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CONVOCATORIA A REUNIÓN PÚBLICA Y ABIERTA:
«La carrera de Filosofía
y sus tareas de legitimación»
MIÉRCOLES 01/06 A LAS 21:00
EN EL AULA 250.
1. INTRODUCCIÓN: UN ESTADO DE LA CUESTIÓN
La épica de la coyuntura
es una metafísica del oportunismo.
–Revista Literal (1975).
Crónica periodística
En su edición del 10/04/05, el diario Página/12 publicó una nota de Horacio Verbitsky
intitulada «Papabilidades». Esta nota, a su vez, contenía un anexo, «Piloto de Tormentas», en el
que se vinculaba a Carlos Cullen (actual Secretario Académico de nuestra Facultad) con el
accionar del grupo católico de derecha «Guardia de Hierro». 1 Pero eso no era todo: En 1977
Carlos Cullen era Decano de la Facultad de Filosofía de la Universidad del Salvador y –siempre
según Verbitsky– esto lo haría co-responsable del nombramiento, ocurrido en ese mismo año,
del Almirante Emilio Eduardo Massera como Profesor Honorario de esa Universidad. Nueve
días después, el mismo matutino publicó una carta de lectores del propio Cullen desmintiendo
los dichos de Verbitsky. Argüía Cullen en su defensa su inmediata desvinculación del cargo de
Decano a partir de aquél suceso, y negaba cualquier relación con la «Guardia de Hierro». (Hay
que decir que Verbitsky no contuvo sus ganas de retrucar en esa misma edición los argumentos
de descargo del ex-Decano.)
Genealogía de la moral
Esta escaramuza no es la primera –y, sospechamos, no será la última– en una larga serie de
episodios conflictivos protagonizados por Carlos Cullen. A lo largo de las últimas décadas
viene librándose un sórdido combate cuyo no menos sórdido escenario es la cátedra de Ética de
la carrera de Filosofía. El principal oponente de Carlos Cullen ha sido, y acaso siga siendo,
Osvaldo Guariglia.2 El arsenal de Guariglia cuenta con el peso de su excelencia académica y el
apoyo oficial obtenido en gestas como la justificación de las leyes de Obediencia Debida y Punto
Final. Las armas de Cullen fueron veladas en la fundación del Movimiento de
Filosofía/Teología de la Liberación en la década del ’70, y se mantienen erguidas hoy por el
peso inerte de una popularidad forjada en la actualización permanente del recuerdo.
Todo el material bibliográfico con el que trabajamos está en la fotocopiadora Filo (justo en frente de la
facultad) en una caja rotulada «Caja amarilla». Cualquiera puede acceder a los materiales y/o dejar allí
otros materiales que considere relevantes para enriquecer el debate en torno a las tareas de legitimación
por parte de la filosofía.
2 Al final de este cuadernillo anexamos dos breves reseñas biográfico-político-académicas: la de Carlos
Cullen y la de Osvaldo Guariglia.
1
1
Desde un principio, Guariglia tuvo el cómodo control de las acciones del conflicto traficando
influencias en el Consejo Directivo y manteniendo a Cullen como su Adjunto. Todo parecía
presagiar una victoria aplastante de Guariglia sobre Cullen. Pero el milagroso ascenso del ala
progresista de la Facultad al Consejo Directivo señaló con el beneficio de la Secretaría
Académica a Carlos Cullen y desplazó, jubilación forzada mediante, a Osvaldo Guariglia del
tablero político institucional. Despojado de los fueros y las armas que le proveía la institución,
Guariglia no renuncia a su esfuerzo por desestabilizar la gestión de Cullen, pero se ve obligado
a proseguir con el combate desde ángulos tan imprevistos como el aprovechamiento de la
operación mediática de Página/12 (o el aprovechamiento del magro poder de convocatoria de un
minúsculo grupo de estudiantes de la carrera de Filosofía).
