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GU ÍA PA R A UNA E S CO CI A I N D E PE N D I E N T E RESUMEN scotreferendum.com © Crown copyright 2013 La información contenida en la presente guía puede usarse (excluidos los logos y las imágenes) sin incurrir cargo alguno en cualquier medio o formato conforme a las condiciones de la Open Government Licence (Licencia de Gobierno Transparente). Para ver dicha licencia, le rogamos que visite http://www.nationalarchives.gov.uk/doc/ open-government-licence/ o que envíe un correo electrónico a: [email protected]. En aquellas partes en las que hemos identificado que existe información relativa a derechos de propiedad intelectual de terceras partes, deberá obtener permiso de los titulares de los derechos correspondientes. Las estadísticas del presente documento están actualizadas a la fecha de su publicación. El presente documento está a disposición del público en nuestro sitio web SCOTREFERENDUM.COM Escanee aquí para ver videos relativos al futuro de Escocia. Primera publicación por el Gobierno escocés en noviembre de 2013. ISBN: 978-1-78412-146-4 (Spanish) ISBN: 978-1-78412-099-3 (epub) ISBN: 978-1-78412-100-6 (mobi) The Scottish Government St Andrew’s House Edinburgh EH1 3DG Producido para el Gobierno escocés por APS Group Scotland DPPAS20255 (11/13) Publicado por el Gobierno escocés en noviembre de 2013 EL FUTURO DE ESCOCIA Está en tus manos En el referéndum escocés del 18 de septiembre de 2014 tendremos que elegir entre dos futuros. Si votamos Sí, Escocia dará un paso adelante en su camino. Avanzaremos con confianza, listos para aprovechar las numerosas oportunidades que tenemos por delante. Las decisiones económicas y sociales más importantes las tomarán las personas a quienes más preocupa Escocia, es decir, los habitantes de Escocia. Ante nuestra nación se abrirán las puertas de una nueva era. El futuro de Escocia estará en manos escocesas. Si votamos No, Escocia se quedará atrás. Perderemos una oportunidad única de seguir un camino distinto y de elegir una dirección nueva y mejor para nuestra nación. Las decisiones sobre Escocia seguirán en manos de otros. Nosotros, los que vivimos aquí, somos los más interesados en que Escocia sea un éxito y con la independencia podremos conseguir que Escocia se convierta en el país justo y próspero que todos sabemos que debería ser. Podremos asegurarnos de que la gran riqueza y recursos de Escocia se asignan de manera más justa entre los habitantes este país, creando una sociedad que refleje nuestras esperanzas y ambiciones. Ser independientes significa que nosotros elegiremos al Gobierno: un Gobierno cuyo objetivo principal sean los habitantes de Escocia. Esto es lo que ser independiente puede ofrecer a Escocia y es por ello que el Gobierno de Escocia cree que sus habitantes saldrán ganando con la independencia, tanto desde el punto de vista individual como colectivamente. Ventajas de la independencia: cualquiera que sea el partido elegido Las decisiones sobre Escocia las tomarán las personas que más interés tienen en Escocia: aquellos que viven y trabajan aquí. Un partido independiente elegido totalmente por los habitantes de Escocia sustituirá al sistema actual de Westminster, según el cual, los representantes elegidos de Escocia suman tan sólo un 9 por ciento de los 650 miembros de la Cámara de los Comunes. Los miembros de la Cámara de los Lores no son elegidos. Los gobiernos siempre estarán formados por los partidos que ganen las elecciones en Escocia. Ya no será posible que las decisiones más importantes sean tomadas por gobiernos que no tienen el apoyo del electorado escocés. La garantía de que las contribuciones fiscales y de la Seguridad Social se ajustarán a los deseos de las personas de Escocia y pondrá término al gravamen de impuestos como el bedroom tax en Escocia. Los servicios públicos podrán conservarse en manos públicas. El Parlamento escocés tiene poder para conservar la Seguridad Social en manos públicas, pero no podría impedir la privatización por parte de Westminster de otros servicios como Correos. Sustitución de una política con ventajas desproporcionadas para Londres y el sureste de Inglaterra por una política dirigida a la estabilidad económica y seguridad laboral en Escocia. Acceso a nuestros propios recursos: las estimaciones de cada uno de los últimos 32 años muestran que Escocia ha generado más impuestos per cápita que la media del Reino Unido en su conjunto. Con la independencia, las decisiones sobre el nivel y asignación del gasto público se adoptarán aquí en Escocia. Una política económica que permita que Escocia aproveche las universidades de primera clase que tiene y otros sectores de crecimiento clave como la alimentación y las bebidas, la biomedicina y el turismo. Una Escocia independiente podrá invertir nuestra riqueza petrolera para las generaciones futuras. Desde el punto de vista del valor, se estima que hay tanto petróleo en el Mar del Norte como el que ya se ha extraído. Noruega tiene un fondo de ahorro por un valor que supera los 470.000 millones de libras esterlinas. Nuestros impuestos no serán invertidos en pagar armas nucleares y tendremos la oportunidad de cerrar Trident en Escocia para siempre. Ventajas de la independencia: si nos constituimos en el primer Gobierno de una Escocia independiente. Una amplia transformación del sistema de guarderías para ofrecer a nuestros hijos el mejor comienzo posible, facilitando el retorno al trabajo a los padres – especialmente a las madres – y ofreciendo nuevas oportunidades laborales. Abolición del impuesto “bedroom tax” que ahorrará una media de 50 libras esterlinas a la semana a 82.500 hogares de Escocia – incluidos 63.500 hogares con un adulto discapacitado y 15.500 hogares con menores. Interrupción de la implantación de nuevos sistemas de prestaciones sociales como Universal Credit y Personal Independence Payments en Escocia y los gobiernos escoceses futuros reformarán nuestro sistema de protección social de forma que se ajuste a nuestras necesidades. Adopción de las primeras medidas de un sistema impositivo más justo que garantice que las exenciones fiscales y los créditos fiscales suben en la misma cuantía que la inflación, que acabe con las desgravaciones fiscales aplicables las parejas casadas y elimine el Shares for Rights scheme (programa de obtención de acciones a cambio de derechos laborales). Protección de los ingresos de los pensionistas mediante un bloqueo triple de forma que las pensiones aumenten o conforme a la inflación, los ingresos o el 2,5 por ciento, la cantidad que sea más alta. Simplificación del sistema fiscal de forma que se reduzcan los costes de cumplimiento, se racionalicen las prestaciones sociales y se traten de reducir las evasiones fiscales, con el objetivo de obtener unos ingresos de 250 millones de libras esterlinas al año al final del primer mandato. Retorno del servicio de Correos escocés al sector público, garantizando, de esta forma, la calidad de servicio de la que disfrutamos actualmente en todas las zonas de nuestro país. Una Comisión de trabajo justo (Fair Work Commission) y la garantía de que el salario mínimo interprofesional sube como mínimo al mismo nivel que la inflación. En los últimos cinco años, esta medida habría aumentado los ingresos de los escoceses con salarios más bajos en una cantidad equivalente a 675 libras esterlinas. Apoyo continuado de un salario digno para los funcionarios del gobierno central y fomento del mismo en otros sectores de la economía escocesa. Un programa de reducción del tipo aplicable al impuesto de sociedades de hasta 3 puntos porcentuales para contrarrestar el atractivo que tiene Londres para las empresas. Análisis de la manera en que se pueden ofrecer ayudas adicionales a las pequeñas empresas, como por ejemplo, con los costes de la seguridad social para alentarlas a crear más puestos de trabajo. Reducción de las tasas aeroportuarias en un 50 por ciento, con vista a abolirlas por completo cuando las arcas públicas lo permitan. Apoyo a la eficiencia energética e implantación de tecnología verde con presupuestos procedentes del gobierno central para reducir el gasto de energético en un 5 por ciento aproximadamente. The Rt Hon Alex Salmond MSP Primer Ministro Escocia es una antigua nación de gran renombre debido al ingenio y creatividad de sus gentes, la belleza sin par de nuestra tierra y la brillantez de nuestros intelectuales. Nuestra historia nacional ha sido definida a lo largo de generaciones motivadas por los principios de compasión, igualdad, un compromiso inquebrantable con la capacitación a través de la educación y una curiosidad y pasión por la invención que nos ha servido para dar forma al mundo que nos rodea. Los escoceses han estado al frente de los grandes debates morales, políticos y económicos de nuestros tiempos en momentos en que la humanidad buscaba el progreso en la era moderna. En este espíritu de progreso deberás responder a la pregunta planteada el 18 de septiembre de 2014. ‘¿Debería ser Escocia un país independiente?’ La respuesta ofrecida a esta pregunta determinará la forma que daremos a nuestra nación en el futuro y el año venidero debería convertirse en una celebración nacional de quiénes somos y qué podríamos llegar a ser. El tema de debate en el que nos encontramos inmersos como nación es el futuro de todos los que tenemos la suerte de vivir en un país tan diverso y colorido. Es un raro y valioso momento en la historia de Escocia: una oportunidad de optar por algo mejor que sólo se presenta una vez en cada generación. La independencia, en el fondo, no trata de este Gobierno ni de ningún partido político. Lo que pretende es ofrecer una oportunidad democrática fundamental a los habitantes de Escocia. Se trata de tener la facultad de poder elegir quién debe gobernarnos y el poder de construir un país que refleje nuestras prioridades como sociedad y nuestros principios como personas. Creo en la independencia porque creo que es mejor para todos si las decisiones sobre Escocia las toman las personas que más interés tienen en Escocia: aquellos que viven y trabajan aquí. Creo firmemente que el futuro de Escocia debe estar en manos escocesas. Asimismo creo que existen unos lazos familiares, amistosos, históricos y culturales valiosos entre Escocia y el resto de las Islas Británicas. Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte serán siempre nuestra familia, amigos y vecinos más cercanos, pero si Escocia se convierte en un país independiente, la nuestra será una relación entre iguales y no me cabe duda de que florecerá. Quiero dejar claro lo que significa la independencia y por qué el Gobierno escocés quiere que vote Sí. Con el voto de septiembre de 2014 nos hacemos independientes de la unión parlamentaria de 1707 y se entrega al Parlamento escocés los poderes que ostenta Westminster en asuntos tales como el sistema fiscal, de protección social y económico; además de garantizar un lugar en el mundo para Escocia como país independiente. El año pasado, en el Acuerdo de Edimburgo, los Gobiernos escocés y de Westminster convinieron en seguir colaborando de manera constructiva a la luz del resultado del referéndum, cualquiera que éste sea, teniendo en cuenta los intereses de los habitantes de Escocia y el resto del Reino Unido. Éste es un compromiso importante para ambos gobiernos que garantizará una transición de poderes de Westminster a Escocia sin complicaciones. Esta manera de trabajo constructivo continuará después de la independencia. Colaboraremos estrechamente con el resto del Reino Unido con el fin de seguir usando la libra esterlina para beneficio mutuo, pero pondremos en práctica una política fiscal y económica escocesa que fomente el empleo, el crecimiento y la justicia social. Los gobiernos de Westminster rechazados en las urnas escocesas ya no podrán imponer impuestos como el poll tax o el bedroom tax a las personas más vulnerables de nuestra sociedad. Seguiremos trabajando conjuntamente con el resto del Reino Unido en alianzas de defensa con el fin de promover la paz y la seguridad, pero eliminaremos Trident del suelo escocés y dejaremos de contribuir a los 100.000 millones de libras esterlinas del coste de vida útil de una nueva generación de armas nucleares. Colaboraremos estrechamente con el Reino Unido dentro de la Unión Europea, pero podremos representar a Escocia en las más importantes deliberaciones europeas como un estado miembro relevante y luchar por intereses escoceses elementales. Seguiremos perteneciendo a la Unión de Reinos con Su Majestad la Reina como jefe de estado, pero tendremos una constitución escrita y moderna. Y los lazos sociales entre Escocia y el resto del Reino Unido continuarán y prosperarán. Ésta es la Escocia independiente que negociaremos después de obtener el voto afirmativo, a tiempo para que Escocia se convierta en nación independiente el 24 de marzo de 2016 y estar preparados para las primeras elecciones de un Parlamento escocés independiente en la primavera de ese año. Estoy seguro de que algunas persona preferirían que Escocia se convirtiera en una república, saliera de la UE o de la OTAN y tener nuestra propia moneda. Después de que Escocia se convierta en nación independiente, cualquier partido político que quiera implantar este tipo de cambio o tendrá que conseguir el apoyo en elecciones para hacerlo. Ése es el verdadero valor democrático de la independencia: que el pueblo escocés se ponga al mando. Ya no será posible elegir gobiernos que implementen políticas contra los deseos de los escoceses. Podrán elegirse otras posibilidades diferentes a las que se proponen en esta guía: pero serán opciones elegidas por los escoceses. La independencia nos pondrá a los escoceses al mando de nuestro destino. No estamos sugiriendo que la independencia escocesa no va a pasar por dificultades, sería el primer caso si así fuera. Pero somos ricos en talento humano y recursos naturales. Somos una de las naciones más ricas del mundo. Con la independencia podremos construir el tipo de nación que queremos ser. A lo largo de las décadas ha habido personas que se han preguntado si un país con tanta riqueza, talento y recursos podría y debería haber hecho más para realizar el potencial que sabemos que existe para cada uno de nosotros. Esas generaciones sólo podían imaginarse una Escocia mejor. Nuestra generación tiene la oportunidad de pasar de la imaginación a la construcción de esa Escocia mejor que todos sabemos que es posible. Este es nuestro país. Estamos ante el futuro de Escocia. Ha llegado el momento de agarrarlo con las dos manos. Qué encontrará en este resumen Éste es un resumen del Futuro de Escocia, la guía del Gobierno escocés para una Escocia independiente, que dicho Gobierno ha publicado con el fin de exponer las ventajas de la independencia para Escocia. El Futuro de Escocia además expone la visión de futuro y las prioridades de acción que tenemos si nos convirtiéramos en el primer Gobierno de una Escocia independiente y explica el proceso mediante el cual Escocia se convertiría en una nación independiente tras obtener el voto afirmativo y cómo funcionaría esta nueva Escocia independiente. El presente resumen está organizado en secciones que se ajustan a las principales partes del documento completo. En la Parte 5ª del Futuro de Escocia respondemos a 650 preguntas detalladas que nos han planteado acerca de la independencia. Si después de leer esta versión resumida quiere leer el documento completo, podrá acceder al mismo en http://www.scotreferendum.com/. El Gobierno de Westminster, que se opone a la independencia, también ha elaborado materiales informativos que explican por qué cree que es mejor que su Gobierno siga tomando las decisiones fiscales, económicas y de protección social en lugar de ser adoptadas aquí en Escocia. Parte primera: La propuesta de independencia La independencia significa que el futuro de Escocia estará en nuestras manos. Decisiones que afectan a Escocia que actualmente se toman en Westminster serán tomadas por los representantes elegidos por el pueblo escocés en el Parlamento escocés. El voto en favor de la independencia constituirá una declaración clara de confianza en nosotros mismos y en nuestra nación. La independencia iniciará un periodo de energía, esfuerzo y ambición con poder para hacer realidad nuestras esperanzas y expectativas, y transformar nuestro país. La independencia no constituye un fin en sí mismo. El objetivo central de la independencia es mejorar la vida de las personas que habitan Escocia. Sólo un Parlamento y Gobierno escocés serán capaces de poner los intereses de los escoceses por delante. No tenemos más que observar el historial de la descentralización desde 1999 para ver que éste es el caso: los nuevos poderes adquiridos han tenido repercusiones favorables para Escocia, pero las áreas que siguen controladas por Westminster han tenido un gran coste para las familias y comunidades de Escocia. Democracia, prosperidad y justicia son los principios fundamentales en los que se basa la propuesta de independencia. La independencia significa que los escoceses nos haremos responsables de nuestro futuro. Además, nos ofrecerá los poderes económicos y sociales necesarios para construir una sociedad más próspera y justa. Es de vital importancia que haya armonía entre estos principios. Si transferimos los poderes de decisión de Westminster a Escocia es más probable que las políticas se ajusten a los valores de los escoceses, que disminuyan las diferencias entre los ricos y los pobres y ofrezcan mejores oportunidades para todos los habitantes de Escocia cualquiera que sea su clase social. Podremos construir una sociedad más justa y con ello podremos crear un país más próspero, pues sabemos que en los países más florecientes existe una mayor igualdad y coherencia ya que potencian al máximo el talento de todas las personas y comparten un sentimiento nacional común. ESCOCIA TIENE LO QUE SE NECESITA UN SECTOR DE LA CONSTRUCCIÓN CON UN VALOR DE 17.000 MILLONES DE LIBRAS ESTERLINAS UN SECTOR DEL TURISMO CON UN VALOR DE 9.000 MILLONES DE LIBRAS ESTERLINAS EL 10% DEL POTENCIAL ENERGÉTICO MAREOMOTRIZ DE LA UE PIB PER CÁPITA: ESCOCIA SE SITÚA EN EL 8º PUESTO DE LOS 34 PAÍSES MIEMBROS DE LA OCDE 98,8% DE LA PRODUCCIÓN PETROLÍFERA SUBMARINA PREVISTA DEL REINO UNIDO UN SECTOR CREATIVO CON UN VALOR DE 2,800 MILLONES DE LIBRAS ESTERLINAS EL 25% DEL POTENCIAL ENERGÉTICO EÓLICO Y MAREOMOTRIZ EUROPEO UNA ECONOMÍA RURAL E ISLEÑA DE 32.000 MILLONES DE LIBRAS ESTERLINAS UN SECTOR ALIMENTARIO Y DE BEBIDAS CON UN VALOR DE 13.000 MILLONES DE LIBRAS ESTERLINAS 5,3 MILLONES DE PERSONAS EL 11,6% DE LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA DEL RU 2.300 MILLONES DE LIBRAS ESTERLINAS DEL IMPACTO ECONÓMICO DEL AMBIENTE HISTÓRICO UN SECTOR DE EXPORTACIONES DE WHISKY CON UN VALOR DE 4.300 MILLONES DE LIBRAS ESTERLINAS Existen tres razones fundamentales para que Escocia se convierta en un país independiente, que son: 1. Crear una Escocia más democrática El Gobierno escocés cree que los escoceses son las personas mejor capacitadas para gobernar nuestro país. Es posible que no todas las decisiones sean correctas, pero, por lo general, las decisiones que tomemos con relación a nuestra economía y nuestra sociedad serán mejores para Escocia que las tomadas en Westminster. Un Parlamento escocés con poderes limitados ya ha demostrado lo que se puede hacer. Desde 1999, el Parlamento escocés ha sido responsable del desarrollo de ciertos asuntos, entre ellos, salud, educación, justicia, vivienda, agricultura, pesca y ciertos aspectos del transporte. Ha ofrecido cuidados personales a ancianos sin coste alguno, ha mantenido a la Seguridad Social dentro del sector público y ha restituido la educación gratis para nuestros estudiantes. Con la independencia, el Parlamento escocés, con poderes absolutos sobre nuestro sistema fiscal, de protección social, inmigración, asuntos exteriores y defensa, también podrá tomar mejores decisiones sobre estos asuntos. Con la independencia, Escocia siempre tendrá gobiernos elegidos en las urnas. Durante 34 de los 68 años transcurridos desde 1945, Escocia ha estado regida por gobiernos de Westminster que no tenían mayoría en Escocia. En Escocia se han impuesto políticas aun cuando nuestros diputados en Westminster se habían opuesto a ellas. Bajo el actual Gobierno de Westminster este déficit democrático ha tenido las siguientes consecuencias: la privatización del servicio de Correos cambios injustos del sistema de protección social como la introducción del impuesto bedroom tax recortes del gasto de capital, perjudicando la recuperación económica compromiso de gasto de hasta 100.000 millones de libras esterlinas por el coste de vida útil de un sistema de armas nucleares en sustitución del anterior. Poder elegir a nuestro propio gobierno es de vital importancia. Familias y comunidades de toda Escocia están pagando el coste de las decisiones tomadas en Westminster y muchas de las consecuencias son a largo plazo: como resultado directo de uno de los cambios del sistema de protección social impuestos por el Gobierno de Westminster se prevé que la tasa de pobreza infantil en Escocia ascienda al 22,7%, equivalente a 50.000 niños más, hasta 2020. Estas consecuencias son el resultado directo de tener gobiernos en Escocia que no hemos elegido en las urnas. Con la independencia, Escocia tendrá a su disposición las herramientas que necesitamos para convertir a nuestro rico país en una sociedad rica. Esto requerirá gran trabajo y esfuerzo, pero la recompensa lo merece: Podremos crear un futuro más próspero, sostenible y satisfactorio para nuestras familias, nuestra nación y para nosotros mismos. 2. Crear un país más próspero Tanto antes como después de la descentralización, Westminster ha conservado los poderes económicos claves necesarios para promover el crecimiento y la prosperidad. El control fiscal, los límites al gasto público, reglamentación de empresas e industria y las políticas sobre competencia son todos poderes que residen en Londres. Los sucesivos gobiernos escoceses descentralizados han tenido un éxito considerable a la hora de reducir el desempleo, aumentando el empleo y fomentando la inversión doméstica. Pero decisiones económicas fundamentales que afectan a Escocia se toman en Westminster, con frecuencia por gobiernos que no tienen mayoría en Escocia, y se toman teniendo en cuenta los intereses de una economía y sociedad con diferentes prioridades a las nuestras. Escocia tiene la suerte de contar con una amplia gama de virtudes y ventajas: recursos naturales importantes, un sólido reconocimiento internacional, universidades e investigación de primera clase y toda una gama de sectores líderes en el ámbito mundial incluidos la alimentación y las bebidas, la biomedicina, los sectores creativos, el sector energético, el turismo, los seguros, la gestión de patrimonios y la ingeniería. Debido a estas virtudes y ventajas, el producto nacional per cápita nos coloca casi a la cabeza de la OCDE: la asociación de los países más ricos del mundo. Aun sin el petróleo del Mar del Norte, la economía escocesa produce casi exactamente la misma cantidad per cápita que el resto del Reino Unido. Con el petróleo y el gas, producimos casi un quinto más. Esto significa que Escocia puede ser independiente. Sin embargo, pese a todas las ventajas de Escocia, en los últimos 30 años nuestro ritmo de crecimiento económico ha estado por debajo de la media del Reino Unido y por debajo de otros países comparables de Europa. Esto es el reflejo de una serie de factores, como es, por ejemplo, el bajo crecimiento demográfico. Nuestro producto económico es el resultado del trabajo duro colectivo y el ingenio de nuestra nación y sirve de reflejo de las muchas ventajas de las que disfrutamos. Aun así, la esperanza de vida en Escocia está por debajo de la de otros países similares y la tasa de pobreza es demasiado alta. Naciones con características similares a Escocia – como Noruega, Finlandia, Dinamarca y Suecia – se sitúan a la cabeza de las clasificaciones mundiales relativas a riqueza y bienestar. A diferencia de Escocia, estos países son independientes y pueden tomar decisiones que tengan en cuenta el beneficio de sus economías y no dejan las decisiones importantes sobre su economía en manos de parlamentos que no tienen como objetivo principal el interés de su país. Ésa es la ventaja de su independencia que han usado para construir sociedades que ofrecen una calidad de vida más alta a sus ciudadanos. Si las tasas de crecimiento que ha tenido Escocia en el pasado cambiaran para ajustarse al crecimiento de otros países europeos pequeños, los beneficios para los habitantes de Escocia en cuanto a prosperidad y empleo serían significativos. Si el crecimiento de Escocia entre 1977 y 2007 se hubiera igualado al de estas otras naciones independientes, el PIB per cápita sería un 3,8 por ciento más alto, equivalente a 900 libras esterlinas adicionales per cápita. Asimismo, disfrutaríamos de unos ingresos más altos, hecho que tiende a acompañar a una mayor prosperidad. Con la independencia, el Parlamento y Gobierno escoceses serán los responsables de todo el conjunto de poderes económicos. Las decisiones fiscales y otros impulsores económicos, así como la legislación laboral y todos los aspectos normativos de la economía, se adoptarán en Escocia, ajustándose a las necesidades de los escoceses. En ciertos casos – como nuestra propuesta de mantener la libra esterlina como moneda nacional – las decisiones deberán ser tomadas cooperando con otros países. Si bien, la decisión de cuando cooperar será totalmente nuestra. El objetivo central de la independencia es la capacidad de poder tomar nuestras propias decisiones, ya que ofrecerá mejores condiciones para obtener un crecimiento económico sostenible y nos permitirá proteger nuestro estándar de vida, reducir la pobreza y la desigualdad, además de construir una sociedad mejor. 3. Convertirnos en una sociedad más justa Perteneciendo al Reino Unido, Escocia forma parte de una sociedad cada vez más desigual. El Reino Unido se encuentra en el puesto 28 de las 34 naciones de la OCDE en cuanto a desigualdad de conjunto. El análisis de la OCDE muestra que desde 1975 la desigualdad de ingresos entre la población con edad laboral ha aumentado con mayor rapidez en el Reino Unido que en el resto de los países de la organización. Éste no es el resultado de la política de un gobierno, sino de 40 años de decisiones tomadas en Westminster. Tratar de convertirnos en una sociedad más igualitaria no sólo es correcto, sino que tiene sentido desde el punto de vista económico. Sabemos que las sociedades más igualitarias tienen un nivel más alto de bienestar y son más prosperas. Además son, con frecuencia, naciones como Escocia: los países más justos y con mayor éxito del mundo son naciones europeas independientes con un tamaño similar. Queremos los poderes que conlleva la independencia para construir una Escocia mejor y diferente. Los poderes obtenidos con la descentralización nos han mostrado lo que es posible, pero no es suficiente. Debido a estas tres importantes razones - democracia, prosperidad y justicia – ha llegado el momento de que los escoceses tomemos las riendas de nuestro propio futuro con miras a la tercera década de este siglo XXI. En lugar de representar un asunto periférico para los gobiernos de Westminster que ni hemos elegido y que a menudo no apoyamos, podremos labrar nuestro propio camino. Con la independencia podremos crear una nación social: un país que cuida los intereses de la comunidad, una sociedad vibrante que conoce las ventajas de la colaboración entre las personas. La independencia trata tanto de facultar a las personas y comunidades de Escocia como de facultar al Gobierno y Parlamento. Nos proporcionará la capacidad, colectivamente, de elegir el camino que es mejor para nosotros y para aquellos con los que trabajamos y vivimos. El impulsor de nuestra ambición es saber a ciencia cierta que Escocia y toda la gente que vive aquí deberían disfrutar de unos niveles de crecimiento económico sostenible. Con todas las ventajas de las que disfrutamos aún queda mucho por conseguir. Parte segunda: La economía nacional escocesa Escocia es un país rico y puede permitirse ser independiente. Nuestra hacienda pública se ha mantenido sistemáticamente por encima de la de otras zonas del Reino Unido, ofreciéndonos una sólida plataforma sobre la que construir el éxito económico y mantener unos servicios consolidados. Las estimaciones de cada uno de los últimos 32 años muestran que Escocia ha contribuido más impuestos per cápita que la media del Reino Unido en su conjunto. Las declaraciones fiscales de Escocia en su totalidad en 2011/12 (el último año del que existen cifras disponibles) fueron equivalentes a 10.700 libras esterlinas per cápita, comparado con 9.000 libras esterlinas per cápita para el total del Reino Unido. Se ha estimado que a lo largo del periodo que va de 2007/08 a 2011/12 la relación entre el gasto público y el PIB ha sido más baja en Escocia que en el Reino Unido en su conjunto. Tomando los impuestos y el gasto conjuntamente, en los últimos cinco años la hacienda pública escocesa ha mantenido mucho robusta que la del total del Reino Unido por un total de 12.600 millones de libras esterlinas, casi 2.400 libras esterlinas per cápita. Con la independencia de 2016, se estima que la economía escocesa seguirá siendo más robusta que la del Reino Unido en su conjunto. Emprenderemos un firme camino económico. El Gobierno ha identificado una serie de medidas con las que aumentar los ingresos y reducir el gasto que nos ofrecerán los medios necesarios para poner en práctica las prioridades más urgentes: transformación del sistema de guarderías, poner fin al impuesto “bedroom tax” y la implantación de un impuesto de sociedades competitivo. Parte tercera: Las oportunidades ofrecidas por la independencia La economía Aun sin el petróleo del Mar del Norte, el PIB (producto interior bruto) per cápita en Escocia es prácticamente idéntico al del Reino Unido en su conjunto. Contando el petróleo es casi un quinto más alto. La economía escocesa tiene una serie de ventajas importantes en sectores de crecimiento como la alimentación y las bebidas, el sector energético, los sectores creativos, el turismo y la biomedicina. Tenemos más universidades de primera clase per cápita que ningún otro país del mundo. Las inversiones recibidas en Escocia tienen una alta rentabilidad y tenemos un sector de servicios financiero robusto. La opción económica del referéndum de independencia es, por lo tanto, como seguir construyendo sobre esta base económica sólida para crear trabajos sostenibles, garantizar que un mayor número de personas comparte la riqueza de Escocia y crear una economía fuerte y segura a largo plazo. El sistema de Westminster trata a Escocia como una región económica dentro del Reino Unido. Nuestra capacidad para enfrentarnos a los retos del futuro y aprovechar las oportunidades está limitada y muchas de las decisiones más importantes se toman en Westminster. En la actualidad, el Parlamento escocés es responsable de tan sólo el 7 por ciento de los impuestos recaudados en Escocia y los nuevos poderes fiscales sólo aumentarán hasta alcanzar el 15 por ciento. Con la independencia, Escocia controlará el 100 por cien de nuestros recursos. Bajo el sistema de Westminster Escocia se encuentra dentro de uno de los sistemas económicos más desiguales del mundo desarrollado: desde 1975 la desigualdad de ingresos entre la población con edad laboral ha aumentado con mayor rapidez en el Reino Unido que en el resto de los países de la OCDE. El desequilibrio geográfico en aumento concentra los empleos, el crecimiento de la población y las inversiones en Londres y el sureste de Inglaterra y ninguno de los sucesivos gobiernos de Westminster ha hecho nada para solucionar este problema. El modelo económico británico además es vulnerable a la inestabilidad; la recesión y la recuperación en dicho país han sido más prolongadas y han causado más daño de lo que se pensaba al principio y los niveles de deuda sigue estando entre los más altos del mundo desarrollado. La diferencia entre los ricos y los pobres, el aumento de la concentración de la actividad económica en una zona del Reino Unido y los desequilibrios en la estructura y composición del modelo económico británico son todos elementos que sugieren que si Escocia siguiera siendo una región económica del RU esto entorpecería la creación de puestos de trabajo y reduciría la fuerza y seguridad económica de nuestro país a largo plazo. El Gobierno escocés cree que Escocia necesita convertirse en país independiente para solucionar estos temas. Sólo la independencia nos proporcionará la oportunidad de construir una economía que se aproveche de nuestras ventajas y tamaño únicos y de ofrecer una Escocia más prospera, fuerte y justa, comprometida con Europa y el resto del mundo. El Gobierno escocés tiene planeado usar los poderes de la independencia para conseguir unos niveles más altos de crecimiento y oportunidades de trabajo a través de: un fuerte enfoque externo para competir en la actual economía global que promueva áreas con ventajas comparativas y cree una economía única que fomente la innovación, la tecnología y la fabricación. Todo ello sembrando la confianza y reduciendo la desigualdad de ingresos, alentando un sentimiento de pertenencia nacional más estrecho y compartido y aumentando la cualificación y oportunidades de la mano de obra, especialmente de las mujeres y los jóvenes. Nuestras prioridades incluirían: aumentar la participación femenina y de los padres dentro de la fuerza laboral a través de una amplia transformación de la provisión de cuidado de niños. ofrecer a las empresas escocesas un estímulo competitivo mediante un programa claro de reducción del tipo aplicable al impuesto de sociedades de hasta 3 puntos porcentuales y mejorar las conexiones internacionales con una reducción de las tasas aeroportuarias de un 50 por ciento. introducir un paquete de medidas laborales diseñado con el fin de aumentar la rentabilidad de las empresas y crear un mayor sentido de cohesión y oportunidades en los lugares de trabajo, incluidas la representación de los empleados y una mayor participación de las mujeres en las juntas directivas de las empresas analizar cómo podría ayudarse a las pequeñas empresas, por ejemplo, con las contribuciones a la seguridad social Tenemos planeado establece una Comisión de trabajo justo (Fair Work Commission) que garantice que el salario mínimo interprofesional suba como mínimo al mismo nivel que la inflación y ofrezca asesoramiento sobre la justicia en el trabajo y la competitividad empresarial. La comisión colaboraría con una Convención sobre empleo y relaciones laborales para transformar la relación entre el Gobierno, los empleadores y los empleados. La divisa La libra esterlina es la moneda nacional de Escocia tanto como lo es del resto del Reino Unido. El experto Grupo de trabajo de la Comisión fiscal (Fiscal Commission Working Group) concluyó que mantener la libra esterlina formando parte con un Área de la libra esterlina con el Reino Unido es la mejor opción para una Escocia independiente y para el resto del Reino Unido. El Gobierno escocés está de acuerdo con esa opinión. Seguir usando la libra esterlina ofrecerá continuidad y seguridad a las empresas y a las personas y una Escocia independiente contribuiría sustancialmente al Área de la libra esterlina. Por lo tanto, conservaremos la libra esterlina en una Escocia independiente. La fiscalidad Con la independencia, el Parlamento escocés tomará las decisiones sobre todos los aspectos impositivos. La independencia nos ofrecerá la oportunidad de crear un sistema fiscal escocés basado en circunstancias, preferencias y principios específicamente escoceses. Los tipos impositivos y las exenciones fiscales serán fijados por los gobiernos futuros de una escocia independiente. Puesto que la hacienda pública escocesa es más fuerte que la del Reino Unido en su conjunto, no sería necesario que la nueva Escocia independiente suba el tipo impositivo general para financiar los niveles de gasto corrientes. Además de los cambios fiscales aplicables a las empresas expuestos anteriormente, el Gobierno escocés actual aplicaría los siguientes cambios a los impuestos de las personas físicas durante el primer mandato de un parlamento escocés independiente: garantizaremos que las exenciones fiscales y los créditos fiscales suban en la misma medida que la inflación. pondremos fin a las desgravaciones fiscales propuestas para ciertas parejas casadas, pues no beneficia a todos los padres ni familias. eliminaremos el Shares for Rights scheme que ofrece incentivos fiscales a cambio de derechos laborales, fomenta las evasiones fiscales y aumenta los riesgos de los empleados. simplificaremos el sistema fiscal de forma que se reduzcan los costes de cumplimiento, se racionalicen las prestaciones sociales y se ayude a reducir las evasiones fiscales, con el objetivo de obtener unos ingresos de 250 millones de libras esterlinas al año al final del primer mandato. El transporte Teniendo en cuenta la posición geográfica de Escocia, tener unas redes de transporte internacionales seguras es de vital importancia para nuestro éxito económico y bienestar social. Dentro del Reino Unido, Westminster se centra en las necesidades de transporte de Londres y el sureste de Inglaterra, como demuestran los planes del tren de alta velocidad. La independencia nos ofrecerá más opciones para nuestro sistema de transporte y además podremos decidir en cuanto a las inversiones de futuro basándonos en nuestras propias finanzas, en lugar de los límites impuestos por Westminster. Podremos considerar opciones como modelos de propiedad de las redes de ferrocarriles distintos y abordar el tema de las conexiones internacionales de Escocia con los mercados globales y desarrollar el acceso aéreo y marítimo a los mercados más importantes. También podremos considerar medidas fiscales que ayuden al transporte en Escocia, como la reducción de las tasas aeroportuarias y examinar las ventajas de un mecanismo regulador del impuesto sobre los carburantes para estabilizar los precios para beneficio de empresas y personas. Los primeros años Los padres del Reino Unido se enfrentan a unos costes relativos al cuidado de los niños más altos de Europa. Los padres en Escocia gastan alrededor del 27 por ciento de los ingresos familiares en el cuidado de los niños, comparado con una media del 12 por ciento en los países de la OCDE. La independencia nos ofrecerá la oportunidad de introducir cambios transformadores de la forma en que Escocia ofrece sus servicios de cuidados de niños, que permita a los padres, y en concreto a las mujeres, elegir seguir trabajando sin necesidad de tener que preocuparse por el coste del cuidado de sus hijos. Con la independencia los beneficios de su trabajo – en cuanto a crecimiento económico e ingresos fiscales – permanecerán en Escocia, contribuyendo a lo largo del tiempo al coste de dicha provisión de servicios. El presente Gobierno tiene planes para implantar un sistema universal de aprendizaje a temprana edad y cuidado de niños a partir de un año hasta que empiecen el colegio. Al final del primer Parlamento escocés independiente, todos los niños de tres y cuatro años y los niños de dos años que sean de algún modo vulnerables tendrán derecho a 1.140 horas de guardería al año, que es la misma cantidad de tiempo que invierten los niños en la escuela primaria (el equivalente a 30 horas por semana a lo largo de 38 semanas). Esta ampliación de la provisión de aprendizaje de temprana edad y cuidado de niños se logrará de una manera razonable y sostenible. Incluirá inversión en formación y requerirá un aumento importante de la fuerza laboral. Estimamos que creará 35.000 puestos de trabajo nuevos aproximadamente. La inversión adicional cubrirá además la reglamentación, inspección y calidad a través de Education Scotland, el Servicio de inspección de cuidados (Care Inspectorate) y el Consejo de servicios sociales escocés. Colegios y universidades En los colegios de educación secundaria de Escocia el nivel educativo ha estado subiendo año tras año. También se han implementado una serie de programas importantes de inversión en colegios nuevos. Los colegios escoceses están poniendo en práctica un programa de excelencia en los estudios para equipar a los jóvenes con los conocimientos que necesitan en el siglo XXI. Sin embargo, Escocia sigue teniendo un gran problema en cuanto a la desigualdad del nivel educativo conseguido en los colegios. Los alumnos de las zonas del 20 por ciento más pobres acaban el colegio con unas cualificaciones significativamente más bajas que aquellos de las zonas del 20 por ciento menos pobres. La diferencia es mayor que en la mayoría de los países desarrollados con los que nos comparamos. La independencia nos ofrece la oportunidad de abordar esta diferencia y los problemas más serios de necesidad y pobreza sobre los que se apoya. La independencia permitirá a Escocia proteger el principio de educación gratis y el Gobierno escocés actual garantiza que si dicha independencia se consigue, los estudiantes escoceses seguirán disfrutando de acceso gratis a la educación superior. Tenemos planeado seguir participando en las áreas de investigación comunes actuales, asegurándonos de que las investigaciones escocesas siguen disponibles en el Reino Unido para beneficio de Escocia y del resto del Reino Unido. Escocia pagará su parte en áreas de investigación común y contribuirá a los acuerdos de financiación de investigaciones a través de los consejos de investigación actuales. Las pensiones públicas La proporción de ingresos fiscales asignados al sistema de protección social (incluidas las pensiones públicas) en Escocia es menor que la del Reino Unido y, por ello, hoy en día, las prestaciones sociales son más posibles aquí. Garantizaremos que los pensionistas actuales siguen recibiendo sus pensiones como en la actualidad, y a tiempo y en su totalidad. Y, además de implementar las reformas programadas, como un sistema de pensiones de nivel único, cumpliremos y protegeremos todos los derechos adquiridos. Aunque opinamos que la edad para comenzar a recibir pensiones públicas debería subir a 66 años conforme al programa corriente, nos preocupan los planes que tiene el Gobierno de Westminster de implementar una subida rápida a 67 años. Este programa es mucho más rápido de lo que el Gobierno de Westminster había anunciado anteriormente y no toma en consideración el hecho de que los escoceses, por tener una esperanza de vida más corta, actualmente reciben en general pensiones públicas durante menos años que en otras partes del Reino Unido. Este Gobierno escocés pretende: crear una comisión independiente sobre la edad para recibir pensiones públicas que considere cuál es la edad para recibir pensiones públicas apropiada para Escocia a largo plazo. aumentar las pensiones públicas introduciendo un bloqueo triple a partir de 2016. Esto significa que las pensiones aumentarán conforme al nivel de ingresos medios, la inflación ajustada al índice de precios al consumo o el 2,5 % –la cantidad que sea más alta – protegiendo el valor de las pensiones a lo largo del tiempo. garantizar que, a partir del 6 de abril de 2016, los nuevos pensionistas reciben una pensión de nivel único fijada en 160 libras esterlinas a la semana, 1,10 libras esterlinas más alta que la cifra actualmente prevista en el Reino Unido. conservar el Savings Credit (la cantidad total de Savings Credit actualmente es de 18 libras esterlinas a la semana para una persona soltera), que beneficia aproximadamente a 9000 pensionistas con bajos ingresos. Las pensiones privadas y de los funcionarios públicos Este Gobierno escocés apoya la implantación continuada de una inscripción automática, introducida el año pasado, para ayudar a resolver el problema del descenso histórico del ahorro a través de pensiones privadas. Con la independencia, crearemos un Scottish Employment Savings Trust (Fondo de pensiones laborales escocés) con el fin de ofrecer un plan de pensiones laborales centrado en las personas con unos ingresos de bajos a moderados, que aceptará a aquellos empleados que quieran dicho Fondo. En una Escocia independiente, los funcionarios públicos tendrán acceso a todos los derechos adquiridos con relación a sus pensiones y dichos derechos estarán totalmente protegidos. La organización e infraestructura necesarias para pagar las pensiones públicas y las de los funcionarios públicos ya han sido implantadas en Escocia a través de los centros de pensiones de Motherwell y Dundee, la Scottish Public Pensions Agency (Departamento de pensiones públicas escocés) y los equipos de las