Download I. Zona Costera

I. Zona costera
El Golfo de México
E
GOLFO DE MÉXICO ES UNA CUENCA MARÍTIMA BORDEADA POR LOS LITORALES DE ESTADOS
Unidos (Florida, Alabama, Misisipi, Luisiana, Texas), México (Tamaulipas, Veracruz,
Tabasco, Campeche,Yucatán) y Cuba (Pinar del Río, La Habana). Forma parte del oceáno
Atlántico y está casi completamente rodeada por el continente americano y por islas, por este
motivo a veces se le denomina el Mediterráneo de América.
Las zonas de comunicación entre el Golfo y el Atlántico suelen ser aguas poco profundas. El
canal deYucatán une el mar Caribe con el Golfo de México. Este canal tiene un ancho aproximado
de 217 kilómetros entre el punto más septentrional de la península de Yucatán, Cabo Catoche, y el
extremo occidental de Cuba, Cabo San Antonio. Una corriente cálida, proveniente del mar CariL
El mapa muestra los territorios de México, Estados Unidos, Guatemala y Cuba; así como los ríos que aportan agua y sedimentos al Golfo de México.
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be, la Corriente de Yucatán, penetra al
Golfo de México a través de este canal y
ya en el Golfo se le conoce con el nombre de Corriente del Golfo. Se dirige
hacia el estrecho de Florida para salir
nuevamente al Atlántico y bañar las costas europeas con aguas cálidas. Cerca de
la costa, se forman corrientes de marea
impulsadas por el viento, responsables
del movimiento de arena costera.
El Golfo recibe cuantiosas cantidades de agua dulce que provienen de 20
grandes sistemas de ríos que conjuntan
más de 150 ríos, además del agua que
fluye por el subsuelo. Abarca una superficie de drenaje de 3.8 millones de
kilómetros cuadrados de Estados Unidos continental y una buena parte del
altiplano y llanura costera de México.
Se calcula que 85% de este flujo proviene de Estados Unidos, 64% es aportado por el río Misisipi.
Los océanos mexicanos son muy extensos y comprenden el mar Pacífico,
el Atlántico y el Caribe. El país cuenta
con poco más de 11 000 kilómetros de
litoral, y cerca de las tres cuartas partes
de los límites del territorio mexicano
corresponden al litoral marino. Es tan
extenso que pocas áreas del país están a
una distancia del mar superior a 500
km. Esta situación geográfica contradice la creencia de que México es un país
de altiplanos y no de litorales. Las culturas prehispánicas se desarrollaron sobre todo tierra adentro, aunque algunos,
como los mayas, practicaron el comercio costero. Con la llegada de la Colo-
nia, el desarrollo de la economía se enfocó hacia la minería y la ganadería.
Desapareció un enorme porcentaje de
la población indígena, víctima de enfermedades infecciosas, con lo que gran
parte del territorio quedó despoblado.
Las planicies costeras fueron abandonadas por ser tierras calientes donde la
gente enfermaba y pasaron a formar
parte de grandes latifundios con muy
baja densidad poblacional, o bien, carecían de asentamientos. Fue hasta el siglo xx cuando se establecieron políticas
para repoblar estas zonas y se formaron
ejidos y ranchos ganaderos.
Veracruz es el estado con la mayor costa
en el Golfo de México y forma parte de
cuatro de las veinte provincias fisiográficas de México: la parte norte corresponde
a la planicie de Llanuras y Lomeríos (2),
la parte central donde el Eje Neovolcánico Transversal irrumpe en la planicie
costera forma la provincia de Chiconquiaco (3), la parte sur a la Llanura costera veracruzana (4) y la sierra de Los
Tuxtlas forma la cuarta provincia (10).
La zona costera: una unidad
A lo largo de todos los continentes, existen costas atravesando las zonas árticas,
los desiertos y las selvas lluviosas. Esta
delgada franja extremadamente larga
no ocupa grandes superficies, y sin emMapa de las provincias fisiográficas de México (tomado del INEGI).
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bargo, alberga todo un conjunto de
ecosistemas costeros: las aguas someras
sobre la plataforma continental con sus
arrecifes, los bajos arenosos y sus praderas de pastos marinos, las lagunas y
estuarios rodeados por marismas y manglares, los distintos tipos de humedales
costeros de agua dulce de la planicie,
las playas y las dunas. Los dos últimos
ecosistemas son de los pocos que se
encuentran en todos los climas y continentes. La zona costera incluye, además
de los ecosistemas mencionados, ciudades, puertos y polos industriales.
