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Transcript
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES AGROPECUARIAS
PROPAGACIÓN DE ALCACHOFAS
UN ASPECTO CLAVE EN LA PRODUCCIÓN
Constanza Jana Ayala - Roxana Gutiérrez López - Víctor Alfaro Espinoza
BOLETÍN INIA N°222
Autores:
Constanza Jana Ayala, Ingeniera Agrónoma. M. Sc., Ph D.
Roxana Gutiérrez López. Ingeniera Ejecución Agrícola.
Víctor Alfaro Espinoza. Ingeniero Ejecución Agrícola.
Director Responsable:
Francisco Meza Álvarez, Ingeniero Agrónomo M. Sc.
Centro Regional de Investigación Intihuasi.
Editores:
Constanza Jana Ayala, Ingeniera Agrónoma. M. Sc., Ph D.
Carlos Quiroz Escobar, Ingeniero Agrónomo, M. Sc. Ph.D.
Cornelio Contreras Seguel, Ingeniero Agrónomo.
Boletín INIA Nº 222
Boletín editado por el Centro Regional de Investigación Intihuasi, del Instituto de
Investigaciones Agropecuarias, Ministerio de Agricultura de Chile, como parte del proyecto:
“Aumento del potencial productivo y comercial de la agroindustria de alcachofa mediante
mejoramiento genético y optimización de factores claves en la cadena de Producción” (07CT9
H-10) financiado por Innova Chile de CORFO.
Autoriza la reproducción total o parcial citando la fuente y los autores.
Cita bibliográfica correcta:
Jana, C., R. Gutiérrez y V. Alfaro. 2011. Propagación de alcachofas. Un aspecto clave en la
producción. 45 p. Boletín Nº 222. Instituto de Investigaciones Agropecuarias. Centro Regional
de Investigación Intihuasi. La Serena, Chile.
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN
2. ANTECEDENTES GENERALES DE LA ALCACHOFA Y SU PROPAGACIÓN
7
8
2.1 Origen de la especie e importancia en Chile
8
2.2 Propagación vegetativa de la alcachofa
9
2.3. Propagación por semillas
13
2.4 Propagación in vitro
14
3. ENSAYOS EXPERIMENTALES EN PROPAGACIÓN
15
3.1. Comparación entre tipos de propágulos vegetativos de alcachofa
15
3.1.1 Selección, prendimiento y brotación
16
3.1.2 Porcentaje de replante y número de tallos productivos
19
3.1.3. Evolución del porcentaje de floración
21
3.1.4. Rendimiento
22
3.2 Efecto de la aclimatación en frio sobre órganos de propagación vegetativa
23
3.2.1 Porcentaje de prendimiento
24
3.2.3 Porcentaje de fructificación
24
3.3. Fenología de la propagación por semillas en la región de Coquimbo
26
3.3.1. Emergencia de semillas y producción de plantines
28
3.3.2. Trasplante
29
3.3.3. Estado fenológico 8 a 10 hojas
30
3.3.4. Inicio de fructificación
30
3.3.5 Inicio de cosecha
31
3.4.1. Selección y preparación del material vegetal
32
a. Selección de material en campo
33
b. Preparación de hijuelos en laboratorio
33
c. Desinfección del explante
34
d. Medio de cultivo
35
e. Extracción de yema y establecimiento en medio de cultivo
35
f. Multiplicación de brotes
36
g. Enraizamiento de plantas
38
h. Traspaso a sustrato y aclimatación
38
4. RECOMENDACIONES FINALES EN LA PROPAGACION DE ALCACHOFA
42
4.1. Obtención del material vegetal para la plantación
43
4.2. Tratamientos al material de propagación
43
LITERATURA CONSULTADA
45
1. INTRODUCCIÓN
La propagación de plantas consiste en la multiplicación de ellas para mantener sus
características únicas y es la base de la domesticación de los cultivos, por lo que ha jugado
un rol fundamental en la evolución de la sociedad humana. Sólo cuando el hombre logró
multiplicar las plantas que había seleccionado para diferentes usos, pudo asentarse y formar
comunidades estables.
En la naturaleza se manifiestan dos sistemas de propagación, conocidos como fases
esporofítica (vegetativa) y gametofítica (reproductiva), que le permiten a los vegetales
multiplicarse e incrementar su distribución e introducir variación para evolucionar a nuevos
genotipos más adaptados a otros sitios, respectivamente. Estas dos formas son las que ha
utilizado el hombre para multiplicar sus cultivos.
En el caso de la alcachofa (Cynara cardunculus L. var. scolymus (L.) Hayek), una hortaliza que
ha tomado relevancia en el país en los últimos años por la demanda para producción de
alcachofas en conserva, a nivel mundial se propaga casi exclusivamente por vía vegetativa,
reportándose solo alrededor de un 5 % de la superficie con cultivos obtenidos por semilla
botánica. Entre las ventajas de utilizar el sistema de propagación vegetativa se menciona
la uniformidad del material propagado producto de la multiplicación clonal y la facilidad
de obtención del material a usar, ya que muchos agricultores utilizan material vegetativo
proveniente de sus mismas plantaciones comerciales. Sin embargo, este sistema también
presenta desventajas, entre las cuales se indica heterogeneidad fisiológica, aleatoriedad
fitosanitaria, bajo coeficiente de multiplicación, elevado costo de la plantación y escasa
posibilidad de realizar una siembra mecanizada. La propagación por semillas por otro lado,
puede constituir una alternativa a la propagación agámica contribuyendo al mejoramiento
del estado sanitario y al incremento de la producción unitaria.
En Chile, la principal variedad utilizada es la “argentina”, que cubre la mayor parte de la
superficie ocupada por esta especie. Esta variedad se propaga exclusivamente vía vegetativa,
siendo este uno los procedimientos que más limita y obstaculiza la producción de este
cultivo. Las razones son variadas, pero la más importante es que no hay una técnica especial
de recolección del material utilizado, sino que este se cosecha desde las plantaciones
comerciales como un subproducto de la producción de alcachofa, sin hacer una selección
previa del material a utilizar. Otra razón es que no existe claridad con los componentes de
rendimiento (brotes productivos) según el tipo de órgano de propagación utilizado. El material
cosechado no es plantado inmediatamente, sino que se lo mantiene en el campo a la espera
de la plantación sin darle condiciones frescas y no se utilizan técnicas de desinfección de los
órganos vegetativos utilizados en la propagación (a pesar de la alta posibilidad de transmisión
de enfermedades). Como los propágulos1 son cosechados por sistema de tratos y se paga por
número de propágulos cosechados, se genera un vicio en la calidad del material.
1 Propágulos: Estructura que sirve para la reproducción vegetativa de un organismo.
7
No hay claridad respecto al estado de madurez de los propágulos y su efecto en la brotación
y el prendimiento. De igual modo, no existe acuerdo si conviene hacerlos brotar o enraizar
primero. La desuniformidad en prendimiento es reportada por los mismos agricultores; en un
sondeo realizado en la Región de Coquimbo en relación al porcentaje de plantas que perdían
al momento de la plantación, varios agricultores señalaron que plantaban 25.000 plantas/ha
para quedar con 18.000 y que incluso muchas veces llegan a obtener menos plantas.
