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PROTEGIENDO A LOS JÓVENES Visiones institucionales sobre el consumo del rock and roll en México. Katia Escalante Monroy No debe haber un solo cuate, que se quede ahorita sin bailar Les mostraremos a los viejos y amargados, toditos están Y aunque digan los pesados música infernal Cuando es un dulce canto, que me hace soñar, aviéntense todos, Los locos del Ritmo LA MODERNIZACIÓN CULTURAL El género musical conocido como rock and roll no surgió de manera espontánea, es una expresión cultural internacional, que emergió como consecuencia de los cambios que la sociedad estaba experimentando en términos políticos, económicos y sociales desde la década anterior. Al tiempo que se agudizaba la urbanización y crecían los sectores medios con capacidad adquisitiva, aumentó entre ellos el consumo, pues la sociedad de masas en Estados Unidos rebasaba sus fronteras, por lo que ingresaban a nuestro país electrodomésticos (lavadoras, refrigeradores, radios de transistor, máquinas de coser) impactando de manera contundente el estilo de vida de los grupos urbanos. Éstos adquirían sus viviendas en las nuevas zonas suburbanas como Ciudad Satélite, Bosque de Echegaray o San Mateo, tenían automóviles y circulaban por una ciudad en la que se estaba modernizando el transporte (camiones, tranvías trolebuses); la infraestructura vial (con la construcción de avenidas como Viaducto Alemán en 1957, Taxqueña, y División del Norte); o bien, que tenía en la Torre Latinoamericana un símbolo del desarrollo económico en curso. Además, se estaban levantando edificios de oficinas en Paseo de la Reforma e Insurgentes (como el condominio Insurgentes, ubicado en Insurgentes 300, y junto a él las 1
tiendas Sears y Roebuck) así como las zonas de negocios en la Colonia Roma. ​
Palacios, “Mitos”​
, 2004, ​
p. 70.
1
Así pues, los habitantes con poder adquisitivo tenían acceso a esta vida moderna, compraban en Sumesa, visitaban centros comerciales y sus prácticas de entretenimiento estaban en proceso de diversificación, pues socializaban cada vez más en cafés y bares; 2
además, se estaban ampliando sus opciones de diversión nocturna, pues a decir de la antropóloga Amparo Sevilla, en estos años hubo una renovación en este ramo, debido a que se le abrieron las puertas a los empresarios de las cadenas estadounidenses y otras trasnacionales para invertir en negocios de espectáculos, lo que generó que una parte de los 3
asistentes a los salones de baile se hicieran consumidores de las nuevas ofertas de diversión. 4
De manera paralela, se estaba consolidando el desarrollo de las industrias culturales, por eso, entre los habitantes de la ciudad se leían historietas (​
La Pequeña Lulú, Cuentos de Walt Disney, Lorenzo y Pepita), o cómics de superhéroes (​
Batman y Supermán)​
, también tenían acceso a novelas de carácter sentimental (​
La Novela Semanal o La novela de amor​
); así como a revistas comerciales femeninas (​
Kena, Claudia de México, Rutas de pasión), y para hombres (​
D’Etiqueta, Playboy ​
y ​
Caballero)​
. En la televisión se transmitían, además de telenovelas mexicanas, series de televisión norteamericanas ​
(Combate, Los Intocables o Yo quiero a Lucy)​
, así como programas cómicos y de variedades (​
Variedades del mediodía, 5
Variedades de medianoche​
). La investigadora Julia Tuñón sostiene que la década de los cincuenta fue un periodo en el que la idea de lo moderno empezó a vincularse con la posibilidad de adquirir como propios los modelos que denotaban la pertenencia al occidente y al vecino país del norte; mismos que se filtraban a través del cine, la publicidad, la moda, la música y la industria del 6
entretenimiento. Para Carlos Monsiváis, fue una época en la que las clases medias abandonaron paulatinamente el interés por el folklor y empezaron a preocuparse aún más por el glamur, el prestigio, ​
y por adquirir un sentido de integración en una cultura cosmopolita 2
Palacios, “Mitos”​
, 2004, ​
p. 77.
3
Sevilla “Salones”, p.220-269
4
De acuerdo con Enrique E. Sánchez Ruiz, por industrias culturales debemos entender aquellas compañías o
empresas dedicadas a producir “mercancías eminentemente simbólicas” como son la industria editorial, discográfica y
de la publicidad que ingresaban a los hogares a través de los medios de comunicación masiva. Para este autor, los
medios de comunicación deben pensarse como procesos de producción, distribución y consumo de mercancías
culturales. Sánchez, “Medios”, 2005, pp. 403-450.
5
6
Agustín, ​
Tragicomedia​
, 2007, p. 212.
Tuñón Julia, " Ángel”, 2008, pp. 157-177.
7
mundial. Por eso se refiere a ellos como los años de “norteamericanización de la cultura” y 8
“desnacionalización del gusto”. Por su parte, José Luis Ávila expresa que durante esos años el gobierno se jactaba de ejercer una política cultural nacionalista, dando al mismo tiempo 9
carta abierta a la iniciativa privada en el desarrollo de la cultura de masas, situación que fue percibida entre los nacionalistas más ortodoxos como una suerte de afrenta al “ser mexicano”, dado que se buscaba acceder al ​
American Way of Life en detrimento del interés por la cultura nacional. LA MÚSICA EXTRANJERA EN MÉXICO En lo que respecta a la música, hay que recordar que la industria de la radio tuvo un 10
desarrollo incipiente desde los años veinte, y que en los treinta se convirtió en un medio de comunicación de gran importancia. Sobre todo a partir de que Emilio Azcárraga Vidaurreta ­dueño de la filial de RCA México ​
Music Co​
­ creara en 1930 la XEW, estación que junto con las incorporadas a la ​
National Broadcasting Corporation formaron la XEW­NBC. Unos años después, en 1938, Clemente Serna Martínez creó la XEQ, filial de la ​
Columbia Broadcasting System, ​
la ​
que se articuló con otras 15 estaciones para formar la XEQ­CBS. Ambos grupos 11
fusionados formaron Radio Programas de México. Durante los años cuarenta surgieron más cadenas radiofónicas como la Cadena Radio Continental, encabezada por las estaciones XEQR y XERQ y 25 estaciones filiales. Pero fue la década siguiente el periodo que marcó un avance considerable de la industria de la radio en nuestro país. En 1954 se constituyó la Cadena Radio Tricolor, encabezada por la XEBZ del Distrito Federal, propiedad de Radio Programas de México. Ese mismo año se creó la Cadena Vespertina RCN, con 40 estaciones afiliadas, en 1956 se constituyó la Cadena 7
Monsiváis, “Notas”, 2000, pp. 1035-1036.
8
Monsiváis, “Notas”, 2000, p. 1035.
9
Ávila, “Sociedad”, 1997, p. 175.
10
En 1921 La dirección General de Telégrafos nacionales ya hacía experimentos de radiodifusión, en 1923 la
Secretaria de Relaciones exteriores instala un sistema radio receptor y radiotransmisor, ese mismo año salen al aire la
CYZ, CZA, y la CZZ; en 1924, la CZE estación de la Secretaría de Educación Pública En 1931 la XEFO,
radiodifusora del Partido Nacional Revolucionario, Alva, ​
Perfiles​
, 1989, p. 48.
