Download Trabajo_de_Diploma_Yoelvis_Alfonso

Document related concepts

Phaseolus vulgaris wikipedia , lookup

Milpa wikipedia , lookup

Vigna unguiculata wikipedia , lookup

Caraotas negras wikipedia , lookup

Semillas comestibles wikipedia , lookup

Transcript
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
Facultad de Ciencias Agropecuarias
Carrera de Ingeniería Agronómica
Tesis para aspirar al título de Ingeniero Agrónomo
Respuesta agronómica de accesiones de frijol fortificado sembrado en
época tardía
Diplomante: Yoelvis Alfonso Morales
Tutor: Dr.C. Ubaldo Alvarez Hernández
Santa Clara, 2015
Pensamiento
El único sentimiento más grande que el amor a la libertad,
es el odio por aquel que nos la niega.
“Ernesto Che Guevara”
Dedicatoria
Quiero dedicar de manera especial este trabajo a mis padres
quienes con sus sacrificios me han apoyado en todo momento.
Agradecimientos
A lo largo de estos cinco años me he encontrado personas
pacientes y dedicadas que han brindado su colaboración,
sugerencias y apoyo, por esto quisiera agradecer a;
Ubaldo Alvarez tutor de la tesis y Arahis quienes con su
constante dedicación y sus sabios y oportunos consejos
supieron guiar el trabajo.
A mis padres y familiares que me han apoyado durante los
cinco años de la carrera. A mi novia y su familia por la
ayuda, comprensión y apoyo durante todo el periodo de
estudios, el cual hemos compartido juntos.
A mis compañeros de aula con los cuales me han
acompañado en alegrías y penas, al claustro de profesores de
la carrera, a mi amigo Alexis por ayudarme con el
experimento y demás.
A todos los que me han ayudado………..Muchas Gracias.
Resumen
Con el objetivo de evaluar accesiones de frijol fortificado sembrado en época tardía se
desarrolló un experimento en una finca de la CCS “Pedro San Martin” del municipio
Corralillo, provincia Villa Clara. Para el cual se sembraron en la campaña 2013-2014
cinco accesiones y para 2014-2015 solo la F-5, todas sembradas sobre un suelo Pardo
mullido medianamente lavado. Se evaluaron los insectos asociados al cultivo cada
siete días, efectuándose así la colecta de los mismos, para el caso E. kraemeri se
cuantificaron las ninfas y se evaluó la afectación teniendo en cuenta las variables
climáticas. Para la infección causada por U. phaseoli se ejecutaron tres evaluaciones
cada diez días después de la aparición de los primeros síntomas solo en la campaña
2014-2015. Además se determinó el rendimiento y sus componentes por cada
accesión. Los resultados arrojaron que de los insectos asociados al cultivo fue E.
kraemeri la de mayor incidencia en las dos campañas y que la accesión F-5 fue
catalogada como resistente según la metodología utilizada para la evaluación de la
roya. En la campaña 2013-2014 el rendimiento agrícola mostró que la mejor accesión
de la cinco evaluadas fue la F-20, con diferencias estadísticas solamente con la
accesión F-16. La accesión F-5 no mostró diferencias estadísticas en cuanto al
rendimiento agrícola entre campañas, pero si en los componentes número de semillas
por legumbre y peso de 100 semillas.
Palabras clave: accesiones, fortificado, frijol, rendimiento.
Índice
1. Introducción ................................................................................................................. 1
2.1 Origen y Diversidad ............................................................................................... 3
2.2 Distribución e importancia ...................................................................................... 3
2.3 Sistemática del frijol ............................................................................................... 5
2.4 Características del cultivo ...................................................................................... 5
2.5 Época de siembra .................................................................................................. 6
2.6 Atenciones culturales ............................................................................................. 7
2.8. Rendimiento y sus componentes .......................................................................... 9
2.9 Factores que afectan el rendimiento .................................................................... 10
3. Materiales y Métodos ................................................................................................ 13
3.1 Insectos asociados a las accesiones estudiadas ................................................. 14
3.2 Incidencia de enfermedades ................................................................................ 15
3.3. Rendimiento agrícola y sus componentes .......................................................... 15
4. Resultados y Discusión ............................................................................................. 17
4.1 Insectos asociados a las accesiones estudiadas ................................................. 17
4.2 Incidencia de enfermedades ................................................................................ 21
4.3 Rendimiento agrícola y sus componentes ........................................................... 23
Conclusiones ................................................................................................................. 27
Recomendaciones......................................................................................................... 28
1. Introducción
El frijol común (Phaseolus vulgaris L), ocupa un lugar importante en la agricultura
mundial en cuanto al área cultivada y consumo, extendiéndose su producción en los
cinco continentes y constituyendo un complemento indispensable en la dieta alimenticia
principalmente en el Centro y Sur de América, el Lejano Oriente y África ( Ríos et al.,
2000 y Ortiz et al., 2003).
Arroyo (2002) refiere que en Cuba, existen áreas dedicadas a la siembra de frijol en
todas las provincias, su producción es para el consumo fresco por la población y para
la industria en conserva, lo cual alcanza mayor importancia económica por sus
posibilidades de exportación.
La superficie cosechada y en producción relacionada con el cultivo del frijol común (P
vulgaris), ha decrecido, en el 2000 se sembraban un total de 105 722 ha y en el 2005
94 821 ha, disminuyendo por tanto la producción del mismo. En el sector no estatal la
misma ha decrecido en un 97 % constituyendo esta situación una problemática
relacionada, entre otras causas, con la falta de estructura varietal existente entre los
productores (ONEI, 2006).
Según House et al. (2002) el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT)
desarrolla investigaciones dirigidas a la búsqueda de nuevas líneas de frijol común que
sean más nutritivas y, por consiguiente, más atractivas para los agricultores. En este
sentido aparece la biofortificación como una estrategia que busca incrementar la
calidad nutricional del grano, específicamente aumentando el contenido de hierro y zinc
para combatir la malnutrición en América Latina y África.
Las líneas biofortificadas de frijol común han sido aceptadas en casi toda América
Central y su atractivo reside en la resistencia que tienen a las enfermedades causadas
por virus (Welch et al., 2000). En Cuba, estas líneas se introdujeron a partir del año
2004 y no es hasta la campaña 2005 - 2006, donde se comienzan los trabajos
investigativos sobre las mismas en la provincia de Villa Clara (Quintero, 2009).
La biofortificación de alimentos es una estrategia útil en la prevención y manejo de las
deficiencias de micronutrientes, especialmente cuando se trata de alimentos con alto
consumo en la comunidad, como es el caso de las leguminosas, entre las que se
destaca el frijol común (P. vulgaris),que constituye la mayor fuente vegetal de hierro,
zinc y proteínas en muchos países del mundo, incluyendo los continentes de África y
América, con una producción anual de 8,5 millones de toneladas del grano seco en los
países en vías de desarrollo (Blair, 2009).
La deficiencia de micronutrientes constituye un problema de salud pública en los países
en desarrollo. En el mundo la carencia nutricional más frecuente es la de hierro,
manifestada por anemia, que afecta a 1,9 millones de la población mundial (UNICEF,
2001). Otro problema nutricional con gran prevalencia mundial es la deficiencia de zinc,
cerca de la tercera parte de la población mundial reside en regiones con alto riesgo de
deficiencia del mismo (Fischer, 2009).
Por lo antes expuesto nos proponemos la siguiente hipótesis:
Si se determinan las plagas y el rendimiento agrícola de accesiones de frijol fortificado
en época tardía entonces se tendrán elementos para su futura inscripción como
variedades.
Objetivo General
Evaluar la respuesta agronómica de accesiones de frijol fortificado sembradas en
época tardía.
Objetivos Específicos
1. Determinar las plagas insectiles y las enfermedades fúngicas asociadas con la
fenología y las variables climáticas.
2. Evaluar los componentes del rendimiento y rendimiento agrícola en la diferentes
accesiones de frijol fortificado.
2
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
2. Revisión Bibliográfica
2.1 Origen y Diversidad
El frijol común (Phaseolus vulgaris L.) es uno de los cultivos más antiguos. Hallazgos
arqueológicos indican que se conocía por lo menos 5000 años antes de la era cristiana.