Fin de la introducción
Aquella operación mediática en particular, y este prolongado conflicto en general, integran el
panorama más amplio del enfrentamiento entre los dos clanes políticos más vigorosos de
nuestra carrera. Carlos Cullen y Osvaldo Guariglia son la expresión visible, obscena, de las
relaciones de fuerza al interior del Departamento de Filosofía en un año de elecciones. Pero la
épica de la coyuntura es una metafísica del oportunismo. Pasemos, pues, de la crónica
periodística y la genealogía de la moral al análisis filosófico y la historia política.
2. EL COMPROMISO FILOSÓFICO CON LA MUERTE
De allí que el lugar que en una sociedad ocupa la Filosofía
sea índice revelador de sus características.
–Jorge Rafael Videla.
El compromiso no es moral y particular,
sino político y universal
El conflicto en curso nos remite a las trayectorias académico-políticas de todos los docentes de
Filosofía. Concretamente, nos preguntamos, ¿qué hicieron durante la última dictadura militar
todos los docentes titulares, adjuntos y JTP’s de la carrera de Filosofía? Más concretamente aún,
¿qué hicieron durante el III Congreso Nacional de Filosofía realizado en Buenos Aires entre el
13 y el 18 de octubre de 1980? Recordemos que ese congreso formó parte de los festejos oficiales
por el IV Centenario de la Segunda Fundación de Buenos Aires, y que el entonces General Jorge
Rafael Videla asistió y expuso su “propia” concepción de la filosofía. Citamos de la introducción
al dossier “Los intelectuales y el poder”, publicado en la revista Dialéktica número 3/4 del año
1993, página 11:
Un primer grupo fue abiertamente apologista y su participación
privilegiada se inscribió directa y concientemente en el perfil políticoideológico que la dictadura imprimió al congreso. Tales los casos de los
profesores Carpio, Pucciarelli, Bergadá y Olivieri. Un segundo grupo, en
principio mucho más heterogéneo, cumplió un rol indirecto, aunque no
menos fundamental que el anterior, en la legitimación de la dictadura.
Además de los mencionados [Walton, Dotti, Madanes...], tales son los casos
de los profesores Alchourrón, Rabossi, Nino, Casalla, Schuster, Costa,
Olaso, García Bazán, Presas, Bertelloni, Santa Cruz, Gómez, Eggers Lan,
Mercado Vera, etc. Mediante sus metafísicas ponencias completamente
desligadas de la trágica realidad político-social que atravesaba el país,
convirtieron un acto de blanqueo de la dictadura frente a la comunidad
internacional, organizado por la propia dictadura represiva, en un congreso
de filosofía.
2
El compromiso no se estableció con una sombra del pasado,
sino con la noche del presente
No traemos la memoria para (solamente) enrostrar los “errores” del pasado, sino para entender
por qué hoy el compromiso filosófico con la muerte sigue vigente. Recordemos qué hacía
institucionalmente la carrera de Filosofía el 20 de diciembre de 2001. Citamos del cuadernillo
Notas de filosofía práctica (Comisión de filosofía, otoño de 2002), bajo el título “Dos contextos”:
Jueves 20 de diciembre a las tres de la tarde. Mientras el estado de sitio
fusila manifestantes en la Plaza de Mayo y el Presidente de la Nación es
depuesto, la carrera de Filosofía de esta Facultad nos toma exámenes. Los
gritos y los gases no penetran las paredes de este edificio, como no
penetraron las noticias sobre la ola de saqueos que conmociona al país.
Nosotros, estudiantes de filosofía, nos hacemos examinar sin sentir o
expresar discordancia.
