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Energyand
Climate
Change
World Energy Outlook Special Report
RESUMEN EJECUTIVO
Spanish translation
AGENCIA INTERNACIONAL DE ENERGÍA
La Agencia Internacional de Energía (AIE) es un organismo autónomo, creado en noviembre de 1974. Su
mandato original tenía, y sigue teniendo, una doble vertiente: promover la seguridad energética entre sus
países miembros mediante una respuesta colectiva a las interrupciones materiales del suministro de petróleo,
e investigar y analizar fiablemente las posibilidades de garantizar una energía segura, asequible y limpia a sus
28 países miembros y a terceros. La AIE ha instaurado un programa integral de cooperación energética entre sus
países miembros, cada uno de los cuales está obligado a mantener reservas de petróleo equivalentes a 90 días de sus
importaciones netas. Entre las metas de la Agencia, cabe destacar los siguientes objetivos:
n A
segurar el acceso de sus países miembros a una oferta abundante y confiable de todos los tipos de energía; en
especial, al mantener capacidades eficaces para responder en situaciones de emergencia en caso de interrupciones
en el suministro de petróleo.
n Promover políticas energéticas sustentables que estimulen el crecimiento económico y la protección ambiental
en un contexto mundial; sobre todo, en cuanto a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que
contribuyen al cambio climático.
n Aumentar la transparencia de los mercados internacionales mediante la recopilación y el análisis de datos
sobre energía.
n Apoyar la colaboración mundial en tecnología energética para asegurar el suministro futuro de energía
y moderar sus efectos sobre el medio ambiente; por ejemplo, mediante una mejor eficiencia
energética y el desarrollo y utilización de tecnologías con baja emisión de carbono.
n Hallar soluciones para los desafíos a que en materia de energía se enfrenta el planeta,
a través de la participación y el diálogo con países no miembros, la industria, los
organismos internacionales y otros interesados directos.
Países miembros de la AIE:
Alemania
Australia
Austria
Bélgica
Canadá
Corea
Dinamarca
España
Estados Unidos
Estonia
Finlandia
Francia
Grecia
Hungría
Irlanda
Italia
Japón
Luxemburgo
Noruega
Nueva Zelanda
Países Bajos
Polonia
Portugal
© OCDE/AIE, 2015
Reino Unido
International Energie Agency
República Checa
9 rue de la Fédéation
75739 Paris Cedex 15, France
República Eslovaca
Suecia
Suiza
Por favor, tome debida nota de que
Turquía
esta publicación está sujeta a restricciones
específicas que limitan su uso y distribución.
Los términos y condiciones están disponibles
en Internet en: www.iea.org/t&c/
La Comisión Europea
también participa
en el trabajo de la AIE.
Resumen Ejecutivo
Se aproxima rápidamente un hito crucial en la lucha contra el cambio climático. La
importancia de la 21ª Conferencia de las Partes (COP21) – que se celebrará en París en
diciembre de 2015 – radica no solo en sus logros específicos en forma de nuevas
contribuciones, sino también en la dirección que marque. Existen ya algunos signos
alentadores con el histórico anuncio conjunto sobre cambio climático que Estados Unidos y
China han hecho, la presentación de compromisos climáticos para la COP21 por parte de un
conjunto diverso de países y con otros muchos que los están desarrollando. La prueba
general del éxito de la COP21 será la convicción que transmita de que los gobiernos están
dispuestos a hacer todo lo que esté en sus manos para lograr el objetivo que ya se han
marcado de mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 2 grados
Celsius (°C), en comparación con los niveles preindustriales.
La energía será el meollo del debate. La producción y el uso de energía representan dos
tercios de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI), lo que significa
que los compromisos contraídos en la COP21 deberán aportar recortes drásticos de dichas
emisiones y, al mismo tiempo, mantener el crecimiento de la economía mundial, impulsar
la seguridad energética en el mundo y proporcionar energía moderna a los miles de
millones que hoy todavía carecen de ella. El acuerdo alcanzado en la COP21 deberá poseer
una cobertura geográfica extensa y matizada, lo que quiere decir que deberá ser equitativo
y reflejar tanto las responsabilidades nacionales como las circunstancias imperantes. La
importancia del componente energético es la razón por la que este Informe Especial del
World Energy Outlook (Perspectivas de la energía en el mundo) presenta un análisis
detallado de la energía y el clima para el sector y recomienda cuatro pilares clave sobre los
cuales puede apoyarse el éxito de la COP21.
© OCDE/AIE, 2015
Energía y emisiones: ¿se están disociando?