Se considera, que la trilogía de plantas americanas, maíz, frijol y calabaza no existía
cuando el frijol estaba en el proceso de domesticación. El género Phaseolus agrupa a
multitudes de especies, de las que solo cinco (Phaseolus acutifolius, Phaseolus
coccineus, Phaseolus lunatus, Phaseolus polianthus y P. vulgaris) han sido
domesticadas. Solo P. vulgaris ocupa más del 85 % de la superficie mundial dedicada
este cultivo. Se trata de una especie originaria de la región mesoamericana (México,
América Central) pero con un importante centro de dispersión en Perú, Ecuador y
Bolivia. P. vulgaris fue llevada de América a Europa por los españoles en el siglo XVI.
Está muy distribuida en distintas partes del trópico, subtrópico y regiones templadas,
siendo la legumbre más importante en Latino América y parte de África. La Península
Ibérica puede ser considerada como un centro secundario de diversificación de esta
especie, ya que han sido cultivadas durante centurias en distintos agroecosistemas
(Pinheiro et al., 2007).
2.2 Distribución e importancia
Sesenta años después del descubrimiento de América en 1492, el frijol era
ampliamente cultivado en el occidente de Europa. De allí se distribuyó al resto de
Europa, Irán, India, Oriente Medio y a otros lugares de Asia y África. Las culturas
precolombinas presentes en América del Sur cultivaban frijoles de frutos y granos
grandes. Se piensa que los primeros viajeros, después del descubrimiento de América,
preferían los frijoles de granos grandes, pues la mayoría de las variedades actuales de
Europa provienen del Sur de Los Andes. Se estima que la introducción de esta planta
en África provino ya sea directamente del Brasil o indirectamente de Los Andes del Sur
a través de Europa. En el continente americano los frijoles negros y de granos
pequeños probablemente tengan un origen común, pues se distribuyeron siguiendo la
ruta comercial de los indios Caribes que transportaban mercaderías en canoas desde
3
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
Guatemala o desde la Península de Yucatán hasta las Antillas, y de allí a la costa
Noreste de Sur América para extenderse luego hacia el Brasil.
De acuerdo al proceso de domesticación múltiple e independiente que sufrió el cultivo
del frijol, los patrones de consumo actuales en cuanto al tamaño y color del grano,
varían entre los países de América Latina. Así, en México, Colombia, Ecuador, Perú, y
Chile los de mayor demanda son los granos grande, lo contrario sucede en los países
Centroamericanos, Brasil y Venezuela que los prefieren pequeños. En cuanto al color
del grano, Venezuela y Guatemala son los únicos países que consumen, casi
exclusivamente, caraotas de grano negro, mientras que en otros países los prefieren de
otros colores como: rojos (Colombia, Belice, Costa Rica, El Salvador, México,
Panamá); crema (Chile, Colombia, México); blanco (Chile, México, Perú) y diversos
colores como pardo, morado claro, amarillo en otros países (Mora, 1997).
El frijol común es la leguminosa más consumida en el mundo donde se producen en la
actualidad alrededor de 18 millones de toneladas anualmente en ambientes tan
diversos como América Latina, norte y centro de África, China EUA, Europa y Canadá.
Dentro de estos, América Latina es el mayor productor y consumidor liderado por
Brasil, México y Centroamérica y el Caribe (FAO, 2005).
Desde el punto de vista nutricional, los frijoles se caracterizan por ser fuentes altamente
eficientes en proteínas y hierro, lo cual los ubica en una posición aventajada respecto a
otros alimentos de origen vegetal. Por ejemplo, se señala que el contenido de proteínas
en las semillas secas de frijoles oscila entre 12 y 25 %, proporciones que son
significativamente favorables en comparación con los niveles de proteínas de los
cereales que sólo contienen entre 5 y 14 %. Según Puentes (1994), el frijol contiene
tantas calorías por unidad de peso fresco como los granos cereales, la leche desnatada
y la soya y casi el doble que la carne, el pescado y los huevos. Con base en peso
fresco igual, el contenido de proteínas del frijol comun es superado solamente por la
soya y la leche desnatada en polvo y es más del doble que el de grano cereal.
El hierro (Fe) y el Zinc (Zn) son minerales indispensables para los seres humanos.
Durante la niñez la deficiencia de Fe se asocia con disminución en la capacidad de
4
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
aprendizaje y el desarrollo motor, mientras que la deficiencia de Zn con retardo en el
crecimiento y aumento en la prevalencia de enfermedades infecciosas (Sizer, 1994).
Las recomendaciones de consumo diario para Fe y Zn varían con la edad y el sexo,
pero es importante considerar que algunos factores dietarios pueden afectar su
absorción intestinal y dar como resultado una baja absorción de ambos minerales. En
países en vías de desarrollo se ha reportado que los principales aportadores de Fe y
Zn son alimentos de origen vegetal, los cuales abastecen también cantidades
importantes de fibra, taninos y fitatos que pueden actuar de manera negativa en la
absorción de Fe no hémico y Zn (Helrich, 1995).
2.3 Sistemática del frijol
Según Socorro y Martín (1989) y Carravedo y Mallor (2008) la posición jerárquica de la
familia de las leguminosas (también denominadas fabáceas) es la siguiente:
Reino: Plantae
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Orden: Fabales
Familia: Fabaceae
Subclase: Rosidae
Género: Phaseolus
Especie: Phaseolus vulgaris L.
2.4 Características del cultivo
El frijol es una planta herbácea de carácter anual, de tamaño y hábito variables, ya que
hay variedades que son de guía o trepadoras, y otras en forma de arbusto pequeño
(Socorro y Martín, 1989).
Los granos del frijol son generalmente de forma reniforme, aunque también pueden ser
redondos, ovoides, elípticos, pequeños casi cuadrados, alargados ovoideos, alargados,
ovoides en un extremo e inclinado en el otro, alargado casi cuadrado, arriñonado, recto
5
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
en el lado del hilo, arriñonados, curvo en el lado opuesto al hilo. El color de estas es
variado pudiendo ser uniforme (negro, rojo, blanco, etc.), las que presentan dos colores
y hasta tres (Jaspeados) (Socorro y Martín, 1989).
2.5 Época de siembra
Para su normal desarrollo, el frijol necesita que su ciclo vital trascurra en un período
con temperaturas moderadas, suficientes pero no excesivas lluvias durante la fase
vegetativa y parte de la reproductiva, un período seco durante la fase de la maduración
y cosecha del grano y que la humedad del aire no permanezca con valores superiores
a 80 - 85 % por varios días consecutivos durante su período vegetativo, ya que se
pueden presentar enfermedades fúngicas o bacterianas capaces de destruir la
cosecha, o al menos, disminuir los rendimientos (Quintero, 1996).
En Cuba el Ministerio de Agricultura (MINAGRI, 2007) establece el período de siembra
entre septiembre 10 y enero 15 donde se cuente con regadío. Se establecen algunas
regulaciones en cuanto al uso de las variedades en relación a la fecha de siembra, sin
embargo en la lista oficial de variedades comerciales para el 2006 se relacionan 33
variedades comerciales de este cultivo, pero sin diferenciar el uso de las mismas en
función de la época de siembra.
En experimentos realizados por Quintero et al.( 2007) con un grupo de variedades en
diferentes épocas de siembra se refleja que, disponiendo de riego adecuado, se
obtienen los mayores rendimientos cuando la siembra se realiza en noviembre y
diciembre (época intermedia). La siembra temprana (septiembre y octubre) aporta
rendimientos inferiores a la intermedia debido, fundamentalmente, a la pérdida de
plantas por exceso de humedad del suelo, a la mayor incidencia de enfermedades
fúngicas del pie de la planta (Rhizoctonia y Sclerotium) y a la mayor incidencia de
tizones bacterianos. En las siembras tardías (enero y febrero) los rendimientos también
decrecen. En este caso los principales factores que influyen son la incidencia de roya
(Uromyces phaseoli (Pers.) Wint var. typica Arth) y la elevación de la temperatura en la
fase reproductiva de la planta, lo que impide los procesos de fecundación y retención
de las legumbres.
6
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
Estas altas temperaturas que ya se producen en marzo y abril estimulan el desarrollo
vegetativo de la planta en detrimento de la maduración normal y uniforme,
principalmente en las variedades de crecimiento indeterminado del tipo III. También se
corre el riesgo con las siembras muy tardías que el período de cosecha coincida con
las primeras lluvias de la primavera (abril y mayo) lo que entorpece dicha operación y
hasta puede ocasionar la pérdida total de la cosecha. Si no se dispone de riego el
período de siembra se restringe obligatoriamente desde septiembre hasta mediados de
octubre.
