Download Definiciones metodológicas del case study en publicaciones
Document related concepts
Transcript
Publicado en: Gallegos Elías, C. y Lince Campillo, R. M. (2011), Reflexiones latinoamericanas sobre metodología de las ciencias sociales, Vol. I. México: Unison-Unam. Definiciones metodológicas del case study en publicaciones tempranas del American Journal of Sociology (1915-1934).1 Juan Ignacio Piovani / Eugenia Rausky / Javier A. Santos Centro Interdisciplinario de Metodología de las Ciencias Sociales / Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (UNLP - CONICET). Departamento de Sociología, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FaHCE), UNLP. Resumen Los términos y conceptos usados para describir los métodos y técnicas de investigación social empírica han cambiado con el paso del tiempo. El Estudio de Caso (Case Study) fue un concepto de central importancia en el discurso metodológico en el periodo de entreguerras, íntimamente ligado a las investigaciones empíricas de la Escuela de Chicago. Su relevancia era tal que, en oposición al método estadístico, se consideraba como uno de los polos del clivaje Cualitativo – Cuantitativo. Recién luego de la segunda posguerra este clivaje encontraría otros referentes principales: la investigación por encuesta, por un lado, y el fieldwork y la Observación Participante, por el otro. En este marco, el Estudio de Caso (como así también las historias de vida y los documentos personales que se utilizaban típicamente para su construcción), ingresaron en un proceso de declinación relativa. Sin embargo, y aunque no se haya llegado a un consenso definicional acerca del mismo, su uso en la investigación social actual es muy extendido. En efecto, las definiciones asociadas con el Estudio de Caso, tanto en los manuales como en los textos metodológicos, muestran cierta polisemia e, incluso, se encuentra una multiplicidad de clasificaciones que no hacen más que aportar imprecisión. Tomando en consideración este contexto, la presente ponencia se propone explorar las formulaciones, usos y sentidos asociados al Estudio de Caso en un conjunto de artículos publicados entre 1915 y 1930 por la principal revista de divulgación de investigaciones empíricas (The American Journal of Sociology - AJS) durante la así llamada “hegemonía” de la Escuela de Chicago, para rastrear y caracterizar posibles nexos entre las definiciones y clasificaciones de un periodo y ámbito de producción metodológica innovadora y las concepciones actuales sobre el Estudio de Caso. Palabras claves: metodología, estudio de casos, desarrollo histórico. 1 Este trabajo es una versión revisada y ampliada de la ponencia “El lugar del Case Study en la Escuela de Chicago: fundamentos epistemológicos, definiciones metodológicas y orientaciones técnicas”, presentada en el II Encuentro Latinoamericano de Metodología de las Ciencias Sociales (Universidad de Sonora, México, 2010). 1 1. Introducción El resurgimiento experimentado por los enfoques cualitativos en la investigación social a partir de finales de la década de 1960 implicó, entre otras cosas, una revalorización de los Estudios de Caso (EC). Desde entonces se multiplicó la publicación de libros y artículos metodológicos vinculados con esta estrategia investigativa. Sin embargo, en el marco de una concepción metodológica que no ha alcanzado amplios consensos en torno de sus instrumentos conceptuales y operativos ―a diferencia de lo que ocurre con estrategias canónicas enmarcadas en los llamados “métodos cuantitativos” (Marradi, 2007)―, una de las consecuencias de tal expansión se ha manifestado en la crecientes ambigüedades acerca de qué debería entenderse por Estudio de Caso. Flyvberg (2004) señala que la polisemia del término ha generado una serie de confusiones y malentendidos, al punto de no lograrse consenso siquiera en cuanto a si los EC se restringen al estudio de una muestra N=1 (Lijphart, 1971; Eckstein, 1975) o pueden abaracar incluso algún tipo de abordaje de N>1 (Yin, 1993; Stake, 1998), lo que habilitaría también la posibilidad de estudios de casos comparados. Como argumenta Bonache (1999), la literatura sobre el tema conduce fácilmente al lector a ciertos equívocos producto de desacuerdos ―e incluso contradicciones― entre los distintos autores abocados a reflexionar sobre la temática. Tales confusiones se refieren, principalmente, a tres áreas: a) su denominación; b) su relación con la metodología cualitativa y cuantitativa; y c) su base teórica. En relación con la primera cuestión, una de las confusiones más comunes remite a si los EC constituyen