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Rutas de los Migrantes
La migración que no cesa
Blanca Zepeda Bracamonte*
Estimado lector a lo largo de estos 6 meses, hemos querido analizar y mostrar el ámbito que
rodea al fenómeno migratorio, hemos conocido a los actores políticos y de la sociedad
involucrados en él. Nos queda claro lo complejo y cíclico de la migración de mexicanos a
Estados Unidos. Hoy despedimos la emisión de “Rutas de los migrantes”, esperando contar
con su interés en un futuro, no sin antes presentarles aspectos adicionales publicados en los
boletines del Consejo Nacional de Población, a razón de esta migración que no cesa.
La población nacida en México residente en los Estados Unidos podría incrementarse desde
12.5 millones en 2015 a 18.2 millones en 2030, de acuerdo algunos escenarios
prospectivos, cuyos resultados indican que aún en condiciones económicas relativamente
óptimas la emigración proseguirá su curso.
Aun cuando condiciones económicas más favorables sólo se expresan en flujos ligeramente
inferiores a los de tasas constantes de emigración, el efecto positivo sobre el movimiento
migratorio podría dejarse sentir en el largo plazo si se logra mantener un ritmo de
crecimiento económico, suficientemente alto como para modificar las condiciones
estructurales en las que funciona el mercado laboral mexicano.
Las hipótesis basadas en una economía alta (5% de crecimiento anual hasta 2015 y en
descenso hasta alcanzar tres por ciento en 2030, tasas de desempleo abierto decrecientes
hasta 2.6% en 2030 y reducción de la brecha salarial entre las economías de los dos países
de 4.9 en 1996 a 1.0 en 2030) difieren muy poco si suponen remesas constantes o en
aumento:
En el primer caso serían poco más 396 mil emigrantes al año hacia 2030, y en
el segundo poco más de 412 mil.
Por otra parte, las hipótesis basadas en una economía baja (1.5% de crecimiento anual
durante todo el horizonte, tasas de desempleo abierto en constante aumento hasta 8% en
2030 y ampliación de la razón salarial de hasta 14.6 en 2030), que tendería a intensificar las
presiones migratorias, sugieren que:
Con remesas constantes emigrarían alrededor de 500 mil mexicanos al año
hacia 2030, mientras que con remesas en aumento serían 514 mil.
En cualquier caso, se registraría un incremento, ya que si suponemos tasas de emigración
constantes estimadas para 1996, la emigración anual podría ser del orden de los 435 mil.
En adición, debemos considerar el cambio a una nueva geografía de la migración. Solo 93
de los 2,443 municipios del país (3.8%) registran nula intensidad migratoria hacia los
Estados Unidos, es decir, donde ningún miembro de los hogares de esas unidades
territoriales cuenta con antecedentes migratorios en el vecino país. Estos municipios se
localizan principalmente en las regiones sur y sureste de la república.
En 2,350 municipios (96.2%) se advierte, en mayor o menor medida, algún tipo de contacto
con la Unión Americana, expresado a través de la migración hacia el vecino del norte y/o
de retorno a México, así como mediante las transferencias monetarias realizadas desde
aquel país.
• 461 municipios (18.9%) son de alta y muy alta intensidad migratoria,
• 408 municipios (16.7%) registran una intensidad media, y
• 1 481 municipios (60.6%) exhiben una baja o muy baja intensidad migratoria.
A partir de los datos censales de 2000, se puede explorar la expresión de cuatro diferentes
manifestaciones del fenómeno migratorio a escala municipal y de los hogares:
• Hogares con emigrantes durante el quinquenio 1995-2000 que permanecían en los
Estados Unidos en la fecha del levantamiento censal. En esta categoría hay 502
municipios (20.5%) de alta o muy alta intensidad migratoria. En estas unidades
territoriales se observa que entre 11 y 40 por ciento de los hogares experimentaron
la emigración hacia los Estados Unidos de algunos de sus miembros.
• Hogares con emigrantes entre 1995-2000 que regresaron al país durante el mismo
periodo. En esta categoría hay 218 (8.9%) municipios de alta y muy alta intensidad
migratoria. Es posible identificar municipalidades donde hasta un máximo de 30 por
ciento de los hogares cuentan con miembros que emigraron y regresaron al país
durante los periodos indicados.
• Hogares con integrantes que residían en los Estados Unidos en 1995 y regresaron a
vivir a México antes del levantamiento censal. En esta categoría hay 324 (13.3%),
municipios que registran alta y muy alta intensidad migratoria, en los que hasta 18
por ciento de los hogares experimentaron el retorno de alguno de sus miembros.
• Hogares que reciben remesas del exterior. Finalmente, se puede observar que 428
municipios (17%) registran alta y muy alta intensidad de hogares que reciben
remesas del exterior. En estas demarcaciones hay un mínimo de 13 y un máximo de
54 por ciento de hogares en esa situación.
Por todo lo anterior, damos cuenta de lo que implica la migración mexicana a Estados
Unidos, tanto aspectos culturales como sociales, políticos y económicos.
*Responsable Técnico de la Unidad de Información Regional. El Colegio de Sonora.
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