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1 77ESCUELA DE VERANO DE VOLUNTARIADO 2013 Voluntariado y cohesión social COHESION SOCIAL: UNA DEFINICION POSIBLE La cohesión social es un estado en el que existe una visión compartida entre los ciudadanos y el Gobierno acerca de un modelo de sociedad basado en la justicia social, la primacía del Estado de derecho y la solidaridad. Esta visión compartida permite el establecimiento de consensos entre los distintos sectores. Por supuesto en las políticas de inclusión y protección social. Los sistemas de protección e inclusión que caracterizan una situación de cohesión social, hacen que sea posible atacar la pobreza y la desigualdad en la distribución de los ingresos, con mayores posibilidades de éxito. Como podemos ver, Cohesión Social no tiene una definición univoca, sin embargo, para nuestra tarea de ahora nos quedaremos con algunas descripciones que a buen seguro nos ayudarán a componer el concepto de cohesión social. Así que, una comunidad socialmente cohesionada se caracteriza por una “situación global en la que los(las) ciudadanos(as) comparten un sentido de pertenencia e inclusión, participan activamente en los asuntos públicos, reconocen y toleran las diferencias, gozan de una equidad relativa en el acceso a los bienes y servicios públicos y en cuanto a la distribución del ingreso y la riqueza. Todo ello, en un ambiente donde las instituciones generan confianza y legitimidad”. Las políticas públicas que favorecen aquellas que: a) Desarrollen identidad común, b) Construyan solidaridad, c) Establezcan horizontes de confianza, la cohesión social serían 2 d) Establezcan situaciones de igualdad de oportunidades, e) Generen en la comunidad relaciones basadas en la reciprocidad” (Andrés Palma, 2007). La cohesión social se concibe como la solución ideal a las tensiones y los problemas sociales de las ciudades modernas, como la exclusión social, la pobreza y la violencia. Y podemos afirmar que una comunidad, un país está cohesionado socialmente cuando comprobamos que existe: - un acceso universal al empleo y a los beneficios del crecimiento económico - un acceso universal a los servicios sociales básicos: educación, salud y seguridad ciudadana - una reducción de los desequilibrios territoriales. -cuando se da relevancia a construir una identidad socio-cultural y de promover una ciudadanía activa, también a través del fomento de la participación ciudadana en el diseño, en la ejecución y en la evaluación de las políticas públicas. - cuando las políticas públicas vinculan la planificación estratégica e inter-sectorial con el incremento de la Cohesión Social. Sin embargo Existe la convicción que actualmente las sociedades han perdido cohesión social, considerándose que es un problema propio del proceso de modernización, afectado ahora de manera clara por las difíciles situaciones socio-económicas que estamos viviendo. La cohesión social abarca un conjunto de condiciones básicas asociadas a la aspiración de “más sociedad”. Entre ellas se encuentra el factor de la confianza entre los componentes o miembros de la sociedad, del país, de la comunidad. 3 La participación ciudadana influye en la cohesión social, sin embargo, un sistema más participativo no basta para eliminar las desigualdades de nuestras sociedades ni tampoco para obtener una verdadera cohesión social, no es menos cierto que una mayor y mejor participación ciudadana, y una mayor igualdad social, están íntimamente relacionadas con la existencia de una sociedad más equitativa, más humana y más cohesionada. Por ello, considerando el Voluntariado como un elemento fundamental para la cohesión social, vamos a reflexionar sobre sus condiciones actuales y de futuro. El voluntariado además de ser un motor de progreso y de cohesión social, es un vehículo de crecimiento personal para quienes lo llevan a cabo. A toda la ciudadanía nos llega el esfuerzo altruista que realizan todas estas personas proporcionándonos una conciencia clara de que las actividades de voluntariado son una de las mayores contribuciones que pueden realizarse a la mejora de la sociedad, y que, quienes las realizan, actúan llevados por un impulso ético, buscando la equidad