2.6 Atenciones culturales
De todas las prácticas agrotécnicas, el manejo adecuado de las variedades es,
posiblemente, la que reporta los incrementos mas notables en la producción de una
región o país sin ocasionar gastos adicionales de consideración por concepto de su
introducción, pues simplemente se limita a la sustitución de unas variedades por otras
(Quintero, 1985). El uso de unas o pocas variedades en los cultivos ha conducido a
varios fracasos en la agricultura. No es posible ni conveniente reunir, en una misma
variedad, resistencia o tolerancia a las adversidades, lo más razonable es contar con
una estructura varietal en el cultivo lo suficientemente amplia que minimice el efecto de
las adversidades, manejándose adecuadamente (Quintero y Saucedo, 2002)
2.6.1. Fertilización
Esta práctica, consiste en aplicar los nutrientes en las cantidades necesarias para un
óptimo desarrollo del frijol, los elementos comúnmente empleados son nitrógeno,
fósforo y potasio. Las dosis y la frecuencia de aplicación depende de, las etapas
fenológicas de la planta, del tipo de suelo, del sistema de humedad que se maneje, de
la composición de nutrientes disponibles y faltantes en el suelo, así como de la
disponibilidad de recursos. Dependiendo del contenido de nutrimentos en el suelo, ya
sea rico en materia orgánica o bien cuando previamente se ha sembrado alfalfa u otra
leguminosa, se tiene buena respuesta a la aplicación de nitrógeno y fósforo con la
dosis 40 -40 -0. Esta dosis equivale a 40 kg de nitrógeno y 40 kg de fósforo por
hectárea. Se sugiere aplicar todo el fósforo al momento de formar el camellón. El
nitrógeno debe ser aplicado en banda al primer riego de auxilio para su mejor
7
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
aprovechamiento. El propósito de aplicar los abonos minerales, es suministrar las
sustancias que el frijol necesita para incrementar el rendimiento, empleando las formas
y métodos de abonado que correspondan al ritmo de absorción de nutrientes (INCA,
2001).
2.6.2. Riego
Según Valladolid et al.(1998) el riego es una práctica indispensable para alcanzar altos
rendimientos y mejorar la calidad del grano. Las leguminosas son cultivos sensibles al
déficit como al exceso de agua. Se les debe aplicar entre 2 y 5 riegos, dependiendo de
la textura del suelo. Los suelos franco arenosos requieren más de 3 riegos, los suelos
arcillosos entre 1 y 2 riegos. Los riegos deben ser ligeros y frecuentes utilizando
surcos, nunca se debe regar al pie de la planta para evitar compactación de la zona de
la raíz. En las etapas más sensibles al déficit de agua conocidas como etapas críticas;
son las etapas de desarrollo vegetativo, prefloración y llenado de las legumbres.
Los excesos de humedad producen grandes pérdidas, por ejemplo, por el efecto sobre
el desarrollo radical, por lo que se debe prestarse especial atención en este aspecto y
sobre todo a facilitar el drenaje en áreas que si lo requieren.
La frecuencia de riego depende de del ciclo vegetativo del cultivo, un primer riego en la
etapa de germinación después de la siembra tratando de humedecer el suelo de forma
uniforme para garantizar la germinación de toda la semilla sembrada, el segundo se
realiza tres o cuatro días después del primero y tiene como objetivo garantizar la total
germinación de la semilla, el resto de los riegos debe programarse de acuerdo con las
recomendaciones establecidas para la producción.
2.6.3. Control de arvenses
La población de arvenses se puede disminuir considerablemente si se realizan los
cultivos (escardas) oportunamente y si se usa una densidad adecuada de plantas.Es
recomendable mantener limpio el cultivo por lo menos durante la primera mitad de su
ciclo biológico, que es el periodo cuando las arvenses más compiten por nutrimentos y
luz. Si las escardas no se pueden realizar oportunamente debido al exceso de
humedad en el terreno no permitiendo el uso de maquinaria o tracción animal, se
8
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
ecomienda hacer uso de herbicidas post-emergentes. El frijol debe mantenerse libre de
arvenses durante los primeros 40 días después de la siembra para evitar bajas en el
rendimiento. Esto se logra con un cultivo a los 20 días de germinando el frijol, seguido
de una limpia para eliminar las arvenses que crecen en las hileras de las plantas
cuando se dificulta el control mecánico-manual.
2.7. Cosecha
Cuando las legumbres cambian de un color verde a amarillento nos indica el estado
final de madurez fisiológica es por ello que a partir de este momento las plantas se
arrancan y se enrollan para terminar su secado y efectuar la trilla. Si ocurren lluvias
cuando las plantas se encuentren arrancadas en el terreno, es necesario voltearlas
para acelerar su secado y evitar el manchado del grano.
En experimentos realizados, se ha demostrado que la calidad del grano, en términos de
tiempo de cocción y de color de la testa, es adecuada cuando la cosecha se realiza a
más tardar hasta 10 días después de la madurez fisiológica, y se trilla en menos de 15
días después de la cosecha. Cuando el frijol se deja en la planta por periodos
prolongados después de que se alcanza la madurez fisiológica, o bien, si después del
corte tarda en trillarse, ya que además del grano, se oscurece el color y se incrementa
el tiempo de cocción (García y García, 2001).
2.8. Rendimiento y sus componentes
El rendimiento del frijol está compuesto por: el número de inflorescencias (racimos) por
planta, el número de legumbres por racimos, el número de semillas por legumbre y el
peso promedio de las semillas; el peso de las semillas a su vez está determinado por
sus componente, largo y ancho.
Según (Denis. y Adams, 1978) el aumento del rendimiento hay que buscarlo
fundamentalmente mediante el aumento del número de nudos, de hojas y de los
órganos reproductivos.
Por regla general, cada nudo forma una inflorescencia, el eje de esta tiene de 2 a 6
nudos, y generalmente 2 flores en cada uno de ellos. El número de inflorescencia está
correlacionado positivamente con el rendimiento. En el frijol común la heredabilidad del
9
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
número de legumbres es bajo y el componente aditivo es menor que el no aditivo. Con
excepción de los demás componentes del rendimiento que tienen baja heredabilidad, el
peso de los grano presenta valores altos de heredabilidad. El rendimiento puede estar
correlacionado positivamente con el peso de la semilla, siendo a su vez negativa la
correlación entre número y tamaño de las semillas. En caso extremo las semillas
grandes pueden tener efecto negativo sobre el rendimiento (Socorro y Martín, 1989).
2.9 Factores que afectan el rendimiento
En Cuba la variación de las condiciones climáticas está dado por el hecho de practicar
el cultivo en todo el país, de Oriente a Occidente , del llano a la montaña y en sentido
temporal, desde septiembre hasta mayo , aparte de la posible variación climáticas entre
los años (Quintero, 2000).
Tanto o más diversas que las anteriores lo son las adversidades de origen biótico,
existiendo plagas causadas por muchas especies de insectos, de arácnidos,
nematodos, moluscos y enfermedades causadas por infinidad de especies de hongos,
de bacterias y de virus diferentes, existiendo muchas veces diversidad de razas,
ecotipos o patotipos dentro de un mismo agente causal de una enfermedad, como esta
demostrado en el caso de la roya (Quintero et al., 2007).
Los grupos de factores que afecta la producción de frijol son los siguientes:
2.9.1. Biológicos
Dentro de estos hay que considerar las enfermedades, plagas y arvenses, que afectan
al cultivo disminuyendo el rendimiento.
En cuanto a enfermedades, se pueden distinguir enfermedades fúngicas, bacterianas y
virales.
Unas de las principales limitaciones del cultivo de frijol en América Latina es el ataque
de enfermedades. Los patógenos más frecuentes, como por ejemplo Colletotrichum
lindemuthianum (Sacc y Magn), Isariopsis griseola (Sacc) Ferraris y U. phaseoli, son
organismos en los que se han identificados una gran variabilidad patogénicas, lo que
refleja un proceso de coevolución en el patosistema (Pastor-Corrales y Jara,1995;
Pastor-Corrales y Otoya, 1995; Araya, 1996). En muchos lugares donde se cultiva el
10
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
frijol las enfermedades son el factor más importante en las mermas del rendimiento del
cultivo (Opio y Senguoba, 1992).
