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Medida indirecta de la presión arterial: cómo mejorar su
exactitud y precisión
Indirect determination blood pressure: how to improve its accuracy and precision
Jesús Enrique Iglesias Acosta* (autor principal) Celia Rossi Trespalacios** Felipe Aun Dau***
Recibido: 27 julio del 2010 Aprobado: 29 octubre del 2010
Resumen
Abstract
Introducción: en este artículo de revisión se presenta
un conjunto de recomendaciones establecidas por
varios organismos científicos internacionales, con el
propósito de mejorar la exactitud y grado de precisión de las medidas indirectas de presión arterial.
Metodología: entre 1979 y el 2009, utilizando las palabras de búsqueda “blood pressure”, “hypertension”, “blood
pressure determination”, “sphygmomanometer”, “cardiovascular diseases”, se accedió a Medline, la división
Highwire de la biblioteca de la Universidad de Stanford y
libros acreditados. Los factores que influyen en la medida
de la presión arterial constituyeron la unidad de análisis.
Resultados: la sinopsis de las propuestas para incrementar la fidelidad en la medición de la presión arterial
son: un lugar adecuado, un paciente en postura correcta,
un esfigmomanómetro en óptimas condiciones técnicas,
un procedimiento apropiado y un observador adiestrado.
Conclusión: para un óptimo resultado en la medida indirecta de la presión es necesaria una adecuada formación y
consultar la información especializada.
Introduction: this review paper presents a set of
recommendations established by several international
scientific bodies in order to improve the accuracy
and precision of indirect measures of blood pressure.
Methodology: during 1979-2009 period, using keyword
search “blood pressure”, “hypertension” “blood pressure
determination”, “sphygmomanometer”, “cardiovascular
diseases”, we accessed Medline, a HighWire division of
the Stanford Library University and reputable books.
So they formed the unit of factors analysis influencing
blood pressure measurement. Results: a suitable place,
a patient in proper position, a sphygmomanometer
under optimal technical conditions, an appropriate
procedure, and a trained observer give a synopsis
of the proposals to increase the accuracy in measuring
blood pressure. Conclusion: in order to have an
ideal result of indirect measures of blood pressure,
it is necessary to have an appropriate training and to
consult specialized information.
Keywords: blood pressure determination, cardiovascular disease, hypertension, sphygmomanometer.
Palabras clave: enfermedad cardiovascular, esfigmomanómetro, hipertensión, medida de la presión arterial.
Cómo citar este artículo: Iglesias Acosta JE, Rossi Trespalacios C, Aun Dau F. Medida indirecta de la presión arterial:
cómo mejorar su exactitud y precisión. Revista Memorias.
2011; 9(15): 17-28.
17
*
Docente de Morfofisiología del Programa de Medicina de la
Universidad Cooperativa de Colombia, sede Santa Marta.
Médico y Cirujano. Magíster en Fisiología de la Universidad
del Valle. Correo electrónico: [email protected]
**
Docente de Bioquímica del Programa de Medicina de la
Universidad Cooperativa de Colombia, sede Santa Marta.
Químico-Farmacéutica. Magíster en Microbiología convenio Pontificia Universidad Javeriana y Universidad del
Norte. Correo electrónico: [email protected]
***
Docente de Biofísica y Simulación del Programa de Medicina de la Universidad Cooperativa de Colombia, sede
Santa Marta. Médico y Cirujano. Epidemiólogo. Correo
electrónico: [email protected]
Medida indirecta de la presión arterial: cómo mejorar su exactitud y precisión
hallazgos de González López, Gómez Arnau,
Torremocha, Albelda, Alió y Rodríguez-Artalejo (5), existe desde la etapa de formación de
los médicos y las enfermeras. Estos investigadores evaluaron el conocimiento de los procedimientos recomendados para la medición
correcta de la presión arterial en estudiantes
de cursos intermedio y último de Medicina e
intermedio de Enfermería, encontrando que
algunas de esas recomendaciones eran conocidas solamente por el 5% de ellos y ninguna
aprendida por la totalidad.
