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TEMA 6: LOS SACRAMENTOS DE LA IGLESIA1 En todas las religiones hay ceremonias religiosas a través de las cuales los hombres se relacionan con Dios por medio de signos y símbolos. Dios también eligió el lenguaje de los signos para comunicarse con los hombres y así, por ejemplo, se manifestó a Moisés en la zarza que ardía. Jesucristo actuó con gestos y símbolos durante su vida entre nosotros. Es el caso de la curación de un ciego poniéndole barro en los ojos. (Jn. 9, 6-7) Para continuar su obra y seguir comunicándose con los hombres instituyó la Iglesia a quien confió la predicación de su Palabra y la administración de sus Sacramentos. El conjunto de ceremonias y signos litúrgicos de la Iglesia van más allá del simple símbolo. A través de ellos Dios comunica realmente su vida sobrenatural y el cristiano se relaciona con él. Cada uno de los Sacramentos es un acto personal del mismo Cristo que comunica su salvación dentro de la Iglesia. 1. EL ENCUENTRO DE LOS HOMBRES CON DIOS: LA LITURGIA La palabra “liturgia” significa “servicio de parte de y en favor del pueblo”. En la tradición cristiana quiere significar que el pueblo de Dios toma parte en la obra de Dios. Las celebraciones litúrgicas actualizan el misterio que celebran. Los hechos que tuvieron lugar hace dos mil años se hacen presentes. Celebra la liturgia el Cristo total, Cabeza y Cuerpo, es decir, Cristo y toda la Iglesia. Dios nos habla a través de los gestos, de las oraciones y de su Palabra, contenida en la Sagrada Escritura. Los miembros de la Iglesia participamos según nuestra función: los ministros según el Orden recibido y los fieles ofreciéndose interiormente a través de las acciones y palabras previstas. Toda la liturgia está tejida de gestos y símbolos. Algunos no se pueden cambiar, son inmutables porque los asumió el propio Cristo como portadores de la acción de salvación y santificación. La música y el canto están estrechamente vinculados a la acción litúrgica. Como decía San Agustín “el que canta, ora dos veces”. También las imágenes ayudan a despertar y alimentar la fe de los creyentes. La imagen de Cristo es el icono litúrgico por excelencia. Las que representan a la Madre de Dios y a los santos, significan a Cristo que en ellos ha sido glorificado. A lo largo del año litúrgico la Iglesia celebra todo el misterio de Cristo, desde la Encarnación hasta su retorno glorioso. 1 Apuntes elaborados a partir de los libros de texto de religión católica de la editorial Casals en sus distintas ediciones. Esta redistribución de temas y contenidos se hace para facilitar el trabajo en el aula y optimizar los recursos. Se ha usado también el Catecismo YouCat. El centro del tiempo litúrgico es el domingo, fundamento y núcleo de todo el año litúrgico, que tiene su culminación en la Pascua. En días determinados la Iglesia venera con especial amor a María y hace memoria de los santos. La Liturgia de las Horas, oración pública y común de la Iglesia es la oración de Cristo con su Cuerpo, la Iglesia. Por medio de ella el misterio de Cristo santifica y transfigura el tiempo de cada día. Se compone principalmente, de salmos y otros textos bíblicos y también de lecturas de los santos Padres y maestros espirituales. Los hombres y mujeres de la Nueva Alianza debemos dar culto a Dios es espíritu y verdad (Jn. 4, 24) y esta actitud no está ligada a ningún lugar concreto. Sin embargo, el lugar donde nos reunimos para dar culto a Dios es el templo o iglesia. Los edificios sagrados son casas de Dios, símbolo de la Iglesia que vive en aquel lugar, imágenes de la morada celestial. Son lugares de oración, en los que la Iglesia celebra sobre todo la Eucaristía y adora a Cristo realmente presente en el Sagrario. 2. LOS SACRAMENTOS DE LA IGLESIA Entre los diversos actos litúrgicos que hay en la Iglesia, los más importantes son los sacramentos. Los sacramentos son signos eficaces de la gracia, instituidos por Jesucristo y confiados a la Iglesia para darnos la vida eterna. Son los grandes momentos de la vida del cristiano: por eso los celebramos. Por medio de ellos Cristo actúa en nosotros, y nosotros nos encontramos con Él en la Iglesia. Los Sacramentos no son sólo un símbolo como puede serlo un crucifijo o una imagen de la Virgen, sino que además realizan lo que significan. Los elementos fundamentales de los sacramentos son: El signo sacramental. El encuentro con el Señor, en el Espíritu Santo, se realiza en cada Sacramento a través de las cosas, acciones y