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Apertura comercial y género
en Uruguay.
Un análisis de equilibrio general
computable.
1
Marisa Bucheli, Carmen Estrades y María Inés Terra
1) Inserción internacional y género en Uruguay
En Uruguay persisten diferencias importantes entre las mujeres y los hombres en el mercado
de trabajo y en la distribución de tareas en el hogar. En el mercado de trabajo las mujeres reciben
menores salarios, tienen menor tasa de empleo y mayor desempleo. En el hogar gozan de menor
tiempo de ocio y cargan con mayor participación en las tareas del hogar. La inserción externa tiene
impactos significativos sobre la demanda de distintos tipos de trabajo y, por ende, puede disminuir o
acentuar las diferencias de género.
Uruguay es un país pequeño para el cual su estrategia de inserción internacional es clave.
En los noventa existió una visión compartida en la sociedad respecto a este tema: Uruguay debía
abrirse al mundo y a la región. Esto se plasmó en una estrategia de apertura unilateral y de
integración al MERCOSUR. Se veía el regionalismo como una estrategia complementaria a
la apertura unilateral y esta visión era compartida por los cuatro socios del MERCOSUR. Sin
embargo, en el momento actual no existe consenso a nivel nacional ni regional respecto a la
estrategia futura. Los beneficios obtenidos del proceso de integración no son los esperados y
persiste incertidumbre respecto a la posibilidad de alcanzar los acuerdos necesarios para avanzar
Este trabajo fue realizado con al apoyo financiero y científico de la Red de Política Económica y Pobreza (PEP), que
cuenta con financiamiento de la Agencia Australiana para el Desarrollo Internacional (AusAID) y el Gobierno de Canadá a
través del Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC) y de la Agencia Canadiense para el Desarrollo
Internacional (CIDA).
hacia estadios de integración más profundos. La visión del MERCOSUR como instrumento
clave de inserción externa de Uruguay se contrapone a la visión que considera esencial avanzar
en la apertura unilateral o en acuerdos bilaterales con terceros mercados.
El comercio tiene efectos significativos sobre la distribución del ingreso. La estrategia de
inserción externa no es neutral respecto al bienestar de los distintos grupos sociales, en particular, de
las mujeres. Genera ganadores y perdedores.
En el mercado de trabajo uruguayo existe evidencia de discriminación por género. Las
mujeres tienen menos oportunidades de empleo que los hombres, y son pocos los sectores en los
que se concentra mayoritariamente la mano de obra femenina. En el sector privado persisten brechas
salariales por género, con la misma educación y experiencia una mujer suele ganar menos que un
hombre. Asimismo, la tasa de desempleo femenina es persistentemente más alta que la masculina. Por
otra parte, sobre las mujeres recae un mayor peso de las tareas del hogar.
Frente a esto nos preguntamos cómo afectarían las distintas estrategias de inserción externa
la situación de hombres y mujeres en el mercado de trabajo de Uruguay. ¿En qué medida la apertura
respecto al mundo mejora o empeora la situación relativa de las mujeres? ¿Qué efecto tiene la integración
al MERCOSUR? Obviamente, que las consecuencias sobre la distribución de costos y beneficios por
sexo de estas estrategias no deberían determinar el tipo de inserción externa más adecuada para una
economía como la uruguaya. Sin embargo, la comprensión de estas consecuencias permite identificar
los casos en los que se requeriría implementar otras políticas específicas que compensen a las mujeres
y eviten un incremento en las diferencias en remuneraciones y empleo por sexo.
2) Estrategias de inserción internacional y políticas de género
Respecto a la estrategia de inserción externa de Uruguay el aspecto clave a definir es si profundiza
el proceso de integración con el Mercosur o se adoptan estrategias unilaterales que lleven a una mayor
apertura de la economía. La construcción de una unión aduanera con el Mercosur implica adoptar
aranceles más altos respecto a terceros y reducir los costos de transacción al interior de la región. La
apertura unilateral implica mantener los aranceles con la región y reducir el arancel aplicado sobre
importaciones desde terceros mercados. A su vez, la negociación de acuerdos comerciales bilaterales
con los grandes países o regiones desarrollados implica mejorar el acceso de los productos uruguayos
a esos mercados. No obstante, si Uruguay adoptara una estrategia unilateral violaría los compromisos
asumidos en el MERCOSUR lo que podría, en un extremo, generar una ruptura. Considerando estos
elementos se diseñaron tres escenarios de política:
• Apertura unilateral respecto a terceros. En el marco de un modelo de equilibrio
general computable, simulamos una apertura total con respecto a terceros mercados
llevando el arancel aplicado a cero. Si bien puede considerarse que es un escenario
poco plausible en el corto y mediano plazo, provee resultados interesantes sobre
cómo la liberalización comercial afecta a un mercado de trabajo segmentado por
género. Asimismo, permite comparar los resultados con otros estudios para otros
países. Uruguay integra una Unión Aduanera con el Mercosur por lo cual no
tendría libertad para mover sus aranceles respecto a terceros mercados.
