Download Pequeña guía para ejercer un voto libre, consciente, responsable y
Document related concepts
Transcript
Algunos criterios a tener presentes en estos momentos concretos Del Evangelio y la DSI emanan principios éticos, derivados de la dignidad de la persona, que son una importante referencia en el ordenamiento de los asuntos sociales y políticos. Proponemos algunos relevantes en estos momentos, Conocer las necesidades de la gente y hacer propuestas claras y realistas. Hemos señalado que la persona es el centro y el fin de la acción política; por eso, primero tenemos que fijarnos en su situación* y, luego, ver si los programas responden a esas necesidades reales de las personas, especialmente las más pobres. Defensa de un trabajo decente. Si falta el trabajo la dignidad humana está herida, nos ha recordado en diversas ocasiones el Papa Francisco. También que la dignidad humana queda especialmente dañada por las condiciones de trabajo que imperan. Por eso sigue siendo necesaria esa cruzada en favor del trabajo decente que lanzó Juan Pablo II con ocasión del jubileo de los trabajadores (mayo 2010) y que recogiera Benedicto XVI en Caritas in veritate, 63. Una economía al servicio de las necesidades y del bien común. La lógica del intercambio mercantil, dirigida a maximizar las ganancias ha desplazado a la lógica de la política: velar por el bien común de todos y todas, especialmente de las poblaciones más empobrecidas y marginadas. Por eso, tenemos que decir “no a una economía de la exclusión y la inequidad. Esa economía mata” (P. Francisco EG, 53), Señalaba Benedicto XVI que “Hace tiempo que la economía forma parte del conjunto de los ámbitos en que se manifiestan los efectos perniciosos del pecado… y que el desarrollo económico, social y político necesita, si quiere ser auténticamente humano, dar espacio al principio de gratuidad como expresión de fraternidad.” (CV, 34) . Derecho a una vivienda digna. ”Digamos juntos desde el c o r a z ó n ¡ Ni n g u n a f a m i l i a s i n vivienda!” (Papa Francisco, mensaje al Encuentro Mundial de Movimientos Populares). “La familia tiene derecho a una vivienda decente, apta para la vida familiar, y proporcionada al número de sus miembros, en un ambiente físicamente sano que ofrezca los servicios básicos para la vida de la familia y de la comunidad” (Carta de los derechos de la familia, art. 11). Documentos como el Informe sobre exclusión y desarrollo social en Aragón” Fundación Foessa pueden ayudarnos en esa tarea, * Derecho a emigrar: "era extranjero y me acogisteis" (Mt. 25, 35). “... entre los derechos de la persona humana debe contarse también el de que pueda lícitamente cualquiera emigrar a la nación donde espere que podrá atender mejor a sí mismo y a su familia. (Juan XXIII, Pacem in Terris, 106). Para la Iglesia, el emigrante, independientemente de su situación legal, económica, laboral, es una persona con la misma dignidad y derechos fundamentales que los demás… El inmigrante no es “una fuerza de trabajo… sino una persona. (CEE, “La Iglesia en España y los Inmigrantes”, 5) El cristiano ante unas elecciones inquietantes Lucha contra la corrupción. “La escandalosa concentración de la riqueza global es posible a causa de la connivencia de los responsables de la cosa pública con los poderes fuertes. La corrupción, es en sí misma un proceso de muerte y un mal más grande que el pecado. Un mal que, más que perdonar, hay que curar”. (Papa Francisco. audiencia a una delegación de la Asociación Internacional de Derecho Penal) Democratizar la democracia. Mantener viva la realidad de las democracias es un reto de este momento histórico, evitando que su fuerza real sea desplazada ante las presiones de intereses multinacionales no universales, que las hacen más débiles y las trasforman en sistemas uniformadores de poder financiero al servicio de imperios desconocidos. (Papa Francisco, Discurso ante el Parlamento Europeo) Comprometerse con en la defensa de los derechos sociales. “Las necesidades de los pobres deben tener preferencia sobre los deseos de los ricos; los derechos de los trabajadores, sobre el incremento de los beneficios” (Juan Pablo II, Toronto, 14 de septiembre de 2004). Comprometerse con el medio ambiente. “La tutela del medio ambiente constituye un desafío para la entera humanidad: se trata del deber, común y universal, de respetar un bien colectivo, destinado a todos (…) Es una responsabilidad que debe crecer, teniendo en cuenta la globalidad de la actual crisis ecológica y la consiguiente necesidad de afrontarla globalmente, ya que todos los seres Pequeña guía para ejercer un voto libre, consciente, responsable y solidario desde el Evangelio y desde la Doctrina Social de la Iglesia ESCUELA DIOCESANA DE FORMACIÓN SOCIAL EL UN MOMENTO CRUCIAL Qué lindo es en cambio cuando vemos en movimiento a pueblos, sobre todo, a sus miembros más pobres y a los jóvenes. Entonces sí se siente el viento de promesa que aviva la ilusión de un mundo mejor. (Papa Francisco, 28 /10/ 2014) En los próximos afrontamos importantes elecciones: municipales, autonómicas y, posteriormente, las generales. Y