11
Alva, ​
Radio,​
1982, p. 45; Fernández y Paxman, ​
Tigre, ​
2013, p. 72.
de Radio Independiente (CRISA) con 25 afiliadas y la RED México, que incluía tres 12
estaciones en el Distrito Federal (XEB, XEPH y XEMX) y 23 afiliadas. Ahora bien, debido a que las disqueras locales se dedicaban a distribuir discos de las compañías trasnacionales CBS y RCA, se incrementó la presencia de música norteamericana, es por eso que desde entonces se conocían en México el Swing, Fox Trot, Boogie, y las canciones de Nat King Cole. También había canciones arreglos de músicos mexicanos que 13
tenían una clara influencia norteamericana. Y en 1953, se extendió aún más el acceso a la música norteamericana cuando el director de Núcleo Radio Mil, Guillermo Salas Peyó, inauguro la XEOY­ Radio 590, ya que con la intención de llegar a nuevos públicos basó su programación en los éxitos del ​
hit parade ​
de Estados Unidos. Esta estrategia además de permitir que en 1954 se escuchara en México “Rock Around The Clock” de Bill Halley, abrió la puerta a los programas de música en inglés, al posibilitar el ingreso del rock and roll, ritmo que contrastaba con lo que escuchaba la mayoría del público mexicano, habituado a escuchar 14
boleros, mariachi o música afroantillana. Las primeras grabaciones mexicanas de rock and roll, se dieron cuando Pablo Beltrán Ruiz, (músico, compositor y director de orquesta sinaloense) grabó el 9 de marzo de 1956 su sencillo “Mexican Rock’n, roll”, a partir de lo cual directores como Luis Márquez, Chucho Hernández, Juan García Mireles, Luis Márquez, Cuco Valtierra, Venus Rey, Lupe López, Mario Patrón, Juan García Esquivel siguieron su ejemplo grabando canciones con ese ritmo. Pero fue Gloria Ríos, cantante y bailarina, quien ante el éxito que tuvieran sus presentaciones con números de rock and roll en la revista musical “Del charleston al Rock and roll”, se 15
decidió a grabar el primer disco completo de rock and roll mexicano. Después de ella, vedettes como Vicky Villa, Kippy Casado, Ann Nicols, y bailarines de teatro de revista 12
Alva, ​
Radio,​
1982, p. 45.
13
Por ejemplo “Siboney en ritmo de booguie” de Juan García Esquivel, “No me estoy portando bien” de Luis Alcaraz
o “La gringuita de los ojos azules” de la Orquesta Continental, entre otras Juan S. Garrido “No salgas Mucho a la
Calle”; Los Hermanos Márquez “Molino de Azúcar” y “Hey ba ba re bop”; Luis Alcaraz “No me estoy portando
bien”, Orquesta Continental “La gringuita de los ojos azules”; Juan García Esquivel, “Siboney en ritmo de bogguie”;
Luis Márquez “Blues sin nombre”; Juan García Méndez “Sant. Louis Blues”; Orquesta Nuevo Mundo “Cha cha cha en
swing”; Chuy Reyes “Rumba boogie”, Tony Farfán y la Orquesta de Nano González; Sexteto Rítmico de Manuel
Martínez, entre muchas otras.
14
15
Sosa, ​
Mil​
, 1997, p. 29 y 87; Palacios, ​
Mitos​
, 2004, p.110.
Cuando Gloria Ríos y Mario Patrón formaron el “Gloria Ríos y sus Estrellas del ritmo”, fue posiblemente el primer
grupo mexicano de rock. Rublí, ​
Estremécete​
, 2007.
Sergio Corona y Alfonso Arau incluyeron este ritmo en sus presentaciones. También 16
interpretaron rock and roll muchas otras personalidades del mundo artístico. La buena recepción que estaba teniendo el género, hizo que Heinz Hickworth director artístico de la Peerles lanzara más material de rock, pues ya empezaba a ocupar un espacio en 17
el gusto de los capitalinos. Esto puede constatarse en la lista de popularidad publicada en Excélsior en noviembre de 1956, en la que “Mexican Rock and Roll” de Pablo Beltrán Ruiz aparece inicialmente en el lugar nueve. 1.­ “Amor Mío” (Los Duendes, Lucho Gatica, Los Tres Diamantes), 2.­ “Dios no lo quiera” (Los Duendes, Lucho Gatica , Linda Arce), 3.­ “Que seas feliz”, (Aceves Mejía, Libertad Lamarque, Rosita Quintana), 4.­ “Tu enamorado” (Pedro Infante, José Alfredo Jiménez, Hermanos Samperio), 5.­ “La cama de piedra” (Cuco Sánchez, Tony Aguilar, Lola Beltrán), 6.­ “Vanidad”, (Antonio Prieto, Los Tres Ases, Carmel Rey), 7.­ “El maletero” (Orquesta Aragón de Cuba, Trio Avileño, Arturo Núñez), 8.­ (sic), 9.­ “Mexican Rock and Roll” 18
(Pablo Beltrán Ruiz y su orquesta).​
Un mes más tarde en el lugar cuatro del “Desfile de Éxitos”. Al mismo tiempo, la canción titulada “Que el rico Rock and Roll” aparece en el octavo. 1.­ “La cama de Piedra” (Miguel Aceves Mejía, Cuco Sánchez, Pedro Infante), 2.­ “Dios no lo quiera” (Los Duendes, Lucho Gatica, Los Tres Ases), 3.­ “Tu enamorado”, (Pedro Infante, Dora María, José Venegas), 4.­ “Mexican Rock” And Roll, (Pablo Beltrán Ruiz), 5.­ “Amor Mío” (Los Duendes, Lucho Gatica, Los tres Diamantes), 6.­ “Ofrenda” (Los tres Ases, Lucho Gatica, Los Adelina García), 7.­ “Franqueza” (los tres Ases, Carmela Rey, Martha Roth), 8.­ “Rico Rock and roll” 19
(Pablo Beltrán Ruiz), 9.­ “El mahometano” (Fernando Rosas). 16
Las Hermanitas Navarro, La Orquesta de Luis Alcaraz, Aurora Román, Ma. Eugenia Rubio, Las Hermanas Julián,
Cuco Valtierra, Perry Salinas, las marimbas de los Hermanos Paniagua e incluso artistas dedicados a la música
afroantillana como Rosendo Ruiz y Ramón Márquez. Rosendo Ruiz “Guapachoso”, “Mi rock’n cha”; “Rock in
guapachá”; Ramón Márquez “Rock con arpa” y “Rock and roll cha cha cha”. Arana, ​
Guaraches​
, 2002, p. 45.
“Salen más discos con Rock and roll”, ​
Excélsior​
, 19 de diciembre de 1956. (citada por la investigadora Julia
Palacios).
17
18
“Encadenados” (Hermanos Reyes) “Dos Números de rock and roll ocupan los lugares cuarto y octavo en radio”,
E​
xcélsio​
r, 28 de diciembre de 1956, Palacios​
, “​
Mito​
s”​
, 2004, p. 108.
“Dos Números de rock and roll ocupan los lugares cuarto y octavo en radio”, E​
xcélsio​
r, 28 de diciembre de 1956,
Palacios​
, “​
Mitos​
”​
, 2004, p. 108.
19
Como vemos, estas listas dan cuenta del gusto por el rock que estaba adquiriendo el público mexicano, aunque también reflejan que era reducido comparado con el lugar que tenía la música ranchera o el bolero. A pesar de lo anterior, no dejó de causar preocupación el impacto de ventas de discos importados, pues para esas fechas, la revista Variety reportó una inundación de discos con sellos extranjeros, al grado que entre 1956 y 1959 la importación 20
alcanzó cifras récord. Este repunte de ventas se debió en buena medida a que desde 1957, las compañías trasnacionales empezaron a crear empresas subsidiarias nacionales que fabricaban los discos de manera local. En este contexto, Rodrigo Azcárraga creó Orfeón (empresa vinculada con Capitol Records y dedicada a la música en español), y Emilio Azcárraga creó Musart (empresa vinculada con EMI­Music y dedicada a la comercialización del pop en inglés), con lo que aumentó el ingreso de música extranjera. Pero el hecho que aceleró aún más y de manera contundente la expansión del rock and roll entre el público mexicano, se dio cuando en 1960 Guillermo Salas, director de Radio Mil, dividió su programación de acuerdo a las características específicas de la audiencia (por edad, niveles socio­económicos y gustos musicales) con lo que estableció las bases de la segmentación del auditorio. Además la música grabada abarataba la inversión, pues los productores ya no tenían que contratar a los músicos y cantantes para que tocaran en vivo, 21
como se hacía antes. Así que cuando las demás radiodifusoras siguieron su ejemplo, los programas de radio con música en vivo desaparecieron paulatinamente, las radiodifusoras se convirtieron en disqueras y se multiplicaron los espacios que incluían rock and roll. Ahora bien, hay que aclarar que si bien la creación de subsidiarias locales aumentó la venta de discos, no dejaba de ser caro, aunado a esto, la preocupación del gobierno por la excesiva penetración de música en inglés (para 1960, 20% de la programación era 22
extranjera), lo llevó a decretar el cobro de un impuesto adicional. El objetivo de estas 20
Zolov, ​
Rebeldes,​
2002, p. 13
21
Sosa, ​
Mil​
, 1997, p.70; Sánchez, “Medios”, 2005, pp. 403-454.
