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CURSO DE NUTRICIÓN http://www.upch.edu.pe/ehas/pediatria/nutricion/Clase%20101%20-%207.htm I. Requerimientos Nutricionales en el Niño: MACRONUTRIENTES 1. Requerimientos Nutricionales Los requerimientos nutricionales de cada individuo dependen en gran parte de sus características genéticas y metabólicas particulares. Sin embargo en forma general se puede considerar que los niños requieren los nutrientes necesarios para alcanzar un crecimiento satisfactorio, evitar estados de deficiencia y tener reservas adecuadas para situaciones de estrés. Una nutrición adecuada permite al niño alcanzar su potencial de desarrollo físico y mental. Aunque se han determinado las recomendaciones diarias de un gran número de nutrientes, solamente una dieta variada puede proveer los nutrientes esenciales durante un periodo prolongado de tiempo. La excepción a esta regla es la leche materna para los niños de 0 a 6 meses ya que por sí sola provee todo lo necesario. La alimentación durante este periodo de edad no será tratada con detenimiento en este capítulo ya que será motivo de otra lección. Algunos alimentos deben incluirse diariamente en la dieta. Otros que pueden almacenarse en el cuerpo pueden ser ingeridos en forma intermitente. Definiciones Los términos "requerimientos", "recomendaciones", "metas" y "guías" se han utilizado de diferente manera de acuerdo al contexto y por lo tanto pueden llevar a confusión. Por eso es útil emplear definiciones claras para estos conceptos. Las que aquí señalamos se basan en el reporte "Guías de alimentación: Bases para su desarrollo en América Latina" de Bengoa, Torún, Behar y Scrimshaw presentado en un taller sostenido en Caracas en 1987 y auspiciado por la Universidad de las Naciones Unidas. a. Requerimientos Nutricionales Es la cantidad de energía y nutrientes biodisponibles en los alimentos que un individuo saludable debe comer para cubrir todas sus necesidades fisiológicas. Al decir biodisponible se entiende que los nutrientes son digeridos, absorbidos y utilizados por el organismo. Los requerimientos nutricionales son valores fisiológicos individuales. Cuando se refieren a grupos poblacionales (niños lactantes, mujeres gestantes, ancianos, etc.) se expresan como promedios. b. Recomendaciones nutricionales Son las cantidades de energía y nutrientes que deben contener los alimentos para cubrir los requerimientos de casi todos los individuos saludables de una población. Se basan en los requerimientos, corregidos por biodisponibilidad, a lo que se añade una cantidad para compensar la variabilidad individual y un margen de seguridad. c. Metas nutricionales Son recomendaciones nutricionales ajustadas a una determinada población con el fin de promover la salud, controlar deficiencias o excesos y disminuir los riesgos de daños relacionados con la nutrición. d. Guías nutricionales Son indicaciones sobre maneras prácticas de alcanzar las metas nutricionales en determinada población. Se basan en los hábitos alimenticios de la población y en las modificaciones necesarias teniendo en consideración sus patrones culturales, sociales, económicos y ambientales. Requerimientos por grupos de nutrientes A continuación repasaremos los principales requerimientos nutricionales para la población infantil. 1.1 ENERGÍA Según la recomendación conjunta de la FAO (Organización de Alimentación y Agricultura), OMS (Organización Mundial de la Salud) y UNU (Universidad de las Naciones Unidas), los requerimientos individuales de energía corresponden al gasto energético necesario para mantener el tamaño y composición corporal así como un nivel de actividad física compatibles con un buen estado de salud y un óptimo desempeño económico y social. En el caso específico de niños el requerimiento de energía incluye la formación de tejidos para el crecimiento. El cálculo del requerimiento de energía se basa en múltiplos del metabolismo basal, de acuerdo a la edad y sexo del individuo. Para fines prácticos los requerimientos se expresan en unidades de energía (calorías o joules) por día o por unidad de masa corporal por día. En adultos los requerimientos también varían de acuerdo al grado de actividad pero en los niños menores de 14 años este factor no se toma en consideración y se asume una actividad física intermedia. La densidad energética, esto es la energía por unidad de peso del alimento, es un factor muy importante en niños. Alimentos de una baja densidad energética (jugos, caldos, agüitas) pueden saciar el apetito de un niño y no llegar a cubrir sus requerimientos. Por ello es recomendable que los alimentos líquidos ofrecidos a los niños menores de 5 años tengan como