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MODULO FORMATIVO:
GUÍA DIDÁCTICA:
LAS DIMENSIONES
SOCIALES Y EDUCATIVAS
“ DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
Antonio Santos Ortega
José Manuel Rodríguez Victoriano
Ramón Gómez-Ferrer Cayrols
Dpto. Sociología y Antropología Social
Universidad de Valencia
MODULO FORMATIVO:
ÍNDICE INTERACTIVO
INTRODUCCIÓN
TEMARIO
AUTORES
BIBLIOGRAFÍA
GUÍA DIDÁCTICA:
“LAS DIMENSIONES
SOCIALES Y EDUCATIVAS
DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
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INTRODUCCIÓN
La Fundación de la Solidaridad y el Voluntariado de la Comunidad Valenciana
(FUNDAR) promueve el programa Solidaridad en el Aula, un proyecto que cuenta con
el apoyo de la Generalitat Valenciana, del Ministerio de Trabajo e Inmigración, de
entidades solidarias y de entidades representativas de la comunidad educativa. En el
contexto de este proyecto se inscribe la presente iniciativa del módulo formativo:
“Deporte escuela de vida 2011”.
comprender, organizar y sistematizar la función socializadora del deporte y posibilitar
su transmisión. En él ocupan un papel relevante los contenidos dirigidos a comprender
el papel educativo del deporte en colectivos de jóvenes socialmente desfavorecidos.
Así como, los dirigidos presentar experiencias concretas que ilustran el lugar que la
práctica deportiva y la actividad física pueden ocupar para facilitar la integración social
o para desarrollar valores sociales en dichos colectivos.
La actividad física y las prácticas deportivas son construcciones sociales, fenómenos
sociales completos que están dentro de sociedades con contextos socio-históricos
concretos y que a su vez estos contextos sociales están dentro de ellos. La idea de
la práctica deportiva y la actividad física como un instrumento educativo y de integración
social se ha popularizado en la última década, momento este en que todos los actores
del mundo deportivo han alabado las cualidades intrínsecas del deporte para favorecer
la integración social, para dar cohesión a una sociedad. Estas alabanzas han calado
en la opinión pública, de manera que esta representación de los valores sociales del
deporte se ha generalizado.
El módulo formativo, que tiene una duración total de dos horas, se dirige a profesores
de educación física, educadores sociales, entrenadores deportivos, monitores y directivos
de sociedades y club deportivos.
Aunque esta imagen ha sido compartida por actores deportivos y opinión pública,
puede decirse que no ha ido acompañada por un aumento comparable de experiencias
prácticas, de materialización concreta y sobre el terreno de los valores sociales del
deporte. Es por esto que cabe hacer un esfuerzo para acercar estos dos planos: el de
la representación ideal del deporte y el de su práctica real. Los valores ideales del
deporte han de encontrar el camino para aplicarse en el mundo real y concreto de la
práctica deportiva. Por ello, cabe preguntarse cómo pueden llegar a concretarse estos
supuestos valores sociales del deporte; cuáles son los medios para ello: recursos
materiales, humanos, organizativos, institucionales-políticos. La formación es una de
las vías para conseguir resultados positivos en el uso del deporte social. La trasferencia
de valores ideales en resultados concretos no se produce automáticamente, es una
transferencia compleja que requiere considerar múltiples aspectos. Es preciso, por
tanto, conocerlos y manejar los recursos de conocimiento que faciliten dicha transferencia.
El módulo que aquí se presenta supone un paso introductorio en esta dirección.
El módulo está diseñado como una herramienta formativa y presenta, desde las ciencias
sociales y del deporte, las dimensiones básicas de la función socializadora y educativa
de la práctica deportiva. En particular, en el ámbito de los usos sociales del deporte
base por parte de los jóvenes.
El módulo tiene la estructura de guía didáctica –pensada para facilitar un uso onliney su objetivo central es proporcionar elementos teóricos y prácticos elementales para
En el centro mismo de la transmisión técnico-deportiva, atravesado por sus circunstancias
sociales y biográficas, se encuentra el monitor-entrenador deportivo; quien, lejos de
ser un mero eslabón en la cadena de la praxis deportiva, un repetidor de los cánones
técnico-tácticos imperantes en su disciplina, constituye para nosotros un educador
de primer orden. Como agente de socialización, debe encontrar claramente su
mensaje educativo dentro de un campo, el de lo deportivo, que se halla plagado de
muchos valores, pero también, por ponerlo en negativo, de infinitud de contravalores.
Que la balanza se decante por los primeros y rechace los segundos depende de su
formación y su pericia para navegar entre los mensajes de los medios de comunicación,
las actitudes de padres y madres, los planteamientos de los clubes deportivos, las
inquietudes de los propios deportistas, la influencia de sus amigos, hermanos, etc.
En este sentido, la intención de este módulo gravita sobre la necesidad de hacer pensar
a los formadores de los monitores-entrenadores en estos términos, para que, a su vez,
provoquen la reflexión de estos últimos sobre la privilegiada situación como acompañantes
en el proceso madurativo de los jóvenes deportistas. Más allá de presentar las bondades
del deporte de un modo aséptico, el objetivo de este módulo debe ser el de posicionarse
críticamente, desenmascarar, situar, señalar, dar ejemplos y, en definitiva, provocar la
reflexión y el debate.
Para finalizar esta introducción es necesario señalar que con la presente guía hemos
buscado una presentación exhaustiva del conocimiento de las funciones socializadoras
y educativas de la práctica deportiva. Somos conscientes que los materiales
presentados por nuestra guía exceden con mucho el formato de su aplicación práctica,
un módulo formativo de dos horas de duración. Pero también entendemos que sólo un
conocimiento amplio del ‘estado de la cuestión’ puede facilitar la buena realización de
dicha tarea.
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
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TEMARIO INTERACTIVO
RECOMENDACIONES PARA EL USO DE LA GUÍA:
ESTRUCTURA Y CONTENIDOS.
La estructura de la guía está dividida en cuatro grandes núcleos
temáticos. A su vez, los epígrafes de cada uno de ellos se
presentan en forma de fichas con contenidos distribuidos en
tres apartados diferenciados. El primero de ellos lo hemos
denominado
Tema 1 LAS FUNCIONES SOCIALES Y
EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA
DEPORTIVA
‘Conceptos teóricos básicos’ en él se da cuenta del aparato
conceptual elemental del epígrafe. El objetivo de dicho apartado
es formar a los formadores que van a impartir el módulo en las
principales categorías conceptuales. Para ello, hemos
seleccionado –y en algunos casos elaborado- textos
Tema 2 LOS VALORES SOCIALES Y LA
PRÁCTICA DEPORTIVA
especialmente didácticos dentro de la literatura de las ciencias
sociales y el deporte. Sabemos que la formación de partida del
formador del módulo puede ser muy diversa y en este sentido
hemos elegido textos transversalesque permitan estudiar con
facilidad los contenidos y poder profundizar en ellos con
Tema 3 PRÁCTICA DEPORTIVA: INTEGRACIÓN
Y EXCLUSIÓN SOCIAL
independencia de su formación de partida. El segundo apartado,
denominado ‘Ejemplos prácticos’, tiene por objetivo aplicar los
contenidos anteriores a ejemplos concretos. En él se ilustran,
con experiencias nacionales e internacionales, diferentes
desarrollos prácticos del contenido. Dichas experiencias han
sido seleccionadas por su excepcional ejemplaridad. La
dimensión práctica de los temas se explícita de esta manera,
mostrando la inseparable relación entre conocimiento y acción.
Tema 4 ASPECTOS PRÁCTICOS DEL DEPORTE
EN LA INTEGRACIÓN SOCIAL: CUATRO
EJEMPLOS DE EXPERIENCIAS DE
DEPORTE-INTEGRACIÓN
El último apartado lleva por nombre ‘Para saber más…’ y en él,
abrimos una ventana, a partir de la selección de una bibliografía
mínima, que puede permitir a los profesores del módulo ampliar
los contenidos teórico-prácticos del epígrafe.
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
TEMA 1.
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LAS FUNCIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS
DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA
OBJETIVOS
El primer tema tiene como objetivo introducir a los alumnos
en las funciones socializadoras de la práctica deportiva, a
través del concepto de socialización, y la diversidad de
funciones sociales que puede abarcar: ocio, salud, formacióneducación, creatividad, participación social y construcción
de ciudadanía. (FICHA 1.1).
A continuación se describe el lugar del deporte en los
procesos de socialización básicos: familia, educación y
relaciones de amistad (FICHA 1.2).
Por último se introduce el lugar del deporte en los procesos
de integración social: desigualdades, solidaridad y
cooperación (FICHA 1.3)
Ficha 1.1
La diversidad de las funciones sociales del deporte: Ocio,
creatividad, salud, formación-educación, participación
social.
Ficha 1.2
El lugar del deporte en los procesos de socialización:
educación, familia, relaciones de amistad. Los hábitos
deportivos en la sociedad española.
Ficha 1.3
El lugar potencial del deporte en los procesos de
integración social: desigualdades, solidaridad y
cooperación.
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS
DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 1.1
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La diversidad de las funciones sociales del deporte: Ocio, creatividad,
salud, formación-educación, participación social
Conceptos teóricos básicos
EL DEPORTE COMO SISTEMA ABIERTO
Las diferentes teorías sociológicas que se han propuesto hasta ahora para explicar el
desarrollo del deporte en la sociedad moderna coinciden al menos en considerar que
los cambios sociales que han ocurrido en el último siglo y medio como consecuencia
de desarrollo de la sociedad industrial, y con independencia de la valoración que
merezcan tales cambios a los proponentes de las diversas teorías sociológicas, han
determinado la naturaleza de los cambios que han tenido lugar en el ámbito del deporte.
También existe acuerdo en aceptar que la complejidad del fenómeno deportivo radica,
en buena medida, en su fulgurante fuerza expansiva, que lo ha convertido en práctica
cotidiana o devoto espectáculo de cientos de millones de personas en todo el planeta.
Asistimos a un devenir social aparentemente contradictorio ya que, precisamente cuando
la estructura deportiva adquiere más fuerza y poder social, con la invasión en los medios
de comunicación de masas del espectáculo deportivo, con el desarrollismo económico
de las competiciones deportivas de máximo nivel o con la instauración definitiva
de la cultura deportiva entre amplias masas de la población, se comienza a producir
un fenómeno paralelo de fractura y diversificación. Se trata de los comportamientos
que exhiben grandes grupos de personas próximas al deporte e incluso que han sido
practicantes regulares, y que han modificado sus hábitos escogiendo ejercitaciones
físicas de otro orden; no tan sólo con otro envoltorio, sino con otra lógica, con otros
intereses y motivaciones, con otras expectativas.
Una manera sugerente de entender esta coyuntura histórica es la concepción del deporte
como un sistema abierto (Puig y Heinemann, 1991). Dado que el deporte contemporáneo
se muestra como una realidad cada vez más difícil de acotar por su creciente
diversificación, cabe considerarlo como un sistema social abierto, al que se van
incorporando nuevas prácticas y nuevas concepciones que relativizan las que
corresponden a lo que podríamos denominar deporte tradicional. Siguiendo a Heinemann
(1991, pp. 15 y ss.), podemos observar que el deporte tradicional, como unidad
homogénea y entidad autónoma, ya no puede explicar la compleja realidad del deporte
contemporáneo.
Puig y Heinemann distinguen entre el modelo competitivo del deporte, que sería el
heredero directo del deporte tradicional; el modelo expresivo que engloba las prácticas
deportivas poco organizadas y sometidas a procesos constantes de innovación y
diversificación, tales como los llamados deportes californianos o las actividades físicas
de aventura en la naturaleza; el modelo instrumental que va asociado a empresas
comerciales que disponen de maquinarias sofisticadas con las que se facilita el cultivo
del cuerpo de acuerdo con concepciones estéticas e higiénicas; y el modelo espectáculo,
que, aunque no es nuevo en esencia, pues siempre han existido espectáculos deportivos,
tiende a regirse por las leyes de mercado propias de una sociedad de masas, habiendo
alcanzado cotas insospechadas de influencia económica, social y política (Puig y
Heinemann, 1991, pp. 127-128). El modelo sistémico facilita la comprensión del fenómeno
deportivo, sometido como está a un progresivo aumento de su complejidad.
LOS RETOS DEL DEPORTE EN EL SIGLO XXI
El 1 de diciembre de 2009, tras un largo proceso de discordancias, entró en vigor el
Tratado de Lisboa (2007) que en materia de deporte señala que la Unión Europea tendrá
en cuenta “las características específicas del deporte, sus estructuras basadas en el
voluntariado y su función social y educativa” (art. 124). Aunque escueta, esta modificación
del artículo 149 del Tratado de la UE pone de relieve la importancia que se viene dando
al deporte en las instituciones europeas y que tiene su reflejo en las políticas nacionales
y locales.
El deporte del nuevo siglo se plantea el reto de servir de cemento de unión en los
procesos de cohesión social. El artículo 2 de la Carta Europea del Deporte (1992) define
deporte como “todo tipo de actividades físicas que, mediante una participación,
organizada o de otro tipo, tengan por finalidad la expresión o la mejora de la condición
física y psíquica, el desarrollo de las relaciones sociales o el logro de resultados en
competiciones de todos los niveles”.
En Evolución y perspectivas de la acción comunitaria en el deporte (Comisión Europea,
1998) la Comisión Europea había señalado que el deporte constituye una herramienta
importante en la lucha contra la exclusión social y que utilizado correctamente, es una
actividad especialmente adecuada para luchar contra la intolerancia y el racismo, la
violencia, el abuso de alcohol o el uso de estupefacientes. El deporte constituye también
un ámbito particularmente afectado por el desarrollo del voluntariado como expresión
de la solidaridad social. Y desempeña en la sociedad un papel moralizador: aporta
valores asociados al juego limpio, la solidaridad, la competencia leal y el espíritu de
equipo que conviene desarrollar (Comisión Europea, 1998: 8). Un año después, el
Informe de Helsinki (Comisión Europea, 1999) señalaba que “al llegar a todas las clases
sociales y todos los grupos de edad de la población, el deporte constituye un instrumento
esencial de la integración social y de educación”.
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 1.1
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La diversidad de las funciones sociales del deporte: Ocio, creatividad,
salud, formación-educación, participación social
La importancia del deporte en la vida social de los europeos llevó a la Unión Europea
a declarar el año 2004 como el Año de la Educación a través del Deporte (Comisión
Europea, 2001). Durante muchos años se han ido multiplicando los documentos y las
iniciativas comunitarias o nacionales que depositan una tremenda confianza sobre el
potencial del deporte a la hora de ayudar a solventar problemas de primer orden en la
sociedad actual: salud, igualdad, cohesión, integración, inserción.
El Libro Blanco sobre el Deporte (Comisión Europea, 2007), como marco amplio de
referencia, resume la situación del deporte europeo y se alinea con la tradición humanista
del optimismo olímpico a la hora de señalar las inmensas potencialidades del deporte
y la actividad física. Los siguientes párrafos resumen, a los efectos que más nos interesan
aquí, el papel del deporte en la sociedad según la orientación estratégica expuesta en
dicho documento comunitario. El punto de partida es la constatación de que el deporte
es un área de la actividad humana que interesa mucho a los ciudadanos de la Unión
Europea y tiene un gran poder de convocatoria, por lo que parece constituir una
plataforma idónea para desarrollar políticas sociales.
En referencia a la salud de la población, el deporte y la actividad física pueden ayudar
a mejorar la salud pública y permiten combatir el sobrepeso, la obesidad y una serie
de enfermedades crónicas, como las cardiovasculares o la diabetes, que disminuyen
la calidad de vida y ponen en riesgo la vida de las personas. Para ello se deben adoptar
medidas en favor del Movimiento Deportivo como herramienta para aumentar la Actividad
Física Beneficiosa para la Salud (AFBS, HEPA en inglés).
Efectivamente, la práctica deportiva puede contribuir a mejorar la salud física y mental
de la población, que es además una de las grandes preocupaciones de la sociedad
actual. De hecho, según el eurobarómetro de 2004 sobre Ciudadanos de la Unión
Europea y Deporte, el 78% de los europeos coinciden en que el efecto más importante
de practicar deporte es la mejora física y mental (Comisión Europea, 2004). Más
recientemente el eurobarómetro de 2010 sobre Deporte y Actividad Física (Comision
Europea, 2010) señala que el objetivo que más se persigue a la hora de practicar deporte
o alguna otra forma de actividad física es “mejorar la salud” (61%), seguido de “mejorar
la forma física” (41%) y “relajarse” (39%) o “divertirse” (31%), entre otros muchos
objetivos que fueron señalados en menor medida.
Además de mejorar la salud de los ciudadanos europeos, el deporte tiene una dimensión
educativa y desempeña un papel social, cultural y recreativo. Desde el punto de vista
de la educación del individuo, los valores trasmitidos a través del deporte contribuyen
a desarrollar el conocimiento, la motivación, las capacidades y la disposición para el
esfuerzo personal. El tiempo invertido en actividades deportivas tanto en el colegio
como en la Universidad aporta unos beneficios en materia de salud y educación que
han de ser optimizados (Comisión Europea, 2007: 5-6).
Si atendemos a la dimensión grupal, el deporte genera importantes valores tales como:
el espíritu de equipo, la solidaridad, la tolerancia y el respeto a las normas, contribuyendo
al desarrollo y enriquecimiento personal y social. La participación en un equipo, los
principios como el juego limpio, el cumplimiento de las reglas del juego, el respeto a
los demás, la solidaridad y la disciplina, así como la organización de deportes no
profesionales por parte de clubes sin ánimo de lucro y sobre una base de voluntariado,
refuerzan la ciudadanía activa. El voluntariado en organizaciones deportivas genera
numerosas oportunidades de educación no formal, algo que es necesario reconocer
y mejorar. El deporte también ofrece atractivas posibilidades para el compromiso de
los jóvenes y su participación en la sociedad, y puede tener un efecto beneficioso para
ayudar a las personas a apartarse de la delincuencia.
Respecto al potencial del deporte en términos de inclusión social, integración e igualdad
de oportunidades, las recomendaciones que figuran en el Libro Blanco señalan que el
deporte contribuye en gran medida a la cohesión económica y social y a lograr unas
sociedades más integradas. Para ello hay que procurar el acceso de todos los ciudadanos
al deporte, abordando las necesidades específicas de los grupos minoritarios, y teniendo
en cuenta el papel especial que puede desempeñar el deporte en el caso de los jóvenes,
las personas con discapacidad y aquellas procedentes de entornos más desfavorecidos.
Como se ha puesto de relieve en los análisis sociológicos periódicos de Manuel García
Ferrando (García Ferrando, 1991, 2001 y 2006), para el caso español, o los propios
datos que se desprenden de las encuestas europeas sobre actividad física y deporte
(Comisión Europea, 2004 y 2010), la falta de práctica deportiva tiene más que ver con
condicionantes sociodemográficos que con falta de instalaciones deportivas. Se ha
señalado que hoy en día “no hace deporte quien quiere sino quien puede”, poniendo
de relieve que las variables como la edad, el género y el nivel de estudios o el desarrollo
profesional presentan fuertes correlaciones con los índices de práctica. Esto nos
permitiría hablar también, utilizando a Bourdieu, de un habitus deportivo y de relación
con el cuerpo (Bourdieu: 1993), así como de una democratización imperfecta de la
práctica deportiva.
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 1.1
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La diversidad de las funciones sociales del deporte: Ocio, creatividad,
salud, formación-educación, participación social
La Comisión destaca también la necesidad de impulsar la perspectiva de género en
todas las actividades relacionadas con el deporte, prestando especial atención al acceso
de las mujeres inmigrantes y las mujeres de etnias minoritarias, al acceso de las mujeres
a los puestos de toma de decisiones en el ámbito del deporte y a la cobertura del
deporte femenino en los medios de comunicación.
El deporte también puede facilitar la integración de los inmigrantes y las personas de
origen extranjero en la sociedad, y servir de apoyo al diálogo intercultural. El deporte
fomenta el sentimiento compartido de pertenencia y participación y puede convertirse
en una herramienta importante para la integración de los inmigrantes. En este contexto,
es importante poner espacios a disposición del deporte y respaldar las actividades
relacionadas con éste para permitir a los inmigrantes y a la sociedad de acogida
interactuar de manera positiva.
Las recomendaciones europeas señalan también el potencial del deporte para contribuir
a la creación de empleo, crecimiento económico y revitalización de zonas particularmente
desfavorecidas. Las actividades deportivas sin ánimo de lucro que contribuyen a la
cohesión social y a la inclusión social de los grupos vulnerables deben considerarse
servicios sociales de interés general. El acceso al deporte y la pertenencia a estructuras
deportivas sociales es un indicador clave para el análisis de la exclusión social.
En España, el Consejo Superior de Deportes ha elaborado –gracias al trabajo
interdisciplinar de más de 100 expertos españoles en las distintas materias que abordael Plan Integral para la Actividad Física y el Deporte (Plan A + D), con el fin de impulsar
el acceso universal a una práctica deportiva de calidad para el conjunto de la población
española. Este plan tiene un alcance previsto para el período 2010-2020 y se articula
teniendo en cuenta los diferentes colectivos y su relación con la práctica de la actividad
física y el deporte. Los colectivos a los que hace referencia el plan se presentan en 5
grandes bloques temáticos: (1) El conjunto de la población española, (2) La población
escolar y universitaria, (3) Las personas mayores, (4) Las personas con discapacidad
y (5) Los grupos de población en riesgo de exclusión social. El plan, de 2010, figura en
el programa del Gobierno y se fundamenta sobre cuatro principios fundamentales: (1)
Relación de la actividad físico-deportiva con la salud, (2) La práctica deportiva y su
relación con la Educación, (3) Igualdad efectiva entre mujeres y hombres, y (4) El deporte
como elemento de cohesión social. (Acceso en línea en http://www.planamasd.es/
Como hemos visto en los párrafos anteriores, existe la creencia extendida de que el
deporte parte de la posición privilegiada de ser un fenómeno social que interesa a
grandes sectores de la población (y mayoritariamente a los niños y jóvenes) y que
constituye una herramienta privilegiada para crear espacios que fomentan las relaciones
sociales, en un ambiente saludable para el individuo y para el grupo. Para ello, en pos
de un deporte que incida en los aspectos sociales y que se convierta en una herramienta
de política social, es absolutamente necesario adecuar y definir la composición de los
grupos, los contextos sociales de aplicación, el tipo de acción que se quiera llevar a
cabo, los objetivos y a través de qué herramienta, así como analizar los resultados de
las distintas acciones para poder sacar conclusiones que sean extrapolables a los
distintos ámbitos espaciales.
Las bondades que se le atribuyen a la práctica deportiva tienen que concretarse en una
serie de políticas y acciones que pongan en relación las “potencialidades del deporte”
con la realidad social y no terminen quedándose en una mera declaración de intenciones.
Las acciones deben adecuarse a los contextos sociales y al público receptor de las
mismas.
El deporte, como fenómeno social total (Mauss, 1971), y las acciones a través de la
práctica deportiva, no permiten experimentos de laboratorio que dejen variables aisladas
(ceteris paribus). Las relaciones de causalidad entre variables no son absolutas y es
imposible determinar – no digamos ya medir con precisión- cuestiones como en qué
medida la práctica deportiva desarrolla valores morales y ciudadanos, que además
habría que definir y consensuar previamente. Valores tales como: la solidaridad, el
espíritu de camaradería, el trabajo en equipo, entre otros muchos que se suelen asociar
al fenómeno deportivo, también pueden estar presentes en una banda delictiva dedicada,
por poner un ejemplo, al atraco de sucursales bancarias.
La transferencia de valores positivos desde el campo relativamente autónomo de lo
deportivo (como práctica deportiva) hasta otros ámbitos de la vida social plantea no
pocas dudas, precisamente porque el individuo no es sólo deportista sino que desempeña
muchos roles distintos que condicionan y están condicionados por su posición en la
estructura social, su estilo de vida y lo que Pierre Bourdieu denominó habitus (Bourdieu,
1988).
Como se ha señalado, los valores no se pueden educar como conceptos en
abstracto, desligados de la propia experiencia y de la ejemplaridad (Cardús, 2000: 263).
Gómez-Ferrer, R. Rodríguez Victoriano, J.M. (2011), “Las dimensiones sociales y educativas del judo”, en VV.
AA., J ud o. Una vis ión di versa I I , Madrid: Visión Libros, págs. 269-323
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 1.1
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La diversidad de las funciones sociales del deporte: Ocio, creatividad,
salud, formación-educación, participación social
EJEMPLOS PRÁCTICOS. TEXTO 1
Posiblemente en ninguna otra dimensión constitutiva y relevante de la sociedad española
de comienzos del siglo XXI se haya alcanzado un consenso tan elevado entre la población
como en lo que se refiere a la privilegiada posición de España respecto a otros países
en los deportes de alta competición. Según los resultados de la última encuesta sobre
los hábitos deportivos de la población en España1, tres de cada cuatro españoles de
quince o más años consideran que la posición de España en los deportes de alta
competición es buena o muy buena en relación con otros países; y lo que es más,
también tres de cada cuatro opinan que el deporte español se encuentra actualmente
en una fase de expansión de triunfos y de prestigio internacionales. Difícilmente, pues,
se podrá encontrar otra dimensión de la vida económica, política o cultural en España
que pueda ofrecer un resultado tan favorable en la opinión pública española.
En el presente texto vamos a desarrollar el argumento de que el rasgo más relevante
en la evolución del sistema deportivo español, desde comienzos de la transición
democrática hasta los tiempos presentes, es el prestigio internacional y la madurez que
ha alcanzado el deporte de alto rendimiento y profesional. Un prestigio y una madurez
que tienen su más elevada y visible manifestación en la victoria alcanzada por el equipo
español en la Copa del Mundo de Fútbol de
2010 celebrada en Sudáfrica.
Esta relevancia del deporte espectáculo, profesional y altamente mercantilizado contrasta
–y ésta será la otra cara de nuestro argumento discursivo– con el ritmo más lento, a
veces aparentemente casi estancado, que manifiestan la educación física escolar,
el deporte aficionado (amateur) de competición de ámbito local o las prácticas deportivas
cotidianas de la población (especialmente de la femenina) cuando se comparan con los
niveles de práctica y de desarrollo institucional del deporte propios de los países más
avanzados, social y económicamente, de la Unión Europea.
Muchos de estos hechos, no por bien difundidos y conocidos, merecen una reflexión
sociológica más rigurosa y estadísticamente argumentada, como la que ofrece la serie
de encuestas sobre los hábitos deportivos de la población en España que viene
impulsando el Consejo Superior de Deportes desde 1975. Los resultados de tales
encuestas, junto a otros datos relevantes del sistema deportivo español, enmarcados
convenientemente en las correspondientes reflexiones teóricas, nos van a permitir
desarrollar, con mayor fundamentación teórica y empírica, la hipótesis referente a las
formas diferenciales, y a veces contrapuestas, con que los procesos de mercantilización
y globalización afectan e inciden de manera desequilibrada, por un lado, en el deporte
de alta competición, espectáculo y profesional y, por otro lado, en la cultura de la salud
y de los hábitos deportivos de carácter recreativo de la población en general, esto es,
en lo que se conoce como bienestar personal o wellness.
