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Producción bulbos de flor/
flor/ Liliums
1. Almacenamiento............................................................................................................... 2
2. Invernadero y equipamiento del mismo............................................................................ 4
3. Suelo y agua de riego ....................................................................................................... 9
4. Medidas generales de cultivo ..........................................................................................12
5. Clima en el invernadero ................................................................................................... 17
6. Otros sistemas de cultivo ............................................................................................... 20
7. Recolección y tratamiento post-recolección .....................................................................25
8. Planificación y labores.....................................................................................................27
9. Protección del cultivo y control de enfermedades ........................................................... 29
10. Selección de cultivares ................................................................................................. 40
11. Clasificación...................................................................................................................43
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1. Almacenamiento
1.1 Almacenamiento
Para poder conservar durante largo tiempo los bulbos de liliums, se deben de cubrir las
cajas en la que se almacenan con una envoltura de plástico en su interior, añadiendo turba
pura o turba de jardín ligeramente humedecida, para colocar entre la misma los bulbos. Los
bulbos de liliums que se entregan en estado de congelación, pueden continuar y ser
conservados siempre y cuando se mantenga la temperatura que indican los proveedores.
Los bulbos de una nueva cosecha, que no estén congelados en el momento de su entrega,
pueden ser congelados todavía hasta el 15 de enero. Nunca se podrá volver a congelar los
liliums, por una segunda vez, cuando se hayan descongelado, ya que se pueden producir
daños en el bulbo, en función del cultivar (variedad), y del tiempo que hayan estado
descongelados.
Durante el estado de congelación, los bulbos deberán de estar introducidos, en el interior
de las cajas, debidamente apiladas para su almacenado, manteniéndose unas
temperaturas durante un corto espacio de tiempo (7 a 10 días), al objeto de que los bulbos
alcancen la temperatura adecuada. Para ello, la cámara frigorífica, deberá de cumplir una
serie de requisitos:
En los Países Bajos, se exigen los siguientes:
•
•
•
•
•
Un valor de aislamiento de las paredes de 0,3 Watios/m2/º Kelvin.
Una capacidad de refrigeración de 30-60 Watios/ m3. de capacidad de contenido.
Los ventiladores deberán de funcionar automáticamente.
La forma de apilar las cajas en el interior de la cámara, deberá de ser lo
suficientemente holgada, para que no se produzcan aglomeraciones de bulbos.
Deberá de mantenerse una circulación de aire, de forma regular, a través de toda la
cámara.
Es muy importante mantener la temperatura uniformemente en la totalidad de la cámara.
Pequeñas diferencias, pueden ocasionar daños en los bulbos por heladas, así como la
formación de vástagos. Los bulbos deben de congelarse y mantenerse a las siguientes
temperaturas:
Asiáticos
-2ºC.
Orientales
1,5ºC.
Híbridos Longiflorum
-1,5ºC.
Híbridos L/A
-2ºC.
Los bulbos, pertenecientes al grupo de los híbridos Asiáticos, pueden conservarse hasta un
año, manteniendo su calidad. Los bulbos que se hayan conservado durante más tiempo,
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provocarán una brotación más rápida, con lo cual la duración del cultivo será más corta,
pero las varas, tendrán menos capullos florales.
Los híbridos Orientales y Longiflorum, se pueden conservar relativamente durante menos
tiempo, en función de muchas circunstancias, entre las que destacamos como la más
importante la del año de producción. A partir de julio, pueden aparecer problemas durante
la conservación, como la formación de vástagos y aparecer daños por bajas temperaturas.
Los bulbos de liliums, que no hayan sido congelados, se podrán conservar durante un breve
período de tiempo. La duración del período de conservación dependerá de la temperatura,
así como de las circunstancias climáticas del año. De esta forma, podremos conservar
durante más tiempo, los bulbos fríos, durante los meses de enero y febrero, mejor que en
los meses otoñales. Como término medio, se puede considerar que una temperatura de
aproximadamente 1ºC, se pueden mantener los bulbos un máximo de 2 semanas, y a una
temperatura de 5ºC. hasta un máximo de una semana.
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2. Invernadero y equipamiento del mismo
2.1 Condiciones generales del invernadero
Para llevar a cabo un cultivo adecuado de liliums, en invernadero, se requieren unas
determinadas condiciones, así como un adecuado equipamiento del mismo. Deberá de
mantenerse un correcto clima en el interior, bajo diversas condiciones. Temperatura,
circulación del aire, ventilación y luminosidad, deberán de estar en todo momento
controladas. Un control óptimo del clima, será imprescindible en el invernadero, con una
adecuada capacidad para el control del volumen del aire, así como de disponer de espacios
suficientes en el invernadero para la instalación de los controles necesarios, riego y
equipamientos para la luz. Una buena luminosidad en el interior del invernadero es
importante entre otros factores, resulta muy necesario en los períodos invernales, en donde
la luminosidad escasea, ya que puede provocar la caída de los capullos florales,
reduciéndose así mismo la calidad de las flores cortadas. En los restantes períodos del año,
deberemos de tener presente, las necesidades de ventilación del invernadero, con el objeto
de poder reducir en determinadas ocasiones la temperatura del suelo, así como la del
ambiente.
2.2 Equipamiento del invernadero: Sistema de calefacción
En muchas regiones de cultivo, la presencia de una instalación de calefacción en el
invernadero, será imprescindible. Para los híbridos Asiáticos y los híbridos L/A, deberán de
poder mantener una temperatura mínima constante entre 8ºC. a 14ºC. mientras que para los
restantes grupos de liliums, será suficiente una temperatura de 16ºC.
Podemos recomendar, como norma general para la calefacción, una potencia de +-220
Watios/m2/hora.
Deberemos de dar preferencia a una calefacción por tubos, ya que proporcionará un reparto
más homogéneo del calor, lo que nos proporcionará un control más adecuado del clima en
el interior del invernadero. También se pueden utilizar las instalaciones de calefacción por
aire caliente. En este caso, será importante observar adecuadamente el reparto del calor,
con una buena combustión y que no se produzcan fugas. Si la instalación de la calefacción,
no está bien regulada, se puede liberar gas etileno, que si penetra en el invernadero,
provocará la caída de los capullos florales. También es aconsejable utilizar la calefacción
directamente en el cultivo, a través de tubos que recorran los bancos del invernadero
(temperatura máxima 40ºC.) e incluso es recomendable, al objeto de evitar la aparición de
“Botrytis”, por exceso de humedad.
2.3 Equipamiento del invernadero: Instalación de CO2
It is advisable to enrich the atmosphere with CO2 because of the beneficial effect it has on
the growth and flowering of lilies. The crop is sturdier, greener and there is less risk of bud
drop. The gas is supplied from burners, from the central boiler or from pure CO2. The
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treatment is applied as soon as it starts to get light in the morning and continues for a
number of hours or even the whole day, provided all ventilators and doors of the greenhouse
are closed or ventilation is kept to a minimum and there is sufficient light available for
assimilation.
With assimilation lighting enrichment can continue for 24 hours. For proper control of CO2 it
is necessary to regularly check the levels by using simple gauges.
There must be optimum combustion to prevent damage to the crop by CO2 and ethylene,
and a safety device is required to indicate any possible defects quickly.
2.4 Equipamiento del invernadero: Sistemas de riego
Para un adecuado cultivo, deberemos de instalar un sistema de riego por aspersión, al
objeto de que éste sea uniforme. Es necesario a tal fin, llevar a cabo un control, ya incluso
antes de la plantación. La falta de agua o el exceso, puede provocar alteraciones en el
crecimiento de las plantas, como disminución de la longitud de la vara, e incluso en el caso
de algunos cultivares (variedades) sensibles, una deshidratación del capullo floral. Se
aconseja la aplicación del riego por aspersión, por encima del cultivo, ya que se garantizará
un reparto más homogéneo, y se podrá llevar a cabo la aplicación de la humidificación en el
caso de producirse una bajada de humedad ambiental, que perjudicaría al cultivo. Una vez
que el cultivo, se ha desarrollado adecuadamente, el sistema foliar de las plantas se hace
muy tupido, por lo que deberemos de aplicar un sistema de riego por nebulización o por
goteo. De esta forma, los cultivos de gran desarrollo y compactos, tienen sobre todo en los
meses invernales, menos posibilidades de roce. Además en estos casos, el cultivo no se
humedece, o se humedece menos, reduciéndose los ataques de Botrytis en el mismo. Esto
es muy importante, en aquellos cultivares (variedades) que sean sensibles o muy sensibles
a la Botrytis, así como en determinadas regiones o en épocas del año que se presenta una
humedad ambiental relativamente alta. Deberemos de tener presente varios datos técnicos,
así como unas condiciones de riego por nebulización directamente sobre el cultivo.
• Una distancia de conducción hídrica de 1,60 a 2,15 m.
• Una distancia entre aspersores de un mínimo de 1,00 m.
• Un suministro de agua por aspersor, de aproximadamente 4 litros por minuto.
• Una presión, en la aspersión de 1,5 a 2 bar. (Kg/cm2.) de unidades de presión.
• Una presión de agua de riego de 1 a 400 micrón.
Se desaconseja en todo momento, una fuerte irrigación, ya que causará deterioros en la
infraestructura.
2.5 Equipamiento del invernadero: Refrigeración del suelo
En las épocas de desarrollo del cultivo, con altas temperaturas en el suelo, sé puede
mantener la temperatura del mismo, a un nivel bajo, utilizando la refrigeración por el suelo,
desde la plantación hasta el momento en que sé hayan formado las raíces del tallo (raíces
que aparecen entre el bulbo y la superficie de la tierra). El sistema, consiste en la colocación
de cuatro tubos de propileno por banco de cultivo, a una profundidad de +-45 cm. Para
alcanzar una temperatura baja, deberemos de utilizar el agua refrigerada o de un manantial
(pozo) frío. De esta manera, conseguiremos un desarrollo y crecimiento más lento, lo que se
traducirá en un cultivo con más desarrollo, y por lo tanto con más calidad.
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2.6 Equipamiento del invernadero: Equipo de la iluminación
La falta o disminución de la luz (radiación), causa en las plantas un crecimiento deficiente,
lo que provocará en el caso de los liliums, una caída de los capullos o disminución de los
botones florales, así como un cultivo menos vigoroso, un color de hojas más claro y una
reducción del tiempo de conservación como flor cortada. Por lo que para lograr capullos
florales y tallos de calidad, las plantas de liliums, deberán de recibir la suficiente cantidad
de luz, para su óptimo desarrollo. En invierno, y en condiciones de escasa luminosidad, los
capullos florales pueden palidecer y desprenderse desde el momento en que alcancen entre
1 a 2 cm., hasta el momento de la recolección.
Dentro de la gama de los liliums, el grupo de los híbridos Asiáticos, son los más sensibles a
la caída del capullo floral, con diferencia entre los distintos cultivares (variedades) de los
híbridos Longiflorum, que son ligeramente más sensibles, y el grupo de los híbridos
Orientales, que son los menos sensibles. En los cultivos desarrollados durante el invierno,
según las situaciones geográficas (longitud y latitud), y el clima local, se deberá de cuidar
que el invernadero sea lo más transparente posible, evitando construcciones u objetos que
hagan sombra. Además deberemos de tener en cuenta, que el uso de pantallas, e incluso de
túneles de plástico en el interior del invernadero, puede empeorar de forma considerable la
absorción de luz, tan necesaria en dichos meses, además debemos de recomendar que en
dicho período invernal, se cultiven variedades menos sensibles a la luz y se debe de
procurar una menor densidad de plantación.
La potencia mínima de luz en el invernadero, debe de ser para los híbridos Asiáticos de 300
wh/m2. o de 190 Joules/cm2/dia (PAR=Photosynthetically Active Radiation).
En el caso de que la luz diurna, a pesar de estas precauciones, necesite ser complementada
con una iluminación de asimilación, deberemos de comenzar administrando luz
complementaria a partir del momento en que el capullo floral, tenga entre 1 a 2 cm. en
general, y a tal fin se utilizan lámparas de 400 watios SON-T-lamp, por cada 10 m2. de
cultivo, con reflectores especiales. Para una mayor información, deberán de dirigirse a su
proveedor o a los servicios técnicos locales (en determinados países).
Grupo de Lilium Periodo
Horas/día Inicio de la
luminosidad
Final de la
luminosidad
Híbridos
Asiáticos y L/A
híbridos
15.10-15.3 20-24
botón 1 cm.
Híbridos
Orientales
5.10-15.3
desde la brotación
final de producción
hasta la producción y
16-Oct
final de producción
6
desarrollo
Híbridos
Longiflorum
1.12-15.1
16-Oct
Desde la emergencia botón 1cm/2-3
cuando las hojas se semanas antes hasta
abren
la recolección
Período de iluminación, número de horas y estado del cultivo, con iluminación en caso
necesario.
