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Proyecto final de Máster 1º Curso.
Análisis de eventos extremos de
precipitación
en el sur del golfo de Valencia
(1980-2010).
Tendencias de futuro.
Imagen 1: Aspecto que presentaban algunas de las calles de El Verger (Alicante) en la
mañana de 12 de Octubre de 2007.
Fuente: Elaboración propia.
Máster Propio Universitario de Climatología Aplicada y
Medios de Comunicación (2013-2015).
Universidad de Barcelona.
Pedro Jesús Gavidia Sánchez.
Dirigido por: Javier Martín Vide.
Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
Pedro Jesús Gavidia Sánchez
Índice.
1. Introducción…………………………………………………..........2
2. Climatología………………………………….……………….…....2
3. Precipitaciones intensas: definición………….………………….8
4. Características físicas influyentes en sistemas de lluvias
torrenciales…………………………………………………………9
5. Torrencialidad en la parte sur del golfo de Valencia…….…...18
6. Situaciones de bloqueo y gota fría……………………………..21
7. Situaciones sinópticas que pueden provocar lluvias
torrenciales al sur del Golfo de Valencia………………………25
8. Situaciones de lluvias torrenciales mas destacadas en la zona
sur del Golfo de Valencia……………………………………….28
9. Revisión de los casos estudiados……………………………...86
10. Conclusiones……………………………………………………..87
11. Agradecimientos………………………………………………….93
Bibliografía…………………………………………………………94
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Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
Pedro Jesús Gavidia Sánchez
1.- INTRODUCCIÓN
El presente trabajo tiene por objeto el estudio y análisis de los
principales episodios de lluvias torrenciales que han tenido lugar en la zona sur
del golfo de Valencia (sur de la provincia de Valencia-Norte de la provincia de
Alicante) desde el año 1980 hasta la actualidad (2010). Todo ello se realiza con
la intención de ver la evolución que han seguido dichos fenómenos (frecuencia,
intensidad,…) a lo largo de los últimos 30 años para, de ese modo, sacar una
conclusión sobre las tendencias futuras que pueden seguir los ya citados
episodios.
Para la realización del estudio se han seleccionado los episodios de
lluvias intensas más importantes que han surgido durante el periodo ya citado,
poniendo como principal requisito, que en cada uno de los episodios
estudiados se hayan superado como mínimo los 200 mm de precipitación
acumulada, en varios de los observatorios de la zona . Así mismo, hay que
destacar que para el análisis de las distintas situaciones atmosféricos se ha
tenido en cuenta un análisis detallado de las topografías isobáricas de 500,
850 mb. y los mapas sinópticos de superficie de los días en los cuales se
produjeron dichos eventos.
Por último, hay que decir, que se ha realizado un estudio más profundo
de la situación de lluvias intensas más reciente (Octubre de 2007), ya que, al
ser la más cercana en el tiempo, nos sirve como punto de partida para
compararla con situaciones pasadas a la hora de hacer un posible pronóstico
de la evolución que pueden tener dichos procesos en el futuro.
2.- CLIMATOLOGÍA.
2.1- Marco climático y dinámica atmosférica mediterránea.
La Comunidad Valenciana pertenece plenamente a la región de clima
mediterráneo. Este clima es de tipo subtropical, de inviernos moderados y
veranos calurosos. Se caracteriza principalmente por poseer un claro periodo
seco durante el verano, rasgo extraordinario entre los diferentes climas
mundiales. Las precipitaciones (Fig.1), salvo en su escasez estival, distan
bastante de ser semejantes en las diferentes regiones de clima mediterránea.
Llegan a ser bastante abundantes en ciertos sectores litorales montañosos,
como en Argel (770 mm), Nápoles (860 mm), Tirana (1160 mm), etc: Sin
embargo, disminuyen notablemente en otros, sobre todo en las costas
mediterráneas que miran a oriente, como el Ática (Atenas, 400 mm), la Apulia,
o las mismas llanuras valencianas (Valéncia, 460 mm; Alacant, 360 mm).
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Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
Pedro Jesús Gavidia Sánchez
Los climas de la cubeta del Mediterráneo Occidental, entre las
penínsulas Ibérica e Itálica y el Atlas, se diferencian de los del Mediterráneo
Central y Oriental en que el verano es algo más fresco –compárense los 27ºC
de Julio en Atenas con los 25ºC de Alacant, a la misma latitud-, y en que las
lluvias, más abundantes en general, no se centran en el invierno sino que
llegan a ser más copiosas en otras estaciones, como primavera u otoño. Estas
diferencias radican en buena medida en que el Mediterráneo Central y Oriental
está situado algo más al S –sobre los 35º de latitud- que el Mediterráneo
Occidental –sobre el paralelo 40ºN-. También es mayora la influencia oceánica
de este último sector. En invierno, además, está menos afectado por las
rigurosas coladas de aire frío de origen ruso o siberiano.
La diferencia de latitud también ocasiona un desigual comportamiento de
la dinámica atmosférica. En el Mediterráneo Central y Oriental la subsidencia
subtropical y la estabilidad atmosférica son muy altas en verano, y decrecen
paulatinamente hasta el centro del invierno. De ahí la inexistencia de lluvias
durante el estío y el claro máximo invernal. Mientras tanto, en nuestros climas
del Mediterráneo Occidental sólo se produce una eficaz estabilidad atmosférica
en los meses veraniegos y, aún así, interrumpida a veces por algún mecanismo
que produce lluvias (gotas frías, tormentas térmicas, borrascas del Golfo de
Génova) (Pérez, 1994).
Aparte de los contrastes derivados de la latitud y de la continentalidad,
hay otras diferencias notables en la dinámica atmosférica de ambas partes del
Mediterráneo. El sector occidental es extraordinariamente ciclogenético a
causa de la eficaz interacción entre el relieve, los flujos de aire perturbado
procedentes del Atlántico y Mar del Norte, y el efecto termoconvectivo de las
aguas marinas, especialmente intenso en otoño. Este espacio ve desfilar a lo
largo del año cerca de 70 borrascas, de las cuales la mayor parte se forman o
se reactivan profundamente en él –las citadas borrascas del Golfo de Génova
y, en menor medida, las del S del Atlas-. Asimismo, es fácil que se generen
gotas frías o que accedan a las que se forman con frecuencia en el Atlántico,
delante de la costa portuguesa y macaronésica, al N de las Canarias. El
Mediterráneo Oriental, por su parte, vive a expensas de esta ciclogénesis, que
le llega de modo menos frecuente y menos activo (Pérez, 1994).
Estamos pues ante un espacio singular, único en el mundo, tanto en
cuanto a los rasgos climáticos como en la dinámica atmosférica. Y dentro de él,
las tierras valencianas ocupan una posición asimismo excepcional, al ser la
única costa extensa que mira al E, a sotavento de la influencia atlántica. Como
indicábamos, ello va en detrimento de la precipitación, pero propicia que las
advecciones de aire mediterráneo tengas el máximo recorrido posible. Este
hecho es de gran importancia en la génesis de nuestras precipitaciones
torrenciales.
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Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
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2.2- Climatología estacional de la Comunidad Valenciana.
Dentro del ambiente climático mediterráneo se suceden unas estaciones
netamente diferenciadas. El verano es seco debido a la influencia generalizada
del anticiclón de las Azores que, por su posición septentrional, impide la
entrada de borrascas atlánticas. Las únicas precipitaciones son entonces de
carácter tormentoso local, por ascensión súbita de aire recalentado. No
obstante, en la zona litoral y debido al régimen de brisas, la humedad relativa
es alta (75-85%), lo que aumenta la sensación de calor y bochorno en los
meses de verano.
Las temperaturas medias de Julio-Agosto oscilan entre los 24-26º en el
litoral, con escasa amplitud entre el día y la noche. En el interior la media oscila
entre los 21-23º, pero la diferencia entre el día y la noche es mucho mayor,
resultando días calurosos y noches frescas. La menor humedad relativa hace
que en el interior el calor no sea tan pegajoso como en el litoral. El otoño
supone un rápido descenso de las temperaturas medias (22º en Septiembre y
14º en Noviembre en la costa; 18º y 10º respectivamente en el interior), así
como una mayor probabilidad de precipitaciones, que no siempre llegan.
Las borrascas atlánticas afectan poco a nuestras comarcas salvo en el
caso de que se centren en el golfo de León o entren por la llamada ruta de
Gibraltar. Las lluvias suelen convertirse en fuertes temporales cuando las
borrascas se asocian a la presencia de una gota fría en altura sobre el
Mediterráneo Suroccidental o el Magreb y se produce una ascensión brusca del
aire caliente e inestable. Entonces las borrascas penetran por el Noreste (rara
vez también por el Sureste), tropiezan con las montañas y descargan enormes
cantidades de agua, provocando riadas como la de 1957 en Valencia y las de
1982 en Alicante y Ribera del Xúquer.