autoridades locales que gestionan las pensiones de los funcionarios públicos. La protección social En una Escocia independiente, tenemos previsto implantar un sistema de protección social basado en valores y principios claros: apoyo a las personas que trabajan, un sistema de protección para las personas que no pueden trabajar y la creación de un ambiente de solidaridad social. El planteamiento actual del Gobierno de Westminster con relación a la protección social ha sido rechazado sistemáticamente por la mayoría de los diputados escoceses en Westminster y los diputados del parlamento escocés. Si dejamos nuestro sistema de protección social en manos de Westminster, es probable que llegue a cambiar tanto que no lo reconozcamos. Los sistemas de prestaciones sociales Universal Credit y Personal Independence Payments han estados sujetos a controversias y retrasos, y esto ha creado gran preocupación entre algunos de nuestros ciudadanos más vulnerables. A ello, se añade la injusticia del impuesto bedroom tax, que es bien conocida. Creemos que es posible diseñar un sistema de protección social justo y eficiente que cubra las necesidades de aquellos que dependen de él y que trate a estas personas con dignidad y respeto, al tiempo que apoye a aquellas que pueden trabajar a encontrar trabajo. Tras conseguir la independencia, una de las prioridades más inmediatas será anular los cambios más perjudiciales y contraproducentes del sistema de protección británico. Con la independencia, el Gobierno actual emprenderá las siguientes acciones: abolir el impuesto bedroom tax durante el primer año de un parlamento escocés independiente. interrumpir de la implantación de las prestaciones sociales Universal Credit y Personal Independence Payments en Escocia. garantizar que las prestaciones sociales y los créditos fiscales suben como mínimo en la misma medida que la inflación para evitar que las familias más pobres se empobrezcan aún más. Si el voto del referéndum sale a favor de la independencia, el Gobierno escocés solicitará al Gobierno de Westminster que detenga inmediatamente la implantación de las prestaciones Universal Credit y Personal Independence Payments en Escocia. Esto proporcionará al Gobierno escocés elegido en 2016 una mayor flexibilidad para reformar el sistema de protección social ajustándose a las prioridades de Escocia. Salud Con una Escocia independiente, continuaremos ofreciendo cuidados sociales y sanitarios de la más alta calidad de manera que reflejen los principios fundamentales de la Seguridad Social y de nuestros servicios de cuidados sociales. Escocia se enfrenta a unos problemas sanitarios antiguos estrechamente asociados a las desventajas económicas y sociales. Con la independencia, Escocia podrá trabajar para conseguir una sociedad más justa que aborde estas desigualdades sanitarias. La independencia no afectará a la gestión diaria de la Seguridad Social en Escocia ni al acceso de las personas a los servicios de la Seguridad Social. De igual manera, no pondrá fin a los acuerdos transfronterizos actuales con servicios sanitarios del resto del Reino Unido, que se han seguido ofreciendo aun cuando la Seguridad Social escocesa lleva tiempo funcionando independientemente. Las relaciones internacionales Una Escocia independiente estará firmemente comprometida a la cooperación y creación de asociaciones internacionales, no solo en estas islas, sino también con la UE y otras organizaciones internacionales, con el fin de afianzar intereses compartidos y proteger los recursos y a las personas de Escocia. Escocia y el resto del Reino Unido tendrán una relación estrecha y constructiva tanto en temas domésticos como de política internacional. El Gobierno escocés actual tratará de apoyar al resto del Reino Unido para que mantenga su puesto en el Consejo de Seguridad de la ONU. Tenemos planeado establecer una red de embajadas y consulados en el extranjero que representen los intereses escoceses en el ámbito internacional. Estimamos que los costes de mantenimiento de la red inicial propuesta de entre 70 y 90 misiones en el extranjero ascenderán a entre 90 y 120 millones de libras esterlinas. Se prevé que esta cifra esté por debajo de la participación correspondiente a los habitantes escoceses del gasto total británico de representación en el extranjero para 2016/17, lo que nos ofrece la oportunidad de economizar. Asimismo, Escocia tendrá derecho a una participación justa del patrimonio del Reino Unido. La Unión Europea El Gobierno escocés, apoyado por una mayoría abrumadora de los diputados del Parlamento escocés, cree que pertenecer a la UE es algo que beneficia a Escocia. Nuestra política, por lo tanto, es que la nueva Escocia independiente seguirá siendo miembro de la UE. Después del referéndum para la independencia, el Gobierno escocés tratará de mantener conversaciones con el Gobierno de Westminster y con los estados miembros e instituciones de la UE para acordar el proceso a través del cual Escocia se convierta, mediante una transición fluida, en miembro de pleno derecho de la UE el día en que adquiera la independencia. Plantearemos las negociaciones para la pertenencia a la UE basándonos en el principio de «continuidad de efectos», que quiere decir que la transición de Escocia para convertirse en miembro independiente se basará en las obligaciones y disposiciones contenidas en el Tratado de la UE actualmente aplicables a Escocia en virtud de la pertenencia actual como parte del Reino Unido. Trataremos de evitar cualquier alteración de la actual e integrada posición de Escocia dentro del marco legal, económico, institucional, político y social de la UE. Por otro lado, aunque el Gobierno escocés aprecia los objetivos políticos y económicos de la eurozona, una Escocia independiente no intentará incorporarse a esta moneda y el hecho de que Escocia forme parte del área de la libra esterlina no entrará en conflicto con el resto de las obligaciones contenidas en los tratados de la UE. Tampoco solicitaremos la pertenencia al espacio Schengen. En su lugar, una Escocia independiente seguirá formando parte de la Common Travel Area (Zona de Viaje Común) junto con el resto del Reino Unido, Irlanda, la Isla de Man y las Islas del Canal. La Common Travel Area, cuyo origen data a comienzos de los años veinte, forma parte de una amplia «unión social» que refleja los lazos estrechos económicos, sociales y culturales de las naciones de estas islas. El desarrollo internacional Para ser un buen ciudadano global es necesario mantener cierto compromiso con el desarrollo global. Con arreglo al objetivo fijado por las Naciones Unidas ya en 1970, tenemos programado contribuir un 0,7 por ciento de nuestros ingresos nacionales brutos a asistencia oficial para el desarrollo, y consagrarlo como un compromiso sancionado por ley y vinculante. Defensa Con la eliminación de las armas nucleares y la conservación de unas fuerzas armadas adecuadas a nuestras circunstancias, podremos ahorrar una parte importante de la contribución que Escocia hace actualmente al Reino Unido en el tema de defensa, al tiempo que mantenemos un gasto en defensa que nos permita ofrecer aquello que necesitemos y hacer una inversión significativa en adquisiciones, apoyando a sectores escoceses importantes como el sector de la construcción naval. Después del referéndum para la independencia, tendremos como prioridad llegar a un acuerdo sobre la forma más rápida y segura de retirar las armas nucleares, con planes para el cierre de Trident durante el primer mandato del parlamento escocés elegido tras la independencia. Tras el referéndum para la independencia de 2014, el Gobierno escocés notificará a la OTAN nuestra intención de unirnos a la alianza y negociar la transición de miembros como parte del Reino Unido a miembros independientes de dicha alianza. Escocia asumirá su puesto como miembro no nuclear de la OTAN. El Gobierno escocés actual ha identificado cinco prioridades en cuanto a defensa en una Escocia independiente: mantener el compromiso de asignar un presupuesto de 2500 millones de libras esterlinas para defensa y seguridad en una Escocia independiente. garantizar la forma más rápida y segura de retirar las armas nucleares de Escocia. concentrarnos en desarrollar nuestras posibilidades marítimas, como por ejemplo con patrullas de mar y aire, así como fuerzas especiales que puedan operar por nuestras costas protegiendo el patrimonio marítimo escocés y contribuyendo a la seguridad colectiva en el Atlántico Norte. crear de forma gradual un personal fijo de 15 000 personas en total y 5000 de reserva tras la independencia. reconfigurar el cuerpo de defensa heredado en el momento de la independencia para cubrir las necesidades de Escocia, incluida la transformación de Faslane en una base naval convencional y la creación de una oficina central conjunta para todas las fuerzas de defensa escocesas. Tenemos la intención de negociar acuerdos con el Reino Unido para que continúe usando la infraestructura de defensa escocesa, y viceversa, al menos durante el periodo de transición. Dichos acuerdos podrían extenderse a largo plazo si ambos países los consideran la manera más eficaz de emplear los recursos de defensa. La justicia Las comunidades más necesitadas son las que más padecen el impacto del crimen y son las más vulnerables a sufrir los efectos del crimen organizado. Una Escocia independiente tendrá el control de la política de protección social, empleo y gasto público. Por ello, en lugar de tener que enfrentarnos a las consecuencias del crimen y las desventajas a lo largo del sistema de justicia penal, una Escocia independiente podrá emplear todos los poderes disponibles de un gobierno para dar lugar a unas comunidades más seguras, fuertes y estables. Existen ciertos problemas específicos que en el momento de la independencia se convertirán en responsabilidad del Parlamento escocés, como, por ejemplo, las armas de fuego, las drogas – incluidas las ganancias tráfico de drogas – y el juego. Al asumir la responsabilidad de estos problemas, Escocia podrá adoptar un método integrado para solucionar los temas que afectan a nuestras comunidades. La seguridad Una Escocia independiente tendrá acuerdos de seguridad nacional que reflejen las necesidades y valores de Escocia y los riesgos y amenazas a los que nos enfrentamos, basados en un análisis exhaustivo de los requisitos de seguridad y una evaluación regular de las amenazas existentes. Un nuevo organismo de inteligencia y seguridad asumirá un conjunto de responsabilidades centradas en la recopilación de información, análisis e investigación, evaluación de riesgos y amenazas, seguridad cibernética y la protección de infraestructuras esenciales. Aunque este será independiente, trabajará en estrecha colaboración con la policía de Escocia. Dado el interés mutuo que tienen tanto Escocia como el resto del Reino Unido en la seguridad, el Gobierno escocés colaborará estrechamente con los organismos de seguridad e inteligencia actuales del Reino Unido para garantizar que se lleva a cabo una transición segura y sin contratiempos y para la seguridad continuada de ambos países. La inmigración Como consecuencia de las necesidades diferentes que tiene Escocia en cuanto a