2.7 Equipamiento del invernadero: Asimilación de la luz
Insufficient light (radiation) results in inadequate growth in plants and in lilies this manifests
itself in bud drop, a weaker crop, a lighter foliage colour and a shorter vase-life. Lilies
particularly need sufficient light for satisfactory development of flower buds. During the
winter, in light deficient conditions, from the time flower buds reach the 1 cm - 2 cm stage up
to harvesting, buds may turn white and fall off (bud drop).
The Asiatic hybrids are the most susceptible cultivars to bud drop, but there are large
differences between cultivars. Longiflorum hybrids are clearly less susceptible and Oriental
hybrids are the least susceptible.
For winter cultivation, depending on latitude and regional climate, growers must ensure
satisfactory light admission in the greenhouse and not use a greenhouse which is shaded by
its surroundings. Growers should also be aware of the fact that the use of screens, including
screens of plastic film, will cause a considerable loss of light penetration into the
greenhouse. Furthermore it is advisable to use during the winter months cultivars less
susceptible to a lack of light and to plant bulbs wider apart.
The minimum light density in the greenhouse for Asiatic hybrids is 300 wh/m2 or 190
Joules/cm2/day (PAR = Photosynthetically Active Radiation). However, should daylight need
to be supplemented with assimilation lighting this should begin from the 1 cm - 2 cm bud
stage.
The table sets out for each lily group the periods in which natural light is insufficient, the
number of lighting hours needed per day and the cultivation phase during which
assimilation lighting is required.
Usually assimilation lighting is provided by using one 400 Watt SON-T-lamp fitted with
special reflectors per 10 m2. For additional information on these lamps, please consult your
local information advisory service or your supplier.
2.8 Equipamiento del invernadero: La iluminación como prolongación de la luz diurnal
La duración de la luz diurna, influye sobre la floración de los liliums. En un determinado
número de cultivares (variedades), se puede adelantar la floración mediante la prolongación
artificial de la luz diurna en un período de días cortos. Estos cultivares (variedades),
sensibles a la prolongación de la luz diurna, pertenecen al grupo de los híbridos Orientales,
y se caracterizan porque la duración de su cultivo se sitúa en más de 100 días, en el caso de
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un cultivo de primavera con bulbos frescos (de cosecha inmediata, sin congelar). La
prolongación artificial del día, se recomienda solamente para los cultivos de primavera de
bulbos de nueva cosecha. Si se aplica, la prolongación artificial del día en el otoño, se
consigue la reducción en la duración del cultivo, entre otras razones, porque los liliums de
por sí, crecen más rápidamente, por lo que la robustez de los tallos se resienten.
La forma de aplicar la luz diurna hasta 16 horas, se lleva a cabo a partir del momento en que
el 50% de los vástagos florales de los liliums hayan salido, después de 6 semanas, o en el
momento en que comienzan a vislumbrarse los capullos florales, en el interior de las
inflorescencias aún sin abrir, de esta manera, conseguiremos la prolongación de la luz
diurna, iluminando antes de la salida del sol o posteriormente a la puesta, con bombillas
(potencia aproximada de +-20 Watios/m2.), también existe la posibilidad de iluminar
cíclicamente (10 minutos de luz, 20 minutos de oscuridad), pero este método, suele dar un
resultado ligeramente inferior en la producción final.
Con la iluminación de prolongación de luz diurna, el cultivador, tiene la posibilidad de
adelantarse en primavera en el mercado, ofreciendo los liliums Orientales sensibles a este
tratamiento, más pronto que los demás cultivares (variedades). Sin embargo, la longitud de
la vara floral, puede ser algo inferior y también puede producirse una mayor caída de
capullos florales, a partir de una duración de la luz diurna de 16 horas o más. La aplicación
de la iluminación de prolongación de luz diurna, no tiene sentido, ya que las ventajas serían
mínimas.
2.9 Equipamiento del invernadero: Instalación de la pantalla
Desde la perspectiva del control del clima y ahorro de energía en el invierno, se debe de
recomendar el uso de una instalación de pantalla móvil, que en posición abierta, no quite
mucha luz, lo cual sería lo ideal, concretamente en primavera y otoño, esta opción ofrece en
comparación con una pantalla fija, la posibilidad de disfrutar al máximo de la luz exterior en
los días sombríos, lo que constituye una ventaja para el cultivo del lilium en la fase más
sensible a la falta de luz. Si las circunstancias de la luminosidad, se mantienen siempre por
encima del mínimo deseado, se puede colocar una pantalla fija a través de una capa de
“sombreado” (preferiblemente al exterior del invernadero) y que se pueda retirar en el otoño.
Durante las tres primeras semanas del cultivo, también se puede utilizar una pantalla fija,
siendo preferible la utilización de una que permita la penetración de la humedad ambiental.
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3. Suelo y agua de riego
3.1 Suelo
Es prácticamente posible llevar a cabo cultivos de liliums en todos los tipos de suelos,
siempre que posean una buena estructura y una correcta permeabilidad del mismo, durante
todo el período de cultivo, en especial para la capa superior, en donde se encuentran los
bulbos, que es donde se desarrollan las raíces. Los suelos ligeramente pesados o muy
arcillosos, son los menos recomendados para dicho cultivo, pero se pueden mejorar, y
convertirlos en suelos apropiados. Para ello se deberá de mezclar a una profundidad de 30
cm. con un buen sustrato, rico en humus, de esta forma, conseguiremos una capa
superficial ligera, y a su vez con suficiente capacidad de retención de humedad, por lo que
también en estos suelos, se podrá asimilar el oxígeno, de una forma adecuada. Además del
agua y de los elementos nutritivos, el oxígeno, es un elemento indispensable en el suelo
para lograr un sistema radicular de los bulbos, sano y abundante, lo cual repercutirá, sin
duda alguna en la calidad de la flor. Deberemos de evitar los suelos sensibles al
apelmazamiento, para ello deberemos de cubrirlos con una capa, por ejemplo: paja de arroz,
cascarillas del mismo, hojas secas, turba de jardín, etc.
3.2 Ph
Resulta de gran importancia, mantener un pH adecuado en el suelo (grado de acidez), para
garantizar el desarrollo de las raíces de las plantas de liliums y asegurar una asimilación
correcta de los elementos nutritivos, así por ejemplo, un pH demasiado bajo, causará una
asimilación, en exceso, entre otros elementos de: manganeso, aluminio y de hierro,
mientras que un pH demasiado alto, causará una asimilación en exceso, entre otros
elementos de: fósforo, manganeso y de hierro (véase Capítulo IX, Deficiencias nutritivas),
así como de otros nutrientes.
Se recomienda mantener un pH entre 6 y 7 para los híbridos Asiáticos, híbridos Longiflorum
y los híbridos L/A, y con un pH entre 5,5 y 6,5, para los híbridos Orientales.
Para conseguir, una reducción del pH, se debe de mezclar en la capa superior del suelo,
productos que provoquen una bajada del mismo, como son los productos orgánicos,
procedentes de turberas. En caso de utilizar abonos químicos, deberemos de aportar, los
que bajen el pH, así como los que contienen amónio.
Para aumentar el pH del suelo, podemos utilizar abonos calcáreos o calcáreos con magnesio,
que deben de mezclarse bien en la tierra, antes de llevar a cabo la plantación. En el caso de
un pH muy bajo, se debe de llevar a cabo un período de espera, de al menos una semana
después de haber aplicado el producto. Durante el cultivo, es preferible aplicar abonos
nitrogenados, para aumentar el pH.
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3.3 Drenaje
Los liliums, no son plantas de profundas raíces, sin embargo se requiere de todas formas,
disponer de una capa, de al menos 40 cm. de suelo, bien drenado, sobre todo si lo tenemos
en cuenta entre un cultivo y otro. Muchas veces se tendrá que regar abundantemente el
suelo, para bajar el contenido de sales en el mismo.
3.4 Sensibilidad a la sal
Dicho cultivo pertenece a los que les afecta la sal, por ello altas concentraciones de sal
frenan la absorción del agua procedente de las raíces y por consiguiente el crecimiento y el
desarrollo del cultivo en general.
El contenido en sal, así como su influencia, es debido a tres factores:
1. el contenido de sal del abono orgánico.
2. el contenido de sal del agua de riego.
3. el nivel de nutrientes de la cosecha anterior.
Por todo ello, se deberá de llevar a cabo un análisis de tierra, al menos seis semanas antes
de la plantación de los bulbos, con el objeto de conocer, las causas de la acidez, el
contenido total de sal y de cloro, así como del nivel nutritivo del suelo y su contenido de sal,
que no podrá superar los 50 mg/l. En el caso, de que el contenido de sal o de cloro, sea
mayor, deberíamos de regar abundantemente el suelo para bajar los niveles, y evitar
deteriorar la estructura del suelo. Por ello, debemos de evitar utilizar abonos orgánicos
demasiado salinos, así como abonos en cantidad, con fertilizantes o con productos
artificiales al mismo tiempo.
3.5 Abono de reserva
Al objeto de tener un buen conocimiento de los niveles de elementos en el suelo,
deberemos de tomar muestras mucho antes de llevar a cabo el cultivo. Dependiendo de la
estructura del suelo, nutrientes y nivel de salinidad, deberemos de incorporar materia
orgánica que haya fermentado durante un tiempo adecuado, por ejemplo un metro cúbico
de estiércol de ganado vacuno, fermentado por cada 100 m2. de superficie, antes de llevar a
cabo la plantación. Deberemos de tener mucho cuidado, a la hora de incorporar estiércol
fresco, ya que puede ocasionar quemaduras en las raíces. En suelos más pesados y con un
elevado porcentaje de humus, el estiércol suele tener un efecto negativo, sobre la estructura
del mismo, porque hace que se apelmace. En estos casos, es preferible aplicar turba de
jardín, ya que el estiércol fresco, suele ser en la mayoría de los casos muy salino. Los liliums,
no necesitan muchos elementos nutritivos, sobre todo en las primeras tres semanas de su
cultivo, ya que durante ésta fase, lo que verdaderamente es importante, es que se desarrolle
bien el sistema radicular, evitando todo posible daño por las sales. En el caso de suelos
pobres, los elementos nutritivos (a la vista de los resultados de las muestras del suelo), se
deberán de esparcir: fosfato y potasa, bajo la forma de abonos simples, ya que estos, no se
podrán aplicar durante el cultivo, puesto que los liliums, suelen sufrir daños por el flúor, que
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se manifiesta por unas quemaduras en las hojas (particularmente en suelos con un pH bajo).
Por tanto, no deberemos de aplicar abonos con contenido alto en flúor, como son los
superfosfatos. Es mucho más recomendable, los abonos pobres en flúor, como el fosfato
cálcico doble.
3.6 Agua de riego
También el contenido en sal (EC) del agua de riego contribuye al contenido total de sal en el
suelo, y por lo tanto, deberá de ser bajo: 0,5 mS/cm. o más bajo. El agua de lluvia, cumple
este requisito, con un EC de más o menos 0,1. En el caso del agua de manantial (pozo) o de
superficie el EC puede aumentar considerablemente por el consumo progresivo o durante
los meses de verano. El contenido máximo de cloro, que se permite en el agua de riego para
invernaderos, es de 50 mg.
Por lo tanto, no estará de más controlar regularmente el contenido en sal y del cloro del
agua de riego. En el caso, de que a pesar de todo se deba de regar con agua que no cumpla
estas características, debemos de mantener el suelo con una humedad continua para evitar
un aumento de la concentración de sales, que se producirían si el suelo llegase a secarse.
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4. Medidas generales de cultivo
4.1 Llegada de los bulbos
Inmediatamente a la llegada de los bulbos, se deben de plantar en un suelo ligeramente
húmedo, tanto si se trata de bulbos que no han sido congelados (nueva cosecha:
Diciembre-Enero-Febrero) o de bulbos que han sido ya descongelados para una plantación
inmediata, el día de la llegada o al siguiente.
Los bulbos congelados se deben de descongelar con toda precaución (nunca colocados al
sol) a una temperatura de 10ºC a 15ºC., con el plástico abierto. Si se descongelan a
temperaturas más elevadas, provocaremos una pérdida de la calidad. Los bulbos que hayan
sido descongelados no podrán nunca ser congelados de nuevo porque existirá la
posibilidad de provocarles daños por heladas. En el caso de que los bulbos hayan estado
congelados, no se deberán de plantar inmediatamente, se deberán de conservar con el
plástico abierto y con una duración máxima de dos semanas, a una temperatura de +0º a
+2ºC. y durante una semana a una temperatura de +2º a +5ºC. Temperaturas de
conservación más altas, así como tiempo de conservación más largos, causarán un
crecimiento no deseado de los vástagos, y en el caso de que no estuvieran bien embalados,
se produciría un desecamiento de los bulbos. Esto causará un desarrollo deficiente del tallo,
así como una reducción en la calidad de la flor, además puede darse el caso de que la
temperatura en el interior de las cajas a partir de un momento determinado, suba muy por
encima de la temperatura ambiental, a causa de la respiración acelerada de los bulbos.