El uso de fuentes energéticas de baja emisión de CO2 se está extendiendo con rapidez y
hay signos de que el crecimiento de la economía mundial y el de las emisiones
relacionadas con la energía tal vez estén empezando a divergir. La economía mundial
creció en torno a un 3% en 2014, pero las emisiones de dióxido de carbono (CO2)
relacionadas con la energía permanecieron estables, siendo la primera vez en 40 años
como mínimo que se constata semejante fenómeno fuera de una crisis económica. Las
renovables representaron casi la mitad de toda la capacidad de generación eléctrica nueva
en 2014, liderada por el crecimiento en China, Estados Unidos, Japón y Alemania, con
inversiones que siguen siendo elevadas (270 000 millones USD) y costes que continúan
cayendo. La intensidad energética de la economía mundial decayó un 2,3% en 2014, más
del doble de la tasa media de caída durante la última década, como resultado de la mejora
de la eficiencia energética y de los cambios estructurales en algunas economías como
China. En torno al 11% de las emisiones de CO2 relacionadas con la energía se registra en
Resumen Ejecutivo
1
áreas en las que existe comercio de emisiones (con un precio medio de $7 por tonelada de
CO2), mientras que el 13% de esas emisiones se produce en mercados con subvenciones
para el uso de combustibles fósiles (un incentivo equivalente a una media de $115 por
tonelada de CO2). Se advierten algunos signos alentadores en ambos frentes, como la
reforma inminente del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la Unión Europea
y el hecho de que países como la India, Indonesia, Malasia y Tailandia estén aprovechando
la oportunidad que ofrece la bajada de los precios del petróleo para reducir las
subvenciones a los combustibles fósiles, recortando el incentivo al derroche de energía.
La contribución energética a la COP21
© OCDE/AIE, 2015
Los compromisos establecidos a escala nacional son los cimientos de la COP21. Las
Contribuciones Previstas y Determinadas a Nivel Nacional (INDC por sus siglas en inglés),
presentadas por los países con anterioridad a la COP21 pueden variar en cuanto al alcance,
pero todas contendrán, implícita o explícitamente, compromisos relacionados con el sector
energético. A fecha 14 de mayo de 2015, los países que habían entregado sus nuevos
compromisos representan el 34% de las emisiones relacionadas con la energía. En este
informe, se presenta en un “Escenario INDC” una primera evaluación del impacto de las
INDC y los anuncios sobre políticas relacionadas (de China, por ejemplo) en las tendencias
energéticas futuras. Dicho escenario muestra, por ejemplo, que el compromiso de Estados
Unidos de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 26% y un 28%
para 2025 (con respecto a los niveles de 2005) procuraría una reducción considerable de las
emisiones al tiempo que la economía crece más de un tercio con respecto al nivel actual. El
compromiso de la Unión Europea de reducir las emisiones de GEI en un 40% como mínimo
para 2030 (con respecto a los niveles de 1990) contribuiría a una tasa de descenso de las
emisiones de CO2 relacionadas con la energía de casi el doble de la alcanzada desde el año
2000, convirtiendo a esta región en una de las economías más bajas de emisiones
relacionadas con la energía. Rusia reduce ligeramente sus emisiones relacionadas con la
energía entre 2013 y 2030, logrando su objetivo para 2030 sin mayores esfuerzos, mientras
que la implementación del compromiso de México conduciría a un ligero aumento de sus
emisiones energéticas, paralelo a un crecimiento mucho más rápido de su economía. China
tiene aún que presentar su INDC, pero ha anunciado su intención de alcanzar su punto
máximo de emisiones de CO2 en torno a 2030 (si no antes), un cambio de dirección
importante si se tiene en cuenta el ritmo de crecimiento en este país desde 2000.
El crecimiento de emisiones globales de GEI relacionadas con la energía se ralentiza, pero
no se ha alcanzado el punto máximo en 2030 en el Escenario INDC. El vínculo entre la
producción económica mundial y las emisiones de GEI relacionadas con la energía se
debilita considerablemente, pero sin llegar a romperse: la economía crece un 88% de 2013
a 2030 y las emisiones de CO2 relacionadas con la energía, un 8% (alcanzando las 34,8
gigatoneladas). Las renovables se convierten en la principal fuente de electricidad hacia
2030, ya que la media de inversiones anuales en renovables no hidráulicas es un 80% más
elevada que los niveles vistos desde 2000. Sin embargo, la capacidad de generación
2
World Energy Outlook | Special Report
eléctrica ineficiente a partir del carbón decrece solo ligeramente. A la vista de las INDC
entregadas hasta la fecha y las políticas energéticas previstas por los países que aún no las
han entregado, en torno a 2040 – ocho meses más tarde de lo previsto en ausencia de las
INDC- se habrá emitido todo el CO2 compatible con un 50% de probabilidades de limitar el
aumento de la temperatura a 2ºC. Esto subraya la necesidad de que todos los países
presenten INDC ambiciosas para la COP21 y de que estas contribuciones sean consideradas
una base para acciones más firmes en el futuro, incluidas las oportunidades para la
cooperación/coordinación de actuaciones o las oportunidades posibilitadas por una
transferencia de recursos (como la tecnología y las finanzas). Si no se toman medidas más
firmes después de 2030, la senda marcada por el Escenario INDC estaría en consonancia
con un aumento medio de temperaturas de 2,6ºC hacia 2100 y de 3,5ºC después de 2200.
