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Delegación de CCOO de Catalunya
Intervención X Congreso Confederal de la CS de CCOO
Companyes i companys. Amics i Amigues. Bona nit. Buenas noches.
Un saludo en nombre de la delegación de la CONC. La mayor parte de la
delegación vamos a votar a favor del informe general. Nos sentimos parte
del proyecto del cual hoy hacemos balance.
Han sido 4 años duros, complicados y complejos, en los que el sindicato ha
mantenido la capacidad de intervención sindical en la empresa y en la
sociedad. Cuatro años de intenso trabajo sindical, en los que hemos tenido
que hacer frente a graves y continuados ataques a las condiciones de
trabajo y vida.
Nos hemos confrontado con las mayores agresiones vividas por los
trabajadores y trabajadoras y el conjunto de la ciudadanía desde los años
40 del siglo pasado. Han sido años convulsos, de resistencia, de
movilización, de propuesta, de ruptura, de regresión de derechos, de
retroceso democrático. A pesar de todas las dificultades, el sindicato se ha
mantenido en el centro del escenario laboral y social, organizando,
agrupando intereses, construyendo solidaridad, elaborando propuestas,
haciendo frente a las agresiones en la empresa y en la sociedad.
Hoy, mientras celebramos este congreso, el país vive una grave crisis
económica, social y política, con efectos negativos para los trabajadores y
trabajadoras.
Paro,
recortes
y
corrupción
son
tres
elementos
interrelacionados. La pervivencia de la crisis política se está convirtiendo en
una losa que impide abordar los enormes problemas económicos y sociales
que vivimos.
En Catalunya hemos pasado del 6% de paro al 24% en estos 4 años. La
desigualdad social no ha parado de aumentar debido a los recortes sociales
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del Gobierno de Convergència i Unió y a las contrarreformas laborales
impuestas.
Cuando en una sociedad hay desigualdad y aumenta la pobreza, las
libertades se debilitan. Las libertades personales y colectivas. Poco a poco,
a través de las actitudes de los poderes y de los cambios normativos, se
cuestionan libertades que habíamos conquistado. Libertades personales,
como el cuestionamiento del derecho a la interrupción voluntaria del
embarazo
libre
y
gratuita.
Se
cuestionan
derechos
como
el
de
manifestación, sometido cada día a mayores presiones y represiones, el
derecho de huelga y el papel de los piquetes informativos o el ataque a las
organizaciones que convocan movilizaciones.
En este contexto valoramos positivamente la estrategia definida por el
sindicato: movilización sostenida, garantizando la mayor confluencia social
para poder evidenciar que hay una mayoría social contraria a estas
políticas. Elaboración de propuestas alternativas, para demostrar que las
cosas se pueden hacer de otra manera. Exigencia de un pacto de Estado
para abordar la salida de la crisis desde los equilibrios y desde la superación
de las debilidades estructurales de nuestra economía y garantizando
derechos y cohesión social.
La fuerza acumulada en el intenso proceso movilizador que hemos
protagonizado nos ha permitido abrir, en determinados momentos, espacios
de diálogo social para frenar la fuerte hemorragia de derechos sociales y la
pérdida de influencia de los sindicatos y del conjunto de los trabajadores.
Hemos podido reaccionar y salvar el sistema público de pensiones con el
acuerdo que alcanzamos. Sin embargo, en su desarrollo hemos visto cómo
el comportamiento del Gobierno ha erosionado parte de los acuerdos. Es el
caso de los jóvenes becarios, los trabajadores y trabajadoras del hogar, y
recientemente
con
la
jubilación
parcial
y
anticipada.
Tenemos
que
mantenernos fuertes en la exigencia de nuestra participación en el gobierno
de la Seguridad Social.
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Es el caso también de la firma del acuerdo sobre Negociación Colectiva con
la CEOE, que pretendía defender derechos frente a la reforma laboral que se
avecinaba y que, finalmente, impuso el Gobierno. Así se ha devaluado el
papel de la concertación y el diálogo social. De manera coordinada con la
Confederación, desde Catalunya emplazamos también a la patronal catalana
a la negociación, con el objetivo de reforzar la posición sindical en el
gobierno de las relaciones laborales, y ahora intentar limitar algunos de los
aspectos regresivos en relación a la negociación colectiva.
La última Huelga General del 14N permitió dar un salto cualitativo en la
estrategia sindical gracias a que se enmarcó en una jornada de acción
convocada por la CES y a que tuvo un fuerte componente social en el marco
de la Cumbre Social, lo que facilitó una amplia participación ciudadana.
