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Publicado en: Gallegos Elías, C. y Lince Campillo, R. M. (2011), Reflexiones latinoamericanas sobre
metodología de las ciencias sociales, Vol. I. México: Unison-Unam.
Definiciones metodológicas del case study en publicaciones tempranas del
American Journal of Sociology (1915-1934).1
Juan Ignacio Piovani / Eugenia Rausky / Javier A. Santos
Centro Interdisciplinario de Metodología de las Ciencias Sociales / Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (UNLP
- CONICET). Departamento de Sociología, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FaHCE), UNLP.
Resumen
Los términos y conceptos usados para describir los métodos y técnicas de investigación social
empírica han cambiado con el paso del tiempo. El Estudio de Caso (Case Study) fue un
concepto de central importancia en el discurso metodológico en el periodo de entreguerras,
íntimamente ligado a las investigaciones empíricas de la Escuela de Chicago. Su relevancia
era tal que, en oposición al método estadístico, se consideraba como uno de los polos del
clivaje Cualitativo – Cuantitativo. Recién luego de la segunda posguerra este clivaje
encontraría otros referentes principales: la investigación por encuesta, por un lado, y el
fieldwork y la Observación Participante, por el otro. En este marco, el Estudio de Caso (como
así también las historias de vida y los documentos personales que se utilizaban típicamente
para su construcción), ingresaron en un proceso de declinación relativa. Sin embargo, y
aunque no se haya llegado a un consenso definicional acerca del mismo, su uso en la
investigación social actual es muy extendido. En efecto, las definiciones asociadas con el
Estudio de Caso, tanto en los manuales como en los textos metodológicos, muestran cierta
polisemia e, incluso, se encuentra una multiplicidad de clasificaciones que no hacen más que
aportar imprecisión. Tomando en consideración este contexto, la presente ponencia se
propone explorar las formulaciones, usos y sentidos asociados al Estudio de Caso en un
conjunto de artículos publicados entre 1915 y 1930 por la principal revista de divulgación de
investigaciones empíricas (The American Journal of Sociology - AJS) durante la así llamada
“hegemonía” de la Escuela de Chicago, para rastrear y caracterizar posibles nexos entre las
definiciones y clasificaciones de un periodo y ámbito de producción metodológica innovadora
y las concepciones actuales sobre el Estudio de Caso.
Palabras claves: metodología, estudio de casos, desarrollo histórico.
1
Este trabajo es una versión revisada y ampliada de la ponencia “El lugar del Case Study en la Escuela de
Chicago: fundamentos epistemológicos, definiciones metodológicas y orientaciones técnicas”, presentada en el II
Encuentro Latinoamericano de Metodología de las Ciencias Sociales (Universidad de Sonora, México, 2010).
1
1. Introducción
El resurgimiento experimentado por los enfoques cualitativos en la investigación social a
partir de finales de la década de 1960 implicó, entre otras cosas, una revalorización de los
Estudios de Caso (EC). Desde entonces se multiplicó la publicación de libros y artículos
metodológicos vinculados con esta estrategia investigativa. Sin embargo, en el marco de una
concepción metodológica que no ha alcanzado amplios consensos en torno de sus
instrumentos conceptuales y operativos ―a diferencia de lo que ocurre con estrategias
canónicas enmarcadas en los llamados “métodos cuantitativos” (Marradi, 2007)―, una de las
consecuencias de tal expansión se ha manifestado en la crecientes ambigüedades acerca de
qué debería entenderse por Estudio de Caso.
Flyvberg (2004) señala que la polisemia del término ha generado una serie de confusiones y
malentendidos, al punto de no lograrse consenso siquiera en cuanto a si los EC se restringen
al estudio de una muestra N=1 (Lijphart, 1971; Eckstein, 1975) o pueden abaracar incluso
algún tipo de abordaje de N>1 (Yin, 1993; Stake, 1998), lo que habilitaría también la
posibilidad de estudios de casos comparados.
Como argumenta Bonache (1999), la literatura sobre el tema conduce fácilmente al lector a
ciertos equívocos producto de desacuerdos ―e incluso contradicciones― entre los distintos
autores abocados a reflexionar sobre la temática. Tales confusiones se refieren,
principalmente, a tres áreas:
a) su denominación;
b) su relación con la metodología cualitativa y cuantitativa; y
c) su base teórica.
