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MDZ Page 1 of 2 16 de Septiembre de 2008 | 18:00 ¿Cómo nos afecta la quiebra de Lehman? La caída de un gran banco de inversiones norteamericanos tiene efecto en el bolsillo de cualquier ciudadano común, a pesar de que anoche sólo sufrieron de insomnio los agentes de bolsa e inversionistas. La crisis tira abajo a las economías, de arriba y de abajo, como en un castillo de naipes. Anoche sufrieron insomnio agentes de bolsa e inversionistas de todo el mundo (también acá, en Mendoza, Argentina). Pero la caída del banco estadounidense Lehman Brothers también va a afectar el modo en que obtiene dinero cada uno de los ciudadanos, por más alejados que estén de ese extraño mundo de las finanzas. El 15 de septiembre de 2008 quedará en la historia como el punto de inflexión en una crisis única, que se asemeja a la de 1929. Y ese derrumbe casi instantáneo en las bolsas del mundo que quedó plasmado en las portadas de los diarios locales, nacionales e internacionales nos afecta, lo sepamos o no. Aunque tenía una oficina en Buenos Aires, ningún ciudadano común tenía depósitos en el Lehman Brothers, porque es un banco de inversiones. Un banco de inversión es "una entidad financiera especializada que introduce en el mercado nuevas acciones y obligaciones emitidas por empresas o por el Estado". Es decir, trabaja para otras instituciones o personas, administrando enormes fortunas. Dentro de esta especie, hasta hace muy poco, el Lehman formaba parte de un grupo privilegiado en cuanto a credibilidad y firmeza junto con Citigroup In, JPMorgan Chase & Co, Merrill Lynch & Co y Morgan Stanley. MDZ consultó a agentes del Mercado de Valores de Mendoza y éstos se disculparon con la misma y comprensible justificación: Se encuentran atareados respondiendo a las iquietudes de sus clientes. El economista mendocino Gustavo Reyes, del Ieral (Instituto de la Fundación Mediterránea) advirtió que, si bien la economía local ya estaba creciendo menos, el efecto Lehman problablemente empeore la situación. Como consejo a los ciudadanos, el especialista explicó que “las empresas venderán menos, la creación de trabajo será menor y la inestabilidad de la economía será más alta. En estas circunstancias se debe actuar con mucho cuidado. A la hora de tomar una deuda son bastantes restringidas las posibilidades, casi desparecieron los créditos a tasas fijas. Depende para qué es ese endeudamiento y si está seguro que las fuentes de repago están dadas”. También el ex ministro de Hacienda Enrique Vaquié explicó esta mañana, en diálogo con radio LV 10, lo siguiente: “Con esta crisis financiera todos los bonos del Gobierno Nacional pierden valor y sobre todo tendrán problemas aquellos que tengan el sistema de AFJP y que se estén jubilando en los próximos meses o en el próximo año mientras la crisis dure, porque esos activos caen y por ende esa jubilación que se estará calculando será menor”. Por otro lado Vaquié sostuvo que no habrá excepciones dentro de la jubilación por el sistema privado “salvo que el Gobierno tome alguna medida”. El castillo que se derrumba MDZ Page 2 of 2 La imagen precisa es un castillo de cartas que se cae por completo por efecto de la globalización. Por eso la quiebra de un gigante como Lehman Brothers aumentó el pánico en torno a la economía mundial en cuestión de horas. Un portal español explicaba la consecuencia del derrumbe en la vida de cualquier ciudadano de este planeta: “Los bancos de inversión, aunque no tienen nuestro dinero ni nuestras nóminas ni nuestras hipotecas, sí que tienen las de nuestros bancos, cajas y demás entidades financieras. Ellos son los que han estado moviendo una inmensa parte de los grandes capitales, del dinero que tienen los bancos comerciales de todo el mundo, de las emisiones de deuda de las grandes empresas”. El 24 de octubre de 1929, fue un día histórico, cuando sucedió la debacle histórica en Estados Unidos; pero en ese entonces no existía siquiera un cable de teléfono que transmitiera con fidelidad lo que sucedía al otro lado del océano. Pero ayer, en minutos la bancarrota derribó todas las bolsas del planeta. Ese era el castillo de cartas. La incertidumbre genera miedo y el miedo detiene todo. La economía paralizada significa menos posibilidades de crédito, menos puestos de trabajo, menos inversiones. Pero quédese tranquilo; si usted vive en Marte quizás no lo llegue a sentir. Link permanente: http://www.mdzol.com/mdz/nota/70790 ©Copyright 2007 MDZ Diario de Mendoza | Todos los derechos reservados Políticas de seguridad y privacidad