Las costas constituyen paisajes sumamente diversos resultantes de la enorme heterogeneidad geomorfológica,
climática, ecológica y socioeconómica.
Es una región altamente productiva por
lo que numerosas culturas se han desarrollado con base en la riqueza de sus
ecosistemas. Hoy en día es una zona de
gran importancia económica por sus
recursos pesqueros, energéticos, potenciales turísticos, industriales y urbanos.
La costa es un ámbito geológico,
ecológico, biológico y socioeconómico único, de gran importancia para numerosas formas de vida incluido al
hombre. Representa una zona de gran
fragilidad y es la región más dinámica
y cambiante de la tierra. Constituye el
único espacio en el que se da una interfase dinámica entre cuatro grandes
sistemas: la atmósfera, el océano, el agua
dulce y la tierra, cada uno con su propio funcionamiento. Por ello la zona
costera es sumamente activa, tiene que
ser capaz de responder y mantenerse
ante los cambios y presiones ejercidos
por el funcionamiento propio de cada uno de estos cuatro sistemas, y está
formada por miríadas de subsistemas
interconectados, desde terrestres (pastizales y selvas sobre planicies y sobre
dunas costeras, pioneras de playas, vegetación de acantilados), hasta dulcea-
cuícolas (lagos de agua dulce, zonas
bajas de ríos) y marinos (zonas intermareales, fondos arenosos, planicies de
pastos marinos, arrecifes), así como
aquellos que representan verdaderas
transiciones (humedales de agua dulce, manglares, marismas), todos ellos
con funciones que no pueden ser duplicadas en ningún otro ecosistema.
Las interconexiones críticas tanto físicas como ecológicas se dan desde el
parteguas de las cuencas hasta el mar,
así como a lo largo de la costa. En una
cuenca, parte del agua que llueve se incorpora al suelo y otra parte escurre
Esquema que muestra la superficie que se considera como la zona costera. En las imágenes se ilustra la planicie costera hasta el parteaguas con sus
ecosistemas costeros (izquierda), así como los asentamientos en la llanura y una vista de la plataforma
continental con una pequeña isla (derecha).
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hacia las zonas bajas donde hay humedales de agua dulce, manglares, lagunas,
playas y dunas, y finalmente hacia el mar
hasta abarcar la plataforma continental.
Esta agua moviliza sedimentos y contaminantes. Lateralmente, las corrientes litorales transportan sedimentos a lo
largo de la costa, a veces regresándolos
a los ecosistemas costeros y otras veces
perdiéndolos en los fondos marinos.
Hay numerosas definiciones de la
zona costera, dependiendo del énfasis
o intención. Las hay administrativas,
geográficas, ecológicas, geológicas, entre otras. Una definición funcional describe la zona costera como la frontera
o transición donde entran en contacto e interactúan cuatro grandes sistemas
y por tanto todos ejercen influencia
sobre esta delgada franja. La Semarnat
(Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales) propone una definición que busca equilibrar los criterios
funcionales con los operativos y define
a la zona costera como “la porción de
territorio desde el límite marino de la
plataforma continental y mar territorial, hacia el mar, hasta los límites geopolíticos de los municipios que tienen
frente litoral o están contiguos, tierra
adentro”. Otra nos dice que constituye
una región amplia y heterogénea que
mantiene intensas interacciones físicas, biológicas y socioeconómicas, donde ocurre un intercambio dinámico de
energía y materiales entre ecosistemas
terrestres, marinos y la atmósfera. El
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esquema anterior muestra la delimitación de la zona costera.
La zona costera está conformada por
la planicie costera con su diversidad de
ecosistemas, muchas veces llegando hasta el parteaguas, el litoral y la plataforma continental. En esta zona predomina
una dinámica costera, distinta de la
marina u oceánica y de la terrestre. Es
la zona donde interactúan cuatro grandes sistemas: el mar, la atmósfera, la tierra y el agua dulce que baja a esta zona.
Los sedimentos
En los cuatro grandes sistemas –atmósfera, océano, tierra y agua dulce– hay elementos que se relacionan, se modifican
entre sí a través de sus interacciones y
existe entre ellos transporte de partículas
y sedimentos. Los sedimentos cuentan la
historia de la cuenca. Se forman a partir
de la roca madre, en lo alto de las montañas, que se va fragmentando lentamente
por acción de los cambios de temperatura entre el día y la noche, entre estaciones, por acción de la lluvia y por las
pequeñas raíces de las plantas que van creciendo y penetrando en cualquier fisura,
buscando agua, minerales y protección
del sol. Estos fragmentos de rocas ruedan, golpeándose y fragmentándose aún
más. Las lluvias los siguen arrastrando y
rompiendo en trozos todavía más pequeños. Así, el río recorre la cuenca y lleva la
historia de los sedimentos desde la parte
más alta, a través de bosques y campos de
cultivo, hasta las tierras bajas inundables
y finalmente al mar.
La atmósfera, a través del clima y el
viento, ha jugado su papel en esta interacción. Las corrientes, el oleaje y las
mareas, continúan rompiendo los guijarros y rocas y aún la arena gruesa, hasta
convertirlos en arena fina que después
retorna a la tierra al ser arrojada a las
playas y posteriormente a las dunas por
la acción del viento, o bien a las lagunas
costeras a través de las bocas cuando se
mantienen abiertas.
Así, una de las principales formas de
interacción entre los grandes sistemas
se da en la formación de sedimentos,
en su transporte e intercambio y en el
funcionamiento de estos grandes depósitos de limos (las partículas más finas)
y arenas (partículas algo más gruesas),
es decir las playas, dunas, manglares y
humedales, los cuales funcionan como
zonas de amortiguamiento entre los
cuatro grandes sistemas.
El papel del agua y los
escurrimientos
El agua es un escultor fundamental que
ha moldeado la tierra durante millones
de años. Junto con el viento han creado geoformas que hoy en día admiramos en forma de paisajes, pero los ríos
no solamente conducen agua, sino también sedimentos, es decir, partículas de
distintos tamaños. Los sedimentos pue-
Los sedimentos de las playas se originan en las
montañas, al fragmentarse las rocas, y descienden
a través de los cursos de agua, cruzando lomeríos
y planicies agrícolas, hasta llegar al mar. Las olas
regresan parte de los sedimentos a las playas, otra
parte es arrastrada por las corrientes y se pierde
en los fondos marinos.
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den estar suspendidos en la corriente
de agua o arrastrados por el fondo, dependiendo de su tamaño y densidad, y
de la fuerza de la corriente. Basta ver el
cañón de un río o el lecho de rocas en
el fondo para darnos cuenta de la fuerza del agua y el tamaño de las rocas que
puede transportar o romper.
Un río caudaloso que corre sobre
fuertes pendientes tiene menos tiempo
de hacer su trabajo, de romper y esculpir los sedimentos; uno que corre sobre
pendientes más suaves, a lo largo de distancias mayores, recogerá más sedimentos y los trabajará hasta formar una arena
fina. Al mar llegan desde partículas finas
hasta grandes rocas, que después las mareas y el oleaje regresan a la playa. La
costa pacífica de México forma una costa de colisión, pues se localiza en el borde
de dos placas tectónicas que en su permanente movimiento producen frecuentes temblores y son las responsables
de los plegamientos de la Sierra Madre
Occidental. La planicie costera y la plataforma continental son estrechas.
En cambio, la costa del Atlántico, principalmente el Golfo de México, se localiza en medio de una placa tectónica.
Son costas de pendientes suaves, con una
planicie costera extendida y una plataforma ancha. Los ríos recorren un largo trecho y aportan gran cantidad de
sedimentos a estas costas.
Los ríos en cañón acarrean gran cantidad de rocas
de distinto tamaño, que alternan su recorrido entre
reposar en el lecho del río y rodar aguas abajo.
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La planicie costera y las costas de
sedimentación
Las costas del Golfo de México son costas de sedimentación; en ellas se acumulan gran cantidad de sedimentos en
forma de playas y dunas. Estos son los
ambientes de sedimentación más imPP. 20-21. La imagen muestra una costa del Pacífi-
co con la sierra próxima a la costa.
La imagen muestra una costa del Golfo (ver esquema en la página 23).
