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FALORIA DE LA *ESTRELLICA* Cualquier camino del campo, cualquier torcha o vericueto, cualquier senda o caminal que dé en nuestra villa término puede servir de escenario para esta faloria o cuento. Ya se está poniendo el sol, y a sus últimos destellos aún pueden verse a distancia las blancas casas del pueblo como una linda maqueta de urbanístico proyecto. En la bóveda celeste ya guiña a diestro y siniestro sus pupilas rutilantes el más brillante lucero que preludiando la noche se remonta por los cielos Y en esta paz del crepúsculo que viene el campo envolviendo, afanosa va la madre recogiendo los pertrechos. -¡Miguel…, que se hace de noche; traite pa aquí ya el borrego! Ya caminan por la senda contemplando allá a lo lejos, entre las nocturnas sombras, el campanario del pueblo que se alza majestuoso como meta del sendero… -Mare, ¿qué es ixo que brilla como un puntico en el cielo…? -Ixo, hijo mio, es un astro, una estrellica, un lucero… -Mare, ¿y de día por qué las estrellicas no vemos…? -¡Ay, hijo mio, el tío Aloy sabe solo ixos misterios que explica “El libro Cortés” a los que saben leerlo…! ……………………………….. -Mare, ¡yo quiero una estrella…! -¡Arrea aprisa y mira al suelo no sea cosa que te trenques los morros en un trompiezo! ……………………………… -Mare, ¡yo quiero una estrella…! (La madre escucha al pequeño sin detenerse en la marcha, agobiada por el peso…) -¡No te quedes tan atrás no te agarre el hombre del sebo! ………………………………… -¡Mareee! -¡Miguel..., ven aprisa, que en el camino te dejo. …………………………………. -¡Mareee…! ¡Mareee…! -¿Vienes, chico…? -¡Mareee…, mareee…, tengo miedo! -¡Qué condenación de crianzo! ¡Ven aprisa; aquí te espero! ¿Sientes? ¡Si haces que me quite la espardeña te endoblego! ……………………………………….. -No plores más, ya está bien; coge el ramal del borrego… -Mare, yo quiero una estrella. - (¡Ya me ha caído buen senso!) Ya arreplegaremos una cuando se caiga del cielo… ………………………………………. Y de repente, una estrella cruza rauda el firmamento describiendo una parábola que se diluye en silencio… -Mare, una estrella, una estrella que se ha caído del cielo…! -¡Amos aprisa, Miguel, que allá la arreplegaremos! ………………………………………… Y en la linde del camino los ojos del niño vieron la estrellica más bonita que cayera de los cielos, Se estremeció la luciérnaga al contacto de los dedos y el niño, al verla brillar, grito a su madre contento: -¡Mare, ya tengo la estrella! ¡Mare, ya tengo el lucero…!