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4.2 Calibre del bulbo
Cuando se planta un bulbo de lilium, el resultado final, dependerá de los calibres, así como
de las condiciones favorables que se registren. Esto sería en el caso de las plantaciones en
el período de diciembre hasta marzo inclusive, en condiciones de poca luz (invierno), o en
períodos con altas temperaturas como las que se dan en las plantaciones de verano, en la
que se deberán de utilizar calibres mayores. Hay que tener en cuenta, sin embargo que los
calibres mayores de los bulbos, puede aumentar la posibilidad de quemaduras en las hojas
de ciertos cultivares (variedades) de los grupos de híbridos Asiáticos e híbridos Orientales,
el calibre del bulbo a elegir, también depende de la calidad de la flor deseada. En general se
puede decir que cuanto más pequeño es el calibre del bulbo, menor cantidad de capullos
florales por tallo obtendremos, menor longitud del mismo y menor peso de la planta. En la
tabla que sigue, se indican los calibres de los bulbos que pueden utilizarse en cada grupo
de liliums.
Grupo
Híbridos Asiáticos
Calibre del bulbo.
9-10 cm., 10-12 cm., 12-14 cm.
14-16 cm., 16 cm. y más
Híbridos Orientales
12-14 cm., 14-16 cm., 16-18 cm.
18-20 cm., 20-22 cm., 22 cm. y más
Híbridos Longiflorum 10-12 cm., 12-14 cm., 14-16 cm.
16 cm, y más
Híbridos L/A
10-12 cm., 12-14 cm., 14 cm. y más.
4.3 Lugar de cultivo
El cultivo del lilium para flor cortada, se lleva a cabo normalmente en invernaderos de cristal,
placa o plástico, directamente en el suelo o en cajas.
La posibilidad de plantar liliums al exterior, solamente se puede llevar a cabo en regiones
con clima favorable, y según meses del año. Durante el período de cultivo, se deben de
tener en cuenta, posibles problemas que pueden presentarse: como fuertes vientos, granizo,
heladas y exceso de humedad que provocarán enfermedades (Botrytis).
Los cultivos al aire libre requieren un adecuado sustrato, que sea compacto y haga que los
tallos de la planta sean fuertes, así como permitir a través del sustrato un buen drenaje que
haga que los sistemas de riego funcionen adecuadamente en los meses de verano. Para ello,
también deberemos de elegir el cultivar (variedad) adecuado, para estos meses.
4.4 Plantación, profundidad y cobertura
Cuando se planta un bulbo de lilium, éste depende durante las primeras tres semanas de la
formación de raíces a partir de las que muestra el bulbo ya existentes en el momento de la
plantación, para una correcta absorción de agua, oxígeno y nutrientes, por ello es
importante comprobar que el bulbo que se plante, tenga raíces “vitales” y que no estén
enfermas ni resecas.
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Cuando los vástagos del lilium aparecen sobre el nivel del suelo, se desarrollan las
llamadas raíces del tallo, justo por encima del bulbo sobre la parte subterránea del tallo.
Estas raíces rápidamente sustituyen en un 90% a las raíces del bulbo en la tarea de
administrar la humedad y los alimentos nutritivos a la planta. Por lo tanto para obtener
liliums de excelente calidad hay que procurar un buen desarrollo de las raíces, y a tal fin se
deben de tener en cuenta los siguientes puntos:
• Solamente deberemos de plantar los liliums en suelos libres de enfermedades
(véase Capítulo IX).
• Hay que procurar que el suelo esté suficientemente fresco. Este punto hay que
tenerlo en cuenta con antelación en el momento de la plantación, previamente
habremos colocado las pantallas de sombreo, también deberemos de airear y se
tiene que utilizar agua de riego fresca. Inmediatamente después de la plantación, se
debe de cubrir el suelo con un material adecuado para evitar la radiación, el secado
y el deterioro de la estructura, añadiendo, por ejemplo: sustratos de macetas,
cascarilla de arroz, paja u otros.
• Si hace un tiempo caluroso solamente se debe de plantar por la mañana o al
atardecer.
• En el caso de temperaturas altas, deberemos de retrasar la plantación uno o varios
días.
• Debemos de evitar que se sequen los bulbos a la hora de plantarlos, para lo cual, la
plantación la llevaremos a cabo desde las cajas, o sacando solamente pequeñas
cantidades de bulbos a la vez. Si se secan las escamas con las raíces del bulbo,
siempre se traducirá en una disminución de la calidad.
• Debemos de plantar los bulbos suficientemente profundos y en un suelo húmedo.
En invierno se requiere de 6 a 8 cm. sobre el bulbo en posición vertical y en verano
de 8 a 10 cm. Para evitar daños a las raíces del bulbo, éstos no se pueden colocar
con fuerza en la tierra.
4.5 Densidad de plantación
En la medida en que difiere el tamaño de la planta, oscilarán las cantidades a plantar, según
grupos, cultivares (variedades) y calibre del bulbo, también depende de la cantidad a
plantar, del momento de la plantación y de la clase de suelo en la que ésta se lleve a cabo.
Por ejemplo, se deberá de plantar a una mayor densidad para una floración durante los
meses de altas temperaturas en combinación con mucha luz, mientras que en períodos de
poca luz (invierno) o en circunstancias especiales de poca luz, deberemos de plantar a
mayor distancia, así como en suelos pesados. En suelos de buena calidad, o con bastante
turba, el cultivo producirá plantas más desarrolladas, por lo que en estos suelos se puede
plantar a menor densidad. En la Tabla 2, se indican por cada grupo de liliums, las
cantidades mínimas y máximas de bulbos por metro cuadrado.
4.6 Tutores para el
el cultivo
Según el período de cultivo y el cultivar (variedad), puede ser necesario colocar tutores a las
plantas con apoyos durante el período de cultivo, por lo que será siempre necesario
colocarlos durante los meses de cultivo, al menos para los cultivares de una longitud
comprendida entre 80 y 100 cm. En el caso de que a la hora de llevar a cabo la recolección,
se rompan manualmente las ramas, en lugar de cortarlas, en este caso, también serán
14
necesarios los tutores, al objeto de que las demás ramas no se venzan. El método usual de
colocar tutores, se lleva a cabo con mallas que poseen unas rejillas entre los hilados, al
igual que se emplean en el cultivo de crisantemos para flor cortada, elevándose las mallas,
a medida que crezcan las plantas.
4.7 Riegos
Previamente a la plantación, y con unos días de antelación se debe de humedecer el suelo,
al objeto de que la formación de raíces del bulbo se pueda llevar a cabo inmediatamente
después de la plantación. Tras la plantación se debe de regar abundantemente,
distribuyendo el agua de forma fragmentada, efectuando varios riegos con el fin de evitar
que el suelo se apelmace y se deterioren sus estructuras. El objetivo que se persigue, es que
los bulbos se ajusten bien al suelo, así como las raíces. Por ello, es aconsejable llevar a
cabo controles, ya que en dichos momentos las raíces del tallo se van a desarrollar en la
capa superior del bulbo, bajo el suelo, por lo que deberemos de mantener una humedad de
manera continua en el mismo, no obstante hay que evitar el exceso de humedad, ya que
perjudicaría el suministro de oxígeno a las raíces, y por lo que perjudicaría el buen
funcionamiento de las mismas, dependiendo de la cantidad de agua, clase de suelo, clima
dentro del invernadero, cultivar (variedad), desarrollo del cultivo y del contenido de sal en el
suelo. En períodos secos, el consumo de agua, puede alcanzar los 8 a 9 litros por metro
cuadrado y por día. Un buen indicador del grado adecuado de humedad del suelo, se
manifiesta cuando se aprieta el suelo con la mano, en el caso de que la humedad del suelo,
sea el adecuado, apretando la tierra, no se libere agua, pero la tierra, permanece compacta.
Debemos de regular de forma general, que el reparto del agua a través de la instalación de
riego por aspersión sea uniforme. Es preferible regar por la mañana temprano para que el
cultivo se encuentre seco a la caída de la tarde. Si fuera necesario deberemos de poner en
marcha la calefacción o airear el invernadero para evitar los ataques de Botrytis.
4.8 Control de las malas
malas hierbas
Solamente deberemos de aplicar productos químicos contra las malas hierbas, cuando no
haya otra alternativa. Es preferible eliminar las malas hierbas manualmente o evitarlas,
desinfectando el suelo antes de llevar a cabo el cultivo (por medio de vapor de agua o por
inundación) en el caso de utilizar productos químicos, siempre deberemos de tener mucho
cuidado, al objeto de evitar daños al cultivo. Debemos de llevar a cabo tratamientos, a la
caída de la tarde, siempre sobre un cultivo seco, utilizando 5 litros de agua por 100 metros
cuadrados, a la mañana siguiente, deberemos de regar en abundancia para limpiar el
cultivo del herbicida, al objeto de evitar daños por contacto. Hay que tener en cuenta que
estos productos son muy resistentes, por ello recomendamos limitar su frecuencia de
aplicación a un máximo de dos veces por año en el mismo lugar. Siempre deberemos de
estar muy bien documentados de la composición y uso de los herbicidas que apliquemos.
15
4.9 Control del cultivo
Es muy importante, llevar a cabo controles de forma periódica, durante el cultivo,
controlando en especial el suelo. Tres son los puntos más importantes que debemos de
tener muy en cuenta.
Suelo
lugares secos, EC., estructura, malas hierbas y temperatura.
Cultivo
estado general, color, Aphidos, Thrips, Botrytis y Pythium.
Invernadero
clima y tutores.
16
5. Clima en el invernadero
5.1 Temperatura: Introducción
En el cultivo de los liliums para obtener un producto de calidad, posee una gran importancia
conseguir una buena formación de raíces; desde este punto de vista, se debe de mantener
una temperatura baja al comienzo del cultivo (durante la formación de las raíces), de 12 a
13ºC y durante el primer tercio de la duración del mismo o un mínimo hasta que se hayan
formado las raíces del tallo, resulta adecuado y por lo tanto aconsejable. Temperaturas al
comienzo más bajas, alargarán innecesariamente la duración del cultivo, mientras que
temperaturas al comienzo, más altas de 15ºC., darán una flor de menor calidad. En este
sentido y durante los meses más calurosos, puede ser muy interesante llevar a cabo una
refrigeración del suelo. Una vez que haya transcurrido una tercera parte de la duración total
del cultivo, se debe eliminar esta refrigeración poco a poco.
5.2 Temperatura: Híbridos Asiáticos
Para lograr una buena calidad de las flores, deberemos de mantener durante el cultivo, una
temperatura de 14 a 15ºC., durante las 24 horas del día. Para obtener la máxima calidad
durante el día, se puede permitir que la temperatura, bajo la influencia solar, suba hasta
20ºC., y eventualmente hasta 25ºC. También la temperatura nocturna puede bajar entre 8 a
10ºC. (debemos de evitar un ambiente demasiado húmedo). De esta manera se puede
ahorrar energía en la primavera y en el otoño, manteniendo la calidad del cultivo. En el caso
de cultivos de poco desarrollo, así como cultivos de desarrollo normal, en los períodos de
poca luminosidad, se recomienda bajar las temperaturas a unas medias entre 14ºC/15ºC.
por 1ºC a 1,5ºC., respectivamente con el fin de obtener una mayor longitud o de evitar la
caída de los capullos florales.
5.3 Temperatura: Híbridos Orientales
Después del período de formación de las raíces, la temperatura óptima en el invernadero
deberá de estar comprendida entre 15ºC. a 17ºC. Sólo se podrá incrementar la temperatura y
será aceptable cuando esté comprendida entre 20ºC. y 22ºC., y eventualmente hasta 25ºC.
Temperaturas por debajo de los 15ºC., puede causar la caída de los capullos florales.
5.4 Temperatura: Híbridos Longiflorum
La temperatura óptima para el cultivo en invernadero, una vez transcurrido el período de
formación de raíces, es de 14 ºC. a 16ºC. Por la influencia del sol, se puede permitir que las
temperaturas suban entre 20ºC. a 22ºC.
En períodos sombríos, la temperatura en el invernadero se puede reducir entre 1ºC. a 1,5ºC.
Para evitar daños en las flores, por frío, debemos de mantener una temperatura, tanto
diurna como nocturna de 14ºC.