22
Así que en 1959 anunció que los programas de radio cuyos contenidos no incluyeran al menos 25% de música
mexicana serían multados con 400 dólares. Posteriormente, en 1960 el Congreso aprobó la Ley Federal de Radio y
Televisión, que autorizaba al Estado la disposición de mayor espacio para divulgar las manifestaciones de la cultura
mexicana, y establecía que las transmisiones en idiomas extranjeros debían ser autorizadas por el Secretario de
Gobernación. Una ley adicional se promulgó el 29 de diciembre de 1961 en el Diario Oficial de la Federación, la ley de
impuesto a las Empresas que Explotan Estaciones de Radio o Televisión. En ella se considera objeto de impuesto los
ingresos brutos que obtengan las empresas concesionarias de radio y televisión.
medidas era presionar a los radiodifusores para que programaran más música mexicana, pero lo que en realidad sucedió fue que empezaron a comercializar rock en español con grupos nacionales, en este caso el proceso completo de producción era realizado en el país, lo que resultaba más barato y generaba mayores ganancias. Este proceso se estaba dando al mismo tiempo que México se convirtió en líder de la industria radial en toda América Latina, pues en 1959 existían más de cuarenta difusoras 23
comerciales y el número de estaciones se había multiplicado considerablemente. Sumado a lo anterior, la vinculación entre los empresarios del disco, la radio y la televisión, ​
permitía 24
promocionar ampliamente a los cantantes en la pantalla chica, ​
por lo que el negocio de la música se volvió sumamente rentable. ​
Así que a finales de esta década existían varios 25
programas de radio y televisión que permitían escuchar rock and roll. Así pues, en un contexto en el que se escuchaba canción mexicana de boleros y 26
música ranchera la avalancha de rock and roll produjo la aparición de notas que denunciaban que el nuevo ritmo estaba dañando la música mexicana, y que era lamentable que “ciertas costumbres de honda raíz tradicional” fueran remplazadas por otras. Sobre las fiestas decembrinas, un articulista del Excélsior decía “ahora, las posadas solo tienen un aspecto muy superfluo, y se han convertido en francachelas, se baila brincando y se agitan piernas y caderas en el twist sin que nadie se acuerde del espíritu original de esas 27
tradicionales fiestas”, y un claro testimonio de que lo estaba haciendo lo proporciona Parménides García Saldaña, quien da cuenta de que las costumbres se estaban modificando. “La radio de México ocupó el primer lugar en Hispanoamérica, en este año”, ​
Excélsior​
, 19 de noviembre de 1956;
“40 nuevas radiodifusoras surgieron en 1959”, ​
Novedades​
, 14 de enero de 1960; “La red nacional de radio ha
aumentado en un 16%”; ​
Novedades,​
6 de diciembre de 1960.
23
24
Recordemos que en 1949 Miguel Alemán había otorgado las concesiones de canal 2 XHTV a Rómulo O’Farril, la
de canal 5 XHGC a Enrique González Camarena. Y la de canal 4 XHTV a Emilio Azcárraga En 1955 se fusionaron
los canales 2, 4 y 5 para formar Telesistema Mexicano, en donde se integraron los intereses de las familias Azcárraga y
O’Farril, así como los del propio Miguel Alemán, ya que su hijo, Miguel Alemán Velasco, quedó a cargo de
Tele-programas Acapulco (filial de Telesistema Mexicano).
“Rock and Roll Jamboree” de Radio Capital (1957); “Tardeada Estudiantil 590 (1959)” y “Té danzante” de Radio
590; “Éxitos del 790” (1957); y de televisión como “Frente a Frente”, “Música y artistas de Musart”,”Cómicos y
canciones”, “Tv Musical Ossart”, “Musical instantáneo HG”, “La hora de Orange Crush”, “Las estrellas y usted”,
“Estrellas Colgate”, y “Estrellas Palmolive” que presentaban rock and roll
26
Lucho Gatica, Álvaro Carrillo, Los Panchos, Los Tres Ases Los Tres Caballeros, Los Dandy’s, Luis Demetrio,
Carmela y Rafael, Julio Jaramillo, Olimpo Cárdenas, Andy Russell, Pedro Vargas, Emilio Tuero, Hugo Avendaño
Fernando Fernández, Toña la Negra, las Hermanas Aguilar, Las Hermanas Julián, Consuelito Velázquez, María
Victoria, Olga Guillot, Jorge Negrete, Luis Aguilar, Pedro Infante, José Alfredo, Lola Beltrán, Lucha Villa, Cuco
Sánchez, Miguel Aceves Mejía, Flor Silvestre, Amalia Mendoza entre muchos otros.
27
“Se pierde la bella tradición de las posadas”, ​
Excélsior​
, 19 de diciembre de 1963.
25
Con el rock […] la clase media mexicana intenta ser contemporánea de las clases medias de los países desarrollados y súper industrializados… Para los nacidos en la ciudad de México el arraigo de sus mayores a la patria chica ya no tiene significado. Sus cerebros ya no pueden dirigirse al rancho grande o sus corazones conmoverse con la “Borrachita”. Tampoco sus almas pueden ensombrecerse con “Ella” y “Tu recuerdo y yo”. La expansión de la clase media, ha sepultado a 28
la provincia, aunque subsiste la imagen regionalista. Ahora bien, la conjunción de empresarios que buscaban conformar públicos, la posibilidad por parte del auditorio de tener un control personalizado de lo que escuchaba gracias a la radio de transistores, y el aumento demográfico de jóvenes con un mayor poder adquisitivo, hizo de este sector el blanco privilegiado al cual se dirigió la publicidad, con lo que empezó a configurarse una oferta de consumo pensada específicamente para ellos. Así, 29
tuvo lugar lo que Valeria Manzano ha llamado la “juvenilización” de la cultura de masas”. Sobre el tema Víctor Roura plantea: Fue con el género del rock and roll cuando la radio en México empezó a entender que podría determinar las actitudes de los jóvenes. La radio, desde los últimos años cincuenta, se abocó a definir por medio de sus programaciones el gusto de su auditorio. El compositor empezaba a ser desplazado. La modernidad partió de las decisiones empresariales. Las canciones se pensaban en la pequeña oficina del director artístico de la disquera, que a s vez, por medio de acuerdos económicos, pedía a las estaciones de radio que las transmitiera 30
para lograr el negocio redondo. LA JUVENILIZACIÓN DE LA CULTURA DE MASAS Óyeme preciosa, hazme caso que soy yo quien te llama, que ya los muchachos y las chicas se preparan para ir a bailar, pues la fiesta ya empezó, y la orquesta ya llego, fuera los zapatos, fuera las corbatas, vamos a bailar el rock. 28
García, ​
Ruta​
, 1972, pp. 78-79.
29
Manzano, "Juventud” 2010, pp. 363-390.
30
Roura, “Música”, 1989, p.120.