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portantes del planeta. Reciben la arena
que las mareas y oleaje depositan nuevamente en tierra, en las playas, y que
el viento mueve hacia las dunas. Por
tanto, estas geoformas (playas y dunas)
son estructuras temporales, cambiantes,
sumamente dinámicas; acumulan y pierden sedimentos como parte de su funcionamiento diario. Ello les permite
responder de manera diferente ante cada
evento climático. Cuando hay tormentas pierden arena, y más aún si son huracanes. Las marejadas remueven los
sedimentos y los vientos rompen la cubierta vegetal, dejando parches de arena desnudos que el viento sigue
removiendo. Durante la temporada de
lluvias bajan los ríos cargados de sedimentos que las corrientes marinas transportan; cuando hay calma, el oleaje y
las mareas regresan los sedimentos acarreados a las playas y las corrientes siguen distribuyéndolos hacia otras zonas.
Este juego de intercambio, que no tiene principio ni fin, es el responsable
de mantener las playas del mundo.
retorna a las playas y lagunas costeras
donde las botellas de plástico son comunes en los paisajes de hoy en día.
La actual contaminación de las playas
no solamente es producto de las descargas que se liberan en las ciudades
costeras directamente al mar, sino también de los escurrimientos que vienen
desde lo alto de la cuenca.
Las costas del Pacífico se localizan en la zona de
subducción de dos placas tectónicas, y forman una
planicie costera estrecha y con pendientes pronunciadas, donde la montaña penetra al mar y forma
costas rocosas. Las costas del Golfo se localizan
en medio de una placa tectónica, en un margen
continental pasivo, que forma una planicie costera
ancha, una plataforma suave y playas extensas con
acumulaciones de arena. Se trata de costas de sedimentación que esculpen dunas (redibujado de Davies, 1972).
Interacciones e interconexiones
Las interconexiones físicas y ecológicas
permiten no solamente el intercambio
de sedimentos, sino también el flujo de
nutrientes de un ecosistema a otro y el
paso de organismos de un ambiente a
otro. Los nutrientes que se forman por
la actividad de las plantas cuenca arriba,
y que después se incorporan al suelo
en forma de materia orgánica producida por las plantas y animales en descomposición, también son acarreados
por los ríos hacia la costa.
Los humedales –manglares, popales,
tulares, selvas inundables, pastos marinos– son sumamente productivos y
también aportan gran cantidad de nu-
trientes a las lagunas costeras y al mar,
convirtiéndolas en sitios de gran importancia para la pesca. Las playas y
dunas reciben sus nutrientes de la aspersión de agua de mar, la cual contiene gran cantidad de minerales, de
las algas, pastos marinos y restos de organismos que el mar arroja a la playa,
así como de la propia actividad de plantas y animales.
Las interconexiones también se aprecian a través de uno de los grandes problemas de nuestra sociedad actual, los
contaminantes y la basura. Las sustancias contaminantes y aguas negras producidas cuenca arriba se dispersan por
escurrimientos y ríos hasta llegar a humedales, lagunas y finalmente al mar.
Muchas veces se encuentran cantidades importantes de estos contaminantes en lugares costeros muy alejados de
la fuente de origen. Lo mismo sucede
con la basura, es frecuente encontrarla
a orillas de ríos y borde de lagunas,
entre las raíces de los manglares o en
las playas. La basura arrojada directamente al mar o acarreada por los ríos
Las plumas de agua y los sedimentos
Durante la época de lluvias es frecuente ver en el mar manchas color chocolate, cercana a las playas. Son producto
del arrastre de sedimentos de los ríos y
muestran hasta donde llega la influencia continental formada por agua
dulce, sedimentos, nutrientes y contaminantes- en el mar, ¡el río Amazonas
forma una pluma de aguas de baja
salinidad que mide de 3 a 10 m de grosor y se extiende entre 80 y 200 km en
el océano Atlántico!
Las interconexiones entre ecosistemas
se producen a través de interacciones
que frecuentemente aparecen en forma de pulsos tales como las mareas, el
abastecimiento de sedimentos, el nivel
y periodicidad de las inundaciones, el
movimiento de arena, la migración local de organismos, etc. Las plantas y animales que habitan estos ambientes se
han adaptado a estos pulsos o cambios,
así como a los valores que alcanzan los
parámetros ambientales como la salinidad y la temperatura. Algunos pulsos se
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El agua chocolatosa muestra la cantidad de sedimentos que las corrientes transportan y redistribuyen a lo largo de las costas.