Tanto en un período histórico como en el otro, mientras el Estado lleva adelante una masacre
(ya sea por enfrentamiento directo, guerra de baja intensidad o empobrecimiento simbólico y
material de la población a favor de la clase dominante) los filósofos se sustraen a toda impureza
de lo social. Visto de este modo, la legalidad que sostiene a los clanes políticos (sean más
progresistas o más conservadores) reposa sobre la responsabilidad compartida de un crimen
colectivo:
Legitimación conciente y directa de la dictadura, de la amnistía a sus
responsables, de la continuidad “democrática” de sus prácticas represivas
por parte de los filósofos más orgánicos. Legitimación complementaria de
aquellas prácticas por parte de los filósofos que, como el avestruz, se siguen
preocupando por su ciencia mientras a su alrededor se mata. (Dialéktica
3/4 , p. 12)
El compromiso no está en el posicionamiento ideológico,
sino en la actualización política
Cabe recordar que el 20 de diciembre de 2001 las mesas de examen de la carrera de Filosofía
fueron levantadas a las 14:30, no porque rigiera el estado de sitio, no porque el Gobierno
hubiera asesinado hasta ese momento a veinte personas en la Plaza de Mayo y sus alrededores,
no porque el Presidente hubiera dimitido, sino porque el sindicato de transportes amenazó con
un paro que atropellaba nuestro derecho a retornar a casa.
Se nos dirá que las (re)acciones de la carrera de Filosofía son políticamente cuestionables sólo en
períodos excepcionales en los que o está en juego la vida de los filósofos (como ocurre durante
una dictadura militar), o no hay tiempo para una reflexión adecuada en torno a qué hacer
(como sucede durante un estallido social). Pero nosotras y nosotros entendemos que el
compromiso filosófico con la muerte rige aun con mayor vigor en períodos de normalidad
institucional, allí donde no existe ningún compromiso filosófico con la vida.
3. ¿QUÉ PRODUCE, NORMALMENTE, LA CARRERA DE FILOSOFÍA?
Una cocción a fuego lento en el familiarismo, en la escuela, en el racismo, en los ghettos de todo tipo,
suple ventajosamente los hornos crematorios (...) El fascismo ya pasó y no deja de seguir pasando.
En evolución permanente, no deja de atravesar mallas cada vez más finas. Parece venir de fuera,
cuando en verdad encuentra su energía en el corazón del deseo de cada uno de nosotros.
–Félix Guattari.
3
En el plano académico-político
Echemos un breve vistazo a las formas teórico-prácticas que dibujan la currícula de materias de
la carrera. Por un lado, la marcada orientación analítica –corpus anglosajón mediante-, pide
incesantemente desdibujar toda acción humana y política en esquemas y vericuetos mentales
que abstraen la vida hasta lo etéreo. Así, las discusiones imaginarias con conceptos y estructuras
argumentales reemplazan a los conflictos reales con vivos y muertos. Por otro lado, la misma
filosofía de lo impalpable engendra su ‘orientación práctica’ pensando al estudiante de Filosofía
como un futuro ‘profesional’ cuyo único vínculo con la sociedad se establece a través del
Mercado. Mediante esta relación, el filósofo ofertaría sus habilidades y su instrumental técnico a
las empresas que demandaren sus ‘servicios’.
Semejante inteligentsia no sólo requiere de una sólida formación en materias pertinentes (como
lo atestiguan los actuales seminarios de Bioética y de Filosofía de la biología), también requiere
que esa formación se identifique con el Mercado (como lo certifican los imperativos académicos
de eficacia, individualismo y competitividad). En este sentido, el vértigo de la ‘excelencia
académica’ impone el incesante acopio de Congresos y Jornadas para engrosar ‘la cuenta’ del
Currículum, e impone la atolondrada (im)producción de estériles papers, cuando no la
publicación de revistas insospechadas de sostener el menor compromiso con la sociedad.
En el plano político-académico
Lo cierto es que un estudiante de Filosofía puede transitar exitosamente la carrera sin
experimentar la menor inquietud acerca de lo que ocurre, tanto en las profundidades de la
estructura académica que la sostiene, como en la superficie de la trama social que la rodea.
