL, No. 10, abril de 1980. p. 170 Economía y Desarrollo - septiembre 2007, vol. 6, n° 2 CEPAL: APORTES A LA ECONOMÍA POLÍTICA Y A LA POLÍTICA ECONÓMICA 39 determinante el apoyo de Brasil, Argentina y otros países de la región. Desde su fundación, la sede ha estado en Santiago de Chile. El primer secretario de la Comisión fue Gustavo Martínez Cabañas, reemplazado en 1950 por Raúl Prebisch, quien ocupó este cargo hasta 1963. Como ya se dijo, en 1976 volvió para dirigir su revista, cargo que ejerció hasta su muerte en 1986. No obstante el relativo poco tiempo en que estuvo Prebisch al frente de la secretaría general, el trabajo teórico y práctico de la CEPAL, sobre todo en orientación a los gobiernos latinoamericanos respecto a grandes derroteros del desarrollo, está vinculado de manera indisoluble a su pensamiento y acción. Como diría más tarde el mismo Prebisch, su llegada a la CEPAL coincidió con la madurez de sus ideas,9 a lo que habría de adicionarse el arribo al medio siglo de edad, en 1951. El primer trabajo de envergadura encargado a Prebisch fue preparar la introducción al Informe de la Comisión a la Asamblea de la Habana en 1949, al que dio por título El Desarrollo Latinoamericano y sus Principales Problemas. Dado el enfoque novedoso sobre las causas y efectos de tales problemas, la Asamblea no acogió el documento, por lo que salió publicado a nombre de Prebisch. Pero fue tal su importancia que empezó a llamársele El Manifiesto Latinoamericano, pues abrió el camino para una reflexión propia sobre las particularidades y determinantes del desarrollo latinoamericano. Podría decirse que ese documento cambió la historia económica de América Latina. En ese momento, todavía era escasa en las ciencias económicas y sociales la discusión sobre el desarrollo, ya que se le veía como un proceso predeterminado, simple repetición de la senda recorrida por los países más influyentes o dominantes, en especial Estados Unidos y Europa Occidental, por lo que era implícito que no ameritaba reflexión científica. Quizá el poco interés que existía por esta temática en los principales centros académicos del mundo en ese momento se debía a la influencia, ya muy marcada, del pensamiento neoclásico, que casi no prestaba atención a los cambios históricos y a las eventuales peculiaridades en el mundo capitalista, al que se consideraba muy homogéneo. Lo que llegaba a ser abstracción científica como producto del estudio de la realidad estadounidense o europea, se entendía aplicable a cualquiera otra realidad. En consecuencia, términos como «subdesarrollo» sólo aparecieron en documentos de las Naciones Unidas hacia finales de los años cuarenta, aunque la inmensa mayoría de los teóricos de esos países lo rechazaron de inmediato. Pero por extraña paradoja, ya las Naciones Unidas empezaban a enviar misiones de apoyo a los países con problemas en su desarrollo; puede recordarse la misión que llegó a Colombia en 1948 presidida por el profesor Lauchin Currie y que presentó un exhaustivo análisis de la realidad, sin ninguna aplicación inmediata. Por tanto, quienes empezaban a preocuparse por los problemas del desarrollo de 9 Prebisch Raúl. Cinco etapas de mi pensamiento sobre el desarrollo. Revista Comercio Exterior (México), Vol. 37 No. 5 (mayo de 1987), p. 345 Universidad Autónoma de Colombia 40 JULIO SILVA-COLMENARES, LILIA STELLA QUINTERO MAHECHA las sociedades en condiciones distintas tuvieron que buscar inspiración en los filósofos, moralistas y economistas de los siglos 18 y 19, como Adam Smith, David Ricardo, John Stuart Mill y Karl Marx, entre otros, padres del pensamiento clásico. A pesar de las dificultades, le encargaron a Prebisch la creación de un Centro de Investigaciones, que en su primer momento contó con el trabajo de personas jóvenes como Celso Furtado, Juan Loyola, José Antonio Mayobre y Jorge Ahumada, todos de destacada presencia en el pensamiento económico latinoamericano en momentos posteriores. El Centro inició la recopilación de información económica básica sobre todos los países de la región, lo que no existía, y comenzó la publicación de una serie de análisis sobre la evolución de los principales países durante las décadas precedentes, inaugurando una etapa nueva en la investigación socio-económica en América Latina. La importancia de la CEPAL en ese campo se mantiene y ha sido definitorio su aporte a la comprensión de la realidad latinoamericana y los esfuerzos por transformarla. Desde un principio ese grupo tuvo claro que el «subdesarrollo» si ha de darse algún nombre a lo que ocurría en nuestros países y otros similares no era una etapa del desarrollo, sino algo diferente. Esto no niega que esa realidad, el «subdesarrollo», o como quiera llamársele, existía y se mantenía. Como dice Theôtonio Dos Santos, se iba consolidando la noción de subdesarrollo como expresión de una situación económica, social, política y cultural en la que se combinan, de forma negativa, el «enclave», el monocultivo, la cuestión racial, el colonialismo interno y el llamado «dualismo» económico. Este conjunto de elementos actúan unos sobre otros y configuran una situación de atraso o subdesarrollo, un círculo vicioso que era necesario romper para conseguir encaminarse hacia el desarrollo. 10 En la Conferencia de México en 1951 Prebisch hubo de decir de la Comisión que es la primera vez que surge un pensamiento, una conciencia latinoamericana para interpretar sus propios fenómenos y obrar conscientemente sobre la realidad.11 El Informe a esa Conferencia, titulado después Problemas Teóricos y Prácticos del Crecimiento Económico, puede considerarse el germen de lo que dio en llamarse la teoría de la CEPAL o concepción cepalina sobre el crecimiento y el desarrollo, a la que no sólo hay que reconocerle contribuciones a la teoría económica sino sugerentes aportes a la política económica que debía implementarse. Aunque no debe olvidarse que académicos como Albert Hirschman o Arthur Lewis, en los Estados Unidos, también ya hablaban de una teoría del desarrollo, si bien 10 Dos Santos, Theôtonio. El desarrollo latinoamericano: Pasado, presente y futuro. Un homenaje a André Gunder Frank, revista Tendencias. Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas. Universidad de Nariño (Colombia). Volumen VII No. 2. Segundo semestre de 2006. p. 141 11 Sabogal Tamayo Julián. Apuntes para la historia del pensamiento económico latinoamericano del siglo XX, revista Tendencias. Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas. Universidad de Nariño (Colombia). Volumen VII No. 2. Segundo semestre de 2006. p. 79 Economía y Desarrollo - septiembre 2007, vol. 6, n° 2 CEPAL: APORTES A LA ECONOMÍA POLÍTICA Y A LA POLÍTICA ECONÓMICA 41 todavía para aquella época no era nítida la distinción entre crecimiento y desarrollo, distinción que tampoco hacía la CEPAL. Casi cuatro décadas después, en una entrevista para la revista Bohemia de La Habana con motivo de los cuarenta años de existencia de la CEPAL, el doctor en ciencias económicas Osvaldo Martínez, director en ese momento del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (Cuba), reconoció que a pesar de que el pensamiento cepalino y las estrategias de desarrollo que se diseñaran para esta región tomaran en muchas ocasiones rumbos diferentes, llegando a veces a crearse un abismo entre la teoría y la praxis, no es menos cierto que podemos afirmar categóricamente que la historia económica y social de nuestra América en los últimos cuarenta años no podrá escribirse ignorando la existencia de la CEPAL. Con sus razones y sinrazones, la presencia decisiva de la Comisión constituye una realidad insoslayable que nos impone su presencia. Y más adelante precisó que en esas condiciones, la CEPAL y Prebisch plantean sus concepciones de las relaciones de América Latina con lo que ellos llamarían el centro que, hablando en términos rigurosos, no son otra cosa que los países capitalistas industrializados, y exponen a continuación una cierta estrategia de desarrollo. Estas concepciones cepalinas entre el centro y la periferia giraban en torno al deterioro de los términos de intercambio como una tendencia secular entre los países subdesarrollados e industrializados. Esto en el lenguaje marxista no es más que una forma de expresar el intercambio desigual. A continuación acepta que el mérito de las teorías y las propuestas de proyecto de desarrollo cepalino estriban en que se trata de una percepción, de una denuncia del fenómeno con una argumentación que, si bien no resulta completamente satisfactoria, tiene, en cambio, el mérito de ser una argumentación del lado de acá, es decir, de los que sufren el fenómeno del intercambio desigual, que se enfrenta a todas las explicaciones que sobre este fenómeno había ofrecido la economía burguesa tradicional. Y sobre lo que puede aportar el pensamiento cepalino a los marxistas, dice que cualquier economista marxista necesariamente tiene que conocer el pensamiento cepalino, lo que no es igual a pedirle que comparta íntegramente todas sus teorías y postulados fundamentales. Pero no se concibe que un economista marxista ignore esas corrientes de pensamiento. Incluso afirmo que en términos analíticos es válida la utilización de algunos de sus elementos.12 Como dijo Helio Jaguaribe a raíz del inesperado fallecimiento de Prebisch en abril de 1986, fue una pérdida irreparable para América Latina, el Tercer Mundo y el pensamiento económico contemporáneo ( ) Prebisch, como Picasso u Ortega éste menos viejo- era la viva expresión de la vitalidad humana en su versión latinoamericana. Impetuoso, incansable con sus 85 12 Una Visión Crítica de la CEPAL. Gramma, La Habana, 22 de mayo de 1988. p. 8 Entrevista de Raúl Lazo para la revista Bohemia. Universidad Autónoma de Colombia 42 JULIO SILVA-COLMENARES, LILIA STELLA QUINTERO MAHECHA años a cuestas y en plena y floreciente capacidad de sus facultades, era también un trabajador disciplinado, poseedor de una inagotable creatividad, capaz de disfrutar de los placeres de la vida (era un excelente enólogo y gourmet), admirador permanente del eterno femenino. Pero como hombre de pensamiento, Prebisch se empeñó profundamente en promover los resultados prácticos de sus ideas. Ejemplos de ello son la propia CEPAL, mezcla de escuela de pensamiento y agencia promocional del desarrollo, y la UNCTAD (una de las grandes creaciones de Prebisch) que, no obstante sus resultados relativamente modestos, debido a la resistencia de los países centrales, constituyó una decisiva movilización de la conciencia internacional a favor del desarrollo del Tercer Mundo. Y reitera Jaguaribe que su gran obra intelectual fue el «pensamiento de la CEPAL». Logró algo único y extraordinario, durante los años en que dirigió la CEPAL (de 1950 a 1963): de una agencia burocrática internacional hizo una escuela de innovación de la economía política y de comprensión de la realidad latinoamericana. El «pensamiento de la CEPAL» fue, sin duda, una obra de equipo que se benefició de la contribución de un grupo de economistas latinoamericanos de talento excepcional, como Jorge Ahumada, Celso Furtado y Orlando Sunkel, por mencionar solo a tres de los más notables. Pero ese pensamiento surgió de un conjunto de ideas y de un cuadro conceptual y metodológico propuesto y desarrollado por Raúl Prebisch y se expandió bajo su impulso innovador y su supervisión crítica. ( ) Ese pensamiento fue tan renovador en el plano teórico como fértil y eficaz en el práctico. En el ámbito de una ciencia económica que se dividía entre la ortodoxia neoclásica y la herejía marxista, Prebisch abrió creativamente un tercer camino, el del «estructuralismo» cepalino; estableció una correlación entre el análisis económico y el contexto histórico-sociológico, lo que permitió una nueva comprensión del subdesarrollo y las relaciones centro-periferia en la economía internacional. Además de su interés teórico -y confirmando la validez de ese pensamiento-, las ideas de Prebisch se mostraron extremadamente fértiles cuando se aplicaron.13 Otro conocedor de la vida de Prebisch expresa una opinión similar. La propuesta de Prebisch dice Edelberto Torres-Rivas fue por ello un proyecto político basado como lo demuestra todo el conjunto de su obra- en un tipo de Estado y de sociedad que no existían fácticamente, pero que era posible determinar; en otras palabras, en fuerzas sociales capaces de expresarse políticamente y que tuvieran intereses en la inversión industrial, la protección de la agricultura de exportación, pero modificando el régimen de propiedad de la tierra, y la elevación de los salarios reales de la población trabajadora, todo ello por medio de la acción ordenadora del Estado. ( ) hay aquí un proyecto 13 JAGUARIBE, Helio. Raúl Prebisch, hombre de pensamiento y acción. en Revista Comercio Exterior, vol. 37, núm. 5, México, mayo de 1987, p. 357 Economía y Desarrollo - septiembre 2007, vol. 6, n° 2 CEPAL: APORTES A LA ECONOMÍA POLÍTICA Y A LA POLÍTICA ECONÓMICA 43 mayor de desarrollo económico con independencia nacional, de democracia política con justicia social. Pero, enfatiza el mismo Torres-Rivas, las fuerzas políticas de la derecha -preburguesa, proimperialista y antipopular rechazaron el programa prebischiano por socializante, por el papel asignado al Estado ante la debilidad del sector privado. Las fuerzas políticas de la izquierda, entonces animadas por una ortodoxia de signo staliniano, no lo aceptaron porque la opción popular, doctrinaria, ya estaba impuesta: revolución; no a las reformas. ( ) La convicción de que esto era así llevó a Cardoso y Faletto a afirmar que los economistas latinoamericanos se vieron obligados a realzar el aspecto político del crecimiento, en una suerte de regreso teórico a la economía política.14 Para concluir esta semblanza de Prebisch como un hombre de pensamiento y acción, pueden recordarse las palabras con que inició y cerró su última intervención pública, el 24 de abril de 1986 ante la reunión ministerial del XXI período de sesiones de la CEPAL, celebrado en ciudad de México. Frente a los enormes problemas, todos ellos muy difíciles, que tienen que afrontar la América Latina y el Caribe en estos momentos fueron sus palabras iniciales hace más de 20 años, se impone en forma ineludible la renovación del pensamiento. Y no es ésta una preocupación surgida en los años recientes, sino que viene planteándose desde mucho atrás. ( ) ¿Por qué razones renovar el pensamiento? Son muchas. Desde el punto de vista de los procesos internos la más importante concierne a las consecuencias de los profundos cambios que han ocurrido en la estructura de la sociedad y en las relaciones de poder que tanto influyen en la distribución del ingreso y, en última instancia, en la acumulación de capital. Y para concluir dijo: Nadie tiene hoy la verdad revelada, señores, ni en el Norte ni en el Sur. Ambos tenemos atisbos de verdad, hemos hecho análisis, algunos de los cuales son promisorios, pero no podemos aceptar como verdad revelada lo que se piensa en el Norte. Respeto mucho las ideas del Norte, pero no deben ser tomadas por su valor nominal. Es esencial que, alguna vez, los hombres del Norte y del Sur nos pongamos a examinar la índole de nuestros problemas, dejando de lado los dogmas, las ideas preconcebidas, hasta llegar a cierta comunidad de puntos de vista.15 14 Torres-Rivas, Edelberto. Estado y sociedad en Prebisch, revista Comercio Exterior (México), vol 37, núm. 6, junio de 1987, p. 459. En la última línea Torres-Rivas se refiere a lo dicho por Fernando H Cardoso y Enzo Faletto en su libro Dependencia y desarrollo en América Latina, Siglo XXI, México, 1969, p. 6 15 Prebisch, Raúl. Renovar el pensamiento económico latinoamericano, un imperativo, revista Comercio Exterior (México), Vol. 36 No. 6, junio de 1986. p. 537 Universidad Autónoma de Colombia 44 JULIO SILVA-COLMENARES, LILIA STELLA QUINTERO MAHECHA 2. Una contribución a la economía política: El capitalismo periférico Al retornar al aporte de Prebisch a la concepción prístina de la CEPAL, puede leerse en su ya citado artículo sobre las Cinco etapas de mi pensamiento los 15 años de trabajo en la Comisión los considera su segunda etapa que en la formulación de mi punto de vista mencioné desde el principio el papel del progreso técnico. Entre los aspectos principales de este fenómeno, mi interés se vio atraído en particular por la difusión internacional del progreso técnico y la distribución de sus frutos, ya que los datos empíricos revelaban una desigualdad considerable entre los productores y exportadores de bienes manufacturados, por una parte, y los productores y exportadores de bienes primarios, por la otra. Y más adelante precisa, con clarividencia que se anticipa a uno de los requerimientos que exige la globalización en marcha, que el problema básico del desarrollo económico era la elevación del nivel de la productividad de toda la fuerza de trabajo. Las actividades de exportación padecían graves limitaciones desde este punto de vista, porque las posibilidades del incremento de las exportaciones de bienes estaban restringidas por el crecimiento relativamente lento de la demanda en los centros, dadas la elasticidad generalmente baja de la demanda de bienes primarios y sus políticas proteccionistas. En consecuencia, la industrialización podía desempeñar un papel muy importante en el empleo de estas grandes masas de trabajadores de muy baja productividad y de la mano de obra liberada por la nueva penetración del progreso tecnológico, no sólo en las actividades de exportación sino también en las actividades agrícolas productoras de bienes para el consumo interno. Como destaca a continuación, de este análisis surgió la conclusión de que la sustitución de importaciones estimulada por una política de protección moderada y selectiva es un procedimiento económicamente sensato Pero aclara que, en términos generales, han sido mal interpretados mi ataque al proteccionismo de los centros y mi defensa del proteccionismo en la periferia. Yo consideraba esta última forma de protección como un requisito necesario en un período de transición relativamente extenso en cuyo transcurso se corregirán las disparidades de la elasticidad de la demanda. La protección de los centros agrava estas disparidades, mientras que la protección de la periferia tiende a corregirlas, si no excede ciertos límites. Cuanto más amplia sea la