Los ríos que bajan de la montaña acarrean sedimentos a las lagunas y a las playas, y los acantilados se resquebrajan bajo el oleaje para participar
en la formación de arena que luego las corrientes
y mareas devuelven a las playa y dunas. La cuenca se interconecta desde las partes altas hasta la
plataforma continental y los ecosistemas se enlazan (redibujado de Davies, 1972).
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ZONA COSTERA
dan diariamente, separados por unas
horas (las mareas), mientras que otros
lo hacen estacionalmente como son las
bajadas de agua y sedimentos en los
ríos después de una tormenta o el movimiento de sedimentos acarreados
por el viento a lo largo de la duración
de los nortes, o bien las migraciones de
fauna que entran a las lagunas. Otros
más se presentan separados por intervalos de varios años como son los huracanes, el desborde de ríos y los efectos
del fenómeno del Niño.
inundación) y dunas a lo largo de un
gradiente de estabilización.
Entre los ecosistemas costeros, el que
permanece mayor tiempo inundado y
con salinidad más alta es el estuario, seguido por el manglar, como se ejemplifica en el esquema (P. 26). El manglar
abarca zonas menos salinas, pues hay to-
do un rango de tolerancia a la salinidad
y a la inundación en estos ecosistemas.
Los humedales de agua dulce ocupan un
espacio con menor salinidad pero con
inundación. Las marismas y playas se
inundan durante mareas altas pero mantienen condiciones de salinidad. Como
parte de este gradiente, en el extremo
Lado a lado: playas, dunas, acantilados,
lagunas y humedales
La heterogeneidad de la costa y las interconexiones dan lugar a gradientes
de sedimentación, inundación y salinidad. Cambios en estos factores
forman gradientes, es decir cambios
continuos que abarcan desde condiciones en que los valores son bajos hasta
condiciones con altos valores y que permiten la presencia de ecosistemas distintos lado a lado. Si pudiéramos volar
sobre la costa veríamos como se repiten los patrones formados por lagunas
rodeadas de manglares y humedales de
agua dulce (gradientes de salinidad),
humedales hacia dunas (gradiente de
Estas imágenes muestran la vecindad que se produce entre ecosistemas costeros: cambios en el nivel de inundación, en el grado de salinidad y en la
acumulación de sedimentos permiten la coexistiencia lado a lado de playas, dunas, humedales de agua
dulce y salobre.
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La vecindad e interacción entre los ecosistemas
costeros se puede explicar a través de los gradientes de inundación y salinidad que se forman. En el
extremo más inundado y salino están los estuarios
y conforme persiste la inundación pero disminuye
la salinidad se ubican los humedales de agua dulce. Cuando no hay inundación pero hay salinidad
se tienen playas y dunas y cuando disminuye la
salinidad surgen los acantilados.
más cercano a las condiciones terrestres
se ubican las dunas y los acantilados.
Las islas
Las islas cercanas al continente son la parte emergente de un mismo terreno con
diferentes alturas, una parte del cual forma el continente propiamente y otro
forma el fondo marino con algunas salientes: las islas. En mitad del océano,
en donde el terreno emerge abruptamente desde grandes profundidades, corresponde a una isla volcánica. En estos
puntos la corteza terrestre se ha resquebrajado emitiendo materiales candentes,
rocas derretidas, procedentes del magma fundido del manto terrestre.
Los cayos o islas arrecifales son las porciones expuestas del arrecife, donde se
ha acumulado arena producto de los
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ZONA COSTERA
propios habitantes del arrecife. Las arenas de las islas están formadas principalmente por sedimentos calcáreos
provenientes de los corales de madréporas. Las conchas de moluscos, las algas rojas calcificadas y las especies del
género Halimeda son contribuyentes secundarios. Su origen hace que sean de
color blanco.
El territorio veracruzano tiene islas
arrecifales de arenas calcáreas (tanto
frente al puerto de Veracruz como en la
región de Tuxpan) mientras que las playas continentales son de arenas silíceas.
Ello hace que la flora de las islas tenga
ciertas particularidades ya que existen
plantas relacionadas con el Caribe en
las islas, que no se encuentran en las
playas ligadas a tierra firme.