social y empleando el esfuerzo no remunerado como vía para construir un mundo mejor. Desde las propias personas voluntarias, desde las entidades sociales, desde las administraciones, se puede contribuir a tener en los próximos años más y mejor voluntariado. El voluntariado, lo dice la propia palabra, se basa en la libre y personal voluntad de las personas y por lo tanto no se puede pretender poner puertas al campo. Bienvenidas sean todas las iniciativas y todas las fuerzas a la contribución de las buenas causas. Pero la constatación de esta realidad no exime a las instituciones y a las personas sensibilizadas, de pensar en la manera en que se puede apoyar, reforzar y mejorar Es legítimo y necesario por tanto reflexionar sobre el voluntariado que tenemos en la actualidad y el que nos gustaría 4 tener en el futuro, proponiendo medidas y retos que consideramos adecuado acometer en los próximos años. Somos conscientes de que la realidad voluntaria será cada vez más plural y heterogénea, y que precisamente ésta será su fortaleza fundamental; pero al mismo tiempo sabemos que si proponemos retos, prioridades, modelos que sean realistas y atractivos, habrá muchas personas y organizaciones que se sumarán a los mismos. Todo ello, profundamente convencidos de que la acción voluntaria se convierte, como ya se ha dicho, en elemento imprescindible y clave para la Cohesión Social. Esta Escuela de Verano de Voluntariado, ya en su Cuarta Edición, quiere proporcionar una nueva visión sobre los modelos de actuación, de gestión, para incrementar la eficacia en el desarrollo de las diferentes acciones de voluntariado. Voy a seguir, en mi exposición, un trabajo que hemos venido desarrollando un importante número de entidades de voluntariado de España, trabajo en el que he participado personalmente y que nos sitúa con bastante precisión en el escenario actual del Voluntariado Europeo, con la peculiaridad que le aportamos los países del sur como Portugal y España. La característica fundamental del voluntariado la encontramos en los muchos hombres y mujeres que toman libremente la decisión de comprometerse solidariamente contribuyendo a las buenas causas, que ayudan a las personas y que benefician a la comunidad. Las motivaciones personales de esos muchos hombres y mujeres son diversas (creencias, valores, circunstancias personales y familiares…) y tienen que ver con ámbitos muy variados, como la cultura, el deporte, la defensa de la naturaleza y del medio ambiente, la acción social, etc. Todas ellas son acciones que tienden a desarrollarse de modo grupal, en instituciones privadas, por lo general no lucrativas y 5 también en administraciones públicas o al margen de instituciones, en iniciativas individuales y colectivas, formalizadas o informales. El voluntariado hay que entenderlo en un sentido amplio, como un compromiso que toman libremente las personas, que se traduce en dedicación de tiempo, sin remuneración, con fines solidarios, colaborando, promoviendo o participando en iniciativas de distinto tipo que aportan un beneficio a la sociedad. Se enmarca en la actuación de la iniciativa ciudadana y en la contribución al bien común. Y es una de las maneras en que la ciudadanía canaliza de modo más frecuente su solidaridad, pero por supuesto, no agota las formas en las que ésta se manifiesta. De hecho cuando lo ponemos en relación con la Cohesión social hablamos que es uno de los elementos que la conforman. Es más, entendemos el voluntariado como una de las expresiones básicas de las relaciones humanas. Las personas necesitan participar en las sociedades, colaborar en la de defensa de bienes comunes y sentir que otras personas se preocupan por ellas. Por eso las relaciones sociales inherentes a la acción voluntaria son fundamentales para la bienestar de la persona y de la comunidad. El voluntariado es consustancial a los valores democráticos y a la propia calidad de la democracia. Lo es también al desarrollo de cualquier sociedad y constituye un componente fundamental de la argamasa que crea el capital social, y desarrolla el tejido relacional en su dimensión solidaria y participativa. Por eso el voluntariado se va configurando de distintas formas, de