se producen en un momento crucial, pues con la crisis han arreciado las protestas y demandas sociales, y es necesario discernir los gritos profundos qué emergen; lo que la mujer y el hombre de hoy reclaman. Muchas personas creen que la sociedad está pidiendo un cambio, no sólo de actores, sino más profundo. Yen su diseño, junto a las críticas a la corrupción o a las carencias democráticas, surgen dos criterios claves y coherentes con la dignidad de la persona: la ciudadanía, como concepto político central, y la participación, como dimensión fundamental de nuestro ser social Entre el ¡no nos representan! y ¡otro mundo es posible! hay un largo trecho que recorrer y la decisión que tomemos supondrá un empujón en una u otra decisión, La Escuela de Formación quiere aportar su granito de arena para que esa decisión la hagamos, una vez informados, de forma responsable; libres y sin miedos, pero también conscientes de lo que está en juego. En conformidad con la doctrina de la Iglesia hemos enseñado repe damente que los católicos deben ejercer su derecho al voto con libertad y responsabilidad... Y ejercer este derecho con la máxima responsabilidad moral, teniendo en cuenta el conjunto de bienes materiales, morales y espirituales que cons tuyen el bien común de nuestra sociedad. (Católicos en la Vida Pública, 122) CRISTIANO ANTE UNAS ELECCIONES INQUIETANTES ¿VOTAR O NO VOTAR? EL VALOR DEL VOTO Hoy, muchas personas viven sentimientos encontrados. Se entremezcla la necesidad del cambio, con el sentirse engañadas y defraudadas y el miedo a lo desconocido; otras, viven las nuevas opciones con optimismo, en ocasiones desmesurado... En ese contexto parece conveniente recordar que el voto debe estar al servicio de todo el pueblo, al servicio del bien común. Votar es un derecho, que hemos de ejercer con lucidez y valorando con sentido crítico las propuestas y promesas. Implica esforzarnos por conocer la verdad de las personas y de los programas, Votar es un deber, aunque no extraña la inclinación a abstenerse, cuando crece la corrupción o ningún partido ofrece el programa que se desearía. Aunque ninguna oferta política sea reflejo pleno del Evangelio resulta conveniente optar por el bien posible. Si se elige la abstención o el voto en blanco, también ha de ser fruto de un discernimiento y nunca fruto de la inercia, la pereza o el mero descontento . Votar, un ejercicio de la caridad y la solidaridad. Todos hemos de contribuir con nuestro voto, o abstención, al bien común. Para el cristiano el amor que viene de Dios nos impulsa a buscar el bien de todos y cada uno de nuestros prójimos, aun a costa de algunos posibles sacrificios personales Mediante el voto personal hay que apoyar a las personas y organizaciones que nos den más garan as de favorecer con eficacia el bien común de la sociedad. El mo vo determinante al emi r el voto consiste en elegir aquellos par dos y aquellas personas que ofrezcan más garan as de favorecer realmente el bien común considerado en toda su integridad. (Católicos en la Vida Pública, 122) No ser transigentes ni dogmáticos: Ni los partidos, que deberían encontrar en los otros partidos opciones que ellos también aceptarían y respetar y gobernar también para la ciudadanía que voto otras opciones Ni los votantes, votando a los "suyos" siempre, aunque vean en conciencia que no lo tendrían que hacer. OTRAS CUESTIONES EN LA DSI Votar libremente: ¡No tengáis miedo! La libertad, requisito necesario, puede verse sometida a posibles amenazas a la hora de ejercer el voto: agitar el fantasma del miedo para que no cambie sustancialmente el panorama político, Campañas electorales basadas en la descalificación y los insultos; en las demagogia y las falsas promesas, sin explicar adecuadamente las propuestas. Los medios de comunicación cuando no ejercen su función de contribuir a la formación de la opinión pública mediante una información veraz y correcta. La ética en el corazón de la política. Para mucha gente, la política es “naturalmente corrupta”; y solo sirve a los intereses particulares o partidistas. La DSI nos enseña que la política tiene por finalidad el servicio del bien común y que la persona humana es su fundamento y fin; siendo la participación un derecho irrenunciable e instrumento para lograr el desarrollo humano. Una nueva concepción de persona. Desde la DSI toda la vida social es expresión de la persona humana, su sujeto, fundamento y fin. Esta persona, sujeto activo y responsable, ha de ser considerada en su globalidad; ser personal (única e irrepetible) y a la vez comunitaria y social; todas con la misma dignidad y valor: ser espiritual, abierta a la trascendencia y a la religiosidad. Una personas que no se puede manipular ni instrumentalizar por proyectos de carácter económico, laboral, social o político, impuestos por autoridad alguna, ni siquiera en nombre del presunto progreso de la comunidad civil en su conjunto o de otras personas, en el presente o en el futuro. Concepción que no puede olvidar el art. 18 de la Declaración de Derechos Humanos, el derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión,