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La ruta ecológica
EVA VIRGILI
Una antigua explotación agropecuaria en una ría cántabra, con cultivo de frutales, hortalizas y forrajes, y el cuidado
de vacas, ovejas y otros animales, acoge hoy un instituto. De la vieja vaquería, espacio destinado ahora a las aulas,
arranca un recorrido por seis espacios significativos que invitan a descubrir flora, fauna y raíces históricas de la
ría y de su actividad minera, agrícola y ganadera.
Ecología / Modelo ecológico / Educación en
Cantabria / Emma Fernández
EMMA FERNÁNDEZ
Licenciada en Ciencias Físicas y directora del IES La Granja
(Heras, Cantabria).
“Oh gato que esta noche has dejado tus huellas en el
cemento reciente de la acera; por tan gentil testimonio
de tu paso, yo te deseo tan larga eternidad como la del
dinosaurio que dejó sus pisadas en el barro fresco hace
millones de años”
Rafael Sánchez Ferlosio
“Improntas fósiles”. En Vendrán más años malos y nos harán más
ciegos. Madrid: Destino, 1993.
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ara entender con qué fuerza nace este proyecto habría
que conocer nuestra historia. El IES La Granja, ubicado
en la localidad de Heras, perteneciente al municipio de
Medio Cudeyo (Cantabria), nace físicamente a mediados del
siglo pasado. Se asienta sobre los lodos procedentes del lavado
de mineral de hierro de unas minas que se explotaban en la
sierra de Cabarga y que utilizaron las aguas de la ría de Tijero
para lavar el mineral y decantar sus arcillas. La ría, que era navegable, se cubrió de lodos. Estas tierras rojizas junto a otras parcelas limítrofes fueron adquiridas y dieron origen a una extensión
de unas ochenta hectáreas, sobre la que están los edificios del
centro y la explotación agropecuaria. Como otros institutos de
Secundaria, cuenta con enseñanzas de ESO, Bachillerato, Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) y Ciclos Formativos de Grado Medio y Superior de la Familia de Actividades
Agrarias. Sin embargo, sobre esta tierra pacen vacas de leche y
de carne. Se cultivan especies forrajeras para su alimentación.
Residen ovejas. Se cuidan gallinas, perros, ratones, conejos y
peces y corales en diferentes acuarios. Se cultivan manzanos,
perales, limoneros, kiwis, hortalizas. Se plantan especies forestales, se diseñan jardines... Y se desarrolla una colección
botánica en una parcela de unas tres hectáreas.
Aquella vaquería que construyeron hacia
mediados del siglo pasado ahora son
aulas. Los edificios mantienen la estructura de antaño: los techos abovedados donde se guardaba el
heno, las troneras por las que se
introducía la hierba ahora permiten
la entrada de luz a los pasillos, los
silos prestan la imagen al centro
para su logo... Todo esto es el
origen de nuestra ruta.
gran importancia por las distintas características de cada uno,
tanto por la flora, por la fauna y por sus raíces históricas, como
por las intervenciones humanas a las que se han visto sometidos:
Zona 1: edificios educativos, residencia de alumnado, comedor,
jardines, patios, cultivos, viveros, etc.
Zona V: conocida como el Voladero, futuro pabellón de interpretación. Abarca la explotación agraria y ganadera, laboratorios,
vaquerías, talleres, animalario, camino de La Cabrita, praderías...
Zona A: observatorio de la ría de Tijero, en aguas dulces.
Zona B: observatorio de la ría de Tijero, en el punto de encuentro de aguas dulces y saladas.
Zona C: observatorio final de la ría de Tijero, en aguas saladas.
Zona D: observatorio de “la charca”, impactos humanos,
“pradería con sorpresas”, “visitantes inesperados”, colección
botánica...
Con todo este potencial, no nos parece suficiente ceñir la influencia de este proyecto a nuestro instituto.
Hace más de quince años se editó la guía Ruta Ecológica: el
Aula Abierta; los dibujos se hicieron a mano y la maquetación
Un recorrido por seis
espacios significativos
La Ruta Ecológica se desarrolla
en una parcela de más de cincuenta hectáreas y limita al norte con
la ría de Tijero, que va distribuyendo su bosque de ribera y su
vegetación asociada a la diferente salinidad del agua a lo largo de
todo el recorrido. El camino de La
Cabrita, de más de un kilómetro
y medio de largo, vertebra la finca
y nos lleva hasta cerca del actual
polígono industrial.
La autovía de Santander-Bilbao
y la vía del tren limitan la paracela
por el sur y nos permiten disfrutar
de otro paisaje, el urbano: pueblo,
naves industriales, vías de comunicación, etc.
La ruta se encuentra dividida en
seis áreas, correspondientes a otros
tantos espacios significativos y de
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fue artesanal. Gracias a su difusión varias generaciones pudieron
realizar la Ruta Ecológica por el centro. En 2004, el instituto
inicia los pasos de su Agenda 21 Escolar y se retoma el Aula
Abierta, dándole más consistencia y actualización con dos nuevos
libros: IES La Granja en el ecosistema de la ría de Tijero y Ruta
Ecológica (Aula Abierta), con cuadernos para el alumnado y una
oferta oficial apoyada por la Consejería de Educación del Gobierno de Cantabria.