disparidad, mayor será la necesidad de sustituir importaciones (así como la de promover las exportaciones de manufacturas), sobre todo si la tasa de crecimiento económico de los países periféricos es mayor que la de los centros.16 16 Prebisch Raúl. Cinco etapas de mi pensamiento sobre el desarrollo, revista Comercio Exterior (México), vol. 37, No. 5 (mayo de 1987), pp. 345 a 347 Economía y Desarrollo - septiembre 2007, vol. 6, n° 2 CEPAL: APORTES A LA ECONOMÍA POLÍTICA Y A LA POLÍTICA ECONÓMICA 45 Si bien el problema de la inelasticidad de la demanda de bienes primarios en los centros industrializados puede considerarse constante, pues la revolución científico-técnica reduce su consumo por unidad de producto, por la vía de la sustitución de materiales y la miniaturización de los productos, para la explicación del capitalismo periférico es, como dice el investigador español José Molero en un análisis del pensamiento de Prebish, más trascendente el llamado «argumento de los salarios», argumento que Prebisch propuso casi al mismo tiempo que el economista estadounidense H. W. Singer, por lo que con frecuencia se habla de la tesis Singer-Prebisch. Se trata, básicamente dice Molero, de explicar en qué medida se transmiten las mejoras de la productividad a los salarios en los diferentes países, tomando como referencia las actividades exportadoras. Las mejoras de la productividad pueden reducir los precios o aumentar los ingresos de los que toman parte en la producción, entre los cuales están los trabajadores. En los centros y en la periferia es muy diferente el grado de participación de los trabajadores en el valor agregado. En aquéllos, los trabajadores gozan de una situación estructural (fruto de un proceso histórico de luchas obreras) y organizativa que le permite participar de alguna manera en los cambios por otra parte constantes de la productividad. En cambio, continúa Molero, en la periferia las cosas son de otro modo. Las innovaciones técnicas que se dan, y de manera muy importante, en las actividades exportadores ocurren en un contexto muy desfavorable para los trabajadores. La abundancia de mano de obra y la escasez de organizaciones sindicales impiden que los obreros aprovechen de manera considerable los progresos de la productividad, por lo que éstos se transmiten, en cierta medida, a los precios de las exportaciones que, de esta manera, soportan otra tensión estructural a la baja. Como expresó Singer17 con brevedad enfatiza Molero, los países industrializados se han quedado con lo mejor de ambos mundos, del mundo de consumo de bienes primarios, como consumidores, y del mundo de artículos manufacturados, como productores, mientras que a los países subdesarrollados les ha tocado lo peor de ambos, como consumidores de manufacturas y como productores de primeras materias.18 Y cuando han mejorado los precios de las materias primas exportadas, como ha ocurrido en los primeros años del siglo 21 en razón de la demanda acelerada de países grandes en proceso de rápida industrialización, como China y la India, este mayor excedente llega un muy poca proporción a los trabajadores, porque se queda como ganancia de los empresarios y enriquecimiento ilícito de quienes están cerca de los círculos de poder. 17 Véase H.W. Singer. La distribución de los beneficios entre los países prestamistas y prestatarios, en Okun y Richardson, Estudio sobre el desarrollo económico, Ediciones Deusto, Bilbao, 1962, p. 120. 18 Molero, José. Raúl Prebisch y la tarea de transformar el subdesarrollo, revista Comercio Exterior (México), vol. 31, núm. 2, febrero de 1981, p. 198. Universidad Autónoma de Colombia 46 JULIO SILVA-COLMENARES, LILIA STELLA QUINTERO MAHECHA Para entender mejor el aporte de la CEPAL a la Economía Política en este aspecto, a través del pensamiento de Prebisch, nada mejor que leerlo en sus propias palabras. La esencia de mi interpretación gira alrededor del concepto de excedente económico, o sea la considerable proporción de los incrementos sucesivos de la productividad que son apropiados por los dueños de los medios de producción, en particular quienes se concentran en los estratos sociales altos. ( ) La privilegiada sociedad de consumo resulta nociva para la acumulación de capital reproductivo, ya que promueve una diversificación prematura de la demanda con efectos sociales adversos, a lo que debe añadirse la absorción desproporcionada del ingreso por parte de los centros, sobre todo a través de las empresas transnacionales, íntimamente ligada a la sociedad privilegiada de consumo. Aquí reside el principal factor explicativo de la tendencia del sistema a excluir una porción considerable de la fuerza de trabajo. Si se tiene en cuenta el papel expoliador del capital transnacional, la concepción de la CEPAL se acerca a la teoría de la dependencia, planteada por autores como André Gunder Frank, Theôtonio Dos Santos, Vania Banbirra y otros. Entre paréntesis, su definición de excedente se aproxima a la concepción de la plusvalía de Carlos Marx, más cuando considera que el excedente es la fuente de la acumulación. Como continúa diciendo Prebisch, la intensidad de estos cambios en las relaciones de poder depende en gran medida de la evolución del proceso de democratización. Cuando este proceso se ve obstruido o manipulado por los estratos superiores se limita el poder de redistribución de la fuerza de trabajo. Pero cuando avanza genuinamente el proceso democrático aumenta la eficacia de tal poder. Más adelante es enfático y aclara que debo concluir lamentablemente que, en el curso avanzado del desarrollo periférico, el proceso de democratización tiende a volverse incompatible con el funcionamiento regular del sistema. Esto no se debe tanto al fracaso de tal proceso, derivado de la inmadurez política prevaleciente en la periferia, como al grave sesgo socioeconómico del mecanismo de la distribución del ingreso y la acumulación de capital a favor de los estratos sociales superiores.19 En esto consiste la segunda gran falla del capitalismo periférico. Desde mi punto de vista enfatiza el español Molero, colocar la idea del excedente como centro del análisis es una muestra del permanente esfuerzo de Prebisch por mantenerse dentro de la tradición de la economía política. El excedente es fundamental en un análisis dinámico del crecimiento y de la acumulación y además exige una visión más amplia que la estricta de la teoría económica neoclásica. Pero el mismo Molero dice también que sin negar mi admiración por Prebisch, quisiera mencionar algunos elementos críticos. En primer lugar, no ve clara en su teoría la relación con el mundo 19 Prebisch, Raúl. Cinco etapas de mi pensamiento sobre el desarrollo, revista Comercio Exterior (México), vol. 37, núm. 5, mayo de 1987, pp. 349 a 351 Economía y Desarrollo - septiembre 2007, vol. 6, n° 2 CEPAL: APORTES A LA ECONOMÍA POLÍTICA Y A LA POLÍTICA ECONÓMICA 47 de las empresas transnacionales ni con nuevas variables económicas y no económicas, como el sistema financiero internacional y los medios de comunicación, y se aprecia cierta contradicción entre sus pretensiones totalizadoras y la concepción de centro y periferia como dos subsistemas, que a pesar de todo son muy autónomos pues su nexo fundamental de unión solo es la imitación del consumo de los centros. En segundo lugar, encuentra oscura la relación entre su teoría de la transformación y las ideas de nación, Estado y dependencia. En particular, creo que es necesario discutir el tipo de Estado que debe imponer el uso social del excedente. Además cabe preguntarse: ¿Qué relación tiene la idea de nación que incorpora con el uso tradicional de ese concepto, privilegio de los empresarios y del Estado del «viejo régimen»? Igualmente, puede uno interrogarse acerca de lo que ocurre con la situación estructural de dependencia en el nuevo proceso de acumulación.20 Otra visión crítica expresa el investigador colombiano Jairo Estrada Álvarez, quien al hablar de la idea de Prebisch sobre la dinámica del excedente dice: la mayor difusión de la técnica produce aumentos en la productividad los cuales no son transferidos sino apropiados por los propietarios de los medios productivos y destinados esencialmente para formas de «consumo imitativo» de los centros. Desde esa perspectiva la difusión de la técnica y la apropiación de sus resultados generan dos efectos. De una parte, se frustra la acumulación de capital reproductivo, lo cual, unido al crecimiento extraordinario de la población, explica la tendencia excluyente del sistema al mostrarse incapaz de absorber los estratos inferiores de la estructura social y hacer frente a otras manifestaciones de redundancia de la fuerza de trabajo. De la otra, al penetrar en la estructura social, se producen mutaciones que amplían los estratos intermedios e inciden sobre la estructura de poder tanto en la órbita del mercado como en la del Estado.21 Como continúa Estrada, la consecuente reacción de los empresarios se manifiesta en el alza de precios. A dicha alza le sigue un nuevo ataque al excedente del poder sindical y político de los estratos inferiores. De esa forma se desataría, según Prebisch,22 un tipo de inflación social que tarde o temprano lleva a la crisis. Dicha inflación social, alimentada por la pugna distributiva, agudizaría aún más los conflictos del «capitalismo periférico», creándose la necesidad de restablecer la dinámica del «excedente». La crisis económica y social produciría una crisis política a la que sobreviene el empleo de la fuerza, que permite quebrar el poder sindical 20 Molero, José. Raúl Prebisch y la tarea de transformar el subdesarrollo, revista Comercio Exterior (México), vol. 31, núm. 2, febrero de 1981, pp. 199 a 201. 