En el marco descrito, desde el período 2008 a mediados del 2011, el Centro Regional de
Investigación Intihuasi de INIA, con financiamiento del programa INNOVA CORFO, se encuentra
desarrollando el proyecto “Aumento del potencial productivo y comercial de la agroindustria
de alcachofa mediante mejoramiento genético y optimización de factores claves en la cadena
de producción”, cuyo objetivo general es “Incrementar la eficiencia agroindustrial y el valor
agregado del alcachofín, en base a material genético mejorado y optimización de factores
claves en la cadena de producción”. Uno de los objetivos específicos del proyecto es mejorar
el sistema de propagación de la alcachofa, siendo los principales resultados de éste, los que
se describen en el presente boletín.
2. ANTECEDENTES GENERALES DE LA ALCACHOFA Y SU PROPAGACIÓN
2.1 Origen de la especie e importancia en Chile.
La alcachofa pertenece a la familia Asteracea. Su centro de origen se ubica en la cuenca del
Mediterráneo, sin que se sepa el lugar exacto, ya que se conoce únicamente como planta
cultivada. Selecciones hechas por el hombre del cardo silvestre (Cynara cardunculus var.
sylvestris (Lamk) Fiori) habrían resultado en la obtención de la alcachofa cultivada y de cardo
cultivado (Cynara cardunculus L. var. cardunculus), pero en períodos y lugares diferentes.
La alcachofa habría sido domesticada en la edad media en Sicilia, desde donde se habría
difundido por Europa mediterránea y de ahí a América.
En Chile se produce desde la Región de Atacama hasta la Región de Los Lagos, pero los
principales centros de producción se encuentran en las regiones de Coquimbo, Valparaíso y
Metropolitana. Según datos del último censo agrícola, la superficie aumentó de 2.500 a 5.042
hectáreas a nivel nacional entre el año 1997 y 2007, incremento asociado a la expansión de
la producción para alcachofa procesada. El 50 % de la superficie se encuentra en la Región
de Coquimbo, situación que se explica fundamentalmente por las favorables condiciones
agroclimáticas, que permiten obtener materia prima de buena calidad para la industria, altos
rendimientos potenciales y un período más prolongado de producción que en la zona central.
La producción destinada a abastecer el mercado industrial se basa en alcachofas de la
variedad argentina, que se postula provendría de Italia, probablemente del grupo Catanesa,
sin que existan antecedentes que permitan comprobarlo. En todo caso, presenta una gran
similitud con el tipo Blanco Temprano cultivado en Argentina y, especialmente, con el cultivar
Tudela o Blanco de España, lo que también permite pensar en un probable origen español.
Se caracteriza por ser una planta erecta, prolífica en hijuelos, de altura reducida (entre 0,5 y 1
8
m), con hojas heterofílicas enteras o pinnadas, de tamaño medio, sin espinas y de color verde
claro a grisáceo. Produce entre otoño y primavera varios capítulos florales por planta, los
que son de forma ovoide-cónica, de tamaño medio (200 a 250 g los primarios), compactos,
de color grisáceo, con brácteas elongadas, escasamente invaginadas, sin espinas, y con
pedúnculo medio en grosor y extensión (Figura 1). Organolépticamente, presenta un sabor
suave y brácteas y fondo poco carnosos.
Figura 1. Cabezuela típica de alcachofa de la variedad argentina.
2.2 Propagación vegetativa de la alcachofa.
Los principales tejidos y órganos utilizados para la propagación vegetativa en el mundo, son
los siguientes:
Tallo: conocido en Chile como “palo”, corresponde a la porción basal de un tallo productivo de
la temporada anterior, que ha entrado en receso y tiene yemas en su base. Para su extracción
no es necesaria la destrucción de la planta madre. Es el propágulo más utilizado en el país
para la variedad argentina (Figura 2).
9
Figura 2. Tallos de alcachofa argentina.
Rizoma o Cepa conocido en Chile como “tronco”, corresponde a trozos del rizoma
con algunas yemas, para lo cual se extrae el órgano completo destruyendo a la
planta madre y posteriormente se divide en trozos como se observa en la Figura 3.
Figura 3. Rizomas de alcachofas argentinas.
Hijuelo: corresponde a brotes nacidos de las yemas basales de los tallos o directamente
del rizoma. Su extracción no requiere sacar la planta madre (Figura 4). El hijuelo, como es
un tejido nuevo, se considera libre de invasión vascular por patógenos. Aun así, es poco
utilizado en Chile en la alcachofa argentina, porque como es un tejido menos rústico se lo
ha señalado como de difícil enraizamiento y necesidad de mayor preocupación al momento
de la plantación.
10
Figura 4. Hijuelos de alcachofa argentina.
Además de estos propágulos también se cuenta con:
Zuecas: De amplia utilización en España, pero no en Chile. Corresponde a un tallo unido al
trozo de rizoma desde donde nace (Figura 5).
Figura 5. Zuecas de alcachofas argentinas.
11
Ovoli: Tampoco se utiliza en Chile, pero es ampliamente utilizado en Italia. Corresponde a
hijuelos que detuvieron su crecimiento por desecación de la planta, perdiendo sus hojas y
quedando reducidos a un pequeño vástago con yemas apicales y laterales en receso (Figura
6). La literatura señala que la producción de ovolis es muy dependiente de la variedad y
que la variedad Blanca de Tudela, que podría ser la precursora de la Argentina, no sería una
buena productora de ovolis, sin embargo, estudios exploratorios de producción de ovolis en
Argentina han mostrado una buena respuesta, cuando se remueve la parte aérea de la planta
para inducir brotación en la base.
Figura 6. Ovolis de alcachofa argentina.
Hijuelos viverizados: corresponde a hijuelos con raíces formadas en vivero para ser
transplantados con raíces al campo. En algunos casos se realizan en cepellón, es decir, a raíz
cubierta (Figura 7).
Figura 7. Hijuelos enraizados.
12
2.3. Propagación por semillas.
La utilización de semilla botánica como órgano de propagación en alcachofa, es un
procedimiento muy poco usado para cultivo comercial, puesto que las descendencias
surgidas de semillas son muy poco uniformes, dando origen a una gran diversidad de tipos:
plantas con y sin espinas, grandes diferencias en precocidad y una gran variedad de formas
y colores tanto de las hojas como de las cabezuelas. Sin embargo, en los últimos 20 años se
ha desarrollado variedades de semilla tanto polinización abierta como híbrida, pero de baja
difusión hasta la fecha. Las ventajas para la polinización abierta de semillas son:
-
Alta sanidad del material inicial, trasplantando a campo plantas sanas, en
contraposición a la facilidad de reproducción de enfermedades del sistema de propagación
vegetativa.
-
Producción homogénea del material a trasplantar (plantines) y alto porcentaje de
prendimiento a campo (cercano al 98 %), implicando menores costos de replantación y alta
uniformidad del cultivo, tanto en tamaño como en forma de la planta y de las cabezuelas
emitidas (Figura 8).
-
Facilidad para adquirir las semillas en contraposición a lo que significa colectar y
preparar un gran volumen de propágulos vegetativos de la alcachofa.
-
Altos rendimientos, especialmente en las variedades híbridas (sobre 20 t/ha).
Dentro de las desventajas de la utilización de semillas se cuenta el alto costo de la semilla
comercial, más el costo de elaboración del plantin, ya que debido al precio de las semillas sólo
se utiliza el sistema de almácigo y trasplante. Otra desventaja es que en alcachofa al utilizar
semilla, se agudizan los requerimientos de frio para inducir la floración (vernalización). Esto
implica que para producir temprano se utiliza ácido giberélico (AG), regulador de crecimiento
que adelanta la fecha de entrada en producción. Sin embargo, los mercados internacionales,
están cada vez más estrictos en exigir frutos libres de pesticidas y hormonas vegetales y es
probable que haya que buscar otras alternativas para las alcachofas de semilla o producirlas
en otra condición climática.