En cuanto a la estructura académica que la sostiene, el orden premoderno del sistema de gobierno
que impregna a la carrera de Filosofía garantiza un circuito de la información restringido por un
sinfín de diques y coladores: el carácter estamental y jerárquico de la división medieval en
claustros; una (pseudo-)democracia reducida al procedimiento del sufragio; un sistema de
representación basado en el voto calificado (por el que vale más el voto de un docente que el de
un estudiante); y un mecanismo de selección para todas las instancias de la carrera académica
(becas, investigación, docencia, viajes, organismos de gobierno, etc.) que sanciona la
perpetuación dinástica de los clanes políticos.
En cuanto a la trama social que la rodea, un dispositivo mucho más sutil (re)produce una
subjetividad desligada de toda responsabilidad social. Este dispositivo combina el aislamiento
profiláctico de las historias de la filosofía respecto de cualquier problemática política, con la
estigmatización de toda praxis filosófica que no adhiera a una excelencia académica signada por
la neutralidad y la indiferencia ante las relaciones sociales de explotación capitalista.
Dos caras de una misma moneda
Tanto el plano académico-político como el político-académico son instancias constitutivas e
inescindibles de un régimen común: la producción de estudiantes consumidores de
conocimiento y de política. Este régimen supone el funcionamiento de una serie de dispositivos
que legitiman a una aristocracia política y académica. Aristocracia que se constituye en
guardiana del concepto y de la política. Codificados como consumidores quedamos presos de
un doble atolladero:
De una parte, los trayectos trazados por la academia obstaculizan la producción de conocimiento
e impiden la creación de formas participativas, socializantes y democráticas de habitar las aulas
de nuestra facultad. Las condiciones de posibilidad de una producción y de una creación tales
implicarían, al menos, una activación del pensamiento por sobre el saber, y un abandono de los
fragmentos mutilados en favor de una consideración seria de los textos completos.
4
De otra parte, el dispositivo universitario captura la tendencia a pensar e intervenir
políticamente reenviándola hacia los canales tradicionales del Estado. Así, al interior, la arcaica
estamentación en claustros prevalece sobre posibles nuevas formas de organización de la
carrera. Y así, al exterior, se obtura la concepción de la filosofía como parte constitutiva de la
producción social en su totalidad.
4. ORGANIZARNOS
Nuestra intención es profundizar la discusión en torno al compromiso filosófico y político con
lo real a partir de un debate público y abierto. Es decir, pretendemos suspender, por un
momento, la lógica institucional que disimula la dimensión pública de los conflictos y permitir,
así, un espacio de elaboración colectiva de los problemas colectivos. En suma, no estamos a
favor de ninguna de las camarillas que se debaten en conflicto (mucho menos buscamos
instrumentalizar el conflicto en función de la contienda electoral que se avecina). No
pretendemos, tampoco, detener la mirada en el “affaire Cullen”, sino partir de su indicación
para desanudar la urdimbre de intrigas y maquinaciones que sostiene a nuestra carrera.
De esta forma, mientras todo apunta a que el conflicto se resuelva, como ocurre usualmente,
‘tras bambalinas’, nosotros convocamos a socializar la información, a democratizar la
confrontación de ideas y, según se decida colectivamente, a llevar a cabo las acciones y/o
pronunciamientos que se consideren pertinentes a partir de los resultados, parciales o
definitivos, del debate.
Estudiantes de la carrera de Filosofía
que nos reunimos semanalmente, de manera autónoma
y pública, en la Facultad de Filosofía y Letras.
Mayo de 2005.