21 Estrada Álvarez toma estas ideas de Prebisch, Raúl. La dinámica del capitalismo periférico y su transformación, revista Desarrollo Indoamericano (Barranquilla), No 66, 1981, p. 31 y 33 22 Según Estrada, Prebisch afirma que esa tendencia a la crisis puede postergarse por un tiempo más o menos largo cuando se dispone de cuantiosos recursos provenientes de la explotación de una riqueza natural no renovable. Ver: Prebisch, Raúl. La dinámica del capitalismo . ob. cit. p. 32. Universidad Autónoma de Colombia 48 JULIO SILVA-COLMENARES, LILIA STELLA QUINTERO MAHECHA y político de los estratos desfavorecidos y genera un nuevo impulso a la sociedad privilegiada de consumo.23 Estrada si reconoce en Prebisch la preocupación por las transnacionales, pues recuerda que éste plantea que las contradicciones internas alrededor de la dinámica del «excedente», se ven aún más agravadas por su interacción con las contradicciones externas de las relaciones centro-periferia que generan una exacción transnacional del «excedente». También reconoce el indudable aporte de Prebisch para desentrañar algunas de las contradicciones del «capitalismo periférico», pese a las obvias limitaciones de clase que acompañan a su obra, y la importancia de su teoría sobre el «excedente económico», pues en su apropiación se encuentra el origen de las grandes desigualdades distributivas del «capitalismo periférico». 24 Pero critica, con palabras de Isidro Parra-Peña su teoría del excedente, pues es una categoría que no se asienta en la concepción del valor-trabajo, ya que el autor se cuida mucho de formular una teoría de la explotación, con todas sus consecuencias revolucionarias.25 Como continúa Estrada Álvarez, al explicar los orígenes del «excedente» Prebisch no logra romper con la teoría neoclásica a pesar de sus manifiestas discrepancias con esta corriente burguesa del pensamiento. Según Prebisch cita Estrada los factores de la producción (trabajo, tierra, capital) serían los generadores de ese excedente, de tal manera que éste aparece como una «remuneración adicional» a la mayor productividad que no se transfiere a la fuerza de trabajo. Como concluye su crítica Estrada Álvarez, si Prebisch hubiera explicado la «arbitrariedad» de la distribución a partir de la propiedad-apropiación, tendría que haber negado las relaciones de propiedad que producen la apropiación privada y excluyente, cuestionando los cimientos del «capitalismo periférico». Pero al ubicar su análisis en la esfera de la distribución, no solo enfrenta la opción revolucionaria sino se convierte en un apologista del sistema al reconocer a éste su capacidad de renovación en su propio cascarón. 26 Otro reconocimiento al aporte de Prebisch y el grupo de investigadores que le era más cercano en la CEPAL, puede encontrarse en Theôtonio Dos Santos, reconocido economista latinoamericano, quien plantea que la CEPAL va a otorgar un fundamento de análisis económico y un sustento empírico, así como un apoyo institucional, a la búsqueda de bases autónomas de desarrollo. 23 Estrada Álvarez, Jairo. Apuntes sobre el excedente y la crisis en Prebisch, revista Científica Horizontes (Bogotá). Año 1, No. 1, enero de 1989. p. 9 24 Véase Prebisch Raúl, Crítica a las teorías neoclásicas del liberalismo económico, revista Economía Colombiana (Bogotá), No. 126, 1980, p. 42 25 Véase Parra-Peña Isidro. Del Capitalismo Periférico y el Subdesarrollo, revista Economía Colombiana (Bogotá), No. 126, 1986, p. 65. 26 Estrada Álvarez, Jairo. Apuntes sobre el excedente y la crisis en Prebisch, revista Científica Horizontes (Bogotá), Año 1, No. 1, enero de 1989. p. 10 Economía y Desarrollo - septiembre 2007, vol. 6, n° 2 CEPAL: APORTES A LA ECONOMÍA POLÍTICA Y A LA POLÍTICA ECONÓMICA 49 Éstas se definirán a partir de la ubicación de la industrialización como elemento aglutinador y articulador del desarrollo, del progreso, de la modernidad, de la civilización y de la democracia política. La industrialización se llevó a cabo sobre todo en Brasil, México, Argentina y, en menor grado, en Chile y Colombia. Para las corrientes más modernas en estos países la industrialización era la clave del desarrollo. El atraso, lo arcaico, la barbarie, eran resultado de la especialización de estas economías volcadas hacia la exportación de productos primarios.27 En relación con la concepción del capitalismo periférico, sistematización teórica de la CEPAL, y que es uno de los aportes latinoamericanos a la Economía Política, cuando ésta está tan descuidada en los países centrales, puede recordarse que Prebisch dijo en los años ochenta que, a la luz de su larga experiencia en la UNCTAD, la política proteccionista de los centros va a estar allí por mucho tiempo palabras que también son válidas para los primeros años del siglo 21 ( ) porque me he convencido, estudiando la historia económica de las relaciones entre centros y periferias, que en el fondo lo que están protegiendo los centros es la integridad del excedente económico de las empresas. Y en relación con la competencia en el mercado internacional decía que reconozco plenamente el valor de la competencia, a pesar de que dista mucho de ser perfecta, como bien sabemos. Sin embargo, el funcionamiento correcto del mercado internacional requiere tomar en consideración las consecuencias de las grandes disparidades estructurales existentes entre los centros y la periferia. Señalé antes que los frutos de la productividad permanecen en su mayor parte en los centros. Esto aumenta la demanda y promueve las innovaciones tecnológicas y la acumulación de capital en éstos, con efectos apenas residuales sobre la periferia en el desarrollo histórico del capitalismo.28 Para concluir este acápite sobre los principales aportes teóricos de Prebisch y la CEPAL, puede recordarse, como destaca Ricardo Bielschowsky, que su mérito es haber identificado un conjunto de problemas estructurales de la periferia para construir su análisis del crecimiento, el desarrollo periférico y las relaciones centro-periferia, así como sus tesis fundamentales: deterioro de los términos de intercambio, falta de convergencia entre los ingresos por habitante del centro y de la periferia, desequilibrio estructural de la balanza de pagos, vulnerabilidad externa, brecha de ahorro de divisas y dinámica del proceso de industrialización mediante la sustitución de importaciones. Es entendible, reitera Bielschowsky, que ante tal problemática consideraran a la planificación y la acción estatal como fundamentales para sustentar la 27 Dos Santos, Theôtonio. El desarrollo latinoamericano: Pasado, presente y futuro. Un homenaje a André Gunder Frank, revista Tendencias. Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas. Universidad de Nariño (Colombia). Volumen VII No. 2. Segundo semestre de 2006. p. 140 28 Prebisch, Raúl. Cinco etapas de mi pensamiento sobre el desarrollo, revista Comercio Exterior (México), vol. 37, núm. 5, mayo de 1987, pp. 352 y 356 Universidad Autónoma de Colombia 50 JULIO SILVA-COLMENARES, LILIA STELLA QUINTERO MAHECHA industrialización y el progreso técnico y evitar las tendencias perversas inherentes a esas condiciones. Para Prebisch, la principal tendencia perversa era el desequilibrio estructural de la balanza de pagos, seguida de la tendencia a la inflación. A lo que ha de añadirse la principal contribución analítica de Celso Furtado: Por condiciones estructurales, en América Latina el crecimiento económico sostenido y el aumento de la productividad pueden coexistir con el desempleo y el subempleo, la heterogeneidad tecnológica, la concentración del ingreso y la injusticia social. Como recalca Bielschowsky, siguiendo a Furtado, contrariamente a lo que ocurre en los países del centro, los modelos de crecimiento en los países de la periferia tienden a preservar la abundancia de mano de obra e impiden que las mejoras de productividad se reflejen en el ingreso de los trabajadores.29 Fallecido Prebisch, el brasileño Celso Furtado, quien trabajó al lado de Prebisch y es un destacado exponente de la concepción cepalina, dijo a principios del siglo 21 que el desafío es alterar el curso de la civilización, cambiando su eje, en un periodo histórico relativamente corto, de la lógica de los medios, puesta al servicio de la acumulación, a la lógica de los fines, en función del bienestar social, del ejercicio de la libertad y de la cooperación entre los pueblos. Como comenta Julián Sabogal Tamayo, este es sin duda un cambio revolucionario en la teoría. Tradicionalmente la teoría económica apunta solo al crecimiento, a los medios; este nuevo planteamiento de Furtado invierte el orden de los factores y pone como el fin último el bienestar de