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La Zona Externa
Por definición, la Zona Externa es lo que está fuera tanto de tu Zona de Gestión
como de tu Zona de Influencia.
Son las situaciones que no puedes controlar, y en las que no puedes influir. O al
menos, no en la situación en la que te encuentras ahora mismo.
Por ejemplo un escalador experto puede ponerse como reto escalar una difícil
montaña. Pero si justo cuando va a emprender la subida empeora el tiempo y hay
riesgo de ventisca, aludes, etc., quizás sea mejor aceptar la situación y esperar a
que el tiempo mejore antes de volver a intentar emprender la escalada.
•
Aceptación
•
Adaptación
LA ZONA EXTERNA
Así, frente a las situaciones en la Zona Externa utilizaremos los recursos de:
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Aceptación
Aceptación es tener la entereza y paciencia de aceptar que las cosas son como
son y que a veces determinadas cosas no se pueden cambiar.
Frustrarnos por algo que escapa a nuestro control no tiene mucho sentido, ya
que independientemente de cuánto nos frustremos, no lo podemos cambiar.
Por ejemplo, nuestra genética no la podemos controlar. ¿A quién no le gustaría
ser más alto, o tener un metabolismo súper eficiente para no engordar jamás
comiendo lo que quisiéramos?
Sin embargo, quejarnos de ello no nos serviría de nada, porque no lo podemos
cambiar.
Aceptar que no todo está bajo nuestra gestión o influencia es un paso
importante para darnos cuenta de que podemos progresar mucho en aquello
que sí podemos gestionar, influir o controlar.
Lo cual nos lleva a la:
Adaptación
Dada una situación en la zona externa podemos adaptarnos para determinar
cuál sería el mejor curso de acción.
Si aceptas cómo son las cosas, y qué partes de tu realidad no puedes cambiar,
puedes centrar tu dedicación y tu esfuerzo en hacer aquello que sí que te
acerque a los resultados que buscas.
Estas cosas sí podemos controlarlas e influirlas, pero sólo a partir del momento
en que aceptamos que nuestra genética es la que es y decidimos trabajar con
ella, adaptándonos para conseguir nuestros objetivos.
Para la aceptación y adaptación me gusta la metáfora de una partida de póker.
Las distintas situaciones de tu vida son diferentes manos en las que te tocarán
diferentes cartas. A veces partirás de base con buenas cartas, a veces no tendrás
ni una triste combinación.
Y no sirve de nada que protestes, no te van a repartir mejores cartas
simplementente porque no te gusten las que te han tocado. Quejarte y
refunfuñar porque las cartas que te han tocado “son una mierda” lo único que
hará es frustrarte y amargarte la vida.
LA ZONA EXTERNA
Siguiendo con el ejemplo anterior, si aceptamos nuestras limitaciones genéticas
(altura y metabolismo) podemos vestir de forma que parezcamos más altos
(zapatos con alzas, líneas verticales, corregir nuestra postura...), y podemos
acelerar nuestro metabolismo para quemar más grasas (desarrollando músculo,
realizando ejercicio aeróbico, llevando una dieta sana...).
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Y sin embargo, se pueden perder manos con buenas cartas y ganarlas con cartas
malísimas.
Los grandes jugadores de poker saben qué hacer en cada caso, cuando les tocan
cartas buenas, normales o malas, y aunque puedan perder algún juego aquí o
allá, a la larga su sistema funciona y terminan ganando.
Las cartas son las que son, y hay que aceptarlas, pero cómo las juegues es cosa
tuya.
Por ejemplo: el estado de la economía en un momento dado. Salvo que seas una
de las mayores fortunas personales del mundo, presidente del gobierno alemán,
presidente de un banco central, o alto ejecutivo de Goldman Sachs, la economía
nacional e internacional es algo que escapa a tu gestión y a tu influencia.
Pero eso no significa que no puedas calibrar cómo están la economía y los
mercados para saber qué cursos de acción son más interesantes que otros. Hay
gente que gana mucho dinero en las crisis ofreciendo productos y servicios que
despegan en ese momento.
LA ZONA EXTERNA
La Zona Externa es como el océano: no puedes aplacar las olas, pero puedes
determinar si el mar está en calma o bravo, y si eres lo suficientemente experto
puedes intentar pronosticar cómo va a estar en un futuro cercano, para poder
navegar de la forma más segura para llegar a tu destino.
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La ignorancia no es el camino
Mucha gente en lugar de aceptar y adaptarse, prefieren ignorar lo que escapa a
su gestión e influencia.
Por ejemplo no querer saber nada de política, economía, derechos, educación…
Prefieren dejar estas cosas en manos del azar, el destino o algún supuesto ser
superior. Hay gente que piensa que una recesión económica es algo que “sucede”
y “luego se termina” espontáneamente, como cuando llueve y después deja de
llover.
Opino sinceramente que se trata de un grave error.