13
Figura 8. Plantin de alcachofa de semilla listo para el trasplante.
2.4 Propagación in vitro
La técnica de propagación in vitro, no es utilizada en forma masiva en la producción de
alcachofa. Tiene dos ventajas fundamentales: obtención de plantas libres de virus y bacterias
exógenas y homogeneidad de la descendencia a partir de meristemas apicales, sin embargo
las principales limitantes son que en las plantas precoces o de largo ciclo de producción como
es el caso de la alcachofa argentina, la planta es modificada volviendo a un estado juvenil
en el que pierde la producción otoñal y el alto costo de las plantas in vitro, lo que no le
permite una aplicacion directa. Sin embargo, la técnica es una alternativa para obtener en
forma rápida material libre de enfermedades independiente de las condiciones ambientales
de producción y también es la única técnica que permite la multiplicación masiva de material
promisorio dentro de programas de mejoramiento. En la Figura 9, se observan plantas de
alcachofa argentina propagada in vitro en medio de multiplicación.
14
Figura 9. Plantas de alcachofa in vitro, provenientes de meristemas.
3. ENSAYOS EXPERIMENTALES EN PROPAGACIÓN
Entre las temporadas 2008 a 2011, se establecieron unidades experimentales en la Parcela
Experimental Pan de Azúcar del Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA, Centro
Regional Intihuasi, ubicada en la ruta 43 camino a Ovalle, (30º03`S – 71º13`O – 123 msnm),
Región de Coquimbo.
3.1. Comparación entre tipos de propágulos vegetativos de alcachofa.
Se compararon tipos de órganos de propagación en plantación de verano, en dos temporadas
(2009 y 2010). En la primera temporada se utilizaron tres propágulos (tallos, rizomas e
hijuelos) con material de propagación no seleccionado proveniente de un agricultor, por
lo que constituyó un material muy representativo de una situación real. En la segunda
temporada se incluyeron además, dos tipos de propágulos (ovolis e hijuelos enraizados) pero
se utilizó material seleccionado por tamaño, uniformidad y sanidad.
En la primera temporada las evaluaciones se realizaron sobre el porcentaje de prendimiento,
contando plantas vivas y muertas en la totalidad de la parcela cada dos semanas hasta
alcanzar un valor definitivo; componentes de rendimiento: número total de brotes o hijuelos,
número de brotes productivos y el número y peso de capítulos. También se consideró el
rendimiento por superficie, de acuerdo a la producción distribuida por calibres (entre 50 y
75 mm), clasificando los defectos externos de acuerdo con las pautas utilizadas en plantas
procesadoras de alcachofas. En la segunda temporada las evaluaciones se realizaron sobre
el porcentaje de prendimiento, componentes del rendimiento y rendimiento por superficie
15
como en la primera temporada, pero además se incluyó una caracterización de cada uno de
los materiales de propagación, en un promedio de 100 propágulos de cada tipo. En ambos
casos, los manejos agronómicos tendieron a optimizar los aspectos de riego, fertilización y
controles fitosanitarios, para que el cultivo exprese su máximo potencial (Figura 10).
Figura 10. Plantación de estudio comparativo de tipos de propágulos, temporada 2010.
3.1.1 Selección prendimiento y brotación.
En el Cuadro 1, se observan los resultados obtenidos en dos temporadas de propagación.
En la primera, se trabajó con el material que utilizan los agricultores, sin selección ni control
sanitario. En la segunda temporada los propágulos fueron seleccionados de plantas sanas y
cortados a un diámetro y largo definidos. Los resultados sugieren que la selección del material
de propagación en términos de uniformidad y sanidad, mejora el porcentaje de brotación.
Cuadro 1. Prendimiento (%) de hijuelos, rizomas y tallos de alcachofa en dos
temporadas de plantación de verano, en la parcela experimental Pan de Azúcar,
Coquimbo.
Tipo de órgano
16
Porcentaje de prendimiento en campo
Plantación sin selección
Plantación con selección
(2009)
(2010)
Hijuelo
64,9
91,4
Rizoma
65,2
90,4
Tallo
75,1
90,7
Estos resultados avalan la importancia de seleccionar el material vegetativo que va a ser
usado para propagación en la temporada siguiente. Un método efectivo para seleccionar
plantas, es recorrer la parcela en otoño - invierno durante la época de producción de
cabezuelas, cuando aun es fácil entrar y caminar entre plantas y marcar aquellas fuera de
tipo, de baja producción o que presenten problemas sanitarios. De esta manera, en verano,
cuando se requiera material vegetativo para la plantación del año siguiente, no se extraerá de
las plantas marcadas que además, en ese momento, debieran ser eliminadas. El sistema para
marcar las plantas puede ser como en Navarra, España, con cal, aunque en zonas húmedas
es conveniente utilizar alguna alternativa más estable. En INIA Intihuasi, se ha utilizado con
éxito pintura spray (Figura 11) o varas de carrizo (Figura 12), ambos sistemas permiten ubicar
con facilidad las plantas que han sido marcadas y eliminarlas.
Figura 11. Planta fuera de tipo marcada con pintura spray.
17
Figura 12. Planta de alcachofa marcada con una vara de carrizo pintada de blanco.
Al momento de la extracción de plantas pueden aparecer plantas no marcadas afectadas
por plagas y/o enfermedades, especialmente plantas que muestren síntomas de Verticillium.
Estas plantas no deben ser plantas madres de nuevos propágulos. Además, se recomienda
que las plantas de las cuales sean tomados los materiales de propagación sean ojalá del año.
Con respecto a la uniformidad del material, si se trabaja con tallos o rizomas ojalá tengan más
de 5 yemas. En el caso de trabajar con tallos, el diámetro debe ser mayor o igual a 2,5 cm, el
largo no mayor a 10 cm para favorecer la manipulación y estar secos (no verdes) para que no
se deshidraten.
La característica más importante de los propágulos es su capacidad de brotación, tanto en
“número de propágulos brotados” como en el tiempo que este proceso tarda. Mientras antes
broten y en mayor cantidad, menor será el porcentaje de replante y se iniciará en forma
más uniforme y anticipada la cosecha. Cuando se trabaja con material seleccionado y se
comparan los diferentes tipos de propágulo, los hijuelos frescos obtienen el mayor porcentaje
de prendimiento al evaluar a los 30, 45 y 60 días después de plantados (Cuadro 2). A las ocho
semanas se igualan los hijuelos enraizados y los ovolis.
18
Cuadro 2. Porcentajes de brotación de cinco tipos de propágulos plantados en
verano, provenientes de material seleccionado, en la parcela experimental Pan
de Azúcar, Coquimbo.
Propágulos
4 semanas
(25/02/10)
6 semanas
(10/03/10)
8 semanas
(25/03/10)
Hijuelo fresco
92,26
a
93,75
a
99,40
a
Hijuelo enraizado
83,92
b
87,20
ab
96,13
a
Tallo
80,95
b
89,28
ab
90,47
b
Rizoma
80,95
b
89,28
ab
90,77
b
Ovoli
61,90
c
84,82
b
97,32
a
Letras distintas en la misma columna indican diferencias estadísticas significativas (p≤0,05).