Ámbito europeo de las movilizaciones y un amplio marco de confluencia
social son, hoy, elementos que debemos mantener e impulsar si queremos
continuar y aumentar la presión sobre las políticas regresivas que nos
imponen.
Hemos asistido a un fuerte ataque al sindicalismo confederal y de clase que
representamos. Ataque interesado, sin duda, pero que debe hacernos
reflexionar sobre la percepción social no siempre positiva de nuestra acción
sindical. Tenemos que superar esos espacios de sombras que son
promovidos por actores de dudosa legitimidad.
El sindicalismo se valida en los centros de trabajo y por su capacidad para
articular el conflicto social y conseguir una mejor redistribución de la
riqueza productiva. Por ello tenemos que ser sensibles a las críticas y
separar lo que es crítica interesada de lo que son limitaciones reales de
nuestras acciones, y que han de ser superadas. Tenemos que repensar
nuestras prácticas y actuaciones y, posiblemente, explicar también mejor lo
que hacemos. Tenemos que proyectar con orgullo los valores propios de
CCOO:
dedicación,
compromiso,
participación,
transparencia,
ética,
solidaridad…
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En este contexto, CCOO de Catalunya, en nuestro X congreso realizado a
mediados de diciembre, validábamos la estrategia sindical que también
estamos valorando hoy aquí. Coincidimos en el análisis y en las respuestas
que Ignacio ha descrito en el informe general.
En el congreso de Catalunya aprobamos tres resoluciones específicas:
La primera para hacer frente al principal problema del país que es el
paro, con propuestas para crear empleo y evitar su destrucción.
Revertir la reforma laboral, reforzar nuestro papel en la negociación
colectiva, insistir en las propuestas de cambio de modelo productivo y
para la reactivación económica. Éste es el núcleo duro de nuestra
propuesta de trabajo.
Es necesario también mejorar las respuestas organizativas a los
trabajadores en situación de desempleo. Han de disponer de un
espacio organizativo propio en el sindicato, desde el que encauzar la
lucha por sus derechos, en lo que hemos definido como Carta de
derechos de los trabajadores en paro (derechos como la dación en
pago, alquiler social o la renta garantizada de ciudadanía). Establecer
también una red de solidaridad con otras organizaciones de la
sociedad civil en la que podamos concretar las respuestas materiales
que realiza cada organización a una realidad que, hoy, está
golpeando a un gran número de personas, y que está generando una
grave fractura social. No podemos olvidar que las sociedades de
ayuda mutua están en el origen del sindicalismo. Los trabajadores en
situación de paro han de referenciarse también en el sindicato como
sujeto útil en la defensa de sus derechos.
La segunda resolución plantea profundizar en la unidad de acción con
UGT. Propone reforzar los espacios de trabajo conjunto en las
empresas y sectores para evitar que la división sindical sea utilizada
por las empresas en beneficio propio y en detrimento de los
trabajadores. Plantea establecer un protocolo para abordar las
diferencias en la negociación colectiva en la empresa o en los
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sectores e incorpora mecanismos para superar la división sindical. La
voluntad de una mayor unidad parte de la convicción de que el actual
marco legal requiere de la mayor fuerza sindical posible y que ésta
tiene en la unidad de acción su principal arma. Tan sólo así podremos
hacer frente a la debilitación de los espacios de intervención sindical
en la negociación colectiva que requiere la tutela de los derechos de
los trabajadores.
La tercera resolución se refiere al debate territorial generado por las
orientaciones recentralizadoras que el cambio de ciclo político en
España y Catalunya reabrió y amplificó. El debate en relación al
hecho nacional en Cataluña y a su posible encaje en el modelo de
estado está hoy abierto. El actual modelo se muestra agotado para
satisfacer las legítimas aspiraciones de mayor autogobierno. Un
debate que se acrecentó a raíz del debate estatuario y de la sentencia
del TC y por los continuos incumplimientos de los compromisos en
inversiones o financiación.
Hoy
la
posición
recentralización
política
de
dominante
competencias,
en
España
negándole
a
aboga
por
Catalunya
la
toda
posibilidad de aumentar sus cotas de autogobierno. Sin duda el PP
defiende la recentralización, no por defender el interés ciudadano,
sino por facilitar una mayor desregulación que haga posible que el
mercado sea el que regule los derechos sociales, como se ha hecho
evidente en la propuesta de ley sobre unidad de mercado. Una
posición que tensa el debate nacional y aleja la posibilidad de
negociación y acuerdo entre el Gobierno catalán y el Estado. Desde
CCOO de Catalunya venimos denunciando estas actitudes. Hemos
reclamado, en primer lugar, un concierto económico solidario que
permita
mejorar
la
financiación
y
superar
las
limitaciones
y
contradicciones actuales que comportan que sean las comunidades
autónomas las responsables del gasto, mientras es el Estado quien
recauda. En este marco nos hemos posicionado por el derecho a
decidir al lado de la posición mayoritaria entre la ciudadanía de
Catalunya.