mínimo 0.4 kcal por centímetro cúbico, y los alimentos sólidos 2 kcal por gramo. En la siguiente tabla se resumen los requerimientos de energía para niños de 0 a 14 años. Tabla 1. Requerimientos de Energía Edad (años y sexo) 0-3 3,1-5 5,1-7 7,1-10 varones mujeres 10,1-12 varones mujeres Peso (Kg) (**) 16,5 20,5 Requerimientos Múltiplo de la TMB (*) Kcal/Kg/día -100 -95 -88 Kcal/día (**) 1550 1800 27 27 --- 78 54 2100 1800 34 36 1,75 1,64 64 54 2200 2180 55 46 2350 2000 12,1-14 varones 42 mujeres 43 (*) Tasa de Metabolismo Basal 1,68 1,59 (**) Depende de la edad 1.2 PROTEINAS Debido a que existen marcadas variaciones individuales, para poder satisfacer las necesidades de proteína de todos los individuos de una población es necesario proveer un margen de seguridad al valor promedio del requerimiento nutricional. La FAO, la OMS y la UNU proponen una elevación de 25%. Las poblaciones que viven en condiciones higiénico-sanitarias deficientes presentan contaminación bacteriológica del tubo digestivo que puede producir una disminución en la digestibilidad de la proteína. Así mismo, los episodios de diarrea suelen acompañarse de una pérdida neta de proteína por vía digestiva a lo que se suma una ingesta reducida por efecto de la anorexia. Por estas consideraciones se ha sugerido que las recomendaciones de proteínas sean tanto como 40% mayores a los requerimientos en niños preescolares y 20% mayores en escolares. Estas recomendaciones son aplicables a poblaciones con enfermedades infecciosas endémicas. El contenido de aminoácidos en la dieta debe ser consistente con los patrones sugeridos por FAO/OMS/UNU y que se muestran en la siguiente tabla: Tabla 2. Patrón aminoácido de referencia (miligramos por gramo de proteína) Fenilalanina/tirosina Histidina Isoleucina Lisina Metionina/Cistina Treonina Triptofano Valina 63 19 28 58 25 34 11 35 Los alimentos de origen animal, como carne, huevos, leche y pescado, ayudan a proveer la cantidad deseada de proteína y aminoácidos esenciales porque tienen una elevada concentración de proteína de fácil digestibilidad y un excelente patrón de aminoácidos. Sin embargo estos alimentos no son indispensables y cuando no están disponibles pueden ser reemplazados por dos o más fuentes vegetales de proteína que complementen sus patrones aminoacídicos, con o sin una fuente suplementaria de proteína animal. El ejemplo clásico es la combinación de granos y leguminosas a lo que puede añadirse una pequeña proporción de proteína animal. El consumo de 10% a 20% de proteínas de origen animal además de proveer aminoácidos esenciales incrementa la oferta y biodisponibilidad de minerales esenciales en la dieta. Aunque no es necesario fijar un límite para el consumo máximo de proteína, se recomienda que la de origen animal no supere el 30 % a 50% del total de proteínas, excepto en niños menores de 1 año donde puede ser mayor. La razón es que los productos animales tienen también un contenido alto de ácidos grasos saturados, cuyo exceso es perjudicial para la salud como veremos más adelante. Una forma frecuente con que se evalúa el consumo de proteína es determinar la proporción de energía derivada de proteína con relación al total de energía de la dieta (P %). Para niños y adultos saludables las recomendaciones de proteína pueden alcanzarse consumiendo entre 8% y 10% de su energía derivada de proteína de buena calidad. Sin embargo para la mayoría de las poblaciones con un acceso limitado a fuentes animales de proteína y que viven en condiciones higiénico sanitarias deficientes, valores entre 10% y 12% son más convenientes. En la siguiente tabla se presentan las recomendaciones diarias para los niños entre 4 y 14 años. Los requerimientos de niños menores se discutirán en otra lección de este curso de nutrición infantil. Tabla 3. Recomendaciones diarias de proteína (gramos por Kilogramo de peso) Edad 4-6 meses 7-8 meses 10-12 meses 1,1-2 años 2,1-3 años 3,1-5 años 5,1-12 años 12,1-14 años varones mujeres Fuente Leche o huevos Dieta mixta 1,85 2,50 1,65 2,20 1,50 2,00 1,20 1,60 1,15 1,55 1,10 1,50 1,00 1,35 1,00 0,95 1,35 1,30 1.3. CARBOHIDRATOS Solo se requieren 50 gramos diarios de carbohidratos para prevenir la cetosis. Sin embargo los carbohidratos contribuyen con más de la mitad de la energía de la dieta. Generalmente no se dan recomendaciones específicas para carbohidratos. Teniendo en cuenta las recomendaciones de proteína y grasas, por diferencia tenemos que los carbohidratos deben proporcionar entre el 60% y el 70% del total de la energía consumida. A continuación vamos a discutir brevemente el consumo de algunos tipos de carbohidratos. Sacarosa La sacarosa o azúcar coriente es uno de los