Introducción
C
onsiderando que los datos de presión
arterial son básicos para la valoración
del riesgo cardiovascular global, para
diagnosticar hipertensión arterial, hipertensión
arterial gestacional o preeclampsia, y para decidir
conductas terapéuticas o preventivas, su precisión
y exactitud son elementos fundamentales en el
desempeño del personal de salud.
Revista Nacional de Investigación - Memorias
Volumen 9, Número 15 / enero-junio del 2011
Muchos pacientes son diagnosticados y
tratados inadecuadamente a causa de la falta de
exactitud en la medida indirecta de la presión
arterial. Varios estudios, como el de Sukerman
y Corrochano (1), el de Campbell, Myers y
McKay (2) y el de Campbell, Culleton y McKay
(3), encontraron que la deficiente aplicación de
los procedimientos estandarizados conduce a
medidas de presión arterial que carecen de la
exactitud requerida. Los factores asociados con
estos hallazgos son la adopción de técnicas no
avaladas científicamente, el uso de equipos sin
calibrar, la falta de actualización del conocimiento y el no generar condiciones psicofísicas
adecuadas tanto en el paciente como en el
ejecutor de la medición (observador).
En la presente revisión se exponen las recomendaciones de las entidades científicas de reconocimiento mundial y se referencian los estudios
que las sustentan, con el propósito de contribuir
a mejorar la calidad de la medición de la presión
arterial tanto del profesional de la salud como de
quienes están en etapa de formación.
Metodología
Se realizó una búsqueda sistemática de la literatura publicada en las últimas tres décadas, de
1979 al 2009, sobre el tema de las recomendaciones
establecidas por organismos científicos con reconocimiento internacional para la determinación
indirecta de la presión arterial con el propósito
de mejorar la exactitud y el grado de precisión.
Se accedió a la base de datos de Medline, a través
de Proquest y ovid, utilizando las palabras de
búsqueda “blood pressure”, “hypertension”, “blood
pressure determination”, “sphygmomanometer” y
“cardiovascular diseases”. Se consultaron revistas
de la American Heart Association, a través de la
división Highwire de la biblioteca de la Universidad de Stanford y libros de texto publicados por
editoriales acreditadas. La unidad de análisis del
presente artículo la constituyeron los factores
que influyen en la medida de la presión arterial
y los procedimientos probados, revisados y documentados que son la base de las guías elaboradas
por los comités de expertos internacionales.
En Colombia, según el estudio de Villegas,
Arias y Botero (4), realizado en una de las
clínicas del Instituto de Seguros Sociales (iss) de
Medellín, el desempeño del personal de salud es
acorde con los conocimientos actuales acerca de
los factores que afectan la medida indirecta de
la presión arterial. En dicho análisis se halló que
tanto médicos generales, como especialistas
y enfermeras dejan de aplicar más del 95% de
los componentes del procedimiento correcto.
Aparte de esa publicación, en Colombia no hay
informes sobre otras investigaciones relacionadas con el tema.
El problema no sólo es evidente en el
personal de salud graduado sino que, según los
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Jesús Enrique Iglesias Acosta – Celia Rossi Trespalacios – Felipe Aun Dau
hombres y mujeres que hacen sustracciones y
seleccionan un color. La presión arterial sistólica, diastólica y media también se incrementan
por el ruido, según el estudio realizado por
Andrén, Hansson, Eggertsen, Hedner y Karlberg
(12). El cambio de la presión se mantiene hasta
los 40-45 minutos después de la situación generadora de estrés (13).
¿Cómo hacer la medición indirecta
de la presión arterial para mejorar la
precisión y exactitud?
Para obtener datos más precisos y exactos es
necesario abandonar las prácticas habituales
(no estandarizadas) y en su lugar usar los procedimientos, equipos y condiciones recomendadas con base en trabajos científicos. Pickering
y colaboradores (6) y la Sociedad Española
de Hipertensión-Liga Española para la Lucha
contra la Hipertensión Arterial (she) (7) han
revisado y documentado las recomendaciones
para medir indirectamente la presión arterial;
según Márquez Contreras (8), la aplicación de
ellas mejora el desempeño del personal de salud
en el diagnóstico de la hipertensión arterial.
