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294 / Humberto Márquez Covarrubias de la fuerza de trabajo, como fundamento del modelo exportador de fuerza laboral, se podrá corroborar que lo que menos importa es generar mejores condiciones de trabajo y de vida para la mayoría de la población. El grueso del empleo formal en México prevalece en condiciones de alta precariedad, lo cual da cuenta de cómo se han achicado las fuentes de empleo formal de calidad y del modo en que se ha recurrido al abaratamiento indiscriminado de la fuerza de trabajo para incidir favorablemente en la tasa de ganancia y en el sostenimiento de una supuesta ventaja comparativa estática para atraer inversión extranjera. De ello habla el porcentaje de trabajadores por cuenta propia, trabajadores ocupados en micronegocios sin local, jornada laboral por debajo y por encima de los requerimientos normales, trabajadores sin prestaciones y asalariados que devengan cinco o menos salarios mínimos. Subdesarrollo La condición de subdesarrollo es una característica histórica, estructural y estratégica de los países periféricos que carecen del control estratégico de sus excedentes económicos, recursos naturales y humanos. En la configuración del sistema mundial capitalista, están supeditados a los países centrales, destacadamente la tríada compuesta por Estados Unidos, la Unión Europea y Japón. La dinámica de desarrollo desigual articula la dupla desarrollo/subdesarrollo que ensancha la brecha entre centro y periferia. No obstante, no todos los países periféricos son subdesarrollados. Es decir, pueden ser periféricos y desarrollados aquellos países que han logrado articular un proyecto de desarrollo nacional que les concede una autonomía relativa frente a las principales potencias capitalistas, pero que no ejercen un poder geoeconómico por las vías política, diplomática y militar, Subdesarrollo / 295 aunque su fuerza económica permite que sus grandes corporaciones transnacionales incursionen exitosamente en el mercado mundial. Es el caso de Corea del Sur, China, Brasil, India, Rusia y Australia. El mundo subdesarrollado está compuesto por anchas regiones del planeta, como América Latina, África y varios países de Asia y Europa del Este. La caída del ex bloque socialista comandada por la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas aportó nuevos países al subdesarrollo. Entre los rasgos básicos que definen al subdesarrollo, podemos señalar los siguientes: 1) Desmantelamiento del aparato productivo orientado al mercado interno y reorientación hacia el mercado externo. En los países subdesarrollados se desmantela el patrón de acumulación precedente, basado en la industrialización por sustitución de importaciones, y se reorienta la economía hacia el mercado internacional, principalmente a los países desarrollados con los que se mantienen relaciones de dependencia. En estos países ya no interesa disponer de una masa salarial suficiente para activar el mercado interno, puesto que la producción estará volcada a satisfacer los requerimientos del mercado exterior. 2) Transferencia de valor y recursos a países imperialistas. Los países subdesarrollados o dependientes penetrados por los capitales extranjeros, obligados a implementar la política macroeconómica neoliberal, inmersos en una división internacional del trabajo desfavorable y en mecanismos de intercambio desigual, transfieren una parte significativa del excedente generado y proveen de recursos naturales y humanos a los países desarrollados. Esos excedentes y recursos son necesarios para activar procesos de acumulación en los países subdesarrollados. Internamente también se transfieren recursos públicos al sector privado y, más aún, se transfiere parte del fondo social salarial al fondo de acumulación, lo cual vulnera las bases internas para la acumulación. s 296 / Humberto Márquez Covarrubias 3) Segregación regional y relocalización productiva. Los requerimientos del nuevo patrón de acumulación concentran recursos públicos y privados en regiones estratégicas, en desdoro de regiones superfluas para esos propósitos. Para obnubilar ese proceso, la ideología neoliberal postula que el sector clave del desarrollo es el empresarial y sus regiones más prósperas, que irradiarán crecimiento para los países, por lo que privilegian la generación de un favorable “clima de negocios” en descargo de la satisfacción de las múltiples necesidades sociales. Por añadidura, se postula la política de competitividad territorial o la venta de las ciudades, donde se ofrecen condiciones excepcionales (infraestructura, disminución de impuestos, etcétera) para el asentamiento de los capitales, sobre todo foráneos. La existencia de zonas deprimidas se justifica como la ineficacia de su política de competitividad. 