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MIGRACIÓN Y CAMBIO SOCIAL
Número extraordinario dedicado al III Coloquio Internacional de Geocrítica (Actas del
Coloquio)
¿QUÉ NOS OFENDE DE LOS "MOROS"?
DISCURSOS SOBRE LOS MUSULMANES Y SUS PRÁCTICAS SOCIALES
Yolanda Aixelà Cabré(1)
Museu Etnològic de Barcelona
Palabras clave: inmigrantes / discurso / prácticas sociales / musulmanes
Key-words: immigrants / discourse / social praticies / Muslims
La convivencia con personas de distintos origénes geográficos y culturales procedentes
de diversos continentes, como África y Asia, se ha visto acelerada desde los años 70 en
Cataluña y en otras regiones del estado. En la actualidad, alguno de los grupos
inmigrantes más numerosos profesan la fe musulmana, tales como los colectivos
procedentes del Magreb, especialmente, marroquíes y en menor número argelinos(2).
El objetivo de este artículo es analizar aquellos aspectos que colaboran en la
homogeneización de un colectivo musulmán con culturas diversas en las sociedades de
origen, una vez se establecen en nuevos contextos tras una situación migratoria. La
perspectiva central será la de recuperar los estereotipos culturales que muchos de
nosotros hemos recreado del "moro"(3) y/o del "musulmán" a través de nuestro
imaginario colectivo, para ver cómo trasladamos esas imágenes distorsionadas al verles
compartir nuestro propio espacio urbano.
Al margen, quedará el exámen del enfrentamiento histórico entre Islam y Occidente que
tomó diversas formas y contenidos según el contexto histórico al que nos refiramos y
que participó en la construcción de lo que entendemos como "musulmán"(4), así como
las tensas relaciones entre España y Marruecos, las cuales también han colaborado en la
construcción histórica del "moro"(5).
Se tratará de estereotipos distorsionados que colaborarán en afirmar la superioridad
cultural(6) española/catalana, desde la perspectiva religiosa del catolicismo o desde la
del laicismo fundamentado en el texto constitucional. Todos los aspectos mencionados
vendrán a consolidar la visión Islam=islamismo o, incluso, Islam=velo=maltrato
mujeres.
Prescripciones religiosas
Sobre el rezo
El rezo constitutye uno de los cinco pilares del Islam oficial o escriturario basado en el
Corán, e implica la oración cinco veces al día (salat) preferiblemente en la mezquita, y
siempre mirando a La Meca. Es especialmente importante cumplir con él los viernes. El
seguimiento de la obligación del rezo dentro de las prácticas sociales es bastante
elevado en comparación con la continuidad que existen en Europa de las prácticas
religiosas, e igual que sucede con por ejemplo con las iglesias, las mezquitas son
lugares de oración pero también de consejo, de reunión, de ayuda y acogida.
Sobre el Ramadán
Durante casi un mes al año, los musulmanes deben realizar el Ramadán. Es uno de los
cinco pilares de la fé islámica (sawm). Entre sus obligaciones más importantes está la
continencia (no comer, no beber y no fumar, desde que sale el sol hasta que se pone),
acompañada de la plegaría y la limosna a los menos afortunados. La filosofía del
Ramadán es poner en igualdad a todos los creyentes, sean ricos o pobres, y que sufran
por igual el hambre y la sed de los desafortunados, para así fomentar la solidaridad
comunitaria.
Aspectos socioculturales
Sobre la visibilidad del colectivo a través del vestido
Uno de los aspectos que hace más visible las sociedades musulmanas es el vestido:
observamos como buena parte de sus hombres y mujeres visten la jellaba, y que además
un sector de esas mismas mujeres combinan a menudo esa prenda con el velo o hiyab.
Como M. Kasriel (1989) ya señaló para el caso marroquí, conclusiones extrapolables a
otros contextos, en algunas sociedades musulmanas vestido y cultura resultan dos
lenguajes superpuestos: el primero resulta la visualización del segundo. En la
actualidad, muchos países consiguen dar con él una apariencia de continuidad cultural a
una sociedad en transformación que ha sufrido profundos cambios políticos,
económicos, jurídicos y sociales.