En invierno vuelve a dominar el tiempo seco propiciado por la influencia
anticiclónica. Las diferencias térmicas entre el litoral y el interior se dejan sentir
con mayor intensidad. En la costa oscila entre los 9º y 10º, y rara vez se
registran heladas. En el interior se baja a 3º y 5º de media en Diciembre-Enero
y son muy frecuentes las heladas. Muy esporádicamente puede producirse una
invasión de aire polar continental y entonces no se libran de las heladas ni las
áreas costeras, tal como sucedió en Febrero de 1956 y volvió a repetirse en
1971 y 1985.
La primavera supone una rígida recuperación del calor y de la humedad,
ya que, Abril y Mayo, suelen ser meses lluviosos. No obstante el riesgo de
heladas es todavía importante y temible en los valles y cuencas cerradas del
interior, en cuyas partes bajas, suele estancarse el aire frío en las noches
despejadas, provocando una inversión térmica y, a veces, heladas catastróficas
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Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
Pedro Jesús Gavidia Sánchez
para cultivos como el almendro, los frutales y la vid, como ocurrió de forma
excepcional en la primera semana de junio de 1992 en Requena.
Figura 1: Mapa de precipitación media de la Comunidad Valenciana
Fuente: www.meteored.com. Extraído del “Atlas Climático de la Comunidad Valenciana” de A.
J. Pérez Cueva.
2.3- Regiones climáticas del área de estudio.
Dentro de nuestra área de estudio (Sur del Golfo de Valencia-Norte de
Alicante) vamos a pasar a detallar las diferentes variantes de clima
Mediterráneo que se registran para observar claramente las diferencias que
hay entre ellos a pesar de los pocos kilómetros que separan unas zonas de
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Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
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otras. Según Piqueras (1999), Entre las áreas climáticas más características
tenemos las siguientes:
A. Clima de litoral lluvioso (Gandía)
La parte meridional del Golfo de Valencia, desde la Valldigna hasta más
o menos el promontorio del cabo de la Nao, registra unas precipitaciones muy
superiores a las del resto de zonas. Evaluadas entre los 700 y los 800 mm
anuales (incluso superiores), estas lluvias presentan un máximo muy acusado
en otoño, con medias mensuales de entre 90 y 110 mm en septiembre, octubre
y noviembre. En los restantes meses del año llueve casi siempre por encima de
los 40 mm, excepto en junio, julio y agosto, que constituyen el período de
sequía. La razón de estas mayores precipitaciones radica en las formas del
relieve, ya que aquí la línea de costa cambia el rumbo dominante en el resto
del país y queda expuesta a los vientos del NE, que son los más frecuentes
cuando se generan temporales de Levante. El elevado contrafuerte montañoso
interior, muy próximo al mar (Mondúver, sierras de la Safor, Segària, etc.)
provoca la elevación rápida de las masas nubosas, incrementando así la
intensidad de las precipitaciones, que suelen caer muy concentradas en breves
períodos de tiempo, lo que provoca frecuentes inundaciones.
B. Clima de fachada húmeda de las sierras béticas (Ontinyent)
Es te tipo de clima afecta a las caras septentrional y oriental de las
sierras del Prebético valenciano (valle de Albaida, hoya de Alcoi y pequeños
valles adyacentes). Por la cantidad de precipitaciones se parece bastante al
clima anterior (Gandia), aunque su valor desciende a medida que se avanza
hacia el interior hasta quedar en torno a los 560 mm en Ontinyent. Las
temperaturas son, sin embargo, bastante más frescas en razón de la mayor
altitud y distancia del mar, siendo también difícil obtener una medida debido a
las muchas peculiaridades locales de cada valle.
El régimen de lluvias de Ontinyent presenta una primavera muy similar a
la de Gandía, pero baja mucho en lo que respecta a los máximos otoñales. En
todo caso, se trata de una zona muy dependiente de las lluvias de Levante,
notablemente favorecidas por las sierras transversales a dichos frentes
(Benicadell, Mariola, Aitana, Alcoi). En contraposición, los frentes nubosos
procedentes del Oeste, desgastados después de haber atravesado toda la
Península, apenas son reactivados por unos relieves que sobresalen muy poco
con respecto a la Meseta.
La conjunción de temperaturas invernales bastante bajas (debido a la
altitud de las sierras) y temporales de Levante, puede dar lugar a algunas
nevadas, no muy frecuentes pero sí ocasionalmente muy intensas en Ontinyent
y Alcoi. Por otra parte, la gran articulación del relieve de la zona, tanto por
razones de altitud como de exposiciones locales, dan lugar a una gran variedad
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Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
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de microclimas, lo que se traduce también en el reparto y variedad de las
especies vegetales (bosques como el del Carrascal de la Font Rojo y laderas
peladas en las solanas de Almudaina y el Benicadell).
C. Clima de transición (Enguera)
Se trata de una zona que, por razones de altitud y distancia al mar, es
calificada como de transición entre los climas más extremos de las zonas del
interior y los climas más benignos de la franja litoral. Las precipitaciones
medias rondan en torno a los 500 mm, pero en el reparto anual de las mismas
se observa un máximo otoñal (menos pronunciado que en el litoral) y otro
máximo primaveral, que tampoco llega a ser tan grande como el de Morella.
Las temperaturas medias del mes más cálido rondan casi siempre los 25ºC,
pero, en cambio, las del mes más frío oscilan entre los 6ºC y los 8ºC, en
función de la altitud y latitud, dado que se trata de una franja de terreno muy
larga y accidentada.
D. Clima de las llanuras interiores (Valle de Ayora)
Este tipo de clima comprende la zona que delimita por el Oeste nuestra
zona de estudio, es decir, la comarca del Valle de Ayora. Dicha zona tiene una
altitud media que oscila entre los 600 y los 800 metros, y una distancia de entre
60 y 90 km del mar, lo que le confiere ciertos rasgos de continentalidad. No
obstante, hay lugares como Cofrentes, a solo 350 m de altitud, y otros más
expuestos al frío, como las zonas más elevadas del Macizo de Caroche (1126
m) o la Sierra de Palomeras (1260 m), que se salen del esquema general,
apoyado aquí en el observatorio de poblaciones como Ayora (600 m de altitud).
Las precipitaciones son del orden de los 400-450 mm anuales, menores
por tanto que en los tres casos anteriores, pero están regularmente repartidas
en dos máximos muy parecidos: otoño y primavera, que dejan entre sí un
período de sequía estival de dos a tres meses. En verano suelen producirse
también algunas tormentas, muy localizadas, de agua y granizo. La razón de
estas escasas precipitaciones se debe a que, por razones orográficas, se trata
de tierras medianamente resguardadas, tanto con respecto a los frentes
atlánticos como de los temporales de levante.
Las temperaturas son muy diferentes a las del litoral y se parecen algo
más a las de Morella. El mes más frío suele tener una media de entre 4 y 5ºC,
mientras que el más cálido está en torno a los 22-25, lo que hace una media
anual de 13-15ºC. Uno de los rasgos más característicos de este <<clima
continental>> son las fuertes oscilaciones térmicas, tanto en las medias
anuales (18-20ºC entre Agosto y Enero) como diarias, con cambio desde los
37ºC a las tres de la tarde a solo 15ºC a las siete de la mañana en un día de
verano. Otro rasgo acusado son las heladas, no ya por su frecuencia, que no
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es muy intensa, sino por la posibilidad de que se produzcan desde mediados
de octubre hasta bien entrado mayo. A pesar de la relativa lejanía al mar,
algunas zonas de Ayora se benefician en verano de un régimen de brisas (“el
Solano”) que soplan desde el Mediterráneo y que hacen especialmente frescos
los atardeceres y las noches.
3.- PRECIPITACIONES INTENSAS: DEFINICIÓN
Con la denominación de precipitaciones intensas englobamos muy
diversos fenómenos, en cuanto a su intensidad, duración y efectos. En nuestro
ámbito, entendemos como tales desde la tromba que supera los 60 mm en
media hora y produce inundaciones repentinas in situ en entornos urbanos y
pequeñas cuencas, hasta los temporales de varios días de duración que
totalizan miles de hectómetros cúbicos en nuestras mayores cuencas y
trasladan sus principales daños aguas abajo. Incluso, a escala temporal,
también aludimos así a prolongados períodos en los que la reiteración de
episodios hace funcionales de forma continuada a cursos de agua
normalmente espasmódicos, o hace aflorar acuíferos ocultos durante décadas
(Armengot, 2002).
De hecho la normativa vigente del <<Plan Regional Interno de Predicción y
Vigilancia de Fenómenos Meteorológicos Adversos>> del Instituto Nacional de
Meteorología (1996) establece para la comunidad Valenciana dos umbrales
cuya previsible superación desencadena los mecanismos de alerta a instancias
de Protección Civil sobre precipitaciones potencialmente peligrosas:
• Acumulada en 1 hora: 30 litros por metro cuadrado, es decir
intensidades muy fuertes según el Manual de Términos Meteorológicos
del INM.
• Acumulada en 12 horas: 100 litros por metro cuadrado en la
Comunidad Valenciana (…), resultando suficiente que las intensidades
sean ocasionalmente fuertes, es decir, entre 15 y 30 mm/hora.