Entre los causantes de enfermedades se encuentran los hongos del suelo, existiendo
en nuestro país, de clima subtropical, con medias de temperaturas altas durante todo el
año y abundantes precipitaciones, condiciones ideales para el desarrollo y proliferación
de una vasta y heterogénea micoflora del suelo.
Se destacan las especies Rhizoctonia solani Kuhn, Sclerotium rolfsii Sacc. y
Macrophomina phaseolina (Tassi) Goid. Dentro de las enfermedades bacterianas se
destacan: bacteriosis común (Xanthomonas campestri pv. phaseoli (Smith) Dye) que
afectan a los cultivos en zonas más frías y húmedas y bacteriosis de halo
(Pseudomonas phaseolicola) que afecta a los cultivos en zonas sobre todo
subtropicales (Saettler, 1989).
También el frijol es afectado por alrededor de 50 enfermedades virales, las principales
afectaciones son ocasionadas por: mosaico común del frijol (BCMV), mosaico amarillo
(BYMV) y moteado clorótico (CCMV) (Báez, 1983; Socorro y Martín, 1989).
Otro factor limitante en el cultivo son las plagas insectiles, que provocan pérdidas que
en ocasiones pueden alcanzar el 100 % del cultivo. Entre las plagas más importantes
que atacan al cultivo se encuentran: Systena basalis Duval (crisomélidos), Diabrotica
balteata LeConte (Crisomélidos), Empoasca kraemeri Ross y Moore (Salta hojas),
Bemisia tabaci Gennadius (Mosca blanca).
2.9.2. Edáficos
Las propiedades del suelo que están directamente relacionadas con el desarrollo de
este cultivo son la textura y la estructura.
Uno de los elementos que más influye negativamente, es la acumulación de humedad
en exceso, en suelos que por su textura arcillosa permitan dicha acumulación y sobre
la estructura influye a su vez las labores a que este se somete, ya que si se hacen de
forma inadecuada no favorece la granulación del suelo y por tanto se altera la
estructura (Socorro y Martín, 1989).
11
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
También otro factor limitante es la baja fertilidad del suelo en general y en particular, la
deficiencia en nitrógeno y fósforo (Singh, 1999), además de las altas concentraciones
de Aluminio y Magnesio (Wortmann et al., 1998) que pueden llegar a niveles muy
elevados siendo tóxico para las plantas. El frijol requiere para su desarrollo que el
terreno tenga buena fertilidad, que sea suelto, con buen drenaje, tanto interno como
superficial, y con un pH de 5,5 a 6.5 cerca de la neutralidad. Los mejores suelos son los
ferralíticos rojos, los pardos y los aluviales (Socorro y Martín, 1989).
2.9.3 Climáticos
Entre los factores climáticos que más pueden influir sobre la planta de frijol se tienen: la
temperatura, la humedad, la luz y el viento. Según Ustimenko (1982), la temperatura
óptima para el crecimiento y desarrollo del frijol común se encuentra entre 20 y 28 °C y
que la suma de temperatura requerida para cumplimentar su ciclo es de 1500 a 3000
°C. Es una planta de día corto y tolera baja intensidad luminosa por lo que se puede
cultivar con éxito en asociaciones con otras plantas. El proceso de germinación de las
semillas está regulado por las trasformaciones bioquímicas que ocurren en la semilla y
por la actividad enzimática, acelerándolo o retardándolo. Por ejemplo, las temperaturas
bajas lo retardan y por debajo de 80 °C se anula, deteniéndose por tanto la
germinación. Por otra parte, las temperaturas altas superiores a 30 °C, debido a la
acción desnaturalizadora sobre las enzimas, también influyen negativamente sobre la
germinación (Socorro y Martín, 1989).
El frijol es una planta no tolerante al exceso de humedad, necesita para su buen
desarrollo una distribución adecuada del agua por lo que el riego debe estar en función
del tipo de suelo y la época de siembra (INRA, 1977).
También el déficit hídrico en etapas tempranas generalmente afecta el alargamiento y
el tamaño final de las hojas, en cambio en estadios más avanzados se incrementa la
senescencia foliar y la pérdida de follaje (Kramer, 1983; Núñez y Foster, 1996).
12
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
3. Materiales y Métodos
El presente trabajo se desarrolló en la finca del productor Alexis Lantigua Izquierdo
perteneciente a la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) “Pedro San Martín”,
ubicada en el Municipio Corralillo, provincia Villa Clara. Para la realización del
experimento se sembraron cinco accesiones de frijol fortificado a los 12 días del mes
de Enero de 2014 época tardía, el experimento se repitió el año siguiente 2015
sembrándose esta vez una sola accesión (F-5) el 2 de Enero de 2015 (tabla 1). Las dos
siembras fueron realizadas sobre un suelo Pardo mullido medianamente lavado
(Hernández et al., 1999).
Se utilizó un diseño experimental en Bloques al azar, la parcela experimental para la
primera campaña ocupó un área de 100,8 m² consistente en seis surcos de 24 m de
largo y 0,70 m de ancho, con tres replicas cada accesión. Para la segunda campaña se
utilizó el mismo diseño y las mismas medidas de campo aunque esta vez solo se
sembraron tres surcos con tres replicas para un área de 50,4 m². La siembra se realizó
a chorrillo ligero, todas las labores de preparación del suelo se realizaron con tracción
animal y en las dos campañas se contó con riego.
Para las dos campañas la cosecha se realizó en el mes de Marzo según el arribo de
cada accesión a la madurez fisiológica.
Tabla. 1 Accesiones sembradas según los tratamientos.
Tratamientos
Nombre de las Accesiones
1
F-35 Rojo
2
F-5 Jaspeado/Beige
3
F-29 Blanco pequeño
4
F-16 Negro pequeño
5
F-20 Jaspeado beige café
13
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
Para la fenología del cultivo se utilizó la metodología del Sistema estándar para la
evaluación de germoplasma de frijol de (Van Schoonhoven y Pastor- Corrales, 1987)
(Tabla 2).
Tabla 2. Fases fenológicas evaluadas en las accesiones.
Etapa de descripción
V0
V1
V2
V3
V4
Germinación. Emergencia de la radícula y su transformación
en raíz primaria.
Emergencia. Los cotiledones aparecen al nivel de suelo y
comienzan a separarse. El epicotilo comienza su desarrollo.
Hojas primarias totalmente abiertas
Primera hoja trifoliada. Se abre la primera hoja y aparece la
segunda
Tercera hoja trifoliada. Se abre la tercera hoja y las yemas de
nudos inferiores producen ramas.
R5
R6
R7
Prefloración. Aparece primer botón floral
Floración. Se abre la primera flor
Formación de vainas. Primera vaina con más de 2.5 cm. de
largo
Llenado de vainas. Al final de la etapa las semillas pierden su
R8
color verde y comienzan a mostrar las características de la
variedad. Se inicia la defoliación de la planta.
R9
Madurez fisiológica. Vainas pierden pigmentación y
comienzan a secarse. Las semillas desarrollan el color típico
de la variedad.
3.1 Insectos asociados a las accesiones estudiadas
Los muestreos se realizaron semanalmente a partir de la siembra, mediante el empleo
de la metodología de la Dirección Nacional de Sanidad Vegetal (MINAGRI, 2005). Los
insectos colectados se colocaron en frascos apropiados con una solución de alcohol al
70 % para su conservación y luego se trasladaron al Laboratorio de Taxonomía de
insectos del Centro de Investigaciones Agropecuarias (CIAP) para su identificación.
Las ninfas de E. kraemeri se cuantificaron de forma directa sobre las hojas de las
plantas. Para ello se tomaron cinco plantas al azar y en ellas se hicieron las
evaluaciones en seis hojas (dos en la parte superior, dos en la intermedia y dos en la
inferior).
14
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
Para la dinámica estacional del insecto se tuvieron en cuenta las fases fenológicas de
las plantas, las variables climáticas fueron obtenidas de la Estación Meteorológica de
primer orden de Sagua la Grande.
3.2 Incidencia de enfermedades
Durante las evaluaciones realizadas se colectaron las plantas que presentaban
síntomas de enfermedad las que fueron colocadas en bolsas de papel apropiadas y se
trasladaron al Laboratorio de Fitopatología del CIAP para identificar los agentes
causales según la metodología establecida por Mayea (1994).