En relación con la primera cuestión, una de las confusiones más comunes remite a si los EC
constituyen una opción metodológica o simplemente la elección de un objeto de estudio
(Gundermann Kroll, 2001). La primera perspectiva pone el énfasis en el estudio de caso como
medio para alcanzar la comprensión de un problema; la otra destaca ―en cambio― el estudio
de lo particular, su especificidad. Respecto de la segunda cuestión, algunos trabajos
identifican a los EC exclusivamente con los abordajes cualitativos (Feagin, Orum y Sjoberg,
1991), oponiéndolos a los estudios cuantitativos, mientras que otros consideran que el uso de
diversos métodos y técnicas no es excluyente en este tipo de investigaciones (Yin, 1993). En
cuanto al último punto problemático, ciertos autores consideran que para llevar a cabo un EC
se debe desarrollar un marco teórico preliminar, mientras que otros consideran lo contrario: el
2
investigador debe posicionarse como una tabula rasa para ir adquiriendo comprensión del
caso en la medida que se lo investiga.
Si bien no se ha logrado acuerdo alrededor de estas tres cuestiones ―tal como se acaba de
señalar―, en lo que sí parece haberlo es en la caracterización del EC como un tipo de
investigación que requiere de un análisis en profundidad (Archenti, 2007): generalmente el
estudio tiende a focalizarse en un número acotado de hechos para abordarlos de manera
minuciosa.
Las múltiples formas de comprender y definir al EC han dado lugar también a diferentes
clasificaciones y tipologías. Entre las más difundidas se encuentran las elaboradas por Yin
(1994) y Stake (1998). Yin (1994) propone cuatro tipos basándose en una doble distinción: si
se trata de un caso único o de casos múltiples, por un lado, y se trata de un diseño de tipo
holístico (una sola unidad de análisis) o de un diseño incrustado (múltiples unidades de
análisis). Asimismo, ha propuesto una distinción entre los EC exploratorios, descriptivos y
explicativos (Yin, 1993). Por su parte, Stake (1998) clasifica a los estudios de caso como:
instrumentales, intrínsecos y colectivos. El estudio instrumental parte de la idea de que se
examina un caso con el fin de proveer conjeturas en torno de un problema o para perfeccionar
una teoría. El caso representa aquí la excusa para comprender un fenómeno en particular y, en
este sentido, sería secundario. En cambio, el estudio de tipo intrínseco se preocupa por el caso
en sí mismo, no porque ilustre alguna característica del problema que se está investigando
sino porque resulta interesante en cuanto caso. Por último, el EC colectivo se desarrolla
cuando se busca estudiar y comparar varios casos. Otras tipologías ampliamente reconocidas
han sido desarrolladas por Lijphart (1971) y Flyvberg (2004).
Teniendo en cuenta la actual situación de dispersión del conocimiento metodológico en torno
de los EC, y la carencia de consensos mínimos ―terminológicos, conceptuales,
clasificatorios, operativos― acerca de ellos, consideramos oportuno plantear una indagación
socio-histórica que permita reconstruir los procesos relacionados con su producción y
reproducción. En este sentido, nos proponemos abordar el origen de los EC a partir de la
revisión de los usos y sentidos que ellos adquirieron en su contexto institucional de inicial
desarrollo: la Escuela de Chicago.
La idea de la Escuela de Chicago suele asociarse con la existencia de un espacio académico
en el que “el desarrollo de las ciencias sociales […] estuvo caracterizado por la fuerte
integración social y colegial” (Cortese, 1995: 238)2, siendo el trabajo de Park —y más
2
Sin embargo, cabe consignar que para muchos autores, por ejemplo Becker (1999), la Escuela de Chicago
constituye simplemente un mito, pero uno tan arraigado que estudios bien documentados, como los de Bulmer
3
adelante también el de Burgess— el que permitiría establecer su “hegemonía” en la sociología
norteamericana desde aproximadamente 1915 y hasta mediados de la década de 1930, cuando,
luego de la partida de Park, en 1934, comenzó su declinación (ibid).