DMS
La utilización de hijuelos enraizados tiene poca probabilidad de adopción por los agricultores,
consiste en enraizar previamente los hijuelos en un área sombreada y con la utilización de
algún enraizante. El proceso de enraizamiento toma aproximadamente un mes, por lo que es
necesario partir antes para alcanzar a tener plantas en los meses de diciembre y enero, que
es cuando se efectúa la plantación de alcachofa, en la Región de Coquimbo. Si la viverización
de hijuelos para su enraizamiento fuera realizada por algún productor de alcachofas o
viverista que se dedicará a la venta de material de propagación, los productores de alcachofa
que pagarán por este servicio, podrían asegurar un alto porcentaje de éxito en la plantación.
Investigaciones en Italia, principal país productor y consumidor de alcachofas a nivel mundial,
recomiendan el desarrollo de viveros para producir plántulas de alcachofa y así evitar los
problemas que acarrea la utilización de material vegetal de los propios agricultores para la
siguiente plantación.
En la comparación entre los diferentes tipos de propágulos sorprende la respuesta de los
ovolis. Estos propágulos en un principio resultaron ser los menos eficientes, sin embargo,
en la evaluación final luego de dos meses, se igualaron a los hijuelos frescos y a los hijuelos
enraizados con un alto porcentaje de brotación (>95%) (Cuadro 2). Este propágulo no se
utiliza en Chile y se dice que la variedad argentina tiene un bajo porcentaje de emisión de
ellos. Sin embargo, en una muestra al azar de 5 plantas de 2 años de edad, después de 4
meses de inactividad (noviembre a marzo), se evaluó el número de ovolis producidos en cada
planta, obteniéndose un promedio de 12 ovolis/planta, con variación entre 8 y 17 unidades
por planta.
3.1.2 Porcentaje de replante y número de tallos productivos.
Una segunda característica fundamental en la propagación de alcachofa es el porcentaje de
replante. Este es el número de propágulos que es necesario volver a plantar, lo que significa
un alto costo en mano de obra para el agricultor y retrasarse en la cosecha. El replante
de la alcachofa argentina bordea entre el 15 al 30 % usando tallos y rizomas sin proceso
19
de clasificación. Sin embargo, cuando se efectúa la selección del material, los propágulos
que menor selección requieren son el hijuelo fresco (normal) y el rizoma. Este último en la
selección, debe considerar la eliminación de todos aquellos con daño sanitario, uniformar
el tamaño y el número de yemas. Cuando se comparan diferentes tipos de propágulos
previamente seleccionados, la mayor necesidad de replante se obtiene con los ovolis y con
los hijuelos enraizados (Figura 13).
60
Porcentaje Replante
50
40
30
20
10
0
H. Normal
Tallo
Rizoma
Ovoli
H. enraizado
Figura 13. Porcentaje de replante de diferentes tipos de propágulos previamente
seleccionados en plantación de verano en la parcela experimental Pan de Azúcar, Coquimbo.
Los hijuelos frescos pueden responder muy bien al trasplante cuando el tiempo entre el corte
y el trasplante a campo es mínimo, las condiciones de traslado mantienen la humedad del
material vegetativo, se plantan sobre terreno regado y no se los somete a estrés hídrico.
Los agricultores de la región, acostumbrados a trabajar con palos que vienen en estado de
receso, no usan hijuelos porque se les deshidratan al someterlos al mismo procedimiento
que a los palos. Por otro lado, se podría esperar que órganos como rizoma o tallo, que tienen
un mayor número de yemas que el hijuelo y con más reservas nutritivas, tuvieran un mayor
número de tallos productivos, sin embargo, como se observa en el Cuadro 3, esto ocurre
en el primer ciclo de crecimiento pero en el segundo ciclo, los hijuelos presentan el mismo
número de tallos productivos que el tallo y aun mayor que el rizoma, comportándose como
un propágulo altamente productivo.
20
Cuadro 3. Número de tallos productivos y producción de cabezuelas, en plantas
de alcachofa argentina provenientes de tres tipos de propágulos en plantación
de verano (2009) en la parcela experimental Pan de Azúcar, Coquimbo.
Número de tallos productivos, promedio por planta
Iniciales1
Post destalle2
Tipo de propágulo
Hijuelo
1,13 b
3,59 a
Rizoma
1,45 a
1,95 b
Tallo
1,27 ab
3,19 a
Letras distintas en la misma columna indican diferencias significativas (p≤0,05). DMS
1
Tallos productivos correspondiente al primer ciclo de crecimiento de la planta en la temporada.
2
Tallos productivos nacidos con posterioridad al corte de los tallos iniciales ya cosechados (“destalle”).
3.1.3. Evolución del porcentaje de floración.
Una de las ventajas de la Región de Coquimbo para la producción de alcachofas, es que dada
su condición climática se pueden producir alcachofas del tipo argentina a partir del otoño,
ya que esta variedad presenta bajos requerimientos de vernalización. Para que ello ocurra,
los propágulos de propagación vegetativa se deben inducir a flor lo más temprano posible.
En plantación de verano (enero del 2010), al comparar diferentes tipos de propágulos en su
respuesta a la inducción floral en el tiempo, se observó que a los 103, 110 y 117 días después
de la plantación, el propágulo hijuelo siempre obtuvo el mayor porcentaje, es decir presentó
mayor precocidad que el resto de los propágulos. Sin embargo, a partir de los 124 días los
ovolis igualaron el porcentaje de evolución de floración de los hijuelos hasta superarlo. El
resto de los propágulos se mantuvo siempre bajo ambos tipos de propágulos (Figura 14).
80
% de Evolución Floral
70
60
50
H. Normal
Tallo
40
Rizoma
30
Ovoli
20
H. enraizado
10
0
103
110
117
124
131
Dias despues de Plantación
138
Figura 14. Evolución del porcentaje de floración a partir de cinco tipos de propagulos previamente
seleccionados en plantación de verano en la parcela experimental Pan de Azúcar, Coquimbo.
21
3.1.4. Rendimiento.
Para determinar si existe efecto del tipo de propágulo sobre el rendimiento de cabezuelas
cosechadas (número y peso), se compararon los rendimientos durante dos temporadas de
cosecha en la parcela experimental Pan de azúcar en Coquimbo. En la primera temporada,
en la cosecha proveniente de plantas cuyos órganos vegetativos habían sido tallos,
rizomas e hijuelos sin selección del material de propagación (Cuadro 4), los rendimientos
promedios por planta fueron similares en hijuelo y tallo y resultaron mayores que en rizoma.
Probablemente, éste órgano de propagación tuvo mayor incidencia de enfermedades, lo que
redujo su potencial productivo (Figura 15).
Cuadro 4. Rendimiento en plantas de alcachofa argentina provenientes
de tres tipos de propágulos sin selección previa. Temporada 2009. Parcela
Experimental Pan de Azúcar, Coquimbo.
Tipo de propágulo
Producción comercial promedio por planta
Unidades
Peso (g)
Hijuelo
14,2 a
1.089 a
Rizoma
10,2 c
808 b
Tallo
12,7 b
1.011 a
Letras distintas en la misma columna indican diferencias estadísticas significativas (p≤0,05). DMS
Figura 15. Rizomas con tejido con pudrición.
Al comparar los rendimientos acumulados a lo largo de todo el período de cosecha, desde el
1° de junio al 16 de noviembre, obtenidos en plantas de alcachofas provenientes de 5 tipos
de propágulos, previamente seleccionados y plantados en enero del 2010, se observa que
para todos los propágulos los rendimientos bordearon las 25 t/ha, sin presentar diferencias
significativas entre ellos (Figura 16).