Primero, lo que está fuera de nuestro control a nivel individual no tiene por qué
estarlo en el agregado. Una persona puede no tener capacidad para influir en la
política o en la economía, pero un grupo sí, mientras más grande mejor.
Es comprensible que mucha gente no quiera dedicarse a estas porque tiene otras
prioridades más acuciantes, aunque en mi experiencia según vas evolucionando
en tu desarrollo personal, y una vez que te vas convirtiendo en la versión de ti
mismo que más te gusta, se despertará en ti un interés en cambiar el mundo para
mejor.
LA ZONA EXTERNA
Pero es que incluso aunque no tengas el más mínimo interés en influenciar el
estado de las cosas, al menos conocer el estado de las cosas es importantísimo
para evitar riesgos, errores y desastres. Si el mar está embravecido no te metas
con tu barquito porque puedes llevarte una mala experiencia.
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Tráetelo todo a tus Zonas de Éxito
El objetivo del Desarrollo Personal en tus Zonas de Éxito es que cada vez, todo
aquello que ocurre en tu vida, dependa más de ti y menos de las circunstancias,
la suerte o el azar.
Efectivamente muchas veces sucederan imprevistos y cosas inesperadas, para lo
bueno y para lo malo.
Pero no se trata tanto de querer controlar tozudamente todo aquello que
sucede.
¡Hay tantas cosas que escapan a nuestro control, que nos volveríamos locos si
quisiéramos tener toda nuestra vida atada y bien atada! Nos volveríamos unos
frikis cuadriculados de la rigidez y la disciplina.
Más bien el objetivo es que si nos sucede algún imprevisto afortunado, lo
aprovechemos al máximo; y si nos sucede algo que nos descoloca y nos aleja de
nuestros objetivos, que tengamos alternativas para sortear las dificultades y
seguir avanzando.
Que tengas la capacidad de traer las circustancias de tu zona externa hacia tu
zona de influencia, y las de tu zona de influencia a tu zona de gestión.
Por ejemplo si emprendes un negocio y no consigues vender tus productos
podrías llegar a sentirte mal. Con tus habilidades en tu Zona de Gestión podrás
trabajar las emociones y pensamientos no deseados que esto te causa, para que el
hecho de no vender no te haga sentirte mal.
Y si te pilla en un momento en que las circunstancias en la Zona Externa no
juegan a tu favor, por ejemplo si hay una crisis económica en tu sector, puedes
aceptarlo – aceptar la realidad para dejar de chocarte contra un muro – y
adaptarte – por ejemplo, trabajando otro producto o servicio que funcione
mejor, o trasladándote, vendiendo por internet o de alguna otra manera
accediendo a una zona geográfica donde tu mercado esté activo y en
crecimiento.
Vamos a ver un ejemplo que aplicaría a toda la humanidad :)
LA ZONA EXTERNA
Y, una vez que has gestionado tus pensamientos y emociones, para que te
resulten impulsores en lugar de lastres, con tus habilidades en tu Zona de
Influencia podrías mejorar tu producto (habilidad), aumentar el número de
gente que lo conoce (alternativas) o consultar a algunos expertos para ver cómo
puedes mejorar tu producto y tu marketing (feedback).
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¿Y si salgo a la calle y me cae un meteorito?
Pocas cosas hay más ajenas a nuestro control que el que caiga un meteorito. Y si
no que se lo digan a los dinosaurios. Un acontecimiento aleatorio, fulminante,
imparable y que causa unos enormes estragos.
Los meteoritos para los dinosaurios eran un perfecto ejemplo de Zona Externa.
Si las hipótesis son correctas, un buen día una estrella cayó del cielo, hubo un
estruendo atronador y el cielo se llenó de ceniza gris. Después, la extinción. Y no
pudieron hacer nada para evitarlo.
Y más o menos lo mismo hubiese sucedido con la humanidad si hubiese caído un
meteorito parecido en la época clásica o en la edad media.
¿Pero y si se acercase un enorme meteorito a día de hoy?
Posiblemente para ti y para mí seguiría siendo algo fuera de nuestro control.
Pero ojo, si tú eres un ingeniero de la NASA, ya no tanto.
Lo primero de todo la NASA tiene ya controlado el riesgo de impacto de
asteroides contra la tierra, con una clasificación de las probabilidades de impacto
y el daño que dicho impacto causaría. Calibración para observar la realidad e
interpretarla correctamente.
Lo segundo, la humanidad ya tiene medios para enfrentarse a un meteorito, por
ejemplo lanzándole un misil nuclear. La humanidad tiene un Recurso Interno (la
tecnología) y una Habilidad (el armamento) que le permiten lidiar con la situación
externa. Tiene la capacidad para hacer frente a situaciones retadoras.
Por último, si el impacto de un hipotético meteorito fuese inevitable y sus daños
tan graves que la humanidad corriese peligro de extinción, podríamos enviar una
colonia a Marte para que la humanidad pudiese seguir existiendo allí. Tendríamos
Alternativas para poder llegar a nuestro objetivo por diferentes caminos.
