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Teresianas --------------------------------------------------------------- ------------------------------------------------Fichas Vocacionales
COMPAÑÍA DE SANTA TERESA DE JESÚS
MÉXICO
FICHAS PARA EL ACOMPAÑAMIENTO VOCACIONAL
8. TOCANDO MI AFECTIVIDAD
Y SEXUALIDAD
1. MOTIVACIÓN
”Mira Señor que somos hechura tuya.
Válganos tu bondad y misericordia”
Teresa de Jesús
Nuestro mundo de relaciones, parte de lo que somos en nuestra totalidad, incluye toda nuestra
persona: corazón, mente, cuerpo, deseos, afectos, sexualidad… Ser personas integrales nos hace tocar cada
área desde donde nos vinculamos con el mundo, con Dios, con los demás y con nosotras mismas. La opción
por seguir a Jesús más de cerca, implica toda la persona, es por eso necesario abordar temas que son de
trascendencia dentro de una opción que “complica” la existencia.
A través de esta ficha, queremos que te acerques a esas áreas que no siempre las abordamos ni las
hablamos, que hagas conciencia de cómo vas tratando a tu propio corazón, de cómo manejas tu afectividad,
de cómo te vives desde tu sexualidad.
2. DISPONIENDO EL CORAZÓN…
Al ponerte en la presencia de Jesús, es inevitable dejar al descubierto tu corazón porque Él mejor que
nadie te conoce. Al acercarse a nosotras, lo hace con tal reverencia que no violenta ni abre lo que tu no
quieres tocar, respecta y amorosamente espera. Hoy, te invitamos a darle la oportunidad a Jesús de tocar tu
corazón, de dejar que entre y encauce tus amores en Su Amor. Para esto, busca ese lugar de encuentro con el
Amor…te puede ayudar encender una vela y dejar que poco a poco te concentres en lo que está guardado
dentro de ti…en el cauce de tu amor, de tu afectividad…de tu sexualidad…. Invoca al Espíritu Creador, al
Espíritu Fuente del Amor…
Una vez que sientas que has entrado en ese contacto íntimo con Jesús, ve orando este salmo,
subrayando aquellas partes en las que vibra tu corazón…
Implícame, Jesús,
con la causa de los pobres.
Implícame con esta causa, que es la tuya.
Implícame, complícame, replícame,
Implícame a tu manera que
sorprende, inquieta e ilusiona.
Que no sepa dejar de mirar.
Que no sepa dejar de querer.
Que no sepa dejar de amar.
Complícame la vida, que eso
es lo que pasa cuando uno ama.
Complícame haciéndome apasionada.
Complícame porque las cosas
no son fáciles.
Complícame porque las lágrimas duelen
y el hambre es mala,
y los gritos no se pueden apagar.
Complícame porque un mundo roto
no es un lugar cómodo.
Replícame cuando ponga argumentos
para escabullirme.
No me dejes posponer mi camino
Que ya está bien de muchas palabras.
Si estoy demasiada
centrada en mis problemas,
demasiada dedicada a mis actividades,
demasiada ocupada en salir yo adelante,
Implícame, Señor, y complícame
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3. DESDE TERESA…
El proceso del Amor en la vida de Teresa parte de la intensa relación que Jesús le ha configurado con
su imagen viva. Ese trato de amistad, "espíritu a espíritu", ha ido esculpiendo a Jesús. Y desde este Amor se
siente urgida, enviada a comunicar toda esa Vida, a "dar voces" de todo lo que ha nacido en ella, para que
todos participen de este Amor, y les mueva a abrirse a ese Dios. Es el testimonio del amor liberado,
expansivo, entregado, comunicador de vida…
Teresa, necesita comunicar la experiencia que le ha sido regalada. Tiene fortaleza para vivir y siente en
sí el fuego de amor y deseos:
“¡Oh Amor, que me amas más
de lo que yo me puedo amar, ni entiendo!
¿Para qué quiero, Señor, desear
más de lo que Vos quisiereis darme?
¿Para qué me quiero cansar
en pediros cosa ordenada por mi deseo,
pues todo lo que mi entendimiento
puede concertar,
y mi deseo desear,
tenéis Vos ya entendido sus fines,
y yo no entiendo cómo me aprovechar?...
VEISME AQUÍ, MI DULCE AMOR,
AMOR DULCE, VEISME AQUÍ .
¿QUÉ MANDÁIS HACER DE Mí?
Veis aquí mi corazón,
yo le pongo en vuestra palma,
mi cuerpo, mi vida y alma,
mis entrañas y afición.
Dulce Esposo y redención,
que por vuestra me ofrecí,
¿Qué mandáis hacer de mí?
Dadme muerte, dadme vida,
dad salud o enfermedad,
honra o deshonra me dad,
dadme guerra o paz cumplida.
Flaqueza o fuerza a mi vida,
que a todo diré que sí.
¿Qué queréis, Señor de mí?”
Este es el Amor que ama más de lo que ella puede entender, que no quiere más de lo que el Amado
desee darle.
4. TOCAR LA VIDA…
Como ves, el amor toca toda nuestra persona, Santa Teresa lo manifiesta en sus deseos de ser toda de
Jesús. Y así como ella, el Amor también nutre tu persona… Y reconociendo este amor en ti, te invitamos a
responder las siguientes preguntas como guía para tocar tu vida afectiva-sexual:
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¿Qué significa para ti vivir el Amor en su totalidad?
¿Qué formación has recibido acerca de la sexualidad? ¿Dónde la recibiste?
¿Cómo fuiste descubriendo tu sexualidad? Si dibujaras una línea, escribiendo una palabra que
sintetizara los pasos que fuiste dando, ¿qué pondrías? Intenta hacer tu historia.
¿Cómo han sido tus relaciones con los varones? ¿Te has sentido libre?
¿Has tenido experiencia de noviazgo? ¿Qué características ha tenido?
¿Puedes identificar las experiencias constructivas y poco constructivas en tu proceso de integración
sexual?
¿Has tenido relaciones sexuales? ¿Qué te ha quedado de esa experiencia?
¿Qué sentido tiene para ti la relación de pareja?
¿Crees que puedes vivir la castidad? ¿Porqué te sientes llamada a vivir de esta forma?
5. AGRADECIENDO
Para cerrar este rato, en la presencia de Jesús, abriéndole tu corazón de par en par, piensa en un color
con que te quedas después de hablar de tu vida afectivo-sexual…¿por qué eliges ese color?...¿qué sentimiento
te queda?... ¿Qué oración de gratitud te surge desde ese sentimiento? Escríbela en tu cuaderno.