las personas.30 Concepción que cada vez se abre más camino. Como dijo uno de los autores de estas notas, en disertación presentada el 3 de julio de 2007 en sesión solemne de la Academia Colombiana de Ciencias Económicas, durante la mayor parte del siglo 20 se pensó que la tarea fundamental de las ciencias económicas era lograr el incremento de la producción de bienes y servicios, y se confundía «crecimiento» con «desarrollo», pero entre los años setenta y ochenta del siglo pasado se comprobó que tal incremento no era suficiente para alcanzar el mejor vivir o la realización de los seres humanos. Con base en lo anterior, del «crecimiento» podría decirse, entonces, que es «económico», pero del «desarrollo» que es «humano». Si el «crecimiento» es creación social de riqueza, producción de medios, el «desarrollo» supone la distribución equitativa de la riqueza creada, cumplimiento de fines. Por eso se insiste tanto en que si bien crecimiento económico y desarrollo humano son procesos distintos, deben ser simultáneos y complementarios, en un escenario propicio para la realización de la libertad y la búsqueda de la felicidad. ( ) En resumen, hay que avanzar hacia la «utopía posible»31 de un modo de desarrollo humano con base en la realización de la libertad 29 Bielschowsky, Ricardo. Vigencia de los aportes de Celso Furtado al estructuralismo, revista de la CEPAL, No. 88, abril de 2006, p. 10 30 Sabogal Tamayo Julián. Apuntes para la historia del pensamiento económico latinoamericano del siglo XX, revista Tendencias. Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas. Universidad de Nariño (Colombia). Volumen VII No. 2. Segundo semestre de 2006. p. 86 Economía y Desarrollo - septiembre 2007, vol. 6, n° 2 CEPAL: APORTES A LA ECONOMÍA POLÍTICA Y A LA POLÍTICA ECONÓMICA 51 y la búsqueda de la felicidad. Entendida la libertad como una «construcción social», esto es, resultado del esfuerzo mancomunado de la sociedad para garantizar a todas las personas las condiciones de una vida digna, y la felicidad como la «opción individual» que se toma ante diversas oportunidades, y que debe respetarse mientras no afecte de manera negativa a otras personas. 32 A esa visión ha de adicionarse otra, también amplia, enunciada por Theôtonio Dos Santos. Como dice el brasileño, en el siglo XXI el desarrollo no estará asociado solamente a la apropiación de la capacidad tecnológica extensiva, generada por la segunda revolución industrial que se extendió de mediados del siglo XIX hasta el decenio de los sesenta, sino también a la apropiación del conocimiento y una acción económica intensiva, cada vez mas cualitativa, promovida por la revolución científico-técnica, que es el funcionamiento de las transformaciones económicas, sociales, políticas y culturales vividas por el mundo después de la segunda guerra mundial. Al cuestionar los fundamentos mismos de la ideología dominante en el mundo liberal capitalista, sugiere que se impondrá un nuevo colectivismo. Ese colectivismo no podrá omitir la gran conquista histórica que representó el nacimiento y crecimiento del individuo como fundamento de la sociedad. Pero no el individuo utilitario pensado por la doctrina liberal y creado por el capitalismo. Se está gestando un nuevo individuo, un individuo que reconoce que su desarrollo es un resultado de la acumulación histórica, económica, social, política y cultural. Un individuo que tendrá que reconocer en su individualidad no una contradicción con lo social sino una realización histórica de lo social. Como continúa Dos Santos, Este proceso no se confunde con el igualitarismo, que formó parte de las ideas de la civilización liberal burguesa. No se trata del igualitarismo. Se trata de respetar y profundizar la diversidad de los individuos, en una sociedad que dará a cada uno de acuerdo a sus necesidades y demandará de cada uno de acuerdo a su capacidad. ( ) Esa nueva sociedad configurará una nueva civilización planetaria. ( ) Se trata finalmente, de un intento de superación del cuadro económico, social, político y cultural creado por la civilización liberal burguesa, que se confundió históricamente con la hegemonía mundial de Europa y posteriormente de Estados Unidos.33 31 Posible, en cuanto el Diccionario de la Lengua Española (vigésima segunda edición, p. 1534) define utopía como Plan, proyecto, doctrina o sistema optimista que aparece como irrealizable en el momento de su formulación. Si bien la etimología más aceptada de la palabra se vincula con las expresiones griegas ïý «no» ôüðïò «lugar»: lugar que no existe, en las anotaciones de pie de página que trae la edición de Utopía de Thomas More revisada por Ralph Robynson (Ediciones Folio, Barcelona, pág. 120) se dice que también puede provenir de åý «bueno» o «feliz», por lo que podría significar lugar bueno o feliz o tierra de la felicidad, que también es la idea que transmiten diversos textos de la época griega. 32 Silva-Colmenares, Julio. Crecimiento económico y desarrollo humano: Una distinción necesaria en la búsqueda de un nuevo modo de desarrollo. Véase el texto completo en [email protected] en el sitio de Julio Silva-Colmenares en Miembros de Número. 33 Dos Santos, Theôtonio. El desarrollo latinoamericano: Pasado, presente y futuro. Un homenaje a André Gunder Frank, revista Tendencias. Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas. Universidad de Nariño Colombia). Volumen VII No. 2. Segundo semestre de 2006. pp. 164 y 165 Universidad Autónoma de Colombia 52 JULIO SILVA-COLMENARES, LILIA STELLA QUINTERO MAHECHA En este sentido, vale la pena reiterar el reclamo que desde la perspectiva del primer lustro del siglo 21 le hace Ricardo Bielschowsky al neoestructuralismo. En sus palabras, el neoestructuralismo está en deuda con el estructuralismo original en cuanto a modelos de crecimiento alternativos al neoliberal que tengan en cuenta las condiciones propias de cada país latinoamericano. Mucho se ganaría si se volviera a formular proyectos de desarrollo nacionales siguiendo la línea de pensamiento de Furtado, es decir, la del padrón o modelos de crecimiento que otros (como Anibal Pinto, Conceiçáo Tabares, José Serra, Pedro Sainz y Alfredo Calcagno) en ocasiones llamaron «modelos», «estilos» o «modalidades» de crecimiento.34 Un par de días antes de morir, en el XXI período de sesiones de la CEPAL, cuando pronunció su última intervención pública, en ciudad de México el 24 de abril de 1986, Prebisch dijo las siguientes palabras, que hoy parecen su testamento intelectual: ¿Qué ha pasado en nuestros países en estos decenios a los cuales me estoy refiriendo? ( ) Con una productividad muy inferior tratamos de imitar con celeridad las formas de consumo de los centros en donde la acumulación de capital y la productividad han venido desarrollándose durante un período extraordinariamente largo. ( ) el consumo imitativo de los estratos superiores ha actuado en desmedro de la acumulación de capital y, en consecuencia, ha limitado la absorción productiva de fuerza de trabajo, que en buena medida ha quedado rezagada en el fondo de la estructura social. Allí están el desempleo y el subempleo para poner en evidencia estos hechos. ( ) tal cual está funcionando el sistema, el ajuste para frenar la inflación recae sobre los elementos más débiles del sistema, que son obligados a retroceder en lo que hubieran avanzado para hacer frente a los gastos del Estado que no han podido reducirse y al consumo privilegiado de los estratos favorecidos. He aquí el elemento de desigualdad social, de inequidad, que se debe en última instancia, a la forma de funcionamiento del sistema. Hago estas consideraciones porque estoy convencido de que en las políticas de estabilización y acumulación de capital se impone una renovación del pensamiento. 35 3. Una contribución a la política económica: La industrialización por sustitución de importaciones Si bien los aportes de Prebisch, y bajo su orientación de la CEPAL, a la Economía Política, como fundamento teórico de las ciencias económicas, fueron significativos, y merecen retomarse a principios del siglo 21 para entender mejor el «capitalismo periférico» en un mundo cada vez más globalizado, pero también más polarizado y desigual, no menos importante fue 34 Bielsschowsky, Ricardo. Vigencia de los aportes de Celso Furtado al estructuralismo, revista de la CEPAL, No. 88, abril de 2006. p. 13 35 Prebisch, Raúl. Renovar el pensamiento económico latinoamericano, un imperativo, revista Comercio Exterior (México), Vol. 36 No. 6, junio de 1986. p. 537 y 538. Economía y Desarrollo - septiembre 2007, vol. 6, n° 2 CEPAL: APORTES A LA ECONOMÍA POLÍTICA Y A LA POLÍTICA ECONÓMICA 53 su contribución a definir el papel del Estado en el avance de ese capitalismo hacia la industrialización, etapa que fue tardía, si se compara con lo ocurrido en los llamados países del centro. En este sentido, lo relativo a la intervención del Estado en la economía es otro aspecto esencial de la concepción aportada por Prebisch y la CEPAL. Esta intervención, sobre todo bajo la figura de la protección estatal que defendía Prebisch, ha sido motivo de uno de los debates teóricos más prolongados e intensos que se han escenificado en América