[email protected]
5. ANEXO
Osvaldo Guariglia: Graduado en Letras y doctorado en Filosofía en Alemania. Se especializó en
Ética. En 1980 participa como ponente en el III Congreso Nacional de Filosofía (“Tres posiciones
básicas de la filosofía con respecto al conocimiento práctico”). En los ’80, como militante activo
del alfonsinismo, es uno de los principales mentores de la ‘normalización democrática’ en la
UBA en general y en Filosofía y Letras en particular. Creador (junto con otros militantes de la
UCR de orientación analítica) del actual Plan de Estudios de la carrera de Filosofía: materias,
temas, bibliografías, concursos, becas, discípulos, espacios de poder tanto públicos como
privados. En 1987 publica en la revista Vuelta su defensa de las leyes de obediencia debida y de
punto final: “La condena a los ex-comandantes y la ley de extinción de las causas: un punto de
vista ético”. En junio de 1999 publica en el diario La Nación el artículo “Fantasmas de un pasado
ominoso” en el que, ante la toma de la Facultad de Filosofía y Letras advierte que “la UBA debía
estar atenta a la acción destructiva de estos grupos facciosos y marginalizados (...) Debe, por
tanto, la UBA, encontrar los medios para poder defenderse, con la ley en la mano, de estos
aviesos ataques”. Durante el año 2001 integrantes del bloque progresista de Filosofía y Letras,
los otrora adversarios políticos de Guariglia, ganan el Decanato; como consecuencia directa de
este cambio en las relaciones de fuerza, Osvaldo Guariglia fue desplazado (primero, de la
gestión y, después, de su cátedra) mediante instrumentos tan miserables como los que éste
utilizaba cuando era beneficiario del poder.
Carlos Cullen: Doctorado en Alemania. Cercano a corrientes peronistas del tipo del
pensamiento nacional y de la filosofía latinoamericana. Co-fundador del Movimiento de
Filosofía de la Liberación. Decano, desde 1975, de la Facultad de Filosofía de la Universidad del
5
Salvador. Durante muchos años desarrolla su actividad como funcionario de la Secretaría de
Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Participa activamente en la
conformación de la Ley Federal de Educación (en los CBC). Desde 1983 es profesor en
Psicología (UBA) y, desde 1986, en Filosofía y Letras (UBA). Está a cargo de la materia Filosofía
de la Educación de la carrera Cs. de la Educación (UBA). Fue Profesor Adjunto de Osvaldo
Guariglia hasta que obtuvo su cátedra paralela de Ética.
CONVOCATORIA A LA REUNIÓN PÚBLICA.
MIÉRCOLES 01/06 A LAS 21:00.
Nuestra convocatoria pretende comenzar a democratizar los espacios de
difusión de la información y los espacios de toma de las decisiones. ¿Qué hacer?
Encontrarnos, componernos, conocernos, discutirnos, escribirnos, potenciarnos,
transformarnos, construirnos, Pensar(nos).
Les envío un breve informe del estado de la cuestión hasta el momento:
1) Obstáculos. El miércoles dimos por finalizada la edición del cuadernillo (Estarán al
tanto de que decidimos hacer algo más q un volante, para dejar en claro que nuestra
propuesta de convocatoria iba mucho más allá de la coyuntura Cullen-Guariglia).
Surgieron sobre la marcha dos inconvenientes; por un lado, nos excedimos 3 días en
el tiempo previsto para la edición (se estipulaba terminarla el pasado domingo, que
tuvimos una jornada de trabajo colectivo). A su vez, se sumaron las dificultades para
hacer efectiva la entrega de los originales a Leo (de la imprenta) dado que no
pudimos contactarlo ni personalmente –a raíz de los días de paro- ni
telefónicamente, con lo cual se restaba una semana para la repartija en la carrera.
Además de todo esto –y dado que todavía no habíamos dado los originales a
impresión- propuse al colectivo re-discutir la fecha de convocatoria, puesto que el
1/6 está la asamblea de historia, que supone un evento crucial para el proceso
político universitario, por lo cual convendría hacer la convocatoria para el miércoles
8/6. Varias voces se pronunciaron a favor de esto por mail hasta el momento, y se
espera hacer efectiva la impresión este lunes para empezar a pasar por los cursos.
