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¿Qué es el cáncer de laringe y de faringe?
El cáncer de laringe y de faringe es un tumor maligno que se desarrolla en la laringe o la
faringe.
Lo que debemos saber sobre el cáncer de laringe y faringe
• Un cáncer siempre es el resultado de la multiplicación incontrolada de células alteradas, que se
dividen sin control y forman un tumor denominado «maligno». Si no se administra un
tratamiento, se reproducen de forma progresiva en el tejido de origen, después invaden los
tejidos de alrededor (infiltración), e incluso llegan a propagarse a otras partes más distantes
(metástasis).
• Cuando el cáncer se origina en la faringe se puede ver al abrir bien la boca. Afecta a las amígdalas.
Por la faringe pasa el aire que llega a la laringe y los alimentos que llegan al esófago.
• Cáncer de laringe: la laringe está unida a la faringe por arriba y a la tráquea por abajo. Sus
paredes están formadas por anillos cartilaginosos, entre los que la nuez es el más visible. La
laringe contiene dos cuerdas vocales, cuya vibración nos permite hablar. La mayor parte de los
cánceres de laringe comienza cerca de las cuerdas vocales.
¿Es alta la frecuencia del cáncer de laringe y de faringe?
Las cifras dicen que cada año hay 10.200 nuevos casos de cáncer de laringe y de faringe. Cuatro veces
menos que los casos de cáncer de próstata o de mama, pero el doble que los casos de tumores
cerebrales.
La frecuencia del cáncer de laringe y de faringe varía mucho en ambos sexos: la incidencia en los
hombres es mucho mayor. No obstante, el número de nuevos casos anuales en la mujer ha
experimentado un ascenso constante en los últimos 30 años, mientras que en el caso de los hombres
ha disminuido.
¿Cuáles son los síntomas del cáncer de laringe y de faringe?
Una simple molestia, alteraciones en la voz o la aparición de un ganglio. El cáncer puede presentar
síntomas muy diferentes según donde esté localizado. ¿Qué tienen en común? Persisten y se
complican a lo largo del tiempo. ¡Así que hay que consultar a un médico!
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La lista de posibles síntomas es larga: malestar, ardor o dolor en un lado de la garganta; sensación
permanente de tener anginas o un cuerpo extraño en la garganta; dolor de oídos; malestar o
dificultad para tragar o respirar; dolor al tragar que se irradia hacia el oído; alteración progresiva
de la voz acompañada de carraspeo, sensación de voz tomada o ronquera; aparición de un bulto
(un ganglio) en el cuello o bajo el ángulo de la mandíbula; escupir sangre...
Si alguno de estos síntomas persiste durante más de dos semanas, es necesario pedir cita con el
médico. Si es necesario, derivará la consulta hacia un médico especialista.
Cuanto antes se diagnostique un cáncer de laringe o de faringe, menos duro será el tratamiento y
más probabilidades habrá de curarse. Por otro lado, algunas lesiones denominadas
«precancerosas» pueden provocar síntomas parecidos a los de un cáncer. Se detectan con un
examen clínico y, después, se eliminan. De este modo, evitamos que se desarrolle el cáncer.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
El perfil tipo es un hombre de 60 años, fumador y consumidor de demasiadas bebidas alcohólicas.
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El cáncer de laringe y de faringe afecta al hombre en el 90 % de los casos. La franja de edad entre
50 y 70 años es la más afectada, aunque no es la única. Pueden presentarse cánceres de laringe o
de faringe en personas con cuarenta años.
Fumar aumenta considerablemente el riesgo de padecer estos cánceres, así como el consumo
excesivo de bebidas alcohólicas (cerveza, vino, alcoholes fuertes). La combinación del tabaco y el
alcohol multiplica los efectos tóxicos de ambos. Se amplifican mutuamente. ¡La persona que
consume de forma excesiva tabaco y alcohol multiplica por 15 el riesgo de desarrollarlos!
Existen otros factores de riesgo, aunque de menor importancia, que pueden aumentar las
posibilidades de desarrollar el cáncer: inhalación de vapores irritantes o polvo en el lugar de
trabajo (amianto, ácido sulfúrico, hidrocarburos, etc.); infección de la garganta por el virus del
papiloma humano (VPH); alimentación pobre en frutas y verduras.
¿Cómo se diagnostica el cáncer de laringe o de faringe?
La única forma de obtener un diagnóstico definitivo es a través de un análisis del tumor.
• ¿A quién consultar? Ante la presencia de los síntomas característicos, el médico de cabecera
suele derivar al otorrinolaringólogo o al cirujano maxilofacial.