Para el caso de la roya se utilizó la escala establecida por el CIAT (1984) la cual
combina porcentaje de área afectada y tamaño de las pústulas (Anexos 1 y 2), se
realizaron tres evaluaciones cada diez días empezando el muestreo a partir de la
aparición de los primeros síntomas.
3.3. Rendimiento agrícola y sus componentes
Al momento de cosecha se tomó una muestra de 15 plantas por parcela, determinando,
a partir de la misma, los siguientes indicadores agronómicos:
Número de legumbres por planta, consistió en realizar un conteo de la cantidad de
legumbres existentes en la muestra dividido por la cantidad de plantas de la misma.
Número de semillas por legumbre, se obtuvo dividiendo la cantidad real de semillas por
planta (GPP) entre cantidad de legumbres por planta (LPP).
Número de semillas por planta, se obtuvo sumando la cantidad total de semillas por
legumbre con la cantidad total de legumbres por planta.
Número de legumbres vacías, se obtuvo cuantificando la cantidad de legumbres en las
que no existían semillas.
Número de semillas fallidas por planta, se obtuvo cuantificando la cantidad de semillas
que no se desarrollaron por planta.
15
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
Peso de semilla por planta (g), consistió en dividir el peso de las semillas de la muestra
entre la cantidad de plantas de la misma.
Peso de 100 semillas (g), consistió en realizar un pesaje de 100 semillas, normalmente
formadas, de cada variedad.
Para la evaluación del rendimiento t ha-1 se cosechó el área total de la parcela, se pesó
las semillas producidas después de haberlo secado.
Las determinaciones de masa (pesos) se realizaron con una balanza electrónica marca
KERN, Modelo PRS 320-3, d= 0.001g.
Para el procesamiento estadístico de los resultados, se aplicaron análisis de varianza
(ANOVA), en correspondencia con el esquema de campo utilizado, comprobándose el
cumplimiento de los supuestos básicos para el análisis de la varianza, en particular la
homogeneidad de la misma. Se aplicaron las pruebas de Tukey para las comparaciones
de medias, y Kruskal Wallis cuando no existió homogeneidad de varianza, se utilizó el
paquete STATGRAPHICS Plus 5.1 (2000).
16
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
4. Resultados y Discusión
4.1 Insectos asociados a las accesiones estudiadas
Durante el desarrollo del experimento en la primera campaña de siembras se pudo
apreciar que los insectos asociados al cultivo fueron seis especies fitófagas
pertenecientes a tres órdenes y cinco familias y para la segunda se repitieron tres de
las especies que se observaron en la primera campaña. (Tabla 3 y 4).
Tabla. 3 Insectos asociados al cultivo en la campaña 2013-2014
Nombre
común
Nombre
científico
Orden y
Familia
Daño que ocasiona
Crisomélido
Diabrotica
balteata (Le
Conte)
Cerotoma
ruficornis (Oliv.)
Empoasca
kraemeri (Ross
and Moore.)
Coleoptera
Chrysomelidae
larvas comen raíces,
adultos follaje
Coleoptera
Chrysomelidae
Hemiptera
Cicadellidae
Minador
común
Liriomyza trifolii
Diptera
Agromyzidae
Chinche
Nezara viridula
L
Mosca
blanca
Bemisia tabaci
(Genn)
larvas comen raíces,
adultos follaje
Se alimenta de la
savia de la planta,
hojas y brotes
Sus larvas devoran el
parénquima de las
hojas, haciendo
típicas galerías de
serpentina
Se alimenta de la
savia de la planta,
semilla y legumbres
inmaduras
Succiona la savia de
las hojas, transmisión
del Virus del Mosaico
Dorado Amarillo
(BGYMV)
Crisomélido
Salta hojas
del frijol
Hemiptera
Pentatomidae
Hemiptera
Aleyrodidade
Fases
fenológica
s
V2 – V3
V2 – V3
V2 – R8
V2 – R7
V4 - R8
V3 – R7
Las especies D. balteata y C. ruficornis se observaron en las dos campañas durante la
fase vegetativa (V2 – V3), aunque sus poblaciones fueron escasas, las cuales
provocaron lesiones en las hojas en forma circulares, sin daños considerables.
17
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
Tabla. 4. Insectos asociados al cultivo en la campaña 2014-2015
Nombre
común
Crisomélido
Crisomélido
Salta hojas
del frijol
Nombre
científico
Diabrotica
balteata (Le
Conte)
Cerotoma
ruficornis (Oliv.)
Empoasca
kraemeri (Ross
and Moore.)
Orden y
Familia
Coleoptera
Chrysomelidae
Coleoptera
Chrysomelidae
Hemiptera
Cicadellidae
Daño que ocasiona
larvas comen raíces,
adultos follaje
larvas comen raíces,
adultos follaje
Se alimenta de la
savia de la planta,
hojas y brotes
Fases
fenológicas
V2 – V3
V2 – V3
V2 – R8
Se observaron adultos de N. viridula alimentándose de las legumbres y de semillas
inmaduras, estos daños causaron afectaciones en el rendimiento y calidad de la
semilla, porque muchas de las semillas al alimentarse el insecto con la introducción de
su estilete no llegaron a formarse por la interrupción del proceso de formación. No
obstante las poblaciones de esta especie fueron bajas sin causar serios daños.
Hohmann y Martínez (2000) y Martínez et al. (2007), reportan las incidencias de N.
viridula en variedades de frijoles sembrado en época tardía.
Estudios realizados por Ramos et al. (2009) en el municipio de Remedios señalan a N.
viridula como una de las principales especies detectadas en el cultivo.
Para las dos campañas el fitófago que más daño causó fue E. kraemeri, las
poblaciones de ninfas para las primeras fases de desarrollo del cultivo (V1–V6) en la
campaña 2013-2014 (figura.1) se mantuvieron bajas y estables en los primeros
muestreos para todas las accesiones, coincidiendo con un período relativamente seco
con temperatura media de 17 a 25 °C y diferencias entre la máxima y la mínima de 10 a
14 °C. Aunque la incidencia fue aumentando progresivamente entre los 35 y 42 días,
los cuales corresponden con la fase reproductiva (R1-R8) llegando a alcanzar medias
por encima de 20 ninfas por planta para la F-5 y F-29, combinándose con escasas
precipitaciones y temperaturas medias entre 22 y 25 °C. No siendo así para las
18
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
accesiones restantes las que se mantuvieron con valores inferiores a 20 ninfas por
planta siendo las menos susceptibles a estos cicadélidos.
R1-R8
No ninfas de E. kraemeri por planta
V1-V6
30
25
20
15
10
5
0
7
14
21
28
35
42
49
56
63
70
Días después de la siembra
F-35
Precipitaciones
F-5
F-29
Temp. Máx.
F-16
Temp. Med.
F-20
Temp. Mín.
HR media
32
90
30
80
28
70
Temp 0C
26
60
24
22
50
20
40
18
30
16
Prec. (mm) HR (%)
100
34
20
14
10
12
10
0
E
F
M
A
Meses del año
19
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
Figura 1. Dinámica estacional de E. kraemeri para las cinco accesiones en la campaña
2013-2014.
Ramos et al. (2009) en experimentos realizados con fertilizantes orgánicos para la
reducción del saltahojas exponen que para el número de ninfas por hojas las medias
fueron de 6 aproximadamente y para el número de ninfas por planta las medias
sobrepasan las 20 ninfas.
Murguido (1995) en experimentos realizados en la región occidental del país observó
que la incidencia de este cicadélido sobre plantas de frijol comenzó desde la fase
fenológica de hoja primaria (V1). Mientras que Heyer et al. (1985) en trabajos
efectuados en Santiago de Las Vegas (Provincia Habana) exponen que la llegada de
los adultos se produce entre los 10 y 30 días posteriores a la siembra y que a partir de
este momento comienza la formación de la primera generación.
En estudios desarrollados sobre el frijol en Londrina, Brasil, durante cuatro épocas de
siembra, observaron que las poblaciones de E. kraemeri se mantuvieron bajas durante
la fase vegetativa y se presentaron sus picos poblacionales durante la fase
reproductiva de las plantas (Menezes et al., 2004).
Ramos (2008) en suelo ferralítico rojo observó que durante las fenofases vegetativas
las poblaciones de E. kraemeri se mantuvieron bajas y el ascenso poblacional se
produjo en las fases reproductivas.