Es muy frecuente asignarle a dicha Escuela la primacía en el desarrollo de los EC (Archenti,
2007) y de los métodos cualitativos en general, aunque esta última afirmación ha sido materia
de debate (véase por ejemplo Piovani, Rausky y Santos, 2010a). Los autores que forjaron la
visión estereotípica de la Escuela de Chicago tendieron a resaltar el lugar privilegiado de sus
contribuciones metodológicas, pero autores “revisionistas” como Platt (1982; 1983; 1985) y
Bulmer (1984), entre otros, han cuestionado que los métodos de investigación chicaguenses
puedan considerarse cualitativos en el sentido actual. Más allá de esto, es amplio el consenso
relativo a la importancia central que los EC adquirieron en el discurso metodológico del
período de entreguerras, al punto de pensárselos habitualmente como el polo antagónico de
los métodos estadísticos en el marco de los incipientes debates metodológicos (cualitativocuantitativo) de la época (Lundberg, 1960).
El EC (case study) de los sociólogos de Chicago, que se caracterizaba por la centralidad del
trabajo de campo (fieldwork) en la investigación empírica, el recurso a documentos personales
y a las historias de vida, ejerció una influencia decisiva en las nuevas camadas de expertos
que se formaron en las décadas de 1920 y 1930; pero luego de la Segunda Guerra Mundial
decayó frente a la amplia difusión del Survey, entronizado desde entonces como modo
legítimamente científico de llevar a cabo la investigación social empírica (Hammersley, 1989)
en el marco del así llamado “consenso ortodoxo” de las ciencias sociales (Giddens, 1979). La
disolución de este consenso ―hacia fines de los años ‘60― generó las condiciones
intelectuales e institucionales para la revalorización de los métodos cualitativos, actualizando,
reinterpretando y resignificando, entre otras cosas, los célebres EC de la Escuela de Chicago.
La reconstrucción histórica que proponemos en este trabajo parte del análisis de un corpus
conformado por artículos publicados por la principal revista de divulgación de investigaciones
sociológicas empíricas durante la así llamada “hegemonía” de la Escuela de Chicago: The
American Journal of Sociology (AJS). Este análisis es complementario del realizado en el
marco de una ponencia sobre un caso particular ―aunque muy representativo― de los
desarrollos metodológicos de la Escuela: el texto Field Studies in Sociology: A student
Manual, elaborado por Vivien Palmer y publicado por la editorial de la Universidad de
(1984) y otros, no han podido desarticular. Siguiendo a Platt (1996), señala que, en realidad, este espacio fue
mucho más variado y heterogéneo de lo que habitualmente se supone.
4
Chicago en 1928 (Piovani, Rausky y Santos 2010b). La importancia de este manual, entre
otras cosas, reside en su esfuerzo pionero de sistematización metodológica de la experiencia
de investigación empírica urbana desarrollada en la cátedra que bajo el mismo nombre
dirigían Robert Park y Ernest Burgess.
Con respecto al corpus objeto de este trabajo, se pretende reconstruir los sentidos asociados
con los EC para echar luz sobre la situación de polisemia, ambigüedad y vaguedad a la que ya
se ha hecho referencia.
2. El Case Study en The American Journal of Sociology (AJS): 1915-1934.
El corpus analizado está conformado por todos los artículos publicados en el AJS entre 1915
y 1934, en cuyo título y/o cuerpo aparece la referencia al Case Study. Se trata de un total de
12 artículos, siendo el más antiguo de 1923 y el más reciente de 1930.
Como se ha sugerido en la introducción, el recorte temporal obedece al reconocimiento del
periodo de constitución y, más centralmente, de “hegemonía” de la Escuela de Chicago. Los
límites 1915 - 1934 recuperan procesos sociohistóricos específicos. Su inicio, en 1915, se
asocia con dos cuestiones íntimamente relacionadas: el establecimiento del liderazgo de
Robert Park como docente / investigador y su publicación del artículo The City: Suggestions
for the investigation of Human Behavior in the urban Environment, en el que sienta las bases
de su perspectiva de indagación empírica urbana. En el otro extremo, el cierre del período está
relacionado con la jubilación de Park ―en 1934― y con el embate contra la dominación
disciplinar chicaguense que, en el ámbito de las publicaciones, se cristalizaría en el año 1935
con la aparición de la American Sociological Review (ASR) como revista oficial de la
American Sociological Society (ASS).