Latina, dada la importancia que tiene el Estado en cualquier sociedad moderna. Como dice Enrique V. Iglesias, quien trabajó junto a Prebisch y fue secretario ejecutivo de la CEPAL, Nuestra región ha constituido un verdadero laboratorio de ideas y propuestas de política impulsadas por las ideologías de turno, en muchos casos siguiendo enseñanzas originadas en otras partes del mundo. Y vista la concepción cepalina como un paradigma, Iglesias considera que el paradigma cepalino incluye un conjunto de ideas fuerza, entre las que se destacan: i) el encuadre del paradigma en la relación centro-periferia; ii) la orientación del desarrollo hacia adentro; iii) el papel de la tecnología; iv) la industrialización sustitutiva y v) el rol activo del Estado. A su vez, la implementación de esa estrategia de desarrollo descansaba en un conjunto de instrumentos y políticas específicas de carácter arancelario, tributario, cambiario, crediticio y de incentivos fiscales al desarrollo industrial, y en la atención del crecimiento explosivo de las demandas sociales generadas por las migraciones del campo a las ciudades.36 Esto, en cuanto al planteamiento teórico. Pero en la vida real todo muestra que, como ocurre con frecuencia en la ciencia, el hecho concreto fue preludio de la abstracción teórica. En su última intervención pública, realizada el 24 de abril de 1986 en la reunión de la CEPAL celebrada en ciudad de México, Prebisch se hizo la pregunta, ¿Cuándo comienza en América Latina la sustitución de importaciones?, y respondió: Durante la gran depresión mundial, cuando la política monetaria de los Estados Unidos y la enorme elevación de los derechos de aduana destruyeron todo el sistema de comercio multilateral y de pagos, que estaba funcionando muy bien. La caída de las exportaciones de nuestros países fue formidable. Y no hubo otra salida que la sustitución de importaciones. Yo tuve que actuar en esa época, y no recuerdo que en aquella situación haya habido algún insano que dijera No hay que sustituir importaciones sino exportar manufacturas. ¿Exportar manufacturas hacia adonde? ¿Hacia un mundo que estaba dislocado y donde el proteccionismo era una forma normal de resguardar las economías? No hubo otra solución que la sustitución. No fue una imposición doctrinaria. Fue una imposición de los acontecimientos. Luego vinieron las dificultades de la posguerra, hasta 36 Iglesias, V. Enrique. El papel del Estado y los paradigmas económicos en América Latina, revista de la CEPAL, No 90, diciembre de 2006. pp. 8 a 10 Universidad Autónoma de Colombia 54 JULIO SILVA-COLMENARES, LILIA STELLA QUINTERO MAHECHA que, por fin, reconstruida Europa y alentada la economía mundial, si se presentaron la oportunidad y la necesidad de exportar manufacturas.37 En una entrevista realizada antes, al referirse al proceso de industrialización, Prebisch dijo: Fue una evolución gradual. Tuvimos que industrializar en la Argentina sin construir una teoría, porque necesitábamos proporcionar más bienes a la población. Pero no podíamos pagar todos los bienes importados, por el decaimiento de nuestras exportaciones y el deterioro de nuestra relación de precios de intercambio. Ese es un hecho sencillo. Sin ninguna teoría, toda América Latina hizo lo mismo. De México para abajo. Entonces, en mis días de tranquila meditación, después que dejé el Banco Central,38 empecé a lucubrar teorías. Apareció el concepto de centro y periferia y también el de industrialización. 39 Sobre la iniciación de la «sustitución de importaciones de productos industriales», Theôtonio Dos Santos dice, en confirmación de lo señalado por Prebisch, que a raíz de la crisis mundial de principios de los años treinta se configuró un «proteccionismo espontáneo», que visualizó el desarrollo de la industria nacional permitiéndole sustituir gran parte de los productos que anteriormente se importaban.40 Pero la propuesta de la CEPAL no se reducía sólo a la sustitución de importaciones. En la citada última intervención pública, recuerda que ya en 1961, hace un cuarto de siglo, la CEPAL, en sus escritos presentados a los gobiernos, dijo que la política de industrialización en América Latina había sido asimétrica, pues había estimulado la sustitución de importaciones, es decir, la producción industrial para el mercado interno, y no había dado estímulos equivalentes a la exportación de manufacturas; y recomendó combinar las dos medidas. Eso es lo que dijimos entonces, y lo reprodujimos en el último número de la Revista de la CEPAL, que acaba de aparecer; pero sigue diciéndose con frecuencia que la CEPAL es responsable de la continuación de una política unilateral en esta materia. Y lo reitera a continuación: No dedicarse exclusivamente ni a la sustitución de importaciones ni a las exportaciones, sino combinar ambas cosas. Es un tanto alentador que el Banco Mundial reconozca finalmente la necesidad de combinar la sustitución de importaciones con la exportación de manufacturas. Había sido reacio a ver las cosas de ese modo, pero hoy lo reconoce.41 37 PREBISCH, Raúl. Renovar el pensamiento económico latinoamericano, un imperativo. en Revista Comercio Exterior, junio de 1986. pp.. 538-539 38 Se refiere a principios de los años cuarenta del siglo pasado 39 Sabogal Tamayo Julián. Apuntes para la historia del pensamiento económico latinoamericano del siglo XX. en Tendencias. Revista de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas. Universidad de Nariño (Colombia). Volumen VII No. 2. Segundo semestre de 2006. p. 80 40 Dos Santos, Theôtonio. El desarrollo latinoamericano: Pasado, presente y futuro. Un homenaje a André Gunder Frank en Tendencias. Revista de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas. Universidad de Nariño (Colombia). Volumen VII No. 2. Segundo semestre de 2006. p. 144 Economía y Desarrollo - septiembre 2007, vol. 6, n° 2 CEPAL: APORTES A LA ECONOMÍA POLÍTICA Y A LA POLÍTICA ECONÓMICA 55 Es decir, ya desde la década de los sesenta la CEPAL insistía que era necesario combinar la sustitución de importaciones con la promoción de exportaciones. ¿Por qué se mantuvo más tiempo del necesario la preeminencia de la sustitución de importaciones, con la protección privilegiativa que le caracterizó, sin avanzar de manera efectiva hacia la promoción de exportaciones de manufacturas? La revisión de lo ocurrido en América Latina, en general, y en un país como Colombia, en particular, durante ese cuarto de siglo a que hizo mención Prebisch en 1986, indica que la protección estatal privilegiativa creó un ambiente proclive al poco esfuerzo y al enriquecimiento fácil debido a la disponibilidad de mercados cautivos, en donde los precios se «administraban» por quienes tenían los posiciones dominantes en el mercado, sin mucha preocupación por la calidad, ya que la verdadera competencia era inexistente. Esto explica también los períodos prolongados de alta inflación, que facilitaron la creación de fuertes grupos económicos nativos, cuyos monopolios no crecieron en el «escenario» de la libre competencia sino bajo la «sombrilla» protectora del Estado, Por tanto, la culpa por los resultados que al final del siglo se achacan al «modelo cepalino» no son tanto culpa de la CEPAL sino de la clase dominante que impuso al Estado bajo su control la permanencia de la protección, más allá del límite sensato. La experiencia positiva de algunos países asiáticos que, con una protección moderada y duración predeterminada pudieron convertirse en exportadores exitosos, muestra que la recomendación de la CEPAL en los sesenta y setenta era la más indicada. Podría decirse que la CEPAL fue pusilánime y no supo o no quiso enfrentarse a la oligarquía dominante, sobre todo a la que controló el proceso de industrialización y que fue la base de poderosos grupos económicos que aún perduran y monopolizan lo fundamental de la actividad económica, como pudo comprobarlo para el caso colombiano uno de los autores de esta nota. 42 En este sentido puede ser razonable la crítica de Theôtonio Dos Santos, que señala a la CEPAL como «instrumento» de los gobiernos latinoamericanos para mantener el poder existente. En sus palabras, era una organización emanada de los gobiernos latinoamericanos, concebida para asesorarlos y proponerles políticas. Sus estudios se concentraron en las políticas capaces de viabilizar el proceso de industrialización procurando la superación de los obstáculos al desarrollo. Sus propuestas, sin embargo, preservaban las estructuras de poder existentes. También la critica por no haber planteado la lucha contra el latifundio, como generador de desigualdad económica y 41 PREBISCH, Raúl. Renovar el pensamiento económico latinoamericano, un imperativo. en Revista Comercio Exterior, junio de 1986. p. 539 42 Véase de Silva-Colmenares, Julio. Los verdaderos dueños del país: Oligarquía y monopolios en Colombia, Editorial Suramérica, Bogotá, 1977, 343 pp.; Tras la máscara del subdesarrollo: Dependencia y monopolios, Carlos Valencia Editores, Bogotá, 1983, 267 pp. y El gran capital en Colombia: Proyección al siglo XXI, Planeta, Bogotá, 2004, 287 pp. Universidad Autónoma de Colombia 56 JULIO SILVA-COLMENARES, LILIA STELLA QUINTERO MAHECHA social y como obstáculo al desarrollo del campesinado y a la construcción del mercado interno. 