22
Hijuelo Fresco
Tallo
Rizoma
Ovoli
H. enraizado
30.000
Rendimiento Acumulado (kg/ha)
25.000
20.000
15.000
10.000
5.000
0
127
141
155
169
183
197
211
225
Días después de plantación
239
253
267
281
Figura 16. Rendimientos acumulados de plantas de alcachofa argentina provenientes de 5 tipos de
propágulos previamente seleccionados en plantación de verano, en la parcela experimental Pan de
Azúcar, Coquimbo.
3.2 Efecto de la aclimatación de tallos en frío sobre órganos de propagación
vegetativa
En España, la principal zona de producción de alcachofa es la región mediterránea (Murcia,
Valencia, Alicante), con un clima muy similar al que se tiene en la Región de Coquimbo. En
este país, se utiliza una diferenciación regional de producción; la zona mediterránea se dedica
a la producción de cabezuelas para el consumo, mientras que la del Valle del Ebro (Navrra, La
Rioja y Aragón), se utiliza para producir el material de propagación que se utilizará en la zona
del mediterráneo. Esta técnica es usada porque existiría un efecto positivo de la aplicación
de frío a los propágulos en receso (“zuecas” en el caso de España) sobre la brotación y
prendimiento en campo, así como sobre la precocidad.
En base a esta información se evaluó el efecto del tiempo de aplicación de frío previo a la
plantación (en cámaras de frío a 4° C) sobre tallos (palos) de alcachofa argentina, durante
dos temporadas 2010 y 2011. En la primera temporada se evaluaron 3 tratamientos: palos
recién extraídos, sin aplicación de frío (testigo), palos sometidos a frío 4 °C por 10 días, palos
sometidos a frío 4 °C por 20 días y en la segunda temporada se incluyeron dos tratamientos
adicionales: palos sometidos a 4° C por 30 días y palos sometidos a 4° C por 40 días. Se evaluó
prendimiento (%) y precocidad (%) en las dos temporadas.
23
3.2.1 Porcentaje de prendimiento.
Someter a los tallos de propagación a 4°C por 20 días antes de la plantación, favorece
el prendimiento (%), mientras que un período mayor a esa cantidad de días lo afecta
negativamente e incluso puede disminuir drásticamente el prendimiento. El efecto sólo se
aprecia a las 4 semanas desde la plantación (7 febrero de 2011 en la Figura 17), donde el
porcentaje de prendimiento de los tallos sometidos a 4° C por 20 días es significativamente
mayor que los otros tratamientos. Posteriormente, los tratamientos se igualan manteniendo
diferencias sólo con el tratamiento de 40 días en frío que, no logra aumentar su prendimiento
y por lo tanto tendría un efecto negativo sobre los tejidos.
3.2.3 Porcentaje de fructificación.
El tratamiento de frío por 20 días adelantó la fructificación hasta en 20 días, al comparar con
un testigo, en el cual no se hizo la aplicación de frío. Así, los resultados obtenidos durante la
primera temporada de estudio (2010) con 3 tratamientos de frío, permitieron lograr un 50%
de fructificación a los 138 días después de la plantación, si los propágulos eran sometidos
a frío por 20 días en relación a un testigo que llegó al 50% de fructificación a los 159 días.
Por otro lado, tiempos menores de exposición (10 días) causan un retraso en la entrada en
producción en relación al testigo sin aplicación de frío (Figura 17).
Tallo Fresco
80
Tallo 20 días
Tallo 10 días
70
Fructificación (%)
60
50
40
30
20
10
0
103
110
117
124
131
138
145
152
Días después de plantación
159
166
173
Figura 17. Porcentaje de fructificación promedio por tratamiento a partir de los 103 días después de la
plantación. Parcela Experimental pan de Azúcar. Coquimbo. Temporada 2010.
24
En la segunda temporada, se validó este resultado. La aplicación de frío (4°C) por 20 días a los
tallos de propagación, mejora la precocidad de alcachofa argentina y adelanta la entrada en
fructificación en 21 días en relación al tratamiento sin aplicación de frío. En esta oportunidad,
la aplicación de frío al tallo por 10 días resultó ser idéntica a la no aplicación de frío.
100
Tallo Fresco
Tallo 10 días
Tallo 20 días
Tallo 30 días
Tallo 40 días
90
80
Porcentaje
70
60
50
40
30
20
10
0
24-ene-11
7-feb-11
21-feb-11
7-mar-11
21-mar-11
Fechas evaluación
Figura 18.Porcentaje de prendimiento de 5 tratamientos sobre tallos de plantación a las 2, 4, 6 y 8
semanas después de plantación. Parcela Experimental pan de Azúcar. Coquimbo. Temporada 2011.
Sin embargo, al igual que en el caso de la evaluación de prendimiento, exposiciones mayores a
los 20 días a bajas temperaturas tiene un efecto negativo sobre la fructificación principalmente
cuando esta fue aplicada por 40 días donde a los 188 días después de plantado se apreció
un 24% de fructificación mientras que el tratamiento de 20 días llegaba al 66% (Figura 19).
25
70
60
Porcentaje
50
40
30
20
10
0
137
Tallo Fresco
144
151
Tallo 10 días
158
165
172
Días después de Plantación
Tallo 20 días
Tallo 30 días
179
186
Tallo 40 días
Figura 19. Porcentaje de fructificación promedio por tratamiento a partir de los 137 días después de la
plantación. Parcela Experimental pan de Azúcar. Coquimbo. Temporada 2011.
3.3. Fenología de la propagación por semillas en la Región de Coquimbo.
Se considera como semilla de la planta de alcachofa a su fruto que es un aquenio, con peso de
600 a 610 g/L y cuya capacidad germinativa puede extenderse de 6 a 12 años.
La alcachofa es un cultivo tradicionalmente propagado vía vegetativa, sin embargo, durante
los últimos 20 años se ha desarrollado en el mundo variedades de semilla que tienen como
principales ventajas la reducción en los costos de plantación, posibilidad de mecanización,
sanidad del cultivo y facilidad de introducir nuevas variedades. Además, una planta propagada
vía semilla, comparada con una planta propagada vía sistema tradicional, tiene una mayor
eficiencia en la utilización de la humedad y fertilidad del suelo ya que desarrolla rápidamente
una larga raíz vertical, que penetra profundamente en el suelo.
En países como Egipto, la propagación de alcachofas a través de semilla representa el 20% de
la superficie nacional; en Perú esta cifra asciende al 78%, mientras que en Chile sólo es el 5%
del total de la superficie nacional y de muy reciente introducción, con la consiguiente falta de
información. Debido a esto, en el Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA Intihuasi,
se han realizado algunos estudios en propagación de semillas de alcachofa para determinar la
26
fenología de la producción con la utilización de semillas como órgano de propagación.
Durante la temporada 2008-2009 en la Parcela Experimental Pan de Azúcar en Coquimbo, se
evaluaron 6 variedades de semilla, con potencial como alternativa productiva en la región:
tres de polinización abierta (PA: Imperial Star, Lorca y A - 106) y tres híbridos (Madrigal,
Symphony y Opal), los que fueron sembrados en diciembre del año 2008. Las variedades
elegidas fueron desde muy precoces a muy tardías, adaptadas a la transformación industrial
y como producto fresco. En la Figura 20, se presentan algunas características básicas de las
variedades evaluadas.