Sobre el escenario descrito, se sobrepone otro aspecto relevante en las cos-
tas, la complejidad de las interacciones
sociales y de los procesos socioeconómicos. En estas zonas se desarrollan actividades económicas muy diversas de
gran importancia: la pesca, el turismo,
florecen industrias, hay generación de
energía, actividad agropecuaria, transporte, comercio, investigación. Estas actividades abarcan toda la zona costera y
por tanto la economía de las costas del
Golfo de México depende del petróleo, de la industria química, de la agricultura costera, del transporte marítimo
además de la economía pesquera.
El turismo está adquiriendo gran relevancia en las costas del país, no solamente en los grandes polos turísticos
sino que empieza a surgir en muchas
costas. Varias de las actividades que se
desarrollan tienen fuertes necesidades
de infraestructura, generan asentamientos urbanos a su alrededor, producen
contaminación, impactan y transforman la zona costera. Ello significa que
introducen más conexiones e interacciones haciendo más complicada la presencia e interrelaciones entre actores en
esta delgada franja, ya de por sí compleja ambientalmente.
Las islas arrecifales o cayos se forman con la arena
producida por los propios corales, moluscos y esqueletos de organismos, que al acumularse sobresale del agua. Llegan semillas dispersadas por aves
y por las propias corrientes y comienza la colonización. Los sistemas arrecifales están moteados por
pequeños islotes de arenas blancas.
Dinámica costera
Las costas son ambientes sumamente dinámicos, en constante cambio. Simplificando la visión de la zona costera, se
puede considerar que cumple dos importantes funciones: detener el oleaje y
acumular sedimentos. La dinámica costera depende de la interacción de tres
procesos: la forma de la costa (lo cual
determina la cantidad de sedimentos
que se pueden acumular), el movimiento de los sedimentos, la energía del mar
(el oleaje, las mareas y las corrientes) y,
finalmente, del viento. Basta recordar
cómo una playa cambia de forma y tamaño entre el verano y el invierno o
cómo después de una tormenta y, sobre
todo, después de un huracán, la línea de
costa se modifica.
Las formaciones costeras no son estructuras permanentes, son elementos
transitorios que se erosionan o acumulan sedimentos en función de las condiciones ambientales imperantes en el
momento. Muchas de estas transforma-
ciones se pueden ver en el lapso de
la vida de un hombre. Los ecosistemas
y sus ambientes se crean y modifican
en el tiempo en respuesta a entradas
de energía (oleaje, mareas y viento)
y de materiales (sedimentos y nutrientes). Todo ello se da dentro de una estructura física-geológica más estable
que guarda estrecha relación con el origen y la historia de la formación de cada
región costera en particular, es decir,
con la forma de la costa.
Como ejemplo de ello tenemos el litoral rocoso del Pacífico sur de México,
que forma parte de las cadenas montañosas de la Sierra Madre Occidental que
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La dinámica costera está dada por tres componentes: la forma de la costa, el movimiento de los sedimentos y la energía que mueve dichos sedimentos.
baja hacia el mar. Siempre presentará
una pendiente pronunciada, una llanura estrecha y poca actividad de sedimentación y menor superficie para acumular
sedimentos; las lagunas están rodeadas
de una franja estrecha de manglar, pues
pronto se inicia la pendiente y ya no
puede darse la inundación que los humedales requieren. En cambio, en el
Golfo de México, donde predominan
una llanura costera y una plataforma
continental extensas, abundan los litorales con ambientes de sedimentación
como los campos de dunas y los manglares y lagunas costeras grandes.
En ambos litorales se presentan dinámicas que producen cambios en el
tiempo. Así, las lagunas tienden a azolvarse y los manglares a extenderse y cerrar los canales. Con el tiempo, el cuerpo
de agua disminuye en tamaño y el espacio que ocupan tanto los humedales
herbáceos y arbóreos dulceacuícolas
como los manglares se incrementa. Por
tanto, en tiempos geológicos los ecosistemas costeros se han estado transformando constantemente.