Los artículos recuperados pueden clasificarse, en función del interés cognoscitivo perseguido,
como:
A) Artículos de reflexión metodológica
•
A Study of Social Science Data and Their Use. John Candler Cobb. The American
Journal of Sociology, Vol. 35, No. 1 (Jul., 1929), pp. 80-92
•
Methods of Social Research Methods of Social Research. Bruce L. Melvin. The
American Journal of Sociology, Vol. 33, No. 2 (Sep., 1927), pp. 194-210
•
Statistics in Social Research. Dorothy Swaine Thomas. The American Journal of
Sociology, Vol. 35, No. 1 (Jul., 1929), pp. 1-17
5
•
An Attitude on Attitude Research. Read Bain. The American Journal of Sociology,
Vol. 33, No. 6 (May, 1928), pp. 940-957.
B) Reportes de investigación con uso y/o mención del case study
•
The Isolated Religious Sect as an Object for Social Research. Grace E. Chaffee. The
American Journal of Sociology, Vol. 35, No. 4 (Jan., 1930), pp. 618-630
•
The Ghetto. Louis Wirth. The American Journal of Sociology, Vol. 33, No. 1 (Jul.,
1927), pp. 57-71
•
The Study of the Delinquent as a Person. E. W. Burgess. The American Journal of
Sociology, Vol. 28, No. 6 (May, 1923), pp. 657-680
•
Some Ecological Patterns of Community Disorganization in Honolulu. Andrew W.
Lind. The American Journal of Sociology, Vol. 36, No. 2 (Sep., 1930), pp. 206-220
•
The Family. Ernest R. Groves. The American Journal of Sociology, Vol. 35, No. 6
(May, 1930), pp. 1017-1026
•
A Program for Criminological Research. Arthur Evans Wood. The American Journal
of Sociology, Vol. 33, No. 3 (Nov., 1927), pp. 431-443.
•
The Composition of Political Attitudes. Gordon W. Allport. The American Journal of
Sociology, Vol. 35, No. 2 (Sep., 1929), pp. 220-238
•
Murder and the Case Study Method. Robert E. Park.
The American Journal of
Sociology, Vol. 36, No. 3 (Nov., 1930), pp. 447-454
2.1 Los artículos de reflexión metodológica
En este primer grupo se encuentra una serie de artículos con una marcada intención de
reflexión y explicitación de los desarrollos metodológicos alcanzados por las ciencias sociales
en el período gestacional de la investigación empírica. A continuación se verán, en particular,
las apreciaciones realizadas en cada uno de ellos.
John Candler Cobb, en su trabajo “A Study of Social Science Data and Their Use”, propone
una clasificación de los abordajes y técnicas de investigación distinta a la elaborada poco
antes por Vivien Palmer (1928) y publicada en su clásico manual de métodos de campo
(referente metodológico de la Escuela de Chicago). Esta última reconocía tres métodos de
indagación: el case study method, el historical method (asociado con la perspectiva histórica,
que pone el énfasis en el valor de las fuentes documentales ―cartas, diarios y
6
autobiografías― en cuanto facilitadoras del insight sobre los procesos transitados por
aquellos que generaron tales documentos) y el statistical method (con énfasis en la
enumeración extensiva y la medición). Los Estudios de Caso (EC), tal como los concebía
Palmer (1928), eran entendidos refiriendo a dos tipos de investigación sobre un caso: una
restringida y otra ampliada. Mientras que la versión ampliada estaba asociada con el caso
singular y con el uso de múltiples estrategias y técnicas de indagación y análisis del mismo
(como concepto ligado a la elección de un objeto de estudio); la visión restringida estaba
centrada en una indagación específica (en base a una estrategia metodológica especial: el
Case-study Method) focalizada en un análisis exhaustivo / profundo del caso como un todo
interactivo. Su principal aporte radicaba en su capacidad en hacer aflorar / descubrir aspectos
y detalles de los fenómenos que se presentaban invisibles u oscuros para otras estrategias.