Esta acción diferencial del avance de los procesos de mercantilización y de los recursos
económicos dedicados a uno y otro tipo de sistema deportivo van conduciendo
a la remodelación progresiva de los valores sociales que subyacen a los comportamientos
de la población, según se encuentre orientada por un sistema deportivo u otro. Con el
evidente avance de los procesos de mercantilización en el deporte espectáculo
altamente profesionalizado cobran mayor autonomía los sistemas económicos que se
desarrollan en torno al escasamente transparente y muy complejo entramado de
actividades que lo determinan, con el consiguiente predominio de los intereses
económicos sobre otro tipo de intereses nucleares de los sistemas sociales relacionados,
secularmente, con el deporte como un todo. De ahí el interés de indagar, desde una
perspectiva sociológica, en los cambios que pudieran estar teniendo lugar en los valores
sociales, de carácter moderno o posmoderno, que orientan los comportamientos
deportivos, en su sentido más amplio, de los diferentes grupos de población. Estos
cambios pueden estar creando –como así se pretende mostrar en las páginas que
siguen– una preocupante ambivalencia psicológica y sociológica en amplios sectores
de la población española, especialmente entre los más jóvenes, al estar orientados, por
una parte, al deporte competitivo y mercantilizado, ligado a valores como riqueza,
notoriedad e hipercompetitividad, y, por otra, a unas actividades físico-deportivas
asociadas, ideal o realmente, a la salud y a la recreación. Unas actividades estas últimas
que se encuentran deficientemente promocionadas por las diferentes instituciones
sociales, económicas y políticas, al menos cuando se comparan con lo que ocurre en
el ámbito del deporte de competición altamente mercantilizado, lo que acrecienta los
riesgos del avance de las referidas ambivalencias.
García Ferrando, M. Llopis R. (2011) I nform e España 2 01 1 , Fundación Encuentro, Madrid (pp. 3-4)
EJEMPLOS PRÁCTICOS. TEXTO 2
La práctica deportiva del Judo, que significa originalmente: ‘camino de la suavidad, fue
pensada desde sus mismos como un sistema de educación física y así se desprende
de los propios escritos de su fundador Jigoro Kano. El judo es un producto fruto del
encuentro entre la cultura oriental y la cultura occidental, y posiblemente ahí radica su
gran contribución para crear un deporte que, sin haber nacido en la cuna del deporte,
pudiese formar parte de la cultura deportiva universal. Las bases estaban sentadas
sobre pilares muy sólidos.
El proyecto educativo del campeón olímpico portugués Nuno Delgado que lleva por
nombre ‘Escuela de judo para formar campeones para la vida’ recupera de un modo
magistral está tradición educativa.
http://www.nunodelgado.net/
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 1.1
La diversidad de las funciones sociales del deporte: Ocio, creatividad,
salud, formación-educación, participación social
PARA SABER MÁS
Comisión Europea (2001): Decisión del Parlamento Europeo y el Consejo por la que se establece el Año
Europeo de la Educación a través del Deporte 2004, Comisión Europea, Bruselas.
Comisión Europea (2004):Citizens of the European Union and Sport, Special Eurobarometer
213, Comisión Europea, Bruselas.
Comisión Europea (2007) Libro Blanco sobre el deporte, Comisión Europea, Bruselas. (Versión electrónica en:
http://www.planamasd.es/sites/default/files/recursos/libro-blanco-sobre-el-deporte-de-la-ue.pdf
Comisión Europea (2010): Sports and Physical Activity, Special Eurobarometer 334, Comisión Europea, Bruselas.
C.S.D. (2009) Plan Integral A+D para la actividad física y el deporte. (Versión electrónica en: http://www.planamasd.es/
García Ferrando M. (1991): Los españoles y el deporte (1980-1990). Un análisis sociológico, CSD, Madrid.
García Ferrando, M. (2001): Los españoles y el deporte: prácticas y comportamientos en la última década del
siglo XX, MEC/CSD, Madrid.
García Ferrando, M. (2006): Postmodernidad y Deporte: Entre la individualización y la masificación. Encuesta
sobre hábitos deportivos de los españoles 2005, CSD-CIS, Madrid.
Gómez-Ferrer, R. y Rodríguez Victoriano, J.M. (2011), “Las dimensiones sociales y educativas del judo”, en VV.
AA., Judo. Una visión diversa II, Madrid: Visión Libros, págs. 269-323.
Mauss, M. (1971): Sociología y antropología, Tecnos, Madrid
Puig, N. y Heinemann, K. (1991), “El deporte en la perspectiva del año 2000”, Papers, 38, pp.
123-141.(Versión electrónica: http://ddd.uab.cat/pub/papers/02102862n38/02102862n38p123.pdf
VV. AA. (2009) Key Concepts in Sport Studies, SAGE, London.
Online:
Web de la Comisión Europea dedicada al deporte (en inglés, francés y alemán):
http://ec.europa.eu/sport/index_en.htm
Web de la Asociación Española de investigación Social Aplicada al Deporte: http://www.aeisad.org/
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
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FICHA 1.2
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El lugar del deporte en los procesos de socialización:
educación, familia, relaciones de amistad
Conceptos teóricos básicos
SOCIALIZACIÓN Y DEPORTE
Para comprender mejor el proceso de adaptación de una persona a la dinámica de una
determinada sociedad se ha creado el concepto de socialización, mediante el cual
entendemos la transmisión de pautas culturales vigentes en un determinado grupo
(enculturización) y la interiorización singular que hace de ellas cada persona y que,
llegando a formar parte de su personalidad, le capacitan para desenvolverse con
eficiencia y soltura en el seno de la sociedad. Mediante la socialización, cada una de
las personas miembros de una sociedad desarrolla aptitudes para vivir de forma
adecuada en el seno del grupo humano al que pertenece, pues va aprendiendo a guiar
su acción social de acuerdo con las normas, preceptos y costumbres que cohesionan
y dan estabilidad a la estructura social; de este modo, la sociedad consigue
retroalimentarse a sí misma, reproduciendo y manteniendo el orden social establecido.
La socialización implica un proceso de ajuste constante a la dinámica social. Los niños
aprenden a adaptarse socialmente, pues de ello depende la vivencia de experiencias
satisfactorias o desagradables. Pero en la actualidad la velocidad de los cambios
sociales no permite ya un proceso de adaptación social acabado, muy al contrario, el
proceso se prolonga a lo largo de la vida, y aunque se produzca de modo irregular,
existen momentos y circunstancias que agudizan la intensidad del proceso socializador
(adolescencia, acceso al mundo laboral, matrimonio, jubilación…).
Ahora bien, aunque el proceso de socialización dure toda la vida, hay que distinguir
dos etapas en el mismo y éstas sí que van asociadas a edades concretas. Se trata de
la socialización primaria y la secundaria. La primaria acontece en los primeros en los
primeros años de vida y es decisiva en la construcción del Yo. Se produce principalmente
en el ámbito familiar y la escuela primaria; una socialización primaria inadecuada puede
dejar lastres para siempre. La socialización secundaria se inicia cuando la persona
entra en contacto con agentes socializadores y situaciones sociales más lejanas a
su mundo privado. Representa aprender a interactuar con el mundo de las instituciones
y, en definitiva, a consolidarse como ser social.
Desde la perspectiva del deporte, el problema de la socialización adquiere al menos
un doble planteamiento: por una parte, el proceso mediante el cual la cultura deportiva
es adquirida por los sujetos sociales, hasta el punto de llegar a incorporarse como parte
de su personalidad singular; en este caso hablaremos de la socialización deportiva. Por
otra, el modo en que la cultura deportiva, una vez adquirida, facilita o proporciona al
deportista mecanismos y recursos para integrarse de un modo eficaz y positivo en el
seno de la sociedad; en este caso nos estamos refiriendo al proceso de la socialización
a través del deporte.
SOCIALIZACIÓN DEPORTIVA
La práctica deportiva remite necesariamente a un código moral, a toda una serie de
valores que, en sentido estricto, tienden a reforzar los valores dominantes en la sociedad
compleja de nuestros días. Por ello, aunque la socialización en el deporte remite al
aprendizaje real del deporte propiamente dicho, sin que en un principio haya que
delimitar la utilidad del deporte fuera del ámbito deportivo, lo cierto es que se trata de
una distinción más bien analítica que no resulta fácil de mantener en la realidad, en la
medida en que la socialización es un proceso continuo, y las experiencias y aprendizajes
de una cierta época en la vida tienden a influir en fases posteriores de la vida de los
individuos (Patriksson, 1996, p. 133).
El espacio social en el que cada uno desempeña los diferentes roles sociales determina,
en buena medida, el estilo de vida según el cual llevamos a cabo diferentes disposiciones
sociales, es decir, esquemas de relación social en el que nos encontramos integrados.
Estas pautas de comportamiento marcan el grado de nuestra integración social y, así
mismo, los modos en que nos diferenciamos de los demás, ya que, como afirma
Bourdieu: “el espacio social se constituye de tal forma que los agentes o grupos se
distribuyen en él en función de su posición en las distribuciones estadísticas según los
dos principios de diferenciación que, en las sociedades avanzadas, son sin duda los
más eficientes, el capital económico y el capital cultural” (Bourdieu,
1997, p. 18).
Estos dos grandes espacios de diferenciación social tienen a la familia como su primer
y gran agente socializador. La familia, mediante condicionamientos precoces transfiere
a sus nuevos miembros esquemas incorporados que son la base sobre la que se
asentarán hábitos que, asimilados de forma inconsciente al esquema de pensamiento,
definen todo un sistema de disposiciones y de percepciones que irán constituyendo
lentamente la personalidad.
Tradicionalmente, le ha correspondido al padre ser el agente socializador del habitus
deportivo. Esto ha sucedido así porque el modelo deportivo ha estado basado
tradicionalmente en la fuerza, en el brío y el coraje requerido para afrontar con entereza
y vigor las exigencias de la competición. La jerga deportiva está sobrecargada de
alusiones a los atributos masculinos, como signo de fortaleza y virilidad. La imagen y
la acción del padre, y en su defecto otros varones, han canalizado la incorporación de
estos esquemas intensamente masculinizados.
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 1.2
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El lugar del deporte en los procesos de socialización:
educación, familia, relaciones de amistad
Por el contrario, los esquemas incorporados que han prevalecido en los procesos de
presocialización de las mujeres han tenido a la madre como primer referente. Formas
de hablar, de vestir, de jugar…, han ido configurando unas pautas de conducta que
han enfatizado la sutileza, la ternura, la armonía o la estética en detrimento del vigor,
la fuerza o el coraje. No resulta extraño, pues, que sean las mujeres las más reacias a
formalizar su ejercitación física de modo competitivo, y estén en la vanguardia que va
abriendo nuevos cauces y expresiones en el sistema deportivo.
El sistema educativo protagoniza el segundo nivel a través del cual la cultura deportiva
penetra en el tejido social. La escuela no fija y refuerza tan sólo determinados patrones
de conducta, sino que, a través de una compleja red de relaciones simbólica, consolida
y hace brotar actitudes positivas frente a la práctica deportiva. La importancia de este
proceso dista mucho de parecer trivial, en primera instancia porque el tratamiento que
del deporte haga el centro escolar es con frecuencia considerado por muchos padres
como un indicador claro de calidad educativa, pues aunque no sean ellos practicantes
habituales les otorgan una significación altamente formativa y saludable.
Tampoco podemos soslayar el progresivo protagonismo de la educación no formal; de
ahí que hoy sean difícilmente explicables los procesos de transmisión cultural sin tener
en cuenta a los medios de comunicación de masas, y muy especialmente a la televisión,
que ha convertido a los ciudadanos en cosmopolitas domésticos.
SOCIALIZACIÓN A TRAVÉS DEL DEPORTE
Desde la perspectiva de la socialización, el deporte puede materializarse en diversas
situaciones sociales: club, escuela deportiva, grupo informal, carrera popular, partido
entre amigos…, y agentes socializadores, cada uno de los cuales puede tener procesos
de interacción distintos con la persona en situación de aprendizaje.
Heinemann (1992) establece una diferenciación entre el potencial socializador del
deporte como ámbito de adquisición de cualidades y la posibilidad de que éstas sean
transferidas a otros ámbitos de la vida cotidiana: trabajo, escuela, amigos, familia…,
aún tratándose de cualidades necesarias para vivir en sociedad.
Existe un amplio acuerdo en reconocer el elevado potencial socializador del deporte.
El deporte puede favorecer el aprendizaje de los papeles del individuo y de las reglas
de la sociedad, reforzar la autoestima, el sentimiento de identidad y solidaridad. Además,
parece que los valores culturales, las actitudes y los comportamientos individuales y
colectivos aprendidos en el marco de las actividades deportivas vuelven a encontrarse
en otros campos de la vida (VV. AA., 1996, p. 101)
Ahora bien, este potencial socializador puede tener consecuencias positivas o negativas
según el modo en que se produzca la interacción entre la persona que se socializa, los
agentes socializadores y las situaciones sociales, puesto que “cada agente socializador
tienen la capacidad de inhibir el desarrollo del niño o la niña en función de los valores,
las normas, las sanciones y las oportunidades que ofrezca en el momento adecuado”
(McPherson, 1986, p.
243).
Desde esta perspectiva, la noción de transferencia se torna enormemente frágil, ya que
aún teniendo en cuenta la socialización positiva que ejerce el deporte, al tratarse de
un proceso dinámico e interactivo permanente obliga a las personas a adaptarse de
modo constante a las nuevas situaciones
Manuel García Ferrando, Núria Puig Barata y Francisco Lagardera Otero (Comps.) Sociología del deporte, Alianza
Editorial, Madrid (pp. 88-98)
EJEMPLOS PRÁCTICOS. TEXTO 1
El deporte como actividad de ocio y tiempo libre
En las seis encuestas sobre los hábitos deportivos en España que han precedido a la
presente, hemos partido de la premisa de que el deporte contemporáneo determina un
campo de actividades sociales que forman parte, desde sus inicios en el siglo XIX, de
las actividades de ocio y tiempo libre propias de las sociedades industriales y urbanas.
Por ello, la plena comprensión sociológica del deporte aconseja el estudio de la posición
que ocupan las actividades relacionadas con el deporte que lleva a cabo la población,
en el marco del sistema social más amplio que determinan las actividades de ocio y
tiempo libre.
La conquista social del tiempo libre, esto es, del tiempo de no trabajo, ha constituido
la base sobre la cual el ocio ha ido adquiriendo un papel cada vez más central en las
sociedades contemporáneas. En el nuevo escenario postmoderno el ocio se ha
configurado como un espacio privilegiado para satisfacer las demandas de la población,
lo que ha conducido al reconocimiento del ocio como una necesidad que se plantea
en la medida en que van siendo cubiertas las necesidades básicas y, también, como
un derecho humano básico que corresponde a la persona por el hecho de serlo
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 1.2
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El lugar del deporte en los procesos de socialización:
educación, familia, relaciones de amistad
(Ispizua y Monteagudo, 2009: 251). De este modo, el ocio ha llegado a convertirse en
un hecho político, en el sentido de derecho de los ciudadanos a que las Administraciones
Públicas ejerzan un papel activo en su promoción y facilitación mediante la creación
de equipamientos y el establecimiento de oportunidades, entre las que cabe incluir las
referentes a las actividades deportivas como determinantes de espacios preferentes
de ocio (Ruiz Olabuénaga, 1994).
En el ámbito de las reflexiones sociológicas sobre trabajo y ocio, existe un amplio
consenso en el reconocimiento de ciertos rasgos emergentes en las prácticas laborales
y de ocio en las sociedades modernas, que difieren significativamente de las
correspondientes prácticas en las anteriores sociedades industriales de la modernidad.
Destaca, entre otras características, el carácter autoindulgente y la vinculación a
decisiones estrictamente individuales, así como procesos de compra de productos y
servicios propios del ocio postmoderno, que difieren de manera acusada de aquellos
otros que presentaban un perfil más disciplinado y formalmente organizado en el trabajo
y ocio modernos.
Frente a la clara oposición entre el ámbito del trabajo y el ámbito del ocio que ha venido
caracterizando a las sociedades industriales en su larga etapa de modernidad, el trabajo
ha vuelto a penetrar en el hogar en las sociedades postmodernas tal como ocurría
secularmente en las sociedades agrarias y preindustriales, sólo que ahora se hace a
través de las tecnologías de la información, el ordenador portátil, el teléfono móvil e
Internet. Además, el trabajo se va convirtiendo en muchos casos en una prolongación
de las actividades de ocio, de tal manera que cada vez resulta más fácil y más frecuente
convertir las preferencias y actividades de ocio de las personas en el determinante de
sus preferencias laborales y emprendedoras, así como en la elección de los estudios
académicos entre las nuevas generaciones que van creciendo en un entorno social
caracterizado e influenciado por las nuevas tecnologías y la innovación continua.
Todos estos cambios es posible detectarlos y seguirlos en el ámbito del deporte, tanto
en su ámbito personal y de elite como en su ámbito popular y recreativo, que son, por
otro lado, crecientemente interdependientes e interinfluyentes en el marco de unas
relaciones de intereses económicos que son determinantes de los gustos y prácticas
de la población, en un escenario ciertamente masificado desde un punto de vista
cuantitativo, pero fragmentado en individuos y subculturas grupales que se esfuerzan
por satisfacer sus propias preferencias, intereses y necesidades.
Las prácticas deportivas tienen una influencia considerable, para amplios grupos de
población, en la configuración de estilos de vida y grupales en los que la preocupación
por el cuerpo ha adquirido un rasgo primordial. Y es que mientras el ocio propio de la
modernidad –en el caso de la sociedad española todavía dominante con anterioridad
a la década de los años 90 del siglo XX– estaba más vinculado a la salud corporal y la
forma física, en el ocio de la actual etapa postmoderna se prioriza la adquisición de
una imagen y de una apariencia personal diferenciada. Y esto es lo que tratan de
conseguir los cada vez más numerosos clientes de la gran variedad de establecimientos
y gimnasios, dotados muchos de ellos de sofisticados aparatos y mecanismos
biomecánicos orientados a la enseñanza y práctica de actividades corporales inspiradas
en filosofías y tradiciones orientales que, en las sociedades globalizadas, se han
fusionado más o menos creativamente con las prácticas físicas y deportivas occidentales
propias de la modernidad.
Si es cierto, como señala Rojek, que otra característica relevante del ocio en las
sociedades de capitalismo avanzado es el hecho de estar descentrado, esto es, que
ya no ocupa un área específica de la vida social que pueda estudiarse y comprenderse
por sí misma al haberse convertido en algo difuso (Rojek, 1995), cosa parecida tiene
que estar ocurriendo en el ámbito deportivo, tanto por lo que se refiere a qué cosa es
o pueda ser deporte, a lo que es o pueda ser corporalmente saludable y ético, a lo que
es o pueda ser, en suma, un estilo de vida deportivo o una sociedad más o menos
deportivizada.
Precisamente la contribución primordial de los resultados de la presente encuesta,
diseñada y analizada en el marco de las seis que la han precedido en estas tres últimas
décadas, consiste en dimensionar empíricamente el alcance de los cambios y
permanencias de los comportamientos deportivos de la población en España, así como
la percepción y evaluación de los cambios que van teniendo lugar en el espacio social
y político que determina el deporte, entendido siempre como una actividad de ocio y
tiempo libre en permanente cambio, al igual que ocurre en el resto de los sistemas
sociales que configuran el conjunto de la sociedad.
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 1.2
El lugar del deporte en los procesos de socialización:
educación, familia, relaciones de amistad
El posicionamiento del deporte como una actividad de tiempo libre
Habida cuenta de la creciente diversificación de lo que pueden considerarse actividades
de tiempo libre, en la presenta encuesta hemos reducido los contenidos del indicador
o pregunta del cuestionario que hace referencia a dichas actividades, ya que el interés
primordial de este indicador consiste en conocer la posición que ocupa el deporte como
actividad de ocio y tiempo libre, tanto en su dimensión de práctica personal como en
su dimensión más pasiva pero frecuentemente tanto o más intensa de ver deportes,
como espectador presencial o mediático, en tanto que espectáculos o entretenimiento.
Esta decisión dificulta e incluso desaconseja la comparación puntual y detallada del
posicionamiento del deporte como actividad de tiempo libre, con respecto al resto de
tales actividades en las encuestas anteriores. Con todo, este indicador nos permite
constatar una vez más el carácter relevante que tienen las actividades de tiempo libre
de carácter físico que hemos incluido también, al igual que en las encuestas anteriores,
en la encuesta 2010, esto es, andar y pasear, ver y hacer deporte, y salir al campo e
ir de excursión.
García Ferrando, M., Llopis, R. (2011) I deal dem ocrá tico y bienes tar p ersonal, CIS, Madrid (pp. 37-43)
PARA SABER MÁS
Bourdieu, P. (1997), Razones prácticas. Sobre la teoría de la acción, Barcelona, Anagrama.
C.S.D. (2010) Marco Nacional de la actividad física y el deporte en edad escolar (Versión electrónica en:
http://www.csd.gob.es/csd/estaticos/dep-escolar/MARCO-NACIONAL-DE-LA- ACTIVIDAD-FISICA-Y-ELDEPORTE-EN-EDAD-ESCOLAR-2010.pdf
Heinemann, K. (1992), “Socialización”, p. 546-548, en Diccionario Trilingüe de Ciencias del Deporte, Malaga,
Unisport, Junta de Andalucía.
McPherson, B. (1986), “Socialization Theory and Research. Toward a new wave of scholary inquiry in a sport
context”, en Ree & Miracle (eds.), Sport and Social Theory, Champaign, Human Kinetics.
Patriksson, G. (1996) “Socialización deportiva”, pp. 123-149, en VV. AA., La función del deporte en la sociedad,
Madrid, Consejo Superior de Deportes.
VV. AA. (1996), La función del deporte en la sociedad, Madrid, Consejo Superior de Deportes.
VV. AA. (2011), Práctica de deporte y comportamientos Violentos en competiciones deportivas, Gabinete de
prospección sociológica-Presidencia del Gobierno vasco.
VV. AA. (2011), Los hábitos deportivos de la población escolar en España, Consejo Superior de Deportes, Madrid.
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FICHA 1.3
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El lugar potencial del deporte en los procesos de integración social:
desigualdades, solidaridad y cooperación
Conceptos teóricos básicos
Es difícil responder a la pregunta de si el deporte puede facilitar la integración social
de colectivos sociales vulnerables. Los dos términos –deporte e integración- han dado
lugar por separado a infinidad de páginas escritas y debates que no facilitan una
respuesta apresurada y simplista a la cuestión. Por un lado, es cada vez más difícil
hablar del deporte en las sociedades actuales con un sentido unitario. Su
pluridimensionalidad se desglosa en numerosas facetas: deporte-alto nivel, deporteespectáculo, deporte-salud, deporte-ocio, deporte-educación física, deporte-integración
social o lucha contra las discriminaciones, la violencia o el dopaje, entre otras. Cada
una de ellas está unida a una serie de prácticas y representaciones diferentes, a veces
incluso contrapuestas, lo que hace muy difícil mantener una opinión unificada respecto
a las potencialidades del deporte. Por ejemplo, el deporte puede ser un excelente medio
para la educación física y para hacer aumentar su práctica, sin embargo, no son pocos
los que mantienen que el crecimiento del deporte-espectáculo está reduciendo el nivel
de práctica de los jóvenes. Igualmente, el deporte de alto nivel genera grandes éxitos
deportivos, pero muchas veces va acompañado por prácticas de dopaje que desentonan
absolutamente con el espíritu de juego limpio que presumiblemente promueve el deporte.
En ocasiones, estas contradicciones están instaladas de forma estructural en las
instituciones que rigen el deporte en un país, de manera que quien gestiona a escala
nacional el deporte toma decisiones que posibilitan paralelamente el desarrollo
contradictorio de las dos tendencias.
Algo similar ocurre con el término integración social. Las ciencias sociales acostumbran
a manejar conceptos generales, poco precisos, basados en un consenso tácito entre
los expertos acerca de su uso. Este consenso suele desmontarse bruscamente cuando
se entra en detalles. En sociedades crecientemente heterogéneas, los procesos de
integración social son difíciles de definir. ¿Qué dimensiones son más determinantes
para describirla: político-jurídicas, lingüísticas, económico-laborales, culturalesidentitarias? ¿Cómo se interrelacionan todas ellas, cómo pueden medirse? Estos
interrogantes no tienen hoy una respuesta homogénea por parte de los muchos expertos
dedicados a buscarla. Sabemos que las grandes variables clásicas: clase social, etnia,
género y edad son fundamentales para generar problemas de integración social, pero
sigue faltando una explicación determinante que establezca nexos inequívocos que
descifren la exclusión social. Quizá no la haya.
Esta falta de precisión de las ciencias sociales es la misma que no permite garantizar
la existencia de un nexo automático entre la integración social y el deporte. Como
señala Klaus Heinemann (2002) hay que tomar este binomio con excepcionalidad y
prevención, sobre él se dan demasiadas suposiciones, muchas iniciativas, pero pocos
resultados controlables. Heinemann continúa su argumento afirmando que la integración
social es algo demasiado serio y complejo como para hablar de integración por el
deporte y concluye afirmando, con algo más de optimismo, que quizá sí se pueda hablar
de capacidades de integración, en el sentido de que algunas facetas del deporte puedan
favorecer los procesos de integración social.
FUNCIONES SOCIALES DEL DEPORTE E INTEGRACIÓN SOCIAL
Esta falta de precisión de las ciencias sociales es la misma que no permite garantizar
la existencia de un nexo automático entre la integración social y el deporte. Como
señala Klaus Heinemann (2002) hay que tomar este binomio con excepcionalidad y
prevención, sobre él se dan demasiadas suposiciones, muchas iniciativas, pero pocos
resultados controlables. Heinemann continúa su argumento afirmando que la integración
social es algo demasiado serio y complejo como para hablar de integración por el
deporte y concluye afirmando, con algo más de optimismo, que quizá sí se pueda hablar
de capacidades de integración, en el sentido de que algunas facetas del deporte puedan
favorecer los procesos de integración social.
Para tratar las capacidades integradoras hoy, habría que comenzar señalando la
abundancia de evidencias que han encontrado los antropólogos, que confirman cómo
los deportes, o quizá sería más conveniente decir los juegos, están encastrados en la
sociedad, se confunden con los ritos, la religión, las ceremonias políticas o militares.
Este sentido social profundo es un argumento a favor de la idea del deporte integrador.
Gregory Bateson (1985) analizó cómo la evolución del juego debió ser un paso importante
en la evolución de la comunicación. El juego sólo podía producirse si los organismos
participantes eran capaces de cierto grado de metacomunicación, es decir, de intercambiar
señales que transmitieran el mensaje: "esto es juego". El juego es así un productor de
relaciones y rituales a través de los cuales la comunidad se cuenta a sí misma.
[…] La idea de que el deporte está enclavado en la estructura social y tiene funciones
asociadas a ésta es un principio básico que nos obliga a buscar las conexiones
macrosociológicas del deporte con los procesos de integración social. Las muy conocidas
y debatidas investigaciones de Norbert Elias (1989) nos muestran que el Estado juega
un papel central en el proceso de civilización debido a su monopolio de la violencia
legítima y del control social. Sin entrar en detalle en sus argumentos, nos interesa su
idea sobre el papel que ha jugado el deporte en el refinamiento de las costumbres y
las normas sociales y en la presión sobre los individuos para el autocontrol de sus
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
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El lugar potencial del deporte en los procesos de integración social:
desigualdades, solidaridad y cooperación
emociones y agresividad. Elias y Dunning (1992) se valen del ejemplo del fútbol en la
Inglaterra de finales del XIX para ilustrar el sometimiento de las tensiones y la implantación
de pautas civilizatorias a través de este deporte.