Las entradas de energía se manifiestan a través de procesos costeros dados
por las fuerzas del viento, los huracanes,
las tormentas, el incremento en el nivel
del mar que aumenta la energía del
oleaje. El transporte de materiales se
produce por las corrientes que fluyen a
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ZONA COSTERA
lo largo del litoral, o bien del mar hacia
tierra o viceversa. Estos materiales son
depositados a través del escurrimiento
de los ríos, de la erosión producida por
el oleaje en rocas y acantilados, de restos biológicos generados por organismos y de depósitos preexistentes de
sedimentos de épocas geológicas anteriores o bien de las propias dunas.
Ello significa que hay épocas en las cuales las playas y dunas crecen y los manglares y marismas ganan terreno al mar
mediante la deposición, acumulación y
estabilización de sedimentos. Pero hay
otras épocas en que estos ecosistemas se
erosionan, liberando sedimentos al ambiente y éstos son transportados e incorporados a otros ecosistemas o se pierden
en el mar. Una manera objetiva de aproximarse al problema es considerar las
áreas con sedimentos acumulados (por
ejemplo dunas de arena, playas, marismas, manglares y acantilados) como almacenes de sedimentos, un almacén que
no es permanente sino que representa
amontonamientos de sedimentos (superavits) que el mar requiere y que en algún momento será removido por olas y
mareas, y depositado en algún otro lugar.
Una característica importante de la
zona costera es su fragilidad. Su ubicación y funcionamiento como interfase
entre grandes sistemas dinámicos, aunado a las interconexiones e interrelaciones que se establecen entre ellos,
le confieren gran fragilidad a esta zona. Cuando se altera el funcionamiento de un ecosistema, las repercusiones
en otros se dejan sentir de inmediato.
Si cesa el aporte de sedimentos a los
Este esquema muestra la dinámica costera donde
se producen cambios en los ecosistemas dentro de
un contexto geológico más estable, debido al movimiento de materiales que la energía del oleaje, de
las mareas y del viento producen.
sedimentos que entran y salen de la
laguna lo que produce su azolve. Por
tanto, cualquier obra debe tomar en
cuenta no solamente la conservación
del funcionamiento del ecosistema directamente afectado, sino también las
repercusiones en los otros ecosistemas
costeros que están interconectados.
Uno de los ecosistemas mayormente
afectados en el planeta son las playas.
Su fragilidad las ha hecho sumamente
humedales y marismas, sobreviene
una subsidencia de los mismos y el mar
penetra sobre la costa. Esto ha venido
pasando en el delta del río Misisipi
(Luisiana) y en el Grijalva-Usumacinta (Tabasco). Si se talan los manglares
hay un empobrecimiento en la productividad de las lagunas y una disminución de las pesquerías. Los cambios
en el transporte de sedimentos en la
plataforma continental modifican las
zonas de erosión y de acumulación de
arena en las playas y dunas. Los cambios en la boca de una laguna modifican la hidrología de la misma alterando
el intercambio y cantidad de agua y
Erosión en Playa Paraíso, municipio de Actopan,
donde se ha perdido gran parte de la playa y la erosión comienza a afectar al sistemas de dunas, desgajándolo, tomando arena que regresa al mar.
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vulnerables a las actividades humanas
tanto directas como indirectas. En el
mundo hay un grave problema de erosión de playas. Actualmente 70% de las
costas están sufriendo procesos de erosión. En México, muchas playas ya han
perdido decenas de metros, tanto en
playas urbanizadas como en playas de
zonas rurales.
Los servicios ambientales y su
importancia para la sociedad
Los servicios ambientales son las condiciones y los procesos a través de los
cuales los ecosistemas naturales (y las
especies que los forman) mantienen y
satisfacen la vida del ser humano. Estos
servicios incluyen el mantenimiento de
todas las especies de plantas y animales,
el aire que respiramos, el agua que bebemos, el microclima que permite que
vivamos de manera confortable en gran
parte del planeta. Los servicios ambientales también son responsables de
la producción de los bienes y recursos
En una costa en equilibrio o que está perdiendo
arena, las dunas se erosionan y pierden arena, al
igual que la parte posterior de la playa y se depositan en el mar. El efecto del cambio en el nivel del
mar produce un movimiento hacia tierra de la propia duna (color oscuro) y un cambio de posición
de los sedimentos de la playa sumergida, donde
una parte se pierde hacia el fondo marino.