demografía y migración, el sistema de inmigración actual del Reino Unido no ha favorecido nuestros intereses. Los planes que tiene este Gobierno tras la independencia consisten en implementar un sistema de inmigración basado en la consecución de puntos y centrado en las necesidades específicas de Escocia. Dicho sistema nos permitirá cubrir las necesidades de la sociedad escocesa con mayor flexibilidad. Por ejemplo, podría ofrecer incentivos a inmigrantes que se trasladen para vivir y trabajar en áreas geográficas remotas, lo que ayudaría a la sostenibilidad de comunidades o a la aportación de nuevas categorías de conocimientos y aptitudes. Volveríamos a introducir los visados de estudiantes eliminados por Westminster para que más personas de talento de todo el mundo puedan completar su educación en Escocia, lo que originaría ingresos para las instituciones educacionales escocesas y contribuiría a la diversidad. Ciudadanía y pasaportes Con la puesta en práctica del resultado del voto por la independencia, nos aseguraremos de que los ciudadanos británicos que «residan habitualmente» en Escocia sean considerados automáticamente ciudadanos escoceses en el momento de la declaración de independencia. Entre ellos, se incluiría a los ciudadanos británicos que ostentan doble ciudadanía con otros países. Los ciudadanos británicos nacidos en Escocia que actualmente viven fuera de Escocia también serán considerados ciudadanos escoceses automáticamente. Otras personas podrán registrar o solicitar la ciudadanía escocesa con la implantación de la independencia basándose en criterios claros. Todos los ciudadanos escoceses tendrán derecho a solicitar el pasaporte escocés, aunque no es necesario tenerlo. Es nuestra intención que los ciudadanos puedan solicitar el pasaporte escocés a partir de la fecha de declaración de la independencia. La Escocia rural Los agricultores y granjeros escoceses, así como las comunidades rurales y remotas deberían poder competir en igualdad de condiciones con sus homólogos europeos. En las negociaciones celebradas con la UE, en las que Escocia no tiene voz, los intereses de la Escocia rural se han supeditado repetidamente a otras prioridades del Reino Unido. Sucesivos gobiernos de Westminster han planteado la reducción significativa de los pagos de apoyo a la agricultura a pesar de los escasos fondos que ya recibe Escocia y lo necesario de este apoyo teniendo en cuenta los desafíos geográficos y climáticos de nuestro país. Estos pagos son vitales para garantizar que nuestros agricultores y granjeros siguen produciendo alimentos, beneficiando el medio ambiente y sustentando las comunidades rurales. Una Escocia independiente negociará con la UE como estado miembro independiente para garantizar unos ingresos más justos, fomentar el apoyo a los agricultores escoceses, aumentar las ayudas a los nuevos empresarios agrícolas, apoyando más inversión en infraestructura de banda ancha y energías renovables y proporcionando más inversiones en turismo rural. Como estado miembro independiente, Escocia entrará en negociaciones como una de las más respetadas y prominentes naciones pesqueras de Europa. Esta posición ofrecerá a Escocia la oportunidad de liderar la reforma de la Política Pesquera Común para que la gestión de la pesca se lleve a cabo en el ámbito regional y como estado miembro y permita que la cuota de Escocia se quede en Escocia. Alimentación y bebidas El sector de alimentación y bebidas constituye el 18 % de nuestras exportaciones, pero menos del 1,5 % de las exportaciones del Reino Unido en su conjunto. El sector de alimentación y bebidas escocés promueve de una manera excelente la reputación escocesa, pero Escocia se ve limitada por actuales acuerdos constitucionales a la hora de negociar en pie de igualdad con otros países. La independencia reforzará el perfil internacional escocés, lo que atraerá nuevas oportunidades para las exportaciones de alimentación y bebidas, además de atraer nuevos visitantes a nuestro país para disfrutar de nuestros productos. Energía Escocia es una nación rica en energía. Tenemos las reservas petrolíferas más importantes de la UE, además de un potencial enorme de energías renovables. Si bien, con los sucesivos gobiernos de Westminster nuestra riqueza energética no se ha invertido, en su lugar, esta ha ido a parar a las arcas británicas. La independencia ofrece a Escocia la oportunidad de aprovechar esta riqueza energética para beneficio de los habitantes de Escocia. Con la independencia, podemos asegurarnos de que los ingresos fiscales procedentes del petróleo y gas apoyan los servicios públicos escoceses y de que Escocia cree un fondo energético que garantice que las generaciones futuras también se benefician de nuestras reservas de petróleo y gas. Los principios de estabilidad y certeza que guiarán el enfoque de este Gobierno garantizarán nuevas inversiones en energía: no tenemos planes de aumentar la carga fiscal general del sector petrolífero y no se harán cambios en el régimen fiscal sin consulta previa. Un mercado energético con un funcionamiento satisfactorio constituye un requisito previo para una economía y sociedad florecientes. Con nuestros planes de independencia, los importantes recursos naturales y la mezcla equilibrada de generación energética de Escocia ofrecerán una seguridad de suministros mejorada, mayor estabilidad de los precios energéticos a largo plazo, la descarbonización de la generación de electricidad, la protección y creación de empleo y un mayor fortalecimiento de las comunidades. Proponemos que continúe existiendo un único mercado de electricidad y gas para Gran Bretaña, que ayude a que el resto del Reino Unido asegure su suministro y cumpla con las obligaciones adquiridas sobre energías renovables, siempre que el sistema también cumpla los requisitos escoceses de seguridad de suministro. El Gobierno de una Escocia independiente podrá usar todos los poderes de los que dispone para ayudar a los ciudadanos con sus facturas energéticas. El Gobierno escocés actual pretende pagar los costes de programas como Energy Company Obligation y Warm Homes Discount de los recursos centrales, con lo que las compañías energéticas podrán reducir las facturas de los consumidores en un 5 por ciento aproximadamente. ESCOCIA EN CIFRAS 5,3 MILLONES DE PERSONAS: EL 16 % DE LA POBLACIÓN CON EDADES INFERIORES A 15 AÑOS (850.000) EL 83% DE LA POBLACIÓN ESCOCESA CON UN SENTIMIENTO DE IDENTIDAD NACIONAL ESCOCESA 20% DE LA POBLACIÓN COMPARTE SU SENTIMIENTO ESCOCÉS CON EL DE OTRA IDENTIDAD ESCOCIA TIENE CINCO UNIVERSIDADES ENTRE LAS 200 MEJORES DEL MUNDO, ENTRE ELLAS ST ANDREWS, LA TERCERA UNIVERSIDAD MÁS ANTIGUA DEL MUNDO DE HABLA INGLESA SI ESCOCIA SE CONVIRTIERA EN PAÍS INDEPENDIENTE AHORA 54º MIEMBRO DE LA COMMONWEALTH 194º PAÍS INDEPENDIENTE QUE SE UNE A LA ONU 29º MIEMBRO DE LA UE Cultura En una Escocia independiente, podremos fomentar las ambiciones culturales que tenemos para Escocia. Nuestro planteamiento ha sido, y sigue siendo, diferente al de Westminster en cuanto al reconocimiento del valor intrínseco de la cultura y la herencia, que no valoramos exclusivamente por su beneficio económico, con todo lo importante que este sea. Consideramos que la cultura y la herencia son elementos fundamentales de nuestro bienestar y nuestra calidad de vida. Nuestra ambición es construir una nación independiente en la que nuestra vida histórica y cultural pueda continuar floreciendo. Con la independencia, tendremos nuevos poderes económicos para impulsar nuestra cultura y nuestros sectores creativos; y, el propio proceso de conversión en nación independiente, estimulará la creatividad y la energía de los escoceses. Una Escocia independiente disfrutará de mejores oportunidades para desarrollar nuestra reputación internacional en cuanto a cultura, herencia y creatividad. La creación de una red diplomática y comercial escocesa en el extranjero ofrecerá a Escocia la oportunidad de promover y compartir nuestra cultura y tradiciones con el resto de las naciones del mundo. Radiodifusión La independencia creará nuevas oportunidades de radiodifusión y producción en Escocia. Un servicio de radiodifusión financiado con fondos públicos debería ayudar a fortalecer nuestra democracia, así como promover la producción y la participación. Además, debería constituirse en una fuente de información imparcial y fiable, y reflejar la diversidad de la nación y nuestro mundo a la gente de Escocia. Asimismo, debería perseguir oportunidades de colaboración más allá de nuestras fronteras para abrir nuevos caminos a la innovación del entretenimiento, la educación y el periodismo. Tras obtener la independencia, el Gobierno escocés tiene previsto cumplir todas las licencias de emisión de televisión y radio hasta su vencimiento, conservando el acceso a la programación y contenido del que actualmente disfrutan los ciudadanos. Junto con los canales comerciales disponibles en Escocia, pretendemos crear un servicio público de radiodifusión, el Scottish Broadcasting Service (SBS, por sus siglas en inglés) que en un principio estará constituido por el personal y los activos de BBC Scotland. Con el tiempo, el SBS introducirá una serie de servicios que reflejen los variados intereses y puntos de vista de los habitantes de Escocia. El SBS, que emitirá por televisión, radio y en línea, se financiará con la tasa por televisor, que tras obtener la independencia, será igual a la que se paga actualmente del Reino Unido. Todas las exenciones y concesiones actuales relativas al pago de la tasa por televisor seguirán tal como estaban. Proponemos que el SBS y la BBC creen una nueva relación formal de empresa conjunta a través de la cual el SBS seguiría suministrando a la BBC el mismo nivel de programación a cambio de la continuación de los servicios de la BBC en Escocia. Esto garantizaría el acceso de los habitantes de Escocia a la programación actual, como por ejemplo: EastEnders, Doctor Who y Strictly Come Dancing, y canales infantiles como CBeebies. Parte Cuarta: La transición Entre el referéndum de 2014 y la independencia de 2016 En el período comprendido entre el referéndum y la independencia tendrán lugar las negociaciones con el resto del Reino Unido, representado por el gobierno de Westminster, y con la UE y otros socios y organizaciones internacionales. Después de estas preparaciones y negociaciones, Escocia asumirá su estatus de país independiente el 24 de marzo de 2016. Tras el voto en favor de la independencia en 2014, se celebrarán acuerdos entre los gobiernos de Escocia y Westminster dentro del marco del Acuerdo de Edimburgo, en los que se establecerán los parámetros para la transición que convierta a Escocia en país independiente. Dichos parámetros: establecerán un programa preciso hasta el día de la independencia en 2016. determinarán los principios, el proceso y el programa para la negociación y finalización de los convenios que formarán el acuerdo final de independencia. otorgarán al Gobierno y Parlamento escoceses los poderes jurídicos que necesitan para prepararse para la independencia. Poco después del voto en favor de la independencia, solicitaremos la transferencia de los poderes necesarios al Parlamento escocés para que pueda crear