Cobb, por su parte, plantea una distinción entre dos formas de hacer investigación en ciencias
sociales, una basada en el método estadístico (experimental científico) y otra en el método
dialéctico (filosófico). En el marco de esta diferenciación ―que no propone como antagónica,
sino más bien como complementaria― establece una distinción entre case-study method y
sociological case study. El primero se define como un experimento controlado, como los que
se aplican en las ciencias naturales. En cambio, reconociendo que en general los estudios
sociológicos presentan una serie de limitaciones para controlar los factores necesarios en un
experimento, argumenta que éstos precisan de abordajes diferentes, caracterizados por el
desarrollo de investigaciones minuciosas y de tiempos prolongados. Es evidente que la
definición del case-study method resulta claramente opuesta a la versión chicaguense,
apelando a los mismos términos para dar cuenta de conceptos metodológicos marcadamente
distintos.
En otro de los trabajos analizados, Dorothy Thomas parte de una crítica fuerte a los usos y
abusos que se hacen de la estadística en la investigación, especialmente cuando se la concibe
como la única vía válida para el estudio de lo social. Para la autora, si bien la estadística es
una herramienta útil y legítima, no por ello debe excluirse el uso de otros métodos con los que
se cuenta en las ciencias sociales. En particular, se refiere al case-study, que a su juicio puede
utilizarse como instancia previa y exploratoria para la posterior implementación de los
abordajes estadísticos. En otras palabras, los propone como adecuados para la formulación de
hipótesis que luego deberían ser contrastadas estadísticamente. Thomas argumenta
enérgicamente en favor del uso de los case-study en la sociología: basándose en la naturaleza
compleja de los hechos sociales, asume que la estadística no es suficiente para conocerlos y,
7
en este sentido, subraya la necesidad de realizar uno o varios estudios de los casos a fin de
lograr insights de los problemas en su integralidad.
En las reflexiones metodológicas de Thomas, al igual que en las de Cobb, se encuentra un
corrimiento con respecto a las propuestas chicaguenses. Sin embargo, a diferencia de este
último caso, en el que encontramos idénticos términos para referirse a conceptos claramente
diferentes, en el caso de Thomas se da una situación inversa: ella recurre a un término
(levemente) diferente del de Palmer pero remite a un concepto metodológico que puede
encuadrarse perfectamente dentro de la definición chicaguense del case study method.
En la misma dirección de Thomas se sitúa el aporte de Read Bain con “An Attitude on
Attitude Research”, en el que, a través del análisis de los modos de investigar las “actitudes”,
describe las limitaciones de las encuestas pero también plantea que el case method sólo tiene
valor para la obtención de claves que habiliten una futura investigación objetiva basada en el
método estadístico.
El artículo de Bruce Melvin “Methods of Social Research”, fundamentalmente en el apartado
en el que aparecen referencias a Hoffer, reconoce a los case records y a las entrevistas como
los nuevos métodos de las ciencias sociales, y presenta al case study ―en línea con los
planteos de Thomas y Bain― como una estrategia que permite encontrar nuevas pistas y
explorar combinaciones de factores que luego requerirán el uso de métodos estadísticos para
su testeo.
A partir de la lectura de las reflexiones de estos autores ―todos ellos ajenos a la Universidad
de Chicago― en torno de lo metodológico, queda en evidencia la marcada tendencia a apelar
a una serie de definiciones terminológicas y conceptuales diferentes que conviven y que no
aportan a clarificar la cuestión de los EC: case method, sociological case study y case study.
Asimismo, lo hallado permite dar cuenta de que la clasificación chicaguense de los métodos
empíricos (y sus relativas definiciones), plasmada en el manual de Palmer, o bien no era
conocida o bien no había logrado internalizarse como clasificación unánimemente aceptada.
Los diferentes autores estudiados remiten, con distintos términos, al case study method de la
Escuela de Chicago (búsqueda exploratoria inductiva) como una forma complementaria de
hacer investigación social, reconociendo ciertas limitaciones propias de los abordajes
estadísticos. No obstante ello, si bien aceptan en líneas generales esta forma de conocer nueva
y diferente (hoy habitualmente asociada a la perspectiva cualitativa), la entienden como una
instancia subsidiaria de los métodos estadísticos.
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2.2 Los reportes de investigación con uso y/o mención del case study
Este segundo grupo de trabajos tiene en común las referencias al case study en el cuerpo
principal del artículo. No obstante, no todos ellos presentan un grado de explicitación y/o de
reflexión que permita dar cuenta de las conceptualizaciones metodológicas sobre las cuales se
basan. Atendiendo a esto, en lo que sigue se describirán aquellos artículos en los que se
encuentren aportes sustantivos sobre la temática particular que se aborda en este trabajo.