una opción metodológica o simplemente la elección de un objeto de estudio (Gundermann Kroll, 2001). La primera perspectiva pone el énfasis en el estudio de caso como medio para alcanzar la comprensión de un problema; la otra destaca ―en cambio― el estudio de lo particular, su especificidad. Respecto de la segunda cuestión, algunos trabajos identifican a los EC exclusivamente con los abordajes cualitativos (Feagin, Orum y Sjoberg, 1991), oponiéndolos a los estudios cuantitativos, mientras que otros consideran que el uso de diversos métodos y técnicas no es excluyente en este tipo de investigaciones (Yin, 1993). En cuanto al último punto problemático, ciertos autores consideran que para llevar a cabo un EC se debe desarrollar un marco teórico preliminar, mientras que otros consideran lo contrario: el 2 investigador debe posicionarse como una tabula rasa para ir adquiriendo comprensión del caso en la medida que se lo investiga. Si bien no se ha logrado acuerdo alrededor de estas tres cuestiones ―tal como se acaba de señalar―, en lo que sí parece haberlo es en la caracterización del EC como un tipo de investigación que requiere de un análisis en profundidad (Archenti, 2007): generalmente el estudio tiende a focalizarse en un número acotado de hechos para abordarlos de manera minuciosa. Las múltiples formas de comprender y definir al EC han dado lugar también a diferentes clasificaciones y tipologías. Entre las más difundidas se encuentran las elaboradas por Yin (1994) y Stake (1998). Yin (1994) propone cuatro tipos basándose en una doble distinción: si se trata de un caso único o de casos múltiples, por un lado, y se trata de un diseño de tipo holístico (una sola unidad de análisis) o de un diseño incrustado (múltiples unidades de análisis). Asimismo, ha propuesto una distinción entre los EC exploratorios, descriptivos y explicativos (Yin, 1993). Por su parte, Stake (1998) clasifica a los estudios de caso como: instrumentales, intrínsecos y colectivos. El estudio instrumental parte de la idea de que se examina un caso con el fin de proveer conjeturas en torno de un problema o para perfeccionar una teoría. El caso representa aquí la excusa para comprender un fenómeno en particular y, en este sentido, sería secundario. En cambio, el estudio de tipo intrínseco se preocupa por el caso en sí mismo, no porque ilustre alguna característica del problema que se está investigando sino porque resulta interesante en cuanto caso. Por último, el EC colectivo se desarrolla cuando se busca estudiar y comparar varios casos. Otras tipologías ampliamente reconocidas han sido desarrolladas por Lijphart (1971) y Flyvberg (2004). Teniendo en cuenta la actual situación de dispersión del conocimiento metodológico en torno de los EC, y la carencia de consensos mínimos ―terminológicos, conceptuales, clasificatorios, operativos― acerca de ellos, consideramos oportuno plantear una indagación socio-histórica que permita reconstruir los procesos relacionados con su producción y reproducción. En este sentido, nos proponemos abordar el origen de los EC a partir de la revisión de los usos y sentidos que ellos adquirieron en su contexto institucional de inicial desarrollo: la Escuela de Chicago. La idea de la Escuela de Chicago suele asociarse con la existencia de un espacio académico en el que “el desarrollo de las ciencias sociales […] estuvo caracterizado por la fuerte integración social y colegial” (Cortese, 1995: 238)2, siendo el trabajo de Park —y más 2 Sin embargo, cabe consignar que para muchos autores, por ejemplo Becker (1999), la Escuela de Chicago constituye simplemente un mito, pero uno tan arraigado que estudios bien documentados, como los de Bulmer 3 adelante también el de Burgess— el que permitiría establecer su “hegemonía” en la sociología norteamericana desde aproximadamente 1915 y hasta mediados de la década de 1930, cuando, luego de la partida de Park, en 1934, comenzó su declinación (ibid). Es muy frecuente asignarle a dicha Escuela la primacía en el desarrollo de los EC (Archenti, 2007) y de los métodos cualitativos en general, aunque esta última afirmación ha sido materia de debate (véase por ejemplo Piovani, Rausky y Santos, 2010a). Los autores que forjaron la visión estereotípica de la Escuela de Chicago tendieron a resaltar el lugar privilegiado de sus contribuciones metodológicas, pero autores “revisionistas” como Platt (1982; 1983; 1985) y Bulmer (1984), entre otros, han cuestionado que los métodos de investigación chicaguenses puedan considerarse cualitativos en el sentido actual. Más allá de esto, es amplio el consenso relativo