En estudios realizados por Hernández et al. (2013) acerca de la identificación y
fluctuación de E. kraemeri sobre frijol común en Villa Clara también señalan que es
este fitófago una de las principales plagas de P. vulgaris y su aparición comienza en los
primeros estadios del cultivo.
Este insecto es importante porque puede atacar en cualquier fase fenológica del cultivo
y su incidencia causa mermas considerables en los rendimientos y a veces pérdidas
totales afectando los componentes del rendimiento: número de vainas por planta,
número de semillas por vainas, peso de las semillas y aumenta el número de vainas
20
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
vacías. Esta plaga retrasa severamente el crecimiento y desarrollo de la planta (Alfaro,
2004)
4.2 Incidencia de enfermedades
Durante el transcurso del experimento en la campaña de siembra 2014 - 2015 se
identificó como única enfermedad asociada al cultivo a la roya del frijol, causada por el
hongo U. phaseoli.
Figura .2 Intensidad de la roya del frijol en la accesión F-5 durante la campaña 2014 2015.
18
16
a
a
60
70
Intensidad %
14
12
10
b
8
6
4
2
0
50
Días después de la siembra
El porcentaje de intensidad de la roya para las tres evaluaciones realizadas mostró que
a los 50 días la afectación fue de 9,92 %, alcanzando el mayores grados de intensidad
a los 60 y 70 días correspondiendo con la fase fenológica de reproducción, los valores
fueron de 15,68 % y 15,44 % respectivamente sin diferencias estadísticas significativas
entre ellos pero si con el porcentaje de intensidad a los 50 días (figura 2). No fueron
observados síntomas de la enfermedad antes de la floración y si al comienzo de la
misma. Los daños causados tuvieron incidencia sobre el rendimiento y sus
componentes los cuales se ven afectados debido a que la planta al estar infectada por
el hongo dedica gran parte de sus nutrientes y sus sustancias de reserva en combatir la
enfermedad.
21
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
En la literatura consultada se informa por varios autores acerca de una diversidad de
criterios para evaluar la resistencia de los genotipos de frijol a U. phaseoli en
condiciones de campo. Algunos de ellos, utilizan métodos de evaluación cualitativos;
mientras otros toman en consideración aspectos cuantitativos que caracterizan la
resistencia.
Tabla 5. Evaluación de la accesión F-5 según la intensidad de la infección y el tipo de
pústula.
Accesión
% Intensidad media
F-5
Característica de
Categoría de
las pústulas
respuesta
2
Resistente
13,68
Para la accesión F-5 la media del porcentaje de intensidad en las tres evaluaciones
realizadas fue de 13,68 % con una clasificación de grado dos para las características
de las pústulas y de resistente para la categoría de respuesta.
Coincidiendo estos resultados con los señalados por Guerra (2009) quien reporta que
la accesión F-5 es considerada resistente a la infección por la roya, utilizando la
metodología establecida por el CIAT (1987)
Estos resultados coinciden con los obtenidos por Bernal et al. (2004) quienes
catalogaron a la variedades ICA Pijao, CIAP-7247, Turialba-4 y BAT-202 como
resistentes a la infección por Uromyces phaseoli en experimentos realizados en la
época tardía en la CPA “Eduardo García”, perteneciente al municipio de Santa Clara,
provincia de Villa Clara.
No coincidiendo con Guerra (2009) quien refiere que según la metodología establecida
por el CIAT (1979) la accesión F-5 tuvo una respuesta susceptible a la infección por
U. phaseoli y el porcentaje de intensidad de esta accesión varió entre 42 y 100 %.
Para U. phaseoli los síntomas se presentaron a partir de la fase reproductiva del cultivo
(R5-R8), al iniciar la floración rápidamente se observaron las primeras pústulas
independientemente de la posición que tenían en el campo (Jiménez, 2014).
22
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
Coincidiendo estos resultados con los obtenidos por Bernal et al. (2014) quien
evaluando la resistencia del frijol común a la roya, obtuvo que las variedades Red
Kloud, INIVIT Puntiblanco, Bat-93, Rosas, Legua de fuego, ICA Pijao, Cuba Cueto 259B, CIAP 24, Mulangri 112 y Bat 482 fueron clasificadas de resistente según la
metodología empleada.
Las pérdidas en el rendimiento del cultivo están muy relacionadas con las
características de la población prevaleciente del hongo patógeno, la variedad de frijol,
las condiciones ambientales de la zona, y el sistema del cultivo practicado (Beebe y
Pastor-Corrales., 1991).
4.3 Rendimiento agrícola y sus componentes
Los resultados obtenidos después de evaluado el rendimiento agrícola y sus
componentes para las cinco accesiones en la campaña de siembra 2013-2014 (tabla 6)
nos muestran que la accesión de mejor rendimiento fue la F-20 (testa blanca) con 3,17
t ha-1 difiriendo solamente de la accesión F-16 con un rendimiento de 1,96 t ha-1. No
siendo así para el componente número de legumbres vacías el cual no presentó
diferencias estadísticas con ninguna de las accesiones, al igual que para el
componente número de semillas por legumbres entre las accesiones F-35 y F-29,
aunque sí con la F-5 y F-16 mostrando estas dos últimas medias de 4,6 y 2,53 semillas
por legumbres respectivamente. Para el componente número de semillas fallidas por
planta la accesión F-20 solo arrojó diferencia estadística con la F-35, al igual que para
el peso de semilla por planta la cual mostró diferencias con la accesión F-16
solamente. En el componente peso de 100 semillas la accesión F-20 mostró diferencias
estadísticas con las accesiones F-16, F-5, F-35, no siendo así para la F-29 con la cual
no presentó diferencias significativas.
23
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
Tabla. 6 Rendimiento agrícola y sus componentes para las cinco accesiones evaluadas
en la campaña 2013-2014.
Tratamientos
NSL
NLV
NSFP
F-35
F-5
F-29
F-16
F-20
EEx
3,53 b
4,6 a
3,06 bc
2,53 c
3,33 b
0,19
0,93
0,66
0,8
1,06
0,53
0,25
10,2 a
6,33 b
6,0 b
6,6 ab
4,4 b
0,96
PSP
(g)
12,38 ab
11,55 ab
12,81 ab
9,62 b
15,54 a
1,24
P100S
(g)
30,41 b
28,03 c
31,75 a
30,44 b
31,51 a
0,23
R t ha-1
2,52 ab
2,35 ab
2,61 ab
1,96 b
3,17 a
0,25
Medias con letras no comunes en una misma columna difieren por Tukey para p< 0.05
Leyenda: NSL (Número de Semillas por Legumbre), NLV (Número de Legumbres Vacías), NSFP
(Número de Semillas Fallidas por Planta), PSP (Peso de semillas por planta), P100S (Peso de 100
-1
Semillas), R t ha (Rendimiento en toneladas por hectáreas
Tabla. 7 Número de legumbres por planta y número de semillas por planta para la
campaña 2013-2014.
Tratamientos
M.O
M.R NLP
M.O
M.R NSP
F-35
11,2
(37,4) abc
41,26
(38,4) ab
F-5
8,73
(23,2) c
41,73
(40,9) ab
F-29
12,53
(43,4) ab
41,33
(37,43) ab
F-16
10,73
(35,3) bc
32,06
(22,73) b
F-20
13,8
(50,7) a
50,13
(50,53) a
Medias de rangos con letras no comunes por columnas difieren por Kruskal-Wallis para p ≤ 0.05.
Leyenda: M.O (Media Original) M.R (Medias de Rango)
Estos resultados coinciden con los expuestos por Fonticiella, (2009) quien refiere que
en experimentos realizados en las campañas 2007, 2008, 2009 el rendimiento de la
accesión F-16 fue inferior al resto de sus homólogas.
Los resultados no coinciden con López et al. (2014) quien en experimentos realizados
en época temprana sobre un suelo Ferralítico Rojo Típico para medir el efecto de la
fertilización mineral y biológica sobre el frijol, obtuvo medias entre 13 y 15 para la
24
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
variedad Bat-304, 15 y 17 para Velazco largo y 12 y 15 para Bat-93, en cuanto al
componente número de legumbres por planta.
Los resultados obtenidos para los componentes número de semillas por legumbre
(NSL) y número de semillas por planta (NSP), no coinciden con los obtenidos por
López et al. (2014) quienes obtuvieron medias por encima de 4,30 para (NSL) y de 50
para (NSP) en las variedades Velasco largo, Bat-304 y Bat-93 respectivamente.