Debido a lo anterior, las disqueras se ocuparon de lanzar al mercado conjuntos de rock and roll juveniles. Entre los más famosos estaban Los Teen Toops, Los Hooligans, Los Rebeldes del Rock, Los Camisas Negras y Los Locos del Ritmo, quienes lanzaron a finales de 1959 sus discos de larga duración con un gran éxito de ventas. Además, a partir de la popularidad que adquiriera la canción “La Hiedra Venenosa” de Los Rebeldes del Rock en julio de 1960 y de que el conjunto apareciera como “estrella del mes” en la revista “Notitas Musicales”, los directores y productores que aún dudaban de la conveniencia de grabar discos con este nuevo ritmo, se convencieron de que era un negocio muy rentable, por lo que se generalizó la 31
práctica de formar grupos juveniles. Los chicos que conformaban estos grupos, provenían de la clase media, vivían en colonias como la Prado Churubusco, Anzures, La Roma, Nápoles, Del Valle, San Ángel, San José Insurgentes, Santa María la Rivera, Álamos; Viaducto Piedad. La gran mayoría de ellos eran o habían sido estudiantes de escuelas privadas como el Centro Universitario México, El Colegio Franco­Español, el Tepeyac, El Instituto Luis Vives, El Colegio Americano, La Modern American School, entre otras instituciones.
Entre ellos había quienes viajaban al extranjero, lo cual les daba la posibilidad de conseguir material de artistas desconocidos en México, o los solicitaban a sus padres, y la mayoría de estos jóvenes hablaba inglés. Es decir, eran jóvenes con poder adquisitivo suficiente para acceder a la compra de radios, discos y revistas especializadas, y sus puntos de encuentro o reunión eran espacios como la colonia, la escuela, el Club, Polanco, el Junior Club o el Deportivo Chapultepec. Inicialmente, sus presentaciones se realizaban en los gimnasios de las escuelas, 32
tardeadas o en fiestas que se realizaban en domicilios particulares, pero muy pronto fueron contratados para interpretar su música en teatros de revista, en los “Tés Cantantes”, ​
o incluso 33
en la televisión, por lo que se convirtieron en verdaderos ídolos. ​
Es importante mencionar estos elementos porque evidencian que la apropiación del rock and roll en México fue un proceso que empezó en el sector medio estudiantil, que no sólo accedía a la música a través 31
Por lo que surgieron Los Black Jeans, Los Teen Tops Los Sinners, mismos que lanzaron éxitos como “La Batalla de
Jericó”, “La Plaga”, y “La carrera del oso” respectivamente. Posteriormente se conocieron “Los Boopers”, “Los
Gibson Boys”, “Los Teen Agers”, “Los Rocking Boys”, “Los Jockers”, Los” Lud Jets”, “Los Hermanos Carrión”, “Las
Mary Jets”, “Los Sparks” entre muchos otros.
32
En Arana, ​
Guaraches​
, 1985, p. 121.
33
Los Tés eran encuentros para bailar de las clases privilegiadas, en los que se tomaba té y se consumían bocadillos,
tocaban las orquestas de baile y los organizadores eran sociedades de alumnos de las Escuelas.
de los discos; muchos tenían radio de transistores, acceso a los programas de televisión y a la moda que se difundía a través del cine. La exaltación de imágenes de jóvenes que dejaban en un rincón el traje, se alborotaban el copete y solicitaban independencia generaba gran preocupación, porque cuando empezaron a ser jóvenes quienes interpretaban este género, dejaron muy claro lo que querían: “Yo no soy un rebelde sin causa, ni tampoco un desenfrenado, yo lo único que quiero es bailar rock and roll y que me dejen vacilar sin ton ni son…” Y en efecto, querían despeinarse un poco, usar pantalones vaqueros y bailar, y tan era así que, según algunos contemporáneos, esta canción de inmediato se convirtió en el himno de la nueva generación.
34
Pero no sólo se despeinaron un poco, expresaban la emoción que les producía escuchar su música favorita a un volumen elevado lo que en la opinión de los sectores más 35
apegados a la música mexicana, representaba simplemente ruido. Por otra parte, con el rock and roll se bailaba de una forma que para muchos adultos consistía en contorsiones exageradas o actitudes histéricas, ​
pero que para los rocanroleros representaba una liberación 36
emocional. Aún más, la transmisión de la moda a través del cine se tradujo en la modificación de los códigos de vestimenta, se puso de moda el uso de la mezclilla, de pantalones pegados, chamarras de cuero, los zapatos y el peinado; conformaron un nuevo estilo, una forma “juvenil” de vestir, lo cual no era bien visto por los sectores conservadores. Canciones ​
como Chica alborotada o ​
Haciéndote el amor​
, ambas de Los locos del ritmo, bien pudieron haber
hecho levantar la ceja a más de un padre de familia. La primera hacía mención a una joven “alborotada”, un “poquito
alocada” que a cualquier hombre que la buscaba le decía que le gustaba. Al final el cantante le decía “mira nena, estate
quieta, ya no seas tan coqueta…” La segunda canción, al parecer, era la historia de dos jóvenes enamorados que se la
pasaban todo el día juntos: “¿Qué dirían de mí?, ¿Qué dirían de ti? ¿Qué diría la gente si me viera todo el día…ha, ha,
haciéndote el amor, el amor. Hablaría de mí, hablarían de ti. Andarían diciendo que no debo estar contigo, ha, ha,
haciéndote el amor, el amor. No me importa a mí, que no te importe a ti. Que no te importe lo que digan, lo que
piensen, piensa en mí…”
34
35
A decir de Jaques Atalli, las mutaciones en el campo de la música pueden decirnos mucho de las relaciones sociales
en las que estos cambios tienen lugar, es decir pueden aportar información sobre las mutaciones de la sociedad misma
Este autor sostiene que escuchar, censurar, registrar o vigilar el ruido son todas estrategias de poder, y que así como se
extiende un “aparato de ruidos” desde el poder, también hay “ruidos subversivos” que muestran autonomía cultural,
que reivindican diferencias, o que expresan marginalidad. De ahí la importancia política del control del ruido, de la
monopolización de la emisión de mensajes sonoros, y la importancia política de la institucionalización del silencio de
“los otros”. En consecuencia, las técnicas de la difusión de la música permiten la construcción de un sistema de
escucha y vigilancia social. y nos sirve también para entender los procesos a través de los cuales los jóvenes generan
ruidos que rompen con los códigos establecidos desde el poder, al crear ruidos prohibidos. Attalí​
, Ensayo ​
1977.
Sobre la relación entre rock and roll los cambios en los usos del cuerpo, ver Zolov, 2002, ​
Rebeldes​
, Dallal,
Dancing, 1982.
36
ROCK AND ROLL, IDENTIDAD Y BRECHA GENERACIONAL PREOCUPACIÓN DE LOS GRUPOS CONSERVADORES LA La molestia que estos hechos causaba quedó clara en 1956, cuando en torno al estreno de las películas de Elvis Presley en la Ciudad de México, la Liga Mexicana de la Decencia, (organización perteneciente a la Acción Católica Mexicana) armó un gran escándalo, porque a decir de sus integrantes la imagen del actor y cantante era nociva. La Liga Mexicana de la Decencia era una organización perteneciente a Acción Católica, creada en 1933 por la Orden de los Caballeros de Colón, y cuyo propósito era sanear el medio ambiente social combatiendo la indecencia, la pornografía y la liberalización sexual, presionando a la autoridad pública para que reprimiera y castigara los actos, espectáculos, publicaciones, 37
películas, o costumbres públicas que pusieran en peligro la moralidad y la decencia. En los años cincuenta esta organización llevó a cabo una intensa campaña de moralización formando la Comisión Nacional para la Moralización la cual estaba muy atenta 38
a detectar signos de “liberalización de las costumbres en los medios de comunicación”, por lo que se dedicaba a presionar para que la cultura que consumía la población respetara la moral pública. Así que las películas del actor generaron de inmediato su animadversión, y 39
ésta era tal que se llevó a cabo una campaña de boicot en su contra. Esta reacción adversa, se vincula en buena medida con el hecho de que las cintas estadounidenses presentaban protagonistas jóvenes con argumentos que giraban alrededor de sus problemas familiares y emocionales, la más famosa es Rebelde sin causa (1955) historia que exhibe la vida de un joven cuyos padres son incapaces de mostrar su afecto, por lo que 40
éste desarrolla comportamientos antisociales. 37
La Organización Acción Católica fue promovida desde Roma en 1923, y fue un organismo impulsor de
asociaciones religiosas, entre ellas, La Legión Mexicana de la Decencia, La Unión Nacional de Padres de Familia, y la
Liga Mexicana de la decencia, que recibieron apoyo gubernamental en el gobierno de Ávila Hernández, “Espíritu”,
2004, P.11
38
Pérez Rosales, “Censura “, 2011, p.79-113
39
Consistente en promover la aparición de un reportaje en la prensa en el que se le acusaba de haber declarado que
prefería besar a tres mujeres negras antes que a una mexicana. La estación 790 Radio Éxitos difundió la nota y se
organizó una quema de discos del artista. Sobre este escándalo véase “Elvis Presley abre una investigación”; ​
Excélsior​
,
México, 8 junio de 1957; Haro Carlos, “Elvis no ha declarado contra la mujer mexicana, “Coronel Parker” ​
Excélsior​
,
México, 1 julio de 1957; “Hoy será la quema de Discos de Elvis Presley”, ​
El Universal​
, México, 7 de marzo de 1957. O
bien, las investigaciones Arana, ​
Guaraches​
, 1985, pp. 57-65; y Palacios “Escuchó”, pp. 122-126.