El primero de estos libros es de consulta; recoge la historia de
la ría, la minería, la explotación agrícola-ganadera, su conversión
en centro de Secundaria y sus usos en el momento actual; el
segundo es un libro de actividades de observación y de investigación en equipo, que se deben trabajar antes y completarlas
después de la visita.
La Consejería de Educación oferta cada curso escolar veinte
visitas para grupos de unas 50 personas desde las diez de la
mañana hasta las cuatro de la tarde, con una parada para almorzar en el comedor escolar del propio instituto. En total, unos
1.000 alumnos de Cantabria y grupos interesados del Ayuntamiento pueden entrar en contacto con el sector primario –agri-
la influencia económica en la evolución del paisaje: observan
que donde antes había una ría navegable ahora hay tierras, o
los diferentes ecosistemas en los observatorios de la ruta, en
los que quedan evidenciadas las diferentes acciones humanas
y su impacto ambiental. Otros eligen actividades de orientación:
partiendo de unas fotografías deben encontrar desde dónde se
han tomado indicando la posición exacta con la brújula; según
la edad, otros deben reconocer las fotos en el paisaje. Otros
eligen los animales de la granja y toman nota de las características de todos los que ven. A los pequeños, además de los
animales, les entusiasma la visita a los viveros e invernaderos:
allí observan el crecimiento de la planta desde que es semilla.
Muchos ven por primera vez maquinaria agrícola, otros se sorprenden con el silo o con los acuarios que representan diferentes ecosistemas. Averiguan la edad de los árboles, distinguen
unas especies de otras por las hojas o la corteza del árbol, aprenden a diferenciar las aves que encuentran en el recorrido observándolas atentamente y en silencio. Hay muchos aspectos a
elegir, porque lo que está claro son los objetivos que se quieren
lograr.
Objetivos
- Educar para la sostenibilidad e integrar este concepto en el currículo.
- Conocer y comprender las cuestiones ambientales y sus interconexiones con los sistemas sociales.
- Potenciar e incentivar comportamientos pro ambientales en los distintos contextos educativos y vitales.
- Tomar conciencia de la problemática que afecta al medio y a sus gentes, denunciar las agresiones al mismo y proponer soluciones.
- Desarrollar capacidades básicas para el tratamiento de los problemas de conservación del entorno desde una óptica creativa.
- Conocer y practicar nuevas formas de investigación del entorno físico, biológico, sociocultural.
- Colaborar en la planificación, en el desarrollo y en la evaluación de actividades educativas, diseñando unidades didácticas de enseñanza y
aprendizaje en el entorno.
- Promocionar y ofrecer alternativas sobre el uso y disfrute del tiempo libre en la naturaleza.
- Relacionarse y participar en actividades en grupo, con actitud solidaria.
- Integrar la intervención artística del hombre en el medio dentro de la línea de desarrollo sostenible.
cultura y ganadería– y con un ecosistema propio de una ría, de
ahí el título del libro. El inicio de la visita es una explicación
general sobre la evolución histórica de los espacios por donde
van a circular y sobre la evolución de los modelos en el sector
agrícola-ganadero y su impacto en el paisaje. Se muestra por
dónde circula la ruta y se presentan los diferentes ecosistemas
que se van a encontrar. El grupo se fracciona y cada monitor
acompaña a unas quince personas con un profesor de cada
centro. Se completa todo el recorrido con ellos visitando los
puntos de interés, haciendo hincapié en las actividades que los
profesores han elegido del libro de actividades o realizando
talleres específicos.
Las actividades se dividen en cuatro grandes bloques según
el tema base que tratan: espacio, historia, flora-fauna, propuestas-proyectos; en total se pueden elegir 62 diferentes. Tienen
mucha aceptación las actividades en las que se reflexiona sobre
Como ya hemos indicado, este centro desarrolla su propia
Agenda 21 Escolar. Esto nos permite trabajar diferentes ámbitos,
y los aspectos que desarrollamos cada año se introducen en la
Ruta Ecológica para que las personas que acudan puedan adquirir perspectivas de soluciones a problemas actuales. Así se ha
completado la visita con recorridos por los invernaderos y por
los diferentes jardines, viendo los edificios, observando la gestión
del agua de lluvia para usos de regadío y la de los residuos y la
energía, realizando el recorrido geométrico que integra actividades matemáticas, de dibujo, de topografía, etc. Este sistema
permite, cada año, la alimentación de esta ruta, y sentimos que
estamos continuamente creciendo. Pretendemos adaptarla a
colectivos con necesidades educativas especiales o a colectivos
de otras comunidades. Queda aún tanto por hacer… Con toda
esta riqueza pedagógica: ¿cómo no vamos a invitar a todos los
que quieran conocernos?
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