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Esta semana tuvimos una declaración bastante polémica pero nada sorprendente por parte
del Presidente de Venezuela Nicolás Maduro. Cito textualmente: “Un solo tipo de cambio en
el país es inviable, sería, como dice alguien por ahí, un autosuicidio colectivo de la economía”.
Y digo nada sorprendente porque cada vez que hay un discurso de Maduro la prensa los
difunde no por sus brillantes anotaciones sino por sus terroríficas frases que demuestran su
total desconocimiento de la oratoria.
No nos sorprende que un mandatario que se atreve a desconocer que sus decisiones en
materia económica han destruido industrias, ahora siga defendiendo su manejo cambiario de
esta manera. Además, la escasez de divisas en el vecino país ha creado como muchos hemos
escuchado un mercado negro bastante grande que dista del tipo de cambio oficial.
Pero más escalofriante aún es su total desconocimiento de la precaria situación de la
economía de su país. Venezuela está actualmente a punto de caer en Default según varias
calificadoras internacionales, su inflación alcanza niveles del 66.5% y lo más grave aún es el
desabastecimiento de productos básicos para los hogares venezolanos.
Recordemos también que la gira del Presidente venezolano por los países productores de
petróleo no tuvo los resultados esperados ni por los analistas ni por el mismo gobierno que
regresó con las manos vacías. El precio del petróleo no le está siendo favorable a Venezuela,
ya que los recursos que recibían no serán los mismos y lo peor de todo es que no ahorraron
lo necesario para afrontar esta coyuntura.
En materia de política monetaria, fiscal y cambiaria existen principios que pueden prevenir
que los países sufran con los ciclos a la baja y son la contraciclidad y la anticipación.
Venezuela ha actuado en contra de cualquier principio económico que le permita
impermeabilizarse ante entornos adversos. Por otro lado, sus socios comerciales importantes
no están pasando por la mejor situación. No dejemos de lado a Rusia, quien recibió una baja
en su calificación de riesgo por causa de su afectación con la caída de los precios del petróleo
y la devaluación de su moneda que no pudo ser soportada por su banco central.
En Colombia no podemos hacernos los de la vista gorda con este panorama de Venezuela.
Aunque ya no participa de manera importante en nuestras exportaciones, siguen siendo
nuestros vecinos y su situación económica impacta el desempeño sobretodo de nuestras
regiones frontera. Lo que se viene para este país en materia económica no pinta nada
favorable y de no recuperarse el precio del crudo la solución por ahora está en manos de un
gobierno que desconoce totalmente como se debe gobernar un país en lo económico.
Margarita Ortiz Almeyda.
Gerente Departamento de Inversiones PAL ASOCIADOS S.A.S.
Economista - Universidad del Rosario
Magister en Finanzas Corporativas – El Cesa