El lugar, paciente, método y observador deben
reunir condiciones que optimicen la medición.
Método
Para la medición indirecta de la presión
arterial se debe combinar los métodos auscultatorio y palpatorio. A pesar de las conocidas
limitaciones en cuanto a la exactitud y precisión
de los datos, esta combinación es desde hace
más de un centenar de años el método recomendado para el diagnóstico y clasificación del
paciente con alteraciones de la presión, como
lo confi rma la guía recientemente publicada
por Mancia y otros (14), miembros de la European Hypertension Society (ehs) y de la European Society of Cardiology. El uso de valores
preestablecidos de la presión sistólica con base
en la edad o los antecedentes del paciente para
obviar el método palpatorio no debe aceptarse
en nuestro medio.
Lugar
Debe facilitar la relajación del paciente y el
observador, evitando la exposición a ruidos y
temperaturas que resulten desagradables, o
cualquier situación que incremente la actividad
mental. Tanto el estrés mental como el físico
afectan la presión arterial; Andrén y Hansson (9)
encontraron incrementos significativos cuando
los pacientes realizaban mentalmente operaciones aritméticas y al sumergir una mano en agua
a 4° C. Resultados similares fueron reportados
por Vlachopoulos, Kosmopoulou, Alexopoulos,
Ioakeimidis, Siasos y Stefanadis (10), quienes al
evaluar en 19 personas sanas de ambos sexos el
efecto sobre la presión arterial del estrés mental
asociado a la realización rápida de sustracciones
encontraron incremento de 7,5 mmHg en la
presión diastólica; el cambio se sostuvo durante
todo el tiempo de la prueba. Incrementos superiores a 10 mmHg han sido encontrados por
Liu, Iwuanaga, Shimomura y Katsuura (11) en
La medida de presión arterial debe realizarse
colocando el borde inferior del brazalete a 2-3
cm por encima de la fosa cubital, de tal manera
que la línea media del manguito coincida con
una recta imaginaria que pasa por el punto de
palpación de la arteria braquial; el diafragma
del estetoscopio se coloca sobre dicho punto
en la fosa cubital, medialmente con respecto
al tendón del bíceps, sin hacer contacto con el
brazalete. La presión del esfigmomanómetro se
incrementa rápidamente mediante una perilla
que bombea aire ambiental, hasta un valor que
supere en 20-30 mmHg a la presión sistólica
previamente determinada con el método palpatorio. Luego, se reduce lentamente (2-3 mm de
Hg por segundo), hasta escuchar un sonido
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Resultados
Medida indirecta de la presión arterial: cómo mejorar su exactitud y precisión
con cada latido cardíaco (fase I de los ruidos de
Korotkoff ); la presión marcada en ese momento
corresponde a la sistólica. La disminución de
la presión continúa con la misma rapidez y los
sonidos cambian de calidad e intensidad hasta
desaparecer (fase V de los ruidos de Korotkoff );
la presión marcada en ese instante se considera
igual a la diastólica, incluso en la mujer embarazada, a pesar de la controversia entre el uso
del inicio de la fase IV versus el de la fase V, de
acuerdo con lo recomendado por Pickering y
colaboradores (6).
en sus dos variedades más consumidas, negro
y verde, según Vlachopoulos, Alexopoulos,
Dima, Aznaouridis, Andreadou y Stefanadis
(18), aumentan la presión arterial sistólica y
diastólica alcanzando el valor máximo a los 60
minutos después de la ingestión de cualquiera
de las dos bebidas. Además, el café y el cigarrillo
actúan sinérgicamente, potenciando el efecto
de cada uno sobre la presión, hallazgo reportado por Vlachopoulos y otros (19), quienes
expusieron a pacientes sanos a fumar un cigarrillo 60 minutos después de beber dos tazas de
café; esta condición es similar al hábito de los
colombianos consistente en consumir, simultáneamente, café y cigarrillo.