¿Qué necesita el sector energético de la COP21?
Los compromisos nacionales presentados para la COP21 deben constituir la base de un
“círculo virtuoso” cada vez más ambicioso. El sector energético necesita ver en la COP21
una proyección de los líderes políticos basada en un nivel máximo de claridad de objetivos
y certeza de acción, que genere expectativas claras de un desarrollo mundial y nacional,
bajo en emisiones de CO2. Cuatro pilares pueden apoyar este logro:
1.
Punto máximo de emisiones – determinar las condiciones que conducirán a un
pico anticipado de las emisiones mundiales relacionadas con la energía.
2.
Revisión de cinco años – revisar las contribuciones con regularidad para estudiar
las posibilidades de elevar el nivel de ambición.
3.
Consolidar la visión – traducir el objetivo climático establecido en un objetivo
colectivo de emisiones a largo plazo, con compromisos a más corto plazo que sean
coherentes con la visión a largo plazo.
4.
Vigilar la transición – establecer un proceso eficaz para el seguimiento de los
logros en el sector energético.
© OCDE/AIE, 2015
Punto máximo de emisiones
La AIE propone una estrategia “puente” con la que se podría alcanzar un punto máximo
de las emisiones mundiales relacionadas con la energía en 2020. Comprometerse a fijar
como objetivo ese pico a corto plazo constituiría un mensaje claro de determinación
política de permanecer por debajo de los 2ºC del límite climático. El punto máximo puede
lograrse apoyándose únicamente en tecnologías y políticas de probada eficacia, sin
modificar las perspectivas económicas y de desarrollo de cada región, y se presenta en un
“Escenario Puente”. Las tecnologías y políticas reflejadas en el Escenario Puente son
esenciales para garantizar la descarbonización del sector energético a largo plazo y su
adopción a corto plazo puede ayudar a dejar abierto el objetivo de los 2ºC. Para los países
que han presentado sus INDC, la estrategia propuesta identifica posibles áreas en las que
Resumen Ejecutivo
3
avanzar más allá de lo previsto. Para aquellos que aún no las han presentado, propone un
punto de referencia pragmático en cuanto a sus ambiciones.
© OCDE/AIE, 2015
El Escenario Puente depende de cinco medidas:

Aumentar la eficiencia energética en los sectores de la industria, los edificios y el
transporte.

Reducir progresivamente el uso de las centrales de carbón menos eficientes y prohibir
su construcción.

Aumentar las inversiones en tecnologías renovables en el sector de la electricidad de
270 000 millones USD en 2014 a 400 000 millones USD en 2030.

Eliminar paulatinamente las subvenciones a los combustibles fósiles para los usuarios
finales de aquí a 2030.

Reducir las emisiones de metano derivadas de la producción de petróleo y gas.