De los siete artículos que se encuadran en esta categoría son sólo dos los que aportan
reflexiones acerca del case study, y son nada menos que los de Park y Burgess, autores que
conformaron la columna vertebral de la Escuela de Chicago. Llamativamente, el texto de
Burgess es, en términos cronológicos, el primero del corpus analizado (1923) y, el de Park
(1930), el último. El temprano tratamiento que Burgess hace del case study permite sugerir
que esta forma de abordaje empírico estaba presente (aún tal vez sin un grado alto de
articulación) desde los albores de la Escuela. En el trabajo de Park, por su parte, queda en
evidencia la centralidad del método, por lo menos en Chicago, a partir de la recuperación de
los aspectos asociados con el case study method.
En su artículo “The Study of the Delinquent as a Person” Burgess, a diferencia de los autores
vistos en el apartado anterior, plantea que en lugar del método de observación general, la
especulación teórica y la investigación estadística, debe utilizarse en las ciencias sociales el
method of case study, haciendo alusión a lo que luego Vivien Palmer (1928) denominaría case
study method.
Al explorar las definiciones que postula sobre este acercamiento innovador al estudio de lo
social, queda claro que lo entiende como un nuevo método caracterizado por su basamento
empírico y su orientación inductiva, que habilita el conocimiento y estudio de la conducta
humana. Su postura plantea un marcado distanciamiento con respecto a la idea de que todos
los temas de la sociología pueden ser indagados con recurso a las técnicas estadísticas
estandarizadas. Para Burgess, todos los problemas sociales, fundamentalmente aquellos
vinculados con la conducta y la vida social, deben someterse a la descripción sociológica y al
análisis, y esto se logra apelando a técnicas propias del ámbito que hoy denominamos
cualitativo.
El artículo de Park, por su parte, se sitúa como un aporte sustantivo para posicionar al case
study en cuanto forma de abordaje de los fenómenos sociales y, en particular, al case-study
method como forma específica de investigación. No es un detalle menor el hecho de que ya en
el título del trabajo se haga referencia al término case study method.
9
La propuesta del autor se basa en un relato en el que comenta los aportes de una investigación
titulada “The psychology of murder”, del profesor sueco especializado en psicología y
derecho penal Andreas Bjerre. A lo largo de toda su exposición es notorio cómo Park
reivindica permanentemente las aproximaciones teóricas y, fundamentalmente, aquellas de
índole metodológica realizadas por Bjerre. La recuperación de los aportes de este autor busca,
evidentemente, centrar la atención en la necesidad de superar las limitaciones de las lógicas
estadísticas, dando lugar a formas consideradas “deseables y posibles” de penetrar más
profundamente en los fenómenos sociales. En este sentido, para Park el case study method se
destaca como un abordaje propicio para encarar en profundidad el análisis de lo social a través
de la observación directa, in situ, procurando la comprensión del fenómeno como un todo.
We can make intelligible the crime only if we are able to understand the criminal. But this raises a
very fundamental question: What do we mean by making the act of another person intelligible and how
can we make the manner in which we gain an understanding of other persons systematic and the
knowledge thus gained objective?
What the investigator is seeking to do in the case of the criminal, then, is just what we unconsciously
do when we seek to understand the man we meet in the street, except that he is more conscious of his
purposes and more persistent in his effort (Park, 1930: 448).
Su propugnación por un abordaje profundo y elucidador no deja de estar atravesado por las
tensiones y críticas asociadas con este tipo de perspectiva y de las cuales es plenamente
conciente. Nos referimos a las críticas vinculadas a la tensión objetividad/subjetividad, que
son reconocidas por Park y respondidas de la siguiente manera:
The author seeks at this point to defend his procedure against the rather obvious criticism that the
intimacy which this sort of investigation involves would inevitably tend to excuse the criminal and
condone his crime. (…) In order to avoid misunderstanding it is necessary to emphasize here that
understanding in the sense of the word here used does not denote the least degree of condonation or
approval (Park, 1930 : 449).