17
5.5 Temperatura: Información general
general
Mantener en el invernadero las temperaturas indicadas, no supondrá normalmente
dificultad alguna durante los meses finales del otoño, en invierno y principios de primavera,
sin embargo durante el verano, será mucho más difícil. Se tendrá que intentar acercar al
máximo la temperatura en el invernadero a las temperaturas recomendadas y para ello se
tendrá que controlar el clima desde antes de la plantación y durante el cultivo, a través de
paneles de humidificación, ventilación y agua de riego a baja temperatura. Las temperaturas
más altas, darán una menor longitud de las plantas y una menor cantidad de capullos
florales por tallo.
5.6 Humedad relativa
La humedad relativa ambiental, estará comprendida entre 80% y 85%. Lo más importante,
es evitar grandes oscilaciones y hay que procurar que los cambios sean paulatinos, cambios
bruscos pueden ocasionar un estrés en las plantas, y aparecer quemaduras en las hojas,
principalmente en el caso de cultivares (variedades) sensibles a ello. Para evitar estos
problemas, se debe de hacer uso de las pantallas de ventilación en su momento adecuado,
así como del riego.
En este sentido, cuando la humedad ambiental relativa del aire al exterior del invernadero,
resulta muy baja, lo que suele suceder en días muy calurosos o días muy fríos (heladas en el
exterior), no se podrá airear el invernadero repentinamente en el transcurso del día, por lo
que será mejor airear el invernadero por la mañana temprano, cuando la humedad relativa
ambiental en el exterior sea más alta. Tampoco sería correcto regar abundantemente
durante el día, si hay una humedad relativa ambiental en el invernadero baja. También en
este caso las horas más adecuadas para llevar a cabo el riego, será por la mañana temprano.
Si el tiempo es muy templado, sombrío, tranquilo y/o húmedo, muchas veces la humedad
ambiental relativa será muy alta; en este caso se tendrá que tomar las medidas adecuadas
para bajarla, poniendo en marcha a la vez la calefacción y la ventilación.
5.7 Ventilación
Es muy importante ventilar el invernadero desde el punto de vista del control de la
temperatura y de la reducción de la humedad relativa ambiental. Debemos de evitar que la
humedad provoque la aparición de quemaduras en las hojas y una pérdida de la calidad de
las flores cortadas.
5.8 Pantallas
Con ayuda de las pantallas, se puede controlar la temperatura, humedad relativa ambiental,
así como las condiciones de luminosidad en el invernadero. En los meses de alta intensidad
lumínica, la temperatura en el invernadero puede aumentar considerablemente, a pesar de
llevarse a cabo una buena ventilación. En tales circunstancias se debe de colocar pantallas
de sombreo, para evitar una producción defectuosa. Para ello, véase el Capítulo II
asimilación de la luz, iluminación como prolongación de la luz diurna e instalación de la
pantalla.
Durante los meses de verano, y en circunstancias de alta radiación solar, con la ayuda de las
pantallas de sombreo, se puede lograr una reducción, hasta de un 50% de luz en el caso de
cultivos con híbridos Asiáticos y Longiflorum, y hasta un 70% para los híbridos Orientales.
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5.9 CO2
El CO2, posee un efecto positivo en el crecimiento y floración de los liliums, debemos de
buscar una concentración entre 800 a 1000 ppm. Se recomienda una concentración de +2000 ppm. para los híbridos Longiflorum, ya que este grupo, consume niveles más elevados
de CO2.
19
6. Otros sistemas de cultivo
6.1 Las ventajas del cultivo en cajas
Cada vez más, dentro y fuera de los Países Bajos, se está incrementando el cultivo de los
liliums en cajas, las razones son las siguientes:
•
•
Un lugar adecuado para llevar a cabo los medios de cultivo, en los que se produzcan
la formación de raíces, de forma adecuada:
En el verano, y debido al control de temperaturas, que se deben de realizar, para
llevar a cabo una producción de calidad (existe la posibilidad de cultivar en verano
otras variedades, en especial: Star Gazer).
*.una disminución del período de cultivo en invernadero, lo que significa un mayor
rendimiento del mismo, en invierno, con el consiguiente ahorro de energía.
•
•
•
•
•
Una mejor distribución de las horas de trabajo.
Más posibilidades de llevar a cabo una planificación de los cultivos.
Facilita el control de enfermedades, debido al empleo de un nuevo sustrato (por
ejemplo, tierra preparada para macetas de interior).
Una notable mejora en la calidad de los cultivos, concretamente con el grupo de los
híbridos Orientales.
La posibilidad de ajustar el cultivo a un sistema respetuoso con el medio ambiente.
Además de las ventajas mencionadas, también debemos de señalar algunas desventajas,
como son, la necesidad de mayores recursos de trabajo y capital para el cultivo.
6.2 Cultivo en cajas: Sustratos recomendados
Como sustrato para las cajas, recomendamos el uso de un medio ligero y con capacidad de
retener la humedad. Un sustrato muy utilizado, es la tierra para macetas, mezclada con
turba, así como la adición de perlita (libre de flúor), con cascarilla de arroz esterilizada o
tierra de cultivo adecuada. Mezclas de turbas de calidad para los liliums, muy utilizadas son
las que poseen entre un 40 a 80% de turba negra, así como mezcla que haya sido preparada
durante el año para los liliums, en la que se haya añadido entre un 40% a 80% de turba
negra en polvo, así como entre un 60% a 20% de estiércol adecuado. El pH deberá de estar
comprendido entre 6 y 7. Como regla general, podemos afirmar que para aumentar el pH con
un factor 0,4, se deberá de añadir 1 kilo de carbonato cálcico por m3. de sustrato. Como
abono de reserva, se deberá de añadir a las mezclas de tierra preparada 0,5 Kg. de un abono
compuesto 12-14-24 (N-P-K), incluyendo microelementos por metro cúbico. En el caso en
que utilicemos tierra de maceta, para cultivos sucesivos, deberemos de desinfectarla, antes
de volver a utilizarla por medio del vapor de agua, o de un producto químico adecuado y
autorizado, así como con fungicidas adecuados. La reutilización demasiado frecuente se
desaconseja, ya que ocasionaría una pérdida en la calidad del cultivo por la aparición de
enfermedades y problemas de estructura del suelo. El compost deberá de tener cierta
humedad, para llevar a cabo la plantación.
20
6.3 Cultivo en cajas: Métodos de plantación
Normalmente, se emplean como cajas, el material en el que se conservan los
liliums/tulipanes. Estas cajas, deberán de tener como mínimo una profundidad
aproximadamente entre 12 a 14 cm. Se colocarán los bulbos sobre una capa mínima de 1 cm.
de sustrato de maceta, y se cubrirán con una capa de al menos 8 cm., por encima, a partir
de la punta superior del bulbo. En este caso, deberemos de tener presente, que cuanto más
espesa es la capa del sustrato, mayor será el "tapón" que se produzca durante el riego. La
tierra que se encuentra por debajo de los bulbos, tendrá menos importancia, ya que su
misión principal, es dar un apoyo a los bulbos y conservar las raíces que posee el bulbo, en
el momento de la plantación. La densidad de plantación, en las cajas, será la misma que
cuando se plantan directamente en el suelo del invernadero.
6.4 Cultivo en cajas: Lugar destinado a la formación de raíces
Las cajas se pueden colocar después de la plantación directamente en el invernadero o
durante una o más semanas en una cámara frigorífica, para la formación de raíces. A la hora
de apilar las cajas con los bulbos, deberemos de tener presente el largo de los vástagos al
brotar y permanecer en la cámara determinadas semanas, que se producirá con
temperaturas determinadas. Cuando se trasladan semanalmente al invernadero las cajas en
grupos, para ultimar su floración, deberemos de tener presente las temperaturas del
invernadero, ya que si la temperatura es alta, diferentes partidas, pueden florecer al mismo
tiempo. Esto se puede evitar manteniendo una temperatura durante la formación de raíces
de 10ºC. la temperatura en el interior del espacio destinado a la formación de raíces, puede
diferir desde los -0,5ºC. en cuyo caso, el desarrollo sufre un paro total, hasta los 12ºC. a 13ºC.
Esta última temperatura es la más adecuada para lograr un buen desarrollo y rápido de las
raíces. En este caso, las cajas pueden ser trasladadas al invernadero unas 3 a 4 semanas
después de la plantación. El vástago visible en ese momento, no debe de tener más de 8 a
10 cm.
6.5 Cultivo en cajas: Procedimientos de cultivo
Una vez que las cajas hayan sido trasladadas al invernadero, deberemos de prestar mucha
atención al riego. Ello es debido, a que el sustrato que se encuentra en las cajas se seca con
mucha rapidez, por lo que necesitan un riego más regular: la tierra debe de permanecer
ligeramente húmeda de una manera continua. Los sistemas de riego por goteo, son muy
útiles para este fin. En cuanto a las demás medidas para el cultivo, deberán de ser las
mismas que se exponen en el cultivo directamente en suelo con sustrato adecuado en el
invernadero.
6.6 Cultivo al exterior: Introducción
Se pueden cultivar también los liliums al exterior, para un cultivo anual o pluri-anual. Los
resultados entonces, dependerán de las circunstancias climatológicas y de la clase de
sustrato, así como de la tierra (las tierras más pesadas, desarrollan un cultivo más corto), y
de las variedades elegidas. La decisión de optar o no por un cultivo pluri-anual de los liliums,
dependerá del tipo de suelo (tierras más ligeras, producen un crecimiento del bulbo más
limitado), así como del coste de los bulbos, ya que en caso de bulbos de bajo coste, se
21
pueden plantar todos los años. La elección de los cultivares (variedades), dependerá del
tipo de suelo, los suelos más pesados darán una menor longitud del tallo floral, por lo tanto
habrá que utilizar cultivares (variedades) que se desarrollen más. También debemos de
tener presente, la sensibilidad de los cultivares (variedades) a la Botrytis, así como la
manera de aplicar durante el cultivo, las pantallas de sombreo, para alcanzar más altura los
tallos florales. Lo cultivares (variedades) de corto desarrollo, no son adecuados para un
cultivo al exterior.
6.7 Cultivo al exterior: Momento de la plantación
Preferentemente se debe de llevar a cabo la plantación a partir de la primavera, en el
momento en que no se esperen heladas nocturnas fuertes. La fecha de plantación más
tardía, dependerá del clima durante el período de cultivo que se dé en cada lugar, debemos
de cosechar antes de que por ejemplo, la temperatura durante las 24 horas no baje de los
11ºC., para los híbridos Asiáticos y de 13ºC. para los híbridos Longiflorum. Experiencias, nos
han demostrado que en el caso de un cultivo pluri-anual, es mejor plantar estos en la
primavera. La calidad del cultivo en el segundo año será mejor. Las plantaciones a finales
de otoño, solo podemos plantarlas, en el caso de que no existan riesgos de heladas durante
el invierno, así como la seguridad de que no haya peligro de heladas nocturnas, al brotar las
plantas en la primavera. En suelos ligeramente secos, y en el caso de que los liliums broten,
incluso con heladas nocturnas ligeras (-1ºC. y más bajas), deberemos de mantener el suelo
más húmedo y deberemos de regar el cultivo más a menudo, durante el período de heladas
nocturnas. A temperaturas de -5ºC, se producirán daños, a pesar de los riegos.
6.8 Cultivo al exterior: Métodos de plantación
Se prefiere utilizar bulbos de calibres mayores, siempre y cuando el cultivar (variedad) no
sea sensible a las quemaduras de la hoja. Esto es válido también para un cultivo pluri-anual,
ya que de esta forma, nos aseguramos una buena calidad de los tallos, incluso en años
sucesivos de cultivo. Si se plantan los bulbos durante un tiempo caluroso y dependiendo
del cultivar (variedad), así como del calibre, existirá una mayor posibilidad de tener al año
siguiente "dobles yemas". La profundidad de plantación para los bulbos al exterior, estará
comprendida entre 10 a 15 cms.de tierra por encima de los mismos. La densidad de
plantación para el primer año, será un 10% más elevada que en el caso de un cultivo plurianual, que será entre un 15 a 20% más baja, con respecto a la densidad indicada para el
primer año en un cultivo en invernadero, así como del cultivar (variedad) y del calibre del
bulbo.
6.9 Cultivo al exterior: Otras medidas para el cultivo
El abonado será el mismo que apliquemos para el cultivo en invernadero. En caso de que no
fuera posible dosificar los productos de abonado a través del riego, deberemos de
administrar un abonado de reserva mayor o un abono a efectos de retardarlos siempre y
cuando el contenido en sales del suelo lo permita. Si es posible, se deben de colocar
pantallas durante el cultivo, al objeto de mejorar la longitud y la calidad del cultivo. Durante
el mismo, deberemos de prestar mucha atención al control de enfermedades,
concretamente a la Botrytis, pulgones y virus.
Para las demás medidas de cultivo, deberemos de consultar los Capítulos III y IV.