acuerdo a tradiciones y culturas y manifiesta distintas tendencias. El voluntariado es por tanto un derecho que tienen todas las personas, es una forma consustancial de participación democrática y de representación activa y libre de la ciudadanía; es en 6 consecuencia también una de las formas en las que los ciudadanos ejercen sus derechos y asumen responsabilidades. El voluntariado ha experimentado un crecimiento muy importante en los últimos años. Tanto en cantidad como en cualidad, y de hecho estamos asistiendo a la aparición de nuevas formas de voluntariado. Nadie duda hoy de que el papel del voluntariado es insustituible y el reconocimiento de la función social del mismo es innegable; además los cambios demográficos, las tendencias sociales y el desarrollo de las tecnologías, entre otros factores, contribuyen a la emergencia de nuevos perfiles de personas voluntarias, nuevos valores y formas de entender el voluntariado y nuevos métodos de actuación tanto comunitarios como individuales. El voluntariado es un fenómeno complejo, que tiene fronteras permeables y se expande por un amplio campo de actividades, organizaciones y sectores. Y los graves efectos de la crisis económica, nos anuncian un cambio de época. Todos estos elementos introducen nuevas formas de pensar, de actuar y de vivir, que afectan a los propios pilares en los que se sustentan los valores democráticos, a los comportamientos de la ciudadanía, al sentido de lo cívico y al propio concepto de participación Las actuales formas de voluntariado y el papel que juegan en la sociedad, serán sin duda también influenciadas una racionalización del gasto social, el crecimiento de las desigualdades y la emergencia de nuevos problemas y necesidades, sino a un replanteamiento del tradicional papel de lo público, el mercado y la sociedad civil, en un nuevo contexto de gobernanza. 7 Nos encontramos por tanto en un momento controvertido, en el que la sociedad cambia, la acción voluntaria crece y emergen nuevas formas de ejercer el voluntariado que no se canalizan por las vías tradicionales, encontrando distintos cauces de expresión personal y comunitaria. Hemos de estar por tanto preparados para hacernos preguntas que no nos habíamos hecho hasta ahora. -------------------He tratado hasta ahora de dibujar de manera breve la situación actual, qué voluntariado vemos, o queremos ver en un futuro próximo, más o menos inmediato. En su relación más directa con la cohesión social, proponemos para el futuro un voluntariado forjado y enraizado en los principios democráticos y en los valores en los que estos se inspiran, que parte de que los bienes comunes están por encima de los bienes individuales y de que su cuidado y defensa concierne a todas las personas. Proponemos un voluntariado en el marco de la ciudanía activa y del desarrollo de la dimensión comunitaria que promueve la participación, que teje, que vincula y que en consecuencia moviliza conciencias, provoca voluntades y crea condiciones para multiplicarse, mediante el despliegue solidario de las capacidades humanas, transmitiendo esperanza y optimismo. Proponemos un voluntariado plural en su inspiración, en sus formas de expresión y en sus ámbitos de actuación. Un voluntariado con múltiples dimensiones, en el que cada persona otorga uno o varios significados a sus acciones: para unas es la importancia del compromiso y la corresponsabilidad; para otras la dimensión transformadora, persiguiendo cambios en las personas y en la sociedad; para otras la denuncia y la conciencia crítica sobre las realidades sociales; para otras la sensibilización y la llamada al 8 compromiso; para otras es la pedagogía mediante el ejemplo; para otras la proclamación de la fortaleza de la dimensión relacional; para otras el acompañamiento testimonial a las personas… Entendemos que en el futuro el voluntariado se ha de ampliar, pero sobre todo se ha de profundizar. Por eso creemos en un voluntariado abierto y participativo, interclasista, intercultural e intergeneracional las responsabilidades mutuas, los compromisos de unas personas para con otras y de todas con la comunidad; en el que no hay unas personas que dan y otras que reciben, sino que todas aportan y se