a la importancia central que los EC adquirieron en el discurso metodológico del período de entreguerras, al punto de pensárselos habitualmente como el polo antagónico de los métodos estadísticos en el marco de los incipientes debates metodológicos (cualitativocuantitativo) de la época (Lundberg, 1960). El EC (case study) de los sociólogos de Chicago, que se caracterizaba por la centralidad del trabajo de campo (fieldwork) en la investigación empírica, el recurso a documentos personales y a las historias de vida, ejerció una influencia decisiva en las nuevas camadas de expertos que se formaron en las décadas de 1920 y 1930; pero luego de la Segunda Guerra Mundial decayó frente a la amplia difusión del Survey, entronizado desde entonces como modo legítimamente científico de llevar a cabo la investigación social empírica (Hammersley, 1989) en el marco del así llamado “consenso ortodoxo” de las ciencias sociales (Giddens, 1979). La disolución de este consenso ―hacia fines de los años ‘60― generó las condiciones intelectuales e institucionales para la revalorización de los métodos cualitativos, actualizando, reinterpretando y resignificando, entre otras cosas, los célebres EC de la Escuela de Chicago. La reconstrucción histórica que proponemos en este trabajo parte del análisis de un corpus conformado por artículos publicados por la principal revista de divulgación de investigaciones sociológicas empíricas durante la así llamada “hegemonía” de la Escuela de Chicago: The American Journal of Sociology (AJS). Este análisis es complementario del realizado en el marco de una ponencia sobre un caso particular ―aunque muy representativo― de los desarrollos metodológicos de la Escuela: el texto Field Studies in Sociology: A student Manual, elaborado por Vivien Palmer y publicado por la editorial de la Universidad de (1984) y otros, no han podido desarticular. Siguiendo a Platt (1996), señala que, en realidad, este espacio fue mucho más variado y heterogéneo de lo que habitualmente se supone. 4 Chicago en 1928 (Piovani, Rausky y Santos 2010b). La importancia de este manual, entre otras cosas, reside en su esfuerzo pionero de sistematización metodológica de la experiencia de investigación empírica urbana desarrollada en la cátedra que bajo el mismo nombre dirigían Robert Park y Ernest Burgess. Con respecto al corpus objeto de este trabajo, se pretende reconstruir los sentidos asociados con los EC para echar luz sobre la situación de polisemia, ambigüedad y vaguedad a la que ya se ha hecho referencia. 2. El Case Study en The American Journal of Sociology (AJS): 1915-1934. El corpus analizado está conformado por todos los artículos publicados en el AJS entre 1915 y 1934, en cuyo título y/o cuerpo aparece la referencia al Case Study. Se trata de un total de 12 artículos, siendo el más antiguo de 1923 y el más reciente de 1930. Como se ha sugerido en la introducción, el recorte temporal obedece al reconocimiento del periodo de constitución y, más centralmente, de “hegemonía” de la Escuela de Chicago. Los límites 1915 - 1934 recuperan procesos sociohistóricos específicos. Su inicio, en 1915, se asocia con dos cuestiones íntimamente relacionadas: el establecimiento del liderazgo de Robert Park como docente / investigador y su publicación del artículo The City: Suggestions for the investigation of Human Behavior in the urban Environment, en el que sienta las bases de su perspectiva de indagación empírica urbana. En el otro extremo, el cierre del período está relacionado con la jubilación de Park ―en 1934― y con el embate contra la dominación disciplinar chicaguense que, en el ámbito de las publicaciones, se cristalizaría en el año 1935 con la aparición de la American Sociological Review (ASR) como revista oficial de la American Sociological Society (ASS). Los artículos recuperados pueden clasificarse, en función del interés cognoscitivo perseguido, como: A) Artículos de reflexión metodológica • A Study of Social Science Data and Their Use. John Candler Cobb. The American Journal of Sociology, Vol. 35, No. 1 (Jul., 1929), pp. 80-92 • Methods of Social Research Methods of Social Research. Bruce L. Melvin. The American Journal of Sociology, Vol. 33, No. 2 (Sep., 1927), pp. 194-210 • Statistics in Social Research. Dorothy Swaine Thomas. The American Journal of Sociology, Vol. 35, No. 1 (Jul., 1929), pp. 1-17 5 • An Attitude on Attitude Research. Read Bain. The American Journal of Sociology, Vol. 33, No. 6 (May, 1928), pp. 940-957. B) Reportes de investigación con uso y/o mención del case study • The Isolated Religious Sect as an Object for