• MERCOSUR. En la década de los noventa, Uruguay profundizó sus lazos
comerciales con el MERCOSUR. Como consecuencia, el comercio al interior
del bloque aumentó en forma considerable. La crisis financiera que afectó la
región frenó ese crecimiento y actualmente el MERCOSUR representa un
38% del comercio total de Uruguay (en 1998 llegó a representar un 48%).
La integración en el marco del MERCOSUR tuvo un impacto sobre la
economía y el mercado de trabajo de Uruguay. Para estimar este impacto
en el marco de un modelo de equilibrio general computable, simulamos
un escenario “hacia atrás”: un aumento de aranceles a las importaciones
de los socios del MERCOSUR al mismo nivel que el resto del mundo,
y un incremento de los aranceles aplicados por Argentina y Brasil a las
exportaciones uruguayas. Este escenario también puede ser interpretado
como una ruptura del MERCOSUR.
•
Apertura unilateral y ruptura con el MERCOSUR. Este escenario combina
los dos anteriores asumiendo una situación extrema: si Uruguay adopta una
política de apertura unilateral pierde las preferencias recibidas de sus socios
del MERCOSUR y, como respuesta, elimina las preferencias que les otorga.
A su vez, se simularon los efectos de algunas políticas destinadas a atender las desventajas de las
mujeres en el mercado de trabajo y en la distribución de tareas en el hogar. Estas políticas pueden
adoptar formas muy distintas:
• Políticas de protección a sectores intensivos en mano de obra femenina. Una
apertura comercial pone en desventaja a sectores protegidos porque los expone
a la competencia internacional. Si la liberalización afecta en forma negativa a
dichos sectores, esto impactará en los trabajadores que emplee. Este argumento
podría ser usado para justificar un mayor proteccionismo a sectores que
emplean trabajadores en situación de desventaja en el mercado de trabajo, como
por ejemplo las mujeres no calificadas. En la década de los noventa, Uruguay
implementó una política de precios de referencia a algunos sectores, como
textiles y vestimenta, incrementando la protección a los mismos. Para evaluar
en qué medida una política de este tipo beneficia a los trabajadores empleados
en los sectores protegidos, diseñamos un experimento que simula un aumento
de los aranceles al nivel de 1994 junto con la aplicación de precios de referencia
(su equivalente ad valorem) y comparamos los resultados con otro escenario en
el que únicamente se simularon los aranceles vigentes en 1994.
• Subsidio a la contratación de trabajo femenino. Dada la segregación que sufre
la mujer, sobre todo en la industria manufacturera, se asume que el gobierno
otorga un subsidio al empleo de mano de obra femenina de manera de mejorar
su inserción en el mercado de trabajo. Se asumió que el gobierno acompaña
la apertura unilateral con un subsidio de 5% sobre el empleo femenino en el
sector privado. Esta política puede adoptar formas tales como la reducción
de aportes a la seguridad social, el aumento de subsidios a la maternidad o la
provisión de servicios que sustituyan el trabajo en el hogar.
3) Políticas de inserción externa
Nuestros resultados muestran que las políticas comerciales generan impactos diferenciados
por género a través de cambios en las magnitudes y direcciones de los flujos de comercio.
Esto se debe a que el contenido factorial del comercio con los distintos socios es diferente:
mientras que las exportaciones hacia Argentina son más intensivas en trabajo calificado y
femenino, las exportaciones hacia Brasil y el resto del mundo son más intensivas en trabajo
masculino y no calificado. Por su parte, las importaciones desde todos los orígenes son
intensivas en trabajo masculino.
Apertura unilateral
Si Uruguay profundizara la apertura comercial respecto al resto del mundo, asumiendo que
la mayor parte del comercio con la región está libre de aranceles, la situación relativa de las
mujeres en el mercado de trabajo mejoraría.