carbohidratos más abundante en las dietas. Es hidrolizado en el intestino hacia dos monosacáridos (glucosa y fructosa) que se absorben fácilmente. Siendo una fuente concentrada y barata de energía no es sorprendente que constituya una parte importante de la dieta diaria. Sin embargo hay que tener en cuenta que no proporciona otros nutrientes, tan solo calorías. Se ha tratado de limitar el consumo de sacarosa debido a su asociación con caries dentales .Sin embargo medidas preventivas sencillas como reducir su consumo entre comidas, fluorar el agua o aplicar flúor tópicamente y cepillarse bien los dientes son bastante eficaces y permiten aprovechar esta excelente fuente de energía para la dieta infantil. Lactosa La lactosa es el azúcar de la leche. Por acción de la enzima lactasa en la luz intestinal, se desdobla en glucosa y galactosa. Es el carbohidrato principal en la dieta de los lactantes. La leche además provee proteína de alto valor biológico, calcio y muchos otros nutrientes. En América Latina, así como en otras partes del mundo, la mayoría de niños comienzan a presentar una reducción de la lactasa a partir de la edad preescolar. Esto determina que una parte de la lactosa no digeridas alcance el colon donde por acción de la flora microbiana se fermenta produciendo gas y a veces síntomas como flatulencia, dolor abdominal o diarrea. Sin embargo hay que señalar que la mayor parte de los niños toleran cantidades moderadas de leche (que proveen entre 10 y 15 gramos de lactosa) y por lo tanto los programas que distribuyen gratuitamente leche son de utilidad para la mayoría de los niños. El uso de fórmulas comerciales con bajo o nulo contenido de lactosa se justifica solo para situaciones clínicas especiales pero no para uso general. Almidones y otros carbohidratos complejos Los almidones y dextrinas constituyen la fuente principal de energía en las dietas latinoamericanas. A diferencia de la sacarosa, los almidones no se consumen en forma pura sino como parte de preparaciones. Los cereales, raíces, tubérculos y algunas frutas son las fuentes principales de almidones y a su vez proveen otros importantes nutrientes. Por esto es preferible comer estos carbohidratos complejos antes que azúcares refinados. La cocción de los almidones aumenta considerablemente su volumen y limita la cantidad que se puede ingerir, especialmente en los niños pequeños. Fibra La fibra dietaria se deriva de la pared celular y otras estructuras intercelulares de las plantas y se compone de polisacáridos complejos (celulosa, lignina), fenilpropanos y otros componente orgánicos que no son digeridos en el intestino humano. La fibra es esencial para un normal funcionamiento gastrointestinal y para la prevención de desórdenes como estreñimiento y diverticulitis del colon. Su ingesta se ha asociado a un riesgo menor de diabetes, arteriosclerosis y cáncer de colon, aunque los datos epidemiológicos no son concluyentes. Se recomienda una ingesta de 8 a 10 gramos de fibra dietaria por cada 1000 kcal. 1.4. GRASAS Las grasas proporcionan una fracción significativa de la energía consumida. Más importante aún, proveen ácidos grasos que no pueden ser sintetizados en el organismo. Estos ácidos grasos esenciales forman parte de los fosfolípidos en las membranas celulares y son precursores de sustancias reguladoras del metabolismo como prostaglandinas, prostaciclinas, tromboxanos, etc. Las principales fuentes visibles de grasa en las dietas son la mantequilla, margarina, aceites, mayonesa, cremas y manteca. Otras fuentes de grasa menos aparentes son las carnes, leche entera, quesos, nueces, maní y otras semillas oleaginosas. El pescado es una fuente de grasa potencialmente beneficiosa debido a que contiene ácidos grasos de la serie omega-3. Acidos grasos esenciales La grasa dietaria debe proveer los ácidos grasos esenciales de la serie del ácido linoleico (omega-6) y la serie del ácido alfa-linolénico (omega-3), los cuales no pueden ser derivados uno de otro. Los ácidos grasos de la serie omega-6 son abundantes en las semillas oleaginosas mientras que los de la serie omega-3 abundan en el pescado y las hojas. El requerimiento de estos ácidos grasos para niños es del orden del 5% del total de la energía de la dieta, cantidad que fácilmente se alcanza con el consumo de leche materna o lecha de vaca, excepto cuando es desgrasada. Debido a este factor y a que su densidad energética es muy baja, debe evitarse el consumo de leches desgrasadas en niños menores de dos años. Se recomienda que entre el 10% y 20% de los ácidos grasos poli insaturados de la dieta sean de la serie omega-3. Esto puede ser satisfecho con alimentos que contengan ácido alfa-linolénico (aceite