Social Research. Grace E. Chaffee. The American Journal of Sociology, Vol. 35, No. 4 (Jan., 1930), pp. 618-630 • The Ghetto. Louis Wirth. The American Journal of Sociology, Vol. 33, No. 1 (Jul., 1927), pp. 57-71 • The Study of the Delinquent as a Person. E. W. Burgess. The American Journal of Sociology, Vol. 28, No. 6 (May, 1923), pp. 657-680 • Some Ecological Patterns of Community Disorganization in Honolulu. Andrew W. Lind. The American Journal of Sociology, Vol. 36, No. 2 (Sep., 1930), pp. 206-220 • The Family. Ernest R. Groves. The American Journal of Sociology, Vol. 35, No. 6 (May, 1930), pp. 1017-1026 • A Program for Criminological Research. Arthur Evans Wood. The American Journal of Sociology, Vol. 33, No. 3 (Nov., 1927), pp. 431-443. • The Composition of Political Attitudes. Gordon W. Allport. The American Journal of Sociology, Vol. 35, No. 2 (Sep., 1929), pp. 220-238 • Murder and the Case Study Method. Robert E. Park. The American Journal of Sociology, Vol. 36, No. 3 (Nov., 1930), pp. 447-454 2.1 Los artículos de reflexión metodológica En este primer grupo se encuentra una serie de artículos con una marcada intención de reflexión y explicitación de los desarrollos metodológicos alcanzados por las ciencias sociales en el período gestacional de la investigación empírica. A continuación se verán, en particular, las apreciaciones realizadas en cada uno de ellos. John Candler Cobb, en su trabajo “A Study of Social Science Data and Their Use”, propone una clasificación de los abordajes y técnicas de investigación distinta a la elaborada poco antes por Vivien Palmer (1928) y publicada en su clásico manual de métodos de campo (referente metodológico de la Escuela de Chicago). Esta última reconocía tres métodos de indagación: el case study method, el historical method (asociado con la perspectiva histórica, que pone el énfasis en el valor de las fuentes documentales ―cartas, diarios y 6 autobiografías― en cuanto facilitadoras del insight sobre los procesos transitados por aquellos que generaron tales documentos) y el statistical method (con énfasis en la enumeración extensiva y la medición). Los Estudios de Caso (EC), tal como los concebía Palmer (1928), eran entendidos refiriendo a dos tipos de investigación sobre un caso: una restringida y otra ampliada. Mientras que la versión ampliada estaba asociada con el caso singular y con el uso de múltiples estrategias y técnicas de indagación y análisis del mismo (como concepto ligado a la elección de un objeto de estudio); la visión restringida estaba centrada en una indagación específica (en base a una estrategia metodológica especial: el Case-study Method) focalizada en un análisis exhaustivo / profundo del caso como un todo interactivo. Su principal aporte radicaba en su capacidad en hacer aflorar / descubrir aspectos y detalles de los fenómenos que se presentaban invisibles u oscuros para otras estrategias. Cobb, por su parte, plantea una distinción entre dos formas de hacer investigación en ciencias sociales, una basada en el método estadístico (experimental científico) y otra en el método dialéctico (filosófico). En el marco de esta diferenciación ―que no propone como antagónica, sino más bien como complementaria― establece una distinción entre case-study method y sociological case study. El primero se define como un experimento controlado, como los que se aplican en las ciencias naturales. En cambio, reconociendo que en general los estudios sociológicos presentan una serie de limitaciones para controlar los factores necesarios en un experimento, argumenta que éstos precisan de abordajes diferentes, caracterizados por el desarrollo de investigaciones minuciosas y de tiempos prolongados. Es evidente que la definición del case-study method resulta claramente opuesta a la versión chicaguense, apelando a los mismos términos para dar cuenta de conceptos metodológicos marcadamente distintos. En otro de los trabajos analizados, Dorothy Thomas parte de una crítica fuerte a los usos y abusos que se hacen de la estadística en la investigación, especialmente cuando se la concibe como la única vía válida para el estudio de lo social. Para la autora, si bien la estadística es una herramienta útil y legítima, no por ello debe excluirse el uso de otros métodos con los que se cuenta en las ciencias sociales. En particular, se refiere al case-study, que a su juicio puede utilizarse como instancia previa y exploratoria para la posterior implementación de los abordajes estadísticos. En otras palabras, los propone como adecuados para la formulación de hipótesis que luego deberían ser