4) Superexplotación del trabajo. En los países subdesarrollados, la insuficiencia del mercado interno y los requerimientos del mercado exterior, se satisfacen mediante los mecanismos de la superexplotación del trabajo que consiste en una violación sistemática del valor de la fuerza de trabajo a través de la intensificación del proceso productivo, la disminución salarial, etcétera. Además, la generación de una abundante masa de sobrepoblación relativa, es decir, el ejército de trabajadores que no encuentra ocupación, presiona para que los trabajadores activos acepten la superexplotación. 5) Pérdida de soberanía nacional. El término soberanía es descatalogado por el pensamiento neoliberal y posmoderno por considerarlo anacrónico y conservador, respectivamente. No obstante, es un fundamento vivo de los Estados desarrollados, que preservan las instituciones y políticas que les permite el control político, diplomático y militar de sus intereses nacionales estratégicos. En cambio, bajo el influjo de tratados internacionales, como los de “libre comercio”, se exige a los países subdesarrollados que abandonen esa ideología y que se abran al mundo, es Subdesarrollo / 297 decir, que permitan la intromisión de los intereses político-económicos de las grandes potencias. En tales circunstancias, el Estado nación se ve sometido a los designios políticos, diplomáticos, militares y económicos de las grandes potencias capitalistas. La pérdida de soberanía es múltiple: política (supeditación a gobiernos dominantes), financiera (control de la banca extranjera), laboral (incapacidad para generar empleo suficiente), alimentaria (incapacidad para generar alimentos básicos), energética (insolvencia para producir gasolinas y otros energéticos). Los gobiernos progresistas instalados recientemente en la periferia latinoamericana reivindican un nacionalismo radical que les permite retomar, hasta cierto punto, el control sobre sectores económicos y políticos estratégicos. 6) Predominio de las empresas transnacionales. La llamada globalización neoliberal predica sobre un mundo interconectado e interdependiente que permite la libre circulación de capitales, información, tecnología y mercancías. La economía de mercado funge como su propuesta política y la libre empresa como su fundamento. Bajo esta ideología, las empresas compiten en un mundo armónico tendiente al equilibrio general de las fuerzas del mercado que se trazan en la oferta y la demanda. No obstante, en la realidad, el sistema de acumulación y poder mundial gira en torno a los grandes monopolios y oligopolios. La estrategia de internacionalización del capital toma al mundo como su patio de maniobras. El mundo es un gran mercado donde se distribuyen todo tipo de mercancías y donde se aprovisionan recursos naturales y humanos. Las mayores empresas transnacionales no son realmente mundiales, sino que tienen su base nacional en los países centrales. 7) Pérdida de la producción potencial. La conjunción del desmantelamiento del aparato productivo nacional, acorde a un cierto mercado interno, el desempleo estructural, el rezago tecnológico y una cierta disposición de recursos naturales, aunado al predominio de las grandes corporacio- s 298 / Humberto Márquez Covarrubias nes extranjeras y a la extracción de excedente económico, propician una pérdida sintomática de producto potencial, una especie de desacumulación o, mejor dicho, una dilapidación del excedente social que tentativamente pudiera ser encausado para ensanchar la actividad económica nacional, generar empleo productivo y cubrir las necesidades básicas de la población bajo la conducción de un Estado con visión social progresista. La economía subdesarrollada puede generar, en determinados sectores controlados por el gran capital, una capacidad de producción superlativa, merced a la introducción de tecnología de punta, incluso generando ciclos de sobreproducción, cuyo destino final no está planificado, sin embargo, para satisfacer el mercado interno, sino para la exportación hacia los grandes centros de consumo mundial; esta práctica desarticula el aparato productivo nacional, incluso ocasionando la bancarrota en cadenas productiva enteras, al tiempo en que desatiende las necesidades de la población nacional, pero se acompaña de diversos mecanismos que amén de exportar manufacturas, materias primas y recursos naturales y humanos, también transfiere excedente económico. 