Existe una dimensión muy importante en el deporte que se explora poco en la literatura
sobre deporte e integración. Se trata del lugar del cuerpo y de los sentidos. Se indaga
sobre los contenidos educativos, pero menos sobre la dimensión puramente sensorial
o corporal de una actividad deportiva en los contextos vulnerables; sobre el mundo de
sensaciones primarias kinestésicas que se desarrollan en el cuerpo. Sigmund Freud
escribía en 1923 al comienzo de El yo y el ello, que el yo es sobre todo un yo corporal,
que deriva de sensaciones corporales, predominantemente de la piel, del sentido del
tacto. Este lugar tan señalado del cuerpo y los sentidos en la tradición psicoanalítica,
invitaría a reorientar el racionalista “pienso, luego existo” por un sensualista “siento,
luego existo”, que abre dimensiones muy creativas en el análisis del deporte y la
construcción de vivencias personales a través del cuerpo.
En su libro Entre las cuerdas. Cuadernos de un aprendiz de boxeador Loïc Wacquant
(2004), nos da todo un repertorio de cómo el cuerpo ocupa un lugar central en la
experiencia deportiva y cómo se conecta con vivencias personales. Wacquant analiza
el lugar del boxeo en un barrio negro de Chicago.
[…] De este imprescindible estudio pueden extraerse dos procesos esenciales para la
vivencia deportiva: la experiencia de la sensualidad del cuerpo en el deporte, donde
las sensaciones y los sentimientos se entretejen y, en segundo lugar, la experiencia de
la comunidad de aprendizaje, donde se transmiten valores y conocimientos deportivos
y existenciales. Aunque Wacquant se refiere al boxeo, prácticamente todas sus
afinadísimas observaciones pueden extenderse a otros deportes.
En cuanto a la experiencia de la sensualidad, Wacquant habla de los placeres del
gimnasio, del sentimiento que se produce en el cuerpo mediante la práctica deportiva.
Esta identificación de la actividad física con el placer explica su realización a pesar de
los sacrificios y la dureza que supone. Es una recompensa sentir cómo el propio cuerpo
“se ensancha, se libera, se “hace” poco a poco a la disciplina que se le impone. Además
del sentimiento de embriaguez muy viva que procura, el entrenamiento es por sí mismo
su propia recompensa cuando se consigue dominar un gesto difícil con la sensación
de haber duplicado la potencia o cuando permite la victoria sobre sí mismo.” (Wacquant,
2004: 74). En esta idea, se capta esa conexión entre las puras sensaciones físicas y los
sentimientos de superación personal y mejora que el ejercicio genera.
[…] Además de esta primera vivencia de la sensualidad, cabe destacar una segunda
que tiene en su centro no el cuerpo sino el gimnasio, lugar de sociabilidad protegida,
lejos de la violencia y las drogas que campean en el gueto. Todas las metáforas que
Wacquant emplea para definir el gimnasio sugieren un espacio protector. El gimnasio
es así una guarida, una cofradía, una iglesia. El gimnasio es al boxeo lo que la iglesia
es a la religión: una comunidad moral, un sistema solidario de creencias y prácticas.
Esta función protectora y nodriza le sitúa como un antídoto contra la calle.
Más aún, Wacquant profundiza sobre cómo el “programa oculto del gimnasio trasmite
a los aprendices, de forma osmótica y oral, la sabiduría vernácula de la profesión” (ibid,
p. 51). Con ello se asienta un proceso de iniciación al aprendizaje en el que quien
empieza es el guardián del conocimiento que el mayor le ha confiado y que a su vez
debe trasmitir a los que le siguen. Aunque el boxeo es un deporte individual, el aprendizaje
es colectivo y situado en el gimnasio, se realiza de forma coordinada, cada participante
resulta ser un modelo visual -positivo o negativo- para los demás y los más adelantados
enseñan a los que empiezan como si fueran el entrenador. Este aprendizaje en comunidad
cubre también necesidades de identidad de los jóvenes boxeadores del gueto, les
permite sentirse especiales, les distingue de los que no hacen nada, les da una posibilidad
de salir del anonimato, la mediocridad y la indiferencia tan presentes en el gueto.
Balibrea, E. Santos, A. (2011) Depor t e en l os barrios : in teg ración o cont rol social, Ed. Universitat Politècnica
de València, Valencia, pp. 13-29.
EJEMPLOS CONCRETOS
Recogemos en este apartado de ejemplos concretos una variedad de experiencias que
ilustran las potencialidades integradoras del deporte en diferentes dimensiones.
Trataremos, entre otras dimensiones integregadoras del deporte: el fomento de la paz,
la solidaridad, la cooperación internacional, el ciudado del medio ambiente.
Extraemos la información de Red Deporte y Cooperación, una ONG de desarrollo que
utiliza el deporte como puerta de entrada para que muchos niños y jóvenes desfavorecidos
de países empobrecidos puedan acceder a derechos básicos como la seguridad
alimentaria, la salud, la educación y la paz. Desde su nacimiento en 1999 ha puesto en
marcha más de 25 proyectos de cooperación. http://www.redeporte.org/
<http://www.redeporte.org/>
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 1.3
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El lugar potencial del deporte en los procesos de integración social:
desigualdades, solidaridad y cooperación
Conflictos armados: Apoyo a la convivencia interétnica entre la población de Istok'
El proyecto, financiado por el Ayuntamiento de Madrid, tiene como objetivo principal
fomentar la convivencia interétnica entre la población de Istok, mediante el desarrollo
de un programa educativo a través del deporte y de actividades de sensibilización en
4 centros educativos de diferente composición étnica serbia y Bosnia y albano kosovar.
Red Deporte ha dotado una red de instalaciones deportivas en todas ellas. Se ha
construido un total de 8 campos de baloncesto, 7 de fútbol, 5 de voleibol, y todas
ellas con pequeñas gradas para que pueda crearse un ambiente festivo y positivo en
cada una de las actividades deportivas. El personal de Red Deporte ha llevado a cabo
numerosos talleres de conocimiento mutuo, dinámicas para el contacto y la convivencia
pacífica entre jóvenes, en todas las escuelas.
Bandas: Deporte para prevención de la violencia en jóvenes ex - miembros de
maras y en riesgo de exclusión'
Este proyecto deportivo, financiado por la Comunidad de Madrid, es un foco de atracción
sumamente interesante como alternativa a la permanencia en la calle y la exposición
al contacto con la delincuencia y las maras. En el marco del Centro “Polígono Industrial
Don Bosco”, Red Deporte va a abordar la construcción de un pabellón multiusos,
para su aprovechamiento deportivo y educativo con actividades como artes marciales,
voleibol, fútbol sala y baloncesto. Además, se va a dotar la mejora de las canchas
exteriores del Centro para niños y jóvenes que habitan en una zona de alto riesgo por
la implantación de las maras o bandas juveniles muy violentas y delictivas. Se va a
formar un grupo de líderes juveniles por la convivencia pacífica y el respeto a los
derechos humanos como ejemplo para los jóvenes de la zona.
y tomando como referencia los proyectos de Senegal, para el futuro desarrollo de un
programa deportivo – educativo en África Occidental Francesa. El proyecto contó con
la visita de la Expedición Madrid Rumbo al Sur durante tres días al Centro de Dakar;
en unas jornadas de convivencia de jóvenes senegaleses y madrileños, que compartieron
una experiencia inolvidable en 2006. La visita de la Expedición Madrid Rumbo al Sur
se ha repetido en 2008 al Centro Deportivo – Educativo de Tambacounda.
PARA SABER MÁS
Bateson, G. (1985) Pasos hacia una ecología de la mente, Lohlé-Lumen, Buenos Aires.
Caillois, R. (1986) Los juegos y los hombres. La máscara y el vértigo, Fondo de Cultura Económica, Méjico.
Heinemann, K (2002) “Deporte para inmigrantes: ¿instrumento de integración?” Apunts. Educació Física i Esport,
nº68.
Rato, M. y Ley, C. (2009) “Análisis crítico sobre proyectos de deporte e interculturalidad en la cooperación para
el desarrollo”, en Durán, J. Actividad física deporte e inmigración, el reto de la interculturalidad, Dirección General
de Deportes, Comunidad de Madrid.
Sánchez, R. (2010) “Políticas ciudadanas, inmigración y cultura: El caso del deporte en la ciudad de Barcelona”,
Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, n 2.
Unicef (2010) Guía para la práctica deportiva. Deporte para un mundo mejor, Consejo Superior de Deportes,
Madrid.
Wacquant, L. (2004) Entre las cuerdas. Cuadernos de un aprendiz de boxeador, Alianza Editorial, Madrid.
Cooperación Internacional: Integración socioeducativa a través del deporte
y la formación para la juventud de Senegal
Con el proyecto financiado por la Comunidad de Madrid, se estableció una Red de 3
centros deportivo – educativos que fomentan una educación integral de la juventud
senegalesa en tres ciudades: Dakar, Thies y Tambacounda. Se ha puesto en marcha
un programa organizativo para potenciar el deporte de base y las actividades culturales
como alternativa de los jóvenes senegaleses a la permanencia en la calle. Además, se
ha llevado a cabo un estudio de viabilidad y necesidades deportivo – educativas en la
zona, realizándose junto al socio local en Senegal, Malí, Benin, Togo y Costa de Marfil;
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
TEMA 2.
VOLVER
LOS VALORES SOCIALES
Y LA PRÁCTICA DEPORTIVA
Ficha 2.1
Los valores asociados a la práctica deportiva desde un
planteamiento crítico. Deporte, valores y contravalores.
Ficha 2.2
El debate sobre las capacidades del deporte para favorecer
la integración- inserción social.
Ficha 2.3
Más allá de los valores: La necesidad de intervenir en
problemas oficiales a través de proyectos deportivos de
investigación-acción.
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS
DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 2.1
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Los valores asociados a la práctica deportiva desde
un planteamiento crítico. Deporte, valores y contravalores.
Conceptos teóricos básicos
En esta ficha presentamos diversos textos que nos van a aproximar al concepto de
valor o valores, especialmente relacionados con la práctica deportiva. Pero, como
hemos señalado anteriormente, esta presentación no está exenta de la crítica que sitúa
el tema de los valores en un peligroso panorama de contravalores. La posible transmisión
de estos valores “buenos” se circunscribe mejor al ámbito de la praxis que al de las
ideas, pertenece más al contexto del hacer que al texto del decir. Como señalara tan
acertadamente Aristóteles en su Ética a Nicómaco, y de un modo que es totalmente
pertinente al hablar de valores: “… Obtenemos las virtudes ejercitándolas… como ocurre
también en el caso de las artes. Las cosas que debemos aprender antes de hacerlas,
las aprendemos mejor haciéndolas; por ejemplo, los hombres se vuelven constructores
construyendo y ejecutores de la lira tocando la lira; también nos volvemos justos
ejecutando actos justos, moderados ejecutando actos moderados, valientes ejecutando
actos valientes… así pues, es muy importante que formemos hábitos de una u otra
clase en nuestros jóvenes”.
TEXTO 1
El deporte es un escenario excepcional para la transmisión vivencial de valores. Pero,
¿qué entendemos exactamente por valores? ¿Cuáles puede generar la práctica física?
¿Son todos deseables? Trataremos de responder a estas preguntas para después
poderlo aplicar al papel de los agentes vinculados a la promoción de los mismos.
Cuando hablamos de valor lo concebimos como un principio normativo que preside y
regula el comportamiento de las personas en cualquier situación y momento; es algo
emocional que alcanza lo racional, como creencia y convicción que guía la existencia
humana. Los valores se erigen como modelo ideal de realización personal que se intenta
plasmar en la conducta, en la manera de actuar, reaccionar y vivir; además, son la base
de la visión e interpretación del mundo. No son observables ni evaluables, en tanto que
son ideales abstractos que representan creencias, verdades, cosmovisiones.
Es interesarse diferenciar los valores de las actitudes y los hábitos: los segundos derivan
en gran medida de los primeros, y representan la disposición y tendencia de
comportamiento ante determinadas situaciones, objetos, hechos o personas. Se
relacionan con el carácter y la práctica, por lo que son susceptibles de ser objeto de
aprendizaje y cambio, lo que supone una vía de incidencia en cuanto a valores se refiere.
En relación a los valores que se desprenden del deporte y la actividad física existen
diversas clasificaciones que contemplan factores diferentes. Atendemos a la clasificación
que establece tres tipos de valores: los utilitarios, los referentes a la salud y los morales.
Entendemos por utilitarios aquellos valores relacionados con algo material o económico,
aquello que poseemos y nos sirve de algo, que se puede medir e intercambiar. Nos
sirven de ejemplo de este tipo de valores el espíritu lúdico, el esfuerzo, la tenacidad o
el aprovechamiento del tiempo. Por otro lado, los valores referentes a la salud son
esenciales en el deporte en edad escolar, ya que la sensibilización en este sentido
puede contribuir a la adquisición de buenos hábitos, como por ejemplo, los relacionados
con la higiene y la alimentación. Por último, los valores morales son específicamente
las cualidades que se atribuyen a las cosas, las personas y las sociedades, que se van
descubriendo y asumiendo creativamente a través de un proceso de selección y
clarificación. Son inmateriales y algunos ejemplos son la cooperación, la tolerancia, la
honestidad, la responsabilidad, la cordialidad, el juego limpio o el compañerismo.
Sin embargo, como se ha advertido, el deporte no sólo se vincula a estos valores
positivos, sino que también pueden derivar de su práctica algunos no tan deseables
para el individuo y la sociedad. Es por eso que resulta fundamental distinguir los valores
de los contravalores y el marco que nos permite distinguirlos y no caer en el relativismo.
En este sentido, los valores deben respetar y desarrollar los derechos fundamentales
para poder ser considerados valores deseables para el individuo y la sociedad.
Evidentemente, dentro de este marco de referencia general cada persona y sociedad
construye su propio sistema de valores.
Respecto a los valores referidos a la salud se pueden señalar de un modo no exhaustivo
los siguientes: autoaceptación del cuerpo, cuidado del cuerpo, higiene, calidad
de vida, alimentación sana, cuidado y respeto del nivel evolutivo. La otra cara de la
moneda serían los contravalores que tienen que ver con: rechazo del cuerpo, desatención
del propio cuerpo y falta de respeto de los niveles evolutivos.
En lo que concierne a los valores utilitarios se encuentran, entre otros: espíritu lúdico,
esfuerzo, perseverancia, tenacidad, aprovechamiento el tiempo, autorregulación,
motivación, autoconocimiento y autocontrol. Por su parte, los contravalores de tipo
utilitario tienen que ver con la: inconstancia, pasotismo, indiferencia o desmotivación.
Desde el punto de vista de los valores de tipo moral se pueden señalar: respeto y
aceptación de las normas, cooperación, tolerancia, cordialidad, compañerismo,
honestidad, responsabilidad, generosidad, sentido de pertenencia, empatía, autoestima,
espíritu crítico y constructivo, aceptación de la diferencia, paz, justicia social, solidaridad,
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 2.1
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Los valores asociados a la práctica deportiva desde
un planteamiento crítico. Deporte, valores y contravalores.
respeto al medio ambiente. En el reverso encontramos algunos contravalores morales
representados por: violencia, exceso de competitividad, abuso y mal uso del cuerpo,
egoísmo, insolidaridad, intolerancia, sexismo, xenofobia y racismo.
C.S.D.-UNICEF España (2010) Deporte para un mundo mejor. Guía par a la práctica depor tiva, pp. 10-12.
Online en: http://www.csd.gob.es/csd/sociedad/deporte-para-el-desarrollo-y-la-paz/
TEXTO 2
“El deporte hace el carácter”, es el lema que ha perdurado desde los clásicos y que
ha venido significando la esencia misma de la práctica deportiva. Desde tiempos muy
antiguos, el deporte ha sido considerado un medio apropiado para adquirir valores tales
como ciudadanía, perseverancia, afán de superación, conocimiento de los propios
límites, cooperación, trabajo en equipo, justicia, honestidad, lealtad, integridad, autoestima,
valor, creatividad, respeto a los demás, tolerancia, responsabilidad, control emocional,
autodisciplina, intercambio cultural… Todos estos y otros muchos valores y cualidades
socialmente deseables que puede facilitar el deporte no han tenido siempre la misma
interpretación y jerarquía a lo largo de la historia, de tal modo que cada época ha
resaltado unos sobre otros y ha considerado como positivos ciertos valores que en otro
momento han sido rechazados por inaceptables. En ello radica la relatividad de los
valores y la necesidad de interpretar cada valor en relación con el contexto histórico y
sociocultural concreto.
Durante mucho tiempo se ha considerado la práctica deportiva como una excelente vía
de promoción y desarrollo de los valores sociales y personales, y son numerosos los
autores que han manifestado su convencimiento en relación con esta idea. (…) Sin
embargo, también parece ser que muchos coinciden en que la progresiva relevancia
del deporte, así como el deterioro en las formas de practicarlo, sobre todo en los últimos
tiempos, ha puesto en tela de juicio esa tradicional creencia de que el deporte promueve
valores éticos y forma el carácter.
Y es que, como afirma Gervilla (2000): “también el deporte se ha liberado del lirismo
de las virtudes, se ha puesto a tono con la lógica posmoralista, narcisista y espectacular.
En la actualidad, el deporte de masas es, en lo esencial, una actividad dominada por
la búsqueda del placer, del dinamismo, de la experiencia de uno mismo. Después del
deporte disciplinario y moralista, he aquí el deporte-ocio, el deporte-salud, el deportedesafíos. La emoción corporal, el placer, la sensación, el equilibrio íntimo, la forma física
y psicológica son hoy los emblemas más significativos del individualismo narcisista. Ya
no es el deporte aristocrático, sino el deporte a la moda, a la carta, en el que cada día
aumenta la gama de ofertas diversificadas en las que todas pretenden el culto al cuerpo.
Así, el deporte se ha desmoralizado, se ha liberado de cualquier ideal trascendente que
no sea el triunfo de él mismo. El deporte, pues, por sus propias características de
competitividad, eficiencia, récords, espectáculo, e incluso, desmesura física, se ha
convertido frecuentemente en desnaturalización de la educación física y puede que,
incluso, en antieducativo”.
(…) Vemos, por tanto, la gran controversia que existe en la actualidad con relación al
deporte. Mientras por un lado se defiende que el deporte promueve conductas deseables,
por otra parte se pone de relieve que la lucha por el éxito y el triunfo ha corrompido los
más nobles ideales de juego limpio y el espíritu de la deportividad. Por un lado nos
encontramos con entrenadores que se esfuerzan por promover el juego limpio y la
deportividad, y otros, por el contrario, consideran que el deporte es así y que lo único
que hace es mostrar los valores dominantes en cada sociedad.
Gutiérrez, M. (2003) M anual so bre val ores en educaci ón física y el dep ort e, Barcelona, Paidós,
pp. 72-76
TEXTO 3
El deporte no tiene valores en sí mismo. Sobre todo, los valores del deporte son, o bien
juicios subjetivos y estimativos que emiten las personas que lo practican sobre la base
de los efectos (positivos o negativos) que creen obtener, o bien los efectos que ciertas
instituciones (clubes, gimnasios de fitness, el Estado, las instituciones educativas…)
le atribuyen.
La tesis de la valoración subjetiva del deporte
Disponemos de resultados de investigaciones empíricas procedentes de todas las
sociedades modernas acerca de por qué la gente hace deporte, de qué es lo que valora
de éste y de los efectos que desea obtener de él. Dichos resultados pueden dar por
empíricamente sentado lo que se espera del deporte, a saber:
- Salud, fitness y modelar el cuerpo,
- Bienestar, sentir y conocer el cuerpo,
- Diversión, satisfacción y distracción,
- Vida social, comunicación e integración,
- Belleza, una forma atractiva de expresión individual y con ello, según las circunstancias,
también confianza en sí mismo,
- Prestigio, reconocimiento y aceptación social,
- Distracción, sensaciones y un disfrute de rápida satisfacción.
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 2.1
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Los valores asociados a la práctica deportiva desde
un planteamiento crítico. Deporte, valores y contravalores.
Sin embargo, esta recopilación no contiene informaciones válidad. Parece que proceda
de un folleto publicitario de una asociación de tiempo libre y no que sean el resultado
de grandes esfuerzos investigadores. Estos datos no son más que la agregación de
muchas opiniones individuales. Además, no se sabe qué se esconde exactamente
detrás de estas opiniones individuales (…).
El valor del deporte resulta ser un juicio subjetivo de aquellas personas que lo practican
o que no lo hacen por considerar su valor negativo. Lo que unos saborean de forma
especial, a otros puede ser que les llegue incluso a repeler: para unos una maratón
constituye una forma sin igual de conocer los límites y resistencia personal y para otros
una tortura física de mal gusto; ir a un gimnasio de fitness les resulta a algunos
imprescindible para la salud y otros lo ven como pura vanidad; correr es para unos una
forma especial de disfrutar de la naturaleza y para otros un trote aburrido por caminos
llenos de baches; a unos les embriaga la velocidad del esquí y otros lo ven como
amenaza para sus huesos y para el medio natural. Cada persona se hace una composición
distinta de las ventajas y desventajas del deporte.
Heinemann, K. (2001) “Los valores del deporte. Una perspectiva sociológica”, Apunts, 64, pp. 17-25,
INEFC. Disponible en: http://www.revista-apunts.com/apunts.php?id_pagina=7&id_post=451
profesores y entrenadores como promotores de valores) y ofrece actividades prácticas
para el desarrollo de valores a través de la práctica deportiva.
Gutiérrez, M. (2003) Manual sobre valores en educación física y el deporte, Barcelona, Paidós.
PARA SABER MÁS
Además de las referencias citadas en los dos apartados anteriores podemos añadir para desarrollar el tema:
Cardús, S. (2000) El desconcert de l´educació. Les claus per entendre el paper de la familia, l´escola, els valors,
els adolescents, la televisió… i la inseguretat del futur, Barcelona, La Campana.
Cecchini, J. A. (2003) La educación física en la postmodernidad, pp. 383-396, en VV. AA.
Deporte y Postmodernidad, VII Congreso AEISAD, Madrid, Esteban Sanz.
Fraile, A. (2011) “El desarrollo socio-moral a través del deporte escolar en el contexto europeo”, actas del II
Congreso del Deporte en Edad Escolar, Valencia 26-28 octubre 2011 (en CD-ROM)
Gervilla, E. (2000) Valores del cuerpo educando, Barcelona, Herder.
VV. AA. (2003) Deporte y Postmodernidad, VII Congreso AEISAD, Madrid, Esteban Sanz.
EJEMPLOS CONCRETOS
1-Deporte para un mundo mejor. La guía publicada por el Consejo Superior de Deportes
y Unicef-España, sitúa el deporte como una poderosa herramienta que puede transformar
nuestra sociedad hacia un mundo más justo. Va dirigida a monitores deportivos y
proporciona actividades prácticas para desarrollar en las sesiones formativas centradas
en combatir los contravalores del deporte y promocionar los valores morales.
También resume algunas experiencias concretas que se están desarrollando en el
ámbito del aprendizaje de valores a través del deporte.
C.S.D.-UNICEF España (2010) Deporte para un mundo mejor. Guía para la práctica deportiva. Online en:
http://www.csd.gob.es/csd/sociedad/deporte-para-el-desarrollo-y-la-paz/
2.- Manual sobre valores en la educación física y el deporte. Este manual del año 2003
desarrolla desde el ámbito psicosocial los valores del deporte, las distintas clasificaciones
de los mismos, la influencia de los agentes socializadores (con mención explícita a los
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 2.2
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El debate sobre las capacidades del deporte para
favorecer la integración- inserción social.
Conceptos teóricos básicos
¿Cómo pueden concretarse en la práctica los valores del deporte que se acaban de
presentar en la ficha anterior? ¿Hasta qué punto y bajo qué condiciones sirve el deporte
para promover la integración social? Estos interrogantes se han escuchado con cierta
frecuencia en estos últimos años y los medios de comunicación han divulgado la idea,
generando simultáneamente el marco para una respuesta afirmativa a la cuestión.
La actividad física usada en contextos de marginación parece tener una buena rentabilidad
mediática pues conjuga la actual notoriedad de los éxitos deportivos con las historias
de superación de gente atrapada en contextos de pobreza y vulnerabilidad. En este
marco, el deporte viene a aportar un enfoque positivo y parece ofrecer al menos una
mejora o una vía de salida a las penurias de estas personas. A veces, los ejemplos
mostrados alcanzan un grado de superación personal casi épico, lo que lleva a destacar
y ensalzar los valores deportivos que han conseguido semejantes resultados. Es entonces
cuando emerge toda la gama de virtudes del deporte que hemos visto en páginas
anteriores, y se propaga la idea de esta superioridad moral del deporte, fuente de
desarrollo personal, social, generador de igualdad, de identidad, de amistad entre los
pueblos, transmisor de los valores más nobles del esfuerzo y el compañerismo y el
respeto por las normas.
Sin embargo, esta creencia, expresada en estos términos, presenta algunas ambigüedades
y contradicciones en las que es preciso detenerse. No es oro todo lo que reluce en el
campo de los valores y el deporte. Prácticamente todos los valores mencionados
encuentran un contravalor que enturbia el ideal deportivo: al esfuerzo colectivo se le
opone el individualismo, tan presente en el terreno deportivo; al respeto a las reglas se
le opone la trampa y la picaresca igualmente presentes; a la aceptación de las diferencias
se le opone el racismo y la discriminación a la orden del día entre deportistas y público;
los valores democráticos del deporte han visto su opuesto en el uso que de él han
hecho y hacen los totalitarismos; a la amistad entre los pueblos le hacen sombra
antagonismos deportivos nacionales irreconciliables o un localismo irracional que lleva
a enfrentamientos violentos; a la lógica amateur, gratuita y voluntaria, se le opone una
presencia de los intereses económicos y de la industria publicitaria; a la dimensión
saludable, se le opone la puesta en peligro de la propia salud como en el dopaje, en
las conductas vigoréxicas y los anabolizantes; por concluir la serie, a la idea de que el
deporte nos hace iguales, se le opone la evidencia de las extremas desigualdades que
se mueven en torno a éste. El deporte es ámbito profesional en el que las desigualdades
entre los que más ganan y los que menos se hacen más extremas. ¿Dónde queda la
idea de que el deporte nos hace iguales?
Algunas de estas contradicciones responden a tendencias de nuestras sociedades
contemporáneas, que han visto crecer las desigualdades, pero otras son implícitas al
deporte, en el que los ideales se desajustan de la realidad. Este desajuste entre los
valores deportivos y la práctica real empaña los míticos valores que ya hemos mencionado
y que quedan reducidos, en ocasiones, a un rito marcado por el individualismo, la
violencia, el localismo y la discriminación.
Pero aunque el espíritu deportivo quede dañado por esta realidad que le contradice,
la inmersión en estas contradicciones es un primer paso para abrir una reflexión más
a fondo acerca del deporte y la integración social. Esta reflexión crítica ha de cuestionar
la muy divulgada creencia en los valores abstractos, debe situar el deporte en la realidad
y extraer de él las posibilidades reales para intervenir sobre ella. En nuestro caso, la
realidad de la exclusión y de los problemas de integración social. En la siguiente ficha,
nos detendremos en la idea de que es a través de la definición del un proyecto deportivo
como pueden concretarse los valores del deporte.
Además de la necesaria ruptura con la creencia a ciegas en los valores del deporte,
para llevar adelante iniciativas de deporte integración conviene evitar un segundo
problema: pensar que el deporte lo puede todo y que, bien utilizado, conseguirá lograr
la inserción de los colectivos excluidos. Esta segunda creencia está muy relacionada
con la anterior y no tiene en cuenta que las desigualdades que sufren los colectivos
excluidos son muy profundas y no se resolverán por poner en marcha algunas
intervenciones deportivas dirigidas a ellos o por facilitarles el acceso al deporte. No es
la dificultad de acceso al deporte lo que les lleva a la exclusión y no es el acceso al
deporte lo que les llevará a la inclusión. Las desigualdades que crean las situaciones
de exclusión son estructurales, lo que significa que para resolverlas será necesario
pensar en reformas de ese nivel. El deporte no lo puede todo. Esto no quiere decir que
las políticas deportivas no puedan cumplir una función complementaria muy digna y
eficaz en el marco de las políticas sociales y que permitan mejorar las condiciones de
vida de los grupos excluidos en un nivel deseable.