Estas medidas tienen profundas implicaciones en el mix energético mundial, ya que
ponen freno al crecimiento del uso de petróleo y carbón en los próximos cinco años y dan
mayor impulso a las energías renovables. En el Escenario Puente, el uso de carbón alcanza
un punto máximo en 2020 y luego decrece, mientras que la demanda de petróleo aumenta
hasta 2020 y luego permanece estable. Las emisiones globales de GEI relacionadas con la
energía alcanzan un punto máximo en torno a 2020. Tanto la intensidad energética de la
economía mundial como la intensidad en emisiones de CO2 de la generación eléctrica
mejoran un 40% para 2030. China desliga su expansión económica del crecimiento de las
emisiones en torno a 2020, mucho antes de lo que de otra forma hubiera cabido esperar,
gracias, sobre todo, a una mejora de la eficiencia energética de los motores industriales y
del sector de los edificios, que incluye adopción de normativa para aparatos eléctricos y
alumbrado. En los países donde las emisiones ya están descendiendo actualmente, la
divergencia entre crecimiento económico y emisiones se acelera considerablemente; en
comparación con años recientes, el ritmo de dicha disociación es casi un 30% más rápido en
la Unión Europea (debido a la mejora de la eficiencia energética) y los Estados Unidos
(donde las renovables contribuyen con un tercio de la reducción de emisiones lograda en
2030). En otras regiones, el vínculo entre crecimiento económico y crecimiento de las
emisiones se debilita considerablemente, pero la importancia relativa de las distintas
medidas varía. El uso más eficiente de la energía en la India ayuda al país a alcanzar sus
objetivos en el sector energético y a moderar el aumento de emisiones, mientras que la
reducción de las emisiones de metano derivadas de la producción de petróleo y gas, y la
reforma de las subvenciones a los combustibles fósiles (ofreciendo al mismo tiempo apoyo
a los más pobres) son medidas clave en Oriente Medio y África, y una diversidad de
opciones ayuda a reducir las emisiones en el Sudeste Asiático. Si bien en el Escenario
Puente no se logra el acceso universal a la energía moderna, los esfuerzos para reducir las
emisiones relacionadas con la energía van acompañados con facilitar el acceso a la
electricidad a 1700 millones de personas y el acceso a cocinas limpias a 1600 millones de
personas hacia 2030.
4
World Energy Outlook | Special Report
Revisión de cinco años
Es necesario un ciclo de cinco años para la revisión de los objetivos de mitigación con
vistas a ofrecer la oportunidad de comprometerse, con el tiempo, con objetivos
climáticos más ambiciosos. El contexto energético en el que se están fijando los objetivos
climáticos cambia velozmente a medida que mejoran los costes y prestaciones de muchas
tecnologías de bajas emisiones, y los países empiezan a constatar el éxito de sus políticas
para reducir las emisiones de CO2. La estrategia establecida en el Escenario Puente puede
mantener el objetivo climático de los 2ºC a corto plazo, pero los objetivos que van más allá
de 2025 deberán reforzarse a su debido tiempo. Acordar en la COP21 un mecanismo que
permita renovar el nivel de ambición cada cinco años arrojará luz sobre los avances y
permitirá enviar a los inversores un mensaje más claro acerca del compromiso a largo plazo
con el alcance total de la necesaria descarbonización.
Consolidar la visión
Traducir el objetivo de los 2 °C en metas subordinadas, incluido un objetivo de emisiones
a largo plazo claro y colectivo, proporcionaría un mayor alivio y certidumbre a la hora de
expresar política futuras sobre una base coherente con el objetivo a más largo plazo.
Tales metas reforzarían la necesidad para el sector energético de adoptar una senda de
desarrollo baja en emisiones de GEI. Será necesario impulsar el desarrollo de nuevas
tecnologías para lograr el objetivo climático último y, como se especifica en el Escenario
450, unas medidas que vayan más allá de las establecidas en el Escenario Puente
permitirían a las tecnologías necesarias madurar antes de ser ampliamente adoptadas. El
apoyo temprano de las tecnologías eólica y solar ha desempeñado un papel crucial a la
hora de reducir costes y lograr su adopción a gran escala. Se necesita un enfoque similar
para desarrollar y desplegar tecnologías que salvaguarden la fiabilidad del suministro
eléctrico a medida que la contribución de las renovables variables aumente (p. ej.,
mediante el almacenamiento energético), para reducir emisiones adicionales en el sector
eléctrico y la industria (p. ej., captura y almacenamiento de CO2) y para incrementar la
proporción de vehículos impulsados por combustibles alternativos en el transporte por
carretera. Las inversiones en el Escenario 450 son solo un poco más elevadas que en los
demás escenarios, pero están más fuertemente orientadas hacia el suministro de energía
de bajas emisiones de GEI y la eficiencia energética, poniendo de relieve la necesidad de
medios eficientes para financiar tales inversiones (sobre todo, en países donde tal vez no
existan tales instrumentos de financiación.