43 En continuación de su crítica, Dos Santos enfatiza que la articulación estructural entre la sobrevivencia del sector exportador y la industrialización configura una alianza política muy propia de los países latinoamericanos, en los cuales encontramos una política de perduración del latifundio apoyada por la burguesía industrial. Esta burguesía vio así limitada su dimensión revolucionaria, teniendo que abandonar la perspectiva de confrontación con las oligarquías tradicionales y de distribución del ingreso en el campo, que generase un mercado interno más significativo. No fue capaz de vender medios de producción y productos de consumo para la masa campesina y de aumentar así la capacidad productiva a través de su expansión de la demanda interna. Se creó, en consecuencia, un bloqueo estructural al desarrollo económico de la región. Y más adelante dice que la CEPAL, como representante en gran medida de esa burguesía industrial, buscó salidas que no afectaran la cuestión agraria y que permitieran expropiar recursos del latifundio mediante mecanismos de intervención estatal, sin llegar al enfrentamiento con él. Uno de esos mecanismos fue la inflación, que permitía una política de precios relativos favorables al sector industrial. Otro mecanismo, como vimos, fue la nacionalización de las divisas y de la política cambiaria; finalmente, fueron empleados recursos basados en la intervención directa del Estado en la economía rural como subsidios a la producción exportadora, protección a los productos agrícolas de consumo popular, etcétera.44 Sobre la inflación crónica, estructural, de América Latina durante la segunda parte del siglo 20, Prebisch, el «motor» intelectual de la CEPAL, tuvo también palabras críticas, como las siguientes, dichas al final de los años ochenta. Al hablar de la crisis que vivió el capitalismo en esa década, dijo que el gasto, en el sistema, el ritmo del gasto, tiende a superar el ritmo de la acumulación reproductiva que es esencial para aumentar el empleo, multiplicar la productividad y el ingreso. ( ) Lo interesante de comprobar en este caso es que esos gastos, que han venido desenvolviéndose con el avance del sistema, se van superponiendo unos a otros, no se hacen a expensas del gasto de la sociedad privilegiada de consumo y llevan a ese desequilibrio, que no vio, no pudo ver Keynes hace cincuenta años; él hablaba, más bien, de una tendencia del sistema a generar exceso de ahorro. Ahora, a mi juicio, sucede todo lo contrario, y lo grave de todo esto es que ese desequilibrio se manifiesta con crecientes consecuencias inflacionarias, un tipo de inflación que no se daba 43 Dos Santos, Theôtonio. El desarrollo latinoamericano: Pasado, presente y futuro. Un homenaje a André Gunder Frank, revista Tendencias. Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas. Universidad de Nariño (Colombia). Volumen VII No. 2. Segundo semestre de 2006. p. 143 y 1411 44 Dos Santos, Theôtonio. El desarrollo latinoamericano: Pasado, presente y futuro. Un homenaje a André Gunder Frank, revista Tendencias. Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas. Universidad de Nariño (Colombia). Volumen VII No. 2. Segundo semestre de 2006. pp. 145 y 146 Economía y Desarrollo - septiembre 2007, vol. 6, n° 2 CEPAL: APORTES A LA ECONOMÍA POLÍTICA Y A LA POLÍTICA ECONÓMICA 57 en el capitalismo de otros tiempos, cuando la fuerza de trabajo estaba sometida a las reglas del mercado y el Estado era prescindente en materia de redistribución del ingreso, cosa que no ocurre más ni podría ocurrir en el capitalismo contemporáneo. Y al preguntarse cómo se combate la crisis inflacionaria del sistema, respondió: Con el error o el horror del monetarismo. Cuando avanza la espiral inflacionaria, el sistema no dispone hoy de otro instrumento de acción que la retracción crediticia. Algunos lo hacen de buena fe, otros lo hacen inspirados por una teoría, una teoría que se exalta aún en publicaciones muy importantes en materia económica de los países del Norte. ¿Cuál es esa teoría?: hay que restringir la actividad económica y provocar el desempleo hasta que la fuerza de trabajo se resigne a aceptar salarios que permitan el restablecimiento del excedente económico y, en consecuencia, la capacidad de acumulación del sistema.45 En el caso del capital extranjero, también se mostraba al retomar la crítica de Theôtonio Dos Santos la «naturaleza capitulacionista» de la burguesía. A pesar de reconocer su carácter expoliador dice, requería de él en virtud del control que ejercía sobre la tecnología y sobre los mercados internacionales, dominados por poderosos cárteles y monopolios. El capital internacional dominaba gran parte de los sectores orientados a la exportación, la energía, los transportes, las comunicaciones y en algunos casos la industrialización de los productos exportados o el control de su comercialización. ( ) El capital internacional aparecía como complemento del ahorro interno, necesario para la industrialización. En la práctica, el capital internacional podía traer del exterior maquinaria, un sistema de producción, una tecnología que el capital nacional no poseía, pero raramente se disponía a traer los recursos para su funcionamiento en la economía local. Por el contrario, buscaba apoyo en el ahorro interno de los países donde invertía para financiar su instalación. Necesitaba, por ejemplo, de una amplia infraestructura energética, de vías férreas, de comunicaciones, etc., que correspondía garantizar a los países receptores. Así, se realizaron varias misiones estadounidenses en los años de la posguerra, con el fin de promover la creación de esta infraestructura de energía y transportes capaz de soportar la entrada masiva de inversiones industriales en las décadas de los cincuenta y sesenta.46 Vista la razonada crítica a lo que puede llamarse la debilidad de la CEPAL para explicar mejor y exigir el cambio de rumbo, así como su encubierta connivencia con el latifundio y el gran capital nativo, puede volverse al pensamiento de la 45 Prebisch, Raúl. La crisis del capitalismo y sus consecuencias en América Latina, revista Comercio Exterior (México), vol. 37, núm. 5, mayo de 1987, pp. 353 y 354 46 Dos Santos, Theôtonio. El desarrollo latinoamericano: Pasado, presente y futuro. Un homenaje a André Gunder Frank, revista Tendencias. Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas. Universidad de Nariño (Colombia). Volumen VII No. 2. Segundo semestre de 2006. pp. 146 a 148 Universidad Autónoma de Colombia 58 JULIO SILVA-COLMENARES, LILIA STELLA QUINTERO MAHECHA CEPAL, que en muchos otros aspectos tuvo aportes positivos. Así, por ejemplo, casi desde los momentos iniciales se consideró necesaria la planeación en una economía de mercado. En palabras de Prebisch, los cambios estructurales inherentes a la industrialización requieren racionalidad y visión en la política gubernamental e inversiones en infraestructura para acelerar el crecimiento económico, obtener una relación adecuada entre la industria y la agricultura y otras actividades, y reducir la vulnerabilidad externa de la economía. Por tanto, había fuertes razones en favor de la planeación. También era importante la necesidad de intensificar la tasa de acumulación interna de capital mediante incentivos apropiados y otras medidas de política económica. 47 Por tanto, no es extraño que cuando Colombia preparó su primer plan nacional de desarrollo, el conocido como Plan Decenal de Desarrollo 1961-1970, presentado al final del gobierno del presidente Alberto Lleras Camargo (1959-1962), en su elaboración tuvo destacada participación una misión de la CEPAL. En este Plan, la idea de la industrialización por sustitución de importaciones se transformó en política gubernamental determinante. Como dijo el propio Prebisch en el artículo sobre las etapas de su pensamiento, era claro que pronto se habían agotado casi por completo las posibilidades de sustitución de importaciones para el mercado interno de los bienes de consumo no duraderos. En consecuencia, era necesaria la iniciación de formas de industrialización más complejas y difíciles en bienes intermedios, de capital y de consumo durables que requieren mercados más amplios. Por ello propuse medidas conducentes a la formación de un mercado común latinoamericano. En síntesis, sostuve que la industrialización había sido asimétrica porque se basó en la sustitución de importaciones mediante la protección, sin la promoción correspondiente de exportaciones de manufacturas. Para combatir esa falla la protección debería ir unida a subsidios selectivos a la exportación, a fin de afrontar las diferencias de costos en relación con los centros.48 En ratificación de lo anterior, es pertinente recordar lo que el economista y periodista colombiano José Fernando López dijo en una conferencia en homenaje a Prebisch en 1986. El rápido agotamiento de la sustitución de bienes de consumo no durables para el mercado interno y la necesidad de formas más complejas y difíciles de industrialización, que requieren a su vez de mayores mercados son sus palabras, llevan a Prebisch a insistir en la necesidad de un mercado común latinoamericano y a proponer un esquema de promoción de exportaciones hacia los países desarrollados (que se verían favorecidos, según él, por la reorganización de las economías europeas y del 47 Prebisch Raúl. Cinco etapas de mi pensamiento sobre el desarrollo. Revista Comercio Exterior (México), vol. 37, No. 5, mayo de 1987, pp. 347 48 Prebisch, Raúl. Cinco etapas de mi pensamiento sobre el desarrollo, revista Comercio Exterior (Mèxico), vol. 37, núm. 5, mayo de 1987, p. 348 Economía y Desarrollo - septiembre 2007, vol. 6, n° 2 CEPAL: APORTES A LA ECONOMÍA POLÍTICA Y A LA POLÍTICA ECONÓMICA 59 sistema de pagos internacional, sensiblemente deteriorados al final de la segunda guerra mundial). Además, era evidente dijo también López, que el proceso de desarrollo no había solucionado los problemas relacionados con la distribución del ingreso y tanto dentro como fuera de la Cepal, teóricos tan importantes como Aníbal Pinto señalaban con claridad las limitaciones que en este aspecto presentaba el modelo sustitutivo. ( ) Los condicionamientos impuestos por los centros al proceso de industrialización de la periferia y la tendencia imitativa de esta última, permitían entender por qué el sistema tiende a excluir socialmente a los sectores de menores ingresos, por qué llega a ser tan conflictivo y por qué tiende permanentemente hacia la crisis. 