22
6.10 Liliums en maceta: Introducción
Otra de las aplicaciones de los liliums, es para el cultivo en macetas, para ser utilizados en
la ornamentación de casas, balcones, jardines y cementerios. Hasta hace poco tiempo, para
ello se utilizaban los liliums para flor cortada, con la aplicación de productos reguladores
del crecimiento, como paclobutrazol (Bonzi) y ancymidol (Reducymol) que se aplican con el
agua de riego, en pulverización o sumergiendo los bulbos, al fin de mantenerlos con un
corto desarrollo, siendo el óptimo entre 30 a 40 cms. Los resultados serán muy variables, ya
que influyen en el mismo, una cantidad de factores, entre los que destacamos: la fecha del
cultivo, sustrato empleado, temperatura de cultivo y las características de cada cultivar
(variedad). En la actualidad, existen una gran cantidad de cultivares (variedades) de liliums
de corto desarrollo obtenidas por mejoras genéticas (véase tabla 9, descripción de las
características de las variedades para flor cortada y para cultivos en maceta). Para el cultivo,
durante todos los meses del año, en la que en muchas variedades, no es necesaria la
aplicación de productos químicos reguladores del crecimiento, su cultivo, difiere poco de
los de flor cortada. Las medidas de cultivo específicas, son las que seguidamente
exponemos.
6.11 Liliums
Liliums en maceta: Métodos de plantación
Métodos de plantación
Se pueden emplear diferentes calibres de bulbos para el cultivo en maceta. El calibre
óptimo, está en relación con el número de hojas totales del cultivar (variedad), que aparece
en la tabla que mostramos a continuación. En este caso, se ha llevado a cabo una diferencia,
según el grupo al que pertenece el lilium, el número de bulbos por maceta, la elección del
calibre que deberá de tener en cuenta el número mínimo de capullos florales por maceta,
que también se indica en la citada tabla. En la tabla 5, además del calibre del bulbo, se
indica el tamaño (diámetro) de la maceta, según empleemos 1,3 o 5 bulbos por maceta.
En el caso de plantaciones en verano y en otoño de los híbridos Longiflorum, así como de
sus tipos, deberemos de elegir calibres mayores. Como sustrato para el cultivo en macetas,
se deben de utilizar el que sea más ligero, que retenga bien la humedad y que esté libre de
enfermedades, manteniendo un pH entre 6 y 7. La tierra para la maceta (véase el Capítulo VI
del cultivo en cajas, apartado de sustratos recomendados), resulta muy recomendable
añadir un 30% de arena gruesa viva o perlita (libre de flúor). Como abonos de reserva, se
debe de añadir entre 1 a 1,5 kilos de Osmocote 14-14-14.(N-P-K) 1 a 2 Kg. de sulfato de
potasio con magnesio por metros cúbico. Los bulbos se deberán de colocar sobre una capa
de tierra de maceta, dirigiendo las narices (brote) hacia el borde exterior de la maceta, en el
caso de que coloquemos dos o más bulbos por maceta.
Seguidamente se llena toda la maceta con un sustrato adecuado y después de la plantación
se debe de humidificar abundantemente el sustrato de las macetas.
23
6.12 Liliums en maceta: Medidas de cultivo
Debemos de mantener el sustrato de la maceta suficientemente húmedo, durante el cultivo.
Se puede producir un amarilleamiento de las hojas, siendo las causas las siguientes:
características propias del cultivar (variedad) de que se trate, una falta de luz (demasiado
macetas por metro cuadrado), un cultivo con demasiada humedad o un ataque de Pythium.
En cuanto a las condiciones climáticas que se deben de mantener en el invernadero, serán
las mismas que en el cultivo de liliums para flor cortada (véase capítulo correspondiente).
Recientes investigaciones han demostrado que se puede obtener una reducción en la
longitud de la planta, manteniendo una temperatura nocturna más elevada en relación con
la temperatura diurna, este método de cultivo, se conoce por "Dif-methode". Si es posible,
deberemos de conseguir el mismo efecto, rebajando la temperatura diurna con relación a la
nocturna. Si rebajamos la temperatura diurna, durante las dos primeras horas después de la
salida del sol, ésta reducción posee un gran efecto sobre el desarrollo del cultivo
(reduciendo su longitud) mayor, que si aplicamos la misma reducción de temperatura
durante el día. En caso de querer aplicar dicho método, deberemos de tener presente que
para la planta, el día comienza con la salida del sol. No obstante aplicando este método se
debe de tener en cuenta también, las alteraciones provocadas por diversas circunstancias
climatológicas.
6.13 Liliums en maceta: Trabajos durante y después de la producción
En el momento en que los capullos inferiores muestren su color claramente, se puede
comercializar los liliums de maceta, la cadena de distribución deberá de ser lo más corta
posible para evitar la caída de los capullos de flor, a causa de la falta de luz, no es
aceptable el envío de los liliums en una fase previa a este momento de su desarrollo, ya que
en este caso se produce una mayor sensibilidad a la falta de luz. Para lograr una buena
presentación de los liliums en maceta, será importante tomar antes de su envío las
siguientes precauciones: procurar que la maceta tenga suficiente humedad y que esté
limpia, quitar las hojas amarillas que hubiera, colocar una etiqueta con una fotografía de la
variedad, así como indicar los consejos para su cuidado y colocarle un envoltorio atractivo.
También deberemos de estudiar la conservación de los liliums de maceta en una cámara
frigorífica, para lo cual deberemos de evitar un período más o menos largo. La temperatura
en la cámara frigorífica o durante el transporte debe de estar a un mínimo de +5ºC. Los
híbridos Asiáticos en su caso, se podrán conservar a +3ºC.
Aunque el desarrollo de las flores a dichas temperaturas, no se paraliza, temperaturas más
bajas ocasionarán que los capullos florales, una vez en el hogar del consumidor, no llegarán
a abrirse adecuadamente.
24
7. Recolección y tratamiento postpost-recolección
7.1 Floración y recolección
Para obtener unos buenos resultados en la recolección de los liliums, (que repercutirá en el
consumidor), es necesario que los liliums sean recolectados en su momento adecuado.
Antes de llevar a cabo la recolección de los tallos florales, con diez o más capullos, será
necesario, que al menos tres de ellos muestren su color. Los tallos con cinco a diez capullos,
deberán de mostrar al menos dos de ellos su color, mientras que los tallos con menos de
cinco capullos, deberán de mostrar al menos uno su color. La recolección antes de este
momento, es decir: más temprana, dará unos resultados de baja calidad, con flores no
formadas y pálidas, no abriéndose posteriormente todos los capullos florales. Por el
contrario, si la recolección se lleva a cabo con flores muy abiertas, pueden aparecer
problemas tras la recolección, así como durante la distribución de las flores, como
consecuencia de la emisión de gas etileno, producido por las flores ya abiertas. En caso de
necesidad, se pueden cortar las flores que estén muy abiertas, siempre que no desfigure el
tallo floral.
Durante la recolección, será mejor cortar los tallos que sacarlos con el bulbo. Sacar los
tallos causará daños a las raíces restantes, y en el caso de no haber colocado mallas de
entutorar, las plantas incluso podrán caerse. Por otra parte, los tallos florales de los híbridos
Orientales y Longiflorum, no se pueden extraer del sustrato, debido a su fuerte desarrollo
radicular. Es preferible recolectar los liliums por la mañana, al objeto de limitar su
deshidratación. Por el mismo motivo, deberemos de limitar el almacenaje en seco en el
invernadero, que como máximo será de 30 minutos.
7.2 Selección y confección de ramos
Una vez recolectadas los tallos florales, se seleccionan según el número de capullos de
florales que posea, la longitud, la fortaleza de los tallos, las posibles anomalías de las hojas
y de los capullos florales. Seguidamente se confeccionan los ramos, eliminando las hojas
de los 10 cm, inferiores del tallo. Esto se puede hacer manualmente o con una máquina
especial que quita las hojas, el hecho de quitar las hojas inferiores mejorará la presentación
y la duración de los liliums; esto último sucede, al haber una menor contaminación en el
agua por las hojas, eliminando también todas aquellas que presenten un aspecto
amarillento o dañadas. Una vez confeccionados los ramos y si se colocan en agua, se
deberá de llevar a cabo un corte en diagonal al final del tallo, colocándole el adecuado
envoltorio para su venta. Los envoltorios deben de proteger tanto los capullos de flor como
las hojas. Los trabajos de selección y de confección de ramos, también se pueden llevar a
cabo con determinada maquinaria, llamadas de manipulación de flores. Con este sistema,
se logra reducir significativamente la fase de manipulación (desde la recolección hasta el
momento en que se coloca la flor en agua), la misma puede durar un máximo de una hora, al
objeto de evitar su secado. Otra ventaja de utilizar la línea de manipulación de la flor, es que
los trabajos se lleven a cabo manteniendo el operario una posición correcta. En caso de no
poder seleccionar y confeccionar los ramos inmediatamente después de la recolección de
los liliums, es mejor colocarlos en la cámara frigorífica con agua limpia. Para los híbridos
Asiáticos se puede añadir al agua un producto que los conserve adecuadamente.
25
7.3 Conservación
En cuanto se hayan confeccionado las varas florales, debemos de colocar los liliums
inmediatamente en la cámara frigorífica con agua limpia. Se recomienda añadir al agua,
productos para conservarlas que posean tiosulfato de plata + GA3. (por ejemplo, 6 ml.
Chrysal A.V.V. + 1 tableta S.V.B. para 3 litros de agua) para los híbridos Asiáticos. El pretratamiento con tiosulfato de plata, puede causar algunos daños en los liliums de otros
grupos. La duración del tratamiento con productos determinados se llevará a cabo a una
temperatura, entre 2ºC. y 3ºC. con un mínimo de 4, hasta 48 horas respectivamente. Si no
fuera posible mantener el tratamiento durante 4 horas, se deberá de dar al menos una
duración de 2 horas en el lugar en donde se manipulan los liliums. De esta forma
mejoraremos la conservación de los liliums, porque los hace menos sensibles al etileno,
durante el periodo de comercialización. Dicha situación, se puede alargar hasta que el agua
adquiera un color oscuro, pudiendo aparecer al cabo de una semana. Si los liliums, han
absorbido agua y poseen bastante humedad, los podemos almacenar en seco en la cámara
frigorífica, aunque siempre será preferible mantenerlos en agua limpia. La temperatura
óptima para la conservación de los liliums es de 2 a 3ºC., y debemos de limitar el periodo de
conservación lo máximo posible, la mejor conservación, será sin duda alguna, aquella que
sea más corta. El híbrido Oriental "Star Gazer", en el caso de ser recolectado a una
temperatura en el invernadero de 30ºC o más, para conservarse seguidamente a una
temperatura entre 2 a 3ºC., una vez que sus capullos florales, muestren manchas marrones,
sobre su parte exterior de los pétalos, en dicho caso, la conservación de las flores del
cultivar (variedad) "Star Gazer" se deberá de mantener a una temperatura mínima de 4ºC.
7.4 Transporte
Para su transporte, se empaquetan los liliums en cajas perforadas, se deben de utilizar
estas cajas, para evitar una concentración demasiado densa del etileno producido por las
flores abiertas. El gas etileno, causa una maduración, así como un marchitamiento más
rápido, manifestándose negativamente, apareciendo las flores arrugadas, desprendimiento
de los capullos florales, así como una menor conservación de las flores cortadas. A la hora
de empaquetar los liliums, deberemos de tener la precaución de que las varas florales no se
encuentren mojadas, para evitar una posible fermentación, así como la formación de
hongos. Es necesario mantener para los liliums, una temperatura baja durante el transporte,
y que a su vez sea refrigerado (+2ºC. a +3ºC.), al objeto de asegurar el desarrollo de los
capullos florales y también para contrarrestar la influencia dañina del gas etileno. Si el
transporte se prevé que sea largo, recomendamos con insistencia, que se efectúe una prerefrigeración de las cajas (pre-cooling) antes de su envío. Después de su llegada al
mayorista o al detallista, se deben de colocar los liliums en agua limpia a una temperatura
de conservación entre 1º a 5ºC., no sin antes haber efectuado de nuevo el corte en diagonal
de la punta inferior del tallo.
26
8. Planificación y labores
8.1 Planificación
La planificación, será necesaria para obtener unos resultados óptimos en el cultivo, tanto en
la producción como en sus rendimientos económicos. A tal fin, resulta de gran importancia
llevar a cabo de antemano un buen estudio de las posibilidades de venta y de las
expectativas del precio final del producto. Una oferta regular de flores de diversos colores,
crea una buena demanda, sin embargo también se deberá poder disponer de una
producción suficiente de flores, para los momentos de un aumento puntual en la demanda
del mercado, por ello, deberemos de tener prevista una buena planificación, que además
servirá también para determinar las fechas adecuadas de suministro de los bulbos, al
objeto de no poseer espacios vacíos en los invernaderos, así como para llevar a cabo en el
transcurso del año, de la planificación de la mano de obra, lo más uniformemente posible.