De acuerdo a la literatura, las semillas de alcachofa pueden establecerse por sistema de
siembra directa con maquinaria o por sistema de almácigo – trasplante. La siembra directa
con maquinaría es viable siempre y cuando las condiciones de suelo permitan preparar
una adecuada cama de semilla. Este es el sistema más utilizado en California, mediante
sembradoras de precisión que depositan 2 – 3 semillas por golpe a 2 cm de profundidad. Con
este sistema se necesita en torno a 1 kilogramo de semilla /ha (a 0,6 – 0,9 m sobre la hilera
por 1,5 – 2 m entre hileras) por lo cual esta modalidad es más factible con las variedades
PA dado el menor costo de la semilla. El sistema de almácigo – trasplante se recomienda
en el caso de las semillas híbridas por su alto costo. En Chile, dado el tipo de suelo que
habitualmente se utiliza en la producción de alcachofas (suelos arcillosos y pedregosos), el
sistema de almácigo y trasplante sería recomendable para cualquiera de los tipos de semilla.
INIA Intihuasi ha tenido buenas experiencias produciendo los almácigos en bandejas
speedlings de 135 celdillas con turba como sustrato, obteniendo emergencias entre 89
y 99 %, sin registrarse caídas de plántulas (Figura 21) para 6 variedades mantenidas bajo
invernadero y en siembras de mediados de diciembre.
MADRIGAL
Híbrido para procesamiento,
capítulo verde, tardío (semillas
Nunhems)
SIMPHONY
Híbrido para proceso y fresco,
capítulo verde, semi precoz
(semillas Nunhems)
OPAL F 1
Híbrido para proceso y fresco,
capítulo violeta, muy precoz
(semillas Nunhems)
27
IMPERIAL STAR
Variedad Polinización
abierta, proceso y fresco ,
capítulo verde, precoz
(semillas Latinoamericana)
LORCA
Variedad Polinización
abierta, proceso y fresco,
capítulo verde, precoz
(semillas Latinoamericana)
A - 106
Variedad Polinización
abierta, proceso y fresco,
capítulo verde, precoz
(semillas ANASAC)
Figura 20. Variedades de Alcachofa de semillas cuyo uso se está promocionando en Chile.
Figura 21. Almácigos de alcachofa en bandejas de 135 celdillas con turba como sustrato.
3.3.1. Emergencia de semillas y producción de plantines.
En Estados Unidos se ha encontrado porcentajes de germinación de semillas de alcachofa
cercanos al 60%. Sin embargo, bajo los estudios locales en 6 variedades, evaluadas a los
10 días después de la siembra, se obtuvieron porcentajes promedios cercanos al 80% de
germinación, con diferencias significativas entre las variedades (Cuadro 5).
28
Cuadro 5. Emergencia de semillas en almácigo al estado de 2 hojas cotiledonales
(%) y eficiencia en producción de plantines al estado de 2 hojas verdaderas(%),
en 6 variedades de alcachofa de semilla.
Variedad
Madrigal
Symphony
Opal
Imperial Star
Lorca
A-106
Emergencia
almácigo (%)
83 b
62 c
93 a
82 b
68 c
90 a
Producción de
plantines (%)
98,5 a
90,0 b
97,0 a
96,0 a
89,0 b
98,5 a
Letras distintas implican diferencias estadísticas significativas entre tratamientos (p≤0,05) DMS
La producción de plantines se evaluó a los 27 días desde la fecha de siembra con un promedio
de eficiencia del 95% (Cuadro 5). Los resultados obtenidos coinciden con pruebas realizadas
en Valencia con alcachofas de semilla, que señalan la gran homogeneidad de las variedades
propagadas a través de esta vía.
3.3.2. Trasplante.
El estado de 3 a 4 hojas verdaderas para todas las variedades, se obtuvo a los 40 días después
de la siembra. Este es el momento recomendado para el trasplante donde se obtuvieron
porcentajes de prendimiento a campo del orden del 92 al 95% (Figura 22).
Figura 22. Prendimiento en campo de alcachofa de semilla al estado fenológico de 3 a 4 hojas verdaderas.
3.3.3. Estado fenológico 8 a 10 hojas.
29
Las variedades de alcachofa de semilla requieren de la aplicación de ácido giberélico (GA3)
para inducir la floración, promoviendo así una mayor productividad y/o precocidad. Su uso
es de especial relevancia en trasplantes de primavera – verano para la obtención de cosechas
tempranas en otoño, ya que ante la falta de horas frío para la vernalización, la planta no
produce esta hormona en cantidad suficiente para inducir la floración. Se recomienda realizar
3 aplicaciones cada 10 a 15 días a partir del estado de 8 a 10 hojas verdaderas; esta fenofase,
se obtuvo a los 50 días post-trasplante (Figura 23). La concentración de GA3 dependerá de si la
variedad es precoz o tardía, siendo necesario aplicar mayor concentración en las variedades
tardías. Para la aplicación de la hormona, se debe utilizar altos volúmenes de agua, de
manera de asegurar un buen mojamiento de la planta priorizando la aplicación en el centro
de crecimiento. Se recomiendan aplicaciones diluidas en 1.000 L de agua/ha.
Figura 23. Aplicación de ácido giberélico en alcachofas de semillas.
3.3.4. Inicio de fructificación.
El parámetro para medir el inicio de fructificación fue el estado de botón floral, que equivale
a una inflorescencia de 10-15 mm (Figura 24). Los resultados se aprecian en el Cuadro 6. El
análisis señala que existen diferencias estadísticas significativas entre las variedades evaluadas.
Se distinguió un grupo compuesto por 5 de las 6 variedades, en el cual, la fructificación inició
con la variedad Lorca a los 93 días post trasplante, seguida por Imperial Star y A-106 a los 100
días. La variedad Madrigal mostró un comportamiento diferente y demoró 124 días en iniciar
su fructificación. Comparando estos resultados con investigaciones de la costa peruana con
la variedad Imperial Star, indican que Chile tiene una ventaja comparativa de 47 días. Si se
compara con Alicante (España), con la variedad Lorca, en Chile la variedad inicia fructificación
30
44 días antes, lo que posiciona a la región como productora de alcachofas precoces.
Figura 24. Inicio de fructificación con una inflorescencia de 15 mm.
3.3.5 Inicio de cosecha.
La alcachofa cosechada para procesamiento en Chile, tiene un diámetro de cabezuela entre
50 a 75 mm. Los resultados de inicio de cosecha se observan en el Cuadro 6. El análisis indicó
diferencias estadística significativas entre las variedades, con 3 grupos, dentro de los cuales
el más precoz inició la cosecha con la variedad Lorca que demoró 112 días y el más tardío con
la variedad Madrigal a los 149 días post trasplante. En España, estudios comparativos entre
la variedad Harmony (precoz y muy similar a Lorca) con Madrigal (tardía), se han obtenido
diferencias de 30 días. En Perú, en la zona costera, la variedad Imperial Star sembrada en la
misma fecha que en la Región de Coquimbo demora 38 días más en el territorio Peruano que
en el territorio nacional, lo que ratifica las buenas condiciones climáticas de la región para
las variedades precoces.
Cuadro 6. Inicio de la fructificación (días) e inicio de cosecha (días), en 6
variedades de alcachofas de semilla.