40
También están “La Ley del silencio” (1954) protagonizada por Marlon Brando, película en la que el personaje
principal era cómplice involuntario de un asesinato; también estaban “Al Este del Edén” (1955) que cuenta la historia
de un joven abandonado por la madre y con un padre “muy blando”, en este contexto, los problemas emocionales
Otra línea de producción del cine que llegó a nuestro país, es la de filmes que no sólo retrataba los problemas de los jóvenes estadounidenses, sino que los vinculaban con el consumo de rock and roll, por ejemplo ​
Blackboard Jungle (​
Semilla de Maldad) protagonizada por James Dean, estrenada el 22 agosto de 1955 y cuyo tema musical era “​
Rock Around The Clock” de Bill Haley y sus Cometas (canción que había sido lanzada un año antes). Como es conocido, esta película y la canción fueron un éxito comercial no sólo en 41
México sino a nivel mundial. Además, el cine mexicano no tardó en seguir la misma línea, filmando ​
Juventud desenfrenada (1956) dirigida por José Díaz Morales, un largometraje en el que se mostraba a jóvenes con relaciones familiares fracturadas dedicados a la delincuencia y el libertinaje, mientras que el rock and roll aparecía como telón de fondo, enfatizándose así la relación estrecha entre juventud, rock y desorden. Todas estas películas, empezaron a invadir las salas de exhibición de la ciudad de 42
México. Por eso el ingeniero Jorge Núñez Prida presidente de la LMD, declaró que los filmes estaban corrompiendo a la juventud, ya que en vez de promover modelos de hombres y mujeres virtuosos exaltaban los peores comportamientos de ambos. Dicho en los propios términos de la organización: Forman mayoría los mozalbetes que visten con extravagancia, no sólo al estilo texano (es decir con pantalones de Mezclilla y botas), sino con prendas que jamás había admitido el criterio que teníamos sobre estas cosas, e imitando las modas que aparecen en el cine, en las revistas extranjeras y entre algunos exóticos artistas visitantes. Se ha ido perdiendo la unidad familiar y respeto a los mayores, con el convencimiento de que las normas y costumbres que estructuraban el hogar resultan “anticuadas” y no alcanzan a ponerse a la altura del 43
desenvolvimiento moderno. generados en este contexto de abandono, reflejan las consecuencias negativas de la crisis del familiar.Levi y Scmitt,
Historia, ​
1996.
Para diciembre de 1957, se estrenó una cinta con ese nombre ​
Rock Around de Clock en la que se promocionaba el
nuevo estilo musical al lado de Bill Haley y los Cometas, Freddy Bell and The Bellmonts y The Platers y muchas otras,
de las cuales destacaron por su popularidad ​
Jailhouse Rock (Prisionero del Rock) que se estrenó en México en junio de
1958; y “​
King Creole” ​
(Melodía Siniestra) estelarizada por el ya entonces ídolo de la juventud, Elvis Presley que se
lanzó en México el 6 de mayo de 1959.Levi y Scmitt, ​
Historia, ​
1996.
41
Núñez Prida, había sido integrante de organizaciones católicas como Los caballeros de Colón y la Liga Nacional
​
Defensora de la Libertad Religiosa. En 1931 fue uno de los fundadores de la organización Exploradores de México.
42
43
“Pavoroso aumento de la delincuencia juvenil”, ​
Jueves de Excélsio​
r, 14 de noviembre de 1957.
Incluso llegó a afirmar que solicitaría a las autoridades federales que prohibieran las películas de Presley, y cuando circuló el rumor de que el cantante se presentaría en el Auditorio Nacional, manifestó que haría gestiones ante la Oficina de Espectáculos del 44
Departamento del Distrito Federal para que eso no ocurriera. Su preocupación partía de la idea de que los jóvenes recogían ejemplos del mundo nuevo que descubrían en las películas pero sin tener la capacidad de discernir la verdad del error, o de establecer una jerarquía real 45
de los valores que se les presentaban en la pantalla. En general se establecía que en el cine no se presentaban valores verdaderos, sino “la vida ficticia y fácil de la comedia, cuando no la atmósfera degradante del musical, del gran 46
espectáculo que es presentado como un ideal de vida a alcanzar”. Sobre este tema, en prensa se pueden encontrar artículos con el argumento de que el cinematógrafo constituía un mecanismo de contagio colectivo de factores morbosos que se introducen insidiosamente en 47
el hombre, debilitando o destruyendo sus defensas morales, sin que el sujeto lo advierta. Pero el problema no eran sólo las películas, pues también eran recurrentes las denuncias sobre la existencia de programas de radio inadecuados, lamentos porque las canciones exaltaban el vicio, escándalos ante lo que se veía como un baile inmoral, o aseveraciones en el sentido de que la euforia que ocasionada el rock era una muestra de que 48
bajo su influencia se tenían conductas irracionales. Y es que se consideraba que el consumo frívolo derivaba en una “mala asimilación de las costumbres exóticas” y que una de las causas de la desorientación de los jóvenes era que tenían a su alcance estos incentivos malsanos: […] las diversiones, con su lucha libre, con su boxeo, con su cine lúbrico con su deportivismo desespiritualizado; las lecturas, con sus pasquines, con sus novelas pasionales; la tv, con su pistolerismo y su delincuencia heroica, las mismas reuniones sociales, con sus bailes epilépticos, con sus abusos de bebidas alcohólicas, con su desenfrenado erotismo que desemboca las perversiones sexuales, la profusión de cafetines que son centros 44
Arana, ​
Guaraches​
, 1985, p. 75.
45
Lunders, ​
Problemas​
, 1959, pp.82 y 83; Véase también: Fraga, ​
Familia,​
1960.
46
Lunders, ​
Problemas​
, 1959, pp.82 y 83; Véase también: Fraga, ​
Familia,​
1960.
47
Rafael González Alpuche, El Cine y la juventud, ​
Excélsior, ​
18 de noviembre de 1961.
48
Prisciliano, “El rock and roll es expresión insana de descomposición moral. Ritmo que hace furor en Estados Unidos
y produce histerias juveniles”, ​
Novedades​
, México, D.F. 3 de octubre de 1956. “Contra el pandillerismo juvenil”,
Excélsior,​
10 de mayo de 1963.
de tertulias en que se fraguan maldades y se cultivan incluso 49
abominables degeneraciones. Si miramos bien esta última nota, en realidad no se rechazaba únicamente el rock and roll sino las diversiones en general​
. ​
Pero el rock and roll molestaba en particular, porque la imitación de las actitudes de los ídolos del cine y la música o la información sobre el género a la que accedían a través de las revistas, estaba generando procesos de identificación que se construían a través de referentes culturales internacionales, procesos que producían cierta cohesión entre los jóvenes, que les permitía reconocerse como individuos con intereses e 50
inquietudes comunes y diferentes a las de sus padres. Julia Palacios testimonia este hecho, diciendo que el rock and roll permitió a los jóvenes mexicanos, distinguirse como iguales en la construcción de una identidad a partir de una horizontalidad directa, ser parte de la 51
juventud, era verse cara a cara con sus pares. Hay que considerar que en otros tiempos los padres solían ser el referente de identificación principal de los hijos, y que a finales de los cincuenta y principios de los sesenta, las nuevas generaciones se identificaban más con sus compañeros de escuela y enloquecían por sus ídolos cinematográficos. Frente a esto, los adultos se sentían ajenos a la música joven, a las costumbres jóvenes, a los peinados de los rocanroleros y veían a sus hijos entrar en un mundo al que ellos no tenían acceso, porque alrededor del rock and roll parecía estarse gestando un universo propio que dificultaba la comunicación en la familia y 52
complicaba a los padres la transmisión de sus valores y costumbres hacia sus hijos.