Para lograr dicha planificación, deberemos de elaborar un esquema de plantación con 1 o 2
años de antelación. Una planificación temprana, le ofrece además al cultivador, la
posibilidad de solicitar con tiempo suficiente, cultivares (variedades) cuya oferta es limitada,
al objeto de poder elaborar los esquemas de plantación. Estos datos son muy importantes
al objeto de llevar a cabo un registro, que nos proporcionará la adecuada planificación de
los cultivos.
Datos importantes para llevar a cabo una adecuada planificación, son:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
la superficie neta disponible del invernadero o en el caso de cultivos al exterior, la
tierra cultivable disponible.
el cultivar (variedad) de que se trate, la duración del cultivo, sus características y el
hecho de que éste se pueda cultivar durante todo el año o no, así como si está
disponible durante todo el año.
la duración de conservación de los bulbos: los de reciente cosecha brotan y salen a
la superficie de una manera más lenta (+ - 2 semanas) y con menor regularidad que
los bulbos de una antigua cosecha.
el momento de aplicación de una posible desinfección general del cultivo.
la temperatura del cultivo deseada.
la densidad de plantación.
la fecha de plantación.
la fecha de la recolección.
el tiempo necesario para la preparación del suelo para una nueva plantación.
la mano de obra disponible, así como la requerida.
el rendimiento económico previsto.
27
8.2 Necesidades de mano de obra
Par llevar a cabo una planificación, son de gran importancia los datos acerca de los
requisitos de mano de obra del cultivo y concretamente de los diferentes trabajos
necesarios para el mismo. En la tabla 7, se da la adecuada información.
Requisitos de mano de obra
Para lograr una adecuada planificación, es muy importante tener presente los datos acerca
de los requisitos de mano de obra, cultivo, recolección, etc., es decir: todos los trabajos
necesarios para llevar a cabo el cultivo y recolección. En la tabla nº 7, se exponen los
diferentes trabajos, en porcentajes, para llevar a cabo un cultivo con las variedades que se
detallan.
Cerca del 50 al 60%, de la mano de obra requerida se distribuye durante la recolección y
trabajos posteriores, por lo que será necesario distribuir las producciones al objeto de evitar
unas necesidades de mano de obra "punta" demasiado acusada. La utilización de una línea
de manipulación de los tallos florales, significa un ahorro de +-15% en el trabajo de
recolección y manipulación.
28
9. Protección del cultivo y control de enfermedades
9.1 Desinfección del suelo: Introducción
El suelo debe de estar libre de agentes que provoquen enfermedades, esto se puede lograr
observando durante el cultivo las condiciones óptimas del mismo. Si a pesar de ello hay que
desinfectar el suelo, se puede llevar a cabo una desinfección general del mismo,
anualmente (caso ideal). Las posibilidades de desinfección disponibles son: aplicación de
productos químicos autorizados y la desinfección por medio del vapor de agua. Tanto en un
caso como en otro, los resultados vendrán determinados por la temperatura, duración y
concentración de los productos empleados.
9.2 Desinfección
Desinfección del suelo: Desinfección por vapor
En el caso de la desinfección por vapor de agua, se deberá de mantener al menos, un
mínimo de 1 hora, realizándolo a una profundidad en el suelo entre 25 a 30 cm., y la
temperatura deberá de estar comprendida entre 70 y 80ºC. La desinfección por medio del
vapor de agua, dará mejores resultados cuando se aplica desde el suelo hacia el subsuelo.
Prácticamente todos los problemas que se producen en el suelo, se pueden controlar de
esta forma, excepto el Pythium, que por lo general no se controla adecuadamente, por lo
que resulta necesario llevar a cabo un tratamiento complementario con productos químicos.
En suelos con una estructura muy limosa y con un pH bajo, la desinfección por medio del
vapor de agua, puede causar un exceso de manganeso. Si la aplicación del vapor de agua se
hace en un corto período de tiempo, en los casos de suelos muy secos, en el que el pH a
aumentado por una aplicación previa de calcio, limitará el exceso de manganeso.
9.3 Desinfección del suelo:
suelo: Desinfección química
La desinfección química será efectiva, en suelos a una temperatura mínima entre 10 y 12ºC.,
cubriendo el mismo con una película de plástico adecuada. Al cabo de 7 a 10 días, se puede
retirar el plástico. (en verano será suficiente con 3 días). Para la desinfección por medio de
este método, rogamos consulten las normas del fabricante del producto.
9.4 Tratamiento adicional del suelo
A causa de la rápida reproducción de los hongos de Pythium, los tratamientos anuales a
veces, no son suficientes, por lo que se deberá de llevar a cabo una desinfección
complementaria con un fungicida, antes de cada plantación como medida de previsión.
Todos los productos aplicados deberán de ser mezclados uniformemente por la capa
superior del suelo entre 10-15 cm. Al objeto de lograr una adecuada distribución de los
fungicidas, así como de sus aplicaciones en espolvoreo o en adecuadas mezclas, con arena
o en aplicaciones por medio de pulverizaciones, deberemos de emplear el agua tibia con un
amplio ángulo de aplicación, así como la adecuada profundidad en su aplicación. En todo
momento, deberemos de consultar con la firma fabricante de los productos, para una mejor
y más segura aplicación, para los suelos que hayan sido infectados por Pythium
29
Los productos aplicados, deberán de no producir ningún riesgo de infección. Los diferentes
compuestos, deberán de estar previamente tratados contra el Pythium. Será necesario y
efectivo, la aplicación de fungicidas durante el cultivo (véase problemas de putrefacción)
9.5 Tratamiento de los bulbos
La desinfección de los bulbos, se deberá de llevar a cabo, justo antes de la plantación, ya
que la desinfección inicial, se lleva a cabo, antes del envío de los bulbos por el proveedor.
La desinfección de los bulbos, no será tratado en el presente artículo.
9.6 Enfermedades causadas por hongos: Penicillium
Durante la conservación, pueden aparecer en las escamas unas manchitas, como
consecuencia de una putrefacción, en la que se desarrolla un moho, primero de color blanco
y más tarde azulado. Una vez que aparezca dicha enfermedad, la putrefacción se extiende
lentamente durante todo el período de conservación, también con bajas temperaturas (-2ºC),
la infección puede aparecer un poco más tarde y puede penetrar hacía el interior del bulbo,
por lo que se estropeará, y producirá una planta de mala calidad, pues no llegará a
desarrollarse. No obstante el crecimiento y desarrollo de la planta será normal, mientras que
el interior del bulbo, se encontrará intacto. La enfermedad una vez plantados los bulbos, no
se traspasa al tallo de la planta, y no llega a infectar otros bulbos.
Causa.
Dicha infección, es causada por el hongo Penicillium y aparece durante la conservación,
porque este hongo penetra en el tejido a través de las heridas.
Control
•
•
•
•
Debemos de evitar la deshidratación de los bulbos durante la conservación, y
debemos de procurar conservarlos a la temperatura más baja posible.
No se deberán de plantar los bulbos que muestren su base infectada.
Partidas con posibilidad de estar infectadas, se deberán de plantar lo antes posible,
preferiblemente durante los meses de diciembre a marzo (resultará más seguro su
desarrollo).
Antes y después de la plantación, el suelo deberá de estar suficientemente húmedo.
9.7 Enfermedades causadas
causadas por hongos: Bulbos y escamas podridos, y enfermedad del
Fusarium
Las plantas infectadas por la putrefacción del bulbo, así como por las escamas, llevan a
cabo un desarrollo lento y sus hojas muestran un color verde pálido. Bajo la superficie de la
tierra, las escamas del bulbo muestran manchas de color marrón en su parte superior, así
como en los laterales, justo en el lugar de unión al bulbo, entrando posteriormente en
putrefacción (putrefacción de las escamas). En el caso de que el fondo del bulbo, así como
en las escamas unidas a la base del mismo estén infectadas, se denominará putrefacción
del bulbo.
30
La enfermedad de los tallos manchados se reconoce porque las hojas inferiores, se vuelven
de color amarillo muy pronto, para pasar a tornarse de color marrón y caerse. En la parte del
tallo que se encuentra bajo la tierra, aparecen manchas de color naranja hasta tornarse a
marrón oscuro, y que posteriormente se extienden y pasan a la parte interior del tallo,
produciéndose una putrefacción y finalmente la planta muere antes de tiempo.
Causa.
La putrefacción del bulbo y de las escamas, así como de la enfermedad de los tallos
manchados, son causadas por el "Fusarium oxysporum" y "Cylindrocarpon destructans".
Estos hongos atacan a las partes de las plantas subterráneas en aquellos lugares en donde
aparecen heridas causadas por la ruptura de las raíces del bulbo, así como las del tallo
subterráneo que son ocasionadas por determinados parásitos. Los hongos pueden ser
transmitidos por los bulbos, pero las plantas pueden ser infectadas también desde el suelo.
Ciertos cultivares (variedades), son extremadamente sensibles a estas infecciones.
Control.
• Un suelo contaminado o que se sospecha que pudiera estarlo, deberá de ser
desinfectado, llevando a cabo una desinfección general del mismo (véase
desinfección general del suelo).
• Las partidas de bulbos ligeramente o poco infectados, se deberán de plantar
inmediatamente con temperaturas bajas en el suelo. Preferiblemente, sólo se
deberían de utilizar estos bulbos para plantaciones durante el período de diciembre
a marzo inclusive.
•
Durante el cultivo en los meses estivales, deberemos de mantener la temperatura
del suelo, así como del invernadero lo más alta posible.
9.8 Enfermedades causadas por hongos: Rhizoctonia
En caso de una infección ligera, los daños se limitan a las hojas más cercanas al suelo y a
las hojas inferiores verdes de la planta joven, las hojas muestran pequeñas manchas de
color marrón claro, de un aspecto irregular, por lo general la planta superará esta
enfermedad aunque sé resentirá en algo su crecimiento. En el caso de una infección fuerte,
las plantas saldrán al exterior con retraso, y su follaje será de color blanco, y las primeras
hojas del follaje exteriores estarán podridas o se marchitarán y se caerán, dejando una
cicatriz de color marrón sobre el tallo. Las hojas más jóvenes, así como el punto de
crecimiento, resultan por lo general dañadas, y el desarrollo de las raíces del tallo quedan
oprimidas en las plantas que sufren dicha infección. Como consecuencia las plantas
retrasan su crecimiento, y muchas veces o florecen mal o no florecen, porque los pequeños
botones florales se secan prematuramente.
31
Causa.
La enfermedad es causada por el hongo Rhizoctonia solani. Este hongo ataca a las plantas
sobre todo desde el suelo y posee una mayor actividad bajo circunstancias de humedad y a
una temperatura superior a los 15ºC. Este hongo también aparece en muchos otros cultivos
como tulipanes, iris, crisantemos y tomates, por lo que muchos de los suelos que se
emplean para el cultivo pueden estar contaminados por este hongo.
Control.
•
•
•
•
•
El suelo contaminado o que podría estarlo, debe de ser desinfectado, por medio de
una desinfección general del mismo (véase Capítulo IX, apartado de desinfección
del suelo). Después de haber desinfectado el suelo, se debe de tener cuidado
especialmente en los meses de verano con temperaturas altas en el mismo, para
que no se produzca una infección. A tal fin se requiere concretamente observar las
medidas higiénicas, y eventualmente se puede considerar el poder llevar a cabo una
desinfección del suelo complementaria.
En el caso de que no se pueda llevar a cabo una desinfección general del suelo y sin
embargo se sospecha, basándose en cultivos precedentes una posible infección,
entonces se debe de tratar el suelo antes del momento de la plantación para
controlar la Rhizoctonia (deberemos de trabajar la tierra incorporando los productos,
a una profundidad de 10 cm) antes de la plantación.
En plantaciones de verano (con temperaturas del suelo alrededor de los 16ºC.),
siempre es aconsejable llevar a cabo un tratamiento.
Deberemos de procurar que las plantas se desarrollen rápidamente, aplicando para
ello las siguientes medidas en el suelo: mantenerlo lo suficientemente húmedo y
plantar los bulbos con buenas raíces.
Deberemos de mantener la temperatura del suelo, lo más baja posible durante el
verano.
9.9 Enfermedades causadas por hongos: Phytophtora
Las plantas pueden padecer un retraso en su crecimiento (Phytophtora) pudiéndose
marchitar. En la base del tallo aparece una putrefacción por humedad de color verde oscuro
hasta marrón oscuro, putrefacción que se extiende hacia arriba. Las hojas se vuelven de
color amarillo, comenzando desde la base del tallo.
Esta putrefacción se manifiesta en primer lugar en la parte del tallo que se encuentra fuera
del suelo, por lo que el tallo cae o se rompe.
Causa.