Al mismo tiempo, esa identificación cultural de las sociedades musulmanas a través del
vestido, reforzada desde un discurso de perpetuación de parámetros culturales
"tradicionalistas" desarrollado por/desde diversos sectores sociales de estos países, es
apropiada por Europa, que la va a utilizar para afirmarse desde parámetros de una
supuesta "modernidad" que da más prioridad al individuo, que a la continuidad de una
cultura colectiva aparentemente homogeneizadora.
Sobre las mujeres
Las mujeres magrebíes han sido sujetos activos en sus correspondientes países a lo largo
de todo el siglo XX. Su participación social ha pasado por su incorporación al mundo
laboral, su compromiso en los movimientos sociales y sus aportaciones en la expulsión
de los colonizadores durante las luchas coloniales y durante la construcción del Estado
independiente.
No obstante, sus actividades no han sido visibles por la extrapolación de la construcción
de género a las prácticas sociales en un discurso manipulado tanto desde sus sociedades
de origen como desde Europa: en tanto que se le suponían como actividades prioritarias
las de madre/esposa, éstas ocultaban su participación en las esferas públicas. Por
ejemplo, desde sus sociedades de origen hiyab ha pasado de ser un elemento de
preservación del honor familiar, a ser reapropiado en el siglo XX por diversos sectores
sociales que desean visualizar ante sí y ante Europa la perpetuación de la sociedad
musulmana. La mujer se había instrumentalizado con este fin depositándose sobre ellas
una responsablidad injusta: la de ser guardianas de la identidad colectiva.
El Islam en la Cataluña actual. "Fantasmas" europeos sobre el "otro" musulmán
Las mezquitas
La sociedad catalana, si bien que mayoritariamente católica, no es excesivamente
practicante. Quizás uno de sus temores más enrraizados resida, tal como expresan
algunos intelectuales desde una lectura laicista de su entorno socio-cultural, en permitir
que una religión tan practicante en sus sociedades de origen como la musulmana se
extienda en las sociedades de acogida, ya que destacan que un beneficio de la sociedad
del siglo XXI ha sido la de marginar la vertiente religiosa de la esfera social(7).
Sabiendo que en los países musulmanes es habitual oir la llamada al rezo del muezzin
desde la mezquita (Alaho al-Akbar!! Alaho al-Akbar!!...), oración que se va
reproduciendo en todas las mezquitas de la ciudad, hasta llegar a un desacompasado
canto que inunda por escasos minutos toda la ciudad, ¿qué ocurriría si yendo por
nuestras ciudades nos invadiese, ya no el repicar de las campanas llamando a misa, sino
el canto de los muezines de las mezquitas?. Al margen de ciertas ironías, las mezquitas
nos pasan inadvertidas a la mayoría de ciudadanos, ya que sino sabemos positivamente
que hay una en un edificio, éstas le pasarán desapercibidas por hallarse ubicadas en
pisos, la mayoría de las veces, sin distintivos externos(8).
Se trata de una presencia que sea por el proceso de normalización (o por el de
clandestinidad), no destaca en el resto de edificios del contorno, salvo quizás los
viernes, momento en que se observa una gran afluencia de personas para asistir al
rezo(9).
Al mismo tiempo, se debe destacar el carácter socializador de las mezquitas, no ya
como centros de rezo, sino como lugares de consejo, de formación y de acogida, para
los nuevos inimgrantes. En contra de esta visión minoritaria, aquellas que califican las
mezquitas como centros de consolidación de una identidad supranacional, en este caso,
musulmana, razonamiento que llevará a relacionar musulmanes con fanáticos que sólo
preteden fermentar la semilla del islamismo en sus nuevos espacios. Incluso algunos
"intelectuales" franceses, llegarán a proclamar que las mezquitas en Europa son la
venganza a la colonización occidental: "nosotros les colonizamos desde la política y la
economía, pero ellos lo harán desde la religión".