contrastadas estadísticamente. Thomas argumenta enérgicamente en favor del uso de los case-study en la sociología: basándose en la naturaleza compleja de los hechos sociales, asume que la estadística no es suficiente para conocerlos y, 7 en este sentido, subraya la necesidad de realizar uno o varios estudios de los casos a fin de lograr insights de los problemas en su integralidad. En las reflexiones metodológicas de Thomas, al igual que en las de Cobb, se encuentra un corrimiento con respecto a las propuestas chicaguenses. Sin embargo, a diferencia de este último caso, en el que encontramos idénticos términos para referirse a conceptos claramente diferentes, en el caso de Thomas se da una situación inversa: ella recurre a un término (levemente) diferente del de Palmer pero remite a un concepto metodológico que puede encuadrarse perfectamente dentro de la definición chicaguense del case study method. En la misma dirección de Thomas se sitúa el aporte de Read Bain con “An Attitude on Attitude Research”, en el que, a través del análisis de los modos de investigar las “actitudes”, describe las limitaciones de las encuestas pero también plantea que el case method sólo tiene valor para la obtención de claves que habiliten una futura investigación objetiva basada en el método estadístico. El artículo de Bruce Melvin “Methods of Social Research”, fundamentalmente en el apartado en el que aparecen referencias a Hoffer, reconoce a los case records y a las entrevistas como los nuevos métodos de las ciencias sociales, y presenta al case study ―en línea con los planteos de Thomas y Bain― como una estrategia que permite encontrar nuevas pistas y explorar combinaciones de factores que luego requerirán el uso de métodos estadísticos para su testeo. A partir de la lectura de las reflexiones de estos autores ―todos ellos ajenos a la Universidad de Chicago― en torno de lo metodológico, queda en evidencia la marcada tendencia a apelar a una serie de definiciones terminológicas y conceptuales diferentes que conviven y que no aportan a clarificar la cuestión de los EC: case method, sociological case study y case study. Asimismo, lo hallado permite dar cuenta de que la clasificación chicaguense de los métodos empíricos (y sus relativas definiciones), plasmada en el manual de Palmer, o bien no era conocida o bien no había logrado internalizarse como clasificación unánimemente aceptada. Los diferentes autores estudiados remiten, con distintos términos, al case study method de la Escuela de Chicago (búsqueda exploratoria inductiva) como una forma complementaria de hacer investigación social, reconociendo ciertas limitaciones propias de los abordajes estadísticos. No obstante ello, si bien aceptan en líneas generales esta forma de conocer nueva y diferente (hoy habitualmente asociada a la perspectiva cualitativa), la entienden como una instancia subsidiaria de los métodos estadísticos. 8 2.2 Los reportes de investigación con uso y/o mención del case study Este segundo grupo de trabajos tiene en común las referencias al case study en el cuerpo principal del artículo. No obstante, no todos ellos presentan un grado de explicitación y/o de reflexión que permita dar cuenta de las conceptualizaciones metodológicas sobre las cuales se basan. Atendiendo a esto, en lo que sigue se describirán aquellos artículos en los que se encuentren aportes sustantivos sobre la temática particular que se aborda en este trabajo. De los siete artículos que se encuadran en esta categoría son sólo dos los que aportan reflexiones acerca del case study, y son nada menos que los de Park y Burgess, autores que conformaron la columna vertebral de la Escuela de Chicago. Llamativamente, el texto de Burgess es, en términos cronológicos, el primero del corpus analizado (1923) y, el de Park (1930), el último. El temprano tratamiento que Burgess hace del case study permite sugerir que esta forma de abordaje empírico estaba presente (aún tal vez sin un grado alto de articulación) desde los albores de la Escuela. En el trabajo de Park, por su parte, queda en evidencia la centralidad del método, por lo menos en Chicago, a partir de la recuperación de los aspectos asociados con el case study method. En su artículo “The Study of the Delinquent as a Person” Burgess, a diferencia de los autores vistos en el apartado anterior, plantea que en lugar del método de observación general, la especulación teórica y la investigación estadística, debe utilizarse en las ciencias sociales el method of case study, haciendo alusión a lo que luego Vivien Palmer (1928) denominaría case study method. Al explorar