Variedad
Madrigal
Symphony
Opal
Imperial Star
Lorca
A-106
Inicio fructificación
(días)
124 c
107 b
107 b
100 ab
93 a
100 ab
Inicio Cosecha
(días)
149 d
135 c
128 bc
124 b
112 a
124 b
Letras distintas implican diferencias estadísticas significativas entre tratamientos (p≤0,05), DMS
En el Cuadro 7, se muestran los resultados obtenidos en número de días de cosecha con
trasplante 21 de enero (y siembra en diciembre) y otras tres posibles fechas de trasplante,
31
que pueden servir de referencia para estas seis variedades en la Región de Coquimbo.
Cuadro 7 Períodos de cosecha de variedades de alcachofa de semilla para
diferentes épocas de trasplante con aplicación de ácido giberélico (10.000
plantas / ha). La Serena, Campo Experimental INIA Intihuasi Pan de Azúcar.
Épocas de Trasplante
Variedades
21 enero 09
cosecha
13 mayo 09
días
cosecha
28 julio 09
días
cosecha
27 octubre 09
días
cosecha
días
Madrigal
19 /06–23 /12
162
14 /10 – 9 /12
57
1 /12 – 6 /01
37
28 /01–4 /03
35
Symphony
5 /06–7 /12
153
3 /10 – 25 /11
53
1 /12 – 6 /01
37
28 /01–25 /02
28
Opal
29 /05–7 /12
150
3 /10–25 /11
53
1 /12–6 /01
37
28 /01–25 /02
28
Imperial
25 /05–6 /08
73
29 /09–2 /12
64
25 /11–6 /01
42
21 /01–25 /02
35
Lorca
13 /05–21 /08
100
29 /09–2 /12
64
1 /12–6 /01
37
21 /01–25 /02
35
A - 106
25 /05–21 /08
88
29 /09–2 /12
64
25 /11–6 /01
42
21 /01–25 /02
35
3.4 Micropropagación de alcachofa Argentina
El cultivo de tejidos vegetales in vitro se basa en el principio de la totipotencialidad celular,
que corresponde a la capacidad de una célula vegetal de formar una planta completa, bajo
ciertas condiciones químicas y físicas, a partir de un trozo de tejido de la planta. Cuando
un trozo de tejido (explante2) con potencialidad de diferenciación se incuba en condiciones
favorables (balance hormonal), genera un nuevo individuo.
La técnica de micropropagación se refiere a la multiplicación de un genotipo en condiciones
asépticas de laboratorio y utilizando medios de cultivo adecuado. Esta práctica permite
aumentar aceleradamente el número de plantas derivadas de un genotipo, reducir el tiempo
de multiplicación, multiplicar gran número de plantas en un espacio reducido, controlar el
estado sanitario del material vegetal y facilitar el transporte del material propagado in vitro.
Los pasos fundamentales para la micropropagación eficiente de una especie son:
establecimiento aséptico del cultivo; su multiplicación y enraizamiento y la preparación para
su trasplante al suelo. A continuación se describen los pasos realizados en la micropropagación
de alcachofas de la variedad argentina. Este protocolo corresponde a una adaptación del
protocolo de micropropagación de alcachofa sin espinas, desarrollado en INIA Huaral (Perú).
La micropropagación no se ha desarrollado como herramienta en alcachofa, debido al alto
costo por unidad producida, a una pérdida de precocidad de los materiales propagados y
2 Explante: tejido removido de un organismo, que es sembrado en medio artificial con nutrientes para la
generación de un nuevo individuo.
32
una tasa muy baja de multiplicación. Sin embargo, la propagación in vitro se convierte en la
única alternativa para multiplicar masiva y rápidamente clones elite de alcachofa dentro de
un programa de mejoramiento o para sanear materiales que se encuentren infectados con
enfermedades vasculares o virales.
3.4.1. Selección y preparación del material vegetal.
a. Selección de material en campo.
El material vegetal debe provenir de hijuelos juveniles de 4 semanas de formación y de 25
a 30 cm de longitud, de plantas sanas sin indicios de enfermedades, virosis o presencia de
insectos. Deben ser recolectados el mismo día en que se va a sembrar ya que se ha visto
disminución en el porcentaje de prendimiento cuando se recoge el día anterior a la siembra.
A los hijuelos se les eliminan las hojas viejas, las raíces y el suelo adherido (Figura 25).
Figura 25. Selección de hijuelos para utilización como material de propagación in vitro.
b. Preparación de hijuelos en laboratorio.
Una vez en el laboratorio, los hijuelos son lavados con agua potable a chorro continuo y
enjuagados con agua destilada, eliminando todo indicio de impurezas que pudieran llevar
desde el campo (Figuras 26 y 27). Se eliminan hojas externas así como parte de la corona,
hasta llegar a obtener un tamaño de 2 a 5 cm apto para su manipulación (Figura 27 y 28).
33
Figura 26. Hijuelos deshojados.
Figura 27. Lavado de hijuelos con agua
corriente.
Figura 28. Deshoje de hijuelos antes de
corte.
Figura 29. Tamaño apropiado para
desinfección.
c. Desinfección del explante.
El proceso de desinfección de yemas se realiza bajo estrictas condiciones de asepsia con
materiales esterilizados y bajo cámara de flujo laminar3 (Figura 30). Para la desinfección se
utiliza alcohol diluido al 70% y NaCl (2%) con la incorporación de un producto detergente, se
lava con agua destilada y se sumerge en una solución antioxidante de ácido ascórbico, para
evitar la fenolización4 de los tejidos.
3 Cámara de flujo laminar (CFL): es un receptáculo con una sola cara libre, que permite trabajar en
condiciones de esterilidad, porque circula aire filtrado de toda partícula extraña al interior de la cámara.
4 Fenolización: pardeamiento u oscurecimiento que se produce en los explantes, causada por la secreción
de sustancias conocidas como fenoles, como respuesta al daño por parte de la planta al ser cortada.
34
Figura 30. Cámara de flujo laminar.
d. Medio de cultivo.
Como medio se utiliza Murashige y Skoog (Medio MS), que contiene macro y micronutrientes,
sales y vitaminas ajustado a pH 5,7. A este medio se le adicionan diferentes reguladores
de crecimiento, de acuerdo con cada fase de desarrollo: iniciación, multiplicación y
enraizamiento.
e. Extracción de yema y establecimiento en medio de cultivo.
Este procedimiento se realiza con ayuda de una lupa estereoscópica, extrayendo la yema
de crecimiento con 3 o 4 primordios foliares5 (Figura 31) constituyendo los “explantes”, que
son sembrados en el medio de cultivo. Las condiciones de cultivo, los primeros días, son
de completa oscuridad para pasar paulatinamente a 3.000 lux con temperatura de 24°C,
fotoperiodo de 16 horas luz, durante 40 días, período en el cual la yema crece hasta alcanzar
un tamaño aproximado de 2 cm de longitud. Con este largo puede ser traspasada como
microplanta a un nuevo medio de cultivo (Figura 32).
5 Primordio foliar: prominencia del ápice que dará lugar a una hoja
35
Figura 31. Yema apta para traspaso a medio de cultivo in vitro.
Figura 32. Yema desarrollada a los 40 días, lista para pasar a un nuevo subcultivo.
f. Multiplicación de brotes.