Balibrea, E. Santos, A. (2011) Depor t e en l os barrios : in teg ración o cont rol social, Ed. Universitat Politècnica
de València, Valencia, pp. 31-53
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 2.2
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El debate sobre las capacidades del deporte para
favorecer la integración- inserción social.
TEXTO 2
Por aportar algunas orientaciones más sobre las condiciones en que el deporte puede
contribuir a la integración social, creemos que sería un buen punto de partida recuperar
y aplicar a la actividad deportiva la definición de juego que propone Joan Huizinga en
su ya clásico Homo ludens (Alianza Editorial, Madrid, 1984): el juego se caracterizaría
por ser creativo, libre, no productivo, con ritmo y medios propios, no ordinario ni real,
incierto, simbólico y social. Enclavar estas características en la práctica de la actividad
física en un contexto de pobreza y exclusión significaría, entre otros aspectos, no
implementar programas desde arriba o desde fuera; no instrumentalizar el deporte
buscando rendimientos en términos de control; no menospreciar la práctica deportiva
informal ya realizada en esos contextos, sino, al contrario, supeditar la intervención
deportiva formal a esas prácticas informales; y, por último, contar con los colectivos
implicados, abrir la actividad a su participación y evitar el paternalismo y el deportereceta. De aquí se extrae una idea para las políticas deportivas en los barrios: no
trasladar allí el deporte-mercancía, sino facilitar a sus residentes la posibilidad de una
práctica cercana y ajustada, en lo posible, a la propia. El deporte tiene facetas muy
diversas, y aplicar su dimensión de actividad física-juego puede resultar creativo en los
barrios.
Huizinga puntualiza que el juego es una actividad que se sitúa fuera de la vida ordinaria.
Sería muy deseable, sin embargo, inscribir la actividad físico-deportiva en la vida real,
personal y social de los jóvenes o de cualquier otro colectivo, y trabajar para que
fructifique en cambios sociales y personales concretos.
Por mi parte, añadiría a las características de Huizinga otras dos que se extraen de
algunas experiencias de intervención a través del deporte con colectivos vulnerables
en las que he participado: el placer de la práctica y la interacción social.
Concebida de esta manera, concreta y alejada de los grandes valores, la actividad física
puede ser una plataforma para conseguir avances en integración social.
Santos, A (2011) “Exclusión social y deporte, Barcelona Metropolis nº 81, pp.57-59 (versión electrónica:
http://www.barcelonametropolis.cat/es/page.asp?id=23&ui=476
EJEMPLOS CONCRETOS
1.- La siguiente referencia incluye una guía (en inglés) con propuestas concretas para
utilizar el deporte como herramienta de integración con jóvenes desfavorecidos:
-Geudens, T., Schroeder, K. (2006) Fit for Life. Using sports as an educational tool for
the inclusion of young people with fewer opportunities, SALTO-YOUTH Inclusion
Resource Centre (versión electrónica en inglés:
http://www.salto-youth.net/rc/inclusion/inclusionpublications/inclusionforall/fitforlife/
2.- L'Agence pour l'Education par le sport (APELS) es un ejemplo evidente de las
posibilidades del deporte en sus aplicaciones educativas e integradoras, aunque la
página está en francés, contiene información esencial para el tema de esta guía.
Esta agencia francesa fue creada en 1996 con el nombre de Fâis-nous Rêver y pasó
a tener su denominación actual en 2004. Su finalidad principal es colaborar en el
desarrollo de proyectos de inserción y educación a través del deporte velando por
promover sus cuatro pilares: ciudadanía, educación, deporte e innovación. Tiene un
papel fundamental en la difusión, investigación e impulso a la idea del deporte educativo
y en la producción de materiales para divulgar y facilitar la puesta en marcha de proyectos
por parte de las administraciones públicas o del mundo asociativo.
Para ello ha puesto en marcha diferentes programas entre los que destaca la convocatoria
de proyectos de educación por el deporte. Esta convocatoria está destinada a asociaciones
que desarrollen experiencias en este campo, mediante la convocatoria se recopilan
buenas prácticas y se acumula conocimiento para poner a disposición de nuevos
proyectos. Se seleccionan diferentes categorías entre las que se encuentran: deporteprevención; deporte y solidaridad internacional; deporte y lucha contra la discriminación;
deporte y hándicap, entre otras. Cada año, se concede una distinción a los mejores
proyectos nacionales y regionales a través de un premio que permite reforzar la iniciativa.
APELS reúne el apoyo de numerosas instituciones públicas entre las que se encuentran
el Secretariat d’Etat aux Sports, el Ministère de la Justice, la Délégation Interministérielle
à la Ville. La Ligue de Football Professionnel y del mundo de la empresa, como la SNCF,
GDF, RATP, empresas francesas de primera línea.
En su página web: http://www.apels.org/, puede encontrarse una exhaustiva base de
datos con más de 2.000 experiencias en el terreno del deporte educativo fruto de su
trabajo de más de una década en el sector. Igualmente, APELS organiza un foro cada
dos años en el que se reúnen los principales responsables y expertos. Finalmente,
cabría añadir una intensa actividad en cuanto a la investigación y a la publicación de
resultados en diferentes publicaciones entre las que destaca les Cahiers d’Education
par le Sport. Todas estas actividades han convertido a APELS en el principal referente
francés en el terreno del deporte y la educación.
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 2.2
El debate sobre las capacidades del deporte para
favorecer la integración- inserción social.
PARA SABER MÁS
Red de opiniones: Esta medida del Plan integral de actividad física y deporte recoge los testimonios grabados
en vídeo de numerosos responsables de proyectos de deporte-inclusión. En sus opiniones se encuentran ideas
eficaces y creativas para la definición de proyectos de intervención deportiva.
http://www.planamasd.es/programas/inclusion-social/medidas/red-de-opiniones
Banco de proyectos deporte inclusión: es una medida del plan integral del CSD y recoge
27 experiencias destacadas que han utilizado el deporte en su dimensión educativa e integradora
http://www.bancodeporteeinclusion.com/
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
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FICHA 2.3
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Más allá de los valores: La necesidad de intervenir en problemas
sociales a través de proyectos deportivos de investigación-acción.
Conceptos teóricos básicos
Por abordar frontalmente la cuestión, no sería el deporte en sí, sino el proyecto deportivo
el que puede producir integración social. El proyecto deportivo va más allá de la
realización de una actividad física o deporte concreto. Incluye a los actores implicados
–administraciones públicas, colectivos afectados por problemas sociales, asociaciones
y empresas, universidades-, reclama conocimientos de gestión, de aplicación práctica
de una programación deportiva, de análisis desde las ciencias sociales para conocer
la realidad sobre la que se actúa, etc. Todos estos elementos tienen que conjugarse y
divulgarse hasta ser integrados en las políticas deportivas de los distintos territorios.
Es, por tanto, la definición del proyecto deportivo y su consecución las que permitirán
convertir la conjunción del deporte y la integración social en una realidad creativa y
eficaz. Para ello no será suficiente confiar en las virtudes naturales del deporte, sino
que se impone un trabajo metódico que permita que dichas virtudes encuentren un
terreno abonado. Este trabajo consiste en realizar un diagnóstico preciso, que guíe las
finalidades y objetivos de la intervención; definir dichos objetivos orientados a conseguir
resultados de integración y educación; buscar y encontrar marcos institucionales que
permitan a la iniciativa despegar y crecer –administraciones, asociaciones, escuelas,
familia, empresas y otras entidades-; contar con el apoyo técnico necesario
–profesionales de lo social, del campo deportivo, etc.-; programar y seleccionar las
prácticas deportivas más adecuadas y para ello promover la participación de los
colectivos a los que se dirige la acción; evaluar los resultados de la intervención; difundir
los resultados y las buenas prácticas que la idea conlleva y con ello se sentarán las
bases para que funcione el vinculo entre el deporte y la integración y siga fructificando
en experiencias futuras.
Concebido de esta manera, concreta y alejada de los grandes propósitos y valores, el
deporte es una plataforma para conseguir objetivos educativos, lo que no es poco, ya
que así se recrean sus posibilidades reales de cara a la intervención.
Para tener éxito, un programa de deporte e integración social reclama un esfuerzo
importante de planificación. Para llevarlo a cabo se requiere, además de los medios
citados anteriormente, una gran confianza en la idea y un apoyo político decidido.
Partiendo de la base de que cada caso requiere un análisis pormenorizado y un proyecto
propio, que incluya un diagnóstico del problema y de los medios con que se cuenta;
una definición de objetivos; la constitución de redes de socios y colaboradores y los
sistemas de evaluación, se recogen en los siguientes párrafos una serie de pautas y
de observaciones extraídas de las experiencias llevadas a cabo en Europa y, en menor
medida, de las pocas intervenciones conocidas en España.
El diagnóstico y los objetivos
Un buen diagnóstico de la situación y del grupo objeto de atención debe huir de las
generalizaciones con poca base, que en este texto se han criticado, sobre las bondades
naturales del deporte. Dado que estamos abordando un problema social práctico, un
problema concreto, no nos podemos fiar de las promesas abstractas sin base concreta.
Es por ello que las experiencias conocidas de mayor éxito han ido siempre acompañadas
de un diagnóstico previo, que ha evaluado el colectivo objeto de atención, el hábitat,
el juego de los actores y los contextos institucionales.
El diagnóstico ayudará a determinar y fijar los objetivos del programa, tantas veces
poco definidos. Los objetivos no pueden ser una mera descripción de la acción que se
trata de llevar a cabo. Tienen que ser una enumeración de logros finales y encaminar
al proyecto en este sentido, por ello se habla de proyecto.
Además de concretar sus objetivos, se hace necesario dotarle de sentido. Es importante
recordar que en el diseño de un programa de educación-inserción por el deporte, éste
puede ser un medio para alcanzar un fin, no un fin en sí mismo.
Se trataría, en definitiva, de realzar el valor añadido educativo-social del proyecto. Por
ello, hay que explicar los resultados esperados a este respecto y, después, poner los
medios para su culminación. Así, el sentido puede ser impulsar más la dimensión lúdica
del deporte, el disfrute en su realización, para establecer relación y anclar a los
participantes a la participación; o para procurar contactos sociales entre ellos, o
para introducir las ideas de responsabilidad y esfuerzo, o para mejorar las relaciones
interétnicas o para otras muchas finalidades.
El tipo de público al que se destina la intervención
En relación con el tipo de práctica deportiva, conviene señalar que su selección no ha
de ser arbitraria y, aunque al final vendrá probablemente determinada por los medios,
es necesario conocer las potencialidades de cada una de ellas de cara a la consecución
de nuestros objetivos. Así, el montañismo puede aportar, por ejemplo, la idea de
cordada, que resulta ser, realmente, una parábola de la vida y de la interdependencia
que nos une a los demás.
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 2.3
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Más allá de los valores: La necesidad de intervenir en problemas
sociales a través de proyectos deportivos de investigación-acción.
El rugby y la noción de melé, el karate o la lucha, con su eufemización de la violencia
a través de las normas de combate, son otros ejemplos que muestran bien cómo cada
práctica deportiva puede desarrollar mejor determinadas aptitudes.
Acabamos de ver que las prácticas deportivas son variadas y cada una presenta
una especificidad. Algo similar ocurre con los tipos de colectivos sobre los que puede
centrarse nuestro programa. Cada una de las siguientes variables ha de ser tomada en
cuenta para evitar la indefinición, defecto muy frecuente en las intervenciones educativas
con el deporte, en las que se programa una oferta muy general e imprecisa.
Otro elemento que hay que considerar es que el mejor funcionamiento de las experiencias
es directamente proporcional a la participación de los grupos a quienes se dirige la
intervención. Esto significa: escuchar sus intereses, respetar sus preferencias e incluirlos
en todas las fases de la actividad desde la planificación a la ejecución.
Los tipos de intervención
Estos niveles están vinculados con el grado de deterioro de las condiciones vitales de
los grupos a los que nos dirigimos.
El primer nivel se refiere a un deterioro leve, se produce mayoritariamente en edades
adolescentes, con pequeñas disfunciones escolares, familiares o en el vecindario, que
pueden ser afrontadas en el marco de la animación escolar o social del barrio. El tipo
de intervenciones predominantes y más apropiadas puede consistir en medidas de
animación general, abiertas a poblaciones jóvenes amplias, que pueden contribuir a
detectar, prevenir y resolver problemas o riesgos. El enfoque preventivo caracteriza a
este nivel de actuación.
El segundo nivel se encamina a actuar sobre deterioros graves de las oportunidades
de vida de los jóvenes. En este caso, se afrontan problemas graves de toxicomanías,
violencia, delincuencia que afectan a jóvenes de edades más avanzadas y que ya han
estado en contacto con instituciones específicas para el tratamiento de estas situaciones
conflictivas (medidas judiciales, servicios sociales especializados, prisión). Estos
proyectos requerirán un equipo de profesionales más completo y con formación
específica, que, además de los educadores y monitores, integre personal médico,
trabajadores sociales y otros asesores. El enfoque rehabilitador caracteriza a este nivel
de actuación.
El tercer nivel se dirige a afrontar situaciones de gravedad extrema en las que
la marginalización ha avanzado acumulando deterioros en diferentes terrenos y llevando
a la persona a graves riesgos vitales, como en los casos de transeúntes, alcoholismo
u otras adicciones en nivel avanzado. En este caso, la edad y la condición física y la
progresión del problema reclaman la intervención de equipos compuestos por personal
de las áreas de salud y social, además de asesores procedentes de asociaciones
especializadas en toxicomanías, prostitución, violencia, etc. El enfoque paliativo de
riesgos caracteriza a este nivel de actuación.
Los tipos de profesionales
En la actualidad en España, no existe un perfil formativo, ni una figura profesional que
pudiera gestionar por sí solo un programa de este tipo. Los orígenes formativos e
institucionales del personal que suele encargarse de estas intervenciones es variado:
trabajadores sociales, educadores de calle, animadores, monitores deportivos y otros
profesionales del deporte. Para estos últimos, el deporte tiende a ser un fin en sí mismo,
para los primeros, en cambio, es una herramienta más de intervención. Es preciso
que toda esta pluralidad sirva para dar consistencia y no fragmentación en el seno
de los programas –por otra parte muy necesitados de pluralidad y polivalencia-.
Balibrea, E. Santos, A. (2011) Depor t e en l os barrios : in teg ración o cont rol social, Ed. Universitat Politècnica
de València, Valencia, pp. 31-53
EJEMPLOS CONCRETOS
Guía: Deporte, Actividad física e inclusión social. Guía para la intervención social a
través de las actividades deportivas, Consejo Superior de Deportes, Madrid 2011-1228 hhttp://www.planamasd.es/programas/inclusion-social/medidas/guia-para-laintervencion-social-traves-de-las-actividades-deportivas>
Esta guía contiene elementos de formación básica sobre la intervención deportiva para
la inclusión social. Sus contenidos están relacionados con temas como el análisis del
contexto social en las actividades deportivas, los tipos de actividades más apropiadas,
el rol de los responsables de las actividades deportivas, los principales aspectos
educativos de los proyectos y la evaluación de las actividades.
Red de opiniones: Esta medida del Plan integral de actividad física y deporte del CSD
recoge los testimonios grabados en vídeo de numerosos responsables de proyectos
de deporte-inclusión. En sus opiniones se encuentran ideas eficaces y creativas para
la definición deproyectos de intervención deportiva.
http://www.planamasd.es/programas/inclusion-social/medidas/red-de-opiniones
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 2.3
Más allá de los valores: La necesidad de intervenir en problemas
sociales a través de proyectos deportivos de investigación-acción.
PARA SABER MÁS
Como ejemplos de metodología en la elaboración de proyectos de intervención:
- Ander Egg, E. (1991)Introducción a la planificación, Siglo XXI, Madrid.
-Martinez, R. (2010) “Fundamentos teóricos de la intervención deportiva con jóvenes antisociales”,
Anduli, nº 9
- Paglilla, R. Paglilla, D. (2007) “Modelo para la elaboración de proyectos sociales”, Revista
Iberoamericana de Educación nº 41. versión electrónica: http://www.rieoei.org/experiencias143.htm
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
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TEMA 3.
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PRÁCTICA DEPORTIVA: INTEGRACIÓN
Y EXCLUSIÓN SOCIAL
OBJETIVOS
El tercer tema tiene como objetivo aproximar a los
alumnos al concepto de exclusión, los principales factores
que la provocan y los colectivos más afectados (FICHA 3.1).
A continuación se seleccionan tres de los colectivos que
presentan mayores problemas en este terreno y que son,
a la vez, a quienes más iniciativas de integración a través
del deporte se han dedicado. En primer lugar, se incluye el
colectivo de jóvenes vulnerables, de quienes se exponen
las principales dimensiones que han de tenerse en cuenta
para mejorar posibles intervenciones deportivas con este
grupo (FICHA 3.2)
En segundo lugar, destacamos un segundo grupo vulnerable
–las mujeres afectadas por procesos de discriminación y
desigualdad- de quienes se detallan algunas líneas de
intervención deportiva (FICHA 3.3)
En tercer lugar, seleccionamos el colectivo inmigrante con
problemas de integración (FICHA 3.4)
Finalmente, incluimos una última ficha dedicada a otros
grupos en riesgo de exclusión (FICHA 3.5)
Ficha 3.1
Los procesos de exclusión: rasgos generales de los efectos de las
desigualdades en la estructura social: Procesos y colectivos concretos:
las grandes variables sociales de cara a la intervención -generacióngénero-étnia
Ficha 3.2
El uso del deporte con jóvenes vulnerables: áreas de intervención y
aspectos deportivos a considerar.
Ficha 3.3
El uso del deporte con mujeres afectadas por procesos de
discriminación:áreas de intervención y aspectos deportivos a considerar.
Ficha 3.4
El uso del deporte con inmigrantes con problemas de integración: áreas
de intervención y aspectos deportivos a considerar.
Ficha 3.5
Aproximación a otras áreas de intervención en problemas sociales a
través del deporte:
1-Prisiones
2-Contextos urbanos degradados
3-Violencia y problemas escolares
4-Colectivos de bajos ingresos, desempleados
Ficha 3.6
Aspectos críticos sobre los usos del deporte con colectivos vulnerables:
- La instrumentalización del deporte como medio de control social;
- Los efectos contraproductivos del deporte: segregación, guetos y
etiquetaje en los programas de deportes para colectivos desfavorecidos
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS
DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 3.1
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Los procesos de exclusión: rasgos generales de los efectos
de las desigualdades en la estructura social.
Conceptos teóricos básicos
Exclusión social: concepto y factores
A grandes rasgos, los principales cambios que originan un nuevo paisaje de la pobreza
y la desigualdad social son:
1) La emergencia de nuevos modelos de ocupación que se alejan del ideal clásico de
trabajo para toda la vida. A los mecanismos tradicionales de desigualdad en el mercado
de trabajo hay que añadir otros nuevos, como por ejemplo la segmentación del mercado
laboral en lo que los estudiosos denominan “mercados duales”, que tiende a dividir a
los trabajadores en estables y precarios (insiders y outsiders) (Lindbeck y Snower 1988).
Esta nueva configuración —resultado en buena medida de políticas de regulación
laboral— reserva niveles altos de protección laboral a ciertos colectivos mientras que
condena a otros (fundamentalmente jóvenes, mujeres e inmigrantes) a contratos basura,
mayores probabilidades de caer en el desempleo y peores condiciones de trabajo.
2) Los cambios en las familias. Detrás de estos cambios hay profundas transformaciones
socioculturales, como la secularización (que permite que puedan aceptarse como
legítimas formas de convivencia antes reprobadas o perseguidas) o la incorporación
masiva de las mujeres al mercado de trabajo (y su permanencia en el mundo laboral
tras casarse o dar a luz). El incremento de rupturas familiares en un contexto de cambio
en los roles tradicionales de hombres y mujeres, las dificultades de conciliación entre
vida familiar y laboral o la devaluación de la autoridad parental en un contexto de erosión
de la legitimidad de los estilos educativos tradicionales, propician dinámicas de riesgo
social que afectan sobre todo a madres y niños/as. En el caso de estos últimos, la
vulnerabilidad a la exclusión puede ser especialmente lesiva, por cuanto los riesgos
sufridos durante la infancia (fracaso escolar, participación en actividades peligrosas,
consumo de substancias adictivas, embarazos prematuros no deseados, situaciones
de maltrato o abuso, etc.) se sitúan en la raíz de dinámicas de exclusión que a menudo
se arrastran a lo largo de etapas posteriores del ciclo vital (en forma de carencias
formativas básicas, paro, trastornos psicológicos y de conducta, etc.). En el otro extremo
del ciclo vital, la nuclearización de las familias y la tendencia de las generaciones
mayores a mantener su independencia residencial contribuyen al debilitamiento de las
redes familiares y generan situaciones emergentes de privación de vínculos afectivos
y de apoyo que pueden afectar al bienestar físico y psicológico de las personas mayores,
especialmente cuando aparecen en conjunción con condiciones de dependencia. Ante
estas situaciones, las administraciones públicas a menudo no han sido capaces de dar
una respuesta rápida y adecuada mediante políticas de bienestar.
3) La acción pública del Estado mediante políticas sociales. Las políticas de inclusión
de los Estados de bienestar, basadas tanto en transferencias como en servicios
públicos, han eliminado algunos de los ejes de fractura habituales en la sociedad
tradicional, pero están contribuyendo a hacer visibles otros. Así, por ejemplo, el sistema
de pensiones, basado en las cotizaciones hechas a lo largo de toda la vida laboral del
beneficiario/a, ha mejorado las condiciones de vida de buena parte de la población
anciana, pero mantiene en situación de extraordinaria precariedad a las personas con
trayectorias laborales cortas o intermitentes (generalmente mujeres). Por otra parte, el
envejecimiento de nuestras sociedades está acentuando los sesgos del sistema de
bienestar público, obligado a hacer frente a compromisos adquiridos con la población
anciana (a través de prestaciones como las pensiones de jubilación o el sistema sanitario
universal), que representan una presión considerable sobre su capacidad financiera
para dar respuesta a demandas emergentes que afectan a otros colectivos de edad
menos avanzada (ya sea de inversiones en vivienda, apoyo a las familias con hijos/as
de 0 a 3 años, calidad del sistema educativo, etc.). A todo esto hay que añadir que, tras
las crisis fiscales de los años 80, los planteamientos de tipo neoliberal están impregnando
las orientaciones de las po líticas de combate contra la vulnerabilidad económica y
laboral. Desde estos planteamientos se considera que las estructuras de bienestar no
sólo son ineficaces, sino que incluso pueden ser contraproductivas para la dinamización
del mercado de trabajo. En este contexto, los esfuerzos públicos se han centrado en
el desarrollo de políticas de formación profesional y continua, y de incentivación de la
participación laboral. Ante estas coordenadas de una realidad social cambiante, los
conceptos de “exclusión” e “inclusión” nos permiten enfocar la problemática de las
vulnerabilidades sociales derivadas de los cambios descritos anteriormente desde
una perspectiva integral. La exclusión es un fenómeno inherente a la lógica del sistema
económico y social de todas las sociedades. […]
[…] La exclusión social, más que una situación estable o inamovible, hace referencia
a un proceso dinámico que puede afectar a muchas personas, con un carácter transitorio
o más permanente. La exclusión social no se concentra sólo en unos determinados
grupos de personas o colectivos marginales, sino que, contrariamente, puede afectar
de forma cambiante a personas y colectivos en función de su exposición a dinámicas
de marginalización. Una persona puede pasar de estar parada a ser no contratable con
cierta rapidez. Durante el tiempo de paro esta persona puede perder las capacidades
necesarias para obtener y mantener un trabajo, o puede darse el caso de que las
habilidades y destrezas requeridas por su anterior trabajo ya no sean valoradas porque
la tecnología implicada en aquella ocupación se haya vuelto obsoleta. El equilibrio
social precario puede convertirse en exclusión social como consecuencia de
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 3.1
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Los procesos de exclusión: rasgos generales de los efectos
de las desigualdades en la estructura social.
dinámicas de intensificación de los riesgos o aparición de nuevos factores de exclusión
que puedan o no estar vinculados al resto de factores preexistentes. […]
[…] De acuerdo con esta concepción, los individuos basculan de unas zonas a otras
en un proceso en el que tiene un peso importante la relación con el mercado laboral.
En última instancia, las situaciones de vulnerabilidad pueden ser compensadas por
redes protectoras comunitarias o públicas. Cuando todos estos mecanismos fallan, las
personas y familias se precipitan hacia situaciones de fuerte irreversibilidad. La intervención
social, desde este punto de vista, debe fomentar la inserción social de los individuos
y familias excluidas, bien reforzando a las personas y hogares en riesgo, bien organizando
estrategias de inserción social para los excluidos/as. En resumen, la exclusión social
es un concepto multidimensional que puede reproducirse en cualquiera de los ámbitos
vitales básicos de las personas. Además, las situaciones a las que se refiere pueden
ser de una gran variedad y gravedad. Esto conlleva que el análisis y el tratamiento de
la exclusión social deban implicar a ámbitos muy diferentes. Además del económico
incluye el laboral, sociosanitario, residencial, formativo y el de participación social y
ciudadanía. Por todo esto, la perspectiva para el estudio de la exclusión debe ser
flexible, dinámica y considerar todas las dimensiones o ámbitos, así como las múltiples
causas, que la originan.
Carmen Gómez Granell (Coord.) Informe de la inclusión social en España 2008, Fundació Caixa Catalunya,
Barcelona (pp. 15-18)
FACTORES DE EXCLUSIÓN
Económico
• Ingresos por debajo de la línea de pobreza (pobreza económica)
• Dificultades financieras (retraso en el pago de servicios básicos del hogar, desahucios por
impago, incapacidad deahorro)
• Dependencia de prestaciones sociales (pensiones y subsidios contributivos y asistenciales,
medidas de protección
• Sin protección social, careciendo de ingresos
Laboral
• Desempleo (sufrir desempleo endémico, de muy larga duración)
• Subempleo y precariedad laboral (por ejemplo, no cotizar a la seguridad social, remuneración
muy baja, alta
temporalidad)
• Ausencia de cualificación profesional
• Extranjeros sin permiso de trabajo o residencia
Formativo-educativo
• No estar escolarizado y sin acceso a la educación obligatoria
• Malos resultados (analfabetismo, fracaso escolar, bajo nivel de cualificación)
• Formación ocupacional y continua insuficiente o inexistente
Sanitario
• No tener acceso al sistema sanitario
• Acceso deficitario a los sistemas sanitarios
• Malos resultados (enfermedades graves, desnutrición)
• Esperanza de vida al nacer
• Adicciones y enfermedades relacionadas con estas
• Enfermedades infecciosas
• Trastorno mental, enfermedades crónicas que provocan dependencia
Social (redes sociales familiares)
• Familias en situación de riesgo (monoparentalidad, familias mixtas, etc.)
• Familias con problemas de desestructuración o relación convivencial deteriorada (malos
tratos, abusos, etc.)
• Escasez o debilidad de redes familiares (soledad, aislamiento, etc.)
Social (redes sociales comunitarias)
• Escasez o debilidad de redes sociales
• Aislamiento
• Rechazo o estigmatización social
Ambiental
• Vivienda (personas sin techo, sin vivienda propia, vivienda deteriorada o con carencias
graves en el equipamiento, malas condiciones de habitabilidad –como hacinamiento–, etc.)