Una apertura comercial total con el resto del mundo incrementa las exportaciones hacia
todos los destinos, aumenta las importaciones desde el resto del mundo y disminuye las
importaciones desde el MERCOSUR. El impacto sobre la economía es positivo. Todos los
trabajadores se ven beneficiados pero la magnitud de esos beneficios difiere por género y
nivel de calificación del trabajador.
Cuadro 1: Impacto de la apertura comercial sobre el mercado de trabajo
Categoría
% Variación
Desempleo
Femenino no calificado
-4,37
Masculino no calificado
-5,48
Empleo
Femenino no calificado
0,27
Femenino calificado
0,23
Masculino no calificado
0,24
Masculino calificado
0,14
Salarios
Femenino no calificado
0,67
Femenino calificado
0,84
Masculino no calificado
0,57
Masculino calificado
0,88
Cuando se liberaliza el comercio, crecen en mayor medida las exportaciones hacia el
MERCOSUR, fundamentalmente a Argentina y mejora la situación relativa de los trabajadores
calificados. Esto ocurre porque aumenta la competitividad de las industrias con mayor uso
de insumos importados orientadas a la región y porque la depreciación del tipo de cambio
favorece la exportación de servicios (servicios financieros, servicios a las empresas, turismo).
Estos sectores, en los que se concentra el crecimiento de las exportaciones hacia Argentina, son
más intensivos en trabajo calificado y especialmente en trabajo femenino. Como consecuencia,
mejora la situación de los trabajadores calificados y de las mujeres en el mercado de trabajo.
Caen las brechas salarial y de empleo por género.
Asimismo, al aumentar los salarios relativos de las mujeres calificadas, aumenta el tiempo que
estas destinan a trabajar en empleos remunerados y disminuye el tiempo destinado al ocio y a
tareas en el hogar. Si bien los hombres reducen el tiempo destinado a tareas del hogar, esa caída
es menor que en el caso de las mujeres.
Por su parte, los trabajadores no calificados también se benefician del incremento de las
exportaciones hacia Brasil y el Resto del Mundo dado que éstas se concentran en sectores
agrícolas relativamente intensivos en trabajo masculino no calificado. Aumenta la demanda de
estos trabajadores. No obstante, este efecto positivo se ve contrarrestado parcialmente por el
aumento de la competencia de productos importados en ramas intensivas en mano de obra
masculina no calificada (varias ramas de la industria alimenticia, bebidas y tabaco, papel,
químicos caucho y plástico, motocicletas y bicicletas entre otras). El efecto neto sobre la demanda
de este tipo de trabajadores es positivo. Por otro lado, las ramas intensivas en trabajo femenino
están menos expuestas a la competencia de productos importados, por lo que la demanda de
trabajo de mujeres no calificadas aumenta más que la de hombres. Como consecuencia, para los
trabajadores no calificados también caen las brechas de empleo y salario por género.
En el caso de los trabajadores no calificados, aún cuando aumenta su salario, disminuye el
tiempo destinado a trabajar en empleos remunerados. Esto ocurre porque aumenta el ingreso
de sus hogares y optan por destinar más tiempo a las tareas en el hogar. Este efecto es mayor
para los hombres.
Cuadro 2: Impacto de la apertura comercial sobre la distribución del tiempo
Categoría
Oferta de trabajo
Femenino no calificado
Femenino calificado
Masculino no calificado
Masculino calificado
% Variación
-0,08
0,23
-0,19
0.14
Ocio
Femenino no calificado
Femenino calificado
Masculino no calificado
Masculino calificado
0,02
-0,13
0,13
-0,16
Trabajo en el hogar
Femenino no calificado
Femenino calificado
Masculino no calificado
Masculino calificado
0,01
-0,10
0,09
-0,12
Integración al MERCOSUR
Al igual que la apertura unilateral, la integración con el MERCOSUR tiene un efecto positivo
sobre la situación de las mujeres en el mercado de trabajo y reduce el tiempo asignado por éstas
a tareas del hogar. No obstante, las diferencias de género en términos de empleo y salarios no
necesariamente se reducen.
La integración con el MERCOSUR aumenta el comercio con los países de la región y reduce
el comercio con el resto del mundo. El comercio con Brasil se ve más afectado por la caída
de aranceles dado que gran parte del comercio con Argentina es en servicios, que no tienen
aranceles. El MERCOSUR tiene un impacto positivo sobre el mercado de trabajo: aumenta el
empleo, cae el desempleo y aumentan los salarios.
