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IMPORTANCIA DE UNA NUTRICION ADECUADA EN CIRUGÍA DE LA OBESIDAD
La cirugía de la obesidad ayuda a perder peso a las personas que tienen obesidad
extrema. Es importante recordar que este procedimiento es sólo una HERRAMIENTA, no
es una cura milagrosa.
El plan de alimentación cuenta con distintas etapas pre y postoperatorias.
En un primer momento previo a la cirugía se trata
de conocer los hábitos de cada
persona, gustos, preferencias y experiencias de dietas. A partir de ahí se comienza con
un plan de alimentación hipocalórico, basada en las necesidades energéticas reales de
cada individuo, promoviendo un descenso de peso entre el 5 al 10 % del peso actual, para
facilitar la cirugía, disminuyendo los riesgos inherentes a ella, y para comenzar el cambio
de hábitos.
Es muy importante saber que si la persona con obesidad no está dispuesta a cambiar las
malas costumbres alimentarias (picoteo, saltear comidas, ingesta excesiva de bebidas
gaseosas y alcohólicas, amasados de pastelería como galletitas, tortitas, facturas,
postres, golosinas, etc.), la cirugía no va a tener los mejores resultados.
Los cambios de hábitos alimentarios requeridos están relacionados con comer despacio,
masticar adecuadamente, realizar 4 comidas al día, ingerir líquidos sin calorías y bajo
consumo de azúcares, grasas y alcohol.
La alimentación deberá respetar fases según el procedimiento quirúrgico adoptado y la
nueva capacidad gástrica, promoviendo la recuperación adecuada para el bienestar físico
y mental:
 Fases preoperatoria:
o
Plan de alimentación hipocalórico, balanceado equilibrado, adecuado a
cada persona.
o
Dieta Líquida: durante 10 a 20 días con un adecuado aporte de proteínas y
vitaminas. Este plan promueve la disminución de grasa del hígado y del
abdomen, facilitando la cirugía.
 Fases Postoperatoria:
1° Dieta Líquida: permite la recuperación y cicatrización de las heridas. Los alimentos
deben ser licuados e ingeridos en pequeños volúmenes.
2° Dieta
Puré: durante 15 días son papillas con adecuado aporte de los distintos
nutrientes para continuar con una recuperación adecuada.
3° Dieta Blanda Gástrica: a partir del mes de cirugía se comienza a masticar alimentos de
de fácil digestión.
4° Dieta Normal, balanceada y completa: a partir del segundo mes de la cirugía
aproximadamente,
se podrán ingerir toda clase de alimentos como
pollo, pescado,
carnes en general, huevo, vegetales y frutas, lácteos descremados, cereales y legumbres.
Se debe seguir cuidando la calidad de las comidas, consumiendo de vez en cuando y con
moderación alimentos con grasa, azúcar y bebidas alcohólicas.
La introducción correcta de líquidos y de los distintos alimentos durante los primeros
meses después de la cirugía
es muy importante para permitir que se conserve el
funcionamiento de la estructura que se ha creado. Es esencial que no se estire el
estómago pequeño en las fases tempranas, esto permite establecer una posición y
desarrollar algunas adherencias alrededor de él que lo estabilizará para el futuro.
Después de varios meses, deberán haber incorporado nuevos hábitos de alimentación,
que conservará para el resto de su vida.
Es muy importante aprender a escuchar las señales que el cuerpo da cuando está lleno.
Si se intenta comer de más, puede sentirse incómodo o vomitar.
Los objetivos, a largo plazo, apuntan a mejorar la calidad de vida a través de la pérdida de
peso, aliado a los cambios de hábitos: disminución importante de la cantidad de alimentos
consumidos, selección de alimentos saludables que contienen nutrientes esenciales y
adecuados.
Las personas sometidas a cirugía de obesidad deberán
consumir un
suplemento
vitamínico mineral de por vida porque las carencias nutricionales pueden ocurrir a corto y
largo plazo. Se necesitan controles anuales con el equipo médico para la prevención,
control y tratamiento.
El éxito del tratamiento dependerá de la motivación y de la capacidad de mantener el
esfuerzo durante un periodo de tiempo. El objetivo es perder grasa y no volver a
recuperarla; y esto sólo se consigue con una buena educación y nuevos hábitos
alimentarios. El esfuerzo será recompensado por una mejor calidad de vida y un
bienestar físico y mental en el futuro.
Natalia Pampillón
Lic. en Nutrición
MP 531
Docente e Investigadora. Facultad de Ciencias de la Nutrición .UMaza
Nutricionista del Centro Quirugicio de la Obesidad