• Barrio deteriorado económica y socialmente (espacio urbano degradado, con deficiencias
y carencias básicas). Estigmatización del territorio
• Área o región al margen del dinamismo económico y social del resto de las regiones
Institucional
• Sistema legal que establece diferencias en el disfrute de derechos entre autóctonos y
extranjeros
• Limitaciones en el acceso a los servicios públicos por discriminación o por desconocimiento
de los recursos
• Limitaciones en la participación política y social
• No tener acceso o acceso restringido a la ciudadanía
• Privación de derechos por proceso penal
Personal
• Dependientes de variables de:
– Género femenino como factor potenciador de la exclusión
– Grupo étnico o cultural minoritario: dificultades por la condición de extranjeros
extracomunitarios,
pertenencia a minorías étnicas, pertenencia a grupos de “rechazo”
– Edad: mayor riesgo en personas mayores o jóvenes
Moriña Díez, Anabel (2007) La exclusión social: análisis y propuestas para su prevención, Fundación
Alternativas, Nº: EP 26/2007
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 3.1
Los procesos de exclusión: rasgos generales de los efectos
de las desigualdades en la estructura social.
EJEMPLOS PRÁCTICOS
RED DE OPINIONES sobre el deporte y la inclusión social
El Consejo Superior de Deportes en su reciente Plan Integral para la Actividad Física
y Deporte ha promovido una línea de Deporte Inclusión. Una de sus medidas es RED
DE OPINIONES que tiene como objetivo principal la realización de entrevistas en
formato audiovisual a personas, representantes de entidades, instituciones, clubs,
asociaciones, ongs que sean una referencia en el tema del uso del deporte para la
inclusión social y que estén llevando a cabo proyectos que tengan que ver con la
inclusión social.
A partir de la web de Red de opiniones puede obtenerse abundante información audiovisual.
http://www.planamasd.es/programas/inclusion-social/entrevistas-a-personas-expertas
PARA SABER MÁS
Colectivo IOE (2010) “Notas sobre los efectos socioeconómicos de la crisis para la población inmigrada” Papeles
de relaciones ecosociales y cambio global, Nº 113 2011, pp. 85-95 (versión eléctrónica:
http://www.colectivoioe.org/uploads/b5fe7e6cd4a55d1ba9a16ed62d5f32a1cb7e6024.pdf
Fundación Foessa (2008) VI Informe FOESSA sobre exclusión y desarrollo social en España,
Cáritas Española Editores, Madrid.
(versión electrónica: http://www.foessa.es/publicaciones_Info.aspx?Id=379
Gómez Granell, Carmen (Coord.) Informe de la inclusión social en España 2008, Fundació Caixa
Catalunya, Barcelona
(versión electrónica: http://obrasocial.caixacatalunya.cat/osocial/main.html?idioma=2
Marí-Klose, Pau (Dir.) Informe de la inclusión social en España 2009, Fundació Caixa Catalunya, Barcelona.
(versión electrónica: http://obrasocial.caixacatalunya.cat/osocial/main.html?idioma=2
Moriña Díez, Anabel (2007) La exclusión social: análisis y propuestas para su prevención, Fundación Alternativas,
Nº: EP 26/2007
(Versión electrónica:
http://www.falternativas.org/estudios-de-progreso/documentos/documentos-de-trabajo/la-exclusion-socialanalisis-y-propuestas-para-su-prevencion
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
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FICHA 3.2
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El uso del deporte con jóvenes vulnerables: áreas de
intervención y aspectos deportivos a considerar.
Conceptos teóricos básicos
El deporte está en el centro de la sociabilidad juvenil en los barrios. Los jóvenes hacen
mucho deporte porque se ajusta bien a sus prácticas cotidianas. Primero, por el hecho
de pasar buena parte de su tiempo libre en el espacio público. Los parques, las zonas
aledañas a los portales, en definitiva la calle es frecuentada por ellos como espacio de
juego y de actividades físicas. Los barrios se caracterizan por una alta densidad en las
redes de amistad y de relaciones grupales que potencian el juego conjunto. En segundo
lugar, existen determinados rasgos de la cultura juvenil de los barrios que entroncan
bien con el deporte. Por ejemplo, el lugar privilegiado que se le reserva a la fuerza y a
la virilidad encuentra un marco ideal en las actividades físicas. El uno contra uno, los
piques, la rivalidad son tipos de relaciones en el seno del grupo que necesitan espacios
de escenificación. A veces el deporte es un ámbito, más o menos pacífico, donde estas
escenificaciones pueden regirse por las normas del código deportivo. En el deporte,
se exhiben cualidades personales que te hacen especial, por tanto, puede ser un terreno
de distinción y definición personal dentro del grupo. Jugar bien te puede proporcionar
habilidad para esquivar, usar el cuerpo y la fuerza, precisión, astucia, cualidades todas
ellas que también tienen valor fuera de la cancha. A escala del barrio, el deporte es
generador de identidad territorial y de agregación. Los códigos de honor, sean dentro
del grupo o en el ámbito más amplio del barrio, encuentran en el deporte un lugar
especial.
Las prácticas informales son muy características del deporte de los jóvenes. El baloncesto
o el fútbol de calle son los más extendidos. Es importante comprender que la lógica
informal se rige por principios muy diferentes a los que definen a esas mismas modalidades
organizadas en un club. Las prácticas informales, de calle, son autoorganizadas, en
espacios improvisados, con reglas adaptadas y cambiantes. No hay calendarios, son
ocasionales, no hay puestos fijos, ni división del trabajo; los objetivos de equipo son
sustituidos por el lucimiento personal. La duración del partido coincide cuando comienza
a decaer el placer del juego, o cuando se hace de noche.
A la hora de diseñar un proyecto deportivo con finalidades educativas, es importante
no despreciar los deportes informales. Teniendo en cuenta el lugar que ocupan entre
los jóvenes, y las habilidades cognitivas y los recursos relacionales que les proporcionan,
puede afirmarse que son tan importantes como las prácticas formales realizadas en un
club. Podría decirse, incluso que son dos caras de la misma moneda.
La cuestión sería cómo canalizar, cómo transplantar algunas de estas prácticas para
que sirvan a los propósitos de nuestro proyecto educativo-deportivo; cómo entrar con
buen pie y hacerlo posible en este contexto juvenil en el que ya hay múltiples vivencias
deportivas. Son preguntas difíciles de responder, pero pueden encontrar vías de
respuesta si, por un lado, evitamos los errores que ya conocemos de otras experiencias
de deporte-integración y, por otro lado, hacemos un esfuerzo por definir nuestro proyecto
en la línea de intervenciones exitosas.
Uno de los errores más frecuentes en las intervenciones deportivas dirigidas a los
jóvenes es la tendencia a hacer un uso instrumental del deporte, que pasa a ocupar un
papel secundario y subalterno respecto a los objetivos principales, que son: acoplar a
los jóvenes desfavorecidos a su realidad, para aminorar el conflicto e integrarlos. La
experiencia nos enseña que esta lógica de ingeniería social no garantiza los efectos
que se propone, incluso puede conllevar efectos contraproducentes, como podrían ser
el rechazo por parte de los jóvenes o su estigmatización. Cualquier experiencia sobre
el terreno que quiera tener buenos resultados debería ser modesta respecto a sus
objetivos y replantear la figura del monitor-educador y de la actividad deportiva en la
siguiente línea.
Sería muy recomendable recuperar la vieja definición de juego que propone Joan
Huizinga en su ya clásico libro Homo Ludens. Para él, las características del juego se
basan en ser: creativo, libre, no productivo, con ritmo y medios propios, no ordinario
ni real, incierto, simbólico y social. Traducir este sugerente enfoque a los jóvenes de
barrio significaría: no montar programas desde arriba o desde fuera; no primar los
planteamientos racionales de modificación de conductas a través del deporte, el puro
disfrute físico aporta ya una legitimidad suficiente pues contribuye a acrecentar el gusto
por vivir, la energía personal y el vínculo social; no menospreciar la práctica deportiva
informal ya realizada en esos contextos, al contrario supeditar la intervención
deportiva formal a esas prácticas informales; contar con los colectivos implicados, abrir
la actividad a su participación y evitar el paternalismo y el deporte-receta. De aquí se
extrae una idea para las políticas deportivas en los barrios: no trasladar allí el deportemercancía, sino facilitar a los jóvenes la posibilidad de una práctica cercana y ajustada
a la propia. Huizinga puntualiza que el juego es una actividad que se sitúa fuera de la
vida ordinaria. Sería, sin embargo, deseable inscribir en la vida real, personal y social
de los jóvenes la actividad físico-deportiva y trabajar para que esta les reforzase para
promover cambios sociales y personales concretos.
Gaspar Maza Gutiérrez (coord.) (2010) Deporte, actividad física e inclusión social. Una guía para la intervención
social a través de las actividades deportivas. Consejo Superior de Deportes, Madrid, pp. 35-38.
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 3.2
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El uso del deporte con jóvenes vulnerables: áreas de
intervención y aspectos deportivos a considerar.
EJEMPLOS PRÁCTICOS
Se desarrollan a continuación algunas iniciativas que han utilizado el deporte para
mejorar la inclusión social de los jóvenes.
1 .- Streetfoot ballworld (Alemania)
Radicada en Berlín, Streetfootballworld es una organización no gubernamental cuya
finalidad es unir a los actores relevantes en el ámbito de la integración y el desarrollo
social a través del fútbol. Se fundó en 2002, como un proyecto de German Youth
Football Foundation. La red Streetfootballworld abarca más de 80 iniciativas en
todo el mundo que parten de administraciones públicas y organizaciones no
gubernamentales. El fútbol es desde su punto de vista algo más que un juego, es una
herramienta de cambio social que puede usarse para promover la educación, la
integración social, la salud y la paz.
Para la financiación de los proyectos de la red se ha buscado el apoyo de algunas de
las empresas y entidades más importantes a escala internacional. Igualmente, se ha
fomentado la relación con las organizaciones internacionales y nacionales de fútbol.
Estos vínculos están dirigidos a conseguir la sostenibilidad de los proyectos.
La red permite a los miembros compartir las mejores prácticas, crear nuevas asociaciones
y enriquecer sus propios programas basándose en las experiencias de los demás.
Cuenta con un “Centro de Conocimiento” para realizar esta labor de asesoramiento e
investigación y difunde la información mediante un boletín electrónico y una página web
que recoge amplia información escrita y audiovisual de los proyectos desarrollados:
http://www.streetfootballworld.org/
Aunque hay numerosas iniciativas de países europeos en la red – Irlanda, Alemania,
Portugal, Inglaterra o Francia-, aún no existe ningún proyecto español en la red.
2.- P rograma Str eetgames (Reino Unido)
El Programa de Voluntariado Juvenil Co-Operative StreetGames se puso en marcha en
2006 organizado por la organización no gubernamental StreetGames y por el Reading
Borough Council para actuar con los jóvenes desfavorecidos residentes en el municipio
de Reading. El programa trata de llevar el deporte a estos jóvenes y conseguir así las
ventajas en términos de integración. Para ello, el Ayuntamiento pone a disposición de
los voluntarios de Streetgames las instalaciones municipales para programar actividades
deportivas y de baile. La experiencia de Reading se engloba en una serie de 24 proyectos
similares de esta asociación en otros tantos barrios desfavorecidos en Inglaterra y
Gales.
El programa recibe financiación de las instituciones más representativas en el campo
de la acción social y el deporte. Esta financiación sirve para la contratación del personal
de apoyo y gestión del trabajo de los 40 voluntarios que participan en el proyecto y que
trabajan con 1500 jóvenes procedentes de los barrios con dificultades y que participan
en las actividades organizadas anualmente. Muchos de los voluntarios proceden de las
comunidades desfavorecidas en las que se llevan a cabo las actividades y actúan así
como modelo de comportamiento. El proyecto ha recibido premios por su calidad.
3.- Archivo de experiencias de deporte e inclusión social.
Consejo Superior de Deportes
http://www.planamasd.es/sites/default/files/programas/medidas/actuaciones/BANCO
%20FICHAS.pdf
4.- Grupo de investigación Deporte Inserción Social
http://www.uv.es/dis . En su página web se encuentra abundante información sobre
jóvenes vulnerables y deporte.
PARA SABER MÁS
Balibrea, E. (2009) “El deporte como medio de inserción social de los jóvenes de barrios desfavorecidos”,
Quaderns de Ciències Socials nº 12. versión electrónica: http://roderic.uv.es/handle/10550/19109
Balibrea, E. Santos, A. (2011) Deporte en los barrios: integración o control social, Ed. Universitat Politècnica
de València, Valencia.
Gaspar Maza Gutiérrez (coord.) (2010) Deporte, actividad física e inclusión social. Una guía para la intervención
social a través de las actividades deportivas. Consejo Superior de Deportes, Madrid.
Versión electrónica: http://www.planamasd.es/sites/default/files/programas/medidas/actuaciones/WEB-GUIA+I.pdf
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 3.3
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El uso del deporte con mujeres afectadas por
procesos de discriminación: áreas de intervención
y aspectos deportivos a considerar.
Conceptos teóricos básicos
El deporte es un ámbito en el que las desigualdades entre sexos se presentan con
mayor nitidez. Sería fácil encontrar muchos ejemplos al respecto: desde las sumas
cuantiosas que mueve el deporte masculino, hasta su presencia diferencial en unos
medios de comunicación ciegos hacia el deporte de las mujeres, pasando por los
desequilibrios de la oferta deportiva dirigida a ambos sexos. Todo ello nos obliga a
pensar que estamos ante uno de los ámbitos más refractarios a las conquistas de
igualdad que las mujeres han conseguido recientemente. Para muchas de ellas no sería
exagerado afirmar que se hallan en una situación de exclusión deportiva, esto se hace
más evidente en el caso de mujeres que sufren situaciones de exclusión social.
A pesar de estas evidentes desigualdades, conviene señalar que las mujeres están
interesadas en la actividad físico-deportiva. En general, su presencia ha crecido en la
última década. En el año 2000, un 27% de las mujeres practicaban deporte, frente a
un 46% de los varones. En
2010, el porcentaje ha crecido hasta el 31%, frente al 49% de los varones. Aunque la
práctica de las mujeres ha crecido, los expertos observan una ralentización del ascenso
en estos últimos cinco años. Este es un dato preocupante si consideramos que la
práctica deportiva está asociada a mejoras en la salud y en el bienestar personal y
social. Si se frena la práctica deportiva femenina, se frenarán también las mejoras en
estos terrenos.
Estas desigualdades en la práctica de actividades físicas y deportivas se ven agravadas
por otras tendencias que oscurecen el panorama del deporte de las mujeres. Entre
otras, cabe destacar las siguientes:
La primera sería la fuerte pervivencia de la cultura masculina en muchos deportes, que
permanecen cerrados para las mujeres y que proyectan extrañeza y burla hacia ellas
cuando se deciden a practicarlos. Además, existe una identificación muy extendida
entre el deporte y la virilidad, el deporte entendido como espectáculo cargado de
fuerza y agresividad. Características éstas menos buscadas por las mujeres a la
hora de realizar actividades deportivas. En relación con este hecho, se da una segunda
tendencia que consiste en una excesiva instrumentalización del deporte como medio
de cuidado estético femenino. Así, el deporte para los varones parece que estuviera
asociado a una actividad grata, relacionada con el entretenimiento competitivo y el ocio
grupal. En cambio, para las mujeres estaría ligado a una actividad higiénico-estética más aburrida- que consiste en ir al gimnasio a esforzarse para adelgazar. Ya sabemos
que es fácil abandonar una actividad cuando cuesta más trabajo. Con este hecho se
relaciona una tercera tendencia, que nos revela un alto abandono de la práctica deportiva
por parte de las chicas adolescentes. La definición de los roles femeninos refuerza una
feminidad en la que la práctica deportiva tiene un lugar secundario, cuando no negativo.
Las chicas abandonan el deporte para cubrir otras esferas más acordes con los
estereotipos destinados a las mujeres. Finalmente, la cuarta y última tendencia no deja
de ser la más importante. Se trata de las desigualdades en el uso del tiempo entre
varones y mujeres. Los usos sociales del tiempo son la clave para explicar la baja
práctica de las mujeres. Ellas sacrifican el tiempo de ocio para dedicarlo a las actividades
de trabajo doméstico. Esto alcanza su apogeo entre las amas de casa, que parecen
no tener derecho a una esfera legítima de ocio autónomo y, por tanto, a la posibilidad
de optar por usarlo en actividades como podrían ser las deportivas. Conforme avanza
la edad de estas mujeres, se aleja la posibilidad de realizar alguna actividad física y se
dificulta la capacidad de autorrepresentarse en situación deportiva.
Estas tendencias se acentúan en el caso de mujeres que viven situaciones de vulnerabilidad
social. A su condición de mujer, añaden otros factores que complican más su acceso
al deporte: mujeres con ingresos bajos, malos empleos y responsabilidades
familiares apremiantes; mujeres pertenecientes a minorías étnicas o que habitan en
zonas urbanas desfavorecidas. Para ellas, la dimensión deportiva está prácticamente
ausente. Casi nadie prefigura a estas mujeres realizando un deporte. Este es, también,
un indicador de exclusión de un grupo. A pesar de que se escuchan a menudo las
ventajas del deporte y de la actividad física –para la salud, para el ocio-, pocos se
preguntan por qué un segmento de la población tiene prácticamente vedado su acceso.
Es aquí donde pueden ponerse en marcha proyectos que aprovechen las potencialidades
del deporte para mejorar las condiciones de vida de estas mujeres. Por ejemplo, de
cara a un mejor conocimiento y cuidado del cuerpo. No hay que olvidar que el cuerpo
es el soporte biológico de las relaciones sociales. Realizar actividad física contribuye
a dotar a la persona de una mejor sociabilidad corporal.
También, de cara a facilitar a las mujeres establecer nuevas relaciones, consolidar un
grupo. Y no solo el grupo de amigas, sino que también se podría convertir el deporte
en una herramienta para potenciar la participación y el asociacionismo. Por ejemplo,
en el barrio –espacio de vecindad para las mujeres-, donde se podría conjugar el deporte
con preocupaciones centrales en la vida colectiva: unir a un grupo de mujeres a través
del deporte no es una utopía. Además del vecindario, la escuela podría ser un lugar
también cercano a las mujeres y un posible escenario de actividades deportivas para
potenciar la cohesión familiar. Las actividades realizadas junto a los niños y a otras
madres en espacios de la escuela contribuirían a una mejor integración social
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 3.3
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El uso del deporte con mujeres afectadas por procesos de discriminación:
áreas de intervención y aspectos deportivos a considerar.
aprovechando los tiempos y los espacios cotidianos de estas mujeres. Cabría planificar
proyectos que planteasen conjuntamente la actividad lúdicodeportiva de los niños
conjugada con la de las madres, para casar mejor ‘tiempos deportivos’ y tiempos
familiares. Todas estas propuestas permitirían aplicar el deporte sin que las mujeres
tuvieran la sensación de restar tiempo a sus ‘obligaciones’ familiares.
En esta línea, el uso de la actividad física y deportiva puede mejorar la autonomía, la
identidad, la salud de las mujeres y la lucha contra la discriminación.
Gaspar Maza Gutiérrez (coord.) (2010) Deporte, actividad física e inclusión social. Una guía para la intervención
social a través de las actividades deportivas. Consejo Superior de Deportes, Madrid, pp. 31-35.
EJEMPLOS PRÁCTICOS
Se desarrollan a continuación algunas iniciativas que han utilizado el deporte para
mejorar la inclusión social de las mujeres en situación de vulnerabilidad.
1.- El club de lucha Lutteur club de Tourcoing situado en Turcoing, ciudad francesa
cercana a Lille organiza una iniciativa para fomentar la integración social, la participación
de las mujeres y la inserción profesional a través de la lucha libre. La experiencia, de
carácter preventivo, se realiza con mujeres jóvenes entre 15-17 años en situaciones
desfavorecidas para aminorar sus riesgos de exclusión social.
La fuerte tradición industrial de la región de Nord-Pas-de-Calais y en particular la ciudad
de Tourcoing ha vivido en estos últimos años un evidente declive. La crisis ha traído
consigo un aumento de las situaciones de exclusión que se ceba en la población de
origen inmigrante de la zona. El club de lucha de Tourcoing, afianzado largo tiempo en
la ciudad, ha sido sensible a estas situaciones y ha emprendido programas cuyo objetivo
es dar entrada a jóvenes para prevenir determinados efectos de las situaciones de
exclusión, motivarlos a la práctica deportiva y animar el barrio. El programa del club
persigue fomentar la integración social, la participación de las mujeres y la inserción
profesional. De hecho, su público principal son chicas de origen magregí. Por todos
estos motivos recibió en 1999 el prestigioso premio nacional de la asociación
Fais Nous Rêver. El club trabaja con chicas y chicos de 7 a 18 años. Cuenta con
entrenadores voluntarios con una trayectoria de formación y competición en el club,
lo que representa no solo una cantera deportiva, sino un relevo en las funciones técnicas
e incluso de gestión. El club organiza anualmente un torneo que acoge a luchadores
de alto nivel internacional. La presencia de las mujeres en el club es mayoritaria y ha
alcanzado resultados muy destacadados en este contexto.
2.- Montfermeil en femenino: con las botas puestas en los barrios desfavorecidos
El Club de Fútbol de Montfermeil se encuadra en este contexto. “Projet filles” es el
nombre que reciben los dos equipos femeninos de fútbol de este club que tiene un
fuerte arraigo en el barrio. En los últimos años, los trabajadores sociales se han implicado
de lleno en su funcionamiento y han introducido una gestión que podríamos llamar “de
proximidad”, que ha conseguido convertir al club en un ejemplo de buen comportamiento.
De hecho, “projet filles” ha recibido en 2002 el premio de la prestigiosa asociación Fais
Nous Rever.
Entre las aportaciones más destacadas de esta experiencia figura la de promover
la participación deportiva de las jóvenes. El mérito es mayor si consideramos que el
deporte practicado es el fútbol y el contexto, el de un barrio donde el deporte de las
mujeres plantea resistencias. Su presencia ha renovado las relaciones entre los jóvenes.
Los partidos entre chicos y chicas aseguran un lleno en el campo. Lo mixto hace crecer
a los dos géneros.
Un segundo tipo de ventajas se centra en la mejora de las relaciones interétnicas. En
los equipos femeninos de Montfermeil se expresa la diversidad social y étnica del barrio.
La composición black-beur-blanc –que hace referencia a la copresencia de chicas de
origen subsahariano, árabe y francés- se refleja en las alineaciones. Las chicas aprenden
en el club a mirar las relaciones interétnicas desde otra perspectiva, son un bonito
ejemplo de mestizaje logrado.
El principal pilar del club es su proyecto deportivo-educativo que moviliza a diferentes
instituciones que trabajan de forma entrelazada. El deporte no se entiende como una
actividad aislada, sino como un medio de prevención y de mejora de la formación de
los y las jóvenes. El club trabaja con un centro de prevención municipal y con la escuela.
PARA SABER MÁS
Consejo Superior de Deportes (2011) Plan Integral para la actividad física y el deporte Versión electrónica:
http://www.planamasd.es/programas/mujer/recursos
En la web pueden encontrarse numerosas iniciativas y documentación sobre género y deporte.
Santos, A., Balibrea, E, et. al. (2005) Mujeres, deporte y exclusión. Experiencias europeas de inserción por el
deporte, Publicaciones Universidad Politécnica de Valencia. versión electrónica http://www.uv.es/dis/1.pdf
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 3.4
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El uso del deporte con inmigrantes con problemas
de integración: áreas de intervención y aspectos deportivos
a considerar.
Conceptos teóricos básicos
TEXTO 1
Tant multculturalitat com interculturalitat s’han convertit en dos conceptes “de moda”
a casa nostra, molt particularment a partir de la darrera dècada. Des dels discursos
acadèmics fins a les converses de carrer, passant pels parlaments polítics, pels més
socialment actius o –de manera molt important– pels diferents mitjans de comunicació,
aquests conceptes han pres una rellevància social sense precedents. De tota manera,
aquest fet tampoc no implica que es tingui una idea certa o aproximada d’allò que
siginifiquen, ni que tothom estigui parlant de la mateixa cosa quan usa un mateix
concepte; ni, fins i tot, que no s’intercanviïn sovint els seus significats sense un excessiu
criteri.
Podríem dir que la multiculturalitat, desde la nostra perspectiva –i, evidentment,
simplificant molt–, implicaria la coexistència en un mateix espai social d’individus o
grups de diferents cultures. Aquesta multiculturalitat, és, doncs, simplement un fet,
una situació que ens ve donada i que podem constatar quotidianament. Per una altra
banda, la interculturalitat –també de manera molt simplificada– ens portaria cap a una
interacció social entre aquests individus o grups de diferents cultures que comparteixen
un espai multicultural. Aquesta interacció, doncs, i com la mateixa paraula ho indica,
és una acció: necessàriament, indica “moviment” i, per tant, una certa voluntat de ser
duta a terme.
Ens trobem, doncs, amb una important diferenciació entre ambdós conceptes: mentre
que en el primer cas es tracta simplement d’un fet indefugible, en el segon el que tenim
al davant és una acció voluntarista de cara a una convivència activa que necessita d’una
intencionalitat prèvia i d’un coneixement mutu.
Medina, X. (2002) “Esport, immigració i inter culturalitat”, A p un ts, nº68, p.19
TEXTO 2
Hoy en España, lo diferente, lo diverso, es un rasgo cada vez más predominante de la
estructura de nuestra sociedad. Lo diferente está comenzando a ser lo normal. Incluso
a pesar de las resistencias y presiones que estamos presenciando para rechazar la
diversidad que traen consigo los colectivos inmigrantes. La Encuesta sobre hábitos
deportivos en España (2010) confirma que el nivel de práctica de los inmigrantes está
por encima de la media española, debido a que los inmigrantes se concentran en edades
más jóvenes. Un 45% de los inmigrantes realiza algún deporte frente a un 40% en el
caso de la población española. Las dificultades y motivaciones para la práctica son
también semejantes. La misma encuesta demuestra también una altísima difusión de
la idea del deporte como generador de integración social. Un 81% de los encuestados
se mostraba de acuerdo con la idea de que “el deporte facilita el acercamiento entre
personas de distintas nacionalidades y culturas”.
La cuestión del deporte como instrumento para promover la integración de colectivos
inmigrantes despierta preguntas teóricas difíciles de responder acerca de la
multiculturalidad y los diferentes tipos de políticas para organizarla. En el breve espacio
de esta guía, nos centraremos en dar algunas pautas prácticas sobre cómo plantear
el deporte para favorecer la integración de los colectivos de inmigrantes.
Para idear un proyecto con estos colectivos, es importante partir de la gran diversidad
de situaciones marcada por las variables de nacionalidad, género, edad, tiempo de
residencia, etc.
Esta misma diversidad de situaciones responde a una pregunta que se plantea a menudo
acerca de si el deporte practicado solo entre inmigrantes de la misma nacionalidad
puede crear guetos, aislarlos en vez de integrarlos. Esta es una cuestión relativa,
depende de todas las variables mencionadas. En este sentido, la palabra clave es
transición: el paso del deporte informal a la oferta regular pública o privada, el paso al
deporte asociativo o en equipos interculturales. Para algunas mujeres, incluso, el paso
de empezar a hacer deporte. Este hecho de las transiciones es importante para diseñar
proyectos deportivos ajustados a las circunstancias de los inmigrantes, cuya identidad
realmente transita entre la cultura de origen, la cultura provisional de la colonia de
inmigrantes y la cultura del país de acogida.