Por último, debemos destacar algunas voces que se oponen a la construcción de
mezquitas por el hecho de que, entre otras razones, en sus países de origen no existe la
posibilidad de practicar otras religiones, como la católica, aspecto probado por la
carencia de iglesias donde practicar la fe católica. En contra de esta visión, poner de
manifiesto que todas las grandes ciudades del Magreb tienen iglesias e incluso alguna
catedral. En parte, esta extensa presencia de centros de oración no musulmanes, se debe
a que durante la larga ocupación colonial los europeos se construyeron centros de
oración para purgar sus escasísimos pecados.
El Ramadán
En segundo lugar, debemos hablar del Ramadán. Algunos de los musulmanes que viven
en nuestro país, intentan guardar el ayuno y cumplir con este precepto. Para ayudarles,
la propia legislación española en el Convenio con la Comisión Islámica recogió la
posibilidad de que los musulmanes que quisieran pudieran acogerse a una especie de
reducción horaria(10).
Por otro lado, está la vertiente lúdica del Ramadán en su último día: varios años, la
plaça del Escorxador de Barcelona ha sido lugar de encuentro de diversos musulmanes
que con un rezo multitudinario, ponían fin al Ramadán (aid as-Saghir). Se trata de un
fin de "fiesta", que en este caso pasa por la ocupación de un espacio público, similar al
que ocurre con otras manifestaciones religiosas como procesiones, romerías. No
obstante, la ocupación del espacio urbano por este colectivo, no deja de ser interpretada
como una apropiación que no les corresponde porque no se trata de la religión
compartida por "todos" que es la católica.
Mujeres y velos
El vestido que utilizan algunos magrebíes, sobre todo las mujeres, no sólo sorprende,
sino molesta, cuando no ofende. Para nosotros, y probablemente para ellos también, es
una manifestación publica de que su incorporación a su nueva residencia se hace
conforme a una manera de pensar acorde con unos presupuestos culturales que les son
propios y que son los del Islam. En el caso de las mujeres, la situación se acentúa
porque además nos ofende que algunas de ellas vistan un velo que pone de manifiesto lo
que para muchos es el símbolo máximo de su subordinación a los hombres y en ulterior
caso a la religión islámica: vemos que esa "pobre" mujer musulmana tambíen está
oprimida cuando se establece en Europa.
Llegados a este punto nos preguntamos si nos interesa saber (o si estamos preparados)
que muchas mujeres lo visten por decisión propia y que no es sólo símbolo de encierro
sino también de liberación, dado que con su uso consiguen introducirse en el espacio
público con el acuerdo familiar.
¿De qué visibilidad y reconocimiento social hablamos desde Europa cuando abordamos
el tema de la mujer? Parece que se trata de una visión estereotipada, construida desde lo
colectivo, desde lo homogeneizante, que se aleja de lo individual y se construye sobre
ya antiguos estereotipos sociales: el de la mujer subordinada al hombre, maltratada,
sujeta a un matrimonio poligínico, encerrada en el hogar y obligada a vestir el velo por
los hombres de su familia.
Ese escaso reconocimiento de las mujeres marroquíes en Europa se repite en Marruecos
y en Argelia, dónde su propia condición social se vincula directamente a lo islámico.
Sobre todo, es invisible la mujer que trabaja tanto en economía formal como informal,
la que mantiene a la familia, la que ejerce sus derechos... mientras se visibiliza a la
mujer magrebí que mantiene ciertas apariencias sobre la perpetuación de la identidad
musulmana y un supuesto sistema patriarcal. Las mujeres son las guardianas de la
identidad colectiva y como tales deben intentar parecer que la sociedad aún no ha
cambiado. Su reconocimiento es el de perpetuadoras de la identidad musulmana.
¿Cuándo importará que las mujeres se hayan incorporado al mundo laboral o se hará
visible su participación en los movimientos sociales?
Conclusiones
El desencuentro histórico con el Magreb y las imágenes distorsionadas que tenemos del
"otro" musulmán, son factores que favorecen la perpetuación de ciertos estereotipos
sociales negativos que encuentran su eco en el espacio urbano, público y privado.