Dentro del presente trabajo se analizarán situaciones de lluvias intensas en
zonas situadas al sur del Golfo de Valencia, que hayan tenido una distribución
espacial relativamente extensa y unas precipitaciones que, en el total de cada
uno de los episodios estudiados, superen como mínimo los 150-200 mm en, al
menos, cinco estaciones del área de estudio.
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Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
Pedro Jesús Gavidia Sánchez
4.- CARÁCTERÍSTICAS FÍSICAS INFLUYENTES EN SITUACIONES DE
LLUVIAS TORRENCIALES.
En el presente apartado se resumirán algunos de los factores físicos
más influyentes que intervienen, de algún modo, en la dinámica de la atmósfera
y, más en concreto, en la generación de lluvias intensas o torrenciales; ello está
aplicado, más específicamente, a las características de nuestra zona de
estudio (Sur del Golfo de Valencia).
Se entienden como características físicas a aquellas que no son
propiamente atmosféricas pero que intervienen, de una forma muy clara y
determinante, tanto en la formación de episodios de lluvias torrenciales como
en su duración y localización. Entre los factores que pueden resultar más
influyentes para la zona del Sur de la provincia de Valencia, podemos citar los
siguientes: Posición y exposición, relieve, radiación solar y temperatura
superficial del mar (Armengot, 2002).
4.1- Posición y exposición.
A) Respecto a su posición planetaria, el territorio aquí analizado está
centrado en los 39 grados de latitud norte, es decir, en la zona de fluctuación
entre dos ámbitos; por un lado, el de la acción de las ondas de oeste de la
troposfera media y alta, con los frentes polares asociados; por otro, el de las
altas presiones subtropicales con su acción subsidente e inhibidora de las
precipitaciones. Dicha posición de frontera es una de las principales causantes
de la irregularidad de las precipitaciones en este espacio, siendo muy sensible
a las variaciones de la circulación general a dos niveles:
• Índice zonal, es decir, relación entre las componentes zonal y meridiana
de las grandes ondas de la troposfera media y alta; cuando dicho índice
es bajo, es decir, cuando domina la componente meridiana, aumenta la
capacidad de penetrar las perturbaciones a latitudes inferiores, así como
de generar procesos ciclogenéticos en niveles bajos. Dicho índice zonal,
según la bibliografía clásica, fluctúa según un ciclo bastante regular,
pero, la experiencia indica, que dicha fluctuación es muchísimo más
aleatoria y aperiódica de los que señalan estos sencillos modelos.
• Latitud de la misma circulación, dependiente en gran modo de la
posición y extensión de los anticiclones subtropicales que la obligan a
situarse en latitudes superiores a los mismos. Dicha latitud varía
estacionalmente, de modo general, según la conocida secuencia en la
que en verano, al ascender el latitud la Zona de Convergencia
Intertropical y situarse en el hemisferio Norte, se trasladan asimismo las
células anticiclónicas subtropicales, forzando con ello al desplazamiento
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Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
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a mayores latitudes de la circulación general ligada al frente polar, en
invierno, el proceso es el opuesto, con descenso de la latitud media de
la circulación general, que por consiguiente afecta nuestro ámbito con
mayor frecuencia. Pero también se producen fluctuaciones en la latitud
de la circulación general de tipo intra e interanual, de muy dudosa
predecibilidad por el momento, con grandes consecuencias en la
actividad atmosférica en nuestro ámbito.
En resumen, se podría decir, que la posición planetaria del territorio
valenciano de nuestra zona de estudio, los sitúa en un ámbito susceptible de
ser afectado por las ondas inestables de la circulación general, pero ello de un
modo muy irregular y muy sensible a las variaciones de dicha circulación.
B) En cuanto a la exposición, la ubicación del territorio valenciano en la
fachada oriental de la península ibérica, a resguardo de los flujos de
componente Oeste normales en nuestro ámbito, y su posición en el extremo
occidental del mar Mediterráneo, sitúa las precipitaciones intensas en nuestro
ámbito de estudio como fenómenos ligados a circulaciones anómalas y no fruto
de la circulación zonal habitual; ello lo desliga no sólo de aquellas zonas que
reciben dichas circulaciones con trayectoria marítima (la mayor parte de Italia,
litoral de Argelia y Túnez, Líbano e Israel…), sino también de aquéllas en las
que la reordenación mesoescalar del flujo da lugar a advecciones marítimas en
muchos casos en que el flujo sinóptico tiene procedencia terral ( Cataluña).
Estas condiciones de exposición se dan sólo en contados lugares del
Mediterráneo, todos ellos más secos de lo habitual (Ática, Puglia, sur y este de
Sicilia –Siracusa-).
Con todo ello se remarca que las condiciones propicias para la generación
de precipitaciones y, en especial de precipitaciones intensas, son
especialmente restrictivas debido a esta doble influencia de la posición y
exposición de nuestro territorio, dificultando las condiciones para el surgimiento
de circulaciones de componente marítima en entornos inestables.
4.2- Relieve.
El relieve juega un papel esencial en el condicionamiento y modulación de
la circulación atmosférica en sus niveles bajos y, con ello, influye
esencialmente en los procesos de precipitación. Dicho condicionamiento se
produce a todas las escalas: las grandes estructuras orográficas condicionan
los grandes rasgos de las circulación sinóptica; como expone Jansà Clar (1990
a), las peculiares estructuras de la mesoescala alta y media, con los dipolos
orográficos, están determinadas y guiadas por el relieve, cuya altitud convierte
a menudo en fictícios unos sistemas atmosféricos en un inexistente nivel del
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Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
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mar; pero la influencia del relieve en la mesoescala baja y la microescala es
esencial, determinando los procesos de convergencia y divergencia en capas
bajas, ascenso y descenso orográfico, etc. Frente a la complejidad de los
efectos inducidos por el relieve, cuenta con la ventaja de ser prácticamente
invariante.
Los modelos de predicción numérica van disminuyendo paulatinamente
la escala a la que pueden integrar la influencia del relieve y lo hacen con
precisión creciente, a medida que van aumentando su resolución espacial y
van mejorando la parametrización de los proceso físicos inducidos por la
orografía; así, mientras que versiones relativamente recientes de dichos
modelos no resolvían adecuadamente la influencia de estructuras de relieve
inferiores a la centena de kilómetros, las últimas versiones de modelos
mesoescalares tratan de incluir estructuras orográficas del orden de 20
kilómetros. Así, los procesos de convergencia-divergencia y de ascensodescenso orográfico, así como el surgimiento de centros mesoescalares de
presión inducidos por el relieve, van siendo paulatinamente mejor captados.
Con todo, siguen adoleciendo de precisión en estos casos, y la experiencia
del predictor tiene que seguir supliendo dichas deficiencias. A mesoescala baja
y microescala, que en el tema aquí abordado se refiere en especial a la
localización y desplazamiento de los sistemas de precipitación intensa al nivel
de pocas decenas de kilómetros o inferior, los modelos numéricos siguen
siendo insuficientes. Estudios sistemáticos sobre contextos y situaciones, como
el presente, pueden desempeñar un gran papel al abordar de modo inductivo lo
que los modelos no pueden resolver aún de modo deductivo.
El relieve mediterráneo en su conjunto, como también sucede en concreto
con el valenciano, es muy variado en su estructura y muy complejo en su
funcionalidad, al operar a muy diferentes escalas. El relieve que enmarca la
cubeta del Mediterráneo occidental tiene rasgos bastante semejantes: en
general encierra dicho espacio con alineaciones montañosas que normalmente
alcanzan los 1000 metros y con frecuencia se aproximan o sobrepasan los
2000, creando un ámbito que, como ya apuntó Jansà Guardiola (1959), tiene el
carácter de zona-fuente de una masa de aire específica del Mediterráneo (Fig.
2).
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Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
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Figura 2: El perfil topográfico del Levante español acentúa los efectos friccionantes asociados
a la línea de costa.
Fuente: Revista de Geografía, vol. XXIII. Barcelona, 1989.
El relieve valenciano y más en concreto el de la zona de estudio (sur de
la provincia de Valencia y zonas más septentrionales de la provincia de
Alicante), tiene unas características peculiares que le dotan de gran variedad y
dan lugar a comportamientos atmosféricos y, por tanto, pluviométricos muy
contrastados.
Una dicotomía esencial a resaltar es la existente entre el interior y el
litoral. No se puede hablar plenamente de interior, dado que ningún punto del
territorio valenciano se encuentra a más de unos 100 kilómetros de la costa,
pero la elevada altitud de gran parte del territorio, así como la abundancia de
alineaciones montañosas transversales que dificultan la influencia
mediterránea, dan lugar a un comportamiento muy contrastado entre ambos
ámbitos. Dicho comportamiento es muy ostensible en los episodios de
precipitaciones intensas, dando lugar a “diferentes modos de llover” a medida
que nos alejamos del litoral, como ha señalado Camarasa (1991).