la plataforma constitucional de una Escocia independiente: las leyes y acuerdos administrativos que establezcan a Escocia como país independiente. Además de las conversaciones con el Reino Unido, se celebrarán negociaciones con la UE antes de la independencia para determinar las condiciones aplicables a la pertenencia de Escocia como país independiente. Este acuerdo final con el resto del Reino Unido cubrirá una serie de asuntos, entre ellos el método a seguir con el activo y pasivo y la entrega de servicios. La prioridad fundamental será la provisión ininterrumpida de servicios públicos a los ciudadanos de ambos países. La distribución de la deuda nacional británica será negociada y acordada. La deuda nacional podría distribuirse en función a la contribución histórica por parte de Escocia a la hacienda pública británica o sobre la base de nuestra participación demográfica. Puede que decidamos compensar la participación de Escocia en el valor del patrimonio británico con la deuda que heredaremos. Según cálculos realistas, se prevé que la deuda heredada por Escocia represente una parte menor del PIB comparada con la del Reino Unido en su conjunto. Gobierno y administración pública Con la independencia, el Gobierno escocés adquirirá nuevas funciones al asumir la responsabilidad de servir a un país independiente. Escocia ya tiene un funcionariado público que es políticamente imparcial, designado por sus méritos y que apoya al gobierno elegido en cada momento. Si el Gobierno escocés actual es reelegido tenemos programado extender el funcionariado público y la toma de decisiones, distribuyendo los beneficios económicos directos del gobierno independiente a más partes de Escocia. El Gobierno de Westminster emplea actualmente a casi 30 000 funcionarios públicos en Escocia. Tras la independencia, muchos de ellos pasarán a ser empleados del Gobierno escocés y sus departamentos. Colaboraremos con el Gobierno de Westminster para preservar la continuidad del empleo de los funcionarios, ya sea mediante transferencia al Gobierno escocés o mediante la continuación de sus empleos con el Gobierno de Westminster, si aún tiene necesidad de sus servicios. Una constitución moderna La independencia ofrece la oportunidad de modernizar la democracia escocesa conforme a una constitución escrita que determine la forma de gobierno del país y los derechos de sus ciudadanos. El Gobierno escocés cree que la celebración de una convención constitucional garantizará un proceso participativo e integral en el que los habitantes de Escocia, así como los políticos, las organizaciones cívicas, los intereses empresariales, los sindicatos, las autoridades locales y otros participantes, puedan tener una intervención directa en la elaboración de la constitución. El Gobierno escocés será una de las muchas voces que contribuirán al debate y ayudarán a dar forma a la constitución escrita. No obstante, existen ciertas disposiciones que el Gobierno cree que deberían considerarse en una convención constitucional, como la igualdad de oportunidades y el derecho a vivir sin discriminación ni prejuicios, una prohibición constitucional que impida que armas nucleares tengan su base en Escocia y ciertos derechos sociales y económicos, como el derecho a la educación, el derecho a la asistencia sanitaria y la protección de menores. La monarquía y la corona Con la independencia, Escocia se convertirá en una monarquía constitucional y seguirá perteneciendo a la Unión de Reinos que data de 1603, con más de cien años de antigüedad que la Unión de Parlamentos. Con la implantación de la independencia en 2016, Su Majestad la Reina se convertirá en nuestro jefe de estado. En 2013, fueron modificadas las normas de sucesión a la Corona (que afectan a Escocia y otros lugares) para eliminar un régimen anticuado de discriminación por razón de género. El presente Gobierno pretende apoyar y promover entre los otros estados miembros de la Commonwealth, con la Reina como jefe de estado, la introducción de medidas similares para eliminar la discriminación por motivos religiosos de las normas de sucesión. Preguntas y respuestas más frecuentes Entendemos que le gustaría saber todo lo posible acerca de la independencia escocesa y las repercusiones que esta tendrá para usted, su familia y el conjunto de Escocia. En el Futuro de Escocia, respondemos a 650 preguntas detalladas que nos han planteado acerca de la independencia. A continuación, encontrará respuestas a alguna de las preguntas más frecuentes. ¿Por qué razón Escocia debería ser independiente? Obtener la independencia significa que el futuro de Escocia estará en manos de Escocia. Significa que podremos aprovechar la riqueza, el talento y los recursos escoceses para beneficio de las personas que viven en Escocia a través de una economía más fuerte, más empleos y el hecho de que las personas recibirán unos ingresos más justos por sus esfuerzos y trabajo duro. Permitirá que los gobiernos escoceses se centren en temas específicos, como la mejora del sistema de cuidado de los niños, la puesta en práctica de un régimen fiscal más justo, la reducción de las facturas energéticas y la eliminación del bedroom tax. Con la independencia, pretendemos mejorar la calidad de vida de todas las personas de Escocia y podremos tomar decisiones sobre nuestra economía diseñadas para las necesidades específicas de Escocia y basadas en nuestras prioridades. Algunos países similares a Escocia han registrado un crecimiento económico más alto a lo largo de la última generación y ello se debe al hecho de que son independientes y pueden tomar las decisiones más apropiadas para su nación y su economía. Si el nivel de crecimiento de Escocia entre 1977 y 2007 se hubiera igualado al de estas otras naciones independientes, el PIB per cápita sería un 3,8 % más alto, equivalente a 900 libras esterlinas adicionales per cápita. ¿Escocia puede permitirse ser independiente? Sí. Escocia es una de las naciones más ricas del mundo. En cuanto a producto económico total per cápita, en 2011, nos colocamos en el octavo puesto de los 34 países desarrollados de la OCDE. En los últimos 32 años, hemos generado más impuestos y nuestra hacienda pública escocesa se ha mostrado más sólida que la del Reino Unido en su conjunto. Pese a estos puntos fuertes, muchas familias escocesas apenas consiguen llegar a fin de mes. Aunque somos un país rico, los beneficios de nuestra enorme riqueza no son percibidos por las personas que viven y trabajan aquí. Con la independencia, podremos asegurarnos de que la riqueza y los recursos de Escocia se distribuyen mejor entre la gente de Escocia. ¿Qué pasará con mi pensión? Conforme a nuestros planes, su pensión pública y cualquier otra pensión personal o complementaria serán pagadas de la misma manera que se hace hoy. Todos los derechos adquiridos serán protegidos. Escocia está mejor capacitada para afrontar el pago de las pensiones y prestaciones sociales que el resto del Reino Unido. Empleamos una proporción más pequeña de nuestro producto nacional y nuestros ingresos fiscales en el sistema protección social (que incluye las pensiones y las prestaciones sociales) que el resto del Reino Unido en su conjunto. En el marco de las propuestas del Gobierno escocés, con la independencia, recibirá, como mínimo, la misma cantidad en su pensión pública que en el resto del Reino Unido. El Gobierno escocés actual, además, quiere proponer ciertas medidas de protección adicionales. Dado que la esperanza de vida tanto para hombres como para mujeres ha estado sistemáticamente por debajo de la del Reino Unido, el Gobierno escocés actual se ha comprometido a revisar los planes del Gobierno de Westminster de acelerar el programa para subir la edad para recibir pensiones públicas a 67 años entre 2026 y 2028. ¿Con la independencia cambiarán los impuestos que pagamos? El proceso de independencia propiamente dicho no cambiará los impuestos que pagamos. Puesto que la hacienda pública escocesa es más sólida que la del Reino Unido en su conjunto, no será necesario subir el tipo impositivo general para financiar los niveles de gasto corrientes tras la declaración de independencia. No obstante, la posibilidad de poder hacer cambios en el sistema fiscal es una de las ventajas de la independencia. Si el Gobierno escocés actual es elegido para asumir el primer Gobierno de una Escocia independiente en 2016, nuestro primer presupuesto: Aumentaría las exenciones fiscales y los créditos fiscales en la misma medida que la inflación. Simplificaría el sistema fiscal de forma que se reduzcan los costes de cumplimiento, se racionalicen las prestaciones sociales y se ayude a reducir las evasiones fiscales, con el objetivo de obtener unos ingresos de 250 millones de libras esterlinas al año al final del primer mandato. Acabaría con las desgravaciones fiscales propuestas para ciertas parejas casadas, que no beneficia a todos los padres ni familias. Eliminaría el Shares for Rights scheme (Programa de obtención de acciones a cambio de derechos) que fomenta las evasiones fiscales. ¿Quién formaría el gobierno de una Escocia independiente? El primer Gobierno de una Escocia independiente sería elegido en las próximas elecciones escocesas de mayo de 2016. Las elecciones de 2016 se llevarían a cabo de la misma forma que las elecciones anteriores y en ellas se elegirían a los diputados de los distritos locales y los diputados del Parlamento escocés. Los votos obtenidos en 2016 determinarán qué partido o partidos formarán el gobierno y podría ser el SNP, el partido laborista escocés o cualquier otro partido – o coalición de partidos – que sea apoyado por el electorado. Serán los habitantes de Escocia quienes decidan. ¿Será Escocia miembro de la UE? Sí, forma parte de la política del Gobierno escocés actual que Escocia siga siendo parte de la Unión Europea. Entre la obtención del voto afirmativo en 2014 y el día de la independencia, Escocia acordará las condiciones aplicables a nuestra continuidad en la UE. Todo esto ocurrirá mientras aún formamos parte del Reino Unido y de la UE, garantizando una transición sin complicaciones a nuestra pertenencia como nación independiente. ¿Cómo se garantizará nuestra seguridad futura? Escocia tendrá sus propias fuerzas de defensa para proteger a nuestra nación y los mares que la rodean. El Gobierno escocés actual tiene un compromiso de pertenencia a la OTAN. El Gobierno escocés actual garantizará que existe una presencia militar convencional significativa en suelo y mares escoceses; si bien, nos aseguraremos de que las armas nucleares de Clyde son trasladadas. Escocia tendrá mayor seguridad económica. Hemos aprendido una buena lección con la crisis financiera y se están imponiendo nuevas normas en todo el mundo para reducir siempre que sea posible los riesgos que condujeron a la crisis de 2008. Una Escocia independiente contará, además, con un excelente medio de protección de nuestro futuro gracias a las reservas energéticas que poseemos en alta mar, que nos servirían de salvaguardia en épocas difíciles. Además, crearemos un fondo energético para ahorrar parte de nuestra actual riqueza petrolífera para las generaciones futuras. ¿Podremos conservar la libra esterlina o nos veremos forzados a unirnos