La homogeneización a la que se somete la diversidad magrebí imposibilita una
aproximación a una realidad cotidiana cercana a la nuestra en otros períodos históricos,
situación que probablemente no cambiará en la medida en que se continúe construyendo
la otredad sólo desde el Islam (factor que para muchos de nosotros influirá, incluso, en
el supuesto sometimiento de las mujeres magrebíes a los hombres).
Probablemente, nuestra mitificación del Islam como agente homogeneizador,
potenciada también por algunos países del Magreb desde la independencia colonial,
puede acabar distorsionando aún más unas relaciones de por sí complejas en las
sociedades urbanas, al amparo de un rancio etnocentrismo, en algunos casos,
nacionalista, fundamentado en una supuesta superioridad occidental, elucubrada tanto
desde el catolicismo como desde el laicismo.
Notas:
1. Este texto se articula dentro del marco científico del Grupo de Investigación Consolidado
"Multiculturalismo y género", equipo dirigido por la catedrática de Historia Conteporánea de la
Universidad de Barcelona, Mary Nash.
2. Como muestra de la importancia magrebí dentro de los porcentajes de estadísticas inmigrantes,
presentamos la siguiente tabla de elaboración propia sobre la población magrebí en Barcelona, que se ha
elaborado a través de los datos extraidos del Departamento de Estadística del Ajuntament de Barcelona,
obtenidos por el Museu Etnològic de Barcelona.
Año
Marroquíes
Argelinos
Total extranjeros
1996
3.191
219
29.354 (1’9%
població total)
2001
7.165
855
74.019 (4’9%
població total)
3. Etmológicamente, "moro" procedía de maurus y hacía referencia al habitante de Mauritania. En la
actualidad se aplica a la comunidad norteafricana y musulmana en general.
4. Para ello remitimos a la obligada lectura de textos existentes que ahondan largamente y con suma
complejidad entre las complejas relaciones existentes entre el Islam y Occidente, tales como Djaït (1990),
así como la próxima publicación sobre el tema de Eloy Martin Corrales en Ed. Bellaterra, dónde se pone
de manifiesto cómo, por ejemplo durante la Guerra Civil, para los repúblicanos se esmeraba en mostrar al
moro como el salvaje y cruel, mientras que para los franquistas eran tan fieles que Franco había
constituido su Guardia Mora.
5. Se debe destacar el trabajo de J.LL Mateo (1997:25), donde recoge una anécdota muy útil para el
desarrollo e implicaciones de este texto. Narra cómo al entrar las tropas franquistas en la Barcelona de
1939, los camiones iban provistos de unos altavoces que repetían sin cesar el llamamiento al rezo
musulman Alá es grande. Mateo añade "puesto que los camiones iban vacíos, parece que la pretensión de
aquella maniobra era asustar a la población: se aprovechaba el tópico del temor a una invasión
musulmana y la crueldad atribuida a las tropas de mercenarios marroquíes".
6. E. Said (1991).
7. M. Kilani (2000).
8. J. Moreras (1999).
9. Otra cuestión es que buena parte no está acondicionada para albergar a tantos feligreses y que además
no tienen las mínimas condiciones de seguridad para que ante una desgracia, hubiera como mínimo una
salida de incendios.
10. En sociedades de origen, en Ramadán las empresas procuran o hacer horario intensivo o practicar una
reducción horaria para asegurarse el rendimiento de sus trabajadores.
Bibliografía
AIXELÀ, Yolanda, Mujeres en Marruecos. Un análisis desde el parentesco y el género. Barcelona:
Bellaterra, 2000.
DJAIT, Hichem: Europa y el Islam. Madrid: al-Qibla Libertarias, 1990.
KILANI, Modher: L’invention de l’autre. Essais sur le discours anthropologique. París: Editions Payot
Laussanne, 2000 (1994).
MATEO DIESTE, Josep Lluís: El "moro" entre los primitivos. El caso del protectorado español en
Marruecos. Barcelona: Fundació La Caixa, 1997.
MORERAS, Jordi: Musulmanes en Barcelona. Espacios y dinámicas comunitarias. Barcelona: CIDOB
edicions, 1999.
SAID, Edwuard: Orientalisme. Vic: Eumo, 1991 (1978).
© Copyright: Yolanda Aixelà Cabré, 2001
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