Esta enfermedad es causada principalmente por el hongo Phythopthora nicotiana, pero
también puede ser causada por la Phytophthora parasítica. La Phytophthora no se conoce
en el cultivo de los bulbos holandeses, este hongo puede infectar a muchos otros cultivos y
por ello puede estar presente con facilidad en las tierras de cultivo. La enfermedad se
presenta sobre todo después del cultivo de tomates y gerberas, pudiendo subsistir durante
32
varios años en los suelos. Un suelo demasiado húmedo o en el caso de un cultivo con
demasiada humedad, con altas temperaturas (superiores a los 20ºC), favorece la aparición
de dicha enfermedad.
Control.
•
•
•
•
•
Debemos de llevar a cabo la desinfección de los suelos contaminados, llevando a
cabo una aplicación general (véase Capítulo IX apartado: tratamiento adicional del
suelo).
Una desinfección complementaria o un tratamiento durante el cultivo, tal y como se
aplican actualmente, controlaremos los ataques de Pythium, así como el control de
la putrefacción del pie.
Deberemos de procurar que el suelo tenga un buen drenaje.
Deberemos de evitar que el cultivo, después del riego, permanezca durante mucho
tiempo húmedo.
Deberemos de mantener la temperatura del suelo lo más baja posible durante el
verano.
9.10 Enfermedades causadas por hongos: Phytium
Aparecen en los bancos de cultivo, varias plantas manchadas con un mal desarrollo. Suelen
ser más cortas y las hojas tornan a un color amarillento por su parte inferior, siendo más
estrechas que las normales, su color es algo más apagado en su parte superior,
produciéndose una caída, en especial si se aparece una excesiva evaporación. Las plantas
muestran problemas de sequedad en los capullos florales, produciéndose durante el
invierno la caída de los capullos florales, y las flores se mostrarán más pequeñas, y en
muchos casos no llegarán ni siquiera abrirse, o no mostrarán un buen color. Cuando se
extraen los bulbos del suelo, se observa que las raíces del bulbo y del tallo, muestran un
aspecto transparente con manchas putrefactas de color marrón claro o están totalmente
podridas.
Causa.
Esta clase de putrefacción de las raíces, es causada por hongos del género: Pythium fungi
con Pythium ultimun, que son los más frecuente. Estos hongos, requieren por lo general
humedad y temperaturas entre 20 a 30ºC. para su desarrollo. El hongo subsiste tanto en el
suelo como en el interior y en especial al exterior de las raíces del bulbo. Unas
circunstancias de cultivo, menos favorables, como puede ser una deficiente estructura del
suelo, así como un suelo demasiado salino o demasiado húmedo, favorece una infección de
dicho hongo en las raíces.
Control.
•
•
Los suelos contaminados o que sean propensos a la contaminación deberán de ser
desinfectados, con productos adecuados (véase apartado de desinfección del suelo)
Antes de llevar a cabo la plantación deberemos de realizar una desinfección
complementaria (véase apartado de desinfección de suelo complementario)
33
•
•
•
•
Al comienzo del cultivo, deberemos de mantener una temperatura relativamente
baja en el suelo y deberemos de tomar las medidas correctas para el cultivo, durante
la duración del mismo.
El cultivo en cajas con sustrato de maceta a la que habremos añadido turba, limita la
incidencia de la aparición del Pythium, también posee el mismo efecto si aportamos
al suelo del invernadero sustratos de macetas.
Una vez que los bulbos han brotado y se espera una infección de Pythium,
podremos aplicar en los primeros riegos un fungicida adecuado para su prevención.
Si estos riegos los llevamos a cabo (aproximadamente 3 minutos) de forma
controlada aplicando un fungicida adecuado, su efectividad será mayor.
En caso de detectarse alguna infección, es aconsejable limitar la evaporación de las
plantas, manteniendo la temperatura del invernadero adecuadamente, así como la
temperatura del suelo lo más baja posible. Por medio de diferentes controles como
es la ventilación adecuada y la colocación de pantallas. Por lo demás, deberemos
procurar mantener el suelo húmedo.
9.11 Enfermedades causadas por hongos: Botrytis
En las hojas de las plantas, aparecen manchas pequeñas de color marrón oscuro de un
diámetro entre 1 mm. a 2 mm. En condiciones de humedad, pueden convertirse rápidamente
en unas manchas más grandes redondas u ovaladas, que destacan nítidamente; estas
manchas se observan en ambas caras de la hoja. El tejido infectado finalmente morirá (se
arruga y adquiere una textura como la del papel), la infección puede iniciarse en el centro de
la hoja, pero también en los bordes, por lo que las hojas se desarrollarán deformadas.
También pueden aparecer infecciones en el tallo, que si se extienden hacia las hojas por los
lugares infectados, éstas morirán. También pueden afectar a los capullos florales, los cuales
una vez infectados pueden pudrirse completamente o presentar malformaciones, los
capullos florales infectados en una fase muy temprana muestran protuberancias, sobre los
pétalos exteriores, que hace que las flores abiertas, sean muy sensibles a una infección que
se caracteriza por la aparición de pequeñas manchas acuosas de color gris, es el llamado
"fuego".
Causa.
El "Fuego", es una enfermedad causada por el hongo Botrytis elliptica. En condiciones de
humedad, la Botrytis elliptica, produce esporas que pueden invadir rápidamente las plantas
vecinas, por medio de la lluvia o del viento. En un cultivo sin humedad (riego adecuado), las
esporas no germinan, por lo que no producirán infecciones.
Control.
•
Deberemos de mantener el cultivo con su humedad adecuada, tomando las
siguientes precauciones:
a. En períodos de humedad, plantar a menor densidad.
b. Eliminar las malas hierbas.
34
c. Los riegos se deben de llevar a cabo por la mañana y ventilar
adecuadamente el invernadero. Es aconsejable regar exclusivamente sobre
el suelo, para mantener el cultivo sin masas de agua en sus hojas una vez
regado.
•
En el caso de producirse alguna infección (períodos de humedad) deberemos de
pulverizar desde el primer momento con productos que combatan la Botrytis
preventivamente.
•
Al acercarse la floración, podemos llevar a cabo tratamientos con fungicidas, a
través de aplicaciones fumígenas, ya que estos no dejan residuos visibles sobre
las plantas.
•
Una vez finalizado el cultivo, deberemos de eliminar todo el follaje del mismo.
9.12 Daños causados por insectos: Aphidos
En las plantas infectadas, las hojas del follaje inferiores, se desarrollan normalmente,
mientras que las superiores se "encrespan" desde un primer momento y quedan
deformadas. El pulgón, sólo se desarrolla sobre las hojas tiernas (jóvenes) y más
concretamente sobre su cara inferior (envés), también pueden resultar dañados los capullos
florales jóvenes, formando pequeñas manchas de color verde, pudiendo presentar más
tarde estas flores, deformaciones.
Causa.
La infección es causada por la absorción que el pulgón por extracción realiza en los tejidos.
Varios son los pulgones que atacan estos tejidos, entre los que destacamos el Neomyzus
circumflexus.
Control.
• Deberemos de controlar las malas hierbas y llevar a cabo tratamientos contra los
pulgones.
• Tratamientos semanales con insecticidas, en caso de presencia de aphidos y
establecer una alternancia de productos para evitar resistencia.
• En caso necesario, llevar a cabo tratamientos preventivos, evitar residuos en los
tallos florales antes de abrir. En los invernaderos la temperatura deberá de estar por
encima de los 14ºC., durante las 5 primeras horas, para una mayor eficacia. La
producción deberá de mantenerse sin humedad.
• Evitar que los aphidos se hagan resistentes, con la alternancia de los insecticidas
(aphicidas).
9.13 Anomalías: Hojas quemadas
Las quemaduras en las hojas, se presentan justo antes de que se manifiesten en los
capullos florales. En un primer momento, las pequeñas hojas se curvan ligeramente hacia
dentro, posteriormente en estas pequeñas hojas, se observa a cabo de unos días unas
pequeñas manchas de color verde amarillento, que tornan al blanco. Si se trata de una
quemadura ligera, las plantas continuarán su desarrollo normalmente, pero en caso de que
35
las quemaduras sean intensas, las manchas de color blanco pueden volverse localmente de
color marrón, mientras que las hojas se curvan en el lugar en donde aparecen los daños; en
casos muy graves, todas las pequeñas hojas e incluso los pequeños capullos florales,
quedan afectados, por lo que se frenará el crecimiento de las plantas; este fenómeno se
conoce también "top scorching" (superficie quemada).
Causa.
Las quemaduras en las hojas, está provocada por un desequilibrio entre la absorción y la
evaporación del agua, causado por una falta de absorción correcta, o por una excesiva
evaporación. Esto ocasionará en las hojas más jóvenes una falta de calcio en sus células,
provocando un desequilibrio, que acabará con la muerte final de las mismas, en casos de
cambios bruscos de humedad relativa ambiental en el interior del invernadero, aparecerá en
gran medida dicho problema. Al mismo tiempo estas alteraciones, provocan un mal
desarrollo del sistema radicular, por lo que se alterará el equilibrio entre planta y raíces. La
sensibilidad a esta anomalía varía, en función de variedades (véase Capítulo X, elección de
cultivares ) y calibres de los bulbos. Los calibres mayores, son más sensibles que los
pequeños.
Control.
• Deberemos de llevar a cabo un buen control de las enfermedades, así como a las
plagas que puedan dañar el sistema radicular.
• El suelo deberá de estar húmedo antes de llevar a cabo la plantación.
• Deberemos de evitar las variedades sensibles y en todo caso si muestran
sensibilidad, no emplear bulbos de calibres mayores, ya que estos poseen una
mayor sensibilidad.
• Deberemos de plantar bulbos que posean un buen sistema radicular.
• Deberemos de plantar los bulbos a una profundidad, por ejemplo, entre 6 a 10 cm.
de tierra por encima del mismo.
• Deberemos de evitar grandes diferencias de temperatura en el invernadero, así
como de humedad relativa. La humedad ambiental relativa, deberá de estar
aproximadamente en un 75%.
• Deberemos de evitar un rápido crecimiento de las plantas. En caso de variedades
sensibles, como los híbridos Asiáticos, deberemos de mantener la temperatura del
invernadero durante las primeras 4 semanas entre 10ºC. a 12ºC., y en el caso de los
híbridos Orientales, las primeras 6 semanas, la temperatura deberá de estar
aproximadamente a 15ºC. En este sentido, es aconsejable el cultivo de los liliums en
cajas.
• Deberemos de procurar que el cultivo lleve a cabo una evaporación, evitando que
ésta, se produzca demasiado fuerte, para lo cual, se deberá de colocar pantallas
adecuadas, en caso de tiempo muy luminoso, deberemos de llevar a cabo una
nebulizacion al menos un par de veces al día.
9.14 Deficiencias nutritivas: Deficiencia de hierro
La caída de los capullos florales, se manifiesta a partir del momento en que los mismos
hayan alcanzado una longitud, entre 1 cm a 2 cm. Estos se vuelven de un color verde claro, y
al mismo tiempo se produce un estrangulamiento del tallo, en el lugar del punto de unión
36
con el capullo floral, que seguidamente cae. En la primavera caen en primer lugar los
capullos florales inferiores, mientras que en el otoño, caen en primer lugar los capullos
florales superiores. El secado de los mismos, se manifiesta en todas las fases del desarrollo
de los capullos florales, palideciendo totalmente para secarse finalmente. Si el secado de
los capullos florales se produce cuando los capullos florales se encuentran en el inicio de su
desarrollo, se observará en ellos, más tarde, unos pequeños puntos blancos en las axilas de
las hojas.
Causa.
La caída de los capullos florales, se produce cuando las plantas reciben poca luz. En
condiciones de poca luminosidad, los estambres producen etileno, causando un aborto
floral. El secado de los capullos florales, también está influido por una excesiva humedad
durante la formación de raíces.
Control.
• Los cultivares (variedades) sensibles a la caída de los capullos florales, no se
deberán de cultivar en períodos de poca luminosidad (véase Capítulo II, equipos de
iluminación)
• Para prevenir el secado de los capullos florales, deberemos de evitar que se
resequen los bulbos a la hora de llevar a cabo la plantación. Seguidamente,
deberemos de procurar una buena formación del sistema radicular, así como
procurar que se lleven a cabo las mejores condiciones posibles en cuanto a
luminosidad y transpiración, durante el cultivo.
9.15 Deficiencias nutritivas: Deficiencia de nitrógeno
El tejido de las hojas jóvenes entre las nervaduras, presentan un color verde amarillento, en
especial en las plantas de rápido crecimiento. Durante su desarrollo, las plantas adquieren
cada vez más, una tonalidad amarillenta.
Causa.