Una dimensión importante que el deporte puede aportar en el marco de la inmigración
es la ampliación del capital social. Si para cualquiera es importante mejorar las relaciones
sociales, para los colectivos inmigrantes lo es aún más. El deporte puede contribuir a
aumentar los grandes ejes del capital social: relaciones informales con compatriotas,
nuevos contactos con autóctonos y con la red institucional de la sociedad de destino,
que permita acumular información de cara a la integración.
Algunas otras recomendaciones para mejorar la integración pasarían por: respetar e
“integrar” el patrimonio lúdico deportivo de los colectivos inmigrantes. Atender a sus
diferencias a la hora de concebir y vivir algunos principios del deporte como la
competitividad, el individualismo, el prestigio. Potenciar su participación en las actividades
y, si es posible, que sean ellos quienes las organicen y lideren. Llevar el proyecto a sus
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 3.4
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El uso del deporte con inmigrantes con problemas de integración:
áreas de intervención y aspectos deportivos a considerar.
espacios, lugares de reunión, asociaciones, espacios públicos. En casos, por ejemplo,
como las mujeres árabes, ningún proyecto deportivo sería posible si no cumple esta
idea de acercarles la actividad. Habrá que tener muy en cuenta que la falta de información
es una de las principales razones que dificulta la práctica deportiva de los inmigrantes.
Finalmente, sería fundamental incorporar el deporte en proyectos de integración más
amplios, con la participación de diferentes instituciones en lo laboral, educación,
salud, etc.
Hay algunos colectivos concretos de inmigrantes para quienes la idea de un proyecto
deportivo de integración puede tener un mayor interés. Entre otros, cabría priorizar a
los menores no acompañados; a las mujeres (especialmente mujeres árabes); los
recién llegados con problemas específicos -refugiados, asilo-; y, finalmente, en el
ámbito escolar, buscando la mejora de las relaciones interétnicas, donde la interacción
puede permitir reformular la diversidad.
Gaspar Maza Gutiérrez (coord.) (2010) Dep ort e, activi dad física e incl usión social. Una g uía para la i nt erv
ención s ocial a trav és d e las activida des dep or ti vas. Consejo Superior de Deportes, Madrid, pp. 38-40.
TEXTO 3
L’esport, parla realment totes les llengües? L’esport, tal com s’afirma sovint, parla totes
les llen gües. Es diu que és un fenomen global, su pracultural, en base a les característiques
següents:
- Comprensió comuna de les regles: l’esport es practica a tot arreu d’acord amb unes
mateixes regles, conegudes per tothom, fàcils de comprendre i transparents en
cada una de les modalitats.
- Esport per a tothom”: les úniques diferències que coneix l’esport són el rendiment de
l’esportista in dependentment del seu origen social i cultural, del color de la seva pell,
la seva religió: és possible practicar l’esport amb persones que viuen més enllà de les
nostres fronteres.
- Igualtat i noves formes de desigua tat: la competència es basa en la igualtat i té com
a conseqüència final la desigualtat –però aquest procés acostuma a ser distint al que
de fet es produeix dins la societat.
- Relativa manca d’importància de la llengua: com que la comunicació en l’esport en
principi és no verbal, la llengua no acostuma a ser obstacle per a la participació.
- Obertura de les ofertes: l’associació esportiva obre les seves ofertes a tots els grups
de població, per la qual cosa a les associacions es troben representades també moltes
minories ètniques com a mem bres amb igualtat de drets.
- L’esport com a camp de socialització: l’esport es considera una arma eficaç de la
socialització; mitjançant l’esport es transmeten valors i normes primordials de les
societats modernes –com ara l’instint individual de su peració, la familiarització amb
la competitivitat, la necessitat de planificació a llarg termini, la disciplina del temps, la
justícia, la resistència a l’èxit i al fracàs, etc.
- “Connexió social”: l’esport fomenta l’aparició de xarxes socials i afavoreix el de
senvolupament de les relacions socials; amb el fet de dut xar-se junts després de practi
car l’esport, sortir a prendre alguna cosa, compartir les experiències i les impressions
de la pràctica esportiva, plantejare les causes de l’èxit o el fracàs, es posa una base
important per a la comunicació, la sociabilitat i les vivències en comunitat. A la vista
d’aquestes característiques de l’activitat esportiva sembla clar que l’esport podria unir
persones molt diferents pel que fa a la seva religió o als seus punts de vista i també
d’origen ètnic molt distint, i afavoriria així la seva integració en una associació; podria,
segons es pot esperar, ajudar a superar barreres socials i servir com a contraposició
a la separació de la societat en diferents blocs, enemistats entre si políticament i
socialment. No és, doncs, sorprenent que ja a començament dels 80 existissin associacions
i clubs esportius que promocionessin –i que l’Estat també fomentés– els
corresponents programes que propiciessin la integració dels immigrants.
Heinemann, Klaus (2002) “Esport per a immigrants: instrument d’integració?”
A pun ts, nº 68 p.26
EJEMPLOS PRÁCTICOS
1.- Vídeo Pedro Menendez, Fundación Juan Pablo II, Ecuador
http://www.planamasd.es/programas/inclusion-social/entrevistas-a-personas
expertas/entrevistas-por-persona/564
2.- LA LIGA DE LOS OLVIDADOS
http://www.bancodeporteeinclusion.com/proyectos/p_20.php
3.- TORNEO INTERCULTURAL DE FÚTBOL 7, Madrid
http://www.bancodeporteeinclusion.com/proyectos/p_17.php
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 3.4
El uso del deporte con inmigrantes con problemas de integración:
áreas de intervención y aspectos deportivos a considerar.
PARA SABER MÁS
- Durán, J. (coord.) (2009) Actividad física, deporte e inmigración. El reto de la interculturalidad. Dirección
General de deportes, Comunidad de Madrid.
- Lleixá, T y Soler, S. (2004) Actividad física y deporte en sociedades multiculturales ¿integración o segregación?,
ICE- Horsori, Barcelona.
- Martí, G. y Pascual, J. (2008) “Esport escolar i diversitat cultural a Premià de Mar”, en Actualidad en el deporte:
Investigación y aplicación. XI Congreso de Antropología de la Federación de Asociaciones de Antropología
del Estado Español (F.A.A.E.E.) "Retos teóricos y nuevas prácticas", Donostia, 10-13 de septiembre 2008,
pp. 137-146.
-Además de las anteriores referencias, pueden consultarse:
-El número 68 de la revista Apunts d'educacíó física i esport dedicado monográficamente a inmigración y
deporte (versión electrónica: http://www.revista-apunts.com/apunts.php?id_pagina=7&amp;amp;id_num=30
La web "Inmigración, Una nueva mirada cultural al deporte" http://www.esportimmigracio.org/, fruto del trabajo
del Centro de Estudios Olímpicos de la UAB, donde pueden encontrarse textos y material audiovisual sobre el
tema.
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
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FICHA 3.5
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Aproximación a otras áreas de intervención en problemas
sociales a través del deporte:
Conceptos teóricos básicos
TEXTO 1. PRISIONES
Martos (2009) señala cinco significados acerca de las representaciones de la actividad
física en la cárcel. La actividad física significa deporte (en el sentido propio del término
y en oposición a educación o actividad física), pero también masculinidad, compensación,
control y reinserción.
La masculinidad se refleja en los tipos de deportes más practicados en prisión -el
culturismo y las artes marciales- cuyo éxito, según Martos, se explica por la coincidencia
entre los valores que representan dichas actividades -ligadas al desarrollo de la fuerza
física y la agresividad-, con aquellos aspectos valorizados en el interior de la prisión (no
tanto en las normativas oficiales, sino más bien en los códigos latentes de los propios
presos, para quiénes el aspecto físico guarda una relación muy estrecha con la posición
que se ocupa en el interior de la cárcel y las relaciones de poder que se generan). Para
los presos, la actividad física representa un medio para mostrarse como el más fuerte
y poder tener una vida más tranquila en la cárcel o, al menos, más posibilidades de no
tener problemas.
También se destacan los beneficios potenciales de la actividad físico-deportiva en el
cuidado de la salud, la liberación de tensiones y la ocupación del tiempo libre. La
actividad deportiva actuaría como medio de compensación de los efectos negativos
tanto en el nivel somático como en el psicosocial que conlleva el encierro en prisión.
Los distintos grupos de la prisión concuerdan en el significado de “compensación”
otorgado a la práctica deportiva allí realizada.
El control es otro de los significados otorgados a la actividad física en prisión ya que
supone un medio más de la institución para salvaguardar el orden y la seguridad. Para
la institución, mantener el orden sería el objetivo por delante incluso que la misma
rehabilitación. De ahí que la realización de la actividad física no genere ninguna
preocupación para la institución mientras contribuya a la finalidad del sistema manteniendo
a los presos ocupados, controlados, en actividades deportivas inofensivas. Porque esto
sí les importa: que estén ocupados. También les interesa contar con elementos del
agrado de los presos para poder utilizarlos como moneda de cambio con la finalidad
de salvaguardar el orden. Así, en muchas ocasiones, la realización de actividad física
se supedita a comportamientos positivos o negativos en otras áreas.
Por último, sobre el significado de reinserción, está presente siempre que se piensa en
el deporte de la cárcel, Martos cuestiona esta función de reinserción de la actividad
física pues, más allá de algunas opiniones entusiastas encontradas en concreto entre
los colectivos de presos deportistas y entre la dirección de la prisión, no se aprecia una
convicción uniforme alrededor de este significado. Más bien al contrario, todos los
entrevistados se veían en la obligación moral de matizar sus comentarios, situando el
deporte como un elemento más del sistema penitenciario y por tanto sometido así a
sus fines, los cuales, lejos de reinsertar, han quedado limitados a retener a aquellos
expulsados del sistema, controlarlos y, en los mejores casos, garantizar una existencia
lo más digna posible durante la reclusión.
Balibrea, K, Santos, A. (2011) Depor te en los b arrios, ¿ in teg ración o co ntr ol social?
Editorial Univ. Politècnica de València, Valencia. pp. 92-94
TEXTO 2. CONTEXTOS URBANOS DEGRADADOS
El deporte como eje de innovación social y urbana
Debido a su potencialidad de integración social, el deporte ha sido empleado en estas
buenas prácticas como uno de los dispositivos para abordar las nuevas actuaciones
urbanas. En algunos países europeos, su presencia es muy destacada ya que promueve
una acción transversal entre los objetivos de solidaridad y cohesión social, sostenibilidad
y participación. Nuevos equipamientos e instalaciones deportivas, rehabilitación de
inmuebles con finalidades deportivas, realización de actividades físicas y de animación
deportiva son algunos ejemplos de cómo el deporte se ha convertido en un instrumento
renovador en manos de los urbanistas para aprovechar sus prometedoras funciones.
Entre éstas cabe destacar el papel de la actividad físico-deportiva como medio para
el desarrollo físico de los jóvenes, la adquisición de hábitos saludables, la ocupación
del tiempo libre, la aceptación de las diferencias, el respeto a las normas y la transmisión
de valores sociales. Proyectadas en el campo del urbanismo y la vivienda, estas funciones
generales pueden además dirigirse hacia la creación de proyectos solidarios innovadores
que integren los tres principios ya mencionados de solidaridad y cohesión social,
sostenibilidad ambiental y participación.
1.-El deporte para la cohesión social. La intervención desde el deporte implica pensar
en espacios donde participantes de distintos barrios, edades, etnias y estratos sociales
comparten y se relacionan a través de sistemas de normas contenidos en la práctica
física. De esta forma, la existencia de espacios deportivos de proximidad contribuye
a mejorar los vínculos entre generaciones, propicia las relaciones entre vecinos, favorece
los encuentros interétnicos y, en definitiva, participa en la regulación del clima social.
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 3.5
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Aproximación a otras áreas de intervención en problemas
sociales a través del deporte:
2.-El deporte para la sostenibilidad ambiental. La creación de espacios deportivos
puede ser una alternativa para aprovechar eficazmente el territorio a través de la
rehabilitación de edificios viejos, antiguas zonas industriales o terrenos periféricos
descuidados. Todo lo cual permitiría una mejor y más sostenible utilización de un
espacio urbano renovado
3.- El deporte para la participación y el asociacionismo. La posibilidad de realizar práctica
física en espacios cercanos e integrados en los barrios favorece la adquisición de
hábitos de participación vinculados al mantenimiento de las zonas de práctica y
al cuidado de los materiales específicos utilizados. Además despierta inquietudes en
los jóvenes hacia nuevas formas de reagrupamiento que les permitan desarrollar sus
prácticas.
Santos, A., Balibrea, E. (2004) “Barrios desfavorecidos y prácticas deportivas: integrar el deporte en la política
urbana”, Arxius de Ciències Socials, n º 10
Versión electrónica: http://www.uv.es/~sociolog/arxius/arxius_10.html
TEXTO 3. VIOLENCIA
En el caso de nuestro país, en los años 90 se creó una Comisión Investigadora del
Senado para estudiar cuáles eran los factores que facilitaban que se produjera la
violencia en el deporte. Mediante una encuesta realizada a una amplia muestra
multidisciplinar de sujetos, encontraron que eran cinco los factores relacionados con
la violencia en el deporte:
1) El fanatismo y el culto a la violencia. Esto se refiere a que hay personas y en especial
grupos para los cuales el deporte supone un medio donde canalizar sus actitudes y
comportamientos
agresivos.
2) Los problemas estructurales de la sociedad. Es decir, la falta de cultura, la conflictividad
y el estrés ambiental que se produce especialmente en las grandes ciudades, las
desigualdades sociales y económicas (a veces hay equipos cuyos seguidores tienen
un estatus socioeconómico superior o inferior a sus rivales), etcétera.
3) La tolerancia social. El que este comportamiento se produzca en un contexto deportivo
está socialmente más aceptado que si se produce en otro tipo de contexto.
en que la forma que tienen los medios de comunicación de tratar la violencia en el
deporte no es la más adecuada y que incluso podría llegar a facilitar que se produzca
y/o mantenga.
5) Este último punto en realidad se refiere a dos cuestiones: el mal estado de
las infraestructuras (por ejemplo, la catástrofe del estadio de Heysel podría haberse
reducido si los seguidores hubieran tenido medios de escape de la avalancha), y la
mala actuación de los árbitros.
[…] Un aspecto importante al abordar el tema de la violencia en el deporte es considerar
los diferentes tipos de deporte en los que se puede producir violencia, dónde se puede
producir esa violencia, cuándo, quiénes son las personas que intervienen en la situación,
entre quién se produce la violencia y qué personas pueden ayudar a combatir la violencia
en el deporte.
Gómez, A. (2007) La violencia en el deporte. Un análisis desde la Psicología Social, R evis ta de P sicolo gía
Social, 2007, 2 2 (1), 63-87 . Versión electrónica: http://www.uned.es/472074/papers/Gomez_%282007%29.pdf
TEXTO 4. DESEMPLEADOS
El tiempo de trabajo estructura los ritmos cotidianos y semanales. En ausencia de
empleo, el cuerpo se resiente. Todas las rutinas temporales que se estructuran cuando
hay trabajo, y que acostumbran al cuerpo a un ritmo y a una inercia corporal de baja
reflexividad, desaparecen. Este hecho lanza un interrogante permanente sobre los
parados en cuanto al sentido del tiempo y de los actos realizados para llenarlo. Aunque
no son muy abundantes, existen iniciativas que tratan de mejorar la salud de los parados
a través de la realización de cursos de gimnasia que recompongan las rutinas diarias
y devuelvan una “agenda” al cuerpo. A través de la actividad física, el cuerpo recupera
las secuencias de actividad-cansancio-reposo que están asociadas al trabajo. El deporte
se convierte en un sustituto del trabajo que ayuda a combatir la apatía y depresión que
conlleva el paro. El estado de salud de los parados es peor que el de los ocupados,
con el deporte se busca reducir esta desigualdad. Entre otros, los problemas de salud
mental son los que más agudamente se presentan entre los parados debido a la
incertidumbre de su situación y al síndrome de inutilidad social que acompaña al paro.
Aunque el deporte no es un sustituto perfecto, puede contribuir a reforzar el vínculo del
parado con la sociedad roto por el episodio de desempleo.
(Trad). Le Yondre, F., Barker, N. (2009) La re-routinisation des chômeurs par le sport, Sport et citoyennete, nº6
4) La influencia de los medios de comunicación. Existe acuerdo por parte de la población
versión electrónica:<http://www.sportetcitoyennete.org/version3/pdf/Article_Le_Yondre_-_Barker2.pdf>
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 3.5
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Aproximación a otras áreas de intervención en problemas
sociales a través del deporte:
EJEMPLOS PRÁCTICOS
Ejemplo 1: Prisiones
"Prisoners on the move, move into sport, move through sport."
http://prisonersonthemove.eu/
Ejemplo 3: Violencia
1.-Experiencia de aplicación de una liga de fútbol sala para prevenir la violencia en
Nicaragua http://www.elnuevodiario.com.ni/nacionales/76655
Proyecto financiado por la Dirección General de Educación y Cultura de la Comoisión
Europea. Reúne 12 socios europeos con experiencia sobre el tema objeto de estudio
con el fin de avanzar en la investigación y aplicación del deporte en las cárceles.
2.- Progetto Ultrà. La finalidad de este proyecto es actuar contra la violencia de los
hinchas de fútbol mediante el asociacionismo y la difusión de valores deportivos como
la solidaridad y el antiracismo. Más información:
http://www.progettoultra.it/italiano2/download/presentazione_pu.pdf
Ejemplo 2: Contextos urbanos degradados
Ejemplo 4: Colectivos de bajos ingresos, Desempleados
Dunkerque: Macadam’hand. Deporte juvenil en los parkings
Re-rutinizar a los parados mediante el deporte es una investigación aplicada sobre los
efectos del deporte aplicado en colectivos de parados con el fin de aportar una
organización del tiempo cuando falta el empleo.
<http://www.sportetcitoyennete.org/version3/pdf/Article_Le_Yondre_-_Barker2.pdf
En la ciudad francesa de Macadam (Dunkerque), la asociación vecinal “La Maison
Flamande” y l'USDK Handball, un equipo de balonmano de primera división francesa
han organizado la actividad “Deporte juvenil en los parkings” con la finalidad de prevenir
los problemas de los jóvenes en las áreas urbanas desfavorecidas en Francia.
Desde 1995, todos los años en los meses de mayo y junio, los parkings de cuatro
barrios de viviendas sociales se convierten en terrenos de juego y se habilitan para la
práctica deportiva de la mano de especialistas deportivos asesorados por los jugadores
del USKD. Los jugadores de este equipo de primera división no van solo a enseñar a
jugar al balonmano a los jóvenes, sino a aprovechar su experiencia y su carrera deportiva
para ponerla como ejemplo.
Los jóvenes participan en sesiones de ‘Minihand’ –balonmano adaptado- durante dos
horas, en el curso de las cuales pueden divertirse, perfeccionar su pericia deportiva y
socializarse. El contacto con deportistas de elite favorece en los adolescentes el
aprendizaje del respeto mutuo y del esfuerzo. Esta intervención tiene un gran éxito en
los barrios y reúne en cada sesión a 100 jóvenes. En el año 2000, se han realizado 11
sesiones en los aparcamientos de los bloques de viviendas, los coches han sido
sustituidos por el juego. La iniciativa se completa con torneos interbarrios completados
con un partido final, esto permite reforzar las relaciones vecinales y fortalecer el tejido
social de los cuatro barrios. Para los jóvenes que muestran aptitudes para el balonmano,
el USKD ofrece un pase para entrenar gratuitamente en las instalaciones del club y
tener un seguimiento de su actividad deportiva.
La promoción de estas posibles trayectorias de inserción para los jóvenes y su implicación
en Macadam’hand le ha permitido obtener al USDK el diploma de honor ‘promoción
del espíritu deportivo’ 1999, concedido por la asociación francesa para el deporte sin
violencia (AFSVP). Más información: http://www.usdk.fr/anim-hand/macadam-hand/
PARA SABER MÁS
Prisiones
- Viñas, E (2011) “Pena, Tratamiento y Deportes, Primer Seminario Internacional sobre “El Rugby como Herramienta
de Tratamiento Penitenciario”, Mar del Plata, 31 de marzo de 2011
Versión electrónica: http://new.pensamientopenal.com.ar/sites/default/files/2011/08/ejecucion02_2.pdf
-Martos,D.,Devis, J. y Sparkes, A. (2009): “Deporte entre rejas, ¿algo más que control social?, en Revista
Internacional de Sociología Vol. 67, nº 2.
(Versión electrónica: http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2976294
Contextos urbanos desfavorecidos
- Balibrea, K, Santos, A. (2011) Deporte en los barrios, ¿integración o control social? Editorial
Univ. Politècnica de València, Valencia. pp. 92-94
- Santos, A., Balibrea, E. (2004) “Barrios desfavorecidos y prácticas deportivas: integrar el deporte en la política
urbana”, Arxius de Ciències Socials, n º 10
Violencia
Observatorio Violencia en el deporte: en la página del observatorio se encuentran numerosos documentos
relativos al tema de la violencia en las gradas y en los terrenos de juego.
http://www.csd.gob.es/csd/sociedad/5ViolDep/Observatorio-Violencia/
Desempleados
Le Yondre, F. (2009) Vrais chômeurs et vrais sportifs. Le sport face au chômage comme instrument disciplinaire
ou support de tactiques identitaires: des catégories sociales en jeu. Tesis doctoral, Université Haute Bretagne
Rennes 2
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 3.6
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Aspectos críticos sobre los usos del deporte
con colectivos vulnerables:
Conceptos teóricos básicos
TEXTO 1: LA INSTRUMENTALIZACIÓN DEL DEPORTE
En su análisis sobre la génesis de las políticas deportivas y del lugar del deporte en los
barrios populares franceses, William Gasparini (2010) ha puesto de manifiesto cómo
el fútbol, ya en el periodo comprendido entre las dos grandes guerras del siglo pasado,
es utilizado para reducir tensiones sociales y para procurar formas de control social.
Los empresarios de las cuencas hulleras francesas controlaron las potenciales tensiones
sociales de las clases trabajadoras difundiendo el fútbol entre los grupos de inmigrantes
y sus hijos. El deporte se instrumentalizó como medio para disciplinar, moralizar y
socializar en el espíritu de empresa a estos grupos obreros. […]
[…] Si el paternalismo empresarial es lo que se halla en el origen de estas dinámicas
deportivas descritas, Gasparini analiza también en el mismo artículo otras formas más
actuales de instrumentalización del deporte. En este caso, las que se producen
en los barrios desfavorecidos franceses en los últimos treinta años. A raíz de la crisis
económica mundial, que mostró sus efectos más duros a partir de 1980, empeoraron
drásticamente las condiciones de vida de las clases populares. El paro, la precarización
de colectivos procedentes de la inmigración y la degradación urbana condujeron a un
agravamiento de las formas de violencia de la juventud de los barrios periféricos. Ello
llevó a los poderes públicos a utilizar el deporte como herramienta de desarrollo social
en esas zonas urbanas. Nuevamente, con el objetivo del mantenimiento del orden y de
la moralización, se podría concluir que las políticas de inserción a través del deporte
“pueden ser analizadas como una nueva forma de encuadramiento y de control de los
jóvenes de origen social popular para paliar los efectos no controlados generados por
las políticas neoliberales desarrolladas en Francia desde el inicio de los años ochenta”
(ibid. p. 114).
Una instrumentalización de este tipo puede tener malas consecuencias sobre los jóvenes
y sobre sus representaciones del deporte. Entre otros peligros, cabe señalar cómo
estas políticas han contribuido a dar una falsa imagen de esta juventud como grupo
desorganizado, “peligroso”, que justificaba la necesidad de su intervención para
salvaguardar el orden y encaminar a los jóvenes en la dirección correcta. Nada más
lejos de la realidad, la cultura juvenil de los barrios tiene sus propias bases de sociabilidad,
sus códigos y representaciones, en este caso, sobre el deporte y la actividad física fútbol de calle, deportes informales, hip-hop-, que han sido, de alguna manera,
suplantados por una política sociodeportiva cuyo principal objetivo era reducir las
tensiones sociales.
Por otra parte, estas políticas han contribuido a difundir el estereotipo del deportista
de barrio que triunfa, construyendo mediaticamente esta figura modélica que, a base
de comportarse bien y de aceptar todas las reglas del juego consigue el éxito, se integra.
Desgraciadamente, aunque la emulación de este modelo pueda mantener a los jóvenes
de los barrios integrados deportivamente, no les libra de seguir excluidos socialmente.
La conclusión que se deriva de los anteriores argumentos nos advierte de la necesidad
de tomar cautelas respecto a la aplicación de políticas de deporte-inserción dirigido a
colectivos desfavorecidos. Los efectos no queridos de la intervención han de ser
anticipados y evitados, empezando por la imagen equivocada, pero tan frecuente en
la intervención social, de que el barrio es un enclave peligroso y desorganizado, que
solo se salvará gracias a las intervenciones “civilizadas” de las políticas sociales.
Balibrea, K. Santos, A. (2011) Dep ort e en l os b arrios ¿ in t egraci ón o co ntr ol social?
Editorial univ. Politècnica de Valencia, Valencia, pp. 24-25
TEXTO 2: LOS EFECTOS CONTRAPRODUCTIVOS DEL DEPORTE: SEGREGACIÓN,
GUETOS Y ETIQUETAJE EN LOS PROGRAMAS DE DEPORTES PARA COLECTIVOS
DESFAVORECIDOS
[…] Un giro más en la crítica a la ideología del deporte concebido como educativo por
esencia, viene de la mano del antropólogo francés David Le Breton (2003), que aporta
algunas ideas imprescindibles para superar una visión, desgraciadamente, muy presente
en las intervenciones del deporte con finalidades integradoras. Muchas intervenciones
enfocan el uso del deporte de manera instrumental para, a través de una lógica de
ingeniería social, conseguir aproximar a los colectivos desfavorecidos a su realidad.
Este utilitarismo a través del deporte pretende ayudar a estos colectivos a integrarse
sin cambiar sus condiciones materiales de vida. El objetivo es obtener resultados en
términos de integración sin perturbar la estructura social que ha generado dichos
problemas de integración. Para Le Breton, intervenciones planteadas en esta línea no
tienen los efectos esperados sobre los sujetos sobre los que se trata de intervenir,
incluso pueden conllevar efectos contraproducentes.
Cualquier experiencia sobre el terreno que quiera tener buenos resultados debería ser
modesta respecto a la consecución de logros y anteponer otros objetivos más cualitativos.
En palabras de Le Breton, “si las actividades deportivas planteadas generan el placer
de los participantes, el disfrute en el empeño físico o en el enfrentamiento lúdico con
el otro respetando unas reglas de juego, tienen ya una legitimidad suficiente más allá
de cualquier planteamiento racional. Si contribuyen a acrecentar el gusto por vivir, están
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 3.6
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Aspectos críticos sobre los usos del deporte
con colectivos vulnerables:
promoviendo ya aspectos fundamentales en términos de autoestima, energía personal
y vínculo con la sociedad. Cuando una persona corriente nada en un río, corre por un
camino o juega un partido de baloncesto con los amigos no se dice que esos son
medios para conseguir su integración social o de flexibilizar su motricidad, simplemente
se destaca el placer conseguido a través de esa práctica, que gana su legitimidad por
el hecho de producir ese disfrute.” (Le Breton, 2003: 59)
Le Breton añade que, aunque para los animadores deportivos el deporte con el que
intervienen pueda ser adoptado como un medio para la integración, tienen que actuar
como si fuera un fin en sí mismo, una fuente de placer en sí. Los animadores no pueden
priorizar la relación asistencial, “sino que han de vivir, compartir momentos de la
existencia ofreciendo una competencia particular y una mirada que alimente el
reconocimiento mutuo” (ibid. p. 59) con quien se realice la actividad deportiva. Por parte
de los monitores, es necesario vivir el placer común del deporte y tener una clara
representación de los colectivos, un reconocimiento que evite los prejuicios negativos
y rompa con los estereotipos dañinos construidos en torno a los colectivos desfavorecidos.