Por eso, el tema de la brecha generacional que se abría con el rock and roll, puso sobre la mesa la discusión sobre la relación entre el consumo de bienes de masa y la tendencia de los jóvenes a apartarse de los patrones culturales de sus mayores. Debido a lo Fernando Diez de Urdanivia, “Lo que vendrá”, en ​
Novedades, 10 de mayo de 1962. Sobre otros artículos
periodísticos que van en ese mismo sentido, véanse “Se atribuyó a múltiples causas el aumento de la delincuencia
juvenil”, en ​
Excélsior ​
12 de julio de 1962; Ramírez de Aguilar “Estudian procuradores el asunto de la delincuencia
juvenil”, en ​
Excélsior 8 de mayo de 1963; Victorio Ocampo, “Aumenta la delincuencia Juvenil”, en ​
El Universal​
, 23
de mayo de 1964; “Delincuencia Juvenil en sociedades de gran desarrollo”, en ​
El Nacional​
, 14 de mayo de 1964.
49
50
Revistas comerciales sobre música eran “​
Teen Screen​
”, “​
16 Magazine​
”, “​
Song Hits​
”, “​
Hit Parade​
”y​
“Bilboard​
”.
51
Palacios, “Mitos”, 2004, p. 142.
Sobre la relación entre rock and roll y conformación de identidades juveniles ver, Palacios​
, “​
Mito​
s”​
, 2002, y sobre el
rock and roll como elemento de ruptura del patriarcado ver Zolov, ​
Rebeldes​
, 2002.
52
anterior, la LMD, urgía al gobierno a que implementara un control más estricto de los medios 53
para salvaguardar a la familia mexicana de los “excesos indeseados de la modernidad”. Así, desde una perspectiva en la que se envolvía a los jóvenes en una aura de inocencia y vulnerabilidad, se consideraba que estaban siendo víctimas de un consumo que no coadyuvaba al perfeccionamiento de sus valores y sus buenas costumbres sociales, que minaba los primeros y corrompía las segundas llenando sus mentes de frivolidad, egoísmo, hedonismo e incitación a la sexualidad, al poner en el centro de sus mensajes, el goce, el placer y la diversión.
Como podemos ver, a los argumentos de la LMD, subyacía la idea de que los jóvenes no tienen herramientas o capacidad de crítica ante lo que ven o escuchan a través de los medios, por lo tanto serían consumidores pasivos en una etapa de la vida en la que no saben discernir entre lo que es bueno y malo, lo correcto y lo incorrecto, en los mensajes. Siguiendo esta línea de argumentación, se planteaba que las nuevas generaciones requerían de una guía y una orientación que los protegiera de las influencias a las que estaban expuestos, misma que podía llevarse a cabo al socializarlos bajo la atenta tutela de instituciones como la familia o la Iglesia. Así que a través de dicha retórica se justificaba la necesidad de controlar la forma en la que los jóvenes aprendían, convivían, se organizaban y vivían. Esto revela la posición nostálgica de estos sectores sobre las antiguas formas de vínculo y socialización familiar que se estaban alterando, una resistencia a la pérdida de control de los adultos sobre lo que hacían sus hijos, así como las contradicciones de una sociedad cuyo desarrollo económico estaba permitiendo el surgimiento de sectores con un mejor poder adquisitivo, el acceso de una parte de sus jóvenes a un mayor nivel educativo; que daba la bienvenida a la tecnología, que permitía tener una vida más cómoda; pero que al mismo tiempo lamentaba el impacto de los medios de comunicación en los procesos de socialización tradicionales. Por eso, no se discutía el sentido de las prácticas culturales de los jóvenes, sino cómo “regresarlos” a la antigua forma de participación en la sociedad y cómo devolverlos a la posición que solían tener en el seno familiar para alejarlos de las amenazas exteriores. Cuestiones a las que subyace el supuesto de que al ser sujetos inmaduros y en proceso de formación, deben ser guiados, dirigidos, orientados y tutelados por los mayores. 53
Zolov, ​
Rebeldes​
2002, p. 1.
Ahora bien, a pesar de las quejas el rock and roll siguió ganando terreno, pues hay que considerar que el país estaba abriendo su economía, y la conformación y consolidación de un mercado juvenil por parte de los empresarios requirió de una apertura hacía los nuevos géneros musicales estadounidenses, y difícilmente se podían abstraer de lo que además de ser un fenómeno cultural global, era un negocio que les reportaba excelentes ganancias. Por estos motivos, a pesar de las medidas tomadas por el gobierno para promover la programación de 54
más música mexicana en las radiodifusoras con las leyes de 1960 y 1961, éste se siguió escuchado, debido a lo cual, los años de López Mateos han sido llamados “la época de oro 55
del rock and roll”.​
LOS CAFÉS CANTANTES Y LAS POSTURAS SOBRE LA SOCIALIZACIÓN JUVENIL Por otra parte, a funcionarios de gobierno, académicos e investigadores, preocupaba que éste género estaba llevando la convivencia de los jóvenes a espacios en los que no estaban presentes los principios institucionales sobre la formación de la juventud, preocupación que se agudizó cuando el rock and roll produjo la conformación de redes de amigos, que en 54
La Ley Federal de Radio y Televisión en 1960 buscaba promover el respeto a la moral social, evitar las “influencias
nocivas o perturbadoras para el desarrollo armónico de la niñez y la juventud”, así como procurar la conservación de
las costumbres y de las tradiciones, la exaltación de los valores de la nacionalidad mexicana, así como el fortalecimiento
de la Unidad Una ley adicional se promulgó el 29 de diciembre de 1961 con la que se impuso un arancel a la
importación de discos para las empresas que explotaran estaciones de radio y televisión Pero como han apuntado varios
investigadores, dichas leyes no se aplicaban al pie de la letra y carecían de coacción judicial. Zolov, ​
Rebeldes, 2002, p.
104
Y es que la exigencia de regular los contenidos extranjeros en los medios, más que detener al rock and roll, derivó
​
en estrategias lanzadas desde las propias industrias culturales para hacerlo más aceptable. Los cineastas intentaron
convertirlo en una sana distracción filmando y exhibiendo largometrajes en donde se desdibujaban por completo los
conflictos con la autoridad, mientras que la rivalidad entre jóvenes se redujo a un asunto de faldas. En suma,
presentaron una versión “adecentada” en la que se asociaba al rock and roll con sana diversión, como A​
l compás del
rock and roll (1956), ​
viva la juventud (1957) o ​
los chiflados del rock and roll (1957) todas ellas comedias musicales. Por
su parte, las empresas disqueras cuidaron mucho la imagen de los conjuntos o las letras de las canciones. A decir de
Julia Palacios, en 1960 se habían dejado de lado los temores que podían existir acerca de los peligros del rock and roll,
su posible carga de resistencia o rebeldía comenzaba a diluirse al convertirse en una sana distracción al mostrar que “no
habían perdido responsabilidad para con [​
sic​
] la patria y la familia”. A
​unque en versiones “adecentadas”,
55
continuaron al aire muchos programas de radio y televisión que transmitían el twist, calipso,
bossa nova, jazz band y rock and roll y las películas siguieron exhibiéndose en pantalla​
. ​
Palacios,
Mitos​
, 2004, p. 135. Es por eso que Eric Zolov argumenta que la contradicción entre leyes que protegían la producción
nacional y la popularidad de géneros extranjeros, muestra que el régimen “negoció” las presiones y que frente a la
“amenaza” de la “norteamericanización de la cultura” lo que hubo fue una respuesta desde las propias industrias
culturales, para sortear los embates de los grupos conservadores, presentando conjuntos con una imagen bien cuidada,
así que frente a los medios audiovisuales, la política gubernamental que se siguió en estos años fue ambigua.
principio se reunían para intercambiar música en contextos que trascendían los ratos libres entre la escuela y la casa, pero que al poco tiempo derivó en la creación de espacios específicos para el consumo de rock and roll. Así lo evidencia el testimonio de César Costa, vocalista del conjunto Los Camisas Negras quien recordando sus años de adolescencia explica, “Un aire nuevo se respiraba en el ambiente de la Colonia Nápoles, la corriente modernista de la década de los cincuenta causaba fiebre entre los jóvenes. El parque Pensilvania era el punto de reunión de amigos y 56
vecinos que presumían las novedades que habían traído de los Estados Unidos”. Esto propició una especie de red colectiva de aficionados al rock and roll, que inicialmente escuchaban su música en los domicilios particulares, en la radio, o lo veían en las pantallas del cine. También podían escucharlo en vivo en los gimnasios de las escuelas, en tardeadas o 57
en fiestas que se realizaban en domicilios particulares, incluso algunas iglesias promovieron kermeses con grupos de rock and roll como una forma sana de diversión juvenil en donde se reunía toda la familia. Por otra parte, los adultos también podían escucharlo en los teatros y 58
centros nocturnos. Pero pronto se empezó a escuchar rock and roll en los cafés existencialistas como el Gato Rojo, La Rana Sabia, El Coyote Flaco, El Gatolote, El Acuario, el Quinqué, que eran lugares pequeños a los cuales acudía un público interesado en escuchar jazz, charlar sobre literatura beat y filosofía existencialista. Y a partir de 1961, la demanda de rock and roll en vivo produjo la creación de espacios específicos que eran exclusivamente para jóvenes: los cafés cantantes. 56
Costa, ​
Llegar​
,​
1985​
​
,​
p. 33.
Arana, ​
Guaraches​
, 2002, p.31. Dada la gran cantidad de conjuntos que surgieron evidentemente sólo algunos
grabaron discos y fueron promocionados en los medios de comunicación, mientras que la gran mayoría tuvieron que
conformarse con tocar en fiestas privadas y pequeños espacios. Entre aquellos grupos que saltaron a la fama se
encuentran los Teen Toops, los Holligans, los Rebeldes del Rock, los Camisas Negras, etcétera. El mismo Arana cuenta
que a finales de los sesenta los directores artísticos de las empresas disqueras todavía estaban divididos entre los que se
dieron a la tarea de grabar grupos de rock y los que se resistían hacerlo, pero después del éxito que en abril de 1960
tuvo la canción la ​
Hiedra venenosa de Los rebeldes del rock y de que la revista Notitas Musicales considerara a la
agrupación como la “Estrella del mes”, les quedó claro que era un buen negocio. En Arana, ​
Guaraches​
, p. 121.
57
58
(Margo, Iris, Follies, Lírico, Cervantes, Principal), en Teatros de Revista, Salones de Baile y Centros Nocturnos (Rio
Rosa o el Mar y Cel), o bien en la Caravana Corona; en tés cantantes que se organizaban en los salones de baile
(Riviera, Maxim’s, Club Imperial, Claro de Luna). En este contexto los números de rock and roll alternaban con artistas
de otros géneros musicales, (tropical, ranchero o boleros dependiendo del lugar), los asistentes pagaban para escuchar
rock con las mejores orquestas del momento y en los teatros de revista alternaban con números cómicos. Así que en
estos espacios era un género novedoso, pero o se dirigía a un público adulto. Además, para tocar ahí, los integrantes de
los grupos generalmente tenían el permiso de sus padres, los dueños de los negocios les indicaban lo que tenían que
tocar y tenían que vestir de manera elegante.
No eran espacios muy grandes y al interior se podía fumar, charlar, estar al día en torno a las novedades musicales, se podía escuchar música comercial, pero también no comercial, pues los conjuntos podían interpretar las canciones que los productores de las disqueras no les permitían grabar y comercializar. Por otra parte, las mujeres iban sin chaperón y podían entrar menores de edad que no tenían acceso a los centros nocturnos. Reinaldo Díaz (integrante de los Spiders) cuenta que a los cafés iban muchachos y muchachas de secundaria y de prepa de buenos colegios, en los que todos se sentían cómodos, hablaban con su lenguaje y vestían a su manera, ​
socializaban entre personas que tenían una percepción parecida del entorno e interactuaban sin vigilancia de los adultos, lo que les daba un cierto margen de acción y autonomía, ya que ​
se podían comportar con 59
espontaneidad sin formalismos y conducirse de manera más desinhibida​
. En los cafés cantantes, se bailaba en los asientos, no se consumían bebidas alcohólicas, ​
abrían ​
a las cinco y cerraban a las nueve, y en términos generales testimonios, el 60
ambiente era más o menos inocente. Sin embargo no dejaron de aparecer opiniones en las que se sostenía que a partir de la reunión de muchos jóvenes ahí, se generaban actividades indeseables, y que los malos comportamientos podían derivar de las diversiones más inocentes, por lo que había que evitar que la juventud pasara su tiempo en lugares que 61
albergaban a “grupos de ociosos”. Si sumamos las opiniones anteriores a lo que establece la antropóloga Amparo Sevilla en el sentido de que estos cafés atrajeron a una gran cantidad de jóvenes que no volvieron a poner un pie en los salones de baile (donde se acostumbraba escuchar y bailar música afro­caribeña entre los sectores populares) podemos establecer que a algunos cafés cantantes acudían jóvenes de diferentes clases sociales. En un momento de auge del pandillerismo y en el que existía la convicción de que éste se debía a la ociosidad; preocupaba que los jóvenes perdieran su tiempo en los cafés cantantes y se vincularan con 62
ociosos y pandilleros.
Arana, ​
Guaraches​
, 2002, Palacios, “Mitos”, 2004, Zolov, Rebeldes, 2002, Rubli, ​
Estremécete, Agustín,
Tragicomedia​
, 2007.
59
Arana, ​
Guaraches​
, 2002, Palacios, “Mitos” 2004, Zolov, ​
Rebeldes​
, 2002, Rubli, ​
Estremécete​
, Agustín,
Tragicomedia​
, 2007.
60
61
Ramírez Roberto, “El cierre de los cafés cantantes afecta a 60 grupos del DF, Dirigentes de la ANDA hablaran con
el Lic bustos​
. Excélsior​
, México D.F, 1 de febrero de 1965.
62
Sobre los cuales había un debate público importante incluso campañas de combate a la ociosidad o contra la
concentración de jóvenes “que no estuvieran haciendo nada”. “Frente contra rebeldes”, ​
La Prensa, 11 de agosto de
1959“campaña permanente contra la ociosidad” dirigida por el INJM, cuyo objetivo estaba dirigido principalmente a
los escolares, y con mayor énfasis en aquellos que faltaban a clase y perdían su tiempo miserablemente en futbolitos, la
Como vemos, este tipo de argumentaciones se vincula con lo que ya mencionamos, la tendencia de concebirlos como seres indefensos y vulnerables que debían ser protegidos del ambiente exterior. Sin embargo, como podemos ver, a diferencia de los argumentos planteados desde una organización como la LMD, a la cual le preocupaba reinsertarlos a la socialización familiar; en la preocupación de funcionarios de gobierno, académicos e investigadores, se enfatiza más el tema de su convivencia en espacios exentos de una socialización para la formación cívica, vinculada con la difusión y socialización de los valores patrios.