Para que aquello que originariamente estaba fuera de tu alcance, pase a
estar dentro de tu Influencia o de tu Gestión.
LA ZONA EXTERNA
El objetivo del Desarrollo Personal es aumentar tus recursos internos, tus
Habilidades, tu Calibración y tus Alternativas.
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La Búsqueda de la Felicidad
por Alberto Matilla de Éxito Personal
¿Eres feliz?
Si aún no lo eres, entonces tal vez sea el
momento de cambiar de estrategia.
Habitualmente observamos a nuestro
alrededor cómo buscamos continuamente la
felicidad en las cosas materiales o en
circunstancias externas que están fuera de tu
control.
Engañados por nuestro cerebro, la búsqueda puede llevarnos toda una vida sin
encontrar el resultado deseado.
Nos decimos “seré feliz cuando suceda tal o cual cosa” y no nos damos cuenta
de que buscamos nuestra felicidad en la Zona Externa, y por tanto nos estamos
programando para que nuestra felicidad no dependa de nosotros.
Como decía Epicteto, ¿has intentado buscar en tu zona interior...?
Estamos acostumbrados a pensar que si no somos felices cuando nos faltan
determinadas cosas, logros o circunstancias que deseamos, seremos felices
cuando consigamos estas cosas, logros o circunstancias.
Esto parece lógico pero en realidad la felicidad no funciona así. El típico ejemplo
es la persona que se esfuerza mucho por conseguir aquello que cree que le hará
feliz, y puede que cuando lo logra sea feliz momentáneamente, pero luego
vuelve la infelicidad.
Tal vez esas cosas o circunstancias nos hagan la vida más cómoda, más
placentera, más llevadera, etc., pero lo cierto es que no tenemos la garantía de
obtener la felicidad cambiando dichas circunstancias u obteniendo los objetos
deseados.
LA ZONA EXTERNA
Cuando buscamos la felicidad en lo externo, esta felicidad no suele ser duradera
y volvemos a buscarla en otro lugar.
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Lo primero de todo, ¿qué es realmente la felicidad?
Vamos a entender por felicidad el estado interno que proporciona al que la vive
paz interna, satisfacción y alegría independientemente de sus posesiones o
circunstancias.
Esta definición es solo una referencia, no te hagas una idea fija de lo que es la
felicidad, puesto que hay tantas formas de ser feliz como personas en el planeta.
Lo que sí podemos reconocer son los rasgos de una persona feliz. Las personas
que son realmente felices tienen un aspecto diferente, una mezcla de serenidad
y alegría tranquila muy característica. Y han desarrollado la habilidad de serlo en
cualquier momento, en cualquier lugar y con las posesiones que tengan.
Estos rasgos específicos de la propia naturaleza de la Felicidad pueden darnos
una pista de cuáles son los ingredientes que nos permitirán obtenerla.
Ser feliz durante unos instantes es algo que la mayoría podemos experimentar
en nuestras vidas. Pero ser feliz de manera continua ya es algo bastante menos
habitual... aunque todos podríamos aspirar a conseguirlo.
¿Cómo podemos ser felices de manera continua en nuestra vida? Es un
aprendizaje, una actitud, un continuo cambio en nuestra manera de pensar y de
actuar, en la que partimos de un cambio sustancial en el enfoque, buscar dentro
de uno mismo.
Quizás la opinión de la mayoría sea: “no se puede ser feliz totalmente”, o “ahora
mismo soy feliz porque no tengo problemas...”, o “seré feliz cuando tenga ciertas
cosas” .
LA ZONA EXTERNA
Estas creencias limitantes nos llevan a pensar que la felicidad es algo puntual, o
que depende de las circunstancias del momento, o que depende de cosas
externas que no dependen en absoluto de nosotros.
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Por tanto, para iniciar nuestro camino hacia la felicidad podremos:
1. Aprender a identificar aquellos procesos mentales que nos impiden ser
felices: las creencias limitantes que nos hacen sentir que la felicidad no es
alcanzable o que está fuera de nosotros.
2. Aprender y aplicar los recursos necesarios para cambiar estos procesos
mentales.
3. Poco a poco ir desarraigando los hábitos y costumbres que nos generaban
estos procesos mentales limitantes, e irlos sustituyendo por otros hábitos
y costumbres que nos faciliten el ser felices en cualquier momento, lugar y
circunstancia.
En nuestro taller Quiero Ser Feliz trabajamos con distintas herramientas,
durante un fin de semana completo, las creencias, pensamientos y actitudes que
te llevarán a encontrar la felicidad dentro de ti mismo.
Si deseas asistir a nuestro taller Quiero Ser Feliz, puedes consultar toda la
información y reservar tu plaza aquí:
LA ZONA EXTERNA
www.exito-personal.com/quiero-ser-feliz
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