La intervención tiene que estar guiada por el reconocimiento y la aceptación, sin pedir
grandes logros, recorriendo al lado de los colectivos, y ayudando a esclarecer, los
procesos complejos en los que se hallan inmersos fruto de su vida en contextos sociales
vulnerables o en fases existenciales conflictivas. La integración solo es posible si se
crea un marco de igual dignidad.
a las iniciativas deporte-integración que han estudiado y que garantizan su éxito. Se
trata de los cinco principios siguientes que comentamos brevemente:
1.- Cuestionar la ideología de la integración por el deporte
Las iniciativas más innovadoras se han caracterizado por distanciarse de la ideología
del potencial “natural” del deporte, muy divulgado en los medios de comunicación,
y han proyectado intervenciones socio-deportivas basadas en las competencias técnicas
y en el conocimiento profundo de los barrios desfavorecidos.
2.- Considerar a los usuarios de las intervenciones como personas en su globalidad
Los colectivos a los que se dirige el proyecto presentan necesidades que van más allá
de lo deportivo. Es necesario atender integralmente las dimensiones educativas, sociales
y familiares para conseguir un clima de confianza que lleve adelante el proyecto.
EJEMPLOS PRÁCTICOS
3.- Enmarcar la innovación en el terreno del deporte educativo en el marco del
reconocimiento
Los autores del informe consideran que la implicación de los actores que desarrollan
el proyecto está gobernada por una idea de profundo arraigo en las ciencias sociales:
la idea de reconocimiento de Axel Honneth. En este sentido, los jóvenes de barrio
protagonistas de una iniciativa deporte-integración necesitan un marco de reconocimiento
para seguir trabajando. Un espejo que les devuelva una imagen positiva, en la que se
reconozca por parte de la sociedad su tarea y esfuerzos. Sin este reconocimiento, las
iniciativas quedan en el anonimato, se debilitan y corren riesgos de desaparecer. El
reconocimiento puede cobrar diferentes formas, desde el apoyo técnico y financiero
de las administraciones, a la buena reputación expresada por los ciudadanos de los
territorios donde se desarrolla la intervención.
Un ejemplo que recoge muchas de las observaciones reflejadas en los textos anteriores
es el Programa específico que ha desarrollado recientemente L’Agence pour l’Education
par le Sport" (APELS). En 2010, ha lanzado su iniciativa “Ex perimentación nacional
para una política de educación a través del deporte en los barrios populares ”. Con ella
se plantea como objetivo prioritario contribuir al desarrollo del deporte educativo en las
denominadas Zones Urbaines Sensibles (ZUS). Siglas con las que la administración
pública denomina a los barrios con dificultades sociales.
4.- Potenciar y aprovechar las competencias múltiples de los gestores de la intervención
La investigación ha puesto de manifiesto la importancia fundamental de la figura
del responsable de este tipo de proyectos de deporte educativo. […] No son especialistas
únicamente en el campo de lo deportivo, sino que reúnen competencias educativas,
sociales, de relaciones políticas, personales, etc. que les hacen capaces de recomponer
la información y los recursos necesarios para la puesta en práctica del proyecto. Esta
multicompetencia es la garantía de la innovación.
[…] De cara a desarrollar políticas deportivas innovadoras, se pone en marcha durante
los próximos tres años (2010-2013) el mencionado proceso de experimentación en los
barrios de 10 grandes ciudades francesas que busca investigar, ofrecer formación y
en definitiva apoyar la puesta en marcha de proyectos que puedan contribuir al objetivo
final de crear nuevos instrumentos de integración mediante el deporte.
[...] la investigación-acción ha avanzado en los elementos fundamentales que caracterizan
5.- Extender el trabajo en redes territoriales
El trabajo en red supone enlazar verticalmente los diferentes niveles territoriales implicados
y horizontalmente las diferentes instituciones y actores del espacio donde se desarrolla
la intervención.
Balibrea, K. Santos, A. (2011) Deport e en l os barrios ¿ integración o contr ol social?
Editorial univ. Politècnica de Valencia, Valencia, pp. 28-29
Más información (en francés): http://www.apels.org/blogexperimentation/
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 3.6
Aspectos críticos sobre los usos del deporte
con colectivos vulnerables:
PARA SABER MÁS
Balibrea, K. Santos, A. (2011) Deporte en los barrios ¿integración o control social? Editorial univ. Politècnica
de Valencia, Valencia
Gasparini, W. (2010) “Les Champions des cités. Parcours migratoires et effets de quartiers”
Hommes & Migrations, nº 1285.
Le Breton, D. (2003) “Activités physiques et sportives et intégration: aspects anthropologiques”,
Empan nº 51.
Maza, G. (2002) “El deporte y su papel en los mecanismos de reproducción social de la población inmigrada
extranjera, Apunts d’Educació Fisica i Esports, nº 68
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
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TEMA 4.
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ASPECTOS PRÁCTICOS DEL DEPORTE EN LA
INTEGRACIÓN SOCIAL: CUATRO EJEMPLOS DE
EXPERIENCIAS DE DEPORTE-INTEGRACIÓN
LA FICHA 4.1 tiene como única finalidad presentar los cuatro
proyectos que se van a utilizar para ejemplificar el uso de
valores en proyectos deportivos y cómo a través de estos
pueden conseguirse los valores prefijados. Trataremos en
este tema 4 valores concretos:
-Mejora de relaciones interétnicas (ficha 4.1)
-Igualdad de género y no discriminación (ficha 4.2)
-Inserción laboral (ficha 4.3)
-Prevención delincuencia juvenil (ficha 4.4)
Cada uno de ellos ha sido el objetivo principal de los
siguientes proyectos que trataremos monográficamente y
con detalle para que puedan ser utilizados en la preparación
de este tema.
Los títulos de los proyectos son suficientemente explícitos
para ofrecer una primera información sobre su contenido.
Se dedicará una ficha a cada uno de ellos con objeto de
contar con una mayor profundización. Así, podrán
determinarse los recursos y estrategias que han hecho
posible que la lógica del proyecto haya permitido alcanzar
los objetivos planteados al inicio del proyecto.
Ficha 4.1
Proyectar los valores sociales del deporte en la lucha contra la exclusión
y a la mejora de la integración social.
Ficha 4.2
Mejora de las relaciones interétnicas: “Programa de integración
socioeducativa a través del judo para jóvenes del barrio de Ruzafa,
Valencia. Escuela de judo “Judokan Valencia”.
Ficha 4.3
Igualdad de género y no discriminación: “Tras el velo: actividad física
y Mujeres inmigrantes magrebíes”. Universidad Politécnica de Valencia
–Universidad de Valencia, Ayuntamiento de Gandía.
Ficha 4.4
Inserción laboral: Red “Job & Sports”: El deporte como medio de
integración de los jóvenes desfavorecidos en el mercado laboral.
Ficha 4.5
Modelo de Intervención para educar en valores a jóvenes en riesgo a
través de la actividad física y el deporte, Instituto Nacional de Educación
Física. Universidad Politécnica de Madrid.
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS
DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 4.2
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Mejora de las relaciones interétnicas
“Programa de integración socioeducativa a través del judo
para jóvenes del barrio de Ruzafa, Valencia”. Fundar, Judokan,
Universidad de Valencia.
Conceptos teóricos básicos
Esta iniciativa de intervención y análisis social pone en conexión el aprendizaje del judo
en grupos de adolescentes y preadolescentes, en un entorno caracterizado por la
multiculturalidad, y la investigación empírica en sus fases de diagnóstico, desarrollo y
validación. El programa comenzó en el curso escolar 2008-2009 y concluyó, en su fase
experimental y de validación empírica, en 2011.
El primer paso clave para desarrollar este tipo de programas pasa por encontrar los
medios de financiación, el soporte económico, que permitan la reproducción y continuidad
de los mismos. En el caso de este programa, la iniciativa estuvo financiada durante tres
cursos escolares por el Ministerio de Trabajo e Inmigración a través de FUNDAR
(Fundación de la Solidaridad y el Voluntariado de la Comunidad Valenciana), afectando
a cerca de 120 escolares de entre 11 y 15 años. La acción educativa se insertó en el
marco del programa “Solidaridad en el aula” en el apartado “Deporte: escuela de vida”.
Para llevar a cabo acciones educativas a través del deporte es necesario conocer las
características sociodemográficas, tanto del espacio como del público que va a ser
receptor de la acción. En la acción que nos ocupa el diagnóstico incluyó abordar los
rasgos diferenciales del barrio de Ruzafa, un barrio popular del centro de Valencia con
elevados índices de población extranjera cuyas características lo hacían muy apropiado
para llevar a cabo un programa experimental que relacionara deporte y convivencia
ciudadana. A partir de estas características se trataron de adecuar los objetivos y
el desarrollo de la acción y adentrarse en sus significados.
El objetivo específico del mismo ha sido utilizar la práctica del judo como medio para
la socialización en el deporte y a través del deporte, poniendo especial énfasis en los
procesos de convivencia intercultural y cohesión grupal, el desarrollo de los hábitos
deportivos y la educación en valores. Así como elaborar una guía didáctica audiovisual
que permitiera, desde su utilidad social y educativa, reproducir la experiencia o llevar
a cabo iniciativas similares. Los resultados específicos de la acción han puesto de
relieve la transversalidad de este programa en aspectos que tienen que ver específicamente
con las relaciones interculturales, pero tambén con las relaciones de género y de mejora
individual y social a través del aprendizaje del judo.
La formación de los grupos de adolescentes y preadolescentes se llevó a cabo con
criterios de homogeneidad en cuanto a las edades de formación de los grupos –como
aconseja la docencia del judo- pero de heterogeneidad en cuanto al sexo y el lugar de
procedencia, de modo que dichos grupos constituyeran una muestra representativa
de las características sociodemográficas del barrio.
Otro apartado esencial en estas iniciativas es la que tiene que ver con el equipo humano,
los educadores, auténtica piedra angular sobre la que gira todo el proceso de transmisión
del aprendizaje, que son los que dirigen el rumbo de la acción en el día a día –rectificando
cuando es necesario- hacia los objetivos que se persiguen. El desarrollo práctico de
la actividad corrió a cargo del Club Judokan Valencia, una de las escuelas de judo más
importantes del territorio nacional por su trayectoria educativa y por sus resultados
deportivos. El emplazamiento de la escuela en el propio barrio facilitó el desarrollo del
programa en su propio contexto. La experiencia de los profesores de judo, su formación
y su sabiduría práctica, resultaron claves en la consecución de los objetivos planteados.
La herramienta utilizada, el judo en este caso, demostró una gran capacidad de
adaptabilidad y una enorme riqueza para desarrollar los objetivos previstos. Las
dimensiones sociales y educativas, que guiaron su formulación teórico-práctica, pueden
ser retomadas con facilidad.
Algunos factores de la propia práctica y aprendizaje han resultado esenciales: la
aceptación del contacto físico, la modulación de la fuerza, el carácter mixto, el aprendizaje
cooperativo sobre la base de la conducta empática, las formas rituales y simbólicas
de origen japonés, el componente lúdico, el aprendizaje del esfuerzo, el sistema de
recompensas mediante la obtención de cinturones…
Práctica deportiva y análisis social
Desde el primer momento, el Programa Experimental nos exigió la articulación de dos
instrumentos sustancialmente pragmáticos. De un lado, la práctica del judo entendida
desde su concepción más tradicional y original, es decir, el judo como ‘escuela de vida’
(Kano, 1989; Jazarin, 1996) con los diversos contextos que contiene: históricos, sociales,
culturales, educativos y deportivos (Mazac, 2006). De otro, la investigación sociológica
y los diferentes estratos de su construcción teórica y metodológica: la perspectiva
cualitativa, la sociología del deporte y el debate teórico entre práctica deportiva y los
procesos de inserción y exclusión social. Partimos de una concepción de la investigación
sociológica entendida, siguiendo a Alfonso Ortí (2007:39), como un saber leer, explicar
e interpretar la diversidad social, en sus contextos sociohistóricos. Una diversidad
permanentemente atrapada en la encrucijada entre lo deseable, lo necesario y lo posible.
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 4.2
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Mejora de las relaciones interétnicas
Situados en este espacio sociológico, la articulación con la práctica del judo se orientó
hacia un objetivo concreto: explorar la relación entre su aprendizaje y práctica con la
socialización educativa y ciudadana de los jóvenes escolares. Una relación
sociológicamente inscrita y determinada, por el conjunto de transformaciones
económicas, culturales, educativas y familiares de la sociedad española en las últimas
décadas (Conde, 2002). Y, entre las cuales, el fenómeno migratorio y las relaciones
interculturales han ido tomando una creciente importancia (Colectivo IOÉ, 2010; Conde
y Herranz, 2004). En consecuencia, una parte sustantiva de la realización del programa
consistió en el proceso de reflexión sociológica e investigación cualitativa. Una tarea
que se realizó a través de un convenio específico con el Departamento de Sociología
y Antropología Social de la Universidad de Valencia.
respecto de otros objetivos complementarios que también formaban parte del
planteamiento inicial del Programa.
En términos metodológicos, el diseño cualitativo de la investigación permitió captar y
evaluar la experiencia, las actitudes y motivaciones de los sectores implicados: escolares,
padres y maestros. También ayudó a comprender los elementos nucleares, a los que
había que prestar una especial atención para la enseñanza del judo en un programa
socioeducativo con características semejantes al que se ha desarrollado.
Desde la perspectiva cualitativa, un enfoque con una larga tradición en la sociología
empírica española (Ibáñez, 1985, 1994; Ortí, 1994; Alonso, 1994 y 1998; Callejo, 1995;
Conde, 2009), se llevaron a cabo más de cuarenta entrevistas abiertas, ocho entrevistas
grupales, y dos grupos de discusión, así como, un protocolo de observación participante,
a lo largo de los tres cursos escolares de duración del programa. Al final del programa
debatimos la experiencia en una reunión abierta con todos los sectores que habían
estado implicados en él: escolares, padres, profesores que coordinaron el programa
en los colegios y el equipo de profesores de judo e investigación sociológica del
programa.
El resultado del trabajo de investigación empírica permitió conocer e interpretar los
diferentes sentidos que la experiencia de la práctica del judo ha producido entre los
tres sectores implicados en el programa. Hay que señalar que, salvo unas pocas
excepciones, ni los escolares ni sus familias habían tenido un contacto previo con la
práctica del judo. También nos ha permitido una primera evaluación de los límites y
posibilidades de dicha práctica como un proceso socioeducativo dirigido a potenciar
la convivencia intercultural y la construcción de ciudadanía. Junto a las dos dimensiones
anteriores, el análisis sociológico del sistema de discursos producidos (Conde, 2009)
nos ha permitido acceder, explorar e interpretar las diferentes actitudes, y motivaciones
Algunos indicadores
Los resultados del análisis indican que el programa está permitiendo consolidar un
espacio importante para la socialización deportiva a través del judo, integrando a jóvenes
del barrio de Ruzafa en las dinámicas de convivencia intercultural a través del contacto
físico y la lucha. A través de la investigación sociológica se confirma que el programa
de judo ha resultado una experiencia muy positiva en su conjunto, en la que los grupos
de participantes pre-adolescentes y adolescentes subrayan: la diversión de los juegos,
el aprendizaje del respeto, el autocontrol, la cooperación, el aprendizaje técnico, los
vínculos afectivos que se han creado con los profesores y compañeros, el aumento de
la capacidad de esfuerzo y la cohesión grupal. En el caso de los padres y madres de
los alumnos participantes, el programa de judo se ha interpretado como una herramienta
educativa complementaria de la que se destaca la capacidad para infundir en sus
hijos/as: respeto, autodisciplina, capacidad de esfuerzo, seguridad en sí mismos y
aumento de la autoestima. Los discursos de los progenitores subrayan de qué modo
se han ido creando paulatinamente expectativas de continuidad y se muestran temores
frente a su posible desaparición o la pérdida de la financiación económica. La gratuidad
del programa, y máxime en un contexto de crisis económica acentuada, ha
constituido obviamente un punto esencial en la buena acogida del mismo. Un paso
más allá de esa gratuidad, los padres han señalado el carácter positivo de la actividad
en la formación educativa de sus hijos frente a los peligros que acechan en los tiempos
de ocio de sus progenitores. Subrayan el papel esencial de los profesores de judo en
la motivación de los hijos, con la combinación entre juego, disciplina, aprendizaje del
esfuerzo y progreso personal. El aprendizaje del judo está colaborando en el aumento
de la autoestima de los participantes. Más allá del deporte, los padres y madres de los
alumnos participantes en el programa, han entendido –a partir de lo que les cuentan
sus propios hijos/as- que el programa destaca por su orientación educativa y lo aceptan
como una experiencia altamente positiva de socialización educativa.
El resultado final de todo el proceso ha sido la elaboración de una guía didáctica
audiovisual online, que permite reproducir el programa en contextos similares y recoge
todas las pautas básicas de su desarrollo teórico-práctico.
Gómez-Ferrer, R. y Rodríguez Victoriano, J. M. (2011) “Programa de integración socioeducativa a través del
judo”. Versión electrónica http://www.judosocioeducativo.org
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 4.2
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Mejora de las relaciones interétnicas
EJEMPLOS CONCRETOS
PARA SABER MÁS
1.- Guía online del “Programa de integración socioeducativa a través del judo para
jóvenes del barrio de Ruzafa, Valencia”: http://www.judosocioeducativo.org
F.F.J.D.A. (2008) Shin. Éthique et tradition dans l´enseignement du judo, Budo Éditions, Noisy- sur-École.
2.- Vídeo resumen del “Programa de integración socioeducativa a través del
judo” http://www.judosocioeducativo.org/video_02.htm
3.- Red de opiniones: entrevista a Ramón Gómez-Ferrer, director del club Judokan
y responsable del “Programa de integración socioeducativa a través del judo”
http://prueba.deporteeinclusionsocial.es/?q=entrevistas_overview&amp;amp;display=person&amp;amp;nid
=185%20>
Gómez-Ferrer, R. y Rodríguez Victoriano, J. M. (2011) “La integración socioeducativa a través del judo. El
programa para jóvenes del barrio de Ruzafa (Valencia)”, en VV. AA. Judo. Una visión diversa II, pp. 227-268,
Visión Libros, Madrid. Versión ampliada y revisada online en: http://www.judosocioeducativo.org/g2_0.htm
Gómez-Ferrer, R. y Rodríguez Victoriano, J. M. (2011) “Las dimensiones sociales y educativas del judo”, en VV.
AA. Judo. Una visión diversa II, pp. 269-324, Visión Libros, Madrid. Versión ampliada y revisada online en:
http://www.judosocioeducativo.org/g1_0.htm
Mazac, M. (2006) Jigoro Kano. Pére du judo. Budo Éditions, Clamecy.
4.- Banco de Proyectos de deporte, creatividad e inclusión social: Ficha resumen de
“Programa de integración socioeducativa a través del judo para jóvenes del barrio de
Ruzafa, Valencia” en http://bancodeporteeinclusion.com/proyectos/p_10.php
5.- Programa “Achieve, collect & give back” de la Escuela de judo Nuno Delgado:
http://www.maiorauladejudo.com/
6.- Programa “Instituto Reaçao”de judo en las favelas brasileñas:
http://www.institutoreacao.org.br/
Vídeos:En inglés:
http://edition.cnn.com/video/?/video/living/2009/07/16/cnnheroes.flavio.canto.cnn
En español: http://purojudo.cl/index.php?option=com_content&task=view&id=53
7.- “Aprender de la diversidad: algunas experiencias internacionales”: Apartado que
recoge experiencias internacionales que conectan la práctica del judo con su dimensión
socializadora y educativa: http://www.judosocioeducativo.org/g1_4.htm
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 4.3
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Igualdad de género y no discriminación
“Tras el velo: actividad física y Mujeres inmigrantes magrebíes”.
Universidad Politécnica de Valencia – Universidad de Valencia,
Ayuntamiento de Gandía.
una actividad física.
Conceptos teóricos básicos
A pesar de que el mundo del Islam es amplio y diverso, en la mayor parte de los países
que lo componen abunda una representación similar del cuerpo de la mujer que dificulta
la práctica deportiva. El cuerpo es una construcción social y, tras las limitaciones que
se le imponen en todas las sociedades, encontramos todo un armazón sociocultural
que, en el caso de las mujeres magrebíes, de las que nos ocupamos en este texto,
moldea las representaciones y los usos de su cuerpo. Así, el cuerpo de la mujer es el
depositario del honor en los países de tradición islámica. Los varones son los responsables
de velar porque el honor no se mancille y ejercen un fuerte control y vigilancia. La
reclusión en el espacio doméstico privado y la ocultación del cuerpo mediante un código
del vestir son las manifestaciones más conocidas de este control que supone una
auténtica segregación y represión de la sexualidad.
Mujeres inmigrantes magrebíes y actividad física para la integración social: “Tras
el velo”
En los últimos años, han comenzado a explorarse las potencialidades integradoras del
deporte aplicadas en colectivos procedentes de la inmigración. El deporte, orientado
por un proyecto intercultural, promete ventajas que han comenzado a ser verificadas
en investigaciones recientes en España. Algunos estudios han pormenorizado dichas
ventajas entre el colectivo de mujeres inmigrantes, destacando los avances en términos
de integración social que la actividad física supone para ellas. Sin embargo, puede
decirse que este terreno de las mujeres inmigrantes y el uso del deporte continúa siendo
un campo insuficientemente explorado. En esta ficha, se abordarán los principales
problemas ligados a esta cuestión, desde el enfoque teórico a la aplicación práctica
de un deporte que se aproxime al género y a la lucha contra la discriminación cultural.
Si concretamos en algunos grupos de mujeres inmigrantes, como es el caso de las
mujeres magrebíes, el deporte consigue importantes avances en diferentes dimensiones
de su integración social. Los resultados de las investigaciones citadas anteriormente
avanzan la idea de que la actividad física para estas mujeres puede convertirse en un
espacio privilegiado para el aprendizaje corporal, social y personal. Las dificultades
para conseguir este objetivo son muchas debido a las limitaciones socioculturales y
religiosas a la práctica deportiva que prevalecen en su cultura de origen. Sin embargo,
en su proceso de integración en la sociedad de acogida, podrían acceder a los beneficios
que la actividad física promueve en términos de hábitos saludables, integración y
tolerancia. Esto obliga a las instituciones y asociaciones a redoblar los esfuerzos para
idear y poner en marcha iniciativas que conjuguen el deporte y la integración dirigidos
a estas mujeres en situaciones de vulnerabilidad.
Las dificultades que viven las mujeres en los países de tradición islámica a la hora de
practicar deporte son considerables. Dificultades culturales, ligadas a las normas que
las conducen a cubrirse el cuerpo y a una segregación de los espacios; dificultades
familiares, ligadas a la rígida división sexual del trabajo doméstico; dificultades relacionadas
con las concepciones del cuerpo y la dificultad para aceptar una cultura del movimiento,
son, entre otras, algunas de las trabas que las mujeres han de superar si quieren realizar
Las dificultades ligadas a las representaciones sobre el cuerpo y el deporte en las
sociedades de tradición islámica
La religión y la tradición cultural representan a la mujer como esposa y madre y esto
lleva aparejadas una serie de circunstancias muy negativas en la representación del
cuerpo de las mujeres. El cuerpo de la mujer es culturalmente interpretado con las
cualidades de pasividad, docilidad, dulzura y lentitud. El ideal del cuerpo femenino
responde a una mujer voluminosa y de piel blanca. Esta estética femenina está ligada
a las cualidades que se suponen necesarias a las tareas de reproducción. Por otro lado,
la blancura de la piel responde a la dualidad dentro- fuera del hogar. Los espacios
privados, íntimos y poco luminosos conllevan esta piel blanca que es sinónimo de
pureza. En términos de jerarquías sociales, la piel más oscura se asocia con mujeres
con menos recursos, que tienen que trabajar fuera de casa, lo que las devalúa en la
escala de pureza y castidad.
Con estas premisas, es evidente que una cultura del movimiento, como la que supone
el deporte, cuenta con grandes dificultades para divulgarse en un contexto como el
descrito. El deporte de las mujeres es interpretado en el mundo musulmán como una
amenaza para las tradiciones, se le niega el carácter lúdico y se cuestionan los beneficios
de su práctica. Es un espacio conflictivo.
El velo no se cierne solo sobre el cuerpo de las mujeres magrebíes, también sus
relaciones sociales quedan veladas por las pautas patriarcales de control. La forma de
ejercer este control se produce a través de la segregación sexual, en la que las mujeres
encuentran el muro del espacio doméstico y el muro corporal que supone el velo,
destinado a prevenir el peligro de las salidas de las mujeres al exterior. La división sexual
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 4.3
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Igualdad de género y no discriminación
del trabajo es intensa y sigue siendo el pilar más resistente en el tránsito tradiciónmodernidad. En este sentido, practicar deporte es como robarle el tiempo a las actividades
domésticas.
Estos son, brevemente planteados, los problemas que aquejan a este grupo de mujeres
inmigrantes magrebíes, sobre el que se detiene este texto para destacar los beneficios
que una propuesta de intervención mediante el deporte podría llevar generar.
“Tras el velo”: una experiencia deportiva con mujeres magrebíes
Para ello se desarrolló el proyecto “Tras el velo” en el que han participado la unidad
de investigación Deporte Inserción Social de la Universidad de Valencia, el Vicerrectorado
de Deportes de la Universidad Politécnica de Valencia y la Asociación de Gestores
Deportivos de la Comunidad Valenciana. El proyecto se llevó a cabo durante 2010 en
Gandia (Valencia). Se trataba fundamentalmente de potenciar dos esferas en las que
se acumulan los efectos de sus discriminaciones: la esfera de la autonomía personal
y la de las relaciones sociales. Para ello se diseñó un programa de educación física de
base que potenciase el trabajo de percepción del cuerpo, las conductas motrices
básicas y el cuerpo como fuente de expresión.
La falta de experiencias motrices en estas mujeres hizo necesario comenzar con objetivos
sencillos asociados al aprendizaje de su propio cuerpo. Además, la actividad física
como forma intencionada de tratar el cuerpo permite, en consecuencia, elaborar los
valores referidos a éste como, por ejemplo, los umbrales del pudor, la forma de hablar
de las sensaciones corporales, las actitudes frente al contacto físico o las capacidades
motoras. La actividad física y los juegos han sido la base de las dos sesiones semanales
que se impartieron durante los meses de marzo a noviembre de 2010.
Las dificultades de partida que ya hemos enumerado anteriormente obligaron a considerar
una serie de aspectos para la planificación de la actividad. Así, entre otros, se logró
que la monitora que dirigió las sesiones fuera marroquí; en la sala se instalaron cortinas
para impedir el acceso visual desde el exterior; la sala se localizaba cerca de los lugares
donde las mujeres realizan actividades cotidianas como cursos de alfabetización o
asistencia a ceremonias religiosas; la práctica se realizó aceptando que el vestuario de
las mujeres incluiría ropas que cubrirían diferentes partes del cuerpo; se estableció un
servicio de ludoteca para cuidar de los hijos pequeños en un espacio anexo; igualmente,
los objetivos de la actividad se enfocaron más a la salud y no tanto al modelado
del cuerpo. Todos estos aspectos eran prácticamente prerrequisitos para que las
mujeres pudieran tener el visto bueno familiar.
Además del objetivo de promover la autonomía personal y el cuidado del cuerpo, el
proyecto tenía también la finalidad de aprovechar la finalidad lúdica propia de la práctica
física como forma de crear un espacio de relaciones sociales propio para estas mujeres.