La etapa de multiplicación consiste en aumentar exponencialmente el número de plantas a
partir de la planta original. Para esto se traspasa a un medio MS manteniendo concentraciones
de sacarosa y pH inicial pero suplementado con una mayor concentración de BAP6 en
iguales condiciones de cultivo. Luego de 6 semanas es posible obtener un promedio de 3 a
6 BAP:bencilaminopurina. Fitohormona del tipo citocinina, que promueven la división celular..
36
8 brotes por microplanta (Figuras 33 y 34). Por cada planta se realizan no más de 5 ciclos de
multiplicación, ya que un número mayor puede generar perdida de vigor de plantas y otras
alteraciones al material vegetal.
Figura 33. Microplantas de alcachofa en medio de multiplicación, después de 6 semanas de
establecimiento.
Figura 34. Microplanta de alcachofa con brotes laterales antes de la separación.
37
g. Enraizamiento de plantas.
La alcachofa enraiza con dificultad in vitro. Por esto se trabaja en dos etapas. Una primera
fase de inducción para la formación de raíces. Brotes de un tamaño superior a los 2,5 cm
son traspasados a medio MS suplementados con ANA7 por un período de 4 semanas, lo
que promueve la diferenciación de tejidos. En una segunda etapa, las plántulas in vitro, se
traspasan a medio MS suplementado con AIB8 para estimular proliferación de raíces en un
periodo similar al anterior (Figura 35).
Figura35. Plantas in vitro de alcachofa en fase de enraizamiento.
h. Traspaso a sustrato y aclimatación.
Cuando las raíces alcanzan longitudes sobre los 2 cm, las plantas se retiran del medio de
cultivo, se lavan sus raíces retirando todo resto de agar y se trasplantan en sustrato consistente
en turba esterilizada y fertilizada en bolsas individuales. Las primeras semanas se mantienen
las condiciones de humedad relativa, temperatura y luminosidad que tenían las plantas en
la cámara de crecimiento para que el cambio de condición no resulte tan severo. A partir
de la segunda semana la condición va variando hasta terminar al aire libre después de 5 a 7
semanas con una planta terminada (Figuras 36 y 37).
7 ANA: ácido naftalenacético. Fitohormona del tipo auxina, que actúa sobre la elongación celular.
8 AIB: ácido indolbutírico. Fitohormona del tipo auxina, que al igual que ANA actúa sobre la elongación
celular.
38
Figura 36. Planta de alcachofa de 3 semanas en sustrato.
Figura 37. Planta de alcachofa de 2 meses en sustrato, lista para el trasplante a terreno
definitivo.
En la Figura 38, se muestra el proceso completo de producción de plantas de alcachofa in
vitro. A partir de una yema, con 5 subcultivos finales y considerando un potencial de 5 a 8
brotes por yema, se podrían obtener hasta 3.125 plantas, en un tiempo de 200 a 250 días.
39
Día 30
Plántula
Día 1
Establecimiento
Día 200
Planta lista en vivero
40
Día 40
Traspaso a
multiplicación
Nuevo ciclo
de multiplicación
Día 80
Se obtienen
de 4 a 8 brotes
Nuevos brotes
pasan a subcultivos
o a enraizar
Día 160
Planta enraizada
a sustrato
41
FIGURA 38. Ciclo productivo de plantas in vitro.
42
4. RECOMENDACIONES FINALES EN LA PROPAGACION DE ALCACHOFA.
La propagación de alcachofa es, en definitiva, uno de los principales problemas a resolver
para aumentar la producción de este cultivo. Se deben considerar los siguientes aspectos.
4.1. Obtención del material vegetal para la plantación.
Si en nuestro país no fuera posible adoptar un sistema de propagación que incluya viveros de
alcachofas para la distribución de material sano y uniforme hacia los productores, la extracción
de plantas por los mismos productores debiera realizarse después de un proceso de selección
muy estricto sobre el material a plantar. Se deben eliminar plantas enfermas, principalmente
con síntomas de Verticillium o virus. El ideal es extraer el material de plantas productivas y
mantenerlas en buenas condiciones sanitarias y de nutrición, durante la temporada. Unos
20 días antes de la extracción del material se recomienda cortar el riego para inducir la
madurez de los tallos. Se puede usar tallos, hijuelos u ovolis, sin embargo, no se recomienda
la utilización de rizomas, que son los materiales con mayor índice de problemas sanitarios.
4.2. Tratamientos al material de propagación.
Si se va a trabajar con tallos, el diámetro mínimo debe ser de 3 cm y 10 cm de largo sobre
las yemas para favorecer la manipulación. Los tallos deben estar en receso y la plantación
no debe ser profunda y ojalá lo antes posible una vez extraídos los propágulos. Si no se va a
plantar inmediatamente, debe mantenerse bajo un ambiente fresco y sombreado. El tiempo
máximo entre la recolección del propágulo y el explante son 3 días si es que se mantiene bajo
sombra, en un lugar ventilado. Una práctica no habitual pero que debiera ser incluida dentro
del sistema de manejo, es la desinfección de los propágulos previo a la plantación, con una
solución fungicida. En INIA Intihuasi se ha trabajado con Benomilo (carbendazima) 50 g i.a.
en 100 L de agua por 5 a 10 minutos antes de plantar, con muy buenos resultados.
Si se opta por utilizar hijuelos como propágulo, estos debieran ser de 1,5 a 2,5 cm de
diámetro. Menos que eso genera que se deshidraten muy rápido y si tienen más de 2,5, es
muy probable que ya vengan inducidas las alcachofas centrales, lo que retrasa el crecimiento
vegetativo. La separación del hijuelo de la planta madre debe ser a través de un corte limpio,
se les eliminan las hojas basales (Figura 39) y se dejan de 22 a 25 cm de largo (Figura 40).
Se colocan sobre un recipiente limpio y ventilado, se recomienda desinfectarlos al igual que
el caso de los tallos y se llevan inmediatamente al sitio de la plantación. El suelo donde se
planta debe haber sido regado y después de la plantación se vuelve a regar, lo que favorece la
brotación. La profundidad de plantación debe ser de alrededor de 5 a 7 cm.
De acuerdo con los estudios de propagación en alcachofa descritos en el presente boletín, se
sugiere que el mejor sistema para obtener nuevas plantas a nivel comercial en el país es la
producción de plantines viverizados, sean estos producidos después de una intensa selección
sobre el material original y extraídos como hijuelos o producidos a través de propagación in
vitro que asegura altos niveles sanitarios. Sin embargo, dado que en ambos casos se elevan
los costos de producción, para disponer de plantas sanas con altos niveles de brotación y
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fructificación se deben considerar los siguientes aspectos:
•
Selección previa de las plantas desde donde se extraerán los propágulos vegetativos.
Esto puede llevarse a cabo marcando las plantas enfermas o malas productoras durante
la etapa de producción, las que deben ser eliminadas antes de la labor de recolección
de propágulos.
•
Capacitación intensa a los recolectores de propágulos en términos del tipo de material a
cosechar, tamaño, diámetro y estado sanitario.
•
Desinfección previa a la plantación de acuerdo a recomendaciones del personal técnico.
•
Plantación lo más rápido posible una vez extraído los propágulos.
•
Mantención del material de propagación bajo condiciones de baja temperatura y
ventilación, en caso de no ser posible la plantación inmediata. En el caso de hijuelos no
es recomendable que este lapso sea mayor a las 24 horas. En tallos no extender más
allá de 3 días.
Figura 39. Labor de preparación de hijuelos
antes de la plantación.
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Figura 40. Hijuelos listos para el traslado al
lugar de plantación.
LITERATURA CONSULTADA
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