En Europa, en los últimos años, es notoria la
tendencia a recomendar que los tubos del esfigmomanómetro sean orientados hacia arriba para
hacer más cómodo el procedimiento durante la
aplicación del método auscultatorio; para ello no
se requieren equipos estructuralmente diferentes
a los que existen actualmente en el mercado.
Los efectos de la ingestión de una comida
son variados y dependen de la naturaleza
química de los nutrientes, la edad y el estado de
salud del paciente; de acuerdo con los estudios
realizados por Lipsitz y otros (20) y Berry y otros
(21), una comida tiene poco efecto sobre la
presión arterial de jóvenes sanos, pero produce
su disminución hasta por más de 20 mmHg en
ancianos sanos o en hipertensos que padecen
insuficiencia autonómica; los efectos persisten
hasta por 180 minutos. Jansen, Peeters, Vanlier
y Hoefnagels (22) comprobaron que este resultado es producido, principalmente, por los
carbohidratos ingeridos, con una menor participación de los otros nutrientes; sin embargo,
la presencia de proteínas y de grasas en el
duodeno ha mostrado que puede disminuir
la presión arterial de adultos mayores sanos,
en una magnitud que no difiere significativamente de la producida por carbohidratos según
el estudio de Gentilcore, Hausken, Meyer,
Chapman, Horowitz y Jones (23). De acuerdo
con el trabajo de Gentilcore y otros (24), el
mecanismo de disminución de la presión arterial está asociado con el efecto vasodilatador
del oxido nítrico, cuya síntesis se incrementa
postprandrialmente en el lecho esplácnico.
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Condiciones del paciente
El paciente no debe haber fumado ni tomado
bebidas que contengan cafeína o flavonoides,
como café, té y gaseosas por lo menos en la
última media hora, aunque idealmente deberían haber transcurrido más de 60 minutos
desde el último consumo; en personas sanas
las dos condiciones producen un aumento
agudo de la presión arterial. En caso de fumar,
Niedermaier y colaboradores 15 hallaron que
el efecto aparece durante el periodo de consumo
y persiste hasta aproximadamente 20 minutos
después. Shinozakie, Yuasa y Takata (16)
midieron la presión arterial en jóvenes fumadores sanos, cuya edad promedio fue de 23 años
y en adultos que padecían angina estable de
esfuerzo, con edad promedio de 59 años, diez
minutos después de haber fumado dos cigarrillos; en ambos grupos, los incrementos fueron
estadísticamente significativos tanto en la
presión sistólica como en la diastólica. El café,
conforme al estudio de Corti y otros (17), y el té
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Jesús Enrique Iglesias Acosta – Celia Rossi Trespalacios – Felipe Aun Dau
efecto de las piernas cruzadas comparando las
medidas de presión arterial al tenerlas dobladas
con las obtenidas mientras se mantenían los
pies sobre el suelo; en 110 personas de ambos
sexos el trabajo mostró que la presión sistólica
se incrementa en unos 6 mmHg y la diastólica en
aproximadamente 3 mmHg.
La razón para que el brazo repose a la altura del
corazón y, más estrictamente, a nivel de la válvula
tricúspide es que en ésta la influencia gravitatoria es nula, lo cual hace posible usarla como
referencia para medir las presiones del sistema
cardiovascular; otra posición del antebrazo, como
es común cuando se usan las técnicas habituales,
introduce variaciones de la presión arterial por
influencia de la gravedad, las cuales pueden llegar
a ser tan altas como 10 mmHg.
La vejiga urinaria debe estar vacía, conforme
al trabajo de Fagius y Karhuvaara (27), quienes
encontraron que en humanos sanos el llenado
vesical tiene un importante efecto presor que
desaparece con la micción. En ese trabajo, el
llenado de la vejiga produjo incrementos de
presión arterial sistólica y diastólica de hasta
15 mmHg; por esto, es necesario que habitualmente se solicite al paciente su vaciamiento
inmediatamente antes de evaluar su presión.
