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Planifícate Para Comer Sanamente Por: Dra. Yleana Muñoz Nutricionista del Body Shop Athletic Club Los platos deben estimular el desarrollo del sentido del gusto, aceptación y disfrute de los mismos por la familia. Aunque sean platos sencillos, es importante que su presentación sea agradable a la vista y que se tome el tiempo de que la mesa, aunque humilde, esté ordenada y bonita. Estos detalles son una buena oportunidad para que las madres puedan fomentar el desarrollo de hábitos alimenticios saludables. Desde temprano en la vida es importante enseñar a los niños hábitos alimenticios saludables. Investigaciones relacionan los hábitos alimenticios de los niños con enfermedades crónicas de la adultez como son cáncer, enfermedad cardíaca, diabetes e infarto. Un paso imprescindible hacia el fomento de hábitos alimenticios sanos en nuestros niños es que los adultos responsables tengan un Plan Alimentario o un Menú. Planificar el menú con 1 semana de anticipación no solo te ahorra dinero, tiempo y energía sino que también te garantiza un mejor equilibrio nutricional. Cuando se improvisa somos más propensos a preparar lo primero que está a la mano y hacerlo en formas mas fáciles y rápidas (pero no siempre mas saludables) como sería freír o guisar. La Planificación del Menú La planificación del Menú es el primer paso a una dieta saludable. Si haces de esta planificación una rutina te ahorrarás tiempo y dinero. Para asegurar que tus menúes contengan alimentos nutritivos debes considerar… La planificación de un Menú no es complicada. Puedes auxiliarte fijándote en las promociones que salen en el periódico. Esto te ayudará identificar cuáles artículos están de temporada o en especial. Planifica una variedad de platos principales durante la semana; Ejemplo de esto podría ser: Pollo el lunes, carne de res el martes, salmón o sardina el miércoles, un pastelón el jueves, etc... No tienen que comer arroz y habichuelas todos los días! Ser creativo con los menúes producirá sensación de “espera” y “entusiasmo” en la familia entera. Incluir una buena fuente de vitamina C (naranja o brócoli entre otras) hierro (carnes, frutos secos, cereales enriquecidos o integrales, leguminosas), y vitamina A (zanahoria, tomates, batatas, etc.) en por lo menos 1 comida o merienda. Debes tomar en cuenta la pirámide nutricional cuando planificas un menú. La variedad es la clave para una nutrición adecuada en los niños y la familia entera. Alimentación “sana” no necesariamente significa “alimentos naturales” o “health foods” sino una modificación de los alimentos que ya estás acostumbrado comer. Un ejemplo de esto sería hornear en vez de freír o preparar vegetales al vapor con sazones naturales en vez de hervir con margarina y sal. Igualmente, cuando planificas las comidas, sigue el patrón de servir: Una carne o sustituto de carne (queso, huevo, etc.), un cereal o similar (papa, plátano, pasta, arroz, cereal, pan), un vegetal, un servicio de fruta o leche. Incluir alimentos nuevos además de algunos favoritos. Incluir en cada comida alimentos con diferentes texturas, formas y colores. Agregar alimentos que representan las preferencias culturales, étnicas y personales del niño/a y de la familia. Modificar las comidas de acuerdo a los requerimientos dietéticos especiales de la familia (ej. Intolerancia a la lactosa, alergias alimentarias, dietas baja en grasa o sal) Por otro lado, nunca debes usar los alimentos como “premio” o “castigo”. Se un modelo positivo a seguir cuando les des nuevos alimentos a tus hijos, haciendo el momento de las comidas una experiencia agradable. A menudo los nuevos alimentos tienden a ser rechazados la primera vez que son probados por los niños, por lo que puedes intentar hablarles del alimento de manera positiva antes de servírselo. Se puede requerir muchos intentos y explicaciones antes de que un niño al fin acepte un alimento… por esta razón siempre aconsejo que no saquen de la lista ese alimento sino que te mantengas presentándolo en la mesa con cierta frecuencia. Muchas veces, de ver a los demás comer con gusto cierto alimento, los más pequeños finalmente también quieren probarlo ¡Anímate a planificarte! Verás que te ayudará ahorrar tiempo, dinero y comida, y la familia entera se sentirá feliz al ver como se refleja ese orden a la hora de comer. El toque final sería comer en familia y disfrutar de los múltiples beneficios que esto nos trae. ¡Buen provecho! Incorporar frecuentemente cereales, panes y productos integrales. Ajustar las recetas para modificar las grasas, sal y azúcar que estos contienen. Revisar los “Datos Nutricionales” antes de adquirir los productos. Asegurarte que los alimentos sean seguros para los más pequeños o ancianos (ejemplo: uvas peladas y cortadas por la mitad y carne cortada en pequeños trozos para evitar asfixia) www.clubbodyshop.com