© OCDE/AIE, 2015
Vigilar la transición
Se necesita un proceso sólido de seguimiento del avance hacia los objetivos de mitigación
establecidos a escala nacional. La evidencia de los resultados tangibles aportará a todos los
países y partes interesadas del sector energético la confianza necesaria de que todo el
mundo está actuando en sintonía. Los sistemas de datos energéticos son, de cualquier
modo, esenciales para respaldar la formulación de políticas nacionales e identificar a
aquellos que tengan dificultades con la implementación y puedan necesitar ayuda. Los
Resumen Ejecutivo
5
detalles sobre los marcos de notificación y rendición de cuentas posteriores a 2020 quizá
no se decidan en la COP21, pero el acuerdo deberá establecer al menos algunos principios
de alto nivel, entre ellos, la necesidad de reglas para la medición y notificación de las
emisiones, y la necesidad de desarrollar reglas de rendición de cuentas para los distintos
tipos de objetivos de mitigación que probablemente presenten los países. Hacer un
seguimiento de los avances hacia la descarbonización del sector energético es complejo y
requiere un abanico de medidas más amplio que el que hoy se recoge y controla en
muchos países. Ante el reconocimiento de dicha necesidad, este informe propone una serie
de medidas de alto nivel apropiadas para hacer un seguimiento de la descarbonización del
sector energético.
Asegurar un legado sobre el cambio climático
¿Será 2015 el año en que los responsables políticos sean capaces de crear el muy
necesitado clima de cambio? La respuesta no la conocemos aún. Pero para respaldar el
proceso más allá de las recomendaciones de este informe, la AIE publicará oportunamente
actualizaciones de sus análisis de las INDC e incorporará nuevas entregas en el período
previo a la COP21. También presentará los descubrimientos clave de este informe para su
aprobación por los ministros durante su reunión bienal bajo los auspicios de la AIE (17-18
de noviembre de 2015). Después de la COP21, la AIE seguirá evaluando el impacto de las
contribuciones nacionales y las perspectivas colectivas a medidas que se desarrollen,
perfeccionen, revisen e implementen, basándose en la gran cantidad de datos e
indicadores energéticos de que dispone.
© OCDE/AIE, 2015
Para alcanzar el objetivo climático de los 2ºC, la transformación del sistema energético
mundial debe convertirse en una visión unificadora. El desafío es considerable, pero hay
disponible una visión creíble de la descarbonización a largo plazo del sector para respaldar
los compromisos a corto plazo y los medios para lograrlo pueden, finalmente, adoptarse
colectivamente. El mundo va a tener que aprender rápidamente a vivir dentro de sus
posibilidades si esta generación quiere transmitírselo a la siguiente con la conciencia
tranquila.
6
World Energy Outlook | Special Report
nline
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El presente documento fue publicado originalmente en inglés.
Aunque la AIE no ha escatimado esfuerzos para asegurar que su traducción al español
constituya un reflejo fiel del texto original, se pueden encontrar ligeras diferencias.
This publication reflects the views of the IEA Secretariat but does not necessarily reflect
those of individual IEA member countries. The IEA makes no representation or warranty,
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IEA PUBLICATIONS, 9 rue de la Fédération, 75739 Paris Cedex 15
Printed in France by IEA, June 2015
Cover design: IEA, photo credits: © GraphicObsession
Energyand
Climate
Change
El mundo avanza hacia una reunión crucial sobre el cambio climático,
que se celebrará en París en diciembre de 2015 (COP21). Las negociaciones
se basarán en compromisos nacionales, formalmente conocidos como
Contribuciones Previstas y Determinadas a Nivel Nacional, fijados con el
objetivo de poner al mundo en una senda sostenible.
La Agencia Internacional de Energía lleva mucho tiempo recalcando a sus
miembros y al mundo entero que la producción o el uso energético que
no es compatible con los requisitos medioambientales internacionales
no es sostenible: suspende la prueba de la seguridad energética. Por
consiguiente, la AIE siente la obligación de hacer una contribución a
la COP21, una contribución que reconcilie el clima y las necesidades
energéticas. Tal es el propósito de este informe especial de la serie World
Energy Outlook (Perspectivas de la energía en el mundo).
El informe:
n
resenta una primera evaluación detallada del impacto en el sector
P
energético de los compromisos climáticos nacionales, conocidos y
expresados, para la COP21.
n
ropone una estrategia “puente” para que a nivel mudial se alcance
P
un punto máximo de emisiones de gases de efecto invernadero
relacionadas con la energía en el corto plazo, basada en cinco
medidas pragmáticas capaces de impulsar los objetivos climáticos
en el sector energético sin menoscabar el crecimiento económico.
n
one de relieve la necesidad urgente de acelerar el desarrollo de
P
tecnologías emergentes esenciales para transformar el sistema
energético mundial en otro que sea coherente con los objetivos
climáticos mundiales.
n
ecomienda cuatro pilares en los que la COP21 puede basar su
R
éxito, desde la perspectiva del sector energético.
Quiere más información o desea descargar el informe completo
de forma gratuita, puede visitar nuestra Web:
www.worldenergyoutlook.org/energyclimate