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CORAZÓN SANO,
CORAZÓN VALIENTE
Una vida activa pero sin estrés, las excursiones, el deporte y una
dieta equilibrada son secretos incontestables para conseguir
disfrutar de un corazón sano, de un corazón valiente.
Tener un buen corazón, corazón grande, decir algo de corazón, tener una corazonada o
actuar de corazón son expresiones que encierran todas ellas un mensaje positivo, sea en
forma de compasión, de generosidad, de sinceridad, de intuición o de espontaneidad. Y
aunque ciertamente todas estas actitudes del ser humano están más dirigidas por el
cerebro que por el corazón, no es menos cierto que este órgano es el responsable
primero y último de que podamos disfrutar de esa oportunidad maravillosa que
llamamos vida y de que, por tanto, tengamos la posibilidad de ponerlas en práctica.
Cuidar bien de nuestro corazón nos garantizará una vida más larga, plena y saludable, y
en este empeño inciden diversos planos de nuestra actividad diaria, desde la
alimentación, al ritmo de vida y al control de las emociones. El corazón es el órgano
impulsor de todas las funciones vitales de nuestro organismo y su correcto
funcionamiento asegurará nuestro tipo de vida y nuestra longevidad.
En este artículo os queremos ofrecer algunas propuestas saludables para mantener un
corazón sano, lo cual no quiere decir que se tenga que renunciar a según que placeres,
pero sí que nos ayudará a identificar aquello que es preferible moderar o eliminar de
nuestros hábitos.
No podemos perder de vista un dato estremecedor, que la primera causa de
fallecimiento de una persona adulta en España son las enfermedades cardiovasculares.
Muchos piensan que este tipo de enfermedades están más ligadas al género masculino,
pero lo cierto es que las mujeres están igualmente expuestas, y que también en su caso
es la primera causa de muerte, por encima del cáncer de mama.
Por ello es tan importante tener bien presente los factores de riesgo y desde edades
tempranas asumir unos hábitos alimenticios y de comportamiento que nos alejen lo más
posible de estos peligros.
LA IMPORTANCIA DE COMER BIEN
Una dieta adecuada tiene mucho que ver en la salud del corazón. Una alimentación en la
que abunden de manera descompensada determinados productos ricos en grasas
saturadas, como carnes, embutidos, lácteos y pastelería, junto a bebidas refrescantes,
alcohol y tabaco, no es la más recomendable si se quiere garantizar una salud óptima del
corazón. Este tipo de alimentación, sumado muchas veces a una tendencia al
sedentarismo y a factores hereditarios, predispone al aumento de los niveles de
colesterol. Cuando la grasa se acumula en las paredes de los vasos sanguíneos, existe el
riesgo de que se vayan obstruyendo, impidiendo el flujo normal de la sangre y pudiendo
provocar accidentes vasculares, como anginas de pecho o infartos. Ya sabemos que
existe un colesterol bueno -HDL- y un colesterol malo -LDL-. Los problemas surgen
cuando se produce un desequilibrio a favor de éste último. Incorporar en la dieta
alimentos que favorecen la producción del colesterol bueno, como pescados azules alimentos ricos en grasas omega 3-, cereales, verduras, legumbres y frutas, es sin duda
una buena manera de disminuir los riesgos coronarios. Ya nadie discute que la típica
dieta mediterránea, rica y variada, basada en el aceite de oliva como uno de sus
ingredientes básicos, es una buena aliada del corazón.
ALIMENTOS CON CORAZÓN
-Ajos y cebollas
-Aceite de oliva
-Pescado azul como salmón, sardina o caballa
-Cereales, mejor si son integrales
-Legumbres como garbanzos, lentejas y alubias
-Verduras como coles, espinacas, alcachofas, acelgas y apios
-Hortalizas como berenjenas, boniatos, tomates y zanahorias
-Frutas variadas, especialmente las ricas en vitamina C, cítricos y kiwi
-Frutos secos
-Yogures, kéfir y quesos tiernos
ALIMENTOS SIN CORAZÓN
-Pastelería industrial
-Aperitivos salados
-Conservas saladas
-Precocinados, cubitos, sobres
-Embutidos, fiambres y patés
-Quesos grasos, cremas de leche y mantequillas
-Salsas preparadas
-Helados industriales
Y se aconseja moderar el consumo de carnes, mariscos, huevos, leche entera, café,
pasteles y bebidas alcohólicas.
COMER Y COCINAR CON CORAZÓN
-Cocina con poca grasa.
-Reduce el uso de la sal.
-Bebe mucha agua y zumos de frutas
-Utiliza el aceite de oliva para cocinar y condimentar.
-Da prioridad a los hervidos, estofados, rehogados y evita las frituras.
-Condimenta tus platos con hierbas aromáticas como eneldo, mejorana, albahaca o
ajedrea.
-No abuses de los platos guisados o con muchas salsas.
-Utiliza productos frescos y de la estación que estamos.
-Prefiere la agricultura biológica.
-Modera el consumo de alcohol y de bebidas excitantes como el café y determinados
refrescos.
-Prefiere los lacteos desnatados a los enteros.
-Bebe infusiones de plantas medicinales, como espino albar, tilo, vincapervinca y
valeriana.
CORAZÓN ESTRESADO
Llevar una vida sedentaria o apática, la obesidad, la falta de ejercicio físico, los
sobresaltos emocionales y el estrés son, como todo el mundo sabe, factores de riesgo
que inciden muy negativamente en la salud de nuestro corazón. El factor emocional y
los nervios pueden incrementar la tensión arterial y ser desencadenantes de estrés. Y el
estrés es un pésimo amigo del corazón. El consejo evidente, y nunca fácil de cumplir,
es que nada mejor para combatir el estrés que tratar de relajarse, priorizando las cosas
verdaderamente importantes de la rutina diaria y descargándose de todo aquello que
puede ser prescindible, para que podamos sentirnos más liberados, y sobre todo,
afrontar la vida con un sentido positivo y práctico. La práctica deportiva puede ser una
ayuda decisiva para mantener el corazón sano y minimizar el estrés siempre que ésta se
realice ajustada a nuestras capacidades físicas y no se imponga como una obsesiva
fuente de competitividad. Por otro lado, la incidencia de trastornos cardiovasculares
aumenta en la mujer con la llegada de la menopausia, por la pérdida del efecto protector
que ejercían los estrógenos. La adopción de una dieta y de unos hábitos de vida
adecuados será entonces primordial.
HÁBITOS Y RETOS PARA UN CORAZÓN VALIENTE
-Aprende a relajarse.
-Anímate a hacer ejercicios de respiración o de meditación.
-Reduce o elimina en lo posible el tabaco.
-Camina largas distancias y con frecuencia (hasta media hora al día).
-Haz deporte.
-Sal de excursión en compañía y explora paisajes nuevos.
-Probar técnicas orientales como el yoga o el tai chi.
-Apúntate a bailes de salón o similares.
-Procura dormir unas ocho horas diarias.
-No te hundas ni te dejes llevar por la cólera ante los problemas.
-Aprende a tomarte las cosas con calma y date tiempo para la reflexión.
-Prueba las masajes y practica la natación.
-Desplázate en bicicleta.
-Practica el buen humor.
Texto: Jordi Cebrián