Beevers, Lip y O’Brien (29), en el ABC de la
Hipertensión, recomiendan el uso de un soporte
que sirva de apoyo del miembro superior, lo
cual es también importante porque su ausencia
implica la realización de un ejercicio isométrico
para sostenerlo a la altura del corazón, lo cual
produce alteraciones en la presión diastólica
de un 10%. Según Villanueva e Iglesias (30), en
la posición correcta, los diferentes segmentos
del miembro superior estarán a la altura de la
válvula tricúspide, lo cual hace posible medir
la presión arterial en el brazo, el antebrazo,
la muñeca o los dedos de la mano porque la
influencia de la gravedad será anulada en todos
los puntos que estén al mismo nivel hidrostático
del corazón (Principio de Pascal).
El paciente permanecerá sentado, quieto, sin
hablar, con los pies en el suelo y sin cruzar las
piernas, por un mínimo de 5 minutos en una
silla con espaldar y con el punto medio del brazo
reposando a la altura de la válvula tricúspide
(aproximadamente el cuarto espacio intercostal
o mitad del esternón) en ligera abducción. El
antebrazo debe formar con el brazo un ángulo
de aproximadamente 180° en un plano horizontal, antes de hacer la lectura.
Sin embargo, no sólo la fuerza de gravedad
influye en la medida; otro aspecto que debe ser
tenido en cuenta es el relacionado con el incremento de la presión sistólica y disminución de
la diastólica en las arterias periféricas asociado
a una suma de factores, como la disminución
progresiva de la capacitancia (cambio de volumen
por unidad de cambio de presión), desde la aorta
El anterior grupo de recomendaciones tiene
por objeto reducir la actividad muscular hasta el
mínimo posible y, de esta manera, evitar la variación de la presión arterial asociada a la contracción isométrica de la musculatura esquelética;
Keele-Smith y Price-Daniel (28) demostraron el
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Con respecto al consumo de agua, es pertinente tener en cuenta que su presencia en el
estómago en una cantidad equivalente a 300
ml, volumen similar al de un vaso común de
cocina (250 ml), incrementa la presión arterial en adultos mayores sanos, efecto que está
asociado con la distensión de la pared del estómago, mediado por un reflejo gastrovascular,
de acuerdo con Gentilcore, Meyer, Rayner,
Horowitz y Jones (25); en adultos jóvenes, Van
Orshoven, Oey, Van Schelven, Roelofs, Jansen y
Akkermans (26) también reportaron aumento
por dicha razón. Con base en estas evidencias,
no se debe medir la presión arterial en pacientes
que han ingerido agua en la última media hora.
Medida indirecta de la presión arterial: cómo mejorar su exactitud y precisión
de la American Heart Association (aha) sobre
Investigación en Hipertensión Arterial, se
recomienda que la presión sea medida inicialmente en ambos brazos, y si se evidencia una
diferencia reproducible en las futuras mediciones debe usarse el que tenga la presión más
alta, acorde con el trabajo de McKay, Campbell,
Parab, Chockalingam y Fodor (36).
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hacia la periferia y la reflexión de las ondas de
presión en los sitios de ramificación del lecho
arterial. Además, según Berne y Levy (31), es un
hecho bien establecido que la capacitancia del
lecho arterial disminuye con el envejecimiento.
De acuerdo con las recomendaciones de
Pickering y otros, (6) la colocación estándar del
aparato de medida de la presión arterial es en el
brazo desnudo, para disminuir la variabilidad
por factores como la localización anatómica y
la capacitancia de la arteria en la cual se hace la
medición. No es aconsejable el uso de medidas
obtenidas en sitios diferentes al de la arteria
braquial, sobre todo para hacer clasificación de
los pacientes según el estado de la presión arterial sistólica y diastólica, a pesar de la disponibilidad en el comercio de aparatos que permiten la
medición en otros lugares. Con respecto a la colocación del manguito en el brazo desnudo, cabe
resaltar que Kahan, Yaphe, Knaani-Levinz y colaboradores (32) y Liebl, Holzgreve, Schulz y colaboradores (33) encontraron en sendos estudios
con 201 pacientes que no hay diferencia significativa entre los valores de presión arterial cuando
se comparan mediciones realizadas en brazos
desnudos con las obtenidas en brazos cubiertos
con mangas de tela de hasta 2 mm de espesor; por
otra parte, en un trabajo con 376 personas, Grace,
Norman y Martin (34) encontraron resultados
similares. No obstante, es recomendable esperar
una opinión de las sociedades científicas internacionales acerca de estos hallazgos.
