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Desde el Atlántico
EKA retumba a son
de tambor
Escrito por Juan Camilo Casas
La energía, el baile y un inagotable
entusiasmo por parte del público vibraron con vehemencia en la fundación
Gilberto Alzate Avendaño el pasado
martes 29 de marzo, donde tuvo lugar
una magnífica presentación a cargo de
la agrupación EKA, en la que participa
la cantante barranquillera Erika Muñoz
con su prominente voz. La indumentaria caribeña fue el preámbulo de lo que
estaba por apreciarse: una amplia diversidad de instrumentos modernos y
de importante tradición regional que
adquirieron vida en las manos de los
experimentados músicos, en virtud de
un laborioso concierto que terminó por
convertirse en una festividad.
El espectáculo empezó sobre las siete de la noche, y con un
repertorio bastante variado EKA dio prueba del estilo que la
caracteriza: una particular fusión de música folclórica colombiana y soukous (género musical de procedencia africana),
en impecable unión con el son palenquero, explorando asimismo el bullerengue y la cumbia, entre otros.
Instante después de haber dado inicio, en un espacio medianamente lleno, la alegría irradiada desde el escenario ya
suscitaba en los espectadores eufóricos aplausos y ganas de
compaginar en completa armonía con la agrupación. Las
tamboras, las congas y el alegre hicieron que muchos de los
presentes no soportaran estar sentados. Se hicieron a un
lado de la silletería en la que se encontraban, pusieron a disposición su cuerpo y se dejaron llevar por el ritmo para bailar
cadenciosamente con la música.
La agrupación interpretó tanto canciones propias, como
canciones de músicos citados como influencia, entre ellos la
destacada cantante de música folclórica Petrona Martínez, de
quien tomaron un par de canciones, logrando una excelente
interpretación de la canción Un niño que llora en los montes;
también se destacó la interpretación de Cascabel, de Paulino
Salgado Batata. En cuanto a su propio repertorio fue evidente la satisfacción generada por canciones como Dime tú o la
conocida Corre que te corre y el impactó que lograron con
Tierra tiembla, haciendo referencia a eventualidades recientemente ocurridas, sobre todo en un lúcido estribillo.
La interacción con el público fue tal que lograron que este
coreara en lengua palenquera fragmentos de sus canciones,
para después dar a conocer su traducción en castellano.
Ya para finalizar, y ante la estrepitosa algarabía producida
por un público que pedía más y más, hicieron cierre con una
serie de solos instrumentales (guitarra, bajo y batería),
mientras Erika Muñoz danzaba enérgicamente, dejando de
ese modo estupefactos a una gran cantidad de personas y
desencadenando la admiración de todos, que fue expresada
en un aplauso efusivo.
En un conmovedor acto de generosidad EKA les obsequió
CD a algunos de los asistentes, no sin antes pedirles que entonaran una pequeña parte de alguna canción. Los afortunados, sobre todo niños y personas mayores, además recibieron un fraternal abrazo de la cantante.
La audiencia brilló por su espontaneidad y por su interés en
esta música enraizada y autóctona que goza de un ritmo enriquecido por la conjugación de múltiples fuentes culturales y
tradicionales, haciéndose adeptos de una causa por el rescate de la sangre que circula por el corazón y el cuerpo de
todos los colombianos.