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INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EL CUIDADO DE LA DIABETES “In the land of the sick, emotions reign supreme. Fear is a thought away”. (Goleman, 1995) (En el reino de los enfermos imperan las emociones. El miedo se encuentra a la distancia de una reflexión). “This above all else: to thine own self be true. Thou can’st not then be false to any man”. (Hamlet, Shakespeare) (Y sobre todo: sé fiel contigo mismo. No puedes entonces ser desleal con nadie). OBJETIVO El objetivo de esta carta de enseñanza es presentarle los conceptos de inteligencia emocional a los profesionales de la salud y la manera como dichos conceptos pueden integrarse en el cuidado cotidiano de la diabetes. Se pretende definir la inteligencia emocional y sus antecedentes históricos, discutir la razón por la cual los profesionales de la salud necesitan tener información sobre la inteligencia emocional y sus mecanismos en la práctica de la diabetes y, finalmente, discutir los aspectos que surgen cuando se tratan las emociones en el cuidado de la diabetes. 1. DEFINICIÓN E HISTORIA La inteligencia emocional (Emocional intelligence – EI) se ha definido como “un tipo de inteligencia social que involucra la capacidad de monitorear las emociones propias y las de otros a fin de distinguirlas y utilizar la información para guiar las ideas y acciones de las personas”.1 El concepto no es nuevo, Thorndike2 en 1920 definió la “inteligencia social”, la capacidad de comprender y relacionar a las personas. La EI incluye la inteligencia intrapersonal e interpersonal. La inteligencia intrapersonal es “la capacidad para formar un modelo exacto y verídico de uno mismo y ser capaz de utilizar dicho modelo para actuar eficazmente en la vida. Por otra parte, la inteligencia interpersonal es la capacidad de comprender a otras personas, lo que los motiva, la manera como trabajan, la manera como trabajan cooperativamente con ellos” (Goleman, 1995,P160).3 Campos de la EI De acuerdo a Mayer y Salovey,1 la EI está dividida en cinco campos; 1. Conocimiento de sí mismo 2. Manejo de las emociones 3. Motivación personal 4. Empatía 5. Manejo de las relaciones La nueve serie de Teaching Letters fue redactada por un grupo de diabetólogos europeos en un taller del DESG realizado en Celano, Italia. Los autores son: R Antuña de Alaiz, E.M. Baumer, M. Benroubi, J. Boavida, A. Brooks, D Bruttomesso, R. Chlup, K. Chlupova, E. Cohelo-Moos, M.L. Cortesao-Pinto, T. Curtis, A.M. Felton, D. Figuerola, D. Halimi, I. Harman-Bohem, G. Hochberg-Parer, HU Iselin, J.M. RACE, P. Segal, N Sulli, A. Visser, R. Walker, G. Xuereb. Los autores de la presente carta aparecen subrayados. Editor en jefe: A. Maldonato, MD. Editores asistentes: D. Bloise, MD, A. Baldelli, MD. Unidad de Diabetes, Ciencias clínicas, Universidad la Sapienza, Roma, Italia DESG Teaching Letter Número 28 – Inteligencia emocional en el cuidado de la diabetes Aunque Mayer y Salovey discuten las emociones de modo genérico, estos cinco campos son pertinentes en el cuidado de la diabetes. 2. ¿POR QUÉ LOS HCP NECESITAN SABER SOBRE LA EI? “La inteligencia emocional, las destrezas que ayudan a las personas a armonizar, debe llegar a valorarse cada vez más como una ventaja en el lugar de trabajo en los años venideros”.3 Los profesionales de la salud necesitan tener información sobre los conceptos y mecanismos de la EI tanto en su vida personal como en su vida profesional, y todas sus interacciones con las personas con diabetes y sus proveedores de cuidado. Se ha abogado por la importancia de comprender y aceptar a los pacientes, de escucharlos activamente, de resolver conflictos y de estar cualificado en el análisis social. Todas estas destrezas pertenecen al campo de la inteligencia interpersonal. No obstante, para una práctica más eficaz, parece que también deben adquirirse destrezas intrapersonales, tales como comprender las propias emociones, ser capaz de definirlas y expresarlas adecuadamente, aprovechar las “emociones