8) Desmantelamiento del Estado social. Merced al proceso de neoliberalización, que busca generar nuevos espacios de valorización para los grandes capitales, se desmantela la modalidad de Estado social o benefactor y toda su red de protección, que incluye el sistema de subsistencia de la economía campesina y el ataque a las condiciones de vida de los trabajadores y sus familias. Ese Estado es acusado de populista, obsoleto y corrupto. La disminución o práctica disolución de la responsabilidad social del Estado aparece como una condición necesaria para las nuevas exigencias del capital, que reclama para sí todo el espectro de servicios públicos, además de los bienes de la nación y de los bienes comunes que sirven como base material para la economía de subsistencia. El interés es mercantilizar todos los recursos disponibles e incrementar con ello Subdesarrollo / 299 las fuentes potenciales de riqueza apropiada por el capital. En este caso se triplica la inseguridad: social (exclusión de la mayoría de la población del sistema de seguridad social y paulatino deterioro de sus instituciones con el fin de su privatización inminente), laboral (régimen laboral de despido, precarización y flexibilización) y pública (incremento de la criminalidad, la impunidad y la corrupción policiaca, política y empresarial). 9) Sobrepoblación. El exceso de población no es un problema demográfico derivado del crecimiento desproporcionado frente a la menguante capacidad de la naturaleza para proveer de alimentos, como suponen las posiciones malthusianas. Esto no es verídico, pues existe la capacidad tecnológica y ecológica para producir suficientes alimentos para cubrir las necesidades de la humanidad, pero los mecanismos especulativos y restrictivos del mercado impiden que la población pobre acceda con suficiencia a ellos. La sobrepoblación se refiere más bien al desequilibrio estructural entre la producción y el empleo. Amplias capas de la población se ven imposibilitadas a acceder a medios de producción y subsistencia, por lo que se encuentran a la deriva, en espera de un lugar en el mercado laboral. 10)Desempleo estructural. El país es incapaz de generar con suficiencia las fuentes de ocupación formal de calidad que demanda la población en edad de trabajar. El estrechamiento del mercado laboral excluye a una parte significativa, por lo cual se genera una brecha entre la oferta (pae) y la demanda (población ocupada). El país pierde soberanía laboral. La población redundante busca salidas a través del trabajo informal, la criminalidad o la migración. 11)Dependencia tecnológica. El país es incapaz de generar conocimiento científico y tecnológico y generar innovación tecnológica que afiance y desarrolle las capacidades productivas de la población. Por tanto, depende de la importación de tecnología, que es desarrollada en los países más avanzados, por lo cual tiene que pagar una renta tecnológica a tra- s 300 / Humberto Márquez Covarrubias vés del pago por el uso de patentes e importación de tecnologías. El personal científico y tecnológico que es formado en el país suele emigrar hacia los países centrales para ocuparse en condiciones de mejor remuneración, lo cual significa una importante “fuga de cerebros” o una transferencia de recursos altamente calificados, lo cual ahonda la dependencia tecnológica. A su vez, diversas corporaciones establecen centros de investigación y desarrollo en los países subdesarrollados para generar procesos de innovación o producir mercancías con alto contenido tecnológico, esto configura una nueva modalidad de “maquila tecnológica”. El dato destacado es que cada vez más el capital está logrando subsumir a los trabajadores científicos y tecnológicos, que anteriormente se distinguían por preservar ciertos espacios de autonomía. 12)Incremento de las asimetrías espaciales. El desarrollo geográfico desigual, aumenta la diferenciación entre países desarrollados o centrales y los países periféricos o subdesarrollados. Asimismo, al interior de los países, existen zonas que centralizan las actividades económicas y políticas, y otras que se ven marginadas o segregadas. 13)Pervivencia de las desigualdades sociales. De igual modo, el poder económico y político de las élites sociales se acrecienta, al tiempo que la situación social de las mayorías empeora, lo mismo en los países centrales y en los periféricos, con mayor incidencia en estos últimos. 14)Insustentabilidad social. El capitalismo subdesarrollado no garantiza la subsistencia y reproducción de la mayoría de las clases sociales, al contrario, al privilegiar los intereses del capital, se expande el escenario de inseguridad humana, expresado en pobreza, desempleo, hambre, enfermedades, violencia, migración y muerte. La fractura en el proceso de producción y reproducción de la vida humana coloca amplios contingentes poblacionales en una situación de latente peligro de perder la vida o de ver minadas sus capacidades humanas. El sistema se caracteriza por ser un poderoso mecanismo de exclusión para el grueso de la Subdesarrollo / 301 población en su calidad de productor (acceso a medios de producción), consumidor (acceso a medios de subsistencia) y ciudadano (respeto a los derechos humanos). El capitalismo conculca los derechos humanos y convierte a la población en un recurso