La práctica física debe servir de espacio de encuentro donde olvidarse de las
preocupaciones del exterior, disfrutar del momento y propiciar la cohesión grupal. su
tierra. Las mujeres establecen nuevas relaciones de compañerismo y amistad, a la vez
que desarrollan un sentimiento de pertenencia al grupo que se va conformando.
El grupo de mujeres participantes oscilaba entre 20-25. En la ciudad de Gandia residen
en torno a 800 mujeres magrebíes, pero en la ciudad de Valencia habitan 9000, en la
Comunidad Valenciana, 29.240 y en España más 300.000, lo cual permite hacerse una
idea acerca del público potencial al cual podrían extenderse los beneficios de un
proyecto como el que se ha presentado y que permitiría avanzar en la igualdad de
derechos y en la lucha contra la exclusión, así mismo potenciaría la tolerancia y apoyaría
el cambio social hacia modelos sociales permisivos y abiertos. Solo a través de la
igualdad te conviertes en un otro significativo.
Balibrea, K y Santos, A. (2010) “Mujeres inmigrantes magrebíes y deporte para la integración social” en AEISAD
¿Cómo hacer del deporte herramienta para el desarrollo, AEISAD. (Versión electrónica
http://www.aeisad.org/congreso/index.html
EJEMPLOS CONCRETOS
1.- Vídeo “Tras el velo”: actividad física para mujeres magrebíes:
http://vimeo.com/32080352
2.- Red de opiniones: entrevista a Kety Balibrea y Naima Ben Maarouf, responsable y
monitora, respectivamente del proyecto Tras el velo. http://prueba.deporte-e-inclusion
social.es/?q=entrevistas_overview&display=person&nid=184
3.- Banco de Proyectos de deporte, creatividad e inclusión social: Ficha resumen de
“Tras el velo” http://bancodeporteeinclusion.com/proyectos/p_35.php
PARA SABER MÁS
Batista, N., Albuixech, S. (2002) El Farah se mueve: una experiencia con mujeres magrebís,
Apunts, Educación física y deportes, nº68
Pfister, G. (2004) “Género y multiculturalidad: la apropiación del cuerpo y la práctica deportiva de las jóvenes
inmigrantes”, en Lleixá, T y Soler, S. Actividad física y deporte en sociedades multiculturales. ¿Integración o
segregación? ICE-Horsori, Barcelona.
Santos, A., Balibrea, E. et al. (2004) Mujeres en forma contra la exclusión, Dirección General de la Mujer,
Generalitat Valenciana. Valencia.
Soler, S. (2006) “El programa “Bellugant-nos”: actividad física para mujeres inmigrantes y autóctonas del barrio
Collblanc – Torrassa (Hospitalet)”, en Moragas, M. y Dacosta, L. Universidad y Estudios Olímpicos - Seminarios
España-Brasil 2006, Centre d'Estudis Olímpics UAB, Barcelona.
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 4.4
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Inserción laboral
Red “Job & Sports”: El deporte como medio de integración
de los jóvenes desfavorecidos en el mercado laboral.
Conceptos teóricos básicos
El proyecto “Job & Sports” aborda el deporte como un medio de integración de los
jóvenes desfavorecidos en el mercado laboral. El proyecto piloto se inscribe dentro del
programa de formación comunitaria Leonardo da Vinci de la UE y se ha desarrollado
durante los años 2002-2006. Han participado en el proyecto cinco socios europeos
pertenecientes a seis países (puede obtenerse más información sobre entidades
participantes en el documento completo).
Job&Sport va dirigido a entrenadores deportivos y profesores que trabajen en
organizaciones deportivas, de formación profesional e instituciones para la promoción
del empleo. Se incluyen recomendaciones y sugerencias para llevar a cabo actividades
deportivas con el ánimo de potenciar su valor educativo. Se recogen igualmente
instrucciones para la mejora de las habilidades sociales, o blandas, por medio del
deporte, dirigidas a los jóvenes. El proyecto usa el término edutrenador para referirse
a los entrenadores físicos cuyo objetivo es entrenar las habilidades blandas en lugar
de las motoras. El vocablo consiste en una amalgama de los vocablos “educador” y
“entrenador”.
El objetivo primordial del proyecto es incorporar a los jóvenes desfavorecidos en el
mercado laboral a través de la enseñanza y perfeccionamiento de las habilidades
blandas. Para ello, las actividades deportivas sirven como medio. Las habilidades
blandas y las cualificaciones claves imprescindibles para acceder a cualquier trabajo
en la actualidad se sitúan en el plano de la conducta y son lo contrario de las habilidades
duras, que son habilidades técnicas o administrativas. Las habilidades blandas harían
referencia al conjunto de rasgos de la personalidad, habilidades sociales y hábitos
lingüísticos y personales. Las actividades deportivas pueden resultar una herramienta
educativa en estos casos.
El deporte tiene un gran potencial en la educación y el trabajo. El uso del deporte como
medio requiere condiciones específicas, métodos, directrices, actitudes pedagógicas
y el comportamiento adecuado de entrenadores y profesores, así como unos objetivos
perfectamente marcados. Hemos probado este proyecto en distintas áreas: en la
formación e integración profesional, en centros de FP, en prisiones, en hogares de
acogida, en instituciones sociales y en centros de ocio; con chicas y chicos, con jóvenes
de ambos sexos entre 13 y 30 años, estudiantes desfavorecidos.
Uno de los resultados de la fase de investigación con los que proceder a diseñar los
programas educativo-deportivos fue componer una lista de unas veinte habilidades
blandas y de objetivos que se requerían para obtener una integración laboral. Los hemos
resumido y dividido en cinco grupos: 1) motivación, 2) habilidades personales, 3)
habilidades sociales, 4) integración, 5) gestión de tareas. Estas cinco habilidades se
corresponden con cinco módulos.
1- Módulo de motivación
El módulo de motivación desempeña un papel fundamental. Los otros cuatro módulos
tienen como finalidad promover y desarrollar ciertas cualificaciones o aptitudes. Este
módulo tiene como objetivo motivar a los grupos concretos en la práctica de deportes
y actividades físicas como condición previa para llevar a cabo la promoción y realización
de cualificaciones clave entre los jóvenes. En este contexto, la motivación implica, en
primer lugar, animar a la realización de actividades físicas y deportivas, no sólo al inicio,
sino durante toda la fase práctica; en segundo lugar, motivar en la participación en los
objetivos del proyecto; en tercer lugar, motivar en el desempeño de tareas y desafíos
(en clara interacción con el módulo de “mejora de tareas”).
2 .Módulo de integración
Trabaja las competencias de sentimiento de pertenencia al grupo, diversidad e integración,
aceptación de las diferencias
3 Módulo de habilidades personales:
Sin embargo, no se dan transferencias automáticas entre las actividades deportivas o
las sesiones deportivas y el desarrollo de las actitudes, modelos comportamentales o
características socialmente deseadas. En este proyecto, usamos la capacidad potencial
de los deportes en cuanto al campo vocacional y describimos las condiciones en que
se puede utilizar el deporte para promover la integración en el puesto de trabajo.
Desarrolla las habilidades de: formación de la identidad, desarrollo de la confianza en
sí mismo, construcción de la autoestima, autocontrol de los impulsos internos, refuerzo
de la resistencia y la perseverancia, superación de la frustración y resolución de conflictos.
Todas estas habilidades personales son vitales para que el individuo sepa funcionar
correctamente en sociedad, estar en su puesto de trabajo o en el centro de enseñanza.
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 4.4
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Inserción laboral
4. Módulo de habilidades sociales
El objetivo principal de este módulo es capacitar a los jóvenes desfavorecidos a
desarrollar estrategias que les permitan manejarse en cualquier grupo laboral, explorando
y clasificando los valores individuales y culturales, así como las actitudes que les
permitan elegir, decidir y llegar a ser miembros responsables de la sociedad.
5.- Módulo de gestión de tareas
La gestión de tareas se refiere a la mejora de la habilidad para encontrar el modo de
enfrentarse a una tarea. Consta de varias partes e incluye: la habilidad de tomar
decisiones y asumir responsabilidades, la habilidad de encontrar el mejor modo de
resolver problemas, la habilidad de enfrentarse a los problemas y las dificultades como
un desafío, la habilidad de gestionar una tarea y la voluntad cumplir una tarea durante
el trabajo.
Para todos estos módulos se han proyectado actividades deportivas planificadas que
tratan de trabajar cada una de las habilidades comprendidas en los módulos. De esta
manera pueden ser incorporadas por los jóvenes participantes y mejorar su inserción
laboral. Todas las programaciones deportivas pueden consultarse en el informe completo
que se encuentra a contiunación.
Red “Job & Spors”El deporte como medio de integración de los jóvenes desfavorecidos en el mercado laboral,
2005.Versión electrónica: http://www.cesdonbosco.com/profes/lumomo/j&s_docum/manual_sp.pdf
EJEMPLOS CONCRETOS
En la página web del proyecto (en español) puede encontrarse diferente documentación
sobre su desarrollo: http://www.cesdonbosco.com/profes/lumomo/jobsport.asp
Otras iniciativas con el objetivo de utilizar el deporte para mejorar la inserción profesional
de los jóvenes desfavorecidos:
1.- “Perspectives”, el boxeo deja KO a la exclusión
En 2007, el club de Boxeo Esprit Sportif opera en los barrios desfavorecidos de Beauval
y de La Pierre Colinet en la ciudad de Meaux, allí han comprobado los esfuerzos de los
jóvenes por mejorar sus condiciones de vida difíciles. Ante esta experiencia, el club ha
decidido apoyar estos esfuerzos ofreciendo formación y ayuda a la búsqueda de empleo
mediante un programa bautizado “Perspectives”, dirigido a los jóvenes del barrio que
abandonaron prematuramente los estudios y se encuentran en mayor dificultad para
conseguir un puesto de trabajo.
El club ha abierto una sección socioprofesional en las dependencias del gimnasio, abierta
de 18 a 22 horas, en ella los jóvenes encuentran informació, se tratan los problemas de
orientación profesional y se proponen técnicas de búsqueda de empleo. Se han establecido
relaciones con los agentes de gestión del empleo de la zona y se realizan forum y
demostraciones con empresas que han posibilitado la participación de los jóvenes
en cursos y prácticas profesionales y en algunos empleos en el sector sociodeportivo.
El deporte tiene un papel clave en estas dinámicas de inserción. Progresar y continuar
en un deporte, mantener los objetivos, proseguir con asiduidad son ya un indicador de
valor del jóven de cara al trabajo. Además de reforzar la autoestima y la confianza. Por
otr parte. Los 8 voluntarios del Club que trabajan en esta iniciativa pueden conocer mejor
a los jóvenes para afinar las acciones de inserción laboral.
100 jóvenes, un 20% de los cuales son chicas participan en esta iniciativa innovadora
que mezcla el deporte y la inserción profesional.
Guides des lauréats de la Agence pour l’Éducation par le Sport. www.apels.org
2.- Apadrinamiento entre clubs Deportivos y Empresas
En 2005 El Ayuntamiento de Lille ha tratado de vincular los clubs deportivo de barrio, que
juegan un importante papel social con los jóvenes, con empresas que actúan en la ciudad
y que tienen sensibilidad ciudadana y solidaria. La medida ha consistido en crear un
modelo de convenio de “apadrinamiento” que formaliza el patrocinio de una empresa a
un club deportivo y se implica no solo financieramente. Estos convenios incluyen protocolos
para fijar reuniones entre los dirigentes del club y la empresa de manera que puedan
tratarse directa y conjuntamente proyectos que aseguren resultados en los campos de
desarrollo de proyectos, formación, empleo y comunicación. Empresas y clubs tienen
semejanzas en la gestión organizativa lo cual facilita toda la relación posterior.
En este marco de convenios se han ofrecido a los jóvenes de los clubs cursos, prácticas
de empresa y empleos. Igualmente, se celebran visitas a empresas para estos jóvenes.
La actividad es coordinada por 5 técnicos de la Direction de Sports y del servicio Lille
Ville Solidarité.
El apoyo financiero de las empresas ha permitido reforzar las actuaciones de los clubs.
Para las empresas se abren vías de participación en la vida social igualdad de oportunidades
mediante el deporte y el empleo, así como vías de comunicación de sus servicios. A los
jóvenes les ofrece nuevas expectativas para mejorar sus condiciones de vida. En cuanto
al Ayuntamiento, se muestra satifecho de poder jugar el papel de catalizador de estos
encuentros y mejorar con ello la cohesión social a través del apoyo al deporte.
Guides des lauréats de la Agence pour l’Éducation par le Sport. www.apels.org
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 4.4
Inserción laboral
PARA SABER MÁS
- Vela, M. (2010) El deporte como instrumento de insercion laboral de jovenes, Banco Interamericano de
Desarrollo (RG-M1168)
Versión electrónica: http://idbdocs.iadb.org/wsdocs/getdocument.aspx?docnum=35127112
-Taller escuela Oviedo Deporte: crear emleo a través del deporte:
http://www.lne.es/oviedo/2011/12/20/trabajo-deportividad/1173452.html
-Yacimientos de empleo en el “deporte inclusivo”: http://www.edentu.org/noticias/2011/10/en-el-deporteinclusivo-hay-muchas-oportunidades-de-empleo.html
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
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FICHA 4.5
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Modelo de Intervención para educar en valores a jóvenes
en riesgo a través de la actividad física y el deporte.
Instituto Nacional de Educación Física. Universidad Politécnica
de Madrid.
Conceptos teóricos básicos
El objetivo de esta inicativa es aplicar un Programa Educativo para la Integración Social
y la Prevención de Violencia en jóvenes socialmente desfavorecidos a través de la
Actividad Física y el Deporte. El aprendizaje deportivo no es el fin esencial de nuestra
intervención sino una excusa, un medio, una herramienta privilegiada para transmitir a
estos jóvenes una serie de valores y actitudes. La promoción de valores sociales y
personales sin duda puede ser abordada desde diferentes ámbitos educativos, sin
embargo la actividad física y el deporte, por su popularidad y atractivo entre los jóvenes,
y por las estrechas e intensas relaciones humanas que se establecen con su práctica,
ofrece oportunidades únicas para el desarrollo de los mismos.
Ahora bien, dicho objetivo no viene “caído del cielo”, la simple práctica deportiva no
conlleva estas consecuencias integradoras. Se requiere un compromiso explícito para
lograrlas, una metodología específica. A lo largo de 1998-9 se ha realizado una intervención
en 12 Centros (Aulas Taller y Garantía Social) y con un número aproximado de 300
alumnos, con el objeto de consolidar un P ro gram a d e I nt egraci ón Social y p revenció
n de Vio lencia a través de la A ctivi dad Física y el D epor te, que aquí se presenta y
que puede ser muy útil en Programas de Servicios Sociales, en ámbitos de Educación
No Formal, en Asociaciones Deportivas de Barrio, ONG’s..., pero también en el ámbito
escolar utilizando el desarrollo normal de las clases de Educación Física.
El modelo que presentamos está dirigido a jóvenes entre 14 y 18 años en situación de
“alto riesgo” en cuanto a que su vida transcurre en entornos sociales altamente
problemáticos. De hecho una parte de sus alumnos tienen antecedentes penales
por pequeños delitos relacionados con la violencia, el hurto o el consumo de drogas.
El punto de referencia en el que nos apoyamos para elaborar nuestro modelo de
intervención fueron los traba jos que viene realizando Donald Hellison desde los años
setenta con este tipo de poblaciones y cuya experiencia le ha convertido en una figura
de gran relevancia internacional.
El Programa se estructura en tres fases: (1) Confianza y Participación; (2) Promoción
de valores a través de la Actividad Física y el Deporte; y (3) Transferencia de lo aprendido
a otros ámbitos de la vida cotidiana.
estrategias. Se trata de lograr en los participantes una progresión flexible por niveles,
superando los objetivos fijados.
Fase 1.- Confianza y participacion
Esta fase que engloba los Niveles I y II, abarcará la primera parte de la intervención y
ayudará a establecer unas bases mínimas que faciliten el desarrollo posterior del Modelo.
Nivel I : Establecimiento de un ambiente positivo entre los jóvenes integrantes del
Programa y con los educadores, basado en la confianz a.
Las estrategias que componen este nivel son:
-Interacciones afectivas del grupo. Los educadores establecerán desde el primer
momento conversaciones personales con los alumnos con el fin de conocerlos mejor
y saber de sus circunstancias vitales, problemáticas en la mayoría de los casos. Es muy
importante hablar con ellos, escucharles, tratar de conocer sus aspiraciones e ilusiones,
atender sus anhelos y sus quejas. No siempre resulta fácil comprender las difíciles
circunstancias en las que muchos de ellos se encuentran inmersos.
- Introducción a los objetivos del Programa. Desde el primer momento se informará a
los jóvenes apuntados al Programa de los objetivos del mismo para que sean conscientes
de que esta intervención será algo distinto a una simple práctica deportiva. Daremos
a conocer el grado de implicación que buscamos en ellos bajo la idea de una comunidad
democrática donde se sientan protagonistas y responsables de la marcha del Programa,
que deben sentir como algo propio.
- Establecimiento de reglas generales de clase con la colaboración de los alumnos con
la idea de “Pocas reglas pero claras”.
A continuación exponemos algunas de estas reglas: tratar de evitar siempre la violencia
contra personas, instalaciones o material; cuando alguien habla... escuchamos; si no
me apetece integrarme en las actividades que se están realizando... al menos no
interfiero; no se fuma en clase; nos duchamos al final...
- Distribución de responsabilidades en los alumnos. Hacia el final de esta primera fase
haremos que los alumnos se impliquen de forma activa en el funcionamiento de la clase
distribuyendo entre ellos actividades de colaboración como la colocación inicial del
material, la recogida final del mismo...
Cada una de dichas fases presenta distintos niveles u objetivos con sus correspondientes
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 4.5
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Modelo de Intervención para educar en valores a jóvenes
en riesgo a través de la actividad física y el deporte.
Nivel II.- Participación.
El éxito del Programa está condicionado a lograr la suficiente motivación en estos
jóvenes para que participen en las actividades que propongamos. A partir de ahí
podremos trabajar los
aspectos de educación en valores que persigue nuestro Modelo.
difícil del Programa, porque supone que el alumno ha sido capaz de transferir los
valores aprendidos en el mismo a su vida personal, creándose en él estilos de vida más
enriquecedores lo que en el fondo constituye la meta de nuestro Modelo. Aquí es donde
se muestra realmente que la actividad física y el deporte se convierten en un medio
para conseguir un fin de mayor calado.
Nivel V.- Transferencia de los aprendizajes a la realidad personal.
Fase 2.- Promoción de valores a traves de la actividad fisica y el deporte.
Las estrategias más importantes a utilizar son las siguientes:
- Normas prácticas a aplicar en las actividades deportivas. Estas se trabajarán en las
diferentes actividades deportivas y constituirán la base fundamental que favorecerá la
asimilación del trabajo de reflexión que estableceremos con los alumnos a nivel de
prevención de la violencia. Como ejemplo podemos citar el que el alumno reconozca
en voz alta ante los demás que ha cometido una falta favoreciendo la concienciación
sobre las propias acciones.
- Resolución Pacífica de Conflictos. Esta estrategia que utilizaremos a lo largo de toda
la intervención siempre que surja un conflicto, tendrá como objetivo desarrollar el
pensamiento reflexivo de los alumnos para que solucionen sus conflictos sin tener que
recurrir a comportamientos violentos. Puede ser muy útil disponer de un “Banquillo de
Reflexión”, al que deberán dirigirse obligatoriamente aquellos alumnos que durante un
encuentro deportivo hayan incurrido en algún comportamiento violento. Se trata de que
no interrumpan el juego de los demás y de proporcionarles unos instantes de reflexión
sobre las consecuencias de sus actos.
Nivel IV.- Integración y coop eración con los demás.
Entre las estrategias que incluiremos en este nivel destacamos:
- Distribución estratégica en la composición de los equipos y grupos. Se trata de
organizar estratégicamente la composición de los equipos y grupos con el fin de generar
nuevas relaciones entre los alumnos/as y evitar ahondar en las posibles segmentaciones
ya existentes.
Entre las estrategias que incluiremos en este nivel destacamos:
-Reflexión personal y grupal con los alumnos. Si queremos que se produzca un cambio
en los valores de nuestros alumnos es necesario reflexionar con ellos, por eso a lo largo
de toda la intervención, bien durante el desarrollo o al final de las sesiones de clase o
bien en clases teóricas, reflexionaremos con los alumnos sobre los valores que se
establecen en el Modelo.
- Creación de hábitos de vida saludable: Prevención de drogodependencias, educación
sexual, educación para la salud, la higiene.
- Integración progresiva de los equipos en competiciones deportivas oficiales de ámbito
local y municipal. Además de fomentar competiciones deportivas entre los distintos
Centros que intervengan en nuestro Proyecto, elemento altamente motivador para estos
jóvenes, plantearemos como un objetivo a alcanzar, dada una correcta evolución del
Modelo, la integración progresiva de nuestros equipos en ligas locales y municipales
ya existentes. No en vano uno de los objetivos esenciales de todo este Programa es
el de dotar a estos jóvenes de cauces y experiencias positivas de integración social,
y qué mejor que favoreciendo su ocupación positiva del tiempo libre integrándoles
en estas competiciones.
Diseñar, Organizar y Ejecutar un Proyecto ideado por el propio Grupo. Se trata de que
el propio grupo ponga en marcha un Proyecto que ellos mismos se hayan propuesto
alcanzar.
Jimenez, P. y Durán, J. (2004) “Propuesta de un programa para educar en valores a través de la actividad física
y el deporte”, A pun t s d’Ed ucació Fisica i Es p ort nº 77. http://articulos-apunts.edittec.com/77/es/077_025029ES.pdf
Fase 3.- Transferencia de lo aprendido a otros ambitos de la vida cotidiana.
Esta fase se puede considerar como la más importante pero también la más
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
FICHA 4.5
Modelo de Intervención para educar en valores a jóvenes
en riesgo a través de la actividad física y el deporte.
EJEMPLOS CONCRETOS
1.- Con una perspectiva de intervención semejante, se presenta a continuación otra
experiencia basada en el trabajo del profesor Tom Martinek denominada “Proyecto
Esfuerzo”: un modelo para el desarrollo de la responsabilidad personal y social a través
del deporte. http://www.revistaeducacion.mec.es/re341_40.html
2.- Vídeo del Proyecto escuela deportivo pedagógica Raval. Un proyecto con objetivos
similares http://plan.csd.gob.es/programas/inclusion-social/entrevistas-a-personasexpertas/entrevistas-por-persona/561
PARA SABER MÁS
- Hellison, D. (1995). Teaching Responsibility Through Physical Activity, University of Illinois at
Chicago, Human Kinetics.
-Jimenez, P. y Durán, J. (2004) “Propuesta de un programa para educar en valores a través de la actividad física
y el deporte”, Apunts d’Educació Fisica i Esport nº 77.
Jimenez, P. y Durán, J. (2005) “Activitat física i esport en joves en risc: Educació en Valors”, Apunts d’Educació
Fisica i Esport nº 80.
versión electrónica: http://www.revista-apunts.com/apunts.php?id_pagina=7&amp;amp;id_post=171
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
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AUTORES
ANTONIO SANTOS ORTEGA
Antonio Santos Ortega es profesor del Departamento de Sociología y Antropología Social de la
Universidad de Valencia. En sus trabajos de investigación más recientes se ha dedicado al estudio de
alternativas para mejorar la situación de colectivos excluidos a través del deporte y de esta línea
destacan sus libros Mujer, deporte y exclusión: experiencias europeas de inserción por el deporte
(Editorial Universidad Politécnica de Valencia, 2005) o Deporte en los barrios. ¿intergación o control
social? (Editorial Universidad Politécnica de Valencia, 2010). Es miembro de la unidad de investigación
“Deporte e inserción social” de la Universidad de Valencia.
JOSÉ MANUEL RODRÍGUEZ VICTORIANO
José Manuel Rodríguez victoriano es licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la universidad
Complutense de Madrid, Doctor en Sociología por la Universidad de Valencia y Profesor desde 1986
del Departamento de Sociología y Antropología social de la universidad de Valencia. Ha investigado
y publicado numerosos artículos en los campos de la sociología de la juventud, de la educación,
ecología política, movimientos sociales y procesos de cambio social. En los últimos años, en colaboración
con Ramón Gómez-Ferrer, ha iniciado una línea de trabajo e investigación sobre las dimensiones socioeducativas de la práctica del judo.
RAMÓN GÓMEZ-FERRER CAYROLS
GUÍA DIDÁCTICA:
“LAS DIMENSIONES
SOCIALES Y EDUCATIVAS
DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
RAMÓN GÓMEZ-FERRER CAYROLS es licenciado en CC. de la Información, Doctor en Sociología y
Entrenador Nacional de Judo. En la actualidad se dedica a la docencia del Judo y dirige la escuela
Judokan Valencia. Además ha desarrollado distintos trabajos teóricos y prácticos que ponen en relación
judo y sociedad. Es junto, a José Manuel Rodríguez Victoriano, coautor de la “Guía de integración
socioeducativa a través del judo” (www.judosocioeductivo.org)
“LAS DIMENSIONES SOCIALES Y EDUCATIVAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA”
3.5
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BIBLIOGRAFIA POR TEMAS
3.6
TEMA 1
Maza, G. (2002) “El deporte y su papel en los mecanismos de reproducción social. Apunts, nº 68
Puig, N. (2000) “Proceso de individualización, género y deporte”, Apunts, nº 59
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y educación [artículo en línea]. Barcelona: Centre d’Estudis Olímpics UAB. [Consultado el: 10-10-2011]
http://olympicstudies.uab.es/pdf/wp060_spa.pdf
García Ferrando, M. Mestre , J. Llopis R. (2007) Los valencianos y el deporte, Fundación Deportiva Municipal,
Valencia (pp. 65-75)
García Ferrando, M. Llopis R. (2011) Ideal democrático y bienestar personal, CIS, Madrid (pp.37-43)
Manuel García Ferrando, Nuría puig Barata y Francisco Lagardera Otero (Comps.) (2009) Sociología del deporte.
Una reflexión sociológica, Alianza Editorial, Madrid (pp. 96-98)
Gómez-Férrer, R. (2011) ´”La práctica deportiva del judo: análisis sociologico de su implantación y desarrollo
en la sociedad valenciana” Quaderns de Ciencies socials nº 17 (versión electrónica eléctrónica:
http://roderic.uv.es/handle/10550/19100)
Rodríguez, Diaz, A. (2008) El deporte en la construcción del espacio social, CIS, Madrid
Rojeck, CH. (1995): Decentring Leisure: Rethinking Leisure Theory, Londres, Sage
Ruiz Olabuénaga, J. L. (1994): “Ocio y estilos de vida” en M.Júarez (dir.), Informe sociológico sobre la situación
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Vilanova, A. y Soler, S. (2008) “Las mujeres, el deporte y los espacios públicos: ausencias y protagonismos,
Apunts nº 91
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TEMA 3
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l’exclusió social”, Apunts, nº 77
Consejo Superior de Deportes (2010) A+D Plan Integral para la actividad física y el deporte, Servicio de
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Gutiérrez Sanmartín, Melchor (2004) “El valor del deporte en la educación integral del ser humano” Revista de
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Consejo Superior de Deportes. Banco de Proyectos de deporte, creatividad e inclusión
http://www.bancodeporteeinclusion.com/
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Hernández Rodríguez, Encarna. El deporte como motor de identidad y cohesión social en la Unión Europea,
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http://www.contraclave.es/edfisica/El%20Deporte%20en%20la%20UE.pdf [Consultado el: 11-10-2011]
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