al euro? Escocia seguirá usando la libra esterlina, igual que lo hacemos hoy en día. La Comisión fiscal, compuesta por los expertos asesores del Gobierno escocés, ha fijado un marco claro con relación a este tema. Esta decisión beneficia tanto al resto del Reino Unido, como a Escocia. La legislación de la UE establece una serie de condiciones que los países deben cumplir antes de unirse al sistema del euro, entre ellas, la incorporación al Mecanismo de tipos de cambio (MTC) II. Dicha incorporación es voluntaria y significa que Escocia no puede ser forzada a unirse al sistema del euro. ¿Cómo puede ser Escocia independiente conservando la libra esterlina? Muchos países independientes de todo el mundo comparten la misma moneda. Países como Francia, Alemania y los Países Bajos no tienen su propia moneda, pero son claramente independientes y controlan sus propios recursos. Este enfoque tiene sentido para Escocia y el resto del Reino Unido, pues facilitará el comercio entre nosotros y podremos seguir calculando nuestras hipotecas y pensiones en libras y peniques como hemos hecho hasta ahora. ¿Costará mucho convertirnos en país independiente? No. Escocia actualmente paga su parte del coste de los servicios del Reino Unido, como el sistema de prestaciones sociales y el régimen fiscal. Pagamos nuestra parte de las fuerzas armadas y de las embajadas en el extranjero. Con la independencia, ya no pagaremos por estos servicios y organismos británicos, sino que emplearemos el dinero en pagar los nuestros. Lo que nos proponemos es ahorrar dinero en algunos sectores como el de defensa, pues no tendremos que contribuir al mantenimiento del arsenal nuclear del Reino Unido. De esta forma, cantidades que actualmente enviamos a Westminster para ser empleadas en otras partes del Reino Unido – o en cosas que aquí en Escocia no queremos – se quedarán en Escocia para ser invertidas en un sistema de gobierno moderno y eficaz para nuestro país y para pagar por las cosas que sí queremos. También es posible que decidamos seguir compartiendo ciertos servicios con el Reino Unido, al menos durante un periodo de transición. ¿Qué le hace pensar que Escocia como país independiente será más justo? El tipo de país en el que nos convertiremos depende de la gente de Escocia. Escocia tiene toda la riqueza que necesita para ser un país más justo. Somos una de las naciones más ricas del planeta y podremos elegir cómo usar la riqueza de forma diferente a como la usa Westminster, por ejemplo, puede que decidamos invertir en guarderías en lugar de gastar el dinero en armas nucleares. Podremos decidir no imponer el bedroom tax y tener un sistema fiscal más eficiente que garantice que todas las personas contribuyen con una cantidad justa. Con la independencia, podremos tomar decisiones diferentes que se ajusten a nuestros valores y a los puntos de vista del pueblo de Escocia. ¿Qué me aportará la independencia? Con la independencia, el Parlamento escocés tendrá todos los poderes que necesitamos en Escocia para crear una vida mejor para sus habitantes. Entre las medidas que pretende adoptar el Gobierno escocés actual en una Escocia independiente, se incluyen: Transformación de la provisión del cuidado de niños para garantizar que, transcurrido un tiempo, todos los niños a partir de un año hasta que empiecen el colegio disfruten de 30 horas por semana a lo largo de 38 semanas al año. Esto reducirá costes a las familias y mejorará el apoyo para las personas con niños que quieran volver a trabajar. Reducción de las facturas energéticas en un 5 % aproximadamente, eliminando el coste de ciertos programas medioambientales de sus facturas para financiarlos con los recursos del gobierno central, protegiendo así las pensiones públicas, con mayores garantías de que el valor real de las pensiones no descenderá, lo que asegurará que el salario mínimo interprofesional sube en la misma medida que la inflación. Protección del valor de las prestaciones sociales, las exenciones fiscales y los créditos fiscales subiéndolos en consonancia con la inflación y creando una Escocia más justa con la interrupción de la implantación de prestaciones sociales como el Universal Credit, el bedroom tax e interrumpiendo algunos de los cambios del sistema de protección social más perjudiciales introducidos por el Gobierno de Westminster. ¿Qué pasará con nuestras relaciones con el resto del Reino Unido? Escocia seguirá teniendo una relación estrecha y especial con otras naciones de estas islas, una asociación en pie de igualdad entre los habitantes de Escocia y el resto del Reino Unido. En el marco de nuestra propuesta, mantendremos nuestros estrechos lazos de familia y amistad a través de la continuación de nuestra unión social y seguiremos compartiendo a la Reina como jefe de estado (al igual que otros 16 países de la Commonwealth)y la libra esterlina como nuestra moneda. Seremos socios igualitarios dentro de la UE y formando parte de una alianza de defensa común en la OTAN. Pero la independencia acabará con la unión parlamentaria, lo que significará que ya no enviaremos diputados a Westminster. Las decisiones sobre el futuro de Escocia y sobre nuestra economía y sociedad se tomarán aquí. Los habitantes de Escocia estarán al mando. ¿Y en cuanto al pasaporte escocés? Nuestra propuesta de independencia significa que, como ciudadano escocés, tendrá derecho a un pasaporte escocés. El pasaporte escocés costará lo mismo que el pasaporte británico y podrá seguir usando su pasaporte británico actual hasta el momento en que necesite renovarlo. Escocia seguirá formando parte de la Common Travel Area (Zona de Viaje Común) junto con el resto del Reino Unido, Irlanda, la Isla de Man y las Islas del Canal, cuyo origen se remonta a los años veinte. Nuestra intención es seguir formando parte de la CTA, lo que significa que no existirán controles fronterizos y no necesitará pasaporte para viajar a otras partes del Reino Unido, Irlanda, la Isla de Man y las Islas del Canal (aunque algunas líneas aéreas requieren un documento de identidad en los vuelos nacionales). ¿Cómo nos convertiremos en país independiente? Escocia se convertirá en país independiente si los habitantes de Escocia votan Sí en el referéndum del 18 de septiembre de 2014. Tras el voto de independencia, el Gobierno escocés celebrará acuerdos con el Gobierno de Westminster y la UE que contengan los pactos para la transición a la independencia, basándose en la fecha que hemos propuesto del 24 de marzo de 2016. ¿Conservaremos a la Reina? Sí. La Reina seguirá siendo jefe de estado en Escocia. Si bien, una Escocia independiente tendrá una constitución escrita que determinará la forma de gobierno del país. ¿Qué pasará con nuestra parte de la deuda nacional? Escocia y el resto del Reino Unido acordarán cuál será nuestra parte de la deuda nacional. Dicha deuda podría distribuirse en función a la contribución histórica por parte de Escocia a la hacienda pública británica o sobre la base de nuestra participación demográfica. De cualquier modo, nuestra parte de la deuda del Reino Unido se prevé que será inferior como porción de nuestro producto económico que la del Reino Unido en su conjunto, lo que beneficia a Escocia de cara al futuro. Por otro lado, Escocia tendrá derecho a una participación justa del patrimonio del Reino Unido, cuyo valor se estima que asciende a 1 267 000 millones de libras esterlinas. Puede que decidamos compensar una porción de la participación de Escocia en el valor del patrimonio británico con la deuda que acordemos asumir con el Reino Unido. ¿Qué pasará con las prestaciones sociales y los créditos fiscales que recibo? Con la independencia, seguirá recibiendo las prestaciones sociales y los créditos fiscales de la misma forma que ahora. La independencia no cambiará los derechos que usted tiene. No obstante, los gobiernos escoceses futuros pueden decidir hacer las cosas de forma diferente al Reino Unido, por ejemplo, este Gobierno detendrá los efectos perjudiciales del sistema de protección social introducidos por Westminster. Eliminaremos el bedroom tax y detendremos la implantación de las prestaciones Universal Credit y Personal Independence Payments. ¿Los funcionarios públicos que trabajan en departamentos del Reino Unido seguirán teniendo empleo? Con la independencia, la administración pública de Escocia cubrirá un conjunto de servicios que actualmente son provistos por Westminster. La responsabilidad de ciertos servicios como las prestaciones sociales será transferida al Gobierno de escocés. Se crearán trabajos nuevos para servicios que actualmente se ofrecen desde otras partes del Reino Unido. Colaboraremos con el Gobierno de Westminster para preservar la continuidad del empleo de los funcionarios, ya sea mediante transferencia al Gobierno escocés o mediante la continuación de sus empleos con el Gobierno de Westminster, si aún tiene necesidad de sus servicios. Los derechos adquiridos con relación a sus pensiones y otras condiciones del empleo de funcionarios transferidas del Gobierno de Westminster serán cumplidos por completo. El personal transferido se unirá a una fuerza laboral de la administración pública escocesa capacitada y diversa, basada en los principios de honestidad, integridad, objetividad e imparcialidad, comprometida con las buenas prácticas laborales y con un compromiso continuado contra los despidos forzosos. ¿Es el petróleo y gas de Escocia? La mayoría del petróleo y gas del Reino Unido proviene de la parte escocesa de UK Continental Shelf y se quedará en Escocia tras la independencia. Los análisis exponen que más del 90 % de los ingresos de petróleo y gas provienen de aguas escocesas (basados en principios establecidos de derecho internacional). ¿Dependemos del petróleo y gas para convertirnos en país independiente? No. Aun sin el petróleo, el producto económico per cápita en Escocia es prácticamente idéntico al Reino Unido en su conjunto. Es decir, el petróleo y el gas son una ventaja adicional. Cuando incluimos el producto del Mar del Norte, Escocia produce casi un quinto más per cápita que la media del Reino Unido. Los ingresos del petróleo y el gas representan un 15 % del conjunto de ingresos del sector público escocés, comparado con el 30 % en Noruega y, aun así, Noruega ha prosperado y tiene un fondo derivado del petróleo valorado en 470 000 millones de libras esterlinas. El futuro de Escocia está en sus manos. El Futuro de Escocia es una guía exhaustiva de lo que significaría vivir en una Escocia independiente. El Futuro de Escocia responde a las preguntas que pueda tener sobre la independencia y expone los hechos y cifras sobre: • La manera en que Escocia puede permitirse ser independiente. • Las ventajas económicas de Escocia y cómo conseguir el máximo potencial de nuestra nación. • La manera en que la independencia tratará de garantizar un trato justo de todas las personas en Escocia. • La forma en que la independencia fortalecerá la democracia en Escocia. • Qué lugar tendrá una Escocia independiente en el mundo. • Otros temas importantes para usted. scotreferendum.com Escanee aquí para ver videos relativos al futuro de Escocia. © Crown copyright 2013 ISBN: 978-1-78412-146-4 (Spanish) APS Group Scotland DPPAS20255 (11/13)