benefician conectado de manera activa con otras formas de participación La Participación Ciudadana y la Cohesión Social serán más reales si, entre otros elementos, el voluntariado tiene que tener más protagonismo en la agenda política, más influencia en el discurso político, independiente de él, contribuyendo a reforzar el papel de la sociedad civil Actualizar su regulación normativa sin excesos y a dotarla de la protección jurídica necesaria, pues a veces, donde el principio de buena voluntad es el más presente, parece que desaparece ante un conflicto, accidente, etc. La educación en valores cívicos y solidarios es fundamental que comience cada vez más a edades más tempranas, para que la práctica de la acción voluntaria, el ejercicio de la solidaridad, no sea un añadido que hagamos sólo cuando nos sobra tiempo en nuestra vida… El fomento del voluntariado y los valores que este conlleva, han de ser incorporados a todas las etapas del ciclo educativo Somos conscientes de que la formación es un elemento esencial para contar con un voluntariado de calidad en el futuro y por eso proponemos que esta ha de ser reforzada; pero además ha de ser reorientada de modo que sea más participativa, que se base 9 en la relación entre las personas voluntarias, que parta del reconocimiento de sus competencias, que refuerce valores y en definitiva, que esté alineada con la orientación que proponemos para el voluntariado. Tenemos que ABRIR nuestras entidades Creemos en una proyección abierta del voluntariado, de modo que esté estrechamente conectado y comprometido con los movimientos sociales y con las iniciativas cívicas y evite quedarse encerrado en una isla al margen de las dinámicas sociales. Esto requiere que las instituciones tengan una orientación más abierta, además de un esfuerzo por buscar espacios de actuación común y una implicación más activa de las personas voluntarias en las mismas. En estos tiempos actuales, de hoy mismo, hemos de estar muy atentos al papel que desempeñan los poderes públicos. Los poderes públicos no deben hacer dejación de responsabilidades aprovechando las acciones de las entidades de voluntariado o de personas voluntarias. La administración local tiene un papel clave en el apoyo a la acción voluntaria; Los ayuntamientos, como administración más cercana a la sociedad, deberían disponer de modelos de actuación que potencien la acción voluntaria en el plano local y de marcos institucionales adecuados que fomenten el mismo. El apoyo al voluntariado debería de situarse política y administrativamente en las concejalías de participación ciudadana, desde las que se sugiere promover planes efectivos de participación local Las entidades del Tercer Sector tienen que realizar un proceso de transformación en profundidad fomentando la participación y el 10 empoderamiento de las personas voluntarias. Han de superar sus debilidades, incluida su pérdida de base social, su falta de diversidad y participación interna, así como su gestión rígida del voluntariado. Para ello, han de reforzar la cooperación interna y con otras actores sociales, renovar y compartir recursos,herramientas, instrumentos y metodologías de trabajo, dar pleno a la dimensión asociativa y mejorar los procesos de acompañamiento. Necesitamos unos medios comprometidos con el voluntariado. de comunicación más Las empresas tiene un papel importante en el apoyo al voluntariado y como espacio de captación y fomento del mismo. Es necesario mejorar el conocimiento y la información sobre el voluntariado. Nuevas ideas y nueva orientación en la Formación, más dinámica, moderna y en línea con los nuevos retos, perfiles y formas de voluntariado. Las entidades que promueven comunicar más y comunicar mejor. el voluntariado, han de Las plataformas de voluntariado han de abrirse a todo tipo de voluntariado, vertebrar la territorialidad y facilitar espacios de cooperación con otras formas de participación social. Con las cifras de paro que tenemos se hace especialmente necesaria una reflexión urgente y un debate público abierto sobre las relaciones entre empleo y voluntariado. Partiendo de que el voluntariado no debe de suprimir empleos, las dinámicas que actualmente se están dando, especialmente en un contexto de crecimiento de las necesidades sociales, de restricciones 11 presupuestarias y altas tasas de desempleo, pueden contribuir a hacer más borrosas las fronteras entre voluntariado y empleo remunerado y a devaluar uno y otro. Se propone analizar las causas del desajuste creciente entre oferta y demanda, es decir, entre las expectativas, deseos e inquietudes que tienen las personas voluntarias y aquello que las entidades de voluntariado ofrecen a las mismas. En el marco de esta reflexión y como consecuencia de esta tendencia, conviene también profundizar en la emergencia y proliferación, de nuevas formas de voluntariado al margen de las organizaciones. En cuanto a las PLATAFORMAS O REDES DE VOLUNTARIADO La creciente heterogeneidad del voluntariado no excluye la posibilidad de la coordinación y de organización interna. • Las plataformas de voluntariado tienen por delante en los próximos años el reto de abrirse y convertirse en entidades representativas de todo tipo de voluntariado, o al menos de las grandes tendencias de voluntariado, conjugando el movimiento simultáneo centrípeto y centrífugo que se da en la acción voluntaria. • Este reto pasa por cambios sustanciales, tanto en la propia agenda de las plataformas como en los aspectos orgánicos. • Una estrategia de promoción del voluntariado tiene que ampliar el capital político y los recursos éticos del voluntariado, para actuar como agentes de cambio social, partiendo de las características comunes a todo tipo de voluntariado, orientándose a los valores y principios inspiradores del mismo y reforzando sus dimensiones. 12 • Las plataformas son el tipo de organización que puede y debe abrirse a los movimientos sociales y trabajar de modo transversal, con plataformas y redes de otros ámbitos. • El movimiento voluntario se puede vertebrar territoriamente a través de Redes y Plataformas de voluntariado, junto con los puntos y centros de información al voluntariado y las asociaciones. DESAROLAR LAS POTENCIALIDADES DE LOS DISTINTOS ACTORES • Las plataformas son quienes mejor pueden desarrollar la necesaria capacidad de interlocución e influencia política buscando espacios para el diálogo civil. • Tienen además una importante tarea que se refiere a estar atentas a traducir sus experiencias en conocimiento, a favorecer esa transferencia de conocimiento y a promover la innovación y la creatividad. INSTITUCIONES EDUCATIVAS ACTIVAS EN EL FOMENTO Y APOYO AL VOLUNTARIADO IDEAS FUERZA Y MENSAJES CLAVE • La responsabilidad de educadores e instituciones educativas es crucial en la enseñanza de valores cívicos y competencias para buscar la buena sociedad, que hemos de construir entre todos. • Los valores que lleva aparejados el voluntariado han de estar presentes en todas las etapas del ciclo educativo. • Se trata por lo tanto de adquirir a lo largo del ciclo educativo, no solo conocimientos sino competencias transversales que hay que aprender a practicar. La educación debería de incorporar de manera transversal el objetivo de transformación a través del conocimiento. • El aprendizaje-servicio es una metodología muy útil para entrenar en estos valores. 13 Se trata de aprendizajes que son experienciales, que producen un acercamiento al mundo del voluntariado y se posibilita la práctica del mismo, facilitando así la adquisición de hábitos de compromiso cívico por parte de los estudiantes y reforzando el compromiso de las instituciones educativas con el voluntariado. • Se hace necesario el incorporar elementos de información y el conocimiento sobre el voluntariado y el papel que éste juega en la sociedad, en los distintos niveles y ciclos educativos. • En los últimos años, se va incrementando la implicación del ámbito universitario en el mundo del voluntariado. • La universidad enseña, transmite conocimientos y es la responsable de la formación de los futuros profesionales; pero a la vez educa, transmite valores; de ahí nace esa importancia del papel de la universidad en el apoyo, el fomento, así como la sensibilización y gestión del voluntariado. La universidad también tienen un papel ineludible en el análisis, la investigación y el conocimiento sobre la acción voluntaria - Visibilizar los logros y mejorar la imagen externa. - Promover la diversificación y potenciar las fórmulas emergentes de voluntariado EN CUANTO AL COMPROMISO DE LAS ADMINISTRACIONES El voluntariado es un asunto de interés público, pero en principio no debe de ser gestionado por el Estado. • Abogamos por un papel más activo de las administraciones, particularmente de la administración local, en la creación de las condiciones para la emergencia y auto organización de la acción voluntaria por la sociedad civil. • Este papel más activo tiene que ir acompañado de cambios sustanciales en las el tipo de relaciones entre administración y ONG, 14 de modo que se den las condiciones para un voluntariado más fortalecido. • En la tarea de reconocimiento público del valor del voluntariado, las administraciones pueden hacer mucho más esfuerzo, explicando a la ciudadanía el valor que el mismo aporta a la sociedad. • También deben poner en valor el aprendizaje no formal y reconocer la experiencia curricular que aporta el voluntariado. • Las administraciones han de contribuir a dotar de más recursos humanos, técnicos y financieros para promocionar el voluntariado. • Las administraciones han de proveer de información, conocimiento y análisis y tienen que impulsar la formación para un voluntariado de calidad. • Las administraciones tienen que crear espacios de gobernanza compartidos donde se fomente la participación de las personas voluntarias en la gestión de lo público. • Los ayuntamientos, como administración más cercana a la sociedad, deberían fomentar el voluntariado en el plano local y ubicar la acción voluntaria en su espacio natural, que es aquel que concierne a la participación ciudadana, en lugar de los departamentos de servicios sociales. • Es necesario un cambio de perspectiva en la gestión de los asuntos públicos, que ha de venir tanto desde las propias administraciones como de desde la sociedad civil (se trata de un doble movimiento). Para las administraciones este cambio implica: - Crear espacios ordenados, para el diálogo civil.LAR LAS POTENCIALIDADES DE LOS DISTINTOS ACTORES - Contribuir con recursos técnicos y económicos a la sostenibilidad de las organizaciones de voluntariado. 15 - Cambios en las fórmulas de financiación y las normativas que las regulan (ley de subvenciones). - Apoyar el mantenimiento y desarrollo de los centros y puntos de promoción del voluntariado. - Fomentar e incentivar la constitución de redes, plataformas, coordinadoras o agrupaciones. - Contribuir a la cohesión, vertebración y consolidación del Tercer Sector de Acción Social. VOY TERMINANDO ME REFIERO AHORA A LA FORMACIÓN La formación es un elemento esencial voluntariado de calidad en el futuro. para contar con un • Tiene que ser gradual y adaptada al tipo de acciones, al perfil de personas voluntaria, a su tiempo de dedicación, responsabilidades, etc. A la vista de la situación actual y teniendo en cuenta el voluntariado que deseamos para el futuro, debemos apostar por otro tipo de formación que tienda a las siguientes características: - Que supere la falta de participación de las personas voluntarias. - Que dé más relevancia a las competencias de las personas. - Que conciba la formación como un viaje de acompañamiento. - Que se evite la dependencia personal e institucional. - Que evite las relaciones asimétricas que tienden a tratar al voluntario como a alguien no sabe. - Que no se centre en la ingeniería social sino en la realización humana y la transformación social. - Que aprenda haciendo, mediante itinerarios individualizados. - Que desarrolle el sentido de responsabilidad y solvencia personal. - Que insista especialmente en la formación en valores. - Que el papel del profesor, no se reduzca a mero transmisor de contenidos sino que a la vez estimule y asesore. 16 - Que vaya acompañada de un nuevo modelo organizativo y de gestión del voluntariado. - Que esté complementada por espacios de estudio, reflexión e investigación en los que los aprendizajes sobre el terreno, alimenten el conocimiento y contenido formativo. Y A MODO DE RSUMEN, DE CONCLUSION OS DIRÉ QUE SI QUEREMOS UN VOLUNTARIADO DE CALIDAD, QUE SIGA INFLUYENDO DE MANERA CLARA EN ALCANZAR LA COHESIÓN SOCIAL DE NUESTRO PAIS, DE NUESTRA COMUNIDAD, HEMOS DE PROPONERNOS SENSIBILIZAR MAS, ORIENTAR MEJOR Y RECONOCER LO MUCHO Y LO BUENO QUE HACEN LAS ASOCIACIONES DE VOLUNTARIADO Y LAS PERSONAS QUE DESARROLLAN SU LABOR EN ELLAS. Los medios de comunicación pueden desarrollar, en cooperación con otros actores, acciones de sensibilización e información acerca de las problemáticas sociales, así como sobre los instrumentos, actores y recursos que actúan en las mismas. Para esto, hay voluntariado. que hacerles cómplices de las causas del • La función de comunicación tiene que ser desarrollada por los canales digitales y utilizando las nuevas tecnologías. Es necesario normalizar la figura del voluntariado en todos los canales de comunicación. La aparición de las personas voluntarias no puede ser la excepción, sino que tiene que ser la regla. • Las organizaciones tienen también una tarea educativa con respecto a la sociedad, que ha de transmitirse no solo con los mensajes sino con las prácticas. • La mejor manera de que emerja el voluntariado en nuestras sociedades es desarrollar la cultura de la solidaridad. La dimensión de la comunicación está estrechamente ligada a la tarea educativa. 17 Es previsible que las personas que han recibido estímulos solidarios y/o han tenido experiencias vivenciales de implicarse en tareas directas, luego tengan mayor predisposición al voluntariado. • Algunos espacios para la emergencia del voluntariado, se pueden implantar además en el marco de los procesos educativos de niños y jóvenes. Ej. el aprendizaje-servicio. • Los cambios demográficos crean nichos y oportunidades en donde enfocar la acción voluntaria. El voluntariado ofrece nuevas oportunidades de aprendizaje para los ciudadanos mayores y las personas con discapacidad. Al mismo tiempo, las actividades voluntarias pueden mejorar la solidaridad intercultural e intergeneracional, con jóvenes y mayores, con inmigrantes y autóctonos trabajando codo con codo. • Hay sectores que tienen grandes potencialidades como trampolines hacia el voluntariado, por ejemplo el sector del deporte. • Existen numerosas oportunidades de voluntariado; a veces las personas las descubren directamente, a veces es necesario facilitarles pistas, a veces acompañarles. En esta tarea puede haber múltiples métodos: el boca a boca, los anuncios en prensa o en página web de las organizaciones de voluntariado. • La desconexión creciente entre las inquietudes de las personas que desean ser voluntarias y las oportunidades que ofrecen las entidades para ejercer el voluntariado se puede abordar utilizando procedimientos adecuados de sensibilización, captación, incorporación, formación, seguimiento y también de vinculación. • El papel de las administraciones es también muy importante a la hora de atraer la demanda, generando políticas que sensibilicen, 18 que regulen y que sin coartar, mejoren los flujos de información, canalicen las demandas y en definitiva fomenten una acción voluntaria de calidad. Voluntariado y tecnología dan lugar a distintos fenómenos como el cibervoluntariado, el voluntariado a distancia y el ciberactivismo. Utilizando las redes sociales y convirtiéndose las personas voluntarias en agentes de comunicación, se puede conseguir un efecto multiplicador exponencial. • La práctica del voluntariado mediante las TIC (TECNOLOGÍAS PARA LA INFORMACION Y LA COMUNICACIÓN), implica transformaciones en la cultura del voluntariado, para su gestión por parte de las organizaciones, para su dimensión regulatoria, etc. y también efectos de saturación difíciles de controlar. • Las administraciones públicas, las organizaciones sociales, las comunidades y las colectividades, tenemos el deber de cuidar mucho más el reconocimiento a las personas voluntarias, hacerlo público y notorio, convertirlo en permanente, porque es la mejor manera de alimentar y estimular las buenas actitudes de las mismas. Gracias por vuestra paciencia, después de estas reflexiones, de estas sugerencias y propuestas, sólo me queda deciros que podéis contar con mi colaboración, con mi humilde ayuda para llevarlas a cabo, pues estoy convencido de que merece la pena. Muchas gracias Vera, 6 de junio de 2013 Manuel García Carretero