positivas” (es decir, las emociones que le permite simpatizar con el paciente) y controlar las “emociones negativas” (por ejemplo, distrés, desilusión, sensación de incapacidad, cansancio, agotamiento). Los pacientes, a su vez, pueden aprovecharse en gran medida de las destrezas de la inteligencia intrapersonal. Deben ser capaces de reconocer y expresar sus emociones y de apreciar la influencia que pueden tener en el manejo de la diabetes y en la calidad de su relación con otras significativas. Comúnmente se sabe que el estrés puede afectar la diabetes; aprender a controlar las emociones puede mejorar la calidad del cuidado de la diabetes, así como aprender a retrasar la gratificación para un logro posterior. La educación de los diabéticos en el campo de la EI es responsabilidad de profesionales de la salud competentes. 3. ¿QUÉ ES “INTELIGENCIA”? Históricamente, “inteligencia”, como se determinaba por el coeficiente intelectual (intelligence qualification - ‘IQ’) (Stanford-Binet), está limitada al razonamiento verbal y numérico. No obstante, un “IQ” definido de esta manera no constituye una buena medida de la capacidad de uno para enfrentar numerosas y distintas exigencias de la vida. Gardner4 considera ocho clases de inteligencia: verbal-lingüística – hablar de manera comprensible y convincente, por ejemplo, hablar claramente en el lenguaje correcto; Matemática-lógica – utilizar números y fórmulas; Espacial – tener conciencia del espacio y de las dimensiones; Cinestésica – moverse con fluidez y gracia y manejar los objetos con destreza; Musical – recordar, tocar y componer música. Naturalista – nombrar plantas y animales y disfrutar haciéndolo; Intrapersonal – véase lo mencionado anteriormente; Interpersonal – véase lo mencionado anteriormente. Esto sugiere que todas estas dimensiones son importantes para el “éxito” en la vida. 4. ¿CÓMO PUEDE LA EI INFLUIR EN EL CUIDADO PERSONAL DE LA DIABETES? El cuidado personal de la diabetes y la necesidad de un cuidado médico durante toda la vida son exigentes desde el punto de vista físico, emocional y social. La falta de atención para la EI por parte de los HCP o de los pacientes puede contribuir con la depresión con a otras áreas de descuido personal percibido. Los estados emocionales actuales elevados y los mecanismos inadecuados para enfrentarlos pueden impedir que alguien con diabetes cuide adecuadamente su enfermedad. Por ejemplo: la emoción de una nueva relación; la pérdida de la pareja de años; una enfermedad concurrente; “presión por otros” adolescentes en el caso de un diabético adolescente; pueden todos causar la intensificación de las emociones. Sin embargo, en una consulta, pueden no reconocerse las emociones que llevan a disminuir el cuidado personal y el control deficiente resultante. En cambio, puede culparse o reprenderse a la persona/proveedor de cuidado. Esto puede producir sentimientos en el paciente de rechazo o distanciamiento, reduciendo su autoestima y causando que el paciente no asista a las visitas clínicas futuras. Las relaciones personales producen emociones, y si las relaciones personales de los HCP son tensas, el efecto en la EI puede dificultar el trabajo. Durante el curso de un día de trabajo, la autoestima y el autocon- DESG Teaching Letter Número 28 – Inteligencia emocional en el cuidado de la diabetes trol de los HCP pueden cambiar repentinamente, por ejemplo, en respuesta a una noticia negativa o a una situación difícil inesperada. Esto puede afectar negativamente las interacciones posteriores. El comportamiento de los HCP en la consulta tendrá una influencia importante en el proceso y resultado de dicha interacción. La expresión facial, el lenguaje corporal, el tono y fuerza de la voz, por ejemplo, pueden ser interpretados de manera positiva o negativa por otros. Todos estos comentarios aplican a las personas diabéticas y lo que los lleva a la consulta así como a los HCP. muy perjudicial para la relación. Además, algunos HCP pueden sentir miedo de “abrir una caja de Pandora”, liberar las emociones de un paciente con tal fuerza y complejidad, que ninguna persona pueda tratarlas. Dichas circunstancias son raras y merecen ayuda profesional inmediata para el paciente. 5. ¿SE TRATA DE “UNA CAJA DE PANDORA”? 6. CONCLUSIÓN Muchas de las emociones con las cuales los diabéticos se presentan en una consulta o interacción son las llamadas “emociones tóxicas” (Goleman , 1995:168)3, por ejemplo, ira, temor, pesimismo, aislamiento y depresión. Estas emociones son quizás más obvias en momentos críticos en la historia de diabetes de una persona, por ejemplo, en el diagnóstico, el cambio importante en el tratamiento, el inicio de una complicación. Algunos pacientes pueden experimentar estas emociones en todo momento por estar sufriendo de diabetes. Asimismo, los HCP pueden experimentar dichas emociones, quizás, pesimismo al tratar complicaciones crónicas o aislamiento por trabajar solo. La mayoría de los pacientes probablemente siente que tener una interacción con un profesional de la salud con quien ellos puedan ser capaces de expresar sus emociones y aprender a controlarlas, es más útil que cuando ellos no pueden tener dicha relación. No es poco común escuchar frases como la siguiente: “Parece que el médico no apreció cuán molesto me sentía”. La pérdida de control de las emociones podría ser En la mayoría de los casos, reconocer y nombrar los sentimientos de una persona constituye el primer paso hacia el control de las emociones y de la motivación personal, que puedan ayudar en gran medida al cuidado de la diabetes. El reconocimiento y un mayor trabajo con las emociones de las personas es exigente para un profesional de la salud. Por lo tanto, es necesario el adiestramiento específico a fin de aumentar las destrezas emocionales y aprender la manera como adiestrar a los pacientes en las mismas destrezas intrapersonales. REFERENCIAS 1. Salovey P, & Mayer JD. Emotional Intelligence. Imagination, Cognition and Personality, 9:185211:1990. 2. Thorndike EL. Intelligence and its uses. Harper’s Magazine. 1920;140:227-235. 3. Goleman D. Emotional Intelligence. New York:Bantam Books; 1995. 4. Gardner H. Multiple Intelligences. New York: Basic Books; 1993. LECTURAS ADICIONALES Bar-On R Parker DA eds. The Handbook of Emotional Intelligence. San Francisco, Jossey-Bass; 2000. DESG Teaching Letter Número 28 – Inteligencia emocional en el cuidado de la diabetes CÓMO PODRÍA USTED UTILIZAR ESTA TEACHING LETTER Se espera que este documento sea el punto de partida de “conocimientos emocionales” de los proveedores de la salud que trabajan en su unidad y, posteriormente, de sus pacientes. Para hacer esto, en primer lugar pueden ser necesarias algunas lecturas adicionales. Luego, deben organizarse sesiones en grupo a fin de tratar y evaluar la competencia de todos los miembros del equipo y de planificar sesiones de adiestramiento, tanto en destrezas intrapersonales como interpersonales. En caso de que ningún miembro tenga experiencia suficiente, puede llamarse a un psicólogo para contar con su ayuda. Una vez que el equipo haya adquirido destrezas suficientes en cuanto a la inteligencia emocional, deben reunirse y planificar la manera como transmitir estas destrezas a las personas diabéticas. El Grupo de Estudio de Educación de la Diabetes aprecia sus comentarios, sugerencias y todo documento que se desarrolle o se inspire como consecuencia de esta carta. Por favor enviarlos al Prof. Aldo Maldonato, Institute Clinica Medica 2, Policlinico Umberto I, 00161 Roma, Italia. Tel +39 06 4938 4791, Fax +39 06 4470 3133 Correo electrónico: [email protected] Teaching Letters del DESG Esta serie de Teaching Letters para médicos y otros proveedores del cuidado de la salud involucrados en el cuidado diario de los pacientes diabéticos ha sido preparada por el Grupo de Estudio de la Educación de la Diabetes de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes, con una subvención educativa del Groupe de Recherches Servier. DESG Teaching Letter Número 28 – Inteligencia emocional en el cuidado de la diabetes