Propiamente, habría que hablar de diversos grados de influencia del
Mediterráneo desde la franja litoral estricta de muy pocos kilómetros (Denia,
Gandía,…), pasando por diversas franjas prelitorales de paulatina menor
influencia del mar (Alzira, Xátiva, Ontinyent,…), hasta sectores interiores que
limitan nuestra zona de estudio como el Valle de Ayora, el interior de la
comarca de la costera (Moixent- La Font de la Figuera), el interior de la Vall
d´Albaida y el interior de las comarcas alicantina del L´Alcoià y El Comtat.
A la hora de definir un rasgo estructural que resuma el relieve de la zona
sur del golfo de Valencia dentro del ámbito mediterráneo occidental y, en
concreto, de la fachada mediterránea de la Península Ibérica, hay que destacar
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Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
Pedro Jesús Gavidia Sánchez
las características principales de sus alineaciones montañosas. Entre los
sectores que podemos diferenciar dentro del territorio que estamos estudiando
podemos destacar:
a) Sector central del golfo de Valencia.
A caballo entre las alineaciones ibéricas y béticas, presenta una
estructura que facilita los procesos de convergencia y, con ello, la focalización
de la precipitación intensa. Cuenta con barreras litorales (Montdúver, Les
Agulles) que generan una bifurcación del flujo superficial y su convergencia a
sotavento de las mismas; ello da lugar a máximos de precipitación intensa justo
detrás de la primera línea orográfica (Barxeta-Pinet-Rafelguaraf).
Este sector cuenta con numerosos valles <<en fondo de saco>> que
asimismo generan convergencias, así como plataformas en rampa situadas en
la segunda línea orográfica, que también facilitan el ascenso forzado del aire (el
Caroig es el principal exponente).
Este sector, clave en los episodios más problemáticos por su magnitud y
consecuencias, es sensible a la orientación del flujo en capas bajas, generando
o inhibiendo las corrientes ascendentes según la procedencia de dicho fujo:
• Así, los flujos del Sureste provocan circulaciones convergentes en los
valles del Túria, Carraixet y Rambla del Poyo (se observó mediante el
Radar de Cullera, por ejemplo, el 11 de Diciembre de 1995, en un
episodio de precipitación intensa que destruyó el Poliesportiu de Sueca),
y las pueden inhibir en la mitad sur del golfo de Valencia.
• Por contra, si nos centramos de una forma más clara en nuestra área de
estudio, hay que destacar que los flujos del Este-Nordeste favorecen los
procesos convergentes en la mitad sur del golfo que, por otra parte, es
mucho más prolífica en episodios, inhibiéndolos en la mitad norte.
Es frente a este sector donde se produce un máximo relativo de la
Temperatura Superficial del Mar en otoño. No obstante, estudios del CEAM
publicados en revistas científicas con índice de impacto, señalan que la
temperatura máxima del mar (SST) no es necesario que sea en la zona litoral.
De hecho, las áreas fuente de las precipitaciones suelen ser más alejadas
como, por ejemplo, el golfo de Túnez. Podemos asimismo definirlo como el
límite septentrional del ámbito donde las bajas aisladas en la troposfera media
y alta son los ámbitos casi exclusivos de precipitaciones intensas.
13
Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
Pedro Jesús Gavidia Sánchez
b) Sector de las alineaciones béticas y extremo meridional de las
alineaciones Ibéricas
En esta zona se produce el contacto con el Mediterráneo de las citadas
alineaciones montañosas béticas de orientación general WSW-ENE y los
últimos macizos del extremo meridional de la cordillera Ibérica.
Abarca fundamentalmente las comarcas de la Marina Alta y Baixa, y
Safor en su vertiente marítima, y Costera, Vall d`Albaida, Alcoià, Comtat, Canal
de Navarrés y Valle de Ayora en el interior. Como límite mas interior, por su
parte septentrional, podemos establecer la sierra Martés (1.008 mts.), la Muela
de Cortes (1.017 mts.), el Macizo de Caroche (1.126 mts.) y las sierras del
Boquerón y de Palomera (1260 mts.) (Imagen 2) en el límite más occidental
dentro de dicho sector, pertenecientes todas ellas a la parte más meridional de
las alineaciones Ibéricas. Por su parte, como límite central y meridional del área
de estudio podemos establecer las sierras que flanquean el río Canyoles, en la
vertiente Sur del Caroche, como es el caso de la sierra de Ayora-Enguera
(1.094 mts.); teniendo como límite más meridional, la sierra de Aitana (1.558
mts). Entre dichas alineaciones (centrales y meridionales) discurren una serie
de valles longitudinales, entre los que destacan, además del mencionado
Cànyoles hasta su confluencia con el ríu d`Albaida, el Serpis o riu d`Alcoi y tres
cursos casi paralelos con trayectoria WSW-ENE en la Marian Alta: la rambla de
Gallinera, el Girona y el Xaló o Gorgos.
Imagen 2: Vista del pico Palomera (1.260 mts.), el cual está situado en el extremo más
occidental de nuestra área de estudio, más concretamente en el límite entre la parte más
occidental del término municipal de Ayora y la cercana provincia de Albacete.
Fuente: Elaboración propia.
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Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
Pedro Jesús Gavidia Sánchez
Por su orientación, tanto las alineaciones mencionadas como los valles
longitudinales entre las mismas, constituyen espacios con orientación muy
favorable para provocar el ascenso y convergencia de los flujos de componente
marítima, en especial de aquéllos que en capas bajas poseen cierta
componente Norte. Y, con frecuencia, mayor que en el espacio anterior, dichas
alineaciones y valles dan lugar a espacios “en fondo de saco”, ya señalados
por Bosch (1866) como idóneos para el ascenso, convergencia y condensación
de los flujos marítimos. Ello da lugar a la existencia de un máximo pluviométrico
absoluto en la Marina Alta, máximo que ya identificó Kunow (1950), aunque
situándolo en la Safor, y que es altamente dependiente de las situaciones de
levante. Asimismo, en este sector, en concreto en su flanco litoral, es donde se
produce la máxima frecuencia de casos intensos –los que alcanzan los 100
milímetros diarios de precipitación-.
En el ya mencionado estudio preliminar (Armengot, 1993) ya se mostró
esto con nitidez, y cómo el sector Marina-Safor destaca entre ellos, con
localizaciones singulares como Tormos, en el valle del Girona. Aquí es donde
se alcanzan las máximas frecuencias puntuales, con un promedio de 1,5 casos
anuales superiores a 100 milímetros en un día. En el apartado sinóptico, se
mostraba la altísima dependencia de estas comarcas de los flujos del Nordeste.
Dicha dependencia de los flujos del primer cuadrante da lugar a un notable
descenso de la pluviometría en la vertiente meridional de este sector.
4.3- Radiación solar.
Constituye la fuente de energía del sistema Tierra-atmósfera. La
radiación incidente la podemos considerar invariante a nivel interanual, y
podemos ignorar los ciclos luni-solares de 11 ó 22 años rastreados por los
investigadores del cambio climático. Así, la constante solar, o radiación recibida
por unidad de tiempo por una superficie normal al Sol y situada a la distancia
media Tierra- Sol, se puede establecer con un valor constante de 1367 W m-2.
Pero la radiación recibida en el exterior del sistema Tierra-atmósfera
experimenta grandes variaciones a lo largo del año por efecto de la latitud, con
valores extremos en los solsticios de verano y primavera. Si a ello añadimos el
efecto introducido por la atenuación atmosférica, nubosidad, etc., resulta una
distribución de la radiación solar incidente muy variable en el espacio y a lo
largo del año.
Como muestra de su variación estacional, el Grupo de Energía Solar del
Departamento de Termodinámica de la Universitat de València ha calculado las
siguientes magnitudes para una superficie horizontal en la ciudad de València:
15
Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
Pedro Jesús Gavidia Sánchez
• Una radiación extraterrestre, es decir, no atenuada por la atmósfera,
que varía entre los 42 y los 16 megawatios por metro cuadrado y día
entre el solsticio de verano y el de invierno.
• Una radiación global, teniendo en cuenta la atenuación atmosférica pero
incluyendo la directa y la difusa, que oscila para estos mismos solsticios
entre los 24 y los 8 MW m-2 dia-1. De dicha cantidad, la radiación directa
varía entre 14 y 5,5 MW m-2 dia-1, correspondiendo la cantidad restante a
la radiación difusa.
Martínez Lozano (1985) ha calculado la radiación efectivamente
incidente en el territorio valenciano teniendo en cuenta el efecto de la
nubosidad, humedad relativa, etc; es un cálculo indirecto a partir de parámetros
atmosféricos, a lo largo del año. Los resultados muestran ciertos rasgos
destacables:
• Como es lógico suponer, el desarrollo de la Comunidad Valenciana en
sentido latitudinal, extendiéndose a lo largo de 3 grados de paralelo
aproximadamente, entre los 38º y los 41º (alrededor de los 39º para
nuestra zona de estudio), da lugar a unos valores de radiación
superiores cuanto más al sur. Pero dicha variación, que no es excesiva
en verano, en invierno es superior a la que podrían hacer suponer
dichos tres grados de diferencia latitudinal. Así, mientras que en el mes
de Julio, máximo anual, dichos valores se sitúan en torno a 23 MW m-2
diarios en el extremo norte del territorio y 26 en el extremo sur, en el
mes de Diciembre, mínimo anual, las diferencias relativas se disparan,
ya que apenas se sobrepasan las 6 unidades en el extremo norte y se
superan las 10 en el extremo sur.