de soya) o sus derivados: el ácido eicosapentanoico y decosahexanoico (en el pescado y en grasas animales). Colesterol El colesterol forma parte de las membranas celulares y es precursor de varias hormonas. No necesita ser suplido en la dieta pues el organismo puede sintetizarlo completamente. Por lo tanto estrictamente no hay recomendaciones nutricionales para este nutriente. Sin embargo su exceso es perjudicial para la salud. Las comidas más ricas en colesterol son las yemas de los huevos (200 mg), mantequilla, embutidos, crema de leche, mariscos y vísceras (el cerebro puede contener hasta 2000 mg por 100 gramos) En niños se recomienda un consumo máximo de 300 mg al día lo que equivale a 1 a 1.5 huevos al día. Recomendaciones nutricionales de grasas Las grasas son una fuente concentrada de energía, muy útil para aumentar la densidad energética de los alimentos, especialmente para el caso de niños pequeños que tienen una capacidad gástrica reducida. Se recomienda que las grasas constituyan el 20% de la energía total de la dieta, pero no más del 25%. Estudios epidemiológicos han demostrado claramente que un consumo excesivo de grasas se asocia a riesgos de salud en la vida adulta, especialmente enfermedades cardiovasculares y neoplásicas. Por otro lado se recomienda un consumo equilibrado de ácidos grasos saturados, monosaturados y poli insaturados. En todo caso, los ácidos grasos saturados no deben exceder del 8% del consumo total de energía. http://www.arrakis.es/~aibarra/dietetica/Enfermeria/Tabla.htm Lactantes Niños Embarazada Lactancia Edad años 0.0-0.5 0.5-1.0 01-mar 04-jun 07-oct Peso Altura Proteínas Vitamina-A Kg cm g µg RE 6 60 Kg x 2.2 420 9 71 Kg x 2.2 400 13 90 23 400 20 112 30 500 28 132 24 700 30 200 20 400 Vitamina-D µg 10 10 10 10 10 5 5 Vitamina-E mg a -TE 3 4 5 6 7 2 3 Vitamina-C mg 35 35 45 45 45 20 40 Edad Peso Altura Tiamina Roboflavina Niacina Vitam/B6 Acido/Fólico años Kg cm mg NE mg mg NE mg µg 0.0-0.5 6 60 0.3 0.4 6 0.3 30 Lactantes 0.5-1.0 9 71 0.5 0.6 8 0.6 45 01-mar 13 90 0.7 0.8 9 0.9 100 Niños 04-jun 20 112 0.9 1.0 11 1.3 200 07-oct 28 132 1.2 1.4 16 1.6 300 Embarazada +0.4 +0.3 2 +0.6 400 Lactancia +0.5 +0.5 5 +0.5 100 Vitam/B12 µg 0.5 1.5 2.0 2.5 3.0 +1.0 +1.0 Edad Peso Altura Calcio Fósforo Magnesio Hierro Zinc Yodo Necesidades años Kg cm mg mg mg mg mg µg Energeticas(Kcal) 0.0-0.5 6 60 360 240 50 10 3 40 kg x 115 Lactantes 0.5-1.0 9 71 540 360 70 15 5 50 kg x 105 01-mar 13 90 800 800 150 15 10 70 1.300 Niños 04-jun 20 112 800 800 200 10 10 90 1.700 07-oct 28 132 800 800 250 10 10 120 2.400 Embarazada 400 400 150 50 5 25 300 Lactancia 400 400 150 50 10 50 500 http://www.bvs.sld.cu/revistas/ali/vol13_2_99/ali01299.htm Tabla 1. Distribución de frecuencias de los porcentajes de adecuación de la ingesta en niños de 1 a 5 años de edad de un consultorio médico de familia Nutrientes Energía Proteínas Vitamina A Vitamina E Vitamina B1 Vitamina B2 Vitamina B6 Niacina Ácido fólico Vitamina C Calcio Hierro Porcentajes de adecuación < 70 (%) 70-89 (%) 90-110 (%) 0 3 (8,3) 8 (22,2) 0 2 (5,5) 2 (5,5) 8 (22,2) 8 (22,2) 7 (19,4) 2 (5,5) 5 (13,8) 4 (11,1) 0 1 (2,7) 4 (11,1) 1 (2,7) 1 (2,7) 1 (2,7) 0 4 (11,1) 5 (13,8) 6 (16,7) 12 (33,3) 5 (13,8) 0 0 3 (8,3) 2 (5,5) 1 (2,7) 0 5 (13,9) 0 2 (5,5) 16 (44,4) 8 (22,2) 6 (16,6) > 110 (%) 25 (69,4) 32 (88,8) 13 (36,1) 25 (69,4) 31 (86,1) 33 (91,6) 27 (75) 13 (36,1) 33 (91,6) 33 (91,6) 29 (80,5) 6 (16,6) n=36 En la tabla 2 se observan los resultados bioquímicos. Ningún niño presentó valores séricos de retinol inferiores a 20 µg/dL. Con respecto a la hemoglobina, el 14,7 % del grupo presentó valores por debajo de 110 g/L, mientras que los resultados de hierro sérico mostraron que el 55,2 % estaba por debajo de 13 µmol/L, lo que sugiere una alta prevalencia de anemia latente. Tabla 2. Niveles de vitamina A sérica, hemoglobina y hierro sérico en niños de 1 a 5 años de edad de un consultorio médico de familia Variables Vitamina A (µg/dL) Hemoglobina (g/L) Hierro (µmol/L) n 34 34 29 X ± DE 32,3 ± 7,4 119,5 ± 9,6 12,6 ± 4,3 P25 26,0 112 9,2 P50 32,5 118 12,3 P75 36,6 127 16,4 En la distribución percentilar peso para talla (tabla 3), el 10,2 % de los niños eran malnutridos por defecto y el 18 % malnutridos por exceso. Tabla 3. Distribución según percentiles peso para talla en niños de 1 a 5 años de edad de un consultorio médico de familia Percentil Desnutridos (< 3) Bajo peso (3-10) Peso normal (10-90) Sobrepeso (90-97) Obeso (> 97) n = 39 n 2 2 28 3 4 Porcentaje 5,1 5,1 71,8 7,7 10,3 Discusión Del análisis de la dieta se puede inferir cómo, ya en etapas tempranas de la vida, se manifiestan hábitos alimentarios erróneos. De una parte, una sobrealimentación