Tabla .8 Rendimiento agrícola y sus componentes para la accesión F- 5 en dos fechas
de siembra.
Tratamientos
NSL
NLV
NSP
NSFP
2013 - 2014
2014 - 2015
EE x
4,6 a
3,66 b
0,20
0,66
0,6
0,22
41,73
34,86
4,51
6,33
6,73
1,29
PSP
(g)
11,55
11,15
1,42
P100S
(g)
28,03 b
32,92 a
0,18
R t ha-1
2,35
2,27
0,29
Medias con letras no comunes en una misma columna difieren por Tukey para p< 0.05
Leyenda: NSL (Número de Semillas por Legumbre), NLV (Número de Legumbres Vacías), NSP (Número
de Semillas por Planta), NSFP (Número de Semillas Fallidas por Planta), PSP (Peso de semilla por
-1
planta), P100S (Peso de cien semillas), R t ha (Rendimiento en toneladas por hectáreas).
La comparación entre los dos tratamientos para la accesión F-5, arrojó diferencias
estadísticas en los componentes número de semillas por legumbre y peso de 100
semillas, con medias de 4,6 (2013-2014) y 3,66 (2014-2015) para el primer caso y
28,03 (2013-2014) y 32,92 (2014-2015) para el segundo (tabla 8). No obteniendo los
mismos resultados para los otros componentes los cuales no difirieron entre ellos para
ninguna las dos campañas.
Estos resultados no coinciden con los expuestos por Fonticiella, (2009) quien señala
que para los componentes legumbres por planta, semillas por planta y semillas por
legumbre son clasificados de regular para la primera campaña de siembra, y de regular
y malo para la segunda según la metodología empleada; no siendo así para el
componente peso de 100 semillas y rendimiento los cuales son clasificados de bueno y
sobresalientes en la primera siembra y de regular y sobresaliente en la segunda.
25
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
Tabla. 9 Número de legumbre por planta par la accesión F-5 en dos campañas.
Tratamientos
2013-2014
2014-2015
M.O
8,73
9,47
M.R NLP
(16,66) a
(14,33) a
Medias de rangos con letras no comunes por columnas difieren por Kruskal-Wallis para p ≤ 0.05.
Leyenda: M.O (Medias originales), M.R (Medias de Rango)
Los componentes legumbres por planta con media de 8,73 para (2013-2014) y 9,47
para (2014-2015) al igual que número de semillas por legumbres con medias de 4,6
(2013-2014) y 3,66 (2014-2015) no coinciden con lo expresado por Valdés, (2010)
quien obtuvo medias por encima de 16 para el número de legumbres por planta y de 5
para el número de semillas por legumbre.
El peso promedio de 100 semillas en las accesiones en estudio fue de 25 g sin
embargo Valdés, (2010) obtuvo valores de 18,5 g.
26
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
Conclusiones
1. Se identificaron seis especies de insectos fitófagos en la primera campaña y tres
en la segunda, E. kraemeri fue la de mayor incidencia.
2. Se identificó como única enfermedad a la roya en la campaña 2014-2015 para la
accesión F-5, la cual fue catalogada de resistente según la metodología
empleada.
3. Los mayores rendimientos se obtuvieron en la campaña 2013-2014 en la
accesión F-20 y con diferencias estadísticas significativas con F-16.
4. La accesión F-5 no mostró diferencias estadísticas en cuanto al rendimiento
entre campañas, aunque si en los componentes número de semillas por
legumbre y peso de 100 semillas.
27
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
Recomendaciones
1. Estudiar la respuesta de las accesiones fortificadas de frijol en otras épocas de
siembra.
2. Proponer el uso de la accesión F-5 a los productores en época tardía.
28
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
Bibliografía
1. Arroyo, R. 2002. La escasez de frijoles en Cuba. Cubanet. Independiente.
2. Beebe, S.E, & Pastor-Corrales, M.A., 1991. Breeding for disease resistance. In
A. van Schoonhoven & O. Voysest (Eds). Common bean, research for crop
improvement. CIAT. Cali, Colombia. Pp.561-618.
3. Blair, M. W; Astudillo, C; Grusak M. A; Graham R; Beebe, S. E. 2009. Inheritance
of seed iron and zinc concentrations in common bean (Phaseolus vulgaris L.).
Mol Breeding. Ed 23, pp 197-207.
4. Bernal, A; Abreu, A; Quintero. E; Ramos. R; Castellanos. M; Castillo, O. 2014.
Respuesta de variedades de frijol común (Phaseolus vulgaris L.) a la infección
por Uromyces phaseoli (Pers.)Wint var. typica Arth. Centro Agrícola. UCLV,
Santa Clara, Cuba, Año 41 (1), 5 p.
5. CIAT (Centro Internacional de Agricultura Tropical). 2002. Acerca del frijol.
Consultado en http:// www.ciat.Cgiar.org./beans/htm
6. FAO. (2005). En sitio web: http://www.fao.stat.org [consultado el 9 de febrero de
2015].
7. Ficha Técnica del Primer Curso. 2003. Aspectos Básicos y Prácticos para el
Mejoramiento y Producción de Frijol. Campo Experimental del Valle de México,
Chapingo, México. pp 57.
8. Fischer Walker C. L; Ezzati M; Black RE. 2009. Global and regional child
mortality and burden of disease attributable to zinc deficiency. Eur J Clin Nutr;
63:591-7
9. Fonticiella, E. 2009. Evaluación agronómica y selección participativa en líneas
experimentales de frijol común fortificadas en hierro y zinc en suelos pardos de
Santa Clara. Tesis para aspirar al título de Ingeniero Agrónomo. pp 58
10. García, M.R., García, D.G. 2001. Notas sobre mercado y comercialización de
productos agrícolas; México; Ed. Colegio de Posgraduados, Centro de
Economía.
11. Helrich, K. 1995. AOAC. Official Methods of Analysis of Association of Official
Analytical Chemists, 5th ed., ed Washington, DC.
12. Hernández, A; Pérez, J; Bosch, D; Rivero, R; Camacho, E; Ruiz, J. 1999. Nueva
versión de clasificación genética de los Suelos de Cuba. Instituto de Suelos.
AGRINFOR. pp. 37-38.
13. Hernández, H; Gómez, J; Ramos, Y; Pérez, E; Espinosa, R. 2013. Identificación
y fluctuación poblacional de Empoasca en variedades de Phaseolus vulgaris L.
en Villa Clara, Cuba. Centro Agrícola. UCLV, Santa Clara, Cuba, Año 40 (2), 4
p.
14. Heyer, W.; Chiang, M. A.; Cruz, B. 1985. Dinámica de Empoasca fabae Harris
en plantaciones de frijol Phaseolus vulgaris L. En veinte años de colaboración
científica Cuba-RDA. 77 p.
15. Hohmann, C. L. y Martínez, S. S. 2000. Feijão, Tecnologia de Producão. En:
Pragas e Seu Controle. IAPAR. Paraná. Brasil. 81 p.
16. House, W.A., M. Ross, R.M. Welch, S. Beebe y Z. Cheng, 2002. Potential for
increasing the amounts of bioavailable zinc in dry beans (Phaseolus vulgaris L.)
Through plant breeding. Journal of the Science of Food and Agriculture
82:1452-1457.
17. INRA.1977. El cultivo del frijol. Cuba. [citado en 2015], Consultado en
http://www.fao.org/docrep/t1147s/t1147s0i.htm#TopOfPage
18. Jiménez J. 2014. Respuesta agronómica de variedades de frijol (Phaseolus
vulgaris L) en la localidad de General Carrillo, Villa Clara. Tesis para aspirar al
título de Ingeniero Agrónomo. 46 p.
19. Koné N. 2010 Empoasca kraemeri Ross y Moore (salta hojas) durante una
época de siembra intermedia de frijol común (Phaseolus vulgaris L.) en un
suelo Ferralítico Rojo Típico. Tesis para aspirar al título de Ingeniero Agrónomo.
pp 19
20. Linder, MC. 1991. Nutrition and metabolism of the trace elements. Editors.
Nutritional Biochemistry and Metabolism with Clinical Applications. Appleton &
Lange; pp. 216-270
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
21. López, A; Mandado, L; Martín, B; Gutiérrez, R; Abreu, E. 2014. Efecto de la
fertilización mineral y biológica sobre tres genotipos de frijol común en un suelo
Ferralítico Rojo Típico. Centro Agrícola. UCLV, Santa Clara, Cuba, Año 41 (1),
5 p.