Dicha anomalía se presenta en especial, en los suelos con niveles altos de calcio (pH alto),
así como en suelos ligeros con tendencia a apelmazarse en las zonas con exceso de
humedad, así como con temperaturas de suelo demasiado bajas. Una carencia de hierro
disponible para la planta, es la causa de dicha enfermedad carencial. Si la decoloración de
la planta es muy ligera, ésta por lo general se recuperará durante el cultivo. Los grupos de
liliums y cultivares (variedades) sensibles, son entre otros los híbridos Orientales y
Longiflorum, así como el cultivar (variedad) Connecticut King.
Control.
• El suelo, deberá de tener un buen drenaje y su pH deberá de ser lo suficientemente
bajo para un buen cultivo (véase Capítulo III, pH.). El buen desarrollo del sistema
radicular, disminuye la posibilidad de una carencia de hierro.
37
•
•
•
•
•
•
•
Dependiendo de la susceptibilidad, en caso de suelos con un pH mayor de 6,5, se
deberá de suministrar antes, así como durante el cultivo, aplicaciones adecuadas de
quelatos, unas 2 semanas antes aproximadamente.
En caso de un pH en el suelo, entre 5,5-6,5, y con variedades sensibles a la falta de
hierro, deberemos de aportar durante el cultivo a las variedades susceptibles de
deficiencia de hierro, el elemento corrector de forma adecuada.
La aportación de quelatos a aplicar, dependerá del pH del suelo y del momento de
aplicación. El quelato de hierro, es el hierro que está unido con los componentes
orgánicos EDDHA y que se puede aportar, incluso en suelos con un pH de 12 (todos
los suelos) y se puede aplicar, durante el desarrollo del cultivo. Si el hierro, se
encuentra en los componentes orgánicos DTPA, en este caso el quelato de hierro
deberá de aplicarse en suelos con un pH hasta + -7 y se podrá aplicar, hasta el
momento en que sean visibles los capullos florales. Un exceso de Fe-DTPA, puede
provocar la aparición de manchas oscuras sobre las hojas.
La dosificación será de 2 a 3 gr/m2., ante de la plantación (bien mezclado con la
tierra de cultivo) con un máximo de 1 a 1,5 g/m2., en el caso de una segunda
aplicación.
El quelato puede ser administrado a través del riego o mezclado con determinados
componentes para ser esparcido en el cultivo.
Para evitar las quemaduras de las hojas, deberemos de aplicar el producto en un día
con poco sol o a la caída de la tarde, encontrándose el cultivo con una ligera
humedad, y seguidamente deberemos de llevar a cabo un riego.
Antes de aplicar el quelato de hierro a nuevos cultivares (variedades), deberemos de
efectuar algunas pruebas.
9.16 Nutrient deficiencies: Nitrogen deficiency
Los tejidos de las hojas jóvenes entre las nervaduras, presentan un color verde amarillento,
en especial en las plantas de rápido crecimiento. En la medida de su desarrollo, la carencia
de hierro vuelve más amarillas a las hojas.
Causa.
Dicha anomalía se presenta sobre todo en suelos ricos en calcio (con pH alto), así como en
suelos ligeros con tendencia a apelmazarse, en zonas del terreno en donde existe un exceso
de agua, así como en suelos con temperaturas relativamente bajas. Una carencia de hierro
en las plantas, es la causa por la que aparecen dichas enfermedades carenciales. Si la
decoloración de las plantas es ligera, por lo general las plantas pueden recuperarse durante
el cultivo.
Los grupos de liliums, así como sus cultivares (variedades) más sensibles, son entre otros
los Orientales y los híbridos Longiflorum, así como el cultivar (variedad) Connecticut King.
Control.
• El suelo de cultivo, deberá de tener un buen drenaje y su pH deberá de ser
suficientemente bajo (véase Capítulo III, pH). El buen desarrollo del sistema
radicular, disminuye de forma significativa la posibilidad de una carencia de hierro.
38
•
•
•
•
•
•
•
Dependiendo de la susceptibilidad a la deficiencia de hierro, con suelos con un pH
mayor de 6,5, debemos de aportar quelato de hierro al cultivo tras la plantación y
teniendo en cuenta la variedad. Si a pesar de ello el follaje de las plantas presentan
un color amarillento, podremos llevar a cabo otra aplicación al cabo de unas 2
semanas aproximadamente.
En el caso de un pH entre 5,5-6,5 y con cultivares (variedades) sensibles a la
carencia de hierro, debemos de aplicar quelato de hierro una o dos veces después
de la plantación en cultivares (variedades) susceptibles a dicha carencia.
El quelato de hierro que deberemos de utilizar, dependerá del pH del suelo, así
como del momento de la aplicación. Un quelato de hierro en el que dicho elemento
se encuentre combinado en forma orgánica EDDHA, se puede aplicar en suelos
hasta con un pH de 12 (en todos los suelos), y se puede aplicar, hasta bien
desarrollado el cultivo. En caso de que el hierro, estuviera unido al combinado
orgánico DTPA, en este caso el quelato de hierro solamente será aplicado en suelos
con un pH de +-7 y se podrá aplicar, hasta el momento en que aparezcan los
capullos florales. En caso de un exceso de Fe-DTPA, pueden aparecer unas manchas
negruzcas sobre las hojas.
La dosificación estará comprendida entre 2 a 3 gr/m2. antes de la plantación (bien
mezclada con el sustrato), con un máximo de 2 gr. antes de la plantación. En caso
hipotético de una segunda plantación, la dosificación será de 1,5 gramos/m2.
El quelato puede administrarse a través del agua de riego o mezclado con turba y
arena, esparcido bajo el cultivo.
Para evitar quemaduras en las hojas, se debe de aplicar el producto en un día con
poco sol o a la caída de la tarde, estando el cultivo ligeramente humedecido, para
que una vez aplicado, le demos un buen riego.
Antes de aplicar los quelatos de hierro a nuevos cultivares (variedades), deberemos
de llevar a cabo algunas pruebas.
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10. Selección de cultivares
10.1 Introducción
Introducción
Cada año, aparecen en el mercado nuevos cultivares (variedades) de liliums de los
diferentes grupos. En principio ello es muy positivo, porque aumenta las posibilidades de
utilización de los liliums. Como cultivador de flores, no resulta fácil elegir entre la gran
cantidad de cultivares (variedades) existentes y los de nueva aparición. Sin embargo resulta
importante, llevar a cabo una selección eficaz, para que el cultivador obtenga unos buenos
resultados económicos. Las características y los datos de cultivo de una gran cantidad de
cultivares (variedades), se ofrecen en las tablas 8 y 9 y representa una ayuda para que el
cultivador lleve a cabo una elección adecuada. También el proveedor de bulbos, estará
dispuesto a la ayuda en dicha cuestión, a la hora de llevar a cabo una selección adecuada.
Dichos aspectos, son expuestos en cada uno de los grupos de liliums y sus cultivares
(variedades).
10.2 Elección del grupo
Los siguientes aspectos, pueden jugar un importante papel a la hora de llevar a cabo la
elección del grupo de liliums.
• Aspecto financiero. El importe de compra de algunos cultivares (variedades) del
grupo de los híbridos Orientales, es alto en comparación, por ejemplo con los liliums
del grupo de los híbridos Asiáticos.
• Condiciones climáticas. Los híbridos Asiáticos son más sensibles a la poca luz, que
los demás grupos, los híbridos Orientales y Longiflorum, requieren durante el cultivo
unas temperaturas mínimas algo más altas que los híbridos Asiáticos.
• Posibilidad de suministro. Los bulbos de los híbridos Orientales y Longiflorum, no
pueden conservarse todos al mismo tiempo, ya que depende del cultivar (variedad)
de que se trate, por lo que no es siempre posible para todos los cultivares la entrega
de los bulbos en otoño.
• Duración del cultivo. Los híbridos Asiáticos, requieren como media una duración de
cultivo considerablemente más corta que la de los demás grupos.
• Posibilidades de comercialización. Los híbridos Orientales, son más voluminosos
que los híbridos Asiáticos y a menudo producen una exudación con un olor
penetrante. Los híbridos Longiflorum, son más apropiados para arreglos en
funerales.
• Conocimiento del cultivo. El hecho de no conocer un determinado grupo, implica
para el cultivador muchos riesgos a la hora de tomar las medidas correctas para el
cultivo, a tal efecto se debe de buscar la mayor información o llevar a cabo un
pequeño ensayo, antes de decidirse por un cultivo a gran escala.
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10.3 Selección de cultivares (variedades)
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Color. La selección de colores disponibles de los híbridos Asiáticos es grande,
mientras que en los restantes grupos es limitado.
Longitud. En varias ocasiones, los consumidores pagan por la longitud de la planta,
no obstante los cultivares (variedades) de largo desarrollo son en ocasiones más
sensibles a las condiciones de poca luminosidad y requieren una duración mayor
del cultivo. Esto hace que estos cultivares (variedades) sean menos indicados para
un cultivo invernal. Los cultivares (variedades) de corto desarrollo en verano,
pueden no llegar alcanzar la longitud suficiente, por ello se utilizan para cultivarlos
en maceta, que son los liliums de corto desarrollo.
Duración del cultivo. Para lograr una adecuada planificación, es muy importante
disponer de buenos conocimientos acerca de la duración del cultivo. Su duración se
puede conocer de antemano, si llevamos a cabo el cultivo durante la primavera, la
temperatura del invernadero deberá de estar en +-14ºC. En verano la duración del
cultivo será considerablemente más corta, y por el contrario, en el otoño volverá a
ser progresivamente más larga. A principios de la primavera, a veces se utilizan
bulbos de la cosecha anterior en lugar de bulbos de la última cosecha, ya que los
bulbos de la cosecha anterior, florecerán con más rapidez y con mayor uniformidad.
Número de botones florales y presentación. Para un buen cultivar (variedad), de los
grupos híbridos Asiáticos y Orientales, deben de poseer como requisito mínimo que
sean cinco la cantidad de capullos florales por tallo cortado, si los capullos son
especialmente grandes, se puede aceptar la cantidad de 3-4 capullos por tallo, que
será suficiente, ya que la presentación es muy importante. Cultivares (variedades)
preferibles, serán aquellos que muestren su color cuando aún estén cerrados. Los
que posean muchas hojas en su tallo floral, los capullos serán menos visibles y
serán menos solicitados por los consumidores.
Robustez. Según el cultivar (variedad), la robustez del tallo puede diferir mucho.
También las estaciones del año juegan un papel importante, ya que los cultivares
(variedades) menos fuertes, formarán tallos demasiado tiernos (blandos) en el
otoño e invierno.
Sensibilidad. Determinados cultivares (variedades), por ejemplo: Connecticut King,
Sterling Star y Star Gazer pueden ser sensibles a la quemadura de las hojas,
mientras que los bulbos de calibres más pequeños tienen menor sensibilidad. Los
cultivares (variedades) de los grupos: híbridos Orientales, híbrido Longiflorum y el
cultivar (variedad) Connecticut King, son más sensibles a que se les produzca una
carencia de hierro.
Sensibilidad a la luz. Los cultivares (variedades) que son sensibles a la caída de los
capullos florales, no se deben de plantar en un período, en la que la salida de los
capullos florales tenga lugar durante los meses de menor luminosidad, sobre todo
no debemos de llevar a cabo las plantaciones en invernaderos con sombras o si el
plástico es viejo o está sucio.
Conservación y duración en el florero. La conservación es un aspecto muy
importante a la hora de seleccionar un cultivar (variedad), podemos cultivar plantas
cuyas flores se conserven poco tiempo, pero debemos de tender a producciones de
tallos florales que se conserven más tiempo (lograremos consumidores contentos).
La aparición de tonalidades amarillas en las hojas, así como una deficiente apertura
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de los capullos florales, son causas habituales para una disminución del conjunto
ornamental como flor cortada.
Posición de las flores. La mayoría de los híbridos Asiáticos tienen capullos florales
más erguidos, en los demás grupos existen muchos cultivares (variedades) con
capullos florales colgantes o situados en posición horizontal. Estos cultivares
(variedades), poseen desventajas en cuanto a mano de obra se refiere, para la
selección, confección de ramos y transporte de las flores cortadas. Por otra parte, la
demanda en el mercado es menor para los cultivares (variedades) con capullos
florales colgantes o en posición horizontal.
Calibre del bulbo. Para cada cultivar (variedad), deberemos de elegir entre los
distintos calibres disponibles. Los calibres mayores, dan por lo general un tallo floral
más largo y pesado, con más capullos florales y con una floración un poco más
temprana, en tal caso y no obstante, deberemos de disminuir la densidad de
plantación para lograr un resultado óptimo en el cultivo.
10.4 Características de los cultivares (variedades)
Al final del presente estudio, se especifican las características de cada cultivar (variedad),
así como importantes datos para llevar a cabo un cultivo, con resultados satisfactorios.
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11. Clasificación
11.1 Ilustraciones
The following list sets out the classification of lilies for cultivation as pot plants and cut
flowers.
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