• Pero es de resaltar asimismo cómo la cantidad de radiación varía en
sentido meridiano a lo largo del año, fruto del efecto de la
continentalidad y la función atemperadora desempeñada por el mar.
Así, el máximo gradiente, durante el otoño y comienzo del invierno
(Octubre-Enero), sigue una dirección Noroeste-Sudeste, con mínimos
valores en els Ports de Morella y máximos a lo largo de la costa de
Alacant; por contra, en el centro del verano (Junio y Julio) esta dirección
de máximo gradiente se hace casi perpendicular a la del invierno, y
encontramos los mínimos valores en el Baix Maestrat y los máximos en
una franja que se extiende desde el Llano de Utiel hasta el Bajo Segura.
El cómputo anual de horas efectivas de sol, según Clavero (1977)
oscila entre valores inferiores a 2 600 horas en els Ports de Morella, sector
noroccidental de la Serranía y Rincón de Ademuz, y más de 2 900 en l`Alacantí
y Bajo Segura. La distribución general de isócronas muestra un patrón
Noroeste-Sudeste, similar al de la radiación solar en invierno.
16
Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
Pedro Jesús Gavidia Sánchez
La radiación solar es un elemento esencial en el funcionamiento de la
máquina atmosférica, y su variación estacional es clave en la comprensión de
la dinámica de las precipitaciones en nuestro entorno, con el disparo de los
fenómenos convectivos diurnos tierra adentro en primavera y verano, y la
primacía de otros procesos en otoño e invierno. Pero es mucho más difícil
aquilatar la influencia de las variaciones locales de radiación solar en el
comportamiento pluviométrico de nuestro ámbito.
4.4- Temperatura superficial del mar.
El campo térmico superficial marino, referido como TSM en la literatura
del área latina y como SST en la anglosajona, es una variable esencial en el
proceso que estudiamos.
Con frecuencia se la aborda como mecánicamente ligada a un ritmo
anual sin apenas variaciones interanuales, de forma análoga a la radiación
solar. Numerosos trabajos, incluso experimentaciones numéricas, demuestran
el carácter crítico de la TSM en el desencadenamiento de lluvias intensas
(Millán et. al. 1995), así como la alta variabilidad espacial y temporal de este
parámetro en el mar balear (López garcía, 1991).
Su correcta asimilación, tanto en los modelos conceptuales como en los
productos numéricos es, sin duda, unos de los elementos que mayor
incremento permitirán en nuestro conocimiento de las lluvias intensas
mediterráneas, y ya se está avanzando en esta línea; de hecho, los campos de
TSM a partir de mediciones de satélite tratadas para filtrar la nubosidad, ya
forman parte del material disponible por las oficinas de predicción y los
modelos numéricos (Pastor et. al., 2000).
Dichos estudios inducen a pensar cómo la evolución anual de la
temperatura superficial del mar (TSM) favorece la marcada estacionalidad de
las precipitaciones intensas en el País Valenciano. La corriente de Gibraltar
ofrece un fondo de menor oscilación anual al mar de Alborán y de Palos; por el
contrario, el golfo de León registra una máxima oscilación anual, con claros
mínimos invernales. En este balance, es en otoño cuando el mar del golfo de
Valencia muestra, de unas altas TSM absolutas, unos máximos valores
relativos (Fig. 3). Ello da lugar a que se incremente en otoño el papel de este
sector marítimo. No obstante, como hemos indicado anteriormente, la SST no
se suele medir frente a las costas en las cuales se producen las
precipitaciones, sino en áreas lejanas, de ahí los estudios de trayectoria.
17
Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
Pedro Jesús Gavidia Sánchez
Figura 3: Temperatura del agua del mar en el mes de Octubre de 2004 en el Mediterráneo
Occidental
Fuente: www.ceam.es/ceamet/. Sección Temperatura del mar.
5.- TORRENCIALIDAD EN LA PARTE SUR DEL GOLFO DE VALENCIA.
Este patrón de distribución en la parte Sur del Golfo de Valencia es, con
diferencia, el que muestra una mayor frecuencia dentro del ámbito de la
Comunidad Valenciana.
Dentro de esta área de estudio, podemos diferenciar dos subtipos que
afectan a la citada área de distribución. El primero, muy frecuente presenta
núcleos máximos situados cerca de la costa. El segundo, con núcleos de
precipitación más extensos y que afectan a áreas más interiores del Golfo de
Valencia, a pesar de ser menos frecuentes, está asociado a los episodios de
lluvias intensas que han producido los máximos absolutos de precipitación en
24 horas. Como se ha dicho, estos registros son los máximos obtenidos en la
Península Ibérica y están entre los más importantes del Mediterráneo
Occidental (Estrela et. al., 2002).
La orografía de esta zona está bien expuesta a los flujos húmedos de
componente Este, debido a la confluencia en zonas litorales y pre-litorales de
alineaciones montañosas (sierras del Pre-Bético, de orientación WSW-ENE,
con el extremos meridional del Sistema Ibérico, de dirección SSE-NNW). La
forma de los valles fluviales refuerza la confluencia y el ascenso del aire
18
Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
Pedro Jesús Gavidia Sánchez
húmedo, facilitando la activación o el disparo de los procesos de convección y
la precipitación (Estrela et. al., 2002).
a) Focos en la zona costera.
Estos núcleos de precipitación intensa tienen una localización muy
precisa, centrados en el extremo oriental de las montañas del Pre-Bético (áreas
de Gandia, Dénia, Cabo de la Nao) (Fig. 4A y 4B). Aunque no es lo más
habitual, puede darse la coexistencia de varios núcleos de precipitación intensa
(al menos en un plazo de 24 horas), o de temporales de lluvia muy extensos y
poco focalizados.
Figuras 4A y 4B: Precipitación intensa en el litoral. Mapa de distribución.
Fuente: Imagen obtenida del artículo: Precipitación intensa en el Sur del golfo de Valencia.
Distribución espacial y Relación con la circulación Sinóptica. Periodo 1971-1995. En: La
climatología española en los albores del siglo XXI: Asociación Española de Climatología
En este caso, el marco orográfico produce un efecto barrera que
favorece la convergencia del flujo superficial sobre las alineaciones
montañosas litorales. Este patrón de distribución tiene
como carácter
morfológico principal la presencia de focos de precipitación intensa de
extensión reducida, adaptados a una disposición costera, delimitada por las
primeras alienaciones montañosas. La morfología de los cortos valles fluviales
de la zona, con cabeceras muy cercanas al mar y orientadas hacia los flujos del
Este, contribuye al disparo o, en su caso, acentúa la acción de los sistemas
convectivos que provocan las precipitación intensas.
b) Focos en el interior.
Se trata de núcleos muy cercanos al subtipo de focos litorales. El rasgo
distintivo principal es que se trata de núcleos de precipitación más extensos,
asociados a los eventos más importantes y que afectan a zonas situadas más
al interior. El máximo absoluto en 24 horas es de 817 mm, que se registró en el
temporal de noviembre de 1987 (Fig. 5B). En este caso se han cartografiado
los registros de dos días pluviométricos, ya que el máximo del temporal se
19
Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
Pedro Jesús Gavidia Sánchez
produjo en la madrugada del día 3 y 4 de noviembre, quedando los registros
divididos en dos días pluviométricos. Los valores máximos cartografiados son
860 mm (790+70 mm) y 830 mm (817+13). El temporal de octubre de 1982
(Fig. 5A) también tuvo un importante carácter catastrófico, provocando, como
es sabido, la ruptura de la presa de Tous; el máximo diario registrado fue de
632 mm (aunque de forma no oficial se superó ampliamente dicho registro
(más de 1000 mm. en la Muela de Cortes de Pallás).
Figuras 5A y 5B: Precipitación intensa en el interior. Situación sinóptica.
Fuente: Imagen obtenida del artículo: Precipitación intensa en el Sur del golfo de Valencia.
Distribución espacial y Relación con la circulación Sinóptica. Periodo 1971-1995. En: La
climatología española en los albores del siglo XXI: Asociación Española de Climatología
Este tipo de torrencialidad (Fig.6) en el Sur del Golfo de Valencia está
relacionado claramente con la topografía, debido a la confluencia del flujo
húmedo (canalizado por valles fluviales), y unidades orográficas más extensas,
ya a sotavento de la primera barrera montañosa. Por otra parte, estos focos de
precipitación torrencial más extensos son los que producen importantes
aumentos de caudal en los principales sistemas fluviales de la zona, y son
también los que provocan las inundaciones más importantes (río Júcar y sus
afluentes Magro y Albaida).
Lógicamente, entre estos dos subtipos de distribución centrados al Sur
del Golfo de Valencia se dan casos que podríamos considerar como
transicionales entre ambos.