las definiciones que postula sobre este acercamiento innovador al estudio de lo social, queda claro que lo entiende como un nuevo método caracterizado por su basamento empírico y su orientación inductiva, que habilita el conocimiento y estudio de la conducta humana. Su postura plantea un marcado distanciamiento con respecto a la idea de que todos los temas de la sociología pueden ser indagados con recurso a las técnicas estadísticas estandarizadas. Para Burgess, todos los problemas sociales, fundamentalmente aquellos vinculados con la conducta y la vida social, deben someterse a la descripción sociológica y al análisis, y esto se logra apelando a técnicas propias del ámbito que hoy denominamos cualitativo. El artículo de Park, por su parte, se sitúa como un aporte sustantivo para posicionar al case study en cuanto forma de abordaje de los fenómenos sociales y, en particular, al case-study method como forma específica de investigación. No es un detalle menor el hecho de que ya en el título del trabajo se haga referencia al término case study method. 9 La propuesta del autor se basa en un relato en el que comenta los aportes de una investigación titulada “The psychology of murder”, del profesor sueco especializado en psicología y derecho penal Andreas Bjerre. A lo largo de toda su exposición es notorio cómo Park reivindica permanentemente las aproximaciones teóricas y, fundamentalmente, aquellas de índole metodológica realizadas por Bjerre. La recuperación de los aportes de este autor busca, evidentemente, centrar la atención en la necesidad de superar las limitaciones de las lógicas estadísticas, dando lugar a formas consideradas “deseables y posibles” de penetrar más profundamente en los fenómenos sociales. En este sentido, para Park el case study method se destaca como un abordaje propicio para encarar en profundidad el análisis de lo social a través de la observación directa, in situ, procurando la comprensión del fenómeno como un todo. We can make intelligible the crime only if we are able to understand the criminal. But this raises a very fundamental question: What do we mean by making the act of another person intelligible and how can we make the manner in which we gain an understanding of other persons systematic and the knowledge thus gained objective? What the investigator is seeking to do in the case of the criminal, then, is just what we unconsciously do when we seek to understand the man we meet in the street, except that he is more conscious of his purposes and more persistent in his effort (Park, 1930: 448). Su propugnación por un abordaje profundo y elucidador no deja de estar atravesado por las tensiones y críticas asociadas con este tipo de perspectiva y de las cuales es plenamente conciente. Nos referimos a las críticas vinculadas a la tensión objetividad/subjetividad, que son reconocidas por Park y respondidas de la siguiente manera: The author seeks at this point to defend his procedure against the rather obvious criticism that the intimacy which this sort of investigation involves would inevitably tend to excuse the criminal and condone his crime. (…) In order to avoid misunderstanding it is necessary to emphasize here that understanding in the sense of the word here used does not denote the least degree of condonation or approval (Park, 1930 : 449). The objection to this method of observation is that it is not systematic and impersonal. It is after all based on the impression of the individual investigator and cannot be checked up by further observation of other criminals. In reply to this objection, Bjerre says: If in the process one is undoubtedly compelled to rely upon subjective impressions, it by no means follows that one can only achieve subjective certainty by this means. For each one of these impressions (or more exactly, the result which the analysis of each such impression brings to light) is compared not only with all similar impressions but also with those obtained by other means (i.e., with the result yielded by an analysis of the latter) as well as with the external circumstances of the person's life as established by the 10 documentary evidence of depositions, by reports of the minister of religion in the parish where he is domiciled, etc. In this way one manifestly achieves a high degree of objective certainty concerning those impressions which remain unaffected by all these confrontations (Park, 1930: 453-454). La clave de esta mirada, como aportadora de insights, parece fuertemente asociada con la búsqueda de aspectos subyacentes a partir de una estrategia que reconoce una instancia inicial de exploración, de búsqueda no condicionada, para luego avanzar en una lógica sistemática de interpretación. De las referencias que tanto Park como Burgess realizan acerca del case study method puede desprenderse claramente que en sus concepciones lo identifican como una forma del conocer válida en sí misma, marcando una distancia con las visiones (por fuera de la Escuela de Chicago) arriba planteadas, que supeditaban el case study al uso posterior de los métodos estadísticos. Sus trabajos parecieran reforzar la imagen de un proceso de cristalización de las ideas metodológicas asociadas al case study y explicitadas más adelante en el manual de Vivien Palmer, hacia el final de la era del apogeo chicaguense. 3. Comentarios finales Las características del Case-study method basado en observaciones, recolección de documentos personales e historias de vida, así como en una aproximación al comportamiento social desde el punto de vista subjetivo, fueron las marcas más importantes del trabajo de investigación de la Escuela de Chicago durante la década de 1920. Si bien las reconstrucciones históricas de la metodología de la investigación social muy frecuentemente contienen referencias destacadas a la Escuela y a su desarrollo de los EC, en particular, y de los métodos cualitativos, en general, sobre esto existe aún un alto grado de controversia. Los autores que construyeron la perspectiva estereotípica de la Escuela de Chicago resaltaron el lugar central de sus aportes metodológicos; pero aquellos con perspectivas críticas/revisionistas han tendido a discutir su lugar en la historia de los enfoques cualitativos, al menos en el sentido contemporáneo. Es por esta razón que consideramos pertinente explorar los usos y sentidos asociados a los EC en sus contextos originales de producción. En este marco, la indagación que propusimos sobre un corpus de artículos publicados en el Journal editado por el Departamento de Sociología de 11 la Universidad de Chicago, durante la “hegemonía” de su Escuela, permite reconocer diferentes concepciones sobre los Estudios de Caso y ciertas manifestaciones incipientes de los debates metodológicos contemporáneos. Como conclusiones de este análisis cabe indicar, en primer lugar, la escasa presencia del término Case Study en las publicaciones de la época y, menos aún, de referencias metodológicas articuladas, con desarrollo de sus aspectos conceptuales y operativos específicos. Por otra parte, se evidencian ciertos contrastes significativos, al referirse a los Case Studies, entre los autores de la Escuela de Chicago (Park y Burgess) y los que no pertenecían a ese marco institucional (Cobb, Thomas, Bain y Melvin). En el caso de los artículos del segundo grupo, queda claro que para referirse al EC remiten a diferentes términos y que, más importante aún, lo conciben como una estrategia subsidiaria de los métodos estadísticos, a los que en general les asignan mayor grado de “dignidad científica.” En este sentido, confinan los EC a las fases iniciales del proceso de investigación, reconociendo su significación sólo como una primera instancia generadora de información y de hipótesis, que luego debería completarse con estudios estadísticos. En cambio, los autores de la Escuela de Chicago aquí reseñados logran darle al Case Study un lugar más destacado y autónomo en la investigación social, entendiéndolo como forma de aproximación válida en sí misma, que busca recuperar aspectos profundos vinculados a la conducta humana. Tanto Burgess como Park proponen una definición de Case Stydy asociada a la visión del Case Study Method, con connotaciones que en la actualidad consideraríamos al menos cercanas a las cualitativas. 4. Bibliografía Allport, G. W. (1929), “The Composition of Political Attitudes.” The American Journal of Sociology, 35, 2. Archenti (2007), “Estudio de Caso/s”. En: Marradi, A., Archenti, N. y Piovani, J.I., Metodología de las Ciencias Sociales. Buenos Aires: Emecé. Bain, R. (1928), “An Attitude on Attitude.” The American Journal of Sociology, 33, 6. Becker, H. (1999), “The Chicago School, So-Called.” Qualitative Sociology, 22, 1. Bonache, J. (1999), “El estudio de casos como estrategia de construcción teórica: características, críticas y defensas”. Cuadernos de Economía y Dirección de la empresa Nº 3. 12 Bulmer, M (1984), The Chicago School of Sociology: Institutionalization, Diversity, and the Rise of Sociological Research. Chicago: University Press. Bryman, A (2001), Ethnography. London: Sage Publications. Burgess, E. W. (1923), “The Study of the Delinquent as a Person.” The American Journal of Sociology, 28, 6. Burns, T. (1996), “The Theoretical Underpinnings of Chicago Sociology in the 1920s and 30s”, The Sociological Review, 44, 3: 474-494. Buroway, Michael (1998) “The extended case method”. Sociological Theory, 16, 1. Cefai, D. (2001), “Naturalism in American Sociology at the Turn of the Century: The Origins of the Chicago School Perspective”, La Revue du MAUSS, 17: 261-274 Chaffee, G. E. (1930), “The Isolated Religious Sect as an Object for Social Research.” The American Journal of Sociology, 35, 4. Cobb, J. C. (1929), “A Study of Social Science Data and Their Use.” The American Journal of Sociology, 35, 1. Cortese, A. (1995), “The Rise, Hegemony, and Decline of the Chicago School of Sociology”, The Social Science Journal, 32, 3: 235-254. Cressey, D. (1983), “The methodology of the taxi-dance hall: an early account of Chicago ethnography from de 1920s”. Urban Life, 12: 109-19 Easthope, G. (1974), History of Social Research Methods. London: Longman. Eckstein, H. (1975). “Case Study and Theory in Political Science.” En Greenstein, F.I. y Polsby, N.W. (eds.), Handbook of Political Science. Reading: Addison-Wesley. Feagin, J., Orum, A., y Sjoberg, G. (Eds.). (1991), A case for case study. Chapel Hill: University of North Carolina Press. Flyvbjerg, B. (2004), “Cinco malentendidos acerca de la investigación mediante los estudios de caso”. Reis: Revista española de investigaciones sociológicas, Nº 106. Giddens, A. (1979), Central Problems in Social Theory. Action, Structure and Contradiction in Sociological Analysis. London & New York: Macmillan. Groves, E. R. (1930), “The Family.” The American Journal of Sociology, 35, 6. Gundermann Kröll, H. (2001), “El método de los estudios de casos”. En: Observar, escuchar y comprender. Sobre la tradición cualitativa en la investigación social. El Colegio de México/ FLACSO, México. Hammersley, M. (1989), The dilemma of qualitative method. Herbert Blumer and the Chicago Tradition. London – New York: Routledge Lijphart, A. (1971), “Comparative Politics and the Comparative Method.” American Political Science Review, 65, 3. Lind, A. W. (1930), “Some Ecological Patterns of Community Disorganization in Honolulu.” The American Journal of Sociology, 36, 2. Lundberg, G. (1960), “Quantitative Methods in Sociology: 1920-1960.” Social Forces, 39, 1. Marradi, A (2007), “Tres aproximaciones a la ciencia”. En: Marradi, A., Archenti, N. y Piovani, J.I., Metodología de las Ciencias Sociales. Buenos Aires: Emecé. 13 Melvin, B. L. (1927), “Methods of Social Research.” The American Journal of Sociology, 33, 2. Palmer, V., Field Studies in Sociology. A students manual. Chicago: University Press, 1928 Park, R. E. (1930), “Murder and the Case Study Method”. The American Journal of Sociology 36, 3. Platt, J. (1982), “The Origin Myth of Participant Observation”, American Sociological Association. Platt, J. (1983), “The Development of the "Participant Observation" Method in Sociology: Origin Myth and History”. Journal of the History of the Behavioral Sciences, 19, 4. Platt, J. (1985), “Weber's Verstehen and the History of Qualitative Research: The Missing Link.” The British Journal of Sociology, 36, 3. Platt, J. (1996), A History of Sociological Research Methods in America. Cambridge: University Press. Piovani, J. I., Rausky, E. y Santos, J. (2010a), “La Scuola di Chicago e i metodi qualitativi: le formulazioni metodologiche nella microsociologia urbana di Ernest Burgess.” Sociologia e ricerca sociale, 91: 53-62 Piovani, J. I., Rausky, E. y Santos, J. (2010b), “Los estudios de caso en las ciencias sociales: sobre sus orígenes, desarrollo histórico y sistematización metodológica.” VII Jornadas de Sociología de la UNLP, La Plata. Stake, R. (1998), Investigación con estudio de casos. Madrid: Morata. Thomas, D. S. (1929), “Statistics in Social Research.” The American Journal of Sociology, 35, 1. Vidich, A y Lyman, S. (1994), “Qualitative Methods: Their History in Sociology and Anthropology”, En: Denzin, N. y Lincoln, Y., Handbook of qualitative research.Thousand Oaks, CA: Sage. 23-59 Wirth, L. (1927), “The Ghetto.” The American Journal of Sociology, 33, 1. Wood, A. E. (1927), “A Program for Criminological Research.” The American Journal of Sociology, 33, 3. Yin, R. (1993), Applications of case study research. Newbury Park: Sage Publishing. Yin, R. (1994), Case study research. Design and Methods. Applied Social Research Methods Series, Vol. 5. Thousand Oaks: Sage. Yin, R. (1994), “Case study research. Design and Methods”. Applied Social Research Methods Series, Vol. 5. Thousand Oaks: Sage. 14