• ¿En qué consiste el examen médico? El especialista practica una exploración de la garganta en
profundidad. Para ello aplica anestesia local y realiza una búsqueda de ganglios. A continuación,
realiza una endoscopia (laringoscopia) para poder ver toda la garganta y el esófago. Se efectúa
con anestesia general, con ayuda de un tubo flexible que se introduce por la boca. Durante la
realización de este examen, el médico extrae algunas muestras (biopsia) de microfragmentos del
tejido sospechoso. Los tejidos se analizan al microscopio para poder determinar con exactitud si
se trata de un cáncer o no. En cuanto se dispone de un diagnóstico determinado, el médico
solicita unos exámenes que le ayudan a elegir el tratamiento más adecuado: escáner o resonancia
magnética, análisis de sangre y orina.
¿Se puede prevenir?
¡Sí! Dejar de fumar y reducir el consumo de bebidas alcohólicas impide la aparición del 75 % de estos
cánceres.
• Cigarro, pipa o puro: el objetivo que debemos marcarnos para protegernos de verdad es dejar de
fumar por completo. Resulta beneficioso a cualquier edad. En lo que respecta al alcohol, los
especialistas recomiendan no sobrepasar el límite de un vaso de vino al día en las mujeres, 2
vasos de vino en los hombres, y no más de 4 vasos por día, y un día sin alcohol por semana.
• Como complemento, también se aconseja mantener una alimentación rica en frutas y verduras (al
menos 5 porciones al día), controlar el riesgo de exposición a sustancias cancerígenas para la
garganta en el lugar de trabajo (consultar al médico del trabajo).
• Si fumas o bebes excesivamente, deberías solicitar una consulta con el otorrino cada año. De ese
modo, podrás detectar una posible lesión precancerosa antes de que degenere en un cáncer.
¿Cuáles son los principales tratamientos?
La cirugía y la radioterapia son los métodos a los que más se recurre para curar un cáncer de laringe o
de faringe.
• El tratamiento depende del lugar específico en el que se encuentre el tumor y del tamaño. En
algunos casos basta con una operación; en otros con unas sesiones de radioterapia; en otros se
combinan la cirugía y la radioterapia; y, en otros casos, se recurre a la quimioterapia.
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La cirugía consiste en extirpar la totalidad del tumor, así como los ganglios del cuello. En este
campo ha habido grandes progresos y se tiende a practicar operaciones en las que se extirpe la
menor área posible. Sin embargo, en algunos casos, el cirujano se ve obligado a extirpar toda la
laringe (laringectomía total) y, con ella, las cuerdas vocales. Se realiza un pequeño orificio
(traqueotomía) en la base del cuello para permitir el paso del aire hacia los pulmones de forma
definitiva. La ingesta de alimentos se sigue realizando a través de la boca. Es posible reeducar la
voz.
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La radioterapia (rayos) consiste en aplicar, en general desde el exterior del cuerpo, una dosis alta
de radiaciones ionizantes con objeto de acabar con el tumor. También se irradian los ganglios del
cuello.
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A veces, la quimioterapia se utiliza antes de aplicar radioterapia y/o cirugía para reducir el
volumen del tumor y, por tanto, evitar una operación demasiado importante.
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En cualquier caso, es obligatorio dejar el tabaco y el alcohol por completo.
¿Podemos recurrir a la medicina natural como complemento al tratamiento?
Puede resultar muy positivo complementar el tratamiento convencional con un estilo de vida
«anticáncer»
El estilo de vida «anticáncer» consiste en aumentar las defensas naturales para poder hacer frente al
tumor de forma más eficaz. Abarca el aspecto nutritivo, físico, mental y emocional.
• Es importante que los alimentos anticáncer prevalezcan en tu alimentación, así como organizar el
menú principalmente en torno a frutas y verduras, cereales integrales (pan integral, arroz,
quínoa, etc.), aceite de oliva o de colza (o mezcla de ambos), y pescado. El té verde, si se prepara
con la hoja entera y se deja reposar durante un período considerable, también es muy eficaz, en
particular por su poder antiangiogénesis.
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En cuanto al plano físico, el sedentarismo es tu peor enemigo. Practicar al menos 30 minutos de
ejercicio físico a diario es básico, incluido caminar. Practicar un deporte es muy beneficioso.
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En el plano mental, numerosas técnicas ayudan a relajarse y mejorar la calidad de vida:
contemplación, yoga, coherencia cardiaca, vida en plena consciencia, etc.
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No estamos acostumbrados a expresar nuestras emociones. No obstante, una gran cantidad de
estudios han demostrado que al exteriorizarlas nos sentimos mucho mejor. Se trata de hablar de
las emociones «tóxicas», como el miedo a la muerte, pero también de las emociones «sociales»
vinculadas a nuestra relación con el otro. Vivir un cáncer suele ser un momento clave en la vida
que nos lleva a replantearnos nuestras prioridades y a ser más tolerantes con nosotros mismos.
Publicado el 27/11/2012
http://salud.doctissimo.es/enfermedades/cancer/cancer-laringe-faringe/que-son-cancer-laringefaringe.html