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La conversión desde la mirada de un niño pobre
Provincia NORANDINA
Ecuador, 8 al 12 de marzo
ORACIÓN MARIANA
DEL TERCER DÍA
Guía 1: Peregrinos con María, hermana en la
fe, queremos aceptar el reto de construir un
mundo nuevo. Queremos transformar nuestra
mirada y nuestro corazón, para ser
peregrinos de esperanza para un mundo sin
Dios. Con María iniciamos nuestro caminar:
TODOS:
Invocación inicial
María, Madre de la esperanza,
¡camina con nosotros!
Enséñanos a proclamar al Dios vivo;
ayúdanos a dar testimonio de Jesús,
el único Salvador;
haznos serviciales con el prójimo,
acogedores con los pobres,
artífices de justicia,
constructores apasionados
de un mundo más justo;
intercede por nosotros que actuamos
en la historia
convencidos de que el designio
del Padre se cumplirá. Amén
CANTO:
Mientras recorres la vida
tú nunca solo estás,
contigo por el camino
Santa María va.
Ven con nosotros a caminar
Santa María, ven (2)
Aunque te digan algunos
que nada puede cambiar,
lucha por un m mundo nuevo,
lucha por la verdad.
Si por el mundo los hombres
sin conocerse van,
no niegues nunca tu mano
al que contigo está.
Aunque parezcan tus pasos inútil caminar,
tú vas haciendo caminos, otros los
PRIMER MISTERIO: Los ojos de María
“Alégrate, favorecida de Dios, el Señor está contigo”
Lc 1,28
Reflexión
¡Ojos que no ven, corazón que no siente!, dice el viejo refrán. En María, esto no se cumplió.
Vivió siempre con los ojos puestos en los planes que Dios tenía preparado para Ella.
En Nazaret, con sus pupilas dilatadas, dijo que "sí". Que estaba dispuesta, como un cheque en
blanco, para que Dios firmase cuando quisiera y como quisiera.
En el crecimiento de Jesús, abrió bien los ojos para que Jesús anduviese por los caminos que
conducían a Dios.
En el final de la vida de Jesús, aún con lágrimas, nunca el sollozo se antepuso a la altura con la
que María encaró la pasión, la muerte y la resurrección de Cristo. Y es que María abrió los ojos
para Dios y, además, le brindó todo su corazón.
¿Detrás de qué corren nuestras miradas?
¿Vemos la profundidad de las cosas y de los acontecimientos o nos quedamos en la
superficialidad?
1 Padre Nuestro, 3 avemarías
MARÍA ES ESA MUJER
¿Quién será la mujer que a tantos inspiró poemas bellos de amor?, le rinden honor
la música y la luz, el mármol, la palabra y el color.
¿Quién será la mujer que el rey y el labrador invocan en su dolor?, el sabio, el
ignorante, el pobre y el Señor, el santo al igual que el pecador.
MARÍA ES, ESA MUJER, QUE DESDE SIEMPRE EL SEÑOR SE SEPARÓ,
PARA NACER, COMO UNA FLOR, EN EL JARDÍN QUE A DIOS ENAMORÓ.
SEGUNDO MISTERIO GOZOSO: Los pies de María
En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región
montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a
Isabel. (Lc 1,38-40)
Reflexión
Ponerse en camino es sentirse vivo. María, con los pies polvorientos, se puso en camino hacia la
casa de su prima Isabel. Salió de su casa. No le importó nada, aunque el evangelio no lo diga,
correr riesgos ni dificultades: ¡se puso en camino y se acabó¡
1 Padre Nuestro 10 Ave Marías
Los pies de María son dinámicos. Se aventuran a perderse en los amplios caminos de la vida para
que los hombres conozcamos a Jesús. No nos podemos instalar en la comodidad. Los pies de
María nos invitan a salir de nosotros mismos. A no cerrarnos en los cómodos muros de nuestros
problemas o éxitos, alegrías o tristezas.
1 Padre Nuestro, 3 ave marías
Canto: MADRE
Junto a ti María, como un niño quiero estar, tómame en tus brazos guíame en mi
caminar, quiero que me eduques, que me enseñes a rezar, hazme transparente,
lléname de paz. MADRE, MADRE, MADRE, MADRE. (Bis)
TERCER MISTERIO GOZOSO: El corazón de María
Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Este está puesto para caída
y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción - ¡y a ti
misma una espada te atravesará el alma! - a fin de que queden al
descubierto las intenciones de muchos corazones.» Lc 2, 34-35
Reflexión
El corazón es el lugar donde, entre otros, guardamos los secretos más
íntimos. Es en el corazón donde sufrimos y gozamos, donde disfrutamos y
lloramos, desde donde odiamos o nos volcamos amando.
El corazón de María, palpitando en medio de la Pascua, sigue rebosando
alegría por la presencia de Jesús Resucitado. Pero, también es verdad que
con el anuncio del anciano Simeón, la Virgen preparó su corazón a los
contratiempos (en crueles espadas) que la vida y muerte de Jesús de
Nazaret, le proporcionó. Pidamos a María que pongamos el corazón en lo que
hacemos y en lo que decimos.
1 Padre Nuestro, 3 ave marías
ORACIÓN DE INTERCESIÓN
Guía Encomendemos a María de la Esperanza el mundo doliente que anhela la resurrección.
Todos : Oh María, sé nuestra esperanza.
- Acuérdate, Virgen Madre de Dios, de toda la Iglesia nacida de la cruz de tu Hijo, santificada por
su sangre y extendida por el mundo.
Todos : Oh María, sé nuestra esperanza.
- Acuérdate, Virgen Madre de Dios, de los jóvenes. Del mundo entero y de todo el pueblo que
ama y sigue a Jesús.
Todos : Oh María, sé nuestra esperanza.
- Acuérdate, Virgen Madre de Dios, de todos los jóvenes decepcionados de la vida, de los que
han caído en la droga, de los que por una u otra razón han estado vinculados en los grupos
armados, para que vivan en la justicia, en la concordia y en la paz.
Todos : Oh María, sé nuestra esperanza.
- Acuérdate, virgen Madre de la Esperanza, de los que piden un tiempo favorable, lluvias
bienhechoras y abundantes cosechas, trabajo seguro y serenidad en el hogar.
Todos : Oh María, sé nuestra esperanza.
- Acuérdate, Virgen Madre de Dios, de los jóvenes inválidos, de los enfermos y los que sufren;
por los que son perseguidos por su compromiso a favor de la vida y del evangelio.
Todos : Oh María, sé nuestra esperanza.
CANTO FINAL
Acuérdate, oh Virgen María,
que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que han acudido a Ti,
implorando Tu asistencia
y reclamando Tu socorro,
haya sido abandonado de Ti.
Oh! María (8).
Acuérdate, oh Virgen María,
que eres Madre del Amor
y nos amas cuando amamos en el Señor,
confiados en Tu mano
hoy venimos ante Ti
con un canto de alegría
en el corazón.