2) Texto. Envío adjunta la versión final del texto. Claro está que el cuadernillo en su
forma final está mucho más estetizado; hay disponible una versión imprimible en pdf
que no adjunto aquí para no saturar sus casillas, aunque pesa modestamente 185 kb
zipeados. Si no hay objeciones, puedo adjuntarla posteriormente. Por lo pronto,
copio a continuación los links desde donde se pueden bajar tanto éste como el
anterior cuadernillo, con sólo hacer clic sobre los títulos en cuestión. La idea es
poder socializarlos cibernéticamente; en tal caso, hay que hacer la salvedad de la
fecha, hasta tanto no se suba la versión definitiva a la web.
Las tareas de legitimación.zip (185200 bytes)
Cuadernillo "Las tareas de legitimación de la Filosofía"
Sobre la apropiación privada.zip (147880 bytes)
Cuadernillo Amarillo ("Sobre la apropiación privada del conocimiento común")
3) Difusión gráfica. Agradecemos, desde ya, tu aporte Eduardo con el afiche.
Todavía no hicimos la socialización propicia del mismo, dado que pensamos que
debería ser simultánea con la distribución del mismo (por una cuestión de ‘no pisar’
contenidos políticos), para lo cual, también surgieron diversas propuestas
alternativas para hacer la difusión pertinente. (ver informe más abajo)
6
4) Informe última reunión QTI. Simplemente, copio y pego el informe de la última
reunión del 18/8
a) Corrección. A partir de un primer borrador en papel, revisamos el
cuadernillo para sugerir cambios y/o modificaciones. Acordamos sacar la cita
de Revista Literal de la introducción, como así también del cuerpo principal,
dado que por un lado sugería un comienzo ‘críptico’, a la vez que proponía
horizontes difusos respecto de nuestra posición respecto de lo coyuntural.
También modificamos el párrafo que figura en contratapa –y al inicio del
apartado ‘organizarnos’-, dado que repetía “el debate” en una misma frase.
b) Finanzas. Hicimos un balance financiero de lo disponible hasta el momento
–saldo del cuadernillo amarillo- y recolectamos aportes personales para la
próxima impresión. Estimamos un costo aproximado de $0,20 por cuadernillo
(incluyendo una tapa color del mismo gramaje de las hojas), y en base a los
fondos disponibles, calculamos una tirada de 500 ejemplares. El dinero
disponible hasta el momento es de $125. El remanente del gasto de
impresiones podría ser destinado a gastos de materiales para difusión (papel
afiche u otros, materiales involucrados en el diseño gráfico, etc...)
c) Distribución. Hicimos una lista con los horarios disponibles para la eventual
distribución/presentación del cuadernillo en los cursos, en concreto, en los
prácticos que cada una/o esta cursando. Para el resto de los cursos, se
propuso hacerlo espontáneamente (entre aquellxs que aparezcan en la
facultad, reuniéndose en horarios impares en el 1er piso) o bien, asignándose
previamente cursos a cubrir. El cronograma adjuntado en el mail “02” está en
orden a satisfacer cualquiera de las dos propuestas.
d) Difusión Gráfica. Se propuso dar a publicidad la convocatoria por otros
medios que no fueran el cuadernillo, utilizando para esto ‘instalaciones’ y/o
afiches. Las propuestas de forma y contenido de lxs mismos generó un debate
en torno a las expectativas y alcances políticos de lo que quisieramos/debería
propiciar la reunión pública. Dicho debate quedó abierto –sobre todo por
cuestiones de tiempo- y se propuso continuarlo en base a sugerencias
concretas por mail. En ese sentido, pido ampliar este último punto para no
incurrir en parcialidades de mi parte al intentar sintetizar aquí las diversas
propuestas.
Salud y Autonomía,
ton!
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