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Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
Pedro Jesús Gavidia Sánchez
Figura 6: Precipitación intensa en el interior. Mapa de distribución.
Fuente: Imagen obtenida del artículo: Precipitación intensa en el Sur del golfo de Valencia.
Distribución espacial y Relación con la circulación Sinóptica. Periodo 1971-1995. En: La
climatología española en los albores del siglo XXI: Asociación Española de Climatología.
6.- LAS SITUACIONES DE BLOQUEO Y GOTA FRIA.
a) La situación de bloqueo.
El término bloqueo fue introducido en la literatura meteorológica
americana hace ya varias décadas (E.J. SUMMER, 1954), para identificar uno
de los modelos de flujo troposférico en las latitudes templadas. Este modelo
está caracterizado por la aparición de una gran cresta anticiclónica en latitudes
a los 50 grados y que de ese modo impide la trayectoria zonal de la circulación
de W a E. Anticiclones que, así dispuestos, fueron ya estudiados por Herriot en
1904 y en Rusia por Multanovskii, el cual, entre las trayectorias de movimiento
anticiclónico que estudia, identifica el grupo de “anormal” o trayectorias
ultrapolares y que interfieren en la usual transferencia de las formaciones
báricas de la atmósfera (N.S. Shapalova, 1985, p.48).
De este modo, la circulación, en un amplio sector del Hemisferio Norte,
se ve obstaculizada y adquiere una marcada componente meridiana. En
consecuencia, el modelo de bloqueo puede ser definido como aquel estado de
la circulación general en que el flujo zonal es interrumpido en un sector o
21
Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
Pedro Jesús Gavidia Sánchez
sectores del hemisferio por un fuerte y persistente flujo meridional (E.T.
STRINGER, 1972, p. 250). Este modelo está caracterizado por un persistente
anticiclón en medias y altas latitudes que obstruye el normal desplazamiento de
las borrascas hacia el este y por depresiones anormalmente profundas en
bajas latitudes en la rama ascendente o en la descendente del bloqueo.
El bloqueo del flujo zonal de la troposfera en las latitudes templadas es
un elemento importante en la circulación general de las atmosfera. Aparece
conectado con anomalías muy señaladas en términos de tiempo, espacio e
intensidad. Términos que todavía no han sido unánimemente definidos por los
investigadores.
Sintetizando pueden aproximarse dos criterios de definición. El primero
es la existencia de una anómala cuña de alta presión en alguna zona, si bien
no existe acuerdo total sobre un valor mínimo para la duración y magnitud de
tales anomalías. El segundo criterio tiende esencialmente a la identificación de
las características generales de la circulación general durante las situaciones
de bloqueo. Rex (1951, p.105) expresó estas características en cinco puntos o
rasgos del flujo: a) el flujo principal se disocia en dos ramas; b) esas ramas son
de idéntica intensidad; c) este sistema en forma de dos chorros suele
extenderse como mínimo 45º de latitud; d) el flujo zonal observado sobre el
chorro antes de su disociación, cambia definidamente a un tipo de flujo
meridional tras la disociación; e) esta estructura del flujo y la circulación debe
persistir un mínimo de diez días.
Aunque el carácter persistente del bloqueo debe figurar en cualquier
definición, este último límite de Rex, en diez días, es la condición menos
aceptada unánimemente. El resto de sus condiciones parecen bien
establecidas para la identificación de los procesos de bloqueo. Condiciones a
las que se ha querido dar mayor objetividad estableciendo sus relaciones con
el número de ondas espaciales. Así, se ha afirmado (S.J. Colucci, 1981) que el
momento de disociación del flujo es precedido por un incremento de las
amplitudes de onda con un número de ondas zonales entre 1 y 2. En el
momento de la disociación las amplitudes de esas ondas decrecen, y con una
plena situación de bloqueo la amplitud del número de ondas supera el 3.
Con ello la presión y la temperatura en toda la troposfera están por
encima de su valor normal en el obstáculo anticiclónico, mientras que están
bajo su valor medio en la zona estratosférica del anticiclón. La distribución
media latitudinal de presiones superficiales está completamente invertida en un
modelo de bloqueo con ciclones en la zona subtropical y anticiclones en las
medias y altas latitudes.
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Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
Pedro Jesús Gavidia Sánchez
Las situaciones de bloqueo sobre Europa Occidental comienzan con una
expulsión de aire ártico o polar desde las latitudes septentrionales. Esta
expulsión se produce frecuentemente entre las longitudes 20º W y 20º E y con
gran espesor atmosférico ya que alcanza el nivel de 300 hPa. La advección
hacia el sur del aire frío produce un bien marcado seno frío en el espesor de las
isópletas. Simultáneamente, el rechazo meridional de esa advección fría
provoca una fuerte irrupción de aire cálido hacia el Norte en altos niveles y al
Oeste del seno frío. En el mapa de espesores aparece como una cresta cálida
que se traduce en superficie con la intensificación de un núcleo anticiclónico al
oeste de la corriente de aire frío.
Un ulterior estado de desarrollo conduce a un segundo tipo de bloqueo
cuando la cresta cálida se inclina hacia el este y corta, aislándolo hacia el sur,
una parte del seno frío. El resultado es una gota fría que aparece en los mapas
de espesores como un núcleo de varias isopletas cerradas. En los mapas de
superficie el anticiclón de bloqueo aparece extendido hacia el este, a la vez que
una casi estacionaria depresión fría asociada con el núcleo frío superior puede
estar cortada aisladamente hacia el sur. En este estadio, los contornos de 500
ó 300 hPa normalmente muestran un modelo similar al del mapa de superficie,
a menudo con la formación de un chorro bifurcado, de modo que una rama del
flujo superior de vientos del oeste pasa al norte de la cresta cálida y la otra
rama al sur del seno frío. Así pues, la forma del Jet-Stream en eso dos tipos de
modelo de bloqueo han conducido a los términos de “bloqueo meridional” y
“bloqueo de difluencia” respectivamente.
b) DANA y gota fría.
El término de gota fría (Fig. 7) ha sido utilizado históricamente como un
sinónimo para identificar, de manera equivocada, cualquier fenómeno
meteorológico asociado a violentas tormentas, lluvias y efectos desastrosos
que provocan importantes pérdidas materiales y a veces humanas. Hoy en día,
a pesar de que este término ha sido progresivamente abandonado por las
diferentes escuelas de meteorología, sigue utilizándose en España y Alemania.
A continuación, se exponen los fenómenos que se originan en los
niveles altos de la atmósfera, denominados DANA, que no van asociados a
sistemas frontales comunes, y entre los que se incluyen las gotas frías.
El origen de la gota fría aparece en 1886 en la escuela Alemana y según
su definición se trata de “una marcada depresión en altura, sin reflejo en la
superficie, en cuya parte central se encuentra el aire más frío”. Por tanto, esta
escuela resalta dos elementos básicos: uno, perturbación en altura (a partir de
5.500m) sin reflejo aparente en superficie, y otro, aire frío en niveles medios de
la troposfera.
23
Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
Pedro Jesús Gavidia Sánchez
Figura 7: Formación de una gota de aire frio.
Fuente: Cuadernos de Protección Civil Noviembre-Diciembre 1987
A pesar de esto, algunas teorías de la meteorología dinámica señalan
que las depresiones en altura siempre tienen reflejo en niveles bajos y en
superficie y se manifiestan en cambios de presión, temperatura, estabilidad y
viento.
Los estudios desarrollados en 1976 por el meteorólogo Mariano Medina
destacaban que la gota fría es un elemento de niveles altos, desgajado y
aislado de la corriente en chorro (como se verá posteriormente), en el que el
descenso de ese aire frío aumenta la inestabilidad y humedad en superficie.
Así mismo, hay que tener en cuenta que los fenómenos más severos se
localizan delante de la gota, con altos cumulonimbos (sobre todo en zonas
montañosas) ocultos por estratos y nimbostratos, en cuyo interior se producen
intensas precipitaciones acompañadas de granizo, pedrisco y fuerte
engelamiento.
Por otro lado, conviene aclarar la asociación que se establece entre gota
fría y chorro. El chorro polar es el que más afecta al hemisferio Norte, y por
tanto a la península Ibérica y Baleares. La dirección de este chorro es zonal
con circulación Oeste-Este y fuertes vientos que pueden superar los 180 km/h.
El lado izquierdo y más cercano al Polo Norte es el más frío, y su parte
derecha, más meridional, contiene aire cálido. Cuando el chorro se intensifica
toma una componente Norte-Sur y se ondula, dando lugar a un proceso de
estrangulamiento. Estas circulaciones a veces se alejan de su zona de origen y
llegan a cerrarse sobre sí mismas. Cabe destacar que el mismo proceso se
produce en el chorro subtropical en latitudes más bajas y alturas entre los
11.000 y 13.000 m.
Por tanto las DANA´s (Fig. 8) sufren un proceso de ondulación,
separación, ruptura y aislamiento, con una circulación ciclónica cerrada de
movimiento independiente y a veces estacionario, invirtiendo su trayectoria en
algunas ocasiones a Este- Oeste, que se refleja en los 300 y 500hPa.