49 En continuación de lo mencionado atrás sobre el paradigma cepalino, Enrique Iglesias dice que el desarrollo impulsado por esta estrategia transformó profundamente el perfil económico y social latinoamericano. Un aspecto destacado de la transformación social lo constituyó el intenso proceso de urbanización. En el plano económico, el sector manufacturero aumentó su gravitación en el producto global y en el empleo, mientras declinaba o se estancaba la producción agrícola, se aceleraba la expansión de los servicios e inclusive el aumento del empleo en el sector público, y adquirían una ponderación cada vez mayor las burocracias y la absorción de recursos por parte del Estado. En ese contexto, enfatiza Iglesias, correspondía al Estado cumplir un papel protagónico, para lo cual se crearon ministerios especializados, oficinas de planeación, y bancos de desarrollo destinados a movilizar recursos financieros y tecnologías. La ampliación y fortalecimiento del aparato estatal fue el instrumento básico de la política económica. Pero mientras en los llamados «tigres asiáticos» estos mismos postulados tenían éxito, y le permitieron a esa región transformaciones sustanciales en un par de decenios, en América Latina no ocurrió así. Y después de hacerse varias preguntas al respecto, el mismo Iglesias responde: Ciertamente las causas fueron muchas, pero hubo factores que tuvieron una incidencia nefasta importante en los resultados. Entre esos factores destaca que el Estado asiático disfrutó de mayor autonomía que el latinoamericano, y estuvo precedido por tradiciones burocráticas eficientes y libres de la influencia de intereses particulares. En cambio, la experiencia en América Latina fue muy distinta, no tanto por la naturaleza de las políticas, sino más bien por su implementación. Las bases fiscales fueron insuficientes, debido en gran medida a la ausencia de un auténtico pacto social y político redistributivo. El Estado fue fácilmente dominado por intereses particulares, entre otros, los de las agrupaciones o partidos políticos, grupos económicos, líderes militares, caudillos o dictadores, los cuales fortalecieron 49 López, José Fernando. Raúl Prebisch: Del liberalismo a la utopía, revista Economía Colombiana (Bogotá) No. 182, junio de 1986. p. 84 Universidad Autónoma de Colombia 60 JULIO SILVA-COLMENARES, LILIA STELLA QUINTERO MAHECHA su poder político y económico por la vía del Estado. Eso explica también el carácter clientelista del empleo y de la gestión del gasto público por los regímenes autoritarios o semidemocráticos. Como lo dice en términos contundentes Iglesias, y él sabe porqué decirlo así, el Estado que acompañó al paradigma cepalino fue omnipresente, centralista y cautivo. Además, en pocos países de América Latina se consiguió avanzar en la construcción de un sólido Estado democrático, condición indispensable para asegurar la autonomía frente a los intereses particulares y la confianza en el imperio de la ley. Estas deficiencias condujeron a la inestabilidad política y al déficit democrático. Estudios realizados en el Banco Interamericano de Desarrollo BID, cuando Iglesias fue su presidente, sobre las relaciones entre Estado, mercado y sociedad encontraron que vacíos o fallas en estas relaciones erosionaron la viabilidad de un desarrollo sustentable y equitativo. De esa manera, la usurpación del Estado por los intereses privados condujo a intervenciones estatales que entorpecieron el funcionamiento eficiente del mercado y promovieron el rentalismo, la especulación y la corrupción. A su vez, las políticas públicas capturadas por intereses particulares no pudieron responder a la demanda de la mayoría de los ciudadanos, contribuyendo así a excluir de los beneficios del crecimiento a amplios sectores de la población y a la pérdida de legitimidad del Estado. En conclusión, el agotamiento del modelo heterodoxo de la CEPAL precipitó la crisis del Estado, lo que hizo que en la formulación de la política de desarrollo se perdieron las perspectivas de largo plazo. Luego de una «década perdida», la gravedad de la crisis llevó al abandono del modelo heterodoxo y al retorno del modelo ortodoxo y la adopción del Consenso de Washington.50 Se está en presencia de lo que se ha llamado el «Estado privatizado», o peor aún, de un «Estado privilegiativo», característico del «capitalismo de compadrazgo» que «reinó» en América Latina a lo largo del siglo 20 y pretende mantenerse en los lustros iniciales del siglo 21.51 50 Iglesias, V. Enrique. El papel del Estado y los paradigmas económicos en América Latina. en Revista de la CEPAL, No 90 (Santiago de Chile). Diciembre de 2006. pp. 8 a 10 51 Véase un análisis con este enfoque sobre la realidad colombiana en Silva-Colmenares, Julio. La Salida: Un nuevo modo de desarrollo humano para la paz. Ediciones Aurora, Bogotá, 2002, 199 pp., en especial el capítulo 5 Del Estado empresarial y privatizado al Estado estratega y comunitario (pp. 123 a 156), y los artículos, del mismo autor, Protección Privilegiativa. La República, 16 de enero de 2004, p. 2A y Estado Privilegiativo, La República, 30 de agosto de 2007, p. 2A. Economía y Desarrollo - septiembre 2007, vol. 6, n° 2 CEPAL: APORTES A LA ECONOMÍA POLÍTICA Y A LA POLÍTICA ECONÓMICA 61 Fuentes bibliográficas Bielschowsky, Ricardo. Vigencia de los aportes de Celso Furtado al estructuralismo, en revista de la CEPAL, No. 88, abril de 2006 Dos Santos, Theôtonio. El desarrollo latinoamericano: Pasado, presente y futuro. Un homenaje a André Gunder Frank, en revista Tendencias. Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas. Universidad de Nariño (Colombia). Volumen VII No. 2. Segundo semestre de 2006 Estrada Álvarez, Jairo. Apuntes sobre el excedente y la crisis en Prebisch, en revista Científica Horizontes (Bogotá). Año 1, No. 1, enero de 1989 Iglesias, V. Enrique. El papel del Estado y los paradigmas económicos en América Latina, en revista de la CEPAL, No 90, diciembre de 2006 Jaguaribe, Helio. Raúl Prebisch, hombre de pensamiento y acción, en Revista Comercio Exterior (México), vol. 37, núm. 5, mayo de 1987 López, José Fernando. Raúl Prebisch: Del liberalismo a la utopía, en revista Economía Colombiana (Bogotá) No. 182, junio de 1986 Molero, José. Raúl Prebisch y la tarea de transformar el subdesarrollo, en revista Comercio Exterior (México), vol. 31, núm. 2, febrero de 1981 Parra-Peña, Isidro. Del Capitalismo Periférico y el Subdesarrollo, en revista Economía Colombiana (Bogotá), No. 126, 1986 Popescu, Oreste. Raúl Prebisch In Memoriam, en revista Desarrollo Indoamericano (Barranquilla) No. 84, agosto de 1986 Prebisch, Raúl. Crítica al capitalismo periférico, en revista de la CEPAL, No. 1, primer semestre de 1976 Prebisch, Raúl. Estructura socioeconómica y crisis del sistema, en revista de la CEPAL, No. 6, segundo semestre de 1978 Prebisch, Raúl. 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Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas. Universidad de Nariño (Colombia). Volumen VII No. 2. Segundo semestre de 2006 Silva-Colmenares, Julio. Los verdaderos dueños del país: Oligarquía y monopolios en Colombia, Editorial Suramérica, Bogotá, 1977 (1ª ed.) Silva-Colmenares, Julio. Tras la máscara del subdesarrollo: Dependencia y monopolios, Carlos Valencia Editores, Bogotá, 1983 Silva-Colmenares, Julio. La Salida: Un nuevo modo de desarrollo humano para la paz. Ediciones Aurora, Bogotá, 2001 (1ª ed.) y 2002 (2ª ed.) Silva-Colmenares, Julio. El gran capital en Colombia: Proyección al siglo XXI, Planeta, Bogotá, 2004 Silva-Colmenares, Julio. Crecimiento económico y desarrollo humano: Una distinción necesaria en la búsqueda de un nuevo modo de desarrollo. en [email protected] en el sitio de Julio Silva-Colmenares como Miembro de Número Singer, H.W. 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