con alimentos energéticos y proteicos que aunque aún no tiene una repercusión marcada en el peso corporal (18 % de sobrepesos y obesos), sí se aprecia en los porcentajes de adecuación de la dieta exageradamente altos. Esto puede ser el reflejo de la ingestión preferencial y en cantidades elevadas de este tipo de alimentos, la adición de azúcar a leche, jugos, refrescos y la confección de dulces caseros con elevado contenido de azúcar. Por otra parte, aunque la ingestión de la mayoría de las vitaminas resultó adecuada o incluso alta, al hacer un análisis cualitativo de la dieta llama la atención la poca importancia que se le da al consumo de frutas y vegetales y la falta de diversidad de éstos en la dieta. Alimentos como el berro, la acelga, la habichuela, la zanahoria, el pimiento, la calabaza y la frutabomba no aparecían o aparecían escasamente incluidos en el menú, a pesar de haber disponibilidad de ellos en el mercado en el período de la encuesta. La ingestión de frutas y vegetales y de alimentos en general la determina, según refieren las madres, el gusto del niño, pero por supuesto está influida por los patrones alimentarios cubanos. El porcentaje de anemia encontrada y sobre todo, la alta frecuencia de deficiencia de hierro sérico parecen deberse a la deficiente ingesta de hierro detectada en la dieta; se le suma la gran demanda de dicho nutriente en esta etapa de la vida. Estos resultados concuerdan con los de otros autores cubanos4,5 y con lo que ocurre en países subdesarrollados e incluso en ciertos grupos de población de países industrializados.2,12 Los niños pequeños constituyen el grupo más vulnerable a la deficiencia de vitamina A. Los requerimientos para el crecimiento a esta edad son mayores mientras que las reservas son menores; por otra parte, la dieta de los niños pequeños a partir del destete tiende a ser más restrictiva y limitada y la posibilidad de adquirir enfermedades infecciosas es mayor. Las deficiencias de vitamina A y hierro tienden a coexistir porque las deficiencias dietéticas involucran más de un nutriente. El mecanismo que explica la relación vitamina A-anemia no está claro, parece ser que la deficiencia de vitamina A restringe la salida del hierro de los depósitos, y da como resultado una sobrecarga de hierro y disminución de la absorción.13,14 El control de la deficiencia de hierro es una situación compleja. En el mundo se están realizando esfuerzos en los últimos años dirigidos a desarrollar programas de fortificación de alimentos con hierro, suplementación en grupos vulnerables y a largo plazo cambios de los hábitos alimentarios. 15 En Cuba, se realizan todas estas acciones, en este momento se trabaja en la fortificación de la harina de trigo, lo cual beneficiará a todos los grupos de edades. Los valores séricos de vitamina A encontrados, a pesar de que un cierto porcentaje de ellos tienen adecuaciones dietarias bajas, se puede deber a 2 causas: los niños de esta edad reciben diariamente 1 L de leche fortificada con vitamina A y el 67 % de ellos se suplementan con tabletas de multivitamínicas que contienen vitamina A. La baja adecuación de la ingesta de calcio está delimitada a 5 niños que no ingieren leche ni otros productos lácteos. http://www.portalfitness.com/nutricion/opiniones/nutricion_inf.htm Introducción: Estas páginas combinan la dieta en la actividad física para los deportistas infantiles. La lectura apunta a una idea de nutrición, teniendo que ver la preferencia del chico, sus gustos y las sugerencias médicas (por ejemplo alergias). La lectura está dirigida a esas personas (padres, madres, abuelos, tíos, tutores, etc.) que se responsabilizan de la nutrición, con el fin de cuidar su salud actual y hacer de ella un hábito educativo y por ende poder encarar un estilo de vida acorde a las actividades cotidianas. Alimentación del niño: Generalmente, es durante la infancia cuando se desarrollan los hábitos nutricionales, y cuando el aprendizaje se realiza en gran medida por imitación de los adultos. Los padres deben tener presente que el apetito y los gustos del niño varían con el tiempo. La actividad física tiene naturalmente mucho que ver con la intensidad del apetito. Los chicos más activos necesitan más calorías que los que no lo son. Además, muchos chicos llegan a descartar una clase completa de alimentos, por ejemplo las verduras, por lo cual puede haber riesgo de carencia de nutrientes esenciales. Es importante entonces variar las preparaciones, hacerlas atractivas y disimular los alimentos que no son del agrado del niño, dentro de otras comidas que sí lo entusiasmen, hasta que con el tiempo desaparezcan las resistencias. Habitualmente, los niños tienen gusto