22. Martínez, E; Barrios, G; Rovesti, L; Santos, L. 2007. Manejo Integrado de
Plagas. Manual práctico—La Habana: CNVS; 526p.
23. Mayea, S.; Herrera, L.; Andreu, C. M., 1994. Enfermedades de las plantas
cultivadas en Cuba. Editorial Pueblo y Educación. La Habana. 425 p.
24. Menezes, A; Christoval, H; Souza; A.M; Mitsuo. 2004. Fluctuacão populacional
de insetos associados ao feijão- vagemcv. UEL -1 em quatro épocas de plantio
e seu efeito sobre ascaracterísticas produtivas. Semina (2):283 -288.
25. MINAGRI. (2007).Lineamientos para los Subprogramas de la Agricultura
Urbana para 2008-2010 y Sistema Evaluativo.121 p
26. Mora, O. 1997. Origen e importancia del cultivo de la caraota (Phaseolus
vulgaris L.) Rev. Fac. Agron. Maracay. Venezuala. 23:225-234.
27. Murguido, C. A. 1995. Biología, Ecología y lucha contra el saltahojas
Empoasca kraemeri Ross y Moore (Homóptera: Cicadellidae) en el frijol
(Phaseolus vulgaris L.). Tesis presentada en opción del grado científico de
Doctor en Ciencias Agrícolas. INISAV. Ciudad de La Habana. 98 p.
28. Nuñes-Barrios, A.; Foster, E.1996. Efecto del déficit hídrico sobre el crecimiento
de hojas, tallos y vainas de frijol. Agricultura Tec. En México 22:99-109.
29. Opio, A. F. y Senguoba, T. 1992. Progress on bean pathology research in
Uganda. Res. Anal. Sobre Frijol. Vol. XVII (1).
30. Ortiz, R; Ponce, M; Ríos; Gladys, H; Verde; Acosta, R; Miranda, S; Martin, L;
Moreno, I. 2003. Efectividad de la experimentación campesina en la
microlocalización de variedades de frijol y la evaluación de la interacción
genotipo-ambiente”. Cultivos Tropicales, 24, (4): 107-113.
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
31. Pastor-Corrales, M.A; Jara, C. 1995. La evolución de Phaeoisariopsis griseole
con el frijol común en América Latina. Firop.col.19: 15-24
32. Pastor-Corrales, M.A; Otoya, M. Mi Molina, A.; Singh, S.P. 1995. Resistance to
Colletotricchum lindemuthianum isolatus from Middle America and Andeand
South America in Different common bean races plant DIS. 79: 63-67
33. Paul. 1994. Sizer F and Whitney E. Nutrition concepts and controversies. 6th
edition. St.: West Publishing Company; 282-288
34. Pinheiro, C., Baeta, J.P. Pereira, A.M., Dominguez, H., Ricardo,C. 2007 .Mineral
elements correlations in a Portugese germplasm collection of Phaseolus
vulgaris. Integrating Legume Biology for Sustainable Agricultura. 6 European
Conference on Grain Legumes. 12-16 noviembre 2007, Lisboa, Portugal, p.
125-126.
35. Puentes, M. 1994. Monografía. Cultivo del frijol. Tema. Nutrición. UCLV.
Facultad de Ciencias Agropecuarias. 14 pp.
36. Quintero F.E. 1985. Variedades y Agrotecnia del cultivo del frijol. Informe
final
de Investigaciones, Quinquenio1981-1985. Fac. C. Agr., Universidad
Central de las Villas, Santa Clara, 40 p.
37. Quintero, E. 1996. Manejo de algunos factores fitotécnicos en fríjol común en
condiciones de una agricultura sostenible. Tesis en opción al grado de Master
en Ciencias Agrícolas. UCLV, pp77.
38. Quintero, E. 2000. Manejo agrotécnico del frijol en Cuba. Monografía. Facultad
de Ciencias Agropecuarias, UCLV, Santa Clara, 28 p.
39. Quintero, E. 2007. Manejo de la diversidad varietal en la conducción fitotécnia
del frijol común (Phaseolus vulgaris L.). Centro Agrícola 26(3):27-32.
40. Quintero, E. 2009. Comunicación personal.
41. Quintero, E. Saucedo O, Gil V y Mena O. 2002. Estructura varietal del fríjol:
Contribución al manejo sostenible de su cultivo. Centro Agrícola. UCLV, Santa
Clara, Cuba, Año 29 (4), 87-88 p.
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
42. Ramos, Y. 2008. Empoasca kraemeri Ross y Moore sobre el frijol común
(Phaseolus vulgaris. L) en un suelo Ferralítico Rojo Típico. Trabajo de Diploma.
UCLV, FCA. 34 p.
43. Ramos, Y. Pérez, E. 2009. Fertilizantes orgánicos una propuesta ecológica a la
reducción del saltahojas del frijol. Agricultura orgánica 1/2009, pp 29 y 30
44. Ramos, Y. Pérez, E. Hernández, H. Gómez, J. y González, M. 2009. Efecto del
ataque de las chinches (Hemiptera: Pentatomidae) en el cultivo del frijol común
(Phaseolus vulgaris L.). Rev Centro Agrícola36 (2):91-92.
45. Saetter, A. N. 1989. Common bacterial blight. En: Schwartz, H. F; M. A. Pastorcorrales (eds). Bean production problems in the Tropics. 2 nd ed. CIAT, Cali,
Colombia, pp 261-283.
46. Singh, S.P. 1999. Production and Utilization. En: Singh, S.P. (eds). Common
bean improvement in the twenty-first century. Kluwer Academic Publishers. 1-24
pp.
47. Sizer, F; Whitney, E.1994. Nutrition concepts and controversies. 6th edition. St.
Paul: West Publishing Company; 282-288 pp
48. Socorro A, Martín D. 1989. Granos. Pueblo y Educación. La Habana, Cuba, 318
p.
49. Ustimenko G y Bakunovsky V. 1982. El cultivo de plantas subtropicales y
tropicales. Editorial Mir. Moscu. 189 pp.
50. Valdés, E. 2010. Empleo de abonos orgánicos y biofertilizantes en la reducción
de las afectaciones por hongos patógenos del suelo, y su repercusión en el
incremento del rendimiento en el frijol común. Tesis para aspirar al título de
Ingeniero Agrónomo. UCLV, FCA. 53 p
51. Valladolid, Á., Pantaleón, J., Castillo, O. y Aquino, J. 1998. Curso producción de
menestras de exportación (Para agricultores), Chiclayo – Perú.
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
52. Van Schoonhoven A. y Pastor-Corrales M. 1987. Sistema estándar para la
evaluación de germoplasma de frijol. CIAT. Colombia. 56 pp
53. Welch, R.M; House, W.A; Ross, M; Beebe S. y Cheng Z. 2000. Genetic
selection for enhanced bioavailable levels of iron in bean (Phaseolus vulgaris L.)
seeds. Journal of Agricultural and Food Chemistry 48:3576-3580
54. WHO/UNICEF/UNU. 2001. Iron deficiency anaemia: assessment, prevention,
and
control.
Geneva:
WHO;
[citado
enero
2015].Consultado
en:
http://www.who.int/nut/documents/ida_assessment_prevention_control.pdf.
55. Wortmann, C. S; Kirkby, R.A.; Eledu, C.A., Allen D.J. 1998. Atlas of common
bean (Phaseolus vulgaris L.) production in Africa. CIAT, Cali, Colombia.
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
Anexos
Anexo 1. Porcentaje de área afectada.
Grado
Descripción
0
Planta sana
0.1
Aparición de las primeras pústulas
1
Hasta un 20 % del área foliar afectada
2
De 21-40 % del área foliar afectada
3
De 41-60 % del área foliar afectada
4
De 61-80 % del área foliar afectada
5
Más del 80 % del área foliar afectada
Anexo 2. Tamaño y características de las pústulas.
Grado
1
2
3
4
5
Características de las pústulas
Sin evidencias de
infección
Manchas necróticas sin
esporulación
Pústulas menor de 0,3 mm
Pústulas de 0,3-0,5 mm y
algunas veces rodeadas
por halos cloróticos
Pústulas mayor de 0,5 mm
y generalmente rodeadas
por halos cloróticos
Categoría
Inmune
Resistente
Moderadamente
resistente
Moderadamente
susceptible
Susceptible
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas