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NOTA DE PRENSA INSTITUT DE CIÈNCIES DE L’ESPAI (CSIC-­‐IEEC) κ 1 CETI, UN ANÁLOGO AL SOL DE JOVEN, PODRÍA SER LA ESTRELLA ANFITRIONA PERFECTA PARA UN PLANETA QUE COMIENCE A ALBERGAR 11.05.2010 VIDA Barcelona. En la formación de un sistema planetario y la posible creación de vida sobre la
superficie de alguno de sus planetas, la radiación emitida por la estrella es uno de los
factores más importantes en juego. Ésta determina las propiedades físicas y químicas de las
atmósferas planetarias y hasta su posible existencia.
k1 Ceti es una estrella visible a simple vista que se encuentra en la constelación de “Cetus”,
a unos 30 años luz de distancia de la Tierra. Se trata de una estrella casi idéntica a nuestro
Sol pero que gira mucho más rápido sobre si misma (9 días frente a 26 días para dar una
vuelta completa), lo que se interpreta como un signo de su juventud.
En un artículo publicado recientemente en The Astrophysical Journal, el Dr. Ignasi Ribas y
colaboradores han realizado un estudio exhaustivo sobre las propiedades de k1 Ceti. Estos
investigadores han hallado que tanto k1 Ceti como el Sol joven tienen una luminosidad de
sólo un 70% de la actual. Pero además han descubierto que la juventud lleva asociada una
elevada actividad magnética y ello hace que las radiaciones de alta energía (rayos X y
ultravioleta) sean mucho más intensas. k1 Ceti emite hasta 10 veces más radiación
ultravioleta que el Sol en la actualidad lo cual tiene una trascendencia para las atmósferas
planetarias en forma de procesos fotoquímicos. Ello es especialmente relevante puesto que
han estimado que la edad de k1 Ceti es de “tan sólo” 600 millones de años, es decir, la
misma que tenía el Sol cuando se cree que la vida surgió en la Tierra (hace 3900 millones
de años).
Al tener una mayor emisión en el rango ultravioleta, el ritmo de fotodisociaciones de los
compuestos químicos en la atmósfera de un posible planeta sería mayor. Estos procesos
son necesarios para la creación de vida por medio de la creación de moléculas prebióticas.
Por lo tanto el estudio de k1 Ceti resulta indispensable para predecir correctamente cual
podría ser la composición química de la atmósfera de la Tierra temprana.
A día de hoy, aún no se conoce con precisión cual ha sido la evolución de la atmósfera
terrestre a lo largo de los últimos 4400 millones de años. Existe una paradoja definida como
la Paradoja del joven Sol que destaca que este mismo hace millones de años, con una
luminosidad del 70% del actual, no podría mantener agua líquida en su superficie y sin
embargo, los estudios geológicos realizados demuestran lo contrario, mostrando una
superficie relativamente caliente durante todo el proceso evolutivo con la excepción de la
época de glaciación, la cual se produjo hace aproximadamente entre 2400 y 2100 millones
de años.
Con la intensidad solar de hace 3900 millones de años y la concentración actual de gases
de efecto invernadero, la superficie de la Tierra se encontraría completamente congelada, lo
cual contradice estos estudios geológicos realizados hasta el momento.
NOTA DE PRENSA INSTITUT DE CIÈNCIES DE L’ESPAI (CSIC-­‐IEEC) Por lo tanto k1 Ceti es una estrella clave para descifrar este misterio. Es como disponer de
una máquina del tiempo para viajar al momento en que los primeros organismos empezaban
a poblar nuestro planeta. Para lograr esto, será necesario encontrar planetas de tipo
terrestre a su alrededor y estudiar su composición, pero estos no se han descubierto
todavía.
Referencia: Evolution of the solar activity over time and effects on planetary atmospheres. II.
kappa1 Ceti, an analog of the Sun when life arose on Earth, (in press), ApJ
I. Ribas (ICE, CSIC-IEEC, Spain), G. F. Porto de Mello (U. Rio Janeiro, Brazil), L. D. Ferreira (U. Rio
Janeiro, Brazil), E. Hebrard (LAB, Bordeaux, France), F. Selsis (LAB, Bordeaux, France), S. Catalan
(U. Hertfordshire, UK), A. Garces (ICE, CSIC-IEEC, Spain), J. D. do Nascimento Jr. (U. F. Rio Grande
Norte, Brazil), J. R. de Medeiros (U. F. Rio Grande Norte, Brazil)