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Altas expectativas al asumir el poder un nuevo
gobierno de izquierda en El Salvador
Análisis de NorLARNet, .2009
Fatima V. Haugstveit
El día de ayer, 1 de junio del 2009, asumió el poder en El Salvador, el nuevo gobierno de izquierda del
Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Después de 20 años en poder, ARENA la
Alianza Republicana Nacionalista (partido conservador) perdió las elecciones el 15 de marzo del
2009. Mauricio Funes, el recién electo presidente, y Salvador Sánchez Ceren , el vicepresidente,
asumieron el control del país bajo la presencia de un gran numero de mandatarios y políticos
prominentes del mundo, incluyendo a la Secretaria de Estado de los Estados Unidos, Hillary Clinton.
El 16 de marzo, la población salvadoreña despertó de una larga y dura campaña electoral.
En efecto había una atmosfera muy tensa en los días precedentes a las elecciones. Cuando más del
90% de los votos se habían contado y antes de la medianoche del 15 de marzo, el Tribunal Supremo
Electoral declaró que el FMLN por el momento tenia la mayoría de los votos, y un poco después
Mauricio Funes dio un discurso por radio y televisión, en donde se declaró ganador de las elecciones.
Su discurso fue reconciliador y contribuyó en gran parte a calmar la tensa atmósfera existente. Llamó
a la unidad de la población e invitó al sector empresarial a trabajar juntos por el beneficio del país.
Un poco después, Rodrigo Ávila (el candidato de ARENA) y Antonio Saca, el presidente de El Salvador,
también dieron sus declaraciones por radio y televisión, en donde felicitaron a Funes, y pidieron a la
población salvadoreña aceptar los resultados de la contienda. Los seguidores del FMLN invadieron las
calles y celebraron la victoria. Este momento y los días venideros fueron históricos para el país. El
FMLN ganó las elecciones con un 51,32% de los votos, o 1,354,000 votos de un total de 2,638,588,
ganándole a ARENA con 69,412 votos.
El Nuevo presidente se convirtió en el enfoque mayor en los días siguientes. Todos parecían seguir
sus movimientos. Interrogantes comenzaron a surgir, especialmente sobre la relación que tendría
Mauricio Funes con Hugo Chávez en Venezuela y con Cuba. Se ha especulaba sobre si El Salvador se
movería en la misma dirección que Nicaragua. Durante la campaña electoral, se argumentaba que si
el FMLN ganaba las elecciones, El Salvador se convertiría en un satélite de Venezuela y Cuba, y que
las fuerzas ortodoxas del FMLN forzarían a Funes hacia la extrema izquierda. En contraste Funes
argumentaba consistentemente que su tendencia política estaba cercana a la del gobierno del
presidente Lula da Silva en Brasil.
Desde que ganó las elecciones, Mauricio Funes ha demostrado un liderazgo determinante. A menos
de una semana después de su victoria, él y su esposa (una social demócrata brasileña) fueron a Brasil
a recoger a su hijo, quien estaba siendo cuidado por la familia en Brasil. Funes mantuvo
conversaciones con el presidente Lula durante este viaje. Es interesante observar que Funes rechazó
una visita a Nicaragua junto con el presidente saliente, Saca. Reunirse con Ortega en este momento
hubiera significado un reto para su imagen. Antes de salir a Brasil, Funes nombró una comisión para
trabajar en la transición de la presidencia. La comisión estaba compuesta por gente cercana a Funes
así como otras personas con experiencia del FMLN. Algunas personas dentro del FMLN comenzaron a
dar declaraciones públicas sobre las políticas económicas que el nuevo gobierno establecería. Funes
permaneció firme y desde Brasil desautorizoó a todos los que estaban dando declaraciones.
El 20 de mayo, el nuevo presidente y vicepresidente visitaron Venezuela, para explorar asuntos
asociados con la energía y la cooperación. Funes fue categórico diciendo que su gobierno no se
comprometería a ser miembro del ALBA (Alternativa Bolivariana para las Américas), una iniciativa
promovida por Chávez y otros presidentes de la región.
Hay muchas expectativas sobre el nuevo gabinete de gobierno. La incógnita se ha basado
especialmente en la influencia que la dirección del FMLN tendría sobre estos nombramientos. La
prensa en El Salvador ha reportado negociaciones duras. Ni la extrema izquierda del partido, ni Funes
han ocultado las diferencias que tienen entre ellos. Funes ha mantenido una cierta distancia del
FMLN, mientras que el FMLN ha demostrado lealtad y respeto a las decisiones que el presidente
toma. En la Asamblea Nacional, Funes depende del apoyo de los diputados electos pertenecientes a
la bancada del FMLN, para la aprobación de sus propuestas de gobierno.
Unos pocos días antes de la toma de poder, Mauricio Funes, nombró su gabinete económico. Como
lo dijo en una conferencia de prensa “Esta es gente competente, nombrados por sus capacidades de
dirigir la economía del país en tiempo de crisis”. Las personas claves en su equipo económico serán
Héctor Dada, un economista y político de trayectoria, y los reconocidos economistas Alexander
Segovia, Carlos Cáceres y Carlos Acevedo, todos ellos con excelentes calificaciones y amplia
experiencia internacional. Casi todos han sido educados en universidades de prestigio y cuentan con
experiencia de trabajo en organismos internacionales. Hasta el sector privado conservador, ha
aprobado los nombramientos.
Las expectativas con la toma de poder de Mauricio Funes son altas. Por supuesto no todo dependerá
de la economía. Para aumentar la calidad de vida de los salvadoreños, Funes tendrá que reducir la
corrupción y fortalecer el estado del derecho. Esto no será fácil, pero el liderazgo demostrado por
Funes hasta el momento, y las calificaciones de su equipo, abren la esperanza de que está en camino
un significante progreso, para convertir a El Salvador en un país mas justo y equitativo.