Equipo
Es posible usar aparatos aneroides, de
mercurio o electrónicos, pero deben estar debidamente calibrados y haber sido validados. A
pesar de su antigüedad y de los notorios avances
que han permitido el desarrollo de máquinas
que evitan algunas fuentes de error asociadas
sobre todo con el observador, el manómetro
de mercurio sigue siendo el “estándar de oro”;
de acuerdo con Pickering y otros (6) y Beevers,
Lip y O’Brien (37), es el más recomendado por
su fácil manejo y mayor estabilidad para los
trabajos de investigación, según lo demuestran
diversos estudios comparativos, en los cuales
su precisión ha sido siempre mayor que la del
manómetro aneroide, debido a que la descalibración, cuando la hay, sólo oscila entre los 4 a
6 mmHg, mientras que en el último llega a ser
de 10 mmHg o más. Además, la probabilidad
de encontrar un manómetro descalibrado en
un servicio clínico es menor cuando éste es
de mercurio (35, 36). La importancia clínica
del uso de esfigmomanómetros calibrados
ha sido establecida por Turner, Irwin, Bune,
Kam y Baker (38), quienes encontraron que los
equipos descalibrados condujeron al sobrediagnóstico y subdiagnóstico de hipertensión
arterial hasta en un 63% de los pacientes.
En cuanto al brazo en el cual se debe medir
la presión arterial, los estudios realizados, entre
éstos el de Lane y otros (35), no ayudan a seleccionar uno específico; las diferencias encontradas entre ambos miembros superiores son
independientes de la lateralización funcional
(izquierdo-derecho) de los pacientes. Por esto,
en la última declaración del Subcomité de
Educación Profesional y Pública del Consejo
Por otro lado, a largo plazo el costo de los
manómetros de mercurio resulta menor. Esto
ocurre en parte porque el mantenimiento puede
ser realizado sin mayores exigencias técnicas
22
Jesús Enrique Iglesias Acosta – Celia Rossi Trespalacios – Felipe Aun Dau
A diferencia de los aneroides, una vez calibrados, los esfigmomanómetros electrónicos
muestran mayor estabilidad y su revisión es
recomendada sólo anualmente, siendo también
en este aspecto superiores incluso a los de
mercurio.
En cuanto a la validación, los equipos son
sometidos a prueba mediante la aplicación de
criterios establecidos por tres entidades internacionales: la bhs, la American Association for
the Advancement of Medical Instrumentation
(aami), y la European Society of Hypertension
(esh). Actualmente, son recomendados por estos
organismos los esfigmomanómetros aneroides
Heine Gamma G7®, Heine Gamma XXL-LF®,
Welch-Allyn Maxi Stabil 3®, el mercurial PyMaH®,
los automáticos para uso clínico BpTRU®,
BPM-100®, BPM-300®, Dinamap ProCare®, Omron
705IT®, Welch Allyn “Vital Signs”®, los automáticos
para automedición Omron 705IT®, Omron M5-I®,
Omron M6® y Microlife BP 3AC1-1 PC®, entre otros
(45). No es recomendable usar tensiómetros que
no hayan sido validados por estas entidades (46).
En la práctica clínica los aparatos electrónicos
están siendo usados cada vez más, sin embargo,
se debe tener en cuenta que las cifras de presión
arterial obtenidas con ellos son dependientes de
factores como: el tipo específico (de muñeca o de
brazo), la presión arterial del paciente, la presión
que se mida (sistólica o diastólica), el fabricante
y el modelo Rogers (40-42); por esto, la precisión
de cada uno debe ser evaluada clínicamente en
contextos diferentes y es la causa fundamental
para que su uso no esté aún recomendado por
las guías de las entidades científicas, a pesar
de trabajos que muestran que en ciertas condiciones su precisión es superior a la del esfigmomanómetro de mercurio (43).