24
Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
Pedro Jesús Gavidia Sánchez
De esta manera, el concepto de DANA se refiere a las circulaciones
intensas, mientras que la gota fría se basa en el núcleo de temperatura fría de
la depresión cerrada.
Figura 8: Proceso de formación de una DANA
Fuente: www.mi-meteorología.com. Artículo:
Mediterráneo.
Meteorología
adversa
en
el
área
del
7.- SITUACIONES SINÓPTICAS QUE PUEDEN PROVOCAR LLUVIAS
TORRENCIALES AL SUR DEL GOLFO DE VALENCIA.
7. 1.- Las precipitaciones intensas y su relación con la circulación
sinóptica (rasgos generales).
A pesar de que son muchos los procesos que intervienen en la génesis
de las precipitaciones torrenciales, gran parte de ellos fuera del alcance de la
escala y de la información sinóptica (temperatura del mar, convergencia de
humedad, topografía local), el análisis sinóptico permite distinguir los rasgos
generales y explicar algunas cuestiones de detalle de la génesis de estas
precipitaciones.
En el punto 2 se comentó que casi todos los eventos de precipitación
intensa en la Comunidad Valenciana están asociados a advecciones de
componente Este. Características de estas advecciones de levante son:
25
Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
Pedro Jesús Gavidia Sánchez
- Un centro de altas presiones localizado sobre el continente europeo
conduce una advección de componente Este. Los centros de alta presión
suelen ser muy persistentes y permiten la recarga de humedad atmosférica
sobre el Mediterráneo
- Son advecciones estables en gran parte de su recorrido, lo que
provoca el aumento de la humedad superficial a lo largo de la advección. Hay
una clara relación entre advecciones de largo recorrido y precipitaciones
intensas.
- La advección del Este se inestabiliza debido a la presencia de aire frío
en niveles altos y medios asociado a vaguadas o depresiones cercanas a la
Península Ibérica. Las depresiones aisladas en altura al Sur de la Comunidad
Valenciana están asociadas a la mayoría de los eventos de lluvias intensas
estudiados. En las precipitaciones focalizadas en el litoral del Golfo de Valencia
puede darse menor grado de forzamiento debido a la circulación en niveles
altos.
La circulación atmosférica muestra siempre un índice zonal bajo, con
patrones de circulación variados:
1. Vaguadas con eje Suroeste-Nordeste, e incluso Oeste-Este
relacionadas con profundas ondulaciones en forma de omega de la circulación
atmosférica. La circulación dentro de la vaguada puede evolucionar hacia una
depresión aislada en altura (gota fría).
2. La profundización de las ondulaciones del flujo da lugar a
circulaciones en forma de rombo, con una célula anticiclónica al Norte y una
depresión aislada en altura al Sur. Este tipo de circulación y los estados
avanzados de la anterior se agrupan en las llamadas situaciones de bloqueo.
3. Vaguadas de eje Norte-Sur con descolgamiento de depresión aislada.
Se da un rápido cambio de circulación del Oeste hacia una situación del Este
en superficie y de depresión aislada en altura, debido a la reactivación de un
frente atlántico al alcanzar el Mediterráneo. Eventos de este tipo son los de 1823/10/82 y 14-18/11/86.
7.2.- Situaciones sinópticas más características.
En principio, y desde un punto de vista conceptual, pueden catalogarse
varios tipos de situaciones en cuyo marco es muy probable que se registren
precipitaciones de tipo torrencial en el área mediterránea. No obstante solo nos
centraremos en las dos que producen lluvias intensas y generales en un área
más o menos extensa situada al sur del golfo de Valencia. Son las siguientes:
26
Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
Pedro Jesús Gavidia Sánchez
Tipo 1.
Depresión en niveles altos o borrasca fría al S o SW de la península
Ibérica (Fig. 9). En este tipo de situaciones suele aparecer difluencia (y
probablemente divergencia) sobre el área mediterránea en la zona de salida de
la circulación de altura, con circulaciones transversales de ajuste y aparición o
potenciación de remolinos ciclónicos de superficie. En ocasiones aparece una
borrasca bien definida y un flujo bien marcado a niveles bajos de aire cálido y
húmedo hacia la costa mediterránea. Es precisamente en el seno de esa
advección donde suelen aparecer Cb muy desarrollados con tormentas fuertes.
Si posteriormente la estructura de la circulación de niveles altos no es muy
difluente y sensiblemente paralela a la de niveles bajos (cizalladura escasa),
puede favorecerse el paso de Cb aislados a sistemas y complejos convectivos,
aunque también se ha observado algún sistema convectivo en ambientes con
marcada cizalladura vertical.
Figura 9: Mapas esquemáticos de 500 hPa (a) y superficie (b) correspondientes a la situación
tipo 1.
Fuente: www.aemet.es
Tipo 2
Presencia de una depresión a niveles altos o borrasca fría al SW de la
península Ibérica pero algo más alejada que en el caso anterior. Vaguada débil
con eje E-W sobre la mitad N del área mediterránea y en lento desplazamiento
N-S. En niveles bajos aparece una zona de convergencia de flujo cálido del SE
y frío del NE con formación de una frontera acusada (Fig. 10). En el seno de
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Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
Pedro Jesús Gavidia Sánchez
esa frontera suelen aparecer pequeños sistemas convectivos con gran
intensidad de precipitación. Si las condiciones sinópticas son muy estacionarias
y existe alguna focalización de tipo local, los sistemas convectivos pueden
regenerarse en la misma zona durante varias horas con cantidades de
precipitación muy elevadas.
Figura 10: Mapas esquemáticos de 500 hPa (a) superficie (b) correspondientes a la situación
tipo 2.
Fuente: www.aemet.es
8.- SITUACIONES DE LLUVIAS TORRENCIALES MÁS DESTACADAS EN
LA ZONA SUR DEL GOLFO DE VALENCIA (1980-2010)
8.1.- Lluvias torrenciales durante los días 19 al 21 de octubre de 1982
(Pérez y Armengot, 1983).
1.- Factores genéticos.
La situación de lluvias torrenciales que se desarrolló entre los días 19 al
21 de Octubre de 1982 repitió, en todo lo fundamental, el mismo esquema de
otros temporales que a lo largo de la historia han afectado a amplias zonas de
las comarcas situadas al sur del golfo de Valencia (bajas presiones situadas en
las inmediaciones del estrecho de Gibraltar, entrada de vientos cálidos y
húmedos del Este y aire frio e inestable en altura). No obstante, hay algunas
características que la hacen diferenciarse de otras situaciones análogas y que
a continuación serán detalladas (Perez y Armengot, (1983):
28
Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
Pedro Jesús Gavidia Sánchez
a) La gota fría se formó según el esquema clásico, a partir de una
profunda vaguada del chorro que prolongaba una borrasca en altura centrada a
60º N, al NW de Escocia. Durante los días 17, 18 y 19 se produjo un brusco
cambio de régimen en la circulación en altura, claramente observable en la
topografía de 300 mb, que pasó de un índice zonal relativamente alto a otro
mucho más bajo y de marcada circulación meridiana, con una ondulación muy
prolongada. Dicha penetración fría se estranguló y quedó aislada de la
circulación general, situándose sobre Gibraltar (día 19, a 12 h). Su posterior
trayectoria la llevó al Rif –momento álgido del temporal- y a iniciar un
movimiento hacia el golfo de Génova, debilitándose muy pronto debido al
agotamiento de su energía. No obstante, la siguiente borrasca noratlántica en
altura la reactivó el día 23 mediante la inyección fría aportada por una nueva
vaguada. A continuación se trasladó a Génova y desde allí siguió una vía
retrógrada muy meridional; en dicho camino desencadenó nuevos temporales
catastróficos en Tunicia y, los días 31 y 1, en la cuenca del Almanzora y
cabeceras del Guadalest, Xaló, Riu d`Alcoi y Riu d`Albaida. Su posición, sin
embargo, era demasiado meridional para volver a afectar plenamente a la
cuenca estudiada.
b) La baja en superficie (Fig. 11) fue originada en principio por la
vaguada en altura, que provocó un proceso ciclogenético en la ondulación de
un frente frío que atravesaba la península el día 18. Al estrangularse la
vaguada, la gota fría continuó profundizando la baja, centrada el día 20 en el
desierto argelino, pero con un núcleo secundario al N de Argel. La gota fue
acompañada en su camino hacia el N por la baja, que se ahondó hasta 995 mb
el día 22, cuando ya el temporal remitía. Al ascender en latitud, las zonas que
quedaban al S de su centro se veían sometidas a un flujo del NW de aire polar
marítimo relativamente frío y seco a la vez que se alejaba el sector de máxima
inestabilidad en altura, con lo que el temporal fue remitiendo paulatinamente
de S a N.
Figura 11: Situación sinóptica en superficie que favoreció la aparición de lluvias torrenciales
durante el temporal de Octubre de 1982.