desechable para las necesidades de valorización del capital. El criterio de sustentabilidad adoptado por las instituciones dominantes toma como centro de atención el entorno ecológico, desligado de la sociedad y del sistema de producción vigente. Incluso se achaca a los pobres una de las mayores responsabilidades de la depredación ambiental. No obstante, la idea de sustentabilidad social es más compleja, puede designarse también como coevolución, metabolismo social o economía para la vida. Otra forma de designar la insustentabilidad social es la triple expresión de la inseguridad humana: laboral (implementación de programas de flexibilización y precarización laboral, incluso estrategias de superexplotación laboral: intensidad, jornada y salario), social (deterioro y mejor cobertura del sistema de seguridad social, que incluye servicio médico, seguro de desempleo y salario social) y pública (incremento de la violencia ocasionada por el Estado, los movimientos subversivos y el crimen común y organizado). Como resultado global, la vida humana del común de la gente está en entredicho, o al menos bajo asedio constante del sistema de acumulación y poder opresivo, excluyente y explotador. 15)Migración forzada. La destrucción de los sistemas de producción y subsistencia social, como la economía campesina y la precarización laboral, producen un sujeto despojado y necesitado que ya no encuentra en sus lugares de origen las bases materiales y subjetivas de arraigo. Esta sobrepoblación se ve compelida a emigrar para acceder a una fuente de empleo remunerado que sirva a su vez de soporte para la subsistencia familiar, lo cual da lugar al envío de remesas, cuando los miembros de la familia están distanciados. La migración forzada puede obedecer a catástrofes naturales, conflictos políticos, comunitarios o religiosos, vio- s 302 / Humberto Márquez Covarrubias lencia armada, estatal o del crimen organizado, pero también por la generación de sobrepoblación o por el desaprovechamiento de recursos humanos altamente calificados. Los países subdesarrollados carecen de un basamento estructural, institucional y político que brinde condiciones mínimas para que la población, que es el principal recurso de una nación, permanezca en su propio país. La gran cantidad de fuerza de trabajo abundante, barata y desorganizada es aprovechada por los centros de producción para explotarla, e incluso sobrexplotarla. Esto reditúa grandes dividendos, pues esa fuerza de trabajo no requirió ningún costo de formación y puede servir como arma competitiva para desplazar fuerza laboral mejor posicionada que los inmigrantes, además para reducir los costos laborales, abaratar los bienes salariales e incrementar las ganancias corporativas. 16)Democracia simulada. En los países subdesarrollados han persistido regímenes políticos autoritarios, represores y dictatoriales. En la mayoría de los casos, el acto fundacional de las naciones ha sido la conquista de las potencias capitalistas del momento, las cuales impusieron un régimen de acumulación originaria y un sistema político despótico. Con el advenimiento de la independencia, se instauraron gobiernos oligárquicos que ejercían la mano dura. Más adelante, con la imposición del neoliberalismo, acontece una oleada “democratizadora” que simulaba la apertura del régimen mediante el solo ejercicio electoral, sin abrir las posibilidades para el cambio social. La democracia predominante ha sido la democracia de élites, donde el sistema político-electoral representa los intereses oligárquicos, y no descarta la posibilidad de un golpe de Estado o estrategias desestabilizadoras cuando asume el gobierno alguna expresión antineoliberal o anticapitalista. Algunas excepciones se han experimentado a finales de la primera década del siglo xxi, en América Latina, en el Cono Sur, con el arribo al poder de políticos electos por la mayoría del sufragio popular emanados de movimientos sociopolíti- Subdesarrollo / 303 cos alternativos, como sucede en Venezuela (Hugo Chávez), Bolivia (Evo Morales) y Ecuador (Correa), o en un sentido más moderado en Brasil (Ignacio Lula Da Silva), Argentina (Kirchner), Uruguay (Tabaré Vázquez), Paraguay y Chile (Bachelet). La paradoja de estos gobiernos es que habiendo asumido el poder del Estado, no tienen realmente el poder, pues éste reside en la oligarquía nacional y sus nexos con los capitales transnacionales. No obstante, el poder es un terreno de disputa en casos como Venezuela y Bolivia donde se ha confeccionado una nueva constitución y se han emprendido reformas progresistas. Mientras tanto, persisten gobiernos conservadores y neoliberales condescendientes con los poderes imperialistas, es el caso de los gobiernos en México (Vicente Fox y Felipe Calderón), Colombia (Álvaro Uribe y Santos), Perú y Honduras (impuesto por un golpe de Estado). s