El sistema de tubos de los aparatos de medición de la presión arterial debe estar en buen
estado. Las fugas por hendiduras son una de
las principales fuentes de imprecisión debido
a la dificultad para controlar la presión; una
de sus causas es el envejecimiento del caucho
o su deterioro por factores como exposición
a temperaturas medioambientales relativamente elevadas. Las fugas también se pueden
presentar por falta de cierre hermético en las
conexiones.
En concordancia con las afi rmaciones del
párrafo anterior están los hallazgos de Westhoff,
Schmidt, Meissner, Zidek y Van Der Giet (44),
quienes en 33 pacientes compararon los datos
obtenidos con equipos electrónicos de muñeca,
que habían superado la evaluación de calidad
de la bhs y la European Society of Hypertension
(esh), con los conseguidos usando esfigmomanómetros de mercurio y encontraron un sesgo
significativo en el valor de presión sistólica
El tamaño del brazalete y, por lo tanto, de
la bolsa de caucho inflable contenida en éste
(manguito), debe ser el apropiado. La referencia
para seleccionar el brazalete es el perímetro del
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determinado con los equipos electrónicos en
pacientes con presión de pulso elevada.
y con mejor estabilidad de su sistema, lo cual
permite que la revisión sea realizada cada 6 a
12 meses; a su vez, el aneroide debe ser examinado cada 3 a 6 meses, su calibración requiere la
confrontación con un manómetro de mercurio
y, además, es técnicamente más exigente, lo
cual, a largo plazo, lo hace tan costoso que
se recomienda el reemplazo por uno nuevo
en vez de este procedimiento, según Burke,
Towers, O’malley, Fitzgerald y O’Brien (39). Sin
embargo, las asociaciones científicas internacionales, tanto americanas como europeas, no
desaprueban el uso clínico de los esfigmomanómetros aneroides y, de hecho, éstos son los más
frecuentemente utilizados.
Medida indirecta de la presión arterial: cómo mejorar su exactitud y precisión
del tamaño del manguito. Además, según Pickering y otros (6), un estudio reciente en el cual
se compara la presión sanguínea intra-arterial
con la obtenida usando la técnica estandarizada
muestra que el ancho óptimo del brazalete es
el equivalente al 46% del perímetro del brazo,
lo cual ha permitido establecer también su
tamaño, como se ilustra en la tabla 1.
brazo del paciente en su punto medio, de tal
manera que la longitud del manguito debe ser
igual al 80%-100% de éste y el ancho debe ser
equivalente al 40% del mismo perímetro (47).
Con respecto a esto, los resultados del trabajo de
Rastan, Prineas y Gomez-Marin (48) muestran
que con las dimensiones recomendadas, el valor
medido de la presión arterial es independiente
Tabla 1. Dimensiones del brazalete
Perímetro del brazo (cm)
Brazalete (cm)*
Nombre
22-26
12 x 22
Adulto pequeño
27-32
16 x 30
Adulto estándar
33-44
16 x 36
Adulto grande
45-52**
16 x 42
Adulto de muslo
* Se asume que los brazaletes contienen manguitos con las dimensiones apropiadas.
** No se encontró en la literatura referencia específica para la mujer embarazada con este rango de perímetro de brazo,
por esta razón la opción es la existente para la población general.
Fuente: adaptación a partir de los datos de Pickering y col (6)
obtenida usando un aparato electrónico (49) y
esfigmomanometría mercurial por profesionales
que han recibido un entrenamiento general (50).
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Observador
El observador (médico o enfermera) debe
ser apto desde el punto de vista cognitivo y de
su desempeño, por lo cual es necesario tanto
hacer evaluaciones sobre el conocimiento de la
técnica, como recibir entrenamiento adecuado
usando diversas estrategias y ser sometido a
pruebas de agudeza visual y auditiva.
Una recomendación importante, generalmente
no tenida en cuenta, se relaciona con el estado
tranquilo y relajado que debe tener el observador
en el momento de hacer la medición (6); por tal
razón, el lugar donde se lleve a cabo también
debe generar tranquilidad.