En una costa arenosa que está avanzando, siguen
llegando sedimentos y las dunas siguen creciendo
hacia el mar (Gibb, 1991, en Coastal Hazards and
Climate Change).
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ZONA COSTERA
de los propios ecosistemas como la pesca, los frutos, la madera, la fibra natural,
los farmacéuticos, etcétera, que representan una parte importante de la economía de la naciones y de las familias.
El hombre extrae los bienes o recursos de la naturaleza. En cambio, los
servicios proporcionados por los ecosistemas son las funciones básicas que
apoyan toda la vida de la tierra y no se
extraen, solamente se usan y frecuentemente no nos percatamos de ello.
Muchos de los bienes producidos por
los ecosistemas están siendo aprovechados directamente por entidades privadas
y forman una gran parte de la economía
tradicional, por lo que su valor económico es fácilmente cuantificable: la madera y la pesca por ejemplo. En cambio,
muchos de los servicios que los ecosistemas nos proporcionan son importantes
no sólo por su papel en el consumo directo sino también por sus aportaciones
al bienestar de la sociedad en general, o
sea por el uso indirecto. No hay competencia ni rivalidad en el consumo de
estos tipos de servicios y además generalmente es difícil o imposible excluir a
alguien de disfrutarlos ya que se catalogan como de interés público y propiedad pública gubernamental o recursos de
uso común, es decir cuyo uso está abierto para todos, por ejemplo el disfrute de
una laguna.
Históricamente, los servicios ambientales como son el aire y el agua limpia
han sido muy abundantes y fácilmente
aprovechables y por eso considerados
La playa y las dunas constituyen una barrera flexible
que amortigua la energía del viento y del oleaje, protegiendo a las poblaciones que se establecen en la
planicie costera, detrás de este ecosistema. Cuando
las dunas se han eliminado o aplanado, el viento y el
oleaje de las marejadas impacta directamente en las
poblaciones y causa numerosos daños.
existencia como es el caso de muchas
aves playeras que anidan o se alimentan
en las playas, así como las plantas que
estabilizan la arena y crecen mejor cuando ésta se acumula a su alrededor.
• Por su valor recreativo y anímico.
• Incrementan el valor de las propiedades colindantes.
sin valor económico o tan reducido, que
no valdría la pena cuantificarlo. Sin
embargo ya estamos perdiendo algunos
servicios, por ejemplo los humedales ya
no son capaces de filtrar y limpiar el
agua y se requieren costosas plantas de
tratamiento para poder limpiarla. ¡Ya no
nos atrevemos a tomar un trago de agua
de un río o lago!
La zona costera presta numerosos servicios ambientales de gran valor para la
sociedad. Entre los ecosistemas que proporcionan servicios ambientales importantes se incluyen las playas y dunas, los
humedales (manglares, marismas y humedales de agua dulce) y el mar.
En particular las playas y dunas son
de gran importancia debido a varias
razones:
•
Los procesos costeros de erosión y
acumulación de sedimentos, que les permite funcionar como un almacén de sedimentos que mantiene los procesos
inherentes a la interfase tierra-mar, brinda protección a la vida tierra adentro,
incluyendo al hombre y a sus propiedades. La capacidad que tienen para almacenar y liberar arena durante ciclos
de tormentas y huracanes que alternan
con tiempos de calma, les permite funcionar como zonas de amortiguamiento entre mar, tierra, atmósfera y agua
dulce. Reducen la energía del oleaje.
• A la par que los humedales, ayudan a
la filtración de agua hacia el subsuelo.
• Son hábitat importante de vida silvestre, incluyendo especies que dependen
totalmente de estos ecosistemas para su
La zona costera de Veracruz tiene un
enorme potencial para el desarrollo
estatal. Es extensa y cuenta con recursos y valores naturales. Desde el
punto de vista de su funcionamiento
está interconectada con la Sierra Madre, la cual aporta agua en forma de
escurrimientos superficiales, como los
ríos, y subsuperficiales, que alimentan el manto freático costero; además
aporta sedimentos para construir los
extensos sistemas de dunas, tan característicos del estado. Al mismo tiempo, la zona costera provee de servicios
ambientales de gran valor para la sociedad. Por lo tanto, surge como una
necesidad imperante un desarrollo
costero que mantenga los servicios
que prestan los ecosistemas.
V E R A C RU Z ,
MAR DE ARENA
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