En este caso, los trabajadores masculinos no calificados son quienes más se benefician del
acuerdo, dado que el incremento de las exportaciones es mayor en los sectores agroexportadores,
especialmente arroz y lácteos, intensivos en mano de obra masculina no calificada. Por lo tanto,
las brechas de género se amplían: cae menos el desempleo femenino y aumenta menos el empleo
femenino. Sin embargo, la brecha entre salarios femeninos y masculinos cae. Esto se explicaría
porque cuando cae el desempleo aumentan los salarios y, en Uruguay, este efecto es mayor en el
caso de las mujeres.
Aumenta la demanda de trabajadores calificados, aumentan sus salarios y el empleo; al aumentar
el salario hay más individuos dispuestos a trabajar o a ofrecer más horas en el mercado de
trabajo. Dado que las mujeres disponen de más tiempo de ocio y trabajo en el hogar, al mejorar
las condiciones en el mercado de trabajo aumenta su oferta de trabajo más que los hombres.
El resultado final es que el empleo femenino aumenta más que el masculino pero los salarios
aumentan menos. Por lo tanto, la brecha salarial por género aumenta mientras que cae la brecha
de empleo.
Al aumentar el tiempo que las mujeres destinan al mercado de trabajo disminuye el tiempo
destinado a tareas domésticas. Los hombres hacen lo mismo pero en menor medida, por lo
tanto, la brecha por género del tiempo asignado a las tareas del hogar cae.
Apertura unilateral y ruptura con el MERCOSUR
Si Uruguay optara por profundizar su apertura unilateral y eso generara una reacción de sus
socios que los llevara a la ruptura total del acuerdo con el MERCOSUR, perdería bienestar;
caerían el comercio, el empleo y los salarios. Si bien la apertura tiene un efecto positivo, la
pérdida de preferencias en los mercados regionales tiene un impacto negativo mayor.
La pérdida de preferencias, fundamentalmente en Brasil, tiene un impacto negativo muy
importante sobre el empleo y los salarios de los hombres no calificados. Por lo tanto, aún
cuando las mujeres se ven perjudicadas, disminuyen las diferencias por género. En el caso de los
trabajadores calificados también caen más el empleo y los salarios masculinos.
4) Políticas de género
Aún cuando se concluyó que las mujeres son beneficiadas por las políticas de integración y
apertura unilateral, se estudiaron algunas políticas orientadas a mejorar la inserción de las
mujeres en el mercado de trabajo.
Política de protección a sectores intensivos en mano de obra femenina
Esta política mejora la situación relativa de las mujeres no calificadas, pero empeora la
situación de todos los trabajadores en el mercado de trabajo. Por lo tanto, parecería que
una política proteccionista no es un instrumento adecuado para incentivar el empleo de un
segmento de trabajadores.
Subsidio a la mano de obra femenina y apertura unilateral
Los efectos beneficiosos de la apertura se ven acentuados en este escenario. El subsidio lleva
a un aumento de la demanda y los salarios de las mujeres. Aumenta la oferta de mano de
obra femenina y se amplían las posibilidades de producción y de consumo de la economía.
La política es efectiva en reducir las desigualdades de género en el mercado de trabajo y en
el trabajo en el hogar. Sin embargo, al momento de ser implementada, deben estudiarse con
cuidado alternativas para minimizar el costo que tiene la política para el Estado y aumentar los
beneficios de la misma. En efecto, el costo en términos fiscales de esta política es alto y reduce
mucho la inversión, comprometiendo las posibilidades de crecimiento en el largo plazo.
5) Recomendaciones
Políticas comerciales que contribuyan a profundizar los lazos comerciales con la región y abrir
la economía al mundo tienen un impacto positivo sobre la economía uruguaya. No obstante, en una
unión aduanera, las decisiones de política comercial respecto a terceros deben ser concertadas con los
socios. Para Uruguay sería muy negativo llevar a un rompimiento con los socios del MERCOSUR
que perjudique su acceso preferencial a los mercados regionales. Preservar esas preferencias debería
constituirse en un objetivo de primer orden.
Tanto la integración al MERCOSUR como la apertura al mundo tienen un impacto positivo
sobre la inserción de la mujer en el mercado de trabajo. En el primer caso las mujeres no calificadas se
benefician más que las calificadas mientras que en el segundo son las calificadas las más favorecidas. No
obstante, no en todos los casos se reducen las brechas salariales por género. Por lo tanto, sería favorable
implementar alguna forma de subsidio directo al trabajo femenino que no impacte excesivamente en
las cuentas fiscales.
Ilustración: Las espigadoras, Jean François Millet (1814-1875), en la colección del Musee D’Orsai, Paris, Francia.
ABC/D