La importancia del entrenamiento es sustentada por varios trabajos, en los cuales se encontró
que la presión medida por una persona específicamente entrenada en esta labor con el esfigmomanómetro de mercurio es más confiable que la
En la tabla 2 se presentan resumidas las
recomendaciones actualmente vigentes para la
medición de la presión arterial en la población
general y, en particular, en la mujer embarazada.
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Jesús Enrique Iglesias Acosta – Celia Rossi Trespalacios – Felipe Aun Dau
La paciente debe estar sentada en una silla con espaldar, con la planta de los pies sobre el suelo, el miembro
superior a la altura del corazón, por lo menos por 5 minutos. Durante el trabajo de parto se recomienda, si es
necesario, la posición en decúbito lateral izquierdo
El ambiente debe ser tranquilo y relajante, evitar los ruidos y situaciones que aumenten la actividad mental
del paciente y el observador
La paciente no debe ingerir alimentos como mínimo durante la última media hora
La paciente y quien hace la medición deben permanecer en silencio
Inicialmente, medir la presión en ambos brazos, y en el futuro usar el de presión más alta
Usar equipos bien calibrados y que sean validados por las entidades autorizadas
En el consultorio y en el ámbito hospitalario preferir el método auscultatorio, el cual estará precedido siempre
por una medición de la presión sistólica mediante el método palpatorio. En la mujer embarazada, considerar
como indicador de la presión diastólica la fase V o de desaparición de los ruidos de Korotkoff
Colocar el diafragma del estetoscopio sobre la arteria braquial a nivel de la fosa cubital, libre de contacto
alguno con el brazalete o con el sistema de tubos del esfigmomanómetro
Las cifras obtenidas pueden aproximarse al dígito par más cercano y nunca redondearse a 5 ó 10
Todo dato reportado debe ser el promedio de un mínimo de dos mediciones, excepto cuando las diferencias
entre éstas es mayor que 5 mmHg, caso en el cual el promedio se basa en tres o más mediciones
Todas las personas que miden presión arterial deben estar entrenadas en la técnica, incluyendo al paciente y
sus familiares
El observador debe tener buena agudeza visual y auditiva, asumir una postura cómoda, estar mentalmente
tranquilo y permanecer en silencio mientras hace la medición
No usar equipos electrónicos en el contexto clínico e investigativo
Fuente: adaptación a partir de la Guía Española de Hipertensión Arterial (7)
Conclusiones
sido validados. Los equipos electrónicos son
recomendados sobre todo para las mediciones
ambulatorias y automedición pero aún no para
la consulta externa, excepto que se tenga la
certeza de su validación por los organismos
especializados. El método auscultatorio, precedido por el palpatorio, es el preferido; la fase V
de los ruidos de Korotkoff es la recomendada
como indicador de la presión diastólica y la fase I
como indicador de la presión sistólica. El observador, por su parte, debe también mantener
condiciones de relajación, ser físicamente apto,
tener conocimiento de las recomendaciones y
estar bien entrenado en la técnica de medición,
Para medir la presión arterial existen recomendaciones que tienen como propósito
mejorar la precisión y exactitud de los datos,
permitiendo perfeccionar la calidad en la atención de los pacientes. Se debe tener en cuenta las
condiciones del lugar, del paciente, el equipo, el
método y el observador. El primero debe favorecer un estado de tranquilidad en el paciente
y en el observador. Los equipos de mercurio
y aneroide siguen siendo los más prácticos a
la hora de medir la presión en el consultorio,
y en el ambiente hospitalario son confiables
siempre y cuando estén bien calibrados y hayan
25
Revista Nacional de Investigación - Memorias
Volumen 9, Número 15 / enero-junio del 2011
Tabla 2. Resumen de las recomendaciones para la medición de la presión arterial
Medida indirecta de la presión arterial: cómo mejorar su exactitud y precisión
porque su desempeño es crítico para reducir el
error; en este sentido, las instituciones encargadas de formar profesionales en ciencias de
la salud deben asumir la responsabilidad de la
enseñanza y entrenamiento de las recomendaciones que han sido objeto del presente artículo.
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