por las frutas, y una buena ingesta de éstas puede sustituir temporariamente el rechazo por otros vegetales y proveer los minerales y vitaminas necesarios. Con las carnes suele no haber problemas, ni rechazos. Deben elegirse carnes magras, tanto blancas como rojas. La leche sigue siendo una de las principales fuente de nutrientes. En caso de rechazarse la leche, recordemos que hay muchas alternativas dentro del grupo de los lácteos - quesos, yogurque la remplazan satisfactoriamente. Además, existe el recurso de "disfrazar" la leche por otros alimentos que son del gusto del niño, como postres, licuados de frutas o helados, o aun agregarla a salsas blancas o purés. La dieta completa de un niño debería incluir por lo menos tres porciones diarias del grupo de lácteos, una del grupo de carnes, tres del grupo de vegetales y frutas, dos del grupo de cereales y derivados, y cuatro del grupo de cuerpos grasos. Hay que tener mucho cuidado que pasa en los recreos, en los entretiempos de baby fútbol y en las salidas de fin de semana, en donde se adquieren grandes raciones de grasas difíciles de eliminar(papas fritas, bebidas gaseosas, cremas, hamburguesas, salchichas, galletitas). Los nutrientes esenciales: Se clasifican en seis grupos básicos. - Carbohidratos. - Proteínas. - Grasas. - Vitaminas. - Minerales. - Agua. Conductas alimentarias: Una buena alimentación se refleja en la apariencia y se la asocia con una estructura ósea bien desarrollada, un peso armónico de acuerdo con la estatura, una expresión alerta y despierta, pelo brillante, estabilidad emocional, buen apetito, hábitos de sueño saludables, resistencia a la fatiga, tránsito intestinal regular y también buen humor. "Somos lo que comemos, y en función de lo que comemos hoy seremos en el futuro" A esta edad el niño participa en su alimentación y es libre de escoger y decidir la cantidad y tipo de alimentos que consume, aunque la familia y el colegio son responsables de ella. Además recibe mayor variedad de alimentos y aprende a degustarlos mejor, siempre y cuando no se le obligue a comer. Si la falta de apetito es frecuente, es necesario verificar que las comidas intermedias no interfieran con las principales. Es frecuente el consumo de las denominadas "comidas chatarras", denominados así por su bajo valor nutricional, pero muy apetecidos por los niños. Estos son gaseosas como las bebidas cola, refrescos, dulces, golosinas, pasteles, paquetes industrializados como las papas fritas, 3D, chizitos, etc. Educación nutricional debe ser parte de los programas académicos de los escolares, de los deportistas, pero debe continuarse y reforzarse en el grupo familiar. Nutrición y deporte: No hay nada mejor que la actividad física para complementar una alimentación saludable. Pero una cosa es realizar la actividad por placer y otra muy distinta la competencia. Esta última requiere de una nutrición especial. La característica fundamental de la dieta del deportista es el aumento del valor calórico total. Una buena provisión de agua es de particular importancia para el deportista. Las bebidas más apropiadas son el agua natural y el agua mineral sin gas, a las que pueden agregarse pequeñas cantidades de jugos de fruta diluidos en agua (no en polvo). "Las bebidas comerciales para atletas" suelen tener más azúcar, sodio y potasio de lo necesario. La última comida antes de la competencia: Debe consistir fundamentalmente en carbohidratos complejos (pastas, arroz, pan, galletitas), pobres en fibra, y pequeñas cantidades de proteína y grasas. Conviene competir después de transcurridas un mínimo de tres horas después de la última comida. Otras comidas adecuadas previas a la competencia son: pan tostado con mermelada, papas al horno, espagueti, cereal con leche descremada, yogurt con poca grasa. Conviene indicar que no existen pociones mágicas, superdietas o complejos vitamínicos que hagan a uno hacer más goles, correr más rápido o ser más fuertes. Una dieta equilibrada en salud, descanso, entrenamiento, educación, constancia y la cuota suficiente de talento, siguen siendo los únicos ingredientes válidos del éxito deportivo. En suma, la calidad en la alimentación, el entrenamiento, en fin, del estilo de vida del deportista infantil, no está en vivir más para tener más, que siempre es una aspiración insaciable y provocadora de frustraciones, sino en ser más, con uno mismo y con los demás, disfrutando y llenando de sentido lo que se tiene; por supuesto siempre a partir de la posibilidad de poder tener suficientemente cubiertas las necesidades fundamentales. El desayuno, refrigerios y loncheras: El desayuno representa la comida más importante, pues le ofrece las calorías y nutrientes