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El derecho a decidir es un derecho democrático inalienable, que
concreta
nuestra
definición
estatuaria
del
derecho
a
la
autodeterminación de los pueblos y que no podemos dejar que se
instrumentalice desde el miedo, ni desde la intransigencia, ni desde el
sentimentalismo oportunista. Partimos de la convicción de que en
democracia son las leyes las que se deben adaptar a la voluntad
popular. Y en democracia no hay que tener miedo a que esa voluntad
se exprese.
Por eso la CONC consideramos que el modelo de estado federal que
la confederación defiende, se debe construir sobre la base del respeto
al derecho a decidir de la ciudadanía de Catalunya. Éste es hoy un
debate abierto en la sociedad catalana y es un debate cruzado. CCOO
de Catalunya hemos querido hacer frente a la ofensiva antisocial y a
la antinacional, dejando claro que la lucha por los derechos sociales y
por los derechos nacionales avanzan juntos. Queremos ser sujeto
activo del debate nacional que se da en este país. Entendemos que la
exigencia de mayores cotas de autogobierno es también disponer de
más instrumentos y recursos para responder a los problemas
concretos de las personas, y hacerlo desde la proximidad, donde es
más fácil ejercitar la participación.
No hablaré de la negociación de Nissan, del expediente de Panrico o del de
Tradema, o del Convenio de enseñanza no reglada. Todo ello nos permitiría
ilustrar que, hoy, la negociación se está convirtiendo en chantaje y se
enmarca
en
el
miedo.
Frente
a
ello
presión,
propuesta,
unidad,
participación, es la fuerza de los trabajadores y trabajadoras y la utilidad
sindical.
CCOO seguimos siendo la primera fuerza sindical de este país y la mayor
organización social. Es un orgullo, una responsabilidad y nos obliga a
trabajar aún más fuerte en la defensa de los intereses que nos son propios.
Pero hoy la afiliación está retrocediendo y nuestra representatividad se
resiente. El contexto nos obliga a renovar práctica y discurso, a situar la
afiliación en el centro de nuestra actividad. Renovar prácticas también es
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rejuvenecer el sindicato, y reforzar nuestra acción sindical desde la
proximidad: en el centro de trabajo para mejorar nuestra capacidad
representativa. Garantizando que los trabajadores tengan su sindicalista de
referencia y reforzando nuestra capacidad de presencia e intervención,
colaborando entre estructuras cuando solos no podamos.
La crisis ha evidenciado también que la buena salud financiera de la
organización de los últimos años escondía alguna debilidad en relación a
ciertos niveles de dependencia de recursos externos. Hoy hemos hecho los
deberes y, sin duda, los tenemos que seguir haciendo para reforzar la
independencia y autonomía sindical de una organización que debe situar su
horizonte financiero en los recursos aportados por la afiliación. Debemos
seguir apostando por una mayor eficiencia, la reducción de estructuras y
acercar los recursos al centro de trabajo, que es donde nace la fuerza del
sindicato, su representatividad y afiliación.
En la dureza del trabajo sindical de estos años la CONC se ha sentido
plenamente identificada con el proyecto confederal. La Confederación ha
avanzado en cohesión interna, en participación y debate, y en el gobierno
compartido. Buena parte de la valoración positiva que hacemos del informe
general se debe también a la convicción de que los órganos de dirección
han estado al servicio de una estrategia sindical de la cual nos hemos
sentido partícipes, en el debate, en la información y en la acción. La
cohesión interna se hace desde el respeto en el debate y desde el
compromiso y la corresponsabilidad en el gobierno. En las reuniones de
secretarios generales hemos avanzado en el gobierno confederal de la
organización.
Acabo reiterando la posición y el voto favorable al informe general. Estos
han sido años difíciles en los que el sindicato ha sido capaz de mantener su
posición de defensa de los intereses de parte, articulando el conflicto social,
exigiendo espacios de diálogo y concertación, elaborando propuestas
alternativas, movilizando cuando ha sido preciso. Y ha sido capaz de
consolidar la unidad de acción y las alianzas sociales que nos han permitido
que haya una mayoría social dispuesta a defender derechos laborales y
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sociales, y que no renunciamos a hacer avanzar los derechos de los
trabajadores.
Gràcies!
Salut i bon treball!
Visca CCOO!!
Joan Carles Gallego
Secretario general de CCOO de Catalunya
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