palabras. Son acciones o gestos sencillos de la vida humana y de la vida religiosa (baño de agua, comer pan y vino) que Jesús asumió para convertirlos en signos eficaces de su presencia salvadora. En ellos distinguimos la materia y la forma del sacramento. La materia son las cosas o acciones. La forma son las palabras que utiliza el ministro. Ninguna de las dos puede ser alterada a voluntad del ministro porque entonces no habría sacramento. El sujeto capaz de recibirlo. Es la persona capaz de recibir un Sacramento. Cualquier persona puede recibir el Bautismo. Sólo el que está bautizado puede recibir los demás sacramentos. Sólo una persona soltera o viuda puede contraer matrimonio, etc. El ministro: Es la persona que administra el sacramento. Cualquier persona que haga lo que la Iglesia quiere puede bautizar. El ministro de la Eucaristía es el sacerdote. El del Orden sacerdotal es el Obispo, etc... Para la validez de los Sacramentos es necesario utilizar el signo establecido y la fórmula prescrita, que sea impartido por el ministro y que sea recibido por un sujeto apto. Además, podemos hablar de los efectos de los Sacramentos, que pueden resumirse en tres: Dan la gracia santificante. Todos nos dan el don de la gracia que nos convierte en hijos de Dios y herederos del cielo. El Bautismo y la Penitencia nos dan lo que no teníamos por el pecado. El resto, aumenta la gracia, la unión con Dios, si se reciben dignamente. Otorgan la gracia sacramental propia de cada Sacramento. Por ejemplo, el Bautismo nos ayuda a vivir como hijos de Dios; el matrimonio da a los casados la ayuda para ser buenos esposos y padres. Algunos imprimen en el alma una señal imborrable que se llama carácter sacramental. Son el Bautismo, la Confirmación y el Orden Sacerdotal, y se reciben una sola vez, porque con ellos el cristiano se vincula definitivamente con Cristo. Los sacramentos actúan por sí mismos, dan la gracia por la fuerza de Cristo que actúa en ellos con independencia del mérito humano. La comunidad cristiana que celebra los Sacramentos se halla en presencia de actos del mismo Cristo resucitado que, a través de esos signos que Él instituyó, comunica el don del Espíritu Santo. Salvo el Bautismo y la Penitencia –que perdonan los pecados- los demás sacramentos hay que recibirlos en estado de gracia, libres de pecado mortal. 3. LOS SIETE SACRAMENTOS Todos los sacramentos son un encuentro con Cristo, pero cada uno tiene un sentido distinto. Los Sacramentos de la Iglesia se agrupan del siguiente modo: Los sacramentos de iniciación cristiana. Tienen como fin iniciar a los fieles en la vida cristiana, poner sus fundamentos. Son: el Bautismo, por el que nacemos a la vida de la gracia, a la vida de los hijos de Dios; la Confirmación, que fortalece esa vida sobrenatural iniciada en el Bautismo; la Eucaristía, por la que recibimos el alimento espiritual, a Cristo mismo, necesario para que la vida de la gracia se desarrolle, madure y fructifique. En la Iglesia de los primeros siglos, los adultos que iban a recibir el Bautismo debían pasar un periodo de preparación llamado catecumenado, que se desarrollaba en tres etapas: eran instruidos en la doctrina de la fe, comenzaban a participar en la celebración dominical hasta las lecturas y la homilía, recibían los sacramentos de iniciación cristiana. Sacramentos de curación. En efecto, la vida nueva de hijos de Dios que recibimos en el Bautismo puede debilitarse o incluso perderse a causa del pecado al que seguimos inclinados. El sacramento de la Penitencia tiene el poder de sanar el alma y devolverle la amistad de Dios. Jesús amó también a los enfermos y curó a muchos de ellos. Después de su ascensión al Cielo, continúa amándolos y por eso dejó a su Iglesia el sacramento de la Unción de enfermos. Sacramentos al servicio de la comunidad. Son los sacramentos del Orden sacerdotal y del Matrimonio. Así, los siete sacramentos son: Bautismo, Confirmación, Penitencia, Eucaristía, Unción de enfermos, Orden sacerdotal y Matrimonio. SACRAMENTO SIGNO REALIDAD SIGNIFICADA Bautismo Agua Ser hijos de Dios Confirmación Imposición de manos. Desciende el Espíritu Santo MINISTRO Sacerdote. Diácono Obispo Crisma Penitencia Confesión de los El perdón de los pecados Sacerdote pecados. Absolución Eucaristía Pan y vino El Cuerpo y la Sangre de Sacerdote Cristo Unción de enfermos Oleo de los enfermos Reconforta en la enfermedad Sacerdote Orden sacerdotal Imposición de manos Desciende el Espíritu Santo Obispo Matrimonio Consentimiento Dios une a los esposos Esposos