necesarios para comenzar el día. Pero es frecuente que los niños asistan al colegio sin recibir alimento alguno, lo que afecta al rendimiento escolar, a la atención, o pueden estar molestos. Por lo tanto es importante estimular su consumo e incluirlo como hábito familiar. Los refrigerios son las pequeñas comidas que se consumen entre comidas principales. Hay que tener cuidado en los servicios que ofrece la institución escolar y que este no sea un lugar de consumo de chatarra como se dijo anteriormente. Las loncheras son los alimentos que los chicos llevan como almuerzo, y por lo tanto debe ser de valor nutricional óptimo y no ser dadas para distraer el hambre del niño. Desafortunadamente, los alimentos de los niños, están influenciados por aspectos sociales, ambientales, publicitarios y de preferencias del niño. Grupos de alimentos: Grupo de lácteos: Leche, ricota, yogur, queso. Este grupo provee calcio, proteínas de alto valor biológico y vitaminas A y D. Grupo de carnes, huevos y los sustitutos de la carne: Carnes rojas y blancas, incluimos las vísceras y los huevos. Este grupo posee proteínas de alto valor biológico, hierro y vitaminas del grupo B. Es la única fuente de la vitamina B12. También grasas saturadas y colesterol. Las legumbres (sustituto de la carne) aunque tradicionalmente formaron parte de los cereales, son la fuente principal de proteínas de origen vegetal. Las legumbres son: las arvejas, porotos, garbanzos, lentejas, chauchas, habas, alfalfa y soja, y de las cuales la principal es la soja. Se recomienda que al menos la mitad de las proteínas sea de origen vegetal. Grupo de cereales y derivados: Es la fuente más eficiente de energía y provee fundamentalmente carbohidratos complejos. Los cereales son las semillas de las gramíneas (arroz, avena, cebada, centeno, maíz, trigo, sorgo y mijo). Todos ellos aportan gran cantidad de hidratos de carbono y por ello son importantes fuentes de energía. Son además ricos en minerales, vitaminas del grupo B, proteínas vegetales y fibra. Grupo de las hortalizas y frutas: Este grupo es rico en hidratos de carbono simples o de diverso grado de complejidad y en vitaminas, particularmente provitamina A, vitamina A y C. También provee abundantes minerales y fibra vegetal. Ellas son: Acelga, espinaca, espárragos, soja, alfalfa, apio, pencas de acelga, coliflor, alcaucil, tomate, pepino, habas, arvejas, batata, papa, remolacha, zanahoria, frutas, etc. Grupo de cuerpos grasos: Aceites, margarinas, mantecas y grasas. Es la fuente más concentrada de calorías. Aportan ácidos grasos esenciales que el organismo no puede fabricar, y es utilizado en el funcionamiento y mantenimiento de células y tejidos. Las grasas de origen animal son las que hay que consumir con mayor precaución (excepto pescados y mariscos), y evitando en lo posible las grasas para freír, la manteca y la crema de leche. Los cuerpos grasos de origen vegetal consumidos con prudencia no sólo no son malos sino que son necesarios y aun convenientes, ya que en particular los de este tipo están relacionados con niveles elevados de "buen colesterol". Estos son: aceites vegetales de maíz, soja, uva o girasol. Es conveniente utilizarlos crudos, pero en caso de freírlos se deben tomar ciertas precauciones, usando aceites de buena calidad, realizando la fritura en recipientes profundos con abundante aceite y a fuego moderado, y no reutilizar el aceite quemado. La manteca tampoco es recomendable para su fritura, y las margarinas (de origen vegetal) de mesa untables que se conservan blandas son las más recomendables, no así la margarina de cocina que es una grasa más. Colesterol LDL o malo: Manteca, frituras, fiambres, carnes grasas, yema de huevo, grasas animales, grasas saturadas (galletitas rellenas, tartas, se utiliza grasa vacuna). Colesterol HDL o bueno: Pescado, aceite vegetal, vegetales y legumbres, carnes magras (lomo, bife angosto, peceto, nalga), clara de huevo, cereales y derivados. LA ALIMENTACIÓN http://www.mapfre.com/salud/es/cinformativo/requerimientos-nutricionales-ancianos.shtml Requerimientos nutricionales Los requerimientos nutricionales son las necesidades que los organismos vivos tienen de los diferentes nutrientes para su óptimo crecimiento, mantenimiento y funcionamiento en general. Estas cantidades varían dependiendo de la especie, el sexo y la edad, o más bien, del momento del desarrollo del individuo. En las personas mayores las necesidades de los diferentes nutrientes (proteínas, hidratos de carbono, grasas, vitaminas, agua) no se diferencian mucho de las calculadas para los adultos más jóvenes. Las necesidades de energía en las personas mayores son menores que en los más jóvenes; como