Fuente: www.mma.es. Artículo: ¿Qué es la gota fría? Autor: Jansà Clar, Agustí (INM)
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Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
Pedro Jesús Gavidia Sánchez
El área anticiclónica que encauzó, junto con la baja, el flujo de levante
era el día 19 una dorsal de anticiclón de las Azores hacia el NE. El día 20, tras
desplazarse hacia el E y desgajarse de dicho anticiclón, aparecía centrada
sobre Europa central, uniéndose posteriormente al alta situada sobre la costa
occidental del mar Negro. La presión superficial en el área, al desencadenarse
el temporal, era de 1.017 mb, alto valor que no nos debe sorprender, ya que
tanto la profundidad como la localización de este tipo de bajas es muy habitual.
c) La advección supuso la rápida movilización de una masa de aire con
unas características claramente mediterráneas: la llegada de un frente frío
debilitado al Mediterráneo occidental el día 14 renovó parcialmente el aire
situado en dicha cuenca; desde esta fecha hasta el 19 dicho aire se acomodó a
las condiciones impuestas por esta reducida zona-fuente, ya que durante
dichos días su movilidad fue escasísima; a partir del 19, la incipiente borrasca
que llegaba a caballo del nuevo frente, estableció rápidamente un flujo ciclónico
de vientos desde la costa argelina a la costa peninsular, movilizando un aire
mediterráneo con fuerte inestabilidad. La temperatura y humedad de la
advección alcanzaron, a las 19 h del día 20, 19,8º y 15,4 mm de Hg en
Castellón, 19,8º y 15,9 mm Manises, y 20,4 y 16,5 mm en Valencia, lo que
supone la advección más húmeda y la segunda más cálida –tras octubre de
1966- entre las analizadas como causantes de temporales en las décadas
anteriores. Por tanto, aportó un potencial de energía, inestabilidad y agua
precipitable mayor que en cualquiera de ellas.
El temporal de viento se situó al N del máximo de lluvias y se trasladó
conjuntamente con éste y precediéndolo. Aunque el flujo en superficie era del
E, su dirección real osciló entre NE y NNE, alcanzando su velocidad media a
las 16 h del día 20 los 16 m/s en Manises y los 17 m/s en Castellón.
2.- Análisis detallado de la situación sinóptica.
A continuación se muestran los mapas a 500 hPa y 850 hPa de los días
antes, durante y después del fenómeno.
El día 18 de Octubre de 1982 (Fig. 12), el anticiclón de las Azores se
mueve un poco hacia el norte con respecto a días anteriores, mientras que una
cuña de aire cálido en altura penetra desde el Mediterráneo central hacia la
zona de Alemania, Polonia y sur de los Países Escandinavos, produciendo una
marcada ondulación de la corriente en chorro, que comienza a generar una
vaguada sobre la Península Ibérica.
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Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
Pedro Jesús Gavidia Sánchez
Figura 12: Mapa de situación sinóptica a 500 hPa. del día 18 de octubre de 1982 a las 00 UTC.
Fuente: www.wetterzentrale.de
El día 19 (Fig. 13 y 14) comienzan las lluvias sobre la vertiente
mediterránea. Una profundísima vaguada se instala sobre la Península,
afectando su parte más activa (la parte delantera) a las costas mediterráneas.
La vaguada está casi estrangulada. Además, por fin se interrumpe el flujo de
vientos del oeste y comienza a formarse un área depresionaria en el
Mediterráneo occidental.
Figuras 13 y 14: Mapa de situación sinóptica a 500 hPa. del día 19 de octubre de 1982 a las
00 UTC y mapa de temperatura en 850 hPa del día 19 de octubre de 1982 las 00 UTC.
Fuente: www.wetterzentrale.de
El día 20 (Fig. 15 y 16) la situación es impresionante y dantesca para
muchas zonas de la Comunidad Valenciana. El anticiclón se extiende por el
norte de la Península hacia el interior de Europa, quedando una profundísima
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Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
Pedro Jesús Gavidia Sánchez
DANA en la zona del estrecho que lleva asociada una baja en superficie en el
norte de África. Entre el anticiclón y la borrasca se crea un flujo bien marcado
de vientos de levante en superficie que provocan un gran aporte de humedad
(Fig. 17 y 18) sobre toda la fachada Mediterránea de la península Ibérica, con
vientos secos y cálidos del norte de África a 850 hPa y aire frío en altura. La
situación es explosiva.
Figura 15 y 16: Mapa de situación sinóptica a 500 hPa. del día 20 de octubre de 1982 a las 00
UTC y mapa de temperatura en 850 hPa del día 20 de octubre de 1982 a las 00 UTC.
Fuente: www.wetterzentrale.de
Figuras 17 y 18: Mapas de humedad relativa a 700 hPa. para el día 20 de Octubre de 1982 a
las 00 UTC y a las 12 UTC.
Fuente: http://www.wetter3.de/
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Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
Pedro Jesús Gavidia Sánchez
El día 21 (Fig. 19 y 20) la situación es parecida, la DANA se desplaza
ligeramente al este y el anticiclón se divide en dos: uno al noroeste de Azores y
otro en centro Europa. A la Comunidad Valenciana siguen llegando vientos
húmedos del este-sureste, pero las lluvias ya no son tan intensas.
Figuras 19 y 20: Mapa de situación sinóptica a 500 hPa. del día 21 de octubre de 1982 a las
00 UTC y mapa de temperatura en 850 hPa del día 21 de octubre de 1982 a las 00 UTC
Fuente: www.wetterzentrale.de
El día 22 (Fig. 21) la posición de la baja sobre el noreste peninsular
impulsa vientos de poniente sobre la Comunidad Valenciana, lo cual corta el
aporte de humedad del Mediterráneo y además la DANA comienza su fase de
reabsorción por la corriente en chorro.
Figura 21: Mapa de situación sinóptica a 500 hPa. del día 22 de octubre de 1982 a las 00 UTC.
Fuente: www.wetterzentrale.de
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Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
Pedro Jesús Gavidia Sánchez
Ya hemos visto como se formó la terrible DANA y donde se situó,
además de cómo los vientos de levante en superficie y de sur a 850 hPa
contribuyeron a generar las importantes lluvias que se registraron en la
Comunidad Valenciana. Pero, por otra parte, también conviene fijarse en la
temperatura de la superficie del Mediterráneo (Fig. 22) esos días, que llegaba
hasta unos 22 ºC en algunas zonas, toda una fábrica de humedad que se
disparó con el elevado contraste de temperaturas que había en las capas altas:
Figura 22: Mapa de temperatura la temperatura del agua del mar en ºC del día 20 de octubre
de 1982 a las 06 UTC.
Fuente: www. Meteored. Com; Artículo: Inundaciones de Octubre de 1982: La pantanada de
Tous. Extraído de la revista RAM (Revista del aficionado a la Meteorología).
3.- El temporal.
a) La nubosidad.- La imagen infrarroja del Meteosat a las 12 h del día 20
mostraba la presencia de nubosidad de desarrollo sobre la Península en un
área de unos 140.000 KM2. En ella se observaba cómo la costa sólo era
afectada a dicha hora por nubes de tipo nimboestrato, mientras el mayor
desarrollo se producía a unas decenas de kilómetros del litoral (Fig. 23). Allí la
explosión de la inestabilidad, a la que colaboró en sus inicios el efecto frontal
inducido por el sector frío que retrocedía ante la advección mediterránea,
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Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
Pedro Jesús Gavidia Sánchez
originó cumulonimbos generalizados cuyo ascenso sólo fue detenido por la
inversión térmica de la tropopausa. Por contra, la nubosidad que cubría gran
parte de la meseta Sur tenía una envergadura tanto menor cuanto más hacia el
W y, así lo prueban, las relativamente pequeñas cantidades de lluvia allí
medidas. En fases anteriores (Alacant) y posteriores del temporal, sí que se
produjo nubosidad de gran dimensión sobre el mismo litoral.
Figura 23: Imagen realzada en color del complejo convectivo de mesoescala en su fase más
violenta
Fuente: www.meteored.com. Imagen IR del satélite METEOSAT realzada en colores de topes
nubosos más fríos: Colores verdes, fríos, colores azules y blancos muy fríos; mínima
temperatura de los topes nubosos: -59 ºC.
b) Precipitación.- El mapa que detalla el total de precipitación en el
temporal para nuestra área de estudio y zonas contiguas ha sido elaborado con
datos de multitud de puntos de medida (dichos datos proceden de la red
pluviométrica del Instituto Nacional de Meteorología, de la red Icona, de la
Comisaría de Aguas del Júcar y de medidas comunicadas por particulares). La
distribución de las precipitaciones (Fig. 24) nos muestra rasgos peculiares de
este temporal que lo diferencian de otros similares:
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Análisis de eventos extremos de precipitación en el
Sur del Golfo de Valencia (1980-2010). Tendencias de futuro.
Pedro Jesús Gavidia Sánchez
Figura 24: Mapa de isoyetas de las precipitaciones caídas en la Comunidad Valenciana y
zonas contiguas durante los días 18-22 de octubre de 1982. (1) Isoyeta, (2) isoyeta auxi