La opinión sobre este tema queda evidenciada a partir del el cariz que adquirió la reunión de especialistas de diversas disciplinas sociales, celebrado en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México, en la que se concluyó que la crisis de valores se debía entre otras cosas a la vida moderna, a la desintegración familiar y a la educación, o mejor dicho, a la mala educación en el tiempo libre.
63 A este respecto se habló en las disertaciones presentadas en el XII Congreso Nacional de Sociología realizado en octubre de 1961 en la ciudad de Toluca. En dicho congreso, se discutió la necesidad de neutralizar los aspectos negativos del “anárquico desenvolvimiento del consumo y el tiempo libre creado por las sociedades modernas”, pues se establecía que el tiempo libre no debía ser espontaneo, ni mal gastado o desperdiciado, era libre en el sentido de que liberaba a los individuos de las responsabilidades del estudio o del trabajo, pero no en el sentido de que pudiera ser usado para cualquier cosa. Debido a lo anterior, se planteaba que era necesaria una organización que permitiera infundirle una moralidad, o que en sí mismo lo 64
convirtiera en un factor de moralización. Y en este sentido, se planteaba que era necesaria la tutela u orientación que permitiera planificarlo para que ocurriera en ambientes adecuados introduciendo en él una coexistencia protegida y supervisada; cuyos contenidos se vincularan con actividades sanas e ilustrativas, dirigidas a la afirmación del espíritu crítico; y que llevara 65
a los jóvenes a ejercer las responsabilidades colectivas a las que estaban llamados. lectura de folletines pornográficos y otras distracciones nada recomendables; Patricia p Angustioso SOS de colonias
con bandas juveniles 13 de diciembre de 1958, 30A. “Razias de delincuentes y pandillas”, El ​
Universal, 12 de octubre
de 1960; “Hacen alarde de impunidad los rebeldes sin causa, ​
La Prensa​
, 13 de junio de 1958.
63
“Se atribuyó a múltiples causas el aumento de la delincuencia juvenil, reporte de la mesa redonda sobre
delincuencia juvenil efectuad en el auditorio de Ciencias de la ciudad Universitaria el 11 de julio de 1962
64
Rodríguez, ​
Civilización​
, 1968.
65
Rodríguez, ​
Civilización​
, 1968.
Como vemos, desde esta perspectiva, un “descanso comercializado” significaba la 66
evasión los compromisos colectivos, una forma de relajamiento opuesta a la educación contenida en un consumo planificado y dirigido al disfrute de bienes verdaderamente artísticos, contraria por tanto a una recreación socialmente útil. En suma, la apropiación del rock and roll en los cafés cantantes por parte de los jóvenes, era visto como un placer que contravenía el sentido del sacrificio y de esfuerzo por el trabajo o bien, era conceptualizado como un uso del tiempo libre que deformaba el ideal de superación personal y la búsqueda de objetivos a futuro, porque la alegría provocada por el rock and roll, era un placer para el 67
placer en el presente, sin una proyección o utilidad a futuro. Desde este punto de vista había una contradicción entre los valores no solo vinculados con la autoridad y la moral al interior de la familia, sino con los de trabajo o el sentido de pertenencia nacional que se promovía desde el las instituciones de gobierno, en un momento en el que el desarrollo económico y la industrialización promovían una mística de sacrificio por la superación de la nación. Por eso, la socialización en torno a la diversión implicaba, por decirlo de alguna manera, una des­socialización cívica, o bien, una socialización que no servía para cohesionar a las nuevas generaciones, ni para hacerlas participar en las labores dirigidas a la superación de la patria. Así pues, la autonomía o los márgenes de libertad que posibilitaba el consumo del rock and roll en particular en los cafés cantantes, se interpretaban como el ejercicio del individualismo (lo que tenía la connotación de egoísmo). Así que la pregunta que se hacían quienes rechazaban el rock por su valores colectivistas está mejor planteada en la siguiente declaración, ¿Cómo vamos a exigirle a los ciudadanos del mañana que se comporten discretamente sin tacha, cuando en vez de presentarles como arquetipo y paradigma de acción social, a los próceres del ayer y a los gambusinos de la patria de hoy, tal y como lo hacen el gobierno y las instituciones educativas oficiales, un comercio voraz, insaciable, sediento de fáciles ganancias , eleva ante las generaciones bisoñas , como ídolos y antorchas, a cualesquiera mequetrefes que, a lo sumo, saben dar alaridos, o imitar los modales repugnantes de un homosexual, o tirar puñetazos o pelotas al viento? Quienes causan la desorientación de la juventud mexicana, son, repetimos, los traficantes del comercio deshumanizado. Entran a los hogares, y 66
Miller y Robinson, ​
Nouvel​
, 1968, p. 20.
67
Rodríguez, ​
Civilización​
, 1968.
con el pretexto de modernizar la vida familiar, corrompen, desde los aparatos de radio, desde las pantallas de televisión, el gusto y la sensibilidad de nuestro pueblo. Y afuera, es decir, lejos de las casas y las viviendas, en cines y teatros, con las excepciones de siempre, están a la orden del día, las películas y espectáculos cargados de pornografía, que incitan al desenfreno 68
sensual, al vicio y al delito. En suma, en un contexto en el que los jóvenes habitaban un lugar en el orden social que ya estaba dado, a los cuales se les demandaba que vivieran la vida cotidiana de acuerdo a mapas trazados, que adoptaran los valores esperados, que ejercieran los comportamientos señalados desde las instituciones y que siguieran trayectorias de vida ya definidas, era grave que tuvieran acceso a bienes culturales no ofrecidos desde las instituciones y que se identificaran entre ellos alejándose de sus padres. Pero también era grave que construyeran formas de socialización que convertían la recreación en diversión sin objetivos y ejercieran el tiempo libre con prácticas vinculadas con el placer y la diversión individual, libres de compromiso social o que correspondían a valores egoístas que sofocaban la iniciativa personal dirigida al desarrollo colectivo (o nacional). LA LIGA MEXICANA DE LA DECENCIA Y EL INJM Como vemos, la retórica de una organización como la LMD, sobre la vulnerabilidad juvenil formaba parte de una estrategia discursiva dirigida a vincular sus “efectos negativos” en cuanto que minaba los valores morales (familiares) que afectarían a todo joven que lo consumiera, lo que justificaba un mayor control sobre las nuevas generaciones. Por otra parte, vimos que su interés principal era que el gobierno resolviera el problema censurando o regulando los contenidos de los medios de comunicación. En cambio, lo que inquietaba a las instituciones era la necesidad de definir, controlar y dictar las modalidades de socialización en su tiempo libre, organizando sus actividades de recreo desde el poder público, y el interés por contrarrestar un tipo de consumo que no permitía convertir al joven en el ciudadano consciente y participativo que se esperaba que fuera a futuro. En este caso entonces, el énfasis estaba puesto en la construcción de valores cívicos colectivos y en la regulación de sus espacios de socialización. En este caso, si hubo resultados concretos, que no podemos analizar aquí, pero que se reflejan en la estricta política 68
Joel Soto Anaya, “La juventud y el ambiente social”, ​
El Nacional​
, 17 de agosto de 1963.
del regente E. P. Uruchurto frente a los cafés cantantes, que ha sido analizada por diversos autores. Como vemos, el tema del rock and roll muestra las contradicciones que suponía la construcción de ciudadanía por medio de una educación pública, frente a la socialización dirigida a la búsqueda del placer por el placer mismo, promovida desde las industrias culturales. Ahora bien, si bien ambas posiciones son muy cercanas y no dejan de estar estrechamente vinculadas, el Estado en este periodo específico, más que prohibir el rock en los medios, se dedicó a promover espacios de recreación para los jóvenes, que permitieran la socialización en un contexto de cierta relajación y flexibilidad, que tuviera un componente lúdico, pero que no dejara de tener implicaciones educativas. En suma que socializaran en tiempos y espacios gestionados por las instituciones buscando recuperar algo del control perdido. HEMEROGRAFÍA Excélsior El Día El Universal BIBLIOGRAFÍA Aceves Fernando, ​
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