media disminuyen un 10% cada década a partir de los 60 años, por disminución de la masa celular activa y de la actividad física. En la tercera edad se deben consumir menos calorías, ya que si se mantiene la misma ingesta que en la edad adulta se corre el riesgo de presentar obesidad o agravarla. Aproximadamente se habla de un consumo de unas 2200 kilocalorías en varones de 65 años sedentarios y de 1850 en mujeres de la misma edad y características. Respecto las proteínas, aunque hay una disminución de la masa magra, es decir, de la cantidad de musculo, también hay un aumento de la utilización de proteínas (y sus elementos básicos, los aminoácidos) a nivel de vísceras como hígado e intestinos. Estos factores equilibran la situación, de manera que las necesidades proteicas son iguales en la edad geriátrica que en la edad adulta, es decir, unos 0,8gr por kg de peso corporal y día. Sin embargo, se suele recomendar una cantidad de 1gr por kilo de peso y día, para asegurar el aporte de aminoácidos esenciales (los que no puede sintetizar nuestro organismo), aun ante la presencia de enfermedades gastrointestinales, infecciosas o estrés. Se recomienda que la ingesta de proteínas constituya aproximadamente el 10% de las calorías totales de la dieta. La ingesta de lípidos, en general, debería reducirse, sobre todo porque de ellos se obtiene energía y, como ya se ha comentado, las necesidades energéticas son menores. Además, es interesante reducir su consumo de cara a la prevención de enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, existen también ácidos grasos esenciales, es decir, los elementos básicos y formadores de las grasas, que no se pueden sintetizar en el organismo humano, cuya falta provoca patología. Por esto se deben asegurar ingestas de grasas poliinsaturadas: vegetales y del pescado azul, mejor que grasas de origen animal. No deberían superar el 30% de la ingesta calórica. Se recomienda disminuir ligeramente el consumo de hidratos de carbono o glúcidos, ya que las necesidades energéticas disminuyen, sobre todo a expensas de azúcares sencillos de absorción rápida (glucosa, lactosa, fructosa) y mantener los azúcares de absorción lenta, los almidones (cadenas largas de glucosa y otros monosacáridos). Deben representar, a pesar de todo, entre el 55 y el 60% de la ingesta calórica total. El agua, considerada nutriente esencial para el mantenimiento del metabolismo, sigue siendo también en las personas mayores primordial, a pesar de la disminución del contenido en agua del organismo. Se recomienda la ingesta de al menos 2 litros de líquidos al día (agua, zumos, caldos, infusiones, etc.) como la ideal, sin embargo, y asumiendo que la disminución de la sensación de sed hace que sea muy difícil llegar a estas cantidades, se asume como deseable que al menos ésta no sea inferior a un litro y medio. En cuanto a los minerales, a pesar que las necesidades basales de ellos no son sustancialmente diferentes de las de la edad adulta, existen dificultades en su absorción y aprovechamiento, por lo que se recomienda aumentar su cantidad en la dieta, como pasa por ejemplo con el hierro y el calcio, que puede tener disminuida su absorción por gastritis atrófica y aumentadas sus necesidades por enfermedades crónicas o alteraciones hormonales. Respecto a las vitaminas y los oligoelementos (minerales que el organismo necesita en muy escasa cantidad, pero que son imprescindibles) no suelen haber carencias en el caso de una dieta variada. Sin embargo, ciertas situaciones patológicas pueden dificultar su absorción, como por ejemplo los problemas gástricos que impiden la absorción de vitamina B12, que ocasiona anemia y problemas neurológicos en casos extremos. Para poder asegurar la ingesta de estos nutrientes, en la variedad y la cantidad necesarias, es imprescindible una dieta variada, atractiva y sabrosa, fácilmente digeribles, con texturas adaptadas a la situación de masticación y deglución del anciano, y mantener un entorno social estimulante a la hora de las comidas. De esta manera se logrará no sólo que las personas mayores se nutran adecuadamente, sino también que disfruten con la comida. Dra. Montse Queralt Especialista en Medicina de Familia y Geriatría Médico Consultor de Advance Medical Bibliografía: · DR. Alberto Cormillot (1995). La dieta del 2000. Editorial Paidos. Buenos Aires -Barcelona - México. · DR. Onofre R. Contreras Jordán (1998). Didáctica de la Educación Física. Un enfoque constructivista. INDE publicaciones. Barcelona. · Nutricionista Clara Rojas Montenegro y pediatra Rafael Guerrero Lozano (1999). Nutrición clínica y gastroenterología pediátrica. Editorial medica panamericana. Santa Fé de Bogotá.