The objection to this method of observation is that it is not systematic and impersonal. It is after all
based on the impression of the individual investigator and cannot be checked up by further observation
of other criminals. In reply to this objection, Bjerre says: If in the process one is undoubtedly
compelled to rely upon subjective impressions, it by no means follows that one can only achieve
subjective certainty by this means. For each one of these impressions (or more exactly, the result
which the analysis of each such impression brings to light) is compared not only with all similar
impressions but also with those obtained by other means (i.e., with the result yielded by an analysis of
the latter) as well as with the external circumstances of the person's life as established by the
10
documentary evidence of depositions, by reports of the minister of religion in the parish where he is
domiciled, etc. In this way one manifestly achieves a high degree of objective certainty concerning
those impressions which remain unaffected by all these confrontations (Park, 1930: 453-454).
La clave de esta mirada, como aportadora de insights, parece fuertemente asociada con la
búsqueda de aspectos subyacentes a partir de una estrategia que reconoce una instancia inicial
de exploración, de búsqueda no condicionada, para luego avanzar en una lógica sistemática
de interpretación.
De las referencias que tanto Park como Burgess realizan acerca del case study method puede
desprenderse claramente que en sus concepciones lo identifican como una forma del conocer
válida en sí misma, marcando una distancia con las visiones (por fuera de la Escuela de
Chicago) arriba planteadas, que supeditaban el case study al uso posterior de los métodos
estadísticos.
Sus trabajos parecieran reforzar la imagen de un proceso de cristalización de las ideas
metodológicas asociadas al case study y explicitadas más adelante en el manual de Vivien
Palmer, hacia el final de la era del apogeo chicaguense.
3. Comentarios finales
Las características del Case-study method basado en observaciones, recolección de
documentos personales e historias de vida, así como en una aproximación al comportamiento
social desde el punto de vista subjetivo, fueron las marcas más importantes del trabajo de
investigación de la Escuela de Chicago durante la década de 1920.
Si bien las reconstrucciones históricas de la metodología de la investigación social muy
frecuentemente contienen referencias destacadas a la Escuela y a su desarrollo de los EC, en
particular, y de los métodos cualitativos, en general, sobre esto existe aún un alto grado de
controversia. Los autores que construyeron la perspectiva estereotípica de la Escuela de
Chicago resaltaron el lugar central de sus aportes metodológicos; pero aquellos con
perspectivas críticas/revisionistas han tendido a discutir su lugar en la historia de los enfoques
cualitativos, al menos en el sentido contemporáneo.
Es por esta razón que consideramos pertinente explorar los usos y sentidos asociados a los EC
en sus contextos originales de producción. En este marco, la indagación que propusimos sobre
un corpus de artículos publicados en el Journal editado por el Departamento de Sociología de
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la Universidad de Chicago, durante la “hegemonía” de su Escuela, permite reconocer
diferentes concepciones sobre los Estudios de Caso y ciertas manifestaciones incipientes de
los debates metodológicos contemporáneos.
Como conclusiones de este análisis cabe indicar, en primer lugar, la escasa presencia del
término Case Study en las publicaciones de la época y, menos aún, de referencias
metodológicas articuladas, con desarrollo de sus aspectos conceptuales y operativos
específicos.
Por otra parte, se evidencian ciertos contrastes significativos, al referirse a los Case Studies,
entre los autores de la Escuela de Chicago (Park y Burgess) y los que no pertenecían a ese
marco institucional (Cobb, Thomas, Bain y Melvin).
En el caso de los artículos del segundo grupo, queda claro que para referirse al EC remiten a
diferentes términos y que, más importante aún, lo conciben como una estrategia subsidiaria de
los métodos estadísticos, a los que en general les asignan mayor grado de “dignidad
científica.” En este sentido, confinan los EC a las fases iniciales del proceso de investigación,
reconociendo su significación sólo como una primera instancia generadora de información y
de hipótesis, que luego debería completarse con estudios estadísticos.
En cambio, los autores de la Escuela de Chicago aquí reseñados logran darle al Case Study un
lugar más destacado y autónomo en la investigación social, entendiéndolo como forma de
aproximación válida en sí misma, que busca recuperar aspectos profundos vinculados a la
conducta humana. Tanto Burgess como Park proponen una definición de Case Stydy asociada
a la visión del Case Study Method, con connotaciones que en la actualidad consideraríamos al
menos cercanas a las cualitativas.
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